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Introducción

Tanto las acciones como las obligaciones son títulos de crédito que

nacen a la luz de las sociedades de capital; las acciones surgen de la

sociedad anónima y de la sociedad en comandita por acciones, mientras

que las obligaciones de la sociedad anónima, sin embargo, los requisitos

y la función económica de cada documento, es lo que va a marcar las

características que los distinguen. Como generalidades de ambos títulos

podemos afirmar que en el caso de la acción, su poseedor legítimo se

acredita como miembro de la sociedad emisora, ya que representa una

parte del capital social aportado, mientras que en el caso de la

obligación, su legítimo poseedor se acredita como acreedor de la

sociedad emisora ya que el título representa parte de un crédito colectivo

otorgado a esa sociedad.


1.- Reseña histórica de la acción

No se puede concebir una Sociedad Anónima sin acciones; el origen y la


historia de la acción está íntimamente ligada al origen y evolución de la
Sociedad Anónima. Esta surge cuando se crea la necesidad en el trato
comercial de emprender grandes empresas que una sola persona no
estaba dispuesta ni posibilitada para asumir el riesgo y el aporte de
grandes capitales, pero igualmente la Sociedad requería que los socios
pudieran ser personas en cierta forma desconocidas en muchas
ocasiones entre los mismos socios, y es así como se da inicio a las
sociedades de capital, donde no necesariamente requerían de la
presencia del aportante de recursos para administrara la Sociedad, y
mucho menos que la responsabilidad del mismo sobrepasara el monto
de su aporte, es decir, surge como incentivo para el socio inversionista la
limitación de su responsabilidad hasta el monto de sus aportes, que en
última instancia, es el único riesgo que asume.

El origen de la sociedad por acciones coincide, históricamente, con los


orígenes de la gran empresa. Las primeras grandes empresas de la era
moderna, las compañías de las Indias Orientales del siglo XVII,
específicamente en 1602, son al mismo tiempo las primeras formas de
sociedades por acciones; en ellas aparecen, por primera vez, los
caracteres propios de este tipo de sociedad, esto es, la limitación de la
responsabilidad de los socios y la división del capital social en acciones.

En sus inicios, la acción fue un título de crédito, cuya característica


principal era que servía de prueba de la acreencia, y ha ido
evolucionando de acuerdo con las necesidades del tráfico mercantil y la
costumbre, hasta llegar hoy en día a ser un título tanto dispositivo como
constitutivo.
2.-Concepto e importancia de las acciones

La acción constituye una parte alícuota del capital social que se


conforma como un título valor, que atribuye a su titular la cualidad de
socio, con la consiguiente posibilidad de ejercicio de los derechos
políticos y económicos inherentes a tal titularidad, y transmisible a
terceros.

Las acciones desempeñan una función económica importante en las


sociedades llamadas de capital, ya sea en el caso de las sociedades
anónimas o en la de comandita por acciones, el capital está
representado por estos documentos a los que se les denomina acciones,
constituyendo pieza fundamental en la existencia de estos tipos sociales;
así se desprende del artículo 87 de la Ley General de Sociedades
Mercantiles que señala: “Sociedad anónima es la que existe bajo una
denominación y se compone exclusivamente de socios cuya obligación
se limita al pago de sus acciones”, y en el caso del artículo 207 del
mismo ordenamiento se establece que la: “Sociedad en comandita por
acciones es la que se compone de uno o varios socios comanditados
que responden de manera subsidiaria, ilimitada y solidariamente de las
obligaciones sociales, y de uno o varios comanditarios que únicamente
están obligados al pago de sus acciones”. De ambos preceptos se
coligen los siguientes puntos:

1. Que la acción es un documento que representa parte del capital social


de la sociedad emisora y que ha sido aportado por el titular de dicho
título de crédito.

2. Que la acción va a otorgar a su legítimo titular los derechos que


incorpora el título de crédito, como es el caso de considerarlo miembro
de una sociedad, lo que le permite: tomar decisiones, derecho a formar
parte del quórum en las asambleas, a votar las decisiones que se
pongan a consideración, etc., y tener participación económica, como
recibir utilidades o el derecho a la cuota de liquidación.
3. Que la acción viene a establecer para los socios un régimen de
responsabilidad limitado al pago de sus acciones, por oposición a las
sociedades de personas, como la de nombre colectivo o la comandita
simple, que en el caso de sus socios comanditados responderán de sus
obligaciones sociales de manera solidaria, subsidiaria e ilimitada. La
acción es un título de crédito nominativo, expedido por una sociedad
mercantil determinada, que representa parte de su capital social y otorga
a su legítimo poseedor la calidad de socio.

El artículo 111 de la ley mencionada establece que el capital de una


sociedad anónima estará representado por títulos nominativos que
servirán para acreditar y transmitir la calidad y los derechos de socio y
se regirán por las disposiciones relativas a los valores literales, en lo que
sea compatible con su naturaleza y no sea modificado por esa misma
ley. Si bien las acciones están reglamentadas en la Ley General de
Sociedades Mercantiles, por ser títulos de crédito, también se regirán por
lo dispuesto en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
Cada acción es indivisible y en consecuencia cuando haya varios
propietarios de una, deberán nombrar un representante común y si no se
pusieren de acuerdo, la designación será hecha por el juez competente.
Las acciones como títulos formales que son, deben reunir los requisitos
que la Ley exige, sin embargo, si la sociedad emisora aún no ha hecho
al socio la entrega de éstas, deberá otorgarle temporalmente un
documento denominado certificado provisional, el cual posteriormente
será canjeado por las acciones, siendo el objeto de ambos documentos
representar el monto de una aportación a la sociedad por parte de su
poseedor, y deberán reunir los mismos requisitos legales.

¿Qué requisitos deben contener?


Las acciones serán de igual valor y conferirán iguales derechos, no obstante,
podrá estipularse en el contrato social que el capital se divida en varias clases
de acciones con derechos especiales para cada clase, pero siempre sin
exclusión de uno o varios socios de la participación en las ganancias.

Prohibiciones a la sociedad emisora de las acciones La Ley General de


Sociedades Mercantiles prohíbe expresamente a las sociedades anónimas
emitir acciones por una suma menor de su valor nominal, es decir, no deben
expedirse acciones cuya suma consignada sea inferior al valor nominal que
aparezca en el contrato social. También tienen prohibido adquirir sus propias
acciones, salvo que sea por adjudicación judicial, en pago de créditos de la
sociedad. En este caso, la sociedad deberá vender dichas acciones dentro de
un plazo de tres meses, contados a partir de la fecha en que legalmente pueda
disponer de ellas; si no lo hiciere así, esas acciones quedarán extinguidas y se
procederá a la consiguiente reducción del capital. Durante el tiempo que las
acciones pertenezcan a la sociedad no podrán ser representadas en las
asambleas de accionistas, es decir, no tendrán voto. Otra prohibición para la
sociedad anónima emisora es que no podrá hacer préstamos o anticipos sobre
sus propias acciones. Las acciones únicamente serán liberadas cuando su
valor esté totalmente cubierto y cuando se entreguen a los accionistas según
acuerdo de la asamblea general extraordinaria, como resultado de la
capitalización de primas sobre acciones o de otras aportaciones previas de los
accionistas, así como de capitalización de utilidades retenidas o de reservas de
revaluación, en este último caso, previamente tienen que estar registradas en
los estados financieros debidamente aprobados por la asamblea de
accionistas, además del requisito anterior, tratándose de reservas de valuación
o de revaluación, éstas deberán estar apoyadas en avalúos efectuados por
especialistas independientes autorizados por la Comisión Nacional de Valores,
instituciones de crédito o corredores públicos titulados. El artículo 124 de la Ley
General de Sociedades Mercantiles establece que los títulos representativos de
las acciones deberán estar expedidos dentro del plazo de un año, contado a
partir de la fecha del contrato social o de la modificación de éste, en que se
formalice el aumento de capital, y durante el lapso previo a la entrega de la
acción, se entregará al socio el certificado provisional que ya hemos
comentado.

3.-Título representativo del capital y su circulación

La acción puede verse desde dos puntos de vista, el primero como documento
representativo de capital y el otro como título de crédito; analicemos el primero.

El artículo 112 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, señala que las


acciones serán de igual valor y conferirán derechos iguales, sin embargo, en el
contrato social podrá estipularse que el capital se divida en varias clases de
acciones con derechos especiales para cada clase, siempre observándose lo
dispuesto en el artículo 17 de la ley en comento, que prohíbe estipular que uno
o más socios queden excluidos de la participación de las ganancias. Entre los
requisitos para constituir una sociedad anónima, en las fracciones III y IV del
artículo 89 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, se establece que se
exhiba en dinero, cuando menos, 20% del valor de cada acción pagadera en
numerario, íntegramente el valor de cada acción que deba pagarse, en todo o
en parte, con bienes distintos del numerario, sin embargo, el artículo 141 de la
ley en comento establece ciertas disposiciones para este último caso, al
señalar que esas acciones deben quedar depositadas en la sociedad durante
dos años. Si en ese plazo aparece que el valor de los bienes es menor en 25%
del valor por el cual fueron aportados, el accionista que así haya aportado su
capital está obligado a cubrir la diferencia a la sociedad, la que tendrá derecho
preferente respecto de cualquier acreedor sobre el valor de las acciones
depositadas. La sociedad anónima o en comandita por acciones tiene un
patrimonio formado por las aportaciones que los socios hacen representadas
en las acciones, las cuales van a conceder a su legítimo poseedor tanto
derechos como obligaciones que pueden variar dependiendo del tipo de acción,
ya que éstas pueden ser de diversos alcances. El artículo 111 de la Ley
General de Sociedades Mercantiles establece que la acción es un título que
representa una porción del capital social: “Las acciones en que se divide el
capital social de una sociedad anónima estarán representadas por títulos
nominativos que servirán para acreditar y transmitir la calidad y los derechos de
socio…”. Del concepto que hemos dado de acción se desprende que es un
documento nominativo, es decir, que se expide en favor de persona
determinada y, además que, la sociedad que la emita deberá llevar un registro
de acciones, cuya finalidad es crear un enlace jurídico entre la acción y la
sociedad emisora y de esta manera tener precisado el nombre o nombres del
titular de la acción y socio de la emisora. Así, con ese control, si bien la acción
como título de crédito que es, puede entrar en circulación por vía del endoso, el
nombre de quien la transfiera debe estar indicado no sólo en el título de crédito,
sino en el registro de acciones, de tal forma que para ponerlo en circulación se
requiera además el endoso, la anotación en el registro del tercero o terceros a
los que se les transmita. El libro de registros debe contener un mínimo de
requisitos que establece el artículo 128 de la Ley General de Sociedades
Mercantiles, y que se ilustran en la siguiente figura.
El artículo 129 de la Ley marca el rigor que debe prevalecer en el registro de
acciones al establecer que la sociedad emisora sólo considerará como dueño
de las acciones a quien aparezca inscrito como tal en dicho registro, es decir, si
el titular de la acción lo transfiere a un tercero y lo hace únicamente por medio
del endoso sin inscribir esa entrega en el registro de acciones, dicha sociedad
no reconocerá como dueño del documento a quien lo posea, sino a la persona
que figure como tal en el registro (artículo 24, LGTOC). La acción, por ser un
título nominativo, para su circulación requiere:

 Su endoso
 Entrega del documento
 La anotación de dicha transmisión en el libro de registro de acciones de
la sociedad emisora.

La falta de uno u otro requisito hace que ningún acto u operación referente al
crédito surta efecto contra el emisor o contra los terceros (artículo 24, LGTOC).
Si la acción se transmite por un medio diverso al endoso, dicha circunstancia
deberá anotarse en la acción, atendiendo el principio de literalidad, para ello el
tenedor del título puede acudir en jurisdicción voluntaria ante el juez
competente para que haga constar la transmisión en el documento o en hoja
adherida en él Puede ser el caso de que las acciones sólo puedan transmitirse
con la autorización del consejo de administración y, en este supuesto, el
consejo puede negar la autorización designando un comprador de las acciones
al precio corriente en el mercado.
4.-Tipos de acción

1. Acciones con valor nominal.


Es una acción que se diferencia de las demás debido a
que la ganancia que da al accionista será teniendo en
cuenta el valor nominal, valor que le asignan los socios
en los estatutos. Su diferenciación radica en los
métodos técnicos para calcular el valor de la
acción para su negociación o venta, que es distinto del
proceso para calcular las acciones de valor contable y
acciones de valor de mercado.

2. Acciones de valor contable.


Es aquel tipo de acción en la cual su valor depende de
una operación matemática, generalmente elaborada por
el contador de la empresa. Esta fórmula tiene en
cuenta el patrimonio, los pasivos totales y los activos de
la sociedad para determinar las ganancias netas. Esa
cantidad será dividida en el número de acciones emitido
y su resultado será el valor de este tipo de acciones.

3. Acciones de valor de mercado.


Este tipo accionario se diferencia de los anteriores,
debido a que el cálculo de su valor es dado por la
ponderación de la empresa en general, teniendo en
cuenta el “ goodwill” y otros factores del
mercado, creando una fórmula desarrollada por
evaluadores, que se encargan de valorar la empresa en
su integridad.

4. Acciones nominativas.
El activo financiero está a nombre de una persona
determinada. Estas acciones requieren endoso,
entrega, más inscripción en el libro de socios.

5. Acciones de industria
Estas acciones se diferencian de las demás debido a
que no dan la calidad de socio en la sociedad
comercial, a menos que el aporte pueda estimarse en
su valor y se pague por completo. Pero sí asignan el
derecho al pago de una suma de dinero. No dan derecho
de voz ni voto.

6. Acción privilegiada.
Son acciones que pagan según lo aportado por el
socio. El pago de utilidades que generan es acumulable
en un término de 5 años y se pagan con un
dividendo adicional a cada acción, que fluctúa entre un
3 % y 4%, el cual puede ser fijado de antemano por lo
que se llama dividendo prioritario. Estas acciones en su
relación con sociedades por acciones
simplificadas, traen beneficios políticos.

7. Acciones preferentes y sin derecho a voto.


Se caracterizan, al igual que las acciones privilegiadas y
ordinarias, a estar supeditadas al orden de prelación de
pagos. Generalmente son ofrecidas a inversionistas, por
requerir liquidez, dando beneficios especiales porque el
dinero, producto de estas, puede ser reinvertido. El pago
de este tipo de acciones se realiza una vez pagadas las
acciones privilegiadas. Estas
acciones generalmente no reconocen a los
socios propietarios de ellas, derechos de voz ni de voto.

8. Acciones ordinarias.
Son aquellos títulos que se negocian en el mercado de
valores, ofreciendo una participación sobre las utilidades
de la empresa. El precio de estas acciones en el
mercado suele ser variable. Se venden con el fin de
financiarse o recaudar fondos de manera sencilla y
rápida.

9. Acciones de capital.
Estas acciones se emiten u otorgan a socios
que aportan capital, dinero o especie. Los titulares de
estas acciones estrictamente deben ser los socios de la
sociedad, con todos los derechos que otorga dicha
calidad de socios.

5. DERECHOS DERIVADOS
Se analizó la clasificación de los títulos de crédito, y de ella se
desprende la que se hace por los derechos que incorpora; atendiendo tal
criterio los títulos de crédito se clasifican en:
- Personales
- Crediticios
- Reales
Las acciones, que son el título de crédito en análisis, se ubican dentro
de los personales, ya que otorgan a su legítimo poseedor la facultad de
ser considerado miembro de una sociedad, lo que le permite: tomar
decisiones o derechos corporativos (derecho a formar parte del quórum
en las asambleas, a votar, al tanto, etc.), y tener participación económica
o derechos patrimoniales (recibir utilidades)

5.1. Derechos corporativos

La acción le otorga a su legítimo tenedor derechos corporativos, es decir, no


económicos, pero que le permiten intervenir en diversos aspectos como los
administrativos de la sociedad,

Entre los derechos corporativos tenemos: el derecho al voto y a la


administración, los que presentan las siguientes características.

5.1.1. Derecho de voto:

Este derecho le permite al accionista estar presente en las asambleas de


socios, ya sean ordinarias o extraordinarias y participar con su parecer en las
deliberaciones y contribuir con sus opiniones a la formación de la voluntad
general de la sociedad. El artículo 81 de la Ley General de Sociedades
Mercantiles establece que: “Las asambleas serán convocadas por los gerentes;
si no lo hicieren, por el consejo de vigilancia, y a falta u omisión de éste, por los
socios que representen más de la tercera parte del capital social”. Una vez que
haya llegado la fecha para la celebración de la asamblea, es requisito
indispensable para su celebración que se encuentre debidamente instalado el
quórum, lo que significa la presencia de los socios que son necesarios para su
celebración y, en caso de estar integrado, por ejercicio de este derecho, poder
manifestar su voluntad mediante el voto que le confiere cada acción .

El maestro Joaquín Rodriguez y Rodriguez define el derecho de voto como:

“El que tiene cada accionista para expresar su voluntad en el seno de la


asamblea de manera que, conjugada con las voluntades de los demás socios,
surja la llamada voluntad colectiva”

Los tenedores de las acciones de voto limitado tendrán los derechos que esta
ley confiere a las minorías — para oponerse a las decisiones de las asambleas
y para revisar el balance y los libros de la sociedad. En los casos de
liquidación, estas acciones se reembolsarán antes que las acciones ordinarias.
En el contrato social podrá estipularse que se les fije un dividendo superior al
de las ordinarias. Para ejercer el derecho de voto, el accionista se puede hacer
representar en las asambleas por mandatarios, ya sea que pertenezcan o no a
la sociedad, la representación deberá conferirse en la forma que los estatutos
lo prevean y, a falta de estipulación, por escrito, es decir, carece de formalidad
alguna y puede conferir la representación con una simple carta poder. No
podrán ser mandatarios los administradores, ya sea gerente, representante del
consejo de administración, etc., ni los comisarios o cualquier miembro del
consejo de vigilancia de la sociedad. La ley prohíbe terminantemente pactar
sobre la restricción a la libertad del voto de los accionistas, y no obstante la
prohibición, si así se pactara, dicho convenio será nulo, es decir, no producirá
efecto alguno para aquel que lo hubiese aceptado

5.1.2 Derecho a la administración:

Debemos recordar que las decisiones de la sociedad son tomadas por su


“órgano pensante”, representado por la asamblea general de accionistas, el
cual se constituye como el órgano supremo y que las asambleas generales de
accionistas son ordinarias y extraordinarias. Las asambleas ordinarias son las
que se reúnen para tratar cualquier tipo de asunto, básicamente los relativos a
la marcha de la sociedad.

La asamblea ordinaria se reunirá por lo menos una vez al año, dentro de los
cuatro meses que sigan a la clausura del ejercicio social y su convocatoria
deberá hacerse por el administrador, el consejo de administración, los
comisarios o la convocatoria de una asamblea general de accionistas, para
tratar asuntos que indiquen en su petición. Los accionistas que representen
33% del capital social podrán ejercer su derecho de convocar la celebración de
asamblea, y lo harán mediante escrito y en cualquier tiempo al administrador o
consejo de administración, o por medio de los comisarios para convocar la
celebración de una asamblea general de accionistas; para ello, en el
mencionado escrito deberán indicar los asuntos a tratar. Si dicha convocatoria
es rehusada por el administrador, el consejo de administración o los
comisarios, o no la hicieren dentro del término de 15 días desde que hayan
recibido la solicitud, los accionistas que representen 33% del capital social y
que lo acrediten exhibiendo los títulos de las acciones podrán requerir la
convocatoria (para acreditar su legitimación acudirán ante el juez del domicilio
de la sociedad para que por su conducto se haga la convocatoria
correspondiente). El complemento de su actividad está constituido por la
ejecución de su derecho de voto en la asamblea al efecto convocada, en la que
se toma en cuenta su voluntad para la toma de decisiones.

5.2. DERECHOS PATRIMONIALES:

El socio accionista es el que ha invertido parte de su patrimonio en mayor o


menor medida en la sociedad que emitió las acciones, ya que por un simple
principio de lógica, entendemos que ese capital aportado le va a redituar
dividendos, los cuales tiene derecho a recibir y vamos a identificar como el
derecho de cobro de dividendos y el derecho de la cuota de liquidación.

5.2.1. DERECHO DE COBRO DE DIVIDENDOS:

Para cobrar los dividendos deberá presentar los cupones que van adheridos a
las acciones, los cuales se desprenderán y se entregarán a la sociedad
emisora para hacer efectivo este derecho. Dichos cupones no sólo sirven para
cobrar dividendos, sino también los intereses generados en su favor. Si el socio
aún no recibe sus acciones, la sociedad debe entregar lo que se denomina
“certificados provisionales” que pueden amparar una o más acciones y que en
su oportunidad serán canjeados por los títulos definitivos, pero mientras esto
ocurre, los certificados provisionales podrán tener también cupones, con los
que se hará el cobro de los dividendos correspondientes. Para que proceda el
pago de utilidades, previamente debió estar aprobado el balance y que de él se
desprenda que hay utilidades que puedan prorratearse entre los socios.
Decretada la distribución de ganancias, es necesario atender dos aspectos: si
existen acciones pagadoras, que parcialmente se encuentren insolutas, los
dividendos se pagarán de acuerdo con el importe de las exhibiciones ya
realizadas y no de acuerdo con el capital suscrito; si existen acciones
preferentes o de voto limitado, se les pagará un dividendo de 5% antes que se
liquiden las ordinarias.

5.2.2. DERECHO DE LA CUOTA DE LIQUIDACIÓN:


Antes de referirnos al derecho de la cuota de liquidación en particular, vamos a
plantear, aunque de manera muy general, el escenario jurídico para que el
socio accionista haga valer su derecho de la cuota de liquidación.

1. Por expiración del término fijado en el contrato social.

2. Por imposibilidad de seguir realizando el objeto principal de la sociedad o por


quedar consumado.

3. Por acuerdo de los socios tomado de conformidad con el contrato social y


con la Ley.

4. Porque el número de accionistas llegue a ser inferior al mínimo que la Ley


establece o porque las partes de interés se reúnan en una sola persona.

5. Por la pérdida de las dos terceras partes del capital social.

 Pago parcial de la cuota de liquidación

Si durante el tiempo de la liquidación hubiere fondos disponibles, los


accionistas podrán exigir a los liquidadores el pago parcial que sea compatible
con los intereses de los acreedores de la sociedad, mientras no estén
extinguidos sus créditos pasivos o se haya depositado su importe, por no poder
hacer su pago. El acuerdo acerca del pago parcial deberá publicarse en el
periódico oficial del domicilio de la sociedad y los acreedores tendrán el
derecho de oposición.

 El pago final de la cuota de liquidación

En el proceso final de la liquidación y una vez que se hayan pagado las


obligaciones contraídas por la sociedad, se procederá a calcular el activo social
y a elaborar el balance final, del cual se va a desprender un remanente a partir
del que se procederá a su partición entre los accionistas en proporción con el
valor de las acciones e importe de las exhibiciones que cada socio hubiera
realizado. Respecto de la partición, en las sociedades por acciones el balance
final de liquidación debe publicarse tres veces cada 10 días, y quedar, por 15, a
disposición de los accionistas, que deberán ser convocados después a una
asamblea para decidir sobre dicho balance; una vez aprobado, se harán los
pagos corres pondientes contra la entrega de las acciones. En las sociedades
por partes de interés, no es preciso enajenar todos los bienes sociales para
repartir su precio entre los socios: pueden formarse lotes para adjudicárselos, y
de no aprobarse el proyecto de partición presentado junto con el balance, se le
adjudicarán pro indiviso los bienes sobre los que hubiere disputa. Tampoco en
esta clase de sociedades es necesario publicar el balance de liquidación.

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