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ORIGEN

La masonería está rodeada de mitos, su origen no puede respaldarse con la historia

y se presentan varios orígenes para esta logia. Veremos a continuación algunos de los

mitos sobre su origen y el desarrollo de la logia a través de la historia especialmente en

tiempos modernos.

Origen mítico

De acuerdo con el tercer grado, el primer Masón Libre fue Tubal-Caín (Gn 4:17-

22). El siguiente masón importante fue Nimrod, llamado “poderoso de la tierra” y

“vigoroso cazador de Jehová” (Gn 10:8-9), arquitecto de la torre de Babel (Gn 11:4-5) y

fundador de Babilonia. Nimrod constituya la base y prototipo de muchas sectas, debido la

religión que se formó alrededor de él y de su esposa Semiramis. Nimrod fue asesinado y

cortado en pedazos por su abuelo Cam; su hijo, también llamado Nimrod, fue

supuestamente el mismo rey Nimrod que resucitaba.

También se pone el origen de la masonería a la tradición de los hijos de Set, el

primer iluminado, la cual fue llevada desde Caldea por Abraham, contada a los sacerdotes

egipcios por José, recobrada y purificada por Moisés. Transmitida por el Salvador a San

Juan.

Origen egipcio y hebreo

Se conservan algunos símbolos y secretos de los cultos egipcios. Estos misterios

egipcios eran guardados con mucho celo y en algunos casos fueron revelados a algunos

extranjeros, como sería el caso de Moisés quien fue instruido en toda la sabiduría de los

egipcios. Moisés transmitiría estos secretos a los sacerdotes judíos quienes mantuvieron los

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conocimientos puros más o menos hasta la época de David y Salomón, quienes intentaron

construir templos siguiendo el plan masónico pero alcanzaron el éxito completo ya que los

significados y tradiciones originales se habían perdido.

Existe un mito importante en época de Salomón. Tres personajes son resaltados:

Salomón que es el Maestro Masón, Hiram rey de Tiro y Hiram-abi el hijo de la viuda.

Según la leyenda Hiram-abi fue el encargado de toda la construcción del templo y, cuando

esta obra estaba por ser terminada, tres rufianes Compañeros se acercan a Hiram-abi para

pedirle el secreto de la Palabra del Maestro que él poseía, estos rufianes la matan y ocultan

su cuerpo. Sin embargo Salomón lo encuentra y tomándolo de la mano, aprentándole la

mano con el saludo del Maestro Masón, lo resucita. Esta historia ensaña la importancia de

guardar un secreto aún hasta la muerte como lo hizo el “hijo de la vuida”.

A través de soldados que participaron del sitio de Jerusalén, los judíos introdujeron

estos conocimientos a los colegios de Roma, de donde pasaron a formar parte del

conocimiento de sociedades secretas quienes los conservaron durante la edad media. Con

la llegada del Renacimiento estos conocimientos se mostraron más abiertamente y en 1717

se formó la Gran Logia de Inglaterra.

Origen templario

Otro posible y aceptado origen vienes de tiempo más antiguos, siguiendo el

desarrollo de conocimientos esotéricos como el gnosticismo.

Posteriormente serían los templarios quienes adoptarían algunos secretos y prácticas

ocultas. Esta orden fue creada para defender Tierra Santa, pero uno de sus Grandes

Maestros aprendió costumbres y prácticas ocultas de los turcos, las cuales introdujo

posteriormente en la orden. Al igual que otras sociedades secretas, la orden tenía dos
doctrinas, una reservada a los maestros y otra para el pueblo en general. Al ser

descubiertos los misterios de sus prácticas el Papa Clemente V y el rey Felipe el Hermoso

de Francia abolieron la Orden de los Templarios. Muchos de estos caballeros huyeron a

Escocia y España, donde el rey les dio asilo y ellos pudieron encubrir sus creencias y

organizarse, recibiendo con el tiempo el nombre de masonería escocesa.

La Masonería Operativa

Los ingleses llamaban free-stone-masón al albañil que se ocupaba de la piedra de

adorno para diferenciarlo del rough-masón que trabajaba la piedra bruta. Es la primera

mención histórica que derivaría en el término Francmasón (Freemason) y acabaría por

designar a los seguidores de la Masonería.

Los albañiles constructores de grandes catedrales llegaban al sitio de la obra, a

menudo de diferentes países y de diferentes lugares del país. Lo primero que edificaban era

la Logia, taller donde iban a vivir durante años, guardar las herramientas, formar a sus

aprendices, transmitir sus instrucciones y sus técnicas gremiales en un ambiente cerrado a

las personas que no habían sido admitidas tras pasar por una ceremonia de iniciación en la

que debían jurar fidelidad para que esos conocimientos no salieran del circulo de la

construcción.

Logias eran escuelas profesionales y técnicas donde se enseñaba cálculo, geometría,

física, a leer los planos, etc., cuando la mayoría de la gente era analfabeta.

Ahí podían hablar libremente entre hermanos de cofradía gremial sin reparos, todos

pertenecían al gremio de los constructores. Las grandes obras arquitectónicas que se

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desarrollaban durante años requerían una organización precisa y reglamentada que

establecía una rígida jerarquía de subordinaciones. Debido a ello los albañiles constituían

un gremio perfectamente organizado y muy exclusivo en el que la experiencia de cada uno

determinaba los conocimientos a los que podía aspirar.

Existía un maestro albañil que dirigía las logias. En cada logia trabajaba una docena

de albañiles o masones de diferentes categorías: maestros, compañeros y aprendices.

La admisión en el gremio exigía haber nacido libre y ser de buenas costumbres. En

su rito de iniciación, el aprendiz recibía un signo de honor con el que debía marcar todas

sus obras: los signos lapidarios. Esto duro hasta el siglo XVI.

Los Masones Aceptados

Abarca el siglo XVII y principios del XVIII. Es un periodo de transición en el que

las sociedades masónicas fueron admitiendo miembros honoríficos, llamados accepted

masons, cuyas profesiones eran diferentes a las propias de la construcción. La exclusividad

que suponía el control gremial fue decreciendo con el tiempo por y la formación de nuevos

albañiles fue trasladándose a otras instituciones menos cerradas.

La decadencia de las técnicas de cantería mediante el ensamblaje de piedras y la

generalización de otras técnicas de construcción mas sencillas, supuso la paulatina

desaparición de las logias de cantería, Así, algunas logias fueron aceptando a miembros

profanos hasta ver a todos sus miembros sustituidos por masones desvinculados de la

actividad constructiva.
La pertenencia a este tipo de logias tuvo una gran aceptación por la necesidad de

muchas personas de disponer de un lugar de reflexión libre de dogmatismos y de

restricciones.

Cada vez era mayor el número de esos asimilados mientras el elemento operativo

fue paulatinamente eliminado y poco a poco los aspectos meramente técnicos de la

masonería operativa se convirtieron en algo anacrónico.

La Masonería Especulativa

1717 es la fecha que se considera de inicio de la masonería especulativa, ya que el

24 de junio es cuando en Londres se formó la Gran Logia de Inglaterra para compactar

cuatro logias de miembros exclusivamente profanos. Para dotarse de un cuerpo de derecho

encargaron inmediatamente la redacción de unas constituciones a dos pastores protestantes:

James Anderson y Teofilo Desaguliers. En 1723 fue publicada la primera edición de lo que

será conocido como las Constituciones de Anderson, y se convirtió en la carta magna de la

masonería universal hasta nuestros días.

Este documento es el eslabón simbólico entre la masonería operativa de los antiguos

albañiles y canteros y la masonería especulativa que ahora pasaría a ser talleres de

arquitectura interior de las personas. Es el documento más relevante de la Masonería, ya

que ordena, organiza, estructura y reglamenta la Masonería.

Se compone de cuatro partes:

1. Historia de la Masonería o del arte de construir

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2. Las obligaciones de un Francmasón

3. Los Reglamentos Generales

4. Cuatro cantos masónicos con sus músicas.

La finalidad de la Masonería ya no es construir templos, sino edificar el templo del

amor y de la fraternidad universal a la gloria del Gran Arquitecto del Universo. Su

concepto religioso era muy amplio y vago para dar cabida a fieles de todos los credos.

Los masones se reconocían como hermanos y defendían la igualdad de todos los

miembros. Por medio de la tolerancia, la fraternidad y la libertad intentaban acotar los

desmanes de su época, protagonizados por los fanatismos y guerras de religión.

División de la Masonería en el siglo XIX

Las determinaciones tomadas por los Grandes Orientes de Francia y de Bélgica en

1854, suprimiendo el artículo que obligaba a creer en el Gran Arquitecto del Universo y en

la inmortalidad del alma y de admitir a las mujeres ocasionaron en los medios anglosajones

especialmente de Inglaterra y de Estados Unidos un verdadero escándalo. La Gran Logia

Unida de Inglaterra rompió todos los lazos con estas obediencias continentales. Se formó

entonces esas dos corrientes masónicas aun en vigor hoy, la masonería anglosajona

(llamada también regular), que solo admite hombres que creen en Dios y en la

inmortalidad del alma y la masonería latina (o liberal) que se caracterizan por interpretar

liberalmente las Constituciones de Anderson y permitir iniciar y afiliar agnósticos y ateos y

dar entrada a la mujer en los trabajos de logia. La masonería anglosajona es la más

tradicional y por tanto la que más apoyo y tolerancia, ha recibido por parte de los poderes

establecidos. En los países anglosajones y nórdicos la masonería convive sin problemas

con las religiones dominantes en cada zona que en principio no es la católica.


La masonería latina liberal, en cambio, es más reaccionaria y comprometida

políticamente, hasta el punto de adoptar un carácter laico que exige como requisito de

acceso la supresión de todo concepto de Dios y la libertad de pensamiento. Los

anglosajones, en cambio, mantienen la creencia en el Gran Arquitecto del Universo.

Principios de la masonería

Partiendo de la naturaleza de constructores que tenían sus antecesores los albañiles

medievales, la Masonería persigue la autoconstrucción personal del individuo a través de

un Método Masónico, que mantiene el compromiso que aquellos tenían con el trabajo que

desarrollaban: “Lo que tú haces, te hace”.

Según afirman los masones, la suya no es una organización de carácter político ni

religioso. No se consideran seguidores de una secta e incluso defienden en su seno la

pluralidad de pensamiento y la libertad de expresión. De hecho, la tolerancia es su mayor

divisa. Lo único que no toleran es a “fanáticos, integristas, racistas, xenófobos ni

intolerantes de ninguna clase.”

La propia Gran Logia Simbólica Española define la Orden como “institución

esencialmente filantrópica, filosófica y progresista, tiene por objeto la búsqueda de la

verdad, el estudio de la ética y la práctica de la solidaridad; y trabaja por el mejoramiento

material y moral de la humanidad.”

De la organización de las logias de albañiles medievales mantienen la clasificación

de los Hermanos en tres grados: Aprendiz, Compañero y Maestro. Siguen ritos y símbolos

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heredados de aquella época y curiosamente su lema ha obtenido su mayor difusión gracias

a la Revolución Francesa, que lo tomó de ellos: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.

Una Logia es la unidad básica de la Masonería, formada al menos por siete

miembros de los cuales tres han de ser Maestros. Se integran por países en Grandes Logias

u Obediencias, que una vez al año se reúnen en una Gran Asamblea donde se deciden por

estrictos métodos democráticos, los temas que les son comunes.

A pesar de que tradicionalmente la Iglesia se enfrentó a ella, la Masonería no

manifiesta ninguna intolerancia hacia ninguna Iglesia, sus miembros o sus fieles. De

hecho, uno de los ejemplos de su tolerancia puede ser el hecho de que existan no pocos

sacerdotes masones. Nada en la Masonería la hace incompatible con cualquier credo

religioso o político, incluso con el agnosticismo y ateísmo en el caso de la Masonería

Liberal.

Niegan asimismo que constituya un grupo de presión sobre sus miembros

exigiéndoles un determinado comportamiento en su vida privada o su trabajo, ni que sigan

rituales de magia negra, kábala o esoterismo. Otros mitos que se les han atribuido son su

presunto interés por dominar el mundo, ser poseedores de una Verdad secreta o constituir

un círculo de relaciones personales y profesionales.

Como resumen, y de nuevo en palabras de la Gran Logia Simbólica Española: “El

método masónico no es un camino de salvación de carácter religioso, sino un proceso de

autoesclarecimiento continuo, compatible con cualquier fe religiosa o esotérica que no

anule la libertad del individuo”.


CREENCIAS

La masonería no es una religión cristiana, ya que acepta a personas de toda religión

creencia, buscando la luz y no preocupándose tanto por el portador de esa luz. La salvación

es responsabilidad de cada persona y cada uno debe esforzare por alcanzarla.

Dios

Dios es el "Gran Arquitecto" que aparece como un concepto y no como persona. De

hecho, en 1887 la logia masónica del "Gran Oriente" (de la que se inspira por lo general la

Masonería en América Latina) formalmente eliminó la necesidad de que sus miembros

crean en Dios o en la inmortalidad del alma. Los símbolos cristianos de la cultura

recibieron una interpretación secular. Así, la cruz pasó a ser un mero símbolo de la

naturaleza sin mayor trascendencia. Las letras "INRI" ("Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum":

Jesús de Nazaret Rey de los Judíos) sobre la cruz de Jesús, pasaron a significar "Igne

Natura Renovatur Integra" (el fuego de la naturaleza lo renueva todo), lo cual es un

absurdo.

Sin embargo, ellos utilizan el nombre “Dios” como término genérico dado a

cualquier dios que la persona elija. La persona puede elegir pertenecer al credo o religión

de su preferencia y buscar esperanza en cualquier texto de su religión. Ellos pueden

reunirse ante cualquier altar religioso y unirse en oración al único dios que está sobre todos

los baales (esta declaración incluye al Dios del cristianismo entre la lista de “baales” o

falsos dioses, los cuales están subordinados al dios de la Masonería). Por este motivo, el

masón puede elegir cualquier religión, no obstante no está comprometido con ninguna de

ellas y va la luz que le brida la logia como superior a las religiones.

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Sin embargo, los masones de niveles altos declaran que el verdadero dios de la

masonería es Satanás y que todos, desde los iniciados, sin saberlo le rinden adoración.

Jesús

Se refiere a Jesucristo como el apóstol mayor de la humanidad, por haber superado

el fanatismo de los romanos y de los sacerdotes. Jesús es "el Gran Maestro", pero, para no

ofender a otras religiones, el nombre de Jesús quedó prohibido en la logia.

Se pone a Jesús entre la lista de los grandes reformadores, junto con Moisés,

Confucio, Zoroastro y otros personajes islámicos, viendo a estos personajes como maestros

de moralidad, permitiendo que cada persona asigne a estos personajes las cualidades que

requiera su credo.

El secretismo y los ritos de iniciación. La masonería cela a los miembros en los ritos

de iniciación. Los candidatos deben hacer juramentos de no revelar en absoluto los

"secretos" de la masonería. Cada masón desconoce lo que enseñan y hacen en los grados

superiores. Por esa razón muchos masones de grados inferiores no saben la verdadera

naturaleza de la masonería.

Luz

Como el cristianismo, la masonería expresa el deseo de buscar "luz", pero en la

masonería la luz no es Cristo. Con la luz que brinda la logia el masón debe ver que su

religión debe ser universal. Para ellos el nombre de Cristo, Buda o Mahoma, no importa, es

la luz la que tiene valor y no el portador de ella.


Más bien asegura a los iniciados que recibirán la luz de la instrucción espiritual

(masónica) y que tendrán descanso eterno en la "logia celestial" si viven y mueren según

los principios masónicos.

La piedra bruta

La persona es como una piedra bruta la cual tienen que ser esculpida para quitar

todas sus impurezas. Por este motivo, la persona debe ir mejorando cada día. Se busca la

ética.

Otros

1. La inmortalidad del alma. Alguno de ellos también aceptan la

creencia de la reencarnación.

2. El juicio de los masones por las obras que han realizado.

3. La creencia en brindar caridad y beneficencia a todos, y en especial a

hermanos masones y a sus familias, viudas y huérfanos. Este es un punto muy

destacado de la masonería la cual también es conocida por ser una sociedad

filantrópica.

Fraternidad

Entre ellos se mantiene una condición de igualdad y hermandad. Se brindan ayuda

mutua y tienen una amplia red de contactos gracias a la logia. Un maestro masón no puede

engañar, ofender ni defraudar a otro.

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Los secretos

Aunque no se puede decir que esta sea una creencia, es una ley dentro de la logia.

Los secretos de la logia no pueden ser transmitidos a otra persona, esta es su regla más

severa.

Símbolos

Los símbolos son una de las características más sobresalientes de la masonería. A

través de ellos se exponen las creencias de la logia. Se cree que la adopción de símbolos

como forma de transmisión de los secretos es una forma de vencer la barrera de idiomas

que surgió desde la confusión de lenguas en la torre de Babel, desde entonces los idiomas

no se entendían y los símbolos se convirtieron en una forma de desafiar la separación de

idiomas y permitir que el significado de cada cosa no se alterara por este motivo.

En los grados iniciales o grados de la Logia Azul se explica el significado de

algunos símbolos, pero no se da el verdadero significado de ellos sino que al ir

ascendiendo a grados superiores e investigando los libros se va comprendiendo su

verdadero significado. El libro Moral y Dogma de Pike es considerado la Biblia del rito

escocés, donde están escritos los secretos y creencias de la logia.

Entre los símbolos más famosos está el Ojo de la Providencia, la Escuadra, el

Compás y la letra G.

En niveles iniciales se presenta la Escuadra es para ordenar la acciones y el Compás

para mantenerse dentro de los linderos de la humanidad; sin embargo, en niveles más altos

se ve que en realidad son referencias a los órganos reproductores humanos. Personajes de

altos niveles exaltan la sexualidad a nivel de deidad. La escuadra es una alusión a la

adoración al sol, conocida como la adoración al falo, el órgano reproductor masculino. El

compás es el símbolo de los órganos femeninos, llamados yoni por los ocultistas.
División

La logia se divide en 33 grados y sólo se puede ingresar en ella por medio de una

invitación formal. Tanto la entrada a la logia como la ascensión de grados tienen su propio

ritual y viene acompañado de juramentos e indicaciones de lo que se puede y no se puede

hacer en cada grado, además de la revelación de los secretos del grado correspondiente.

Similitudes

Aunque a profundidad la masonería y el cristianismo son polos opuestos, se puede

encontrar algunas similitudes:

 Se reúnen en templos para tener sus reuniones.

 Creen en un ser superior

 Buscan ser mejores personas y llegar a tener más ética.

 Se preocupan mucho en ayudar a las personas

 Buscan luz

 Ponen un énfasis fuerte a la fraternidad

 Creen en un juicio por las obras realizadas.

CÓMO TRATAR CON ELLOS

En primer lugar, se debe recordar que muchos masones son personas sinceras y

pertenecen a una religión. Usando el método de Cristo hay que acercarse a ellos y buscar

las creencias en común para entablar una amistad con ellos, dependiendo del tipo de

religión que practiquen. Luego se debe mostrar las creencias más profundas de la

masonería y ponerlas en contraste con las enseñanzas de la Biblia, esto debido a que las

personas suelen creer que la masonería es una logia cristiana y no consiguen ver cómo ese

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grupo que hace tantas obras de caridad sea malo; el ver la verdadera adoración que están

brindando pueden apartarse de la logia.

Si la persona decide salir de la logia deberá orar mucho para que Dios lo libre y

proteja, además deberá saber que puede enfrentar el enojo de la logia y sufrir pérdidas.

Debe también deshacerse de los libros, vestimenta y símbolos de la logia. Con la ayuda de

Dios podrá salir victorioso.


BIBLIOGRAFÍA

Schnoebelen, William. La masonería más allá de la luz. California: Chick Publications,


1997.
Meurin, León Simbolismo de la masonería. Traducido por Mauricio Carlavilla. Madrid:
Nos, 1957.
Leadbearter, Ch. W. La vida oculta de la masonería. Traducido por Federico Climent
Terrer. Barcelona: Biblock, 2016.
Veith, Walter J. “Freemason Priesthood of Babylon & Egypt by Walter J. Veith” (Video).
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https://www.youtube.com/watch?v=lG3rzhbbrYg&t=1088s.
De Segur, Mons. Los francmasones: Lo que son, lo que hacen, lo que quieren. 4ª edición.
Barcelona: Librería y tipografía católica, 1933.

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