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RECUERDOS DE GALICTA
BIBLIOTECA GALLEGA . w f. 4 "--
T. VESTEIRO TORRES
RHU[RDO~ 0[ GHICIA
con prólogo de
V. NOVO Y GARC!A
OBRAS PÓSTUMAS
LA_ CO HUr:,TA.
ANDHÉS MARTÍNEZ, EDITOR
1896
E s t>roplodad .
TipogrnfindelaCrumde~isericordin .
ÍNDICE
l~riÍ/t1go ..
, ... ....... . . , , • ..••.•
.D~dicatoria . ..... .
Cimm11ia .•
Los tl!il/donados
fAs Co~tdu t!e Lugo
La leymd(l dt los JJ!arh7os .
Alvar .\r1Í11e: Osorio. 27
Callr:gos mAntequera ..... ,........ . .. . . .J.J
Cn/ltgos en Orán .... . ... .. , . . .... . .• , • . , . . 4r
J:aprofi:tisa corm1tsa .. . . . . . . . . . . . • •• .. 49
Pedro tÜ Par; . • SJ
ElterdcltÜ/os&11ores ..... ....• ••••• • • •. 6r
Los dos Jlosqueras . . 67
Lmde Villadiego .. 7J
E/Rtlcluulor .. . ...•... . ...•••.• •. . . .•... 79
LrJ~em d Augustv 8.1
•.
~
PRÓLOGO
II
m
Todo huelga después de esas hermosas lí-
neas, trazadas bajo la tristísima impresión de la
catistrofe.
Convertidas en prólogo de este libro, llenan
por completo el fin que se quiere llenar, y sa-
tisfacen para mí un deseo del alma: unir de
nuevo mi nombre con el del muerto y el del
vivo.
PRÓLOGO
V. Novo v GARdA
A /re buena memoria de m·is padres. el snior
TEODOSIO.
Á )OSE M. HERM!DA
II
lii
EDliARDO V. QUINTIÁN
II
III
IV
VI
II
III
Los robustos muros de la ciudad del Sacra-
1/Wlfo, guardaban la flor de la nobleza gallega
y multitud de generosos guerreros, ávidos de
morir por su Dios y por su patria_
Desde el año 910, Alonso III había manda-
do avecindar en Lugo á los Co11des de la co-
marca, ( r) para poder rechazar mejor desde tan
fuerte lugar las correrías de los normandos, de-
masiado amantes del :Jacob-s-la11d (país de San-
tiago.)
Abades, monjes, legos y todos los que paga-
ban tributo á la ciudad, habían de defenderla .
Así, cuando llego Almanzor con sus huestes,
encontró una resistencia inesperada; y despues
de infructuosas tentativas para el asalto, deci-
dióse á rendir á Lugo por hambre.
IV
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LA LEYENDA DE LOS MARIÑOS
II
II
m
Trece mil combatientes cristianos se las ha-
bían con un ejército inmenso de moros, con-
gregados de todo el reino en Archidona.
El 6 de Mayo se dió un encarn izado comba-
te, que llenó de gloria á las legiones cristia-
nas.
Debía ser fruto principal de este triunfo la
rendición de Antequera, cuyo sitio estrechó
más el infante, cegando el foso y haciendo te-
rrible y vivisimo fuego de anilleria sobre los
tenaces soldados de Alkarmen.
Éstos rechazaron á los sitiadores en el furioso
asalto del 27 de Junio; pero conociendo la
constancia de Fernando, le hicieron proposi-
ciones de paz, que el no quiso oir, resuelto co-
mo estaba á señorear la plaza.
Nuevos guerreros vinieron á uno y otro
ejercito, y se multiplicaron las hazañas, batién-
dose cristianos e infieles con valor desespe- .
rada.
El caudillo español blandla la misma espada
de San Fernando, y ondeaba en el real el mis-
mo pendón de San Isidoro. Los cistercienses
arengaban ;\ nuestros bravos, y era íntimo y
RECUERDOS DE GALICIA 39
li
m
El 16 de Mayo de 1509, zarpó la escuadra
religiosa-militar de nuestra costa de Levante, y
al siguiente día, arribó al puerto africano de
Mazalquivir, muy próximo á Orán.
Los moros, en número de r5.ooo, estaban ya
sobre aviso, ocupando una eminencia, detr:ls de
la cual se hallaba la ambicionada ciudad.
Sin esperar elmaíía11a, Cisneros dispuso que
las tropas atacasen enseguida al enemigo; pues
estaba seguro de la protección del cielo y del
triunfo de las armas españolas.
Los soldados, poseídos de bélico entusiasmo
por las calurosas exhortaciones del cardenal,
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IV
II
m
Fugaz como el relampago se deslizó la vida
de Felipe el Hermoso. Dos meses después de
reconocido en Cortes, murió en Burgos, el 25
de Septiembre de aquel mismo año.
Para que se cumpliera la predicción de la
coruñes.1, era precisa alguna circunstancia ex-
traordinaria, pues que ;\ los muertos se les en-
tierra y no se les pasea.
Lo que tal vez podría sobrevenir por la gue-
rra, la peste ú otra causa excepc ional, sobrevi-
no por el amor. Amor inmenso, entrañable, vi-
vísimo, y por ende infortunado, como el de la
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II
III
IV
VI
II
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Enrique IV, obligado por los acontecim ien-
tos de Lafere y Lagny, levantó el sitio de
París.
El tercio de Galicia llegó :\ Corbeville, y es-
pugnó la plaza el 16 de Octubre, con lo que
infundió en el enemigo gran desaliento, por la
importancia moral de la victoria y la extratégi-
ca del territorio conquistado.
Durante el invierno se retiró á la frontera;
pero no aviniéndose ala quietud del cuartel, sa-
lió con Mayenne contra Saint-Lambert y Saint-
Giulain, y en breves días señoreó ambos pun-
tos.
IV
II
III
TABOADA Y COCA
Á VALENTÍN L. CARVAJAL
II
m
En Enero de r8r2 arriba Lobera :1 Veracruz .
Divídese en fracciones para atender ;\ las ne-
cesidades del servicio. Parte de sus bravos de-
fiende durante seis meses el paso de convoyes
,\ Puebla de los Angeles. Otra parte reconoce
el terreno, sitia á Qnatlan, toma :1 la bayoneta
el cerro de Mogunypec, riñe en Jocolote, re-
pite sus proezas en mt\ltiples asaltos, y recon-
quista;\ Quatlan en el aniversario del 2 de
Mayo.
El regimiento entero se acantona en Jal:tpa,
y se ve cercado por los insurgentes. Heroica es
la defensa; pero mas heroicas son las salidas
del 3 y 4 de Julio. El enemigo balido en el cam-
po de Santa Fe, se entrega :1 la fuga.
Nuestros gallegos <Jicanzan y rompen sus fi-
las en Malpais por Junio de rSrJ, y las derro-
tan completamente en las Barrancas, lxtapan,
Tequatlopan, otra vez en Jocolole, y en Buena
vista, el 12 de Diciemb¡e.
Dividida en dos la legión de Lobera. lleva :1
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IV
VI
a
mal como estaba fines del siglo XVII, ó poco
menos.-
Mas, he aquí que llegamos a la falda del
monte. Con todo el fuego de la juventud aco-
metemos la empresa. ¡Arriba!
Han transcurrido gratísimos momentos en-
tregaJos a la adm iración de la naturaleza, ya
los recuerdos de la historia.
Al presente, no pensamos mas que en subir
una legua.
Eran las dos de la tarde, y las tardes de Ene-
ro son de aprovechar.
A poco rato, encontramos una cascada entre
peñas. Mientras nos alcanzaban los rezagados,
descansamos al pie del lecho espumoso de las
hirvientes aguas.
a
En seguida la emprendimos través de pina-
res, unas veces, y de eriales, otras. Ya la senda
se obscurecía entre n1oles inmensas de granito,
ya volvía a esparcirse en dilatado campo de
verdura. De cuando en cuando la tosca cruz
de berroqueña nos aseguraba en el itinerario,
como las antiguas miliarias romanas.
Muy poca gente veíamos a la par de nos-
otros ó en dirección encontrada. Y, ala verdad,
es un sacrificio la subida del Aloya. Por eso la
romería es escasa de concurrencia. Los piado-
RECUERDOS DE GAL!ClA
DE FERNÁNDEZ
II
III
IV
VI
A vista de pajaro se presenta al peregrino la
cisterciense Oya.
Desde la altura media del Cereijo, hasta el
nivel del mar, se despliega en tres ó cuatro
agrupaciones el caserío, ocupando .b hondona-
da el magnifico mo nasterio de Santa Maria la
Real.
La fabrica de gran ito consta de tres cuerpos
principales: dos claustros , uno Je ellos sin ce-
rr.u·, y la iglesia, cuya fachada mira al Océano.
La torre, negruzca y maltratada por el tiempo,
el hombre y los r;tyos, domina la llanura; pero
queJa at\n más baja que la carretera, desde la
cual se descubre perfectamente el plano de toJo
el edific io.
La exclaustración sorprendió :1 los monjes
antes de terminar la obra moderna. Ésta y la
antigua, sin embargo, ofrecen sobrados móvi-
les para fijar la atención del más indiferente.
Dentro del templo es de admirar la bóveda
plan:1 de la sacristla, algün cuadtro de artista de
co¡¡_ulla, y el altar mayor donde aparece la vir-
gen sobre monstruos marinos, segUn la tradi-
ción que refiere haber llegado la imagen asi
por el mar.
RECUERDOS DE GALIC!A l) 5
~~~f~~~;~E"~~~i~if~~;'mo,
Dt:st' un muy gmnd miragrc
vos quero decir que ol 1
e pero era minino,
mémbram~.: que foi :lSÍ.
136 BIBLI OTE CA GA LLE GA
VII
VIII
IX
que no s~ deciros,
si canta ósi llora,
XI
Formule dos promesas, y he cumplido am-
bas. Fue una, el dedicaros estas paginas, mi bon-
dadosa amiga.
Fue otra, el pasar tercera vez por aquellas ca-
comarcas .... . ¡Ay! Lo hice para venir :1 Casti-
lla .. .. ¡Quien sabe si volveré á verlas!
Mis apuntes son inconexos, desaliñados y
creo que no muy alegres .
Cousas do 11zeu mal jJt·eseute, como diría
Eduardo Pondall
BIBLIOTECA GALLEGA
lt OBRAS PUBLICADAS
Lac~;~~r/~~~~1 J:'~·~tt~~g;~{~i~-i..f~~q~í~~~tf:~ddevr~~=
bago; y eJ Proyecto de ley de redención de íoros,
del J~x.cmo. Sr. D. Eugenio Montero Ríos.
Ocios' de cwmwotc; (colección do cuentos cortos) por
D. JoaqtÚn de Arévnlo; con un Prólogo del Ex.cc-
lcntísimo Sr. D. Lcnndro de Saraleg;ü y Medinn.
Estudios soi.JnJ aa.lirin; por D. Lcandro de Sn.rnlcgui
y Mcdina.
Pol'.~ú1s selcrta$: (gallegas y castellanns) por D . .José
María Posad11; con tm Prólo~o de D . .losé dt• P.an·
tiag-o.
Caldo galler¡o; por D . .Juan Neirn Cancela.
Poesías gallegas y castellanas; por D. Francisco Añón;
precedidas de tLD estudio acerca del poeta y de
sus obras, por D . Víctoríno Novo y Gnrcía, y del
retrato del autor.
El cerco de la Conuia en 1589, 11 Mayor Fcrnánde.:.
Ar~i~~fo~~r J~~~ans~r;~l~~-r~~:: ~~~~~·l;~;~~~adna~?
con un Prólogo de D. Luis Rodríguez Seoane, y
el retrato del autor.
El mundo rural; por D. José Ogea.
Chorimas; (poesías gn.llcgas) por D. Alberto García
Ferreiro.
:. 1
~>··~~ ~~:-~{s~~~d~ yB~~~~:it ?~. de w1 viaje por Ga,licia.~· por D. Li-
: ,~-'.t-. ·-;~~~s~~a:~~\aG:r~ta g:lh'~~r:{~;1 ~~ !r~Ioe~o~0~~t:!
, ·y documentos, por D. Andrés 'Martínez Salazar.
·,~·:_·;!j< Oo:;_s~e~~~r~~clca; (\'ersos gn1legos) por D. Aureliano
Leyendas, tradiciones !J episodios hi.~t.6ricos de Galicia;
por D. J.uciano Cid Rermida.
Ecos de mi 1wlri{/; poT D . \V alelo Alvaroz Jnsua.
Hima1<; (poCBÍ;\S gnllegns) por D. Junn Bnrcia. Caba-
11m·o. •
Los Gt1errillcros r¡allt'fJOS de 1809; por D. Mnnucl Par-
do de Andraclc; con un Prólogo de D. A. ~[artí
nez Sal azar, tomos I y II.
Primicia.~J; {poesías gnllegas y eastellnnns) por don
Salvador Cabeza León .
Juvenilia; (cuentos y uo,·elas cortas) por D. Camilo
Pl.acer; con un Prólogo de D. Manuel Murguía.
El Ultimo ltijt)(/allJn; (cuentos y novelas} por D. Ma-
nuel Amor ~feilán.
l'olc,·¡>as; (poesías gnllegns) por D. F.lndio Rodrí-
guez González.
Cr~J6~u~~~e~;~ ;pr~f~~~l~~ ~~"~~~if¡:~Jr~~ ~~:. 0~miJin
Ga/iria, fAHjn y A~turia.~; '"iajes y monumf'ntos) po1·
D. Rnmón Alvnrcz de In. Braña; con un Prólogo
de D. Lui~ Rodríguez Seoane.
Coufo-~ dt~ t1•rri1in; por D. Hf.'raclio Vt'n·z Placer.
El Gran Gallego (Fr. Mnrtín Sarmiento); por D. An-
to!in López Pelllez.
A Tccedcira de /Jonaval; por D. Antonio López Fe-
rreiro.
Por Galicia; (cuartillas y apuntes} por D. José Novo
y García.
~~~~~e~~~s :~ ~~¿~~i:~ lcoi)~V~,Ñ~;~.io Vesteiro To-
EN PRENSA
POESÍAS
T. VESTEIRO TORRES
(Obra.') pó~tuma s- 11 )
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