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SALA CONSTITUCIONAL

MAGISTRADA PONENTE: CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

Mediante escrito presentado ante la Secretaría de esta Sala Constitucional el 31 de agosto de 2006, el
abogado Winston Oraa, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 64.477, con el
carácter de apoderado judicial de la UNIVERSIDAD DE ORIENTE, interpuso acción de “amparo
sobrevenido” contra “… la decisión dictada en fecha 09 de agosto de 2006 en el expediente N° T-I-2J-784-06
por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo del Primer Circuito Judicial del Estado
Sucre …”, y, subsidiariamente, pidió que “… y sólo en el caso que esta Sala considere que no corresponde a
ella, en esta oportunidad, el conocimiento de este asunto, SOLICITO PROCEDA A AVOCARSE (sic) al
conocimiento de la causa, y se sustituya en el juez formalmente de alzada, a fin de revisar esta acción de

amparo sobrevenido, y remedie con ello las señaladas violaciones constitucionales”.


El 4 de septiembre de 2006 se dio cuenta en Sala Constitucional del escrito presentado, designándose la
ponencia a la Magistrada Doctora Carmen Zuleta de Merchán, quien, con tal carácter, suscribe esta decisión.
El 10 de octubre de 2006, el representante de la Universidad de Oriente solicitó pronunciamiento de la
admisión de la acción de amparo sobrevenido, y solicitud subsidiaria de avocamiento exponiendo que dicha casa
de estudios se encuentra amenazada con la sentencia accionada dictada en la causa avocada, toda vez que el
Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la referida Circunscripción Judicial había
acordado la ejecución del fallo.
El 7 de diciembre de 2006, esta Sala mediante decisión n° 2208, acordó: (i) Avocamiento en el juicio de
amparo que cursaba ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción

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Judicial del Estado Sucre, mediante el cual se tramitó el juicio de amparo constitucional interpuesto por los
representantes del Sindicato de Trabajadores de Seguridad de la Fundación de la Universidad de Oriente
(SINTRASEGUDO) contra la UNIVERSIDAD DE ORIENTE; (ii) Ordenó al referido Juzgado la remisión de la
causa relacionada con el amparo interpuesto; (iii) Avocamiento en el juicio que cursaba ante el Juzgado Tercero
de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, relacionado con la
acción mero declarativa interpuesta por SINTRASEGUDO contra la UNIVERSIDAD DE ORIENTE,
solicitándose la remisión del expediente; (iv) Medida cautelar en el sentido de ordenar la suspensión de los
efectos de la sentencia dictada el 9 de agosto de 2006, por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, que decidió la acción de amparo constitucional
interpuesta por SINTRASEGUDO contra la UNIVERSIDAD DE ORIENTE; (v) Medida cautelar en el sentido
de ordenar la suspensión de los efectos de la sentencia dictada el 16 de junio de 2006, por el Juzgado Tercero de
Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre que decidió la acción

mero declarativa interpuesta por SINTRASEGUDO contra la UNIVERSIDAD DE ORIENTE; (vi) Ordenar al
Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre la

notificación de la presente decisión.


El 11 de enero de 2007, el abogado Juan Francisco Hurtado, apoderado judicial de la Universidad de

Oriente, denunció ante esta Sala, nuevos hechos acaecidos luego de que esta Sala acordara el avocamiento,
indicando a tal efecto lo siguiente: “El Juzgado Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del

Estado Sucre, a cargo de la Dra. Ana Dubraska García, en fecha 16 de Noviembre de 2.006, dicta sentencia
sobre el Recurso de Apelación propuesto por la Universidad de Oriente, declarándolo sin lugar y confirma la

decisión dictada en fecha 09 de agosto de 2006, en Expediente N° T-I-2J-784-06, por el Juzgado Segundo de
Primera Instancia de Juicio del Trabajo del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre, a cargo de la Abogado

Antonieta Coviello, iniciado con la acción propuesta por SINTRASEGUDO contra la Universidad de Oriente
(…). La Juez de Alzada usurpa o asume una competencia material que no le corresponde y que no tenía la

Jueza Segunda de Juicio del Trabajo del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre, ya que le corresponde a la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, como se fundamenta prolijamente en el libelo de la demanda …”.

El 15 de enero de 2007, esta Sala recibió el oficio 008-07 del 9 de enero de 2007, mediante el cual el
Juez Superior y Coordinador Laboral de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre remitió las actuaciones

pertenecientes a la acción mero declarativa interpuesta por SINTRASEGUDO contra la sociedad SEGURIDAD
FUNDAUDO y la UNIVERSIDAD DE ORIENTE (UDO).

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El 15 de enero de 2007, esta Sala también recibió el oficio 001-2007 del 9 de enero de 2007, enviado por
el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre,

anexo al cual se remitieron las actas del juicio en que se dirimió la acción de amparo interpuesta por
SINTRASEGUDO contra la UNIVERSIDAD DE ORIENTE.

El 24 de enero de 2007, los representantes de SINTRASEGUDO presentaron escrito contentivo de la


posición asumida en su condición de parte en el juicio de amparo, invocando sus argumentos respecto al

avocamiento.
El 12 de febrero de 2007, el Secretario de SINTRASEGUDO, asistido de abogado, consignó diligencia a

fin de exponer: “Procedemos [a] informar a este Tribunal Constitucional en relación a la celebración de una
reunión con convocatoria previa a las partes en conflicto, con el objeto de CONCILIAR y llegar a un acuerdo de

reintegrar al grupo de trabajadores a la UDO y el consecuente reconocimiento de sus derechos laborales


constitucionales y legales. En tal sentido se celebró dicha reunión el día 08 de febrero de 2007, en la sede del

Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social, en horas de la mañana (…) Cabe destacar,

que en la misma se llegó a un compromiso, en la que la Rectora de la UDO pidió una prórroga de cinco (5)
días, para acordar una nueva reunión, y seguir explorando fórmulas de solución al conflicto planteado”. En esa

misma oportunidad, mediante diligencia presentada en la misma fecha, el representante de SINTRASEGUDO


consignó original del acta donde se recogen los detalles de la reunión celebrada entre ese Sindicato y la

UNIVERSIDAD DE ORIENTE.
El 9 de abril de 2007, el abogado José Stalin Martínez Gago, apoderado judicial de la Universidad de

Oriente, mediante escrito presentando ante la Secretaría de esta Sala, denunció que los trabajadores de la
sociedad mercantil Seguridad Fundaudo C.A. “incurrieron en desacato a la medida cautelar dictada en el

proceso de amparo” [sentencia núm. 2208/2006] al interponer ante la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre,
solicitud de reenganche y pago de salarios caídos contra dicha Institución Universitaria.

El 7 de mayo de 2008, el abogado José Ramón Carpio Landaeta, apoderado de la Universidad de

Oriente, presentó escrito a los fines de denunciar y solicitar lo siguiente: “En atención al avocamiento acordado
por esta [Sala] sobre la causa que cursó ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de

la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, relacionado con la acción mero declarativa interpuesta por

Sintrasegudo contra la Universidad de Oriente, así como del avocamiento del juicio de amparo que cursó ante

el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado (sic)
Sucre, así como, de las suspensiones de los efectos de las sentencias dictadas en fecha nueve (9) de agosto de

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dos mil seis (2006) por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción
Judicial del estado (sic) Sucre que decidió la acción de amparo constitucional interpuesta por Sintrasegudo

contra la Universidad de Oriente, y de la sentencia dictada el 16 de junio de 2006 por el Juzgado Tercero de

Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado (sic) Sucre que decidió la

acción mero declarativa interpuesta por Sintrasegudo contra la Universidad de Oriente; segun (sic) sentencia
de fecha siete (07) de diciembre de dos mil seis (2006) en el expediente N° AA-SO-T-06-001274, ahora bien, es

el caso que en fecha 25 de febrero de 2008, se recibió por la unidad de distribución y recepción de documentos

del circuito laboral del estado (sic) Sucre con sede Cumaná, escrito de demandas interpuestas por miembros y

afiliados al Sindicato Sintrasegudo, ahora actuando como personas naturales para demandar a la Universidad
de Oriente en forma directa y unilateral por el pago de prestaciones sociales y pasivos laborales, haciendo uso

en su escrito libelar de las sentencias dictadas por los Juzgados Segundo y Tercero de Primera Instancia de

Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, señaladas anteriormente, dichos escritos

fueron admitidos por los Juzgados Segundo y Tercero de Sustanciación, Mediación y Ejecución de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre, según expedientes signados RP31-L-2008-000091, RP31-L-2008-

000090, RP31-L-2008-000092 y RP31-L-2008-000094, todos ellos por sumas de dinero mil millonarias, sin que

se haya establecido vinculación alguna con la Universidad de Oriente, es por ello que solicito acumule dichas

causas al presente expediente a fin de no causar la posibilidad de que no pudieran dictarse sentencias

contradictorias (…)”.
Analizados los términos en que fue propuesta la presente acción de amparo y petición de avocamiento,

esta Sala procede a dictar decisión, previas las siguientes consideraciones:


I
ANTECEDENTES

1. El 26 de septiembre de 2005, el Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo

(SINTRASEGUDO) presentó ante la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre un pliego de peticiones con

carácter conflictivo contra el patrono Seguridad Fundaudo C.A. En esa oportunidad, el órgano administrativo
con competencia laboral procedió a notificar a las partes para la designación de sus representantes de

conformidad con el artículo 479 de la Ley Orgánica del Trabajo, declarando a su vez, el régimen de

inamovilidad para los trabajadores sobre la base del artículo 506 de esa misma normativa (anexo 1, f. 65).

2. El 13 de octubre de 2005, previa petición de los trabajadores, la Inspectoría del Trabajo del Estado
Sucre dictó medida de protección para evitar posibles acciones provenientes del patrono que pretendan socavar

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la relación laboral (anexo 1, f. 77).

3. El 21 de octubre de 2005, el Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO)


interpuso acción mero declarativa para que se determinara y declarara la relación de conexidad existente entre

ellos con respecto a la Universidad de Oriente (UDO) y Sintrasegudo, fundamentando su pretensión en que

dicha Universidad tiene el control total de la sociedad que funge como patrono (anexo 4, f. 1 y 2) (causa objeto

del presente avocamiento).


4. El 9 de noviembre de 2005, vista la desavenencia existente entre las partes, la Inspectoría del Trabajo

del Estado Sucre, estableció de conformidad con los artículos 207 y siguientes del Reglamento de la Ley

Orgánica del Trabajo, los servicios mínimos esenciales de vigilancia que la sociedad Seguridad Fundaudo C.A.

ha prestado para la Universidad de Oriente “para garantizar la seguridad y mantenimiento de la empresa


durante el eventual estallido de la huelga” (anexo 1, f. 94).

5. El 23 de noviembre de 2005, la representación del Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo

(SINTRASEGUDO), en cumplimiento del artículo 501 de la Ley Orgánica del Trabajo, participó a la Inspectoría

del Trabajo del Estado Sucre, haber cumplido con notificar a todas las autoridades competentes de la ciudad de
Cumaná del inicio del derecho a huelga, ejercido a partir del 10 de noviembre de 2005 (anexo 1, f. 117 y 118).

6. El 29 de noviembre de 2005, el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la

Circunscripción Judicial del Estado Sucre, con ocasión a una acción de amparo constitucional interpuesta por

Seguridad Fundaudo C.A. (procedimiento de amparo que no ha sido objeto del presente avocamiento) en
contra de la huelga asumida por el Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO),

declaró: (i) Sin lugar la acción de amparo constitucional; (ii) Ordenó a la Universidad de Oriente (UDO) y al

Sindicato del Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO) ventilar la solución del conflicto ante la

Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre; (iii) Ordenó al Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo

(SINTRASEGUDO) cumplir con el derecho a huelga ateniéndose a las condiciones establecidas por la
Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre (anexo “A” al escrito libelar y f. 129 al 144 del anexo 1 del

expediente). Debido a tal decisión, los miembros del Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo

(SINTRASEGUDO) informaron al órgano administrativo, su determinación de levantar la huelga, pidiendo

continuar con las negociaciones frente a Seguridad Fundaudo, C.A. y ante la Universidad de Oriente (UDO)
(anexo 1 f. 128), requerimiento acordado mediante auto dictado el 6 de diciembre de 2005 por la Inspectoría del

Trabajo del Estado Sucre (anexo 1, f. 147).

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7. El 8 de diciembre de 2005, la representación judicial de la Universidad de Oriente (UDO), presentó

escrito ante la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre, alegando su falta de legitimidad pasiva para participar

en el pliego conflictivo por no ser la empleadora de los trabajadores de la sociedad Seguridad Fundaudo C.A.
(anexo 1, f.150 al 153).

8. El 9 de diciembre de 2005, tuvo lugar la reunión de las partes en conflicto, en la cual, la Universidad

de Oriente (UDO) sostuvo que no mantenía relación laboral alguna con los trabajadores del Sindicato de

Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO). Por su parte, el Sindicato solicitó a la Inspectoría del
Trabajo del Estado Sucre remitiera copia del acta al Juzgado Segundo de Primera Instancia del Juicio del

Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, por cuanto se incurría en desacato, al haberse

establecido en la decisión lo siguiente: (i) La presunción de la relación de trabajo entre los trabajadores de

Seguridad Fundaudo C.A. y la Universidad de Oriente (UDO) en virtud del nexo accionario que existe entre
ambas personas; (ii) Estableció la simulación y el fraude a la ley al determinar que la Universidad de Oriente

(UDO) con la creación de Seguridad Fundaudo C.A. pretendió simular la relación laboral entre los trabajadores

de la referida sociedad y esa Universidad; (iii) Ordenó dirimir el conflicto mediante el procedimiento

correspondiente ante la Inspectoría del Trabajo (anexo 1, f. 184 al 185 y vto.).


9. El 17 de enero de 2006, el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la

Circunscripción Judicial del Estado Sucre, reiteró el mandato de cumplimiento del amparo constitucional

(procedimiento de amparo que no ha sido objeto del presente avocamiento) ante la negativa de Seguridad
Fundaudo C.A. y la Universidad de Oriente (UDO) de llevar a cabo la orden impuesta en la sentencia dictada

por esa misma instancia el 29 de noviembre de 2005 (anexo 3, f. 835).


10.- El 6 de marzo de 2006, la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre ordenó a la Universidad de
Oriente (UDO) la reincorporación de los trabajadores de Seguridad Fundaudo C.A. a sus lugares de trabajo, por

cuanto dicha Institución no podía dar por terminada la relación laboral por encontrarse vigente el Decreto n°
3957, del 26 de septiembre de 2005, que estableció régimen de inamovilidad laboral para los trabajadores (anexo

2, f. 413).
11. El 23 de marzo de 2006, la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre acordó iniciar procedimiento
sancionatorio contra la Universidad de Oriente y Seguridad Fundaudo C.A., por no acatar el auto del 6 de marzo

de 2006 que ordenó el reenganche de los trabajadores (anexo 2, f.415).


12. El 15 de mayo de 2006, el Juzgado Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del

Estado Sucre, con ocasión a conocer en segunda instancia del juicio de amparo interpuesto por Seguridad

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Fundaudo C.A. contra SINTRASEGUDO, y que dicha sociedad mercantil había perdido en primera instancia

(procedimiento de amparo que no se encuentra comprendido en este avocamiento) confirmó la sentencia


dictada, el 29 de noviembre de 2005, por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de esa
Circunscripción Judicial, por considerar que los trabajadores de Seguridad Fundaudo C.A. prestaban servicio en

calidad de vigilantes de la Universidad de Oriente (UDO) (anexo 6, f 1032).


13. El 12 de junio de 2006, el Juzgado Tercero de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre, declaró, en primera instancia, con lugar la acción mero declarativa

interpuesta por SINTRASEGUDO, y estableció la conexidad entre la Universidad de Oriente (UDO) y la


sociedad mercantil Seguridad Fundaudo C.A. (anexo 5, f. 205) (causa objeto del presente avocamiento).

14. El 16 de junio de 2006, el Juzgado Tercero de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre publicó el texto íntegro de la sentencia que declaró con lugar la acción
mero declarativa interpuesta por el Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO)

contra la Universidad de Oriente (UDO) (f. 220 al 245) (causa objeto del presente avocamiento).
15. El 22 de junio de 2006, la representación de la Universidad de Oriente (UDO) apeló de la decisión
dictada por el Juzgado Tercero de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del

Estado Sucre que declaró con lugar la acción mero declarativa (anexo 5, f. 258) (causa objeto del presente
avocamiento).

16. El 12 de julio de 2006, y paralelamente a la referida acción mero declarativa, los representantes de
SINTRASEGUDO interponen ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre, acción de amparo constitucional (causa objeto del presente

avocamiento) contra la Universidad de Oriente por negar la reincorporación de los trabajadores y el


reconocimiento de la existencia de la relación laboral (anexo 6, f. 1).
17. El 3 de agosto de 2006, el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la

Circunscripción Judicial del Estado Sucre declaró parcialmente con lugar la referida acción de amparo (causa
objeto del presente avocamiento) y, apercibió a la Universidad de Oriente para que reincorporara a los

trabajadores, asumiendo las consecuencias derivadas de la relación laboral (anexo 7, f. 8).


18. El 9 de agosto de 2006, el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre, publicó el texto íntegro de la decisión que declaró parcialmente con

lugar la acción de amparo constitucional interpuesta por SINTRASEGUDO contra la Universidad de Oriente
(anexo 7, f. 53) (causa objeto del presente avocamiento).

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19. El 14 de agosto de 2006, la representación de la Universidad de Oriente apeló de la sentencia del


Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre,
dictada, el 9 de agosto de 2006, y que declaró parcialmente con lugar la acción de amparo constitucional (anexo

7. f. 74) (causa que objeto del presente avocamiento).


20. El 9 de octubre de 2006, el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la

Circunscripción Judicial del Estado Sucre, ordenó expresamente a la Universidad de Oriente (UDO) cumplir con
la ejecución de la decisión de amparo constitucional (anexo 8, f. 5) (causa objeto del presente avocamiento).
21. El 31 de octubre de 2006, el Juzgado Superior Primero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del

Estado Sucre declaró con lugar la apelación formulada por la Universidad de Oriente contra la sentencia mero
declarativa dictada el 16 de junio de 2006 por el Juzgado Tercero de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de

la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, por lo que procedió a la revocatoria de la misma (anexo 5, f. 295)
(causa objeto del presente avocamiento).
22. El 7 de noviembre de 2006, el Juzgado Primero Superior de la Circunscripción Judicial del Estado

Sucre, publicó el texto íntegro de la decisión que declaró con lugar el recurso de apelación interpuesto por la
Universidad de Oriente (UDO) contra la sentencia mero declarativa, dictada el 16 de junio de 2006, por el
Juzgado Tercero de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre

(anexo 5, f. 305) (causa objeto del presente avocamiento).


23. El 16 de noviembre de 2006, ese mismo Juzgado Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción

Judicial del Estado Sucre, ahora conociendo en alzada de la acción de amparo constitucional, declaró sin lugar el
recurso de apelación interpuesto por la Universidad de Oriente contra la sentencia de amparo constitucional,
dictada, el 9 de agosto de 2006, por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la

Circunscripción Judicial del Estado Sucre, por lo que confirmó la decisión en todos sus términos (anexo 8, f. 65)
(causa objeto del presente avocamiento).
24. El 30 de noviembre de 2006, el Juzgado Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial

del Estado Sucre determinó que la decisión dictada en segunda instancia en el juicio de acción mero declarativa
había quedado definitivamente firme; en consecuencia, declaró terminado el procedimiento y ordenó el archivo

judicial de la causa (anexo 5, f. 313) (causa objeto del presente avocamiento).


25. El 7 de diciembre de 2006, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante
decisión n° 2208, se avocó al conocimiento de la causa relacionada con la acción de amparo interpuesta por

SINTRASEGUDO contra la Universidad de Oriente y, al juicio por acción mero declarativa también existente

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entre las mismas partes, los cuales, fueron decididos en segunda instancia por el Juzgado Primero Superior del

Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre (pieza principal).


26. El 12 de diciembre de 2006, Seguridad Fundaudo C.A. procedió a notificar a los trabajadores
(vigilantes) de la decisión de la Universidad de Oriente de rescindir el contrato que ésta mantenía con la

empresa, por lo que debían abandonar el recinto universitario (anexo 9, f.4).


27. El 13 de diciembre de 2006, los trabajadores de SINTRASEGUDO acuden nuevamente ante la

Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre para solicitar el inicio del procedimiento administrativo de reenganche
y pago de salarios caídos contra la Universidad de Oriente (UDO) (anexo 9, f. 12).
28. El 22 de enero de 2007, la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre dictó la Providencia

Administrativa n° 15-07, que ordenó el reenganche y pago de salarios caídos de los trabajadores actuantes en
contra de la Universidad de Oriente y Seguridad Fundaudo C.A. En esa oportunidad, el criterio del órgano
administrativo fue “que la UNIVERSIDAD DE ORIENTE (UDO), tiene una subordinación directa frente a los

reclamantes en virtud de que ejerce la administración y control común de la empresa FUNDAUDO, por lo que
queda comprobada la relación laboral existente entre la (UDO) y los solicitantes. Así mismo la sentencia

emanada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia no ordenó el despido de los trabajadores,
sino la suspensión de los efectos de una sentencia dictada por un Tribunal a quo, de manera que la (UDO),
despidió injustificadamente a los trabajadores reclamantes (…)”.

29. El 7 de febrero de 2007, los apoderados judiciales de la Universidad de Oriente (UDO), interpusieron
ante el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Circunscripción Judicial de la Región

Nor Oriental, recurso contencioso administrativo de nulidad contra la Providencia Administrativa 15-07 dictada
por la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre (anexo 10).
30. El 25 de febrero de 2008, los trabajadores de la sociedad mercantil Seguridad Fundaudo C.A.,

separados en distintos grupos, presentaron demanda contra la Universidad de Oriente, para que se declare la
existencia de la relación laboral y por el pago de pasivos laborales (causa de la cual se hace solicitud expresa
de nuevo avocamiento).

II
DE LA SOLICITUD PRESENTADA POR LA UNIVERSIDAD DE ORIENTE

Los fundamentos por los cuales la UNIVERSIDAD DE ORIENTE pretendió la acción de amparo
sobrevenido, ejercida con solicitud subsidiaria de avocamiento, fueron los siguientes:
1.- De los hechos:

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1.1. Que “[e]n fecha 26-09-2005, los ciudadanos FERNANDO CORDOVA, ABEL PEREIRA, LUIS
LEMUS, MERVIN FLORES, ADOLFREDO GRANDA, JOSE LUIS NUÑEZ Y DIEGO SERRANO,

actuando en su condición de Secretario General, Secretario de Organización, Secretario de Finanzas, Secretario


de Reclamos, Secretario de Cultura y Deportes, Secretario de Acta y Correspondencia y Secretario de
Propaganda y Prensa respectivamente del Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo

(SINTRASEGUDO) presentaron un pliego con carácter conflictivo ante la Inspectoría del Trabajo de la ciudad
de Cumaná contra su patrono SEGURIDAD FUNDAUDO C.A., Sociedad Mercantil, con domicilio en la

ciudad de Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui, inscrita por ante la Oficina de Registro Mercantil Tercera de la
Circunscripción Judicial del Estado Anzoátegui en fecha 20 de agosto de 1996, bajo el No. 6, Tomo 32 y
modificados sus estatutos sociales en fecha 16/11/98, bajo el No. 20, Tomo A-70, cuyo capital es la cantidad de

DIEZ MILLONES DE BOLÍVARES (Bs. 10.000.000,00) divididos en mil acciones nominativas de diez mil
bolívares (Bs. 10.000,00) cada una, distribuidas de la siguiente manera: La Fundación para la Promoción y
Desarrollo de la Universidad de Oriente (FUNDAUDO) novecientos noventa (990) acciones, equivalente al

noventa y nueve por ciento (99%) del capital social y la Universidad de Oriente diez (10) acciones equivalentes
al uno por ciento (1%) del total accionario”.

1.2. Que “[d]istintos son pues, un ente del otro, tan es así que la Inspectoría Nacional del Trabajo en
Providencia Administrativa de fecha 28 de diciembre de 2001 dijo (…) ’TERCERO: Con relación a la solicitud
de presentación de FENASOEV, en cuanto a la inclusión de rentales, fundaciones y compañías anónimas

que laboran en las Universidades e Institutos Universitarios, por los razonamientos expuestos en cuanto a las
Universidades Nacionales, Institutos y Colegios Universitarios, se considera inoficioso el pronunciamiento;

En cuanto a la Fundación y Compañías Anónimas, son sujetos de derecho distintos con personalidad jurídica
propia, patrimonio propio y no dependientes del Ministerio de Educación o de las Universidades Nacionales,
por lo tanto se considera improcedente esta solicitud”.

1.3. Que la misma opinión se encuentra expresada en un dictamen elaborado por la Procuraduría General
de la República del cual transcribe “Constituida la Fundación por parte de la Universidad Nacional, su
patrimonio será totalmente independiente del de la Universidad y solo estará sujeta a los controles propios que

derivan de un régimen de tutela, dado el aporte patrimonial que recibe y el fin que persigue, sin embargo, ello
no altera su naturaleza jurídica de persona jurídica de carácter privado”.

1.4. Que “[a]hora bien, con motivo del pliego de peticiones presentado en contra de la empresa
SEGURIDAD FUNDAUDO C.A., se produce una decisión administrativa mediante la cual el Inspector del

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Trabajo de la ciudad de Cumaná, acordó: ‘Permitir el ejercicio del derecho a huelga de esos trabajadores,
previo cumplimiento de la prestación de los servicios mínimos indispensables para evitar la paralización total
de sus funciones de Seguridad en la casa de Estudios que represento Universidad de Oriente, de acuerdo a lo

previsto en las disposiciones contenidas en el Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo”.


1.5. Que “[s]in atender la orden del la (sic) Inspectoría del Trabajo, la cual se limitó a permitir el
ejercicio del derecho a huelga conforme a la normativa respectiva, los trabajadores de vigilancia afiliados a

Sintrasegudo procedieron, en franca violación de lo decidido, a secuestrar las instalaciones Universitarias (…)
por un lapso ininterrumpido de veintiocho (28) días, limitando e impidiendo el acceso a las autoridades

Universitarias, Personal Directivo, Empleados Administrativos y obreros que allí laboran, generando un caos
total y dirigiendo sus acciones contra la Universidad de Oriente, confundiendo con ello el verdadero patrono
contra el cual se dictó la orden administrativa, la que, por otra parte, no permitía ese proceder desmesurado e

ilegal, sino que accedió a un derecho que –también reconoce mi representada- tienen todos los trabajadores
pero limitados a las pautas legales erróneamente impuestas en dicha orden y dirigido contra la Universidad de
Oriente”.

1.6. Que “[v]isto este llamado que hace mi representada a Seguridad Fundaudo, ésta ejerce una acción
de amparo contra sus trabajadores afiliados al Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo

(SINTRASEGUDO), la cual concluye con la decisión de fecha 29 de noviembre de 2005, que declaró lo
siguiente:
“PRIMERO: SIN LUGAR la presente Acción de Amparo intentada por Pablo Rodríguez y Juan Moisés
López, en la condición de representantes legales de la empresa Seguridad Fundaudo, C.A. en contra del
Sindicato de Trabajadores de Seguridad FUNDAUDO (SINTRASEGUDO).

SEGUNDO: SE ORDENA a la Universidad de Oriente y al Sindicato SINTRASEGUDO a ventilar la


solución de su conflicto por ante la Inspectoría [d]el Trabajo del Estado Sucre.

(…)

QUINTO: Se ORDENA al Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO)


cumplir con su derecho a huelga con las condiciones establecidas por la Inspectoría del Trabajo del
Estado Sucre”.

1.7. Que “[c]omo se observa, con esta decisión comienza un drama para mi representada, pues ya no
solamente es víctima de una toma ilegal de sus instalaciones por parte de los trabajadores de la empresa
SEGURIDAD FUNDAUDO C.A., que exigen mejoras salariales a su patrono (que no es mi representada

UNIVERSIDAD DE ORIENTE), para ahora ser víctima de una interpretación jurídica errada, en la cual –
como ya señalé-, incorporaron a la Universidad de Oriente en este conflicto jurídico al indicar en la decisión:

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‘SE ORDENA a la Universidad de Oriente y al Sindicato SINTRASEGUDO a ventilar la solución de su conflicto

por ante la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre”.


1.8. Que “[a]hora bien, aún en desacuerdo con la decisión tomada por el Juez (…) en la absurda
conclusión a la cual llegó de incorporarnos a un conflicto que nos es absolutamente ajeno, mi representada, a

fin de preservar el orden institucional y abonar por la paz perdida a raíz de ese conflicto, compareció en el
procedimiento administrativo que cursa ante la Inspectoría del Trabajo”.
1.9. Que “[s]in obtener acuerdo alguno por parte de los legitimados en el conflicto, esto es: por un lado:
los Trabajadores del Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO): legitimado activo

y por el otro: su patrono SEGURIDAD FUNDAUDO C.A: legitimado pasivo, mi representada observa que se
producen irregularidades procesales en esa sede administrativa a la cual fue injustamente obligada a
comparecer y ante los cuales solicitó que se notificara al Procurador General de la República, conforme a lo
dispuesto en el artículo 217 del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo”.
1.10. Que “[e]l resultado de Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales

anterior, fue que la Inspectora del Trabajo, apoyándose en la reclamación hecha por los trabajadores, acordó
por auto de fecha 06 de marzo de 2006, ‘… la reincorporación inmediata y efectiva de los trabajadores de la
empresa seguridad fundaudo, c.a. a sus respectivos puestos de trabajo…’, y, por cierto, reconociendo
abiertamente en el inicio de dicho auto que, esta es una obligación de la empresa SEGURIDAD FUNDAUDO
C.A., con lo cual nuevamente queda claro que mi representada UNIVERSIDAD DE ORIENTE, nada tenía que
ver con el conflicto”.

1.11. Que “[d]e esta decisión administrativa que anexo marcado ‘G’, es notificada mi representada, sin
que se le exhortara a realizar ninguna acción, toda vez que no tiene legitimación alguna para actuar en dicho
proceso. En vista de ello, mi mandante sólo dio respuesta a la Inspectoría del Trabajo de haber recibido dicha
comunicación, sin embargo, se encontró con otra nueva sorpresa al recibir dicha comunicación, pues en ella se
indica, que se había dado inicio a un procedimiento de multa en su contra por el desacato a la anterior

decisión, cuya copia se acompaña marcada ‘H’. Por demás inexplicable lo anterior, pues –insisto- no fue
mencionada siquiera la UNIVERSIDAD DE ORIENTE”.
1.12. Que “[t]uvo que comparecer mi representada a este procedimiento de multa, en la cual mi
mandante UNIVERSIDAD DE ORIENTE señaló que no había notificado de éste a la Procuraduría General
de la República, lo cual era indispensable, toda vez que la UDO es un Instituto de Educación Superior que

ejerce función pública, que involucra el patrimonio del Estado y a la Procuraduría corresponde velar por ello.

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Posteriormente, la Inspectora, a pesar de no señalar nuestra solicitud, revocó por contrario imperio lo actuado

y repuso la causa al estado de notificar a la Procuraduría General de la República, en virtud de lo cual la causa
se encuentra en suspenso hasta el momento. Con lo cual debe establecerse que hasta ahora la sede
administrativa no ha concluido, y ello es indispensable que se recalque dado el desviado camino que han
tomado las acciones judiciales que posteriormente analizaré”.
1.13. Que “… en fecha 12 de julio de 2006, los ciudadanos FERNANDO CORDOVA, LUIS LEMUS,

MELVIN FLORES y ABEL PEREIRA, (…) actuando en nombre y representación del Sindicato de
Trabajadores de Seguridad Fundaudo (Sintrasegudo), propusieron ante la Unidad de Recepción y Distribución
de Documentos del Tribunal del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, una acción de amparo
constitucional en contra de mi representada UNIVERSIDAD DE ORIENTE, por cuanto aún los trabajadores
no han sido reincorporados a sus puestos de trabajo”. Siendo decidida en los siguientes términos:
“PRIMERO: PARCIALMENTE CON LUGAR la acción de AMPARO CONSTITUCIONAL intentada
por los ciudadanos FERNANDO CORDOVA y MERVIN FLORES, en sus condiciones de Secretario
General y Secretario de Conflictos, respectivamente del Sindicato de Trabajadores de Seguridad
Fundaudo (SINTRASEGUDO), asistidos por los Abogados JORGE CAMINO Y DEYSI GALANTON,
inscritos en el inpreabogado bajo los números 19.276 y 99.048, respectivamente, en contra de
UNIVERSIDAD DE ORIENTE, en la persona del ciudadano PEDRO JOSÉ MAGO HERMINSON,
representado judicialmente por MARÍA APARICIO Y CARMEN GOMEZ Abogados en ejercicio e
inscritos en el inpreabogado 84.209 y 84.195, respectivamente en consecuencia la acción (sic) deberá:
Restablecer la situación jurídica infringida o la situación que se asemeje mas a ella o superarla,
incorporando a los accionantes a sus sitios de trabajo con todas las consecuencias derivadas de la
relación laboral, RESPETANDO EL DERECHO AL TRABAJO, EL DERECHO A UN SALARIO
JUSTO Y VITAL, A LA ESTABILIDAD LABORAL, Y A LA SEGURIDAD social (sic) por causa del
servicio personal prestado”.

SEGUNDO: SIN LUGAR en cuanto a la pretensión de pago de salarios caídos, por cuanto en la
materia de amparo, no están contemplados los pagos de acreencias.

(…)”.

1.14. Que “[a] todo evento, mi representada apeló de dicha decisión insistiendo, en primer lugar en la
incompetencia del Tribunal que conoció del amparo, pues se trata de una materia atribuida a la jurisdicción

contencioso administrativa, toda vez que el fundamento de la pretensión de amparo es un acto administrativo
emanado de la Inspectoría del Trabajo de Cumaná. Todo esto, con fundamento en lo señalado por decisión de la
Sala Constitucional en fecha 22 de febrero de 2005, la cual fue opuesta, previo y durante a la realización de la
audiencia oral y pública, y de la cual la juez hizo caso omiso. Y, en segundo lugar, señalando que, una vez mas
se confunde al legitimado pasivo de este conflicto que no es la UDO sino la empresa Seguridad Fundaudo

C.A.”.

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1.15. Que “[a]l respecto, debo indicar que en fecha 16-06-2006, se produjo decisión del juez laboral,
marcado con la letra ‘K’ declarando conexidad de mi representada con la empresa Seguridad Fundaudo C.A.;
sin embargo, esa declaratoria de conexidad está dirigida sólo y únicamente a establecer solidaridad en el pago
de los conceptos laborales, más no en las demás cargas derivadas de la relación laboral, y menos aún, para
confundir la personalidad jurídica de esta empresa con la Universidad que represento, que es lo que, en

definitiva se pretende, es decir, que estos trabajadores deban ser absorbidos como trabajadores ordinarios de la
UDO, pues de ser así –que no lo es- colocarían a esta Casa de Estudios en la disyuntiva de cumplir con una
orden judicial dictada por un juez incompetente, en la cual se le tiene como legitimado pasivo sin serlo, o
incurrir en violaciones legales, incluso de orden penal, pues ni cuenta ni tiene que haber contado con un
presupuesto que incluya a unos trabajadores de una empresa distinta a la UDO como lo es Seguridad

Fundaudo C.A., obedece solo a una artimaña para ocultar las responsabilidades que tendría esta Casa de
Estudios con los trabajadores de seguridad. Por tanto, sólo después de una decisión definitivamente firme al
respecto, podría reputársele a mi representada como un ente que habría violado la ley y debería asumir tales
cargas laborales. Antes bien, si ello no ha ocurrido, resulta absolutamente ligero, falaz y temerario declarar,
como se ha hecho en la decisión de amparo, que mi representada tiene una participación directa en la

reincorporación de los trabajadores en cuestión, cuando, como señalé inicialmente y así consta marcado ‘L’,
solo tiene el 1% de las acciones de la empresa que contrato (sic) a estos trabajadores”.
1.16. Que “[p]or otro lado, debo dejar establecido también que la pretensión se extiende, a que la
Universidad de Oriente reincorpore a 80 trabajadores de los cuales, 36 ni siquiera prestan servicios en las
instalaciones de la UDO, sino en el edificio Corporiente que no es la Universidad de Oriente, no obstante que
sus actividades están vinculadas a instituciones culturales universitarias”.

1.17. Que “[e]s necesario observar asimismo, que la decisión de amparo así como las administrativas
dictadas han debido determinar, lo que en derecho correspondía, es decir, que la empresa Seguridad Fundaudo
C.A., ha debido resolver el conflicto o enfrentarlo con los medios de los cuales disponía, sin que entre ellos
estuviese mi representada, esto es, bien ha podido Seguridad Fundaudo C.A., reincorporar a sus trabajadores
en otras instalaciones de las cuales dispone: sin embargo como la política de esos trabajadores está dirigida a

dar un salto y colocarse en las nóminas de la Universidad de Oriente, incluso sin contar con los requisitos
mínimos exigidos en el Manual de Cargos del Consejo Nacional de Universidades CNU, lo anterior les ha
resultado irrelevante, pues su lucha es otra, y en ella, han contado con decisiones judiciales y administrativas

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dirigidas a generar este híbrido jurídico, en el cual han convertido a nuestra Casa de Estudios en una
victimaria, cuando lo que es cierto: es que ha sido la víctima de todos estos atropellos”.
1.18. Que “[n]o puedo dejar de advertir ante esta instancia constitucional, que resulta lamentable que

estos trabajadores consideren que la Universidad de Oriente ha usado a esta empresa Seguridad Fundaudo
C.A. como subterfugio para no incorporarlos a su nómina, en vez de poner de relieve que no ha sido un
subterfugio sino que, en la oportunidad en la cual se creó esta empresa intermediaria de servicios (año 1996,
con autoridades distintas a las actuales), quizás se pretendió protegerlos pues la mayoría como se ha dicho NO
CUMPLEN CON LOS REQUISITOS MÍNIMOS exigidos por el CNU para ingresar como personal
ordinario”.

1.19. Que “[n]iego rotundamente que las autoridades anteriores a las actuales hayan usado el vil
instrumento del subterfugio o simulación, antes bien, se apoyaron en el artículo 10 de las Normas de Austeridad
vigente, de fecha 7 de junio de 1995”.
1.20. Que “[c]omo fundamento en la norma transcrita, la UDO contrató con la empresa Seguridad
Fundaudo C.A., logrando proveerla de los ingresos con los cuales se cumplían con los compromisos laborales

respectivos”.
1.21. Que “[e]s por ello que, a la hora de acatar lo inacatable como lo pretende la decisión de Amparo
que aquí se ha venido a cuestionar, debe tomarse en cuenta la enorme dificultad y mas bien la imposibilidad de
ingresar a la nómina de trabajadores de la UDO a un personal no calificado según las normas impuestas por el
CNU, y no por esta Casa de Estudios”.

1.22. Que “[p]or todo lo anteriormente expuesto, es que, en nombre de mi representada Universidad de
Oriente (UDO), comparezco ante esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de la República
Bolivariana de Venezuela, a solicitar por la vía del amparo sobrevenido, se revoque o anule la decisión que
dictada por la Jueza Segunda de Juicio del Trabajo del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre en fecha 9 de
agosto de 2006 con motivo del amparo ejercido por los trabajadores de empresa Seguridad Fundaudo, C.A.,

afiliados al Sindicato Sintrasegudo”.


2. Del derecho.
Violación del debido proceso y del juez natural.
2.1. Que “[e]n cuanto a la violación del debido proceso, debo precisar, por un lado, que se produjeron
actuaciones procesales, pretendiendo usurpar o asumir una competencia material que no tenía la Jueza

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Segunda de Juicio del Trabajo del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre, lo que en definitiva ha conllevado
a la desnaturalización del procedimiento especialísimo de Amparo Constitucional ante ella propuesto”.

2.2. Que “[p]or otra parte, es de destacar que la pretensión deducida en el amparo propuesto por los
trabajadores de la SEGURIDAD FUNDAUDO C.A., se encuentra sustentada en la Resolución de la
Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre de fecha 06 de marzo de 2006, en la cual se estableció lo siguiente: ‘…
se ordena la reincorporación inmediata y efectiva de los trabajadores de la empresa Seguridad Fundaudo,
C.A. a sus respectivos puestos de trabajo”.

2.3. Que “[d]ebe quedar aclarado que, fue en base a ese pronunciamiento administrativo, que los
quejosos pretendieron (y así les fue concedido en la decisión aquí cuestionada) mediante la acción de Amparo
Constitucional propuesta de manera temeraria en contra de mi representada Universidad de Oriente, que ésta
cumpliese una obligación que no le corresponde, dado que esa obligación sólo le es atribuible a la empresa
SEGURIDAD FUNDAUDO C.A., por ser ésta el patrono de los mencionados trabajadores”.

2.4. Que “[p]or lo que se refiere a la violación del principio según el cual toda persona debe ser
juzgada por su juez natural, debo precisar que la acción de Amparo Constitucional contra mi representada
UNIVERSIDAD DE ORIENTE, tiene como fundamento una actuación administrativa en la cual mi
representada UDO nada ha tenido que ver, pues no tiene cualidad para sostener esa acción, por cuanto –como
se ha dicho- no es el patrono de estos trabajadores, pues, hasta ahora, no existe una sentencia firme que así lo

establezca; y además, por cuanto esa orden de carácter administrativa no le impone a ella (UDO) el
cumplimiento de obligación alguna, tal como se evidencia de su texto…”.
2.5. Que “[e]n el procedimiento de amparo abierto con motivo de la acción intentada por los
trabajadores contra mi representada, se solicitó al Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo
de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, la declinatoria de competencia en el Tribunal Superior en lo
Contencioso Administrativo de la Región Nor Oriental con sede en la ciudad de Barcelona”.

2.6. Que “…mi representada alegó que el mencionado juzgado había asumido una competencia que no
le correspondía, en cuya oportunidad solicitó –como tantas veces se ha expresado- a ese Tribunal, la
declinatoria de competencia en el Juzgado Superior en lo Contencioso Administrativo de la Región Nor
Oriental, por ser éste el Juez natural a quien corresponde la tramitación y conocimiento de esta causa, tal como
así lo estableció meridiana y claramente esta honorable Sala Constitucional la juez en cuestión, irrespetando un

criterio vinculante del máximo tribunal y última autoridad en materia constitucional”.


Violación del efecto restablecedor del amparo.

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2.7. Que “[l]o que a la vista pareciera una simple orden de restablecer a los presuntos agraviados a la
situación jurídica anterior a la lesión denunciada, va más allá. Nótese que se indica que la UDO debe
‘Restablecer la situación jurídica infringida o la que más se asemeje a ella o superarla’, con lo cual se le
conmina a que incorpore a los trabajadores a la nómina del personal regular o contratado, y con todas las
consecuencias que derivan de la protección social que la ley les otorga, ENERVÁNDOSE con ello los

verdaderos efectos del amparo, los cuales han sido clásicamente calificados por la doctrina como
RESTABLECEDORES de la situación jurídica infringida y no CREADORES de una nueva situación jurídica;
y ello, sería lo que se pretende con esta decisión, pues se trata de una actividad que la Universidad de Oriente
no ha realizado jamás”.
2.8. Que “[n]o le bastó a la jueza señalar que la UDO debía asumir los compromisos laborales de los
trabajadores, que nunca ha tenido, para con ello dejar sentado que se excedió, se extralimitó en su función

contralora de la constitucionalidad, que se limita a restablecer a la misma situación jurídica presuntamente


lesionada, sino que fue mucho más allá, pues la propia decisión releva la violación en la cual incurrió al
expresar, como lo hizo, que esa situación jurídica de los trabajadores debía ‘superar’ las condiciones anteriores
al ejercicio de la acción de amparo, con lo cual parece innecesario esforzarse en otras explicaciones, pues el
propio texto de la decisión se denuncia a sí mismo”.

2.9. Que “[p]or todo lo expuesto, resulta apropiado, en aras de salvaguardar el orden procesal
infringido por la Jueza Segunda de Juicio del Trabajo del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre en la
Causa No. T12-Juzgado-N784-06, que esta Sala revise, mediante la presente acción de Amparo Sobrevenido,
los argumentos antes expuestos para constatar que real y efectivamente el conocimiento de la acción de Amparo
Constitucional propuesta por los quejosos, recae en el Tribunal Superior Contencioso Administrativo de la

Región Nor Oriental y no en el Tribunal Laboral, como erróneamente fue acogido por la mencionada Juez, y se
dictamine que la juez se excedió en su decisión otorgándole efectos creadores de nuevas situaciones jurídicas; y,
como consecuencia de ese análisis, se anule la decisión dictada por el Tribunal Segundo de Primera Instancia
de Juicio del Trabajo del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre a cargo de la Jueza Abogada
ANTONIETA COVIELLO, en fecha 09 de agosto de 2006, cuyo dispositivo del fallo fue publicado en fecha

03-08-2006, subsanando así la situación jurídica infringida por la mencionada Juez, para sólo de esta forma
poder restituir la garantía constitucional al debido proceso que le fue flagrantemente conculcada en dicho
proceso a mi mandante: Universidad de Oriente; y cuya decisión definitiva fue publicada el 09-08-06, y de la
cual aún no he podido obtener copia certificada, lo cual revela, entre las anteriores, otra nueva violación al

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debido proceso de mi mandante, pues, aunque ya no es imputable a la sentencia misma, si le es (sic) a la Jueza
en cuestión, quien me impide con este actuar ejercer debidamente el derecho a la defensa que me asiste ante esa
decisión, pues sin poder contar con los elementos jurídicos esgrimidos por ella, he debido a todo evento apelar
de la misma ante el Juez Superior Laboral, aun (sic) en conocimiento de su incompetencia para conocer esta

materia, apelación que aún no se ha oído tampoco, y quien con dicha actitud obvia el principio de celeridad que
informa el procedimiento de amparo, cuando incluso ordena que en tres días se me entregue la copia de la
decisión solicitada, lapso que es idéntico al que dispongo para apelar”.
3. Con base en las consideraciones expuestas, peticionaron protección constitucional, atendiendo a la
siguiente consideración:
“Por todo lo anteriormente expuesto, es que, en nombre de mi representada Universidad de Oriente
(UDO), comparezco ante esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia de la República
Bolivariana de Venezuela, a solicitar por la vía del amparo sobrevenido, se revoque o anule la decisión
que dictada por la Jueza Segunda de Juicio del Trabajo del Primer Circuito Judicial del Estado Sucre en
fecha 9 de agosto de 2006 con motivo del amparo ejercido por los trabajadores de la empresa Seguridad
Fundaudo, C.A., afiliados al Sindicato Sintrasegudo”.

3.1. De manera complementaria a la pretensión anterior, la representación accionante manifestó que en


caso de considerarse la incompetencia por parte de esta Sala para conocer de la acción de amparo interpuesta, se
proceda al avocamiento de la causa:
“Fundamento esta solicitud de AVOCAMIENTO en el desorden procesal en la sede jurisdiccional así
como en la administrativa, que ha dado lugar a condenar a mi representada UDO por fraude legal, sin
que medie el correspondiente proceso en su contra, como así lo señalaré oportunamente en este escrito, y
por ello, para poner coto definitivo, a las innumerables anomalías procesales que han desembocado en la
severa violación constitucional que denunciamos contra mi mandante, lo cual involucra comprometer el
erario público que es el que sostiene esa Casa de Estudios, por montos milmillonarios para satisfacer las
pretensiones de unos trabajadores que, sin cumplir con las exigencias legales han encontrado en los
jueces de la circunscripción judicial del Estado Sucre el soporte para obtener sus pretensiones, por vías
procesales inadecuadas, como quedará demostrado en el curso de nuestras alegaciones”.

3.2. Finalmente, solicitó medida cautelar innominada en razón de la peligrosidad en que se encuentra la
Universidad de Oriente ante la ejecución del fallo:
“En atención a esta exigencia, debo precisar que la inminencia con la cual se dictó la decisión de
amparo aquí recurrida, en la que se ordena a mi representada a cumplir con todas las cargas de carácter
laboral a favor de los trabajadores de SEGURIDAD FUNDAUDO C.A., la colocan en una situación de
extrema dificultad, pues se le conmina a cumplir con una carga que trae como consecuencia que la UDO
deba incorporar en su nómina a un grupo de trabajadores, y ello conlleva a que se debe solicitar un
aumento en la partida presupuestaria correspondiente para honrar tales cargos, por otra parte, esta
circunstancia obliga también a violentar las Normas de Austeridad para las Universidades Nacionales
(Gaceta Oficial 4924, del 29-06-95) y, finalmente, de cumplir con el dispositivo de esta decisión de
amparo –so pena de cometer desacato, tal como lo indica la decisión- las autoridades de la casa de
estudios que represento corren el inminente riesgo de cometer un delito contra la cosa pública, pues
estaría comprometiendo al Estado con una carga económica no autorizada”.

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III
ALEGATOS PRESENTADOS POR LA REPRESENTACIÓN JUDICIAL DE SINTRASEGUDO

La representación del Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO), se opuso


a los señalamientos expuestos por la Universidad de Oriente, en razón de lo siguiente:

1. Que “[s]i bien, el avocamiento procede cuando se trate de casos de manifiesta injusticia, que están
(sic) razones de interés público o social que justifique que lo amerite en razón de su importancia y que en el
juicio cuya avocación (sic) se ha solicitado exista u[n] desorden procesal de tal magnitud que exija la
intervención, se exige la verificación de que tales requisitos de procedencia ocurrieron con certeza, esto es, que
se verifique como presupuesto de procedencia para que opere, en derecho, el avocamiento y la consiguiente

solicitado. (sic) Ello, porque en el caso sub-examine NO ES CIERTO que los Juzgados 2° y 3° de Primera
Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado (sic) Sucre, en los juicios que cursaron
por ante los referidos Juzgados, correlativamente, por solicitud de amparo constitucional interpuesta contra la
UNIVERSIDAD DE ORIENTE, y por acción mero declarativa interpuesta por SINTRASEGUDO contra la
misma Universidad, hubieren actuado con ‘quebrantamiento del derecho al debido proceso y al carácter

meramente restablecedor del amparo’, y en consecuencia en la presente causa no existen suficientes elementos
que produzcan la ‘convicción de modificar la competencia originariamente existente en materia de amparo’ “.
2. Que “(…) NO ES CIERTO que ‘… el juez laboral transgredió competencias que son inherente a la
jurisdicción contencioso administrativo, por haber emitido un pronunciamiento del cumplimiento de una
resolución proferida por la Inspectoría del Trabajo del estado (sic) Sucre’, ni que procedió a ‘crear derechos en
la esfera jurídico subjetiva de los trabajadores demandantes’, como falsamente señala en su solicitud la

representación judicial de la Universidad de Oriente”.


3. Que “[p]or el contrario debe decirse que NO ES CIERTO que por ante el Juzgado Segundo de
Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado (sic) Sucre, ‘cursó juicio de
amparo mediante el cual se tramitó el juicio de amparo constitucional interpuesto por los representantes de
SINTRASEGUDO contra la UNIVERSIDAD DE ORIENTE’, esto es, NO ES CIERTO que el Sindicato

SINTRASEGUDO, persona jurídica laboral de derecho colectivo, hubiere ejercido acción de amparo
constitucional contra la Universidad de Oriente por ante el referido Juzgado ni por ante ningún otro Tribunal
de la República, lo que si (sic) es VERDADERAMENTE CIERTO, ciudadanos Magistrados, es que los
humildes obreros que cumplen funciones de vigilantes para esa Universidad SOLICITARON PROTECCIÓN
DE SUS DERECHOS HUMANOS LABORALES mediante acción de amparo constitucional por ante el señalado

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Juzgado Segunda de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado (sic)

Sucre, el cual, en sentencia del 29 de noviembre de 2005, la cual se anexa bajo la letra ‘A’, al dejar sentado la
presunción de la relación laboral entre los trabajadores y la universidad de oriente (sic), así como la existencia
de un conflicto colectivo de[l] trabajo, ORDENA que se ventile la solución del conflicto por ante la
Inspectoría del Trabajo en estado (sic) sucre (sic) sentencia ésta que fue confirmada por [el] Juzgado Primero
Superior Del (sic) Trabajo De La (sic) Circunscripción Judicial Del (sic) Estado Sucre, en sentencia del 15 de

mayo de 2005, en la cual se dejó sentado que: ‘… sin ánimos de crear derechos, si no más bien por cuanto la
prestación de los servicios por parte de los trabajadores a la mencionada institución estuvo reconocida por los
supuestos agraviados, razones por las este (sic) tribunal en estricto resguardo del orden público ordena a la
Universidad de Oriente y a la empresa Seguridad Fundaudo seguir ventilando el conflicto por ante el órgano
competente, es decir la inspectoría del estado sucre (sic), cuyo procedimiento deberá concluir tal como lo

prevé la Ley Orgánica del Trabajo. En procura de la paz social y la solución definitiva del conflicto respetando
las normas de orden público’. Pero haciendo caso omiso a ese mandato ambos Tribunales, transgrediendo el
orden público laboral, desdiciendo de su propia naturaleza de formación, de moral y luces, de la casa mas (sic)
alta del Oriente del país, optó por persistir en la violación de nuestros derechos humanos laborales, entre ellos,
desaplicando tanto a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual no cumplen e irrespetan

constantemente porque no la reconocen, como a la Ley Orgánica del Trabajo y su Reglamento”.


4. Que “[a]nte esa violación flagrante de nuestros derechos laborales, fundamentales y constitucionales,
los trabajadores supra identificados, ejerciendo el derecho que nos otorga el artículo 27 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, bajo la tutela de los dispositivos de los artículos 26 y 257, Eiusdem (sic),
interpusimos la ya señalada acción de amparo constitucional, la cual le correspondió conocer al referido
Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del estado (sic)

Sucre, profiriendo su decisión en fecha 09 de agosto de 2006, dejando sentado que: ‘ahora bien, en el trasfondo
del proceso de observa que existe un conflicto de intereses entre las partes, cuya competencia para resolverlo es
de la inspectoría del trabajo en el estado sucre, (sic) conforme a las disposiciones de la ley orgánica del trabajo
(sic) y del decreto 1475 emanado de la presidencia (sic) de la república (sic) sobre la organización y
funcionamiento de la administración pública nacional (sic) de fecha 17 de octubre de 2001, siendo que tal

conflicto es intrínseco a las relaciones de trabajo, por ello, tanto la sentencia de este juzgado segundo de
primera instancia de esta circunscripción judicial mantienen el criterio de que el mismo debe ventilarse, para su
solución, por ante ese órgano administrativo, más cuando de las actas procesales se constata una presunción de

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la relación de trabajo entre los trabajadores vigilantes y la universidad de oriente (sic) pero esta es solo una
presunción, que puede ser desvirtuada o no, que su debate escapa a este proceso de amparo y que los
trabajadores interesados deberán hacer valer tanto en sede administrativa como en sede jurisdiccional en caso
de no prosperar el reclamo administrativo en el procedimiento de conciliación, porque como acertadamente lo

establece la sentencia del juzgado superior, ese tribunal no puede crear derechos, sino establecer en el curso de
este procedimiento la procedencia o no de la pretensión actora”.
5. Que “[e]s así como, no es cierto que ni el sindicato SINTRASEGUDO ni sus trabajadores afiliados,
hubiesen interpuesto acción de amparo contra la Universidad de Oriente, para solicitar el cumplimiento ni la
ejecución de ninguna Providencia Administrativa emanada de la Inspectoría del Trabajo en el estado (sic)
Sucre, porque por lo demás para esa fecha no habíamos solicitado, ni sindicato ni trabajadores, solicitud de

reenganche y pago de salarios caídos por ante ese órgano administrativo, no existiendo, en éste sentido,
providencia administrativa cuya ejecución deba solicitarse. Por ello resulta un tremendismo inexcusable de las
autoridades de la Universidad de Oriente y de sus apoderados judiciales, sostener ante esta Máxima Autoridad
Judicial, que el Juzgado Segundo De (sic) Primera Instancia De (sic) Juicio Del (sic) Trabajo de la
Circunscripción Judicial del estado (sic) Sucre, hubiere quebrantado el derecho al debido proceso en la causa

en comento, y menos que hubiere trastocado el carácter meramente restablecedor del amparo, ya que como bien
lo señaló en su sentencia de fecha 09 de agosto de 2006, no está creando derechos a la trabajadores (sic)
solicitantes de la protección de amparo, siendo claro que esos derechos fueron nacieron (sic) al calor de una
prestación personal de servicios para la universidad de oriente (sic) y fueron creados tanto en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela como en la Ley Orgánica del Trabajo”.

6. Que “[a]sí pues, ciudadano[s] Magistrados, la pretensión de la Universidad de Oriente, con la


falsedad de sus alegatos, no es otra que persistir en la simulación de nuestra relación de trabajo mediante el
fraude a la ley, para sustraerse a la aplicación de las disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo (…)”.
7. Que “[p]restamos servicios personales, directo, subordinado, de manera exclusiva y remunerados, en
calidad de vigilantes, por cuenta de, y para obligación garantizar la seguridad en las siguientes dependencias:

rectorado, Quinta Saudo, Planta Física, Corporiente, imprenta Universitaria, Instituto de Sismología,
Coordinación de Control de Estudios, Casa Ramos Sucre y la extensión de Carúpano, con un horario,
establecido por el patrono, de 24 horas continuas de Lunes a Domingo, incluyendo días feriados y de asueto
universitario, y por causa de esta prestación personal de servicio perciben una remuneración salarial, regular y
permanente”.

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8. Que “[c]on el propósito de obtener el servicio prestado por estos trabajadores, pero sin asumir
directamente su responsabilidad como patrono, la Universidad de Oriente procedió a constituir junto a
Fundaudo la empresa Seguridad Fundaudo, C.A. creado única y exclusivamente para prestar servicios de

vigilancia a la referida casa de estudios, vale decir, no contrató ni prestó servicios de seguridad a otra
institución del estado (sic) ni a ningún ente o empresa privada, de tal suerte que la finalidad de la constitución
de la empresa Seguridad no es otra que simular la relación de trabajo entre los señalados trabajadores y la
Universidad de Oriente, es pues un mecanismo para cometer fraude a la ley y de este modo desconocerle los
derechos humanos laborales a dichos trabajadores, dado que la Universidad de Oriente, como patrono,

pretendió, e insiste en tal pretensión, desvirtuar, desconocer u obstaculizar la aplicación de la legislación


laboral durante el desarrollo de nuestra relación de empleo”.
9. Que “[d]ebe observarse que la empresa Seguridad Fundaudo, es solo un mecanismo creado para
ocultar la relación de trabajo entre estos trabajadores y la Universidad de Oriente, ya que dicha empresa
legalmente no existe como empresa de seguridad, dado que estas deben cumplir con un conjunto de requisitos

sin los cuales no puede actuar ni operar validamente, como lo es su inscripción ante la División de Armas y
Municiones de la Dirección de Armamento de la Fuerza Armada Nacional (DARFA) (…)”.
10. Que “[e]n razón de la sistemática violación de sus derechos humanos laborales por parte de la
Universidad de Oriente, y para lo cual se utilizó instrumentalmente a la empresa Seguridad Fundaudo, y dado
que, en el contexto de la simulación de la relación laboral y de por medio [d]el fraude a la ley, la Universidad

de Oriente, en un acto que desdice de su naturaleza jurídica y de su función social, venia (sic) violando y
conculcando, de manera atroz, el sagrado derecho al trabajo de los hoy demandantes, dándoles un trato
discriminatorio respecto al resto del personal obrero de la misma Universidad, menoscabándoles su derechos,
acumulando un pasivo laboral, los trabajadores no tuvieron otra opción que ejercer el derecho constitucional de
la huelga, a partir del 19 de noviembre de 2005, para pedir el pago de los mismos y mejoras de sus condiciones
de trabajos (sic)”.

11. Que “[e]n respuesta a ello, la Universidad de Oriente procedió a contratar a una empresa privada de
vigilancia, despidiendo a estos trabajadores, lesionándoles su dignidad como personas humanas, afectando el
trabajo como hecho social y violándoles sus derechos humanos laborales, impidiendo la prestación de los
servicios, desproveyéndoles de su única y exclusiva fuente de ingreso salarial, sometiéndolos de tal modo a una
situación extrema de carencias, de hambre, sin que pudieran, con sus salarios, satisfacer sus necesidades,

individuales y familiares, alimentarias y de salud”.

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12. Que “[i]nvocando una presunta y supuesta autorización de la Sala Constitucional del Tribunal

Supremo de Justicia, las autoridades de la Universidad de Oriente, en fecha 07 de diciembre de 2006, siendo
aproximadamente las 7 P.M., hace entrega a todos y cada uno de los trabajadores vigilantes de copia simple de
oficios, se anexa bajo la letra ‘B’, un ejemplar de los mismos, suscrito por la Dra. MILENA BRAVO DE
ROMERO, Rectora de la Universidad de Oriente, el cual textualmente expresa: ‘… que la Sala Constitucional
Del (sic) Tribunal Supremo de Justicia por sentencia de fecha 07/12/2006, se avocó al conocimiento de los

expedientes que cursan por ante el juzgado segundo y tercero de juicio de la circunscripción judicial laboral del
estado sucre (sic) el primero contentivo de la acción de amparo constitucional, ejercido por los representantes
del sindicato de trabajadores de la empresa SEGURIDAD FUNDAUDO, C.A. contra la universidad de oriente,

y el segundo la acción mero declarativa, también interpuesta por estos ciudadanos contra esta casa de estudios
superior en cuya sentencia ese alto tribunal suspendió los efectos de ambas decisiones, por lo que, la
universidad de oriente (sic) no está desde ningún tipo de vista legal obligada a cumplir esas decisiones, en tal
sentido y en acatamiento a lo dispuesto por esa Sala Constitucional, procedo formalmente a rescindir a partir
de la presente fecha el contrato de servicio de vigilancia celebrado por la empresa que usted dignamente
preside, el cual se suscribió por mandato del juzgado segundo de primera instancia de juicio el trabajo de esta
circunscripción judicial, para evitar de esta forma incurrir en desacato de su decisión, cuyos efectos como se ha
dicho, se encuentran suspendidos, en consecuencia quedan rescindidos de pleno derecho los contratos de
servicios de vigilancia suscritos con su representada para prestar servicios en las instalaciones de la
universidad de oriente (sic) en cumaná (sic) y la extensión de carúpano (sic) a partir del día de hoy.
Notificación que le hago a los fines de que notifique a sus trabajadores de esta decisión, quienes desde la

presente fecha no podrán permanecer en las instalaciones de la universidad donde prestan actualmente esos
servicios (…)’ (…)”.
13. Que “[e]n ejecución de este mandato ilegal la empresa seguridad Fundaudo C.A., instrumento de
simulación laboral y de fraude legal, procedió inmediatamente a retirar los radios de telecomunicación que se
tenían como herramienta de trabajo y exigió al personal se retiraran de una vez de los puestos de trabajo, y en
su lugar asignaron la vigilancia a una empresa privada”.
14.- Que “[c]on ello, queda una vez mas demostrado, en nuestro caso, que la Universidad continua
violentando el estado de derecho y la justicia, transgrediendo las disposiciones de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, de la Ley Orgánica del Trabajo y de su Reglamento, un grosero
menosprecio por nuestros derechos humanos laborales y por otro lado, que desconocen el derecho y la Ley, que

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carecen de todo análisis lógico de las normas, y por tanto yerran en su interpretación, cuando pretenden hacer
deducir de las normas, y por tanto yerran en su interpretación, cuando pretenden hacer deducir de una decisión
interlocutoria, de admisión de su solicitud de amparo sobrevenido y de avocamiento, el cual por demás fue mal
planteado, que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia les autorizó a poner término a la
relación de trabajo entre esa Universidad y los obreros vigilantes, en todo caso, se trata solo de una suspensión
a favor de tales trabajadores, por lo que resulta un tremendismo de la ignorancia sostener que ‘por lo que, la
Universidad de Oriente no está desde ningún punto de vista legal obligada a cumplir esas decisiones’ esté

legitimada para transgredir el orden constitucional y legal, al menoscabar nuestro derecho al trabajo”.
IV
DE LAS DECISIONES OBJETO DE ESTUDIO POR ESTA SALA CONSTITUCIONAL

Esta Sala Constitucional, por sentencia n° 2208/2006, a solicitud de la Universidad de Oriente (UDO),
avocó al conocimiento de las siguientes causas: (i) El juicio de amparo que cursó ante el Juzgado Segundo de
Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, y, posteriormente, ante
el Juzgado Superior Primero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, con ocasión a la acción

de amparo constitucional interpuesta por los representantes de SINTRASEGUDO contra la UNIVERSIDAD DE


ORIENTE; (ii) El procedimiento de acción mero declarativa interpuesta por SINTRASEGUDO contra la
UNIVERSIDAD DE ORIENTE que cursó primero ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia de Juicio del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, y luego, en alzada, ante el referido Juzgado Superior
Primero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre.
Ahora bien, visto que en el presente avocamiento esta Sala recibió las referidas causas, tiene cabal
conocimiento de que ambas fueron sentenciadas en segunda instancia por el Juzgado Superior Primero del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre. Por ende, se referirá directamente a lo establecido en las
sentencias dictadas tanto en la acción de amparo constitucional, como en la acción mero declarativa, por haber
sido procedimientos judicialmente relacionados, en virtud de la igualdad de partes, de la igualdad del objeto
debatido en juicio y por haber sido la misma instancia que decidió en alzada estas demandas.

Cabe destacar que ambas decisiones dictadas por esa alzada son sentencias que tienen el carácter de
definitivamente firmes. No obstante, en garantía de la protección constitucional y en virtud del avocamiento
procederá a conocer de las mismas en aplicación de los artículos 5, cardinales 4, 16 y 48 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia, a los fines de advertir violaciones a la Constitución.
En ejercicio de la potestad de avocamiento, la Sala procede a conocer de las siguientes causas:
a.- Con ocasión al amparo.
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a.1. Primera instancia: La sentencia dictada el 9 de agosto de 2006 por el Juzgado Segundo de Primera
Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre.

“Sostiene la representación judicial de la parte demandada que la acción de amparo ejercida por los
presuntos quejosos se encuentra fundamentada en una actuación administrativa que emana de la
Inspectoría del Trabajo de Cumaná, como lo es la supuesta orden de reincorporación a sus puestos de
trabajo de los quejosos, y habida consideración de que esta decisión administrativa cuyo presunto
desacato se pretende restituir mediante esta Acción de Amparo Constitucional. De acuerdo a los
principios doctrinarios y jurisprudenciales emanado de la Sala Constitucional, la cual es vinculante
para todas las Salas del Tribunal Supremo de Justicia y especialmente de todos los Tribunales de la
República, a reconocer que la competencia para conocer los acciones de Amparo Constitucionales que
estén fundamentadas en actos u actuaciones de las Inspectorías del Trabajo, son de estricta única y
exclusiva competencia de los tribunales superiores en lo Contencioso Administrativo de la región
correspondiente y en modo alguno de los tribunales laborales como se pretende en este caso y en razón
de ello solicita que el Tribunal decline la competencia el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso
Administrativo de la Región Nor-Oriental.

Cabe observar, que la competencia de este Juzgado Segundo de Juicio del Trabajo para asumir la
jurisdicción constitucional en la presente causa, viene dada por la afinidad natural con la materia objeto
de amparo, siendo que se delatan la violación del derecho al trabajo, a la estabilidad, y al salario como
prestación alimentaria, todos derechos humanos laborales fundamentales, vale decir pro razón de la
materia, lo que la doctrina a dado en llamar ‘rationae materiae’.

Al respecto, se observa que los trabajadores demandantes, en su escrito de demanda, luego de esgrimir
que prestaron servicios personales, directo, subordinado, de manera exclusiva y remunerados, en
calidad de vigilantes para la UNIVERSIDAD DE ORIENTE, en cuya prestación tenían como obligación
garantizar la seguridad de sus dependencias, como un horario de 24 horas continuas de Lunes a
Domingo, incluyendo días feriados y de asueto universitario, que la Universidad de Oriente procedió a
constituir junto a Fundaudo la empresa Seguridad Fundaudo C.A., única y exclusivamente para prestar
servicios de vigilancia a la referida casa de estudios, que la finalidad de la constitución de la empresa
Seguridad no es otra que simular la relación de trabajo entre los señalados trabajadores y la
Universidad de Oriente, y que ésta es un mecanismo para cometer fraude a la ley y de este modo
desconocerle los derechos humanos laborales a dichos trabajadores, que la Universidad de Oriente,
como patrono, pretendió, e insiste en tal pretensión, desvirtuar, desconocer o obstaculizar la aplicación
de la legislación laboral durante el desarrollo de la relación de empleo que Seguridad Fundaudo no
existe legalmente como empresa de seguridad, ya que no está inscrita por ante la División de Armas y
Municiones de la Dirección de Armamento de la Fuerza Armada Nacional (DARFA), que la Universidad
de Oriente, en un acto que desdice de su naturaleza jurídica y de su función social, ha violado y
conculcado, de manera atroz, el sagrado derecho al trabajo de estos trabajadores, impidiendo la
prestación de servicios, desproveyéndolos de su única y exclusiva fuente de ingreso salarial,
sometiéndolos de tal modo a una situación extrema de carencias, de hambre, sin que puedan, con sus
salarios, satisfacer sus necesidades, individuales y familiares, alimentarias y de salud que no conforme
con menoscabarles sus derechos acumulando un pasivo laboral y por el cual los trabajadores ejercieron
el derecho a huelga para pedir el pago de los mismos y mejoras de sus condiciones de trabajos, la
Universidad de Oriente procede a contratar a una empresa privada de vigilancia, despidiendo a estos
trabajadores, lesionándoles su dignidad como personas humanas, afectando el trabajo como hecho
social y violándoles sus derechos humanos laborales, denuncian la violación de los artículos 26, 27, 87,
91 y 96 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para concluir solicitando se
reestablezca la situación jurídica infringida, y se ordene a la Universidad de Oriente a que se les
reincorpore a sus puestos de trabajo y que se les pague los salarios dejados de percibir desde Diciembre
del año 2005, hasta la respectiva decisión que se dicte en este proceso.

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Sosteniendo dicho procedimiento en que la inspectoría del trabajo del estado Sucre, ordenó tal
reincorporación y que en sentencias dictadas en sede Constitucional los Juzgados Segundo de Primera
Instancia de Juicio del Trabajo y el Primero Superior del Trabajo de esta Circunscripción Judicial, se
estableció que quedó evidenciado que los trabajadores prestaban sus servicios en calidad de vigilantes
para la UNIVERSIDAD DE ORIENTE, a través de la sociedad mercantil denominada seguridad
fundaudo, lo cual en ningún momento constituyó un hecho controvertido, pues así fue reconocido por los
apoderados judiciales de la UNIVERSIDAD DE ORIENTE, ordenándose en estricto resguardo del orden
público, a la UNIVERSIDAD DE ORIENTE y a la empresa seguridad fundaudo, seguir ventilando el
conflicto por ante el órgano competente, que así mismo el Juzgado Tercero de Primera Instancia del
Trabajo de esta Circunscripción Judicial, en sentencia de fecha 16-06-2006 declara con lugar la acción
mero declarativa intentando por SINTRASEGUDO, y se declara la conexidad entre la empresa
SEGURIDAD FUNDAUDO C.A. y la UNIVERSIDAD DE ORIENTE.

Es así como emana del libelo de demanda, con suficiente claridad y contundencia argumental, que se
denuncia la violación del Derecho al Trabajo, Derecho a la Estabilidad en el Trabajo y Derecho al
Salario Justo y Vital, derechos éstos de naturaleza de derechos humanos laborales, fundamentales,
intrínsecos al trabajo como hecho social, respecto de los cuales el rol del nuevo juez venezolano está
orientado, en caso de resultar procedente la delación de violación o amenaza de violación, a tutelar
conforme con la disposiciones de los artículos 2, 3, 26 y 27 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, garantizando el acceso a la justicia y la tutela judicial efectiva, puesto que a
tenor del artículo 257 constitucional el proceso es un instrumento para la realización de la justicia.

Por tanto, bajo las consideraciones anteriores resulta forzoso ratificar la competencia de este Juzgado
Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre,
para conocer y decidir la presente acción de amparo constitucional, en los términos acordados en el
auto de admisión del presente recurso de amparo, de fecha 14-07-2006, en consecuencia, se desestima la
solicitud de declinatoria de competencia formulada por la presunta agraviante. Así se establece”.

(omissis)

Quedando claro que, en el trasfondo del proceso se observa que existe un conflicto colectivo de trabajo,
determinado por el despido de un número considerado de trabajadores que invocan a su favor la
presunción de la relación de trabajo, dada la prestación personal de servicio para la Universidad de
Oriente, y como quiera que este mismo tribunal en sentencia de fecha 29 de noviembre de 2005,
estableció, en primer lugar, que se presume la existencia de la relación de trabajo entre la Universidad
de Oriente y los trabajadores demandantes y, en segunda lugar, que la Universidad de Oriente había
establecido mecanismos para sustraerse de aplicación de la legislación laboral.

El dispositivo que se dicte en la presente causa debe partir de considerar la presunción de la relación de
trabajo entre los demandantes y la Universidad de Oriente, y por tanto aplicables las normas del
derecho del trabajo. Así se establece.

Ahora bien, siendo que en la actualidad y para el momento del despido, rige la protección a la
estabilidad laboral por mandato de Decreto Presidencial de inamovilidad conforme al cual el patrono
que pretenda poner término al vínculo jurídico laboral que mantiene con sus trabajadores deberá
solicitar la correspondiente autorización al Inspector del Trabajo, quien previo trámite de dicha
solicitud, observando el debido proceso y el derecho a la defensa, declarará con o sin lugar el pedimento
patronal, pero en todo caso, durante el procedimiento administrativo la relación de trabajo se mantiene
y el o los trabajadores continuarán prestando servicios en sus mismos puestos de trabajo hasta que el
Inspector del Trabajo autorice el despido, colocándose al margen de la ley el patrono que actúe en
sentido contrario.

Se observa de las actas procesales, existe una presunción de la relación laboral entre las partes en este
proceso, dado que los trabajadores demandantes prestan servicios personales de seguridad, protección y
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vigilancia dentro de las instalaciones y dependencias de la Universidad de Oriente, con carácter de


exclusividad, y en virtud del principio de primacía de la realidad sobre las formas en las relaciones
laborales, contenido en el ordinal 1° del artículo 89 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, y dado el carácter tuitivo de las disposiciones iuslaborales, es obligación de esta
sentenciadora, cumpliendo con uno de los deberes y fines del Estado Venezolano, velar por la protección
del hecho social trabajo, el desarrollo integral, el bienestar y la dignidad de los trabajadores
demandantes como personas humanas. Así se establece.

La Universidad de Oriente, en su condición de patrono, está obligada a las consecuencias que se


derivan de la relación de trabajo, en este caso, satisfacer los derechos laborales de los trabajadores
demandantes, entre otros garantizarles, en el marco jurídico, la estabilidad en el empleo, el pago de un
salario justo y vital con ocasión a la prestación de servicio y las prestaciones de seguridad social. Así se
establece.

a.2 En segunda instancia: La sentencia dictada el 16 de noviembre de 2006 por el Juzgado Primero
Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre.

“En este estado procede esta alzada a pronunciarse sobre la legalidad de la sentenciada pronunciada
por el a quo, para determinar si efectivamente actuó ajustada a derecho, sin soslayar el debido proceso
y el derecho a la defensa de la parte agraviante, para lo cual efectuó una revisión exhaustiva de las
actas procesales, concluyendo que de las mismas se evidencia que los actores interpusieron su solicitud
a los fines que se les restituyeran los derechos flagrantemente violentados por la Universidad de
Oriente, para que el órgano jurisdiccional, a través de una sentencia, le restituyera sus derechos
constitucionales conculcados, declarando que la agraviante, es decir la Universidad de Oriente, le
restableciera la situación jurídica infringida, como es el respeto a su legítimo derecho al trabajo y el
derecho a un salario justo que les consagra la nueva Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, la cual reconoce y garantiza los derechos humanos de los justiciables, constituyendo a todos
los habitantes en integrantes del sistema de justicia, para que mediante su cooperación se cumpla el
postulado de la justicia, en un Estado Social de Derecho y de Justicia, en el que esta sentenciadora por
mandato constitucional debe y está obligado a buscar y aplicar los principios constitucionales de
protección a esos trabajadores.

El espíritu, propósito y razón del legislador de 1998, en nuestra nueva Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, impone a los nuevos jueces del proceso venezolano, aplicar justicia,
respetando siempre y sobre manera, el Debido Proceso en cualquier grado y estado de la causa, razón
por la cual al hacer el estudio del caso bajo examine, se observa que son unos trabajadores que buscan
que se les restablezca su derecho al trabajo y a un salario justo, que como derecho humano fundamental,
es intrínseco al derecho a la salud, puesto que el mismo tiene incidencia en el derecho a la vida, porque
si no se trabaja no se tiene el ingreso y si no se tiene ingreso no se tiene dinero para adquirir la canasta
básica y si no obtenemos la canasta básica morimos de inanición, en consecuencia, el Estado
Venezolano está en la obligación de tutelar y garantizar el derecho a la vida, dentro del cual está
intrínseco el derecho a la salud, que está ligado íntimamente con el derecho al trabajo y a un salario
justo y vital, ya que ningún habitante puede violentar el Estado Social del Derecho y de Justicia. Así se
establece.

(omissis)

Existe un ordenamiento jurídico fundado sobre el respeto a la dignidad de la persona humana y un Juez
Constitucional, encargado de hacer respetar el Debido Proceso y el Derecho a la Defensa, a través de la
audiencia constitucional, en la cual se aprecia que los accionantes fueron atendidos en su solicitud de
amparo en el goce y ejercicio de sus derechos y garantías constitucionales, y se evidencia que en el
procedimiento, la autoridad competente tuvo la ‘potestad de restablecer inmediatamente la situación
jurídica infringida’, por cuanto consideró que efectivamente se estaba violando los derechos al trabajo y
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al salario justo y vital de los trabajadores accionantes, denotando esta Alzada que el A quo, actuó
ajustado a derecho, respetando siempre el derecho a la defensa y el debido proceso, por lo que en
consecuencia considera que la sentencia recurrida debe ser confirmada por quien suscribe. Así se
decide.

(omissis)

Por las razones de hecho y fundamentos de derechos reseñados, este Tribunal Primero Superior de
Trabajo, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por la autoridad
que el confiere la Ley declara: PRIMERO: SIN LUGAR el Recurso de Apelación interpuesto por la
representación judicial de la UNIVERSIDAD DE ORIENTE. SEGUNDO: SE CONFIRMA LA
DECISIÓN DICTADA POR EL TRIBUNAL A-quo, de fecha 09 de agosto de 2006, proferida por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado
Sucre, en la solicitud de Amparo Constitucional interpuesta por FERNANDO CÓRDOVA y MELVIS
FLORES, actuando en sus caracteres de Secretario General y Secretario de Reclamos y Reivindicación
respectivamente del SINDICATO DE TRABAJADORES DE SEGURIDAD FUNDAUDO, C.A.
(SINTRASEGUDO), contra la UNIVERSIDAD DE ORIENTE, por la violación del derecho al trabajo y
el derecho al salario. TERCERO: SE CONDENA EN COSTAS A LA PARTE RECURRENTE por haber
resultado totalmente vencida. CUARTO: REMÍTASE la presente decisión en su oportunidad legal al
Tribunal Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de este Circuito Judicial”.

b.- Con ocasión a la acción mero declarativa.

b.1. En primera instancia: La sentencia dictada el 16 de junio de 2006 por el Juzgado Tercero de
Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre.

“Deslindando en la doctrina que categoriza los derechos sindicales, como derecho colectivo y derecho
fundamental que de acuerdo al principio de progresividad del artículo 19 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y 26 del Pacto de San José de Costa Rica o Convención Americana
de los Derechos Humanos, lo que garantiza los sujetos colectivos del derecho colectivo, como lo son los
sindicatos en la defensas de los derechos e intereses de sus agremiados, como en el caso en cuestión que
el representante estatutario del sindicato, busca del órgano judicial si existe conexidad entre la
codemandada Universidad de Oriente (UDO) y la Compañía Anónima Seguridad Fundaudo C.A.
cuando por mandato constitucional se debe evitar cualquier fraude a la ley con el objeto de evadir las
responsabilidades u obligaciones derivadas de la relación laboral y lo único que se busca es la
declaración de certeza más no condena de derecho, más aún cuando la organización sindical actúa en
nombre de sus asociados, dentro del derecho colectivo.

(Omissis)

Como se puede observar de la doctrina, se desprende que si es posible que cualquier juez como garante
del debido proceso y la tutela judicial efectiva y en aras de seguridad jurídica y la paz social debe
escudriñar las situaciones fácticas alegadas por las partes y el interés en lo solicitado para así decidir
conforme a la pretensión de la parte demandante y las pruebas aportadas a los autos por las partes, en
el caso en estudio la acción mero declarativa de certeza, es conducente para dirimir el conflicto de
interés jurídico planteado en el presente proceso.

Por otro lado, nos profundizamos en el estudio de la jurisprudencia de Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia para deslindar cual es criterio imperante sobre esta materia.

En cuanto a la jurisprudencia patria en materia de acciones mero declarativas y la falta de


representación de la actuando en nombre y representación de la sociedad civil, análogo al caso en
estudio, se hace necesario traer a colación lo que señaló la Sala de Casación Social del Tribunal
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Supremo de Justicia, en sentencia del 09 de Marzo del dos mil dos (2.002), con ponencia del magistrado
Dr. Omar Alfredo Mora Díaz:

‘(…) en consecuencia, al perseguir la declaración de la existencia del derecho de aplicación de la


normativa contenida en la Ley del Estatuto Sobre el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los
Funcionarios o Empleados de la Administración Pública Nacional de los Estados y de los Municipios, a
los jubilados del sector petrolero, petroquímico y carbonífera del país y no creación de un derecho, o
una situación jurídica nueva (pretensión con condenatoria) estima este Supremo Tribunal que no existe
otro medio para lograr tal fin, que la presente demanda mero declarativa. Así se decide.

Así mismo en el texto de la sentencia se expresa libre la legitimación para actuar en el proceso, en una
sociedad civil, en tal sentido, señaló:

‘En el presente caso se ha señalado que la demandante no puede intentar la acción por cuanto no posee
representación sindical de sus agremiados; al respecto, advierte la Sala que los apoderados de la actora
han señalado en todos sus escritos que actúan en representación de la Asociación de Jubilados de la
Industria Petrolera, Petroquímica y Carbonífera, además el presidente de dicha sociedad al momento de
subsanar las cuestiones previas opuestas indicó que actuaba en sujeción a la cláusula 19 literal ‘F’ y
‘G’ de los estatutos, lo cual lo faculta para ejercer la representación jurídica de la Asociación, de forma
que no está ejerciendo esta acción en nombre de los jubilados, sino en el de la propia sociedad civil, la
cual posee capacidad jurídica para actuar en juicio, resultando incuestionable la representación de los
apoderados de la actora y de la presidente para representarla; en consecuencia carece de fundamento la
presente impugnación. Así se decide’.

En ese mismo orden de ideas la Sala de Casación Social, del máximo Tribunal de la República, en
sentencia de fecha 08 de marzo del dos mil uno (2.001), con ponencia del Magistrado Omar Alfredo
Mora Díaz, señala:

‘así pues, la Sala observa que los interesados proponentes de la acción mero declarativa, pretenden
solamente el reconocimiento de un vínculo jurídico de naturaleza laboral, así como los derechos y
beneficios que otorga la ley para su protección, para lo cual no sería viable otra acción que pueda
satisfacer la integridad de sus intereses.

Ciertamente sería factible las interposiciones de acciones individuales o colectivas que puedan sin
complacer ciertas y determinadas pretensiones, es decir, satisfacer parcialmente sus intereses, pero
existen otras cuestiones que no se podrán pretender mientras dure la relación jurídica, si no se
determina la existencia o no existencia de la misma, tal y como lo demandan los interesados, así como
tampoco podrían tutelarse efectivamente los derechos de éstos, en razón de que existe la duda o
incertidumbre a cerca de su los poseen o no.

Dicho lo anterior, en el fallo de la alzada se configura una errónea interpretación por parte del juez de
la recurrida del artículo 16 del Código de Procedimiento Civil , por haber declarado inadmisible la
presente acción por expresa disposición del mencionado artículo 16, por lo que en virtud de los
razonamientos expuestos, la presente delación se declara procedente. Así se decide’.

Vista la doctrina y la jurisprudencia anteriormente reproducida y las pruebas existentes en las actas
procesales, se concluye que los trabajadores afiliados al sindicato demandante, prestan sus labores en
las instalaciones de la Universidad de Oriente (UDO) y sus diferentes dependencias, incluyendo: Quinta
Saudo, Planta Física, Imprenta Universitaria, Instituto de Sismología, Coordinación de Control de
Estudios, y Casa Ramos Sucre y la Extensión Carúpano, de manera exclusiva, tal como se evidencia del
objeto de la sociedad descrito en la cláusula 2 de los Estatutos de ‘Seguridad Fundaudo, C.A.’, y en la
cláusula 13 del mismo, establece que la reivindicación de los beneficios debe hacerse en los Núcleos
Monagas y Anzoátegui de la Universidad de Oriente, por lo que el hecho controvertido es, si existe
relación de conexidad entre éstos y una codemandada, como lo es la Universidad de Oriente, siendo esta
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relación de conexidad, lo que pide el sindicato que declare el Tribunal, por ser esto un derecho humano
fundamental, para que se determine por medio de esta acción mero declarativa, si existe conexidad entre
las codemandadas, de lo cual este jurisdicente, haciendo un análisis de los elementos de convicción
aportados por las partes en el proceso, considera que si (sic) es procedente la Acción Mero declarativa.
Así se establece.

(Omissis)

Por cuanto el punto neurálgico de la presente controversia es la conexidad, se hace necesario


escudriñar del sentido de la palabra ‘empresa’ en la norma laboral, como la especialidad sin poder
interpretar, el sentido de la norma civil, ni el sentido mercantil, como el sentido penal, como la
codemandada Universidad de Oriente en su contestación alega que no puede existir conexidad porque
su representada es un organismo educativo, en tal sentido nos remitimos a lo que señala el artículo 57 de
la Ley Sustantivo Laboral, que expresa:

‘cuando un contratista realice habitualmente obras o servicios para una empresa en un volumen que
constituya su mayor fuente de lucro, se presumirá que su actividad es inherente o conexa con la empresa
que se beneficio’.

En tal sentido sustraemos del diccionario de Derecho Usual, de Guillermo Cabanella, Tomo I, Edit.
Cabanellas, G 1979 Tomo I, 14ª Segunda (sic) Edición, Pág. 289: Anexidad, Conexión, vinculada,
relación, por lo común sentido (sic) accesorio o dependiente.

El mismo autor, Tomo II 14 ED, Pág, 276: ‘conexión’, relación, trabajo, armonía concatenación.
‘Enlace comunicación’. Conexo. Enlazado o unido a otra cosa lo agregado a lo principal o dependiente
de ello. Relacionado…

(Omissis)

En ese mismo sentido, traemos a colación la opinión del doctrinario extranjero De Buen Unna, Carlos,
en su obra ‘La Empresa Como Sujeto de Relaciones Laborales’, publicada en la revista de derecho N°
42 de la Universidad Católica Andrés Bello, Pág. 387, 399.

‘A reserva de conocer mejor a la empresa y a los elementos que la conforman, establecemos desde ahora
que se trate de uno de los sujetos que integran la relación del trabajo. El otro obviamente es el
trabajador, utilizamos el término ‘sujeto’ como parte integrante de la relación, no como persona, pero si
(sic) como un ser capaz de tener derechos y obligaciones, aunque esto parezca contradictorio en la
concepción tradicional de la personalidad. En efecto, el trabajador y la empresa son las partes de la
relación laboral. Todo empleador tiene necesariamente un patrimonio y esto lo constituye en una unidad
económica. (…)

Son varios los objetivos que se persiguen al proponer que se considere a la empresa en su naturaleza de
unidad económica como empleador en la relación de trabajo; salvaguardar los derechos del trabajador
derivados de su antigüedad, considerando todo el tiempo laborado en diferentes entidades que integran
la empresa; establecer condiciones de trabajo uniforme; dar mayor vigencia a la estabilidad en el
empleo, atacando la simulación de actos que tiendan a desvirtuar mediante la continua creación y
extinción de sociedades mercantiles; combatir la evasión de pago de la participación de los
trabajadores en las utilidades de la empresa, que se realizan mediante la tramitación de beneficios
económicos y tercera persona o por medio de creación de nuevas sociedades con el fin de quedar
eximidos de ésta obligación; evitar la supresión de conquista de los sindicatos de los trabajadores
mediante el cierre de sociedades y la constitución de otras que carezcan de contratos colectivos ó que
teniéndolos establezcan condiciones inferiores a las que antes prevalecían; en fin, garantizar a los
trabajadores el pago de sus salarios, prestaciones e indemnizaciones. Todos estos objetivos pueden

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reducirse a uno sólo: hacer cumplir los derechos de los trabajadores. (Subrayado y resaltado del
Tribunal)’.

En la disertación de estos doctrinarios, es evidente que el sentido que le dan al término de ‘empresa’
(sic) y el que alude los representantes legales de los codemandados, no es el sentido económico, ya que
si bien es cierto, que por el sólo hecho de ser la Universidad de Oriente, una institución pública, de
educación superior, no está exenta de estar sujetas a obligaciones, provenientes de una relación laboral,
pero tampoco es menos cierto, que en un estado de derecho y de justicia, lo que se busca es garantizar a
todos los justiciables la tutela judicial efectiva en igualdad de condiciones, sin que puedan usar
terminologías jurídicas para evadir cualquier relación jurídica. Así se establece.

Para entrar en detalle, sobre lo que inherencia y conexidad, en el derecho del trabajo venezolano,
observemos que nos enseña el catedrático Dr. Alfonso Guzmán, R., en la ‘Nueva Didáctica de Derecho
del Trabajo’, (Edición 13) 2004, Pág., 125, ‘siendo así, lo inherente no puede interpretarse como
identidad de tareas, ni técnicas de procedimientos, ni tiene de herramientas o de materia prima, no de
recursos humanos o financieros, sino como cualidad de lo que forma parte indispensable de un único
proceso productivo, para lograr determinados fines económicos’.

La mismidad de naturaleza, predicada por el precepto legal de una inocultable imposición, ha de


traducir entonces el de la imposibilidad técnica y no material, de separar la acción del contratista de su
contratante, sin malograr la unidad del resultado que éste persigue con su actividad económica habitual.

Por lo cual del estudio y análisis doctrinario reseñado se desprende que el sentido de empresa señalado
por el legislador laboral no tiene el mismo sentido que en el derecho mercantil, el cual alegan los
representantes judiciales de las co-demandadas si está sujeta a la aplicación de las implicaciones del
artículo 57 de la Ley Orgánica del Trabajo y 23 del Reglamento (antes 22), por lo que al hacer una
revisión de las actas procesales, en todo lo respectivo a los medios probatorios y de la inversión de la
carga de la prueba, para verificar la fijación de los hechos, para averiguar la verdad, como sobre la
existencia de conexidad entre los actores del proceso, es por lo que este sentenciador concluye de las
pruebas aportadas al proceso, que existen plena prueba sobre la CONEXIDAD entre Seguridad
Fundaudo, C.A. y la Universidad de Oriente. Así se decide” (resaltado de la citada sentencia).

b.2. En segunda instancia: La sentencia del 7 de noviembre de 2006 dictada por el Juzgado Primero
Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre.

“Así las cosas, antes de entrar a pronunciarse sobre el fondo del asunto emitiendo un juicio sobre la
procedencia o no según las defensas alegadas, considera necesario esta alzada revisar la legalidad del
fallo hoy recurrido en apelación. Siendo que la revisión de las actas procesales se evidencia que los
actores interpusieron su solicitud a los fines que el órgano jurisdiccional a través de una declaración de
certeza dejare establecido que entre su patrono, es decir Seguridad Fundaudo y la Universidad de
Oriente, existía conexidad ya que ambas se encuentran unidas por mandato expreso de su documento
estatutazo, aunque su esencia no sea idéntica a la actividad desarrollada por la Universidad.

Necesariamente considera esta alzada traer a colación la norma prevista en el artículo 16 de nuestro
Código de Procedimiento Civil que señala textualmente:

‘Para proponer la demanda el actor debe de tener interés jurídico actual. Además de los casos
previstos en la ley, el interés puede estar limitado a la mera declaración de la existencia o
inexistencia de un derecho o de una relación jurídica. No es admisible la demanda de mera
declaración cuando el demandante puede obtener la satisfacción completa de su interés mediante
una acción diferente’. (fin de la cita).

Según el caso alcance (sic) y contenido de la norma transcrita las acciones de mera certeza están
dirigidas a que órgano competente emita un pronunciamiento de ley que permita despejar la duda o
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incertidumbre acerca de si se esta (sic) en presencia o no de una relación jurídica determinada o de un


derecho, del cual existen dudas y además de ser afirmativa su indagación, su verdadero alcance y
contenido, no obstante nos encontramos que nuestro legislador patrio condicionó la procedencia de las
acciones de mera certeza señalando expresamente que dicha acción, no podrá proponerse cuando el
interesado pueda conseguir que su interés pueda ser satisfecho íntegramente mediante una vía distinta.
Condicionando por lo tanto el ejercicio de las acciones de certezas a requisitos que permitan a los
jueces determinar su admisibilidad. Constata esta superioridad que la presente acción esta (sic) dirigida
a determinar si existe conexidad o no entre la Universidad de Oriente y la empresa de Seguridad
Fundaudo, determinando esta alzada que los hoy actores tienen otra vía para satisfacer su pretensión
argumentos que llevan al animo (sic) de quien suscribe el presente fallo a declarar la nulidad del fallo
apelado por no cumplir la acción propuesta con los requisitos para su admisibilidad. Por lo que se
declara con lugar las apelaciones ejercidas por la sociedad mercantil SEGURIDAD FUNDAUDO, C.A.
y LA UNIVERSIDAD DE ORIENTE y así deberá ser declarado en la parte dispositiva del presente fallo.
ASÍ QUEDA ESTABLECIDO”.

V
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Esta Sala Constitucional, en su decisión n° 2208 del 7 de diciembre de 2006, consideró pertinente el

avocamiento a las causas denunciadas por la Universidad de Oriente, referentes al juicio de amparo y de acción
mero declarativa, que se encuentran circunscritos a una situación en común, en virtud de la igualdad de
pretensión por la cual la accionante interpuso ambas demandas, como es, el conflicto suscitado entre la
Universidad de Oriente y el Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO), teniendo
ambas acciones la finalidad de establecer la existencia de una relación laboral directa entre los trabajadores de
Seguridad Fundaudo C.A., miembros representados por ese Sindicato, y la referida casa de estudios
universitarios.
La igualdad de ambas pretensiones y la conexidad de ambas causas en razón de la identidad de las partes
y de la causa petendi, dieron origen a que esta Sala acordara el avocamiento para la revisión de ambos
procedimientos judiciales, tanto el de la acción de amparo constitucional como el relacionado con la acción mero
declarativa.

La primera de las causas objeto del avocamiento, se encuentra comprendida en el juicio de amparo
constitucional interpuesto por el Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo C.A. (SINTRASEGUDO),
que fue conocido en primera instancia por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre; y declarada parcialmente con lugar la referida acción de amparo
mediante sentencia dictada el 9 de agosto de 2006; mientras que, en segunda instancia, el Juzgado Superior
Primero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre confirmó la decisión apelada mediante
sentencia dictada el 16 de noviembre de 2006.

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En ese procedimiento de amparo ambas sentencias dictadas por las referidas instancias declararon la
existencia de una relación de conexidad entre la Universidad de Oriente y los trabajadores de la sociedad
mercantil Seguridad Fundaudo, C.A., por lo que esa Universidad debía proceder a su reincorporación,
asumiendo las obligaciones derivadas de la relación laboral.

La segunda causa objeto de avocamiento se encuentra comprendida en el juicio de acción mero


declarativa también interpuesta por el Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo, C.A. contra la
Universidad de Oriente. Dicho procedimiento fue conocido en primera instancia por el Juzgado Tercero de
Primera Instancia de Juicio del Trabajo del Estado Sucre, que declaró con lugar la demanda mediante sentencia
proferida el 16 de junio de 2006, estableciendo la conexidad entre los trabajadores de la referida sociedad
mercantil con la Universidad de Oriente. No obstante, la Universidad de Oriente apeló de la decisión, lo que
motivó que el Juzgado Superior Primero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, mediante
decisión dictada, el 31 de octubre de 2006, y posteriormente publicada, el 7 de noviembre de 2006, declarara con
lugar dicho recurso de apelación y sin lugar la demanda, procediendo a revocar la decisión de primera instancia.
El criterio para determinar la improcedencia de la acción mero declarativa por parte de ese Juzgado Superior, se

fundamentó en que dicha acción no era idónea para tutelar la pretensión de la parte demandante.
En este procedimiento por acción mero declarativa, SINTRASEGUDO no ejerció recurso alguno ante la
Sala de Casación Social, por lo que se declaró firmeza en la sentencia de última instancia y se ordenó el archivo
del expediente.
El objeto de la pretensión del Sindicato en el amparo y en la acción mero declarativa es determinar la
responsabilidad patronal solidaria de la Universidad de Oriente (UDO), ante el señalamiento de que la persona
que funge como patrono, Seguridad Fundaudo C.A., es una sociedad mercantil que estaría bajo el control de esa
Universidad, creada por esa misma autoridad, y cuya administración la ejerce conjuntamente con la Fundación
para el Desarrollo y Promoción de la Universidad de Oriente (FUNDAUDO).
Encontrándose ambas causas directamente relacionadas, tal como se señaló, tanto por su pretensión como
por su objeto, sin importar la naturaleza de la acción interpuesta por la parte demandante (SINTRASEGUDO),

motivó la intervención de esta Sala sobre ambos procedimientos para informarse cabalmente del conflicto
laboral existente en la Universidad de Oriente, por encontrarse en riesgo el funcionamiento del principal centro
de estudios universitarios del oriente del país; sin embargo, debe entenderse por el artículo 5.48 y Primer Aparte
de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, que el avocamiento se ejerce conforme a la competencia
material que le corresponde a cada una de las Salas.

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En lo que corresponde a la acción mero declarativa que se instruyó ante el Juzgado Tercero de Primera
Instancia de Juicio del Trabajo del Estado Sucre y, en segunda instancia, ante el Juzgado Superior Primero del

Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, esta Sala observa, que dicho procedimiento culminó
con la decisión de alzada determinando que la acción mero declarativa no era la vía procesal idónea para
satisfacer la pretensión de la parte demandante, sin que tal fallo hubiese sido recurrido ante la Sala de Casación
Social. Asimismo, de las actuaciones recientemente consignadas en la causa (vid. Anexos 13, 14 y 15 del
presente expediente), se hizo constar, que los trabajadores representados por el Sindicato de Trabajadores de
Seguridad Fundaudo, C.A. (SINTRASEGUDO), interpusieron nueva demanda en contra de la Universidad de
Oriente, con el objeto de que sean reconocidos en su condición de trabajadores y a su vez se les reconozca el
pago de todas las obligaciones que supuestamente dicha Universidad no ha cumplido y que debería sufragar en
caso de reconocerse la equiparación de los beneficios salariales, en condiciones similares con el resto del
personal que labora en esa casa de estudios.
Estas nuevas demandas han sido objeto de una nueva solicitud de avocamiento por parte de la

Universidad de Oriente, con el objeto de que sean consideradas con los procedimientos que han sido objeto de
estudio por parte de esta Sala Constitucional.
En lo que corresponde al estudio de la causa relacionada con la acción mero declarativa, esta Sala
advierte que en la oportunidad en que avocó a la causa, tal como acordara en la sentencia núm. 2208/2006, del 7
de diciembre, obedeció única y exclusivamente al alto grado de conexidad en virtud de verificarse la existencia
de igualdad de partes y de pretensiones esgrimidas por la accionante SINTRASEGUDO; resultando insuficiente
el avocamiento al juicio de amparo constitucional, por lo que debió abarcarse también el juicio correspondiente a
la acción mero declarativa, por lo que esta última causa se revisaría únicamente dentro del marco de la
competencia material del juez constitucional, en el sentido de verificar la violación de derechos y garantías
constitucionales, tal como lo establece el artículo 5.48 y Primer Aparte de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo

de Justicia.
En tal sentido, al analizarse el juicio por acción mero declarativa, esta Sala observa que la Universidad de
Oriente resultó totalmente gananciosa al haberse declarado con lugar su apelación, determinándose, en
consecuencia la inadmisibilidad de la demanda mero declarativa, al considerarse que la acción no comprendía la
vía idónea para la satisfacción de la pretensión, tal como así acordó la sentencia publicada, el 7 de noviembre de
2006, por el Juzgado Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre.

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Asimismo, en la presente causa se determina que la demandante SINTRASEGUDO no ejerció recurso


alguno ante la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, contra el mencionado fallo por lo que
no hubo impugnación de la decisión.
En virtud de lo anterior, esta Sala determina que no hay violaciones constitucionales en la presente causa
derivados de la acción mero declarativa, razón por la cual, determina que no debe efectuarse revocatoria alguna
de las decisiones ni reposiciones del procedimiento, en virtud del ejercicio del avocamiento. Así se declara.
Así mismo, esta Sala debe señalar, en lo referente a la nueva solicitud de avocamiento de las causas
contenidas en los expedientes signados RP31-L-2008-000091, RP31-L-2008-000090, RP31-L-2008-000092 y
RP31-L-2008-000094, que actualmente cursan en los Juzgados Segundo y Tercero de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, tal como lo solicitase
mediante diligencia presentada la representación judicial de la Universidad de Oriente, las demandas por las

cuales solicita su conocimiento, se circunscriben al cobro de pasivos laborales incoados por los trabajadores de
la sociedad mercantil Seguridad Fundaudo C.A., contra la Universidad de Oriente. La naturaleza de la acción
incoada y del procedimiento por el cual se hace la instrucción de esa causa permiten determinar, que la
competencia para conocer del avocamiento le corresponde a la Sala de Casación Social de este Tribunal
Supremo de Justicia, y no a esta Sala Constitucional, por lo que se declara inadmisible dicha solicitud de
avocamiento. Así se declara.
Establecido lo anterior, en el presente caso, esta Sala procederá a conocer únicamente del juicio de
amparo constitucional, para lo cual, observa:
El Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO) introdujo en el año 2005 ante
la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre, un pliego de peticiones con carácter conflictivo por incumplimiento
de las obligaciones legales en las condiciones de trabajo contra quien habían considerado era su patrona, la

sociedad Seguridad Fundaudo C.A.


Una vez instaurado este procedimiento conflictivo, en la oportunidad del ejercicio del derecho a huelga
con el aseguramiento de los servicios básicos esenciales, la sociedad Seguridad Fundaudo C.A. interpuso acción
de amparo constitucional contra SINTRASEGUDO, por considerar que la situación contravenía el normal
funcionamiento de la Universidad de Oriente.
Esta acción de amparo fue declarada sin lugar por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del
Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, mediante sentencia dictada el 29 de noviembre de 2005.
No obstante, esta sentencia ordenó a la Universidad de Oriente (UDO) y al Sindicato de Trabajadores de

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Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO) ventilar la solución del conflicto ante la Inspectoría del Trabajo del
Estado Sucre, razón por la cual, se apercibió a la Universidad de Oriente (UDO) para conciliar con los
trabajadores.
En la oportunidad de acatar lo ordenado en la sentencia, la Universidad de Oriente (UDO) alegó ante la
Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre que no mantenía una relación laboral con estos trabajadores, sino un
contrato de servicios con quien sería la verdadera patrona de los trabajadores; esto es la sociedad Seguridad
Fundaudo C.A.
No obstante, la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre en ese procedimiento administrativo consideró
que existían elementos probatorios que determinaban el control accionario de la Universidad de Oriente y de la

Fundación para el Desarrollo y Promoción de la Universidad de Oriente (FUNDAUDO) sobre Seguridad


Fundaudo C.A.
La Universidad de Oriente, en lugar de acatar la decisión, procedió a rescindir el contrato de servicio de
vigilancia que mantenía con Seguridad Fundaudo C.A. Esto conllevó a los trabajadores a pedir protección ante
la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre, quien emitió un pronunciamiento denominado “auto” aplicando el
Decreto Ejecutivo núm. 3.957, del 26 de septiembre de 2005, que garantizaba la estabilidad por la inamovilidad
laboral, ordenando la reincorporación inmediata y efectiva a sus cargos de los trabajadores de Seguridad
Fundaudo, C.A.
Los trabajadores denunciaron que la Universidad de Oriente no acató la providencia administrativa, por
lo que interpusieron acción de amparo constitucional.
Esta acción fue declarada parcialmente con lugar mediante sentencia dictada el 9 de agosto de 2006, por

el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre.
Posteriormente, el Juzgado Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre dictó,
el 16 de noviembre de 2006, sentencia en segunda instancia, confirmando la decisión apelada.
Establecido lo anterior, corresponde determinar si la sentencia de amparo contravino el principio atinente
a la competencia material que atañe al orden público y del carácter meramente restitutorio del amparo al crear
nuevos derechos a favor de los trabajadores, quienes, según la Universidad de Oriente, no forman parte de su
personal, por lo que al atribuirles mediante protección constitucional tal condición, se desnaturalizó el carácter
meramente tuitivo del amparo.
También debe considerarse el alegato referido a la violación al debido proceso por vulneración del
derecho al juez natural, por cuanto la Universidad de Oriente alega que los amparos interpuestos en

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cumplimiento de las providencias administrativas de las Inspectorías del Trabajo deben ser conocidos por los
tribunales contenciosos administrativos y no por los laborales, de conformidad con la doctrina vinculante dictada
por esta Sala Constitucional.
Al respecto, esta Sala observa que existe un acto administrativo dictado por la Inspectoría del Trabajo del
Estado Sucre, destinado a proteger a los trabajadores de SINTRASEGUDO por el fuero especial, motivado por
la introducción del pliego conflictivo para el ejercicio del derecho de huelga, y por la aplicación del Régimen de
inamovilidad laboral establecido según Decreto núm. 3.957, dictado por el Presidente de la República.
Cabe señalar que el conocimiento de las acciones de amparo para ejecutar Providencias Administrativas

de las Inspectorías del Trabajo es competencia de la jurisdicción contencioso administrativa, por jurisprudencia
asentada por esta Sala Constitucional, siendo necesario que los amparos sean interpuestos ante los Juzgados
Superiores con competencia en esta materia.
De modo que, en jurisprudencia de esta Sala, los tribunales laborales carecen de competencia para
conocer de los amparos interpuestos para cumplir Providencias de las Inspectorías del Trabajo. Este criterio ha
sido establecido y ampliamente reiterado en las referidas sentencias núms. 1318/2001 (caso: Nicolás Alcalá
Ruiz) y 2862/2002 (caso: Ricardo Baroni Uzcátegui). Respecto a la primera de esas decisiones, estableció:

“Que las Inspectorías de Trabajo, como órganos insertos en la Administración Central, pueden y se
encuentran compelidos a ejecutar sus propias providencias, dictadas en ejercicio de sus competencias,
es irrefutable. El problema parece presentarse por el hecho que, luego de cumplido el procedimiento
previsto en la Ley Orgánica del Trabajo para el caso de despido de aquellos trabajadores que gozan de
fuero sindical, maternal o en general de inamovilidad y, de ordenarse la reposición del trabajador a su
situación anterior al despido y el correspondiente pago de los salarios caídos, no se prevé el
procedimiento específico que deba seguir la Administración autora del acto, para la ejecución forzosa
en caso de contumacia del patrono, la cual a pesar de que dicha ley le atribuye expresamente, el poder
decisorio para este tipo de conflictos, no previó su forma de ejecución en caso de desacato. En efecto,
una vez obtenida la decisión del órgano administrativo, y siendo el caso que el patrono se niegue a
acatar lo ordenado, no prevé la ley sino un procedimiento sancionatorio, regulado en el artículo 647
eiusdem, consistente en una multa que el condenado deberá pagar dentro del término que hubiere fijado
el funcionario, la cual, en caso de no ser pagada, puede conllevar a su arresto. Multa que, por cierto,
aparece haberse pagado en el caso de autos.

(omissis)

Esta concepción aplicada al caso concreto, impone la conformación de un marco realmente garantista
que deba ser considerado por la Sala al momento de aportar soluciones al presente caso, el cual se
encuentra justificado si se toma en cuenta que el problema surge por el respeto y vigencia de garantías
constitucionales, de allí que su solución debe ser abordada teniéndolas en cuenta. En efecto, sucede que
el problema de autos surge con ocasión de un conflicto derivado en una relación contractual en la que se
encuentran involucrados no solo el derecho al trabajo que detenta uno de los sujetos sino que, además,
dicho ciudadano goza de un privilegio que le otorga directamente la Constitución que deriva de su
condición de dirigente sindical (artículo 95), cualidad ésta que lo hace beneficiario de una protección
especialísima consistente en una inamovilidad absoluta en el desempeño de su cargo para el ejercicio de

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las funciones de carácter sindical dentro de la compañía en la que labora. Esta particular situación del
dirigente sindical que lo inviste, entonces, de una protección especial por parte del Estado, a través de
todos sus órganos, análoga a la de la maternidad, lo admite a gozar de un fuero de protección,
constitutivo de una garantía para el ejercicio de ciertos derechos consagrados igualmente de forma
expresa en la Constitución. Circunstancia que hacía, que en el presente caso, se tornara urgente la
protección tutelar necesaria que sofocara los efectos nocivos de la actitud rebelde del patrono originada
por la lesión en los derechos fundamentales del trabajador, para lo cual los órganos del Poder Judicial
se presentan como la única solución, para lograr por un medio breve, sumario y eficaz la vigencia de los
derechos vulnerados, dado el vacío legislativo evidente a fin de que los órganos administrativos ejecuten
su decisión en materia laboral-administrativa.

En el caso sub júdice, las garantías establecidas en el Texto Fundamental, como un mecanismo para
afianzar y asegurar la efectividad de los derechos en ese instrumento consagrados, no fueron satisfechas
y el fin del proceso judicial que postula el artículo 257 de ese mismo texto no se cumplió, pues
precisamente los órganos jurisdiccionales de los cuales depende que los derechos y garantías
consagrados en la Constitución permanezcan indemnes, impidieron con sus actuaciones la vigencia de
los principios que se alegaron vulnerados, haciendo nugatoria la garantía constitucional.

La Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, involucra el desarrollo


legislativo de la norma contenida en el artículo 49 de la derogada Constitución de 1961, la cual aparece
inserta en términos idénticos en el precepto correspondiente al artículo 27 de la vigente Constitución, en
cuyo contenido se dispone:

Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales en el goce y ejercicio de los
derechos y garantías constitucionales, aun de aquellos inherentes a la persona que no figuren
expresamente en esta Constitución o en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos.

El procedimiento de la acción de amparo constitucional será oral, público, breve, gratuito y no sujeto a
formalidad, y la autoridad judicial competente tendrá potestad para restablecer inmediatamente la
situación jurídica infringida o la situación que más se asemeje a ella. Todo tiempo será hábil y el
tribunal lo tramitará con preferencia a cualquier otro asunto. (negritas de la Sala)

A los fines de garantizar la aplicación del citado precepto la mencionada Ley Orgánica constituye un
mecanismo dirigido a amparar a todos los ciudadanos en el goce, disfrute y ejercicio de sus derechos y
garantías constitucionales, ante la conducta ilegítima y antijurídica de personas públicas o privadas, de
acuerdo con lo preceptuado en su primera norma, la cual en el encabezamiento previene:

Artículo 1.- Toda persona natural habitante de la República, o persona jurídica domiciliada en ésta,
podrá solicitar ante los Tribunales competentes el amparo previsto en el artículo 49 de la Constitución,
para el goce y el ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aún de aquellos derechos
fundamentales de la persona humana que no figuren expresamente en la Constitución, con el propósito
de que se restablezca inmediatamente la situación jurídica infringida o la situación que más se asemeje
a ella. (negritas de la Sala)

Nótese que el mecanismo en ella contenido posee como principal destinatario a todos los tribunales de
la República, pues tanto el constituyente de 1961 como el de 1999, quiso que a los órganos judiciales
correspondiera la potestad de salvaguardar el ejercicio de tales derechos. De tal manera que, resulte
inconcebible que un tribunal conociendo de la interposición de una acción de amparo, mecanismo que
por expresa disposición de la Constitución se encuentra diseñado para la protección tutelar
constitucional por parte de los órganos jurisdiccionales, declare su falta de jurisdicción, cuando la
misma le es inherente y la obligación de amparar a los justiciables (artículo 27 de la Constitución) les
viene impuesta de manera indefectible e irrenunciable.

(…)
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Esto no quiere decir que, efectivamente, los órganos del Poder Judicial carezcan de jurisdicción en
determinadas ocasiones (respecto de la Administración Pública o del juez extranjero); es que,
ciertamente, carecen de jurisdicción para ejecutar ese tipo de actos, en virtud de ese carácter ejecutivo y
ejecutorio de los actos dictados por la Administración, sin embargo, el inconveniente que debe
plantearse el juzgador, en casos como el presente, es que, ante la ausencia de un procedimiento
apropiado -en relación con el administrado- que permita la ejecución real y efectiva de la providencia
dictada por el ente administrativo, y ante la indiferencia de la Administración -justificada o no- para
ejecutar sus actos, deben los órganos del Poder Judicial, en el ejercicio de la función jurisdiccional
controladora, conocer de las conductas omisivas de aquellos, a los fines de garantizar el ejercicio de los
legítimos derechos de los administrados que, en tales circunstancias, se hallan desamparados e
impotentes para alcanzar su objetivo. La Administración se limitaría, de acuerdo a los acontecimientos
referidos, a imponer una sanción, hasta allí llega su misión, en tanto que los Tribunales declaran que a
ellos no les corresponde ejecutar esa resoluciones, por no existir, ciertamente, un procedimiento
prevenido en la Ley Orgánica del Trabajo que les habilite para ello” (s.S.C. n° 1318/2001; caso: Nicolás
Alcalá Ruiz).

Asimismo, la segunda sentencia en referencia, establece:

“En consecuencia, la competencia para el conocimiento de las pretensiones de amparo constitucional


autónomo que se planteen contra las actuaciones u omisiones de las Inspectorías del Trabajo
corresponde al Juzgado Superior en lo Contencioso Administrativo de la Circunscripción Judicial de la
región en la cual se verificó la supuesta lesión del derecho constitucional, y en segunda instancia, ya sea
en apelación o en consulta, conocerá la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo. Así se decide.

Asimismo, y a tenor de lo que dispone el artículo 9 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, cuando la supuesta violación se produzca en lugar donde no funcionen
tribunales de primera instancia en lo contencioso administrativo, podrá interponerse la demanda ante
cualquier juez de Primera Instancia en lo Civil –si lo hubiere- o de Municipio –a falta de aquél- de la
localidad y así se declara.

Con fundamento en las consideraciones que se expusieron, y en ejercicio de la facultad de máxima


intérprete del Texto Constitucional, esta Sala deja sentado el siguiente criterio, con carácter vinculante
para las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia y demás tribunales de la República:

(i) La jurisdicción competente para el conocimiento de las pretensiones de nulidad de los actos
administrativos que dicten las Inspectorías del Trabajo, así como de cualquier otra pretensión –distinta
de la pretensión de amparo constitucional- que se fundamente en las actuaciones u omisiones de dichos
órganos, es la jurisdicción contencioso-administrativa.

(ii) De los tribunales que conforman esta jurisdicción, el conocimiento de las pretensiones antes
especificadas corresponde, en primera instancia, a la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y
en segunda instancia, cuando ésta proceda, a la Sala Político-Administrativa de este Supremo Tribunal.

(iii) De las demandas de amparo constitucional autónomo que se intenten contra los actos,
actuaciones u omisiones de las Inspectorías del Trabajo, conocerán los Juzgados Superiores en lo
Contencioso Administrativo de la Circunscripción Judicial correspondiente al lugar donde se produjo la
supuesta lesión al derecho constitucional, y en segunda instancia, la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo. A falta de los primeros en la localidad en donde se hubiere producido el hecho lesivo,
conocerán, con fundamento y de acuerdo al procedimiento que establece el artículo 9 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, los tribunales de Primera Instancia

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en lo Civil –si lo hubiere- o de Municipio –a falta de aquél- de la localidad Así se declara” (s. S.C. n°
2862/2002; caso Ricardo Baroni Uzcátegui).

Conforme a los criterios jurisprudenciales transcritos, ya vigentes para el momento en que se dictaron las
sentencias de amparo por los tribunales laborales que han sido objeto del presente avocamiento, esta Sala declara
que, al carecer de competencia los jueces que dictaron las mismas, se violentó la garantía de orden público
constitucional del juez natural, y en virtud de ello, declara nulo en su totalidad este procedimiento de amparo, lo
cual, incluye, la sentencia dictada, el 16 de noviembre de 2006, por el Juzgado Primero Superior del Trabajo de
la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, que declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto por la
Universidad de Oriente, así como la sentencia de primera instancia dictada, el 9 de agosto de 2006, por el
Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, que
había declarado parcialmente con lugar el amparo constitucional. Así se decide.

Declarado lo anterior, esta Sala procederá a conocer como máxima instancia en materia constitucional de
la acción de amparo incoada.
Al respecto, en sentencia 3.569/2005, del 6 de diciembre, se estableció lo siguiente:
“Ello así, considera la Sala que es necesario indicar que en las sentencias de esta Sala Constitucional
N° 2122 del 2-11-2001 y 2569 del 11 de diciembre de 2001(caso: Regalos Coccinelle C.A.), se
estableció que el acto administrativo tiene que ser ejecutado forzosamente por el órgano emisor, esto es,
a través de sus funcionarios o valiéndose de la colaboración de los funcionarios de los cuerpos de
seguridad del Estado, si lo considerara necesario, por tratarse de la ejecución de un acto administrativo
de desalojo, cuya posibilidad de ejecución forzosa por parte de la Administración es posible,
ayudándose de ser necesario, con funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado.

Pero el caso sub-examine, la orden contenida en el acto administrativo del Inspector del Trabajo, es la
de proceder al reenganche de los trabajadores antes mencionados, que según se desprende de autos,
están amparados por inamovilidad laboral. Por tanto la Sala reitera su criterio al considerar que las
Providencias Administrativas deben ser ejecutadas por la autoridad que las dictó, sin intervención
judicial, por lo que el amparo no es la vía idónea para ejecutar el acto que ordenó el reenganche. En
este sentido, la Sala modifica lo señalado en la sentencia del 20 de noviembre de 2002 (caso: Ricardo
Baroni Uzcátegui), respecto a que el amparo sea una vía idónea para lograr el cumplimiento de las
Providencias Administrativas provenientes de la Inspectoría del Trabajo.

Además constituye un principio indiscutible en el derecho administrativo la circunstancia de que el


órgano que dictó el acto puede y debe el mismo ejecutarlo, recogido como principio general en el
artículo 8 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.

Por estar dotado de ejecutoriedad el acto administrativo adoptado en los términos expuestos, no requiere
de homologación alguna por parte del juez: y la ejecución de dicha decisión opera por su propia
virtualidad.

Ahora bien, a pesar que en el presente caso se produjo por parte de la Gobernación del Estado Yaracuy,
un evidente desacato a la Providencia Administrativa, dictada por la Inspectoría de Trabajo, que ordenó
el reenganche y el pago de salarios caídos de los trabajadores, los órganos jurisdiccionales no son los
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encargados de intervenir en la actuación de los órganos de la Administración Pública; excepto que una
Ley así lo ordene.
En este sentido se debe hacer referencia al artículo 79 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos:

‘La ejecución forzosa de los actos administrativos será realizada de oficio por la propia
administración salvo que por expresa disposición legal deba ser encomendada a la
autoridad judicial.’

En consecuencia, considera esta Sala Constitucional, que el presente acto administrativo, debió se
ejecutado por la Administración Pública y de esta manera dar cumplimiento a la Providencia
Administrativa antes mencionada, razón por la cual se declara ha lugar a la solicitud de revisión
formulada y visto que el fallo impugnado obvió el criterio sostenido por esta Sala, se anula la sentencia
dictada por la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y se declara inadmisible el amparo
ejercido de conformidad con el artículo 6 numeral 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, y así se decide.

Por otra parte, esta Sala en sentencia 2308/2006, del 14 de diciembre, (caso: Guardianes Vigimán S.R.L),

estableció que las acciones de amparo constitucional intentadas para lograr el cumplimiento de actos
administrativos sólo pueden intentarse luego de fracasados los intentos del órgano emisor de dar cumplimiento a
la providencia, siendo únicamente en este caso, cuando queda abierta la posibilidad de solicitar protección
fundamental por violación de derechos constitucionales:
“En el presente caso plantea, una vez más, un aspecto largamente debatido en la jurisprudencia
nacional, como es la pertinencia del amparo para lograr la ejecución de las decisiones administrativas.
En el caso de autos, el tribunal que conoció de la solicitud de amparo en primera instancia lo rechazó,
mientras que la Corte Segunda de lo Contencioso Administrativo sí estimó que procede la vía del
amparo para obtener la protección a los derechos constitucionales vulnerados por la actitud reticente de
un particular a dar cumplimiento a un acto administrativo (en este caso, una orden de reenganche).

La parte recurrente en esta Sala (la compañía que se ha negado al reenganche) considera que no es
viable acudir al amparo, por lo que se aparta claramente de lo decidido por la Corte Segunda de lo
Contencioso Administrativo. Por ello, acude al mecanismo de revisión, a fin de que la Sala -en uso de
sus poderes para resolver sobre la interpretación y aplicación de la Constitución, incluso en causas ya
decididas por sentencia firme- anule el fallo, negando en consecuencia la pertinencia del amparo.

Para fundamentar su planteamiento, la solicitante de la revisión ha invocado la violación del criterio


sentado por esta Sala en casos en que se ha acudido directamente al amparo para lograr la ejecución de
actos de la Administración de contenido inquilinario. Asimismo, la solicitante invocó también el criterio
de esta Sala, contenido en sentencia posterior al fallo recurrido, relacionado esta vez con la
improcedencia del amparo para obtener la ejecución de actos administrativos de contenido laboral.

En efecto, esta Sala ha decidido (sentencias N° 2122/2001 y 2569/2001; casos: “Regalos Coccinelle
C.A.”) que el acto administrativo tiene que ser ejecutado forzosamente por el órgano emisor, esto es, a
través de sus funcionarios o valiéndose de la colaboración de los funcionarios de los cuerpos de
seguridad del Estado, si lo considerara necesario, por tratarse de la ejecución de un acto administrativo
de desalojo, cuya posibilidad de ejecución forzosa por parte de la Administración es posible,
ayudándose de ser necesario, con funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado.

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Ese criterio se extendió también, recientemente, a los actos de la Administración relacionados con
aspectos laborales (actos de Inspectorías del Trabajo, por ejemplo, como en el caso de autos), pues,
según la Sala, “las Providencias Administrativas deben ser ejecutadas por la autoridad que las dictó, sin
intervención judicial, por lo que el amparo no es la vía idónea para ejecutar el acto que ordenó el
reenganche”. Para la Sala, “constituye un principio indiscutible en el derecho administrativo la
circunstancia de que el órgano que dictó el acto puede y debe el mismo ejecutarlo, recogido como
principio general en el artículo 8 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos” (sentencia Nº
3569/2005; caso: “Saudí Rodríguez Pérez”).

En ese mismo fallo, citado por la parte solicitante de la revisión en su escrito de “alcance y
complemento”, la Sala sostuvo que “por estar dotado de ejecutoriedad el acto administrativo (…), no
requiere de homologación alguna por parte del juez: y la ejecución de dicha decisión opera por su
propia virtualidad”. Así, agregó, a pesar de que se produjo “un evidente desacato a la Providencia
Administrativa, dictada por la Inspectoría de Trabajo, que ordenó el reenganche y el pago de salarios
caídos de los trabajadores, los órganos jurisdiccionales no son los encargados de intervenir en la
actuación de los órganos de la Administración Pública; excepto que una Ley así lo ordene”.

Para la Sala, precisamente, la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos ordena lo contrario,


puesto que el artículo 79 dispone que “La ejecución forzosa de los actos administrativos será realizada
de oficio por la propia administración salvo que por expresa disposición legal deba ser encomendada a
la autoridad judicial”. En consecuencia, consideró la Sala, en ese fallo Nº 3569/2005, que el acto
administrativo debió se ejecutado por la Administración Pública “y de esta manera dar cumplimiento a
la Providencia Administrativa”, declarando expresamente modificado el criterio sentado en sentencia
del 20 de noviembre de 2002 (caso: “Ricardo Baroni Uzcátegui”), “respecto a que el amparo sea una
vía idónea para lograr el cumplimiento de las Providencias Administrativas provenientes de la
Inspectoría del Trabajo”.

Como se observa, la Sala ha sido del criterio, reiterado en fecha reciente para el caso concreto de los
actos emanados de las Inspectorías del Trabajo, de que la ejecución de las decisiones administrativas
debe ser exigida primeramente en vía administrativa y, en caso de no ser fructífera la gestión, agotado
como haya sido el procedimiento de multa previsto en la Ley Orgánica del Trabajo Título XI, podría
recurrir a los mecanismos jurisdiccionales ordinarios de los que conocen los tribunales de lo
contencioso administrativo.

De ese modo, sólo en situación excepcional cuando el incumplimiento afecte un derecho constitucional,
puede recurrirse al amparo constitucional, para exigir un mandamiento judicial que consista en una
conducta que debió instarse directamente en sede administrativa, como en principio es el caso de autos.
La naturaleza del amparo constitucional, tal como es la pacífica jurisprudencia de esta Sala, es la de un
mecanismo extraordinario, que sólo procede cuando se han agotado las vías ordinarias o, en caso
adicional, cuando no es posible exigir ese agotamiento en vista de las circunstancias del caso concreto y
de la urgencia de resolución de la controversia.

En todo caso, sí procedería el amparo –sin lugar a dudas- en los supuestos en que, pese a la diligencia
del interesado en solicitar la actuación de la Administración, no consiga satisfacción a su primigenia
pretensión –el desalojo, el reenganche, por ejemplo-, pues es sabido que el poder de los órganos
administrativos, a los efectos de la ejecución de cierto tipo de decisiones, es limitado, por lo que, en caso
de desacato, apenas cuenta con instrumentos indirectos de presión, como las multas, las cuales en
ocasiones se presentan como insuficientes para influir realmente en la conducta del obligado.

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Se trata, pues, de un asunto que debe ser resuelto en atención a las circunstancias particulares del caso,
teniendo como principio la necesidad, por una lado, de mantener los poderes de la Administración –la
ejecutoriedad, en especial-y, por el otro, el respeto a los derechos de los particulares, que no pueden
verse negados en caso de que las vías ordinarias demuestren su ineficacia.

Lo expuesto es común a cualquier demanda de amparo, al ser una acción judicial que, sin pretender
sustituir a las vías ya existentes en el ordenamiento jurídico, está consagrada para proteger lo que, a
veces, esas vías no son capaces de hacer. La valoración del caso concreto se hace indispensable, en
consecuencia” (subrayado del fallo que hace la referencia).

Las decisiones que anteceden asientan el criterio jurisprudencial de esta Sala referente a la carga que

tiene la parte interesada de instar a las Inspectorías del Trabajo, para que procedan a la ejecución de sus propias
decisiones, luego de lo cual, y dada la contumacia del patrono, es cuando resulta procedente exigir mediante el
amparo el cumplimiento de la orden administrativa.
Solamente cuando haya un desacato por parte del patrono que genere la violación de los derechos
constitucionales del trabajador, es que se hace posible la vía del amparo constitucional, la cual, sigue siendo del
conocimiento de los tribunales contencioso administrativos, teniendo la decisión dictada por ellos, fuerza
suficiente para lograr el cometimiento del acto cuya eficacia se pretende lograr.
Establecido lo anterior, en el presente caso se determina que la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre
ordenó a la Universidad de Oriente (UDO) y a FUNDAUDO, mediante una decisión administrativa, denominada
por ella misma con la calificación de “auto”, respetaran la estabilidad laboral de los trabajadores de

SINTRASEGUDO, por encontrarse vigente el Decreto núm. 3.957, dictado por el Presidente de la República el
26 de septiembre de 2005, que estableció el régimen de inamovilidad laboral, apercibiendo a las instituciones
universitarias, la reincorporación inmediata y efectiva de los trabajadores de Seguridad Fundaudo C.A. a sus
puestos de trabajo.
Luego de dictado el acto que ordenaba el reenganche, de las actas solicitadas en virtud del avocamiento,
no se determina diligencia alguna por parte del SINTRASEGUDO, ni actuación por parte de la Inspectoría del
Trabajo del Estado Sucre que procure la ejecución del acto administrativo mediante el procedimiento establecido
en la Ley Orgánica del Trabajo.
En conclusión, visto que la acción de amparo no podía interponerse hasta tanto SINTRASEGUDO
instara a la Inspectoría del Trabajo del Estado Sucre para lograr el cumplimiento del acto dictado por ésta, y este
órgano administrativo procediera previamente a su cumplimiento de conformidad con la ejecución que alude la

normativa laboral, esta Sala declara inadmisible la acción de amparo interpuesta, el 12 de julio de 2006, por
SINTRASEGUDO contra la Universidad de Oriente (UDO) y la sociedad Seguridad Fundaudo C.A., y que

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originariamente fue conocida por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo y el Juzgado
Primero Superior del Trabajo, ambos de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre. Así finalmente se decide.
Como consecuencia de lo anterior, se revoca la medida cautelar otorgada por esta Sala en la sentencia
núm. 2208, del 7 de diciembre de 2006. Así finalmente se decide.
VI
DECISIÓN

Con base en las consideraciones que anteceden, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República, por autoridad de la Ley, declara RESUELTO EL
AVOCAMIENTO y, en consecuencia, declara:

1. NULO el procedimiento sustanciado con ocasión a la acción de amparo constitucional interpuesta por
el Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO) contra la Universidad de Oriente
(UDO). En consecuencia, declara: NULA la sentencia de amparo constitucional dictada el 9 de agosto de 2006,
por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado
Sucre, y NULA la sentencia de amparo dictada en ese mismo procedimiento, el 16 de noviembre de 2006, por el
Juzgado Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, que había confirmado la
referida sentencia del 9 de agosto de 2006, dictada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del

Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre, que declaró parcialmente con lugar la acción de amparo
constitucional interpuesta por el Sindicato de Trabajadores de Seguridad Fundaudo (SINTRASEGUDO) contra
la Universidad de Oriente (U.D.O.), el cual cursó en el expediente núm. 784-06, nomenclatura del Juzgado
Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Sucre.

2. INADMISIBLE la acción de amparo constitucional interpuesta por el Sindicato de Trabajadores de


Seguridad de la Fundación de la Universidad de Oriente (SINTRASEGUDO) contra la Universidad de Oriente
(UDO) y la sociedad Seguridad Fundaudo C.A., en la que se solicitó la reincorporación de los trabajadores y se
reconociera la existencia de la relación laboral con respecto a esa casa de estudios, el cual cursó en el expediente
núm. 784-06, nomenclatura del Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Sucre.

3. REVOCA la medida cautelar otorgada en la sentencia núm. 2208, del 7 de diciembre de 2006.

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4. INADMISIBLE la solicitud de avocamiento presentada por la Universidad de Oriente de los


procedimientos judiciales instruidos en los expedientes los expedientes signados RP31-L-2008-000091, RP31-
L-2008-000090, RP31-L-2008-000092 y RP31-L-2008-000094, que actualmente cursan en los Juzgados
Segundo y Tercero de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución de la Circunscripción Judicial
del Estado Sucre.

Publíquese, regístrese, y notifíquese. Remítase el expediente contentivo del procedimiento judicial mero
declarativo a su tribunal del origen. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en Caracas, a los 13 días del mes de agosto de dos mil ocho (2008). Años 198º de la Independencia y
149º de la Federación.
La Presidenta,

LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO


El Vicepresidente,

FRANCISCO A. CARRASQUERO LÓPEZ


Los Magistrados,

JESÚS EDUARDO CABRERA ROMERO

PEDRO RAFAEL RONDÓN HAAZ

MARCOS TULIO DUGARTE PADRÓN

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

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Ponente

ARCADIO DE JESÚS DELGADO ROSALES


El Secretario,

JOSÉ LEONARDO REQUENA CABELLO

Exp.- 06-1274

CZdeM/bps

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