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Octubre | 37

Las Neurociencias
como marketing
político
El salto del discurso de la
neurociencia a la arena
política y la gestión
neoliberal. A propósito
de El cerebro argentino,
de Facundo Manes y Mateo
Niro, y Pobre cerebro,
de Sebastián Lipina.

Juan Duarte
Licenciado en psicología, comité de redacción. Ilustración: Anahí Rivera

No es por ver el fruto, que el fruto llegará, si- ante un fenómeno relativamente novedoso: la áreas económicas clave como la computación
no por la responsabilidad cotidiana de arar la concreción de un salto desde el despliegue de y la industria farmacéutica), sociales (abonar
tierra, plantar la semilla y cuidar que esos bro- un programa disciplinar y una ideología re- una ideología neoliberal e idear modos de
tes no se sequen, no se quemen, no se aho- duccionista biológica de matriz neoliberal, control biopolítico) y político/estatales (co-
guen. Se trata de una verdadera revolución. La con pretensiones científicas y gran presencia nocimientos y tecnologías al servicio del sec-
revolución del conocimiento en Argentina es en medios y editoriales, directamente hacia la tor militar). Y señalábamos que es imposible
imprescindible. Una revolución de la que de- arena política y la gestión directa del Estado. entenderlas si no es teniendo en cuenta el
bemos ser protagonistas (417). Al mismo tiempo se trata de un intento de re- marco neoliberal en el que se desarrolló en
lanzar un discurso neoliberal tout court en ca- los últimos años2.
No se trata de una parábola bíblica, ni de un da ámbito de la vida: salud, educación, ciencia, La socióloga Hilary Rose y el neurobiólogo
discurso de Macri, aunque a simple vista po- arte, moral, política, e interpretar desde allí la Steven Rose ubican de esta manera al desa-
demos reconocer raíces en ambos. No, se trata historia nacional. Una suerte de gran discurso rrollo actual global de las neurociencias:
de las palabras finales del El cerebro argenti- omniabarcativo con pretensiones científicas,
no1, el último libro del neurólogo y director de como lo fue en su momento el darwinismo so- Como otras ciencias de la vida que la han
la Universidad Favaloro, Facundo Manes (en cial a fines del siglo XIX. precedido, notablemente la genética, los
coautoría con Mateo Niro). Manes, además, avances en el conocimiento del cerebro han
ocupa el flamante cargo de asesor en la Uni- Un movimiento neoliberal global sido acompañados por esperanzas y auto-
dad de Coordinación para el Desarrollo del En un artículo reciente trazábamos una fi- bombos, amplificados por un periodismo
Capital Mental, recientemente creado por la sonomía de las neurociencias, megaproyec- complaciente. En la economía neoliberal ac-
gobernadora María Eugenia Vidal (Cambie- to tecnocientífico (con fondos de más de 6 tual cumplen, tanto como ayudan a crear, las
mos) y se perfila como el principal candida- billones de dólares entre EE. UU. y Europa) demandas de la sociedad neoliberal. El foco
to macrista para la elecciones del año próximo impulsado por los grandes gobiernos imperia- metodológico de las neurociencias en el ce-
en ese distrito clave. Es que nos encontramos listas con fines tanto económicos (reactivar rebro individual está de acuerdo con el del »
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neoliberalismo en el individuo antes que en que ubica al cerebro como clave explicativa tales como “Una nación es una metáfora de
el colectivo, con sus iniciativas de políticas de toda la naturaleza humana; luego, el de una gran familia”, acentuando el rol de padres
públicas que enfatizan la autoconfianza, la la psicología cognitiva y la metáfora del ce- y cuidadores, y corriendo el acento desde las
aspiración y la voluntad de éxito. En esta rebro como un procesador de información, desigualdades intrínsecas del capitalismo
economía, los cerebros (no los niños que los “una gran máquina de aprender” con la capa- hacia un déficit moral. Así se abordan des-
rodean) como depositarios del capital mental cidad de procesar información del ambiente de la drogadicción, la transmisión epigenéti-
son vistos como un recurso, y los padres son modificándose a sí mismo y desarrollar pa- ca de los traumas sociales (Malvinas), hasta
impelidos a elevar a sus niños de la pobreza trones de conducta más o menos fijos según el condicionamiento clásico pavloviano pa-
por medio de sus neuronas y la mágica plas- el contexto, así como patrones mentales y es- ra comprender el estrés de la violencia so-
ticidad cerebral. Las intuiciones neurocientí- quemas cognitivos, sesgos mentales, etc. De- cial cotidiana. Frente a esto, se promocionan
ficas, a menudo pobremente comprendidas o cir “mente” es decir cerebro, y por detrás de el “mindfulness” y “técnicas terapéuticas ba-
extrapoladas, son cooptadas en apoyo de po- todo el enfoque, el autor ubica con insisten- sadas en la aceptación”, así como los “pro-
líticas públicas de intervención temprana, in- cia las fuerzas de la evolución biológica y la gramas de entrenamiento conductista”. ¿La
cluyendo paquetes de programas ofrecidos selección natural. Absolutamente todo, es un consigna?: “tener en cuenta la historia de lo
por muchos actores privados3. producto evolutivo biológico, desde la moral, que nos pasó para intentar que lo malo no se
hasta sexualidad y el género, etc. repita y lo bueno sea aún mayor” (p.167).
La descripción cabe, efectivamente, para la Desde allí, Manes construye una interpreta- El tercer bloque, “Los otros, los mismos”,
emergencia de la “neuromanía” en nuestro ción del ser nacional, en definitiva, su base parte de la analogía cerebro/computadora y
país, que se ha transformado en un boom edi- electoral, con afirmaciones del tipo “los ar- el desarrollo evolutivo para explicar las “ha-
torial4. Y dentro de este boom, dos publicacio- gentinos somos así”, y preguntas como “¿De bilidades sociales”. Desde allí, fenómenos co-
nes resaltan: el citado libro de Manes y Niro, y dónde surge esa idiosincrasia y los estereo- mo “el sentimiento de soledad” se explican
Pobre cerebro de Sebastián Lipina5. Cada uno tipos por los que muchos (incluso nosotros porque “nuestros cerebros se sienten solos
tiene su especificidad, de conjunto dan cuen- mismos) nos identifican?”, respondiendo des- o aislados, responden con un mecanismo de
ta del fenómeno que estamos planteando. Ac- de la neurociencia. autopreservación” (173), y así surgirían “insti-
tivemos entonces el sistema de procesamiento También se trata de un marketing de las tuciones como Defensa civil o el Club Progre-
atencional de nuestros cerebros, y echémos- “neurociencias conductuales”, terapias cog- so, grandes ciudades, países”, etc. Una “teoría
les un vistazo. nitivo comportamentales (TCC), de perfil de la mente” como clave evolutiva serviría
sumamente conductista, adaptativas y psi- para comprender los procesos históricos. En
El cerebro (neoliberal) de los argentinos quiatrizantes. Asimismo, se reclama el lugar el medio, la construcción de un relato mítico
Si el libro anterior de Manes constituía –como de las neurociencias en el diseño de polí- sobre el propio Manes6, asociado a los “ver-
los describimos en su momento– básicamente ticas de Estado para desarrollar el “capital daderos líderes”, “grandes hombres”, cuyo
una estrategia de marketing de la neurociencia, mental”: denominador común es “su cerebro social”
mezcla de cientificismo ramplón, observacio- (182). Se llega a extremos bizarros, del tipo
nes de sentido común, citas literarias y comen- Muchas políticas públicas e intervenciones “las ciudades inteligentes se asemejan al ce-
tarios propios de la literatura de autoayuda, institucionales para combatir el hambre, la po- rebro humano”, y al igual que aquel “cuando
este mantiene esa línea. Pero extrae su nove- breza y la corrupción deben rediseñarse e in- más grandes son las ciudades, mayor su efi-
dad del intento de constituir tanto un ensa- cluir una comprensión cabal sobre cómo los ciencia y productividad” (192).
yo interpretativo histórico, social y político humanos pensamos, nos comportamos y to- Hay lugar, por supuesto, para el coaching
de la historia Argentina y el “ser nacional”, mamos decisiones (p.54). empresarial antiobrero y una reivindicación
como el despliegue de un programa político de la competencia en “contexto de incerti-
neoliberal. Marketing, disciplinar y político, El libro está dividido en 5 capítulos. El pri- dumbre”, que “puede actuar como un factor
en acto: se trata también –y sobre todo– de mero, “Diálogo con el pasado”, parte de la que juega a favor de la competitividad” (211).
la patética construcción discursiva de la figu- conceptualización cognitivista de la memoria, Sobre la educación, la base de su discurso po-
ra política del propio Manes. Veamos sus ejes un “producto de la evolución”, para abordar la lítico, pesan más la genealogía sarmientina
principales. historia argentina. Son apartados cortos que que los ejemplos de neurociencia aplicada,
El prólogo recorre los tópicos usuales del parten de una noción o experimento neuro- sumamente escasos y pobres.
“self made man” que, en base al esfuerzo y de- científico para desde allí explicar un proceso Por último, la moral sería un mero producto
dicación y los “valores” heredados, que llegó histórico, finalizando con una reflexión pro- de las presiones evolutivas (232), un “instin-
a la meca de la ciencia, y vuelve –al modo de pia de la autoayuda o el discurso moral del to moral”, y la neurociencia demostraría que
un (neuro)redentor– al país en plena crisis de tipo “el optimismo es un elemento clave que “el hombre es corrupto por naturaleza” (247).
2001, poniendo en pie su fundación, INECO. nos permite convivir en sociedad y ser más fe- Nada nuevo, un “homo homini lupus neuro-
Al mismo tiempo, Manes se ubica dentro de lices” (p.87) Los saltos lógicos entre niveles ciencia style” justificando al Estado burgués
la genealogía de la ciencia y la tradición libe- explicativos están casi tan presentes como las que aspira a conducir.
ral argentina, junto a Alberdi, Sarmiento, Mi- frases de autoayuda. El capítulo 4, “Cómo decidimos”, indaga en
tre, así como Milstein, Favaloro, Borges y, por El siguiente capítulo se centra en explicar los modelos mentales para abordar “la rela-
supuesto, Alfonsín. por qué los argentinos están “enamorados de ción intrínseca entre el cerebro y la ley, la psi-
A continuación los fundamentos “científi- las crisis”, las “causas y consecuencias cogni- cología del liderazgo” y las políticas públicas.
cos”: el credo materialista vulgar reduccionista tivas de la crisis”, y encontramos afirmaciones En este relato, que sería risueño si no fuera
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que se postula como un sentido común de Es este el objetivo que aborda el psicólogo e adaptativas a las condiciones sociales dadas.
masas, “La conciencia encarna el rol de di- investigador de CEMIC/CONICET, docente Y todo con el objetivo de fondo de evitar la
rector ejecutivo de la mente” (273). El cere- de la UNSAM, y también asesor de la unidad propagación de “residuos humanos” (sic).
bro decide… como un CEO, naturalmente. Y creada por Vidal, Sebastián Lipina en su li- Por lo demás, si bien se diferencia de Ma-
desde su afirmación del Nunca Más del fis- bro recientemente editado, que lleva el –ilus- nes en cierta rigurosidad y mayor sofistica-
cal Strassera, y su implícita teoría de los dos trador– subtítulo de Los efectos de la pobreza ción conceptual (lo cual no es muy difícil, ya
demonios, el neurólogo pasa a la “necesidad sobre el desarrollo cognitivo y emocional, y lo que en la pampa conceptual de Manes no en-
de liderazgo” como una clave adaptativa bio- que la neurociencia puede hacer para preve- contramos una sola cita), comparten el mar-
lógica, y el lugar de las neurociencias con su nirlos. Aquí, el eje está puesto en fundamen- co teórico de la neurociencia mainstream. Y
“nueva teoría del liderazgo” basada en la “in- tar la necesidad de redefinir el concepto de un aspecto interesante aquí, es que al detallar
teligencia emocional”. “pobreza”. A partir de la crítica al “economi- el recorrido de sus investigaciones y su finan-
En otro apartado, se despliega un discurso cismo”, que pone el acento “criterios de in- ciamiento, Lipina muestra el rol del gobier-
meritocrático aplicado a la gestión de la po- greso y necesidades básicas para identificar no Kirchnerista en el financiamiento de esta
breza mediante el esfuerzo y la motivación a quienes sufren la tragedia de la pobreza”, corriente7.
personal: propone
Palabras finales
Un grupo de familias observaron videos mo- superar la ceguera moral de las definiciones En definitiva, ambas lecturas dan cuenta del
tivacionales [...] donde personas narraban que reducen un fenómeno complejo que afec- desarrollo de un entramado conceptual que,
cómo habían cambiado sus condiciones eco- ta la vida de millones de personas a un con- como señalaba en su momento Lev Vigotsky
nómicas, resaltando el valor que tuvo para junto discreto de variables económicas”, que en su clásico análisis de la crisis en psicolo-
ellas establecerse objetivos y esforzarse. Seis “no debería primar sobre la consideración del gía, ya lejos de cualquier pretensión científica,
meses después, las familias que habían visto sufrimiento de nuestros congéneres (23). explotan como pompas de jabón mostrando
esos videos habían generado más ahorros e in- abiertamente los intereses sociales que inten-
vertido más en educación de sus hijos. (327). La propuesta, entonces, será poner el acen- tan legitimar e impulsar. El reduccionismo
to en la “experiencia subjetiva”. Así, “si los biologicista devela su reaccionaria base ideo-
El último capítulo, “Felicidades”, desplie- padres comunican o no a sus hijos sus preocu- lógica neoliberal a cielo abierto. La crítica de
ga todo un discurso motivacional y de au- paciones sobre la inseguridad económica o si los conceptos y la elaboración de una síntesis
toayuda, con apartados como “El poder de se dejan de lado los materiales y experien- propia (retomando el programa Vigotskiano)
la confianza” y “Amar con todo”, donde se cias que permitan estimular el aprendizaje de deberá ser correlativa con la “crítica crítica” a
exalta y naturalizan los sentimientos de los niños por falta de recursos”, o “la falta de estos proyectos políticos reaccionarios.
“amor” basados en la propiedad, median- apoyo familiar durante la escolaridad prima-
te una explicación evolutiva, naturalizando ria”, serían determinantes para definir “pobre-
de paso la monogamia como “ese precia- za”, y la propuesta es que las neurociencias
do premio de la vida”, y la sexualidad como pueden aportar el conocimiento científico ne-
un instrumento meramente reproductivo cesario para explicarla, medirla y diseñar po-
1. Buenos Aires, Planeta, 2016. Los números de
(354). No es casualidad que la figura más líticas públicas al respecto. página se indican entre paréntesis en ambos libros.
nombrada del libro, junto con Sarmiento, De esta manera, el eje ya no es “la cuestión
2. Duarte, Juan, “Crítica de la neuromanía. A pro-
sea el papa Francisco. de los mecanismos que en nuestra civilización pósito de Can neuroscience change our minds?, de
causan desigualdad, sino la evidencia psico- Hilary y Steven Rose”, en IdZ 32.
Redefinir la pobreza en términos lógica y neurocientífica de la pobreza como 3. Rose, Steven y Hillary, Can neuroscience change
neurocientíficos o de cómo transformar la forma de esa desigualdad en el nivel autorre- our minds?, Cambridge, Polity Press, 2016, p.152.
desigualdad en un problema moral de los gulatorio” (27) neuronal, y conceptos como Todas las traducciones son propias.
pobres “autorregulación” y “plasticidad neuronal”, 4. Ver, por ejemplo, Duarte, Juan, “Reseña de Usar
En su análisis, los Rose acentúan un pos- “periodos sensibles”, “epigenética”, “calidad el cerebro. Conocer nuestra mente para vivir mejor,
de Facundo Manes y Mateo Niro”, en IdZ 9. Duar-
tulado clave del discurso neurocientífico de las prácticas de crianza”, “sensibilidad ma-
te, Juan, “Reseña de Las neuronas de dios, de Die-
neoliberal: terna”, etc., como ejes del diseño de políticas go Golombek”, en IdZ 17.
públicas. Ligado a esto, Lipina pone explíci- 5. Siglo XXI, Buenos Aires, 2016.
El capitalismo desenfrenado al parecer no tamente el problema en términos morales res-
6. Al modo de Sócrates y Diotima, Manes apun-
tiene la culpa; en su lugar, su ideología cul- pecto a la investigación misma. ta que “Michael Gazzaniga […] padre de las neu-
pa a los padres –ellos son deficientes, faltos La consecuencia obvia es el pasaje de la res- rociencias cognitivas […] En un diálogo que man-
de capital mental, tienen débiles habilida- ponsabilidad, ahora moral, al entorno fami- tuvimos hace un tiempo reflexionó...” (181). Rasgo
des parentales, son insuficientemente am- liar o educador de la niñez, devaluando el propio de la construcción de una legitimidad dis-
ciplinar, también presente en corrientes psicoana-
biciosos para sus niños y fallan en ver la papel de la desigualdad económica y social y
líticas.
importancia de su educación. […] Desde las la responsabilidad del Estado. Por otro lado,
7. Los gobiernos de Salta, la Rioja y el de la ciu-
neurociencias, se invocan intuiciones, reales al acentuar una explicación en términos bio- dad de Buenos Aires, así como la UBA y el Minis-
o imaginadas, para explicar aquellos déficits logicistas del fenómeno, abre la puerta a una terio de Educación y de Ciencia y Tecnología de la
morales e idear programas para compensar- intervención psicofarmacológica y/o por me- Nación figuran entre sus patrocinantes en la últi-
los. (p.154). dio de terapias cognitivo conductuales (p.78) ma década.

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