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Acupuntura ¿ciencia o pseudociencia?

Caridad Rodríguez

Antes de poder entrar en materia, conviene saber un poco más acerca de lo que es la
acupuntura.

La acupuntura es una técnica de la Medicina Tradicional China que consiste en clavar


una serie de agujas en distintos puntos del cuerpo. De ahí su nombre occidental que deriva
del latín acus cuyo diminutivo acucula dio ‘aguja’ en español, y de punctura derivado de
punctio ‘acción de punzar’

Su uso es milenario, pero la primera prueba de su estudio está recogida en las Neijing
Suwen o Clásico de la Tradición esotérica del Emperador Amarillo una recopilación de
escritos anónimos fechada alrededor del año 1400 a. C. Sin embargo, los fragmentos más
antiguos de este compendio parecen remontarse al siglo V a. C.

A pesar de la popularidad de la técnica, la acupuntura ha sufrido fluctuaciones en su


reputación y empleo por parte de la Medicina Tradicional China, que dependían de las
corrientes políticas que recorrían el país. Coincidiendo con un periodo de apogeo, durante
el siglo XVIII la técnica llegó a Europa y hoy en día goza de mayor popularidad entre los
seguidores de las medicinas alternativas. Cada día podemos ver como sus aplicaciones
van creciendo, en un principio se usaba simplemente para mitigar el dolor, pero hoy en
día se afirma que puede usarse para adelgazar, evitar el tabaquismo y curar otras
enfermedades.

A pesar de que la Organización Mundial de la Salud no le pone trabas y a veces la


recomienda y que la UNESCO la ha declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad, muchos investigadores cuestionan su eficacia.

¿Cuáles son los motivos de que esta técnica tenga tanta aceptación? Desde nuestro punto
de vista, la razón es que esta técnica pertenece a la Medicina Tradicional China, la cual
comparamos con la occidental, pero nada más lejos de la realidad. Para empezar la
Medicina Tradicional China no se basa en el método científico, sino como hemos
mencionado arriba en compendios esotéricos. Aunque si bien, sus técnicas milenarias han
sido influenciadas por los avances tecnológicos y científicos de la medicina occidental
desde que llegaron los jesuitas a China en el siglo XVII.

Si investigamos un poco, descubriremos que la técnica consiste, como adelantábamos, en


clavar agujas siguiendo un mapa de lo que se viene llamando corriente de energía vital,
Qi o Chi. Un elemento del que aún no ha sido posible comprobar su existencia
científicamente. Se supone que cuando enfermamos esta corriente energética no fluye
correctamente y la acupuntura ayuda a resolverlo.

A pesar de que por ahora tengamos que poner nuestras dudas sobre la existencia del Chi,
desde 1960, el Instituto de Investigación de la Universidad de Pekín, liderado por el
doctor Ji Shen Han, ha realizado numerosos estudios sobre la neuroquímica de la
analgesia con acupuntura. A estos estudios debemos sumar los realizados en Alemania
por los doctores Akio Sato y Robert Schmidt, quienes describen que el estímulo de una
región de la piel modifica las variables del sistema nervioso autónomo. Sin embargo, la
comunidad científica todavía no es unánime, pues, aunque se sepa que la acupuntura
libera compuestos analgésicos y que ciertos estímulos bloquean a otros en el sistema
nervioso, aún no se sabe qué compuestos son, en qué cantidades ni si la aplicación de la
acupuntura realmente activa esos bloqueadores.

Por estas razones, y porque en los ensayos clínicos no se consigue diferenciar la


acupuntura verdadera de la falsa acupuntura que busca simular el procedimiento, se dice
que la acupuntura es un tratamiento placebo. Además, en la actualidad, aún no se han
realizado estudios que permitan saber que el efecto placebo de la acupuntura no ejerce
acciones fisiológicas o terapéuticas por sí mismo.

En conclusión, tenemos serias dudas a la hora de tratar la acupuntura como ciencia, es


cierto que cuenta con el aval de la OMS y que se han realizado innumerables estudios de
base científica, sin embargo, los resultados siguen sin ser completos o claros en cuanto a
los resultados de su aplicación. Además, pensamos que, dada su relación con el Chi, un
elemento no experimentable, se vale de la fe del paciente y la técnica provoca una fuerte
fascinación entre quienes no se paran a leer sobre el tema.
Referencias
Maldita Ciencia. (31 de julio de 2018). Maldita.es. Obtenido de Maldita Ciencia:
https://maldita.es/malditaciencia/si-la-acupuntura-tambien-es-una-
pseudoterapia-cuya-eficacia-no-esta-demostrada/
Quiroz González, S. (1 de marzo de 2016). Universidad Nacional Autónoma de México.
Obtenido de http://www.revista.unam.mx/vol.17/num3/art24/#

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