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Hay en Nicaragua una cantidad de intelectuales (poetas, historiadores,

sociólogos, educadores e investigadores y demás estudiosos de las


ciencias sociales) que han influido en la conformación de un pensamiento
filosófico. Es decir, en una concepción de lo que son y deben ser las y los
nicaragüenses desde su identidad como tales y en relación con el
contexto cultural del país. El pensamiento político-filosófico en lo interno
de Nicaragua tiene sus fuentes originarias en los esfuerzos que realizan
los constructores del Estado en el siglo XIX, quienes tras la
independencia se abocaron a tratar de llenar el vacío de poder dejado
por España en 1821. Esto trajo como resultado la conformación de
tendencias o corrientes políticas, cuyos dirigentes tuvieron como
principales referentes las ideas de la ilustración francesa y otras
corrientes de la época, es en estas circunstancias en donde emergieron
las principales fuerzas políticas: el conservatismo y el liberalismo que se
proyectaron (y se proyectan) a lo largo de la historia, a través de distintas
variables y mutaciones. Posteriormente a en las primeras décadas y
segunda mitad del siglo XX surgieron otras corrientes tales como: el
Nacionalismo Revolucionario de Sandino, el Socialismo, principalmente
el identificado con el Marxismo-leninismo, el Socialcristianismo y el
Sandinismo. Cada una de estas corrientes surgió en circunstancias muy
particulares y tuvieron tantos puntos de confluencia, situaciones paralelas
como de abierta confrontación. Origen Atrás.
La filosofía se caracteriza por ser una visión totalizadora de la realidad
que a diferencia de la ciencia parte de lo universal para llegar al
conocimiento de lo particular. Todo ser humano es un filósofo porque
posee una cosmovisión única, una forma de pensar que moldea su vida y
orienta su destino, sólo que esa manera de ver las cosas no siempre es
totalmente consciente. La filosofía proporciona la posibilidad de conocer
todas las cosmovisiones que existen desde el principio de la historia de la
humanidad y reconocer las extraordinarias similitudes entre todas ellas
no obstante la diversidad de las culturas y sus diferentes procedencias
distantes entre sí La primera corriente filosófica nicaragüense fue el
liberalismo como réplica del conservatismo que más que una corriente
ideológica fue un modo de ser político. En secuencia continua el
nacionalismo revolucionario de Sandino y sucesivamente las tendencias
socialistas, social, cristiana y sandinista. Vamos a las conclusiones.
Cómo la Filosofía ha contribuido en la construcción de la identidad
nacional y cultural de la nación
Alejandro Serrano y Rubén Darío (Conclusiones).
Alejandro Serrano Alejandro ha ido armando un pensamiento sólido,
coherente, flexible, creador y sobre todo comprometido con la realidad
que desafía al ser humano en sus múltiples acciones y manifestaciones
humanas, sociales, históricas, políticas, éticas y culturales. En
coherencia con la filosofía comprometida, Alejandro vive la realización de
la filosofía como quehacer humano, como diálogo, como compromiso
solidario con el destino del ser humano sobre la tierra, ser humano que
carga en la actualidad el drama de su ruptura con él mismo, con los
otros, con el medio ambiente y con la trascendencia. ¿Cómo encontrar el
hilo conductor que atraviesa el pensamiento de Alejandro, tan amplio,
denso, diverso y comprometido en el momento estratégico de una etapa
particular de la filosofía y de nuestro país? El hilo conductor me parece
encontrarlo dando vida a cuatro núcleos: el ser humano, la historia, la
libertad y la ética. La filosofía de Alejandro transita, se encarna y se
despliega en cada uno de esos núcleos de pensamiento. La reflexión
filosófica de Alejandro, centrada en factores, elementos y hechos sobre
el ser humano en su despliegue histórico, posee además de una
extraordinaria penetración, el potencial de descubrir, de des ocultar,
como él dice, el sentido y direccionalidad de todo acontecimiento que
deriva del quehacer humano y concluye en el ser humano social
responsable y siempre perfectible. De ahí que su filosofía sea también
una filosofía sobre la acción y la práctica social, una reflexión sobre
hechos y circunstancias de nuestra praxis como país. Su filosofía tiene el
carácter de un sólido referente sobre nuestra realidad como país
Reflexionemos.

Rubén Darío –claro está- no fue filósofo, ni formuló alguna teoría


filosófica, ni abrazó ninguna doctrina, a pesar de estar plenamente
informado del pensamiento filosófico universal. No obstante, aunque no
se propuso llevar a cabo una demostración teórica, no pudo dejar de
transmitir en su poesía algún substrato de visión organizada del mundo,
en la medida que su poesía y sus análisis críticos literarios estaban en
contacto con la vida, e intentaban dar cuenta de los fenómenos
sensoriales. Sin embargo, estos atisbos de conciencia filosófica, no se
corresponden con una visión integral coherente. Darío, abiertamente
proclamó que no seguía ninguna teoría filosófica. Querer atribuirle una
visión conscientemente filosófica, es subestimar la decisión intelectual de
Darío de no adherir a ninguna teoría. Posiblemente, en este aspecto, un
investigador serio pueda rastrear en su obra artística una influencia
ecléctica, afín a su sensibilidad integradora de tendencias desde una
posición original que, además, Darío consideraba como una cualidad del
modernismo. Rubén Darío Trabajemos en grupo.

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