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antología

Temas desde el siglo xviii


a la actualidad
4 ESO
ÍNDICE

La visión del mundo ������������������������������������������������������� 4

El amor�������������������������������������������������������������������������������� 12

La identidad del individuo����������������������������������������� 20

El progreso������������������������������������������������������������������������ 28

La crítica social��������������������������������������������������������������� 36

Apéndice���������������������������������������������������������������������������� 44
La visión del mundo

Todos tenemos una forma de interpretar la realidad que nos rodea, relacionada tanto con nues-
tro contexto histórico y social como con la ideología y la personalidad individual. Los autores
plasman su visión del mundo cuando escriben obras realistas, pero también cuando usan la
fantasía para crear otros universos que, en cierto modo, reflejan su manera de entender la socie-
dad en la que viven. No solo la literatura transmite una visión del mundo: también el arte, la
moda, la publicidad, los medios de comunicación… y hasta lo que compartes en redes sociales.

¿Qué visión
del mundo
te transmite
esta obra?

¿Cuál es
tu mundo
de ficción
preferido?

El corredor del laberinto (Wes Ball) 20th Century Fox,


2014

Vincent Van Gogh: Noche estrellada, MoMA, Nueva York

¿Cómo te
informas de lo
que pasa en el
mundo?

4
Siglo xviii

L
os ilustrados tienen una visión positiva tanto del mundo como del ser hu-
mano. Gracias a la razón y a los avances científico-técnicos se puede domi-
nar la naturaleza y, de este modo, esperan lograr una mejora constante de
las condiciones de vida. Esta concepción materialista del mundo también conlleva
un cambio de valores: los humanos son tanto más virtuosos cuanto más útiles son
a su sociedad. Para ello, la educación es clave.

Ciencias y letras
No temáis, hijos míos, que para inclinaros al estudio
Sin dejar de destacar la
de las buenas letras trate yo de menguar ni entibiar
importancia del estudio
de las ciencias, Jovellanos vuestro amor a las ciencias. No por cierto; las ciencias
defiende la necesidad de serán siempre a mis ojos el primero, el más digno ob-
Cornelis Troost: El jardín de la ciudad,
completar la enseñanza jeto de vuestra educación; ellas solas pueden comuni- Rijksmuseum, Ámsterdam.
científica con una forma- caros el precioso tesoro de verdades que nos ha trans-
ción humanística a través mitido la antigüedad, y disponer vuestros ánimos a El jardín de esta casa burguesa del siglo xviii
de la literatura y la filoso- plasma la visión del mundo de la Ilustración.
adquirir otras nuevas y aumentar más y más este rico Sus formas simétricas y racionales transmiten
fía. Una educación que
aúne virtud y conocimien- depósito; ellas solas pueden poner término a tantas armonía, mientras que los personajes, ocupa-
inútiles disputas y a tantas absurdas opiniones; y ellas, dos en tareas domésticas, demuestran el lado
to logrará la felicidad del útil que tiene el jardín. Los escasos adornos
individuo y la mejora de la en fin, disipando la tenebrosa atmósfera de errores poseen un valor simbólico: un amorcillo con
sociedad que persigue la que gira sobre la tierra, pueden difundir algún día un pincel representa la pintura; otro, con una
Ilustración. aquella plenitud de luces y conocimientos que realza la pluma, la poesía, y en el centro la Fortuna, en
equilibrio sobre el globo.
nobleza de la humana especie.
Mas no porque las ciencias sean el primero, deben ser
el único objetivo de vuestro estudio; el de las buenas
letras será para vosotros no menos útil, y aun me atre-
vo a decir no menos necesario.
Porque ¿qué son las ciencias sin su auxilio? Si las cien- ¿Qué es lo que más te atrae de las
cias esclarecen el espíritu, la literatura le adorna; si ciencias? ¿Y de las letras?
aquéllas le enriquecen, ésta pule y avalora1 sus tesoros;
las ciencias rectifican el juicio y le dan exactitud y fir-
meza; la literatura le da discernimiento2 y gusto, y la
hermosea y perfecciona. Estos oficios son exclusiva-
mente suyos, porque a su inmensa jurisdicción perte-
nece cuanto tiene relación con la expresión de nues-
tras ideas, y ved aquí la gran línea de demarcación que
divide los conocimientos humanos.[...]
Creedme: la exactitud del juicio, el fino y delicado dis-
cernimiento; en una palabra, el buen gusto que inspira
este estudio, es el talento más necesario en el uso de la
vida. Lo es no sólo para hablar y escribir, sino también
para oír y leer, y aun me atrevo a decir que para sentir
y pensar. […] ¿Por qué fatalidad de nuestros institutos
de educación se cuida tanto de hacer a los hombres
sabios y tan poco de hacerlos virtuosos? Y ¿por qué la
ciencia de la virtud no ha de tener también su cátedra
en las escuelas públicas?
1
Gaspar Melchor de Jovellanos: avalorar aumentar el valor;
2
Obras en prosa, Castalia discernimiento lucidez.

5
Siglo xix

P
ara los románticos, el mundo se ofrece como un misterio. Intuyen el horror
que hay tras él, y simultáneamente, quieren descubrir lo que oculta. La re-
lación con el conocimiento es conflictiva, pues sienten atracción y rechazo
hacia la realidad que ignoran. Su lucha por el descubrimiento ya no está ligada a la
razón ni al progreso, sino a las pasiones. La verdad y la sabiduría solo causan dolor.

Un mundo tenebroso
“Dios presume asustarme: ¡ojalá fuera,
El protagonista de este
—dijo entre sí riendo— el diablo mismo!
poema narrativo, Félix de
Montemar, encarna el an- que entonces, vive Dios, quién soy supiera
sia romántica por vivir al el cornudo monarca del abismo.”
máximo sin preocuparse Al pronunciar tan insolente ultraje1
por las consecuencias. En
la lámpara del Cristo se encendió:
su búsqueda de la sen-
sualidad se halla el deseo y una mujer velada en blanco traje,
Ricardo Bellver: El Ángel Caído, Parque del
de llegar al fondo oculto ante la imagen de rodillas vio. Retiro, Madrid
de la naturaleza. El mun- “Bienvenida la luz” —dijo el impío—.
do es, para él, la posibili- Esta escultura de bronce representa a Lucifer,
“Gracias a Dios o al diablo”; y con osada, el ángel que se atreve a desafiar a Dios y es por
dad de culminación de un
sueños pero también una firme intención y temerario brío2, ello condenado al infierno. La belleza, la sober-
el paso vuelve a la mujer tapada. bia y el destino trágico de este Lucifer son ras-
amenaza destructora. gos compartidos por los héroes románticos,
Mientras él anda, al parecer se alejan que se rebelan contra el mundo y sus conven-
ciones. La escultura también refleja el gusto
la luz, la imagen, la devota dama,
romántico por el dinamismo y la exaltación de
mas si él se para, de moverse dejan los sentimientos.
y lágrima tras lágrima, derrama
de sus ojos inmóviles la imagen. […]
¡Ay! Del que descubre por fin la mentira,
¡Ay! Del que la triste realidad palpó,
del que el esqueleto de este mundo mira,
y sus falsas galas loco le arrancó...
¡Ay de aquel que vive solo en lo pasado...!
¡Ay! Del que su alma nutre en su pesar,
las horas que huyeron llamara angustiado,
las horas que huyeron jamás tornarán... […]
Montemar, atento solo a su aventura,
que es bella la dama y aun fácil juzgó,
y la hora, la calle y la noche oscura ¿Cual es tu película de terror
nuevos incentivos a su pecho son. favorita?

—Hay riesgo en seguirme. —Mirad ¡qué reparo3!


—Quizá luego os pese. —Puede que por vos.
—Ofendéis al cielo. —Del diablo me amparo.
—Idos, caballero, ¡no tentéis a Dios!
—Siento me enamora más vuestro despego,
y si Dios se enoja, pardiez que hará mal:
véame en vuestros brazos y máteme luego.
—¡Vuestra última hora quizá esta será!...
1
José de Espronceda: El estudiante de Salamanca, ultraje desprecio; 2brío valor,
www.cervantesvirtual.com resolución; 3reparo inconveniente.

6
Fin de siglo

E
n el tránsito de un siglo a otro domina una visión pesimista del mundo.
Los valores tradicionales se ponen en cuestión y tanto los escritores
modernistas como los de la Generación del 98 comparten el rechazo a
la sociedad en la que viven. Surgen nuevos enfoques para explicar la realidad,
como el existencialismo, que analiza la condición humana y busca un sentido a
la vida, muchas veces acompañado por un sentimiento de angustia.

La lucha por la vida


—Te contestaré por partes —repuso Iturrioz, de-
En su novela El árbol de la
jando el bote para regar; porque esas discusiones le
ciencia, Baroja recoge la vi-
sión existencialista del apasionaban—. Tú me dices, este concepto de la
mundo: la ciencia no pro- lucha es un concepto antropomórfico1. Claro, lla-
porciona respuestas a los mamos a todos los conflictos luchas, porque es la Ernst Ludwig Kirchner: Konigstein con la
grandes interrogantes, la idea humana que más se aproxima a esa relación iglesia roja, Colección privada
justicia es una ilusión y vi- que para nosotros produce un vencedor y un venci-
vir es doloroso. Este frag- No hay nada extraño en los elementos que
do. Si no tuviéramos este concepto en el fondo, no componen esta obra (la iglesia, la calle, los
mento define y explica un
hablaríamos de lucha. La hiena que monda los hue- paseantes); sin embargo, esta escena urbana
concepto fundamental en la transmite tensión a través de los perfiles an-
época, la lucha por la vida, sos de un cadáver, la araña que sorbe una mosca, no gulosos, las formas distorsionadas y el uso
de origen darwiniano. hace más ni menos que el árbol bondadoso lleván- del color. El conflicto y la lucha se perciben
dose de la tierra el agua y las sales necesarias para así sin estar directamente representados, es a
la vez una escena cotidiana y un mundo a
su vida. El espectador indiferente, como yo, ve a la punto de estallar.
hiena, a la araña y al árbol, y se lo explica. El hombre
justiciero le pega un tiro a la hiena, aplasta con la
bota a la araña y se sienta a la sombra del árbol, y
cree que hace bien.
—Entonces, ¿para usted no hay lucha, ni hay justi-
cia? Busca la palabra “justicia” en
el diccionario. ¿Cómo la
—En un sentido absoluto, no; en un sentido relativo,
definirías tú?
sí. Todo lo que vive tiene un proceso para apoderarse
primero del espacio, ocupar un lugar; luego, para cre-
cer y multiplicarse; este proceso de la energía de un
vivo contra los obstáculos de un medio, es lo que lla-
mamos lucha. Respecto de la justicia, yo creo que lo
justo en el fondo es lo que nos conviene. Supón, en el
ejemplo de antes, que la hiena, en vez de ser muerta
por el hombre, mata al hombre; que el árbol cae so-
bre él y le aplasta; que la araña le hace una picadura
venenosa; pues nada de eso nos parece justo, porque
no nos conviene. A pesar de que en el fondo no haya
más que esto, un interés utilitario, ¿quién duda que
la idea de justicia y de equidad es una tendencia que
existe en nosotros? Pero ¿cómo la vamos a realizar?
[...] ¿Vamos a quitarle al hombre esos instintos fieros
que te repugnan? ¿Vamos a borrar esa sentencia del
poeta latino: Homo homini lupus, el hombre es un
lobo para el hombre? Está bien. En cuatro o cinco mil
años lo podremos conseguir. 1
antropomórfico con cualidades o
Pío Baroja: El árbol de la ciencia, Cátedra rasgos humanos.

7
FELICES AÑOS 20

A
pesar de la conflictividad social y política, los años 20 también alumbraron
un despertar de la cultura española tanto en las ciencias como en las artes.
Los escritores vanguardistas revolucionan las formas de la literatura y algu-
nos extienden su compromiso más allá del arte: ya no se limitan a decir que no les
gusta el mundo que les rodea, sino que se implican en su transformación.

Un mundo opresor
Padre: Hoy no es día de que te acuerdes de esas cosas.
El teatro de Lorca bebe de
la cultura popular, pero a Madre: Cuando sale la conversación, tengo que ha-
la vez critica muchas de blar. Y hoy más. Porque hoy me quedo sola en mi casa. ángeles santos: Un mundo, Museo Reina
Sofía, Madrid
sus convenciones. En este
Padre: A la espera de estar acompañada.
fragmento de Bodas de El globo terráqueo, convertido en una figura
sangre, el padre de la no- Madre: Esa es mi ilusión: los nietos. (Se sientan.) cúbica, está rodeado por mujeres que tocan
via y la madre del novio instrumentos musicales o toman la luz del sol
Padre: Yo quiero que tengan muchos. Esta tierra nece-
hablan del futuro que para encender las estrellas. Esta obra causó un
quieren para sus hijos en sita brazos que no sean pagados. Hay que sostener una gran impacto en su presentación en 1929 y lle-
vísperas de su boda. El batalla con las malas hierbas, con los cardos, con los vó a distintos escritores, entre ellos Federico
García Lorca, a interesarse por su autora, que
diálogo revela la dureza pedruscos que salen de no se sabe dónde. Y estos bra- entonces solo tenía 18 años.
de la vida rural y los dis- zos tienen que ser de los dueños, que castiguen y que
tintos roles que se asig- dominen, que hagan brotar las simientes. Se necesitan
nan a hombres y mujeres.
muchos hijos.
Madre: ¡Y alguna hija! ¡Los varones son del viento!
Tienen por fuerza que manejar armas. Las niñas no
salen jamás a la calle.
Federico García Lorca: Bodas de sangre, Alianza

Jóvenes revolucionarios ¿Cómo titularías tú este texto?


Los más jóvenes marchaban, sin vacilar, a la muerte.
La narradora María Tere-
Él, Ramón, el electricista, no acertaba a seguirlos. Si
sa León posa su mirada
crítica en un hogar astu- Ramón no comprendía y la tibieza de su casa le volvía
riano la noche del levan- blando, si estaba aguardando a que Rosa se interpusie-
tamiento minero en 1934. se entre él y los fusiles, si le acariciaba la cabeza y se
Rosa vive atada a una sentía atado a su pelo y a sus ojos pasivos y obedien-
vida doméstica, monóto- tes, Rosa comprendía muy bien. Rosa se precipitó en la
na y precaria. Se suma a
revolución. Adivinaba que la libertad quiere decir libe-
la revolución en busca de
su propia libertad. rarse de la angustia del jornal miserable, de la espera
de la muerte con los brazos cruzados, día a día; el pa- ¿Qué significa para ti ser libre?
dre, de la azada; la madre, de los largos partos de las
vecinas de su pueblo. Rosa adivinó que el hombre sen-
tía miedo, notó que pretendía rescatarse en ella y por
ella del gran silencio de la noche de octubre, deberle la
vida. Ramón aguardaba una palabra […], pero la mujer
ni contestó. Ya no volvería a esperarle, ni se miraría al
espejo, ni oiría el ruido de los cuchillos al guardarse, ni
el agua última perdiéndose desaguada en la tierra. Al-
canzó al camarada que llevaba los fusiles: “Dame uno”.
Los revolucionarios no comprenden lo insólito. “Ten”.
La puerta se cerró tras ellos.
María Teresa León: Estrella roja, Espasa

8
Guerra y posguerra

E
sta época está marcada por la división, también en la literatura. Los
escritores que apoyan al bando vencedor vuelven a interesarse por las
formas clásicas y los valores tradicionales, mientras que entre los que
no están conformes con el nuevo orden domina una visión angustiada de la
realidad. La búsqueda del sentido de la existencia humana centra muchas
obras literarias de este período convulso.

Un grito desarraigado
Madrid es una ciudad de más de un millón de José Guerrero: La brecha de Víznar, Centro
Este poema ofrece, con gran José Guerrero, Granada
cadáveres (según las últimas estadísticas).
fuerza expresiva, una visión
desesperanzada del mundo A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo El título de esta obra alude al lugar en el que
y de la existencia humana. en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, Federico García Lorca fue fusilado en 1936. El
pintor representa el barranco de Víznar como
Dámaso Alonso lo escribió y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o
una herida abierta, sangrante, que se convier-
en 1944, cuando España ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna. te también en una alegoría del desgarro que
está sumida en el hambre y Y paso largas horas gimiendo como el huracán, la guerra produjo en la sociedad española y
la represión política, mien- que marcó las décadas posteriores.
ladrando como un perro enfurecido,
tras que Europa se desan-
gra en la Segunda Guerra fluyendo como la leche de la ubre caliente de una
Mundial. gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, pregun- ¿Cuál es la peor pesadilla que
tándole por qué se pudre lentamente mi alma, has tenido?
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en
esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren
lentamente en el mundo.
Dámaso Alonso: Hijos de la ira, Espasa

Rutina y soledad
Porque todo es igual y tú lo sabes,
Luis Rosales escribe en este
has llegado a tu casa y has cerrado la puerta
poema sobre la monotonía
existencial. Todo se repite y con aquel mismo gesto con que se tira un día,
se seguirá repitiendo: el con que se quita la hoja atrasada al calendario
autor vaticina que el año cuando todo es igual y tú lo sabes.
siguiente será idéntico al Has llegado a tu casa,
actual. Esta monotonía su- y, al entrar,
merge al sujeto en una so-
has sentido la extrañeza de tus pasos
ledad profunda.
que estaban ya sonando en el pasillo antes de que
llegaras,
y encendiste la luz, para volver a comprobar
que todas las cosas están exactamente colocadas,
¿Qué aspectos positivos puede
como estarán dentro de un año, tener la rutina?
y después,
te has bañado, respetuosa y tristemente, lo mismo
que un suicida,
y has mirado tus libros como miran los árboles sus
hojas,
y te has sentido solo,
humanamente solo,
definitivamente solo porque todo es igual y tú lo sabes.
Luis Rosales: La casa encendida, Visor

9
Camino a la democracia

E
n la segunda mitad de la dictadura surge una nueva generación de
escritores que, a pesar de haber vivido la guerra de niños, no partici-
paron activamente en ella y son capaces de distanciarse del suceso
traumático. Tienen una visión del mundo serena y confiada.

La amistad es lo primero
Pasan lentos los días
La generación del 50 escri- Alberto García Alix: Autorretrato,
y muchas veces estuvimos solos. Colección privada
be poemas meditativos ba-
sados en sus vivencias. Tras Pero luego hay momentos felices
El fotógrafo Alberto García Alix participó en la
el dolor de la guerra, recu- Para dejarse ser en amistad. intensa actividad cultural de los últimos años
peran la unión fraternal y la Mirad: de la dictadura y la Transición. Entre sus
confianza en el ser humano. somos nosotros. obras, siempre en blanco y negro, destacan
Por eso, uno de los temas los autorretratos, una búsqueda consciente
principales que tratan es la Un destino condujo diestramente de sí mismo a través de la cámara que le per-
las horas, y brotó la compañía. mite reflexionar sobre el mundo y el ser hu-
amistad.
mano a partir de su propia experiencia.
Llegaban noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más:
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.
Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
–esas que ya no dicen cosas–,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos1
¿Cuáles son las características
de historia acumulada,
de una buena amistad?
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.
Pero callad.
Quiero deciros algo.
Solo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo todos trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos con los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que nos sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.
Ay el tiempo! Ya todo se comprende. 1
sarmentoso retorcido y nudoso
Jaime Gil de Biedma: “Amistad a lo largo” en Antología como las ramas de la vid.
de la poesía española, Akal

10
Actualidad

D esde los años 80 hasta nuestros días se han intercalado las etapas de bo-
nanza con las de crisis económica, que han frustrado las expectativas de
varias generaciones de jóvenes. Nuestra visión de este mundo, cada vez
más globalizado y digital, se produce a través de pantallas.

Generación X
—Yo, mientras no le falte el dinero a mi padre, estoy
La novela de Mañas, finalis-
tranquilo. Tengo mi pequeño sueldo de heredero po-
ta del Premio Nadal en
1994, retrata con realismo tencial.
y crudeza a una generación —Pero no puedes vivir así toda tu vida. En algún
individualista, consumista momento tendrás que independizarte y vivir por tu
y egoísta, instalada en un
cuenta.
adolescencia perpetua, que
se niega a asumir responsa- —Yo estoy bien así. No me importa vivir en casa y no
bilidades. me gusta trabajar. Antonio López: Madrid desde Torres
Blancas, Colección privada
—¿Tú crees que a mí me gusta trabajar? Ni a mí ni a
nadie pero hay que hacerlo. No se puede ser como tú Este paisaje realista muestra la ciudad como
un lugar anónimo, un mundo sin gente en el
y tus amigos durante toda la vida. No sois más que que los protagonistas son los bloques de ladri-
hijos de papá, niños monos que no tenéis nada que llo que se repiten hasta donde alcanza la vista.
hacer más que gastaros el dinero de vuestros padres
en copas.
—Ellos tienen el dinero, esa es la realidad. Qué más
les da darnos un poco.
—Pero ellos se lo han ganado, han trabajado. ¿Qué
es lo que has hecho tú?
José Ángel Mañas: Historias del Kronen, Destino
¿En qué te gustaría trabajar?
La colmena digital
Nosotros y nosotras vamos mandando señales, nos
Gopegui analiza en este
numeramos con un rostro, un pasado y los huecos
fragmento las formas de re-
lacionarse que propician que nos dejan en el cuerpo. Decimos que estamos
las tecnologías digitales. aquí, lo que no es igual a estar sin decirlo. En cuanto
a las excepciones, hace tiempo que las llamamos di-
versidad. Algunos no escriben, algunas están con-
tentas con esto, algunas y algunos podrían tener cien
años aunque tengan treinta y viceversa. Hablo de lo
que nos está pasando, mi colmena tiene sucursales
en países que no visitaré pero es mi colmena y acaso
la tuya. ¿Tienes amigos en otros países?
Belén Gopegui: El comité de la noche, Random House

El mundo en tus manos


1. Nuestra visión del mundo se va conformando, además de por 2. En una misma época puede haber visiones del mundo muy dife-
factores personales, por el momento histórico en el que nos ha renciadas. Busca una noticia sobre un tema polémico y compara
correspondido vivir. De todos los textos de este bloque, ¿cuál cómo informan de ella dos medios de comunicación con líneas
presenta una visión del mundo más optimista? ¿Y más pesimis- editoriales opuestas. ¿Con qué punto de vista estás más de
ta? ¿Qué factores históricos crees que influyen? acuerdo? ¿Piensas que es posible ser totalmente objetivo?

11
El amor

No sabemos si la forma en que los humanos sienten íntimamente el amor ha cambiado a lo largo
de la historia. De lo que podemos estar seguros, gracias a las obras literarias, es de cómo ha
cambiado la forma de expresarlo y representarlo, influida por las convenciones y las relaciones
sociales de cada época. Sin embargo, más allá de estas transformaciones formales, el amor sigue
siendo, a través de los siglos, uno de los temas más recurrentes no solo de la literatura sino de
todo tipo de manifestaciones culturales y artísticas.

¿Por qué crees


que casi siempre
¿Qué tipo de
hay alguna trama
arte prefieres
de amor en las
para representar
series?
el amor?

Robert Indiana: Love, Tokio


The Big Bang Theory, Chuck Lorre Productions / Warner Bros. Television

¿Qué piensas
de los candados
como símbolo
de amor?

Candados en el Pont des Arts de París

12
Siglo xviii

L
a literatura del siglo xviii ofrece distintas visiones del amor, dentro y
fuera de las convenciones sociales. El amor ilustrado, guiado por la ra-
zón más que por los sentimientos, considera el matrimonio y un claro
reparto de roles entre el hombre y la mujer como base del buen funcionamiento
de la sociedad. No obstante, el erotismo también está presente en algunos tex-
tos, una celebración del amor sensual que entronca con el Renacimiento.

El amor y sus placeres


De besos regalados,
La poesía neoclásica no re-
de amores, de caricias,
nuncia a la sensualidad. En
este poema, Meléndez Val- en tu mullido lecho
dés evoca el deseo hacia su lléname, Filis1 mía;
Jean-Honoré Fragonard: El columpio,
amada mediante la apela- y enrédate a mi cuello, Wallace Collection, Londres
ción a los sentidos y la refe- las bocas tan unidas
rencia explícita a distintas que tú mis aires bebas, Este cuadro representa un triángulo amoroso:
partes del cuerpo. un hombre recostado observa a su amada
yo tu aliento reciba. […] perder un zapato mientras el marido impulsa
Tus quejidos me alienten, el columpio. La sensualidad de la escena que-
da mitigada por una atmósfera vaporosa,
muérdame tu lengüita, como salida de un sueño.
tus brazos me aprisionen,
tu anhelo me dé prisa;
y venga, ¡ay me!, la muerte, ¿A qué canción de amor te
que entre tanta delicia, recuerda este poema?
Filis, si llegar osa,
no es muerte sino vida.
Juan Meléndez Valdés: “Los besos del amor”,
en Poesía española del siglo xviii, Cátedra

El amor de conveniencia
Don Diego: Bien está. Una vez que no hay nada
Moratín trató de reformar
que decir, que esa aflicción y esas lágrimas son vo-
las costumbres con sus co-
medias de tono didáctico. luntarias, hoy llegaremos a Madrid, y dentro de
En El sí de las niñas critica ocho días será usted mi mujer.
la falta de libertad de la mu- Doña Francisca: Y daré gusto a mi madre.
jer para decidir sobre su
propia vida, un someti- Don Diego: Y vivirá usted infeliz.
miento que repercute en la Doña Francisca: Ya lo sé.
felicidad familiar y social.
Don Diego: Ve aquí los frutos de la educación.
Esto es lo que se llama criar bien a una niña:
¿Recuerdas alguna película,
enseñarla a que desmienta y oculte las pasiones
serie o novela en la que haya un
más inocentes con una pérfida2 disimulación. Las matrimonio concertado?
juzgan honestas luego que las ven instruidas en el
arte de callar y mentir. Se obstinan en que el
temperamento, la edad ni el genio no han de tener
influencia alguna en sus inclinaciones, o en que su
voluntad ha de torcerse al capricho de quien las
gobierna. Todo se las permite, menos la sinceridad. 1
Filis personaje femenino de la
mitología griega, habitual en la poesía
Leandro Fernández de Moratín:
pastoril; 2pérfida desleal.
El sí de las niñas, Anaya

13
Siglo xix

L
os escritores románticos tienen una visión trágica del amor. Por un
lado, lo conciben como un ideal inalcanzable; y por otro, buscan sus
placeres aunque les lleven a la muerte. En la segunda mitad del siglo,
sin embargo, se impone una visión realista de las relaciones de pareja.

El amor imposible
—Yo soy ardiente, yo soy morena,
El enamorado romántico es Anne Louis Girordet: El entierro de Atala,
yo soy el símbolo de la pasión;
incapaz de ser feliz, porque Museo del Louvre, París
no ama seres reales, concre- de ansia de goces mi alma está llena;
¿a mí me buscas? Este cuadro representa el ideal romántico del
tos, sino su propia idea del
amor imposible y trágico. El enamorado abraza
amor. Esa frustración por —No es a ti; no. el cuerpo de la princesa muerta, que ilumina la
perseguir imposibles se —Mi frente es pálida; mis trenzas, de oro; escena con su blancura y su sensualidad. Entre
pone de manifiesto en este puedo brindarte dichas sin fin; sus manos, una cruz, emblema de muerte y
poema de Bécquer. resurrección, que se repite también al fondo
yo de ternura guardo un tesoro; del paisaje.
¿a mí me llamas?
—No; no es a ti.
—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
¿A qué llamamos “amor
soy incorpórea, soy intangible1; platónico”?
no puedo amarte.
—¡Oh, ven; ven tú!
Gustavo Adolfo Bécquer:
Rimas y leyendas, Espasa

Sin temor a la muerte


La vida es la vida: cuando ella se acaba,
Para el enamorado románti-
acaba con ella también el placer.
co, la pasión es un instante
en que se desvanecen las ¿De inciertos pesares por qué hacerla esclava?
fronteras entre la vida y la Para mí no hay nunca mañana ni ayer.
muerte. Esta fugaz plenitud Si mañana muero, que sea en mal hora
es una exaltación y un la-
o en buena, cual dicen, ¿qué me importa a mí?
mento. El placer y el dolor
son inseparables. Goce yo el presente, disfrute yo ahora,
y el diablo me lleve siquiera al morir.
José de Espronceda: El estudiante ¿Recuerdas qué es el “carpe
de Salamanca, Castalia diem”?

Una relación sesuda


Y para todo tenía el ingenioso culpable palabras bo-
Frente al idealismo román-
nitas: “La luna de miel perpetua es un contrasenti-
tico y la sublimación del ¿Crees que el amor puede ser
amor, el realismo de la se- do, es... hasta ridícula. El entusiasmo es un estado
racional y sensato?
gunda mitad del siglo xix infantil impropio de personas normales. El marido
aboga por la observación piensa en sus negocios, la mujer en las cosas de su
directa de las relaciones casa, y uno y otro se tratan más como amigos que
sentimentales. Así, las no- como amantes. Hasta las palomas, hija mía, hasta
velas de Galdós tratan de
las palomas cuando pasan de cierta edad, se hacen
dar cuenta de la compleji- 1
dad amorosa. cariños así... de una manera sesuda”. Jacinta se reía intangible que no se puede tocar;
2
con esto; pero no admitía tales componendas2. componenda arreglo censurable o
inmoral.
Benito Pérez Galdós: Fortunata y Jacinta, Cátedra

14
Fin de siglo

E
l modernismo presenta el amor de dos maneras: como un sueño que
idealiza a la mujer amada y que acarrea infelicidad a un amante dolido
y abandonado; o como una fuente de placer sensual y alegre, si bien
tampoco ajena a la fatalidad. La generación del 98 no tiene en el amor uno de
sus temas principales, aunque a veces lo aborda, con su estilo sobrio, dentro de
una reflexión más amplia sobre el sentido de la existencia humana.

Amor contra el olvido


¿Mi amor?… ¿Recuerdas, dime,
Este poema tiene un tono
aquellos juncos tiernos,
nostálgico. Las referencias
a la naturaleza (cauce seco, lánguidos y amarillos
amapola marchita, sol roto) que hay en el cauce seco?
Auguste Rodin: El beso, Museo Rodin,
sugieren una relación ya ¿Recuerdas la amapola París
terminada, pero que el poe-
que calcinó el verano,
ta no es capaz de olvidar. En la frontera entre el clasicismo y la van-
la amapola marchita, guardia, esta escultura de Rodin es una de las
negro crespón1 del campo? representaciones artísticas del amor más co-
nocidas. Los cuerpos idealizados de los dos
¿Te acuerdas del sol yerto2 amantes parecen fundirse entre sí y con la
y humilde, en la mañana, piedra que los sostiene.
que brilla y tiembla roto
sobre una fuente helada? ¿Qué referencias a la naturaleza
utilizarías tú para hablar de
Antonio Machado:
amor? ¿Y de desamor?
Poesías completas, Espasa

El amor en casa
¿Te acuerdas? Fue en el cuarto de los niños. La tarde
El poeta se dirige a una mu- ¿Cómo describirías
de estío alzaba, limpia, por entre la arboleda
jer concreta en un espacio poéticamente un momento
real. El poema sugiere la suavemente mecida, últimas glorias puras,
tristes en el cristal de la ventana abierta. de amor cotidiano?
sensualidad de la pasión y,
a la vez, su caducidad, lo El maniquí de mimbre y las telas cortadas,
que tiñe los versos de cierta
eran los confidentes de mil cosas secretas,
melancolía.
una majia ideal de deshojadas rosas
que el amor renovaba con audacia perversa…
Juan Ramón Jiménez: Libros de amor, Linteo

Una pasión que desafía al tiempo


Aquel retrato era un retrato de ella, de ella misma,
Juana descubre que su ma-
sólo que..., ¡ay!, póstumo; ¡cuán fugaces corren los
rido, Juan, guarda a escon-
didas un retrato de juven- años! Era un retrato de ella cuando tenía veintitrés
tud de ella. Conmovida, le años, meses antes de casarse.[…] Juan se puso en- ¿Cuál es, para ti, el mejor
pide que no lo esconda, y él carnado, y apenas repuesto de la emoción de sor- beso del cine?
responde con un arrebato presa tomó el retrato, lo echó al fuego y acercándose
amoroso. a Juana y tomándola en sus brazos y sentándola
sobre sus rodillas, que le temblaban, le dio un largo
y apretado beso en la boca, un beso en que de la 1
crespón tela negra en señal de luto;
2
plenitud de la ternura refloreció la pasión primera. yerto tieso o rígido por el frío o la
muerte.
Miguel de Unamuno: El espejo de la muerte, Alianza

15
FELICES AÑOS 20

L
a expresión artística del amor encuentra distintos cauces en las diferen-
tes vanguardias. En general, se rechaza el subjetivismo romántico y la
trascendencia de otras épocas. Es un amor más libre, pero también me-
nos serio, que sirve de excusa para los alardes de ingenio o de humor.

El amor sideral
Eres más hermosa que el relincho de un potro en Marc Chagall: Sobre la ciudad, The State
Huidobro promovió el crea- Tretyakov Gallery, Moscú
la montaña
cionismo para defender la
autonomía del arte respecto Que la sirena de un barco que deja escapar toda su Esta pareja volando sobre la ciudad representa
a la realidad. De ahí la su- alma el amor que supera obstáculos y ataduras so-
presión de signos de pun- Que un faro en la neblina buscando a quien salvar ciales. Más allá del vuelo, no hay nada de ex-
traordinario en su aspecto ni en el lugar, más
tuación o la yuxtaposición […] bien humilde, en el que se encuentran: Chagall
de imágenes insólitas. No Nada se compara a esa leyenda de semillas que pinta el amor como un milagro cotidiano.
obstante, la mujer amada
deja tu presencia
está idealizada, como en la
lírica cortesana y en el dra- A esa voz que busca un astro muerto que volver a
ma romántico. la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio ¿Qué comparación usarías para
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a elogiar a la persona que quieres?
colgar soles en el aire
Vicente Huidobro: Altazor,
www.cervantesvirtual.com

Un sentimiento arrollador
Diré cómo nacisteis, placeres prohibidos,
Pese a los obstáculos que
como nace un deseo sobre torres de espanto,
dificultan el amor, su fuerza
todo lo vence. Cernuda se amenazadores barrotes, hiel descolorida,
rebela contra las convencio- noche petrificada a fuerza de puños,
nes de su época y defiende ante todos, incluso el más rebelde,
la pureza del sentimiento apto solamente en la vida sin muros. [...]
amoroso en sus distintas
formas, más allá de lo que Extender entonces una mano
considere la sociedad. es hallar una montaña que prohíbe,
un bosque impenetrable que niega,
un mar que traga adolescentes rebeldes.
Pero si la ira, el ultraje, el oprobio1 y la muerte,
ávidos dientes sin carne todavía,
amenazan abriendo sus torrentes,
de otro lado vosotros, placeres prohibidos,
¿Qué libros o películas conoces
bronce de orgullo, blasfemia que nada precipita,
sobre amores prohibidos?
tendéis en una mano el misterio,
sabor que ninguna amargura corrompe,
cielos, cielos relampagueantes que aniquilan.
Abajo, estatuas anónimas,
sombras de sombras, miseria, preceptos de niebla;
una chispa de aquellos placeres
brilla en la hora vengativa.
Su fulgor2 puede destruir vuestro mundo.
1
oprobio afrenta, deshonra; 2fulgor
Luis Cernuda: “Los placeres prohibidos”,
resplandor.
en Antología poética, Rialp

16
Guerra y posguerra

E
l amor sigue siendo un tema habitual en la literatura de posguerra. Los
poetas arraigados lo tratan dentro de moldes clásicos en su búsqueda de
la belleza formal, mientras que para los autores que se oponen al régi-
men es una forma más de rebelarse. En la prosa también existen esas dos visio-
nes del amor, una más idealista y otra más crítica con los valores tradicionales
y las convenciones sociales.

Inconformista enamorado
No me conformo, no: me desespero
El poeta elige una forma
como si fuera un huracán de lava
clásica (el soneto) para tra-
tar un tema que también lo en el presidio de una almendra esclava
es (la muerte por amor). o en el penal colgante de un jilguero.
Remedios Varo: Les feuilles mortes,
Pero en vez de aceptar la Besarte fue besar un avispero Colección privada
represión de las pasiones,
que me clama al tormento y me desclava
se rebela contra ella con Muchas mujeres de esta época no se resignan
una vitalidad desbordante. y cava un hoyo fúnebre y lo cava a ser el sujeto pasivo del amor. Incluso reclui-
dentro del corazón donde me muero. das en casa y dedicadas a las tareas domésti-
cas, buscan resquicios de libertad. Así se
No me conformo, no: ya es tanto y tanto plasma en este cuadro, donde la tejedora ex-
idolatrar la imagen de tu beso trae su ovillo directamente del alma humana.
y perseguir el curso de tu aroma.
Un enterrado vivo por el llanto,
una revolución dentro de un hueso, ¿Qué consejo le darías a este
un rayo soy sujeto a una redoma. enamorado desesperado?
Miguel Hernández:
El rayo que no cesa, Pictografía

Una pareja de posguerra


Ángel estaba muy cariñoso y eufórico. En un esca-
En esta novela de 1957, Car-
parate que tenía espejo se paró y puso su cara muy
men Martín Gaite retrata un
modelo de pareja habitual cerca de la de ella. [...]
en su época. Gertru es una —Oye, dice ese chico que por qué no termino el ba-
mujer dominada por Ángel, chillerato —dijo ella de pronto, mirándole en el es-
un novio diez años mayor,
pejo.
con una buena posición so-
cial, que la controla y deci- —¿Qué chico?
de por ella.
—Ese profesor.
—¿Y a él qué le importa?
—No, hombre, yo digo también lo mismo. Es una
pena, total un curso que me falta. Estoy a tiempo de
matricularme todavía.
—Mira, Gertru, eso ya lo hemos discutido muchas
veces. No tenemos que volverlo a discutir.
¿Cómo reaccionarías tú si
—No sé por qué.
tu pareja te exigiera renunciar
—Pues porque no. Está dicho. Para casarte conmi- a tus proyectos personales?
go, no necesitas saber latín ni geometría; conque
sepas ser una mujer de tu casa, basta y sobra.
1
redoma vasija de vidrio.
Carmen Martín Gaite: Entre visillos, Alianza

17
Camino a la democracia

E n los años sesenta comienza en la literatura española una renovación


formal, lingüística y temática, pero el amor no desaparece como tema.
A veces es causa de infelicidad en los personajes de la novela experi-
mental, otras forma parte de la reflexión poética sobre la experiencia.

Una soledad angustiosa


Pedro volvía con las piernas blandas. Asustado de lo Roy Lichtenstein: La conversación,
Pedro simboliza la angustia
que podía quedar atrás. Violentado por la náusea Colección privada
del hombre contemporáneo.
Trata de encontrar un signi- contenida. Intentando dar olvido a lo que de absur-
Aunque están lejos del realismo, es fácil reco-
ficado para su existencia, do tiene la vida. Repitiendo: Es interesante. Repi- nocer en estas dos figuras una mujer y un hom-
que considera absurda, y se tiendo: Todo tiene un sentido. Repitiendo: No es- bre frente a frente. La conversación los sitúa
ve incapaz de vivir, someti- toy borracho. Pensando. Estoy solo. Pensando: Soy en pie de igualdad, un avance en la forma de
do al azar y negado al amor. entender las relaciones de pareja.
un cobarde. Pensando: Mañana estaré peor. Sin-
tiendo: Hace frío. Sintiendo: Estoy cansado. Sin-
tiendo: Tengo seca la lengua. Deseando: Haber vivi-
do algo, haber encontrado una mujer, haber sido
capaz de abandonarse como otros se abandonan.
Deseando: No estar solo, estar en un calor humano, ¿Qué haces cuando
ceñido de una carne aterciopelada, deseado por un te sientes triste?
espíritu próximo. Temiendo: Mañana será un día
vacío y estaré pensando, ¿por qué he bebido tanto?
Temiendo: Nunca llegaré a vivir, siempre me queda-
ré al margen. Afirmando: A pesar de todo quién
puede desear con una así. Afirmando: La culpa no
es mía. Afirmando: Algo está mal, algo no sólo yo.
Luis Martín Santos: Tiempo de silencio, Seix Barral

El rencuentro
Miras los montes, miras el aire
Este poema narrativo cuen-
y se te representa la justicia de las cosas,
ta una anécdota ligada a la
experiencia: el rencuentro es decir,
de una pareja en una zona la poesía de las cosas.
rural y montañosa. Y tú bien sabes por dónde ¿Cuál es tu paisaje favorito,
tu compañera va a llegar, ese donde sientes “la poesía
por dónde anda hacia ti, de las cosas”?
de qué pueblo desciende.
Y, de pronto, la ves […]
Entonces los dos os sentáis en la tierra
y pones la cabeza sobre su pecho
y la oyes vivir.
Te sentirás seguro en el mundo.
Habrás sabido que no hay soledad pero que hay
algo más fuerte y más útil y hermoso.
Conocerás el destino
y crecerá tu paz al acercarse la noche
y al ir sabiendo que la vida es
una inmensa, profunda compañía.
Antonio Gamoneda: “Exentos I”, en Edad, Cátedra

18
Actualidad

V ivimos en la época de mayor libertad sentimental y afectiva de nuestra


historia y la literatura recoge esta variedad de formas de experimentar el
amor en sus diversas corrientes estilísticas. Es frecuente encontrar en los
textos de amor actuales una estética neorrealista y una voz cercana y reflexiva.

Traiciones por amor


O acaso es que hay tanto tiempo pasado en compa-
El narrador concibe el ma-
ñía mutua (por poco que sea en los matrimonios
trimonio como una institu-
ción narrativa, en la que modernos, siempre tanto tiempo) que los dos cón-
todo se cuenta, hasta las yuges (pero sobre todo el varón, que se siente culpa-
intimidades de terceros, ble cuando permanece en silencio) han de echar
con el fin de mantener el mano de cuanto piensan y se les ocurre y les acon-
interés de la otra persona. tece para distraer al otro, y así acaba por no quedar
apenas resquicio de los hechos y los pensamientos
Detalle de Eduardo Kobra: El beso, Nueva
de un individuo que no sea transmitido, o bien tra- York
ducido matrimonialmente. También son transmiti-
dos los hechos y los pensamientos de los demás, Este mural simboliza el triunfo del amor so-
bre la violencia. Está basado en la foto que
que nos los han confiado privadamente [...] Por Alfred Eisenstaed tomó en Times Square en
amor o por lo que es su esencia —contar, informar, 1945, el día de la victoria de Estados Unidos
anunciar, comentar, opinar, distraer, escuchar y sobre Japón. El muralista brasileño Kobra re-
produce a la pareja que se besa en esa foto y
reír, y proyectar en vano— se traiciona a los demás, añade un alegre caleidoscopio de color.
a los amigos, a los padres, a los hermanos, a los con-
sanguíneos y a los no consanguíneos, a los antiguos
amores y a las convicciones, a las antiguas amantes, ¿Crees que las parejas deben
al propio pasado y a la propia infancia, a la propia contárselo todo?
lengua que deja de hablarse y sin duda a la propia pa-
tria, a lo que en toda persona hay de secreto, o quizá
es de pasado.
Javier Marías: Corazón tan blanco, Alfaguara

La vida sin ti
la casa es un asco sin ti el fregadero el cuarto Si este poema estuviera escrito
Con gran economía del len-
de baño las sábanas sucias la comida pudriéndose para ti, ¿te convencería?
guaje, el poeta evoca el
abandono en que vive por en la nevera tú mejor que nadie sabes lo difícil
medio de imágenes domés- de convivir con un tipo como yo incapaz de enfrentarse
ticas. Se trata de un poema con asuntos tales como la colada la cesta
de amor a la inversa. No
canta las virtudes de la
de la compra la elección de detergente o la soledad
amada, sino los defectos mi vida es un asco sin ti
del amante despechado.
Pablo García Casado: Las afueras, DVD

Cuestión de amor
1. ¿Cuál de las representaciones del amor recogidas en este tema 3. Nuestras leyes defienden la igualdad de hombres y mujeres,
te han resultado más sugerentes? Elige un texto y una obra de pero esto no siempre se refleja en las relaciones de pareja rea-
arte, y explica los motivos de tu elección. les ni tampoco en las ficticias. Busca ejemplos de series y co-
2. ¿En qué aspectos ha cambiado la forma de entender el amor medias románticas actuales y analiza el rol de cada miembro
desde el siglo xviii hasta la actualidad? de la pareja. ¿Te gusta el modelo de relación que proponen?

19
La identidad del individuo

Héroes enmascarados, agentes dobles, espías que olvidan su identidad, jóvenes que investigan los
secretos de su familia... la cultura popular está repleta de personajes que ocultan, desconocen o
buscan su identidad. La cuestión de fondo es saber quiénes somos, un tema que también ha ocu-
pado a la filosofía, la teología y el arte. Hoy día, la cuestión de la identidad se ha trasladado a la
esfera pública: los diarios íntimos de antaño son ahora blogs y los retratos que solo veían nuestros
seres más cercanos se han convertido en selfis que circulan por la red.

¿Qué cuentas
sobre ti
en las redes?

¿Imaginas cómo
sería tener
una identidad
secreta?

Portada de Superman (DC Comics, 1967, vol. 1, 201)

¿Con qué
personaje
de ficción te
identificas?
Juego de tronos, HBO

20
Siglo xviii

L
os ilustrados no solo asumen un compromiso con la sociedad para re-
formarla, sino que tratan de perfeccionarse a sí mismos. No obstante,
en esa definición de su identidad, a veces la razón (que les llama a la
virtud, la rectitud y la honradez) entra en colisión con el deseo (que les incita a
disfrutar de los placeres de la vida). El bien individual se enfrenta al social; y el
hombre terrenal, al espiritual.

Los placeres de la naturaleza


¡A quién no arrastrarán el blando ruego,
Valdés recurre al tópico
la música y balsámicos olores,
clásico del carpe diem para
describir los placeres del y de tanto amador la trisca1 y juego!
mundo físico. Una natura- Toda es gala la tierra y lindas flores,
leza idealizada aviva el de- del céfiro2 adormece el manso aliento,
seo del poeta por disfrutar
los trinos de las aves son amores.
de la vida sin detenerse en
lo que dicta la razón. Franz Xaver Messerschmidt: Bostezo,
Irme mal grado yo tras ellas siento;
Galería Nacional Eslovaca, Bratislava
la razón me detiene; el apetito
aguija3, y corre más veloz que el viento. Tras décadas realizando bustos convenciona-
les para retratar a figuras destacadas de la
“¿Será”, me dice, “disfrutar delito corte vienesa, Messerschmidt dedicó el final
los frescos valles que a la vista tienes, de su vida a la serie conocida como Cabezas
de carácter. Son más de sesenta bustos con
o yerro entrar en tan feliz distrito? […] los que el escultor explora la identidad del
individuo a través de gestos, muecas y expre-
Naturaleza próvida te incita
siones faciales extremas.
y su abundante mesa te prepara.
¿Sordo serás, cuando placer te grita?”
Juan Meléndez Valdés: “El deleite y la virtud” ¿Qué valor concedes a la disciplina y
en Poesía española del siglo xviii, Cátedra el autocontrol?

Lucha interior
¡Qué sedición4, oh cielos, en mí siento,
Este fragmento recoge el
combate entre las dos iden-
que en contrapuestos bandos dividido,
lucha en contra de sí mi pensamiento! ¿Eres idealista o pragmático? ¿Qué
tidades del hombre ilustra-
do: por un lado aspira al
ventajas y desventajas tiene?
Ora flaco el espíritu y rendido,
cielo y por otro está atado a
la espalda vuelve y parecer no osa,
la tierra.
ora carga triunfante y atrevido.
La razón huye tímida y medrosa;
síguela el sentimiento denodado5,
y cual hambriento lobo, así la acosa. [...]
Gruesa niebla a mis ojos roba el día,
y en tinieblas me deja y sin consuelo,
llorando de la muerte en la agonía.
Una parte de mí se encumbra al cielo,
otra entre crudos hierros gime atada
1
al triste, oscuro, malhadado suelo. trisca ruido; 2céfiro viento suave;
3
aguijar avivar, estimular; 4sedición
Juan Meléndez Valdés: “Mis combates” sublevación; 5denodado decidido.
en Poesía española del siglo xviii, Cátedra

21
Siglo xix

L
os escritores románticos proyectan en sus obras varias identidades
en respuesta al racionalismo ilustrado. En su exaltación del yo, pre-
sentan héroes enamorados, malditos, nómadas, que luchan contra
las fuerzas ordenadoras del mundo y casi siempre pierden. De esta impoten-
cia nace su ímpetu destructivo y sus ansias de libertad.

Atrapado en su destino
Don Luis: Sea, y cae a nuestros pies
Don Juan, noble mujeriego,
digno al menos de esa fama
intenta convencer a don
Luis Mejía (un galán rival) que por tan bravo te aclama.
y a don Gonzalo de Ulloa Don Juan: Y venza el infierno, pues.
(el padre de su amada ¡Ulloa, pues mi alma así
doña Inés) de que se ha re-
vuelves a hundir en el vicio,
formado. Pero ellos no lo
creen y se baten en duelo. cuando Dios me llame a juicio
tú responderás por mí! (Le da un pistoletazo.) Caspar David Friedrich: Acantilados
blancos en Rügen, Fundación Oskar
Don Gonzalo: (Cayendo.) ¡Asesino! Reinhart, Winterthur
Don Juan: ¡Y tú, insensato, Esta obra romántica tiene una fuerte carga
que me llamas vil ladrón, alegórica: la mujer representa la caridad; el
hombre arrodillado, la fe y el que mira al hori-
di en prueba de tu razón
zonte, la esperanza. Al fondo, una barca sim-
que cara a cara te mato! (Riñen, y le da una estocada.) boliza la travesía de la vida hacia la muerte.
Don Luis: (Cayendo.) ¡Jesús! […]
Ciutti: (Dentro.) ¡Don Juan!
Don Juan: (Asomándose al balcón.) ¿Quién es?
Ciutti: (Dentro.) Por aquí. Salvaos.
Don Juan: ¿Hay paso?
Ciutti: Sí. Arrojaos.
Don Juan: Allá voy.
¿Recuerdas algún refrán que
Llamé al cielo, y no me oyó, sirva para explicar la situación
y pues sus puertas me cierra, en la que está don Juan?
de mis pasos en la tierra
responda el cielo, y no yo.
José Zorrilla: Don Juan Tenorio, Crítica

El viaje extraordinario
Sí, sí, corcel1 para correr el suelo,
El héroe romántico necesi-
ligero pez para salvar los mares, ¿Por qué crees que la gente
ta sentirse libre, huir de la
vulgaridad y buscarse a sí es águila atrevida para el cielo practica deportes de riesgo?
mismo. Este poema dedi- el libre ser que en tu camino hallares;
cado a la invención del glo- déjale remontar contigo el vuelo
bo evoca esa idea. que de estrellas tal vez nuevos millares
cuando más huya la terrestre esfera
va a descubrir en su feliz carrera.
Carolina Coronado: “A la invención del globo”, 1
corcel caballo.
en Poesías, www.cervantesvirtual.com

22
Fin de siglo

E
n el paso del siglo xix al xx, el tema de la identidad del individuo ad-
quiere un lugar central. Es la época de la filosofía existencialista y de los
comienzos del psicoanálisis, que abren nuevas vías en la reflexión sobre
la identidad. Los escritores también se muestran preocupados por el sentido de
nuestra existencia e indagan en ella a través de sus personajes.

La realidad de la ficción
—No, no existes más que como ente de ficción; no
Al final de Niebla, Unamu-
eres, pobre Augusto, más que un producto de mi
no explica al protagonista
de la novela que es un per- fantasía y de las de aquellos de mis lectores que lean
sonaje ficticio. Augusto no el relato que de tus fingidas venturas y malandanzas1
lo acepta y se debate con- he escrito yo; tú no eres más que un personaje de
tra la disolución de su per- novela, o de nivola2, o como quieras llamarle. Ya
sonalidad como los seres sabes, pues, tu secreto. [...]
reales se debaten contra la
muerte. —Mire usted bien, don Miguel... no sea que esté James Ensor: Retrato del artista rodeado de
máscaras, Colección privada
usted equivocado y que ocurra precisamente todo lo
contrario de lo que usted se cree y me dice. El pintor se autorretrata como un individuo a
contracorriente en una sociedad hipócrita,
—Y ¿qué es lo contrario? —le pregunté alarmado que oculta su verdadera cara. La ficción se
de verle recobrar vida propia. vuelve más auténtica que la realidad, porque
puede mostrarla tal y como en el fondo es.
—No sea, mi querido don Miguel —añadió—, que
sea usted y no yo el ente de ficción, el que no existe
en realidad, ni vivo, ni muerto... No sea que usted
no pase de ser un pretexto para que mi historia
llegue al mundo...
—¡Eso más faltaba! —exclamé algo molesto.
—No se exalte usted así, señor de Unamuno —me
replicó—, tenga calma. Usted ha manifestado dudas
sobre mi existencia...
—Dudas no —le interrumpí—; certeza absoluta de
que tú no existes fuera de mi producción novelesca.
—Bueno, pues no se incomode tanto si yo a mi vez
dudo de la existencia de usted y no de la mía propia.
Vamos a cuentas: ¿no ha sido usted el que no una
sino varias veces ha dicho que don Quijote y Sancho ¿Qué personaje de ficción
recuerdas como si fuera real?
son no ya tan reales, sino más reales que Cervantes?
[…] No quiere usted dejarme ser yo, salir de la
niebla, vivir, vivir, vivir, verme, oírme, tocarme,
sentirme, dolerme, serme: ¿conque no lo quiere?,
¿conque he de morir ente de ficción? Pues bien, mi
señor creador don Miguel, ¡también usted se
morirá, también usted, y se volverá a la nada de que
salió...! ¡Dios dejará de soñarle! ¡Se morirá usted, sí,
se morirá, aunque no lo quiera; se morirá usted y se
morirán todos los que lean mi historia, todos,
todos, todos sin quedar uno! ¡Entes de ficción como
1
yo; lo mismo que yo! malandanza desgracia; 2nivola
novela, según Unamuno.
Miguel de Unamuno: Niebla, Cátedra

23
FELICES AÑOS 20

L
as vanguardias están interesadas en la experimentación y la transforma-
ción del arte, pero también les preocupa lo que ocurre a su alrededor.
Distintos escritores abordan en sus obras el impacto que tienen sobre
las personas los cambios sociales que están viviendo, como la industrializa-
ción, el crecimiento de las ciudades o las nuevas formas de ocio.

Una imagen vale más que mil palabras


Las muestras de las tiendas eran deslumbrantes,
En Cinelandia nadie tiene
efectistas y parecían una falsificación. Las calles
identidad propia, los nom-
bres son falsos y se prefie- tenían los nombres de los grandes artistas de cine
ren las miradas a las pala- muertos en el ejercicio de sus funciones.
bras. Todos representan un —¿Y usted cómo se llama, señorita? —preguntó
papel cinematográfico, es-
Jacobo Estruk por romper el silencio del camino...
tereotipado, en una ciudad
artificial. —¿Mi nombre?... Venus de Plata... Es el nombre
Metrópolis (Fritz Lang) UFA, 1927
que me han dado... Al entrar en Cinelandia se pierde
el nombre y se es bautizado con el nombre El cine nació a finales del siglo xix y tres dé-
cinematográfico, el nombre de las pantallas... cadas después ya fascinaba por igual a las
clases populares y a las vanguardias artísti-
—Pues es muy bonito eso de Venus de Plata —dijo cas. Metrópolis, dirigida por Fritz Lang y escri-
ta por Thea von Harbou, nos muestra una
Jacobo.
ciudad futurista con dos niveles: los podero-
Pasaban por la ciudad de las casas con celosías1, y sos viven en los rascacielos de la superficie,
mientras los obreros están confinados en un
Venus de Plata abrió la puertecita de uno de los gueto subterráneo.
palacetes cincelosados y penetró en él, haciendo
una seña a Jacobo para que entrase.
Jacobo, que no veía dentro de aquel portal, Si tuvieras que ponerte un
completamente obscuro, distinguió al fin un gran nombre artístico, ¿cuál sería?
hall cinematográfico y las mesitas llenas de esas
lámparas con grandes pantallas en que es profuso el
cine.
Los ceniceros patinaban en todos los veladores2 y
los cuadros, que parecían cuadros de reyes, eran
cuadros de reyes falsos, sólo simulados por una
apariencia de coronas y diademas.
Venus de Plata tiró el sombrero sobre una butaca
con aire cinematográfico. Después se atusó el pelo y
se volvió a Jacobo con el presuntuoso aire de la que
ha reconquistado su figura íntima y se presenta
irresistible de coquetería y seducción...
—Sí... Está usted monísima —dijo Jacobo.
—Le advierto que le entiendo solo con que me
mire... Aquí hemos abolido la palabra... No sabe
usted qué odio tengo al lugar común... Eso de “es
usted monísima” me ha disgustado mucho.
Jacobo, compungido3 como un chico al ser
regañado, tomó un triste aspecto con la maleta en
1
la mano, sin quererla soltar. celosía enrejado; 2velador
mesita; 3compungido apenado.
Ramón Gómez de la Serna: Cinelandia, Valdemar

24
Guerra y posguerra

L
as cuestiones más filosóficas en torno a la identidad del individuo se
convierten en una preocupación real por la supervivencia en este perío-
do de guerra, represalias y exilio. A pesar de todo, algunos escritores si-
guen confiando en el ser humano y animan a sus conciudadanos a mantenerse
unidos sin perder la esperanza.

Contra el conformismo
Juan: Os declaráis bajo el mal
La escena transcurre en
tan postrados1 y tan yertos2,
una taberna, donde Juan
insta al resto de labradores que habláis lo mismo que muertos
a que superen su apatía y a los que todo da igual.
se levanten contra los abu- Y ante seres tan pasivos
sos del poderoso terrate- en mi corazón se entabla
niente que tiene sometida la cuestión de ver si habla
su aldea.
con los muertos o los vivos. […] Frida Kahlo: Árbol de la esperanza,
mantente firme, Colección privada
Basta de resignación,
de pies y de manos presos. La mexicana Frida Kahlo indagaba con sus
¿No tenéis alma en los huesos retratos en su propia identidad a través del
dolor y la capacidad de superación. Al igual
ni sangre en el corazón? que otros artistas de su generación, mantuvo
¿Campará el pájaro malo, un firme compromiso político y apoyó al ban-
y tendréis siempre a su antojo do republicano en la Guerra Civil española.
sonrisas para su ojo
y espaldas para su palo?
A la hora de resolver un
Miguel Hernández: El labrador
conflicto, ¿eres reflexivo o
de más aire, Cátedra
impulsivo?

Mejor unidos
Al fin de la batalla,
El poeta peruano Cesár
Vallejo escribió este poe-
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
ma durante la Guerra Civil y le dijo: “¡No mueras, te amo tanto!”
española. En él canta a la Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
fraternidad para combatir Se le acercaron dos y repitiéronle:
el dolor y la muerte. “¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: “¡Tanto amor, y no poder nada contra
la muerte!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: “¡Quédate hermano!”
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra ¿Qué hace falta para que un
trabajo en equipo funcione?
le rodearon: les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporose lentamente,
abrazó al primer hombre; echose a andar...
1
postrado rendido, humillado;
César Vallejo: España, aparta de mí este cáliz, 2
yerto rígido por el frío o la muerte.
Castalia

25
Camino a la democracia

E
n la segunda mitad de la dictadura, la literatura pasa de una fase más
social, en la que la identidad del individuo se define en relación con
el mundo en el que vive, a una fase más personal, centrada en la ex-
periencia propia y en la preocupación ética por el ser humano.

Ganas de vivir
No, corazón, no te hundas.
En un tono cercano y cáli-
Y vosotros, ojos, no queráis cerraros en llanto.
do, el poeta Vicente Gaos
anima a superar la tristeza La vida es mucho más larga, mucho más grande de
y el pesimismo. La recupe- lo que ahora supones, mucho más magnánima1.
ración anímica comienza ¿Te atreverás a decirle que te debe algo?
por los actos más sencillos: Eres tú quien se lo debes todo. [...]
mirar al exterior, hablar Te quejas. Dices que sufres.
con los demás.
Dices que no puedes más.
Aún volverás a sufrir, y a amar, y a sufrir de nuevo, Cristina García Rodero: El niño del
y a gozar otra vez y otra y otra. callejón, Colección de Arte Contemporáneo
Fundación La Caixa
Solo morirás una vez, eso es lo único que no podrá
repetirse, La alegría genuina de un niño que juega en la
pero la vida es una continua repetición. calle empapa esta fotografía. Pertenece a la
serie España oculta, que García Rodero tomó
Te ha de dar todavía muchas ocasiones de durante la Transición para retratar costum-
equivocarte, bres y paisajes que estaban desapareciendo
y tú has de llegar aún a acertar con el buen con la modernización del país.
momento,
que el mundo te ha de volver a brindar como te lo
ha brindado ya tantas veces. ¿Qué te hace feliz?
¿Dices que estás solo?
No es mirándote al espejo como encontrarás
compañía.
Coge el primer objeto que esté a tu alcance,
un vaso, una flor o simplemente el periódico.
Acarícialos, acarícialos.
Levanta la vista, tiéndela alrededor tuyo. […]
Habla, habla, pero no contigo.
Déjate de soliloquios2 y silogismos3 y
sentimentales monólogos.
Habla con el cartero, con el conductor del tranvía
(aunque esté prohibido);
habla con el niño que está jugando en la acera,
vete a beber unas copas con el primer borracho de
la esquina.
¿Creías que el mundo termina donde tú acabas?
Tú eres ya no fin, pero ni siquiera comienzo de
ninguna cosa. […]
No tengas ninguna prisa en morirte. 1
magnánima grande y elevada
No te esfuerces en buscar lo único que posees de ánimo; 2soliloquio reflexión
seguro. interior; 3silogismo argumento con
tres partes, la última de las cuales se
Vicente Gaos: “Profecía del recuerdo”, deduce de las anteriores.
en Antología de la poesía española , Akal

26
Actualidad

E n nuestra época, la literatura refleja dos formas básicas de construir la


identidad: una depende de circunstancias externas, el destino o el azar;
la otra se labra a través del propio esfuerzo y la voluntad del individuo.

Por activa o por pasiva


Los dos nos habíamos negado a admitir que el
Los protagonistas de esta
fracaso es parte de la vida. Yo me había defendido
novela tratan de conocer- Miquel Barceló: Mercado de Sangha (falda
se, y como se aprecia en de él desde la pasividad. Terry en el vértigo de la
verde), Colección privada
este fragmento, se debaten acción. La mía era una renuncia previa. Terry no
entre el compromiso y la había renunciado a nada para llegar a la conclusión La empatía es una de las características fun-
damentales del arte de Miquel Barceló. En su
indiferencia, el riesgo y la de que sin renunciar a nada se renuncia a uno serie de acuarelas africanas pinta, sobre
seguridad. mismo. Mi elección había consistido en mantenerme todo, a mujeres en tareas cotidianas, como ir
lejos de la realidad, observándola. Por lo contrario, al mercado. Sus poses erguidas y sus vestidos
de colores transmiten una gran dignidad.
Terry se había sumergido en ella de una forma tal
que casi lo había aniquilado.
Soledad Puértolas: El bandido doblemente armado, ¿Qué se puede aprender de
Anagrama una derrota?

De la palabra al hecho
Es tan fácil hablar sobre uno mismo: ¿Te sientes cómodo hablando
No sin ironía, la autora con- uno es el héroe de su propia historia, de ti mismo?
cede que la personalidad
heroica puede darse, pero
se convierte en gran héroe con tan solo
solo en nuestras palabras. unas pocas palabras escogidas.
Uno llega a creerse más que Aquiles,
pero afuera en el mundo no hay palabras.
Carmen Jodra: Rincones sucios, Melibea

Toma las riendas


—Muchacha, te contaré algo: el mundo está lleno
Viana, dama del reino de
de historias. Todas las personas y todas las cosas
Nortia, se verá de pronto
obligada a convertirse en tienen historias que contar. A algunas de ellas se
guerrera. En este fragmen- llega a través de gente como yo, que las relata para Teatro, cine, series, libros...
to, el juglar Oki le explica que no se olviden. Otras, en cambio… se viven. ¿cuál es tu manera favorita
las opciones que tiene para ¿Entiendes? de disfrutar de una historia?
afrontar su destino.
Viana asintió, aunque no estaba segura de com-
prenderlo todo.
—Ahora tú debes decidir —concluyó Oki— si
seguirás siendo una oyente o, por el contrario,
saldrás en busca de tu propia historia.
Laura Gallego: Donde los árboles cantan, SM

Sé tú mismo
1. Cada momento de la historia produce un personaje propio, 2. Hay un rasgo de personalidad que se repite en distintas épocas: la
cuya identidad es consecuencia de los avatares históricos y las duda ante dos opciones enfrentadas. Busca algunos ejemplos.
corrientes culturales que le ha correspondido vivir: el ilustra- 3. ¿Cuáles son los rasgos comunes que definen a tu generación?
do, el romántico, el vanguardista… ¿Cuál te resulta más atrac- ¿Te identificas con la imagen de los jóvenes que muestran los
tivo? ¿Y menos atractivo? ¿Por qué? medios de comunicación?

27
El progreso

¿Eres de los que adoptan rápidamente cualquier moda o te gusta conservar las tradiciones?
¿Crees que cualquier tiempo pasado fue mejor o que lo mejor está por llegar? Para mejorar mu-
chas veces es necesario cambiar, pero los cambios también producen incertidumbre sobre si el
resultado será o no el deseado. Esta doble perspectiva se refleja en la literatura de todas las
épocas, con escritores partidarios y escépticos del progreso.

¿Cómo
imaginas el
futuro?

¿En qué se
diferencia tu día
a día del de tus
abuelos
a tu edad?

Cuéntame cómo pasó, Grupo Ganga Producciones / TVE

2001: Una odisea en el espacio (Stanley Kubrick)


Metro-Goldwyn-Mayer, 1968

¿Qué
descubrimiento
científico ha
cambiado más la
sociedad?

28
Siglo xviii

E
n el llamado Siglo de las Luces, los escritores ilustrados buscan la divul-
gación del saber, el fomento del espíritu crítico y el culto a la razón,
para superar la ignorancia y la superstición. El progreso se identifica
con la felicidad del individuo y las únicas vías para conseguirlo son la ciencia,
la cultura y la educación. Sus ideas encontraron mucha oposición.

La buena educación
Grandes males se pueden derivar de la ignorancia,
Jovellanos insta a mejorar la
pero mayores aún de la mala instrucción. Aquella está
instrucción pública como pri-
mera medida para que la abierta al error, pero esta lo sanciona1; aquella puede
sociedad progrese. Además admitirlo, pero esta puede canonizarlo. Aquella, por
de escritor, Jovellanos fue lo menos, conserva el derecho de recibir la luz en el
político, pero no pudo llevar espíritu y la rectitud en el corazón. Esta, después de
a cabo todas las reformas desterrarlas de uno y otro, les cierra enteramente sus Jacques-Louis David: El matrimonio
que planeó.
puertas. No es, pues, un remedio oponer la ignoran- Lavoisier, Metropolitan Museum, Nueva York
cia a la mala instrucción, que al fin será víctima suya;
Antoine y Marie Lavoisier fueron una de las
opongamos a la mala y perversa la buena y sólida ins- parejas científicas más destacadas de finales
trucción, arranquemos a la ignorancia de las garras de del siglo xviii, sobre todo por sus trabajos en
el campo de la química. El pintor los retrata
aquella, conquistémosla para esta o cubrámosla con
en una escena doméstica que podría ser con-
su égida2, y la corrupción quedará sin patrona. Esta vencional, de no ser por los distintos instru-
idea, que desenvolveremos más ampliamente, baste mentos de trabajo que aparecen. Detrás de
Marie se ve el cuaderno en el que ella dibuja-
por ahora para hacer ver la serie de raciocinios que me
ba y anotaba todos los experimentos.
han inducido a concluir que la instrucción es la prime-
ra fuente de la prosperidad pública.
¿Cómo explicarías tú la
Gaspar Melchor de Jovellanos: “Introducción a un
diferencia entre mala educación
discurso sobre la economía civil y la instrucción pública”
en Obras completas, KRK
e ignorancia?

De la teoría a la práctica
Esto es como si un maestro de obra prima (que así se
Las malas prácticas educa-
llama, no se sabe por qué, a los zapateros) con un
tivas tradicionales, llenas
de elocuencia y vacías de aprendiz que quisiese instruirse en el oficio, gastase
contenido, son objeto de un mes en enseñarle si la facultad zapateril era arte o
burla en esta sátira de 1758. ciencia; y si arte, si era mecánico o liberal. Otro en ins-
La obra fue prohibida por la truirle si era lo mismo saber cortar que saber coser,
Inquisición y circuló de for- saber coser que saber desvirar3, o si para cada una de
ma clandestina.
estas operaciones era menester4 un hábito o instruc-
ción científica que las dirigiese.
—Señor, que yo quiero aprender a hacer zapatos. ¿Qué es lo mejor y lo peor de la
—Espérate, tonto, ¿cómo has de saber hacerlo, si no educación de nuestra época?
sabes si el objeto del arte zapateril es el zapato que
realmente se calza, o aquel que se representa en la ima-
ginación, como idea del que después se ha de hacer? 1
sancionar ratificar, autorizar;
2
—Señor, yo no quiero hacer zapatos imaginarios, égida protección, defensa;
3
sino estos que se palpan, se tocan y se calzan. desvirar recortar el sobrante de la
suela del zapato después de coserla;
José Francisco de Isla: Fray Gerundio de Campazas 4
ser menester ser necesario.
alias Zotes, Espasa

29
Siglo xix

D
urante el siglo xix, el mundo occidental vivió importantes cambios
económicos, tecnológicos y sociales. En España la industrialización
fue más lenta que en otros países europeos, pero poco a poco el
sistema agrario tradicional dio paso a otro de carácter urbano y mecanizado.

El trabajo industrial
Pero no tardó en encariñarse con la Fábrica, en sentir
Pardo Bazán narra los cam-
ese orgullo y apego inexplicables que infunde la colec- Camille Pissarro: El río Oise cerca de
bios sociales que provoca la
industrialización, como la tividad y la asociación, la fraternidad del trabajo. Fue Pontoise, Clark Art Institute, Williamstown
emancipación de la mujer y conociendo los semblantes que la rodeaban, tomándo-
Este paisaje impresionista nos muestra el
la organización de los traba- se interés por algunas operarias, señaladamente por avance de la industrialización en un mundo
jadores. La protagonista es una madre y una hija que se sentaban a su lado. [...] que todavía es fundamentalmente rural. Pis-
Amparo, empleada en una sarro pinta aquí una fábrica situada frente a
fábrica de tabacos. Otra causa para que Amparo se reconciliase del todo su casa y la presenta integrada en el paisaje,
con la Fábrica, fue el hallarse en cierto modo emanci- sin romper la armonía de la naturaleza. La
pada y fuera de la patria potestad desde su ingreso. Es técnica impresionista del pintor, con sus rápi-
dos toques de color para captar el brillo de la
verdad que daba a sus padres algo de las ganancias, luz, era tan moderna en aquel momento como
pero reservándose buena parte; y como la labor era a el tema de la obra.
destajo1, en las yemas de los dedos tenía el medio de
acrecentar sus rentas, sin que nadie pudiese averiguar
si cobraba ocho o cobraba diez.
Emilia Pardo Bazán: La tribuna, Biblioteca Castro ¿Has sentido alguna vez ese
orgullo de formar parte de un
Dos modelos enfrentados grupo o un equipo?
—¿Y qué le parece al señor don José nuestra querida
En España, el conflicto en-
ciudad de Orbajosa? —preguntó el canónigo, cerran-
tre progreso y tradición
(“querella entre los anti- do fuertemente el ojo izquierdo, según su costumbre
guos y los modernos”) se mientras fumaba.
prolongó mucho más que —Todavía no he podido formar idea de este pueblo
en los países del centro y el —dijo Pepe—. Por lo poco que he visto, me parece
norte de Europa, como re-
fleja este texto de 1876.
que no le vendrían mal a Orbajosa media docena de
grandes capitales dispuestos a emplearse aquí, un par
de cabezas inteligentes que dirigieran la renovación de
este país, y algunos miles de manos activas. […]
—En tantos años que llevo de residencia en Orbajosa
—dijo el clérigo, frunciendo el ceño— he visto llegar
aquí innumerables personajes de la Corte2, traídos unos
¿Te gustan los cambios o te cuesta
por la gresca3 electoral, otros por visitar algún abando-
adaptarte a ellos?
nado terruño o ver las antigüedades de la catedral, y to-
dos entran hablándonos de arados ingleses, de trillado-
ras mecánicas, de saltos de aguas, de bancos y qué sé yo
cuántas majaderías. El estribillo es que esto es muy
malo y que podía ser mejor. Váyanse con mil demonios;
que aquí estamos muy bien sin que los señores de la
Corte nos visiten, y mucho mejor sin oír ese continuo
clamoreo de nuestra pobreza y de las grandezas y mara-
1
villas de otras partes. Más sabe el loco en su casa que el a destajo cobrar en función de lo
cuerdo en la ajena, ¿no es verdad, señor don José? que se produce; 2la Corte Madrid;
3
gresca disputa.
Benito Pérez Galdós: Doña Perfecta, Espasa

30
Fin de siglo

E
ste es un período marcado por la insatisfacción y el pesimismo que ge-
nera la profunda crisis nacional. Mientras algunos autores aún confían
en el progreso y la renovación como las únicas armas que pueden resol-
ver “el problema de España”, para otros la respuesta está en épocas anteriores
y buscan mantener la esencia nacional a salvo de innovaciones.

Hágase la luz (eléctrica)


Ahora, por lo que veo en muchas familias, los jóvenes Joaquín Sorolla: Una investigación,
Algunos escritores de la épo- Museo Sorolla, Madrid
tienen su cuarto de estudio. En mi tiempo no había
ca opinan que el progreso
técnico puede contribuir a la eso. La instalación de la clase media era un poco míse- Este cuadro retrata al doctor Simarro concen-
mejora de la sociedad. Es el ra. Los chicos estudiaban en el comedor, ante la luz trado en su trabajo y rodeado por sus colegas.
La única fuente de luz en la escena es la lám-
caso de Baroja, que en su del quinqué1 de petróleo y, a veces, de la candileja2 de
para que cuelga sobre la mesa. Sorolla hace
discurso de ingreso en la aceite. Las casas tenían entonces pocas comodidades: así un doble homenaje: por un lado, a la cien-
Real Academia analizaba las no había cuarto de baño, pocas estufas, y mucho me- cia y al progreso, de los que era firme partida-
ventajas de la electricidad. rio; y, por otro, al uso de la luz de maestros
nos calefacción central. Se leía y se escribía, en el rigor
como Velázquez, que se sirvieron del claros-
del invierno, al calor del brasero. La luz eléctrica ha curo para crear grandes obras de arte.
influido mucho en la vida y, sobre todo, en las ideas
de la gente. En uno de aquellos clásicos comedores de
hace más de cincuenta años, con su papel un poco
ajado, con alguna estampa o algún cromo en las pare- ¿Qué invento de nuestra época
des y su lámpara mortecina3 y triste, no se podían crees que influye más en la vida
tener más que ideas descentradas y románticas. y las ideas de la gente?
En las calles de las ciudades ha sucedido lo mismo, y los
focos de luz eléctrica han disipado muchas nieblas y os-
curidades de la cabeza de los hombres. Recuerdo haber
ido a París a final del siglo xix. En casi todos los hoteles
del Barrio Latino se usaban todavía velas y lámparas de
petróleo y, como correspondiendo a esta iluminación,
había bohemios y tipos extravagantes y misteriosos.
Años después, al dominar la electricidad, toda la fauna
rara y absurda desapareció de las calles parisienses,
como las lechuzas y los búhos a la luz del sol.
Pío Baroja: Discurso de ingreso en la Real Academia
de la Lengua, Biblioteca Nueva

La grandeza de las ideas


Yo aplaudo a los hombres sabios y prudentes que nos
Otros autores, como Ángel
han traído el telescopio y el microscopio, el ferrocarril
Ganivet, temen que el pro-
greso técnico termine con y la navegación por medio del vapor, el telégrafo y el ¿Hay algún juego, objeto o
el idealismo y el razona- teléfono, el fonógrafo, el pararrayos, la luz eléctrica y costumbre de tu infancia que ya no
miento filosófico puro. los rayos X; a todos se les debe de agradecer los malos exista y eches de menos?
ratos que se han dado, […]; pero digo también que
cuando acierto a levantarme siquiera dos palmos so-
bre las vulgaridades rutinarias que me rodean y siento 1
quinqué lámpara de petróleo;
2
el calor y la luz de alguna idea grande y pura, todas candileja vaso pequeño con
esas bellas invenciones no me sirven para nada. combustible y mecha; 3mortecina
tenue, débil, sin vigor.
Ángel Ganivet: Iderarium español, Biblioteca Nueva

31
FELICES AÑOS 20

E
stos años se corresponden con un gran progreso científico y cultural,
que se refleja en las obras literarias de la época. A pesar de la inestabi-
lidad política y económica, fueron años de optimismo, experimentación
artística y avances sociales, como el acceso de la mujer a espacios de la vida
pública que hasta entonces estaban reservados a los hombres.

Educar para la igualdad


Soy feminista; me avergonzaría de no serlo, porque
La pedagoga María de Maez-
creo que toda mujer que piensa debe sentir el deseo
tu trabajó para mejorar la
educación de las mujeres. de colaborar, como persona, en la obra total de la
Entre 1915 y 1936 dirigió la cultura humana. Y esto es lo que para mí significa,
Residencia de Señoritas, el en primer término, el feminismo: es, por un lado, el
equivalente femenino a la derecho que la mujer tiene a la demanda de trabajo
Residencia de Estudiantes. cultural y, por otro, el deber en que la sociedad se
halla en otorgárselo. Justo es proclamar muy alto lo Maria Blanchard: Mujer con guitarra,
Museo Reina Sofía, Madrid
que ya en repetidas veces se ha dicho: los mayores
enemigos del feminismo no son los hombres, sino Aunque no son tan conocidas como sus com-
las mujeres: unas por temor, otras por egoísmo. Las pañeros varones, las mujeres participaron en
todas las vanguardias artísticas de principios
primeras, al oír hablar de emancipación, de inde- del siglo xx. Es el caso de la pintora cántabra
pendencia económica, no ven tras de esos tópicos María Blanchard, que se trasladó a París y se
sugestivos más que la perspectiva triste de ganarse integró en el movimiento cubista. La Residen-
cia de Señoritas dirigida por María de Maeztu
la vida trabajando a jornal en las industrias, vícti- también contribuyó a formar a otras artistas.
mas de una explotación miserable. [...] Las segun-
das no quieren oír hablar de emancipación econó-
mica, porque lo único que desean es encontrar un ¿Cuáles son hoy los principales
marido en ventajosas condiciones, cosa que se hace obstáculos para la igualdad entre
más difícil si las mujeres demandan un puesto en la hombres y mujeres?
economía social. Para unas y otras el feminismo no
es una idea liberadora, sino una promesa de esclavi-
tud. Por eso, la primera tarea a realizar es la de pre-
parar a nuestras mujeres, y claro está que yo confío,
como único y exclusivo medio, en la educación, que
al salvar las sustancias ideales que lleva dentro, ig-
noradas por ella misma, le dará fuerza para descu-
brir nuevos mundos, no sospechados hasta ahora.
María de Maeztu: Lo único que pedimos,
La mujer moderna

Un progreso desequilibrado
Vivimos en un tiempo que se siente fabulosamente
Algunos pensadores advier-
capaz para realizar, pero no sabe qué realizar. Domi-
ten del desfase entre el
enorme progreso científico na todas las cosas, pero no es dueño de sí mismo. Se
y el débil desarrollo moral siente perdido en su propia abundancia. Con más ¿Qué aspectos de la vida no se
de la Europa del momento. medios, más saber, más técnicas que nunca, resulta pueden resolver con tecnología?
que el mundo actual va como el más desdichado que
haya habido: puramente a la deriva.
José Ortega y Gasset: La rebelión de las masas, Espasa

32
Guerra y posguerra

L
a Guerra Civil y la posguerra hicieron retroceder al país en todos los ám-
bitos, desde la economía hasta la cultura. El exilio, el aislamiento inter-
nacional y la férrea represión impuesta por el nuevo régimen, que anuló
las libertades civiles y los derechos sociales conquistados en la etapa anterior,
marcan una época en la que el progreso es, como mucho, una ilusión.

El tiempo detenido
Fernando: (Abrazándola por el talle.) Carmina, des-
En el primer fragmento, una
de mañana voy a trabajar de firme por ti. Quiero
pareja hace planes de futuro
que no se cumplirán. Treinta salir de esta pobreza, de este sucio ambiente. Salir
años después, los hijos repi- y sacarte a ti. Dejar para siempre los chismorreos,
ten, de forma casi idéntica, las broncas entre vecinos... Acabar con la angustia
sus palabras. La obra refleja del dinero escaso, de los favores que abochornan
la impotencia de una clase como una bofetada, de los padres que nos abru-
trabajadora que no consigue
man con su torpeza y su cariño servil, irracional...
progresar: el tiempo pasa,
pero sus vidas no cambian. Carmina: (Reprensiva.) ¡Fernando! Jorge Oteiza: Construcción vacía, San
Sebastián
Fernando: Sí. Acabar con todo esto. ¡Ayúdame tú!
Esta obra fue premiada en la Bienal de Sao
Escucha: Voy a estudiar mucho, ¿sabes? Mucho.
Paulo en 1957, aunque no se instaló en San
Primero me haré delineante. ¡Eso es fácil! En un Sebastián hasta 2002. Oteiza, como muchos
año... Como para entonces ya ganaré bastante, es- artistas de vanguardia, estaba interesado en
la relación entre el volumen y el espacio. A la
tudiaré para aparejador. Tres años. Dentro de cua-
vez, su búsqueda de la abstracción está co-
tro años seré un aparejador solicitado por todos los nectada también con una vertiente espiritual
arquitectos. Ganaré mucho dinero. Por entonces tú y humanista, que expresa con el vacío lo que
no se puede decir con palabras ni imágenes.
serás ya mi mujercita, y viviremos en otro barrio, en
un pisito limpio y tranquilo. Yo seguiré estudiando.
¿Quién sabe? Puede que para entonces me haga in-
geniero. Y como una cosa no es incompatible con la
otra, publicaré un libro de poesías, un libro que ten-
drá mucho éxito...
[30 años después] ¿Cuáles son tus sueños
para el futuro?
Fernando, hijo: Carmina, voy a empezar en se-
guida a trabajar por ti. ¡Tengo muchos proyectos!
Saldré de aquí. Dejaré a mis padres. No los quiero. Y
te salvaré a ti. Vendrás conmigo. Abandonaremos
este nido de rencores y de brutalidad.
Carmina, hija: ¡Fernando!
Fernando, hijo: Sí, Carmina. Aquí sólo hay brutali-
dad e incomprensión para nosotros. Escúchame. Si
tu cariño no me falta, emprenderé muchas cosas. Pri-
mero me haré aparejador. ¡No es difícil! En unos
años me haré un buen aparejador. Ganaré mucho
dinero y me solicitarán todas las empresas construc-
toras. Para entonces ya estaremos casados... Tendre-
mos nuestro hogar, alegre y limpio..., lejos de aquí.
Pero no dejaré de estudiar por eso. ¡No, no, Carmina!
Antonio Buero Vallejo: Historia
de una escalera, Espasa

33
Camino a la democracia

E
n los años sesenta se inició en España un período de despegue econó-
mico que supuso el comienzo del significativo progreso social de las
siguientes décadas. Fueron factores determinantes en ese proceso la
industrialización progresiva, el crecimiento de las ciudades, las divisas en-
viadas por los emigrantes y las primeras oleadas de turistas.

Un país de anuncio
[...] basta la mirada neutra y vacua de Herr Smidt o
El texto parafrasea con ironía
monsieur Dupont uno de los doce millones y pico que
la retórica propagandística
del régimen sobre el auge del según estimaciones oficiales visitarán este año nues-
turismo y el acceso de las cla- tra patria atraídos por el ardor del sol el garboso pisar
ses trabajadoras a los bienes de las mujeres el emboque1 de los vinos la emoción
de consumo. La ausencia de viril de la corrida la belleza monacal del paisaje el bajo
signos de puntuación sirve al índice de los precios para apreciar la mejora de las
autor para transmitir el estilo
carreteras y los ferrocarriles la multiplicación de los
subjetivo de un monólogo
interior, en el que las ideas hoteles y restaurantes la proliferación de vehículos y La escopeta nacional (Luis García Berlanga)
salen de golpe. televisores signos claros rotundos del prodigioso Impala, 1978
despegue nadie puede negar ya en público que el
El cine español alcanzó sus mayores éxitos de
mercado de consumo aumenta y el país se industria- taquilla en los años sesenta y setenta gracias
liza entre 1935 y este año de gracia las producciones a comedias que reflejaban los cambios socia-
les que estaba viviendo el país. La mayoría de
básicas se han incrementado de manera espectacular
estas películas defendía los valores tradicio-
el 72 % de los españoles usan ropa interior de algo- nales, pero otras fueron abiertamente críti-
dón contra un 37 % durante la época de la República cas, como La escopeta nacional, en la que el
director Luis García Berlanga y el guionista
los zapatos sustituyen poco a poco a las humildes al- Rafael Azcona hacen un retrato mordaz de la
pargatas quienes iban a trabajar a pie lo hacen hoy día sociedad tardofranquista.
en bicicleta los ciclistas de antes se pasean en moto
los exmotoristas recorren triunfalmente el paisaje ur-
bano con una Seat 600 o un Renault 4CV en lugar del
incómodo y triste plato único los restaurantes exhi- ¿El progreso económico produce
siempre progreso social y cultural?
ben copiosísimas minutas2 convenientemente tradu-
cidas a varios idiomas la población obrera consume
leche y huevos y a veces hasta pollo los domingos [...]
Juan Goytisolo: Señas de identidad, Alianza

La llegada de la democracia
—Ya se lo dije. Le hablé de la necesidad de una nueva
Jóvenes militantes de un
política agraria, de una racionalización de cultivos…
partido político recorren El mundo rural y urbano ya
una remota zona rural para [...] No reaccionan, macho, están out, parecen esta-
tuas. No saben hacer la O con un canuto pero les jode no son tan distintos. ¿En qué
hacer propaganda electoral.
se diferencian hoy?
Delibes aborda en esta no- que alguien trate de enseñarles algo.
vela de 1978 las desigual-
Dani sacudió la cabeza:
dades que subsisten en la
España de la Transición. —Eso es precisamente lo que hay que arreglar —dijo.
—¿Cuál?
—Pues eso. Enseñarles a hacer la O con un canuto.
Volverles un poco más permeables. En una palabra,
lo de siempre: escuelas, escuelas y escuelas. 1
emboque gusto y sabor de un vino;
2
Miguel Delibes: El disputado voto del Señor Cayo, Destino minuta menú.

34
Actualidad

E l progreso científico y tecnológico ha hecho nuestra vida más fácil, pero tam-
bién plantea retos que la literatura contemporánea aborda en sus obras. Por
ejemplo, lograr que el desarrollo económico sea compatible con la protección
del medioambiente y que los derechos humanos se respeten en todo el mundo.

El planeta en riesgo
En Misent, en Xàbia, en Calp, en Benidorm, toda la
Muchos pensadores y cien-
vida ha hecho calor durante el verano. Pero el locutor
tíficos contemporáneos nos
advierten de los peligros de y los contertulios que participan en el programa se
un crecimiento sin control. refieren al progresivo calentamiento de la tierra pro-
En este fragmento, Chirbes vocado por la desaparición de la capa de ozono y re-
menciona dos de estos pro- fuerzan sus afirmaciones aportando datos que invi-
blemas: el cambio climático tan al pesimismo: las cada vez más amplias
y los excesos urbanísticos
oscilaciones térmicas derriten los hielos de la Antárti-
en la costa mediterránea.
da, que se quiebran convirtiéndose en flotantes ice-
bergs a la deriva […] Por lo que se refiere a España Ouka Leele: Cartel para los Veranos de la
(¿cómo nos afecta a nosotros el cambio climático?, Villa, Galería BAT, Madrid
pregunta un oyente), los contertulios hablan del Esta imagen de la fotógrafa Ouka Leele mues-
modo en que la sequía amenaza con desertizar en po- tra la naturaleza colándose en la ciudad de
cos decenios al menos un tercio de la península ibé- Madrid. La siesta, las frutas y la luz refuerzan
el aire caluroso de la imagen. La figura de la
rica, incluidos los bordes de la carretera por la que niña recuerda a Dionisio, dios griego del vino
este momento conduzco; desaparecerán las planta- y la fiesta. Aunque es una imagen optimista,
ciones de naranjos que crecen por detrás de los cha- también puede tener una lectura inquietante:
la humanidad dormida, satisfecha, ignora los
lés y los bloques de apartamentos, y el mar engulli- problemas que la rodean.
rá la primera línea de edificaciones. A ti todo eso te
da ya igual, Matías, y a mí me aburre la cháchara.
Rafael Chirbes: Crematorio, Anagrama ¿A qué estás dispuesto a renunciar
para conservar el planeta?
Hacia un progreso global

Hay demasiados sitios en los que [a las mujeres] se las


En nuestra época existen
trata no ya como a ciudadanas de segunda, sino como
aún profundas desigualda-
des entre unas sociedades a menores de edad permanentes, a prisioneras, a pro-
y otras, por ejemplo, en los piedades, a siervas, a animales de crianza o de carga,
derechos de las mujeres. a prostitutas particulares, a esclavas. [...] También los
hay, como se sabe, en los que se tirotea o envenena
a las niñas por ir a la escuela, por intentar aprender
algo, por negarse a languidecer en la oscuridad y la
ignorancia como todas las generaciones que las pre-
¿Cuáles crees que son
cedieron.
los principales retos
Javier Marías: Lo crucial y urgente, El País de nuestra época?

En pro del progreso


1. La idea de progreso significa la superación de la etapa ante- 2. La ciencia ficción es un género que imagina a dónde nos lleva el
rior. ¿Piensas que puede aplicarse al arte y la literatura? ¿Po- progreso científico y tecnológico. Busca al menos dos ejemplos
dríamos decir que cada época creativa es mejor que la ante- de libros o películas de ciencia ficción de épocas anteriores y
rior? Justifica tu respuesta a partir de los textos y las obras de compara el futuro que describen con nuestro presente. ¿En qué
arte de este bloque. acertaron? ¿En qué se equivocaron?

35
La crítica social

En nuestra sociedad actual es fácil ser crítico: nos ampara la libertad de expresión y contamos
con el altavoz de los medios digitales. Pero ¿imaginas cómo era quejarse del mal funcionamiento
de determinadas instituciones o denunciar los abusos de ciertas personas cuando publicar un
texto no estaba al alcance de todos y, además, existía la censura? Aun así, muchos escritores de
distintas épocas han reflejado en sus obras su descontento con la sociedad en la que vivían.

Y tú,
¿con qué
eres
crítico?

¿Qué critica
este grafiti?
Banksy: Maid in London, Londres

¿Te gustan las


canciones con
mensaje? Techo y comida (Juan Miguel del Castillo)
Diversa Audiovisual, 2015

Nach en concierto

36
Siglo xviii

L
os escritores ilustrados desean conseguir una sociedad más justa y racio-
nal. En sus obras critican aquellos aspectos de la realidad que pretenden
reformar, como la pereza, la censura, la falta de interés por las ciencias y
la cultura, la explotación del campesinado o la degradación de las costumbres.

Hoy como ayer


No me parece que mi nación esté en el estado que
Para criticar el atraso técni-
infieres de las cartas de Gazel, y según él mismo lo
co y moral de España, Ca-
dalso construye esta novela ha colegido de las costumbres de Madrid, y alguna
epistolar a partir de las car- otra ciudad capital. Deja que él te escriba lo que no-
tas que se envían dos per- tare en las provincias, y verás como de ellas deduces
sonajes marroquíes (Gazel que la nación es hoy la misma que era tres siglos ha.
y Ben-Beley) y uno español La multitud y variedad de trajes, costumbres, len-
(Nuño). En este fragmento,
guas y usos es igual en todas las Cortes por el con-
Nuño escribe a Ben-Beley
para rebatir algunas impre- curso de extranjeros que acude a ellas; pero las pro-
siones que le ha transmiti- vincias interiores de España, que por su poco
do Gazel sobre España. comercio, malos caminos, y ninguna diversión, no
tienen igual concurrencia1, producen hoy unos
hombres compuestos de los mismos vicios y virtu- Francisco de Goya: El pelele, Museo del
Prado, Madrid
des que sus quintos abuelos. Si el carácter español,
en general, se compone de religión, valor y amor a Esta pintura es el trabajo preparatorio para
su soberano por una parte, y por otra de vanidad, un tapiz que decoraría el despacho del rey
Carlos IV en El Escorial. Las cuatro mujeres
desprecio a la industria (que los extranjeros llaman participan en un juego popular de la época en
pereza) y demasiada propensión al amor; si este el que se manteaba a un muñeco. Detrás de la
conjunto de buenas y malas calidades componían el apariencia alegre de la escena muchos ven
una crítica política del escaso poder del rey,
carácter nacional de los españoles cinco siglos ha, el manipulado por su mujer y su entorno.
mismo compone el de los actuales. Por cada peti-
metre2 que se vea mudar de modas siempre que se
lo manda su peluquero, habrá cien mil españoles
que no han reformado un ápice en su traje antiguo.
Por cada español que oigas algo tibio en la fe, habrá
¿Crees que el “carácter nacional”
un millón que sacarán la espada si oyen hablar de
del que habla Cadalso sigue
tales materias. existiendo hoy?
José Cadalso: Cartas marruecas, Espasa

Desigualdad hereditaria
Miro y contemplo los trabajos duros
En este fragmento, el poeta
del triste labrador, su suerte esquiva,
denuncia las condiciones
de vida del campesinado y su miseria, sus lástimas, y aprendo
la falta de oportunidades entre los infelices a ser hombre. [...]
para sus hijos, condenados Él carece de pan; cércale hambriento
a la misma miseria. el largo enjambre de sus tristes hijos, ¿Qué puedes aprender
escuálidos, sumidos en miseria, poniéndote en el lugar de otros?
y acaso acaba su doliente esposa
de dar ¡ay! a la patria otro infelice,
víctima ya de entonces destinada 1
concurrencia afluencia de personas;
a la indigencia y del oprobio3 siervo. 2
petimetre que sigue la moda;
3
Juan Meléndez Valdés: “El filósofo en el campo”, oprobio afrenta, deshonra.
en Poesía española del siglo xviii, Cátedra

37
Siglo xix

L
a industrialización y la migración de las zonas rurales a las ciudades
en el siglo xix favorece la aparición de nuevas clases obreras, con pre-
carias condiciones de vida y trabajo, así como de una incipiente bur-
guesía que disputa el poder a la aristocracia. Los escritores denuncian estas
desigualdades sociales en numerosas novelas realistas y naturalistas.

La riqueza de los trabajadores


—No hay pobreza en la honradez, no hay honra
La protagonista de esta no-
como la del trabajo —afirmó Juan Bou—. ¿Tienes
vela de Galdós es Isidora
Rufete, una chica soñadora satisfechas tus necesidades? Sí. ¿Tienes hambre?
que se cree aristócrata y No. ¿Estás vestido? Sí. Pues eres tan rico como el
menosprecia a la clase tra- duque A o el conde B, o quizá más. […] Todo lo de-
bajadora en la que se ha más es superfluidad y lujo, es explotar al obrero, Eugène Delacroix: Huérfana en el
criado. Frente a ella, el per- cementerio, Museo del Louvre, París
chupar su sangre, alimentarse de su sudor bendito,
sonaje de Juan Bou repre-
comerse los refinados manjares amasados con las Esta obra es un estudio para un trabajo pos-
senta la fuerza y el orgullo terior; de ahí el estilo más suelto y natural,
del pueblo. lágrimas del pobre. Ved esos que andan por ahí,
que anticipa el arte realista que remplazará al
toda esa chusma de esos señores y holgazanes. ¿De romanticismo. El retrato muestra la maestría
qué viven? De nuestro trabajo. Ellos no labran la de Delacroix para plasmar las pasiones hu-
manas y dar un protagonismo no exento de
tierra, ellos no cogen una herramienta, ellos no ha-
épica a las clases humildes, personificadas
cen más que pasear, comer bien, ir al teatro y leer aquí en una huérfana desconocida.
libros llenos de bobadas… Comparémonos ahora.
Nosotros somos las abejas, ellos los zánganos; no-
sotros hacemos la miel, vienen ellos y se la comen.
Nos dejan las sobras, nos echan un pedazo de pan,
por lástima, como a los perros... Pero todo se anda-
rá, tunantes, todo se andará.
Benito Pérez Galdós: La desheredada, Cátedra ¿Qué puede aportarnos el trabajo,
aparte de dinero para vivir?
En busca de una líder
Aquel Gobierno maldito daba en la flor1 de no pa-
Esta novela, de estética na-
garles. […] El instinto que impele2 a los amotinados
turalista, denuncia las con-
diciones de trabajo en una a ponerse a las órdenes de alguien, aconsejó a las
tabacalera. Las operarias operarias del taller de cigarrillos arrimarse a Ampa-
quieren que Amparo, por ro buscando el calor de su tribunicia frase. Ha-
sus dotes oratorias, lidere lláronse chasqueadas: Amparo no dio fuego. Oyó a
su causa, pero ella tiene todas y convino con ellas en que, efectivamente, era
otras preocupaciones.
una picardía no pagarles lo suyo; y, ventilado este
punto, siguió liando pitillos, sin añadir arenga, exci-
tación, sermón político ni cosa que lo valiese. […]
Amparo tenía los dedos listos y una boca no más
¿Cuáles son las características que
que mantener; la crisis económica no podía impor-
debe reunir un buen líder?
tarle tanto como a las que reunían seis hijos, tres o
cuatro hermanos, familia dilatada, sin más recursos
que el trabajo de una mujer. El tiempo corría, y en
la tienda se cansaban de fiarles; se veían perdidas,
¿cómo salir del apuro? ¡A los angelitos no era cosa
de darles a comer las piedras de la calle! 1
dar en la flor tomar por costumbre;
Emilia Pardo Bazán: La Tribuna, Cátedra
2
impeler impulsar.

38
Fin de siglo

M
odernistas y noventayochistas tienen una actitud muy crítica con su
época, aunque desde distintas posturas ideológicas. En general, rei-
vindican otra escala de valores, más espiritual y menos material, y
rechazan el modo de vida burgués que se está imponiendo.

Una llamada a la acción


Yo veo que todos hablamos de regeneración… que
Azorín critica la codicia, la Isidre Nonell: Pobres esperando la sopa,
todos queremos que España sea un pueblo culto y
hipocresía, el egoísmo y la Monasterio de Montserrat
abulia de los españoles. En laborioso… pero no pasamos de estos deseos plató-
este texto, el escritor anima nicos… ¡Hay que marchar! Y no se marcha… los vie- Este cuadro de finales del siglo xix retrata un
a actuar contra el atraso so- jos son escépticos… los jóvenes no quieren ser ro- grupo de indigentes que espera una comida
de caridad. Sin necesidad de mostrar sus ros-
cial, cultural, industrial y mánticos… El romanticismo era, en cierto modo, el tros con detalle, el pintor transmite una gran
científico del país. odio, el desprecio al dinero… y ahora es preciso en- expresividad a través de gruesas pinceladas y
riquecerse a toda costa… y para eso no hay nada colores intensos. Los personajes aparecen
cabizbajos y resignados, sin dar muestras de
como la política… y la política ha dejado de ser ro- rebeldía ni de camaradería entre ellos.
manticismo para ser una industria, una cosa que
produce dinero, como la fabricación de tejidos, de
chocolates o de cualquier otro producto… Todos
clamamos por un renacimiento y todos nos senti-
dos amarrados en esta urdimbre1 de falseamientos.
¡El reino de la justicia no puede venir por una iner-
cia y una pasividad suicidas! Contemplar inertes
cómo las iniquidades se cometen, es una inmorali-
dad enorme. ¿Por qué hemos de sufrir, resignados,
que la violencia se cometa?
José Martínez Ruiz, “Azorín”: La voluntad, Castalia ¿Qué podemos hacer para tener
un mundo más justo?
La luz de la familia
El sol también alumbra, quizás demasiado; pero el
En esta época la electrici-
dad comienza a instalarse
sol no depende de nosotros. [...] Mientras que la luz
tanto en el alumbrado pú- que nosotros creamos y pagamos nos hace responsa-
blico de las ciudades como bles, y nos obliga a ver antes qué es lo que vamos a
dentro de las casas. Ganivet alumbrar. Por lo tanto, el criterio que me parece de-
teme su efecto en las rela- bía regir en esta materia es el de asearse y embelle-
ciones familiares. cerse en primer término, y elegir después aquel siste-
ma de alumbrado que dé más luz por menos dinero.
Y para no romper del todo con el aceite, creo también
que se debía continuar utilizándolo en el interior de
las casas. [...] El antiguo hogar no estaba constituido
solamente por la familia, sino también por el brasero ¿Qué te gusta de las reuniones
y el velón2, que con su calor escaso y su luz débil obli- familiares y qué cambiarías?
gaban a las personas a aproximarse y a formar un
núcleo común. Poned un foco eléctrico y una estufa
que iluminen y calienten toda una habitación por
igual, y habéis dado el primer paso para la disolución
de la familia.
1
Ángel Ganivet: Granada la bella, urdimbre trama; 2velón lámpara
www.cervantesvirtual.com de metal para aceite.

39
FELICES AÑOS 20

L
os movimientos vanguardistas rechazan las convenciones morales y artís-
ticas burguesas, pero en general su rebelión contra el sistema está más
centrada en la innovación formal que en la denuncia social. No obstante,
sí hay algunos ejemplos significativos de obras que, a la vez que renuevan las
formas de expresión literaria, critican la situación del país.

Contra todos
El ministro: Amigo Max, yo no estoy enterado de
Esta sátira mordaz expresa
nada. ¿Qué ha pasado, Dieguito?
un rechazo total a la socie-
dad española de principios Dieguito: Como hay un poco de tumulto1 callejero,
del siglo xx. Desde los inte- y no se consienten grupos, y estaba algo excitado el
lectuales hasta los políti- maestro...
cos, todos están afectados Hannah Höch: Corte con el cuchillo de
por la perversión de los Max: He sido injustamente detenido, inquisitorial- cocina, Staatliche Museen, Berlín
valores que critica Valle- mente torturado. En las muñecas tengo las señales.
Inclán a través del poeta Los dadaístas, como Hannah Höch, empeza-
[…] ron a utilizar el fotomontaje tras la Primera
bohemio Max Estrella.
El ministro: ¡No has cambiado!... Max, yo no Guerra Mundial. Mediante la yuxtaposición
de formas y contenidos buscan nuevos signi-
quiero herir tu delicadeza, pero en tanto dure aquí, ficados que reflejen sus ideas políticas. Al
puedo darte un sueldo. igual que ocurre con el esperpento de Valle-
Inclán, estos artistas pensaban que un retrato
Max: ¡Gracias! deformado y grotesco de la sociedad podía
revelar mucho mejor su esencia.
El ministro: ¿Aceptas?
Max: ¡Qué remedio!
El ministro: Tome usted nota, Dieguito. ¿Dónde
vives, Max?
Max: Dispóngase usted a escribir largo, joven
maestro: Bastardillos, veintitrés, duplicado, Escale-
ra interior, Guardilla B. Nota. Si en este laberinto
hiciese falta un hilo para guiarse, no se le pida a la
portera, porque muerde.
El ministro: ¡Cómo te envidio el humor!
Max: El mundo es mío, todo me sonríe, soy un ¿Qué ejemplos actuales conoces
hombre sin penas. de humor con crítica social?
El ministro: ¡Te envidio!
Max: ¡Paco, no seas majadero!
El ministro: Max, todos los meses te llevarán el
haber2 a tu casa. ¡Ahora, adiós! ¡Dame un abrazo!
Max: Toma un dedo, y no te enternezcas.
El ministro: ¡Adiós, Genio y Desorden!
Max: Conste que he venido a pedir un desagravio
para mi dignidad, y un castigo para unos canallas.
Conste que no alcanzo ninguna de las dos cosas, y
que me das dinero, y que lo acepto porque soy un 1
tumulto alboroto; 2haber
canalla. No me estaba permitido irme del mundo sueldo; 3fondo de los Reptiles
sin haber tocado alguna vez el fondo de los Reptiles3. partida económica reservada para
gastos ilícitos.
Ramón del Valle-Inclán: Luces de bohemia, Espasa

40
Guerra y posguerra

E
n la primera etapa de la dictadura, a pesar de la represión y la censura, hay
muchos ejemplos de literatura social tanto en la poesía como en la prosa.
Son obras que reflejan la preocupación por la situación de España, la mi-
seria moral y material, las injusticias y la búsqueda de la libertad.

Hambre y tristeza
Por entonces empezaba a hacerse preciso salir fuera
Esta novela, cuya publica-
de la ciudad, a los pueblecillos, en busca de alimen-
ción en 1949 fue prohibida
por la censura, relata la tos, conseguidos casi al asalto. La ciudad era pobre,
Guerra Civil en Barcelona estaba despojada. El hambre iba dejando su sombra
desde el punto de vista de viscosa, más ancha a medida que pasaban los días
una familia acomodada. como una gran mancha siniestra. Elena aprendió a
Buscar alimentos en la ciu- cambiar, por un saco de garbanzos, objetos de valor
dad y en sus alrededores se Pablo Picasso: Mujer llorando, Tate Gallery,
y mérito. Una a una sus joyas desaparecían, y cada
convierte en una tarea fun- Londres
damental para Elena, la ma- día el dinero perdía poder adquisitivo. Era aquel un
dre; María, la criada; y mal sueño del que no acababa de despertar. Poco a Picasso hizo este cuadro en 1937, en la misma
Eduardo, el hijo menor. poco fue agotándose su llanto. Ella y María, que, a época que el Guernica. En el rostro agrietado
de esta mujer, destrozado de tanto llorar, se
pesar de no ser retribuida, no la abandonaba, salían refleja el horror de la guerra. El pintor mala-
de la ciudad en trenes atiborrados. […] gueño no retrata a una mujer, sino a cualquier
mujer: convierte la figura en un símbolo dra-
Pasó el tiempo. Día tras día, la ciudad fue apagán- mático, expresivo, que transmite humanidad
dose. Un nuevo aspecto, sucio y miserable, se des- y compasión por todos los que sufren.
cubría ante los ojos de Eduardo. Una ciudad despo-
jada, herida. Las tiendas pequeñas, vacías, los
almacenes cerrados, los hombres en el frente. Ya no
se veían desfilar puño en alto a las mujeres vestidas
de soldado. El ejército se ajustó a una disciplina, y
sus columnas uniformadas, sombrías, nada tenían
que ver con las patrullas de los primeros tiempos.
Una sombra triste, húmeda, iba cubriendo la ciu-
dad. Los edificios oficiales tenían ahora un aire si- ¿En qué se parece esta
niestro. Las matanzas acrecían, pero sistematiza- descripción a las guerras que ves
das, bajo un barniz de legalidad. No se traslucía una en películas o en las noticias?
gota de sangre, un incendio. Un silencio cruel, opre-
sor. Como producido por golpes sin ruido.
Ana María Matute: Luciérnagas, Cátedra

Lo último que se pierde


Si he sufrido la sed, el hambre, todo
En este fragmento, el poeta
lo que era mío y resultó ser nada,
denuncia el hambre y la fal-
ta de libertad de la posgue- si he segado las sombras en silencio,
rra con una actitud desa- me queda la palabra.
fiante: la palabra (aunque Si abrí los labios para ver el rostro
no se escuche) no se la pue-
puro y terrible de mi patria,
den quitar. ¿Contar lo que te pasa te ayuda
si abrí los labios hasta desgarrármelos, a superar los problemas?
me queda la palabra.
Blas de Otero: “En el principio”
en Pido la paz y la palabra, Lumen

41
Camino a la democracia

E
l desarrollo económico a partir de los años sesenta no va acompañado
de una apertura política. La oposición al régimen crece en diversos ám-
bitos, entre ellos el de la cultura. Muchos escritores denuncian en sus
obras que la prosperidad material de esta incipiente sociedad de consumo no
significa nada si no hay libertad.

Todo es mentira
Asel: ¿Quieres volver a la Fundación?
Esta obra de 1974 critica la
represión oculta bajo la Tomás: Ya sé que no era real. Pero me pregunto si el
apariencia de normalidad. resto del mundo lo es más… También a los de fuera
Los reclusos de una cárcel se les esfuma de pronto el televisor, o el vaso que
viven la ficción de estar en querían beber, o el dinero que tenían en la mano…
una “fundación” para así
O un ser querido… Y siguen creyendo, sin embargo,
sobrellevar la realidad.
en su confortable Fundación… Y alguna vez, desde
Richard Lindner: Teléfono, Kunsthalle
lejos, verán este edificio y no se dirán: es una cárcel. Nürnberg, Núremberg
Dirán: parece una Fundación… Y pasarán de largo.
Esta obra de 1966 recuerda a la publicidad
Asel: Así es. por los tonos vivos y la trivialidad de la esce-
Tomás: ¿No será entonces igualmente ilusorio1 el na, una llamada de teléfono. Pero el matiz
crítico se aprecia en la representación fría y
presidio? Nuestros sufrimientos, nuestra condena… estática de los seres humanos. Son figuras
emocionalmente aisladas, marionetas que,
Asel: ¿Y nosotros mismos?
sin saberlo, forman parte de una función en la
Tomás: (Desvía la vista.) Sí. Incluso eso. que otros mueven los hilos.

Asel: Todo, dentro y fuera, como un gigantesco ho-


lograma2 desplegado ante nuestras consciencias,
que no sabemos si son nuestras, ni lo que son. Y tú
un holograma para mí, y yo, para ti, otro… ¿Algo
así?
Tomás: Algo así.
La publicidad muestra a
[...] menudo una realidad idealizada.
Asel: Tal vez todo sea una inmensa ilusión. Quién ¿Por qué crees que lo hace?
sabe. Pero no lograremos la verdad que esconde
dándole la espalda, sino hundiéndonos en ella. (Con
una penetrante mirada.) Y yo sé lo que te pasa en este
momento.
Tomás: (Trémulo3.) ¿El qué?
Asel: No es que desprecies la evasión como otra
fantasía, sino que te acobardan sus riesgos. No es
desdén ante un panorama quizá ficticio, sino temor
[…] Estabas asustado… Te inventaste un mundo de
color de rosa. No creas que demasiado absurdo…
Estos presidios de metal y rejas también mejorarán.
Sus celdas tendrán un día televisor, frigorífico, li-
bros, música ambiental… A sus inquilinos les pare-
1
cerá la libertad misma. Habrá que ser entonces muy ilusorio engañoso, irreal;
inteligente para no olvidar que se es un prisionero.
2
holograma imagen tridimensional
creada mediante la luz; 3trémulo
Antonio Buero Vallejo: La fundación, Espasa que tiembla.

42
Actualidad

L a crisis económica de principios del siglo xxi ha generado desconfianza


en la clase política y desencanto por el sistema en general. Muchas perso-
nas se sienten desubicadas y cuestionan los valores que rigen la sociedad
actual, ya sea desde las redes sociales, desde la calle o desde la literatura.

El corazón indomable
Te lo pregunto porque tú eres un campeón de la ci-
Este texto teatral contem-
vilización.
poráneo es una dura crítica
contra todas las institucio- Y yo desconfío muchísimo de los campeones de la
nes y organizaciones socia- civilización. […]
les. No obstante, aún man-
tiene un atisbo de confianza Las mayores barbaries se han cometido en nombre
en los individuos. de la honradez.
Te revestirás de humildad para disimular tu orgullo Louise Bourgeois: Mamá, Museo
y tu soberbia. Guggenheim, Bilbao

Los campeones de la civilización sois expertos en el La madre de Bourgeois era tejedora y por eso
disimulo. la escultora elige la araña para simbolizar la
maternidad. La gigantesca araña es una figu-
Expertos en levantar organizaciones para disimular ra ambigua, tan frágil y tan fuerte como el hilo
la ferocidad humana que es vuestra propia feroci- de seda con el que protege sus huevos y cap-
tura a sus presas. Sus largas patas parecen
dad. ofrecer una guarida, pero también una jaula.
Expertos en justificar cualquier acto para disimular ¿Es protectora o peligrosa? La interpretación
está abierta y depende de cada uno.
que no existe justificación posible.
Así que de los campeones de la civilización desconfío.
Más bien confío en la protesta individual, en la deses-
peración individual. ¿Qué ventajas tiene unirse para
En el tipo que se quema a lo bonzo porque ya no lograr un objetivo común?
puede más.
¿Sabes una cosa, campeón?
Ninguna palabra impuesta desde la ideología vale
tanto como el corazón indomable, dividido y conde-
nado de un individuo.
Me declaro disidente1.
Me declaro disidente de la participación, me declaro
disidente de la pertenencia, me declaro disidente de
la asamblea, me declaro disidente del bien común.
Si todos conociésemos lo que es el bien, tocaríamos
el piano igual que se respira.
1
disidente que se separa de la
Angélica Liddell: Maldito sea el hombre que confía
creencia común.
en el hombre: un projet d’alphabétisation, La uña rota

Espíritu crítico
1. Como has podido ver en los textos seleccionados, la protesta con- 2. Una de las principales funciones de los géneros de opinión perio-
tra el sistema social se ha dado en todos los momentos históricos. dísticos es la crítica social. Busca ejemplos actuales en columnas,
¿Qué fragmento de épocas anteriores te parece de mayor actuali- artículos, editoriales o viñetas de humor gráfico.
dad? Elige uno y explica su vigencia comparándolo con una pelí- 3. ¿Con qué aspectos de nuestra sociedad actual te muestras crítico?
cula, serie o canción actual que haga una crítica similar. ¿Son problemas recientes o vienen de épocas anteriores?

43
Apéndice
Cómputo silábico

Observa que en las composiciones en verso (unidad métrica formada por cada una de las líneas que componen un poema)
es importante la rima, es decir, los sonidos que se repiten en las últimas sílabas de cada verso, y el número total de sílabas
que los forman.

La rima
La rima es la repetición de sonidos a partir de la última vocal acentuada. Existen dos tipos de rima:

Rima consonante Rima asonante

Solo se repiten las vocales.


Se repiten tanto vocales
como consonantes. Los versos impares que no tienen rima
ni consonante ni asonante se llaman sueltos.

Por el cinco de enero, A La luna vino a la fragua –


cada enero ponía B con su polisón de nardos. a
mi calzado cabrero A El niño la mira, mira. –
a la ventana fría. B El niño la está mirando. a
Miguel Hernández Federico García Lorca

El número de sílabas

En función del número de sílabas, los versos se clasifican en dos grupos:


• De arte menor. Son los versos que cuentan con ocho sílabas o menos. Cuando nos referimos a la rima de los versos de
arte menor, utilizamos letras minúsculas.
• De arte mayor. Son los versos que tienen más de ocho sílabas. Al hablar de la rima de los versos de arte mayor emplea-
mos letras mayúsculas.
Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas reglas especiales a la hora de contar el número de sílabas de un verso:
Si una palabra acaba en vocal y la siguiente comienza también por vocal, las dos se unen y se cuentan como una
Sinalefa sola sílaba.
me e-vo-cáis-to-das-las-co-sas  8 sílabas

Si la última palabra es aguda, se cuenta una sílaba más.


co-mo a-be-jas-en-a-bril   7 + 1 = 8 sílabas
Si la última palabra es llana, mantiene el mismo número de sílabas.
Compensación silábica
vie-jas-mos-cas-per-ti-nen-tes   8 sílabas
Si la última palabra es esdrújula, se resta una sílaba.
Qué-ver-des-es-tán-tus-ár-bo-les  9 – 1 = 8 sílabas

Es un recurso métrico mediante el cual se separan en dos sílabas las vocales de una sílaba con diptongo.
Diéresis
Un-dia-man-te, in-ge-ni-o-sa-men-te.  11 sílabas

Recurso métrico que consiste en contar como una sola sílaba dos vocales contiguas pertenecientes a sílabas
Sinéresis diferentes.
Ál-za-la-gor-je-a-dor-al-ta-en-vo-lan-das  11 sílabas

44
Recursos literarios

Los recursos literarios son aquellos procedimientos lingüísticos o estilísticos que se apartan del modo común de hablar y que
generalmente se utilizan para dar mayor expresividad a la lengua.
Hay tres clases:

Recursos fónicos Juegan con los sonidos de las palabras para marcar el ritmo o para imitar la realidad.
Algunos recursos fónicos son:
Con el ala aleve del leve abanico.
Aliteración Repetición de un sonido para transmitir una sensación.
Rubén Darío

Consiste en colocar próximas dos palabras de sonido Es un notorio notario.


Paronomasia
parecido, pero de distinto significado. Francisco Umbral
Uco, uco, uco, uco.
Consiste en imitar los sonidos de los animales o de Abejaruco.
Onomatopeya
las cosas.
Federico García Lorca

Recursos gramaticales Juegan con la colocación y el orden de las palabras para marcar el ritmo.
Algunos recursos gramaticales son:

¿Qué es la vida? Un frenesí.


Repetición de una o más palabras al principio de uno ¿Qué es la vida? Una ilusión.
Anáfora
o más versos.
Miguel de Unamuno
El tiempo lame y roe y pule y mancha y muerde.
Polisíndeton Repetición de conjunciones para dar un ritmo lento.
Gloria Fuertes
A Dafne ya los brazos le crecían.
Hipérbaton Consiste en la ruptura del orden lógico de una oración.
Garcilaso de la Vega

Recursos semánticos Juegan con el significado de las palabras para transformar la lengua cotidiana
en literaria. Algunos recursos semánticos son:

Antítesis o Consiste en enfrentar actitudes, acciones o conceptos Tan corto fue su amor y tan largo mi olvido.
contraste contrarios. Pablo Neruda

Consiste en alterar la agrupación de las sílabas de una Con dados hacen condados.
Calambur
o más palabras de manera que cambie su significado. Francisco de Quevedo
Érase un hombre a una nariz pegado.
Hipérbole Exageración con fines expresivos.
Francisco de Quevedo
Todas las casas son ojos
Consiste en la identificación de dos términos que resplandecen y acechan.
Metáfora
que tienen alguna semejanza.
Miguel Hernández
El ojo que ves no es
Expresión aparentemente contradictoria que invita ojo porque tú lo veas;
Paradoja es ojo porque te ve.
a la reflexión.
Antonio Machado
Estrellas hay que saben mi cuidado
Atribución de características humanas a objetos y se han regalado con mi pena.
Personificación
y animales.
Francisco de la Torre
Cuando contemplo tu cuerpo extendido
Símil o Consiste en una comparación de dos objetos como un río que nunca acaba de pasar.
comparación o realidades.
Vicente Aleixandre

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Apéndice
La estrofa

Una estrofa es un grupo de varios versos generalmente dispuestos según un esquema fijado, y cuya estructura suele repetir-
se a lo largo de la composición.

Clase
Forma estrófica N.º de versos Esquema Ejemplo
de rima
La primavera ha venido.
Consonante Nadie sabe cómo ha sido.
Pareado 2 AA / aa / Aa / aA
o asonante Antonio Machado

Coged de vuestra alegre primavera


ABA el dulce fruto, antes que el tiempo airado
Terceto 3 Consonante (generalmente versos cubra de nieve la hermosa cumbre.
endecasílabos) Garcilaso de la Vega

Y todo el coro infantil


abab
va cantando la lección:
Cuarteta 4 Consonante (versos de arte menor, “mil veces ciento, cien mil;
generalmente mil veces mil, un millón”.
octosílabos) Antonio Machado

Era un aire suave, de pausados giros;


ABAB el hada Harmonía ritmaba sus vuelos;
Serventesio 4 Consonante (versos de arte mayor, e iban frases vagas y tenues suspiros
generalmente entre los sollozos de los violonchelos.
endecasílabos) Rubén Darío

¿Qué humor puede ser más raro


abba que el que, falto de consejo,
Redondilla 4 Consonante (versos de arte menor, él mismo empaña el espejo,
generalmente y siente que no esté claro?
octosílabos) Sor Juana Inés de la Cruz

¡Dime qué dices, mar, qué dices, dime!


ABBA Pero no me lo digas; tus cantares
Cuarteto 4 Consonante (versos de arte mayor, son, con el coro de tus varios mares
generalmente una voz sola que cantando gime.
endecasílabos) Miguel de Unamuno

Traigo un mester hermoso, no es de juglaría,


es mester sin pecado, pues es de clerecía
AAAA hacer frases rimadas por la cuaderna vía,
Cuaderna vía 4 Consonante
(versos alejandrinos) con sílabas contadas, lo que es gran maestría.
Libro de Alejandro

Hasta que el pueblo las canta,


–a–a las coplas, coplas no son,
Copla 4 Consonante (versos de arte menor, y cuando las canta el pueblo
generalmente ya nadie sabe el autor.
octosílabos) Manuel Machado

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Clase
Forma estrófica N.º de versos Esquema Ejemplo
de rima
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son, que en un momento
aplacase la ira
Lira 5 Consonante 7a, 11B, 7a, 7b, 11B del animoso viento,
y la furia del mar y el movimiento.
Garcilaso de la Vega

Esos reyes poderosos


que vemos por escrituras
ya pasadas,
Copla de pie con casos tristes, llorosos,
6 Consonante 8a, 8b, 4c, 8a, 8b, 4c
quebrado fueron sus buenas venturas
trastornadas.
Jorge Manrique

¿Quién pensara jamás, Teresa mía,


que fuera eterno manantial de llanto,
tanto inocente amor, tanta alegría,
tantas delicias, y delirio tanto?
ABABABCC ¿Quién pensara jamás llegase un día,
Octava real 8 Consonante
(versos endecasílabos) en que perdido el celestial encanto,
y caída la venda de los ojos,
cuanto diera placer causara enojos?
José de Espronceda

Un soneto me manda hacer Violante,


que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
ABBA, ABBA, CDC, mas si me veo en el primer terceto
Soneto 14 Consonante DCD no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando
(versos endecasílabos)
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
Lope de Vega

¿Ese es el valor, Tenorio,


de que blasonas? ¿Esa es
la proverbial osadía
que te da el vulgo a temer?
Romance ¿Con viejos y con doncellas
– a – a – a… la muestras…? ¿Y para qué?
(forma no Indeterminado Asonante
estrófica) (versos octosílabos) ¡Vive Dios!, para venir
sus plantas así a lamer
mostrándote a un tiempo ajeno
de valor y de honradez.
José Zorrilla

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La Antología literaria para 4.º de ESO parte del Proyecto Editorial de Educación Secundaria de SM.
En su realización ha participado el siguiente equipo:
Autoría
Carmen Caballero, Ariadna G. García
Edición
Carmen Herrera, Delia Rodríguez
Corrección
Isabel López-Ayllón
Fotografía
Javier Calbet / ARCHIVO SM; DC Entertainment / DC Comics, Diversa Audiovisual; ORONOZ; LA-
TINSTOCK; DIGITAL VISION; CORBIS; SUPERSTOCK (AGE); 123RF; SHUTTERSTOCK; iStock; GETTY
IMAGES; AGE FOTOSTOCK; ALBUM; 123RF
Edición gráfica
Antonio de Pedro, Fidel Puerta, Verónica Matilla
Diseño de cubierta e interiores
Estudio SM
Responsable del proyecto
Charo Zazo
Coordinación editorial de Lengua
Gema Blanco
Dirección de Arte del proyecto
Mario Dequel
Dirección editorial
Aída Moya

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