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Hoy en día, la figura de Felipe Briones nos es sobre todo conocida por su participación
en la emisión del radio-drama del comediógrafo, novelista y periodista Tomás Borrás Bermejo
(1891-1976) “Todos los ruidos de aquél día”, una de las primeras piezas radiofónicas en la que
los artificios sonoros se realizaban en directo sin apenas ayuda de registros grabados. Fue
emitida el 24 de abril de 1931 por Unión Radio de Madrid y en ella participaron los locutores de
la emisora Luis Medina y Carlos del Pozo, la escritora Magda Donato, La Goya, una de las
cupletistas más famosas del momento y un grupo de actores profesionales bajo la dirección
artística de Salvador Bacarisse, con notas musicales de Conrado del Campo y dirección musi-
cal de Felipe Briones.
Los escasos datos sobre este músico han sido obtenidos de algunos artículos apareci-
dos en la prensa de Cantabria, Madrid y Córdoba, entre los años 1912 y 1936, la mayor parte
en la revista ONDAS, publicación de la cadena radiofónica Unión Radio, que después de la
guerra civil pasó a llamarse Cadena Ser. A la vista de ellos obtenemos este breve perfil biográ-
fico:
Felipe Briones Blanco, hijo de Florentino Briones y de Enriqueta Blanco, nació en la ca-
lle Henao, nº 16-1º, de Bilbao, y fue bautizado el 5 de febrero del año 1900 en la parroquia de
San Vicente Mártir de Abando. Antes de cumplir los dos años de edad, la familia se traslada a
Santander, donde su padre, Florentino Briones Gómez, nacido en 1868, había sido nombrado
profesor numerario de Aritmética Mercantil y Teneduría de Libros de los Estudios Elementales
de Comercio del Instituto de la capital cántabra, de cuya plaza tomó posesión en enero de
1902. En 1908 dejó el Instituto para desempeñar el cargo de director y catedrático de la Escue-
la Superior de Comercio de la misma ciudad.
Felipe, realizó los estudios en el Instituto de Santander, al tiempo que estudiaba músi-
ca. En febrero de 1916, en una velada organizada por los Congregantes de San Luis, en la que
se representaron dos obras cómicas, actuó en los intermedios ejecutando algunas piezas al
piano, y ese mismo año, por junio, en otra velada teatral, actuó también en los entreactos
acompañando al piano a Arturo Pacheco (violín).
Fue director, a la vez que profesor, del Real Centro Filarmónico de Pozoblanco (Córdo-
ba), probablemente de 1925 a 1929, y al año siguiente ya figura como director de la Orquesta
Sinfónica de Unión Radio, puesto que compartió con Salvador Bacarisse. Compuso “Serenata
Española”, para piano (1917), “Canciones infantiles” (1921), el poema sinfónico “Saudades”
(estrenado en 1922) y la ópera “Judith”, obra premiada en el Concurso Nacional de Música
(1923-1924), “Canzonetta para violín y piano” y “Pasacalle del Centro”, compuesta en Pozo-
blanco. Briones estuvo estrechamente ligado al llamado “Grupo de Madrid”, colectivo de músi-
cos al que pertenecieron entre otros, el ya citado Bacarisse, los hermanos Halffter, Julián Bau-
tista, Rosa García Ascot, Gustavo Pittalagua, Fernando Remacha, J. J. Mantecón, Jesús Bal y
Gay, etc.
Estuvo también relacionado con los escritores de la generación del 27, especialmente
con Gerardo Diego, que le dedicó el tercero de los Nocturnos de Chopin. En un pasaje de las
obras en prosa del poeta santanderino podemos leer: “En mi carta le contaría yo la alegría que
nos produjo a sus amigos de Santander el premio nacional de Música que se le había otorgado
a Felipe Briones....”
Reseñas en la prensa por orden cronológico