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5TORIA 11

. dades

qrcas
Fenllintiez lfCUG ( oordinadora)
MII~ro nde
n ndez
lb ñez
z
PREHISTORIA 11
Las sociedades metalúrgicas
AUTORES : ANA FERNÁNDEZ VEGA
(C o ord in adora)
ANA FERNÁNDEZ VEGA
(Coordinadora) AMPARO HERNANDO GRANDE
Profesora Titular ele Prehistoria (UNED) JOSÉ MANUEL MAÍLLO FERNÁND EZ
FRANCISCO JAVIER MUÑOZ IBÁÑEZ
AMPARO HERNANDO GRANDE JOSÉ MAN UEL QUESADA LÓPEZ
Profesora Tit ular ele Prehistoria (UNED)
SERGIO RIPOLL LÓPEZ
rosa MANUEL MAÍLLO FERNÁN DEZ
Profesor Contratado Doctor de Prehistoria (UNED)

FRANCISCO JAVIER M UÑOZ IBÁÑEZ


Profesor Contratado Doctor de Prehistoria (UNE D)

JOSÉ MANUEL QUESADA LÓPEZ


Profesor Contratado Doctor de Prehistoria (UNED)

SERGIO RlPO LL LÓPEZ


PREHISTORIA II
Profesor Titular ele Prehistoria (UNE D) Las sociedades metalúrgicas

@ ~ditorial Universitaria
~ Ramón Areces 11
íNDICE

INTROD UCCIÓN (Al1a Fern ández Vega) 17

TEMA l . EL NEO LÍTICO EN EUROPA : INTRODUCCIÓN . EL


NE OLÍT ICO INI CI AL. LA CONSOLI DAC IÓN DEL
NE OLÍTICO (.losé Ma nuel Ma íllo Fe tn ánd ez) 21

l . Introd ucción . 21
1. l . Generalidades .. 23
1.2. Clima .. 23
1.3. Antecedentes mesolít ico s .. 24
2. El Neolítico Inicial (7000-5000 a.c. ) .. 25
2. 1. Sudeste de Euro pa . 25
2 .2. Europa med iterránea . 28
Reservados Lodos los derechos. 2.3. Europa centra l: L inearbanderKerami k (LBK) . 31
Ni la totalidadni palie de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento elec- 3. La Consolidac ión de l Neolítico (± 4000 - ± 2700 a.C.') .. 34
trónico o mecánico, incluyendofotocopia, grabación magnética o cualquieralmacenamiento de infor- 3. 1. Ocupando nuevas tierras: e l inic io del Neolítico en el norte de
mación y sistema de recuperación, sin permiso escrito de Editori al Centro de Estudios Ramón Are- E uropa y las Islas Britá nica s .. 37
ces, S.A . Diríjase a CEDRO (Centro Españolde Derechos Rcpro gré ficos, www.cedro.org)si necesita
fotocopiar o esca near algún fragmento de esta obra. 3.2. E l sudes te de E uropa . 40
3.3. La E uro pa medi terránea .. 41
4 . Bi bliog rafía . 41
© EDITOR tAL CE NTRO DE EST UDIO S RAMÓN A RECES. S.A .
Tomás Bre tón . 2 1 - 28045 Madrid
Tel éfo no : 915 .398 .659 T EMA 2. EL NEOLÍTICO EN ASIA, ÁFRI CA, AMÉ RICA Y OCEA-
Fax: 9 14.681.95 2 NÍA (Ana Fern ánde z Vega y Amparo llernando Grande) .... 43
Correo: ccrasa@cerasa.es
Web: www.cerasa.es
l . As ia .. 44
ISB N- l3 : 978-8 4-8004-985-6 1.1. Introdu cción .. 44
Depósito legal: M-2.888-201 1 1.2 . Áre as geog ráficas y culturales . 45
1.2.1. China: Peiliga ng, Yangshao , Da wenkou . 45
Impre so por: LAVE L, S.A.
Humane s (Madrid)
1.2 .2. Sudes te asiático : Ban Chiang y Kho k Pha nom Di . 49
1.2.3. India : Mehrgarh, Ma hagara y Harapp a . 52
Im preso e n España/ Prin rcd in Spain 1.2.4. Japón: Cultura de Jomon .. 54

ÍNDICE 7
1.2.5. Co rea: C ulturas de C hulmun y Xin le . 56 2.2. Me nhir . 86
2. África . 57 2.3 . Hen ge . 87
2. 1. Introd ucc ió n . 57 3. Alg unas c uestiones so bre su o rigen y di spersión .. 87
2 .2. Á reas geográficas y cultura les .. 59 4. Princ ipales áreas geog ráficas . 90
2.2.1. Norte de África .. 59 4 .1. Islas Británica s .. 90
2.2. 1. 1. Valle de l N ilo: nort e de Egipto, Sudá n. Fayum 4 .2. Francia . 95
y Jart um . 59 4 .3. Europa Septentrional .. 99
2.2. 1.2. Mag reb y el Sahara . Tenereense , Ne olítico 404. Pen ínsula Ibér ica . 100
med io y Neolítico tradi ciona l, Ca psiense . 61 5. Simbolismo y sig nificado .. 102
2.2.2. Áfri ca Ori en tal: Neolítico Pastor al .. 63 6. Bibliografía . 105
2.2.3. África Occident a l: co mplejo K intampo .. 64
3. Améri ca . 65
3. 1. Intro ducció n .. 65 TEMA 4 . EL ARTE RU P ESTRE POST PAL EOLÍT ICO EN LA
3.2. Áreas geog ráficas y cultura les . 67 PENí NSULA IB ÉR ICA tSerg¡» Hipo" López) .. 107
3.2. l . Mc so amé rica : Valle de Tchuu can y Sie rra de Tama u-
lipas . 67 l. Int rod ucción . 107
3.2.2. Suda mérica .. 68 2. El arte lineal geomé trico . 108
3.2 .2 . 1. Los A ndes: grupo de Valdivia .. 68 3. El arte m acroesq uemático .. 109
3.2.2.2. N oroe ste de Arge ntina : C ultura de Ag uada .. 70 4. Distribuci ón geo g ráfica del arte levantino . 110
3.2 .2.3. Las c ulturas de la pe rife ria andi na: c uenca del 5. La fac ies levant ina . 115
Am azon as . 70 6. E l pro blema de la crono log ía de la facies Icvantina . 11 8
3.2.3. No rtca rn érica . 70 7. La fac ies esq uemá tica .. 124
3.2.3 . 1. E l Suroeste : Mo go llón, Hoh okam y Anasaz i. 8. La facies de los petroglifos gallegos .. 128
El desierto y la costa de C aliforn ia . 71 9. Perdurac io nes y o tros prob lema s .. 130
3.2.3.2. El Este : bo sq ues orientales (Ade na , Hopewell 10. Bibliografía . 131
y el M issi ssipi). La s grande s llanuras . 74
3.2.3 .3. E l Ártico y el S ubárti co . 75
4. Oceanía . 75 TEMA 5. GÉN ES IS Y D ESARROLLO DE LAS SOCI ED ADES
4 .1. Austra lia . 76 COMPLEJAS : EL CA LCOLíT ICO. EL CALCOLÍTICO
4.2. Nueva G uinea . 77 EN E L PRÓXIMO O RIENTE (Ana Fernánde: \legu )'
Amparo Hernando Gra nde) .. 135
4.3 . Cu ltur a La pita .. 78
5. Bibliografía . 79 l . Características genera les . 136
1.1. Defmició n y antecedentes .. 136
TEMA 3. EL FENÓMEN O MEGALÍTICO (Francisco Javier MUllO: 1.2. Transfo rm aciones econ ómicas . 137
lb áñez¡ . 83 1.3. La meta lurgia de l cobre .. 138
l A. Ca mbios soc iales .. 140
l . Introd ucción . 83 1.5. Nacim iento de los primeros grupo s urb ano s .. 140
2. Tipo s . 84 2. El Caleolítico en el Próximo Oriente .. 142
2. l . Do lme n .. 85 2. 1. Mesopotam ia .. 142

8 PREH ISTORIA ti ÍNDICE 9


2.1.1. Cultura de El O beid . 143 3. 1. Calcolítico Antiguo: Baden, Lengyel, Miche lsberg y TRB K .. 169
2.1.2. Uruk . 144 3.2. Ca1colítico Medio: Culturas de la cerámica de cuerdas, de las
2.1.3. D jemdet Nasr . 145 ánforas globulares y de las hachas de combate .. 172
2.2. Anatolia . 145 3.3. Calcolítico Final: Cultura de Únctice y Straubing .. 174
2.2.1. Hacilar .. 145 4. Europa nórdi ca: Cultura TRB K .. 174
2.2.2. Can Ha san . 147 5. El Occidente curopeo .. 176
2.2.3. Bcycesu lt án . 147 5 .1. Norte de Italia: Culturas cle Remede llo y R inaldone .. 177
2.3 . S ~ . 148 5.2. S ur de Italia . 178
2.3.1. Ugarit . 148 5.3. Francia: Seinc- Oise-Marne, Le s Ferrieres y Fontbuisses .. 178
2.3.2. B iblos . 149 5.4. Islas Eolias, Sicilia, Malta, Córcega y Cerdeña .. 181
2.3.3. Amuq . 149 5.5. Península Ibéri ca . 184
2.4. Pales tina . 149 6. Bib liografía . 187
2.4. 1. Ga ssu lien se .. 150
2.4 .2. Beershcba .. 151 TEMA 7. EL HORIZO NTE CAMPANIFORM E (Ana Fern ández
2.5. Valle del Nilo .' . 152 Vega y Amparo Hernan do Grande) .. 189
2.5. 1. Cultura de Naqada o Nagada (Eg ipto) .. 152
2.5.2. Gerzee nse .. 153 l. Defin ición . 189
2.6. Chipre . 154 2. Historia de la investigación: teorías sobre su or igen y evolución .. 190
2.6. 1. Er imi .. 154 2. 1. Comienzos del siglo xx : primeras grandes síntes is; y los plan-
3. Bibliografía .. 155 teamientos difusionistas . 191
2.2. La "renovación" de los año s 70 con teorías evolucionistas . 193
2.3. La década de los 90 y los nuevos planteamiento s ideo lógicos 194
TEMA 6. EL CA LCOLÍTICO EN EUROPA : DIVER SIDAD
2.4. Refle xiones finales .. 195
GEO GRÁFICA, CULT URAL Y CRON OLÓGIC A (An a
Fern ández Vega y Amparo Hernando Grande) .. 3. Principa les grupos: formas, técnicas y estilos cerámicos . 195
157
3. 1. Las cordadas entre el Rhin y e l Ródano .. 195
l . Introducción ..................................................................................... 158 3.2. Las decoradas incisas o grupo orien tal . . 196
2. El Sudeste europeo, Gre cia y el Egeo .. 158 3.3. Las impr esas co rdaclas o grupo occidenta l . 196
2.1. Calcolítico Antiguo . 159 3.4. Puntilladas o grupo meridionaL . 196
2. l .1. Las estepas pónticas . 159 4. Estructuras y elementos/objetos asociados .. 198
2.1.2. Área ca rpato-balc ánica . 160 4. 1. Hábitat . 198
2.1.3. Norte de Grecia , las Cícladas y Creta .. 163 4.2. Enterra mientos . 199
2.2. Calcol ítico Medi o . 164 4.3. Cultura materia l .. 20 1
2.2 . 1. Cultura de las Tumbas de fosa en las estepas pó nticas . 164 5. Bibliografía . 202
2.2.2 . Área carpato-balc ánica: Usatovo, Gorodske, Cernavo-
da, Cotofeni, Bodrogkerestur, Bubanj-Hum y Bad en . 165
TE MA 8. LA EDAD DEL BRO NCE: PRÓXIMO OR IENTE Y
2.3 . Ca1colítico Final .. 167
EGIPTO . EL EGE O y LA GR ECIA CONTINENTAL
2.3.1. Cultura de las sepulturas de catac um bas .. 167 (An a Fern ánde z \le¡;a y Ampa ro Hernando Grande ) .......... 205
2.3.2. Área carp ato-balc ánica: Vucedol .. 169
3. Europa central y las regiones atlánticas . 169 l . Introducción . 205

10 PR EfUSTORIA 1I ÍNDICE 11
1.1. Definición y cronolo gía . 205 2.4. Cultura de las Terramaras 249
1.2. Periodización . 206 3. Isla Eolias 250
1.3. Tra nsforma ciones fundam entales . 206 3.1. Cultura de Capo Graziano 250
2. Próximo Oriente y Egipto . 207 3.2. Cultura de Milazzo 251
3. El Bronce Antiguo en el Egeo y la Grecia continental: Cicládico, 4. Sicilia ............................................................................................... 25 1
Minoico y Heládico .. 208 4. 1. Cultura de Caslellucio 25 1
4. El Bronce Medio en las islas Cicladas y cl continente griego: Ciclá- 4.2. Cultura de Thapsos 252
dico y Helád ico . 214 5. Malta....... ......................................................................................... 253
5. El Bronce Medio y Reciente en la isla de Creta: el periodo palacial 2 16 5.1. Tarxiense............................................. ..................................... 253
6. La cultura micénica y el Bronce Reciente .. 223 5.2. Borg-in Nadur .......................................................................... 253
7. Bibliografía . 227 6. Córcega: Cultura TOlTeana............................................................... 254
7. Cerde ña: Cultura Nurágica .............................................................. 254
TEMA 9. EL CONTIN ENTE EUROPEO EN LA EDAD DEL 8. Francia: Civilización elel Ródano 255
BRONCE ANTIGUO Y MEDIO (Ana Fernández Vega y 9. Península Ib érica : Sudeste y suroeste, Bronce Valencia no, Meseta
Amparo Hernando Grande) : . 229 norte y sur, el Noroe ste y Noreste 256
10. Islas Baleares 260
l . Introducción . 229 I l . Bibliografía. ................................................................................... 26 1
2. Europa oriental . 231
2.1. Monteoru . 23 1
2.2. Otoma ni . 232 TEMA 11. LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA E INDUS TRIAL
DEL BRONCE FINAL EN EUROPA CONTINENTAL Y
3. Europa central . 234
ATLÁNTICA (Ana Fern ández Vega y Amparo llernando
3.1. Cultura de Únctice .. 234 Grande ) 263
3.2. Cultura de los Túmu los .. 236
4. El norte de Europa .. 238 l. Introducción...................................................... ............................... 263
5. Las regiones atlánticas . 24 1 2. Europa centra l y oriental: Cultura de los Campos de Urnas 265
5.1. Cultura de los Túm ulos Armoricanos .. 24 1 3. Europa nórdica: Mon telius III -V.. .. .. .... .. .. .... .. .. .. ... .. .. .... ..... .. .. .. .. .. .. .. . 272
5.2. Cultura de Wessex . 242 4. El bronce atlántico europeo 274
5.3. Grupo de Draken stein . 244 4.1. El occidente francés................................................................. 274
6. Bibliografía . 244 4.2. Los Países Bajos 276
4.3. Las Islas Británicas............................. ..................................... 276
4.4. La fachada atlántica de la Penín sula Ibérica 277
TEMA 10. REG IONES MEDITERRÁNEAS EUROPEAS EN LA
EDAD DEL BRONCE ANTIGUO Y MEDIO (Ana 5. Bibliografía...................................................................................... 280
Fernández Vega y Am paro Hernando Grande) . 245

l . Introducción . 246 TEMA 12. LA EUROPA MEDITERRÁNEA AL FINAL DEL


BRONCE Y LAS COLO NIZACIONES FENICIA Y
2. Italia septentrional y central .. 246 GRIEGA (Ana Fern ánde z Vega y Amparo Hernando
2.1. Cultura ele Polada .. 247 Grande).. ......................................... .................................. 28 1
2.2. Cultura de Asciano .. 248
2.3. Cultura Apenínica . 248 l. Introducción.................... ................................................................. 28 1

12 PREHISTORIA 11 ÍNDICE 13
2. Italia e islas .. 282 T EMA 14. LA SEGU NDA EDAD DEL HIERRO EN LA EUROPA
2.1. Norte, centro y sur pen insular .. 282 TEMPLADA (José Man uel Quesada López) .. 335
2.2. Islas Eolias: Cultura Auso niana .. 283
2.3. Sicilia: Cultura Pantálica .. 284 l . La Cultura de La Tenc. Concepto y cronología .. 336
2.4. Ma lta: Grupo Ba hrija .. 285 1.1. El marco geográfico y cro nológico .. 336
2.5. Córccga: Cultura Torreana . 285 1.2. La «Cuestión céltica» .. 338
2.6. Ce rdeña: Cultura Nurágica 1II .. 286 1.3. La evo lución histórica .. 339
3. La Península Ibérica . 287 1.3.1. Los orí genes (La Téne A) .. 339
3.1. Reg iones costeras orient ales y meridionales . 287 1.3.2. El periodo de las «migraciones» (La Tene B) .. 340
3.2. El interior peninsular . 290 1.3.3. El periodo de los oppidas (La Tene C) . 342
4 . Islas Baleares: Talay ótico t y II .. 29 1 2. La Cultura de La Tenc, Del háb itat a la ideología .. 343
5. Co lonización fen icia . 293 2. 1. Poblamient o y hábitat . 343
6. Colonización griega . 299 2.2 . Enterram ientos . 346
7. Bibliografía : .. 303 2.3. Sociedad . 348
2.4. Eco nomía . 35 1
2.4. 1. La agricultura y ganade ría .. 35 1
TE MA 13. LA PRIMERA EDAD DEL HIE RRO EN LA EUROPA 2.4.3. La artesanía cerá mica .. 352
TEMPLADA (José Ma nuel Que sada López) .. 305 2.4.2. La miner ía y metalurgia . 353
2.4.4. El comercio . 355
l . La Prim era Edad del Hierro .. 306
2.5. Arte .. 357
1.1. La primera metalurgia del hierro en la Europa Templada .. 306
2.6. Religión e ideología .. 359
1.2. Más allá del metal: Poblamiento, economía y sociedad .. 307
3. Europa septentrional . 360
2. La Cultura de Hall stat.. . 309
3. 1. La s Islas Británicas . 360
2. 1. Marco geog ráfico y cronología .. 309
3.2. Norte de Alemania y Dinamarca .. 363
2.2 . Hábitat y poblamien to .. 3 10
4. Europa oriental: La Cultura Escita Clásica . 365
2.3. Enterramientos . 3 12
5. Bibliografía . 368
2.4. Sociedad . 3 19
2.5. Eco nomía . 320
2.5 . 1. La agricultura y ganadería .. 320 TEMA 15. El Mediterránco en la Edad del Hierro (José Manuel Que-
2.5.2. La minería y metalurgia .. 32 1 sada Lóp ez) .. 369
2.5.3. La cerámica .. 324
2.5.4. El co mercio . 324 l. La Protohi stor ia mediterrá nea del prim er milenio a.e. . 370
2.6. La caída del mund o hallstático .. 326 1. 1. Del Bronce Final al Hierro: La hipótesis precoloni al... . 370
3. Europ a septentrional . 327 1.2. La Prim era Edad del Hierro: Las Culturas orientalizantes .. 372
3.1. El arco atlántic o .. 327 1.3. La Segunda Edad del Hierro . 375
3.2. El círcu lo nórd ico .. 328 2. La Primera Edad del Hierro: El hori zonte indígen a .. 376
3.2. El co mplejo lausaciano .. 329 2. 1. El mund o insular: Postrim erías del Nurágico y Pantálico .. 376
4. Europa oriental: La Cultura Escita, jinetes de las estep as . 331 2.2. La Italia central: Culturas Villanov iana y del Lacio .. 378
5. Bibliografía . 334 2.3. La Italia septentrional: Culturas Atestina y Golasseca .. 382

14 PREHtSTORIA 11 íNDICE 15
2.4 . La Italia meridional : Las Culturas de inhumación
2.5. Las rib era s occidenta les: Del Lan guedo c a Cataluña
.
.
384
385
INTRODUCCiÓN
3. El horizont e orien tali zante . 386
3.1. La antig ua Etruria: C ultura de los Pr íncipes . 386
3.2. El antig uo Lacio: Cultura Latina . 390
3.3. El antiguo Véneto: El Arte de las sítulas . 390
3.4. El más rem oto occid ent e: Cultura Tartésica . 39 1 Este es un libro elabo rado específicame nte par a los est ud iantes de la
4. La Seg unda Edad del Hierro .. 395 UNE D, del nuevo Grado de l EEES (Espacio Europeo de Educación Superior),
4. 1. Los pueblos itálicos .. 395 sin que ello impli que que no pueda ser de utili dad para otras person as. Pero si
he mencionado estos dos aspectos es porque ambos han determinado en buena
4.2. Lo s pueb los de la Cé ltica medit erránea . 398
medida las características de este texto . Lo primero y fund amental es porque
4.3. Los pueblos ibéri cos . 400 el es tudiante de esta Universidad adqu iere su formación y realiza su aprendi -
5. Epílogo : Del antiguo Med iter ráneo al «More Nostrum» . 404 zaje, en una gran medida, a través del material did áctico, ya que - aún cuando
6. Bibliografía . 404 tiene a su dispo sición tutorías presenciales y una amp lia gama de medio s téc-
nicos de corn unicación- su enseñanza no se realiza por medi o de un contacto
directo entre profesor y alum no .
Por su parte, e l hech o de que estemo s en el nuevo plan de estudios euro-
peo , condiciona la cantidad de los contenidos , marcada por el núm ero de cré-
ditos de la asignatura, y tamb ién la naturaleza de los mismos, en e l sentido de
evitar la repetición de periodos o conce ptos que estén integrad os ya en asig-
naturas de este Departame nto o de otro s afines. La diversificación de créd itos
entre teórico s y prácticos hace tambi én necesaria una estructura algo diferen-
te a las anteriores en lo que al mat erial didáctico se refiere. Y así, este será el
text o básico para preparar los conoc imientos teóri cos que constituyen la mate-
ria de la Prueba Presencial, y tambi én el "apoyo" fundam enta l de las Pruebas
Prácticas. Ahora bien , éstas requieren también otros conocimientos que están
recogidos en un libro dedicado a la Prehi storia y su meto dolo gía que co nstitu-
ye, j unto con éste y con la G uía Didáctica, el ma terial didáctico de esta asig-
natura.
Todo esto responde a la necesidad que e l profe sor tiene de proporcionar al
estudiante de la UNE D la inform ación y los medi os que le permitan una for-
mación adecuada , de man era autosuficiente si lo desea, o bien utilizando todos
los med ios de que dispone. De ahí la importancia de que el material didáctico
tenga una calidad científica pero tambi én ped agógica que permita responder a
las exigencias de contenidos fac ilitand o un aprendizaje en solitario y perm i-
tiendo al estudiante una tarea personal que estimule e incenti ve éste, en el que
tiene un activo pap el. El pro fesor será un guía fund am ent al en esta diná mica
formativa, generando estímu los y proporc ionando los medios para el desarro -
11 0 de sus capacidades específicas .
Esta asignatura se ha considerado hasta ahora como una sola, de ca rác ter
anual, aunque en este plan de EEES , se ha dividido en dos, pero que están ínti-
mamente relacionadas ya que ésta es la continuación de la primera, come n-

16 PREHISTORlA II INTRODUCCtÓN 17

zando en donde acaba aquella, es decir, en e l momento de la expansión del templar imágenes ilustrativas básicas para completar el estudio de cada uno
Neolítico en Europa y el resto de los continentes, salvo la zona originari a del de los ternas, organizadas de manera sencilla pero muy didáctica, con nume-
Oriente Próximo, y terminando con la segunda Edad del Hierro europ ea. rosas lámina s de distinto tipo (plantas de yacimientos, dibujos de materiales y
fotografías de piezas), acompañadas de una descripción explicativa que permi te
El obje tivo primordial de este man ual, y en general del material didáctico
contextualizar las imágenes desde el punto de vista eullural, cronológico y
de la asignatura, es que los estudiantes adquieran unos conocimientos y crite-
territorial.
rios básicos sobre Prehi storia y Protohistoria, pero también una metodología
de trabajo y estudio en la que desarrollar su capacidad de análisis y de sínte- También hemos intentado "enlazar" las diversas etapas y evitar mencionar
sis. A través de este manual pretendemos que el estudiante obtenga unos cono- deno minaciones, fechas.. . etc. de cada uno de los autores, en un intento de
cimientos específico s, comprendiendo las peculiaridades de las diferentes eta- sintetizar y proporcionar el ya mencionado "e ntramado básico" al que el estu-
pas desde el punto de partida de la eullura material, pero también conociendo diante podrá incorpo rar la infonnación que desee.
los aspectos socioeconómicos, del medio ambiente y sus recursos potenciales,
Por último, hemos de concretar que las manifestaciones culturales del
los modelos eco nómicos , la distribución y las relaciones entre los asenta-
mundo griego no forman ya parte dcl periodo que nos ocupa y son amplia-
mientos, la recon stru cci ón demográfica, los ritu ales funera rios, las rede s
mente tratadas en la asignatura de Historia de la Cultura material del Mundo
comerciales, y todo aquello que esté relacionado con el desarrollo human o y
Clásico (20 10), y las propias de la Pen ínsula Ibérica son objeto de estudio en
que nos pcnnita reconstruir las etapas iniciales de la historia de la humanidad.
la asignatura dedicada a ésta, del tercer Curso.
La investigación en Prehistoria está siempre sujeta a una renovación y cam-
Al final de cada terna aparece un apartado dedicado a la bibliografía. Úni-
bios constantes, y por esta razón, aún cuando tratemos de hacer un texto actua-
camente señalar que en cI caso de los temas 5 y 6 que tratan del Caicolítico, la
lizado y que pueda tener una cierta permanencia, puede en cualqui er momen-
bibliografía se cita en el terna 6; lo mismo sucede con los temas 9 y 10 sobre
to quedarse antic uado porque se ha prod ucido un nuevo hallazgo o nuevas
el Bronce Antiguo y Medio que se incluye en el tema 10; y por último la biblio-
dataciones que modifican parte de lo que hasta ahora creía mos. Sin emba rgo,
grafía de los temas 1I Y 12 sobre el Bronce Final se encuentra en el tema 12.
consideramos que el "entramado" básico no sufrirá alteracion es fundamenta -
les. También por esta razón, amén de la de hacer un pocu más aseq uible el
estudio, hemos intentado evitar la excesiva parcelación y detalle de cada yaci-
Ana Fernández Vega
miento, salvo en los caso s en que la genera lizació n no es factible o bien es
exclusivamente la información de un yacimiento la que caracteriza un perio-
do. Hemos procurado ofrecer un panorama global, por una parte, para que el
estudiante conozca lo que representa una etapa determinada en un entorno geo-
gráfico amplio, pero también un desarrollo interno de cada una de ellas. Es
decir, tratamos de expone r una información horizontal: sincronía en los dife-
rentes ámbitos geográfi cos, y una vertical: desarro llo diacrónico por zonas.
El intento de homogeneizar planteamientos en los diversos temas es a veces
difícil, no solamente porque cada autor tiene su modo de hacerlo, sino y sobre
todo, porque la informaci ón de que disponemos es muy heterogénea en cali-
dad y cantidad, impidi endo muchas vece s dar una visión de conjunto más o
menos uniform e. Esto también tiene corno consecuencia la imposibilidad de
que los diversos temas tengan una extensión aproximada, corno era nuestro
propósito inicial. En este caso hemos considerado mejor "sacrificar" el aspec-
to formal al didáctico, no separando periodos que requieren una cierta unidad,
o por el contrario, aislando otros que lo precisan para su mejor comprensión.
Sí hemos unificado , siempre dentro de lo posible, la denomin ación de las
fechas (a .C i) así como el aspecto gráfico. En el texto existen figuras que lo
ilustran, pero además hemo s incorporado un CO que aporta mucha más infor-
mación útil para la preparación de la asignatura. En este CO se pueden con-

18 PREHISTORIA 11 tNTRODUCCtÓN 19

Tema 1
EL NEOLíTICO EN EUROPA:
INTRODUCCiÓN. EL NEOLíTICO
INICIAL. LA CONSOLIDACiÓN
DEL NEOLíTICO
José Manuel Maíllo Fernández

ESQUEMA-RESUMEN •
l . Introducción.
1.1. Generalidades.
1.2. Clima.
1.3. Antecedentes mesolíticos.
2. El Neolítico Inicial (7000-5000 a.c.).
2.1. Sudeste de Europa.
2.2. Europa mcditerránca.
2.3. Europa central: LincarbanderKeramik (LBK).
3. La Consolidación del Neolítico (± 4000 - ± 2700 a.c. )
3. 1. Ocupando nuevas tierras: el inicio del Neolítico en el Norte de
Europa y las Islas Británicas.
3.2. El sudeste de Europa.
3.3. Europa mediterránea.

1. Introducción

Desde inicios del siglo xx, las hipótesis para definir el Neolítico en Europa
han sido de carácter difusioni sta (fig. 1), sobre todo por los trabajos de Sir Vere
Gordon Childe a partir de la década de los años 20 del pasado siglo. Bajo esta
óptica, los grupos productores, agricu ltores y ganaderos, habrían llegado a
Europa desde el Próximo Oriente, el área nuclear más cerca na al Viejo Conti-

TEMA 1. EL NEOLÍTICO EN EU ROPA: INTRODUCCiÓN. ELNEOLÍTICO INICIAL 21


tanto, el panorama ge neral del Neolítico, sobre todo de sus fases iniciales, pre-
senta un escenar io en mosaico en el q ue varias realidades p udieron tener lugar.

·•• 1.1. Generalidades


, El N eo lític o re pre senta un cambio ec onóm ico re le vante e n el devenir c ul-
I
) I tural de la Huma nidad . Supone el aba ndono paulatino de acti vidades eco nó-
I micas basadas en la caza y la recolección para pasar a la agricultura y ganade -
,I ría. Los ca mbio s culturales de tal pa so son, en líneas generales m uy claros (a
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OCl~ ANO
ATLÁNTICO

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una escala menor, és tos no lo son tanto , como veremos) y supo nen la aparic ión
de piezas líticas pulimentadas, j unto a las tall adas de moment os anteriores, la
aparic ión de la ce rámica, la sedentarizac ión de lo s ase ntamiento s, las es truc -
tura s de habitación m ás sólidas, así como la aparición de lugares de almace -
namient o o es tabulación. Tod o ello supuso, como no pud o ser de otra manera,
profundo s cambios en los aspectos sociales y cos mogónicos de esto s p ueb los.
El orige n de la producción de ali ment os es multifocal , es decir, se da en
varios lugare s sin c ontacto e ntre e llos . A sí, se puede rastrear e n Á frica, A sia o
Amé rica. Euro pa se ve influenciada por el fo co de Próximo Oriente , donde ,
desde apro ximadamente el 9500 a.c. se da un Ne o lítico Precerám ico , cuya
influencia o protagoni stas serán los qu e introducen es ta nueva form a de vida
Nuolil",,, concerámica NooIitico con ~ Ne"m;caoon
celllmÓCll Cllr<lilll
NeollhCllcon
ClI1ómlool!llP"lSe
en el viej o continente.
dlIbondos {TBKI Co<ámica almagra

Figura l . Mapa del inicio del neolítico en Europa (Azcárate et alii , 2006 ).
1.2. Clima
nente , ocupando territorios gana dos a los grupos Epipaleolíticos grac ias a, en Durante e l fin al del ú ltimo es tadio G lacia l y el inicio del Holoceno se pro -
prim er lugar, una más avan zada tecnolo gía qu e comprendía la piedra pulida y ducen una serie de ca mbios rápidos y bru sco s en e l c lima de E uro pa. La mejo-
la cerámica y, en segundo luga r, a las nuevas formas económicas. E ste mod elo ría de l cli ma iniciado en el Bollin g y el A llerod, se ve interrumpida con la lle-
de expans ión desde las áreas nucl eares fue denominado Ex Oriente Lux, el cual gada del es tadial Dryas recient e (108 00-9600 a.Ce) , el cual vuelve a Europa a
fue compleme ntado por el genetista Cavalli-Sfo rza, que llegó a definir el ritmo las tem peraturas frías. En es tos momentos se producen cambios bru sco s de
de la "ola de avance" neolítica , concluyendo qu e el mi smo fue de un kilómetro temperaturas, varios gra do s en apen as un siglo, lo cual qued a marcado, sobre
al año de media. Trabajos posteriores, como el de Lord Colin Re nfrew, añad en todo, en el oeste de E uro pa . U n cl aro eje mplo es la local izaci ón de l Fre nte
m ás calado a esta argumentación defendiendo qu e este avance de los grupos Polar, la frontera entre las aguas fría s qu e descienden desde el norte y las agu as
productores de alimentos trajo co nsigo a E uropa la incorporaci ón de las len- cálidas de la co rriente del Go lfo que van hacia e l no rte , que flu ctu ó desde las
guas Indoeuropeas. costas de Portugal dura nte el Máximo Glacial, a las costas de Islandia en el
último Glacial, para volver a las costas port uguesas durante el Drya s recient e ,
Sin embargo, este m odelo no llega a explicar toda la variedad de escenarios estabilizándose en las costas islan desas a ini cio s del Holoceno. E ste evento,
arqueológicos que se encuentran en Europa. Por un lado , existen yacim ientos ilustra la bru squ edad de dichos cambios , los cuales obligaro n a un proceso de
donde el "complejo" tecno lógico y ec onó mico ne olíti co aparece plenament e ada ptación a los gru pos bum anos, los cuales conocían, dentro de la mem or ia
desde e l primer momento, otros, en los qu e la cerámica, por ejemplo , está aso - del grupo, los cambios de cl ima acaecidos un par de generaciones atrás.
ciada a restos de fauna salvaje y tecnología Epipaleolítica/Mesolítica y otros en
los qu e la producción de alimentos puede relacionarse con una inven ción local La flora sufrió estos cam bios repentinos de c lima en su distribución por el
o por medio de acultura ción, más qu e a una llegada de nuevas poblaciones. Por conti nente. Cuando en la zona septentrional de E uropa el clima se hace más

22 PREHISTORIA 11 TEMA 1.EL NEOLÍTICOEN EUROPA: INTRODUCCiÓN. EL NEOLíTICO INICIAL 23


cálido y las prccip itacionc s aumen tan, especies como el rob le amp lían su bio- sa del yacimiento en el que la fauna está dominada por el ciervo y otros mam í-
topo del áre a med iterránea al norte y nores te del con tinente. Por el contrario, feros y donde se ha constatado la reco lección intensa de plantas (existen unos
el cambio de cli ma en las zonas más meridionales tiene que ver más con las 28000 restos de, al menos, 27 es pecies ent re las que destacan la avena, la len-
precipitaciones que co n las tcmperaturas. Aquí, el bosque dc pino se ex tiende teja y la almendra) que eran trituradas en las numerosas molederas encon tradas.
por las zonas altas y el rob le por las más bajas, mientras, en las áreas más ári- En la cueva italiana de Uzzo, al norte de la isla de Sicilia tam bién se han encon-
das, el paisaje estará domin ado por las herbáceas. trado restos de cebada y legumbres. Las espec ies encontradas en ambos yac i-
mientos son morfo lógicamente silvestres, por esto no es posible dilucidar si,
La fauna , por su parte, se vio favoreeida por cI ineremen to de la masa bos-
simplemente eran recolectadas o, por el contrario, fueron es pecies "cuidadas"
cosa en el continente, especiahne nte los ungulados de tamaño medio y pequeño
o cultivadas por los grupos mesolíticos.
co mo el ciervo, el uro, el corzo o el jabalí , fre nte a las grandes ma nadas de
caballos, renos y otro s grandes herb ívoros de tundra. La fauna de menor tama- Un debate similar existe en relación con la domesticación de especies ani-
ño, como los castores, nutrias o tejones también fue más numerosa. Algo simi- males en Europa, co ncretamente la cabra y la oveja. La primera tiene Europa
lar oc urre en el océano. Al ser és te más cá lido prol iferan espec ies co mo las como háb ita t y de la segunda se cree que pudo ocupar la zona orien tal del
aves acuáticas, el delfín , num erosos tipo s de molu scos, e tc., que fuero n explo- Medi terrá neo antes de su implantación por parte de los grupos productores de
tados por los grupos humanos. alimentos. Restos de cabra doméstica han sido hallados cn algunos yacimientos
medit erráneos. Existen varias hip ótesis explica tivas. La primera defiende la
Por tant o, el inicio del Ho loceno en Europa se caracteriza por un incre-
posibilidad de una domesticación in situ. La seg unda que las manadas de her-
mento en la diversidad y complejidad de los ecos istem as fren te a la parte fina l
bívoro s es taban co ntroladas po r los grupos humanos, pero sin intervención
del Pleistoceno, que hace plausible suponer que los grupos de cazadores-reco-
directa sobre ellas, por eje mplo, modificab an el paisaje taland o bosques para
lectores ampliaran sus redes de ocupac ión y se concentraran en algunos lugares
que las manadas no necesiten desplazarse, al disponer de recursos todo el año.
donde los recu rsos eran abunda ntes. Ilegan do , en nume rosas ocasiones, a tener
Otra tercera hipótesis aboga porq ue los restos de ovic ápridos do més ticos fue-
asentamientos prác tica mente estables.
ron obte nidos por los grupo s cazadores recolectores por med io dc trueque o
intercam bio con los grupos productores de alimentos asentados más al este y,
por tanto , serían objetos de prestigio . Sin embargo, la mayoría de los invcsti-
1.3. Antecedentes mesoliticos gadores no con sideran la hip ótesis de la domest icaci ón in situ como la más
plausible , ya que la revisi ón dc algunos yacimientos ha concl uido que ex isten
La idea de una colonización de Europ a pnr parte de grupos productores de probl emas estratigráficos en los mismos, por lo que la fau na domé stica no
alim en tos heredada de las hipótesis de V. Go rdo n Childe , como ya se ha corre spo ndería al Mesol ítico , sino a mom entos posteriores ya dentro del Neo-
co mentado, fue empleando el Medit erráneo como vía de expansió n, pero esto lítico. En otro s casos, las espec ies clasificadas co mo dom ésticas han sido rca-
no es un hecho nuevo. Desde el Mesolítico las comunicac iones por el Medite - signadas a especies sa lvajes. Sin embargo, co mo bien apu nta G. Barke r, el
rrá neo son más o menos flu idas, y ejemplo de ello son las visitas, más o menos debate sigue ab ierto , ya quc en Libia se ha doc umentado la estabulación y el
frecue ntes, por parte de grupo s de cazadores-reco lectores de islas co mo Chipre engorde de un tipo de cabra silvestre denom inado arru í (Ammotragus lervioi,
desde inic ios del noveno mileni o a.c., as í co mo de Córcega, Cerdeña y las almenas, un mi lenio antes de la introd ucción de la oveja do méstica.
Baleares, siendo causantes de la extinció n de fa una endé mica de dic has islas.
Las visitas de las islas se efec t úan para aprovisionamiento de materias pri-
ma s, co mo ocurre con la obsidiana proceden te de la isla de Me las, la c ual se 2, El Neolítico Inicial (7000-5000 a.C.)
encuentra en el yac imiento mesolítico de Franchthi en el Peloponeso, situado
a una distancia superior a la ce ntena de kilómetros.
Tambi én se apuntó más arriba que la hipótesis de la ocup ación de Europa 2.1. Sudeste de Europa
por parte de grupos recolectores, que hizo pop ular Gordon Childe, debía ser
matizada . En efec to, exis ten algunos datos a favor de que no toda la producción Las primeras evidencia s de prod ucción de alime ntos las encontramos en
de alimentos pudo ser de orige n exóge no, ni todos los nuevos productos ali - una franja comprendida entre el inicio del noveno milenio y la segunda mitad
menticios exportados. Así, en el yacimiento de Franchth i (Grecia), en sus nive- de.1 octavo mi lenio a.c. en la isla de Chi pre, co n cultivo de cerea les y legu-
les mesolít icos, dura nte el séptimo mileni o, se documenta una ocupación inten- mmosas dom esticadas y una cultura ma terial asimilab le al Pre-Pottery Neo -

24 PREHISTORIA 11 TEMA l. ELNEOLÍTICO EN EURO PA: INTRODUCCiÓN. EL NEOLÍTICOINICIAL 25


lithic B (PPNB ) originario de Pró ximo Ori en te . Algo má s tardía, en torno al de ma yor tamaño y utilidad comu nal como en Nea Nikodemia o aline adas en
6800 a.c. e s la ocupación de K no sso s en Creta y de los yacimientos de Ne a ca lles y callejones como en Otzak i en Tesalia o Karanovo (Bu lgaria ).
N ikomedia, Argi ssa y Seskl o en el noreste de la Grecia continental, los cuales
presentan sim ilitudes cu lturales con el Neolítico de An atolia en c uanto a l
modelo dc ase ntam iento, arquitectura dom éstica, uten silios líticos, de as ta y
hueso , ce rámica decorada o explo tac i ón agrícola-ganade ra. Estas ca racte rís-
ticas difi er en , radi calmente , de las meso líticas de la Zona. Una vez ase ntado s
en la Penín sula griega, los grupos productores se desp lazarían a los Balcancs,
importando su nuevo siste ma ec on ómico . Sin embargo , en esta ú ltima región
se ob se rvan model os mi xtos, incluso algunos investi gadore s han propuesto
qu e c n la zo na de las Pu ert as de Hierro del Danubio se dom esticaron por pri -
mcra vez algun as especies animales, aunque sigue siendo una hip ótesis mu y
debatida .
Por otro lado, encon tramos que no en todo s los yacimientos se observa una
imp lantación repentina del Neolítico; así, en la c ueva de Fran chthi encontramos
evidenc ias de ganadería e incipiente agricultura en un ambi ente cultural sim ilar
al Mesolíti co, o en Sidari (Corfú) se empieza a usar cerámi ca en torn o al 6500
a.c. y, tras tres sig los de vacío poblacional, los grupos portadores de cerám ica
impresa se asie ntan rápidam ente por la región . Es dec ir, existen algunos lugares
co mo los citados y Are ne Ca ndide e n Italia, o Divostin e n Se rbia, do nde se
puede ob servar una economía mi xta caza dora-recolectora/prod uctora de ali-
mentos. En otras áreas , como en la cuenca media de l Danubio en yac imientos
co mo Lepenski Vir (R uma nía) , ex isten grupos que s ubs isten pred ominante-
mente de la pesca y la reco lección de mo luscos, etc.
Los asentamie ntos , denominados, por algunos autores tells (enclaves lige-
rame nte elevados por terra zas artificiales o cons trucciones previas ya demoli -
das y sobre las que se sigue con stru yendo), sue len encontrarse en las llanuras A B
a luviales de los ríos y sc les da una dobl e exp licac ión. Por un lado, una adap-
tación a las crecidas de agua de los ríos y, por otro lado , una expli cación sim- Figura 2. Reconstrucción de 1II1O casa neolítica griega y
métodos constructivos de los muros: a ) Entrama do de ramas
bólica, como respuesta a la permanencia y posesión del gru po a la tierra, como
y tapia l. b} Ladrillo (modificado a partir de Peles . 200 1J.
podrían atestiguar los enterramientos o la con strucció n de sucesivas estructuras
de habi tación so bre e l mismo espa cio .
Esto s poblados o ald eas tenían difere ntes tam años y funcion es, es ta ndo Básicament e, esto s grupos productores cultivaron trigo , cebada y legum-
algunos de ellos se parados por unos pocos kilóme tros entre sí y, según las es ti- bres como la lent eja . En cuanto a la ganadería se basaba en ovic ápridos, bóvi-
macion es, podrían albergar a una población oscilante entre algunas decenas y dos, cerdos y perros. Esto no significa que de sap areciese la recol ecci ón de fru-
algunos centenare s, dep endie ndo del tamaño de los mismo s. La s ca sas c ran t~s SIlves tres como la almendra, e l pistacho, e l higo, la pera , la bellota o la uva,
pequeñas es tancias con tec hos sustentados por po stes de ma de ra , muros de ni la caza, aunque con much a mcnor int ensid ad. Res ulta interesante con sta tar
mad era recubiertos dc adobe , arc illa y paja , en oca sio nes con basamento de que el biotopo en el que babitan esto s grupos productores de a limen tos no es
piedra. Aunque se han encontrado casas de má s dc doce metros de longitud, la el ade:uado para algunas de las especies dom éstic as como la cabra y la oveja,
ma yoría presentan dimen siones más redu cidas y están co mpue stas por una las cuales prefie ren uno más es tepario. Por ello, alguno s investigadores co nsi-
única entrada y un hogar u horno en la parte final de la estructura (fig . 2) . La ~:rm~ elganado ,como un eleme nto c uya finalidad va más allá dc la puramente
dispo sición de las diferentes dependencia s de habitación varía de un yacim ien- Cconoml ca, tomandolo como un elemento de prestigio al ser empleado en ritua-
to a otro pero generalmente apare ce n aglut inadas , bien alrede dor de un edificio les o algún tipo de fes tiv idad dc carácter social. S in embargo, en regiones ccr-

26 PREffiSTOR tA D TEMA l. ELNEOLfncO EN EUROPA: tNTRODUCCIÓN. EL NEOLÍTICO tNtCIAL 27


canas al Danub io, la actividad ganade ra tuvo que ser más intensiva, eomo se mesolíticos (no debe mos o lvidar
constata a partir de los diagramas políni cos registrados en Hungr ía, en torno en nin gún mo men to el papel j u-
al 7000 a.c. , y donde se observan imp ortantes eventos de incend io que ban gado por la cerámica como ele-
sido interp retados como quema del bosq ue para favorecer el crecim iento de ment o de prestigio más all á del
los pastos y así alimentar al ganado. meramente utilitario), se inicia un
proceso gradual en la adopción
Uno de los restos de c ultura material más característicos del Neo lítico , la dcl Neo lítico y sus nuevas formas
cerám ica, no se encuentra en los yacim ientos de los inicios de la producción productoras en muchas regiones.
de alimen tos de la rcgión . Ésta, cuando apa rece es tá realizada a mano y sin Comienza a introducirse tam bién
decoración y, más adelante, aparece decorada con motivos geométricos incisos. el sistema de producción de ali-
Aunque mantienen una homogeneidad en toda cl área en cuanto a morfologías mentos, aunque éste es un proce-
y decoración, es posible identificar variedades locales. La cerámica, como otros so mucho más gradual que el de
objetos de la c ultura material, serviría como e lemento de autoafinnación de la adopción de la cerámica. Espe-
grupo frente a otras co munidades vecinas. Resulta tambi én muy relevante el cial importancia tiene la introduc-
comercio de alg unos produ ctos como la obsidiana, cuyas redes de intercam bio ción de ov icápridos y suidos,
comenzaron en el Mesolítico, o los objetos de deco ración, sob re todo los rca- ju nto al c ultivo de cereales, espe-
lizados en concha. cialmente cl trigo y la cebada.
Figura 3. Cerámica cordial.
En cuanto a la vida espiritual, debernos comentar q ue los enterra mientos, La investigación de los inicios
al igual que ocurre en Anatolia, son inhumacion es, ge neralmente ind ividua les dcl Neolítico cn esta región se centra en cómo se produjo la adopción dc los
que so lían realizar en el interior dc las estruc turas de habitación. nuevos modelos de producción por parte de las poblaciones autóctonas de caza-
Igualmente relevante de este mundo simbó lico son las estatuillas de terr a- dores-reco lectores que oc upaban algunas de las regio nes mediterrá neas de
cota, muy numerosas en los yacimie ntos. La temática de las mismas se resum e m~nera intensiva. Parece evidente la introdu cción de los sistemas de prod uc-
en zoomorfos, maquetas de viviendas y figuras femeninas principalmente, estas cion; SIl1 embargo, en algunos yacimientos Mesolíticos co mo Arene Candide
últimas con caderas y órganos repr oductores muy marcados. En moment os o Grotta dcll'Uzzo (ambas en Italia) pod emos observar una economía mixta
posteriores, los rostro s, que fueron mu y esquemáticos en las prim eras fases, de cazadures-reco lectores y productores de alim ento s. Esto puede indicar dos
present an un mayor trat amiento y detalle. cosas:,que los gn .P?s de caza dores -reco lectores toman, por la vía de la acul -
turaci on , el nuevo sis te ma de prod ucción o que el peso inicial de la agric ultura
y la ga nadería en la reg i ón fue sec undario, al seg uir exp lotando de manera
mtensiva los recu rsos natu rales co mo la caza, la recol ección y la pesca, en
2.2. El/ropa mediterránea algún caso de altura, y de cetáceos.
En Italia, espec ialmente en el sur, Apulia, Ca labria y Sicilia, el Neolítico
La introducción de las formas de vida Neo líticas en el centro y oeste del manlJenc ciertas conexiones con el q ue hemo s visto en la zona dc los Balcanes.
Mediterráneo europeo resu ltó ser un proceso más gradual que el acaecido en Durante las primeras fases se sigue manteniendo una ocupación en c ueva y abri-
el oriente med itcrr áneo y el centro del continente, como veremos. Aunque exis- go y, una vez asentado el periodo, la mayoría de los asen tamientos son al airc
ten cu lturas locales, las más relevantes serán citadas más adelante, cas i todas libre, SIendo algunos de carácter especializado . Se suelen localizar cn las zonas
ellas pueden ineluirse dentro del fenómeno denomin ado de cerámicas impresas marginales de las áreas con suelos más fértiles y en las zonas aluviales, siendo
o cerámicas cardia les, en referencia al molusco empleado para realizar la deco - los 'n.ás característicos aquellos que conforman un recinto delimitado por uno
ración impresa de las cerámicas, el Cardi um edule o berbe recho, que se ex tien- o vatros fosos extcnores que comprende otra serie menor de fosos en su interior
den por todo el Med iterr áneo e uropeo (fig. 3). donde se ubican las estructuras de habitación. El mayor dc ellos sería el yaci-
~ nl e n~~ de P~ss o d. Corvo con unas dimensiones de 540 por 870 metros y que
La aparición de es te hori zon te de cerámica cardial co mienza a observarse .t1 bel"dba mas de un centenar de agrup aciones de casas.
en la zona adriática alrededor del 7000 a.c. , para encontrarse en las costas del
Levante de la Península Ibérica un milenio después, en tom o al 6000 a.C,; sino Al final del Neolítico Inicial, la diversidad c ultural es evidente en la región
antes. Con esta cerámica, que es adoptada de manera muy rápida por los grupos como así lo atestiguan las numerosas culturas u hori zontes culturales que pode-

28 PREHISTORI A It TEMA l. EL NEOLÍTICO EN EUROPA: tNTRODUCCIó N. ELNEOLÍTICO INICIAL 29


mas encontrar: Cultura de Mo lfetta, Danil o, cte. Sig ue existiendo el substrato destacand o yacimientos como La Dehesilla o el Parralejo (Cádiz). Ambos hori-
de cerámica impresa ca rdial, pero tamb ién se empiezan a incorp orar, en un zontes pod ían haber sido coetáneo s.
porcent aje mayor, otros tipos de decoraciones antes inexistent es o sec undarias
como la exc isa o la ca rdada. Noso tros destacarem os la c ultura de vasos de
boca cuadradas que se encontraba en la región com prend ida ente la Liguri a y
el Véneto y que se carac teriza por una ce rámica de pastas finas, negras y que 2.3. Europa central: l-inearbanderlieramilc (LBK)
presenta en los di stintos tipos cerámicos la boc a de morfología cuadrada.
En Francia tenemos un importante sustrato card ial en la zona mediterránea Hac ia el 5500 a.c. e l Neolítico se extiende hacia las llanuras loésicas de
y el sur, mientras que en la zona central y septentrional el neo lítico va a estar Centroe uropa. Seg ún muchos aut ore s, e l Danubio y los Cárpatos ha hrían ser-
influ enciado por la cerá mica de band as. En la franja meri dional sig ue ex istien- vido de frontera natural var ios miles de años. A partir de este mom ento se pro -
do un imp ortante deba te sobre el papel jugado por las poblaciones in dígen ~s duce una gran y rápid a expans ión de los nuevos sistemas de producción que
meso lítica s en la forma ción de l Neo lítico de la región durante el tecnocompl ejo desemboca en la cultura de cerá mica de bandas, Linearbande rkeramik (aquí
del Sau vetereri ense , como ya se ha come ntado más arriba. Durante la primera LBK), cultura de ce rámica lineal o Neolítico Danubi ano . Ésta se distribu ye
mitad del v i milenio comienza n a asenta rse los grupos cardiales en la zona co n desde la cuenca de París, al oe ste, al Dnies ter al este y del Bá ltico al norte
una eco nomía basada, como en cas i todos los casos, en el cultivo de cerea l y hasta la cuenca medi a del Danu bio (Hungría), al sur (fig . 1). ' ,
la cría de ovicápridos . Los ase ntamientos se ubican , sobre todo , en c uevas y
abrigos, como por ejemplo C h ate au neu f- les-M~rti g ues (Franc ia): oc upand? I.a Dicha ex pansión se ha ju stificado a partir de una amp lia y rápid a em igra -
franj a cos tera, o se adentran una cent ena de kil ómetros en el mtenor. Lo s h ábi- ción de grupos prod uctores desde tierras del sur, básicam ente, de sde los Bal-
tats son co nj untos de ca bañas circ ulares de unos cinco metros de diám etro, en canes. Sin emba rgo, en la regi ón de origen no se observa un crecimiento demo-
los que se pueden distin gui r áreas diferenciales de trab ajo (almace na miento, gráfico que justifiqu e es ta rápida ex pansió n y tampoc o los pat rones de
hogar, habitación , etc.). La ce rámica cardial de esta región present a, sobre todo, asentamientos del LBK , los sistemas de produ cción , ni la cultura material ava-
forma s globulares . lan dicha hipótesis. Así pues, es ta rea lidad arqueológica rompería con la hipó-
tesis de "ola de avance" propuesta por much os investigadores, por lo que se
El Neo lítico en la zona septentrional francesa se asienta bajo influ encia de ha prop uesto una expa nsión en "s a lto de ra na", es decir, avances pequeños,
la Linearbanderkeamik del ce ntro de Europa (ver siguiente ep ígrafe ), mant e- pero que se adentran mucha cantidad de kilómetros cn territorio no co lonizado
nie ndo sus carac terísticas esencia les: pob lamiento inten so de l territor io, orga- hasta asentarse en lugares de cond icion es m uy favorable s. Estos asentam ientos
nización territor ial en aldea s, estructuras habitac ionales rectan gu lares, etc. servirían para ar tic ular un poblamiento poster ior, bien desde las áreas nuclea-
En la Penínsul a Ibéri ca, a finales del v r mil cui o a. C empezamos a en con- res, los Balcanes en este caso, o los excedentes dem ográficos proven ien tes de
trar las prim eras evide ncias de neoliti zación. Al igual que ocurría en los otros los nuevos colonos .
lugares de Europa, e l debate se sigue cent rando en e l pap e l de sempeñado por
Sin embargo , en lo s últimos años, la evidenc ia arqu eo lógica ind ica q ue
las pob laci ones indígen as meso líticas en el estableci miento y d ifusión de es te
las pobl acion es del fina l de l Meso lít ieo ocuparon las llanuras loésicas un
nuevo sistema de producción. La hip ótesis de " ola de expa ns ión" plant eada
poco ant es de la aparición de l tecn oco mplejo LBK . Lo realm en te inte resa nte
por V. Gordon Childe y ac tua lizada por Cavalli-Sfo rza no parece co rrespo n-
es que los territorios de ambos grupos fueron muy similares, co mo se ha cons-
der a lo qu e demuestra la evide ncia arq ueo lóg ica, donde,. seg ún plant ea
J . Bernabe u (1999 ) deb ería de tratarse de un proceso en mo sa ico, donde dife- tatado a través de los estudios pa lino lógicos en Alema nia o S uiza y que en
re ntes escenarios y rea lidad es fuesen posibl es: co lonizac ión, aculturación , los II1ICIO S del LBK se conj ugan e leme ntos de la cultura material de l Meso-
ado pción, etc . lítico con los del LBK y viceversa. Es mu y prob able que los mesolíti cos adop-
tasen a lgunos co mpone ntes culturales y/o eco nómic os de los grupos produc-
En esta regi ón enc ontramos do s trad iciones c ultura les diferenciadas. Por tore~ que, o bien se adentraban en la región, o bien habi taban en e l sur de l
un lado un hori zonte cardia l ce ntrado en e l Levante peninsular, sobre todo contll1ente, como ocurrió en el sur de Alemania o Francia y con los que entra-
Ca taluña y país valenc iano, destacando yacimientos como la Cava L 'Or, Cen- ban el~ co ntac to. En Franc ia, los grupos de ca zadores -recolec tores tu vieron
dres o Cava Sarsa, con una cerámica impresa cardial rep rese ntando bandas, relac.lOn con grupos produ ctore s de alime nto s del Med iterráneo adquiriendo
moti vos geométricos o figuras antropomorfas. Por otro lado , e l segundo hori- oV I<;apn dos y desarro llando un tipo de ce rá mica autóno ma. Por otro lado la
zonte está carac terizado por una cerámica también impresa, pero no cardial, c,crallllca de bandas y bóvidos los obtuvieron de los grupos de l ce ntro 'de
cub ierta con un engobe a la almagra bien bruñido y que se centra en Anda lucía, I:uropa. Otro dato m uy relevante del papel de los grupos Meso lítieo s en la

30 PREHISTORIA 11 TEMA l. ELNEOLÍTICO EN EUROPA: tNTRODUCCIÓN. ELNEOLíTICO INICtAL 31


fo rmación del tecn ocompl ejo LB K viene desde la ge né tic a: es tud ios reali za- sas . El int erior se divide en tres esp acios compartime ntando el e je mayor de
do s a restos hum an os de Austria , Hungría y Alemania indi can qu e las pobl a- la vivienda , As í, el central sería la habitac ión de los pro piet ari os, un o de los
ciones qu e habit ab an dich as regiones durante el M esolítico son las mi smas lado s se emp learía para es tabular el ganado y el tercero , en el lado opu esto,
qu e 10 hic ieron durant e el perio do L BK. serviría como lugar de almacen am iento de stock y de ap eros de tra bajo. Ade-
más , en es tas aldeas ex istían edificios para e l almacenaje y can ales para esta-
Es tos grupos se organi zan en ald eas de tamaño y fun ción variable como
bu lar e l ganado,
granj as , aldeas y peq ueñ as pobl acIon es ,de mayores dimen si on es. En I? s
núcleos m ayores enc ontramos que las viviendas pre sen taba ~ una on entacion La adopción de l tipo de casa alarga da como es truc tura básica y caracte rís-
noro este-sudeste y se articul ah an en calles como en Gelee n, Sittard en Holanda tica de es te tecn ocomple jo pued e es tar en relación con un increm en to en los
o By lany en la República Checa, Estas poblaciones tenían cementen os.as,o- va lores soc iales de coope ració n e intercambi o y aum enta las po sibilidades par a
ciados , alguno s de ellos con centenares de sepulturas; en donde se e~lcontl ~ban la creación de unid ades soc ia les mayores, Este hecho podría ser un motivo
los entenam ientos bajo do s rito s dife rentes: crernacton e mhumacl on (en es tas imp ortante de la homogen eidad del LB K en tod a Euro pa.
los cue rpos reposab an so bre el lado izquierdo y li geJ:ament~ fle~lOnados) . La E l resto cultural más característicos de este tecnocomplej o es la cerámic a
ma yoría de ellos presentaban ajuar asociado, COI! dl feren Cl aCI?n del m~ sm~ lineal o de bandas (fig. 5) , Cons iste cn una serie de form as cerámicas (cue ncos ,
por sexos, Así, las muj eres se acompañaban de cerarm ca y pequ enos uten slhos,. copas, etc.) decoradas mediant e incisiones e impresion es con motivos decora-
mi entras qu e los hombres tenían asociadas puntas de flecha y azuelas. El aj uat tivos, ge neralme nte ge ométricos, mu y homogén eos en las fases iniciales del
era mayor en los indi vidu os de más edad, por lo qu e se pu ed e inferi r un a dife- LBK, qui zás respondi endo a la necesidad de una gran cohes ión soc ial entre gru-
ren ciación en los enten am ientos según la edad y el sexo . pos mu y dispersos en el territorio y que , en las fases [males de es te mom ent o,
D entro de las ald ea s, las es truc turas de habitación es tán compuesta s por tienden a una region alización en los moti vos deco rativos, tal vez para reivindi-
ca sas con techumbres sus tentadas por po stes de gran tamaño y muros enluci- carse como grupo ant e un ter ritorio ya bastant e pobl ado , Interesantes tambi én
do s de arcilla co n el interior de madera (fig, 4). La arcilla se ex traía de pe~ue ­ resu ltan las ha chas y azuelas de piedra pulimen tada reali zadas en anfibolita,
ñas cantera s o ag ujero s en las cercanías de la vivienda. Habitualment e, es tas cuyo origen ha de encontrarse en Centroeuropa , y que se ven dispersas por todo
son estructuras rectangulares c uyo tamaño varía de 15 a 30 metros de largo y el territorio LB K, denotando una s redes de intercambi o a gran esc ala,
6-7 metros de an cho , Los estudios de los res tos de cultura material encontrados Los gru pos LBK pra cti caban la ganadería med iant e un sistem a ad aptado a
en su interi or hacen pen sa r qu e sus ocupantes eran familias nucl eares o exte n- la hum edad y los bosqu es de la parte septentrional de E uropa , cultivaban ceba-

Figura 4. P la nta y rec onstrucci ón de l/na cas a de tip o LBK


(según Trig/w l11 , 1971J, Figura 5. Cerámica de bandas.

32 PREHISTORIA 11 TEM A l. EL NEOLÍTICOENEUROPA, INTROD UCCIÓN, EL NEOLÍTICOINtCIAL 33


Una s~ri e de aspectos so n los qu e convie rten a es te moment o en un proceso
da y varios tipos de trigo , así como legu mbres como la algalToba , el guisante
mu ch o ma s co nso lidado que hasta entonces. En prim er lugar, E uropa, excepto
o la alubia y otro s pro ductos como e l lino. Ade más , en algunos yacimientos se
el sudes te del contmen te, se mantendrá aislada de los avan ces tecnológico s y
ha pue sto de manifiesto que seg uían ex plotándosc plantas silves tres , así como
los cambios SOCIales qu e se producen en Pró ximo Oriente y Oriente Me dio.
evide nc ias , a pequ eña esc ala, de caz a y pesca , ya que los res tos de fauna má s
Este aislami ento re lativo provoca q uc la evolución de las soc ieda de s neol íticas
numerosos en los yac im ientos los compone n hu esos de espec ies domésti ca s
de l continente ~o sea homogénea . A l contrario de lo que oc urría en las prim eras
como el toro , mu cho s de ello s castrados , el ce rdo o los ovi cápridos, siendo
fases del Neolítico, en est os mo me ntos nos vamo s a enco ntrar co n serias difi-
más nu meroso s los primeros. Tamb ién se aprovecha ría de estos animales la
cultades para poder carac teriza r grandes gr upos c ulturales . Las ca usa s qu e han
sangre co mo recurso alimenticio. SIdo esgrim idas para explicar este pro ccso son que, al no co ntar co n e l factor
E l modelo de ocupació n de l territorio q ue se pen só llevaban a cabo los gru - difu ~ioni sta de las primera s fases del periodo, y a l mezclarse las pob laciones
po s de l LBK era de rotación , es dec ir, se asentaban cn un territorio, 10 c ult iva- neo líüca s C O~l las caz ador as-recolec toras q ue ocupaban E uropa, se crea una
ban de ma nera intensiva y cuando és te perd ía su fert ilid ad se tra slad aban a un a dive rs ificac i ón cultural a lo largo de todo el contine nte. As í, enc ontrarem os
nueva área virgen, fo rmando así un ci rcuito cí clico, ya que retornarían al punto num ero s(~ s grupos con características difcrcnc iadoras con respecto a sus veci -
de or ige n cuando este terri torio hub iese rec uperado la fertilida d de los suelos. no s, term l~ando con los grandes grupos de inicios del Neolítico. En es te capí-
Es te modelo interpretativo , defend ido por Souds ky ( 1962) a inicios dc los año s tulo, t~n solo abo!'daremos algunos de ellos , a modo de e jemp lo , selecc ionando
sesenta del s iglo veinte fue criticado , no sin acierto, por varios invcstigadores. los mas carac tenstrcos . Sin embargo, esto no significa qu e no ex istan puntos
Ésto s defcn dían qu e el modelo present ad o resu ltaba mu y úti l para ex plicar la com unes desde un pun to de vista cu ltura l, ec on óm ico o soc ia l como b ien
exp lotación agríco la-ga nadera en suel os tropicales, mu cho m ás pobres, pe ro eje mp lifi ca el fenómeno megalítico . '
no en los rico s suel os loésicos de l centro dc Europa , los cuáles se rec uperab an
mu y fác ilmente. Por ello , el mod elo interpr etativo empleado en la act ualida d Se cons ide ra que cn es tos mo men tos cre ce la población y, desde un punto
se basa cn la ocupació n s istem ática del territ o rio por par te de es tos gru pos, de vista produ C t IV~) , se modifica el pa isaje debido a la defore staci ón de l bosq ue
como ava lan los aná lisi s polín icos. Así, seg ún los est udios del territorio en templado, con la finali dad de ob tene r pastos para el ganado, sobre todo bovino.
diferen tes lugares co mo Polo nia o el sur del norte de Francia , los grupos LBK D urante el momento de transición al Calcolítico se prod uce la revolución de
ocup aría n pequeñas "is las" de territorio a lo largo de afl uentes de río s pr inci - los productos sec undarios (uso de lana , lech e , etc.), como queda atestiguado
pales . Los ca mpos de cu ltivo estarían en las cerc anías de los asentamientos y por algunas "que.se ras. ~ nc o ? t rad as e n ~ u m c ro s o s yac im ie ntos, pre se ncia de
los mo vim ientos estac io na les del ga nado serían muy limita do s, no existiendo lana, etc. Mas discusi ón existe sobre SI se araba n los terreno s. Pocas son las
una act ivid ad sim ilar a la trashumanc ia. evide ncias de su existencia y, la mayoría, asociadas a la fundación/con strucción
de monu mentos mcgal íticos y también se han hall ado alguno s resto s dc bueyes
D urante el quinto Mi lenio a.C .; e l tecn ocomplejo LBK es sustituido pau - con atrofias en las vérte bras asociadas a actividades de tiro , pero no ha de des-
latin am ente po r otros tecno-comp lejos co n un marcado carácter reg io nal. La s car tarse dicha hipótesis.
grandes casas siguen existiendo y la cohes ión social se hace más evide nte como
pa recen representar las grandcs es truc turas ce remonia les y los mo numento s . En cuanto a otros recursos, la mad era se emp lea de manera ma siva y efi-
ciente para la cons trucc ión de viviendas , ce rcados , etc . Por supues to, la piedra
funerario s.
fue otra mate na pnrna empleada con m ucho éx ito en E uropa como atest iguan
algunas co nstruc ciones domésti cas y, sobre todo, los mo numentos megalíticos
que jalonan el OCCIdent e euro peo. O tro avance tecn ológico import an te es e l de
3. La Consolidación del Neolítico (± 4000 - ± 2700 a.C.) la tecno logía texti l. Gracia s a instrum entos como el tel ar vertica l la creación
deprendas a partir de fib ras vegetales fue importan te, pese a qu e en las zo nas
A partir de lo que tradicion alm ente se co noce como Ne olít ico Medio hasta mas septentn onales del continente su uso y expansión fu ese má s tardía.
el Calcolítico, desd e fina les del v M ilenio y a lo largo de todo el IV Milen io
, Una acti vidad q ue debemos destacar es el intercambio de mercancías y
a.c. , se co nsolida la forma de v ida Neolítica por todo e l co ntin ente. En este
bienes. El comerc io de piedra como materia pri ma pa ra la confecc ión de útiles
momento se habitan aq uellas reg iones qu e aún no habían sido oc upadas por
era conocido desde el inicio de l neo lítico, pero en estos mo mento s se convierte
los grupos productores, como los A lpes, la zona E sca nd inava y el nort e de las
~ n uI: a acti vidad ma yor. La ob sidia na y e l sílex so n ex plo tados (es ya mu y
Islas Br itán ica s, además de co nso lidarse el asen tam iento en las zona s ya hab i-
c01l1 un. la actividad minera) y ex portados a larga distancia, tant o pa ra reali zar
tadas, qu e , pa ra alguno s autor es co mo She rratt ( 1998), no dejarían de hab er
uten silios de labor como para confecc ionar objetos de prestigio . La po ses ión
ten ido una ocupació n minor itari a hasta es te mo mento .

TEMA 1. ELNEOLÍTICO EN EUROPA: INTRODUCCtÓN. ELNEOLÍTICOINICIAL 35


34 PREHISTORIA 11
-

de objetos de ciertas materias primas se convertirá en un reconocimi ento l~ay01: rosas que otras dent ro de la misma comunidad , consig uiendo, posiblem ente,
de status. A lgo similar ocurrirá con los pnmero s objetos de adorno met álico s ma yor número de recursos por medio del trabajo, de lazos matrim oniales o de
reali zado s en oro o cobre y trabajados medi ant e el martill eado . intercambios. Por ello, las meno s favorecidas tuvieron que rebelarse, de alguna
u o tra manera, ante el nuevo status qua ge ne rado. Las tum bas individuales son
Todo ello , indi ca un cambio en la soc iedad de est os mom entos, un salto un reflejo de esta desiguald ad soc ial, como ya hem os apuntado , con la apari-
cualitativo en la organi zación interna de los grupos de la seg unda part: del ción de aj uares individualizados y más destacad os que los restant es hallados
neolít ico en E uropa, que consiste en la definición clara de jerarquizacron de en las mismas necrópolis. El cenit de esta desigualdad se puede obser var en
las sociedades y cuyo proceso se podían infer ir ya en momentos antenor~s . los monum en tos megalíti cos que han sido empleados para una tumba indivi-
Estos camb ios soc iales se observan de una man era aplastant e en la form aci ón dual, cuanel o lo habitual es que se trate ele enterramientos colectivos. El mega-
y composición de los enten amientos y los aj uares asoclado s aellos. Ya de~de litism o , para algunos autores, pudo ser la manera ele vo lver a la situac ión social
el inicio del Ne olítico en E uropa se observab a una ligera desigualdad ,soclal anterior de igualdad, mediante e l enterramie nto colectivo, y a que en la cons-
en alguno s enterr amientos. En estos ',ll0mentos, este hecho va a s:~' mas pal- trucc ión megal ítica se tuvo que moviliz ar a gran parte ele la comunidad.
pabl e en ciertas necrópolis donde ex isten t~mba s en las que los, dJu~r es son
má s importantes, conteniendo obj etos de lujo o artefactos importados. Varias son las hipótesis explica tivas , como la que defiende que se trataban
de lugares de enterra miento, pero tambi én mar cadores territoriales de propie-
Los lugares de habitación tambi én ofrecen información sobre posibles desi- dad. Sería la manera en la que un grupo reivindica la posesión de la tierra frente
gualdades sociales. En la cultur a LBK , ?bser vamo s .~om o algunas c~sas ~ on a posibles intrusos o grupos vecinos (esto exp licaría que comenzase en las cos-
de mayor tamaño que otras, 10 que podna evidenciar un diferente acceso a la tas atlánticas, donde el mar pone fin a al ex pansión de los grupos LB K) o bien
riqu eza por parte de la comunidad. podía ser el reflejo, co mo plantean algunos investigadores, de estas familias
La jcrarquización social y la conf1ictividad intergrup~lt an~bién pueden r~ s ­ emergentes .
trearse a través de los estudios de mort alidad de ciertos individuos que mune-
ron tras claras muestra s de lucha. A este respec to. algunas necrópoli s son espe-
cialme nte ilu strativas como la asociada a la ald ea alemana de Talh eim
(A lemania). Aqu í, los restos de cas i una veintena de adultos (hom bres y mUJ e ~ 3.1. Ocupando nuevas tierras: el inicio del Neolítico en el norte
res) y casi una quincena de niño s present aban ev identes indi cios de n~~e¡(es de Europa y las Isla s Británicas
viole ntas (!1echas clavadas o golpes producidos por azuela s o hachas Iíticas).
Todo s los cadáveres se enc ontraron en una fosa y correspondían a un grupo En esta área, el Neolítico se extiende , a partir del 4500 a.C.; en una rápida
LBK. Lo más significativo de todo es que los agresores, como se infiere a patyr expansión, similar a la de la cultura LBK, por un territorio que comprende el
de las armas encontradas, eran tambi én agric ultore s. EVIdent es son tambi én, norte de Francia, Escandinavia, la reg ión Báltica más allá ele las cuencas de
aunque es más difícil conoce r el " sistema económico" de sus protagomsta s, los ríos Dnieper y Don etz y Ucrania, coincidiendo, grosso modo, con el periodo
los conflictos armados representados en algunos pan eles de Arte Levantino de entre las fases Atlántica y Suboreal.
la Península Ibéri ca, como por eje mp lo en el Barranco de la Gasulla en Cas-
tellón , donde se observa el combate entre dos grupos de arqu ero s. La expansión, en la zona continental, la reali zan los grupos finales de LB K
y la hipótesis más plausibl e es que los grupos mesolíti cos de esta región e uro-
Esta desigualdad social se ve reflejada en una de l~s manife staeion~s cul- pea adoptasen los modos de produ cción neolítico s mediante un proceso gradual
turales más relevant es de es tos momentos: e l megal iti smo '. Este fen ómeno ele aeulturación . Éste se llevaría a cabo en un pro ceso tripartito, en el que, en
comienza a desarrollarse en el Neolítico a comienzos del v mll em~, pe~'~ con- primer lugar, en torno a la mitad del V milenio a.c. , los grupos mesolíti eos que
tinúa hasta bien entrada la Edad de los Me tales (el on gen y exp licac i ón del ya eran sedentarios o semisedentarios e ntraron en co ntacto con los grupos neo-
mismo será expuesto con más detalle en el tema tres de este volume n. Nosotros líticos del sur ele los que pudieron obt ener parte del ajuar c ultural de éstos
aquí haremos referencia , brevem ente , a los aspectos socia les que el megaliti s- mediante comercio, como confirma la aparición de cerámica tipo LBK en algu-
mo pudo acarrear a estos grupos). nos yacimientos mesolíticos de Dinamarca y del sur de Suecia. En un segundo
Bi en es cierto que el cambio social emergente a inicio s del neolítico y, momento o e tapa, ele má s calado en la estru ctura soc ial de los mesolíticos,
prácticamente asentado en los mom entos finales del periodo , tuvo que genel:"r fechad a alrededor de los inicio s del IV mil enio a.c. , los grupos mesolítico s
una serie de conf1ietos entre los indi viduos del grupo.A lgunas famlJ¡ ~s tuvie- adquieren, de man era sistemática, la agri cultura y la ganadería. Esto es debido
ron que enriquece rse al disponer de má s recursos y miembros y ser ma s pod e- a unos procesos de colaboración intensa entre los grupos LBK y los mesolíti-

36 PREHISTORIA II
TEMA t. ELNEOLÍTICO ENEUROPA: tNTROD UCCIÓN. ELNEOLÍTICO tNICIAL 37
cosoEn este proceso existirá intercambio de prod uctos, de inform ación, pro- ov ino. A otro nivel, la explotación minera para obtener piedra para realizar ins-
bablemente matrim onios mixtos, etc. La última fase, es una fase de consoli- trumento s es abundante, sobre todo , la de sílex.
dac ión, en la cual los grupos meso líticos pasan a tener una eco nomía prod uc- . Losasentamientos, pesc a tener características locales, presentan una simi-
tora durante la segunda mitad del IV milen io. htud evidente con los grupos LBK del Centro de Europa . Se trata de pob lados
Para las Islas Británi cas, la trad ición historiográfica ha hablado dc la con casas rectan gulares de gran tamaño y con postes de madera sustentando
implantación de un Neolítico completamente formad o en fechas ya avanzadas. el edificio. En regiones como las Islas Británicas, presentan el mismo esquema,
Sin embargo en las últimas década s los datos que sc extraen de las excav acio- pero son de tamaño más reducido. Los asentamientos tienen diferente funcio-
nes arqueo lógicas parecen refutar esta hipótesis. Es evidente quc existe un pro- nalidad y se observa , al menos en el continente, una amplia movi lidad esta-
ceso de neolit ización de las Islas Británicas en el mismo sentido que ocurrió cional en algunos puntos, como atestiguan ocupacione s de carácter efímero.
en el contincnte y que este tambi én se implantó mediante un proceso de acul - Sin embargo a fmales del IVmilenio a.C; aparecen asentamientos más estab les,
turaci ón , aunque no exi sten muchas estratigraffas fiable s para la tran sición lo que supone una explota ción mayor del paisaje con la apertura de claro s de
entre el quinto y el cuarto milenios. Este es el momento en el que aparecen pastos para el ganado.
restos dc cereal y anima les domésticos en las islas , concretamente en el AI%unos de esto s asentamientos es taban circundados por empali zadas
noroe ste de Escoc ia y en Irlanda, dond e desembocan las corr iente s atlántica s defensivas con struidas de piedra o madera. También existían una serie de edi-
y los vien tos, y no en las áreas del Canal de la Mancha , como cabría suponer. ficios q u~ han sido i n terp~·etados como dc ca r ácter ritual o social, como lugares
Pero, ¿Por qué los prósperos grupos mesolíticos del norte de l contine nte de reumo n. Se trata de edIfiCIOSde mayor tamaño, aunq ue de estructura similar
llegan a ser produ ctores de alimentos? Varias son las hipótesis explicativas. La a las VIVIendas, aunq ue, como el c.aso de Warre n Fie ld (Inglaterra), presentan
primera de ellas , como parece ocurrir en Dinamarca, aboga ría por una presión un alineamiento de postes de funcio nalidad desco nocida.
demográfica a causa de un creci mie nto de la población de dichos grupos, lo Estos grupos ocupan el territorio y tambi én se hacen visibles en él. Ade más
que les obligaría a abandonar el forrajeo y obtener más alimento mediante la de los ase ntamientos. enco ntramo s numerosos monum ento s funerarios y o tros
agricultura y la ganadería. Sin embargo en la región más al norte de Dinam arca de carác ter más enigmático, que serán tratado s en el tema tres. Los monum en-
y al sur de Suecia, los prime ros grupos neolíti co s present an una dispersión tos funerarios son variados , desde pequeño s hoyos con ofrendas a otros bien
muy amp lia por el territorio, por lo que no parece que existiese dicha presión. visibles en el territorio como los Long Barrows (galerías construidas con ortos-
Ot ra hipótcsis considera que se produj o una presión medioambiental, bien por
causas naturales, hien por la acció n humana. Los cambios en el nivel del mar,
y por tanto de la costa, hicieron que los recursos mar inos, especialmente de
moluscos, desccndi cran en cantidad y calidad obligando al cambio de estrate-
gia alimenticia. Los estudio s de los esqueletos humanos indican el cambio de
alimentación hacia espec ies terrestres, pero no indican que existiesen episodios
de es trés. Por último, alguno s investigadores consideran que la causa de este
cambio es de tipo soc ial. Los individuos de mayor estatus en los grupos meso-
líticos comprendieron que al obtener recur sos (grano y animales domésticos)
mediante el comerc io con los grupos LBK, ten ían un suplemento alimenticio
que aumentaba su propi o prestigio dentro de la comunidad, como por eje mplo
en los banque tes rituales .
Desde un punto de vista tecnoc ultural, estos grupos neolíticos se denomi-
nan bajo el apelativo de "cultura de los vasos con boca de embudo" , o Ticht er-
beckerkultur (aquí TRB), se trata de una cerámica lisa o con decoración impre-
sa en el cue llo. Económicamente, estos primeros grupos manten dr ían una
economía mixta de caza-recolección y producción de alime nto s donde ésta
.J
última opción irá sopesando más en la economía. La agricultura se sustenta
mediante el cultivo de varios tipos de trigo, cebada y legumbres. La ganadería Figura 6. Reconstrucción del Long Barro w de West Kennet ,
estaba compuesta por bóvidos y suidos y, en mucha menor medida, ganado Inglaterra (wessexachaeology.co.uk) .

38 PR EHISTORIA U
TEMA l. EL NEOLÍTICO EN EUROPA: tNlRODUCCIÓN. ELNEOLÍTICO INlCIAL 39
tat os qu e pu ed en llegar a superar la ce ntena de metros de longi tud y co n uso maban verdad eros te lls, alg uno s, co-
fun erario) o los Causedwayed Camps (es tructura s circulares, en ocasiones for- mo Karanovo qu e llegó a ten er doce
mada s por vario s círculos, con num erosas entradas). Ub icados tanto en llanura, metros de altura, tras más de do s mile-
co mo en lugares bien visib les en el paisaje, como Knap Hill (Wesscx, Inglate- n ios de oc upa ción ininter ru mpida.
ITa), estas estructura s podrían ten er una fina lidad tanto funera ria como rit ual.
También se observa q ue se am u-
Sin embarg o, la estruc tura más co mún, el túmu lo, del que sólo en Esc andinav ia
rallan los asent amientos. La ce rámica
se han documentado más dc 30 .000, es de orige n fun erario (fig. 6) .
es negra pu lida y brill an te co n dcco-
Todo ello indica, prim ero , la ocupaci ón y modificaci ón de un territ orio rac iones reali zadas medi ant e aca nala -
nuevo, qu izás para afirmar la pertenencia de los difere ntes g rupos al paisaje . d ura s co mo las encontradas en Vinca
Este hecho se ve reforzado por c l carácter funerario de muchas de es tas es truc- (Serbia) o co n ab otonados co mo las
tura s. Por otro lado, debemos co nstatar el cambio soc ial que se está produc ien- de Starcev o. En las fases final es, des-
do en estas soc iedades, ya que ha y que movilizar a numerosa man o de o bra , tacaremos la C ultura de C uc uteni q ue
durante mu ch as jorna da s para rea lizar las co nstrucciones de dichas es truc turas : se extende rá hasta Uc rania y se carac-
por ello se vislumbra una soc iedad en la qu e se ob serva de manera palpahle la teri za por una cerámica pintada en la
orga nización socia l. que destacan los co lores amarillos y
ocres (fig. 7).
En la zo na ce ntral y septentrio nal del co ntine nte los gru po s de es tos Figu ra 7. Cerámica de la Cultura
mo mentos son des ce ndie ntes de l LBK. Destacaremos las cu ltura s de M ichels- de Cucuteni.
berg, qu e ocupará la Bohemia y el Este de Francia, o la dc Ro sscn r, entre e l
Elba, el Rin , Su iza y Bél gica , o la de Montelius cn Escandinavia. En ella ob ser- 3.3. La El/ropa mediterránea
vam os co mo los poblados se for tifica n, alg unos de e llos se sit úan en zo nas
altas y fáci lme nte defendibles y exis ten pu esto s de contro l del territorio, tam - La seg unda parte de l Neolítico (± 4000-2700 a.Ci) cn Europa oc ciden tal
bién fortificados, a modo de atalayas. presenta una sen e de ~ ult u ras d~ las que debernos destacar la de Chassey, que
Estos grupos entronca n directamente con la llegada del Calcolítico , de ocupa cas i toda Francia . Lo s h ábitat s son al aire libre, frente a los ant eriores
hecho , las fases fin ales de ésto s se co nsideran ya Ca lcolítica s. en cueva y la cerám ica tien e decorac ión retic ulada inci sa y presenta asas per-
to radas. En. cuan to a los ru os fune rar ios pasan de la sepultura indi vidu al a la
c~ l~c t l va, SIendo, en los mo mentos fina les de tipo megalítica. En la penínsu la
it álica, dc bcn~os destacar la Cultura de La Lago zza con ascntamientos de tipo
3.2. El sudeste de El/ropa lacustre palafítico, aunque /ac~mlentos como Arene Candide sig ue s iendo en
cueva. Es ta c ultura ejercera su influen cia en la zo na nort e de Italia co mo ates-
uguan sus vasos de formas ca renada s. Desde un punto de vista económico, se
En es ta parte de l continente, la prim era en donde se desarrolla el Ne olítico implanta la agricultura de cerea l y la cría de ovic ápridos, bóvidos y suidos .
y, por tanto, la que má s diferencias plant ea con el resto del co ntine nte, encon-
tram os la region al ización de c ulturas qu e ya anunciábamo s má s arriba . En el . . En los m~mentos final~s, destacan algunas cultura s co mo el Verazicnse (al
árca gricg a destaca la C ultura de Dimin i, la c ual se ex tiende po r Mace do nia, su. de ,FranCIa) o la de Se ine-O ise-Marm, (SOM), las c uáles enlaza n co n el
Ca lco lítico .
A lbania y Dalm acia, en la qu e ob servamo s, como oc urre en el yac imien to epó-
nimo, pero también en otros como Hagia Sofia, la creac ión de una muralla pro-
tec tora y, en e l primero, la construcci ón de un a primera acrópolis. La cu ltura
materi al se carac teriza po r cerám icas monócromas de fondos negros, roji zos 4. Bibliografía
o crema, alg uno s ya en fo rma de askos.
En los Balcanes y la cuenca del Danubio, la Cultura de Vinca rompe con AZCARA!E, B.; AZCÁRATE, V. y SÁ NC HE Z. J. (edas .) (2006) : A lias
las tradiciones anter iore s den o min adas Starcevo y Karanovo (B ulgaria) y q ue hist árico y geog ráfico universitario. UNED. Madrid .
se mantien en en sus fases fin ales, Se trat a dc una tradición cultura l co n casas BARKER, G . (2006): TI/e Agricultural Revolution in Pre history. Why did
rec tangu lare s rea lizadas con poste s de madera y tapi al. Los asentamientos for- Foragers become Farmers? Oxford University Prc ss. Ox ford .

40 PREHISTORIA11 TEMA l. ELNEOLÍTICO ENEUROPA: INTRODUCCiÓN. EL NEOLÍTICO INICIAL 41


BERNABEU,1. (1999): Al oeste del Ed én : las p rim eras socie dades agrícolas Tema 2
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(ed). La prehi storia de Europa de Oxford, Oxford, págs. 169-202. [,2. Áreas geográficas y cultura les.
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1.2.2. Sudeste asiático: Ban Chiang y Khok Pha nom Di.
TR IGHAM , R. (197 1): Hunters . Fishers and Farmers of Eastern Europe
1.2.3. India: Mehrgarh, Ma hagara y Harappa.
6000-3000 Be. Hutchinson , Londres.
1.2.4. Japón: Cultura de Jaman.
VANMONTF ORT , B. (2008) : Forager-farmer eonnec tions in an . 1.2.5. Corea: Culturas de Chuhn un y Xinle.
' unocc upicd' land: First contact on the western edge of LBK territor y. 2. Africa
I ourna l of Anthrop ological Archae ology , 27 : 149-160. 2. 1. Introdu cción.
WHITTLE, A. (1998): Los primeros agricultores-ganadero s. En Cunliffe, B. 2.2. Áreas geográficas y culturales.
(cd), La prehi storia de Europa de Oxford , Oxford, págs. 138-168. 2.2.1. Norte de África.
2.2. 1.1. Vallc del Nilo: norte de Egipto, Sudán. Fayum y
Jartum .
2.2.1.2. Magreb y el Sahara. Tenereense, Neolítico medio
. y Neolítico tradicional, Capsiense.
2.2.2 . Africa Orienta l: Neo lítico Pastoral.
2.2.3. África Occidental: complejo Kint ampo,
3. América.
3.1. Introducción.
3.2. Áreas geográficas y cultura les.
3.2.1. Mesoam érica: Valle de Tehuacan y Sierra de Tamaulipas.
3.2.2. Sudamérica.
3.2.2. 1. Los Andes : grupo de Valdivia.
3.2.2 .2. Noroes te de Argentina: Cultura de Aguada.
3.2.2.3. Las culturas de la periferi a andina: cuenca del
Amazo nas.

TEMA 2. ELNEoLtnco ENASIA. ÁFRICA. AMÉRICAYOCEANÍA 43


42 PREIUSTORJ AII
1.2. Areas geográficas y culturales
3.2.3. Norteam érica,
3.2 .3. 1. El Suroeste: Mogollón. Hohokam y Anasazi. El
desierto y la costa de California. China. Sudeste asiático, Japón. Corea e India son las diversas zonas de las
cuales ~xploramos sus caractcrísticas básicas cn las páginas siguientes. debido
3.2.3.2. El Este: bosques orientales (Adcna, Hopewell ye l
a las dife rencias bastante acusadas q ue se produ cen entre ellas durante cstc
Mississ ipi), Las grandes llanuras. periodo de la cconomía neolít ica. (fig. 1).
3.2.3.3. El Ártico y el Subártico.
4. Ocea nía.
4 . l . Australia.
4.2. Nueva Guinea.
4 .3. Cultura Lapita.
5. Bibliografía.

1. As ia

1.1. Introducción

Co n el fmal de l period o glaciar. en torno al 10000 a.C,; se prod ucen en el


continente asiático profundos cambios medioambient ales, que darán lugar a
una nueva base económica. Asia Occidental. las regiones loéssicas de la gran
llanura central de China. y Nueva Guinea son los centros originarios de la pri-
mitiva actividad agrícola. En la primera dc ellas hay. desde el 7000 a.C,; una
agricultura de trigo y cebada, j unto con cría de ovejas. cabras y ganado vacuno.
que se extender á hasta el oeste de Pakistán, en torno al 6000 a.e. Las primeras
comunidades agrícolas se consol idan en el valle del río Yangtsé con cultivo de
arroz, y en el del río Amarillo con cultivo de maí z. Amb os criaban, cerdos,
perros y gallinas dom ésticas. Por las mismas fcchas.Ios grupos de Nueva Gui-
nea cultivaban taro y otras plantas autóctonas. Figura l . Primeros yacimie ntos agrícolas del Este
y Sudeste de Asia .
El desarrollo cultural del sudeste asiático, Corea y Japón estuvo vinculado
al de China. mientras que en la India las influencias básicas provienen de Asia
occidental y central. En Japón se desarrolló el periodo conocido como Jamón.
con pueblos básicamente cazadores y recolectores, pero con cultivo de planta s 1.2.1. China
como la calabaza o la bardana. aunque la transición a la agricultura tendría
lugar mucho más tarde con el cultivo del arroz,
Los descubrimientos sobre el neolítico chino nos presentan una informaci ón
Cazadores y recolectores habitan. hasta cerca del 4000 a.e. . la mayor parte fragmentada, según las regiones, para la etapa quc abarca desde el 10000 a.e.
de la India. y el sudes te de Asia. posiblement e con la excepción de algunas al 2000 a.e. El comienzo de la agricult ura en China se sitúa a principios del
region es septentrionales. Holoceno , y los yacimientos en que está testimoniada son plenamente agrícolas.

44 PREHISTORIA n TEMA 2. EL NEOLÍTICO EN AS IA. ÁFR ICA.AMÉRICA YOCEANíA 45


pero sin pr ueba s de dom esticación animal, a exc epción, posibl em ent e de la
ga llina. La transición con la anterior etapa mesolítica es poco conocida. Ex isten
en este vasto espacio dos grandes zonas ecológ icas diferenciadas que co ndi-
cionaron e l desarrol lo humano y los mode los econ óm icos:
Norte de China, ce ntrada en e l valle del río Ama rillo.
La China de l Sur.
El Norte de China: es és ta una región ioéssica con esc asas precipitac iones,
pero con abunda ntes torrentes y gargantas, y aporte de sedimentos, que pro -
porciona unas tierras árid as y secas adecuad as para el c ultivo del maíz. Los
dato s arq ueológicos más antiguo s son de l VI milenio a.c. y se refieren a un
conj unto de yacimientos con resto s de es te cu ltivo englobados en las culturas
de Pciligang (Hena n ce ntral) y C isha n, al norte de éste. Son aldeas pequeña s
con casas semiexcavadas rodea da s de fosos para a lmacenam iento de l grano, y
enterr amientos infantiles en vasijas de cerámi ca entre las cas as. Existen tam -
b ién vas ijas grandes para almacenamiento del maíz . ' Figura 2. Poblado de Banpo. Norte de Chilla.

La base económica, adem ás del culti vo, incluye domesticación de cerdos


y perros, pero tambi én hay restos de animales salvajes que prueban la impor- simples de ba ndas, y algunas representaciones de pescados y máscaras huma -
tancia de la caza en su dieta ; son b ásicame nte ciervos, pero tambi én hay leo- nas. En algunas zonas los motivos son de arco s, espirales y reticu lados.
pardos, osos, mon os y gansos. En el yacimiento de Cish an los restos de un
gallo han hecho pen sar que pudiera ser un antepasado de la gallina doméstica. Desde medi ados del 111 milenio a.c. hasta el
1800 a.C; en la misma zona del valle medio de l
La cu ltura mat eri al está representada por ho ces y algunos microlitos en río Amarillo aparec e la Cultura de Longsh an con
piedra tallada; mo linos con 3 ó 4 pies y azada s de piedra pulimentada; alguno s variaciones region ales mu y acu sadas y en mu-
útiles óseos , a veces decorados; y cerámica a ma no, basta, con forma s de p la- chos casos superponiéndose a la de Yangshao.
tos, escudillas, jarras y boles, y decoración incisa, impre sa y cordada, con moti- Sus asentamieotos se ubican en cerros o colinas,
vos geo mé trico s. con casas parecidas a las de la etapa preced ente ,
pero con una muralla de tierra apisonada cn
A partir del 5000 a.c. y hasta el 3000 a.c. aparec e la Cultura de Ya ngsha o, Chengziya (Shandong) . La base de su sustento
la mejor defi nida de esta zona, y cuyo yacimie nto ep ónimo se descubre a es el cultivo del maíz, al que se aña den ahora el
com ienzos de l sig lo x x. Existen más de un millar de asenta mientos, ge neral- trigo y la ce bada, y ganadería incorporándose cn
mente ubic ado s en e l c urso medi o del río Ama rillo, y en a lgunas de las zo nas este mom ento e l buey y el carnero al perro y el
de la ante rior Cultur a de Peiligang, siendo uno de los más rep resen tativos el cerdo. El utillaje es en concha, mad era, y pied ra
de Bampo, en Shaan xi, ce rca del río Zh uan. Tiene varios nivele s de ocupaci ón pulunentada para azadas. Se generalizan las cerá-
y una organ ización en zonas concé ntricas, con cas as de planta circ ular, ovoid e micas grises y hay algunas muy rara s, rojas y Figura 3. Cerámica de Yangshao.
y/o cuadrada, semiexcavadas, pero también sobre e l suelo y construidas con negras o blancas. Norte de Chilla.
mad era , paja y barro . Lo s suelos son de tierra batid a, aunqu e hay alguno s enlu-
c idos, y en e l interior hay hogare s y vasares para recipientes. Se conserva maíz En el nordeste de China aparec e una facie s c ultura l propia relacionada con
en silos y en vasijas de almacenamiento, y apa rece, en ocasiones, en recipientes la llanura central pero ab ierta a las estepa s, que son grupos con una economía
ce rá micos como ajuar en los enterramie ntos (fig . 2) . ~"xta de c.~z~, p esca y crí? de ganado, pero con un pape l cas i inexisten te de la
glIcult.ula, ut¡]~~ microl ftico s de piedra tallada; cerá micas pintadas dc tipo
El alimento básico es el ya mencionado maíz y la col, que es la legumbre Yangshao , y otra s toscas, cardadas e Impresas en grandes recipientes cilíndri -
más antigua docum ent ada en China; y la cerámica , con form as de cuencos y cos. La cultura más antigua es la de Xin le, de sarrollada e n torno al 5000 a C
botellas, es incisa, cordada, y en menor proporción pintada (fig. 3), con mo tivos en la Mongolia interior y el sur de Manchuria. . .

46 PREHtSTORlA II TEMA 2. ELNEOLÍTICO ENAS IA, ÁFRICA. AMÉR ICA y OCEANíA 47


En cI sur de China (fig . 4 ) con Sisan y ~eiligang . La eco nomía se basa en el cultivo y cría de cerdos, y
las culturas con cerámica s hay un ~ necr ópolis con m atenal~s "exóticos" en los ajuare s: turqu esas y marfi l,
co rdadas anteriores al 5000 La ce ra rruca es en pnn ~ 'plO r~Ja Y posteriorme nte gris y blanca, a torn o, y
a.e. son el punto de partida de decorada con ca lados e impresrones de ce stería , y aquí han aparec ido las pri-
las dem ás cultur as regionales meras lan zaderas para tejer.
_ neolítica s y po steriores. Pero Al norte del .río ~i angsu se ha identi ficado un yacim iento que da nom bre a
~ no hay, sin emba rgo, una co n-
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tinuidad cl ara , y sí influjos de l
norte , pero con una diferenci a
la Cultura de Qmghangang, co n más de 600 asentam ientos en la zona, y en
las provincias costera s de Shando ng y Z hej iang. La subsistenc ia se basa en e l
cultivo del arroz al sur del río y del maíz al norte del mismo. La zona sur se ha
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en cuanto a modos de subsis- considerado he~edera de l Hcmu du al igual que la Cultura de Maj ia ba ng, cc n-
"","" • t.' 11 tencia: el cultivo de arroz, Hay tr~da en la reglOn arroc,:,ra del lago Tai~u . Esta última tiene tres fases, y al arroz
• un número menor de yac i- anade c ultivo de cas tanas de agua, cna de ce rdos, perros, bueyes y búfa los;
mi entos do cumentados con caza y pesca . Posteri orm ent e, ya entre los últimos tres siglos del tV mileni o
una cro no log ía que abarca a.e. y el 2250 a.e. aparecen e l mel ón y e l sés amo, pe sca variada, y un arado

._-..-
de sde el 5000 a.e. al 47 00 tn angular de una fase ya avanzada en la que hay una rica artesanía en jade.
..- a.C¿ ubicados en el Zhejiang Debe mencionarse la apar ición, se c ree que por primera vez , del trabajo de l
se ptentrional o región de la bambú en cuerdas y cestos.
bahía de Hangzho u. El yac i-
mi ento má s important e es El sudes te de Chi na está poco explorado desde los conj untos del tX milenio
/ Hcmudu, zona , de ma rismas a.e. de X i a n ren~ on g y Xiq ia os ha n, en don de aparece arro z silves tre y c ulti-
ideal para el c ultivo del arro z. vado en proporciones parecidas, y Jos primero s fragm entos de una ce rám ica
Figura 4. Com ienzo de la agricultura. Sur de Chilla . tosca , impresa por medio de conchas o ung ulacione s, que también aparece
Se han enco ntrado granos,
cáscaras y pajas de arroz en e l nivel IV que son de lo má s antiguo de l mu ndo , ante s del 5000 a:e. en el conchero que da nombre a la Cultura de Fugou du n,
habiendo hecho ca mb iar el planteam iento sobre el de scubrimiento de la agri - POI lo que se I:eflere al sudes te chino, hay algunos hallazgos recientes cn Yun-
nan y el; e l Tibet, destacando en el primero la Cultura de Ba iyang co n una
cultura en el norte , pues aquí, en e l sur, los restos de arroz se rem ontan al 7000
a.e. e inclu so al 8000 a.e. en Pen gdou stan (H unan) . Se cree actualmente que econonua rmxta de agric ultore s sedentarios (arroz y otro s cerea les) , cría de
ganado, caza y pesca; y en el Tibet, la Cultura de Karuo con cultivo de maíz
este cu ltivo fue acl im atado en var ios mo me nto s y lugares a com ienzos del
cría de cerdo domé stico y restos de ca za, hábitat con casas semis ubtcmincas
Holocen o en esta región. de piedra ; cerámica incisa e impresa y con re lieves; microl ítos de piedra tallada
Aparecen además otras especies vegeta les en Hcmudu: ca labazas, soj a, y utillaje en piedra pulimentada .
castañas de agua, jojoba, nenúfares, y legumbres diversas . Por lo que se refiere
a los anima les aparecen resto s de hasta 47 especies, entre ellas pen os, cerdos
y búfalos do mé sticos; pero tambi én faun a salvaje como rinocerontes, elefantes,
cocodri los, tortugas y pe líca nos. 1.2.2. Sudeste asiático
El hábit at es lacustre con ca sas sos tenidas por pilotes, en ma dera con unio - El ti~al de la etapa glac iar tran sforma el pa isaje y los modos dc vida en
nes de mu esca s o espigas, y se usan una es pec ie de hoce s para el cultivo del esta región. La subida delmvel del mar produce e l sumergimiento de la plata -
arroz fabri cadas e n omóplatos de búfa los acuático s, arpones y puntas de flech a forma de la.Sonda , y cI crcc muento de nuevas islas y estuarios, multiplicando
y obje tos de madera así como grabados de vegetales y animales en esta materia. la proporcion existent e entre línea de co sta y tierra filme. El aumento de las
Desde el IV milenio a.e. ha y evidenci as de co ntac tos con otro s grupos : cerá- temperaturas provoca, por su parte, una ma yor abundancia y variedad de flor a
mica pint ada de Yangshao, vasijas negras de Longshan, e inciuso obj etos en lo que beneficia a las comunidade s cazadoras-recolectoras, de ese moment o:
jade pro cedentes del sudeste. Concheros en la costa o en los estuarios, y cuevas y abri gos rocosos revel an
En la co sta oriental china, la Cultura de Dawenkou se ubica en e l punto l ~gas secuencias de ocupación ~un.l an a que llegan hasta el inicio del periodo
de confluenc ia entre el norte y el sur de China, continuando la fase de Beixin P stglaciar, M uchos de estos yacimieruos han proporci onado restos de anima-
que es la que representa en es ta región el comien zo del neolítico y se re laciona les y plantas, pero muy pocos de a lime ntos básico s co mo raíces O granos.

TEMA 2. EL NEOLÍTtCO ENAS IA. ÁFRICA. AMÉRtCA y OCEANÍA 49


48 PREHISTORIA 11
A pesar de lo amb iguo de las ev idenc ias, es muy probable que en el sudes te espec ies salvajes y posibles espec ies cultivadas . Pero sí es seg uro que el cultivo
asi áti co el nacimi ento de la agri cultura fuera un proceso gradual, en el que al del arroz existía en Ban Chiang, a l noro este de Tailandia , en torn o al 3.000
prin cipio la cosecha de vegetales sería un eo m p lem~n to de la ca za. El conuen- a.c. junto con cría de ce rdos, perros, aves de COlTaI y ganado vac uno .
zo de la agricultura en este entorn o geog rá fico esta directamente re lacion ado No se conocen los asentam ientos de los primero s grupo s agrícolas, pero sí
con e l de China, cu ya front era septentrional es e l río Yangtsé. En ambas regro- los enterr amientos que tienen ajuare s de gra n riqueza: Ban Chiang y Non Nok
nes viven , hasta el afio 1000 a.c. pueblos culturahne nte relacionados. Tha (norte de Tai landia), y Khok Phanom Di (este de Ban kok), necrópoli s
La int rodu cción de la ce rámica haci a e l 6000 a.C; en e l continente, y en usada entre el 2000- ISOO a.c. integrada dent ro de un túmu lo de ocupación de
torn o al 2S00 a.c. en las islas, va a represent ar un cambio significativo en todo S Ha . Lo s inhumados aparece n envuel tos en un tej ido, con ocre rojo y aj uar
el sudeste asiático ; es bruñida y con decoración incisa y cordada. Desde e l VI consistente en cerám ica, ado rnos de concha, az uelas de hueso , cazuelas de pie-
mileni o en China, como hemos visto , hay sociedade s agrícolas, y es ta form a dra y, parece, ofrenda s de arroz . Hay una sepultura fem enina que se c ree sería
de vida se había extendido a las regiones cos te ras de l sur de China, Vietn am y de una alfarera porque el cuerpo aparece cubierto por una pila de cilindro s de
arcilla de los usado s para fabrica r vasijas, más de 120.000 cuentas de conchas,
Tailandia, en tomo al 3000 a.c.
y ce rám icas incisas y bru ñidas, Desde e l 2S00 a. C, los agricultores se exten-
Los yac im ientos má s conocidos de es te per iodo , e n la región qu e n ~s dieron por la penínsul a del sur de Tailandia hasta Mal asia, dejand o testimonio
oc upa, han aparecido en Tailandia, Actua lmente se pone en d.uda.la presencia de so presencia en los resto s de la ce rámica cordada, a menudo con pedesta les
de agricultura c n la Cueva de los Espíritu s, en torno al VII mll ~l1Io a.C; pues o trípodes de patas hueca s.
aunque se han identificado guisantes y judías, no está 'cl ara la diferencia entre
En las islas del sudeste de Asia : Indonesia y Filipi nas, las sociedades agrí-
co las aparecen con cronologías más tardía s cua nto más al sur; entre e l 3000 y
el 2000 a.C, los agricultores de l sur de China colonizan Taiw án, y será en tomo
a la última fecha cua ndo algunas de estas gentes contactan, en la región orienta l
de Indo nesia, con horticult ores del oeste de Melanesia, por los que serán asi-
milado s co n e l paso de l tiempo. Será en e l ISOO
a.C; cuando los descendientes de esta mezcla co lo- 2

nicen las islas del Pacífico ubicadas más allá de las


Salomón. Los datos arq ueo lóg ico s que lenemos
sobre restos m ateriales en es tas islas, se lim itan a
cerámica y útiles líticos generalmente procedent es
de cuevas y/o abrigos. Difícil es la conservación de
restos de actividades agrfco las, a causa de la den sa
vegetaci ón y los efectos de la eros ión en estas
regiones, pero parece ser que se c ultivaron arroz,
ñames, taro , caña de azúcar, bananas, coco s, otro s
frutos y tubérculos, y pocas veces, e l mijo . Hay evi-
dencias de la tala de árbo les, para obte ner suelos
agrícolas, en el 3000 a.c. en Taiwán y un milenio
después en Java y Sumatra (fig. S).
En los yac imientos neol ítico s de Tai wán se
encuentran cazuelas de piedra, cuchillos de pizarra
para segar, así como punt as de Ilecha y lanza tam -
bién de pizarra, y es tá fuera de dud a que se culti-
vaba arroz . En el sitio de Pein án (fig . 6), ce rca de
Taitung, sudeste de Taiwán, se han encontrado má s
de ISOO enterramientos, debajo de l sue lo de las Figura 6. Tumbas
Figura 5. Asentamientos del Sudeste de China. casas , de inhumación indiv idual en fosas revcsti- de Peinan . Taiwán.

50 PRElllSTORtAII TEMA 2. ELNEoLtnco ENASIA. ÁFR ICA. AMÉR ICA YOCEANíA 51


das con losas de pizarra; los aj uares de las sepulturas presentan obje tos mu y Posteriormente se construyen
variados pero casi s iempre hech os e njade de Ta iw án , y con unas fechas ya del si los y un foso de protecci ón
año 1000 a.e. Las cas as es tán co nstruidas sobre el suelo de planta rect angul ar fuera del q ue se encontraron hor-
y con muros de piedra trabada en seco, y alm acenes sub terrá neos. La primitiva nos doméstico s, y una necrópo-
agricultura de Taiwán parece se r una fase de tran sición entre el sur de Ch ina y lis, y en el VI mi leni o a.e. están
las islas Filip inas e Indonesia. La cer ámica es al princi pio ca rdada y luego lisa doc umentados edific ios de alma-
o con es malte rojo (Pei nan). cenam iento y cerám ica . Parece
pos ib le que existiera una organi-
A l sur de Taiwán , en Filipinas y zo na centro-es te de Indonesia hay vario s
zación social avanzada y una
yac im ientos con una cronología entre el 25 00 a.e. y 1500 a.e. Se trata de
cl ase artesanal. Cu chillo s y mi-
Lal-lo, Andarayan, Dim olir, Leang, Tuwo y Uat tamdi , que han proporcionado
cro litos en piedra ta llada , hachas
una gran cantidad de cerámica eon esmalte rojo , y azu elas de piedra y concha.
y moledera s en piedra pu limen-
En Timar está do cu mentada la introdu cción de l cerdo domést ico en e l 2500
tada , y obj etos de hueso , consti-
a.e. Probablemente, pero carecemos por completo de da tos, la agr icu ltura fue
tuyen , jun to con " obj e tos de
introducida en Born eo , Java, Bali o Suma tra , más o menos al mi smo tiempo
luj o" como lapi slázuli , conc has
qu e en las restant es islas de Indonesia.
marin as y turquesas de pro ce-
dencia lej ana (Pers ia y Badakh s-
han), su cultura materia l.
1.2.3. India Otro gru po de pobl ados agro -
pecuarios se desarrol la en las tie-
El pro ce so de neolitizaeión en e l subeo nti nente ind io comi enza co n las ITas del alto va lle de l Ga nges, al
co munidade s me solítieas de las regiones del nore ste y centro de la India, que sur de los montes Vindh ya, hacia
llevarán a cabo las prim eras prácti cas agrícolas y ga nade ras, asent ándose en el VI milenio a.C¿ co n pobl ado s
peq ueños poblados permanentes. Los datos má s antiguos proced en de un a como Mahaga r a, Chopani -Man-
región ubicada al pie de las est riba ciones de las mon tañas de Be luchistá n, en do , Chira nd, Sn rai-N ahar-Ra i y
la cuenca del río Indo, denominada llanuras de Kachi, que ofrece buenos pasto s
en las tierras altas, y zonas agrícola s regada s por abundantes arro yo s. En e lla
Mahada ha. Lo s do s primero s
evidencian la tran sición de l sis- - --
_ ~..'t· ..-
El...,_..__ . ••
aparece n especies de animales domesticables co mo la oveja, la cabra y el buey, tema caza dor-recolector al agrí-
así como los antepasados silvestres de l trigo y la cebada, y también un impor- cola y ganadero, con cultivo de Figura 7. Casas de Merhgarh. ludia ,
tan te producto r de mat er ia prima: los nódulos de sílex de l río Ba lan. arroz ya desde el V mi lenio a.C..
mientras qu e los do s últimos
En e ste e ntorno aparece un re levante núcleo de aldeas : Mehrgarh , Deh indican una primera explotación
Moras, Mundigak, Said Qal a Tepe , Sru Jangal , Anj ira y Rharnan Deri , qu e de las llanuras aluvial es del valle
posiblemente de sarrollaron un fenómeno autóctono de nacimiento de la agri - del Ga nges, por habitantes qu e,
cu ltura, con el yac imiento de M eh r gar h como ejemplo más representat ivo. asentados en los montes Vind h-
La composición de los restos de flora y faun a del yac imiento parece pon er en ya, desciend en ocasio nalmente a
evide ncia el desarrollo gradual del pastoreo y el cultivo de cereales . El ase n- la llanura. Los asenta mientos son
tamiento, ubicado en una ten aza de l río Balan , con la cronolo gía má s elevada más pobres qu e los de Ka chi con
de toda Asia , VII mi lenio a.C,; tiene casas cons truidas con ladrillos de ado be y cabañas de paja y ba rro , s uelos
reve stimientos de barro, al interior y al ex terio r, de plant a cuadrada y co mpar- de tierra batida y ho gares se -
timentada en do s o tre s piez as, con ventanas y techumbre de v iga s de madera miexcavados, y la c ultura mate-
c ubiert as de ramas, barro y paj a (fig . 7) . Hay sepulturas de inhum ación en fosa rial se redu ce a ce rám icas de
de ntro de l pob lado con el cadáver flexionado , y ajuar a base de objeto s líticos cuerdas y cue ntas de co llar de
y cuentas de collar en hueso , concha y piedra ca liza (fig , 8). hueso y de terr acota. S in embar- Figura 8. Objetos de adorno de Merhgarh. India .

52 PR EfllSTORlA 11 TEM A2. EL NEOLÍTICO ENAS IA. ÁFRICA. AMÉRICA YOCEANÍA 53


go, los cambios eco nómico s y sociales de las gentes de los mo ntes Vindha fue - Difer ent es tipos de grano
ron esenciales en los puebl os neo líticos. aparec en c n yac im ientos de
la C ultura de Jomón, al me-
Entre e l 4000 y el 2000 a.c. se producen cambios important es en el sub-
nos desde el 3500 a.c., y las
continente indio. Parece qu e hacia e l año 3000 a.c. hay una econom ía pa storil
gentes de las fase s tardías y
de vac uno desde Rajastán hasta e l oeste y el ce ntro de Decán, en luga res como fina l ya c ult ivaban algunos
Utnur (no rte de Karn ataka) , con un rec into ovalado rode ado por una empali- cerea les , si bien no de bieron
zada de troncos de pa lma, que se rvía de corra l. Una empa lizada ex terior rodea de se r la base alimenticia fun-
ésta , y en el es pacio intermedi o hay caba ñas. Son ge ntes que fabrica n cerám ica, da me ntal hasta el comienzo
y qu e parecen circunscribirse a algun as regiones del oes te y sur de la región del c ultivo del aJTOZ, en torn o
ce ntra l de la Ind ia. al año 1000 a.c. La recolec-
Tra s es tos pastores primitivos apa rece n los primeros agr icultore s del ción de nuece s y crustáceo s
no roeste de la India y el Decán . Se rá hacia el 2500 a.C,; mien tras la agricultura nunca dej ó de ser una parte
se ex tiende desde la región de l Indo hasta Gujarat, cuando se produce un cam- import ante de su dieta, y tam-
bio, reflejado en la C ultura de Harap pa , en la q ue se introd ucen cerea les que bién la de castañas, ave llanas
crecen en vera no , como el mij o y el sorgo, lo qu e reduce la dependen cia de y be llotas. La s ge ntes de
Jomón tej en telas y redes, y
los cultivos de invieroo como el trigo , la ceb ada y las legum bres. Las evidcn-
elaboran cerámica, que se
cias arqueo lógicas de es te cambio se ven en el yac imiento, ubicado en el ce ntro
decora a base de impresiones
Guj arat, de Rodji, de la fase clásica y tardía de la Cultura de Harappa.
de cuerdas en la arcilla blan-
Los materiales presen tes en los asen tam ientos ag rícolas indios son mu y da s in coce r, - la pa labra Ja-
variados, un poco en fun ción de la procedencia de la pro paga ción de los agri- món significa preci same nte , Figura 9. Cerámica de .lomán, Japón.
cu ltores. Cerámi ca s pinta da s a torno y hach as de co bre y bronce apa recen, y de ahí su nombre, "v asij a de
junto co n hoj as líticas y es tatuilla s de arcilla (humanas y anima les), refl ejand o cuerdas"-, esta cerá.m ica present a vasijas có nicas, puntiagudas en el fondo , y
ya una etapa avan zada y fuera, por lo tanto, de l periodo qu e nos ocupa, que postenonnente vasijas con pico (fig, 9). En torno al II milen io a.c. las gentes
dará lugar a Jos primeros núcleos de sociedades urb anas, co mo es el caso de de es ta cultura vivían en pe q ~eñ as a ldeas ubicadas cerca de fuentes de agua y
Harappa. constituidas por chozas , semiexc avadas, de planta circ ular, y sobre todo, rec-
tangul ar y con estacas qu e sostienen una techumbre de ramas o cañ as. Se co no-
cen como "viviendas de po zo ", y hay hogares pero fuera de ella s. Es d ifícil
conocer e l tamaño de las aldeas porqu e con frec uencia las casas se recon stru -
1.2.4. Japón yen unas encima de otra s, e incl uso se usan de basurero s una vez abandonadas.
Sin emba rgo, sí podem os co nsta tar la exi stenc ia de 23 ca sas en Ubayama
(Chiba) y de más de 100 en Toyohira, (Nagano Ken).
Las isla s del Japón fueron ocupadas desde e l 10000 a.c. al 300 a.c. por
las gentes co nocidas como C ultura de Jomón , que co menzaro n ten iendo una En etapas más ava nzadas del periodo las casas son circulares y tienen hoga-
economía basad a en la caza de ciervo y j abalí , pesca de salmó n y crus táce os, res en el mtenor, ya sea en el centro o bien pegados a una pared. Algun as se
y recolec ció n de fru tos, como nueces. Se co nse rvan despen sa s subterráneas y hacen ya sobre e l suelo y se pavimentan con piedras, y - aunque poco frecue n-
ya ex iste la cerám ica , y todo hace pesar que tuvieron una existe ncia bastante te- también hay hábitats en cuevas y abrigo s rocosos.
sedentaria: se conservan restos de viviendas sem iexcavada s bastante grandes . Los e nterra mie ntos aparecen , casi siem pre , en las proximidades de los
Los primeros agricultores cultivaban mijo , qu e es autóctono, cebada y trigo lugares de habit ación , o inclu so debajo de los montícu los de co ncha s que carac-
proceden tes de la China continental y arroz que llega desde el valle del Yangtsé. ten zan los asentam ie ntos de Jam ón formado s por capa razo nes de los molu scos
La s primeras pru ebas de acl ima tac ión de plant as proceden de una zo na pobre que constituían una parte importante de su d ieta. El cadáver era inhu mado en
en recurso s alimentic ios, al oeste de Hon shu. En el yacimiento de Torihama una fosa que se c ubría de tierra, y en ocasiones , co n guija rro s y arci lla. Posi-
(5000-3000 a.Ci) hay ca labaza y alubias rojas, y en una ciénaga de Ubuka se blemen te ,en las fases tinale~ haya un intento de organizac ión en necróp oli s, al
recuperó polen de la variedad de trigo sarraceno, fechado en tom o al 65 00 a.c. menos aSI parecen testim oni arl o las docena s de tum bas que aparece n en Oka-

54 PREHISTORIA11 TEMA 2. EL NEOLíTICO ENASIA. ÁFRICA, AMÉR ICAYOCEANÍA 55


1
yama Kcn, con algunos bloq ues de piedra que parecen delim itar el recinto . La Abundantes restos de pesc a y de crustáce o s, así como testimonios de caza
posició n dcl cadáve r es , ge neralme nte, fle xionada, pero puede es tar colocado de cie rvos y j aba líes y recolección de nueces, hablan de una eco nom ía caza-
de lado, de es paldas o boca aba jo, y hay vece s que una vasija cubre la cabeza, dora-recolectora como base fundamen tal de subsistencia. So lame nte en e l yaci-
y much as otras que se co loca un a gran piedra encima del inhumado. Excep- miento de Chitam-ri, se ha enco ntrado un grano de mijo , asociado a cerámica
cionalmente aparecen alg unas sepulturas infan ti les en vasijas. de Chulrnún , por 10 que se planteó una po sible relación de esta cult ura co n los
cultivadorcs de mij o de la C hina continental, pero , po r e l mom ento, es un dato
Los ajuares S0 11 muy esc asos, y se reducen normalmente a brazalet es de casi anec dótico. La fecha más antigua conoc ida para el arroz es la de 1300
piedra y pendientes. También han aparecido ju nto al cadáver pequ eñas esta- a.C; en Corea del nort e , y mijo aparec e entre el 1500-250 a.e. en Hunam-ri ,
tuillas de arci lla, qu e represen tan figuras femen inas de grandes ojo s, interp re- pero no se determin a si era autócto no o producto de intercamb io . Se g uardaba
tadas corn o "Diosas Madre", así como algunos objetos, como manos de almirez en j arros mezclado co n sorgo, cebada y mijo .
alargadas y rem atadas por dos pro tuberancias, denom inadas "cetros de piedra",
que han hecho pensa r en un símbolo má gico o de autoridad . La C ultura de Xinle se desarro lló en la pe nínsula de Liaodo ng , en el sur
de la cuenc a de Manchuria, con unas fechas qu e oscilan entre el 5500 a.e. y
el 2500 a.C; aunque e l yac im iento epónimo so lamente se ocupa entre e l 5500
y 4500 a.C . Se ha conside rado a es ta c ultura, con restos de mijo carbonizado
1.2.5. Corea y de pesca , como un término medio entre las sociedades plenamente agríco las
de la llanura del norte de China y las cazado ras-recolectoras de Core a y Japó n,
Los primero s agricultores de Corea cultivaron mij o ori ginario de la región ,
basándose en la existencia de cerámica mu y pareci da a la de Chulm ún, y muy
en tomo al 3000 a.e.; ce bada y trigo qu e llegaron desde el oeste a través de la
disti nta de la de Yangshao . Us aban útiles de s ílex, y también mor teros, man os
C hina continental, y el arroz que está cons tatado, a l men os desde e l u mil eni o
de mortero , y hach as y azu ela s en piedr a puli mentada , seme jantes a las de
a.C; y llega desde el delt a del Yangtse. S us predecesores viviero n de la eaza y
Chulm un y Jam ón .
la recolección , con una gran diversidad de recu rsos m arin os: peces y man scos,
y terr estres: frutas y sem illas; y co n ce rámica desde el VI mileni o a.e. Los pue-
blos de la C ultura de Chulmún ocupa n en la etapa postglaciar la Penínsu la de
Co rea y, desde el 6000 al 1500 a.C; se desarrollan numerosos asentam ientos
2. África
ubicados en zona s costeras o en las orilla s de los ríos (fig . 10).

2.1. Introducción

A l igual que ocurrió en la mayor parte de las regiones del mundo, en África
al final del periodo glac iar y al comienzo del Ho loceno se producen cambios
climáticos y medioam biental es qu e llevan a los cazadores -rec olectores de eta-
pas anteriore s, a convertirse, en torno al 4000 a.C; en agricultores y pastores.
A estos cam bios sc a ñade aquí un gran crec imiento demo gráfico, y todo es to
dará lugar a un Ne olítico con person alid ad prop ia bastante dife rente al de otros
continentes . La nueva distribució n de plan tas y animales conlleva una necesi-
dad de adaptació n para las ge ntes que hahitan estas regi ones, y es así COl TI O
realizan los primeros inten tos de dom esticación anima l y vege tal.
Aunque el Ne olítico africa no ha quedado s iempre un poco "ecl ipsado" po r
el papel que ju gó el Pr óximo Oriente en el proceso, y po rq ue tradici onal men te
s~ ha estudiado bajo su perspectiva, su pap c l no fue en modo a lguno sec unda-
1"1 0 . Muchos cultivos co mo el ñam e, el s'..'rgo, el cacahuete y la es padaña, y
algunos tIpOS de mijo son ori ginarios de África, y posibl em ente se cultivaro n
Figura 10. Aldea de Chulmun. Corea . por primera vez en es te continente. Tambié n es pro bable que la do mesticación

56 PREHISTORIA 11
TEMA 2. EL NEOLíTICO EN ASIA. ÁFRICA. AMÉRICAY OCEANíA 57
del ganado vacuno tuviese lugar en fech as tempranas cn los desiertos del norte 2.2. Arcas geográficas y culturales
de África.
Tres son las grandes regiones diferen ciada s que se han eslab lecido para e l
El proceso de neo liti zación se inicia en la región noro ceid ental del conti- estudio del neolítico en el co ntinente africano:
nente. entre cI 7000 a.c. y cI 5000 a.c.. y culmina a co mienzos del siglo I d.C,
en e l extremo sur del mismo . Se conside ra que hubo dos aspecto s fund amen - 2.2. 1. El Norte. que inclu ye e l Valle de l Nilo. (norte de Egipto y Sud án)
tales a tener en cuenta: el prim ero . que en el Valle de l Nilo (Eg ipto) y Sud án, y las zonas del Magre b y e l Sa hara.
hubo contactos externos o llegada s de nuevas gentes. y el segundo. que se con-
2.2.2. África Orient al.
sidera po sibl e una evolución aut óctona. de algunos grupos mesolítico s en
regiones del interior del Magreb y e l Sá hara. (fig . 11). 2.2.3. África Occid ent al.

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Esta es una región de clim a mediterráneo con invierno s lluviosos y veranos


secos y cálidos. cond ic iones muy adecuadas para e l cu ltivo de los ce rea les que
• fueron la base de la economía neol ítica: Irigo y cebada. Los yacimientos agrí -
co las más antig uos están en e l Va lle del Nilo y el Sahara, ya que éste no ha
sido siempre como ahora lo conocemos sino que en tre e l 10000 a.c. . y casi
hasta las primeras ce nturias del 4000 a.C,; estaba constituido por regiones bas-
tantes húm eda s en las que crecía n oca siona lme nte hierbas. y co n algunos lagos
y charcas.

--. J "" En torn o al V I mil en io a.C . los gr upos prepastora les o mesolíticos que
vivían en esta regiones comienza n a desarro llar une economía de producción .
__." .. '''" dando lugar a diferentes grupos culturales en Eg ipto y Sudan (Valle del Nilo).
el Magreb y el Sahara .
Oc'. n. fI'\

- ) 2.2. 1.1. Valle del Nilo


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• Aquí llegan gentes del exterior que desarrollarán las Culturas de Fay u rn
en el oasis que le da nombre. y de J artu m o Shahein ab en el Nilo medio , e n
Sudan.
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Las exc avaciones en los yacimientos de El Fayum y Merimd a rea lizada s
en los años 20 y 30 del siglo xx, ponen al de scubierto la prim era cultura neo -
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lítica de la región. con unas fecha s en torno al 44 50 a.C; que han hech o pen sar
en la existencia de un "hiatus temporal" entre és tas y los últimos grupos meso-
líticos fechados en torno al 5150 a.c. En esta culiura son evid entes las intluen-
ea =:-'::
cias de dos área s diferent es: del Sah ara proceden. o al menos son similares.
las hachas y gubias en piedra pulim entada . las cuentas de ama zonita del Tibesti,
y las de cáscara de huevo de avestruz. junto con algunas decoraciones ce rámi-
Figura ti . Origenes de la agricultura africana. cas: por su parte del área levantin a (Próx imo Or iente asiático). llegarían las

TEMA 2. EL NEOLÍTICO EN ASIA. ÁFRICA. AMÉRlCA y OCEANíA 59


58 PREHISTORIAII
puntas de flecha con aletas en piedra tallada , a lgunos útiles en pied ra pu limen - tinto tamaño y graneros dentro de ellas, posiblem ente indi cio s de " propiedad
tada. la ganade ría de ovic ápridos, la agricultura de cebada, trigo y lino. y es privada" .
prob able qu e también e l tejid o y el hi lado. Un Neolítico de eco no mía pastoril se desarroll a en e l valle medio del Nilo.
En e l oa sis de El Fay um , hay restos de ase nta mientos grandes , con una en Sudá n entre 4900 y el 3800 a C. conoc ido como neolítico de Jartum o de
pob lac ión -que se desprende del es tudio de la capacidad de los silos- de en Shaheinab, esta ndo relacion ado con una tradi ción mcso lítica local y tam bién
torno a 200 persona s. E stán fo rmados po r cabañas de madera co n ho gares en con cI Sa hara. Lo s yacimientos e n los que aparece rep resentado son algo más
el interior, y silos. generalme nte conce ntrados - lo qu e ha hecho pen sar en que tardíos que los egipci os y es tán locali zados en las cercanías de Jartum , qu e es
fueron co mu nales- a veces rec ubiertos con ces te ría y fec hados en torno a l tam bién el yacimiento epó nimo, exc avado en los años 40. pudiendo menci o-
3.8 50 a.c. Su base ec onóm ica era mixta, conservando pesca y caza. inclu so narse Kadc ro, Geili y Shaheinab.
de an ima les co mo elefantes e hipopótamo s. cría de b óvidos, ce rdo s y sobre Se ha discutido bastante sobre su origen. aunque ac tualmen te se acep ta una
tod o ov icrápido s, y cultivo de trigo y cebada . clara infl uencia sahariana. La eco no mía se basa en pes ca de menor cuantía y
En cuanto a la cultura mat erial hay puntas de flech a bifaciales de ba se có n- caza ca si co mo en las etapas precede ntes y. recolecc ión del sorgo y otros vege-
cava y restos de piezas de hoz e n pi ed ra tall ad a y montadas en man gos de tales. al parecer aún silvestres. y cría de ov icáprido s y bóvidos. No se conservan
madera o hueso ; molinos, es truc turas de habit aci ón , y hay diferencias ev ide ntes entre los yac imientos:
hachas y gub ias , en piedr a peq ueños , cercano s al Ni lo y dedicados a la pe sca con mu ch os arpo ne s y
pulimentada (fig . 12); arp o- microlitos y grandes , lejos del río y co n ma yor cons umo de vege tales (existen
ne s y punzones óse os y morteros y cerámi ca). Esto ha llevado a pen sar a Haal and , R ( 1995 ) e n un
ce rámica de form as sim- modelo de ocupación cíclica. También hay ind icios de una primitiva estratifi-
ples. lisa y en ocasion es cación social en e l hecho de q ue en algunos enterramicnros de Kadero existe
hruñida. Ac tua lmen te se un ajuar mu y rico a base de cerám icas "d e luj o" , conchas de l mar Rojo, mazas
han es tab lec ido do s fase s de porfirio y amazon ita de l Sahara .
pa ra es ta cultura; la primera La cultura material se compone de micro litos geo mé tricos y gubias en pie-
aba rcaría de sde el 44 50 al dra tallada, morteros y gubias en pied ra pulimentada. arpones de hueso, anzue -
3550 a.c.. co n afi nidades los de concha y cerá m ica ti na y bruñida, incisa e impresa, con algunos vasos
con e l Oriente Próximo e de borde negro al final de la etapa. Los primero s resto s ele especies cu ltivadas
indu stria de lascas y útiles ya seguros están, en la zona oriental elel Sahe l, en el yac im iento de Jebel Tomar
b ifac ia les; y la seg unda (Sud án cen tral) del s. III el.c. y en la zona occide ntal en Dhar Tichitt (Mauritania)
desde el 3450-2850 a.c. con hacia el 1000 a.c. El tamaño de los asen tami en tos va dismi nuyendo hasta qu e
indu stria lam inar y micro la- desaparecen en el Ne olítico fina l, ta l vez como co nsec uencia de una ec onom ía
m inar, cas i sin bifaciales y ganadera y comerc ial con aband ono de la agri cu ltura, y sin embargo se co nocen
Figura 12. Hachas de piedra pnlimentoda qu e podrían ser grupos lle- necrópolis como la de El Kadada en Sudá n (2850-23 50 a.c.). con ricos aj uares.
de El Fayum. gados del Sahara ori ent al. o la de Kadru ka al nort e de N ubia, de cronolog ía sim ilar. con las tumbas agru-
En Merimda Beni Sa larna, yac imiento ubi cad o en el de lta del Nilo. que padas en tomo a una. más rica y más antigua ubicada en la zona al ta.
pudo ten er ha sta do s mil habitant es. con una exte nsión de 20 Ha . y una cro-
nología entre 395 0 y 345 0 a.C, ; las prim e ras ca sa s son cabañas de madera. y
posteri orment e se constru yen e n ado be , co n plan ta ova lada (des de 1.5 a 3m). 2.2.1.2. Magreb y Sahara
serniexcavada y con acceso por la pa rte superior. Entre ellas apare cen sepul-
turas sin ajuar. en ge neral de ni ños y muj eres. Ha y zonas de " trilla" rec ubiertas La apa rición de yacimientos con mi crolitos parece establecer la primera
de ce stería y jarras-silo en los suelos de las vivienda s. Por lo dem ás. sus ca rac- colonizac ión sahariana postglaei ar sobre medi ados del IX m ileni o a.c. eon
ter ísticas y m ateriales son mu y sim ilares a los de El Fayum , salvo algunas campamentos pro vision ales de cazadores de fauna local y recolectores de gra-
fo rmas ce rámicas nuevas como vaso s co n pie y ge minados y decoraci ones míneas proce de ntes de la co sta mediterrán ea qu e usan arp ones de hueso y
inc isa s, y toscas es tatuillas hum anas. Pero . en su fase final -iJue ya e nlaza anzuelos ele co ncha para pescar. So bre el 7000 a.c. comienzan a e laborar ce rá-
con e l predin ásticc-- se adv ierte una cierta di ferenci aci ón soc ial: cas as de dis- mica decoraela co n la espina del barb o , form ando líneas ondulad as, qu e se

60 PREHtSTORIA 11 TEMA2. EL NEOLÍTICO EN AStA. ÁFR ICA. AM ÉRICAYOCEANtA 61


...

d ifunde rápidamente haci a e l es te (Ni lo y Valle de l Rift) y el oeste (río Níger), nente m icro lítico caps icnsc e inclu so superpos iciones estrati gráficas de ambos
po r medio de pastores nóm adas y po r esa razón ~o hay práelIe~men te ur~al11 s ­ periodos ha resuel to el deb ate sobre su denom inación , y se han es ta blec ido
mo hasta el I mil enio a.C; cuando se crean las prnn era s comunidades agn eo las facies diferentes, la última y la más propi am ent e neolítica con útiles óseos y
e n las zonas bo sco sa s occid entales y co mienza la ex pans ión de los bantúes morteros (Jebel Bou , Za bao uine, Arge lia) , aunque las variac iones son pocas.
hacia el ce ntro y sur de Áfri ca , ya en la prim era Edad del Hierro africana . Hay En ge neral los rasgo s neol íticos se ace ntúan cuanto más al sur, pero las fech as
ind ic ios de cultivo de sorgo y mijo desde finales del VIII milen io a.C; y proba- más antigua s de do mesticación anima l se dan en el nort e, en Hana Ftea h (Libia)
blem en te dom esti caci ón de bovin os de los qu e tene rnos abunda ntes restos y nor te de Arge lia, y debi ó comen zar co n los ovicáprido s procedentes de l pró -
óseo s y las magníficas represen taciones del arte rupestre en es tos lugares. ximo Oriente as iático , a los que se aña de n los bóv idos autóctonos.
Tres so n los gr andes grupos de l Neo lítico en es ta zona: el Ne olítico Me di- La cultura material incorpora del periodo prece de nte punt as de flecha bifa-
terr áneo , en la zona cos tera del Magre b; e l de tradi ción caps iense en e l interior eia les y piezas de piedra pulimen tada, pero ofrece adem ás una rica indu st ria
de éste y el Baj o Sahara; y e l Tenereen se en el Sahara Ce ntral. Todos ellos ne - ósea de agujas de coser, aunque no hay arpo nes; la cerámica es escasa, ge ne-
nen aspectos comunes como la co ntinuida d de la caza, y en menor med ida la ralmente lisa de bases có nicas, y a vece s decorada en los bordes; hay num ero-
pesca; una ec onomía pastoril y un utillaje en piedra tallada y pulim ent ada bas- sos recipientes y adornos en cáscaras de huevo de avestru z, y un rico arte mue-
tante similar, as í como cerámica s inc isas e impresa s. En el litoral del Mag reb ble cons tituido po r gra bados de anima les en esa ma teria y en piedra; y cuentas
aparece n yacim ientos enc uadrado s en el neolítico mediterráneo de cerámicas de collar en caparazó n de tortuga. Como yac imientos representativos se pueden
impresas, sobre todo en la costa argelina, en la que és tas se mezclan .c on otras mencionar A in Nag a en e l A tlas, con la fecha más ant ig ua conoc ida (555 0
incisas y acan aladas, en vasos sio cuellos y de base cónica, y en ocasiones con a.c.), y la G rotte Ca pé letti , en el norte de Arge lia.
mamelon es perforados qu e las diferenci an de las sahan anas y las acercan a las
anda luzas. Al norte del N íger, en e l Sahara ce ntral: región del Ténére y e l maci zo del
Air, se desarrolla el period o conoc ido como Tenereense, qu e se extiende hasta
Lo s yacim ientos más significativos son la C ueva de Oued Gueuara s i} ~ ada el Chad por el este, y hasta el sur de Arge lia (Ahagga r y Tassil i). Su datación
cerca de Orán y con una fecha en tom o al 4900 a.C,; con do s niveles neolI ~l c os , está co mprendida entre e l 3850 a.c. y 245 0 a.C¿ y está constatado en los yaci-
y el " Cementerio de los escargo ts" (caraco les). En la pnrnera l:~y tambl.en un mientos de Adrar Bou s. Entre sus útiles destacan los reali zado s e n sílex y en
nivel co n enterramientos y otro, más pro fundo , co n ind ustria 1I1Ica po stib ero -
jaspe verde volcánico, especialmente las puntas de flecha bifa cial es de form a
mau ritana. La s fech as han hecho pensar en una etapa más antigua que las de
triangular y de base cóncava, y la pervi vencia de m icrolitos geométricos y pun -
los yacim ientos de l inter ior, pero qu e encaj an con las de las ?rillas 0p,uestas
tas de dorso. Ha y cuchillos de influ en cia eg ipcia, ra spadores, raede ras, y den -
de l Medit errá neo de donde debe pro ceder: Cueva de los Murcié lago s, C órdoba
ticulados, todo ello con e l re toque bifacia l típ ico del periodo . En piedra pu li-
(Península Ibérica) , Curra chiagiu (C órcega) o Chatene uf-les -M artigues (Pro -
men tada aparece n hachas de tipos diver sos co n enmang ue de ranura, azue las,
venza, Francia).
moledera s y discos plano s, y la cerám ica present a form as esféricas y cuello
Huell as de es ta relación marítima con los pa íses europeos de la costa medi - cilíndrico, con decoraciones incisas e impresa s. Son mu y relevantes las mani -
terr ánea son los hallazgo s de obsidiana proced ent e de las islas Lipari y Pant e- festaciones de arte rup estre y mob iliar, en pied ra , con figuras anima les y antro-
lleri a (s ur de Italia) en yac imientos de Tunez y Arge lia ori ental, así co mo la pomorfas, de las qu e merece es pec ial me nción el arte de Tassili.
presencia de cerám ica cardia l en el ex tremo norte de Marrueco.s: Cuevas de
Achakar y e l Khril, ce rca de Tá nger ; o las de Gar Cahal y Ca f Taht el-Gar,
entre Ce uta y Tetuán . Excavadas po r Tarradc ll, M. en los año s 50; Gi lman , A.
( 1975) rce studi ó posteriorrncn te los materi ales es tableciendo dos fases: 2.2.2, Á
f rica Oriental
_ Ne olítico Antiguo con ovejas y ce rdos dom éstico s y cerámicas cardiales
-que recuerdan a las levantinas y catalanas- y má s tarde acanaladas. La información de que disponemos es aún bastante esca sa para tod a el área
africana al sur del Sa ha ra, y parece ser qu e el Neolítico se ori gin a aquí por
_ Ne olítico reci ent e con influencias cla ras de la Penín su la Ibérica , tal vez
contactos con los gru pos de pastores qu e emigran ha cia el sur a medida qu e se
a través de intercambios come rciales y ya Ca lcolítico. va produ ciendo la desecación del Sahara. Las fecha s oscilan entre e l 4000 a.c.
El Neolítico de tradición capsiense fue definido por Vaufre y, R en 1933 ye l 1300 a.c. y son pocos los yac im ientos qu e, sin embargo, basta n para defi -
en e l yac imiento de Redeyef, al sur de l act ual Túnez. Oc upa el :" tlas, el BaJO nir un complej o cultura l denominado "Neolítico Pastoral" qu e oc upa la zona
Sa hara y las zonas int erior es del Magreb . La co ntinuidad de un fuerte cornpo- de los lago s de Kenia y el norte de Tan zania.

62 PREHISTOR IA 11 TEMA2. EL NEOLíTICO ENAStA. ÁFRICA . AMÉRICA YOCEAN íA 63


de pastores o agric ultores. pcro hasta el momento solamente se ha podid o docu-
En el ex tremo nortc de Áfri ca Ori ental , Etiopia ju gó un papel importante menta r la presen cia de an ima les domésticos a par tir de l 25 00 a.c. y de plantas
en la difu sión de la agricultura, ya que aquí se cultivan, aúo cn la actua lidad ,
domés ticas a partir del 1200 a.c.
es pec ies de ori gen asiático; y de la ganade ría, con bó vidos dom ésticos e.nzonas
de l lago Besaka de comienzos de l tV mil enio a.C.. Los resto s de ag nc ultura En es ta ex tensa región del Occ ide nte africano, la pr imera cultura co nocida,
más anti guo s son los de la Cueva de Lali bea, co n ce bada y guisantes de medi a- propiamente neolíti ca , sc desarr olla en Ghana, Cos ta dc Marfil y Togo , y recibe
dos del 1II mi lenio a.c. Ce rca de l lago Turkan a hay yac im ientos de grupos su nombre de los abrigo s de Kinlampo en la región centra l de G hana, co n una
mesolítico s, y de es ta región procede la primera fecha de ga nado dom éstico. fecha de en tomo al 1650 a.c.
En los yac imientos de es te "Neolítico Pastoral " aparecen re sto s de ga nado Ha y indi cios de sedent arizaci ón, co n peque ños asentamientos, a base de
vacuno y de ov icrápidos, pero en menor proporción que los de ñues, gacelas} viviendas construidas con bloqu es de piedra unidos con barro. La ce rámica es
otras es pec ies sa lvajes , lo qu e hace pen sar qu e, al menos al pnncipr o, la cna ab unda nte, con cuencos decorados a base de impresiones obli cuas qu e fonnan
dc ga nado fuc comp lementa ria. No hay prueb a alguna de c ultivo de p lantas , una banda en la pan za del vaso. Los útiles lítico s son puntas de flecha de base
aunque es cas i seg uro qu e sí recolectaron las silvestres, h: sta ya la Ed~d d el có ncava de influencia sa hariana, hall adas en N tesc ro, así como hachas puli-
Hierro, como 10 prueba la existencia de mort ero s, pero SI aparece cc rarmca. mc ntadas en piedra metam órfi ca verde , de pequ eño tamaño, qu e tal vez se usa-
La fecha más anti gua de que di sponemos para una variedad doméstica es del ran para curtar la mad era ya qu e la tala de bo squ es, era necesaria para obt ener
1.200 a.c. para mijo y del sig lo I d .C. para sorgo . En las tierras alta s de Eti opia, suelos aptos para la agricultura; bra za letes de piedra y peq ue ños mortero s.
Kenia y Uganda se cultivaron plantas excl us ivas de la zona como e l tef y el
nu g, además de plátano africano, y en las áreas se lváticas ce ntrales OCUlTe 10 En lo que se refiere a la base econó mica, hay resto s de ovi cáprido s y gana-
mi smo con e l ñame y la palma aceitera. do vacuno, así como de g uisante, pa lm a de aceite y probab lemente ña mc.
Aparecen unas pieza s dc piedra o cerámica con form a ci líndri ca y decoradas
Se co nocen yacimie ntos con útiles lít icos de ob sidiana, lascas y hoj as, cerá - con líneas cruzadas incisas qu e han hecho pensar en " ralladores de ñame" ,
mica (fig . 13) Yrecipient es de piedr a pulimentada, sobre todo cuenco s y platos, aunque también pudiero n utili zarse para decorar cerám ica. Seg uramente reco-
ge nera lme nte en enterram iento s, que Ic diero n nombre a alguno de estos gru- lectaron mij o y sorgo . Resto s de bó vido s dom éstico s hay también en la cos ta
pos: "Cu ltura de las vasijas de pie-
del golfo de G uinea : 205 0 a.c. cn D uadi T ile ms i (río Nígc r) o en Ki ntampo
dra" . Algunos autores propon en
(Ghana). Se co nstata, por la prcsc nc ia de materi as primas y objetos, la ex is-
una periodi zación, para es te co m-
tenci a de un intercambi o a larga di stan ci a, y apa rece n manifestacion es artís-
plejo , en tres fases: inicial, evo lu-
ticas en forma de figu rill as de anim a lcs en arcilla. El Comp lejo Kintampo,
cio nado y fin al , con varia ci on es
hoy considerado una crea ción origina l de los puebl os aut óctonos locales, aun-
cerá mica s, fundam entalment e. La
primera es taría form ada por gru- que con algunas apo rtac iones dc las region es septentriona les, tiene su fase
po s cazado res-recolec to res qu e final , en torno a 1050 a.c.
oc as ionalme nte ten ían pequ eños
rebaños do méstico s; en la seg un-
da, la ganade ría scría su ba se ec o-
nómi ca y tendrían grandes pob la- 3. Améric a
do s; y en la tercera parece haber
una regre sión: poblados de nuevo
Figura 13. Cerámica de Kenia . Africa pequeños y sin chozas. 3.1. Introducción
Oriental.
Tambi én en es te co ntine nte, en torno al 10000 a.c. vivieron ge ntes qu e
cazaban animales y reco lect aban vege tales para alimentarse y qu e se vieron
2.2.3. Á
f rica Occidental obligados a es pec ializarse tras las tran sformaciones climáticas del Hol ocen o,
pasando a una protoagricultura co n caza y pcsca como activid ades com ple-
mentarias. Do s mil año s despu és hay indi cio s de un cambio con resto s de ca la-
La aparición , en esta zona, de micro litos co n cerá mica y hachas o. a zad ~s
bazas cultivadas cn Guila Naquitz (Oaxaca, México ), y posibl em ente patata
de piedra pulimentada en tre el 5000 y el 4000 a.c., parece indi car la ex istenc ia

TEMA 2. EL NEOLíTICOEN ASIA. ÁFR ICA.AMÉRICA YOCEANÍA 65


64 PREHISTORIA 11
en el nort e de Bo livia, as í como alubias y chile en los valle s de las region es grande s túm ulos del M iss iss ippi antes del 4000 a.C,, pero su carácter ur bano
mont añosas de Perú . Entre el 7500 y el 6200 a.c. aparecen frijo les dom ésticos no queda claro. En e l continente americano hay do s cen tros en los que la agri-
en la C ueva de Hu aehi eh ocana, en Jujuy, al nort e de Argen tina, y parece mu y cultura pa rece haber surg l,do de forma autó no ma: Mesoamérica (México), y
probable qu e en e l 6000 a.c. se cultivaran calabaz as y guayabas . Los Andes (Ec uador y Pcru), y hubo otros ce ntros regiona les como C hile norte
La plant a dom éstica más im portante de Amé rica es el maíz, siendo e l más de Arge ntina , sur de Bra sil y norte de Urug uay. Nortea mérica tuvo ca zadores-
ant iguo, de riva do de una forma silves tre , de en torno al 4 300 a.c. Sobre el or i- reco lec tores y agricultores-ga naderos.
ge n de la yuca hay teorías diver sa s: noreste de Bra sil, los bos ques trop icales
de las tierras bajas de Colombia, Ecuador y Venez ue la, o bien e l valle de l río
Orinoco. Lo s tubérculos debieron de ser básicos hasta la llegad a de l maíz, y
en las zonas cos teras y tierras llanas se cult ivó algodó n y ca labaza entre el v y 3.2. Arcas geográficas y culturales
el 111 mileni o a .C. Otras plantas cu ltivab les fueron el cacao, el amaranto , las
guindillas y los árboles frutal es (fig. 14 ). En e l denominado periodo arca ico No existe, o al menos ca rece mos de info rmación sobre ello, un desarrollo
(45 00-25 00 a. C.) se produce la tra nsición hacia la plena econom ía agríco la . p;lI'alelo ni siq uiera incompleto para toda s las regione s de es te continente , pero
De las do s áreas nucleares de Mes oa mé rica y Los A ndes pro ced en e l maíz, el Si p~r~c e evide nte qu e pod emos estab lecer tres grandes áreas e n las qu e las
frij nl, la ca labaza, e l chile, la pimienta y e l a lgodón, mientras que la papa y la manifestac iones c ulturales present an diferencias importantes: Mesoa mérica
quinoa son excl us ivas de Suda m érica . Sudamé rica y Nortea mé rica. '

La domesticac ión de animales adq uiere una gran relevancia en la zona cen-
tral de los Andes, y se ini cia co n la llama y la alpaca, pasand o de una ca za
se lectiva al pastoreo a medi ados del v m ilenio a.c., pero aú n co n an ima les 3.2. 1. Mesoa mérica
sem idom ésticos hasta un mil enio despu és. Restos óseos de perro aparece n en
las cuevas de Jun ín (Andes ), y tam bién se domesticaron cobayas o con ej illo s El área arq ueológica en esta zona es tá lim itada, al norte por los desiertos de
de indi as, pavos y chinc hillas. So nora y Sinu loa, y al sur por Honduras y e l Salvador, y dentro de e lla sola-
El pro ceso urbano es tardío; los pobl ados perma nentes más antig uos son mente tenem os dato,s ~n las montaña s de Tam aulipas, el valle de Tehu acan y el
valle de Oaxaca (M éxico). Se co noce aquí bastante bien el proceso del cambio
Puerto Charco y Puerto Hormiga en Col ombia, y Real Alto y Loma A lta en
de la reco lección a la agricu ltura , sie ndo Tehuacan dond e se han obt enido las
Ec uador , y se da tan entre el 4500 Yel 3500 a.c. En Mesoam érica no aparec e
se~ u~nc i as más completas. Po sib lem ente desde mediados del IX milenio a.c.
urbani smo hasta medi ado s del u mi lenio a.C; y en No rtea mé riea aparecen los
exrstian campamentos y cuevas que era n e l hábit at de ge ntes recolectoras y con
caza menor (fig . 15). En
torno al 7000 a.c. se ini-
cia la sec uenc ia del deno-
minado periodo arcaico,
con la fase de E l R iego
que durará dos mil enios, Golfo
de México
con grupos nómadas que
tienen morteros variados
y manos de moler j unto
co n restos de semillas y
plantas de aguaca te, ama-
ranto, algodón y nueces. Océano
Pacifico
La fase C oxca tlá n se ini -
cia en torno al 5000 a.c. ,
y en ella ex iste maíz do -
méstico claram ente docu-
Figura 14. Primeras pla ntas cultivadas de América . mentado y con las fechas Figura t5 . Mapa de América Central.

66 PREHISTORIA n TEMA 2. ELNEoLíTICO ENASIA. ÁFRlCA.AMÉRtCA y OCEANfA 67


má s antiguas: (3600 a.c. de C 14) , y cultivo de chile, calabazas, aguacate y am a- ta medi ados de l III m ileni o a.C, Las evidencias más c laras de do mesticac i ón
ranto, y asentamiento s no permanentes aunqu e sí má s prolongado s, con vivien- de planta s se remonta n al 5000 a.c. , y en los prim ero s moment os la agricultura
das semiexcavadas en el suelo . En la siguiente Iasc: A bejas (3200-23 00 a.c.) complementa a la ca za, pesca y rec olecc ión. Piedras de mol er y semillas sil-
ya hay poblados y pequeñas aldea s de gentes sedentarias que i~1Corporan nuevos vcstres aparecen en Ayacucho; frijol comú n y maíz en la Cueva de Huac hicho -
cu ltivos , vasij as de piedra y c uch illos de ohsidiana, y por último , en la fase cana (Juj uy, Argentina) , co n dud as respec to a la dat ación de l V III -V II mileni o
Pu rr ón ya del periodo form ativo, para algunos (23 00- 1500 a.Ci), aparece la a.c. ; y en la Cueva de G uitarrero (Perú) se han enco ntrado dos espe cies de fri-
cerám ica con formas g lobulares y base plana y figurillas en ba rro . Las casas jol y una de ca laba za c ultivados, del VI mi lenio a.c. El maí z y la q uino a se
son choza s de barro y paja, y hay perro s y pavos domésticos, y se produce una docum entan a mediados de l V mileni o a.C,; y la papa , cuyo orige n sc cree que
inten sificación de las labor es agrícolas con sistemas de irri ga ci ón (cana les y está cn la zona del lago T iticaca , a parti r del 3000 a.C. U n mileni o después
terrazas), un crec imiento demográfico , excedentes alimenticios, grandes pobla- hay un aum ent o de temperatura y un descen so de la hum edad que provocan
dos con centros ceremoniales , com plejidad social y jerarquización y establec i- una ma yor depend encia de la agricultura, surgiendo nuevos cultivos y técnica s,
miento de rutas comerciales que satisfacían las "nec esidades" de mat erias ex ó- así como producción de excedentes que posibl em ent e están cn la génesis de
tica s de los grupos de poder. los asentami ento s del periodo form ativo, periodo que se inicia co n la aparición
de la cerámica .
En la sierra de Tamaulipas la fa se má s temprana es la caracter izada por el
uso dc ces tas para la recol ección de fruto s y plantas, y desde e l 5000 a.c. se Los prim ero s rec ipientes aparecen en las regiones andinas se ptentriona les
domestican calabazas y frijol a los que se incorpora dos milenios después el a finales del I V milenio a.c. y son recipi entes de almace namiento y tran sporte
ma íz que irá aumentando paulatinamente su cons umo , así corno alubia s, encontrados en yacimientos con una ba se ec onómica agrícola-ganadera. Pos-
pimientos, agua cat es y algodón. Ya a mediados del 11 milenio a.c. los asenta- teriorment e hay otra s formas ya decorada s con incisión , y pintura, y mod eladas
mientos se hacen es tables y se inicia la producción dc cerámica. que darán pa so a vasijas antropomorf as y zoomorfas que preludian las prcco-
lombinas, La ce rám ica de Va ldiv ia (Ec uador) , se conside ra la más anti gua del
continente y es similar a la de Jaman (Japón) y da nombre a una cult ura cuyas
gentes tenían una economía diversificada con caza, pesca, rec olecc ión de pl an-
3.2.2. Sudam érica tas y cultivo dcl maíz, y cuyo yac imie nto más representativo es Real Alto , ubi -
cado en la península de Santa E lena, al nort e de G uayaquil (Ec uador), desde
En realidad será en e l árca el final del rv milenio a.c. ha sta el u milenio a.c. , fecha en la que aparece un
andina en donde bá sicam ente edificio religioso o ceremonial que se considera el má s antiguo de Sudam érica.
se de sarrolla el periodo que Tiene una s 150 casas comuna les alin eadas en torno a una pla za o es pac io cc n-
nos ocupa, o al meno s, es de tral co n do s montículos enfrentados , ovales co n los suelos a veces cubiertos
la que tenemos má s informa- de conchas marinas. Ha y testimonios de c ultivo de maíz, algodón , camote,
ción arqu eológi ca , íundame n- achira, cacahuete y alucin ógeno s, y mat eri ales fruto de intercambios a larga
talmente de Perú y Ecuador, distancia, como obsidiana y las ya conoc idas conchas que son spondylus.
aunque tambi én podemos in- Otros yacimientos a mencionar son los de de Hu aca Prieta , ubicad o en el
cor pora r Co lombia, sin olvi - valle de Chicama, al norte de Trujillo (Perú), que fue ocup ado desde medi ados
Océano
dar, y ya fuera de es ta región PacIfico del 111 milenio a.c. al 1200 a.c. , y quc conserva restos de má s de cien viviendas
andina, e l noro este de Argen- construidas a base de caotos rod ado s trabados con barro , y tiene un gran muro
tina con la Cultura de Aguada ele conte nción, y el de As ia, al sur de Lima, j unto al mar. Ambos tienen una
(fig . 16). economía de pesca, recol ecci ón de molusco s y una agricu ltura incipi ente de
calabazas , frijol es, chiles, guaya bas, agua cat e, batata, yuca, algarroba, qu ina
y algodón con el que se elaboran rede s, balsas, cordones y tejidos.
3.2.2.1. Los Andes
Durante el I mileni o a.C; se perfeccion a la agricultura peruana y lIcga a
las nerras altas, y entre el 225 0 a.c. y e l 1320 a.c. se desarrolla la Cultura de
E l denominado Periodo
Machalilla que supone la tran sición del formativo al tardío y que tien e cerá-
Arcaico comienza en torno al
7000 a.c. extendiéndose ha s- Fi gura 16. Map a de América del Sur. micas dec oradas con moti vos geomé tricos y antropomorfos.

68 PREHISTOIUA 11
TEMA 2. ELNEOLÍTICO ENAStA. ÁFRICA,AMÉRICAY OCEANÍA 69
-

3.2.2.2 . Noroeste de Argentina conch a, y de es te pe riodo son las primera s sep ulturas conoc idas, en muchas
oca sione s con ocre rojo.
En una región que oc upa Puna, Córdoba, San Lu is y el occ idente de Sa n
Juan y Mendoz a, y que se extiende hacia e l nort e de Chile, Bolivia, e incluso En regiones con abundantes recursos, como el sudeste y e l noroeste costero
sur de Perú , se docum ent a ona cu ltura conoc ida como Aguada, de la que se hay grupos sedentarios pero dedi cad os a caza y recolección , y en las region es
han estab lecid o tres fases. Las dos pri mera s se ca racterizan por una ce rámica centrales enc~m ra m os yacirmenros co n las secuencias estratigráfica s más com-
monocroma co noc ida como "estilo la C iénaga" , y la tercer a es ya una fase co n pletas de Am érica de l Norte como el de Koster (Il1i nois) desde el 7000 a.c. al
1200 a.c. (fig , 17).
meta lurgia y cerámica po licroma. T ienen agri cultura de maíz y pobl ados de
cabañas circ ulares , bien organizados, y de la fase recien te son una s fortifica-
ciones que recib en el nom bre de Pucará e n Argentina.

3.2.2.3. Las culturas de la periferia andina


Esta es una zona eno rme que engloba básicamente las tierras bajas tropicales
de la c uenca del Ama zonas, entre el macizo central de las Gu ayanas y el Escudo
brasileño , y que fue considerada como una región atrasada. Sin embargo, actual-
ment e dispon emos de evid encia s arqueol ógicas sobre la existencia de cultivos
inten sivos y grandes asent amient os. La transición de la caza y recol ección a
una agricultu ra incip ien te se produce entre el 4000 a.c. y el 2000 a.C; y es con-
secuencia de la evolución de los pueb los conocidos como "forrajeros" de los
que se conservan restos de animales y vegetales desde el 6000 a.c. en cuevas
de Brasil y Venezu e la. La tran sición se puede rastrear en conche ros de la
desembo cad ura del Am azonas y el Orinoco a lo largo del río y en la costa de
Guayan a. Los niveles más antiguos no tienen cerámica pero en algunos yaci-
mientos como los de Guyana (4000 a. C) y de Mina (3000 a. C) , al sudeste de
la de sembocadura del Amazonas, sí hay algunos fragment os, que -junto con
las cerám icas del conchero de Taperinha, cerca de Santarem (Brasilj- son al
menos un mileni o más antiguas que las peruanas.
Poco después del 3000 a.C. aparecen pob lado s peq ueño s de horticu ltores
co n culti vos como la mandioca y cerámicas con motiv os zoomorfos, y e l maíz
llega en el t mi lenio a.C¿ seg urame nte procedente del norte de los Andes. Figura 17. Mapa de América del Norte .

3.2.3. Norteam érica 3.2,3.1. El Suroeste

Desp ués del rep liegue glaciar se producen rápid os cambios medioambi en- , En e l Suroeste de Norteamé rica (fig. 18) que comprende Arizo na, Nuevo
tales y una gran diver sidad de entornos, co n climas más suaves y extin ción de Me~lco, parte de Uth a, Co lorad o y Ca liforn ia, se han establecido tres grandes
a lgunas plant as y animales. Hac ia el 8000 a.C, la caza mayor nóm ada es sus- subareas para el denominado periodo arcaico (7000 a.C.- I000 d.C.): Mogo llón
tituid a por caz a de animales pequeños y aume nto de recursos vege tales, co ns- Hohokam y Anasazi (fig, 19). '
tituyendo la etapa arcaica que llegará hasta aproxim adamente el año 1000 a.c. ri Mogollón tiene a~entam ient~s sedentarios de casas peq ueña s y chozas, al
y se ca racterizará por grupos sem in órn adas con caza y reco lecc ión inten sivas, p mctp io con una veintena, scmiexcav adas y de planta ova l o circular y un
incluida s especies marin as y lacustres. Hay utillaje en piedra, hueso, arcilla y poco después rectangular. A partir de l 1000 d.C. son ya casas sobre el'suelo

70 PREH ISTOR IAII


TEM A 2. EL NEOLíTICO ENASIA. ÁFRICA. AMÉRICA YOCEAN íA 71
F

Figura 20. Artesania de los Indios Pueblo.


,
Figura 18. Artesanía di' América del Norte.
(fig, 20) retrasan su co mienzo al 300 a.c. y quienes creen que es más tardío. Se
desarrolla en las tierras áridas del sur dc Arizona (desiert o de Sonora). Hay cien-
tos de Km de canales dc riego, que se construyen aprovechando las aguas de la
región de Gila Salt, y son expertos agricultores, que recogen dos cosechas anua-
\cs. Las casas son al principio de adobe y de planta cuadrada plurifami liarcs, y
más tarde unifamiliares con plantas ovaladas y rectangulares, Los enterramientos
se hacen en fosas cubiertas con tierra y grava, y en ocasiones en tinajas, y el rito
funerario es de incineración. Hay figurillas de arcilla y la cerámica es clara, pin-
tada de rojo con motivos geométricos y posteriormente antropomorfos.
Los An asazi, oc upan Arizona , N uevo
México, Vtha y Co lora do , y los prim eros
poblados aparecen c n torno al siglo 11 a.c.
No tienen cerámica pero s í una magnífica
cestería, de ahí el nombre de Ceste ros que
corresponde a los perio do s más antiguos de
los Anasazi, a los que siguen las etapas Pue-
blo ( ¡- IV) ya desde el s. VIII d.C. Estas comu-
nidades Pueblo tienen verdade ros poblados
con casas de varios pisos co n hogares en el
Figura 19. El Suroeste de América del Norte : interior y en algunos casos depósitos subte-
Anasazi, Hohokam y Mogollón. rráneos - a modo dc gra ndes cistas- para
almacena r grano de especi es silvestres; y
hay caza, reco lecc i ón y cultivo. Esta cultura
aporta nuevos cultivos, nuevas ce rámicas
(fig, 2 1), tejidos de algodón y cambios nota-
bles en los pob lados que es tán construidos Figura 2 1. Cerámica Anasa zi
con piedras. El de Pueblo Bonito domina e l de Pueblo Bonito.

TEMA 2. EL NEOLíTtCO EN ASIA. ÁFRICA. AMÉRICAYOCEANíA 73


72 PREHISTORIA11

cañón Chaco que se convierte en una importante red de caminos; su planta po blados, cerá mica y cultivo de maíz. Siguen existiendo grupos nómadas con
tiene forma de D con grandes muro s curvilíneos y una muralla de cuatro pisos " tipis" , tiendas cónicas de cuero como vivienda.
que lo rodea, un patio central, almace nes y hasta 800 estancias.
Las zonas de la costa noroeeidental y California se conocen como " tradi-
ción del desierto del oeste", con cazadores-recolectores nómadas o seminó- 3.2.3.3. El Ártico y el Subártieo
mad as con piedras de moler, puntas arrojadizas y objetos en hueso, madera y
fibras vegetales, y en las reg iones menos áridas se pesca salmón y otro s peces En estas regiones hay restos de presencia humana desde el 9000 a.C; y un
de río. Los grupos costeros incorporan mariscos y pescados malinos. Hay vasos mesolítico del 4000/3000 a.c. En el I milenio a.c. se inicia la tradición esqui-
de esteat ita y una magnífica cestería, a veces adorn ada con plumas y conchas ma l, con sitios como Ipiutak (Alaska) con más de 600 casas en hileras, de
y que se difunde desde su centro prod uctor, el sur de Califom ia. Las casas son madera y q ue no superan los 6 metro s cuadrados; y enterrami ento s en sarcó-
de madera, semiexcavadas, en el norte, y en la costa se cubren a doble vertiente, fagos de troncos con muy poco ajuar. Se dedican a la caza y a la pesca, con
y la cerám ica se introduce por el suroeste. arcos y lanzas, redes y anzuelos.
En la franja costera del Pacífico , con bosques muy poblado s hay grupos
hum anos desde el V II milenio a.C ,; con numerosos asentamientos en las calas
costeras y embarcaciones de troncos de cedro -con los que también se cons- 4. O ce a n ía
truyen las viviendas- y excedentes alimenticios. Comercio de pieles y conse-
cuencia de ello y de su fácil desplaza miento en embarcaciones, nac imiento de
una red de intercambi os. La informaci ón arqueológica sobre estas regiones es bastante incompleta.
Si bien Australia y Nueva Guinea , primero , y las islas de Nueva Bretaña y
Nueva Irlanda después, están habitadas desde hace 30000 años, no será hasta
el 2000 a.c. cuando se colonizan las islas de la Oceanía Remota: Nueva Cale-
3.2.3.2. El Este donia, islas Fiji, Hawai, Nueva Zelanda e isla de Pascua. Por lo que respecta
Comprende la zona entre las montañas Rocosas y el Atlántico, desde el
sur canadiense al golfo de México y agrupa diferentes tradiciones en dos áreas
diferenciadas: los bosques orienta les y las llanuras. En los primeros, a los caza- '''AI
...... ,A ~A I
dores-recolectores del periodo arca ico, con algu nos cultivos a fina les de l .........
,. . ............
~
mismo, les siguen cultivos hortícolas del I mi leni o a.C., y la verdadera agri- " ' CII O "'f ' ,.0.
cultura desde fi nales de éste y la cerámica aparece en torno al 2000 a.c. , sin I~=
que podamos asegurar si fue un " invento" local o una importación de Mesoa-
mérica. Hasta el 1700 d.C. se han establecido cuatro etapas que se suceden y
a vece s se solapan, y que se denomin an Túmul os t y 11, Yluego Templ os t y 11 .
-
En el primero aparecen las primeras sociedades mixtas de cazadores-reco lec-
tores y cultivadores de maíz; y en Temp los t aparecen los prim eros asenta-
-
mient os agríco las estables con nuevas formas cerámicas y decoraciones pin-
tadas e incisas. En la etapa siguiente se expande esta cultura y se funden ambas
tradi cion es.
La Cultura de Adena representa estas gentes en el valle de Ohi o, y la de
Hopewell continúa ésta aunque se extiende hasta Mississippi, e incluso Mine-
sota. La Cu ltura del Mississippi , región de los grandes lagos y norte de! valle
centra! del río tiene ya verdadera s ciudades con fortifi cac iones , culto al sol. . .
En las grandes llanuras desde el sur can adiense al centro de Texas hay dife-
rentes climas y, en consec uencia , diversas áreas culturales. Desde el ¡ milenio
a.c. entran en las praderas agricultores de tradición Hopewell con pequeños Figura 22. Mapa de Oceanía.

74 PREHtSTORtA 11 TEMA 2. EL NEOLíTtCO ENAStA, ÁFRICA,AMÉR ICA YOCEANíA 75


po

al periodo q ue nos ocupa, lo más represent ativo es la producción de hach as de dem ográfico y cierta diversi dad cultural. Los asentamientos pued en tener hasta
piedra pulimen tad a y el desar ro llo agrícola en las zo nas mo ntañosas de N ueva 700 habi tan tes ~ ue se alojan cn ca sas redond as de p iedra. S iguen los ab rigo s
G uinea y la elaboración y gran difu sión de la cerá mica Lapi ta e n las islas de rupestres co n pmtura s y parece probable la ex istenc ia de ritu a les (fig. 23).
la Ocea nía Remota (fig. 22 ).
No había ag ricultura , tal vez debido a la inexisten c ia de es pec ies cultiva-
Los cambios qu e se producen en esta s region es se o rig ina n de man era bles , pero tam bién a l régimen plu vial de la región q ue haría imposi ble una
aut ócton a, sin qu e esto impliq ue q ue no exista n co ntactos con el sudeste asiá- cosecha no rm al, aunq ue p lanta ba n, e n oc asiones, sem illas de gra míneas o
tico ni qu e se niegu en las aportaciones de es ta zo na . es q uejes de raíces, y usaban el fuego para limpiar los terrenos, permitiendo así
el crec imiento de la hierba y ar busto s.

4.1. Australia
4.2. Nu eva Guinea
En Australia, las diferent es elevaciones y descen sos del nivel del mar hasta
final es de l Pleistoceno , crearon un ento rno natural en la zo na cos tera de es tua- En las zo nas, mont a ñosa s de Nueva Guinea (fig . 24), c uando llegan los
rios, lagun as y p lataformas roco sa s, qu e ofrecía much os rec ursos a lime nticios, europeos en la decada de los 30 del Siglo xx vivían más de un m illón de mon-
de los qu e son testim on io los conc he ros encontrados. En el interi or de l conti- tañes.e,s dedi cados a ,la agr icultura con cultivo de batata esencialme nte, pero
nen te, hacia el 10000 a.C; con el fina l del P leistoceno, la desecaci ón de los tambi én dc otros tub érculos, co mo el taro , hortalizas, bananas y caña de az úca r.
lago s hace que los asentamien tos se co nce ntren bá sica me nte a lo largo de las La info rmación más antig ua sobre la historia agríco la de es tas zonas, se obtuvo
vía s flu viales, zo nas en las qu e se rccogían se millas de m ijo silves tre . Existen en c l yac im iento de Kuk, ubicado en una zo na pa ntanosa del Valle de Wahgi,
inhu maciones y cremac iones , y en torn o al IV mi lenio a.e. aparece arte rupestre que conse rva restos de huer tos y sistemas de drenaje de nueve mil años de anti -
y nuevo s tipos de armas. Dos m ilenios desp ués se desarrolla una red de inter- g üedad. Se co nse rva n za njas de hasta 2 Km de longitud y 3 m de profundidad,
cambios de ma terias pr imas y obje tos de ado rno, y se produce un crec umento una de e llas fechad a en e l 7000 a .C, por C 14, y en e llas aparece n mu estras de
una p lan ta cultivada desde el 4000 a.e. Es ca s i seg uro qu e el principal cultivo
fue el taro , tubércul o originario de l Pacífico occid ental y sudeste asiático. Ot ras
zonas de N ueva Guinea cultivaron tier ras pantanosas desde el 3500 a.e. Co n

nlmo Mar de Bismarck

.
ISLA DE KOIL
~

Figura 23. Ob jetos de cultura material australiana . Figura 24. Región del Sepik. Nue va Guinea .

76 PREHISTOR IA11 TEMA 2. EL NEO LíTICO EN ASIA. ÁFR ICA.AMÉRICA YOCEAN íA 77


...

respect o a los anima les, poco se puede decir ya que ape na s hay dat os, pero de cru stáceos y ocasio na l captura de aves; y hay
algunos creen que el cerdo pudo llegar antes de l 8000 a.C¿ aunque no es una resto s de cerdos, perros y gallinas domésticos,
opinión mu y ace ptada . pero no dc tubérculos como el taro y el ñame , que
Tambi én parece posib le que en e l 4000 a.C. estuv ieran habitadas zonas del de bieron de se r los alimentos básico s.
litoral de Vanimo , as í co mo la cuenca infe rior del río Ram u y la media de l La cerám ica es hech a a mano y ma l cocida
Sep ik (Papúa) : cuevas de Lachitu y Taora, con obj eto s líticos y de pizarra, res- con formas de jarras, c uencos y pla tos, y deco -
tos de an ima les marinos y terrestres. De entre e l 3600 y e l 3400 a.e. , hay cerá- rada co n motivos geom étricos impresos en la
micas lisas, incisas o con bordes dent ados cn Ram u; y entre el 4000-700 a.C; arcilla blanda, se cree que mediante se llos den -
incisas con líneas onduladas en la c ueva de Seraba. Es necesario mencionar tados au nq ue no se conserva nin gu no de e llos.
una compleja red de intercambio de obsidiana procedente de Manus, e n las Tam bién la hay lisa e incisa, y en ocasiones
zonas del río Sc pik deeorada eo n rostros esti lizados. En co ncha de
a lmejas gig antes hay anzuelos, cuentas, co lgan-
tes, brazale tes, pu lseras y pe ladores de bor tali-
zas; obje tos de hueso, azuelas de piedra pulim en-
4.3. Cultura Lapita tada (fig. 26) Y percutores, mart illos, molederas
y limas en sílex y obsidiana. Entre e l 3000 a.e.
En las islas menores de la Oceanía rem ota se ha identificado un tipo ce rá- y el 1000 a.e. hay fragmentos de cuatro tipos de
mico que ha dado nom bre a una c ultura: Lapita (fig. 25), con hallazgos en más tallas en piedra , estatui llas y empuñaduras de
de c ien yac im iento s. Aparec e, por primera vez , en la isla Watorn , al norte de basto nes, y hay también prod uctos importados,
N ueva Bretaña, pero es Ne numbo, ubicada en la isla coralina de Ngava, la como los objetos en obsidiana del archipiélago
aldea mejor es tudiada , dc es te grupo . Los yacimi entos aparecen, por lo genera l, de Bismarck, y roca mi cácea de las islas d ' En-
en es pac ios abiertos en el interior, o bien en las regiones coste ras y tienen una trecasteaux.
extens ión de 500 m? a 4 .500 rrr' . Estas gentes fueron sin duda los prim eros Figura 26. Mano de mor/ero
co loniza do res de es tas islas y tal vez tam bién los pri meros habit antes de las de Lapita.
situadas al es te de las Sa lomón.
Es cas i seg uro que llegaron a 5. Bibliografía
Am érica del Sur, y sus deseen-
dien tes a Hawai, isla de Pascua y
Nueva Zelanda.
Bibliografía Gel/eral
Se plantean pro b lemas en tor-
no al orige n de es ta ce rámica, así
FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, V. M . (20 07) : Prehistoria: el largo camino de la
como los materiales en concha a Humanidad. Ed. Alianza .
e lla asoc iados, con respect o a si
son autóctonos o de importación VY.AA. (2007) : Artes y Civi lizaciones; orígenes, Áfr ica, América, Asia y
asiática. La s casas son de estacas Oceanía. Ed. Lun werg.
de las que se conservan los hoyos,
y paja, con hogares de piedra, hor-
nos de tierra y fosos subterráneos
para almacenam iento. En Nc num- Bibliografía Asia
bo aparecen restos de 10 que debió
de ser una construcción de 7x lO m, BELLWOOD, P y BARNES , G. ( 1995): " Agricultores de la Edad de Piedra
en el ce ntro dc la aldea , rodeada en Asia meridional y oriental: agricultores, a lfareros, pesca dores y
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Figura 25. Cerámica de Lapita. document ado pesca y recolección piedra. Ed. Debate, tom o 4, Madr id, págs. 17-36.

78 PREHISTORIA 11 TEMA2. ELNEOLÍTtCO ENAS IA. ÁFR ICA, AMÉR tCA y OCEANíA 79
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80 PREHISTORIAII TEMA 2. ELNEOLíTICOENASIA, ÁFRICA, AMÉRICA YOCEANÍA 81


¿

Tema 3
EL FENÓMENO MEGALíTICO
Francisco Javier Muñoz Ibáñez

• ESQUEMA·RESUMEN -1II
l. Introducción.
2. Tipos.
2.1. Dolmen .
2.2. Me nhir.
2.3 . Henge .
3. Algunas cuestio nes sobre su origen y dispersión.
4. Principales áreas geográficas.
4.1. Islas Británicas.
4.2. Francia.
4.3. Europa Septentrional.
4.4. Península Ibérica.
5. Simbolismo y significado.
6. Bibliografía.

1. Introducción

El término megaliti smo, que procede de los vocablos griegos mega (flq u e; :
grande) y lithos (A.l80e;: piedra ), se emplea ge n éricamente en Arquitectura para
referirse a las construcciones en las que se utilizan grandes bloques de piedra,
es decir, megalitos. En este sentido, se pueden considerar elementos megalíti-
cos las pirámides egipcias o mayas, las murall as ciclópeas micénicas o el Coli-
seo de Roma. No obstant e, en Prehi storia esta palabra hace referencia a la pri-
mera arquitectura monum ental conocida, que aparece desde el Neolitico en la
fachada atlántica e uropea y se mantiene hasta el Calcolítico. En muchas zonas
sus últimas manifestaciones coinciden con el desarrollo de las primeras comu-

TEMA 1. EL FENÓMENO MEGALÍTICO 83


nidades metal úrgicas. En esta regió n, desde Suecia al sur de la Península Ibé- 2.1. DO/lllen
rica, pasando por Dinamarca, Holanda, Alemania, Bé lgica, las Islas Británicas
y Fra ncia, se ad opta la cos tumb re de inhumar a los mu ertos colec tivame nte en
E : s un término deri~ado del bretón que significa mesa (dol ) de piedra (men¡
grandes construcc iones ele piedra denominada s sepulcros megalíticos. No obs- .1:ortu/?al se denom ina anta y en Galicia mám oa. Son monu ment os me al í~
tante, estas edificaciones no se lim itan a tipos funerarios, sino que existe n otras tlcosd estlllados a entelTamlentos colectivos. La ex istencia de varios indivi du os
tipo logías interpretad as como de tipo ritual o de carác ter re ligioso. dentro d: UBa misma tumb a no significa que fuera n ente rrados todos a la vez
El megali tismo, con enterra mientos colec tivos y temp los realizados co n o en un CO I ro periodo de tiempo, co mo s ucede ría en el caso de una ep ide mia
grandes piedras , tambi én se document a en e l Mediterráneo , desde e l Ege o ?un e~lfren tam leJ~to ~~11ado él gran escala. Como ocurre en muchas culturas.
hasta la cos ta es te de la Pení nsula Ibérica, durante el Neo lítico Fina l y hasta a meddlda 9ue los indi viduos fallecen se van introdu cien do en un mismo con-
la Edad del Bro nce , inclu so con perduraciones y re utilizaciones po ster iores tene or fune rario . Cuando e l
(ve r Tem as 6 y 7). No obstante, el denominado " fenómeno megalítico" debe espacio di sp on ible se agota los
circunscribirse a la fachada at lántica. Este tér min o, ac uñado por P. R. Giot Y esquele tos de m uer tos anteriores
se amontonan para introd uci r los
T. G . Powe l, hace referencia a un terri tor io de sustrato cullural común, ep ipa-
leolítico , e n e l que ante un estímulo exter ior, la nueva economía prod uctora , nuevos cadáv eres . Es lo que hoy
surge el meg alitismo. en día conoce mos co mo "reduc- 1
ción de restos". En algunas oca-
Los se pulcros colect ivos habrían sido una invención de las últimas co mu- siones, c uando el interior se ha
nidades epipaleolíticas atlánticas: Tardenoisiense en Bretaña, concheros del Tajo preservado de saqueos o pro fana-
en Portu gal, übaniense en Escoc ia, etc. Así, el megalito se puede considerar un ciones, e l estudio de los huesos ha
" fós il-g uía" de las primeras culturas neolíticas atlánticas, con una importante demostrado la existenc ia de un
contribución del sustrato indígena epipaleolítico. Por lo tanto, e l megaliti smo c ierto orden en es te amo ntona-
no es ni una época ni una edad , ni una cultura, sino sim plemente una circuns- mient o, quizás para no perder e l
tanci a común a diferent es grupos culturales de un mismo mom ent o. orden original de colocación.
Estas construc ciones, tanto de la región atlántica como de la med iterránea, Los dólmenes están form ados
refl ejan nuevo s cultos y concepciones religiosas que se relacion an con una por una cámara funeraria. realiza-
incip iente jerarqui zaeión de los grupos de l Neolítico Final, lo que algunos auto- da con grandes piedras vert ica les
res han denominado "s oc iedades complejas" . Asimismo , e l a umento de los clavadas en la tierra (ortos tatos) ,
enfrentam ientos por recursos básicos y/o estratégicos entre comunidades , hace que soportan losas que sirven de
que estas co nstrucc iones pudieran servir para reafi rmar la propi edad del terri - cubierta. En sus inic ios algunas
torio frent e a otros grupos. pudieron ser de madera. Lo s ortos- 2
tatos pueden aparecer cubiert os de
grabados, sobre todo en Bretaña, y
con rno uvos esquemá ticos pinta-
2. Tipos dos. Abundan los mot ivos geomé-
tucos, los antropomorfos (interpre-
Aunq ue la diversidad tipológica de las construcc iones megalíticas es m uy tados como divinidades), y otros - r;'
grande, la mayoría de ellas se pued en incl uir en tres categorías: elementos figurativos como hoces,
yugos, hachas, zoomorfos, etc.
"-1 -u

Enterram ientos colectivos : dólm enes de muy diversos tipos. Estas representaciones deben rela-
cionarse con el car ácter funerario
= =:
~
:-oc = fi
Menhires: aislados, alineami ent os y crómlech. 3
religioso y/o simbó lico de esta~
Henges: rec intos ce remoniales característicos de las Islas Británi cas. construcciones . FigUl:a J. Principales tipos de dólmenes.
Temp los me galítico s: carac terís tic os del Mediterráneo ce ntra l (ve r Esta estr uctura pétrea es taba 1: Dolmen simple. 2: Dolmen de galería
Tema 6). 3.' Dólmen de corredor (CO /1 bóveda .
cubIerta por un túm ulo, rea lizado
por aprox imación de hilada s).

84 PREHISTOIUA U
TEMA J. ELFENÓMENO MEGALÍTICO 85
co n una ordenada disposición co ncé ntrica de ani llos de pied ra, qu e actu aban Alineam iento s de menhires: form an a lineam icntos recti líneos de una o
como contrafue rtes, y tierra. En ocasiones es tos ani llo s están fo rmados po r var ias tilas paralelas, qu e pued en alc anzar cientos de metros.
laj as pét reas inhi estas, como las qu e forman la cá mara . Tienen u? largo peri ~)?o
de utili zaci ón, de sde el Neolítico y a lo largo de todo e l Calcolítico. Tambi én, - Cro m lcch: es un térm ino galo utilizado para denominar las construcc io-
se han documentado reuti lizaciones espor ádic as de épocas posteriores. Pueden nes megalíti cas rca lizadas co n menhi res. Es tos se di spo nen de form a
aparece r aislados o for mando verdaderas necró pol is co n un gra n núm ero de cuadrang ular, circular, rectan gular, ova lada o en forma de "U". Es tas
es tructuras se d ifere ncian de los alineam ien tos, con los qu e frecu ente-
sep ulcros (fig . l ).
mente van as oc iados, por la disposición de los menhi res. Tam bién se les
Ex isten cuatro mode los básicos: denomina anillo s o círculos de piedra.
Do lmen simple: consta de una cámara cubierta por un túmul o. Tamb ié n . L? s men hires, sobre tod o los alineamientos, se han rel acionado con una
rec ibe el nombre de cofre o cista mega lítica. funci ón ceremo nia l, co~~ elemento visible de culto, o como lugar para real izar
ob sei vac iones astron ómicas re lac ionadas con el ca lend ario agrícola . En
Do lmen de gale ría o ga lería cubierta: la cá ma ra es alarga da , a mod o de
muchas oca siones están asociados con dó lme nes.
pasillo , es decir, est á form ado por var ios dólmenes simples ado sado s.
Dolmen de corredor o pasillo : co nsta de un pasillo de acceso, flanq ueado
por ortos tatos, desde el ex terior del túmul o hasta la cáma ra. Una varia nte
de es te tipo es e l denominado tipo tholos, co n cá ma ra c ircular, a veces 2.3. Henge
rea lizada en mampostería, y cubierta po r una falsa bóveda hcmi esférica
po r aprox imación de h ilad as de peq ueñ as lajas o mampostcría en seco . So n recin tos ceremoniales qu e únicamen te aparece n en las Islas Brit ánicas.
Cons ta de corredor o dromos , cámara cubierta co n cúpula y túmulo qu e S~lI1 de p lanta circula r, elipsoida l u ova l y están de limit ados por bloqu es de
cubre el conjunto. piedra o ~ost es de madera y rodea dos de zanj as y muro s. Los más antiguos
- Rundgra ber: co nsta de una cámara rodeada de un círculo de piedras y a cuentan solo con un toso o zanj a qu e delim ita e l área sagrada. Posteriormente
vece s cubier ta de un túmulo. van mcorporando grandes bloqu es de pied ra o menhires. En esta categoría se
incl uyen los túmu los c irculares.
A és to s hay qu e añadir numerosa s variantes regionale s, como dólm enes
co n vestíbulo, con var ios corredores y cá ma ras, con cámaras com partime nta-
das, co n co rredores segmentados co n piedras s imples o perforadas, etc.
3. Algunas cuestiones sobre su origen y dispersión

La amplia dispersión de es te fenómeno, que se doc umenta en la mayor parte


2.2. M enhir de Europa salvo ~I sur de Alemania y valle del Danubio, plante ó a los investi-
gadores dos cuestiones f~nd~l~entales : dónd e estaba su origen y a través de qué
Es una pa labra bretona qu e signific a piedr a (men) ala rgada (hi r) y que caminos se produjo su difusi ón hasta alcanza r zonas tan dista ntes. Hasta hace
designa los monumentos mega lítico s más simples. El menh ir es un gran bloqu e relallv'~ment e po~os años , siguiendo una perspectiva difusionista, la mayoría se
de piedra , ala rga do , en es tado na tural o parci almente regularizado, colocado decanto por un on~en en el Mediterr áneo oriental. El Megalilismo habría surgido
verticalmente sobre e l suelo. A lgunos llevan decor aciones grabadas o esc ulpi- en las costas de SITIa, Palestina y en el Egeo. Siguiendo a Gordon Childe se
das. D estacan las esta tuas -menh ir en las que en uno de cuyos lados se graba n tomaron como referencia l? s tholoi micénicos del Tesoro de Atrco, co mo pre-
ra sgo s fiso nó micos y decorati vos: ojo s, brazos, co llares . E stá n localizad os cedente,s de algunas tipologías funeranas de la Europa atlántica. A partir de aquí,
sobre todo en la Bretaña francesa, donde pueden alcanzar los 20 m de altura y se habn an c_x tcndldo p~lmero por el Mcditerráneo central y occi de ntal, Francia ,
un peso de 350 tone ladas. Los ej em plares mayo res co noc idos actu almente in Gran Bretana y despucs por las zonas más septentri ona les , En este proceso de
situ, no sobrepasan los 10 m fue ra del sucio. Su crono logía es mu y amplia , lle- expansión por el Mediterr áneo del nuevo ritual funerario habrían tenido un papel
gando ha sta e l 2000 a.e. También, de ntro de esta categoría se pueden estable- fundamemal los pro spectore s de met ales durante el inicio del Ca lcolítico .
ce r diferentes tipologías:
Sin embargo, cuando se empiezan a datar medi ante el métod o del C l4 las
- Menhires aislado s. cOnstrucc ioncs megalíticas de Bretaña, las Islas Br itánicas o la Península Ib é-

86 PREIJISTORI AD TEMA 3. EL FENÓMENO MEGALfnCO 87


rica se obser va que son bastan te an teriores a las del este del Me diterr áneo .
Mientras que en la fachada atlántica los megalit os más antiguos se sitúan entre
el 4800 a.C , y el 4500 a.C .; en el Egco se inician en el m mi len io a.C. Incluso, r
el Teso ro de Atreo , que duran te mucho tiem po se tomó con el paradi gma del
origen oriental del Megalitismo , se data entre los siglos XtV y XII I a.e. Por lo
tanto, el fenómeno megalítico, fruto de un sustrato ind ígena, apareció en la
fachada atlántica y se extendió de oeste a es te. Pero no se puede negar que
hub o otro movimiento en sentido contrario desde el Mediterrá neo oriental a
occ idente, co mo demuestra, por eje mplo, la presencia en Es paña de manufac-
turas del Egeo, aunq ue en un periodo posterior.
La ex istencia de enterra mientos colectivos en esta región, aunque en fechas
posteriores, muestra que en la mayor part e del continente europeo se produce
un cambio en el ritual funerario que prob ablem ente está relacionado con nue-
vos cultos y transformaciones en el ámbito espiritual, pero también en el socio- = !
políti co. En el Egeo las cuevas artificiales, a mediados del c uarto milenio a.C¿ n•• I

y los tholoi, a partir de finales del mismo, ambos co n enterr amientos co lectivo s, •
f
son las man ifestaciones de este cambio en esta zona. Cuevas artifi ciales co n •
tumbas circ ulares de peq ueño apa rejo se docume ntan en la necrópoli s de
Kep hala, en la isla de Kea (Cicladas). Se sitúan en un momen to posterior a
Dímin i y anterior al Helád ico Antiguo 11 . También , en Zygouries (Peloponeso)
hay enterramientos colec tivos, que se extenderán por el Ática y Eubea, Para -
lelamente, en Chalandriani (Sy ros) aparecen tumbas circulares de piedra, a
veces rematadas con cúpula, pero raramente con más de un enterra miento. Los
tholoi de Plátanos y Kouma ssa , en la isla de Creta, son los que má s se acercan
al megalitismo atlántico . Se fechan a mediado s del 11I m. a.C,; co n techo cupu-
lar, precedente de los grandes tholoi micénicos (fig. 2).
El mismo complejo de las cuevas artific iales se manifiesta desde el i v mile-
nio a.e. en el Med iterr áneo central. Son muy similares a las del Egeo, y trad i-
¡

,I
cionalmente, sig uiendo la líne a orient ali sta, se consideraron sus herederas.
Algunos investigadores pensaron que eran contemporáneas o incluso anter io-
res. Las dataciones q ue en la actualidad tenemos demuestran que las sepulturas •
,~ j
colectivas de esta región son unos siglos m ás antiguas que las del Egeo, Por lo !i
tanto, parece claro que este nuevo ritual de enterramiento sigue un mo vimiento ••
de difusión de oeste a este.
En Cerde ña, a inicios del IV mileni o a.e. la Cultura de Ozieri tiene más
de un millar de c uevas artifici ale s co n ricos aj uares, Estos hipogeos tienen
varias c ámaras imit and o estancias palaciegas. Las paredes aparecen decoradas
con rel ieves y pinturas co n discos solares y cuern os, Los cad áveres se de po-
sitan en el sue lo o e n nicho s. Destaca el hipo geo de lttiari y las denominadas
" tumbas de g igantes", como Lim izzani, de planta rect angu lar e n for ma de
ábside precedid o por un hemi ciclo font al formado por do s alas arqueadas. En
Ma lla y en la cercana isla de Gozo existe una prim era fase de enterramientos Figura 2. Mapa de dispers ión de los principales yacimientos megalíticos del continente
co lectivos en c uevas artificiales, co mo el hipogeo de Brochtorff (Gozo), data- europeo , segúnL], Eiroa 20/0.

88 PREIIISTORJA 11
TEMA 3. EL FENÓMENO MEGALíTICO 89
do en el 4000 a.e. Se constru yó a partir de cuevas naturales tran sformadas
mediante la excavac ión artifi cial y grande s bloques de piedra qu e dotan al
conjunto de gran monumentalidad. Aquí se hallaron restos de al menos 63
indi viduos co n un var iado aj uar. Posteriorme nte se generalizan los hipo geo s
fun erarios y los templos megal ítico s de planta trilobulada, como Ta 'Hagr at o
H agar Q im (M alta) , alca nz ando su máxim o esplendor a partir del 2500 a.e.
co n el hipogeo labcrínti co de Hal Saflieni y lo s temp los de Ggabtija y M nan-
dr a. A partir del 2000 a.e. se acaba es ta tradición con la llegada de gc ntes de
la península ital iana.
En el sudeste de la Península Ibér ica a fin ales del v mil enio a.C¿ antes de
la C ultura de los M illares, hay construcc ioncs dc círc ulos de pied ra, sin pasillo
de acceso y tal vez descubiertos, con fun ciones fun erari as, como Loma de la
Atalaya (Almería) . Sus aj uares muestran cerámicas lisas, hachas pulimentadas,
hojas y microlitos geo mé tricos de sílex, evide nc iando su carác ter neol ítico y
el ori gen local de es tos enterram ientos . Po steriorment e , se dota de pa sillo a
los círculos fun erario s y están cen ados en oca siones con el pro cedimiento de
fal sa c úpula. Aparece el mi smo tipo de ajuar qu e la fase anterior pcro con pre-
sencia ya de idolillos de hu eso y piedra de inspiración cieládica , qu e represen -
tan una lín ea de influjos desde e l Mediterráneo oriental. Figura 3. ,Gran (ÚI11!"O megalítico de Newg range: túmulo y detall e de la [alsa
cúpula (arriba; y lasas grabadas (abajo). Fo fo: A . Mº Muñ oz, .

Otro grupo importante es el de Boy ne, situado al oeste del río del mismo
4. Principales áreas geográficas ~om b re , a 50 km al nort e de Dublín. Los dólmenes más anti guos presentan
c ~bleIt as planas, que evolucl.onan a techumbres de aparejo reducido y fal sa
Como hemos visto el Megalitismo se ex tie nde por la mayor parte del con- ~upu la . Destacan por su ma gnitud los de Dowth , Knowth y Newgrangc, datados
tinente europeo, pero no s centraremos en sus manifestaciones má s antiguas, a,rmales del IV milenio e mlCIOS del w mil enio a.e. Es te último cuenta con un
frut o de un contexto cultural indígena. En los siguicntes temas se anali zarán tumulo de 85 m de diám etro rodead o por menhires de mas de tres metro s de
ponnenorizad amente la s construcc iones megalíticas del ámbito mediterráneo. al,tura, cas i todo s grabados . El corredor, de 19 m de longitud, desemboca en una
camara de planta cruc iform e cubierta con fal sa cúpula, con bloques grabados
en l~s .tres cab eceras. Esta decora ci ón presenta motivos con es pirales, espigas
y zlgzags, La en tr~d a , SItuada a 90 cm de altura, entre la cubierta y el corredor
4.1. Islas Británicas lleva por un pasadizo hasta la cáma ra. Está orient ado de tal forma que la cá m ara
se ilum ina con los pnmero s rayos de sol en el sols ticio de inviemo (Iig . 4) .
En Irlanda lo s megalitos m ás antiguos se sitúan en la península de Knoc k-
En Inglaterra desde inicios del IVmil enio a.e. apa recen tumbas con cámara
narea , en el conda do de Slig o, en el noroeste de la isla . Se han locali zado má s
propiament e megal ítica y túmul os largo s sin estruc turas enterra das . Es tos últi -
de 40 monumentos: dólmen es simples , se pulc ros de corredor y círcul os de
mos, denominados " long barrows", están en rela cionados con los auténti cos
piedra. Uno dc lo s más importantes es el dolmen de Carrow more , cuya tumba
mega litos , ya qu e .cran enterra m ientos colec tivos y contaban con es truc turas
nO4 ha sido datada en 47 00 a.e. Tanto lo s asentami entos aso ciados a e stas
~e ~adera (megaxilos), S uelen estar flanqu eados por fosos, de dond e se extrae
cons trucciones como los ajuares -conche ros de mejillones y ostras, candiles
la l1e~ a P?ra f~rn; arlo s , y tJ e~ ~n una l?ngitud mu y variable, entre 20 y 140 m .
de ciervo o dient e s de cac halotes- cor re sponde n a gru pos mesolítico s qu e
La m~y~l1a se sit úan en la reglOn surorie nta l de Wcsscx. Uno de los más impor-
com ienz an a dedi carse de forma incipiente a la cr ía de ganado. En algun as de
tantes es el de West Kenne t, en el complej o megalítico de Avebury con 113 m
las sepulturas se ha con stat ado el descarnado y la crem ación previa del cadáver de longitud. '
y prácti ca s de can ibalismo (fig . 3).

TEMA 3. ELFENÓMENO MEGALÍTICO 91


90 PREHISTORIA II
Los megali tos más ant iguos círculos de menh ires. Forma parte de un gran comp lejo ritual. do nde se han
apa rec ieron hacia el 3900 a.e. y encontrado una gran ca ntidad de hach as de piedra pulimentada y del que form a
perduran hasta finales del III pa rte e l ya c itado túmulo de West Ke nnet (fig. 5) .
mi leni o. En la costa del Cana l de
la Ma ncha son algo posteriores.
en tomo a l 3200 a.e. Uno de los
grupos má s import antes es el de
Scvem -Cot swo id, q ue se extien-
de por el curso alto de l T ámesis
y el este de Gales. Se caracteriza
po r túmulos en forma de cuña.
que cubren dólmenes de galerías
rectangul ares. co n entradas pre-
ce dida s por un es pac io semicir-
cular o pat io ceremonia l. Destaca
e l megalito de Peniywyrlod. que
cuenta con' varias galer ías cubier-
tas paralelas entre sí, cuyas entra-
da s se alinea ban en uno de los
lados mayore s del túmulo . Asi-
mism o . en la región de We ssex
hay galerías cubiertas, que llegan
a su es plendor a medi ado s del tu u.dml~lllDI~r
"'n.... I.
tlm.... rI. IIE.: 5 '.!lIIf
2 .dlllI•• lnrln.,.¡n
~~~~I~~~~
~t'
f .111I ,",I~n N.t. a "" fIN
mileni o a.e. . como en Windm ill &1m." ""tl/Ú SE.: I.dullrn

Hill. Ú IIII(l ",.".rI. 110. : ,.du/m


I,ro
IOIlÍIII, 1.'!IIft.t. 1m ti . . nr"
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Figura 4 . Conjunto megalítico de Knowth ....,,, /Ji.,fI'"
"//lDt.lo6 ......
En Escocia, en las zonas más 60.; J lIu!""
y detalle de la excavaci ón del del corredor 1".1..... 1'"
del gran (' (,;,.11. Foto : A. MI! Muñoz, merid ionales también aparecen './1l<M
IH~ /I.'
" long barrows", Cl yde-Carlin g- 1 n16.

ton es un de los focos megalíticos más antiguos. con galerías cubiertas bajo
túm ulos trapezo idales o rectangulares y una majestuosa entrada o patio en fOn1; a
de herra du ra. En el n011e del ca nal de Caledonia. aparece una nueva tra di c i ón
megalítica caracterizada por los sepulcros de corredor, De las simples cámaras
poligon ales se pasa a los sepulcros de co rredor largo. más evolucionados. con Figura 5. Reconstrucci ón del túmulo de West Kennet
cá mara compartimentada . Una variante de éstos es e l grupo de M aes Howe, con (Avebur», Wessex ). Dibuj o: Aerofilms LId.
amplias cáma ras cuadradas construidas sin onostatos y con aparejo de pied ra
en seco. originario de las irlandesas del tipo Newgrange .
Durante la ma yor parte del tu milenio a.e. apa rece n en las Islas Bri tánicas Dentro ~e este gra n co mplejo mega lítico de Avebury se ha lla Si lbury Hill.
henges. Los m ás antiguos prese ntan solamente un [oso como lím ite de l área Es un rnontfculo artificial de 167 metros de diámetro y 40 de altura form ado
sagrada. para progresivamente ir inco rporando post~s de madera. menhi res o por creta y a~c i ll a ex tra ída s de los a lrede dores . La cumbre es plana y tiene 30
~n e~ ros de d13m ~tro. POSIblemente la parle superior era red ondeada. pero fue
trilit os (dos bloqu es verticales que sujetan otro horizontal), aunque debi eron
co nstruirse durante largo tiempo. Uno de los más grandes es el de Avebury, en aplastado en la epoca med ieval para proporci onar la base a un edificio defen-
Wiltshire (Wessex), del 3000 a.e. El recint o . de 400 metros de diámetro. está SIVO. Es e l mon ~ículo hecho por el hombre más alto de la Preh istoria en Euro pa
delimit ado por un foso rodeado en la parte exterior por un muro y en la interi or y uno de los ma s grandes de l mundo. Su fun ción se desconoce aunque habr ía
por menhires. Tiene cuatro entradas perpendicu lares. En el inter ior había dos que relac ionarla con las gra ndes edificac iones megalí tica s de la zona.

TEMA 3. ELFENÓM ENO MEGALíTICO 93


92 PREHISTORIA U
Cerca de Avebury se encuentra Durrintong Walls, tambien en,Wiltshire. hires enlazados por dinte les. Sobre su significado hay varias hipótesis, la más
Estc henge datado hacia el 2600 s.c., presenta seis círculos conce ntncos ~e aceptada es la que habla dc un lugar de culto al sol. El eje principal del círcu lo,
ostes ue ' robab lemente soportaron una techumbre de made.ra. El m~yo.r e prolongación de la gran avenida, está orientado hacia el punto en que sale el
~ll~s ; i~e 1<) metros de diámetro . Se han hallado restos dom éstico s que indi can sol en el so lsticio de vera no.
una ocupación permanente. Es probable que relacionado con este hen ge estu-
viera una residencia "señorial" .
Sin duda, el más conocido y mejor estu dia~o es el de Stonehenge (W~lt,s­ 4.2. Francia
hi e) y es donde mejor se pueden apreciar las diferent es fases de ~on~t luc clOn
d~ e~te ti' o de monumentos. Hacia el 3200 a.e. se fecha la fase mlclal: en la
ue se hi~o un talud de tierra, el gran foso circular de 100.metros de di ámetro
Los sepulcros de corredor de Bretaña, Normandía y Poitou- Charente a ini-
cios dcl v milenio a.C; son las tumb as megalíticas más anti guas de esta zona.
que delimita el espacio sagrado y el inicio de la gran avemda de acceso. Ent re
Estos sepulcros se presentan bien aisladamente o formando parte de compleja s
ql 2900 C y el 2600 a.e. aparecen las primeras estructuras de madera, que
~erán su~;it~idas por menh ires entre el 2500 a.e. y el 2300, a.e. Se cre~ '.'~ construcciones tumul ares con varios de ellos. Estos último s se conoce n con el
nombre de caim: grandes túm ulos, generalmente de piedra , que pueden llegar
dob le círculo de grandes monolitos de piedra , alguno s de mas de 4 toneladas a contener más de diez d ólmen es de corre dor, Las cámaras son de planta c ir-
de peso, denominado s " hlues tones " (fig. 6). Estos bloques proceden ~e pel~~ cular o poligonal , de paredes de losas megalíticas o de piedra seca, y c ubiertas
brokenshire (Ga les) situado a más de 300 km de distancia. No se sa e SI e
planas o en falsa cúpula, provistos siempre de largos corredores, e inclu idos
zaro n por tierra o p~r mar, pero su tra~s~orte requeriría un trabajo coordmado
en el interior de cairns, de muy d iferentes tamaño s y tipologías.
g una organizac ión muy efic iente. La última fase (2228 ~.e.-1930 a.e.),. ya en
Bronce Antiguo (Cultura de Wessex) se levanta el semicírculo de trilitos: men- Aunque tanto en Poi tou -Chare nte con la necrópolis de Bo ugon (Dc ux-S ér-
ves), de la primera mitad del v milenio a.e., compuesta por cinco caims con

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dólmenes de corredor y donde se han recuperad o más de 200 esqueletos, como
en Aq uitania con el túmu lo de Beme t (Giro nde) los enterramientos colectivos
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están bien documentados, es Bretaña el foco megalít ico más importa nte.
Así, en la isla de Guennoc (F inistcre) hay tres caims de morfología cua-
/
/ ,
drangu lar y trapezoidal que contienen 12 dólmenes en su interior, datados en
el 4800 a.e. El cairn n" 3, con seis dólmenes de co rredor, presenta estelas antro-
/1 pomorfas hin cadas en el suelo, en el interior de las cámaras circ ulares,
¡/{.,M.t... \
En fechas similares (480 0 a.e.-4500 a.Ci) se fec han los sepulcros de Bar-
/
_.._._ ,;" '-.' l.
-",...
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_10" .,-~.,'(
_ . ,.... " c. \ -. / . .... _ _ 1.-
" nenez y Kerkado, tam bien en Fin istere. El primero es un enorme cairn que se
alza frente al mar, en un promontorio costero q ue dom ina el Canal de la Ma n-

t ·"·, _._.".
......_.o_ •.It'- " "".-,ay' • ._
cha. Tiene una longitud de 70 m, una altura de 9 m y una anchura es de 25 m
..._.... . , [: to. .;(r-- ":':.~* en su par te occidental y 20 m en su parte oriental. En rea lidad está compuesto
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por dos túmulos adyacente s. Primero se levantó un túmulo trapezoidal y más
- TI·J ~ • .._...- ..
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-- --- tarde, en una fecha no posterior al 4 100 a.C, el monumento se amplió cons-
truyendo un segundo montículo en el lado oeste del primero. El segundo túmu -

__-
¡/ lo se halla en una pendiente, lo que obli gó a levantar un muro de contención.
,I~ ::':"..=:'"'..::-
.. ..

.. Todo el monumento fue edificado mediante tenazas sucesivas de muros verti-


cales. Dentro del cairn hay ll tumb as de corredor con falsa cúpula por apro-
ximación de hiladas: 5 en el montículo oriental y 6 en el occiden tal. Todos los
accesos exteriores a las tumb as se hallan en el lado sur. Una de ellas present a
una arquitectura más trabajada que el resto, con una antesala abovedada pre-
cediendo a la cámara y separada de ésta por dos pilares grabados. Aunqu e se
Figura 6. Planta de Stonehenge, detalle del semicírculo de trilitos y posible ruta utiliza hasta la Edad de Bronce los ajuares más anti guos corre spond en a la cu l-
de transporte de las "b luestones": Dibujo : Aeroftl ms LId.

94 PREHIstORIA1I
TEMA J. ELFENÓM ENO MEGALÍTICO 95
- - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - --- -.

tura Chassey : ce rá m ica s de sólo 90 cm cn e l extremo oriental. La s hi leras no son rectas, sino que describen
ba se redo nda , pun tas de fle - una suave curva hacia el noreste. El alineamie nto dc Kennario poscc 98 2 men-
cha de sílex y hachas de pie- hires en 10 hiler as qu e se extie nden a través de 1,2 km. Aquí se hall an las pie-
dra pulida. E l ph ác ido del dr as más grandes de Carn ac: la mayor tiene más de 7 m de altura. Los menhires
sue lo ha degradado los hu e- tamb ién van di sminuyendo de tam año a med ida que se aproximan al lím ite
.. '..-.--_
_. - . --- - sos de los indi viduos enterr a-
" - -',
oriental. El alineami ent o de Kerlescan, al este de Kcrmario, co nsta de 540 pie-
-' , <. do s, dificultand o su análisis e
0' - ~ :- ••
dra s, organ izadas en 13 hil eras de 139 m de ancho y 880 m de largo. En su
... .. impidiend o un co noc imiento extremo occidenta l hay un eró mlee h de 39 menh ires (fig. 8).
- ._--.--_.---_...-_.-- .. _- adecuado al respecto . Kerka-
,/::'
': :
,:
"
• o
) ~: do es un dolmcn de cor redo r
con túmulo circ ular y cámara
D urante e l IV mil enio a.e. prosigu e la construcción de dó lme nes de co -
rrcdor bajo ea irns ; pero ahora son más grandes y co mp lejos. Ade más de usar-
.'
:'/ cuadrang ular (fig . 7). se pied ra s de mayo r tamañ o, las pl antas se co mp lican aparec iendo las form as
. .;:
cuadradas con compartime ntació n interior, los dólm enes con transep tos, en los
::::::. :.
Estos dólmenes dc Breta- qu e se añaden ábs ides y cé lulas laterale s a las cámaras y corredores , y los
ña proporcionaron las prim e- monume ntos en los que la cá mara increm ent a su tamaño a ex pensas de la dife-
ras fechas qu e perrmncron
demostrar la mayor antigüe -
dad dél me galitismo de la
fachada atlá ntica frentc a las
manifesta ciones del Med i-
teITán eo ori ental y ce ntra l.
A lgunas laja s de Ba menez y
Ke rcado tienen grab ados
igu ale s a los de los menhires
dc la zona , hachas, arcos , on -
dulaciones, co n lo cual es tos
monolitos se pu eden datar en
fechas sim ilares .
En re lación con estos
cairns , en tomo a la bah ía de
Figura 7. M ega fifismo de B re fmja . J : G ran f~ímlllo M orb ihan, hay un gran nú -
de Saint Miche! (Cornac) . 2: Sepulcro C01,1 canwl~1 mero de menhires, tanto ais-
cubiena por aproximación de hiladas de la Isla de Carn lado s, COlTIü alin eami entos Y
(FllIis fi!J e). 3. Dolmen de Kerkailo (Cam al) 4: D olmen crom lech . Entre los prim ero s
de Mané Kerio nedZ (Carnal) y detalle de la estela
h I Dolme n de corredor de Í/e Long ue (MOl bihan) . de sta ca el gran m cnhir de
g'" ac a . Locm ar iaquc r, de 2 1 m de
altura más de 35 0 toneladas de pcso qu e se supone que fue utili zado co~m)
centroYvisib le de culto , y el G igante de Manió , co n una ,altura dc 6 ~n: LoS;~~:
ncamientos m ás importantes son los de Carn ac : Le M~nec , Ke.rma\l~ ~'Ieras
lescan Le M énec es tá form ado por 1.099 menhires dl spu est?s en 1 •
de lOÓ m de ancho por l ,2 km de largo . El alin eamiento est~ flanqueado en
sus do s extremos por cró mlec hs . E l cróm lec h occid ental es ta co mpucs to pOI
70 . hir Y mide 100 m . El cró m lec h ori ental es tá mu y detenorado . Las
pieX~~' s::~~das al oes te son las más gra ndes , llegando en algunos casfs a los Figura 8. Menhir de Champ DO/eHf en Do/ de Bretagne (arriba )
4 m. SI;
tamaño va reduciéndose a lo largo del alin eamiento ha sta a canzai y alineamientos de Cornac (abajo). Foro A . Mª MllIl0Z.

T EMA 3. EL FENÓMENO M EGA LíTICO 97


96 PREHISTORtA 11
lon gitud. Se ha podido determinar que la losa de cobert ura de la Table des M ar-
." lanta con e l corredor dando lugar a las la:·gas p 1"ant as en "V" , chand en Lo cmari aqu er, donde también aparece el grabado de un bóvid o, está
rcnciacion en p e ' . d S ' M ich 1
qu e prefiguran las ga lerías c ubiertas. Este se n a el caso de e a~nt I C e relacionad a con la losa de Gav rinis. Igu a lment e lo es tá la losa de cobertura del
(Morbihan ) co n un gran túmulo de 2 17 m de largo por 59 m de an cho. . do lmen dc l túmul o de El' G rah , situado también en Lo cm ariaq uer. Las tres
Entre e llos desta ca el caim de G avrinis, una pequeña isla en el G olfo de losas, si se unieran nuevamente , co nstituirían un único menhir original con
Morbihan , erigido a com ienzo s del IV !n ilemo a .c. Su ~bandono tu vo lugar una altur a de un os 14 m. Se cree q ue fue uno de los menhires qu e antaño se
durant e el últ imo tercio del mi sm o. E l t úmulo llen e un di ámetro de 50 m y una erg uían junto al "G ran Menhir Caído" en Lo cma ria quer, reuti lizado tras des-
altur a de 8 m . L os mu ros de co ntenció n est ructuran la masa de p iedras dl S~ plo ma rse fortuita o intencionadamen te . La mayo ría de las losas ve rticales q ue
puestas a modo de escam as alre de do r del dolme n mterlOr,. formando gl and~s forman las par ed es de l corre dor es tán decorada s con grabados , en los que se
escalo nes regu lares. La cámara, a la qu e se acced e tra s un corredo r de 14m e disting uen una gr an variedad de figuras: escudos, cruces , hachas, yugos , se r-
largo es ·cuadrang ular. E l suelo del conedor está completam~ntc adoqulUado pientes, signos en "U" y fonna s ge ométricas (arcos, esp irales). Cada losa deco-
: on '¡edras planas. Una piedra a modo de umbral separa la c ámara del corr e- rad a es tá completame nte cubierta de grabados (fig. 9).
doroLa losa qu e cubre la cám ara pesa 17 ton eladas y en Sll c ar~ supen oi mues~ E n un mom ento avan zad o de l I V mil enio a .c. se cons truy en tumbas en
tra grabados qu e rcprcsentan un gran yugo de 2,8 m y un b óvido de 2 m d ángulo, en las que el corredor, m uy largo, se dobla a mitad de camino form ando
un codo . Son los denominados sepulcros "en escuadra" .
Con Neolítico rec ient e, hac ia 3500 a.c. , las costumbres funerarias evolu-
cio nan. No se constru ye n má s dólmen es de co rredor, aunque los ex istentes son
reutilizados. Aparece una nueva tipología qu e permite aumentar el número de
cuerp os depositados: aparecen dó lm enes de galería m uy largo s cubiertos por
túm ulos ovalados y estrec hos. La gene ralizac ión de las galerías c ubiertas no
sólo se da en Bretaña o N ormandía, sino q ue se extiende desde el bajo Lo ira
hast a Bé lgica, con ramifi ca ciones hacia el norte y el sur, enlaz ando con el
mega liti smo nó rdi co y el pirenaico occid ental respectivam ente.
En el sudes te de Franc ia, en los alrededores de Arlés, existen hipo geo s o eavi-
dades excavadas en el suelo con cubier tas de lajas, como osarios colectivos. Des-
taca Fontvieillc, de planta cruciforme con do s pequ eño s ábsides que flanq uean
la cabec era . También tiene gran importan cia las pseudoga lerías cubiert as de l
Aude : dó lmenes de cámara rectan gular con corredor mu y largo , del 2700 a.c. A
lo largo de todo el Calcolítico, todo s estos mo numento s seguirán en uso, como
prueba e l hipogeo de Ro aix o Les Cro ttes (Vancluse), dat ado en el 2l 50 a.c.

4.3. Europ a Septentrional


En las latitudes más septentrionales del continente ap arece otro foco mega -
lítico en tomo al mar Báltico, sobre todo en los Pa íses Bajos y en el sur de la
Penínsu la Escandinava . Se caracteriza por sepulcros de corredor y galerías
cubiert as como las de Zealand o F unen en Dinamarca y Stav ie en Suecia. Estos
enterra mientos se datan a partir de l 3500 a.c. y se mantendrán ha sta el Bronce
Antig uo, sobre todo en el sur de S uec ia.
Hay tumbas ant eriores qu e ya so n ya megalítica s pero no co lectivas, son
Figura 9. Entrada al dolmen de Gravinis (arriha) y detalle los denominados "langdysser" o túmulos largos delimitados con bloq ues de
de lIlJO de las losas grabadas (abajo) .

TEMA 3. EL FENÓ MENOMEGALíTICO 99


98 PREHISTORIA II
res ap arece "e l ídolo-placa alenteja no ": ído lo rectangula r de pizarr a, pro fusa-
iedra , en cuy o interior hay vari ~s cistas dolménicas. E stos enten a?, ientos
indiv idu ales sirviero n a a lg uno s inve sti gado res para .plOponcl u?, onge~ del
mente decor ad o con inc isiones ge omé tricas disp uesta s en retícula o damcro.
Son piezas planas de silue ta rect angu lar de tamaño medio , entre 10 Y 5 cm de
mc alitismo en el norte de E uro pa. Pero cua ndo los lan~dysser s~ dat aron
t
e n primcra mit ad del IV mi len io a.e. , se descartó esta teona la ser ma s recten - longitud , Ya vec es modi ficad as en uno de sus extremo s para representar esq ue-
má ticame nte una cabeza. La materia prima habit ualmente utilizada es la pizarra,
tes q ue los bretones o portugueses. ya q ue ofr ece dc forma nat ural las superfic ies plana s y, en men or medida, la
ca liza , qu e necesita un mayor adelgazami ento pero es más resisten te a las frac-
turas . Cada inh uma ción contaba co n su corres pondiente ídolo, lo q ue fac ilitaba
su recuento. En la zo na de Reg uengo s dc Monsaraz, el An ta Grande de Olival
4.4. Penlnsula Ibérica da Pega , es uno de los mejo res ejemplos de sepulcro de este momen to. C uenta
co n un aj uar de más de 50 ídolos-placa y una rica industria de piedra tallad a
El foco más antiguo de la Pen ínsul a Ibérica se enc uentra,en el área atlá~tic~ con hojas, cuchillos y punta s de base cóncava con retoque invaso r. E l Anta Gran-
o rtu ucsa . Los pr imero s dó lmenes tien en un a cro nología cas! tan anu gu a de do Zambujeiro (Ev ora) es e l megalito más grande dc Portugal, presen ta una
~omo~os bretones: 47 00 a.e. - 4600 a.e. Sc trata de cistas megal íticas n~ muy enorme cá ma ra poli gon a l que alcanza los 6 m de altura y un corredor de acceso
grandes cubiertas por túm ulos, con enten'amientos llldl Vld u ~les o Ul~ numero dc 15 metros. Relacion ado co n este do lmen se sitúa el cróm lec h dos Almendres,
red ucido de e llo s, nu nca osarios gra ndes. Los. aj uares c~t~n formados ~?l a unos 12 km al oeste de Évora . Tiene vario s rec intos, uno de ellos for mado por
m icrohtos geornetn cos dc u adici ón
tres círc ulos de menhires, de unos IR m dc diám etro , y otro ovalados de 43,5 m
epipaleolítica (concheros del M uge-
de eje mayor por 32 m de eje menor.
Tajo) j unto a ce r ám icas li sas Y, a la
alma gra, lo qu e denota el ca r ácter La última fase de l megal itismo portug ués, co mo en e l sur de la Penín su la,
local de los mismos. Los más rcp rc- se circ unscribe al Calcolítico . Apa rece n tum bas con dos mod alidades: tholos,
sentativos de es ta primera fase scría pa recidos a los dc l sude ste , y cue vas artificiales con largos co rredores,
el de Marco Bran co (Santiag o do
En Ga lic ia y la Co rn isa Cantá brica se mantien e en líneas ge nera les una
Ca c ém ), con un enterramicnto ind i-
evolución similar a la po rtuguesa, aunque co n cronologías de inicio más rec ien -
vidual, Y e l ant a 10 de Herdade das
tes. A lo largo del último tercio del v milen io a.e. aparecen túmulos, de tam año
Are ias (Regue ng os). Hacia el 4500
todav ía red ucido , con un diám etr o med io 12 m y una altura medi a de 1 m, qu e
aparec e la cá ma ra de p lan ta subrec-
contienen dó lmenes de cámara poligonal; co mo sc puede ob ser var en Chan da
tan gular, co n co rredor estrecho Y un Cruz (Valado uro, Lu go ) datad o en e l 43 00 a.e. So lo un caso, Co togra nde I
ente rra miento co lec tivo co n un pe-
(Vigo) , co n una estructura co ns istente en una losa pla na colocada oblicuamente
queño conj unto de inhumac~ones . En sobre una inhumación y apo yad a por un lad o sobre el suelo y por e l otro en
los ajuares aparecen tambi én puntas peq ueñas piedras, permi te pen sa r en e nterra mientos indi vidu ales. A pa rtir del
de a le tas Y pedúnculo Y pl ac as de tV a.e. hay un increme nto de la diversida d for mal pcro también del volumen
pizarra perforadas co n decor ación . de cámaras y túmulos. Continúa n co nstruyé ndose mon ument os de cá ma ra sim-
Entre otro s se do cumenta en Palh ota ple, ahora de notab le tamaño, lo qu c lleva a pen sar en el enterra m iento co lec-
(Santiago do Cacém), Poco da Gatei- tivo; y aparece n los primeros dólmen es de cor redor. Uno de los más impo r-
ra YGorginos 2 (Regue ngos de Mon- tantcs es el do lmen de Dombate (Cabana de Berganti ños, La Co ru ña ). Se
saraz) , Carapito (Ag uiar da Belra ) Y co nstituye cn la primera mitad de l IV milenio y la cám ara a fin ales de ese
Orca do s Castenairo s (Vila Nova de mismo mil en io . Fu e utilizado en diferentes épocas y se ev ide nció un uso que
Paiva) (fig . 10). va desde el añ o 3800 a.e. hasta el 2700 a.e., momento en e l qu e se e1ausura
Hacia el 3000 a.e. hay un alarga- el mon ume nto . El do lme n, de cáma ra simple y de pequeñas dimen sion es,
mient o desmesur ad o de los pasi1I0s, quedó ocu lto baj o e l túmulo de un posterio r monumento de co rredo r, mayor y
da ndo lugar a m agn íficos sepulcros más co mplej o. En e l límite ex terior de la zona de entrada al mon um ent o una
de corredor, qu e en el Alent ejo so n hilera de vcinte pequeñ os e leme ntos de bulto red ondo, mu ch os de los cua les
conside rados los mej ore s expo nentes present an rasgos antropn mo rfo s, marca el umbral de l monument o y delimita
Figura l í). Allta Gran de do Zambuj eiro ell el espacio funerar io y tal vez sacro . Tod os son de fab ricaci ó n local pero su
Évora (arr iba) e ído lo placa ale nteja no (abajo).
de l Ne olítico por tug ués. En los ajua-

TEMA 3. EL FENÓMENO MEGALtnco 101


100 PREHISTORIA 11
forma y decoración nos remiten en la cultura material y en las ba ses de subsistenc ia, orientadas so bre todo a
al sur peninsular, a las placas de- recursos marinos. Tras el comienzo de l Ne olítico pa sarán a ser fundam ent al-
coradas alentej anas. Pa rece tra - mente terrestres y basad os cn la ganadería.
tar se de una rcelabora ci ón local Es evide nte quc la mayor part e de los monumentos megalíticos tienen un
de es ta iconografía. En él se des- papel funerario y religio so, como santuarios o lugares sagrados, y posib lemente
cubriero n grabados y pintura s fuero n ce ntros de culto. E l ca mb io en e l ritu al de enterramiento, inh umaciones
tant o en los ortosta tos vertic ales, colectivas, y los nuevos motivos iconográficos qu e aparecen en los megali tos
como cn los ortostatos del sucio, revelan una tran sformación en el mu ndo esp iritual, es decir, una nucva co n-
que fuero n prot cgidos por la tie- ce pc ión religio sa. Pe ro la gran inversi ón de trabajo y tiempo necesarios para
rra. Es tas pin tura s son ncgras y co ns tru ir es tos monumentos plantea también un cambio en la organización de
rojas sobre un fo ndo blan co , qu e sus cons tructores y otorga un valor soc ial y simbó lico añadido a los mi smo s.
al igua l que los grabados son de
difíci l interprctació n . Parece qu e A partir de 1960 se trató de profu ndizar en las ca usa s de la gé nes is del
los con structores de estos sep ul- mundo mega lítico . Una de las principal es teo ría s, que se mantiene en la actua-
cros monumenta les preparaban la lidad, es la propuesta por e. Ren fre w. Seg ún es te autor , los mega litos se rían la
superfic ie de los ortostatos con man ifesta ción de un comportam iento de preocupa ci ón territorial cn sociedades
caolín , uti li zando como agluti- segmc ntarias de pequeña escala, bajo situac iones de presió n demográfica . La s
nan te la leche para po steriOlm cn- soc iedades seg mentarias se componen de pequeños grupos indep endien tes,
te ser pintados (fig. 11). autosufi c ientes y de sim ilares dim ension es, qu e no se subordinan a una entidad
mayo r co n control po lítico y económico . Por lo tanto, es tas cons trucc iones no
Desde el 3600 a.e. apa recen tendrían un pap el puramente funerario o cultual, sino quc dc lim itarían e l cspa-
solo dó lmene s de corredor. Du - cio ocupado por cada grupo. Comparando las dimen siones del túmulo con las
rante el primer tercio del ui mi le- de la cámara en nume rosos megal itos, se llega a la concl usión de que el incre-
nio (2800 a.e. - 2700 a.C.) desa- mento del primero no conlle va un ma yor es pacio fun erario y qu c , conforme
parecen las utilizaciones pn manas se desarro lla el fen ómeno , se van erigiendo ma yores túm ulos q ue tend ría n la
de los monumentos de corredor, es intención de fijar la atención de los individuos vivo s.
decir, solo hay re utilizacio nes y en
muchos cas os los ajuare s mues- El centro del territorio de cada grupo seria e l lugar co nsiderado má s impor-
tran elementos campanifo rmes . tante, tanto si su uso se liga a la deposici ón de los difun tos, a fiestas com unales,
Aunque el enterramiento. bajo a intercambios ceremon iales de regalos o a cualquier otro acto simbólico y ritual
Figura 1\. Dolmen de Dombate (Caba na túmulo pervive, la vieja SOCiedad importante. Así, los megalito s tend rían es te papel de centros terri toriales. Se
de BC1Jta ntiños), estado en que se encontraba neolítica, y con ella los mo numen - convertirían en la única refe rencia fija para es tos grupos con hábi tats de esca sa
(arriba) y musealización del monumento (abajo). tos propiamentc megalíticos, desa- entidad y co nstruccio nes ligeras, que desarrollarían un poblamien to disperso o
Foto Miguel Artime. parecen ahora dcfinitivam en te . una vida nómada o relativamente móvi l, con ocupacio nes de corta duración,
agricultura itinerante y ganader ía no estabulada. Sólo en la fase [ma l del mega-
litismo , en el m milenio a.e. y ya duran te el Calcolitico , se asiste a un aumen to
en la sedentarizac ión y al aprovechamiento de tierras ante s menos explotadas.
5. Simbolismo y significado
En la misma línea, R. C hap man j ustificó la necesidad de es ta ex pres ión
Cada grupo mcgal ítico atlántico es producto de ~na cultu!'a rcgional espe- externa en un contex to de presión por la ocupación de las mejores tierra s. En
cífica y posee sus prop ias particularidades arq uitcctomca s o fun cionales. Pe.lO los terri torios atlánticos la presión sobre los recursos pudo ser una consecuen-
. b l qu e hub o lazos de un ión en tre todos es tos cen tro s aunque es te cia de la incorporació n de nuevos intereses económicos, con nuevas exigencia s
es innega e " li f h dife rente s Por lo terri toria les. A lgunos autores defienden también el aumento demo gráfico o
ti o de construccioncs se empezaran a rea Izar en ec as l . .
tt nto , es m uy probable que el grado de comun icación cn~re las dlversa~ comu~ una pau latina reducción del territorio costero como consec uenc ia de la tras-
nidades de la co sta atlánti ca fuera m ayor de lo qu e cabría pensar pOis u d~ci'.ad gres ión marítima, y sin otra posibilidad de expansión territorial q ue las tierras
rro llo tecnológico. Ya desde el M eso lítico se puede ver una cierta uniforrni a del interi or, qu e pro bablemen te tampoco es taban desocupadas. En otra s árca s

TEMA 3. ELFENÓMENO MEGALÍTICO 103


102 PRElllSTORIA II
donde el mega litismo aparece, a vece s, entre comunidades ya neo líticas, como 6. Bibliografía
Anda lucía o Cataluña, la situación de presión se plan tearía a partir de mayore s
densidades de población y de opcion es sociales y económicas, co mo la vida
BELLIDO , A.y GÓMEZ, J. L. ( 1996): "Mega litismo y ritual funera rio."
en poblados sedentarios y la adop ción de sistemas económicos más rentables.
Hom enaje al profesor Maouel Fern ández-Miranda. Complutum Extra 6
Las tumbas cole ctivas tambi én pudieron jugar un papel de elemento ag lu- (1): 141-152.
tinant e y rcdistribuidor entre los diferentes grupos que colaboraron en su cons-
BINAN T, P. (199 1): La Préhistoire de la MOr/. Les Premié res S épultures en
trucción, reforzando los lazos de solidari dad. Esta función no tiene porq ue ser Europ e. Enance. París.
incompatible con su uso como marcadores territoriales. Por lo tanto , serían un
elemento de reorgani zación social que permiti ese formar grandes equipos de r
BR IARD, J . ~ 1995): Les M égaljthes de Europ e Atlantique. Architecture el
trabajo para efect uar determinadas tareas del ciclo agríco la media nte la crea- art funéraire (5000-2000 avante Jv-C.}. Enance. Par ís.
ción de linajes estab les. Funcionarían como mecanismo integrador y organi-
BUREN HULT, G. ( 1993) : Los co nstructores de megalitos de Eu ropa
zador del grupo de parentesco , mediante las reuniones que se efectuarían en
Occ;/del1lal ~4800-2800 a .C .). Piedras, tumbas y templos en el litoral
las tumb as, de ntro de un comp lejo ritu al de ente rramiento. La mayor parte de atl ántico. Circ ulo de lectores. Ba rcelona.
los dó lmenes se sitúan en llanuras con suelos ligeros y bien dre nado s que per-
mi ten la agricultura con tecno logía de azada. En algunos monumentos los BUREN HULT, G. ( 1984) : Th e archaeology of Ca rrowmore: environmcnrat
pobl ado s deb ían estar próximos a ellos, ya quc cerca han aparec ido ar tefactos archaeologyand the megalitliic tradition al Carrowmo re, Co. Sligo,
lít icos y cerámicas ausente s en los ajuares funerarios. lre land . Institute of Archaeo logy. Estocolmo,
Otras teoría s ven en los monum en tos megalíticos la plasmación de los con- CAUWE, ,N.. (1997~: Le s ~1Or/S en mou vement, Essai sur l' origine des ri;es
Dicta s intern os de una sociedad que empieza a no ser igualitaria. El Neolítico funerall:es mégalithiques . En O Neolitico Atl ántico e as orixes do
y la nueva economía productora sería el origen de la desigualdad socia l. En Megalitismo. Univcrs idm] de Santiago de Com postela. Santiago de
las sociedades de cazadores-recolectores complejo s del mesolít ico atlántico la Compostela
supervivencia estaba ga rantizada por una eco nomía de amp lio espectro co n
CHA\ !"!AN, R;,W. ( 198 1): "The emergence of form al disposal area s and the
una importancia cada vez mayor de recursos es táticos . Pero las prácticas agrí-
problcm of megalithi c tomb s" . En R. CHAPMAN, J. A. KINNES y
colas y ganaderas necesitan una gran cantidad de trabajo acum ulado de forma
K. RANDSBORG (eds): "Th e archaeolog» of Death", Cambridge
permanente: siembra, recolección , trilla, pastoreo, etc . En muchas ocasio nes Univers ity Press. Cambridge
el resu ltado final puede depender de condiciones externas como sequías, inun -
daciones o plagas. Esto va a generar grupos más "ricos" y numerosos que otros. COONE Y, G: (1990): "Th e place of megali thic tombs eemeteries in Ireland".
En este sentido, los monum ento s megal íticos tendr ían su origen en un culto a An/lq/llly, 64: 74 1-753.
los antepasados, cuyos descendi ente s se beneficiaron de su trabajo. Las pri- CRIADO, F. (1989): "Megalitos, espacio, pen sami ento " Trabajos de Prehis-
meras tumba s megalíticas con enterramientos individua les o de muy poco s lona, 46: 75-98 .
cadáve res, co mo las portu guesas, co rresponderían a los fundadores de estos
clan es familiares que habrían tenido más éx ito, inici ándo se una primera dife- DELlBES DE CASTRO, G. ( 1986): El m egatitismo ibéri co . Cuadernos
renciación social. Las tumbas cole ctiva s repr esentarían un intento del resto de Historia 16. Madrid,
grupos menos afortunados de combatir esta división socia l. GALLA~, A. (2006): L es Soci étés M égalitiques. Pouvoir de s H ommes ,
Alred edor del 2500 a.e. se dejaron de con struir monumentos megalíticos, M emo/re des M orts. Presses Pol ytcchniqucs e t Un iver sitaires
cuando la metalurgia empezaba a expand irse y a transform ar los esquemas Rom ande s (PP UR). Lausanne,
sociales e ideo lóg icos . Es posible que los nuevos modelos de sociedad jerar- GUlLA I!'iE,. J. (Ed.) ( 1998) : S épultures d'Ü ccident el Geneses des
qui zada , las prim eras sociedades de jefatura, empezaran a destacar lo indivi - M égalithism es (9000-3500 Avant notre Ere ). Erran cc. París.
dual sobre lo co lectivo . La generalizació n de las tumbas individuales hace que
los megalit os destinados a co ntener enterr amientos grupa les pierda n su signi- GUlLAINE, J. (Ed. ) (1999) : M égal ithismes de l'A tlantique a I'Elhiopie.
ficado , Probablemente la religión tambi én experimentó una evo lución a raíz Seminaire du College de France. Errance París.
de los nuevos descu brimientos tecnológicos, fomentada por nuevos inte reses JOUSSA,UME ,. R. (2003): Les Charpentiers de la Piare. Monuments
políticos, que supuso el fin definitivo del carácter ideológico de los megalitos. Me gaftllllques dan s le Monde . La Maison des Raches. París.

104 PR EHISTORI A IJ
TEMA 3. EL FEN6MENO MEGALÍTICO 105
MU ÑOZ, A . Mª. (2001 ): "El megaliti smo en la Península Ibérica" . Spal , 10: Tema 4
185-192 .
PATrON, M . (1994): "Neolithisation and megaíithic ori gins in N.orth-
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El ARTE RUPESTRE
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RE NFREW, C. (1983): "Arqueología Social de los monumento s mcgalí-
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VILLOCH , V. (200 1): "El emplazam iento tumul ar como estrateg ia d~ co~,­ 6. El problema de la cronolog ía de la facies levantina.
figurac ión del espacio SOCIal: Galicia en la Prehistoria Reciente . 7. La facies esquemática .
Complutum, 12: 33-49. S. La facies de los petro glifos gallegos .
9. Perdurac iones y otro s problemas.
10. Bibliografía.

1. Introducción

Tras el larguísimo episodio del arte rupestre naturali sta característico del
los últimos horizontes culturales del Paleolíti co Superior y con posibles raíces,
hasta ahora desconocidas, en él, en las serranías orienta les prim ero y luego en
todo el terri torio peninsular aparecen en tiemp os postpaleolíticos unas man i-
festaciones de arte rup estre de una gran ori ginalidad .
El enlace o la relación entre el arte paleolíti co y el postpa leolitico está por
demostrar. Las diferencias entre ambos son mu y grandes y las semejanzas se
limitan a algunas convencion es técn icas. Hoy en día es adm itida sin disc usión

TEMA4. ELARTERUPESTRE POSTPALEOLÍTICO EN LA PENÍNSULA IB ÉR ICA 107


106 PREHlSTOIUA rr
la edad po stpa leo lítica de l ar te rupestre naturalista de la España ori ental qu e bién podrían co nside rarse de es te arte. Hace alg unos a110s se discu tió e l pro -
recibe el nom bre de Levantino. Pero no se ha ava nzado poco -e incluso han blema ? e S I alg unas de las rep resentac iones de l a brigo alica ntino de La Sarga
surg ido nuevos problemas- respect o a su cronología re lati va. Tampoco es se podían conxide rar co mo ge omé tricos, pero ex isten alg unas diferencia s ya
mu cho lo q ue se ha ade la ntado en e l est ud io de la problemática cro no lóg ica q ~e ~~nto .I.as,figuras an~ropomOlias co mo los ideornorfos geomé trico s so n de
de las etapas pictóricas que, desde siempre , se han situado en la Eda d de los m~rcado cara ctei curvil íneo, mien tras que en el arte lineal-geométrico son rec-
Metales. tii íneos. En Ara go n apa recen los signos lineal geomé tricos e n los abri os de
La s antig uas denominaciones de arre levantino y arte esquemático, todavía Laban a y Barfaluy en e l barranco de l Río Vero (H uese a) y también ; n L .
C haparros de A lba late del Arzo bispo (Tcrucl). os
en uso, plantea n e l problem a de fijar una frontera -en realidad inexistent e- en
lo qu e só lo so n fac ies de una misma e tapa. Por ello se va adm itiendo cada vez
más la den om inación arte postpa leotitico . En co nj unto se trata de etapa s evo -
luti vas de un arte ex pres ionista q ue va de l natura lismo y de la es tilizac ión de
lo «levantino » hasta la síntesis y abstracc ión de lo «esq uemático». Dichos nom - 3. El arte macroesquemático
bres hay que reservarlo s pa ra los do s grandes ciclos del arte postpa leo lítico .
Sus diferentes etapas cubri ría n un largo per iodo de la Pre histori a pen insu lar I UEn un mom ento previo, po~o. preciso, al arte levantino también encont ram os
que va de sde un Epipa leo lític o Final o un Ne olítico mu y antiguo hasta momen - e ~mado arte macroesq uernauco qu e se carac teriza por sus gr andes fig uras
tos muy avanzados de la Edad de los Me ta les. M ientras q ue la fac ies levan tina human as y los serp~~tl fonnes y meand riformes vertica les qu e raramente de
cu bre tod a la pa rte orie ntal de la Penín su la, la es q uemát ica está presente en la represe ntan en posic ron hon zon tal. En 1980, año de su descub rimiento fueron
casi totalida d de la mism a . lIamad~s "macro-esq uemá ticas" por Ma uro S. Hernandez, aunq ue tam bién son
conoci , as como figuras "es tilo Petracos" (fig . 1). Otros investigad ore s co rno
Tamb ién hay que co ntar co n ciertas evoluciones locales y co n la ex istenc ia F. Jorda le llam aron arte comes- '
de enclaves particu larizados. Ejemplos de ello los ten emos en el núcleo del ran o y J.E. Aura Tortosa arte
Río Vera (H uesc a), en los fr isos pintad os de La s Batuecos (Salamanca), en el lineal-fi gu rati vo. Es horizon te
'.
friso de La Laguna de la Janda (C ád iz) y abrigos de su comarca , o en las so r- ar tístico es excl us ivame nte un
prende ntes manifestaciones del llamado ar te macroesquem ático de la pro vincia arte rupestre ya q ue ha sta e l
de Alicante. Hab ida cue nta de es tos y ot ros casos singulares y del co noc imiento mome nto actual no se han ha-
cada vez más por menorizad o de los sitios de ciertas regio nes - por eje mplo, llad o soportes mu ebles y po r
las provincia s de Soria y de Sa lamanca- se van abr iendo nu evos cam ino s para otra pa rte está circunsc ri to a las
estab lecer los cuadros, q ue cada vez estarán más pró xim os a la realidad de la tierras alicantinas de la coma rca
evolució n es tilística, cultural y cronológ ica de un as forma s artístic as mu y pecu - de la Mali na A lta, en las sierras
liares. de Aitana, Mario la y Beni ca-
dcl l. Se encuentra infrapuesto
en do s estaciones: Abric 1 de La •
Sarga y A brie IV del Barranc de •
2. El arte lineal geométrico Benialí al arte levantino po ste- •• • .
n or (fig. 2). t." r;

El arte lin eal ge om étric o fue definido por el recientem ent e fallecido pro - El co nj unto de l P lá de Pe-
fesor J. Por tea a partir del conj unto de ar te mueb le de la C ueva de la Coc ina, traeos (Al icante) se encuentra a
hallado por e l mismo en sus excavaciones, que asociab a a los momento s finales
del Ep ipa leo lítico ge o mé trico, inmediatamente previos a su neo litización .
Hast a aho ra no se ha podi do docu mentar si existen este tipo de repre sentacio -
la entrada del Barrane de Malafí
y está constitu ído por num ero-
sas cenaj os en el qu e los prime-
- - -" ..

Figura l. Escena de dos onrropolllOlfos


nes sobre soportes fij os, es decir en las pared es de c uevas o abrigo s, limitán- ros agric ultores del V m ileni o
dose su presencia a plaq ueta s de di stintos tipo s. La s figu ras antropomorfas y a.e. dejaro n una mu estra de s u abrazados caracteristiros del estilo
los moti vos geomé tricos se presen tan med iant e trazos rectilíneos, en es pec ial sens ibilida d artística , qu e es tá «macroesquem átirn-, desc ubierto en el Abrigo 11
del Barranc de I'lnfern {Fleix, Alicante ).
las retículas y zig-zag s, q ue se enc ue ntra n infrap uestos al arte levan tino tam - compuest a por di stintos tipos
(SegtÍn M . l l ernández).

l OS PREHISroRlA 11
TEMA 4. ELARTE RUPESTRE POSTPALEOLÍTlCO EN LA PENíNSULA IBÉRICA 109
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Figura 2. Líneas paralelasfarmando un meandriformc. localizado 88.90 __ 78·82 ~I. Prado d.1 b "'. d.l.. 01,...... '. ,m6. IT"• • ll
U. P, ", •• 111« 110. VIII" •• 1H.m.ICo•• «)
11. " ' ,Ig. d.l. IIolv. P"oo"'. VIII"•• I N"";.[Co""I.
en la Co\'a de La Sarga en Aleoy, Posihiemente se trate ALBACETt - 83·84 - 85 ot. P". .. . . 1. 101.. 1'' '0" . 1.. VIII.. d.llI.m .CC"• • ,,)
GO. C.ov• • • Bullb•• VIII" • •1N.mo ICo,,<o).
_ 91
de representaciones de lino río o de agua. 11. M.. ""I•. VlU.. . . 1H.mo (C."'"I
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95-102
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92-94 87
_ 103
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característica fund am ental de es te horizonte artístico es el gran tamaño de la MURCIA ::: ~::::.~~.~;I~~.,:~I~~.~~'~:~::I~~~ CC....II•• ). ~: :~~;:::::::: ;:"~~~::~='I~:~::::t''''''')

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N . Cu". d" ""., ....,,, TI~; IC"""."I 11.H.m .. I•• d. l. p.,,¡•• H.",I. C" lb..",).
figuras de donde vie ne su denominación. 107-109 1I ..... rlg••• M.. d'•• ¡ po, Yo".....,
TlrlÚCC• •Io"•• J. 11."bl1; ••• 1.. C.bll",. H·""·l...' ... ·t.~
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~i: ~~::: :.~.::~~~.1 t:¡,~~:~1~0~;~~ ~"".:~,·:~¡,¡:~~·"··1. ~:O~:~'~::;~~~~:;:;,~;i;~~~~tl.
l~t ... b'lg. d. l. MoJ". H. "' I· l... b
En diversos yacim ientos de la zona se han encontrado cerámicas impresas 11. • • Joqo.... B.,,'.I tC.... "• • 1
71.O".. V""Ool" CVO!oMO" I. .
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102."brlg• • d. hlM' d. 1.. Coo..h it..plO1"10,," '!
7•. Cl. ,. d.l.. La" • •• o... "'g... (VoI.".I.) I~). C" •• •••1P.II,'ogo ,Jo",lII. (Mo.. I.) .
con cardium edule , una técnica propia del prim er Ne olítico, que reproducen cla- ;::~:.:~:~:'':::'~,=~~::~':~~I~i. i~: ~::::,:~:~~::.~.'~~~~~·.~Il:"'~:~;~·
n '0 d.,.. CM", ""11 (......"1.1 . 101.f • • " 1od.l lobo,.. Ellabl." ¡M...I·I ·
ramente aquellas figura s rupestres (cerámica cardial), Los elementos má s sign i- 11. c
7J. . .,
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ficativos pro ceden de la Cova de l'Or (A licante), la Cova de La Sarsa (Valencia)
y un pequ eño fragm ento pro cedente de la Cova de las Rates Pcna es (Valencia) y Figura 3. Mapa de la (~i,:triIJllci?11 de 10,'\ abrigos de la facies levant ina del arte
por lo tanto podemos situar este horizonte artístico en el v milenio a.e. postpaleolitico peninsular. (Modificado de A. Beltrán}.

núcleo s prin cipal ~s , remitiendo par a su descripción y contenido detallados a


4. Distribución geográfica del arte levantino las obras qu e se citan en la bibliografía .
. En la zo n ~ septe ntriona l se van es tudiando los magnífi cos hallazgo s, ya
La facies levantina se ex tie nde desde la s pro vincias de Lleida y Hu esca CItados, del R fO Vero (H uesc a) - Arpán, Colungo, Quizáns, Villa cantal Fuente
ha sta la de Almería y penetra hacia el interior, ha sta las serranías de C uenc a- del Tru~h~: ~tc.- .que .inc luye n representaciones pal eolíti ca s, Ieva~tinas y
Teruel y Albacet e. Dentro de dicho espac io, lo s abri go s pintados se encue ntran es~uem at lc as qu e ~y u dan a comprender c iertos problemas cronológ icos y de
en zonas montañosa s, aunque debió ex istir al guna forma paralela de arte - sec uenc ia icon ográfica , En la pro vmcia de L1eida, desta ca e l también citado
aca so sobre materiales perecedero s- en las regiones llanas. En el año 1998 tra s ab.n go de Cogul , interes ante por la evoluc ión cro nológ ica de sus pinturas y
una larga negociación entre diversas Co munidades Autónom as, la UNESCO ~I ab~dos y pOI la existenc ia de mscnpciones grabadas en esc rituras ibéri ca y
inscribió en la lista del Patrimonio M undial al Art e Rupestre del Arco M edi - latma a.rcmca que demuestran que en el lugar se siguieron reali zando rito s hasta
terráneo , al qu e se está tratando de incorporar las esta ciones descubi ertas en el comienzo de la romanización (fig, 4) .
las serraní as gadita nas (fig. 3). Sc citará n a continuación úni camente los

TEMA 4. El. ARTE RUPESTREPOSTPALEOLíTI CO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA 111


110 PREHISTORIA 11
grupo de guerreros danzando. En la misma provincia de Castellón se ubican
los dos grupos más importante s de la facies levantina: La Casulla (Ares del
Maestre), con once abrigos, y La Valltorta (Tirig y Alhocásser), con gran núme-
ro de cav idades pintadas (fig. 5). Los frisos de La Gasulla - Cueva Remigia y
los diez covachos de E l Cingle-, presentan mov idas escenas de cacerías de
jabalíes, grupos de guerreros, una escena de ejec ución, un arquero atacado por
un gran toro , grandes bóvidos asaetad os, un bailarín alrededor de un brujo dis-
frazado de toro, un sorprendente jinete con casco, etc. Muy cerca está el abrigo
de Les Dogues que tiene representada una pequeña batalla con los contendien-
tes en tamaño min iatura. En La Valltorta hay complejos grupos de figuras
humanas -en El Civil , por cjernplo-, una impresionante escena de caza al ojeo,
desg raciadamente muy estropeada -Cova deis Cavalls- , grandes ciervos, un

"'. "',~
. " ernpenechado jefe guerrero asaetado - La Sattadora- , etc. (fig. 6).
.. "
' .

Figura 4. Conjunto de las fig uras Ygrahados del abrigo de Cogl~1


(Les Garrigues, Lérida ) (segúlI M. Alllw?ro Basc" ,1 952). No estan
representados los grafitos ib éricos y latinos) .

En el bajo curso del río Ebro, sobre


ambas márgenes, se hall a~ los conJu,n-
tos de Tivissa, El Perello, Vandellos,
V I/decolla y La Cenia . En el Bajo Ara-
gón turolense, entre mucho s otros, son
dignos de men ci ón los abngos de los
dos núcleos de A la eón (El Mor tero y
Cerro Felío), el abrigo de Val del Char-
co del Agu a Amarga (Valdealgorfa), el
de Alcai ne y los varios de la zc;n ~ de Figura 6. Característico arquero levantino en posición de carrera
Sanrolea -Ladrlllíón . En este ultim o y disparando su granarco. Se localiza en el abrig o castellonense
lugar el arquero de «El Toric o» es una del Raeó de Nando (Seg ún R. Villas).
bella figura que viste zaraguelles, lleva
uoa bolsa eo lgada en el costado y sos-
tiene sobre el hombro un haz de tlechas De particular relevancia son los abrigos pintados de las serranías de Alba-
y un arco complejo (de tres curvas). SI rracín y Cuenca. En la primera de dichas comarcas, el gran arte naturalista de
al personaje se le atribuye una altura de los orígene s de la facies -en los bellos frisos de Prado del Na vazo y de La
1,65 m., el alma debía alcanzar una lon- Cocinilla del Obispo- , enlaza con la facies esquemática (covacha de DOlí a
gitud de casi dos metro s. El arquero Clotilde, en las cercanías de aquellos). En los citados en primer lugar y en otras
tiene a cada lado una figura de mujer, cavidades de la misma zona abundan las figuras zoomorfas de color blanco
Figura 5. Vista de conjunto En el Maes trazgo , el co njunto de - por ejemplo en el Barranco de las Olivanas o en Las Taj adas de Brezas- ,
del Barranco de La Val/torta Morella la Vello contiene curiosas re- que, de esta Iorma destacan sobre el soporte rojizo de las areniscas del «rode-
(Tirig, Custell án} en la ZOlla donde presentaciones de aves o insectos y un no». En el Barranco de las Olivanas se representó un personaje barbudo, toca-
se localiza La CO\'ll deis Ca valls.

TEMA4. EL ARTE RUPESTRE POSTPALEOLÍTICO ENLA PENíNSULA tBÉRICA 113


112 PREllISTORtA 11
do con una especie de sombrero de copa y e l interior del cuerpo rayado (segu - riormen te por F. Benít e z

"~~ -JY
rame nte una decoración corporal pues exhibe el sexo), que anda pausadamente Mellado. Para Breu il sirvió
hacia la izqu ierda y sos tiene en sus mano s el arco y las flechas. En la rmsma de base para s u teoría de la
coma rca de Alban'acín hay también algunos grabados, unos naturahsta s, como evolución estilística de es te
el ciervo y el équido de Fuente del Cabrerizo , o absolutamente abstractos como arte, Los ca lcos de F. Ben í-

.~ + F~
c iertos cruc iformes, aparte de los ya citados de Barranco Hondo (fig, 7). tez s irv iero n a E. Hcrnán-
dez-Pacheco para la prim e-
ra demostración de la edad
pos tpa leo lítica de los con-
j untos levantinos. Para Ner-

~l 't' y
pio ha y que señalar la pre-
senc ia, en estrecha relación ,
de frisos levantinos (bellos
ciervos de La So/ano de las
Covachas) y esquem áticas
(fig . 8) . Esta di stribución
geográfica, esbozada a gran-
des rasgo s, aca bada con
tinas poca s figuras «levanti-
nas» en la pro vincia de Al-
+ ~ ef 1'1'
Figura R. Cuadro sintético de la evoluci án de las
rner ía, do nde , en cambio, es formas de las figuras humanas desde el periodo
cl ásico de la facies levantina a las extremasformas
frec uente la pintura esque-
esquemáticas del Bronce Fina/. (según E. Ripo/l).
mática.
Seg uramente estos co nj untos pictóricos tenían un valor reco rdatorio o co n-
memorativo de grande s cacerías o de acontecimientos de la vida Iribal. Por
Figura7. Prad o de las Olivanas, Torm án , Ten/ ~/ . Ciervo
tanto, en la interpretaci ón del significado de las imágenes de la facies levantina,
pintado en tita plana, sobre el que se I~a r~pllltado
un toro, modificando las patas y a ñadiendo aunque no se pued e dese,ar tar por completo un factor mágico-religioso - tan
los correspondientes ClIernos. evidente en el arte palcolftico- , parec~ claro que se está ante una s represent a-
ciones de amplto sentido conmemo ranvo , aca so con el carác ter de una espec ie
de ex votos. Las pinturas nos informa n sobre una socie dad de cazadores, cuya
En Valencia hay que mencionar el covacho de la Cueva 1e la Araña (Bicorp) , VIda tlustran con gran n queza, y en la que sólo se rastrean escasos rasgos «neo-
en el que, junto a las consabidas esce nas de ca za, se pmto una figura humana líticos».
encaramada a unas cuerda s que, con una bolsa o rectprente en la mano, recoge
la miel de una colmena silvestre - un agujero de la roca-, mientras las abejas
revolotean a su alrededor.
En la provi ncia de Albacete deben ser de stacados los conjuntos de Alpera 5. La facies levantina
y Minateda y los numerosos abrigos de la zo na de N'!rplO y Moratalla . En
Alpera, en la llamada Cueva d e la Vieja e l conj unto esta cen trado po~ lIt.l hom: El arte rupest~e de la España oriental fue ident ificado por prim era vez, en
bre de buen tamaño coronado por un enorme pen acho de plumas. A su alrede 1903, por J. Ca?re en el barranco de Calapat á (Teruel), casi al mismo tiempo
dor se desarrollan una serie de escen as y figuras sue!tas, entre las qu~ llaman que se descubna el abngo de Cogul (Lleida) por R. Huguet y C. Roeafort.
la atención uno s toro s que fueron repintado s como CIervos, una cacena co~ el Am~os lugares fuel:o~ inmediatamente estudiados por el abate H. Breuil y
auxi lio de perros, y dos mujere s al parecer en amable coloquio El gran friso publtcados en las pagin as de la rev ista L' Anthropologie. De sde entonces los
de M inateda (Agramón), es un verdadero palimsesto , de sgraCladamente mu y nuevos hallazgos se prosiguieron a buen ritmo y en la actualidad se ace rca al
estropeado, pero que fue min ucio samente calcado por el abate Breu il y po ste- centenar el número de lugares -de desigual importaneia- con pintu ras de es te

114 PREHISTOR IA Il TEMA4. ELARTE RU PESTRE POSTPA LEOLínco EN LA PENíNSULA IBÉRICA 115
tipo Por sus descubrimi entos e investi gaci ones deben ser citados , destu~s del
ncs fo rman escenas o com pos iciones. En efecto, los artistas dc la facies levan-
tina descubrieron la compo sición y, junto con ella , el movim ien to con un gran
de a' uellos los nombres de E . Hemánd ez-Pacheco , H. Obe rm ater, J. o om~­
nas ~ We;,ert A. D uran Sanpere , 1.B . Porcar, M . A lmagro Basc h , F. JOIda, sentido diná mico . Ha y qu e atribuirles, asimi smo , un conce pto mu y origina l de
E Ri .011 T. O;tego , A. Beltrán, M . A. G arcía GuiJ;'ea, 1. Fortea, t\1.
A lmagro la figura hum ana, siempre estiliza da y suj eto principal de las escenas repre-
V.
O"orb~a, Baldellou, R . Viñas, F Piñó n , M. Hemandez y 1. G arcí a del TOl O, sentadas. En algun a rar a y dudosa ocasión hay figuras qu e tien en la silueta
parc ialme nte grabada. Recientemente se ha hall ado en e l Ba rra nco Hondo de
entre otros mu chos. Terue l un con junto de arte levan tino qu e tiene la ca racterística de haber sido
Las pintura s de la facies levantina se h~llan siempre en cov~:hos y a~rigos rea lizado excl usivamente con grabado lineal mu y fino y somero. También en
roco sos mu abi ertos, siendo las figuras visibles a la luz del día. E;;decl1 , no Castc llón se encontró en c l año 200 1 otro conj unto de grabados posiblemen te
se tr~ta de 11~ arte troglod ítico como lo es generalmente el del Paleol ' 11.CO SutPle- levantinos en e l A bric d 'en Meliá qu e se caracterizan por su pequ eño tamaño.
. fl or Para rea l izai las se u 1 1-
zaron pi gm entos minerale s Las representacion es zoomorf as levantinas corresponden siempre a anima -
- rojo, negro y blanco en les que vivían en un clim a templado análogo al actu al, siendo los más ab un-
diferentes tonalidades- cuya da ntcs los toros, los ciervos y los cap ri nos (fig. 9). En la fase má s anti gu a, las
natural eza es indicada por imá ge nes se presen tan de for ma es tática y aislada, mu y naturalista. De spués
lo s análisis espectográfic os, se estiliza n, van ganando mo vimi ento y se pasa a la agru pa ci ón en escenas . En
y un 'excipiente or gáni co las venatorias abundan las largas hilera s de las huellas de las pezu ña s de los
desconocido , aca so gras a animales. Esta es la fa se levantina clásica . Tanto en ella como en las anteriores
animal , cl ara de huevo u y po steri ores es de rigor la lat eralidad de las representaciones animales. Má s
orina ; algunas veces se ha tarde , por un pro gresivo ahorro de los detall es, de la es tiliz ación y e l semina-
hablado de la utili zaci ón de turalismo se pasa al esquemat ismo (fig. 10).
sangre, pero ho y en día no
ha y nin gún an áli sis qu e lo
ce rtifique. Su aplicaci ón se
hizo con fino s pin celes, se-
gurame nte fabri cados con
plumas de ave o pelos de
animales. La técni ca em -
pl eada es cas i siempre la
tinta plana (fig ura completa-
mente cubierta de color) y,
con menor frecuencia , la
línea de contorno de la si- e

lueta y diverso s tipos de tra-


zo s en e l int eri or. Por lo
com ún , las figuras son de Fig ura I n, Dist intas posiciones que adop tan los cuadrúpedos en el arte
pequeño tamaño ( 10 cm de levantino del Barranco de la Valltorta . A : heridos. B: desp eñados
altura medi a la s hum an as; o muertos. C: otras posturas (Se¡;: IÍl1 R. vi ñas) .
pero también ha y gra? des
Figura 9. Animales que apare ceJ~ p rep resentados : /.1 el repre sent aci on es de anima- La figura hum ana levantina se representa siempre de una forma estilizada
ar te levantino . A. Cabra del abric de la Cabra Fe~.\ et. les que pueden llegar a tener característica, con un vigor y sentido del movimi ento sorprendentes. Los hom-
B. Ciervo dela Cañaica del Calar. C. Toro. (~e1 c?J1./unl? 60/70 cm. de lon gitud , como bres van armados con arcos y flecha s, llevan gorros o pena chos de plumas y
de Las S ajadillas. D. Jabalí de Cova Renllgw . E: Sarna ocurre con algunos de Alba- otros adamas; visten uno s calzones parecidos a los qu e en la huert a valenciana
del Prado Tornero. F. Caballo del abrigo Principal de rracín). La característica fun - son llamados «zaragüelles» o aqu ello s que llevaban los vaquero s en las clásicas
M ínatcda . G. Lobo de lo Cuevo de la Vieja . H. Conejo damental es que estas im áge- películas de Oeste america no -que en aquello s tiempos serian uno s pant alones
del conjun to de Las Bo;adillas.

TEMA 4. ELARTE RUPESTRE POSTPALEOLÍTICO EN LAPENÍNSULA IBÉRICA 117


116 PREHISTORI A JI
de cuero anudado s debajo de las rodi llas-, que servían para protegers~ de la BREUIL BOSCH PERICOT ALMAGRO RIPOLL JOROA
vegetación espi nosa de las montañas en las que pracllcaban sus cacen as. En AURI ÑACIENSE
las esce nas de combate los hombres van desnudos (fig. 11). Las mujere s se
represent an con e l pecho al descubiert o. vistiendo f ald as acam ~anadas n~uy GRAVETIENSE

largas (co munes con las de algun as figur itas f:'~enmas del Neolítico medlte~ SOLUTRENSE .. oo. ?
rr áneo). Las escenas son prin cipalment e cmege tlcas,aunque las ha y.que r~t1e _ MAGDALENIEMSE M' J... ? ?
jan actividade s soc iales tan extremas co mo danzas, ejecuciones e incluso com
MESOLfTICO
bates entre dos grupos de contendient es co mo en Les Dogues. t- h
~I
r ~n-
NEOLITICO

EDAD DEL BRONCE

lOADDEL HIERRO
,
Figura 12. Cuadro con las posiciones de di versos inve stigadores
respecto a la cronolog ía del arte postpoleolitico peninsular expuestas
en el simposio de WartellStein (Austria} en 1960 . (Seg ún E. Ripoll ).

Aque lla polémica giraba principalme nte sobre los siguientes puntos: exis-
tencia o no de fauna extinguida en e l tema rio de la fac ies levanti na; semejanzas
estilísticas y técnicas con e l arte paleo lítico; la paleoetnol ogía que reflejaban
las imágenes; los paralelos co n e l arte africano; etc. El pretendid o sincronismo
de l arte de las cavernas y e l levant ino se basaba , en esenc ia, en la idea de una
convivencia en la península dura nte e l Paleolítico , de un grupo cultural «Iran-
co-cant ábrico» y otro «capsiense» . A los descubrimient os de arte propiament e
paleolítico en el centro y sur de la península, considerados como «infiltracio-
nes», viniero n a suma rse los hall azgos de los yacimientos de El Parpalló,
Mallaetes, Cueva de Amb rosio y otros, que desterraron la idea de que en Espa-
Figura 11. Cinto de las Letras en Do s Agua s . Val~I1l·ia ..Representa- ña pudiera existir algo parecido a l Ca psiense nor teafri cano .
cio nes masculinas COI1 sombreros planos y faldettin p OI tundo (/1CO~ .
A la derecha se dist ingue lI11afiRlIrafemeninG ['01/ 1111(1 larga melena , Demo strada la edad postpaleolí tica, co nvenía entrar en los problemas de
la cronología relativa. Sobre la evo lución estilística de la fac ies levanti na, E.
Ripoll elaboró en 1960 un sistema que aún es válido en sus líneas generales,
aunq ue ado lece, sin duda, de un «evolucionismo» dem asiado estric to que no
6. El problema de la cronología de la facies levantina tiene en cuenta de manera sufic iente las persistencias y las evo luciones locales.
En síntesis dic ho sistema es el siguiente:
Sobre la cro nolo gía paleolíti ca establecida ~or el aba te Breuil de sde 1908 . { l . Periodo antiguo (toros de Albarracfn).
ara la «provinc ia de arte rupe stre levantino» insinuaron dudas a parllr de .19 1~ A) Fase natura lista
2. Peri odo recient e (ciervos de Cal apat á).
~Igunos investigadores españoles. !,ero la pr imera slstem alIz'~clOn de la~ Ide~~
para defender la edad postpaleo1Jtlca de este art~ la realizo E. Hemamlez B) Fase estili zad a estática.
Pacheco en su monografía de la Cueva de la Arana (1,924). A partl~ de 1939
C) Fase estili zada din ámica (o clásica).
fue prin cipalmen te M . Almagro Basch quien defendi ó la crono.~ogla baja en
num ero sos trabajos menores, pero en parti cular en su monografía del tnso de D) Fase de tran sición a la facies esq uemá tica.
Cogul. En el simposio de Wartcn stein ( 1960); poco antes de m.onr B~eUll a~ml­
Desde el punto de vista cronológico-cultural, A) corresponderíu a una pobla-
tió co mo c ierta una parle de la argument acrou de los mvestlgadores espanoles
ción ep ipaleolítica de cazadores con algunos atisbo s de neolitización (proba-
(fig . 12).

TEMA 4. ELARTE RUPESTRE POSTPALEoLtrrco ENLA PENÍNSULA IBÉRICA 119


118 PREHISTOR IA 11
blemente de 7000/6500 a.c. a 4500 a.C}; levantino en el Grave tiense para alcanzar su apogeo en la etapas epigrave tiense
I \ B) y C) habrían vivido l~ plena acultura- y ma gdal eni en se, extinguiéndose e l naturalismo en el Epipaleolíti co y conti-
ción neolítica , con la practica de a~ncul ­ nuando la es que matización en el Ne olítico y cn la Edad del Bronce . L. Pe ricot
EpopalealillCO

«J ?
tura de azada y pequeña ganade n a qu e
fue penetrando hacia e! interior desde el
litoral; lue go , D ) sería paralela a la dl!U-
lo haría arra ncar en una fase mu y imprec isa, vinc ulada co n e l Epigravetiense
y el M agdaleniense , para alcan zar el Neolítico, en el que, co inc id iendo co n la
aparic ión del arte es quemá tico, se ex ting uiría , siguiendo és te a lo largo de la
sión de la primera meta lurgia (Calcoliti- Edad del Bro nce hasta la Edad del H ierro. M. A lmagro supone un origen meso-
ca) . Es ta hipótesis que acaso adolece de lítico par a e l arte levantino, qu e evolucionaría po steriormente a lo largo del
excesiva sim plicidad, fu e traz~da ha ce Neolí tico, siendo e l art e es quemático propio de la Edades del Bro nce y del
Neohl'<;O med,O más de un cuarto de siglo y ha sido reco- Hien a , con carac terísticas propias en cada una de las do s etapas.
gida, de forma más o menos ap;oxlmada, A. Be ltrán pensaba en la importación durante el Eneolítico de factores artís-
por otros au tores. A tal propo~lto cab~ tic os pro cedentes de l Mediterráneo or ien ta l qu e no encontraría ningún art e
Neol,tlco hnat
recordar las posICIones de vanos especla constitutivo en la zona andaluza , llega ndo más tard e hasta el Lev ante de la
listas en el mi smo momento en qu e se Pe nínsula Ibérica , do nde actuaría sobre un sustrato pictóri co indígena, mu y
anecmcc
expuso y que qu edaro n reflejados en e l arraigado, qu e no dej aría imponer algún elemento propio a las nuevas aporta-
cuadro que aq uí se reproduce. A la vista cio nes; por e jemp lo el tan tas veces citado j inete del Cing le de la cueva Remi -
de l mismo hay que recordar que , para l ~s gia, que por su casc o y lo atalajes de l caballo no puede ser ant erior al 1.200,
Edad cet atOnce fechas ab solutas el abate Bre1l1 1 seg ura sin embargo es de un es tilo acusadamente natura lista.
propugnan d? una edad pa~eolítica, c u~~­
do los investIgadores espanoles ya hablan Ex iste la tendencia a cons ide rar e l es quematismo de la representaciones
demostrado entonces que e! llamado «arte figurativas como la cons ec uenc ia de una supues ta línea evo luti va, partiendo
Edad del H ierro
levantino» se desan'olló en tre el Epipaleo- ele l arte levan tino y pa sando por e tapas sem inaturalistas como po stu ló E .
lítico y e l comienzo de la Eda? de los Ripoll. Algunos autore s cuestionan es ta afir mación cons ide rándola excesiva-
Meta les, cubriendo todo el Ne olítico y e l ment e ge ne ralista, ya que el arte es quemático se ubi ca en todo el territorio de
I" \ Eneo lítico . A par tir de dichas etapas, e! la península, tambi én donde no hay ab rigo s con arte levantino. En los abri go s
pro ce so de esquematización se ace~tu~ levantinos hay fi guras natural istas y esqu emáticas y en los de la Edad de l Bron-
Figura 13. H ip ótesis sobre co n la llegada de alguno s infl ujo s ll ~l do s ce solamente esta s última s. Ha y que añadir que los zoomorfos son siem pre
la secuenci a cronológico cnlt ural de los metalíferos orient ales. Entre dichos más naturali stas, en ma yor o menor grado, en las pinturas levantinas y siempre
de las diferentes faci es del ar~e pos/- investi gadores - H. Breuil, L; Pencot, M.
esquemáticos en los de la Edad del Bronce , dejando aparte las cues tiones del
paleolítico peninsular: l . L111,C:" - Almagro , E. Ripoll Y F. Jord á- son ~aten­ seminaturalismo o de l semiesquema tismo que propugnaban algu nos investi-
&eométrica . 2. Macroe.:qll~!l1(ft lca ;
tes las d iferencias, incl uida la teona del gado res. En la zona meridional de l Levante es frecuente qu e ce rca de los abri -
3. Levantina (CO/1 la senaCIOJ1 q}f~ se
indica en el texto) ; 4 . Esquema fl Ca último de los citados tendente a colocar gos levantinos haya otro s ele tipo esquemáti co como en Los Grajos o la Cañaíca
(la fl echa indica las influc nc íus todo e l de senvo lvimi ento de la [a cies del Ca lar, aunqu e es te hecho no falt e tam poco en e l Norte , como en Arp an;
»:
cxtrapeninslIlares : la letra E levantina dentro de la Edad d,e los M eta-
gra bados de estafase ); 5. Petrog lij os \cs. La po sició n que man tel1la E . R lpoll
pero en los ab rigo s má s se ptentrionales 10 más nor ma l es que algunos signos
o pan ele s enteros de la Edad del Bronce se añadan o superpongan a los ante-
portugueses ; Y 6 . PerduraclO lles. sobre este problema se p~ede ver de riores levantinos sin modificar su sentido ge neral, como podemos ver en Cog ul,
(Según E. Ripol l, 1989). forma sintetizada en e! grá fico qu e se Val del Charco del Agua Amarga o en Minateda .
reproduce a continuación (fig . 13).
Habría pue s que abandonar la idea de qu e el arte esquemático surge en
o dicho es válido, en parte, para la faci es esquem ática qu e se examinará España , como una evolución de! arte levantino y aceptar que resulta de la apor-
L . . , Pero el re sum en hecho pret ende ser un paradIgma eJcm~lar de tación de nuevas idea s y de un cambio ab soluto de mentalidad en el qu e se
~oC~~~I~~l~~I~~~r una po lémica en el mnndo de la investigación pr~hlstonca.. produ ce no sólo una tendencia es quematizante ele tipo artístico , sino también
la introdu cción de nuevos símbolos como son los ído los aculado s, los hombres
La m ayor parte de los espec ialistas suponen que no hay SOIUC10~ ~e ~on~ll~ abeto , ancorifonn es, etc. Y ab stracciones que pueden ir desde simples puntos
nuidad en la evolución que s~ iniciaría ~onbe~ at~er~~~f~t~~í~ ~~~~;~Ia~~~rfe o rayas hasta signos astra les como soles o es trellas, fenómenos ahstracto s como
e l esq uemático . La diferenc ia es qu e e a a e

TEMA 4. ELARTERUPESTREPOSTPALEOLÍTICO ENLA PENÍNSULA IB ÉRlCA 121


120 PREHISTORIA II
líneas de lluvia, meandro s de agua, círculos concéntricos, espirales o laberintos
y otro s de carác te r incomprensibl e al no podernos subrogar en la mente de
v 1: u na fase má s a~an zada, seg ún Bosc h, cOlTesponderían los ab rigo s de
a ej unc o en Port uga l y los de Va lonsadero en Soria. El se m inatura lismo
quie n los rea lizó , pero que se aleja n de las clá sica s esce nas de caza y de las de degene rado que no}le~a al esquema tismo es taría cn los se pulcros megalít icos,
tipo historic ista o de episodios de la vida cotidiana del arte levan tino. fecha ~I de la galen a c ubie rt a de O rca dos Juncais tam bién en Portuga l que se
Dentro del la Edad de l Bro nce y teni en do en cuenta que las nuevas apo r- ec lana entre e l 3.000 y e l 2.700. Es te arte se ría seg uido del principi~ del ver-
taciones llegan desde el Me diterrá neo or iental y central, no cabe dud a que pue- ~~adelO es~uem~t~sl~o q ue se desarro llaría en el Eneolilico; una fe cha clave es
den iden tificarse prot otipos originales y que será preciso establecer grados de a de los c tei vos rnci sos so bre e l vaso de los M illares (2345 + 9 5)' l .
se enc u t . b. ' . . - . , os mi sm os
evoluci ón a lo largo de sus dos mi lenios de vigenc ia, En ocasiones hallaremos en.lan so le vasos de np o eampanifol111e de La s Carolinas en Madrid
estos signos pintad os o graba dos sobre las piedras de dólmenes, otras vece s se y miform ccs y en el dolmen d e Soto en H ue lva donde se hallaron vaso s carn-
repeti rán los moti vos en cerámicas, colgantes, objetos de hueso, etc. No hay ~a l1l onne es co mo en los M illares y una esque ma tización hum ana. Por fin la
que ol vidar que en la zona donde se locali za el arte levantino no se han encon- u l t~ma fase del e.squema tlSmo , srn figl~ras animales, sólo con esquemas hum a-
trado dó lme nes. nos, se encucnn ,1 en los grabados del fina l de la evolución megalüica en '
en la cueva de M El B como
'. . a, enga, arranc de Espolia, la roca de la TOITe de Hércules
No se excl uye n las influencias indígen as ni que, de una forma u otra la pre - de La COI una y los gra bados y pmturas de Peña T ú en Asturia s. Los obietos
sencia de l arte levantino en cuyos abrigos pintaron las gentes de la Edad de l I;anados ~n_ el El B alTm~c de Esp:,lIa ~ont ienen restos de vasos campanif;lme
Bronce haya significado un punt o de referenc ia y ha sta un mo delo; pero en (e npo ma~ rtrmo y e l pun al de Pena T u es de transición del Eneolítico al Bron ce
cualquier caso , ambas partes son radicalmen te distintos e incon fundibles, refle- pleno , entre finales del tercer m ileni o y pr imeros siglos de l seg undo.
jan dos mentalidades di stintas y co rre spo nde n a dos maneras diferen tes de
expre sión artística e intelectu al. ~~uard? Ripoll pensaba que la pin tura esquemá tica era la suma de una ten-
denc;a est.hstlca propia del ~rte levantino final y de influencias extranjera s es pi-
Los conjuntos esque máticos podrían [echarse sobre diferentes criterios; n tua es y seguramente, re ligio sas, que faci litan e l paso hacia un simbolismo
uno de e llos en lo que se refiere a la cro nología relativa, por su propia evolución que ~e explica a v~c~s por verdad~ros y ideogram as; la expansión de tales ideas
y dinámi ca interna. Naturalmente por la superpos ición de figuras esquemá ticas se I ~ aCIO~a con la cultura do lm énica , sus posibles raíces orientales y con sus
sobre Icvantinas cuando coinciden en e l mismo ab rigo. Pu ede prop orci onar
~~~~(tm es, los prospectores de met ales. Ripoll aceptaba la fecha del 3000 ',1
cifras absolutas la co mparac ión con otras pinturas tratadas con los objetos O para la escena de caza de un équido a lazo en Villar del Hum o (fig. 14):
símbolos orig inales representados en ellas. En algún caso podría servir la adap -
tación del soporte de las pintu ras y grabados, cuando se pueda dem ostrar la
co ntempora neidad de uno s y otros por ejemplo en e l caso de los monumentos
mega líticos. Finalmente, podría valer como fecha ante quem , el caso de cierre
de cueva s, en momento conoc ido, caso rarísimo en el arte esquemá tico como
sucede en la cueva de Porto Badisco en Italia.
E l sem ina tura lismo prop uesto por Bosch Gi mpera y tamb ién por Kühn y
Anati que conduciría a la esquemático se funda en las superpos iciones de los
abrigos de la Laguna de la Jand a, en los que las figuras más antiguas son bas-
tant e naturalistas y las que se les superponen muestran un progresivo deter ioro
artístico que conduce al esquema tismo; en otros frisos hayam os figuras bas-
tante co rrectas, aunque ya alej adas del nat ura lismo de l periodo que podría lla-
marse clá sico, como vemos en las Bat uec as, las cabras de Za rza lón y los cier-
vos del Cerro Rabanero del Co llado del Aguila, en Sien a Morena . O tro grupo
de form as má s rígid as y sin movimient o, pero co n silue tas bien tra zadas, com-
prende hombres asoc iados animales, ta l vez asnos, a los que tienen por el ron-
za l como el de los Canforos de Peña Rubia y la Cueva de Doñ a Clotilde ; por
comparación de es te yacimiento con e l superfic ial de la Co cina , fecha el sem i-
nat uralismo en e l quint o m ilenio, ju nto con las escenas de agric ultura in icial Figura 14. Escena de caza de cab a llos con /azo del Abrigo
del arte levant ino. de La Selva Pascuala en Villar del Humo, Cuenca .

122 PREItISTORJA tI TEMA4. El ARTERUPESTREPOSTPALEOLÍTlCO EN l A PENíNSULA IB ÉRICA 123


Pilar Acos ta establecía una serie de comparaciones de formas o signos ais-
lados esquemáticos de la Península con modelos del Próximo Oriente; así La tcmática de la facies esquemática está der ivada, en buena parte d I
conesponc1Jentc a la facies levanri . , e a
bitriangulares partiendo de Ugarit el segundo milenio; triangulares del Helá- (fig . 16) . Es muy pOSI'b'le s evantma, pero tendi end o a la simplificación
dico Final; halterifonnes de Troya; esteliformes y ramiformes de Tell Barak; que hubiera momentos en
cuadrúpedos de Mersin; ídolos aculados de Tepe Gawra, etc. que estadios próximos de
Con lo expuesto creemos quc podrían sentarse cn los siguientes principios am bas facies fueran con-
generales el arte esquemático español es consecuencia del cambio cultural pro- temporáneos (en el sentido
ducido por la llegada de los prospectores de metal procedentes del Próximo Orien- que mientras un art ista
te, encontrando la Península Ibérica en un estadio Neolítico. La fecha la absoluta todavía pintaba de forma
del inicio del arte esquemático no debe de ser anterior al cuarto milenio. seminaturalista, otro pudo I
hacerlo de una forma más
sintetizada, más esquemá-
nca; el hecho puede acen-
I
7. La facies esquemática tuarse cuando los artistas I
están separados por cente-
En la periferia o superpuestos a los frescos naturalistas o seminaturulisras nares de kilómetros y vi- I
ven en un medio soeio-
de ciert os lugares de las regiones ori entales de la Península se encuentran figu-
ras de claro carácter esquemático o abstracto evidentemente más modernas. ambiental diferente, por Figura 16. Figura s de cuadrúpedos pintados en oc re rojo I
eje mplo, entre los agricul- del Co vacha de Eudol'¡ges en Alac ón , Teruel.
Constituyen la manifestación de otra fase artística, ya de la plena Edad de los
Metales, que se extiende, de forma abundante, por la casi totalidad del territorio tores de los pequeños va-
peninsular, en abri gos abiertos y, en ocasiones, casi a la intemperie. Los
núcleos más densos se hallan en las provincias de Ahne ría y Cádiz, en toda
lles entre montañas y entre los agricul-
tOl:es los ganadcros de espacios más
.
,
Sierra Morena , en Extrcmadura y algunas zonas de La Meseta, como Soria y abierto, como los extremcños). El
Salamanca. Muchos centenares de frisos pintados contienen representacio nes resto dc las figuras - símbolos solares
zoomorfas y antropomorfas co nvencionales que, en ocasiones, por su grado y estelares, ídolos, símbolos del agua,
de abstracción, parecen signos de una escritura arcaica (fig. 15). etc.- parecen corresponde r a la im-
plantac ión de una nueva mentalid ad
relIgIOsa, en, parte, a l menos, llegada
del Mediterráneo one ntal. En el aspcc-
to fU,neran o, esta forma de religión
estana representada por los monumcn-
t,os mcgalíticos cn las regiones donde
estos existen, así como en algunas cue-
vas sepulcrales y en las llamadas
«estelas del sudoeste».
El conocimiento científico de esta
e,t~pa tardía del arte rupestre pospalco-
lítico parte de M. de Góngora Martí-
nez en su libro de 1868. Los estudios
fundam entales se deben al abate H.
Breuil, J. Cabré Aguiló y E. Hem án-
dez-Pachcco en la primera mitad del Figura ¡ 7. Ahrigo de Los Ó/gallo s
Figura 15. Esq uematizaciones de 20 0 11101 j O.'l del Abrigo de Lecina Siglo xx. En los últimos decen ios son en el ~/esftladero de Despe/japerros
en el Ba rranco de l Río Vera enHuesca. notables las aportaciones de P. Acosta, en Jaén. Esquema /izaciónfe menina
co n adornos en la cabeza y en el cuello .

124 PREHtSTORIA 11
TEMA 4. El ARTE RUPESTRE POSTPALEOlrn COEN l A PENíNS ULA IBÉR ICA 125
T o t o J Gó mez Barrera, L. Díez-Coronel, A. Caballero Klink , R. Luca s, de carros, y los diversos del Risco de San Bia s (Badajoz), en los que hay exce-
J.' B¡c:;e~, J'. Carrasco Rus , E. Costa Gobema, E J. G,onzález--:ab las, R. Gran~ lentes figuras humanas es quemáticas con complicados tocados.
de del Brío, M . López Payer, M . Soria Leona, J. Ma11meZ Garc ía, entre muchos
otros (fig. 17).
Ade más de su dinám ica evolutiva
pro pia - al igu al qu e tod o e l arte post-
paleolítico peninsular como conJ Ul~­
to-, pa rece qu e esta facies es quema-
tica se ex tendió desde e l sudes te de la
Península al resto de la mi sma. Ha y
que añadir que sus friso s se enc uen-
tran algunas veces asociados a no
lej anos lugares de habitac ión ~ Con
los nu evos e leme ntos iconogr áficos
respecto a la facies levantina, la tel~ á­
tica prin c ipal de la facies es quemau-
ca sig ue siendo la cinegética, au nq ue
hay un claro co ntra ste en el consumo
de anima les salvajes y de animale s
-t . •...•
dom ésti cos - mucho mayor éste- , Figura 19. Composición de la parle izquierda
hecho ates tiguado por los yac im ien- de la Cuem de los Letreros (Véle: Blanco, Almería ),
CO/1 la repre sentación de hombre co ronado por grandes
tos que cabe poner en relación co n las cllemos que blande lino hoz. (Seg ún H. Breuil}.
pinturas. Se puede supone r que a~ le
sus grupos de grafemas tendn an
lugar ceren;onias e~ re la ción ~ o n Como se ha dicho, las manifestacion es de la facie s esquemá tica cubren la
ritos fun era rios y de vínculos fam ilia - cas i tota lidad de la geog rafía peninsular desde los sitios de la cornisa ca ntábrica
res de la fecundidad veg etal, an imal -corno la roca de Pella Tu (As turias), con un magnífi co ído lo grabado y pintado
y h~¡nana, propi ciatorio s, venatorios , junto a otras figuras- hasta los ya citados de La Mese ta, los de l territorio por-
Figura 18. Co ñaíca del Calar, etc. Muchas de las imágen es debie- tugu és y la gran den sid ad de los and aluces qu e c ulm ina n en e l interesante
El Sahinar (Mllrcia). Conjunto ron ten er al mism o tiempo, un ca rác- gru po de la coma rca vec ina al Estrec ho de G ibral tar.
de ideomorfos. soles y esquematizacio- ter vo tivo (fig . 18).
nes humanas y animales locali zad os No ex iste una segura orde nación crono lóg ico-estilís tica de los varios
en UI1 p equeño abrigo co ntiguo U no de los abrigos don de mejor mome ntos de la facie s esquemá tica. En líneas muy genera les se puede decir
al co noci do CO I1 arte levantino . se pu ede ob servar la transici ón o al respecto lo qu e sigue. Lo más antig uo serían las fig uras de cé rvidos y capri-
«fro ntera», pero ta mbié n la coexis- nos de es tilo subnaluralista; pro nto se pa saría a un estilo subesq uern ático, qu e
tencia entre las facies levantina y esquemá tica es el ab rigo de La Hoz de Vicente incluye fig uras de équidos y de bóvidos; les seguiría una fase completamente
(M ing lanilla Cuenc a) con supe rposiciones de gran mtercs, Lo s co njuntos del esquemática, con d ivers ificac i ón de los antro po morfos y diversos signos. Tod o
Taj o de la s Fig uras (Cá diz) , la C ueva de la Graja (Jaén ) y e l covacha de Lo s ello correspondería a un Ne olítico tardío. Du rant e el Eneolíti co se incorpora-
Letreros (Almería), se cuentan entre los más típ ico s de esta etapa (fig. 19). En rían al repertorio los símbo los que , al menos en par te, son de orige n orienta l.
el último c itado, entre mucha s otras figura s. se encuentra la estupe nda rep re- En la ple na Edad del Bron ce , con mucha s evoluciones regionales, se produ jo
sentac ión de un hombre con uno s grandes cuer,n0s de macho cabn~ q~e empu- la época clá sica del arte esquemático. Para un momen to avan zado de este pcrio -
ña una hoz en una de sus manos Y que podna, po r su s lll~bologla ,~l pi o~w do, seg uramente hay que po ner en rela c ión mu chos fri sos pintados de Extre-
tiempo agrícol a y ca zadora, ser co nsiderado como emhl~mallco de esta lacle~ mad ura y de la Sierra Morena cen tral y occid enta l con las llamadas «este las
artís tic a qu e se enc uentra ya en las Irontera s de la Pr~)tohlstona. Ent re los.con del Sudoes te». La decadencia llegaría con e l Bronce final e inclu so tendría per-
juntos ex treme ños destacan los de Los Bu itres (Badajoz], con lepresentaclOnes duraciones poster iores.

TEMA 4. ELARTERUPESTRE POSTPA LEOLÍTICO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA 127


126 PR EHISTORIA U
Galicia y del norte de Portugal, con manifestaciones empare ntadas , pero algo
8. La facies de los petroglifos gallegos diferentes, que se hallan más al sur, como, por ejemplo, las del valle ele! Tajo,
en su curso portu gués. Es un grupo dc una gran personalidad , tanto por sus
Otra provincia de arte rupestre postpaleolíti co ,. co nexa, al menos en pa.rte, técnicas como por su repertorio temático. Según E. Anati, el número de lugares
con la facies esquemática, es la de los grabados , insculturas o petl ogltios de co n petroglifos es de unos 450 (320 en España y 130 en Portugal) (fig, 20).
Sobre las rocas al aire libre de aquell as regiones se encuentran millares de
figuras, algunas seminaturalistas y otras cla ramente esq uemáticas y abstractas.
MAR CANTÁBRICO La técnica más común es la del martilleado. No hay escenas propiamente dichas,
lo que no excluye que la combinación de figuras y signos pueda tener un carácter
narrativo. Impera el simbolismo que indudable encierra un significado religioso,
lo que impli ca la relación de los grabados con algún tipo de ritual. En el Valle
de Tajo casi toda la icon ografía se reduce a símbolos abstracto s, con frecuencia
de difícil leetura. En el área galaica hay muchos zoom os-sssrf os, escasos antro-
pomorfos y entre los signos destacan en es pecial la espiral y el laberinto . En la
provincia de Pontevedra, la comarca de Campo Lameiro , (fig, 21) constituye
uno de los conjuntos más completos, en el que destacan la Pedro Grande de
Montccelo y la roca de Os Carb allos; en el municipio de Fentan s, debe ser men-
cionado el rico conjunto de Pedra das Ferraduras.
Faltan argum ento s para es tablecer una sec uenc ia c ronológ ica absoluta , pero
abundan los elementos ~por eje mplo, las represent acion es de pUíjal e s~ que
permiten establece r que la época de
mayor desarroll o fue la Edad del
~" .: \ •
Bronce. En con junto se puede decir

o
U
~
••
. '-.: -.-/ . ~
que los petr oglifos se produjeron
entre el Eneolítico y un momento
avanzado de la Edad del Hierro . El
Z mom ento final estar ía marcado por la
.C:( proliferación de los signos en forma
....1

<
O
de herradura eon un punto o una línea
en su interi or. Un buen eje mplo de
este momento es la roca de Ferradu-
Z
c:(
·w
U
O
.' " -: ras de Bemjeitas (Olivera de Frades) .
Los trabajos pion ero s sobre es ta
provincia art ística son los de F. L ópcz
Cuevillas, R. Sobrino Buhigas, R.
Sobrino Loren zo-Ruza y J. F.. Dos
Santos Junior Descuidada durante
• , "'' ' ''''' P_
• .1-5_., .
. algún tiempo, trabaja ahora en su estu-
dio una pléyade de investigadores con
'm notables aportacion es como las de A.
ele la Peña, A. García Alén, A. M. Figura 2 1. La roca de «Os Carbal/os »
Baptista, M. Varcla Gom cs, R. Fábre- (Camp o Lameiro , Ponte vedra) , conjunto ,
Figura 20. Mapa de distribución geográfica de lo.~petroglifos gas y J. M. Vázquez. (Seg ún A . De la Peña Santos ).
!',alaica.p ar!lI!', lIeses. (Modificado de A. De la Pena Santos) .

TEMA 4. El.ARTE RUPESTR E POSTPALEOLíTlCO EN LA PENíNSULA IBÉRICA 129


128 PREHISTORIA11
c1atura y defini ción de la tipología; los orígenes a la luz del conce pto artístico
9. Perduraciones Y otros problemas «lineal geométrico» de J. Fortea; los mecanismo s de los procesos de estiliza-
ción y esq uematización; la relación con las manifestaciones de la cultura mate-
Tra s la facies esquemático-abstracta propi a de la Edad del Bronce, e l arte
rial; las relac iones del arte pictórico con otras manifestaciones en lugares cer-
rupestre postpaleolítico de la Penín sula tuvo largas perduraciones en el lle~;?,
'", lmen te en lo que se podrían llam ar «zonas resIdual.es», con a gun canos (por eje mplo, los grabados de Albarrac ín) ; la exacta valoración de lo
especia .. I foráneo, como los símbolos y los ídolos, pero tambi én las embarcaciones de
momentáneo resurgir de form as anteriores. El enlace pudo existir me uso.con
La Laja Alta (Cádi z) o el j inete de La Ga sulla (fig. 22). Naturalmente hay que
cier tas perduracio nes rupestres altomedieva les, votivas o,no votlv~s ,)por eJe~-
10 una buena parte de los grabados de Donlll}go Garcia (Segov ia , pa~an o añad ir un largo etcétera que el lector podrá ir enco ntrando en la literatura espe-
~or las de época ibérica -grabados de Pozondon (Teruel)- y romana - grafitos cializada de la que se da una breve selección en la bibliografía q ue sigue.
de Cogul (Lérida)-. .
Con todo lo que se ha intent ado definir se contempla una ~omplelJ3petap~
del arte rupestre prehi.st "órico , bilen SIiru:ada en un espacIO geograficol -' a. enm
sula Ibérica- y relativamente bien encuadrada en un marc? crono OgICO, con t O. Bibliografía
~aíces en el Epipaleolítico y con una duración hasta la tard ía Edadad~~ ~:~~~~:
teniendo incluso perduraciones. Pero sigue pendie nte el proble~ l d ACOSTA, P. (1968): La pintura rupestre esq uemática en Espa ña. Salamanca,
nologías relativas. Como otra s provincias de arte rupestr? ~n to o e mu~ .0 , Universidad, (muy útiles sus mapas).
I arte ue es obieto de este tema present a una problem atlca mu y comp eJ3.
~I uno~ de ; us a~pectos podrán ser resueltos con la ayuda ~e nuevos hallazgos ALMAGRO BASCH , M. ( 1952): El covacho con pinturas rupestres de Cogul
ar gueológicos o con el deseable aumento de los sitios cono~ldos . Otros trabajos (Lérida). Lérid a, lEl , (básico tambi én para el prob lema de la cro nología
e~ iti rán a roximac iones más reales a lo que, desde la óptrca del m~men~o, de la facies levantina).
~arecen sol~ciones o hipótesi~ veros ímiles, mientras que otras inc ógnitas. ALMAGRO GORBEA, M. ( 1988): Representaciones de barcos en el arte
abundantes, por último , seguir án siendo insolubles. . rupestre de la Península Ibérica. Aportación a la navegación preeolonial
Con lo dicho se quiere indicar que muchas cuestio~es deben ser .~x am m a­ desde el Mediterráneo oriental, Actas del Congreso l nternacional «El
das o ana lizada s con mayor detalle. Aquí quedan resenadas algunas . nomen- Estrecho de Gibraltar», Ceuta, J987, Madri d, UNED, t. 1, págs. 389-398.
ALONSO TEJADA, A. ( 1980): El conjunto rupestre de So lana de las Co va-
chas , Nerpio (A lbace te). Pró logo de E. Ripoll. Albacete, lEA .
ALONSO TEJADA, A. ( 1983- 1984) : Los conjuntos rupe stres de Marrna lo y
Castellón de los Machos (Villar del Humo, Cuenca), Empúries , 45/46 ,
págs. 8-29 , 14 figs.
ANATI, E. (1966 ): El arte rupestre galaico-portugués (E. Ripoll, ed.), Simpo -
sio Internacional de Arte Rup estre, Barcelona, págs. 195-254.
ANATI, E. (1968): Arte rupestre nelle regioní occiden tal! della Peninsola
l berica. Archivi di Arte Preistorica, 2. Capo di ponte, CCSP.
...~-
. . .
~
BALDELLOU , V. (1984 - 1985): El arte rupestre postpaleolítico en la zona del
¡ río Vero (Huesca),Ars Praehist orica , III-N, págs. 111-137 (y otros tra-
bajos del mismo autor y su equipo).
BALDELLOU, V. (199 1): Guía, arte rupestre del R ío Vero. Zaragoza, Dipu -
tación General de Aragó n. 64 pág. con figs. en color.
Figura 22. Jinete con casco y cabal/o embridado. Pintura
del abrigo x de El Cingle de,La Ga.~ul/a (Ares del Maestre, BAPTISTA, A. M. ( 198 1): A Rocha F-J55 e a origem da arte do Valle do
Castel/ón). (Segun E. Ripoll, 1968). Tejo . Oporto, GEA P.

TEMA4. ELARTE RUPESTR E POSTPALEOLfflCO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA 131


130 PREHISTORIA11
GÓMEZ B ARR ERA, J.A. ( 1982) : La pintura rup estre esquemática ('// la
BELTRÁN MARTÍNEZ , A. (1968): Arte rup estre le\,(lI1tino . ~onografías
Altimeseta soriana . So ria, Ayuntam icnto.
Arqu eo lógicas, IV. Zarago za , Universida d, (la mejor síntes is ha sta
d icha fecha; hay un suplemento) . GÓ MEZ BARR ERA , J.A. (1991) : Contribuc ió n al es tudio de los grabado s
B ELTRÁN MA RT ÍN EZ, A. (1982): De caza dores a pastores. El arte rup es- rupe stres poslpaleolít icos de la Pcnínsula Ibéri ca: las man ifestac io nes
del A lto Du ero , Espacio . Tiempo y Forma. serie 1, 4 , págs. 24 1-268.
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TEMA4. ELARTE RU PESTRE POSTPALEOLÍTlCO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA 133


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2. 1. !. Cult ura de El Ob eid .
2. 1.2. Uru k.
2. 1.3. Djemdet Nas r.
2.2. Anatolia.
2.2.1. Hacilar.
2.2.2. Can Hasan.
2.2.3. Beycesu ltán.
2.3. Siria .
2.3 . !. Uga rit.
2.3.2 . Biblos.
2.3 .3. Amuq ,
2.4. Palestina.
2.4.1. Gassulien se.
2.4.2. Beersheba .

134 PREHISTORIA Il
TEMA 5. GÉNES IS YDESARROLLO DE LAS SOCIEDA DESCOMPLEJAS : EL cALcoLírr co... 135
así cOtmo t a~ b(ifén útiles cn piedra pulimen tad a y hueso usados para las tarea s
"d e id
ex "racc
," ion , ig " 1) Pero ad ernas,
is. fuay en e I equipo
. material de es tas. gentes,
2 .5. Valle dcl Nilo. Pie I dS 10 min erales que por s us carac terísticas concre tas , generalmc nte e l
2.5. 1. Cultura de Naqada o Nagada (Egipto). ~do 01 o el aspecto bn llan te, olrecen un interés es pec ia l como ele me ntos de
2 .5.2. Gerzeense . a orno y o con caracter Si mbó lico.
2.6. Ch ipre. I T,;mbién ha y que mencionar la existencia de hornos ce rámicos que ya p ue-
2 .6. 1. Er imi. e ~n a.~a1~ z; 1 .unas tempe ra turas tan e levadas que permi ten la fusión de los
3. Bibliogra fía . ~lmela~s (de cobre (fig . 2). Con todos es tos eleme ntos, la obte nción y la trans'-
onnacl~n e. mineral es cúpricos, medi ant e un proceso de fusión , en metal c¿n
el l que e labo ral objetos, represent a un nuevo paso en la evolución de los grupos
l uma nos. .

1. Características gene rales

1.1. Definición y antecedentes


Co n es te t érmino derivado de la palabra griega que define e l cobre (Khalkos )
se denom ina una etapa de la Prehisto ria que se origin a cn las regiones del cen-
tro y es te de la actual Turquía y e l occiden te Iraní a finales del V mileni o a.e.
A mediados del IV milenio a.e. se desarroll a este peri odo en Mesopotam ia Y
comienza tambi én a manifestarse en el continente europeo, en dond e perdurará
hasta el fin al del In m ilen io a.e. con im por ta ntes varia cione s cronológ icas
seg ún las regiones. Figura 1. Mina de Ga vá, Barcelona. Figura 2. Horno cerámico
Aun cuando existen en fcchas anteriore s objetos ela borados en cobre nati - para lafusi án de los minera-
les de cobre. Mesopotamia .
vo , generalmente por m artill ado en frío o en caliente , lo que es nuevo y carac-
terístico de este periodo , es la fusión de min erales de cobre que tran sforma
éstos en metal. A pesar de su denom inación , en las etapas inici ales no es mu y 1.2. Transformaciones económicas
representativa esta inno vación tecnológica, pero progresivamente se irá hacien-
do má s significativa en los momentos fina1cs del pcriodo . Es decir, hay pocos
Enr esta
" llam . ' . "etapa Calc a 1'( · h.ay otra se ne
I lea, . de transform aciones q ue , sin ser
obje tos de metal al com ienzo , y son sobre todo adamas y útiles, y a medida
. anvas como la metalurgia , marcarán es te period o en el aspeet '
que avanza la etapa ca1colítica proliferan los objet os metálicos, tanto en can- nu co y e n e l SO
' Cia,
'. IEntr
" ,., ' .ntre los
os cambi e
cambios económicos, pod em os destacar o econo-
la a a-
tidad como en calidad, incorporando ya útiles y armas con una mayor variedad
~c~on ~~ ~l~~:~ tecruca s que darán lugar a una not able mej oría de las activ i-
tipológica. ,a. es aSlcas .,e subsiste nc ia : la agricultura y la ganadería. Por lo 1
Sin embargo, sí ex isten desde finales de la etapa anterior, el Ne olítico final, l e~pecta ~llmera,
.a, la los sistemas de irrigaci ón y el uso del arado serán ql~~
rna~ slgnlh c·¡atlvas. Las ~onstruceiones de canales y ace quias es tán c1ararnen t~
una serie de cambios y avances tecnológicos, que posiblemente sean, al menos
d
~;~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~: restose~eeéE~~~/~n :~O~~;~,I: r~,~~ ~~ece~;~~~~~d~
en parte, una de las causas de la aparición de la met alurgia, que , a su vcz, pro- oc urnentae as en el Pró xim o Ori t . E
ducir á otra se rie de transfonnacioncs ec onómicas y soc iales importantes. Entre los
e sto s cambios o avances previ os hemos de m encionar, en primer lugar, los
directament e relacionado s co n la ac tividad met alúr gica. Desde etapas neolíti-
er lS ~~'e el u~o cIel arado tenemos información , aunque tamp oco restos con-
cas, e inclu so antes, ex iste n labores de min ería, restos de minas de sílex , e e os e es te apela, en forma de ma rca s o seña les e n túmul os funerarios que
inclu so de variscita (Gavá, Barcelona) de las que conservamos pozos y galerías,

TEMA5. GÉNESISYDESARROLLODELAS SOCIEDADES COMPLEJAS: ELCALCOLÍTICO,.. 137


136 PREHISTOR IA 11
h an sido interpret adas co mo Obje to de discusión es -como casi toda s las gra ndes innovaciones en pre-
tale s, y ta mb ién apoya la e~ i s ­ historia- si el descu brimi ento y e l de sarrollo me talú rgico se produce en una
tencia de los mismos, la utili za- zona concre ta desde la que se expande , o bien si es un proceso con vario s luga-
ción de anima les como fuerza de res de or ige n autóctonos . Act ua lmente, las primeras evidencias claramente
tiro, especia lme nte de bóvidos. doc ume ntadas de metalu rgia del co bre proceden de yac imiento s de Ana tolia e
Es probable que en las regiones Irán, con crono logías de l v milenio a.e., así co mo de las regiones póntica s que
del mediterrán eo onental, se se ex tienden desde el norte del Mar Negro y del Caueaso hasta la frontera entre
introduzcan nuevos cultivos Rusia y Kazaj istán al sur de los Urales ; yen Me hrgarh (Pakis tán) también exis-
como la vid y el olivo , que apro- ten objetos de cobre fundido desde finales de este mi lenio . M inas de cobre y
vechan tierras que no son aptas res tos de horno s meta lúrgico s de comien zos del IV milenio a.e. hay en zonas
para cereales. La co nsec ue.nc ia cos teras de Israel (Tilma) , en las regiones mesopotámicas y en e l Kurdistán
inmediata de todas estas mejoras (fig . 4); Y a mediados de este milenio ha y centros de producci ón de cobre en
es la ma yor cantidad de terrenos yacimientos jordano s.
adecuados para el cultivo, y una
Se con sideró ha sta hace no mucho tiempo que es te conoc imiento llegó a
ma yor producción de alim ent os.
Europa desde estas regiones de Ori ente Próximo, Anatolia y e l Ponto, pero
En e l terren o de la ganade - act ualmente hay docum ent ado s centros met alúrgicos de medi ados del IV mile-
ría és te sería el moment o que A. nio a.C. en la región euro pea
Sh~rrat, ( 198 1 Y 1983) denomi- de los Balcanes, co n fechas de
na como " revo lución de los pro- C 14 , que demuestran que es te
du ctos sec unda rios", que se proceso se desarrolla aquí de
refi ere en co ncreto al uso de manera indep endient e, al
m aterias obtenidas de los anima - igu al qu e, al menos, e n otra
. 3 -r- I . les dom ésticos, esencialme nte la reg ión e urope a: el sur de la
FIgura . .e al. L . . .
leche y la lana. as pnmeras se Península Ibérica.
doc umentan por la apar ición de unos recip ientes cerám icos perforados que. se La elaboración de elemen-
consideran " queseras", Ylas segundas ~or la ap'~nclón d~,unas plez~s de arc~l~ tos de co bre es , al com ienzo,
cocida, con perforació n central, denommadas jusayola.~ . ~ue fOl~an p~' te e poco rep re sentativa, limitán-
huso durante el hilado a mano; y de pesas de telar utili zadas pa la mantener dose a objetos de adorn o y/o
tensa la urdimbre en el ba stidor de éste (fig. 3), por lo 9ue llevan ¡J~rforaclOnes pres tigio, y con mu y poca
para fijarl as a los hilos. Además, los animales se con viert en tamblen. ~n fu~r~a incidencia en la base eco nómi-
de trab ajo , pasand o a ser de carga o de tiro , y ex isten muestra s eVI entes e ca de subsistencia de los gru-
es tabulac ión o cría de ganado en establos . pos que tienen es te co noc i-
miento que sigue siendo la
agric ultura y la ganadería. El
aume nto del núm ero de obje-
1.3. La metalurgia del cobre tos y tipo s, con la incorpora-
ción de los útiles y de las
La meta lurgia no se generaliza rápidamente ni de man era homogé~e~, Y almas al ajuar metálico , ya en
h' .d con sid erada como uno de los má s importantes avance s tecnol ógicos momentos avanzado s del cal-
d: ~~ ~umanidad. A pesar de la escasez de objetos de cobre ya men cionada colítico, sí que va a producir
. I s momento s inici ales pod emo s deducir la exrste ncia de es ta actividad modificaciones en las activida-
~~:aal~~nos obj etos de la cultura material, tanto para ta reas extractlv~s : ma zas des cotidiana s, y en conse-
o picos, como propiamente metalúrgicas: restos de escon a, lingotes, hornos, cuencia en los modelo s econó-
micos. La s ventajas qu e el Figura 4. Horno para la f undición de cobre.
crisoles y moldes.

TEMA5. GÉNESISYDESARROLLO DE LAS SOCIEDADES COMPLEtAS: ELCALCOLITtCO... 139


138 PREHtSTORIA n
h~ t en ido lugar; Cuestiones,como las .cond.iciones previas que tuvieron que
metal o frecía sobre la piedra también debi ero n " incentivar" esta produ cción: darse, el pOi que de la elecci ón de la ubicaci ón, y la prop ia definici ón de ce ntro
maleabilidad, dureza, posibilidad de reutilización y afilado, etc. urbano o preurbano, están de nuevo " sobre el tapete" .
Lo q ue s í es cierto es que és te tampoco fue un proceso hom ogéneo , ni
temporal 111 espac ialme nte, Las diferen cias cronológ icas y geog ráficas son
1.4. Cambios sociales ,~uy. m ar~ adas . y no so l ~me n te e,so , sino que también hay que mencionar que
la ~ayona de la poblae.lon SlgUIOSiendo rural y diseminada por amp lios rcrri-
Todos estos camb ios económicos van a provocar, a su vez, modifi caciones tO!IOS, en ald eas, granjas y caseríos de economía agropecu ari a, frent e a los
transcendent ales en el aspecto soc ial con un mejor aprovec hamiento del medi o nuc,leo s urbaI!o s de gran acti vidad económica. Parece ev ide nte que e l orige n
y un nuevo mod elo de rel ación con éste. Se produ ce, en primer lu gar, un de estos estan a en co munidades sedentarias con una base econ ómi ca asentada
aume nto de la producción de alime ntos, como co nsec uenCia de las mejoras en qu e fue dando lugar a la ap arición de ac tividade s espec ializadas, una autori-
el utill aje y en las técni cas agrícolas y ganade ras. Otro s factores como la evo- dad y una estru ctura social, que permitían e l contro l de los medios de s ubsis-
lución de los medios de tran sporte, con la aparición de carros, provocan a su ten cia.
vez una ma yor demanda de materia s primas y no so lamente de minerales. Hay La d iscu sión se centra en e l propio con cepto de urbanismo y e n cuándo
nuevas necesidad es y aparecen los "especialisTas" o personas dedi cadas a la se p uede h a ~l a r de c~nt,ro u~b?n o , y sobre e llo se han planteado hip ót esis
metalurgia, pero también a otras "artesanías". Todo esto h?ce que la economía dive rsas seg un la posrcion teonca desde la q ue se han e laborado. A partir de
basada en una produ cción de ámbito doméstico resulte ya insufic iente e inade-
los pla~ team le ntos, (~;. V. Gor(!o n Ch i l d~, a mediados siglo xx ( 1950), sobre
cuada. Desde med iados del IV milenio a.c. apar ecen también las primera s ale- lo que cI denomin ó revoluci ón urbana , ha n Sido muchos los mode los pro-
acio nes de cobre con arsénico que mejoran sustancialmente la calidad de los puestos de los que haremos una breve síntesis a continuac ión. Childe pa rte
objeto s, sean arma s o útiles, y que, a su vez , permit irán mod ificar y mejorar de la base de que es ta " revoluc ión" no es un cambio bru sco, sino una serie
algunas activi dades. paul atina de tran sform acion es e n la estr uc tura económ ica y soc ial de las
El aumento de población , las modificaciones en el sistema eco nómico fruto comunidades. La produ cc ión inte nsiva de alime ntos y la ex istencia de e xce-
de las nuevas necesidades, la cada vez mayor dem anda de alimen tos , mat erias dent es, dará lu g~r a la ex istencia de una clase dominante y a un estado que é l
prim as y objeto s de prestigio , conduce n a la necesidad de una estructura social, c o ns l der~ regres ivo, porque pa rte de la teoría marxista de la luch a de clases.
nueva co n la ex istencia de jerarquías que reg ulen todo esto, apar eciendo aSI Es ta hip ótesi s, ,con un enfoque social más que tecnológico , solame nte sería
las clases sociales, y como consec ucncia también los conflic tos origin ados por ap hca ble al Pró ximo O rie nte ,
la necesidad de prot eger lo adquirido. Esto es lo que se co noce como " com-
Por su parte K. Wittfogel, ( 1966) propo ne la aparici ón del urbanismo como
causa d~ l~ utilizaci ón de l s istema de irrigación a gran escala; y és te. a ~u vez.
plejidad social", término que exp lica la nueva organizac ión de las com unidades
hum an as, frente a la neolíti ca, sin apena s diferencias e igualitari a en lo que se
de l nacirruent o de l estado. Otros autores co nsidera n que el poder surge co mo
refiere a las ac tividades y funciones que desanolla n y los recursos con que
c onsec~,e nc la de los conflictos entre grupos provoca dos por el aumento de la
cuentan. En ésta, por cl co ntrario, hay cla ras diferencias func ionales con una
poblaci ón y de la demanda q ue ésta co nlleva .
divi sió n del trabajo : me talúrgico s, artesan os y per sonas dedicadas a la obten-
ción de los med ios de subsistenc ia básico s, agr icultura y ganadería, así como r..R. M Adam s, (1975 ) cree que son varios los factores que da n lugar al urba-
jerarquías y cla ses sociales. l1l~mo y no. descarta 111 las mnov acroncs SOCiales ni el aumento de la produ c-
Cla n, pero mcorpora como eleme nto nuevo la importancia que tien e en este
proceso el entorno geográlico.
. Por su p~rte , Renfrew, en 1972 propone un mode lo basado en e l papel que
1.5. Nacimiento ele los prim eros gm pos urbanos e l intercambio tuvo en ~ I proceso de complej idad y organi zación social y adrni-
I1l stralIva : que es e l orige n del estado. El planteamiento está hecho en base a
El nacimiento de los pr imeros núcl eos preurbanos, y más tard e urbanos,
sus estudios sobre las islas Cicladas y no es aplicable al continente europeo,
será una consec uencia lógica de todo este proceso de rransforrnación social y en donde no podemos bablar de urbanismo hasta la Edad del Bronce, salvo en
económica, y, como no, plantea hipótesis diver sas entre quienes tratan de expli-
regiones mu y concre tas. También en la línea de que será el desarrollo del
car las razon es y los pro cedimient os por los que una pequeña aldea neolílica
comercio el que, básicam ent e, dará lugar al nacimiento de l urbani smo y del
se convierte en una ciudad, y cuándo se puede hablar de que tal conver sión ya

TEMA 5. GÉNES IS Y DESARROLLO DE LAS SOCIEDADES COMPLEJAS: ELCALCOLÍTtCO... 141


140 PREHISTORl A1I
- - -- - - - - - - - - -

estado , es tá el trabajo de P. S. Wells, ( 1988) pero que se refiere a las sociedades


del Bronce Fina l y la Edad del Hierro. Ha y otras propuestas similares, ba sadas
en regi ones y momentos cronológicos diversos, par a explicar es te pro ceso ,
pero lo que se desprend e de las aquí men cionadas y de las otras, es que act ua l-
mente podemos considerar varios los factores que desencad enarán la aparición
de la vida urba na, que es, por su parte , un térmi no que engloba contenidos que
van más allá del urbani smo físico o material. De hecho , Eiroa (2009 ) estab lec e
la diferenci a entre urbani smo como for ma de vida, y urbani smo físico, en ten-
diendo por este último la "estructura de la urbe como expres ión material del
mod elo de vida urb an o" . Entre estos co ntenidos podrían men cionarse el
aum ent o dem ográfico y las nuevas dem and as; las novedades técni cas que per-
mit en una mejor ex plotación, y no solo alim enti cia , del medi o; las activid ades
de intercam bio y co mercio que conllevan la apertura de rutas y e l contro l de
és tas ; y el nacimiento de los arte sanos o person as que no se ocupan de su sub-
sistencia sino de la elaboración del met al y de otros objetos no co tidia nos.
Como conse cuenc ia de todo esto surgirá la nece sidad de que exista una comu-
nidad estructurada soc ialmente y con una jerarquía.
Este tampoco fue un proceso hom ogéneo ni el tiempo ni en e l espacio, y
no se basa, co mo ya hem os mencionado, exclusivame nte en la existenci a de
una s estructuras urbanas concre tas sino también en una conc entrac ió n de
IN o E

pobl aci ón unida por unas tareas comunes y estruc turada socialmente.
Figura 5. Mapa del Próximo Oriente.
Es mu y po sible que las nuevas ac tividades , es pecialme nte la metalurgia,
produjeran tambi én cambios en los aspecto s simbólico-relig iosos. Según Ful lo-
la y Nadal (2005) es prob able que de aquí arranque la sustitución de las divi-
nidades femeninas por las masculinas guerreras. 2.1.1. Cultura de El Obeid

Ocup a una amplia regi ón dc Meso potamia,


2. El Ca!colítico en el Próximo Oriente con asenr anuenros de casas de adob e co n
tec hum bres de arc illa o yeso en ce ntros mu y
pob l~d o s con edificios reli gioso s como el de
En du que se ha interpretado co mo templo, de
2.1. Mesopotamia p~anta cuadrada de 3 m de largo, y con lo que
parece una celia. y el de Tepe Ga rwa . Se cree
El Ca1colítico antiguo en esta región del Oriente Próximo (fig. 5) es tá repre- que son los sacerdotes vinculados a estos tern-
sentado por la C ultu ra de El O beid, que supone la transición desde el Neo lítico p~os los .que contr.ola.n la ~f()ducción agríc ola y
tinal e inicia el proceso de urbanización . Desde principios del v milenio a.c., ganadera: y la red,stnbucJOn de la mism a, y con
momento en e l que se fecha El Obeid I, igualmente conocido como Eridú, hasta ~n terra m le.ntos con oc l do~ grac ias a la necrópo-
mediados del IV milenio a.C., se desarrollan tres fases, a las que seguirá n Uruk lis d~ En du, con II1humaclOnes en posición fetal
(3500-3 100 a.C i) y Djerndet Nasr. Después de un Neo lítico fmal con asenta- en cistas de ladrillos crudo s.
mientos establ es agropecuarios que inici an los primeros ensayos de regadío y . En Ur hay un sistema de irri gaci ón art ifi -
tienen ya fortificaci ones y tumbas con ajuares de cierta riqueza, llegan al valle cial, y en las fases finales del periodo aparecen
comunidades procedentes del norte, tal vez de Hassuna-Samarra, con un gran edificios públicos que se suman a los templos
desarrollo tecnológico y una importante explotación del entorno. Figura 6. Vaso de la cultura
y en Abu-Shaha rin (lrak) se conserva un prim e; de El Obeid.

142 PREH ISTORIA 11


TEMA 5. GÉNESIS Y DESARROLLO DE LAS SOCIEDA DES COMPLEJAS: EL CALCOLíTICO...
143
santuar io con zig ura t esc alonado con ramp a de acce so. La po blación aumenta , 2. 1.3. Djemdet Nasr
hay excedentes alimenticios así como un increme nto co mercial, ce ntro s dc
poder y jerarquías. . ~sta fase (3100 a.e. - 2900 a.Ci) cstá doc ume ntada en las capas ttt y ti dc
Endu, y en otros yacrrruentos como el epónimo, Tell Bra k o Tell Asmar, Aparece
Se desarrolla la metalurgia de l cobre co n mo ldes, aunque sigue existiendo
el primer palacio mesopotámico en Dje rn det-Nasr, las murallas en las c iudades
e l utillaje lítico. La cerámica está fabricada con tomo lento con formas de gran-
y una cerámica con. form as parec idas a las de Uruk, pero pintada en rojo y negro
des platos de borde ancho y escud illas aca mpanadas, y decorada co n incisiones
con mot rvos geometnc os y naturalistas. Hay una economía de interdepend encia
o pintura de motivos geométricos (fig . 6), Yse co nse rvan también figu rillas e n
entre los centros urbanos y las aldea s rurales, y una con solidació n de las insti-
terracota. tuciones q ue la co ntro lan, co n una gcneralización del uso de la escrit ura.
El denom inado subperiodo de Kish (2900 a.e. - 2700 a.Cj represen ta el
fina l de la prehi storia de Me sopora rnia y supone una fasc de tran sici ón hacia
2. 1.2. 'Uruk ' las etapas dinásticas.
En la fase de Uruk se produce un creci m iento dem ográfico mu y notabl e,
co n una poblac ión dc hasta 50.000 habitantes, y más de 100 pcq ueñas aldeas
ded icada s a la exp lotación agropec uaria. La arquitec tura religiosa se hace muy
2.2. Anatolia
import an te co mo e l temp lo bl anco de Anu con dependencias para el culto,
almacenes, horn os, corrales para el ganado , patios e inclu so archivos (fig, 7).
Hacia el 3200 a.e. aparece una esc ritura de signos ideográficos y siláb icos, . Algunas a ldea s neolíticas evo luc ionan hacia asentami en tos co mo Ca ral
junto a sellos-cilíndricos. Al prin cipio perdura la ce rámica anterior, y poco a Huyuk en los que se conce ntra , a lo largo del VI mi leni o a.e. una pobl ac ión
poco la sustituye una con vasos aca mpanados y j arras de pico largo, negra bru - que ya posee obj etos de cobre, pero no ac tividad metalúrgica, y hay una clara
continuidad del Neolítico final en yac imientos como Hacilar o Can Hasan . Los
ñid a y a veces con engobe rojo o gris.
asentamientos son más numerosos y dc mayor extensión, co mo consecuencia
Las casas ofrecen ya tipo s diversos y los entcrramientos son de inhumación de un aumento dem ográfico significativo, ese ncialmente en áreas como Cilicia
individual en posici ón fetal, en fosas O en cistas. La ex istencia de sistemas de o el suroeste anatólico. No se pued e hablar de homogen eidad c ultura l pues
irrigac ión, la red istrib ución de excedentes, el control de las redes de intercam- mientras que las region es del noro este tienen relación con las balcáni cas, las
bio , la propi edad privada y las diferenci as sociales , así como la probable ex is- on cntales son má s afines a Mesopotami a, y las del suroeste a l norte de S iria.
tencia de un ejé rcito nos hablan de un prim er paso en el nacimiento de las ciu- La aparición de lal~ et alurgi a se vincula en yacimientos como Bcycesu\lán y
da des-estado . Hacilar a la evolu ci ón del ase ntam iento producido desde mediados del VI mile-
nio a.e. hasta finales de és te, y precisam ent e en estos moment os finales.

2.2.1. llacilar

E l m ejor represen tante de los momentos más antiguos del Ca lco lítico es el
yacmu ento de Hacilar, ubicado al suroes te del lago y ciudad de Burdur en un
2
valle del río Koca, con los niveles v-r y unas fechas entre e l 54 00 a.C . y e l
4700 a.e. , (Mellaart, J. 1996)
N
El pobl~do se asie nta en una colina de unos 250 m de diámetro que co ntrola
\ la zona agncola de la vega de l río, y en él aparecen ca sas de planta cuadrada
20m o rec tangular, agrupadas en barrios en torn o a un espacio centralen el que hay
~
un edificio que se interpreta co mo centro de c ulto . Lo s zócal os son de piedras
Figura 7. Templo Blanco de Anu. y los alzados de tapia l, co n techumbres planas, y en oca sion es hay pozos, talle-

144 PR EHISTORIA D
TEMA 5. GÉNEStS y DESARROLLO DE LAS SOCIEDADES COMPLEJAS: EL CALCOLÍTtCO... 145
res cerámicos y lugares de culto, así como decoraciones de motivos geométri- 2.2.2. Can Hasan
cos en las paredes. Tiene un muro defen sivo de ladrillo crudo de más de I m
de espesor, y una sola puerta de acceso. Hay una cierta continuidad con res-
pecto al nivel VI del Neolítico final, y también entre los sucesivos niveles Cal- L~ Cult,ura de Hacilar se extiende por el sudeste de Konya hasta Can Hasan,
cuy.os tres últimos ,ruveles son Calcolüicos y representan la etapa media de este
colíticos, si bien el espacio ocup ado aumenta en los niveles rv y III en los que
penado en la region, eon unas fechas entrc el 4700 a.e. y el 4200 a.e.
aparecen corrales para ganado. De la fase ti es una muralla de tapial de 3 m de
ancho, con dos accesos protegidos por torres, así comas algunas casas com- . Este ~se~tamien to cstá entre dos llanuras, en una importante vía natural de
partimentadas de tipo megaron y otras con un espacio exterior con horno, zona C~m ~n l cac lO n, por lo que recibe numerosos intercamb ios, y conserva casas de
de molienda y amasado, y cobertizos. En el interior se conserva un hogar cen- planta rectangular, a vece~ con las paredes deco radas por el interior. Las cerá-
tral y postes para la sujec ión de la techum bre, y existen también varios silos micas son pintadas en rojo o negro , incisas, y también lisas, y se conservan
de gran tamaño excavados en el suelo. algu.nos obje tos en cobre: un brazalete, punzones, alfileres y una cabeza de
ma~a. El grupo al que da nombre este yacimiento es bastante homogéneo y se
La cerámica es lo que más varia según los diferentes niveles. En general extiende por todo el suroeste anatólico.
es pintada en tonos rojizo s o marrone s sobre fondo s cremas o rosado s, aunque
también las hay monocromas bruñidas. Los motivos decorativos son geo mé- . .~~. ~ersin ha~ cerámicas pin.tadas, hachas y cinceles de co bre, y una for-
tricos: lineas, espirales y círculos, en ocasiones con manos sobre estos últimos, ~l ficaclOn que encierra casas familiare; con almacc nes domésticos de grandes
y las formas más corrientes son vasos globulares de cuello estrecho, copas ova- anforas para guardar cereales y mineral de cobre.
les, vasos esféricos, algunas asas zoomórfas en el nivel IV, y vasijas bitronco-
cónica s en el III (fig. 8). Muy características son las figurillas femeninas hechas
en arcilla cocid a, que representan a la diosa madre neolítica de la fecundidad, 2.2.3. Beycesultán
en posturas diversas: acostadas , sentadas en tronos con niño o con leopardos.
El cobre es escaso en general, pero en los niveles 11 y I aumenta significa- . El Calcolílico re~iente está r~presentado en Ana tolia central en el yaci-
tivamente el número de punzones y obje tos de adorn o. Hay restos de industria rme nto de Be.~cesultan , en la region de Denizli, y otros como Alisar en Sari-
ósea y de piedra pulimentada, y las actividades de intercambio son escas as, kaya, y tam bi én en l os niveles finales de Mersin, en Cilicia. Es el primero de
aunque en los momentos fmales aparece ya obsidiana, algunos vasos en már- ellos un poblado, ~I mllar a los anteriores de casas rectangulares de ladrillo y
mol blanco y ciertos sellos con motivos geométricos. La base económica era adobes, pero también con edilicios tipo megaron o con muros sostenidos por
una agricultura ce rea- pilastras, en los que aparecen .
lista, con aporte de len- bancos corridos a lo largo de las
tejas y guisantes, así paredes, nichos que podrían ser
como la ganadería.
A 10 largo del v mi-
lenio a.e. y primeros
despensas, y graneros . Se desa-
rrolla desde finales del v mile-
nio a.e. y a lo largo del IV y la
CD
economía es agríco la, básica-
siglos del IV milenio m ~nte de trigo , y ganadera , con
a.e. se desarrolla en Ci- ovic ápridos y bóvidos. La cerá-
licia, j unto al Medite- ~ica es negra bruñida, y poste-
rráneo el poblado Cal- n ormente de co lores naranjas o
ca lítico de Me rsin, con marrones con decoraciones geo-
nna estratigrafía desde métricas, incisas o pinta das en
el Neo lítico antiguo. blanco con form as globulares,
Las viviendas so n de tazas y jarras. En otros poblados
tipo megaron comparti- de la zona se conservan las mis-
men tadas, la cerámica mas casas, con enlerramientos
es negra bruñida, y hay dentro del poblado, y en ocasio-
Figura 8. Cerámica de Hacilar, Anatolia, agujas de cobre . nes, debajo de las casas .
Figura 9. Asentamiento de Mersin en Cilícia,

146 PREHISTORIA U
TEMA 5. GÉNESISYDESARROLLO DE LAS SOCIEDADES COMPLEJAS: EL CALCüLÍTTCO... 147
En Mersin se ma ntiene la fortifi cación con muralla y ton es (fig . 9) , disn~i­ 2.3.2. Biblas
nuye la indust ria lítica de s ílex y obsidiana, y hay un a pro grestvn desaparici ón
de las cerámicas pintada s, fren te a las negras bruñida s con for mas caliciforme s, Es un yacimiento ubicad o en el extremo meridion al de la co sta, con una
j arras picudas, vas os ge mina dos y asas pitorro , base del Neolítico fin al en la q ue apa recen cerámica s de eng obe rojo hasta el
4000 a.C , cn el quc pro liferan las cerámica s polícro ma s y los ob jetos en co bre
En Anatolia occ idental Troy a inicia su desarroll o.
se hacen frec uentes .
Las casas son de planta absidal compartime ntadas y se conserv a una mura-
lla y una acró pol is con m ás de dosc ientas tumbas con ajuares bastante igua li-
2.3. Siria tarios, salvo alg uno s q ue contiene n abunda ntes obj etos de cobre, oro y plata,
ésta de pro ced encia an atólica. A finales del IV mil eni o a.c. el co bre es de uso
En esta zo na hay un a gran diversidad, con yac im ientos. cn e l valle d~l común, apa rece la cerámica a torn o, y Ilcgan los cilindros-se llo proced en tes
Éufra tes, totalmen te mesopot ámico s, y tres regrones difere nciadas en el tern - de Djemdct N asr. Es la pri mera ciudad de la costa mediter rán ea ori en ta l.
torio occid ental :
La llanura de Am uq al norte.
El valle del Oro ntes, al sur pero en el interi or. 2.3.3. Amuq
Lo s asentamiento s costeros. E l yacimiento cstá ubicado en una llanura interior ju nto al río O rontcs, y no
En las dos primeras zona s será un factor fun dam ent al la relación con tierras lejos de la costa. Debió de ser un lugar de referencia para ru tas que, a través del
cu ltivables . Debi eron existir ce ntros urb an os relevante s,. con asc ntaml e n~o s desier to sirio septentrional, a1canzan el Mediterrá neo . Hay desde el Neolítico,
suces ivos y co ntin uos y construcc iones de carácter colec tivo que contro lan an en torno al 6000 a.C, en es ta llanu ra, un po blamiento continuo, y el pob lado
a o tro s pequ eños de su entorno. En la llanura de Amuq se han l oc aliza~lo en ofrece cerámicas polícromas durante todo el IV mileni o a.C ¿ con pruebas de con-
un área de 500 Km' cerca de 200 yac imicntos, en gc neral en terrenos ag l lcolas lacta s hacia el norte, el valle del Orontcs y la costa. Se observa un gran desarro llo
mu y fértiles. agríco la y una disminución del uso de la obsidia na e increm ent o del sílcx y otras
materias locales, lo que ha hecho pen sar en un men or contacto con An ato lia ,

2.3.1. Ugarit
2.4. Palestina
El yacimiento de Ugarit situado en la costa medite rrá nea al norte de ~ iria
ce rca de la ci udad actual de La takia, pro porcron a niveles desde un neol ítico E l Ca lco lítico en es ta zona tien e un desarroll o cultural bastant e rápido aso-
precerámi co , con un o del Calcolítico anti gu o de pnncipios de v mil en io a:c. , ciado a un crec imiento de mo gráfico en una regió n de recu rsos alimen ticios no
al qu e sig ue n otros do s con fortifi cacioncs de piedra s for mando un ap meJo m uy abunda ntes si exceptuamos las region es férti les ocupadas en e l Ne olítico.
curv o de bloques grandes , qu e aba rca rán casi tod o ,el mil eni o. L~s ,ceramlcas La gran variedad medi oam bient al va desde zo nas árida s y semiáridas , inclu so
son pint ada s en marr ón oscuro co n motivos geome tncos , y llegaran hasta el desértica s, a otras como e l valle de l Jordán, y alg uno s oa sis, y e l co ntro l del
valle del Oro ntes, agua debió de se r funda me ntal. Ag ricultores y ganade ro s ocuparon desde
Un incendio debi ó destruir la población a mediad os del IV m!leni 0_ a.c. y me diados dcl v mil eni o a .c. , valle s, oasis y fuen tes, es tablec iéndose ta nto en
tra s un hiatu s apa recen otras dos fases que rcpresentan e l C a}co lltlco t~nal ~n cuevas como al aire libre, pero también ex istiero n poblacio nes se minómadas
es te yacimiento, y que ponen de manifi esto una corta tran sicion con cela.mlcas y de pastores de ovicápridos en régi men de tra nshuman cia. El análisi s de la
de engobe rojizo , y de nu evo las pintadas. Hay un au me nto slgl1l fic~tlVO de fauna ha permitido establece r una teoría sobre las diferentes bases alime nticia s
bóv idos y ap arecen de nu evo los interc ambios co n obs ldlana, y obj et os de que pudieron satisfacer las necesidad es de estos grupos:
cobre . Lo s contactos parecen ev ide nciarse con el norte y con el area palestma , Pastoreo de ovicrápido s al norte del Neg uev.
lo qu e hace pcn sar qu e Ugarit fuer a e l incipiente centro come rcia l cos tero que
será dura nte la E dad del Bro nce . Gran presencia de bóvidos en los yac im ientos cos teros.

148 PREHISTORIA [1
TEMA 5. GÉNESIS Y DESARROLLO DE LAS SOCIEDADES COM PLEJAS: EL cALcoLfnco... 149
La indu stria líti ca
Cerdos y bó vidos en proporciones altas ~ue parecen indicar un régimen tallad a está constituida
mi xto de gra nja , que será el m ás extendido. por hoj itas de do rso ,
Esta fauna puede asociarse a una agric ultura co n cultivo de cebada, trigo perforadores y raspa-
y lentejas en terrenos alu viales, y en ocasiones ha y algunos árboles frutales. dores en abanico, y la
También aparece n animales es tabulados o semies tabulados co mo el ce rdo. piedra pulimen tada
po r hach as y gubias;
en cerámi ca ha y unos
recipient es denomina-
do s mantequ er as con
2.4.1. Gassuliense
asas de orejeta, gran-
Durante la etapa inicial del Ca1colítico será el Gass~liense el periodo má s de s pithoi de alm ace -
representativo qu e se documenta en el yacmuento epommo de Tell~l lat-el­ nam iento decorados
Gassul , en Jordania con una co ntinuidad de casi un milenio (fig. 10). Las cas as co n apli caciones plás-
es tán construidas con zócalos de piedra y muros ~: adobe y tapial, y sus ~Iantas tica s de figuras hum a-
son trapezoidales y rectangulares, co n dec~raclOn de fre sco s en las paredes na s, vasos con pie y
interiores, de motivos geométr ico s y naturalistas. No hay re~~to algu~o de for- recip ient es con forma
Figura 11. Cerá mica Gassuliense ,
tifi ca ci ón y existe n también algunas agrupac IOnes de caba~as de pl anta oval de cucurucho (fig, 11).
semiexcavadas, y silos excavados en el suelo. Los enterramie ntos se hacen en
cueva dentro de urnas cerámicas en forma de casas decoradas con motlv? s
geomé tricos, y también en urn as zoomorfas. Existe en Azor, cerca de Tel AVlv,
un hipogeo artifici al con una cámara alargada y un nicho en la cabecera, y 2.4.2. Beersheba
escalera de en trada.
En la zona de Beersheba se han exc avado vario s asent amientos di stintos
de los Gassulienses. Son cámaras subterráneas excavadas en el loess a las que
se accedía por una rampa, a las que una vez derruidas se superponen casas
ovales de piedra y adobe, y posteriormente ca sas rec tangulares . Parec e haber
una "es pecialización" artesanal en los pob lado s: cobre en Abu Ma tar y piedra
en Safadi, y en una fase de co nso lidac ión aparecen poblados permanent es co n
un núm ero de ca sas entre quince y cinc uenta, co mpartime ntadas y de form a
alargada, en los alto s del Golán , sur de l valle del Jordán y Mar Mu erto, y el
Neg uev septentrional, m ientra s que en la zona cos tera meridional ex iste una
pob lación más dispersa, probablem ente semin órn ada, que rea liza en terramien-
tos co lect ivos , tal vez osarios de gr upo s famili ares, en cueva s naturales. El
poblado de Abu Hamid, sur del valle del Jo rdán , tiene ca sas de planta rec tan -
.. gular con pared es de adobe sobre zócalo s de piedra y alm acen es con grandes
jarras de almace namie nto y en él se han identificado áreas de trab ajo diferen-
o
ciadas para cerami stas.

8-
No parece existir comp lejidad soc ial en el Ca1colítico palestino, y se con s-
tata la impor tancia de los substratos locales y la indepen denc ia de las dive rsa s
área s, así como la escase z de productos exóticos y también del cobre, que apa-
o 'o '" rece generalmente en adornos. Sa lvo el caso de la Cueva del Tesoro, ubicada
en e l va lle de Mishrnar, a 10 km de Engedi , con un depósito de más de 400
objetos, la ma yoría de cobre, la metalurgia de este min eral no fue una actividad
Figura 10. Planta de Tell Ghassul , .Iordania.

TEM A5. GÉNESISYDESARROLLO DE LAS SOCIEDADES COMPLEJAS: EL CALCOLÍTICO... 151


150 PREHISTORIA II
important e . Lo s dato s proporcionados por el yacim iento de Sh iqmi m apo rtan Los asentamientos de este periodo son pequeñas aldeas, ubicad as cerca de
información sobre es ta actividad, y sobre la pro ced en cia del m ineral, en es te líos, de cabañas de planta e líptica co nstruida s co n ado be, y e l rito funerario es
caso a más de 100 km de distan ci a, en Transjorda nia. Lo s p~-oc e s o s ':e
tr~n s­
formación eran dom ésticos, constituyendo un a act ividad mas entre las habi -
la inhumación , frec uenteme nte colect iva, co n ajuares q ue incluyen cuchillos de
ti lo curvo y punta s de flecha y de lan za, en sílex; paleta s de piza rra, y figur illas
tua les de cada grupo fa miliar. en barro y en marfil, femen inas y masculin as. La agricultura y la ganadería son
la base alime ntic ia, y apenas tenemos indicios de relaciones con el exterior. La
Menció n apa rte merece el recint o de Enged i, oa sis situado al oeste de l lY1a.r cerámica, que sustituye a la badarien sc poco a poco , es de ba rniz rojo, pintada
M uerto cc rca de Ma sada , co nside rado un rccmto sagrado qu e pudo cumplir la en blanco con motivos geo métricos y también zoomorfos y antropomorfos. Otros
fun ci ón de aglutinami ent o que cn otras zo nas tien en los g randes pobl ad~s : ~s yacimientos representativos del peri odo son: El Amrah , Aby dos y E ma m ich,
un recinto m ás o meno s rectangular co n entradas co ntroladas y dos consu uc-
c ioncs cubiertas co n un po zo central en el es pacio abi erto, en el que se han
rec ogi do ofrendas variadas , algunas de ellasf rag me ntos de vasos de alabastro ,
que hacen pen sar en un a pro ced en cia egrpcra. 2.5.2. Gerzeense
Lo s momentos final es del Calcolítico es tán represent ados por e l yac imiento
de Tell-el-Fara ' ah, al sur de G aza , que apen as ofrece diferen cias, en lo qu e ~c En torn o al 3300 a.e. y hasta fin ales del mil enio, se desarro lla el periodo
refiere a los asentamientos, con respe cto a los ant eri ores, pero con una cera- ele Naqada " o Ge rzee nse, que continúa la fase ant eri or, pero con aportac iones
mi ca bruñida roja y gris. nuevas. Existe una técni ca met alúrgica ya do cum entada con alfileres co n cabe-
za de bucle , hachas, alg unos puñales y alabardas, fabricad os en mold es, y
com ienzan a aparecer obj eto s en oro y plat a elaborados en min eral es proce-
dentes del Sinaí. La tall a del sílex es mu y perfeccionada co n ret oqu e bifacial
2.5. Valle del Nilo cubriente y e l árca cn la qu e se desarrolla es ta cult ura tien e como ce ntro el
valle alt o y medi o del río , pero co n una ex pa nsión septentrio na l.
Los poblados son ya más grandes , con casas de planta rectangul ar y alg una
2.5.1. Cultura de Naqada o Nagada (Eg ip to) elíptica cons truidas a base de ladrillos sin cocer y con techos de madera, y no
parecen ex istir, por lo ge ne ral, sis temas de
El Ca lco líti co en e l valle del N ilo fortificación , aunq ue ha y resto s de lo qu e
co m ienz a con la C ultura de Na qada , pudo se r una muralla en N ube t. Es mu y
con una s fechas entre el 3800 a.e. yel po sible qu e se co noc ieran las técni ca s para
3300 a .e. , y deri vado su nombre de sanear terreno s pantanoso s y los sistemas ~
varios yac imientos fun erarios encontra- de irri ga ci ón.
do s a final es del siglo XIX ce rca de la
Los enterramientos son indi vidu ales en
población epó nim a. Esta cultura, tambi én
fosa , gene ra lme nte de form a rec tang ular, y
conoc ida como Am raticnse , ser á la que
cubiertas de un a techumbre dc ramas y
desarrolla la fundición del cobre, aunque
arena , y los a juares ofre cen diferen cias ev i-
ya al final de la facies más anti gua del
dentes que hacen pen sar en una clase prcd o-
periodo. Se pen só en un ongen ex terno,
minantc , tal vez sacerdo tal, que co ntrolaría
una invasión de ge ntes llegadas del sur
la producc ión agrícola y ga nade ra, el reparto
qu e se supe rpusieron a Jos gru pos del
de los excede ntes y las rutas co merciales.
Neolítico final Badariense, y así 10parece
en algunos yac imientos, pero en otros La ce rám ica es tá decorada con motivo s
ha y claros indicio s de continuidad cultu- geo mé tricos (fig . 13), naturali sta s y antro -
ral, en los lugares de asentamiento y en pomorfos, entre estos últi mos la cabeza de
la perduración de las ce rámicas Bada- vaca de Hator; y en algunos rec ip ientes Figura 13. Cerámica Gerzecnse,
Figura 12. Cerám ica de la Cultura
de Naqada, Egipto.
rien ses al comienzo de Naqada (fig , 12). apa recen m arca s de propied ad . Tambié n Egipto.

15 2 PREH ISTORIA II TEMA 5. GF.NESISy DESt.RROLLO DE LAS SOCIEDA DES COMPLEJAS : ELCALCOLÍTlCO... 153
hay vasos de alabastro, paletas de pizarr a pisciform es, brazaletes de lapislázuli,
figurill as de toros, am uletos, y es tatuillas fem eninas en terracota. Es evide nte
la existenc ia de un comercio de minerales y metal es, así como de obj etos exó-
tico s que prueban relaciones a larga distancia a través de las rutas caravaneras :
ob sidiana del Egeo y cilindros-se llo mesopotámico s.
En tomo a fina les del milenio comienza el Predin ástico con la genera liza-
ción de la metalurgia del cobre, siendo la fase Maadi ense la tran sición hacia
el periodo diná stico.

2.6. Chipre

No está mu y claro el proceso cultural asociado a la apari ción de la meta-


lurgia en Chipre, aunque sí parece detectarse un crecimiento demográfico y la
ocupación de ter renos nuevos, pero con una evide nte conexión entre el Neolí-
tico fina l y e l Calcolílico antiguo reflejado en una perd uración de los tipos de
casas y sobre todo las cer ámicas. No se advierten marcad as diferen cias soc iales Figura 14. Viviendas de Kalavassos, Chipre.
ni en los pobl ados ni en las tumb as, pero se produ ce un ca mbio gradu al de los
ent erramientos individuales a los colectivos.
A partir del 3000 a.e. hay una progresiva disminución de las cerámicas
La fase Solira, con la necrópolis que le da nombre, de inhumación en fosas decoradas precedentes y un aum ento de las mon ocromas, con sideradas como
con form a de botell a y ricos ajuares, es todavía neolític a, y una transición evi- importacion es anatolias; y tran sform aciones que enlazan con el Bronce Anti-
den te la representa el yacimiento de Lemba con casas circulares de hasta 6 m de guo en el que ya hay imp orta cion es claras desde diversas zonas de la cuenca
diámetro, que son como las neo líticas con poste cen tral, pero que ahora tienen ori ental mediterránea ,. con una mod ificación de las form as de vida que a
al exterior los hogares y las áreas de trabajo. Se cultivan cereales y se crían cerdos com ienzos del 11 milenio a.e. dará lugar a las primeras ciudades for tificadas.
y ovicápridos, y el tamaño de las viviendas parece apunt ar diferen cias sociales.

3. Bibliografía (ver Tema 6)


2.6. 1. Erimi

Desde fina les del IV milenio a.e. se desarroll a la fase de Erimi que repre-
senta el Calcolítieo antiguo en yacimientos como el epónimo , pero también
en Vasilia, Sou skiou y Kalavassos este último con estruc tura s de habitación
subterráneas de entre e l 3880-3500 a.C.; y en gen eral , las casas siguen siendo
de plant a circ ular (fig . 14), Y hay figurillas de esteatita, ído los fem eninos y
otros en forma de cru z.
El Calcolítico reci ente es corto y no mu y bien conoc ido, pero sí pro liferan
los hallazgos de obje tos de cobre, perdurando los tipos cerámicos anteriores,
aunque co n la apari ción de otras bruñidas mu y brillantes. Los yacimientos más
represent ativos son Ambcl iku en donde se observa con claridad el enlace con
el Bron ce anti guo , y Philia Dr aeo s, con una cerám ica decorada con bandas
roj as o bien de engo be negro.

154 PREHISTORIA II TEMA 5. GÉNES IS YDESARROLLO DE LAS SOCIEDADES COM PLEJAS, ELcxt cot rnco.. 155
Tema 6
EL CALCOLíTICO EN EUROPA:
DIVERSIDAD GEOGRÁFICA,
CULTURAL Y CRONOLÓGICA
Ana Fernández Vega y Amparo Hernando Grande

1. ESQUEMA-RESUMEN ~
l . Introd ucción.
2 . El Sudeste europeo, Grec ia y e l Egeo.
2. 1. Calcolítico Anti guo.
2. 1. 1. Las es tepas pónti ea s.
2. 1.2. Área carpato-balc ánica.
2 . 1.3. Norte de Grec ia, las Cicladas y Creta.
2.2. Calcolítico Medio .
2.2. 1. Cultura de las Tumbas de fosa en las es tepas pónticas.
2 .2.2. Área carpato-balcániea : Usatovo, Gorodsk e, Ce rnav od,
Cotofeni, Bodrogkerestur, Bubanj -Hum y Baden.
2.3. Calcolítico Fina l.
2.3. 1. Cultura ele las se pulturas de catacumba de las es tepas pon-
ticas.
2.3.2. Área carpato- ba lcán ica: Vu eelol.
3. Europa central y las region es atlántica s.
3. 1. Calcolítieo Antig uo: Baden , Len gycl , Michelsberg y T RBK.
3.2. Ca lco lítico Me d io : C ulturas ele la cerámica de cue rdas, de las
ánforas globulares y de las ha cha s ele combate.
3.3. Calcolítieo Final : Cultura de Únc tice y Straubing.
4 . Europa nórd ica : Cultura TRBK.
5 . E l Occid ente europe o.
5. !. Nort e de Italia: Culturas ele Reme elello y Rinaldone.
5.2. Sur ele Ita lia .
5.3 . Franc ia: Se ine-O ise-Marne , Les Fe rrieres y Fontbuisses.
5.4. Islas Eo lias, Sicilia, Malta , Córceg a y Cerdeña.
5.5. Península Ibérica.
6. Bibliog rafía.

TEMA6. EL CALCüLÍTICO EN EUROPA: DI VERSIDAD GEOG RÁFICA. CULTURAL.. 157


1. Introducción rico fina l, y con una clara continuidad de población , que han sido obj eto de
per iod izaciones regionales div ersas, ligadas ca si exclu sivamente a uno O a
Los orí genes de la metalurgia euro pea se sitúan en las regiones orienta les varios yacimientos. Sin embargo, es evide nte qu e todo s ellos tienen unas carac-
del continente con fechas de l IV mi len io a.e. No hay homogeneidad cu ltural, terísticas comunes en buena parte de s us manifesta cion es cult ura les, y, por lo
aunque s í aspectos comunes, ni cronológica , sino que es te es un periodo con ge neral, las diferen cia s son solamente de algunos aspectos de la c ultura mate-
grupos diferenciados según las áreas geográficas en las que se . ~esarro ll a . Se nal , sobre todo la ce rám ica.
co nsideró durante bastante tiempo como un proceso de ac ulturac i ón procedente Tambi én se han diferenciado tres mom entos cronológicos fund ament ales:
del Ori ent e Pró ximo, pero actualmente ya está bien documentada. la autoctonía Ca 1colítico Antiguo, Medi o y Recient e, qu e son los que propondrem os como
de la metalurgia europea y del Ca1colítico balcánico , con explotaciones mui eras punto de partida en este tem a.
desde fechas anteriores a la mitad del IV mil en io a.e.
Desde el Neolí tico fina l se explota la mina de Rudna Glava, en Serbia ,
cerca de Bor, que conserva unos treinta pozos no mu y profundos y úti les mine-
ros como pico s en asta de ciervo y piedra. Por s ~ parte en Bul~ana y ~esde e l 2.1. Calcolítico A ntiguo
3700-3600 a.e. comienza la exp lotaci ón de la rmna de cal copirita de Al Bunar,
ub icada cerca de Stara Zagora, con once pozos de unos 20 m de profundidad, Se inic ia en esta s regiones con una base cultura l neolítica sobre la qu e se
Se han encontrado en ella mazas de minero, picos en asta de ciervo y en cobre , producirán a lo largo de l IV milenio a.e. transformacion es profundas qu e van
así co mo testimonios de la utilización de l sistema de frío-calor para la obten- a calJ.lblar la estructura económica y socia l de es tas gen tes, y que, s i bien en
ció n del min eral. pnnc rpio ofrecen diversidad regiona l, irán unificándose en cierto modo hac ia
el final de l periodo .
En torn o a estas ex plotac iones mineras hubo una serie de pequeños asen-
tam ient os dedi cados a la obtenc ión de pol vo de min er al que se exportaba - no
hay testimoni o de acti vidad metal úrgica local- haci a otro s centros en los que
sí se realiza es ta seg unda actividad, es decir, son ce ntros exportadores de mat e- 2.1.1. Las estepas p án ticas
ria primas.
En am bos cas os es tas minas es tá n cl aramente relacionadas con el foco E~ los terr itorios comprendido s entre las act ua les repúblicas de Uc rania y
met a lúrgico ba1cáni co : Ai B unar, co n el grupo d~ Karanovo-Gum ~lnitsa , y Kazaj is t án, las es tepas pónti cas, e l Ca lco lítico está represent ado por grupos
Rudna Gl ava con e l de Vin éa-P lo ónic. A lgo posten or es la explotac i ón de car- relac ionados con los de l Próxim o Oriente y Anato lia , pero también co n los de
bon atos y óx idos c upríferos de la región de Trans ilvania. los Ba1canes , y su cultura más represe ntativa es la de Serednijstog en Ucrania,
Podemo s establecer una división geográfica para e l contine nte e uropeo es here de ra de las culturas de fina les de l Neo lítico y co n variantes regiona les.
es ta etap a calcolítica , co n las siguientes área s: Los asentamientos son poco co nocido s, pero se co nservan restos de a lgu -
El Sudeste euro peo, Grec ia y c l Egeo . nas fosas y casas rec tangulares de peq ueño tam año semiexcavadas, ubicadas
en pro mo ntorios. Hay tam bién testimonios materia les de la existencia de posi-
Europa centra l y las reg ion es atlánticas. bles talleres artesanales.
Europa nórdica. El ritual funerario es lo qu e " unifica" a todos los gr upo s. Se trata de inhu-
El Occidente europeo. maciones indi vidu ales o colec tivas, en fosas c uadrangulares u oval es, a veces
revestidas de madera, laj as o mampostería, y en algunos ca sos, por lo ge neral
infanti les, de cañas o es teras . Los inhumados pueden aparecer flexionados o
extendidos , y también se dan casos de restos óseos incomplet os o de varios
2. El Sudeste europeo, Grecia y el Egeo cráneos eo una mi sma fosa . Co mienzan a cubrirse algunos de esto s enterra-
mientos con túmu los, y normalmente aparecen e n necrópolis ubi cadas cerca
En toda es ta región, qu e incluye las tierras situadas al norte y al sur del de cursos de agua, no siendo infrecuent e la superpos ición, de la qu e es un claro
Dan ubio desde las es tepas pónticas a los Ba1canes, se han desarrollado a part~r eje mplo la gran fosa de enterramiento co lectivo de Mariupol cn Ucrania, a ori-
de med iados del IV milenio una serie de sec uenc ias cu ltural es desde el Neolí- llas del mar Azov , con más de cien inhumaciones superpues tas en tres nive les.

158 PREHISTORIA 11 TEMA 6. ELCALCOLÍTICü EN EUROPA: DIVERS IDAD GEOGRÁACA. CULTURAL ... 159
Se trata de una es tructura rectan gular de cas i 3 0 m de l ong~tud qu e c~n~erva póntica . Karanovo es un tell b úlgaro co n treinta rúveles desde el neolítico
al unos postes de madera y tiene e l suelo c ubierto por una capa ? e arc illa con antiguo, siendo el VI el que repr esenta el Ca lcolítico inicial, y G umel nitsa
re~tos de ocre ; y en algunas sc pulturas ha y carros de made~'a, aSI comnl eplO~ está ubicado en Rumanía.
du cci ones de éstos en arcilla , y ruedas ma clzas. l;0s aju ares contlen~n colgar; Vinéa-Ploénic es la fase qu e represent a e l Calco litico antiguo en Serb ia.
tes dc concha y dientes; cuentas de concha d c nacar y de hueso, p laqu itns c.e El primero es un tell ubicado cerc a de Bc lgrado con nive les de sde e l
hueso, a veces rccortada s con fo rm a de anim ales: brazalctes en esp iral. pld- Ne olítico a la Edad de l Bronce , y Plo énic es otro tell que se localiza en
qui tas y c uentas de cobre (Iig . 1). e l sur de Serb ia, vinculado a la ex plotac ión minera de Rudna Gla va.
Sa lcuta y Gradesnica-K rivodo l: se denomina así a los grupos que ocupan

01
las reg ione s del suroes te de Rurnan ía, Bu lga ria occid ental y Macedonia.
El primero es un po blado en altura de O ltenia (Ruma nía) , y los otros
b
dos son asentamientos de Vra ca , Bul garia.
.. Cucuteni-Tripolje: representa el Calcolítico antiguo en Moldav ia (Ruma -
nía ) y Ucrania , en donde se conoce el per iodo como Tripolje, del yac i-
miento éponimo .
Tiszapolgar: grupo que ocupa regiones de Hungría, Es lovaquia y nort e
de Croacia, deri vado del Ne olítico recient e de la Cultura de Ti sza .
Asenta mi entos. En general son tell s de gran tamaño emplazados en altura
o mesetas, o bien cerca de arroyos, ríos e islas tlu viales. En ocasiones aparecen
restos de fort ificac iones y se conse rvan algun os fosos de sección en v reforza-
do s co n terraplen es y tambi én empalizadas. Las casas que pueden aparecer ali-
nead as en calle s y e n e l caso de Cucuteni en torn o a un gran es pacio central,
Figura 1. Ajua ): del cementerio de M a riupo ), Ucrania, son rectangul ares o cuadrangulares, aun que en Sa lcuta aparecen algunas ovales
(seglÍn Gimlmlas).
e irregul ares. Están construidas con postes de ma de ra y adobe y tienen una o
Por lo qu e se refiere a la cu ltura mat erial, apa rece n hoj~s largas: hachas.y do s depe nde nc ias. Vinca pueden tencr varias estancias y una centra l co n horn o
rand es puntas triangularc s en sílex; azu elas y mazas en pied ra puhm.entada, de pan.
~ en cobre, martillos y hach as p~anas,Junto co n bra zaletes, torq ues y pl<lqUltas, Se encue ntran algunos
tod o ello frut o de una met alu rgia local , edific ios de mayor tam a-
La cerám ica ofrece form as dc vasos ovoid es con fondos planos o puntia- ño, uno de ellos dc dos
gudos decorados a base de incision es, impresion es de cuerdas y de ruedecllla. plantas q ue ha hech o pen -
sa r e n un templo , y e n
El caballo salvaje vive en es tas regiOl~es y t~1 vez por es a. raz?,\ ~e dar~~ Sabatinovka (M oldav ia)
aquí los primeros intentos de domesticación de es te , qu e se usara, al Igual q ha y un edilic io qu e se ha
los bueye s, co mo annnal de tiro . considerado cultual. Tam-
bién ex isten reproduccio-
1.2~_'

·O'.
nes mu y pequeña s de san-
tuari os reali zad as sobre
2.1.2. Área carpato-ba/cúnica pies ci líndricos y ahier tas II"J!I!IIIf.
de manera qu e se ven en el
En el área carpa to-balcánica se de sarrollan una se rie de grupos culturales interi or a ltares y ba nq ue - •
4 5 6
qu e represent an es te periodo: tas. En Kolomishchina, al
El grupo cultural K aranovo VI-G umelnitsa: se desarr?lIa en un área qu~ sur del Ki ev, las casa s for - Figura 2. Depósito de Karbuna, Rumania ,
va desde la desembocad ura del Danubio hasta la Tracia griega. y la costa man un círculo en torn o a (seRIÍIl W /¡ittl e).

TEMA6. ELCA LCüLíTlCü EN EU ROPA: DIVERSIDADGEOGRÁFICA. CU LTURAL ... 161


160 PREHISTORIA II
La ee rá ~ i ca es la que ofl:ece mayores diferencias y, sin embargo , es bas-
un espac io ce ntral, y en Sa1cuta se usan a veces cuevas . En e l interior de algu - tant e ho~ogen ea la pro~lu ccl on de figu rilla s en terra cota, aunque tambi én las
nas casas hay ban co s corridos de arcilla, y en casi todas hornos y ho gares, y hay. de mannol y .~t ras piedras en Karanovo. Las más ahundantes son las fem e-
se co nse rvan también en algunos caSOS talleres artesa na les de uso familiar, runas , pero tam b i én las hay mascu linas. d? anim ales, y en mu cha menos pro-
ya sea de tejidos, sílex o hueso . porción de figuras s; ntadas y parejas, aSI como máscar as. ld olos plan os de
Hay reprcsent aciones en barro coc ido de casas co n tech os a doble vertiente hueso ex isten tambi én e n Karanovo .
y ventanas redondas, y ex isten tamhién depósito s de objetos metálicos e n los . La cerámica de Ka r~ novo se presenta co n formas de platos de borde refor-
pobl ados, entre los que cabe men cion ar los cua tro encontrados en e l tell de zado .~ecoradas por el mtenor co n motivos e n negativo de grafito pero ha
Plo énic (Prok uplje) con hachas-m artill o, c ince les, alfile res y brazaletes, así tambi én botella s con asas y vasos tipo askos con decoración impresa 'o pl'ístie:
co mo un posibl e criso l de arci lla y azuelas en una pied ra blanda (toba), y el vasos care nados y algunos zoo mo rfos. La de Vin éa-P lo énic es negra bru ñid a
de Karhuna (Rumania) con más de 400 útiles de co bre y otros tanto s cons ti- co n formas ca rena das yen Tisza po lgar hay vasos con boca cuadrangular de
tuidos por hach as de combate de piedra y márm ol, objetos de hu eso y de con- cue llo estrec ho yaltos pies p~rforad os . recipient es cilíndricos , vasos de fondo
cha (fig. 2). plano y vasos caliciformes, Pintadas con meandros y espirales bicrom as y polí-
cromas son las de Cueute- .
Enterramientos. El rito fun erario es el de inhumación individual flexio-
ni-Tripolje, con form as de
nada en fosas ubicadas en los propios tells o hien cerca de e llos , pero tambi én
vasos globulares , copas ,
aisladas, y suele haber diferencias entre los ajuares fem eninos, mascu lino s e
soportes o pie s, tapad eras
infant iles. Hay que señalar como un cas o espec ial la necrópolis de Varna en
y algunos vasos ge mina-
Bulgaria, con más de 300 tumbas, algu nas principesca s y otras que se co nsi- do s (fig . 3) . En Sa lcuta
der an "simbólicas" porqu e no tienen cuerpo sino una máscara de arci lla de ap arecen platos de borde
tamaño natoral y aj uar. Riquí simos y variados son algunos de e llos, que inclu- engrosado, vasos con do s
yen objetos de oro de procedencia orienta l y tambi én balcánica. En Gorodnica, asas y copas , con decora-
~
Ucrania hay una necrópolis con 45 sepulturas de inhum ación en fosas, en posi- ción im presa, ungul ada,
ción ala rgada. inci sa, acanalada, co n
La base económica es , en genera l, agríco la y/o ganadera. Se cultivan trigo,
lent eja s, guisantes, habas y garba nzo s, y se crían bueyes, corderos , ca bras,
pse udo bar botina y pin ta-
da s al grafito y con pintu-
'--/
menos cerdos y hay, adem ás, caba llo doméstico en Tiszapolgar. La metalurgia ra roj a y blanca. Al fina l
local está doc ume ntada en Salcuta, con fundic ión de cobre en mold es mono - del perio do se incorporan Figura 3. Cerámic a pintada.tip o Cucuteni-Trip olje,
(s eg un Dumitrescu).
valvos, y en la Cultura de Vin éa-P lo én ic y Karanovo VI-Gume lnitsa, clara- las puntilladas y cordada s.
men te relacion adas con los dos focos meta lúrgico s más tempranos de E uropa:
Rudna Glava y Ai Bunar, respectivamen te. Se e laboran hachas plana s, hachas-
escoplo, hachas con perforación transversal tipo Yidra (te ll ruma no), punzon es,
anzuelos y alfileres de cabeza en doble espiral, en los yacimientos de Karanovo 2.1.3. Norte de Grecia. las Cicladas y Creta
v t-G umelnitsa; hach as cruc iformes de doble filo en Gradesn ica y en Cuc ute-
ni-Tr ipolj e, y en ésta jun to con hach as-martillo , obtenidas por fusión y marti- , .~ l nort e de Grecia es una, ~egi ón claramente relacionada con el mund o bal-
llado en frío . Por su parte en Tiszapolgar, las hachas martillo son perforadas carneo en laetapa del Ca lco!llleo antiguo, que es muy cor ta porqu e a medi ados
y aparece n también c uentas y plaquitas redondas perforadas de cobre. Este delt ll milenio a.e. ,:sta region entra ya en la Edad de l Bronce Anti guo. La C ul-
mismo tipo de plaquitas apar ecen en oro, y adornos en este metal se conse rvan l~ra deRakhmam sUl;ede a la del Neolítico final de Dim ini y está represen -
en Krivodol . tada pOI el poblado e pornmo ubicado en Tesalia y por el tell de Peuk aki a co n
Anen de muros de.adobe c~~ basamentos de piedra y con ábside en la cabecera.
Útiles en hue so , sílex y piedra puliment ada están repres entados en todos e.pen~s tenemos informaci ón de los enterramientos, y son evidentes las rela-
los grupos , predominando en piedra tallada las hojas mu y largas, las punt as dco bi con el Egeo , Macedoni a y Grecia central. Es muy escasa la presencia
triangulare s, las hachas y núcl eos. En piedr a pu liment ada los útiles más fre- e .~ bJ~ ~~s de cobre y de or?, hay las ya c onoc idas figuritas de terr acota, y la
cue ntes son las hachas y las azadas y en hueso hay pun zones, agujas y espátu- cera nu ca es pint ada despues de la cocción en rojo , am arill o o blan co sobre
las. En algunos yacimientos ha y obsidiana procedent e de Me los.

TEMA 6. EL CALCüLíTICü EN EUROPA: DIVERSIDAD GEOGRÁFICA. CULTURAL ... 163


162 PREHISTOR IA n
fond o oscuro , pero ta mbién las hay mon ocrom as roj as o marrones y con deco- En Crimea se pintan o
ració n plástica. se graban las laj as de pie-
dra de algunas de las tum-
La s Cícl adas conocen los primeros objeto s de cobre en co ntextos del Ne o- bas, y ente los ajuares hay
lítico recie nte del qu e pasa n a las primeras fases del Ciclá dico Antiguo a hachas de combate de pie-
com ienzos de l ui m ilenio a.C; y en Creta los primeros utensilios de met~ 1 d~l dra pulime ntada y puntas
Neo lítico reciente dan pa so a final es dcl iv milenio a.c. a una fase de transicion de lanza de cobre, y en e l
al M ino ico ant iguo. Cá ucaso, la cultura m ás
representativa se denom i-
na M a ikop por e l yac i-
miento epónimo, qu e es
2.2. Calcolitico Medio una se pultura co nstituida
por una cá ma ra rec tangu-
lar de madera con otra s
2.2.1. Cultura de las Tumbas de fo sa do s más pequeñas, cubier-
ta por uo túm ulo de d ie z
En las regiones de las estepa s pón tica s se ge neraliza la C ultura de las Tum- m 2 de altura rod eado de
bas de fosa, aunque su ori gen , discutid o, está en el Ca lcolítico an tiguo entre e l piedr as, ubicada ea Geor-
Va lga y los Urales, difundi éndose desde allí hac ia el oe ste, y ocu pando las g ia. El sue lo es de guija - Figura 5. Elementos metálicos del Kurgande Maikop ,
regiones geográficas que van desde los Urales a la desem bo.c adura de l Danu- rros con ocre rojo y sobre (según Piggot).
bio, co n grupos region ales diversos pero con el ritu al funerario como eleme nto él se depositó un inhuma-
unifi cador. Se tra ta de inhumaci on es indivi dua les bajo túmulo o K Ul'Sanes, ~o con un riqu ísim o a j uar: un vaso y anill os de oro y plata, vasos de pied ra,
nombre ruso q ue denomina los túmul os, generalmente rode~dos por un c írculo útiles de cobre y de pied ra , adorno s, figuras de bueyes en oro y plata, ce rám ica
de piedr as qu e cubre n una o do s inhumaciones en grandes tosas cuadra ngula- y tejido s con diseños mu y elaborados (fig . 5) . En cada una de las otra s do s
res u ovales co n los laterale s revestidos por tablon es de m,adcra o laJ ~s dc pie- cámaras hay un inhumado con vasos y ado rnos de cobre, e inclu so fuera de
dr a , de entre 2 y 4 m' , aunque hay algunos casos de ma s de 10m (Iig. 4) . las cámaras se ~nc ue n tra otra inhumac ió n. Parece una verdadera tumba prin -
Con fre cuencia lo s restos cipesca. Tambi én existen algunas sepulturas de piedra y de madera con cubier-
óseos aparecen colorea- tas a dobl e vertiente.
dos con ocre o yes o, y en
las tumbas más importan- Los pob lados están situados en lugares estratégicos co n defen sas natu ra-
tes apa recen carro s o rue- les: y forti ficados en la mayor ía de los casos y en ello s aparecen talleres de
da s m aci zas o bien ma- ac tividades ar tesan ales, e ntre las qu e se enc uentra una metalurgia local con
qu etas de éstos en arcilla , hachas p lanas y de c ubo, puñales de len güeta, cince les y pun zon es. La base
y en oc as ione s estela s econ ómica fundamen tal era la cría de ga nado, caballos cn gran med ida, y la
agn cultura.
antro pomorfas. Son claras
las diferenci as de aj uares,
en los q ue aparece n ca si
siem pre re stos óseos de
bueye s, co rde ro s y ca ba- 2.2.2. Área carpa/o-balcánica
llos, j unto con ado rno s,
armas y útiles, entre ellos En el área carpa to-balcánica Usa tovo (Odes sa, Ucrania) y Gorodske (Mol-
z objeto s pa ra la ac tiv idad davia ) represe ntan el Calcolítico medio de es ta zona, mient ras qu e Cerna vod ií
met alúrgica, qu e dan tes- (Dobrudj a) qu e co ntinúa la de G umeln itsa y C otofeni (Otenia) que sustituye
Figura 4. Sepulturas de f osa y cista de la Cultura timonio de la existe ncia a Salcuta, son los dos gru pos culturales de este periodo en Rumanía y Bodrog-
de las Tumbas de f osa (seg ún Piotrovsky ). de ésta. kerest u r lo es en Tokaj (Hungría). Por su parte, Bubanj -Hum se rá el peri od o

164 PREHtSTORIA ti TEMA 6. EL CALcoLÍTlCO EN EUROPA: DIVERSIDAD GEOGRÁf ICA. CULTU RAL ... 165
servio de es ta etapa y Iladen tiene su desarrollo en e l sur de Poloni a, Es lova-
qui a, Hon gría y zona de Ruma nía, llegando a Austri a, de cuyo yacim iento epó- puñales de lengüeta, azadas, escoplos, cince les. punzones y hachas cruciformes
nim o der iva su nombre. Su origen es discu tido , y se cree que se trata de colonos (~e (~os filos en Bodrogkcrestur. Los adamas más comunes son las cuentas de
collar en hueso, arci lla, co ncha y co bre. en e l que tambi én se e laboran anillos
procede ntes de Ana tolia occ idental y que llegaron a Austria.
cn espiral. Comunes a casi todos lo s grupo s cu lturales son las figuritas de terra-
"Esta etapa es la del apo geo de la meta lurgia de l cobre e n las regiones bún - cota. pOI lo general antropomorfa s. aunque e n Cotofeni las hay además de
garas, es lovacas y croa tas , y aunque aún no han ap arec ido yac imientos de animales, rueda s y "anclas". estas últim as con un claro parec ido a l as de Troya
min eral ex plotados en esa etapa , sí ex isten análisis que ind ican la procedencia y en Baden maq ueta s de carros. e ,

eslovaca y de los mo ntes de Transilvan ia.


. . La ce rámica es la que siempre pre sen ta una mayor variedad. Pintadas en
Asen ta mientos. Se ubican , por lo ge neral, en lugares de difí cil acceso con IOJO y negro e impresas co rdad as las hay en Usato vo; lisas. pintadas en rojo e
de fensas naturales: alturas, mesetas. y tambi én en terrazas e islas fluviales. y imp resas ~o.n ruedccIlla so n las de Gorodskc, mientras que en Bubanj-Hum
conse rvan alguno s restos de fortificaciones y de fosos. Esporád icam en te se apate~en, las rmpresas y contadas, y en Cemavodii son oscuras bruñ idas con
ocupan algunas c ueva s, y las casas son rectangu lares, a veces de dos hab ita- d~~ol acio n acana lada, mcrsa, Impresa con digitaciones y con decoraci ón plás-
ciones, y cuadrang ulares; ovales y redondas las hay excl usivame nte en Coto- tica. ~n tazas de asa de cm ta, vasos co n asas tone lifonnes, esc udillas y grandes
fcni, dond e adem ás pueden estar serniexcavadas. Están construidas co n cimien- recrpi enres d c almacenamient o. Aca nalada, incisa, puntill ada y cord ada es la
tos de pied ra y a lzado s de tapi al. aunque las hay de arcilla, y en el caso de de Cotofen~: y en Bodrogkerestur apare cen lecheras, copas y recipientes con
Cern avodá co n pared es en lucid as por e l interior. Hogares y hornos son las dos asas: lisas, puntilladas, acana ladas e morsas y Con incrustaciones de pastas.
estructuras más ca racterísticas de los interiores y en Bodro gkerestur hay depó- 7~ de Baden nen e Cop~1S de altas asas co n band as puntillada s, y otros vasos
sitos de objetos de cobre de sílex y de obsidia na. En el po blado de Vuéedol grandes acana lados, inCISOS y puntillados. Husos de telar y lecheras complctan
(Croacia) de la C ultur a de Baden hay dos edific ios absidales, ono de ellos con este apartado. ' e

dos dependencia s y on hogar en cada una de e llas. con moros de madera y sue-
los cubiertos por una capa de arcilla .
En terr a m ientos. El rito es de inhu mación ind ividual flexionada , en fosas 2.3. Calcolítico Filial
simples reves tidas con mad era o pied ras, y cubiertas por un túmulo rodea do
de un círculo de piedras, aun que tam bién hay algunas sepulturas plan as. algu -
nas " simbólicas ", y escas ísimas incineracion es. Hay necrópolis de más de 60
.~e han p lanteado hipótesis sobre su origen: los que lo consideran una evo-
luci ón a utoc to na o bie n el resultado de migraciones de Europa Ce ntral los
inhumacione s como las de Usatovo, mientras que otras so n pequeña s con no Baleanes o el Cauc áso. ' .
má s de 20 sepulturas. Hay ocasion es en las q ue se cubren los huesos de ocre.
y tambi én estelas funer arias con representaciones humanas y de anima les. Por
lo que se refie re a los aju ares, se advierten disparidades que indican una dife-
renciación social. en algunos cas os. y se componen de cerámica, figurillas de 2.3. 1. Cultura de las sepulturas
terracota y útiles. Los objeto s de cobre y las hachas de comba te sue len aparecer de catacumbas
c n las sepulturas más ricas. En Badcn hay resto s óseos de bueyes, cerdos. cier-
vos y pcrros en las inhumacion es y tambi én tumb as co lectivas y necrópol is de
incineración en urn as. La Cultura de las se p ulturas de
c~tac.u m ba representa en las estepas
Por lo ge nera l la base económica fundam ental es la cría de ganado y la pon h cas esta e tapa y el comienzo de
agricultura. En Cernavod á se documenta el pastoreo de bueyes como actividad la Eda d de l Bron ce , oc upa ndo una
princi pal, pero tambi én hay much os caballos, ce rdos, ca bra s y ovejas, y en parte del área en la que se desarrolló
Bodrogker estu r hubo un ac tivo co merc io y una metalurgia loca l de un alto la an terior C ultura de las Tu mbas ele '. ' . I ·.~.: ';
nivel técnico. De la Cultura de Baden pro cede un silo con trigo y hay testim o- fosa que perdura hasta la Eda d del
nios de ac tividad cinegética y pesquera. Bronce en algunas reg iones. Parece
tener su origen en el Cá ucaso y, de
La cultura material ofrece utillaje de sílex. hueso y asta de ciervo. y en
nuevo, es e l ritua l funerario el q ue Figura 6. Sepultura de catacum ba
piedra puliment ada hay hachas de combate. El co bre aparece en hachas planas,
define este periodo. Las tumb as SOIl (según Piotro vsky i.

166 PREHtSTORIA Jt
TEMA 6. EL CALCOI.ÍTICO EN EUROPA: DIVERSIDAD GEOGRÁFICA. CU LTURAL ... 167
cavidadcs excavadas en el suelo con el acceso formado por un pasa~izo vertical 2.3 .2. Arca carpato-balc ánica
estrecho de hasta 4 m de largo, con uno o varios peldaños. La camara es de
planta oval (catacumba), y en ocasiones con nichos laterales y.con frecuencia En el área carputo-balc ánica se impone la Cultura de la cerámica de cuerdas
está revestida con cañas, esteras o madera. La entrada se cieira con picdi as y y el grupo anterior de Usatovo es reemplazado por la Cultura de las tumbas de
se cubre con una estructura tumular, generalmente poco elevada, y que tapa ca tacumba. El periodo final del Calcolítico ruma no está muy influenciado por
varias sepulturas, y en ella se inhuman, normalmente t lcxionados, uno, dos o la cultura póntica de las Tumbas de Fosa, destacando sus necrópolis tumulares
varios individuos (fig. 6). con grandes sepulturas constituidas por una fosa principal y varias secundarias,
con revestimentos de madera y cañas y restos de bueyes y caballos.
Las necrópolis suelen estar ubicadas en las terrazas altas de los ríos ~ tam-
bién hay en ellas sepulturas planas en fosas O en cámaras de piedra. Los ajuares En las orillas del Danubio está ubicado el poblado de Vué edol que da nom-
están integrados por recipi entes cerámicos c~ n . fondo. p~an o '~ CI SO.S ~ .con bre a la cultura que sigue a Baden de la que procede en Hungría y Croacia,
impresiones de cuerdas, y copas "quemadores ; útiles !JtJCOS y osea s, h~chas pero con elementos nuevos como la cerámica. Los poblados ofrecen ya una
de combate de piedra pulimentada y objetos de cobre: hachas de cubo, punales, disposición "jerárquica", con las casas más imperantes aisladas de las otras.
cuchillos, pun zones Ypuntas de lanza. A esto se suman adornos en hueso, En el de Vu éedo l hay una tipo megaron de casi 16 x 10 m' asociada a un taller
cob re, oro y plata, porcelana y conchas, en forma de cuentas de collar, ~olga~,­ me talúrgico con hornos para la fusión de cobre, y restos de escorias y un
tes, pendientes y alfileres de cabeza curva, sobre todo en las sepulturas n.cas . mo lde. Practican ambos ritos sepulcrales: inhumación e incineración y hay
Son frecuentes los restos óseos de bueyes, caballos, ovejas y cabras, y en algu- sepulturas principescas con restos óseos de caballos.
nas sepulturas aparecen restos de carro (fig. 7). La cerámica es negra, bruñida, de buena calidad y con originales formas:
tazas carenadas con asas de cinta, vasos "quemadores", copitas de pie crucifor-
me y vasos zoomorfos, aunque también hay cuencos, escudillas y copas. La
decoración, que suele cubrir los recipientes, es incisa, impresa y puntillada, aca-
nalada con motivos geométricos y, por 10 general, con incrustaciones de pasta.
En arcilla cocida hay ruedas y peq ueños altares, y existe una industria variada
en asta de ciervo, así como hachas de combate de piedra pulimentada, y en
cobre hachas planas con perforación transversal, hachas de cubo y adornos.

3. E uropa central y las regiones atlánticas

El Ca lcolítico comienza en estas regiones como un proceso de cierto con-


tinuismo con respecto al neolítico reciente pero con aportaciones externas que
llegan del sudeste continental. Las innovaciones fundamentales están relacio-
nadas con la agricultura y la ganadería, incidiendo claramente en las transfor-
maciones que se producen en ambas y que, a su vez, darán lugar al inicio del
desarrollo de una complejidad social evidente. Sin embargo, la metalurgia del
cobre no se generalizará hasta casi finales de este periodo .

Figura 7. Tumba de carro (se¡: tÍn Piggor).

3.1. Calcolltico A ntiguo


Los poblados se conocen poco, pero sí sabemos que se ubica~ en lugares
de fácil defensa a veces con fosos y empali zadas, y la base econormca mejor
docume ntada e; la cría de animales, aunque también tuvieron agricultura, y Las culturas más represen tativas en estas regiones son: Baden, ya men-
cionada en las páginas dedicada s al sudeste europeo, porque ocu pa desde
bay objetos que son fruto de intercambios.

TEMA 6. ELCALCOLÍTICO EN EUROPA: DIVERSIDAD GEOGRÁFICA. CU LTURAL oo . 169


168 PREHlSTORtA 11
Hungría y el sur de Poloni a hasta Austria, lugar del yacim iento epónimo q ue
le da nombre. En el momento de mayor expansión llegará hasta las costas bál-
ticas, imponiénd ose a los grupos TRBK o Cultura de los vasos en embudo,
del Neolítico fina l y el Ca lcolítico antiguo . Lengyel es un pob lado ubicado
en To lna (Hun gría) que da nombre a una cultura neolít ica y tambi én del Ca l-
colítico antiguo que llega desde el este austriaco al sur de Po lonia. De hech o,
en este poblado se superponen los nive les de ambas etapas. Tamb ién la Cu l- A
tura de Michelsberg (Alemania) es neolíti ca, aunque tiene una fase Calco lí-
tica que se desarro lla en el territorio comprendido entre Bohe mia y Bélgica,
y Sui za y norte de Alemania. La Cultura de TRBK o Cultura de los vasos con I )
boca de embudo, tiene ona fase de transición al Calco lítico antiguo en Europa
central que se extiende a territorios del norte y que introduce los obje tos de
co bre, pero no la metalurgia . Existen otros grupos como el de Gatersleben ,
en la región alemana del Saa le, al oes te de l Elba, continuado r de Rossen y
muy influenciad o por Len gyel, o el de Baalberge en Bernbu rg, Sajonia, en
las regiones orientales de A lemania, que parece tener una evolución indígen a
con elementos de TRBK.
Asentamientos. La tendencia generalizada es una ubicaci ón defen siva en
altura con sistemas de fortificación , fundamenta lmente fosos, y en ocasiones
terraplenes y/o empalizadas. En la Cultura de Baden el poblamiento es disperso
y poco estable pero también existen asentamientos en altura como los descritos,
y se usan cueva s, y en Lengye l hay poblados en llanura con empa lizada s, ade-
más de los de altura. Se conoce n representaciones de casas con techos a do ble
vertiente, y éstas suele n ser rectangulares o trapezoid ales, aunque las hay ova-
les en TRBK y en Baalberge y absidales en esta última , en oca siones compar-
timentad as. Se construyen a base de postes de madera y a veces con cimient os
de piedra. En Branc, yac imiento represent ativo de Lengyel hay una edificación
grande con otras cuatro asoc iadas y entre éstas y el río diecisie te sepulturas
(fig. 8); en la Cultura de Baden , silos, y depósitos en Lengyel y TRBK.
Ente r ra mient os . El rito fundamental es el de inhumación, aunque existen Figura 8. Asentamiento de Bramode la Cultura de Lengyel.
alguna s incineraciones. Dentro de esta homogeneidad , hay una gran variedad
formal : múltipl es son los de Michelsbcrg , mient ras que en Baalbergc comien-
zan con inhumaciones flexionadas en fosas pero, poco a poco, llegan las pri- La base económica . Agricullura y ganadería son las bases fundamenla les
me ras tumbas bajo túmulo, como el que da nombre a la cultura , con uno o de subs¡st:~cla. Lo~ cerea l,es y la cría de ovejas, cerdos, bóvidos y caballos,
varios inhumados en fosas o cámaras de piedra , y existen también inhumacio- JUl~t? Con caza y pes~a, seran las actividades bás icas, pero también hay ex 10-
nes de cráneos . Lengyel , además de las inhu maciones individo ales en fosa, raci ón de rmnas de sílex (Le ngye l) y en las áreas de los TRB K
mas u . . .
~I .
, y en estas u n-
tienc enterramientos colectivos en pozos, y en Baden se mezclan las grandes . .I~ comercio muy activo a tra v és de medios terre stres (carros de 4 rueda s)
necrópolis de inhumación individual con restos óseos de perros, ciervos, cerdo s y mallllJ~ Os (pirag uas), con lingot es de cobre importados y usad os para la
y bueyes en los enterramientos , co n sepulturas de inhumación colec tiva en metalurgia local. e

pozos, cenotafios o tumb as sin inhumados, así como algun as necr ópoli s de
incineración cn urnas. Los TRBK entierr an en fosas simples con restos de ocre, La cultu ra ~la terial ofrece útiles de sílex, es pec ialme nte en las zonas
inhumaciones individuales o dobl es, recubi ertas de piedra o madera , apare- do~de se e~lrae este: con hachas de gran tamaño y puntas de flecha; en piedr;,
ciendo los primeros dólmenes, y otras es truct uras megalíticas. pu ¡mcnt ada,hay hacha~-maltlllo perforadas y en algunas zonas de los TRBK
aparecen al fmal del periodo hachas perforadas de doble filo sobre rocas duras,

170 PREIflSTOR IA n
TEMA 6. ELCALCoLfTICO EN EU ROPA: DIVERSIDADGEOGRÁFICA, CULTURAL ... 171
consideradas "elementos de prestigio". Hay repr esentaciones en arcill a de ído- aunque hay al~ ~.I~as cistas,de lT~ad~ra o de piedra. y en escasas zonas apa rece el
los planos y algunas figuras de animales y carros con rueda s en Baden , y los nto de mC~ler,lclon tambi én bajo tumu lo. Las formas más frecuentes de la cerá-
TR BK fabr ican adorno s en ámbar y braza letes de oro. En cuanto al cobre. las ~I.e~ son anforas que al principio tienen pié. vasos, copas y cuencos y la deco-
primeras evidencias de su uso pro ceden de Baden y Len gyel con hachas y racion se hace en el cuello o en la zona superior del galbo. Esta cultura se extien-
puñales. y ya al final del periodo aparece n crisoles. Los grupos de TRBK fabri- de desde Ucrania al este francés y desde S uiza a la Baja Sajo nia y Polonia.
can adornos: cue ntas, brazaletes, discos y tubos en espiral; azuela s y puñales.
. Apenas tenem os informaci ón de los pob lados, salvo algunos lac ustres sui-
Las cerámicas son. por lo general. punt illada s y acanaladas salvo en los zos que propOl:clonaro n materiales pero no restos construc tivos. y cs tá docu-
TRBK que varían según los momentos cronológ icos del grupo. La de Badcn mentada la agnc ultura y el pastoreo, co n objeto s de co bre y carr os de madera
es bruñida negr a con recip ientes y copas de dos asas. ánfo ras. jarras. copas de con cuatro ruedas macizas.
pie perforado y lecheras. y en Lc ngycl prcdomin an las tazas bicóni cas co n dos
asas. incisas y pu ntilladas. Los "vasos con boca de embudo" son globulares . La~ denomi nadas hachas d e co m bate son de piedra pulimentad a con per-
co n cuello alto y abierto. al principio lisos o con algunas impresione s en el 1'01 aci ón transve!'sal y represent an el Calcolítico en una buena parte del conti-
c uello. luego incisos e impresos en botellas co n "collarino" y al fina l con nente ~u ropeo (fig. 10). Las hay de diferentes formas y tam a ños seg ún las áreas
incrustaciones de pasta en las incisiones e impresiones , en copas de pie. tazas geog~'aficas y se I~terpretan como un símbolo de pres tigio y rango soc ial. Las
y cucharas. de m aJt"~ o o, d~ barco aparecen en RUSIa y el es te del Báltico. y las naviformes
son Cal3c teflstlcas del sur de Suecia. Suelen asociarse a la cerámica COI-dada
en el este y norte de Europa. a los vasos de embudo en el Báltico. a las tumbas
de fosa en Ucrania y el Bajo Danubio, y a las tumbas individu ales de Dina-
3.2. Calcolítico Medio marca. e

En las costas atlánticas durante todo este period o Gran Bretaña está en
Este es el momento de apogeo de las Cu lturas de la cerámicas de cuerdas.
un. a fase de p!emtud a med iado s del 11 milenio a.C¿ y se siguen usando las
de las ánforas globulares . y de las hachas de combate, así co mo de otros gl ~n des galen as cubiertas del Neolítico final. los sepulcros de co rredor de las
grupos regionales como el de Sa lzmünde (Sajonia. Alemania) con pequeñas
.He, br!das y las Oreadas, y los del grupo i~-Iandés de Newg range. Con una gran
necrópolis de tumbas planas y otras de cistas de piedra . y pob lados en altura acti vidad en Stonehenge. Al final del periodo hay un cierto continuismo pero
fortificado s. Relacion ada co n la Cultura de las ánforas globulares está la de
Bernburg (Sajonia. A lemania) con sepulturas de inhum ación en cámaras de
mad era e inhumaciones co lectivas cn cistas rectang ulares. El centro de origen

o~r;
de la Cultura de las ánforas globulares parece estar en Polonia. deriva de la de
la TRBK o Cultura de los vasos de embudo y se extiende desde Ucra nia al
Elba. Sabemo s muy poco de los poblado s. pero se conocen sus enterra mientos
de inhu mación individual flexionada en cistas de piedr a o fosas a veces enlo- '-.../

sadas. cas i siempre con resto s de animales. y las cerámicas que le dan el nom -
bre. So n á nfor as globulares de c uello cónico. decoradas a base de incisiones
e impresiones de cuerdas con motivos geo métric os en franjas horizont alcs.
~~Cj ~;~

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Será precisamente este tipo cerámico el que denomina una serie de grupos

G$ ~m 1
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calcolíticos europeos que tienen esa característica comú n. pero con otros ele-
mentos diferen ciadores. Es una cerámica decorada con impresiones de cuerda
antes de la cocción. y a veces con incrus taciones de pasta. que aparece general-
mente en co ntextos funerarios. sobre todo en las inbumaciones bajo túmul o.
norm alm ente de tierra. de uno o do s metros de altura y entre ocho y quince
metros de diámetro . que contienen una sepultura central. y a veces otras. ya
sean contemporáneas o posteriores y qu e en oca sion es, va acompañada de Figura 9. Cerám ica de cuerdas, Figura 10. Hachas de combate .
hachas de combate de piedra pulimentada. útiles de sílex y/o hueso (fig. 9). Los hachas de combate, y alfiler de cabeza
túmul os se rodean de piedras. empa lizada s y zanjas y las sepulturas son fosas. de martillo.

172 PREHISTORIA 11 TEMA6. EL CALCOLíTICO EN EUROPA: DIVERSIDAD GEOGRÁ FICA. CULTURAL ... 173
...
etapas, así como por la Cultura de la cerámica eon impresiones profundas
se afianzan las jefatu ras con la formación de grupo: culturales en los q~e se en el Calcolítico medio de las regiones meridionales desde las costa atlántica
produ ce la transición al Bronce Antiguo y la apancion y desarro llo de los gt u- holandesa por el oeste y Westfalia por el sur, hasta la Baja Sajonia. En el Cal-
pos campaniformes. colílico reciente se desarrolla la Cultura de las sep ult uras individuales muy
relacionada con Europa centra l.
So bre los orígenes de esta etapa calcolít ica se han propuesto teorías en
cuanto a la existencia de una colonización del norte europeo y una fusión con
3.3. Calcolítico Filial los grupos autóctonos.
El Calcolítico final será en el centro y occidente europeo ~na, fase de bas- Los asentamientos del primer periodo apenas se conocen, aunque sí sabe-
tante continuidad con grupos culturales que son ya d e transicion al BI~nce mos que sus lugares de ubicación son las costas y también las regiones conti-
Antiguo y que, en general, incorporan el vaso campam~~rme. Una de las carac- nentales. De la segunda etapa, con la misma ubicación, conservamos restos de
tcrísticus más relevantes de la etapa final del Ca1col ~t lco es precisamente el casas de planta rectangular construidas con madera, y en ocasiones, con
desarrollo, expansión y generalización por todo el continente eu~'()peodel deno.- cimie ntos de piedra. Las hay pequeñ as pero también de hasta de 85 m de lon-
minado Horizonte Campaniforme, que fueron grupo s que difundiero n un" gitud compart imentadas y parece haber restos de fosos defensivos. En el TRBK
cerámica característica en forma de campana, un lipa de enterratTIlento, una recien te sí se conservan ya fortificaciones a base de terraplen es y fosos, y las
serie de objetos metálicos, óseos, líticos.. . que se relacionan con el ajuar fune- casas tienen cimientos de piedra de manera más generalizada, añadiendo plan-
rario, y sobre todo, la metalurgia del cobre, por diferentes zonas. tas ovales a las rectan gulares existentes.
A finales del 111 milenio y como herencia de las comunidades, calcolític~s Apenas se conoce n los poblados del Calcolítico medio meridional y del
comenzó a desarrollarse en Europa una cultura que se conv,er~r!a en la m.as Calcolítico reciente,
representativa del Bronce Antiguo de la zona, la Cultura de U n~tI~e o Aunj e.- Los enterra mientos son en la primera etapa de inhumación individual o
titz, en Bohemia , Chequia donde se encuentra la localidad epomma, Ycuya
doble s, en posición alargada, en fosas y con los cadáveres coloreados de ocre
influen cia llegó a Alemani a, Austria y Polonia. y ajuares compuestos de ámbar, aJl11aS, y en algún caso un vaso ce rámico. En
Al principio, las sepulturas consistían en fosas o cistas sencillas qu~.alber­ el segundo periodo aparecen sepulturas de inhumación individual o dob le en
gab án inhumaciones individuales o dob les y solo algunas vece~ se Cubll ,~n CO~1 fosas rodeadas de piedras, o tumbas construidas con lajas de piedra o madera,
túmulos. Sus ajuares funerarios estaban formados por po~os objetos me t álico s, y comienzan los primeros dólmenes, de inhumación colectiva, y las megalíticas
la mayoría de los cuales eran todavía de cobre. Es a pa~tlr del 1900 ~.~ . , ya en de corredor y cámara, de plantas cuadrangulares, redonde adas y algunas poli-
el Bronce Antiguo, cuando esta cultura alcanza su rnaxirna exprcsion con la gonales.
aparición de las tumbas principescas. En el Calcolítico de la Cultura de la cerámica de impresiones profundas
Otra de las culturas en las que puede constatarse una ~ase de tl:ansición apenas hay variacion es, pues siguen coex istiendo sepulturas megalíticas de
entre el Calcolítico final y el Bronce Antigu~ es la de Str aubing (Bavicra, Ale- inhumació n co lectiva co n sepulturas de inhum ación individu al en fosa. La
mania), relacionada con la de Un étice . Se evidencia la tradici ón c~m pamfollne, " innovación" es que esta últimas están agrupadas en peq ueñas necrópolis y
10 más destacable son sus enterrarmentos individuales, a lgUl~os en tmajas, y que aparecen algunos sarcófagos en troncos de árbol vaciados. Los ajuares
los femeninos van acomp añados de ricos ajuares. En las necr ópolis de Franz- contienen cerámicas impresas, útiles, armas y adorn os, sobre todo de ámbar,
hausen (Alemania) se enc uentran un considerable número de tumbas pertene- y de dientes de animales perforados, y son excepcionales los discos y tubos
ciente al Ca1colítico final. en espiral de cob re y lo brazaletes de oro.
El Calcolítico reciente tiene como nota común y difercnciado ra de lo ante-
rior, los túmulos de poca altura que cubren sepulturas en pequeñas cistas de
piedra, cámaras de madera, simples fosas y sarcófagos de troncos de árbol El
4. Europa nórdica rito es de inhumación individual, muy pocas dobles, y rarísimas incineraciones.
Los túmulo s aparecen en ocasiones rodeados por postes de madera, fosos o
En estas regiones europeas, que incluyen el sur de Escal~dinavia y el norte círculos de piedras, y los ajuares incluyen hachas y cinceles de piedra, cuchillos
de Holanda, Alema nia y Polonia, el Ca1colítico antiguo esta representado POI, y puñales de sílex, adornos y recipientes cerámicos.
la Cultura de TRBK de los vasos con cuello de embudo, periodizada en tres

TEMA 6. EL CALCOLÍllCO ENEUROPA: DIVERSIDADGEOGRÁRCA. CULTURAL ... 175


174 PREHtSTORIA 11
Existen en terren os pantanosos depósitos, a veces den tro de recipie ntes cerá- orientales, po r e l crec imiento de mográfi co , el afá n ex pans ionista, y el desa -
micos, de huesos hum ano s y de anima les, de ce rámicas, de o bjeto s metálicos, y n 0 110 de un co me rcio de bien es de cons umo y objeto s de prestigio.
de éstos j unto a hach as de sílex, cuentas y plaqu itas de ámba r. En las etapas fina-
les de l Ca1colítico hay unos edific ios con ofrendas co nsiderados santuarios , y La neces idad de co ntro lar este último y las rutas de aba stec imiento darán
se co nse rvan restos de lo q ue pudiernn ser tal leres artesana les de ce ramistas. lugar, a, su ve?:. al :ncre mento de la co nfl ictividad, puesto de ma nifiesto en la
apa n cion de (o rt ifi ca c iones
La base económiea fu nd amenta l fue una ag ricultura cerea lista, en e l Cal- en los ce ntros de prnducción
coJítieo reci ente aparecen vesti gios de uso del arado, junto co n la cría de o vi- y la aparición de nuevas
cá pridos, bueyes, ce rdos y en el TRBK recient e pa rece qu e caballos do mést i- armas y técnicas bé licas.
cos. No existen minas de cobre en es tas zo nas por lo qu e tu vo qu e ex istir un
comercio que importab a los objeto s ya elaborado s y/o la ma teri a prima en lin- Las cos tas occidentales
y las islas del Med iterr áneo
go tes, y q ue pa rece estar claram ente test imon iado no sólo por la presen cia del
metal sino también por la existenc ia de carros y ba rco s de madera. E l sílex se ofrecen una info rmac ió n
bas ta nte desigual a la hora
ex plota en minas desde la seg unda etapa.
de elaborar una sí ntesis del -.
La cultu ra m ater ial. La piedra ta llada está rep resent ada por largas hach as Ca1colítico e n es tas regio-
planas y puntas de flecha, que posteri orm ente incorporan hach as de talón grue- nes, difíci les de bom ogeni-
so y mayor variedad de pu ntas de flecha: trian gu lares, fo liáce as y algunas con zar, ya q ue se desarroll an de
ped úncul o. En piedra pulimentada hay hachas-martill o perforada s, y de uno o form a bastan te inde pendien-
do s filos también perforad os en rocas duras co mo la serpe ntina, el g ranito o el te, au n cuando so n evidentes
pó rfido , q ue se co ns ideran obj eto s de prestig io. E l co bre no abunda pero sí las rel aci on es y contac tos,
ex isten puñ ales, az uelas plan as y ado rnos co mo di scos, tubos en espiral , cue n- en algu nos casos cl aram ent e
las de co llar y br aza letes. En hueso hay puntas de flech a, co mienzan a apare cer co mprobados , co mo es e l
ado rnos de oro , y en ámba r se conservan discos plan os, co lga ntes en forma de cas o del intercambi o de la
hachas de co mba te , p laq ue tas y cuen tas de co llar obsidiana.
La C erá mica co mienza siendo lisa o con escasos mo tivo s deco rativos La Penínsul a ital iana
im presos en los c uellos de los recipient es, con formas de bases pla nas, aunq ue (fig . 11), Fran cia , las islas
también hay botellas, cuencos y ánfora s. De perfil más ace ntuado so n las de l Eolias, S ic ilia, Malta, Cór-
periodo sig uiente en e l que la deco ración inc isa o impresa cubre toda la super- cega y Ccrde ña, y la Pen ín-
ficie de los vasos o buen a part e de ella, destacand o las co noc idas como " botellas sula Ibéri ca, son las áreas
co n collarino ", co n un cordó n aplicado en el cuello. Ya en la etapa recient e de geográficas qu e co mple tan
los T RB K se incorporan form as nuevas co mo las copas con pie, cucharas y tazas es ta reg ió n. Figura 11. Mapa de la Peninsula Italiana e Islas.
co n de coración incisa e impresa por todo el recipi ent e . Al final de la etapa, Cal-
co lítico reci ente , predo minan los vasos ex vasa do s de alto cuello y base plana, a
veces co n un pie anular, y mu cho menos las co pas y ánfora s. Se decor a la parte
superi or con incisiones e im pres iones de cuerdas en líneas hori zontal es. Comien- 5.1. Norte de Italia
za a ap arecer el vaso campaniform e, y hay tambi én discos en arcilla co cida.
En e l nort e de Italia aparecen en e l Ca1coJítico antiguo y se desarrollan a
lo largo del medio y el rec iente, mom ent o de apa ric ión del ca mpa nifo rme una
sen e de grupos , con fech as e ntre el 2700 y e l 1800 a.c. La C ultura de R~me~
5. El Occidente europeo d~lIo (Bresc ia) recI,be su nom bre del yacimiento ep ó nimo y se desar roll a en e l
~a lle.d~1 P~ y e l V~neto, mientras q ue la de R ina ldo ne (Viterbo), epó nima de
El nt milenio a.c. se caracteriza en el Mediterráneo po r un intenso desa- 1" necrópolis del mismo nom bre , oc upa las reg iones de la Tosca na y del Lacio.
rrollo c ultur al, consec uencia del auge de las com unicac io nes marítim as que . Los asentamientos pu eden se r al aire libre y en cuevas o abrigo s y los ente-
di fu ndi rán las novedad es de los gra nde s ce ntros c ulturales de las regio nes rrarm ento s apa rece n, por lo ge neral, ag rupado s en necrópolis, pero co n varían-

176 PREHISTORI A n TEMA 6. ELCALCüLÍltCO EN EUROPA: DI VERSIDAD GEOGRÁRCA. CULTURA L... 177
tes. Inhumación individual en fosa hay en Remedello donde también existen
esca sas inhumaciones colec tivas c n cuevas , Rinaldone ofrec e , al igual que Loira y perd ura du rant e el Bron ce Medio , amp liando su áre a ge og rá fica y
G audo (Ca mpo basso , Cam pania) , inhumaciones en hipogeos exc avados, pero c,le ando van os grupos regio na les. La ~ ota distintiva son sus se pulturas mega-
también en cuevas naturales. Por lo genera l en los aj uares hay cerámicas cn htlca~ . gl ~~des hipogeos, galerías cubierta s y excavadas, c uevas y pozos, aun-
las se pulturas femeninas y objetos dc metal en las masculinas. que tamb i én hay inhumaciones individual es en fosas aislada s y a vece s agru-
padas (fig . 12); los aj uares son a base de ce rám ica , objetos de sílex , piedra
Ex isten en Rina ldo ne mi nas locales de cobre, y Rem cde llo presenta mayor p uliment ada y co bre. Los poblados son cn llanura, cerca de los río s, de planta
variedad de objeto s de este metal con puña les dc hoj a triangular, a veces con ovalada, c lI:cular o cuadrada y rodea do s de foso s, terrap lenes y empalizadas,
ner vadura centra l, hachas p lanas, botones y algunas alabardas. En piedra talla- pe ro t~mblen los hay cn alto con defen sas naturales y fosos, como es c l caso
da hay puña les, punt as de flec ha y micro lito s y e n pied ra pul imentada hachas del eporumo, y en las regiones prea lpinas aparec en restos en turberas. El rito
de combate, y c n Rin aldone tam bién mazas perforadas y braza letes de arquero . fun erano es d~ II1humaci ól! indi vidu a l en fosas aislada s y a veces agrupadas .
Se conse rvan alfileres y co lgantes en hueso y concha y la ce rám ica es oscura Se explotan m ll1as su bterraneas de sílex y se con oce la mctal urgia del co bre
bruñida con incision es geom étric as en Remedello y cordones oca siona les en c~n crisoles de arcilla y hach as planas. Hay objetos y recipient es de madera ,
Rinal do ne, con form as de copas, platos y bote llas con asas tunel iform es en tej idos, es teras , y hach as-m aru llo de piedra pulimentada . La ce rámica es lisa
este últim o yaci miento. de recip ientes grandes, copas , vaso s tulipi form cs, bandejas y bote llas con
mam elones perforados en el borde.
En el sl!r de Francia, zona que est á integrada por la Provenza, el Langued oc
5.2. S ur de Italia yel Rosc llon, se desarrolla una etapa calco lítica en la segunda mitad del ID mi le-
~'O a.e. que supone una continuidad con respec to a los grupos dcl Neolítico
El Ca!co lítico en es tas regiones se asienta sobre la Cultura neolít ica de fi na l, pero con novedades como es la consolidación de la metal urgia del cobre.
Diana, con una gran diver sidad cultural y perduraciones de la etapa anter ior,
sobre todo en Apulia y Ca labria. Aparecen los pr imero s obje tos elaborados en
obsidiana procedente de L ípari. A mediados de l 11I milen io a.e. se desarrolla
el G ru po de Gaudo en la Campa nia con una ce r ámica de buena calidad y una
/ - .... n
cuidada metalurgia. Se conoceo poco los asent ami ent os, ubicados al aire libre ,
y los enterra mientos son en sepulturas de inhumación colec tiva excavada s en i n V~ , I
~'' I :,
las roca s, a veces aislada s y otras constituyendo necrópolis.
La ce rámica es bruñ ida y destacan las tapade ras troncocónicas deco rada s I . , I II
y los askoi en mom entos avanzados , y en sílex hay punt as de flech a. La inci-
pient e met alurgia del cobre se man ifiesta en puña les de hoj a triangul ar, pun-
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zon es y hach as con rebordes, y hay cuentas de co llar de p lata.
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En Apulia, e l Gru po de A nd r ia co mie nza co n se pultura s de inhu mación
indi vidu al pero pronto se gene raliza la inhumación co lec tiva en cuevas natu-
rales y artificiales, al igual que en la Cu ltu ra de La terza. El hábit at es disperso -. -
y en llanura, pero hay algunos co n sistemas defen sivos m ientr as quc en Laterza
perduran algunas cuevas. Hay ce rámica impresa, inc isa, pu ntillada y con cor-
do nes y mu y pocos obje tos de cobre. ¡, ij j . '"

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5.3. Francia I
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La Cultura neolíti ca de Seine-Oise- Marne repre senta una fase de transi-
ción y de ini cios de l Ca lcolítico en las regiones ubicadas entre Bélgic a y el Fig ura ~ 12. Sepulturas megalíticas: A. Galerías cubiertas de Seine-Oise-Marne
(segun Am a! y Bumez ); B. Hipogeos de la región del Mam e (seg ún Ama/). .

178 PREH ISTOR IA ti


TEMA 6. ELCALCOLÍTICO ENEU ROPA: DtVERSIDADGEOGRÁ FICA. CULTURA L... 179
Los Gru pos más representativos son e l de L es Ferrieres, en la Prov~n za , 5.4. Islas Eolias
y e l de Fon t b ou iss e en e l Langu edoc ori en tal. En ge neral s5m pobl a~l ~n es
diseminadas de agr icultores y ga nade ros , predommando es ta últim a actividad Es te archipiélago ubicado
de ovicáprido s, ce rdos y bóvidos, y en men or medida e l cultivo de ce reales. al norte de Sic ilia co n tierras
En Fontbouisse también se exp lotan min as de cobre , encontrándose un taller agr ícolas y ob sidi ana presen ta
meta lúrgico en La Gravas (H érault) y resto s de tobera s en una cue va. varias fases en la etapa calco lí-
rica , aunque la mayor pa rte de
El hábitat suele ser cn po blado s abiertos, aunque perdu ra tambi én cl de las
cuevas, co n cabañas de plan ta alargada y ova les, y cn mu y poca s ocasiones la inform ación pro ced e de la
cnn fortificac iones. Es de destacar el de Cambous (Hera ult) cun c uatro ag ru- isla de Lipar i cn la qu e hay una
paciones de 8-10 ca bañas cada una , separadas pero próximas y e l de L ébous, sec uencia desde e l Neo lítico a
en la mi sm a zona, co n mura llas y torres (fig. 13). la época romana. Las tres fases
mencionadas es tán represe nta -
Los enterram ie ntos son de inhumación colec tiva en cuevas natu rales y arti- da s por un yac im iento e póni-
ficiales, y también en dólmenes, y con ajuares de cerámica , adornos y obje tos mo ; Pia no Con te , el más anti -
líticos y de cobre. Ha y ind ustria lítica sobre lasca, puntas foliácea s y puñales guo, y desde med iados de l 111
con retoque bifaci al , útile s de cobre como puñales de lengüet a, pun zon es y mi lenio a.e. al 2 l 00 a.C. co n
adornos. La cerámica es incisa con mo tivos geométrico s y a lgunos mamelones un descenso de población y
en Les Fe rrieres (fig. 14), Y bruñida con acanaladuras en Fontbo uisse. cierta decadenci a (fi g. 15).
Piano Quartara enlaz a
cro nológ icamente co n e l an te-
rior y perdura unos 300 años,
Figura 15. Cerámica de Piano Cante,
oc upand o varias islas y con un (seg ún Berna b á Brea y Ca valier},
r~ · U ' ''. '
. .......... .. marcado carácter loca l, pero
..... ..... ' .
... ". ...... "'" con algu nos contactos con S ici lia y e l s ur de la Penínsul a ital iana. El fin al del
..... .. ...... »1 .
Caico lítico está representado por la C ultura de Ca po Graziano qu e toma s u
no mbre de l poblado ub ica do en Fi licudi (Mesin a), en una is la roco sa y qu e
representa el Bronce Antig uo y Med io en las islas, ya qu e so lamente el oivel t

~A
es Caico lítico.

S ici lia. A co mienzos del IIJ milenio a.e. aparecen los gru pos ya caicolíti-
cos co n aldeas de ca bañas circulares qu e en ocas iones se ubican en zonas e le-
vadas y que controlan los suelos ag rícolas, aunqu e perdura el h ábitat en c uevas.
Las necrópoli s son de cistas circ ulares con inhumacion es individuales flexio-
nadas, aunque tam bién aparecen algu nas sepulturas en po zo desde uno a c uatro
mhum ado s. La cerámica es pintada en negro sobre fondo rojo, con moti vos
geométricos conoc ida como cerámica de SerraferJicchio por qu e abunda en esa
fase cro nológ ica. Y es la cueva de la Chiusazza, cerca de Siracu sa uno de los
principa les yac imientos de esta etapa inicial , a la que sucede entre e l 2300 a.Ci-
2 1? O a.e. la fase den ominada de Se rraferlicchio (Agr ige nto), por el po blado
B
eporumo ubicado en altura y con cabañas ova les (fig. 16). Hay una continuidad
clara, y tampoco los cambios son muy sign ifica tivos en la fase de Ma lpasso
(E rin a) , repre sentad a por una necrópol is de cinco hipogeos de inhumaci ón
Figura 13. A. Poblado de Cam bous ; Figura 14. A. Cerámica de Les Ferri éres; colectiva con varias cá maras y acceso por un pozo. Pero será Ca laforno (Ragu-
B. Reconstrucción de lino cabaña B. Conjunto de material es de Fontbouisse, sa) el yacimiento más es pectacular constituido por 35 cá maras de inhumación
de Lebous. Fran cia . (según Amal) . colectiva en uso desde el 2000 a.e. al 1900 a.e. La etapa de transición a la

180 PREIIISTORIA II TEMA 6. EL CA LCoLfTICO EN EU ROPA: DIVERSIDAD GEOGRÁFICA. CULTURAL ... ISI
Edad del Bronce está representa- en Gozo, en do nde tambi én aparece un cementerio: Brochtorff con inhuma-
da por un poblado de llanura ubi- cio nes co lectivas en cuevas naturales am pliadas y reformadas co n grandes blo-
cado en Catanía: Sa nt' I p pó lito ques pétreos, en algun os casos de hasta 60 individuo s con aj uares y fig urillas
y seg uramente de este momento de. la diosa .madre. Los lemp los más co noc idos son Ggantija (Gozo), Hagar
soo las primeras aldea s fortifi ca- Q im y M njad ra en Ma lta (fig. 17), Yserá Hal Sa flieni el hipogeo laberíntico
das, aunque siguen usándose las más co nocido. Este último tiene cerca de 500 m' y está excavado en caliza
cuevas como lugar de habitación. blanda con acceso por la par te superior que conduce, a través de esc aleras , a
una treintena de cámaras con cerca de 7.000 inhumados a lo largo del tiemp o.
La Cultura de C on ca D'O ro, Los templos han Sido discutidos tanto en lo que se refiere a su cronología como
amplio valle muy férti l que des- a su fi~la]¡dad ,. e incluso a las razo nes de su abandono. Parece que, además de
ciend e hacia el mar, en la zo na su carácter relIgIOSO, pudieran estar relacionados con la orga nización territorial
occidental de la isla , rep resenta y los centros de poder, e inclu so se ha pensado en co mplejo s palaciales o edi-
el Calcolítico desde med iados ficios principales de poblados cuyos restos no nos han llegado por ser de mate-
del In milen io a.C, cn estas zonas riales " perecede ros". De hecho, en ocasiones, se han enco ntrado cerca de los
poco habitadas en el Neo lítico . tem plos peq ueñas ed ificacio nes de adobe y tap ial. Sus fachadas son elevadas
Se trataría de grupos co n una con 4 y 5 metros de altura y sus plantas suelen tener un co rredor central co n
pobl ación d ispersa en cuevas, cámaras a ambos lados ovales y absida les, y al final de éste -de ahí el aspecto
mu y conectada con la Cultura de de trilobulados- hay patios interiores qu e debiero n de estar cubiertos.
Di ana del Neolítico final con
se pulturas de pozo co n una o
más cá maras y rito de inhum a-
ción colectiva. Hay útiles en
obsidiana y un magnifico trabajo
por presión c n sílex local con
puña les y puntas de flecha lan-
ceoladas y de pedúnculo y aletas.
El co bre es escaso y apenas hay
algún puñal triangular y la agri-
cultura de cebada y la cría de
Figura 16. Cerámica de Serraferti cchio ,
(seg ún Bernab ó Brea ).
ovicápridos constituyen la base
alimenticia esencial.
M alla. El Calcolítico se desarrolla en esta isla a lo largo dcl III milen io
a.C,; pero ya desde finales del IV milenio a.e. hay un Neolítico fínal-Calcolítico
!
con cerámic as impresas, obsid iana de Lipari, dom esticación de perr os, ovejas,
cerdos y bueyes, y cultivo de cebada, trigo y lentejas. También es temprana la
!
introducción de la metalurgia del cobre, y la fase de inicio se denomina Zeb-
bug, aunque para algunos autores es Neolítico reciente, y se caracteriza por
,,
enterramientos en pozos, excavado s en la roca, de inhumación ind ividual, J
doble o múltiple, acompañados de fragmentos cerámicos, restos de animales
y conchas marinas a vece s perforadas. Ha y útiles de sílex local, obsidiana de
Lip ari y una cerámica bruñid a gris o negra a veces con impresiones. Destacan,
,p
además, las grandes vasijas de almacenamiento y las cucharas. o 5 10
A med iados del milenio co mienzan a aparecer los sepulcros de corr edor,
los hipogeos y los grandes temp los de planta trilobulada, tanto en Malta co mo Figura 17. Templo de Mnjadra , (seg ún Evans}.

TEMA 6. ELCALCOLíTICO EN EUROPA: DlVERSIDAD GEOGRÁFICA. CULTURAL ... 183


182 PREHtSTORIA 11
't

C árcega. El Ca lcolítico co rso es una manifestación cultural local co n per- nivel tecnológico y cultural alcanzado en la etapa final del Neo lítico, pero tam-
du raciones corno la técnica de talla del sílex, sobre todo puntas de flechas de bién a las aportacio nes de ideas y de materiales que circulan en este momen to
pedú nculo y aletas, y con relaciones con Cerdeña y el sur de la Pe nínsula ita- por todo el Mediterrá neo .
liana. Desde com ienzos el 111 milenio a.e. se conoce la metalurgia del cob re y
Si bien el m milenio a.e. se acepta, en términ os generales, para el Calco-
se elaboran objeto s de plata. lítico pen insular, se han es tablecido diversas periodizaciones internas, de las
Las prim era s aldeas ca1colíticas conviven con los hábitats en cueva, y a que consideramos la más aceptada la propu esta en dos etapas: Ca lco lítieo anti-
finales del milenio se inicia la con strucción de asenranuentos fortificados, que guo precarnpaniforme, hasta el 225 0 a.e. y Calco lítico reciente co n carn pani-
se rán el precedente de la Cu ltura Torreana , como los de Capo di Lugo y forme , hasta el 1900 a.C; mom ento del comienzo de l Bronce Anti guo ,
Monte La zzo . Los Asen ta m ientos so n al aire libre, con un abandono de las c uevas co rno
El asentamiento de Terrina, cerca de Aleria apenas conserva resto s co ns- lugar de habitación desde finales del Neolítico. A pesar de las diferencias regio-
tructivos de las cabañas, pero sí ba proporcionado informac ión de huellas de nales ofrecen unas caractcrísticas comunes: ubicación en lugares de recursos
ocupac ión y materiales arqueol ógicos, testimoniando una economía mixta de agrícolas, ganaderos o mineros, por lo ge neral en lugares estratégicos: cerros
c ultivo de cereale s y cría de anima les dom ésticos, con muy esca sa caza, pero y altozanos con defensas naturale s a las que se unen murallas y otro s sistemas
sí restos abunda ntes de recolección de productos marinos, sob re todo ostras. defen sivos como torre s, bastione s y barbacanas. Las viviendas son por lo ge ne-
ral de planta oval o circular aunque hay algunas rectangulares. Hay silos, basu-
Cerde ña. El final del Neo lítico de Ozieri est á marcado por las facie s de reros y restos de hogares en el inter ior de las casas. Típico s de la Meseta son
Filigosa y Abealzu que se consolida n en la Cultura de Mo nte Clara, con fechas los poblados denominados de " fondos de cabaña " de los que solamente queda n
entre el 2500 a.e. y el 2300 a.e. y sincrónica con la de Bonnan aro, Sus pobla- restos de una sen e de pozos de basura, posib lemente asociados a cabaña s q ue
dos son en llanura, aunqu e hay algunos con fortificaciones y los cnterranue ntos no co nservarnos, aunqu e co mienza n a aparece r alg unos fort ific ados. Hay tam-
se realizan en hipo geos con pozo central y sepulturas individual es. Tam bi~n bién pob lado s pequ eños en cerrc tes cerca de l río y sin defensas con ca ba ñas
se relaciona con es ta cul tura el san tuario solar de Monte Virilla. La meta lurgia de planta alargada y cubierta a dos aguas. En el sudes te penin sular el pob lado
de co bre y plata ex isten desde el Neo lítico final y el vaso campaniforme apa- de Los Mi llares, Sant a Fe de Mondéjar, A lmería repre senta el típico asenta-
rece en contextos funerarios. miento Ca1colítico de esta zona ya co n carácter pro tourbano y en el suroes te
Bon nanaro es un grupo pren urágico con poblado s no estables sino tem- los asentamientos aparecen en pequ eños sitios fortifi cados, aunque la mayorí a
pora les y armas de piedra y metal que han hecho pensar en grupos de p~l s tores dc la población vive fuera de ellos, destacando los poblados po rtugueses de
seminóma das con predo minio de ovicápridos prim ero , y luego de b óvido s, Vilanova de Sao Pedro y Zambujal, Bajo Tajo, que pres entan defen sas a base
de recinto s que se van refor zand o en fases sucesivas, con torres y bas tiones.
Aparecen ya galerías cubi ertas y tar~lbi én eel:~m ic a ea;n paniforme, que en un
solo caso está en una sepultura de inhumación individual. Generalmente se En terramientos, contin úa en buena medida el rito de inh umación co lectiva
asoc ian a este tipo cerámico en la isla, materiales como punta s de flecha líticas en sepulcros megalíticos: tholoi , y cuevas artificiales, a veces forman do necró-
y de obs idiana, brazaletes de arqu ero y puñales triangulares de cobre . polis corno en el caso del yacimie nto de Los Mi llares en Alrnería. En la región
valenciana no hay megalitos pero sí rito de inhumación colectiva en cuevas
naturales. En algunas regio nes hay inhumación ind ividual en los propios " fon-
dos de cabaña " y en fosas . Los ajuares se co mpo nen de objetos en piedra talla-
5.5. Península Ibérica da y pulimentada, adornos, cer ámicas y objetos de co bre.
Las activ idades económicas fundamenta les son la agricultura con cultivo
Duran te el ttI milenio a.e. no se produce en la Pen ínsula Ibérica un desa- de trigo, cebada, y legu minosas como habas y lentejas y la cría de ganado de
rro llo hom ogéneo, y es en las regiones del sur y sudeste, sobre todo , donde ovic ápridos, cerdos, bóvidos y caball os. Se conservan restos de ciervos, corzo s,
mejor documentado está este periodo. En lo que se refiere a su ongen hay auto- gamos, linces, liebres y otros animales salvajes que debieron de ser el objetivo
res que explican el cam bio cultural por una hipotética llegada de gentes del de una act ividad cazadora. Se docum enta también una indu stria textil de lino
Mediterr áneo central y oriental en donde se están desarrollando las bn llantes y lana pero seguramente para el co nsumo propio, y posib lement e de sílex en
civilizacione s de l Egeo . Si bien actualmente se co nsidera un tópico este posible algu nas region es. La metalurgia será una actividad importante en el sur penin-
colonialismo, y se han planteado hipótesis variadas sobre las causas de un desa- sular, y escasa en las demás regiones, aunqu e pudieron existir algunos talleres
rro llo autóctono, lo que parece más razonable es un desa rrollo local deb ido al locales.

184 PREHISTORIA ti TEMA6. EL CALCOLín c o ENEUROPA: DIVERSIDAD GEOGRÁFICA. CULTURAL ... 185
Son evident es tambi én las rel acione s comerc iales co n e l exterior e igua l- 6. Bibliografía
mente entre las diversas zonas de la Penínsul a.
Cultu ra material. En piedra tallada aparece n hoja s de gran longitud , dien - ADAMS. K M. (19 75): " El orige n de las ciudade s" en Se lecc iones de
tes de hoz y sobre todo punt as de Hech a de tipos variados: ped úncu lo y alet as, Scientific American, Blumc, Mad id, págs. 229-236.
1
base có ncava, foliáceas .. ., y lo más frec uente en pied ra pul imen tada son las BR IAR D, J. ( 1989) : ~oterie et Civilisations. 2: Cha lcolithir et Á ge du Brom e
hachas, las azue las pero también hay cince les, mo lino s y gubias y los denomi-
nados braza letes de arq uero. Hay punzones , agujas, alisadores, cince les y espá-
tul as de hueso y adornos en forma de c uentas de co llar en hueso , piedra, con-
en France , Pan s 1989. '
CATLING, H. W(l976): ':Cypn~s in the Neolithic and Chalcolithic periods",
I
The Cambridge Ancient Histori 1, n? 1, Cambridge , pág s. 539-556.
cha , ca laita o varisc ita e incluso azabach e y ámbar; colgantes de concha s,
co lmillos o dien tes perfo rados de piedra; num erosos ídolos , es pec ia lme nte en
e l sur peninsula r: de placa , de falange, ocu lado s, e tc. (fig . 18). Esporá dicos
CH [L~;, V. G. ( 1950): "The Urban Rcvoluti on", TP. rcvicw. n" 2 1, págs. 1_ I
son los pein es, torq ues, chap itas de oro y vas os de alabas tro.
DELIB ES,. G. y FE RNÁNDEZ MIRANDA, M . ( 1993) : Los orígen es de la
El cobre, apa rece en punzo nes, hachas y ci nce les, y posteri orm ent e se aña- civilizaci ón, El Ca lco lítieo en el Viej o Mundo . Edi. Síntesis, Madrid.
den puñal es de lengüeta y puntas de flecha , puntas Palmel a, y en oro hay c uen-
tas de collar, plaquitas, y una diadem a. ELROA, J.J . (2009): Nociones de Prehistoria general, Ed, Arie l Prehistoria
Barce lona . '
La cerámica es incisa en el sudeste con motivos geo métricos y naturalistas,
y e n una seg unda etapa, campaniforme , pero la más abundante es lisa, tosca, FULLOLA , J. M. Y NADAL, J. (2005) : Introducción a la Prehistor ia Ed
a vece s con engobe roj o y negro, en formas como cuencos , plato s, cubile tes y UOC, Barcelona. ' .
ca rrete s. Cabe destacar la de Millar es con ac ulados. GONZÁL EZ PRATS ' A" ( 199. 1)'. L a Ed
, a d Gel
I Ccobre en Mesopotam in
En e l suroeste pred omin an las fo rmas de tazas carenadas y platos de borde (5500-3000 AC). Sintesis Arqueologica , Universidad de Ali cant e.
almendrado, y lisas de forma s semiesféricas son las valenc ianas . Pintadas, pei- LICHARDU~ , J.; LICHARDUS-ITTEN, M.; BAILLO UD, G. y CAU VIN, J.
nadas y acana ladas son las del interior, j unto con cordo nes, mam elones y len-
güe tas en otras áreas. La ca m paniforme llegará paulatin am ent e a tod as las
( 1987). La protohistoria de Europ a : El Neolítico y el Ca lco lítieo . Ed. I
Labor, Barcelona.
regiones,
ME LLA ART, J. ( 1996) : The Chalco lithic and Early Brom e Age.\· in the Ne ar I
East and Anatolia , Khayat s, Beirut.
MUÑOZ, A . M". (2~0 1): :'E I N~?1ítico Final en el Próxim o Ori ent e y los
co mienzos de la metalurgia , Prehis toria, t. 11 , UNED, págs. 26 1-277. I
REN FREW, C. ( 1972) : L.a aparición de la Civilizacián; las Cicladas y el
Egeo en el tercer milenio a .c., Londres.
I
SHERRAT, A. (198 1): "Plo ugh and Pastoral isrn : aspec ts of the Seco nda ry
Products R evo lution " . In L Hodde~, G. Isaac & N. Hammond (eds .),
Patterns 111 the Post. Cambridge Univers ity Press, págs. 26 1-305.
S HERRAT, (; . ( 1983) : "The secondary exploitation of animals in the O ld
World . Wurld Archaeology 15, págs. 90- 104.
WELLS, P. S: Granjas , aldeas y ciudades. Comercio y orígenes del urbanis-
mo en la protohistoria europea, Labor, Barc elon a.
7 WTTTFOGEL , K. ( 1966) : El Desp otismo Oriental, Ed. Guadarrama, Madrid.

Figura 18. Placas CO/1 decoraci án grabada (Sl'!?lÍ1J Leisner) e ídolos aculados.

186 PREIiISTORIA n TEMA6. EL CA LCOLÍTICO ENEUROPA: DtVERSIDAD GEOGRÁFICA. CULTURAL ... 187
Tema 7
EL HORIZONTE CAMPANIFORME
Ana Fernández Vega y Amparo Hernando Grande

~- ESQUEMA-RESUMEN .J

l . Definición .
2. Historia de la investigación: teoría s sobre su origen y evolución.
2.1. Comienzos del siglo xx: primeras grandes síntesis; y los plantea-
mientos difusionistas.
2.2. La "renovación" de los años 70 co n teorías evolucionistas.
2.3. La década de los 90 y los nuevos planteamientos ideológicos.
2.4. Reflexiones finales.
3. Principales grupos: forma s, técnicas y estilos cerámicos.
3.1. Las ca rdadas entre el Rhin y el Róda no.
3.2. Las decoradas incisas o grupo oriental.
3.3. Las impresas cordadas o grupo occidental
3.4. Puntill adas o grupo meridional.
4. Estructuras y elementos/obje tos asociados.
4. 1. Hábitat.
4.2. Enterramientos.
4.3. Cultura material.
5. Bibliografía.

1. Definición

Cuando hablamos del vaso campanifo rme nos referimos a una manifesta-
ción arqueológica que ha hecho correr ríos de tinta para explicar no sólo su
origen sino también su propia defini ción. Lo que tenemos son una serie de
recipientes cerámicos hechos a mano, la mayoría de las veces de co lor rojo,
con forma de campana, cuencos y cazuelas, ricamente decorados a base de

TEMA7. EL HORtZONTE CAMPANtFORME 189


mot ivos geométricos en líneas hori zont ales y ba ndas , generalme nte impresas . En la ac tualida d ya est á claram ente doc ume ntado que no es un fenóme no
co n co nchas, peines de dientes múltiples y/o cuerdas, aunque también las hay umt ano, y que su papel en la d ifusión de la metalurgia del cobre no está nada
inc isas. Apa rece n prácticam ent e en toda la Europa ca lcolítica , durant e ca si claro.
lodo e l III milen io a.e. (277 0 a.e.-2600 a.Ci) y primeros sig los del 11 milenio
(2200 a.e.- 1700 a.C}, en contexto s muy variado s de hábitat y enterra mientos,
de sde Bohe mia y Moravia has ta el At lántico , y desde e l Me d iterr áneo al norte
de Europa, e incl uso con ma nifestaciones en cl norte de Africa. 2. 1. Comienzos del siglo XX
Los hábit ats son tan variados como lo son las diferentes regiones en las
q ue aparece n: desde los po blados fortificado s en el sudeste de la Península Las primeras teorías sobre cl origen de l vaso ca mpaniforme son las pro -
Ibérica y en Portugal: Millares y Zamb ujal, hasta los simples "fondos de caba - pugnadas por O. Mon telius, (1900), F. Pe trie, (190 1), y J. Déchclette, (1908)
ña" de l inte rio r ibé rico peninsu lar. Con respec to a las tumbas se co nsideraron basada s en su procedenc ia de l Próx imo Orien te asiá tico, fundamcntalrnerue
" propias y carac terísticas " las inhum aciones simples cn fosa, pero actualme nte de Siria , y Eg ipto. Sin emba rgo , muy pro nto se imponen autore s que hacen
ya se sabe que existe cerámica eampaniforme e n c uevas artific iales, bajo rad icar su cuna en Occ ld e~lte . En ambos casos, la gran extensión geogr áfica
túmul os de piedras, e incluso en sep ulcro s megalíti cos reutilizados . E n genera l en que ap~recen estos rcc iprernes hace pensar en un fenómeno migra torio como
los reci pient es fun erari os son de mejor ca lida d y están mejor co nservado s. explicaci ón, y lo qu ~ varía es el punto de origen y la " ruta" de los co lono s. Los
Los materi ales a los que ap arecen asoc iados más frec ue ntes son -espec ial- hermanos L. y E. Siret, ( 1913) sos tienen a princip ios del sig lo xx e l cará cter
ment e en las tumbas- armas de cobre co mo puñales de lengüeta y puntas Pal- hispano autóctono de estos vasos, y posteriormente H. Schmidt, (19 15), y sobre
mela, y menos frecuentes hacb as planas, e inclu so alabardas ; en piedra ha y lodo P" Bosch Gimpera , (19 19, 1920 Y 1940) plantean la cuestión de form a
braza letes de arquero ; en hueso botones co n perforación en " V", y e n oro sisremauca, haciendo deri var cl Campa niforme de las cerá micas incisas de la
obje tos de adorno como pendient es, plaquitas y diadem as. Durante bastante "Cultura neo lítica de las Cuevas" del valle del Guadalquivir. De~de est: ~úcleo
tiempo se co nsideró a este conj unto de materi ales el ajua r lípico de los ente- ongma n o se extend ería por e l resto de la Pe nínsula Ibéri ca y Europa.
rrami ent os campaniformes, junto con e l vaso y/o cu enco y/o cazuela, pero .~a t~si s de Alber to de l Castillo ( 1922), supone la consolidac ión de es ta
actualment e, el esc asís imo número de hallazgo s de este tipo , ha hec ho recon - regi ón hispana como or igen del vaso cam paniforme, tras un es tudio compara-
siderar es ta valoración. tIVO de I ~ s decoraciones de las ce rámicas ineisas del neolítico español y las
campaniformes.
Mu y pro nto surgen las críticas a este mod e lo teórico, especia lment e de los
2. Historia de la investigación prehisioriadores brit ánico s, que conside ran la cerámica corda da de Ce ntroe u-
ropa como un m?delo para la ca mpaniforme y, en con secuen cia un lugar de
Los primeros halla zgos del vaso ca mpaniforme fueron estudiados durante orige n mucho mas probable. V. G. Childe, en 1929 y S. Piggott , en 1947 son
los defensore s de es te plant eami ent o , y e n la década de los 60 , tambi én
bastante tiempo como una man ifestaeión cultura l independiente del contexto
E. Ne ustupny, ( 1963) y J. G uilaine, (1966) rech azarán la tesis del orige n ih é-
en e l que se encontraban, y de hecho se denominaba " fenó meno ca mpanifor-
me" , "cultura o civilización cam paniforme" ; llegando inclu so a vincularlo con 17co , propon iendo Ce ntro europea COmo cuna del fenómeno . A comienzo s de
una raza o puebl o que fuera su creador y difusor, y que es taba directamen te esta, E. Sangmel~ler, (196 J) enuncia rá la co noc ida como "Teoría del Reflujo"
relacionado con los grupos causantes de la propagación de la metalu rgia del pala explicar la diversidad campa niforme, que se basa en un modelo a ltema tivo
cobre. Se les consideró pastor es, prospectores metalúrgico s, y tambi én grupos y en una difusió n en dos movimient os diacróni co s de sentido co ntrario. Esta-
guerreros - por las armas encontradas en los ajuares funera rios- o bien merca- blece un es tilo decorativo más antiguo , al que denomina marítimo o intern a-
deres que ofrecían objetos de prestigio , entre los que se encontraría el vaso cional, decorado co n motivos impresos de estrechas fra njas horizont ales relle-
nas de puntos ; y otro con d~coracione s incisas y pseudoexcisas al que llama
ca mpa niforme.
continental. El or igen del pn mero sería e l estuar io de l Tajo en el centro de Por-
La idea de un pueb lo o raza campaniforme se afia nzó con el descubrimien- t u g~l , en ~~ Pe~!nsul a Ibér~ca que ~frecería formas similares en toda Europa
to de restos hum ano s braquicéfalos en contex tos funera rios europeos ca mpa - deb ido al flUJO que llevan a estos np os por las costas atlánticas hasta Bretaña
niform es, que re prese ntaba n una clara diferencia co n el co njunto de poblacio- y de allí a los Pa íses Bajos, e n donde se mezclarían co n la ce rámica cordada
nes autóctonas dolico céfal as. dando lugar a un grupo mixto decorado co n franjas horizont ales puntilladas

190 PREHISTORIA 11 TEMA 7. ELHORIZDNTECAMPANI FORME 191


limi tadas por líneas a ba se de in clu so unas c~usas para este "movimiento", sea de obj etos o de personas. Los
..,
A n· k·~
f'(JrJo impresiones de cuerd as. Este
grupo Ilcgará, a través del
Rhin , a Boh emi a y Moravia,
lactares cconorruc os, esencia lmente la búsqu eda de min erales de cobre han
sido los más ace ptados sobre todo en las prim era s síntes is, y como consec uen-
pe en dond e surg irá cl ce ntro del
CJa de re lac io na r e l Vaso Ca m paniforme con la met alurgia del co bre . Sin

~ . mo vimiento del "refl ujo" que


embargo, actualment e se conoce la anterioridad de ésta con respec to al Ca m-
paniforme , lo qu e ha hecho qu e la mayoría de los investigadores propongan
haría llegar a los resta ntes planteam ientos difere ntes.
grupos campanifo rme s euro -
peos, junto co n este nuevo
tipo cerám ico -continental-
otras novedades como la me- 2.2. L a "renovacián" de los mios 70
talurgia del cobre, las tumba s
de inhumación individu al en
. Un enfo que diferente de la c uestió n determin a los es tud ios sobre e l or igen
fosa, y obj eto s como los bra-
y sig nificado de l campanifo rme desde la década de los setenta. Se trata de con-
za lete s de arq uero, los boto-
siderar es ta cerámica como un elemento q ue forma parte de las culturas, y en
ncs de hueso co n perforación
co nsecuencia, el objeto de análisis será el de sarrollo aut óctono de és tas y su
en "V" o los puñ ales de len -
problern átiea asociada. Factores diverso s han inlluido en esta nueva vía de
güeta de cobre.
investigación, pero seg uramente en mu y buena medida lo hizo la teoría del ori-
R. J. Harri son , ( 1977) de- ge n renano, pl antea da en 1976 por los holand eses J. N . Lanting, y J. D. Van
Figura l . Difusi án del vaso campuni f orme
(seg ún Harrison} .
sa rro lla es te model o dua l en der Waals, qu e se basa en la aplicac ión del métod o de da tac ión abso luta del
un trabajo en e l que pro po ne C 14 , dc.forma sistemática, lo q ue les perm itió situar el ori gen de la cerám ica
un ori gen para el esti lo Marí- campamform e en la desembocad ura de l Rin , y partir de la evolución de los
timo del vaso campaniform e en las decoracion es calcolíticas precampaniformes tIpOS ca rdados , co n fechas en torno al 2200 a.e. La etapa final estaría en torno
de la regi ón port uguesa del estuario de l Tajo, en do nde aparecen las cerám icas al 1700 a.C ,, mom en to de co nso lidación de los grupos dcl Bron ce Anti guo.
punt illadas más antigua s. Posteriorm ente éstas se vcrán influenciadas por grupos Es te modelo, co noc ido co mo el "M odelo Holandés", coinc ide con la aparición
procedent es de la Europa Central qu e traen ce rámica;s c.ord a~as , y apor tan , adc- de otros qu e repl antean el fondo de la cuestió n en distintos términ os.
más, la novedad de la prác tica funeraria de inhumaci ón individual (fig. 1). Sobre
la similitud de los vasos ca lcolíticos prccampanifonnes portugueses y el vaso D.L C larke , ( 1976) pa;te de la base de que sc debe hablar de pueblos con
campaniforme también incid irá, año s má s tard e, M. Kunst (200 1). ca mpaniforme, y dejar atras lo de pueblos campaniformes usado ha sta ahora.
En consec uenc ia, tanto.las cerámicas como lo s obj eto s a e llas asociados, son
En es ta m ism a línea d ifusion ista, Ala in Ga llay ( 1988 Y 1998) pl ant ea la en realidad objetos de mtercamb io ent re los grupos europeos del lit mil en io
teoría de las redes. Scg ún este autor los sei s tipo s de vasos campanifor me s a.e., y las pregunt as qu e deberíamos resp onder, en opinión del autor serfan:
di ferentes tien cn diverso s lugares de orige n y se ex pande n por rut as o redes ¿por qu é se intercam bian éstos y no otros'! y ¿por qué en es te momento'! Su
propias. Así , los cordados part en de l valle ~el Rhin , .a l i~ua l ,que los maríti- res p ue~ta es que tan to los recipientes cerámico s como los objetos con los que
mo s, y de sde Europa Central lo hace la qu e e l den omina ccranuca de acom- sue len Ir asociados, son " objetos de prestigio", es decir con un valor má s sim-
pañamiento". Desde los Países Baj os a Gran Bretaña se difundirán los vasos bólico que material. Y lo son, bie n por la dific ultad en su e laboración lo cos -
campa niforme s se pte ntri onales. y los ibéricos de sde la zona men ci on ada toso de su m,ateri a pri ma ,o la esca se z de la m ism a. La d ifusión de es tos obj e-
haci a el sur de F ra nc ia. E l complej o qu e denomi na ródan o- renan o se rá la tos ~e debe~'Ia a redes de intercamb io y no a mo vimi entos de poblaci ón , y su
sexta red . Siempre para es te autor, las dos prim era s redes se limitan a un inter- dest!no sen an personajes con un " status soc ial" que les permitiera su adqui-
cambio de e lementos ais lados, y, po r el co ntrario , las otras cuatro sc co nsn - srcron,
tuirán en c ult uras regionales autónomas, co nsec ue ncia de movim ientos de
población. Esta teoría, como se puede ob servar, se basa en el concepto de " bienes de
prestig io", lo qu e pre supone la ex istenc ia de una es tructura socio-económica
Todas las teorías expues tas en las páginas anteriores parten de un p lantea - nueva que es consecuencia de una serie de transformac iones oc urridas a fin ales
mi ento difusionista y trat an de esta blec er un lu gar de or igen , unas rutas, e de l periodo Neolítico, qu e desembocaron en el nacimient o de las primeras dife-

192 PREHISTORIA It TEMA 7. EL HORIZONTECAMPANIFORME 193


renci as socia les entre los individuos, y de uno s incipi ent es gru pos de poder o 2.4. Reflexiones finales
jerarquías, lo que A. She rrat, ( 1981) explica como " revoluc ión de produ ctos
secundarios" que conducirá al nacimiento de las sociedades compleja s en e l . Todas estas hip ótesis y mode los ex plicativos e laborados a lo largo del
1Il mileni o a.e. Los comienzos de esta " revolución" tendrían como punto de SIg lo xx pon en de mani fiesto la di ficultad de " interpretar" con nuestros pará-
partida e l uso de la tracción animal pa ra las tare,as agríco las y el desa~o llo de metros actu ales, eleme ntos q ue se "s ale.n" un poco de aq ue llo con lo que esta-
productos derivado s de la ganadería como los lacteos o industri a texti l, docu - n.lOs aco,~tu m bra~,os a trab ajar: asentanu entos, enterr amientos, y cultura mate-
ment ada és ta por la aparición de fusayo las y pesas de te lar en un núm ero con- rial que definen un penodo en una reglón geográfica más o menos co ncreta.
siderable, así como los elem entos decorativos de la cerá mica campani form e
.c De todo s ellos se desprenden, eso si, algunos dato s de inlerés: parece vero-
que -en ocas iones- se han comparad o co n los moti vos .de los teji.dos. Por 1.0
que se refiere a los productos lácteos, ha SIdo la ex rste nc ia de recrpient es cera- sl\1111 que el ca mpanifo rme no es el causante de una serie de ca mbios en la
micos con perforaciones múltiples, considerados quesera s, la base qu e apoya es tructura socia l, sino más bien una de las consec uencias de éstos; tambi én al
menos para alg unos prehi storiadores, lo parece el hecho de que su difusión
esta a firm ac i ón.
aprovecha red es comerciales ante riore s, no las crea. Por otra parle, ya es evi-
De estos cambios económicos se derivarían las tran sformaciones sociales deot e que estos recrprcnt es hered an técni cas aoteriores y no son una moda
ya mencionadas: ex istenc ia de élites recept oras de los obj eto s de prestigio, repe nBo.a, y tambi én que - adem ás de los intercamhios- hubo movimien tos de
entre e llos el vaso campaniforme, y existenc ia de redes de intercambio a largas poblaci ón que colaboraron en la difu sión de estas cerámica s. Y por último, y
di stancia s que permi ten su ráp ida difu siún . no por ello lo menos nnportan re SIll O todo lo contrario, éste no es un tem a que
En esta línea, aceptada por otros investigadores en la década de los 90 , se pueda estud iarse c,omo ~n conj unto mono~í~ico, homogéneo, sino que el vaso
considera importante el valor de presti gio que tien en los aj uare s funerarios campaniforme vana segun las zonas geogr áfic as y los contex tos c ulturales par-
ticu larc s en los que es tá re presentado.
considerados cn un principio " típicos" del ca mpaniforme, y actua lmen te acep -
tado s co rno los propios de selectas minorías. Por el co ntrario, R. J. Harrison,
y A. Medero s, (200 1) considera n que es tas " teorías sociales " le da n un valor
excesivo al campaniforme den tro de esta supuesta jerarqu ía soc ial.
3. Principales grupos: formas, técnicas y estilos cer ámicos

L.a cerá mica es y ha sid; ' la utilizada pa ra es tablece r los diferentes grupos,
especialmente la decoraci ón de la mism a quc es la que ofrece variedad. En
2.3. La década de los 90
general es de buena ca lidad, con arci llas de puradas , bien modeladas, de co lor
roj izo y hecha a ma no.
Tamb ién en esta década hay autores que basan sus plantea mientos en fac-
tore s ideológico s: S. She nnan, en 1982 plantea la continuidad entre las cor- Po~ lo que se refiere a las f~rmas , la básica es e l vaso en f01111a de campana
dad as y las ca mpaniformes, y no solamente en su aspecto formal sino también -<le ahi el nom bre- pero también existen cuencos, cazuelas, y en menor medida
ideológico, y años de spué s A. Shcrratt, ( 1987) cree qu e ex iste un ritua l, rela- copas y p l~IOS con pies o polípodo s. Co n respecto a la decoración pueden des-
cionado con la bebida, para una élite masculina y guerrera, tanto para los gru- t ~carse van edades que ha? defin ido los diferentes grupos, y que incl uyen inci-
pos de la cer ámi ca cordada como par a los ca mpaniformes . La idea de consi- sioncs e unpresiones de hneas o puntos, impresiones de pein es, con chas, rue-
derar estos últimos como recip ient es para un ritual tambi én la acepta N. dec illas y cordones, excisiones y pseudoexcisiones. La disposición decorativa
Brodie, ( 1997 Y 1998) pero en es te ca so asociada a una significación trans- es SIempre en bandas horizonta le~ alterna das con lisas, aunqu e hay tamb ién
mitid a por las muj eres, responsabl es de la e laboración de la cerámi ca . En fondos decorados con motivos radia les, y las más representativas son:
ambos casos las cerámicas se extenderían por Europa desde este punto de
ori gen.
Un equipo de la Universid ad de Friburgo (Alemania) replantea el modelo 3.1. L as cordadas
de Shennan, considerando e l campaniforme como el representante de las nue-
vas ideas de una com unidad que desea manifestar sus particularidades, y de Decora,;ión ca rda da, conseg uida por la impresión de cuerdas en la arc illa
hech o la orientación de los inhumados se hace en sentido inver so con respecto blanda en líneas hori zont ales, y de clara tradi ción de las cerámica s carda das
a la de los cordados . anren ores . Se extienden entre e l Rhin y e l Ródano.

194 PREHlSTORtA n TEMA7. EL HORIZONTECAMPANtFORME 195


3.2. Las decoradas incisas En la Penín sula Ibérica se han ident ificado cinco estilos diferent es, que son:
Los regionales: gru pos de Palmela (fig. 4), Salamó , Canno na (fig. 5), Ciem-
Decoración incisa, en metopas y en los fondo s de los vasos a veces radial, pozuelos, Sude ste, Levante, Meseta , Ga licia, valle de l Ebro y Baleares.
co nocida como grupo oriental formado en la cuencas del Danubio, el alto Rhin,
el Elba y el Oder, a partir de l grupo Vucédol tardío. - Esti lo AOC (A II Ove r C orded), con decoración impresa de cuerdas en
mo tivos de bandas horizontales,
- Marítimo (fig . 6), con decora ción a peine y ruedecil la con motivo s dife-
rente s, sobre todo en espina de pez. .
3.3. Las impresas cordadas
- CZM (Corded Zon ed Maritim), con decoración a peine y rued ecilla den-
Decoración impresa en banda s horizontales puntilladas , y a vece s delimi- tro de ba ndas de lim itadas con impresiones de cuerda.
tadas por líneas carda das . Se da básicamente en Holanda, Franc ia y Gran Bre -
Puntillado: con decoración puntillada a base de mo tivos geomé tricos.
taña, o grupo occi dental (fig. 2) .

3.4. Puntilladas
Dec orac ión impresa e n band as hori zontales rellen as de punto s, en las islas
de Sicilia y Cerdeña, el sur de Francia y Península Ibéri ca o grupo meridional
(lig.3).
~.......
"""'"
' -
II :!~EJD 'B J ID
rnrnrn
Figura 4. Vasos campaniformes,
grupo Po/mela (según Han /son).

§)~
~~ (~
.
~
.
. -:-:

. .
""" -- .

rnf[J1[J ~
Figura 2. Cerám ica campaniforme Figura 3. Cerámica campaniforme Figura 5. Cerámica campaniforme Figura 6. Cerámica campaniforme
del grupo occidental (según Briord) . del grupo meridional (según Briatd). del Acebuchal (según llarrison ). de estilo mar ítimo.

196 PREHlSTORtA 11 TEMA 7. EL HORIZONTECAMPANIFORME 197


Se han estab lecido en las úllima s décadas, y debido al hallazgo de pob lados algún cas o lacustres. En abri -
con cerámica campaniforme , distincion es entre los recipientes funerarios - los gos o al aire libre en el norte
únicos de que se dispu so duran te bastantes ai'ios- y vasos de uso co mún. Los de Italia, sin qu e se hayan \ '., .
primeros representan los prototipos de esta cerámica y son la base del estab le-
cimie nto de tipolog ías y grupos. La de nominada ce rámica común campanifor-
podido determinar las plantas , ....
completas. En el sur de Fran-
me está siendo est udiada cn la actualidad y ha perm itido a Marie Besse (2003) cia dest aca el asentamiento
distingu ir tres grupos geográfic os diferente s: septentrional, oriental y occiden- 1.':\

~3.·l·.....·.·
cam paniti)mle al aire libre de
tal, y se ñala la importancia de las inl1uencias cordadas y del centro de Europa Embusco en Mailhae (Aude ).
e n el origen de ciertos tipos de es ta cerámica común. .
En la Península Ibéri ca L""
..::~:
aparecen ase ntamie nto s Con
d ifere nte ubicación y diver- A

4. Estructuras y elementos/objetos asociados sas características, desde los


situados sobre colinas, pobla-
Dos son los grandes tipos de estructuras cn las que tenemos representada dos fortificadov, por lo gene-
ral Con ocup aciones de fases

.\
cerámica campa niforme : los lugares en donde viviero n: hábit at, y aquellos en
los que " murieron" : enterramientos . anteriores: Zambuj al (PorIU-
gal) o M illares (Alrnerfa), a
los ya men cionados " fondos ;f. N

de caba ña" de la zona centro : l:::::·······:....•·


4.1. Hábitat de la Penínsul a Ibérica, co n
• : ::::.:::::::"
"'1 ." ",
.".... .. .
plantas ovaladas en El Vento-
!TO , Madr id (fig. 7), o incluso
Las estructuras domésticas están, por el momento y en la mayor ía de las
en cuevas o ab rigos co mo la
regiones, peor doc umentadas que las funerarias. A pesar de ello la inform aci ón ,.
ha ido creciendo bastante en los úllimo s años para region es de las que apenas
Cova de Matadepera cn Bar-
,..
ten íamos refere ncias.
celona. En los " silos " del
Ace buchal en Cann ona, des- ... . , ..
ID . ... , o_
IBI _
_.
,•

Lo más frecuente en la zona oriental europea son lo que se co noce como cubre J. Bon sor, ( 1899) la
"fondos de cabaña" , es decir, los " fosos" que se excavaron para construir caba- cerámica ca mpa niforme de Figur a 7. Asel1lamiel1lo de El Ventorro . Madrid.
ñas semisubten áneas, ge neralmente en materiales perecede ros de los que no producción local que dar á
co nservamos restos. También existen fosas con resid uos, entre ellos cerámicas nombre ~ un "~st i lo" con ri<;a deco ración y for mas novedosas co mo " fruteros"
campaniformes, de formas desconocidas en las tumbas, que van a permitir y copa s con pie. En I? regron valencia na enco ntra mos fosas-si los en llanuras
acrecenta r nuestros conocimientos sobre és tas. Má s de sesenta asent amientos y consn uccroncs en pl ~d ra en lugares altos y cas as redondeada s de adobe exis-
de este tipo se han descubierto en Moravia (P. Dvorak , y J. Ondracek, 1992), ten en el CelTO de la VIrgen de Orce (Granada). .
y restos de casi cien casas aparecen en uno de ellos. Huellas de postes han per-
mitido reconstruir la planta elíptica de una casa con un tejado a dos aguas en
Hungría.
En los Países Bajos los posibles hábitats ca mpanifor mes son co nocidos
4.2. E1Itermlllie1ltos
por la casa encontrada en el yac imiento de Mole naarsgraaf, de planta alargada
co n los ex tremos ligeramente apuntados y orientada este-oeste, y en Gran Bre- .. De.sechada. la hipótesis del enterra miento " típico" campaniforme, enco n-
taña las casas son generalmente ovales y tambi én rectangulares, al igual que t~ a;nos;'pos variados desde la sepultura de inhumación ind ividual en fosa o
las dan esas, orientadas al este. ~o :~s . .~ I~ad~r~ a la reurüizacíon de tumb as anteriores como monume~tos
ega lfticos , e incluso el rito de rncm erac íon en las etapas finales. Ahora bi
En las regiones meridionales es en donde conocemos mayor número de
hay que se ñalar que esta heterogeneidad se da más en la zona occidental euro-
asentamiento s campaniformes , En S uiza los hay, tanto sob re el suelo co mo en
pea q ue en ce ntroeuropa. En las regiones orientales las sepulturas son, pre-

198 PREHISTORIA 11
TEMA 7. EL HORIZONTECAMPAN IFORME 199
dominant ement e, las ya menc ionadas de inhumación individua l en fosa y La reutilización de
puede observarse una diferente orientación del cadáver según éste sea mascu- sepulturas co lcclivas ante-
lino o femen ino, pero con la mirada hacia el este en ambos casos, dada la posi- riores como dólmenes, hi-
ción en decúbit o lateral de ambos. Hay, sin embargo, algunas sepulturas colec- pogeos o cuevas naturales
tivas, otras en cofre s de madera y en cistas e inclu so algunas cremaciones. es la pr áctica fune raria
En Baviera hay un buen número de yacimientos con estructuras funerarias, más corr iente en la zona
y el predom inio es de nuevo para la inhuma ción individua l en fosa. En tomo mer idional euro pea, Con
excepc iones como la Italia
.. .
a 2.000 tumbas tenem os docum entadas en Bohemia y Mo ravia, con predomi-
nio num érico de la primera, pero mayor variedad y riqueza en la segunda. La del norte con inhu mación
posición del inhumado y su orientación son siempre iguales, y hay casos de ind ividual en fosas. En la
necrópolis con num erosas tumb as como sucede en Holasky (Bm o, República Penín sula Ibérica conoce-
Checa» con unas ochent a. Inhum aciones y cremac iones bajo túmulo aparecen mos varios tipos de estruc-
en paralelo con las " típicas", pero en menor número, y lo mismo OCUlTe en la turas funerarias : inhum a-
necrópolis de Beka smcgyer en Budapest con sepulturas individuales en urnas ción individual en fosas
y tambi én ambos ritos funerarios. ova les, en cistas o en mo-
numenros megalíticos reu-
Las sepulturas campaniformes septe n triona les, sobre todo las alemanas tilizad os, y generalme nte •
son tambi én ind ividua les, bien aisladas o formando pequeña s necrópoli s como
la de Osmars leben (Saxe-Anhalt), y la " novedad" en los Países Bajos la repre-
sentan los pequeño s túmul os de arena que cubren algunas de estas fosas, ade-
a la entrada de los mis-
mo s, incluyen do los '110- ., --
-
lo i; y en cuevas, como la
más de que tambi én existen alguna s incineraciones en fosa. Figu ra 9. Enterramiell/o del Arenero de SOlo
de Moura en Exlremadura Madrid . '
La prác tica habitual en el oeste francés y Dinama rca es la reutilización de (fig. 9).
los monumento s megalíticos, pero en espacios individuali zados y en sepulturas
de inhumación individu al, y cn las regiones de Inglaterra e Irlanda de nuevo
predomina la inhumación individual en fosa, a veces recubierta por un pequeño
túmulo (fig. 8).
4.3. Cultura material

Dejando al margen lo
que durante años se cons i-
deró un "ajuar típico cam -
paniforme" que, como en
tantas otras oca siones
tiene muy poco de " típi -
co", ya que su aparición se
red uce a un número de • • @ ..

casos q ue más bien lo


+
hacen " lo raro o lo poco
frecuente", podemos men-
cionar una serie de obje-
tos : arm as, útiles y ador-
r- /:.
"'---"'1
J

nos con los quc solemos


encontrar los recipientes
Fig ura 8. Enterramiento de Roundway Down.Lnglaterra, campaniformes, y que po-
(según Clarke). Figura 10. Ajuor fun erario campaniforme
nen de manifi esto tod os de ROllndway D OW II , Inglaterra , (según Clarke).

200 PREHISTOR IA II
TEMA 7. EL HORIZONTE CAMPA NI FORM E 201
los aspec tos técnicos. dcsde la piedra tallada al meta l, en este caso el cobre EIROA, J. J. (2000): Nociones de Prehistoria general. Edi, Ariel Prehistoria,
(fig, 10). Barcelona.
L'IS puntas de flech a dc sílex reprcsentan la prime ra. y los bra zaletes de GAL LAY, A. (1988): " Le ph énornene campaniforme: l'heure des re miscs en
arque'r~ la piedra pulime ntada, aunq ue tamb ién l~s hay e n ~lzarra '. ~nhueso o question", Ac res des Recontres N álithiquesde Rhón e-Alpes (Lyo n ), n" 5,
marfil son abundant es los botones co n perforaci ón en v . ya sean comeo s, los págs. 6- 14.
más frecuentes y repartido s por toda Europa, ya sean piramidales, ge nel al me~l­
( 1998) : "L'énigme ca mpaniforme", Archéolog ia, hors-s éric n? 9, págs.
te eic ámbitos mediterráneos. Hay tambi én c~entas de collar, y e n oro .0.c1ectron 14- 19.
aparecen anillos, pendien tes, plaqu itas y esp irales, Por 10 que respecta al cobr~,
odemos mencionar los pu ñales de lengüeta, las punt ~s de flech a Pa h~ e la , GU ILAlNE, J. ( 1966) : "Vases Ca mpa niformes decor és a la cordc lette da ns le
~lgunos punzoncs biapuntad os, y en mucha men or medida las hachas p lan as, sud de France". Arqueología e Hi storia XII, págs. 287-30 1.
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SIRET, L. (1913): Qlleslions de Chronologie el d' Ethnographie [berique s,
Paul Geuthn er, París. l. Introducción .
1.1. Definición y cronolog ía.
1.2. Periodización .
1.3. Transform aciones fundamentales.
2. Próximo Oriente y Egipto.
3. El Bronce Antiguo en e l Egeo y la Grec ia cont inent al: Cicládico,
Minoico y Heládico.
4. El Bronce Medio en las islas Cícladas y el continente griego: Cicládico
y Heládico .
5. El Bronce Medio y Reciente en la isla de Creta: el periodo pa lacial,
6. La cultura micénica y el Bronce Reciente.
7. Bibliografía.

1. Introducción

1.1. Definición y cronología

Poco antes de mediados del siglo XIX C. J. Thomsen ( 1836) estab lece el
conocido como sistema de las tres edades en el que aparece por primera vez la
denominación de Edad del Bronce y que después se manifiesta ya en las obras
dedicadas a los orígenes de Escandinavia y Dinamarca, pero que hasta finales

TEMA 8. LA EDAD DEL BRONCE: PRÓXIMO OR IENTE Y EGIPTO. ELEGEO y LA GRECIA ... 205
204 PREHISTORIA 11
del siglo no será plenamente aceptada. En 1900 Osear Mo ntelius propone un La agricultura y la ganade ría siguen sie ndo una base eco nó mica fun da -
primer encuadre cro nológico para las region es e uropeas situado entre el 1850 y men tal y, como consec uencia de un aumentu de la pu blación , se necesitan más
el 850 a.c. Actualmente, la infonnaeión pro porcionada por los método s de data- tierra:, de cultivo, lo qu e hace qu e se ocupen algunas men os adec uadas para
c ión del rad ioearbo no y la dendrocronología ha permi tido es tablecer que es te este fin , pero que pueden usarse grac ias a los avances t écni co s qu e ya se co no-
periodo comienza durante los últim os años del 111 milen io a.c. , con la aparició n ce n y usan: alternancia de c ultivos, uso del arado y empleo de anima les co mo
de los primero s túmulos armoricanos, y que en la mayor part e de las regiones fuerza de tiro . Por su parte la ca baña ga nade ra se amplía con e l ca ba llo dom és-
perdura hasta cI siglo VIII a.C; mom en to del co m ienzo de la Eda d de l HIerr o. tICO, pro ced ent e de las es tepas pón ticas, m ientras que la ca za se conviene en
ocas ional y la ind ustria texti l se desarrolla con la lana como prim er e leme nto,
desp lazando al lino e n las region es mediterráneas.
. C? mo co nsecuenc ia de la .(~em and a del es taño pro cedente de las region es
t .2. Periodización atlánticas e uropeas, pero tambi én de otros productos como el ámbar de las cos-
tas bá lticas y l a sal de las m inas ce ntroeuropeas se desarrollan unas importantes
Tam bién su periodi zación ha sido objeto de co ntrovers ias y se han plantea-
rutas comerciales, que cruzan Europa de oes te a este y de nurte a s ur. El control
do hipótesis diver sas. El propio O , Mo nte lius, (1885 ), J. Oéc helette, (19 08) y
de és tas será ejercido po r a lgunos ce ntros imp ortan tes c uyo poder aumentará
P. Re inecke, ( 19 11) hiciero n propuestas que aún s irven de referenci as, pero
y da rá lugar a una j erarquización creciente entre asentamientos y tam bién den-
modifi cando su cro nología, debido de nuevo a los dat os aportados por los nue -
tro de ellos, con e l co nsiguiente nacimi ent o de las de sigualdades ya inic iado
vos métodos de datación. Todos ellos basan sus hipótesis en estudios ded icados en la e tapa calcolítica .
a regiones concretas del continente: la Europa nórdica con se is fases, Franci a
con cuatro fases y Alemania con cuatro fases para el Bro nce Antiguo y MedIO Las difere ncias entre necrópolis y poblado s se hacen muy marcadas como
(A-O) respect ivamente y Bron ce F inal. S in e~ bar~o A. Evans , ( 1906) propon e consecuenc ia de todo ello, y aparecen así unos asentamientos forti fic ados, que
en sus es tudios sobre e l Egeo, un esquema tnparn to , qu e es el que se ap lica a ce ntralizan. e l poder co ntrolando los rec ursos y las act ividad es econó mica s, y
la Edad de l Bronce europeo. Hay que mencio na r qu e para algunos autores, y una mayuna que son los prod uctores agropec uarios que "alimentan" el sistema.
es pec ialme nte en algunas áreas geog ráficas es, a menudo, difíc il diferenciar
co n claridad las etapas Antigua y Med ia de este per iodo, ya que presen tan En las necróp oli s ya no solamente se notan las diferenci as de aj uares s ino
co nexio nes soc iales , ec onóm icas y culturale s imp ortantes. Pero , de m anera q ue se cons truyen verdaderas tumbas principe sca s, en la línea ya inici ada en
el m m ilen io a.c.
gene ra l, se han establec ido unas fechas qu e v a ~ desde el 2300 a.c. hasta el
1800/1 500 a.C; según zonas, para el Bronce Anti guo , y para el Bro nce MedIO Se produce una desaparici ón progresi va de l vas o campa niforme y del
la segunda mi tad del 11 milenio a.c. fen ómeno megalít ico, y Mesopotamia y Egip to entran en las pr imeras fases
hist óri cas,
Se usa ca da vez más el metal, aunque no bro nce sino cobre eo la mayoría
1.3. Transformaciones fundamentales de los cas os, con nuevos tipo s de arm as, y en cam bio la ind ustria lítica se ve
mu y redu cida.
Lo qu e sí es evide nte es que desde fina les de l m mi le nio a.c. se producen Hay un claro desfase cro nológ ico ya desde el ur mi lenio a.C; pues mientras
unas serie de tran sformaciones que darán lugar a es ta nueva etapa , s m que e llo qu e en Creta, las Cíclada s y el continente griego , en es te milen io se es tán desa-
suponga una ruptura con la anterior calco lítica. rrolland o las etapas de Bron ce Ant iguo: Cicládico, M inoico y He ládico, en el
res to de E urop a están en plen o Calcolítico.
La primera, aunque no la más rep resen tativa, es la aleación de cobre con
es taño qu e da lugar al bronce , de cuyo nombre deriva el.dc l peri od o, y que ,
co mo en el caso del Ca lcolítico co n el co bre, nu se ge neraliza en realidad hasta
e l fina l de la etapa. Sí es cierto que este metal se utiliza , de manera esporádica ,
en Egipto y Próxim o Oriente incluso en fec has del IV mil enio a.c. , y desde 2. Próximo Oriente y Egipto
luego en e l m milenio a.C; pero no será frecuente, ni mucho menos habit ual
hasta mediados de este último, y es o en a lgunas zo nas, pues en el Occid ente A partir de esta etapa las diferencias entre las regiones europeas y las cos tas
euro peo el bronce no tiene un uso habitual hasta el Bronce Final. del Mediterr áneo orient al serán tan evide ntes co mo lo es el hecho de qu e en

206 PR EHISTORIA11 TEMA 8. LA EDAD DEL BRONCE: PRÓX IMO OR IENTE YEGIPTO. EL EGEOy LAGRECIA ... 207

estas últimas aparecen las prim eras civilizacio nes históricas, mientras que en e l
continente aún estamo s en moment os de la prehistoria o la protohistoria, enten-
diendo como tal a aque llas gentes que ca rece n de una esc ritura descifrada pero
que pueden aparecer mencionada s en fuentes escri tas de qu ienes ya las tienen. TRACIA
MACEDONIA
Eg ipto es ahora un importante núcleo eco nómico y soc ial que, en un rápido
proceso desde el predinástico, en tomo al 3000 a.C,; co nsigue la u nifi cae i ~n
del Valle del Nilo y las prim e ras d inastías. En las costas de l Levante y A nato lia EPIRO
los nuevos mode los económicos y sociales darán lugar a las civilizaciones y a
los grande s ce ntros urbanos. Entre finales del IV mileni o a.e. y e l 2200 a.e. se TESALIA

generaliza el uso el metal y aparece n los centros de poder que dem andan ma te-
rias primas de l resto del Med iterrá neo creando redes comerciales y desarro-
llando las técni cas de navegac ión. Será Bib los (Líbano) e l princ ipal punto que
controla e l comercio desde una ci udad con dos imp ortant es puer tos y una des- ARCADIA..:....-
tacada flota, y que exporta a Egipto madera, resina, lana y acei te a ca mbio de
oro , plata, ce reales y lino. También hay rut as interiores: la que une Siria con
la Península de l Sinaí , y la q ue lleva a Meso potamia a través de Em ar y Ebla,
MESENIA/ ,
amb as con Ugarit como cen tro difusor.
LACONIA/
En Ana toli a el Bron ce Antiguo se extiende entre el 3 100 a.e. y e l 1900
a.e. y desde sus ce ntros de poder se come rcializan e l oro , la plata y el cobre
hacia el norte de Mesopota mia y e l Egeo .
El enclave de Troya co ntro la e l estrec ho de los Dardanelos, principal vía Figura l. Mapa del Egeo )' Grecia continental.
de co municación con las costas del Mar Neg ro, y en e l seg undo per iodo del
Bron ce Antig uo , (2800 a.e.-2300 a.Ce) aparecen en Ana tolia verdad eras ciu-
dad es que harán de difusoras hacia los centros del Eg eo . De las 10 fases de Las islas son ahora el principa l motor del de sarrollo de la zooa, con inter-
Troya, cu atro se desarrollan en el 1Il milenio a.C,; siendo la fase lJ uno de sus caJ~ bi os con Anato lia,.sobre todo Tro ya. Exportan produ cto s agríco las, aceite
momentos de apo geo . Es ya una c iudad de cerca de nueve mil metros cuadra- y vino, obsidiaua y objetos de artesan ía, a ca mbio de otras materias primas de
dos con una muralla de 330 m de longitud y dos puert as de acceso co n ram pas, las que ca recen co mo el co~re, y se origi na una metalu rgia local que adquiere
de gran riqueza y relacio nes co mercia les import ant es, en la que se prod uce la muy pronto un nivel tec no loglCo muy alto.
transición del cobre al bron ce y aparece el torno cerámico .
. Las Cícladas tendrán ,su mayor desarroll o y apogeo en e l Bronce Ant iguo
Mu chos de estos grandes centro s so n destru idos y se relaciona este acon- mientras que Creta tomara el relevo en e l Medio , donde se producirá la eclos ión
tecimiento con la llegada de pueblos nóm adas procedentes del Norte, con ante- económica y cu lt ur~1 del per iodo palacial, y e l con tinent e griego será el prota-
rioridad a la form ación del rein o hitit a en Ana tolia cent ra l. goms ta de la etapa final con el M icénico , que incorpora las otras dos áreas.
En las islas Cíclad as el Bro nce Antiguo está representado por tres fases,
la pn me ra de e llas denom inada de Grotta Pe/os , entre el 3200 a.e. y e l 2800
3. El Bronce Ant iguo en el Egeo y G recia continental: a.e., con asentamientos costeros e n varias islas, pero esencialmente en Amor-
gas, Naxos y Paros; la 'segunda o de Keros-Syro s 2800 a.e. -2200 a.e. , cuyo
Cicládico, Minoico y H elá dico nombre es el de .las Isla s en las que se desarr olla fundamentalment e, y que
supone un claro mcrem ent o de pob lación; y por último la fase Fi/acop i, en la
En el Egeo esta etapa de l Bronce Antiguo se desarrolla durante e l m milerúo Isla de Melas que pe rdura rá hasta el final del mileni o y con pob lados en las
a.e. en tres áreas geo gráficas diferenc iada s: Cícladas, Creta y Grecia co nti- Islas de Paros y Kea, momen to de máximo apogeo con extensión de la meta-
nental que darán lugar, respectivamente, a los periodos denom inado s Cicládico, lurgia y desarro llo urbanístico. La isla de Creta vive en esta e tapa, de un mile-
Mino ico y Heládico (fig. 1). rno, entre e l 3 100/3000 a.e. y el 2000 a. C, un periodo denominado Mino ico

208 PREHISTORIA 11 TEMA S.LA EDAD DEL BRONCE: PRÓXIMOORIENTEYEGIPTO. EL EGEO y LAGRECIA... 209
anti gu o o peri od o prepalacial , co n una cl ara relación con las isl.as C íclad~s, cant os rodados. Las pl antas de las vivie nda s son cuadra ng ularcs al principio,
Eg ipto y Anato lia, y con una carac terística de term inante que,es la lltl:odu cclOn e inclu so perduran algunas chozas serniexcavadas del Neolítico, pero pro nto
de la metalurgia de l bron ce qu e va acrecentando su producci ón pa ulatin ame nte , son de do s habitaciones, irregu lares y de tam años mu y variados, así como absi-
Son centros destacado s Vasilik i en La sithi , Mi rtos en el sudes te y los hallazgo s dales y de tipo rncgaro n. En Myrto s (fig . 2), sudes te de Cre ta hay habitacion es
f une ra rios dc la llanur a de Messa ra en la zona centro -merid ional de la isla. trapezo idales , triangulares, en L, rectangu lares y sobre todo irregul ares, for-
En el conti nente gr iego, a lo largo de tod o e l III mi l.cn io a.C .; se desen - mand o un con juntn qu e tien e porches, pasi Ilos y almac enes, q ue han hech o
vuelve n tres c ulturas esca lonadas en el tiempo y co n diferentes ubi caciones pen sar e n un protopa lacio .
regiona les: la C ultura de Eutrcsis en la Grecia central y muy relacionada con Hay también graneros, silos exc avados y grandes vasijas de almacen amien -
e l área balcánica , y las de Korakou y Tirinto en el Pe loponeso . to, y dentro de las cas as hornos circ ulares y ovales y plat aformas para vas ij as.
Los asentamientos de la ma yoría de las reg ione s ca mbian su ubi cación Los enterramientos (fig. 3) son bastante más variados. En Creta y Grec ia
con respecto a los neolíticos anteriores salvo en gran parte del continente griego continental sigue usándose al principio la inhumación co lectiva cn cuevas , y
en el que perduran un tiempo. Por 10 genera l ocupa? prom~ntonos costeros, o en las Cícladas perduran alg unas sepulturas de inh umacion es infantiles dentro
bie n llanuras o co linas baj as c n las reg iones inte nores. SIgue existiendo un de las casas, así como inh umac ión individu al en fosas, pero lo más frecuente
poblamiento d isperso de aldea s agrfco las, pero ya aparece n hábitats forti ficad os son cistas rec tangulare s o trapezoidales ag ru padas en pequeñas necr ópoli s,
co n murall as y tnrres. El mej or conoc ido es e l de Cha landn al11 ,. cn la Isla de aunque hay a lgunas como la adyacente a Cha landriani en la isla de Sy ros con
Syros, rodea do de murallas co n bastiones semicirculares pcrtenecrentc a la fase más de 600 tumbas.
Ke ros-Sy ros. Hay ca lles de trazado irregular y las cas as apa rece n en ocas iones
al ineadas, co n muros de ladrillos coc ido s, y algunas con c irme ntos de piedra , En Creta apa recen a co mienzo s delperiodo las tumbas de tipo tholos de la
y las tec humbres pueden ser en terraza o a do s vertiente s, co n tejas de barro llanura de Me ssa ra de planta circular de un diámetro entre 6 y 9 metros, con
coc ido. una peq ueña entrada cerra- -
da por una losa, en la que se _
En Orcomenos y Tirinto aparecen, en momentos avanzados, construcciones pra ctica el rito de inhuma-
de planta rectangu lar con cúpulas de lad rillo. Hay revocos de cal y enjalbega - ción co lect iva. Al igual qu e
do s amarillos y negros, y los sue los pueden estar enlosado s y emped rado s con las Cic ladas, los inh uma -
dos aparece n frecuentem en-
te vestidos y con a juares que
inclu yen adamas persona les
¡
A
junto a mob iliario, y de gra n
riqueza con arma s, útile s,
ce rámicas y adornos de oro.
Tambi én son fre cuen tes
en e l norte y es te de la isla
las co nocidas como tumba s- • ' -_----',o

Qg~
casa , se pult uras de planta
rec ta ng ular cons tru idas en
piedra, adobes y madera que

Ue w;';; 9
imita n a las casas.
En Grecia cont inental el
rito funerario es e l de inhu-
ma ción co lecti va, y hay c
tumbas circ ulares de lad rillo
con túmulo en Tebas, en Figura 3. Tipos de enterramientos del Bronce
Figura 2. Plano del poblado de Myrtos. Antiguo : 1. Plátanos (Creta). B. Haghios Kosmas
fosas simples y en cistas. En
(Arica , Grecia), C. Islas Cicladas.

210 PREHlSTORtA 11 TEMA 8. LA EDAD DEL BRONCE: PRÓXIMOORIENTEY EGIPTO. EL EGEO y LAGRECIA ... 211
Eubea aparecen sepulturas de cámara trapezoidal y corre dor excavados en la pulimentada se manifiesta en hachas, azuelas, morteros, molederas, mazas per-
roca, ente las que cabe mencionar la de Manika foradas, así como vasos, que en las Cícladas son de mármol, y paletas, cuentas
de collar y colgantes. En barro cocido hay maquetas de barcos, figuritas de
Las actividades económicas fundamentales siguen siendo la agricultura animales, co ladores, cucharas, bob inas y pesas de telar.
y la ganadería, con el comp lemento alimenticio de caza, pesca y marisqueo.
Trigo, cebada, guisantes, len tejas, algarrobas y frutas son las especies vegeta- Caracrcrísticos de este periodo en las islas Cícladas son los ídolos o figuras
les, a las que se incorporan la vid y el olivo. La cría de ganado es esencialmente antropomorf as en piedra, mármol, en muchos casos, aunque también los hay
de ovicrá pidos , en menos proporción cerdos, y aparece una especie de asnos. de barro cocido; por lo general son pequeños, aunqu e algunos alcanzan 1,50
Existen telares verticales y tejidos de lino, y también cestería, pero debieron m, y lo más frecuente son representaciones femenina s de pie y con los brazos
ser tareas dedicadas al uso doméstico. cruzados debajo del pecho. Hay, además figuras masculinas de pie de guerre-
ros, cazadores y músicos como el de la doble n auta, y sentados con los brazos
La actividad metalúrgica aporta como novedad la introducción del bronce cruzados o como el llamado "tocador de arpa" (fig. 4), bastante esquemáticos.
en la isla de Creta y el desarrollo tecnológico de las actividades de fundici ón,
testimo niadas por la aparición de escorias, hornos, crisoles y moldes. En las La cerámica (fig. 5) ofrece cierta variedad en cuanto a formas y decora-
Cícladas, al comienzo del periodo aparecen objetos de cobre arsenical y sola- ción. Está modelada a mano y se conocen ya hornos de alfarero , y mientras
mente se conoce una mina de este que en las Cícladas hay un predominio de las decora ciones incisas e impresas,
mineral explotada en la isla de en Creta es fundamentalmente pintada, sobre todo al sur de la isla, primero
Kitno s. Los primero s objetos con motivos roj izos sobre fondo claro (estilo Koumasa), y después en negro
metálicos son aquí algunos ador- sobre rojo o naranja (estilo Vasiliki). De engobe rojo son las continentales aun-
nos en alambre de cobre, pero que hay algunas incisas e impresas, y posteriormente aparec en vasos con un
desde la fase de Keros/Syros hay engobe oscuro gris o negro muy brillante conocidos como Urfinis, y al final
útiles y armas. del periodo aparece el tomo y decoración pintad a en blanco y negro. Las for-
Los adornos son abundantes y
aparecen en formas de cuentas de
collar, brazaletes, anillos, co lgan-
tes geométrico s, antropomorfos y
zoomorfos : pájaros, peces y cua-
drúpedos; las arma s más repre-
sentativas son las puntas de lanza
y los puñales; y entre los útiles y - -
obje tos de uso personal cabe ~A
}:¡f
mencio nar los cuchillo s de filo
'''''~ l
convexo, las leznas, agujas, pin-
zas de depilar y algunas fíbulas.
En oro, plata y plomo se elaboran A
cuentas de collar, anillos y braza-
letes, y en los dos primero s unas
bandas repujadas y con colgantes
en forma de hojas.
El sílex es el materia l básico,
junto con la obsidiana, con el que
se elaboran cuchillos, dientes de
hoz, puntas de Ilecha y denticula-
Figura 4. Ídolos del Cicládico Antiguo: dos, y en hueso aparecen gubias
A . Tocador de arpa de la isla de Keros, Figura 5. Cerámicas del Bronce antiguo : A. Cict ádico, B. Minoico ,
B. Ídolo de caja de violín , C. Ídolo f emenino.
y algunos alfileres. La piedra C. He/ádico.

212 PREHISTORIA 11 TEMA 8. LA EDADDELBRONCE: PRÓXI MO ORIENTEY EGIPTO. ELEGEO y LAGRECIA ... 213
mas más comunes son las jarras glo- estratégico s, Con frecuencia
bulares con cue llo y mam el on es fortificados como el de Hag-
ver tica les, cuencos sem ies féricos y hia lrina (fig . 7) en la isla de
globulares, j arros vertedores de cue- Keos en el q ue hay casas
llo largo, tazas, copas co n pie ; cac i- rectangulares de una o varias
llos de asas alta s e n Grec ia co nti- dependen c ias, y qu e en e l
ncn tal y píxides, candiles, salse ras y sigu iente periodo se convier-
"sartenes" (fig. 6) cn las Cícl adas. te en una verdade ra ciudad
Los motivos decorativos son al prin- posibl e mcnte ya de época
c ipio geomé tricos y se les unen al m icén ica. Filacop i c n Mela s
final algunos figu rativos co mo pcces y Parokia en Paros son otros
y barco s. dos po blados que me recen
Las Cícladas adqu ieren c n este menci ón. Las pare des de las
casas se construyen en ladri- o, ~.
periodo un gran auge debido a su
privil egiada posici ón cn las rutas dc llo sobre basamentos dc pie-
esta rcd de intercam bios y a la diver- dra . Los enterra m ientos
Fig ura 7. vivienda de Hoghía lrina en Keos , Cicl ádico
sidad dc materia s primas que tienen : s iguen siendo de inhum a- medio.
plata y cobre de Sifnos, cobre y ción ind ividu al en fosa s y
m ármol de Paro s, es meril de Naxos c istas , pero también !lay a lgunas grandes tumb as con aju ares relati vam cnte
y ob sidiana de Melas, objeto de n~os . En la metalu rgia se prod uce la generalizaci ón del bron ce , y en cer á mica
Figura 6. "Sartén" del Cicl ádico antiguo. co mercio de sdc e l VI milenio a.e. (IIg. 8) aparecen algunas forma s nuevas, qu e se suman a las anteriores como c l
Conoce mos los barco s, largos de vaso-pa lo. Es lisa o pintad a con moti vos gcométricos o naturalistas en' cuencos
proas elevadas y remos, por representaciones en cerá mica, sobre todo en las carenados con .a~.as, co pas, bandejas y vasos de ca renas bajas poco marcadas, y
llamadas " sartenes" cicl ádicas. ex isten nnportacioncs de rec ipientes cretense s y del continente gr iego.

La sociedad minoica adquiere un inici o de co mplej idad social, o al menos . El Heládico medio se de sarro lla, al menos por la documentación arqueo ló-
así interp retan algunos autore s, la coostrucc ión cn Kno ssos y Ma llia de patios gica conoc ida co un área geográfica que eng loba el Pe loponeso, Greci a central,
abi ertos, y el consumo de obj etos de luj o por parte de al gunos gru po s de el Sur de Epiro y la fra nja onenta l dc Tesalia. A co mienzos de l 11 mi lenio a.e.
poblac ión .
En tom o al 2200 a.e. -2000 a.e. hay una serie dédestrucciones y abando-
nos en e l continente griego, An atolia y las Cicl adas, e incl uso parece reflejarse
en las reg iones orientales de Creta, co n e l abandono de algunas sepulturas. Sin
emba rgo , en esta últim a comie nzan a apare cer en la zona central de la isla
agru pac iones de cierta entidad en tomo a lugares con defen sas naturales o arti-
ficia les ub icadas dominand o tierras agrícolas.

4. Bronce Medio en las islas Cícladas y el contine nte griego:


Ciclá d ico y Heládico

En las Islas Cfc ladas se produce un decl ive cultural y una crec iente int1uen-
cia cretense cada vez mayor, con grupos diferenciado s en las islas meridi onales
y centrales, y en las septentrionales . Los a se ntamientos se ubican en lugares Figura 8. Cerámicas del Cicládico medio.

214 PREltISTORIA 11 TEM A8. LA EDAD DEL BRONCE: PRÓXIMOORtENTEY EGIPTO. EL EGEO Y LAGRECtA." 215
desplegand o una gran actividad marítima que se conoce como Talas ocrac ia
ha y un a ruptura co n la etapa an terior ~on destrucc ion~s que s~ ha~ atri~uido cretense .
a la llegada de gentes que traen consigo las casas absida les adosad as a una
pot ente muralla , el uso g~nera l izado del torno de al f~rcr.oy I ~s pnmeros rec!: Comienzan a constru irse los grandes comp lejos palac iaies de Knossos
pient es de la cerá~n ica M mIa que, muta formas m et ~h ca s y.tI,ene u~ as s upe r (fig. 9) Y Mallia, co n edificac iones anterio res y niveles de oc upación desde e l
ficies osc ura s bnll antes, q ue pro nto arraig a n en la tradi ci ón local. ~esde Neo lítico en e l primero de e llos , y c l de Phaistos. M uc has son las hipótesis
med iados del per iodo aparecen ce rámicas pintada s con mon vos gc o~etn cos planteadas sobre e l por qué de la construcción de es tos palac ios desde la que
de colores oscuros sobre fond o claro , que pau latmam ent e se enriquece n con apunta a una idea importada desde e l Próx imo Or iente o Egipto. a las qu e lo
espira les, páj aros y plantas. consideran fruto de una evolución intern a qu e tien e a su vez como ca usas fun-
dam ent ales un enriquec imiento progresivo y una nueva estruc tura soc ial jerar -
qu izad a.

5. El Bronce Med io y Reciente en la isla de Creta: el periodo Lo que sí es un hccho es que se con stru ye, en la zona más e levada dc Knos-
sos, un primer palacio, y casi al mismo tiempo se erigen los de Ma llia, Phaistos
palacial y Zakro s, comen zando con e llos la fase deno minada Protopalacial, y tambi én
lo que parece claro es que cada uno de estos rec intos contro la cl área geográfica
La isla de Cre ta se convier te en el foco más importa nte d.e1 Egc~) con con- q ue le rodea. Así, Kno ssos do minaba los fértiles valles de la Creta central,
tactos con el Mediterráneo oriental, Próximo Oli e nte. Anat oh a y Egip to, desa- Phai stos la gran llan ura de Me sara, Ma llia las region es ce ntoorienta les, y
rrollados por vía marítima con barcos de rem os y postenorment e de vela, y Zakros e l extremo oriental de la isla.
Las carac terísticas de estos primeros palacios no son muy conoc idas debido
a las suces ivas destrucciones y reconstru cciones, pero en general tien en unos
eleme ntos comunes y bien conocidos ya en la etapa neopalacial. Son complejo s
artic ulado s en torn o a uno o varios patios, con diferentes alturas y sin sistema
defensivo alguno. Las partes fundame ntales son:
Un patio central, generalme nte de planta rectan gu lar.
Un patio occidenta l normalmente ubicado delante de la fachada oeste y
que es un espacio grande
paviment ado.
Almacenes, que son espa-
cios mu y amplios ubi ca-
dos en las planta s al nivel
de l suelo con grandes
pithoi dc barro (fig, 10).
Santuari os y habitaciones
nobl es abiertos al patio
occide ntal.
Conj unto de habit aciones
que deb ieron de ser resi-
denc iales, como las deno -
minadas sala del rey, sala
de la rein a, e incl uso una Figura lO. Alma cenes de pithoi de Knossos,
piscina lustral. (seg ún M . Zar zalejos).
Figura 9. Palacia de Knossos (seglÍn M. Zarzatejos).

TEMA 8. LA EDAD DEL BRONCE: PRÓX IMOORIENTEY EGIPTO. ELEGEOYLAGRECIA ... 217
216 PREHISTORIAII
Una sa la con pilares o co lumnas que aparece en el seg undo piso y se piejo sistema de calles, y con alg unas viviendas mu y destacadas arquitect óni-
co nside ra de banquetes. came nte.

Estancias de culto , como las criptas co n pi lares del sótano. . Las viv iendas comunes eran de planta cuadrang ular co n var ias dependen-
eras co n techos atenazado s, y en ocasiones, varios pisos, y existen ca naliza-
- Una zo na de recepción o entrada dec orada con pinturas murales. c rones, drenajes y un co mp lejo sistema de ac ued uctos . La ciudad mejor con -
Son varias plantas escalonadas y de a lturas diferent es y se construye n a servada es Gournia (fig. 11), ubicada en la zona or iental de la isla y del periodo
base de piedra s, madera para los marcos de las puertas y venta nas, pilare s, neop alacial co n una ubicaci ón co stera, una estructura a lgo desordenada pero
co lumnas y forja do s de las entre plantas, y yeso qu e se usa para decor ar las con ca lles prin cip ales con sistema de alcantari llado, y casa s de diferente tama -
parede s. Está prob ada la existencia de retre tes porque aparecen restos de asien- ño, a vece s con do s pisos y un edificio co noc ido co mo Casa del Gobernador.
tos co nst ruidos sobre un sistem a de tubos encajados qu e sirve n de ca na l de Las parede;, se decoran co n fresco s, ya desde los primeros palac ios, co n
evac uación, y ex istían varias entradas diferentes al co mplejo palacial. mo.tlvos gco metncos sobre fo ndo claro c n azu l, amari llo y gri s y un poco des-
Los asentamientos se ex tiende n en tomo a los palacio s y e l mejor docu - pues so bre fondo osc uro y ton os naranjas y verdes, e incorpo rando motivos
ment ado de la primer a etapa es e l de Ma llia co n una red de callej uelas qu e van flor ales, y naturalistas. En los segundos palacios se dan ya las representaciones
desde c l palacio al mar. Ha y una seri e de ed ificac iones en las que se han enco n- figurat ivas y, a partir del M inoico recient e, se decoran las paredes, los tec hos,
trado un ar chi vo de y los pa vl me nto~, en band as hor izont ales co n plantas, animales y figuras hum a-
tablillas de arc illa , ta- nas en escenas diversas como la del rey-sacerdote de Kno ssos (fig. 12). Esce nas
lle res ar tesana les de de temas rna nnos decoran los sucios y estas pinturas se difunden a las otras
ce rám ica, de se llos de isla s, destacando las conse rvadas en la isla de Tera, en el yac im iento de Akro-
cristal de roca y es tea- rm, como la de los bo xeadores, un naufragio y guerreros armado s, paisaj es y
tita, de vasos de pied ra, barco s de remo .
y también de obj eto s
de bron ce, así co mo un
edificio sem isubterr á-
neo rectangul ar cono-
c ido co mo cripta hi-
postila y anejo a un
espacio abierto .
En la etapa de los
segundos palacios apa-
recen las villas o casas
de campo, denom inán -
dose así a unas cons -
trucciones de tam año
basta nte grande con
lugares de almacena-
miento, pero también a
es tanc ias para ac tiv i-
dad es administrativas.

' - - -- - ---"".
l El asentamiento de
Kno ssos de esta seg un-
da etapa presenta un
plano co n e l pa lacio
Figura 11. Ciudad de Gournia , Minoico reciente . integrado en un corn- Figura 12. Frescos del palacio de K IIOSS OS , (según M. Zarza lejos).

218 PREHlSTORtA II TEM A 8.LA EDAD DEL BRONCE: PRÓX tMOORIENTEY EGIPTO. EL EGEOY LAGRECIA ... 219
-
Los en te rramientos son de inhumaci ón individu al en pithoi y en cistas de te , el estilo marino con animales ac uáticos,
piedra deno minadas larnakes de plan ta elíptica, agrupado s en necrópolis o aso- sobre todo pulpo s, rocas y co nchas, y el abs-
ciado s a conj untos sepulcrales colec tivos. Continúan tam bién las tumbas de tracto y ge omé tric o con motivos de dob les
tipo tholos del periodo anterior, con algunas dc fo rmas complej as con una o hach as, es c udos en oc ho , lazos sagrados o
varias antecámaras, en grupos de do s o tres, o bien en necr ópoli s, y ya a [ma les cabezas de toro. Las form as más uti lizada s
del M inoico recient e apa rece un corredo r o pasillo de acceso. En e l periodo son grandes rec ipientes care nado s, j a rros,
de los prim ero s pala cios aparecen también las tum bas de cá mara que perdu ran rhy tones e imitacion es de los alabastrones
y se conv ierten en las más comunes du ran te el M ino ico reciente. Sun excavadas egipcios.
en las rocas o e l subs ue lo con un pasillo o dromos de entrada que da acceso
por una puerta a la cámara fu neraria de plant a c ircular o rectangu la r y con Muy carac terís ticas son las fig uritas de
cubierta plana o cunvex a, en la qu e sc depositan inhumaciones en pi thoi, lar- te rracota pintadas y q ue ap arecen de pie ,
nakes, ataúdes de madera y simples depósitos en el suelo . El ajuar es tá inte- sentadas o en pequeños grupos en e l periodo
grado po r cerámicas, rec ipientes de piedra, armas y oca siona lme nte adorno s de los prim eros palacios. En e l de los seg un-
de oro o algú n se llo. dos se hacen en bro nce, plata o plomo y las
hay también de anima les, e ig ualmente de
La cer á mica de Kam ares (Iig . 13) es la más representativa de los primeros fay enza co mo la s co no cidas diosas de las
palacios y su nombre deriva del de una cueva cn donde se enco ntró por prim era serpientes de Knossos (fig . 14).
vez. Tiene una decora ción pintada sobre fondo oscuro co n moti vos geo métri-
co s, lo que parecen ser vegetales abstractos, pero sobre todo espirales y motivos En met a l se fabrican nuevas almas como
curvilíneo s. En rojo, am arillo y blanco, y con formas de co pas, jarras con pito- puñales, puntas de flecha y es padas , y úti les
rro y recipi entes de tendencias ovoides y globulares. La cerámica de Karn ares que mejoran el trabajo de la madera y e l
aparece en toda e l área Egea , la co sta sirio-pa lestina y Egipto. Ha y qu e men - cuero, siendo Malli a un importante ce ntro
cion ar también la conocida como de "cásc ara de huevo " a causa de sus finísi- metalúrgico. Aparecen vasos en cobre y figu -
ma s paredes rillas de bronce, y se conocen las técnicas del
granulado y la filigrana qu e se aplican a la
En el periodo de los seg undos palacios, la cerá mica vuelve a tener fo ndo s or febrería con pendien tes, colgantes y ador- Figura 14. Diosa de las serp ientes
claros con motivos flor ales que llenan los vasos de rosetas, j uncos y ba nda s nos de oro y p lata con incrustaciones de pie- de Kno ssos.
floreadas en co lore s oscuros. A es te es tilo le suceden, ya en el Minoico rec ien- dras preciosa s, fayenza y cr istal de roca .
Tampoco faltan los recipient es de piedras variadas, ge neralme nte con for-
mas de. tazas, cuencos y lámpara s, con una vari edad curiosa de los seg undos
de nom inada de nido de ave por su forma, Destacan los elaborados en cristal
de roca como un rh yton de Kato Zac ro representando un pai saj e co n un edifi-
cio, o bien los qu e tien en represent adas ca bezas de leon es o de toro s. Tambi én
hay vasos de marfi l.
. Los sellos en piedras duras se elaboran desde la etapa de los prim eros pala-
CIOS en jaspe verde, cris tal de roca , ágata y ama tis ta, co n motivos figu rati vos
humanos, animales, de insectos y pájaros, es finges y grifos . Se hacen ge neral-
mente en pri sm as de tres y cuatro ca ras , así co mo discoidales, posteriormente
lenticulares, rectangulares y alme ndrados y se representan tamb ién toros, leo-
nes, ca bras y ciervos. En Mallia hay un taller espec ializado en la fabr icación
de pri smas de esteatita.
Lo s cretens es tuvieron esc ritura, una jeroglífica, el lineal A y el lineal B.
La primera so lamente aparece en do cu me ntos de arc hivos del palacio de
Figura 13. Cerámica de Kamare s , (según M . Zarza lejos} . Mallia, el lineal A, se utili za en toda Creta y otros lugares del Egeo y es una

220 PR EH tSTORIA 11 TEMA 8. LA EDA DDEL BRONCE: PRÓXI MO ORI ENTE Y EGIPTO. EL EGEOYLAGRECIA ... 221
escritura silábica no dc l todo descifrada y e l lineal B aparece sobre tab lillas de y revestido de una capa de yes o sobre la que se pinta una es cena dc carác te r
arcill a tras la domi nación M icénica y se ha definido como una form a prim it iva re ligioso ,
del griego.
Tra s la caída definitiva de Knossos, Creta p ie rde su papel predominant e,
La ec onomía sigoe siendo agrícola y ga nade ra, co n un almac ena miento y despu és de que un violento incendio destru yó e l pa lacio, y sobre e l 1200 a, e.
redistribuci ón q ue se rea liza desde los pal acios e n los que se conservan los se regrstran una serie de movimientos de pueb los en e l Med iterráneo orien tal
productos recogido s, como lo pr ueb an los silos y los grandes pithoi de alma- que ponen fin a la Edad de l Bronce en c l Ege o, co n destrucc iones también en
ce namiento encontrados en és tos cn los qu e tamb ién de bieron de conce ntrarse e l contine nte griego y c l colaps o de l mu ndo micéni co.
los arte sanos y sus pro ducciones tant o para uso interno de las élites como para
un activo come rc io a través de los barcos de su Ilota.
A mediado s del II milenio a.e. ( 145 0 a.e.- 1430 a.Ci) una serie de destru c-
ciones afectan a la mayor parte de los ce ntros minoicos que desaparecen , salvo 6. La cultura micénica y el Bronce Reciente
Kno ssos, abandon ándo se muchos lugares. De nuevo se busca la explicación
en causas naturales: terremoto o erupción vo lc ánica de Tera, o bien hu manas: L~ G I:ec ia co ntinental ~ fina les de l Heládico medio prese nta un cam bio
los pro pios habit antes de Knossos o los micénicos co ntinenta les. Es to último orgaruzatrvo qu e ya preludia lo que será la sociedad micénica ce ntralizada , y
explicaría la " m icenización" de Creta a pa rt ir de l Mino ico recien te ltl . Lo que mlc.ntras que algunos n úcleos importantes hasta aho ra como Lern a y Argo s,
sí es seguro es que , tras las destruccio nes, solo Kno ssos surge como un po tente veran decrecer s u dem ografía e incl uso serán abandonados, otros co mo M ice-
ce ntro qu e co ntro la casi toda la isla , y también qu e se encuentra baj o dominio nas, come nzarán una e tapa de gran crecim iento y desarrollo con una m inoría
micéni co en la etapa de su destru cci ón diri ge nte que scrá la prot agonista de .Ia nueva etapa. De nuevo se plantean hipó-
final , entre 1375 a.e.- 1350 a.e. tesis diversas para ex phc ar un cambio que permite pasar de una etapa bastant e
pobrc a este nuevo escenano, y otra vez se propone la teoría de una invasión
La etapa comprend ida ent re el 1450
ex tranj era, crete nse entre otra s, pero también , una evolución autóc tona con
a.e. y el 1375 a.e. se denomina Periodo
diversos fac to~e s, co mo ~ I crecimiento demográfico favore cido por un mayor
Mo nopalac ial, aludiendo al único super-
desarrollo ag ríco la y un import ante pa pe l en el co ntrol de las vías dc comuni-
viviente del sistema palacial cretense, y cac ión y las rutas comerci ales .
tiene elementos de camb io pero también
de continuidad . Sc identi fica po r un
nuevo es tilo ce rámico denom inado de
palac io (fig. 15) co n tinajas y jarros de
gran tamaño decorados co n mo tivos
muy es tilizados, flor ales, geo mét rico s y
marinos. Se co mbinan rasgos de tradi-
ción min oica con elementos mi céni cos,
e ntre e llos las tumb as de cá ma ra co n
largo dromos que contiene n tres o c ua-
tro inh umados, así co mo las tumbas de
guerrero con un ajuar de casco s, espad as
y lan zas j unto a vasos de bronce y cerá-
mi cas idénti cas todas ellas a las de Gre-
cia co ntinental. i
~----,.'
En Kno ssos aparecen nuevas pintu-
ras m urales como la Parisina, la escena
del salto del toro , las que ado rna n e l lla-
Figura 15. Cerámica estilo de palacio , ma do sa lón del tro no , o bien c l sarcó-
(seg ún M . Zarz a lejos.) fago de Ha g ia Triada, hech o en pi edra Figura 16. Acrópolis de Micenas .

222 PREHISTOR IA II TEMA 8. LA EDA D DEL BRONCE: PRÓXIMO ORI ENTE YEGlPTO. EL EGEOY LA GRECIA ... 223
Se produce el desplazam iento de los cent ros de poder dcsde Cre ta a Micc - Los palacios se levantan
nas (fig. 16) que desde ahora tendrá importante presencia en c l ámbito mcdi- en altura, sobre cres tones
terr áneo, y - a través de la inform aci ón proporcio nada por las tablill as del lineal rocosos, y los mejor conscr-
B- sabemos quc du rante los sig los XIV y XIII a, e. ex isten varios "reinos" posi- vados Son los de Tirinto
blem ente indcpcnd icn tcs entre sí, con una ca pital adm inistrativa en cada uno (fig. 18), Py los y Gla, quc
dc e llos, que es , a su vez, centro económico y religioso. Aparece n ahora las presentan una serie de ca-
ciudades-palac ios con un núcleo fortificado o ciudade la que albe rga el pa lacio, racte rfsticas comunes, aU11-
los ed ific ios de culto y algunas res idenc ias privada s, y cn su entorno, fuera de qu e ex istan difere ncias
las mu rallas, el resto de las viviendas y cd ificio s. Estas fortificaciones no apa- entre e llos y se cons truye n
rccc n al comienzo del periodo y sue len adaptarse a la topografía dcl ter reno, con pied ras irregulares y
aprovechando así las defen sas natural es que se "refuerzan" o co mplementan mortero , y adobes, Hay
con recintos levant ados con aparejo ciclópeo unidos con tierra y piedras peque- hucll as de ven tanas, sistc-
ñas , y de hasta 8 m de altura, destacando Micenas, Argo s y Tir into, qu e se mas de dcsagüc, puert as
construyen en etapas suces ivas, e incorporan en las fases más tardías sistemas dobles con d inteles y jam-
que perm iten el a lmacenamiento de aguas: un túnel escalonado con c ubierta bas de pied ra, así como
por aproximación de hilada s que cooducc desde la acró po lis a una cisterna dc co lum nas dc s ustentación.
agua subterrá nea situada en e l exterior de ésta. Las partes esenc iales de
En Micenas el recint o se am plió para eng lobar el Círcu lo A de tumb as, y todo pa lac io son: el mcga-
se construyó la fam osa Puer ta de los Leones (fig. 17) realizada con tres grandes rón ce ntra l, que cs un rccin-
bloques monolíti cos, y con una viga vert ical sobre la que giraba la puerta. El to con porche, vestíb ulo y
triangulo de de scarga se decoró con dos leon es afrontados con las patas delan- sala del trono en la que hay
teras apoy ada s en una columna. un hogar centra l rodcado de
cuatro co lumnas, aparecicn-
do decorad as las paredes,
los techos e inclu so los suc-
Ios. El pa tio prin cip al es un ~_=_=~100 m

gran espac io a bierto quc


conduce al megaron, y exis-
ten otros ha bitácu los más Figura 18. Acrópolis de Tirinto, [según F Fittschen t.
peq ue ños pero sernejantcs a
éste, co mo el llamad o megaron dc la Reina. En Pylo s, Me senia (suroeste dcl
Peloponeso). se c? nserva una bañ~nl de barro coc ido empotrada en una ban-
queta : Hay tam b.'cn estanc ias destinadas a ac tividades administrativas, depen -
denc ias de serVICIO '( a lmacc nes . Se enc uentra n p int uras mu rales e n tonos
OCIes, amarillos y rotos J "
blan cos" a zu Ies y ver'd es, con escenas procesiona
. les
de caza, de batallas y de sacrificios rituales, y también de anim ales. . ,
Las viviendas son construccioncs de planta cuadrangular o rectan gular con
~n~ o vanas dep end encias, ?e ro tamb ién las hay de varios pisos e incl uso imi-
tac íones de palacios, y es ta doc umentada la ex istenc ia de ob ras de dre naje
c~mo las del lago Kopa'is en Beocia y la presa de Tirinto, así como de una red
via n a con puent es, restos de pavim entaci ón, contrafuertes, etc.
Los enter~am ientos se hacen en tumbas de fosa en la fase form ativa de la
SOCIeda d micem ca, entre fin ale;, del siglo XVI y finales de l siglo XlII a.C¿ Y
Figura f7. Puerta de Los Leones de Micenas. (seg ún M. Za rzalejos).
postcnonne nte en tumbas de camara y tholoi. Las primeras aparec en en los

224 PREillSTORtA U
TEMA 8. LA EDAD DEL BRONCE: PRÓXIMO OR IENTE Y EGIPTO. ELEGEO y LA GRECIA oo. 225
Círculos A Y B de Mi- Hay figuritas huma-
cenas (fig. 19), en un nas de terracota de tipos
número de seis y vein- muy diversos denomina-
ticuatrorespectivamen- dos como <p, IjJ Y T, Y de
te. Son estructuras rcc- animales.
tangu lares excavadas
en el fond o de un pozo En me tal tenern os co-
con los inhumados so- razas, cascos , esc udos,
bre una capa de piedras espadas y puntas de lanza
y con cubiertas de ma- y la orfebrería incorpora
dera. Se se ñalizan con técnicas como el granula-
estelas decoradas con do y el repuja do, con va-
espirales y líneas ondu- sos, joyas y anillos de oro
ladas y tambié n carros , y vasos y alfileres de
y de aquí proceden las plata. Por su parte apare-
co nocidas máscaras de cen sellos almendrados o
Figura 19. Planimetria del Círcul o A de Micenas ,
(seg ún M . Zarz alejos). oro. Los ajuares son los lenticulares tallados en
más ricos y variados de ágata, corna lina, esteati-
todo el periodo , con espadas , dagas, puñales, puntas de flecha y de lanza, y ta, y más raramente en
vasos de oro y plata. ámbar, lapislazuli y pasta
vítrea, y el marfil se talla
Las tumbas de cámara son es tructuras excavadas en la roca con un co rre- en plaquitas para adorno
dor de acce so y una cámara cuadrangular, elipsoidal o semicircular, que con- de mueb les y obje tos de Figura 20. Tesoro de AIreo en Micena s.
tienen vario s enterra mientos y en ocasiones están pintada s al interi or. Las made ra. (según M . Zarzalej os},
tumbas de tholos son las más mon umentales y con sisten en una cámara fune-
raria circular precedida por un corredor, cubierta por apro ximación de hiladas A finales, del siglo XII! a.e. se produce una brutal des trucción del sistema
y con un túmulo . El más conocido es el Tesoro de Atreo (fig. 20) de Micenas ~al a~ tal m l~en lco con incendios y abandonos, Las hipótesis sobre las causa~
con un pasillo de 36 m de largo por 6 m de ancho y una cámara de 14 ,50 m ~ e ~ste ~n~l~eno .se" agrupan en tres: - las invasionistas, basadas en la llegada
de diámet ro co n otra aneja . El rito funerario es la inhum ación sob re e l suelo ~ pue os cl mai , - las catastrofistas, en cam bios climáticos, movimiento s
de la cámara y a veces sobre una platafor ma o en sarcófagos de terracota. slsl.m cos: e mc l us~ enfermedade s; y - las de deseq uilibrios y conflictos inter-
Entre las ofrendas se pueden mencion ar vasos con comida y bebida, armas, no~ . En la actualidad parece lo mas acertado, sin excl uir nuevas aportaciones,
herramientas y figuritas. una suma de todos o parte de esos factores El fi n de la e' '1" . , ' ,.
no se P 'OI I . .' .. I VI izacron rmceruca
" I (uc.e a rora silla un SIglo desp ués, siendo un proceso grad ual con un
La economía micénica se basaba en el cultivo de cereales, vino, ace ite y
~1'Cc len te regionalismo, une mpobrecimiento de la cultura matcrial y un cambio
leguminosas, así como en la ganadería, la producción de textiles, objetos metá-
e las costumbres funerarias que pasan a ser enrcrrami enm, en cista y paula-
licos, cerámica, joy as e incluso perfumes destinados al uso interno pero sobre trnamcnte de n to de mcineraci ón
todo a un activo comercio, con Chipre, Macedonia, tierras ribereñas del Mar
Negro, Mediterráneo central e Italia llegand o incluso a la Península Ibérica.
La cerámica apa rece en cuencos profundos, copas, tinajas, calderos , barre-
ños, trípodes, cráte ras, ja rros y alabastroncs, a veces lisa pero en genera l pin- 7. Bibliografia
tada con dobles hachas, flores, conchas o espira les (estilo esquemát ico); temas
figurado s o es tilo pictórico: figur as humanas, animales y esce nas ; y estilos
locales: -cerrado, con todas las superficies del recipiente llenas de motivos DÉCHELETTE, J, (1908) : Manuel d 'ArchéologiePrehisloric.¡lIe, Picard,
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226 PREHISTORIA U
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3. Europa central.
3. 1. Cultura de Ún étice,
3.2. Cu ltura de los Túm ulos.
4. El norte de Euro pa.
5. Las regiones atlánticas.
5.l . Cultura de los Túmulos Armori ca no s ,
5.2. Cultura de Wessex.
5.3 . Grupo de Drakenstein.
6. Bib liografía.

1. Introducción

En el cont inente europeo las etapas de Bronce An tiguo y Medio oc upan ,


en t érmino s genera les, los últimos siglos del ni milen io a.e. y casi todo el mile-
nio siguiente. Como ya hemos mencionado, el uso del bron ce para la fabr ica-
ción de útiles y arm as está aún poco extendido, aunque en el seg undo periodo
ya hay un aumento considerable de utensilios, arma s y adornos, relacionándo se

TEMA 9. EL CONTINENTE EUROPEO EN LA EDAD DEL BRONCE ANTIGUO YMEDIO 229


228 PRElIISTORIA 11
ya es te metal con ac tividades co tidianas, aunque el predo minio abso luto de
Lasáreas geográficas en l a~ 9ue d ividiremos e l co ntinente euro eo ara
objetos metál icos es tá en tumb as y su pape l soc ial sigue siendo fund amental. el est~dlD de los dos periodos iniciales de la Edad del B¡'onee ' . IP d P
la regló t son. e su este
Las bases económicas esenc ia les continúan siendo las mismas que en épo- n ce n roeuropea , el nort e y las zon as atlánt icas. (fig. 1). . ,
cas anteriore s, la ganadería de bóvidos, cerdos, ovieáp rido s y caballos, junto
con una agr icu ltura de trigo y ce bada que aumenta su producción con el uso
de las técni cas agríco las: arado y carro de tracción anima l, funda mentalmente,
a pesar de que se ocupan tierras poco aptas para e l cultivo y en el Bronce Medio 2. Europa oriental
hay una superexplotación. También se cult ivan legumbres, guisantes y judías
y se recogen frutas y bayas. Lo s numerosos hallazgos de fusayolas y pesas de E~ d [[ l11,i len io a.c. en la zo na ori ent a l del contine nte hay do s grandes
telar hacen pen sar también en un important e papel de la industri a del tejido, co mp ejos cu turales re prese ntativos: Monteoru y O tomaní El '., e de
ese nc ialmente la lana . ellos se ' ' ,' f I . ' . primero e
. l, d. c nuera
1 en ec las mas tempran ' as eque el s
gun doo yv ti .
tiene una crerta afi-
En e l Bron ce Med io se inician muchas de las industrias meta lúrgicas loca- ruc ,1 co n o s grupos de las es tepas pónti eas. Su yacimiento epónimo es un
les, las técnicas más utilizadas son la fund ic ión y el martillado, ya conoc idos pobl~ld~ uTblcado en Rumanía. El seg undo es un asentam iento húngaro de la
rcgion ( e ransllvama que también da nom bre a esta etapa . '
de etapas anteriore s, pero a finales del periodo comienza n a utilizarse mo ldes
bil valvos y la a leación de cobre y estaño. El control de la explotación del metal
fue un facto r important e en el de sarrollo de las jerarquías. Las act ividad es
co merciales adqu ieren un papel prepondera nte. 2.1. M onteoru
Los asentam ientos son, en ge neral, pequ eños y sin defen sas, a veces sim-
ples agrupaciones de es truc turas perec ederas de las que solame nte conse rva- , COl~i n ~a las tradi cion es de las ce rámicas cord ada s y las Kourgan as y la
mos restos de postes y hoyos, pero tambi én hay algunos pobl ado s ubicados en ~~Si U~l red e colorea r con ocre los inhumados, en sus momen tos iniciale's' pero
lugares e levados con defensas naturales y sistemas defen sivos de murallas, a a~e e :Ipogeo en tomo al 1700 «.c.. que representa ra el Bron ce Medí
fosos, em pal izada s y torres, espec ialment e en la e tapa del Bronce Medio. Las recibe ~?mblen influ encia s del co ntinente griego puesta s de manifi esto en I~;
formas y ritos de enterramiento son variada s, mientras q ue la cultura materia l ple se? cJa de dISCOS de oro , c uentas de co llar de faye nza. bocados de caballo
ofrece una cie rta hom ogeneidad, salvo en e l caso de las ce rámicas. decoI" d? s COI~ espira les y espadas. La meta lurgia de ' bronce deriva de la I
OtOl~~~IlIYdestall1tegrada esenc ialmente por armas, inclu yend o fas hachas c'el~~
J~)!;.~ '; ~s Re OJO ~neon tradas en el dep ósito co n un tesoro aúreo de Tafa lau
( o a va, umama), que Imitan a las dc bronce (fí a 2) - l
En cerám ica hay vasos de asas altas y grandes reci~~nte~ g::~ari~~rl:~,padas .

• BRONCE ANTIGUO
• BRONCE MED IO
TÚMULOS l .
OCCID ENTALES
UNETICE .
TÚMULOS . •
DEL DAN UBIO ~t-~\ .
0,\0

Figura 2. Piezas de oro de l te.'W5I V de Tafalau, Rumania ,


Figura l. Mapa de Europa en la Edad del Bronce Antiguo y Medio. (seg ún Gimhut[/s ).

230 PREHISTORIA D
TEMA 9. EL CONTINENTE EUROPEO EN LA EDAD DEL BRONCEANTtGUO y MEDIO
23 1
-
Las necrópoli s sue len estar ce rca de los asentamicntos y es tán constituidas E l rito fune ra rio es la inhum ación ind ividu al , con el cadáv er en posición
por sepulturas de inh umac ión indi vidu al con grandes d lfc~'encIas en los aJuar~s , feta l, en sepulturas a veces c ubiertas po r estruc turas tumulares, agr upadas en
y la economía se basa en e l cullivo de ce bada y rmjo , a SI como la ex plotac i ón necrópolis. Desde mediados del periodo com ienza a aparecer el lito de inci-
de las minas de sal de la cuenca del río Sarata. Hay objeto s de lujo pro ced entes neración que será el usado en la etapa fin al.
dc Anatolia, G rec ia y Europa central, y en I~ fase tardía , m.~mento de declive La metalurgia del bron ce se imp la nta en e l periodo anti guo co n hachas de
cultural, comienza a apa recer el rito fun eran o de mcm era c ron. com bate de ori gen caucás ico, y un mayor núm ero de armas que de út iles, y en
el periodo clásico se da una ex plotación intensiva de los yac imie ntos mineros
de cobre de Tr an sil vania. Ap arecen en bronce pu ñales y espadas, hachas de
enmang ue tubular y tal ón alargado de or ige n pó ntico , boc ado s de caballo y
2.2. Otomani alfi lere s, y adornos variado s en oro que también se ex plota en es ta regiones.

La ex istencia de una mayor prop orción de arma s que de ~ t i le s y las poten - La cerámica es co rdada , inci sa y co n dec oración en relieve de cordones,
tes fortificaciones de sus poblados, apunta a un grupo de carácter guerrero qu e y posteriormente aparece una bru ñida con inci siones de moti vos en es pira l y
se asien ta en los Balcanes, Hungr ía y Eslova quia . otra acana lada, en forma s de vasos con asas verticales (fi g, 4), Y hay que men-
cionar en barro coc ido las represe ntac iones de carr os.
Ase nta mientos . Lo s pob lad os son peq ueños y es tán ubicad os en lugares
elevados, terrazas flu viales, o islote s, es dec ir con defensa s naturales, a las q~e En la fase clá sica, Otomani mantiene contacto s con Únétice y co n el He lá-
se añaden murallas, fosos y/o diques; genera lmente n enen formas ovale s, crr- dic o , y eje rce una fuerte influenci a sobre Montco ru. En torno al 1400 a.C, se
culares o triangulares, y las ca sa s son de planta rect angul ar o circ ular, co ns- aba ndo nan algunos poblado s co menzando el decl ive de es ta cultura .
truid as a base de madera y barro , compartimentadas y co n suelos de m adera . Relaci ona dos co n es tas dos c ulturas aparecen algunos grupos reg iona les
Destacan , además del ep ónimo, los de Salacea en Ruman ía, Barca en Eslov a- co mo el de Nagyrév en Hungr ía que incluye, a su vez variantes, con poblados
quia y Varsand en Hun gría. La economía se basa en e~ cu ltivo de tn go y ml~o bastante igu alitarios, cerá m icas negra s bruñidas de coradas con inci sion es y
y la cría de ganado bo vino, ce rdos y caballos , es tos últimos usados tambl~n otras qu e imitan formas egeas y anat ólicas, y rito fun erar io de inhumac ión, y
como ani ma les de tiro para los can os de cuatro rue das conocidos desde media- de incineración . En Serbia, Vatina tiene asen tamientos cerca de corrientes de
do s del 11I mil eni o a.C, (fig . 3). ag ua y en tierra a sus muertos bajo túmul os y posteriormente en urn as. Su cerá-
mica est á muy decorada y tiene unas placas conoc idas como ído los o " pinta-
deras". En el grupo de Vervicioara , en el baj o Danubio, los poblados están
for tificados, las necróp olis son muy gra ndes y hay ricos depósitos de objetos
me táli co s, pero en la
etapa qu e podríam os
definir como Bronce
Medio, se transfo rman
en gru pos se minóma-
das de economía pa s-
toril co n restos de fo n-
"'·'. ;0
dos de cabañas en las
vegas de los ríos, qu e
poco a poco mcor-
\]7
. . . "
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poran la incinerac ión


como rit o funerar io
predominante. La cerá -
mica ofrece vasos con
dos asas y copas deco-
Figura 3. Representación cerámica de carros , de Otomani I radas con inci sion es Figura 4. Cerá mi cas de Otoma ni (seg ún BOll a
(se¡¡lÍll BOll a y Gimbutas). geométricas. y Gimbutas ).

232 PREHISTORIA 11 TEMA9. ELCONTINENTE EU ROPEO EN LA EDAD DEL BRONCEANTIGUO YMEDIO 233
,

El mundo fun era r io es mejor conocido, siendo e l rito de inhumac ión indi-
3. Europa central vidu al o doble en cistas, fosas, a veces recubi erta s de mad era y con una estruc-
tura tum ular, y en Straub ing (Bav iera y valle del Rhin) apare cen también algu-
En estas regio nes sí se han podi do establecer las diferencias funda me nta les nos pithoi, todos e llos forma ndo necrópol is (fig. S). En la fase clásica aparecen
que pe rm iten determinar un Bronce Antiguo repre sentado ?á sica ment e por la las tumbas "reales" o de jefes co n ricos aju ares, y por lo general fuera de las
Cultura de U n étice, y un Bro nce Medio o Cultura de los T umulos . necrópoli s. Son enterramientos de inhumación individ ual, y en ocas iones doble
o triple, en cá maras o estruct uras de madera en Iorma de ca sa co n cub iert a a
do s agua s, co n un túmu lo y un ajuar a base de obje tos de oro y bronce de tipos
orienta les, cerámicas y otros objetos tant o utilitarios como suntuari os. Una de
3.1. Cultura ele Ún étice las más repre sentativas es la de Leub ingen , ubicada en Turingia (fig . 6), con
un túmu lo de 34 m de diám etro y 8,5 m de altura, rodeado por un foso y con
Únétice es una localidad de Bohem ia (República de Cheq uia ), también una cá mara co nstru ida con postes de madera en forma de casa, en la que se
co nocida por su nombre alemán Aunje titz q ue rep resenta este penado e~ ten ­ deposita una inhu mación dobl e: mascul ina y feme nina, así co mo un aj uar que
di éndose desde esta zona or iginaria hasta Polonia, Austria , Sajonia, Turingia inc luye puñales, hach as de doble tilo, alabardas, cuchillos, alfileres , brazaletes
y Silesia, con algunos gru pos regionales periféri cos como los de Nitra, al oes te de oro y co llares, y tambi én un utillaje completo de carpintería. Son frecuentes
de Eslovaquia, e l del Tiro l en la Alta Austria y Ad lerberg e n el alto valle del también los restos óseos de an imales, sobre tod o bueyes.
Rhin , que solame nte tienen diferencia s destacada s en las ce rámicas y los obje-
El metal apar ece en tubos, y en obj etos de adorno o uso per son al co mo
tos metálico s. torqu es de extremos vueltos, pend ientes de dob le espiral, anillos y cuentas de
S u orige n ha sido obj et o de controversia y durant e bastante tiem po se co llar, alfile res con cabeza de disco y pul seras. Las arm as están representadas
co nsideró a las gentes calcolíticas de las cerámicas de cuerdas co mo el subs- por puñales triangul ares y hachas planas, en cobre o en bro nce. En el periodo
trato ún ico , sin em bargo , tam bién se notan infl uenc ias ca mpa niforme s y clá sico se con so lidan los tipos autó ctonos en bronce, y al final son frecuente s
Kourganas. los a1TeOSde caballos co n mot ivos decorativos sim ilares a los del Heládico.
Se ha establecido una periodización intern a en tres etapas. Únétice ,!nt~g.uo Se explotan las minas de cobre del valle del Saalach (Sa lzhurgo, Alpes ce n-
(2000/1900 a.C.-1 700 a.c.), Unétice clásico ( 1700 a . C. -I S S(~ a.c.) y U net.l~e trales), en un núm ero de hasta seisc ientas, de las que se conse rvan mazas de
tardío ( ISSOa.C.- 14S0 a.c.). El primero es una fase de form acl~n y de transicron minero , cuñas de madera y testimonios de la aplicación de l sistema de ca lor y
desde e l Calcolítico fina l de las cerámicas cordadas y campmu fonnes; la etapa
clásica represent a e l apogeo de esta cultura con un notab le ,crecimiento demo-
gráfico y una expansión import ante que a lcanza ahora sus maxlmo~, y cI periodo
fina l represent a el paso al Bronce Medio co n la Cultura de Los Tumulos.
Los asentamientos son pococonocido s en la primera etapa , aunque tene-
mos los datos proporcionados por el de Grossmug l, localizado en Austria, con
ca bañ as semisubterráneas, irregul armente repartidas , co n plan ta rectangul ar y
co nstruidas a base de mad era , y ram ajes para la techumbre a dos agua s.
En la etapa clásica se conoce n mejor y-est án ubi cad os en luga~es elevados,
en muchos casos con sistemas defensivos a base de fosos y empalizadas y oca-
siona lmente mur allas de piedra y adobe. Las viviendas se construye n en made-
ra, y a veces co n zócalos de piedra y tienen planta rectangular con po stes ~en­
trales y techumbre a dos aguas. Hay que mencionar el de Postoloprty en Za tec
(Bohe mia) en el que se han excavado 16 casas de planta rectan gular, de u.nos
se is por cuatro metros, co n cuatro pos tes centrales y techu mbre a dos vertien-
tes. El pobl ado llegó a tener ullas 30 vivienda s, capaces de albergar a ISOhabi-
tantes. El momen to final de Un étice tiene un mayor número de pob lados en Figura 5. Tipos de enterramientos Figura 6. Tumba principesca de Leubingen
de la Cultura de Unéti ce, en Turingia.
lugares altos y co n fortificaciones como la mur alla de Ceza uy.

TEMA 9. ELCONTIN ENTE EUROPEO EN LA EDAD DEL BRONCE ANTIGUO YMEDIO 235
234 PREIDSTORIA tI
-
frío o choque térmico, junto a restos de galerías entibadas con postes de madera de las tumbas ricas, y sobre un lado los
y túneles de venti lación . de las demá s, que tam bién pueden apare-
cen en sepulturas planas. Lo más desta-
Hay numero sos depósitos, algunos con más de quiniento s objetos y lin-
cab le es el avance del ritual de incinera-
gotes de metal, y en ocasiones entre los ajuares funerarios aparecen herrami en-
ción que conv ive co n la inhumación ,
tas para la fund ición y la forja.
anticipando el periodo que sigue a éste,
La cerámica en el periodo anti guo cs bruñid a, lisa o con influ encias de las y es bastante usual que se depo siten en
cardadas y con forma s de carena baja con asa. Tamb ién bruñ idas son las de la las tumbas resto s óse os de an imal es,
etapa clásica, a veces con esca sos motivos decorativos incisos y con for mas sobre todo de bueyes y de cerdos .
de cántaros de cuerpos redondeados y tazas carenadas. Aparecen en el Unétice
Es represcntativa la nec rópo lis de
tardío ruedas de carros en mini atura de arci lla.
Haguenau cn Alsacia (Francia) con unos
La economía se basa en una agricultura ccrealística y en una ga nadería de 500 túmulos desde el Ca lcolítico a La
bueyes, cerdos y caballos, co n la caza y la pesca como complementos de su Ten e, de los que correspo nde n al bron ce
dieta. La produ cción metalúrgica ticne también un papel fundamenta l, llegando med io ca si la mit ad. Los ajuares son
los objetos de bron ce y oro a zo nas tan lejanas como Bretaña, Wessex, Suiza variados y comprende n objetos de metal
y norte de Italia, y el control del comercio del ámb ar bált ico fue tambié n ejer- co mo alfileres perforados, hachas de
cido por las gentes de esta cultura. Al final, en la etapa tardía se incrementan rebordes, puñales y cerámicas lisas en los
las relaciones comerciales, intensificándo se los contactos con Otomani y con mom ento s inicial es de este periodo; en la
Micenas. fase de plenitud aparecen algunas espa-
das con nervio central, puña les, y las pri-
mera s hachas de talón con anillas latera-
les, deno minadas polstaves, y tambi én
3.2. Cultura de los Túmulos tobilleras decoradas con incisione s, cerá-
mica excisa co n formas de tazas y copas
Continúa la Cultura de Úné tice sin rupturas mu y marcadas, ocu pando las co n pie y cuentas y plaquitas de ámbar.
regiones que se extienden desde Renania a los Cárpatos y desde el Bálti co a Este es el mom ent o de la genera liza-
los Alp es. A mediado s del siglo pasado se establecieron tres áreas geog ráficas ción de la metalurgia en el cen tro de
diferenciadas: zona oriental, occidental y septen trional, que llega al Bro nce Europa, con produ cción en ser ie y mo l-
nórdi co, con una diversidad tipológica especialmente en las cerámicas y los des de piedra, y la mayoría de los obj e- ~ A'~
objetos metálicos. Incluso en la zo na oriental se con sideran tres grupos: sud- tos han sido encontrado s e n los ajuares
oeste del Danubio, sur de Baviera y grupo Herciniano al norte del Danubio. funerarios . Es también evidente la con-
Figura 7. Tipos de sepu lturas de Túmulos
Los asentamientos no son de gran tamaño y se ubican en zonas elevadas solidación de las soc iedades jerarquiza-
de Bohemia , y Túmulos (según Gimbutas}.
con defensas naturales y en ocasion es murallas de tierra o de madera. A veces das con jefes dot ad os de un important e
hay uno o vario s pozo s circundantes, y las viviendas son de plant a rectangular arma mento, constituido por hach as de talón con anillas laterales, hacha s de
o trapezoidal y están construidas con madera y materiales perecederos. rebordes, hacha s de cubo, puñales triangulares y de rem aches.

Los enterramientos se realizan en cistas de madera o piedra y raramente, En el grupo del Suroeste del Danu bio aparecen hachas de talón con anillas
en construcciones de sillares, y se encuentran formando gra ndes necrópolis, laterales, hachas de combate y escudos, mientras que en el bávaro y el herci-
con centenares de sepulturas cubiertas por un túmul o -de alú el nom bre de la mano hay espadas, a veces con lengüeta, y puñales de remac hes, y en éste últi-
cultura , aú n cuando no sea n exclusivos de esta eta pa- genera lmente circular, mo espadas de emp uñadu ra maciza al final del periodo. Un tipo que solamente
aunqu e tambi én podían adoptar formas barquifonnes y ovales (fig. 7), y eran aparece en el grupo septe ntrional son los esto ques con lengüeta.
habitualment e más bajos que los de Únétice. El rito es de inhumación indivi- En bronc~ hay, ad~má~, alfileres de cabezas variadas según las regiones:
dual, aunq ue hay algunos casos de inhumaciones dobles, y se establece n dife- de clavo, bic ónicas, disco idales, en espiral, clavi forrnes y en forma de cono
rencias en la posic ión del cad áver : ex tendidos sobre la espalda aparecen los mvertido; navajas de afeitar, fíbulas, brazaletes anulares y de dob le espira l, y

236 PREHISlDRtA 11 TEMA 9. EL CONTINENTE EUROPEO EN LA EDAD DEL BRONCE ANTIGUO YMEDIO 237
colgantes , y esc udos en form a de cruz de Ma lta exclusivamente en el suroes te sería contemporáneo del Bronce Antiguo centroeuropco y el 11 del Bronce Medio.
del Danubio. En fechas más recientes se propu so una división tripartita para el primero, que
La cerámica más carac terística es inci sa y al final de la etapa aparece tam- incluía una fase de Neolítico Final y Calcolítico, otra de la etapa antigua del Bron-
bién la excisión (fig. 8). Hay mam elones y las fo rmas más frecuen tes son los cc y desde mediados deln milenio a.c. lo que se denominó Bronce Pleno.
vasos globulares con cuellos cilíndricos o cónicos , los recipientes troncocóni- Las características de ambos periodo s son bas tante similares si bien la
COS , jarras, ánforas y tazas con pies. Los motivo s son geomé tricos apareciendo
mctalurgia no adq uiere un desarro llo importan te hasta e l Bronce Pleno ,
en la fase final los moti vos de "dientes de lobo". mo mento en el que las sepulturas y necrópo lis se hacen mayores y más ricas.
La base econó mica parece ser, al meno s en parte, agríco la ya quc sc han Los asentamientos se ubicahan cerca de ríos y lagos,
encontrado restos de cereales y de abundantes hoces dc bron ce. La ganadería en ent0l110Sele bosques cuya madera servía para construir
está testimoniada por una abundante fauna dom éstica en los hábitats y tambi én las viviendas que suelen tener una techumbre a dos aguas
por la apari ción de restos óseos en los enterramientos . En Uhersky (Moravia) y plantas con tend encia rectang ular. Por lo que concierne
hay esqueletos de bóvidos con cerám icas y esc ulturas zoomorfas como ofren- al rito funerari o, cn los momento s iniciales son inhum a-
das a una diosa , es un recinto que M . Gimburas considera un santuario (Iig. 9) ciones individual es cn cistas de piedra, fosas poco pro -
y cn Alsacia la cría de cerdo s se consideraba un símbolo de riqueza hasta el funda s e incluso tron cos de árbo l vac iados a modo de
punto que en Haguenau hay un enterramiento de una princesa apoyada sobre ataud. En ocasion es aparecen enterra mientos dobles y
un cerdo. hasta familiares. Estas sepulturas se cubren con túmulos,
Sin embargo, la principal aportación económica fue la metalurgia con la generalmente circulares, pero tambi én los hay barquifor-
aparición dc mejoras en armas y útiles, la elaboración de recipientes en oro ; y mes, y en ocasion es rod eados de lajas de piedra, y cn
el control de las ruta s comerciales del metal y el ámbar. mu chos casos dispuestos en una formaci ón con un túmulo
centra l rodeado de otros. En fases avanzadas se introdu ce
el rito de incineración en Ut113 S ce rámicas, y también se
han encontrado inhumacion es en turberas que han pcrmi-
tido una magnífica conse rvació n de las ropas y adorno s.
Ex iste un gran número de túmulos lo que parece hablar
de una importante densidad de pob lación a mediados del
milenio , y tambi én tumbas ma sculin as y femeninas con
ajuares mu y ricos qu e pon en de manifiesto una clara
estratificación soc ial. En Jutlandia hay sepulturas excep-
cionalme nte co nservadas como la de Eg tved con una
inhumación femenina envuelta en una piel de buey, que
tiene la ropa e inclu so Dores, y un ajuar en pequeños estu-
ches de corteza de abedul con un peine, una polvera y una
Fi gura 8. Cerámica excisa de Túmulos Figura 9. Santuario de Uhersky Brod lezna . Similar es la tumba de Skryastup con un sarcófago
de Alsacia (seglÍn A . W. Na ae ). en Moravia (según Gimbutas ). de mad era de roble y que conse rva la falda , la blusa, un
cinturón y pendi entes de oro de la inhumada.
En lo que concierne a las bases económ icas , ésta es
una zona sin recursos min eros pero que tiene ámb ar c uya Figura 10. PU11Ia
4. El norte de Europa exportación a mu y larga distan cia a través de rutas prees- de lanza tubular
tablec idas le permite intercambiar productos de prestigio decorada
En estas regiones la Edad del Bronce fue periodi zada por Osear Montelius y de uso común, y sohre todo cobre y estaño, que le per- p rocedente
en 1885, y su nombre ha servido para denominar seis etapas diferentes, seguido miten desarroll ar una metalurgia local con fundi ción de de Vognserup
de números romanos (I al VI) . Los tres primeros comprenden toda la Edad del (2e alall<l), Museo
tipo s autóctonos, convirtiéndose así en un foco que ela-
Nacional de
Bronce con unas fechas entre el 2000 a.C. y el 1100 a.C. El periodo Montelius I bora metal es propios. Probablem ente hubo do s ru tas Copenhague.

238 PR EHISTORt A II TEMA9. ELCONTINENTE EUROPEO EN LA EDAD DELBRONCE ANTIGUO Y MEDIO 239
-

come rcia les: una que conec taba el oeste de Din am arca con el Rh in y el alto 5. La s regiones atlánt icas
Dan ubio , y otra que un ía e l este de Dinamarca, el Oder y e l Danubi o mecho.
Por su parte, la agricultura y la ganader ía fuer on ac tiv i d ad~s importaIües: Para e l área ge ográfica cos tera qu e va desde el Ma r del Norte hasta el
y se usaban ca rros de cuatro rueda s y arados tirad os por parejas de anJ m a le~ suroeste de la Pen ínsula Ibéri ca, pasando por las Is las Br itán icas , Fra nc ia y
como se retl eja en los graba dos sobre roca de S uecia y Noruega, parte de los Portu gal, se ha acu ñado el térm ino de Bronce atlántico que design a una serie
cuales son de esta etapa. de carac terísticas com unes para todas estas region es. Hay autore s q ue rese rvan
este t érmin o para la etapa final del periodo, pero otros opi nan que es aplicab le
Lns obj eto s de bron ce ofrecen una tipolo gía var iada: hay espad as con a toda la Edad del Bronce.
empu ñaduras incru stadas de oro o de ámbar; hachas de combate de enma ng,ue
tubular y hachas de rebord es, pu ñales largos y puntas de lanza con la hoja deco- Son zonas ricas en min erales: oro , co bre, esta ño y plomo y los "depósitos"
rada (fig. 10) esc udos circulares con esc otadura en U, fíbulas de doble dISCO, de objeto s metálico s son uno de los tipo s de yacimientos má s carac terísticos
navajas de afeitar decoradas con figuras de animales, sítulas o calderos, y lures sobre todo en mom entos avanzados, y en general son culturas locales con per-
que son trompas constituidas por una boquilla, un largo y delgado tubo cm vo sonalidad propia pero con rela cion es entre ellas y con e leme ntos com unes
y un disco ornament ado, que se realizaron con el como las espadas de cobre y bronce, y adornos en forma de lúnul as, garganti-
pro cedimiento de la cera perdida, y perduran a 10 llas y torqu es.
largo del Bronce Final. Ap arecen como ofr endas
Hay una cierta continuidad entre el bronce antiguo y e l medio, siendo las
estatuillas, pein es y otro s adornos.
diferencias fundam entales los rituales funerarios y la diversidad de tecnologías
Hay que mencionar en los prim ero s mom entos y tipos metáli cos de los talleres locales. Las ricas tumba s principescas se reem -
de esta etapa los magníficos puñales de sílex (fig. 11), plazan por túmulos y ajuares más pobres, y se produce una diferenciación en
clara réplica de los metálicos, y en mad era se c o ns~r­ el desarrollo metalúrgico con regiones con una clara preponderancia co mo
van: cubas, boles, copas, cucharas y vainas de puna- Normandía, Breta ña o las Islas Británi cas
les y espadas. También se hacen c,ajas de corteza de
abedul y figuritas de annn ales en ámbar (fig. 12).
5.1. Cultura de los Túmulos Armoricanos

Se cree que la llegad a a las costas de Bretaña de pueblo s procedente s del


Mar del Norte da lugar a esta civilización que produce un desplazami ent o de
los asentamientos indígena s hacia el interior y el desarrollo de las zonas costeras
a cargo de los recién llegados. Esta cultura se desenvuel ve entre el 1900 a.c. y
el 1350 a.c. desde la etapa antigua del Bron ce hasta bien avanzad o el periodo
medio del mismo .
Los asenta mien tos son de pequ e ño tama ño, a veces con empalizadas , y
estaban ubicados en zonas apta s para el c ultivo del ce real o de pastos para la
cría de ganado. Las viviendas que se conservan son fondo s de cabañas de mate-
riales perecederos y en las regiones del interior se siguen usando las cuevas
como lugar de habitación, y pequ e ños caseríos .
Lo s enterramientos que conoce mos son:
Ricas tumb as de inhumación individual en sepulturas construidas con
sillarejo y con c uhiertas monolíti cas, en cistas de piedra o en cámaras
Figura 11. P uñal de sí/ex de madera en forma de casas, toda s ellas cubiertas por un túmulo, ge ne-
nórdico, Museo Nacional Figura 12 . Figuritas de animales de ámbar, MI/seo ralmente de gran tama ño (hasta 30 m de diámetro y ocho de altura).
de Copenhague . Nacion al de Copenhague . Otras meno s monumental es y má s pobres.

240 PREIllSTORIA II TEMA 9. EL CONTINENTE EUROPEOEN LA EDAD DEL BRONCE ANTIGUO YMEDIO 241
Las primeras tienen una distribuci ón cos tera y so n los enterr am ientos de cl ara di fe~'en~iaci ón socia l con minorías que ostentan el poder y dominan una
los po derosos rec ién llegados, y las seg unda s están cn las regiones del interior so.c ledad ind ígena q ue vive enpcq ueñas cabañas circulares o en granj as , pra c-
pa ra los grupos indígen as. Los aj uare s funera rios de las primeras son de gran ticando una agricultura cerealista y tina ganadería de bóvidos.
riqueza y es tán const ituido s por cerámicas, adama s de oro como es pirales y
chapas para la ropa, cs piralifo rmes y vasos de plata, adornos y joyas elabora das . , Se establec ie~on dos fases evo lutivas basad as en e l rito funerario - inhuma-
en ám bar bálti co, a l igual qu e bra zaletes de arqu ero que también se fabri can ~ ' o~ e Il1CIl1CraCI On- y en objetos de la c ultura mater ial, pero no han s ido ace p-
en esquisto; es padas co n leng üeta y seis orificios para enma ng ue, puñales trian - tadas de form a ge neralizada o al me nos lueron muy discuti das.
g ulares co n empuñad uras ósea s, y numerosas puntas de flech a de pedúnculo . El rito fun er a ri o s~ conoc~ so bre todo por las monumeI1lales tumbas prin-
y aletas de sOex . c~pescas de Il1 humac lon indi vidual o de incinerac i ón (só lo fem en inas) ba jo
La ce rá mica es impresa y co n cordones y existe un utillaj e domést ico en túm ulo s g ene ra lme n te circ ulares , pero .
s ílcx y p ied ra pul imen tad a . también alarga do s, ro dea do s de piedras.
Lo s ajuares son muy ricos con objetos de
La s bases económicas fundam entales so n la ag ricultura de cerea les y la prest igi o : alfi leres de bronce , o ro y
ganadería, j unto con un intercambio y co merc io co n la fach ad a at lánt ica de la hu eso , puña les (riang ulares y ojiva les,
Península Ibéri ca , e l sur de las Isla s Británi cas y el árca Bálti ca. collares y j arras de ám bar, j arras y copas
En el Bronce Medio ha y qu e des- de oro, vasos de incien so , c uentas de
laca r la fabrica ció n de hach as de collar de fayenza y de ámbar, lúnul as
ta lón bret on as, sin ani llas laterales y irlandesas de or o (fig . 14), ag ujas de
dc bord es para lelos co n filo es trecho bronce y hueso con cabez a redon deada y
y nerv io ce ntral qu e aparecen funda- pun tas dc lanza de pro tot ipos chiprio tas.
mentalment e e n dep ósi tos junto a Continúan los rec intos megalíticos
brazaletes maci zos de bronce decora- co nocidos COmo hen ges, se inic ia la
dos con inci siones, y ha y otras pro- ex plo tac ión del esta ño en el ex tremo sur
du cc iones ori gi nales co mo pun tas de de Gran Bretaña: Corn wall, y apa recen
lan za, espadas den omin ad as Sa int productos ex óticos fruto de co ntactos
Brandan dc len güeta ancha y or ificios con ot ras áreas, el ámbar o las cuentas de
de remaches pa ra su inserci ó n en la Iaycnza , y las lú nulas de oro irland esas,
empuñadura, que se ex portan, y hojas ya men ci onadas.
o láminas ceremonia les. En el Medoc Figu ra 14. Lúnula . paso de Rillaton
(G ironde) y regiones vec inas se han Desd e mediados del 11 mil enio a .e. y collar de ámbar de /a Cult ura
encontrado más de c incuenta dep ósi- decae la indu stri a lítica y se de ~Ves,\'e.r.
tos de hach as de rebordes, s iendo las dcsarrolla una me talurgia
más cara cte rísticas de tipo Medo cain, con fabr icaci o nes y tcc no-
dc más de 18 cm de lon gitud , borde s logía s difercnc iadas de
rectilíneos y corte recto o ligeramente tipos prop ios (fig . 15) . E l
Figura 13. Hachas de tipo M édocain convexo, y estrecho en la zo na del rito cada vez más frecuente
procedentes del MI/seo d 'Agen enmang ue (fig. 13). es e l de la incin eraci ón en
y del d 'Eym et IFrancia ). urnas, con escasosaj uares y
cubiert as planas o co n tú-
mulos. Aparece n depósitos
de obje tos de bron ce y és tos
5.2. Cultura de Wessex se arrojan tam bién a los ríos
y pa ntanos, como ofrendas,
o
Sc de sarrolla en sur de Inglat erra a part ir dcl 1800 a.C ,; en las region es de Se int en sifi can las relac io-
Dorset y Wi ltshire , oc upando casi toda la cuenca dcl río T ám esi s. Hay una Figura 15. Armas de bronce de Arreson Down, Cultura
nes co n No nn and ia y los de Wesse.v, (según GerlojJ).

242 PREHI STORlA 11 TEMA9. EL CONT INENTEEUROPEO EN LA EDAD DEL ARONCE ANTIGUO y MEDIO 243
-
Países Bajos y se fabr ican mayor núm ero de útiles que de almas, sobre todo
palstaves, aunque hay lanzas tubul ares con aleta s, espadas y puñales. Llegan
mod elos europeo s como las hoces metálicas, alfileres de cabeza anu lar y tutu li
Tema 10
o adornos cónico s hechos en chapa de bron ce, y en Irlanda aparecen los tor-
ques de Oro macizos en espiral, que son collares rígidos, redondos y de extre- REGIONES MEDITERRÁNEAS
mos ab iertos . Desde fma les del siglo IX a.e. el infl ujo de los Ca mpo s de Urnas
es mayor y se produ cen ca mbios notabl es en la metalu rgia, co me nzaodo el EUROPEAS EN LA EDAD
Bronce Fina l.
DEL BRONCE ANTIGUO Y MEDIO

5.3. Grupo Drakenstein Ana Fernández Vega y Amparo Hernando Grande

Es una zona que perm anece bastante al margen del Bronce nórdi co pero
que sí tiene co nex ión con e l sudes te de las Islas Br itán icas, en la etapa del
Bronce Medio . El grupo Drakenstein, utiliza enterramientos bajo túmulos de
estruc turas co mpleja s agrupados en necrópolis, en el Bron ce Anti guo, pero en
el Medio adopta e l rito de incinera ción en urna s que se introducen en fosas F' ESQUEMA-RESUMEN •]
simples. La s viv iendas de esta segunda etapa son de planta rec tangular y gran
tam año, compartime ntada s en dos espacios: uno para las per sonas y otro para
el ganado, y tamb ién existen algunas cabañas circulares . Los objetos de metal 1. Introducción.
son mu y similares tipológicamente co n los de Francia, Islas Británicas (puntas 2. Italia septentrional y ce ntral.
de lanza de aletas laterales) y Europa ce ntral. 2. 1. Cultura de Palada.
2.2. Cultura de Asciano.
2.3 . Cultura Apen ínica .
2.4. Cultura de las Terramaras.
6. Biblio grafía (ver Tem a 10) 3. Isla Eolias.
3. 1. Cultura de Capo Graz iano .
3.2. Cultura de Milazzo.
4. Sicil ia.
4. l . Cultura de Caste llucio.
4.2. Cultura de Thapsos.
5. Ma lta.
5. 1. Tarxiense.
5.2. Borg-in Nadur.
6. C órcega: Cultura Torrea na.
7. Cerdeña: Cultura Nurágica.
8. Francia: Civilización del Ródano.
9. Penín su la Ibérica : Sudeste y suroeste, Bron ce Valenciano , Meseta norte
y sur, el Noroeste y Noreste.
lO. Islas Ba lear es.
11. Bibliografía.

244 PREHISTOR IA II
TEMA JO. REGIONES MEDITERRÁ NEAS EUROPEAS EN LA EDA DDEL BRONCEANTIGUO ... 245
2

Por su parte la den om inada Cultura Apení n ica se desarrolla, con una cierta
1. Introducción homogeneidad en yacim ientos ubicados en am has vertientes de la cadena mon-
taño sa, al sur del río Po . No es propi am ent e una c ultura pues su nombre se
Las regiones del Meditenáneo occ idental europeo son unlmos~icoOsl~~e~~I~ basa en una locali zación geográ fica claramente ligada a los Ape nino s, y de
.: d d d . ífcstaciones que en mu c lOS CdS
turas con una gran vall e a ~ ~am ., f' ' ovedo sas construcciones hecho su cronología abarca un largo periodo desde un poco antes de med iados
evidentes perduracion es calcoltt l~as, Y otcras °1 l~cenBnaleal'es' O· esde los pob la- del JI m ilenio a.c. ( 1600 a.Ci) hasta e l siglo IX a.C .; con tres etapas diferencia-
. I d M Ita C órccga ele ena o , . ' da s por a lgunos autores, siendo la última de l Bronce Fina l.
~1~~l~~a;~~l~':d~:~~~~~~~~li~s¡:~~~~~e;i~~l:~:~;~~~;~l,~~~~l:.~~~t¡~~~~~~~l:~~
~~:~ ~~ mod elos'de asentam iento pero t ambién económi~os y tSO~~~II~'~1 a~~~~ 2,1. CI/l/I/IYI de Polada
func~~r:~hl~~~~~i~~~~I~~t\~~i;\~~:~t~~~I~~:~~:r:l~;~~~I~~~~~~segral~des sepul-
eros me galíticos, nacen esta~ otras construcc iones de aparejo cicl ópeo, pero Recibe su nombre de un poblado lacu stre ubicado en las orillas del lago
Garda, en Bre scia, y su cronología va desd e el 1800 a.c. al 1400 a.c. , co n una
con un carácte r clarame nte diferenciado
periodizac ión en do s etapa s: Poiada I y JI, basada en diferencias tipoló gica s de
El uso del cobre se generaliza y los tipo s de útiles, armas Yd'~o::~se~eo~.~~­ la cultura material.
tiplican con meta lurgia local ~n mucl:.a~ zo~:~'~ne~r~7~~e;:~Oru~~sl co;nereiale~ Los asentamientos, espec ialme nte los más próximos al lago se superponen
~:~~~f~~~~na~~~c:~~~:~~i~~ ~:~n~~~rias primas y objetos m anufacturados. a los de la cultura calco lítica de Remedel1o, y la mayoría son de tipo palafítico,
al estar ubicad os a las orillas de lagos y ríos, en tierra s cena-
gosas. La s viv ienda s se co nstr uyen sobre platafo rma s de
madera sos tenidas por poste s cla vado s en la tierra (de ahí
Italia septentr ional el nombre de palafitos), con plantas recta ngu lares, ovales y
y central c irc ulares. Hay tambi én algunos asent amient os en llanuras
sobre plataform as de mad era superpues tas, pero sin postes,
La Península italiana ofr ece y algún caso de hábit at en abrigos.
durante la Edad del Bronce Antiguo Ap enas co nocemos enter r amientos de es ta etapa cul-
y Med io un panorama cul tur~l tural , salvo algunas se pulturas de inh umación, y las bases
diverso con perduraciones ealco l.'- de su economía radican en el cultivo de ce reales y gana-
tieas en muchos casos pero tambi én dería de ovicá pr ido s, cerdos y vaca s, co n un aporte men or
co n nuevos modelos cultura les. En de caza y pesca . La pre sencia de algu nos objetos de pro -
las regiones septentrionales de cedencia exterior como cuentas de colla r de ámba r y pa sta
Lombardía, el Trentino y el Yén.eto, vítrea , j unto con armas y ado rnos de bronce de procedencia
con extensión hasta la cos ta ligur centroeuropea , hacen pe nsar en la existenc ia de algú n tipo
por el oeste y la ~omaña por el de come rcio .
es te , se desarrollara la Cultur a de
PoIad a que comienza en e l. Bron ce La cultura m aterial conse rva obje tos de ma dera, gra -
Antiguo y perdura en los ~melos d;1 cias a las zonas húmedas en las que se asientan estas gentes,
Medio. El prim er o es ta tambi én como rued as macizas y co n radios, para carro s de cuatro
representado, en las region es de la ruedas, arad os, arcos, hoces y pira guas. En piedra tallada
Em itía y la Toscana, salvo la zona hay puntas de flecha, y la piedra puli ment ada es tá repre-
occidental de es ta última, por la sentada por hachas y azue las. El meta l proporciona hacha s
Cultura de Asci a no , mientras que planas co n ligero s rebordes de cobre y alfilere s de ca beza
el segundo se denomina Cultura de disco idal , y en fases m ás avanzadas incl uye hachas de
las Terra m a r as Y ocupa las zonas reborde, p uñales con em puñadura maciza (fig. 2) , torques Figura 2. Puñal
occident ales de la Emitia (fig. 1). de ex tremos enrollados, diadem as, colgantes, alfileres, agu- de Pe luda.
Figura l , Mapa de Italia .

TEMA 10. REGIONES MEDITERRÁNEAS EUROPEAS EN LAEDA DDELBRONCE ANTIGUO ... 247
246 PREIIISTORIA1I
»

riores con inhuma cio nes en cuevas


.as lacas de cinturón y elementos de arnés, todo ello testim onio de u~a meta- naturales y artific iales, algunas
L~',fa más desarroll ada Y con influ encias de Unéticc . EXIsten tam bi én res~os ga lerías dolménicas, e incl uso con
de fej idOSy objetos de cuero, y la cer á m ica es lisa o m crsa , de to.~os neg1Uzc~~ rito de incinerac ión ya en los
oco cuidada de form as redond ead as Ycon ca rena, y con las asas de norn i momento s fina les de l peri odo.
y Plas " de apéndice de botón" que es una prolongación o apéndice que se eleva
sobre el asa de la cerá m ica y pude ser de forma cilíndrica o rectan gular. La cerámica (fig. 4) se decora
con aplicac ione s plásti ca s y tam -
bién co n inci siones de mot ivos
geométricos, rellenas de pasta y las
2.2. Cultura de Asciano formas más usuales son vaso s care-
nados, jarras bicónicas y o llas, en
Ubicada en las regiones de la Em ilia y la Tosca na , recib~ su nombre del de ocasiones con asas alta s o de
un pobl ado de es ta últim a. Son puebl os pastores que tambi én cazan Y I ~CO~~~ "ap éndice de botón". E l metal es
tan y de ahí que sus asentamientos sean poco estables y pel ecedelOs, y adei . escaso, aunque hay alguno s puña-
exp lotan los recursos de cobre de la Toscana. Se ha enc ontrado una cuev~1 aJ~­ les, cuchillos, bra zaletes, anillo s,
fieial de ente rram iento, y se evidencian contac tos con la C_ultura de p~)lla a.
metal a areee n hachas con rebordes y puñales co n e.m~u~a~ura ~e~a ica, y a
t así como es padas de len güet a y
hachas de ap éndices laterales, ca si
ccními¿a tiene vasos globulares y tazas con deco raci ón mcisa de claias influ en- siempre imp ortad as. Hay útiles en
hueso y asta, y contac tos cl aros
cia s campaniforme s.
con el Egeo , testimoni ados por la
presencia de algunos materia les
Figura 4. Formas de cerámica Apeninica
micéni cos.
(segú n Tl'II l11p ) .
2.3. Cultura Apenlnica
So n gentcs ba stante het e-
rogénea s pero con un sistema 2.4. Cultura de Las Terramaras
ec onó mico mu y sim ilar de
pastores trashumantes, aonque
Se desarr ol la en las llanu ras de l Po ubicadas en la zona occ ide ntal de Erni-
hay tambi én algunas explota-
lia, y su nom bre deriva del fertilizante natural, marga de tierras oscuras arci-
ciones agrícol as y mineras.
llosas típicas de los yacimientos .
Los asen tam ien tos más
Sus asentam ient os son a veces palafíticos y, en genera l, se alinean al borde
utili zados fueron las cuevas y
1, de los ríos, siendo Gorzano en Moden a y Cas tione dei Marchesi en Palm a los
abrigos de las region es mon ta-
más conocidos.
ñosas, aunque tamb ién hay en
las zonas llanas poblados al El r ito fun erario es la incin eración en urna s con escasos ajuare s. La cul -
a ire libre con poc as ca ba ñas tu r a m ater ial es tá integrada por un utill aje dc hoces, molinos y azada s de
de tipos diversos (fig. 3), e hueso, tambi én hay objetos en madera, y la metalurgia local está bas tante desa-
incluso algunos esta bles con rrollada, y relacionada al prin cipi o con la ce ntroe uropea . Hay hachas de rebor-
defen sas, como Viterbo , en la des, puñales y algunos adornos sobre todo alfileres y brazaletes de bronce, La
región del Lacio . cer ámica es negra , bru ñida y decorada con acan aladuras y aplica ciones plás-
ticas, co n formas de vasos bicónicos, escudillas carenadas y tazas con grandes
Los enterramientos son
asas de formas variadas, pero especialmente de "apéndice de botón" . Cultivan
poco co no cido s y diferen tes
trigo y cebada y también leguminosas, reco lec tan nueces, bellotas y avellanas,
según las regiones, pero debIe-
y cazan ciervos y jabalíes .
ron continuar tradi ciones ante-
['igura 3. Cabalías Ap enínicas, (seRlÍn Por lo ).

TEMA 10. REGIONES MEDITER RÁNEAS EUROPEAS EN LA EDA DDELBRONCEANTIGUO ... 249
248 PREHISTORtA11
3. Islas Eolias En las fases más rec ientes hay im arta . ". . .
Debido a su es tratégica ubicación se convierten en ce ntros comerc iales de
gran interés y las cu lturas más rep resentativas son las de Capo Graciano para
r
Llcga aq uí tambi én la o bsidiana de LiPari cl~lI1es de c,ermnIc as nuccnrcas.
contine nte y co n la isla de M alta L ' f p r y e vide nc ian contac tos con el
con el comienzo de la C ultur:' d~' Mj\a:~~ . rna de es ta c ultura se corres ponde
el Bronce Antig uo y la de M ilazzo para el Med io.

3.2. Cultura de Milazzo


3.1. Cultura de Capo Graciano
Represcnta e l Bro nce Med io 1 " 1 .•
Reeib c su nombre del poblado epónimo ubicado cn la isla dc Filicudi y su S icilia. El nom bre pro vien e de U ~I;)~~~I ~~ a~y ~~m~lel; en la costa noreste de
cro nolog ía arra nca de fin ales del 111 m ilenio a.c. o inicios del II a .c. (fig. 5) como la mayoría de éstos de un . . e ?: a 15 a ( e Pana rea , qu e co nsta ,
planta ovalada co n suelos pavi men't~~II1~~ recranguta. que enc rerr a ca bañas de
Lo s asenta mientos co mienzan siendo en zo nas llan as, abiertos sin defen- mación indi vidual en pithoi y la ' . ~s e p~dl as. El n to funerano es la inhu -
sas, para luego ubi ca rse en zo nas eleva das co n defcn sas natura les y/o art ifi- ado rnos y armas test imonian'una e~l~ encla e molde s para la e laboració n de
l
cia les, y en e llos hay cabañas ovales y circulares de unos 20 m' y co nstruidas incisa a base de mot ivos geo mé tricos a 1~ lgtIa .oca /. La ccrarn ica nene decoración
co n c im ientos de piedra y alzado s de mad era, y alguno s recintos qu e pudi eron os y ,IS orma s son copas 1'1al . .
des con dos asas horizont ales Ta bi é h . : ' " os y vasos OVOI -
ser graneros . Lo s en terr a m ien tos so n de inhumación colectiva en cuevas natu - y cerámicas micénica~ de in;p' OI:t~:i~~ln a a'y'ldo hllos y cuernos de arcilla coc ida
rales y art ificia les, pero tam hién apar ece mu y pronto el rito de incin era ció n en , , SI como cuentas de collar de fayen za.
urnas qu c suelen ser ovoides y de g ran tamaño, y co n aju ares ce rám icos.
La cer ámica es lisa y tam bién la hay incisa, co n form as de escud illas grandes
de bordes anchos, tazas de asas altas, vasos globulares y carenados, vasitos mu y 4. Sicilia
pequeñ os, grandes recipi entes de dos asas y sopo rtes, y aparece n pesas también
pesas de telar en barro coc ido , molinos y morteros en piedra pulim ent ada. Desde comienzos dclllmilen io
a.C¿ en torno al 1900 a.c. se desa -
rro lla en la mitad or iental y me ri-
diona l. de la isla la C ultura de Cas-
tellucio, en Siracu sa qu e co nfig ura
un Bro nce Antig uo hasta mediado s
de l mi len io, fec ha en la qu e la sus~
n tuye la C ultura de Tha psos qu e se
ex tie nde por casi toda la isla d uran-
te algo más de do scientos a ño s y
que rep resen ta el Bronce Me dio

4.1. Cultura de Caste/ll/cio

I Los poblados se sitúan en luga-


res e levado s con defen sas naturales
y m urallas de piedra y es tán consti-
tuido s por cabañas de planta rectan-
gular y oval, siendo uno de e llos el
Figura 5. Poblado de Capo Graciano (seR,íll Bernab áBrea y Cuvalier) . que da nom bre a la cultura (fig . 6).
Figura 6. Cueras artificiales de Castellucio.

250 PREIIISTORIA 11
TEMA 10. REGIONES MEDITERRÁNEAS EUROPEAS EN LA EDAD DEL BRONCEANTIGUO ,..
251
-
E l r ito funerario es la inhumación colec tiva en cuevas artificiales, excavadas en la roca y con.rlantas circulares o cuadrangulare s con una estructura análoga
a la de los mrcerncos y que incorpora ajuares de cerá micas incisas, locales o
en la roca, por lo general de planta oval, y con ajuares que incluyen objeto s líti-
cos, óseos, cerám icos y met álicos, La ce r á m ica es pint ada con c,olores pardos importadas, y. ~nnas ~Ie ~ etal de tipología egea y chipriota, sobre todo espadas.
o negros sobre fondo amari llo o rojo y las formas más caracterisuca s son las EXlst,en ~amblen cer~m l cas lisas y decoradas con cordones de tipos de origen
maltes (fig, 8), Yestan claramen te atestiguada s las relaciones marítimas de es ta
copas de pie cónico, las ánforas y los vaso s geminados, y solamente en a~gu nas
isla con el Egeo, Ch ipre y Ma lta.
regiones vasos bicóni cos. Existen unas p laca s de hueso que pueden ser ídolos,
conchas ma linas, y en cobre, hachas y puñales tn angulares con remaches, colla-
res y pendi entes.

4.2. Cultura de T1Iapsos


Sucede a la anterior a medi ado s del milenio y recibe su nombre del yaci-
mi ento epónimo situa do en la Península de M agnisi . cerca de Sirac usa, que es
un pob lado descubi erto por Pao lo Orsi a finales de l siglo XV III, y excavad? por
Giuse ppe Voza y Luigi Bernabó Brea en los año s 70 del siglo xx . Es un h ábitat Figura 8. Cerámica de Thapsos .
de gran tam año en el que se han es tablec ido do s fases ; en la primera de ell~s,
las viviendas son cabañas circulares y cuadrangulares de piedra de gran tamano
y sin organización alguna, pero en la seg unda aparece una es pec ie de pro tour -
banismo con casas de planta cuadrang ular con pano central y alin eadas e n 5. Ma lta
calles (fig . 7), Lo s ent erramientos se hacen en pequ eños hip ogeo s excavados

5.1. Tarxie nse


El bru sco aba ndono de los templos de la isla de finales del JII m ilenio a.c. ,
mare; a el li nal de la e.tapa calco lítica a la que susti tuye la necrópoli s de incine-
racro n de Tarxien ubicada encima de l templo anterio r, con nombre co inc idente
pero represen tando u~la nueva fase. La Edad del Bro nce coincide aquí con la
llegada de gentes que introducen este rito funerario y algunos elementos nuevos
como las ?guriJlas estilizadas de arc illa y una cerá mica m uy brillante, decorada
con InCISIOnes en cuencos carenados, tazas globulares con o sin pie, jarras y
va~os geminados, Hay algunas pintadas que proceden de Castelluc io, Sicilia,
aSI co mo algunos obje tos que parecen tener vinc ulac ión co n la cu ltura eólica
de Ca po Grac iano . En cobre aparece n hach as plana s, puñ ales y leznas.

5.2. Borg-in Nadur


. El Bronce Medi o es tá representado por la C ultura de Borg-in-Nadur, en
Blr,ze.bbug , al. sur de Malta que sustituye al anterior, con poblados -como el
ep01! lmO- ub icados en lugares e levados, a veces con importantes mura llas
cicl ópeas que rod ean caba ñas ovales de mampostería y silos exc avados en la
Figura 7. Poblado de Thapsos en Sicilia . roca. Igualmente, excavadas en las rocas aparecen una serie de sepulturas, tanto

TEMA 10. REGIONES MEDITERRÁNEAS EUROPEAS ENLA EDAD DELBRONCEANTIGUO ... 253
252 PR EHISTORIA 11
de Bonnanaru que se caracteriza al princip io por construcciones megalíticas
dentro como fuera de los pob lados, y la cerámica es al principio incisa y rellena
del tipo de galerías cubiertas, y más tarde por nuragas con corredor y con claros
de pasta blanca, y posterionnente pintada. influjos del mundo occidental y at lántico.
La Cultura Nu ragica representa el Bronce Medio y Final e inicios de la
Edad del Hiena de es ta isla y su nombre deriva del de las co nstrucc iones, que
6. Córcega se denom inan Nuragas, que van a caracteri zar este periodo. Se trata de grandes
torres troneocón icas, que aparecen aisladas y también forma ndo parte de recin-
En esta isla perd ura n bastante tiem po, los,ente- tos defensivos, construidas en piedras y cubiertas con falsas bóveda s, que al
rramientos megalíticos con una econonu a b ásica- principio del period o suelen estar aisladas. A part ir del 1400 a.C; periodo de
men te pastoril, pero poco antes del .1600 a.e. apogeo , forman grandes recintos fortificados con poblados de cabañas circu-
comienzan a abandonarse éstos y a erigirse unas lares y talleres artesana les (fig. 10 ). La s nur agas deb ieron de ser fort alezas
I forti ficaciones que darán nombre a la c ultura defensivas, pero tamb ién lugares de culto y centros desde donde se eje rcía el
r Torreana , representativa dcl Bronce Medio en la control y la vigilancia del terr itorio. Hay muchas en toda la isla, e ntre las que
isla. Para algunos autores surge co mo con sec~e n ­ podemos mencionar las de de Saint-Antine de Torra lba y Sa Nuraxi de Baru-
I
i cia de la llegada de ge ntes forá neas de caract; r mini. Es una cultura clara mente relacionada con el sur de Italia, Sicilia, Chipre,
gue rre ro, y otros la conside ran una evn luc ión Creta, y el continente griego y Sieilia, y la actividad metalúrgica se incrementa
autóctona co n influj os extern os, Lo que caracte- a medida que avanza-
riza y da nom bre al periodo son precisamente ~m as mos e n el tiempo , e n
co nstrucciones en forma de torres de planta CIrcu- paralelo al deereci-
lar, entre tres y siete metros de altura ~ ; on cubicr- miento de las prácticas
tas de falsa cúpula , que tienen un di ámet ro qu e agríco las y ganaderas.
oscila entre diez y quin ce metros y una e ntrada Aparecen arm as y
, amplia con corredor de acceso, situándose sob re adornos y las figur illas
,
, grandes terrazas y asociadas _a estatuas-menJllf~s de guerreros en bron -
" que represen tan guerreros (IIg. 9). Hay tam b i én ce, que caracter iz arán
pequ eñas aldeas en zonas ~Ia n~ s , poslblemellte la etapa del Bro nce
" protegidas" por estas ío n ificacioncs. Las torres Final y posterior Edad
más co nocidas son Filitosa y Araghiu en cI sur de el Hierro . Los enterra-
Có ;'Cega . La ex istencia de mo ldes de fund ició,n mien tos se reali zan en
testimoni a metalurgia local , pero los objetos meta- cuevas naturales y ar-
Figura 9. Estat ua menhir . I
de Filitosa, Corcega licos son muy escasos . La cerámica esta e ararnen- tificiales, sepulcros de
(seglÍ ll de D. H. Trunip). te influ enciada por la de laisla de Sicilia y las de corredor megalíticos y
las Culturas de los grupos italianos pen msulares. simples fosas, y hay
Los enterram ientos siguen siendo de inhumación en se pulcros megalíticos, algunos casos de inci-
neración. Figura 10. Complejo nurágico sardo .
sobre todo, dólmenes.

7. Cerdeña 8. Francia
El Bronce Antiguo se inicia aquí en torn o al 1800 a.e.- 1700 a.C,; en lo que
En la región med iterr ánea francesa se desarro lla la civilización del Rod a -
se podría considerar una fase prenurágica representad¡., por do~ gl:upos el d~
no o Roda uicnse , facies muy relacion ada co n la ce ntroeuro pea de Úuétice,
Monte Claro que se prolongarán hasta el Bronce MedIO, con to.rtrficaclOnes
que se ex tiende por el valle de este río, entre Francia y Suiza y que se ha divi-
que parecen ser el preludio de las nuragas, y entelT~m lentos c,olectl~os en hipo-
dido en tres etapas. La primera de ellas dura desde inicios hasta mediados del
geos con pozo central y tambi én en sepulturas de inhum aci ón individual, y el

TEMA to. REGIONES MEDtTERRÁNEAs EUROPEASEN LA EDAD DEL BRONCEANTIGUO ... 255
254 PREIII STORIA lt

Il mil enio a.e. con modos de vida mu y simila res a


los an teriores y tradi ción ca mpaniform e con m ate - ~~~cia una org~mjzación según las funciones: ec onómicas, estratégicas o Jí-
ria les asociados a éste co mo botones con perfora ción b 'ts . En ge nera l son en altura Con defensas naturales y artifi c iales mj;.~l a s
en " V" , junto a alfileres de ca beza enrollada y aran- as Iones, torres, aunque hay algunos en llanura, y tienden a la ord enación
del as de hu eso. En la fase in termedia se reali zan ~:fac~al co~ calI~s,. y ex isten s ilos, c!stclllas, ca na liza ciones , almacenes, ~mTa­
objetos en cha pa de bron ce como diadem as y alfile- . y .01ll~S ce , armcos y de fundici ón dcl metal. Las casas son de lant as rec-
res con cabez a de variadas form as, Hachas, espát ulas tang uld, es , cuadrang ulares, absidales y algun as ovalcs con tec hu;nbrc plan a
y puñ ales triangulares con orificios, para el enman- y a una vern entc, aunque las hay a dos aguas. ' e {

gue y deco rac ión geomé trica en la hoja, hay en bro n- G ran dcn sidad de pobl ado ' . .' d l
ce, y en c l period o fina l aparecen tipo s metálico s pro - . luid . luun, ' S con valle al de formas y e mplaz am icntos
IIl Cu' . as a gunas c uevas aparecen en el Bronce Va lenc iano. Los más repre-
pios co mo las hachas-e sp átulas y la s hach as tipo sentallvos. son, como los del sur, fortifi cados en altura y las ca sas se co ns tru
Ro seaux qu c se ca rac terizan por la form a de su hoja yen co n zocalos de piedra y alzado de adobe y tapial con techu:nbres ve et I -
redon da o circular (fig . 11). (fig. 12). Escasa s estructu ras de postes clavados en el su I 1" g a es
. . e o son us q ue quedan
En la Pro ven za y el Lang uedoc siguen an tigua s
tradiciones mediterránea s con influjos mi cén icos tar-
dío s. En las regiones del Jura y e l Saona y ha sta las
vertientes alpinas, se desarroll a la Cultura de Valai s
en Su iza con cerámicas digitadas y obj eto s de cobre
Figura 11. Hacha sobre todo alfileres de cabeza circular, hach as tipo
de tipo Roseaux. Ro seau x y pu ñales co n hojas decoradas.

9. Península Ibérica

En los primeros sig los del n mileni o a.e. en la Pen ínsula Ibéri ca exi ste un
panorama cultural Ca1colítico que desembocará en lo que son las áreas y cul-
turas más significativas de l Bronce Antiguo, y ha cia mediados dcl milenio del
Bronce Medio. Como en las etapas anteriores no hay un desarrollo homogéneo
en toda s las regiones, sino que algunas evolucionan poco y lentamente mientras Figura 12. Rec011s/~'lIc~ión del poblado de Peñalosa , Jaén.
(,/¡!J,UO de Sa/l'alierra).
qu e otras son las primeras en el proceso de ca mb io.
El sur peninsular es do nde mejor se define es ta etapa, especialmente el
Bronce Medio con la C ultura de El Argar en Almería, qu e ocupa una zona geo-
gráfica cas i idénti ca a la que ocupó la cultura anterior de Millares, y hay otras
áreas claramente diferenciadas y con una entidad cultural propi a, aun cuando
los contactos e influen cias arg áricas se an evidente s. Podemo s mencionar el
Bronce Valenc iano, la Mese ta nor te, e l Bronce de la Mancha, qu e se desarr olla
cn la Mese ta sur, el Noreste y el Noroeste penin sular.
Lo s asentamientos en el sur refl ejan un cambio evidente en el aspec to
urbanístico en lo que se refiere a la organización territorial y la ubicaci ón de
los poblados, as í como a la generalización de los sistemas defe nsivos. Lo más
frecuente es que estén en zona s de tierras culti vable s o mineras, pero también
de co ntro l de paso y sie mpre cerca de fuentes de ag ua : ríos o rambl as, y se evi-
Figura 13. Motilla d e El Azuer, Daim iel. Ciudad R eal.

256 PREHISTORIA Il
TEMA JO. REGlONF.5 MEDITERRÁNEAS EUROPEAS EN LA EDAD DEL BRONCEANTIGUO ".
257

en la Mes eta norte , mientras que en e l Bro nce manchego, con una gran den - La actividad económica se basa en e l cultivo de cereales y legum inosas,
sidad demográ fica, aparecen pobl ados fort ifi cados en altura, pero también en y muy esca;, amente, y lim itado a l sudeste, de vid y olivo. Ovicápridos, cerdos
llan o ; e scasos fondos de cabaña y motillas (fig . 13) qu e son propi as de las y menos,bovldos. son e l ganado do méstico , y posibl em ente el caballo se use
llanu ras a lo largo de los ca uces fluviales y so n asentamientos integr ados por co mo anim al de tiro y ca rga en algunas zonas. Existe una indu stria textil y una
una for tifica c ión centra l y un po blado en t0l110 a ella . En el noroeste pe nin- met alu rgi a desarrollada e,n la zon a del sudeste, y en menor medida en las otras;
sular predominan los silos y basureros y los ag uje ros para po stes, cons ta r án- la caza, pesca, recolecc lOn ? e fru tos y pastoreo deb ieron de co mplemen tar la
dose una clara tendencia a la desaparición de poblado s estab les, y en el noreste dieta, aSI co mo la recolecci ón de fru tos de los árboles frutales.
co nvive n las cuev as co n poblados en altura similares a los menci on ados en
otras regiones. En lo qu e co ncierne a la cultura m aterial, lo más representativo de la pie-
dr a tallada son los dient es de hoz y las hoces con mango de madera, los c uch i-
E l rito fun erario de inhumación indi vidu al se gen erali za pro gresivam ent e llos y las puntas de flech a de variada tip ología; en piedra pulimentada hay
aun qu e en algun as zon as se siguen usando sepulcros megalíticos. Los tipos de hachas, moh~os , mortero s, c~"Jsoles, moldes de fundi ción y brazaletes de arque-
estructuras son muy var iada s, desde sim ples fosas, cis tas y construccione s de ro, y en hueso aparecen espá tulas, punzo nes, agujas, botones co n perforación
mampostería, a covachos , grietas y pithoi , den tro y fuera de los pobl ados, ais- eny, y algunos pein es. Pesa s de telar, cucharas y algu nos crisoles hay en barro
lad os o form ando necróp olis, seg ún las regiones (fig. 14). H ay algunos cas os coc.ldo: y el meta~ nos ofrece útiles, arm as y adorn~s, en cobre, oro y plata.
de túmulos en e l suroes te, algunas cuevas y se pulcros megalítico s, y son diver- Los pn rneros es t án represen tad os por pun zon es, c ince les , azue las , cl avos
sas las posicion es de los inhumados, por lo ge neral uno, aunque hay sepulturas CUChillos, sierras y hachas; pu ñales, '
de dos y tre s indi viduos. puntas de flecha, espadas y alabardas
son las armas má s frecu entes. Los
También son mu y variados los aj uares , con distin ciones entre ma sculinos obj etos de adorno más desta cad os
y femeninos en el sudes te, y en general con ado rn os, armas y cerámica, a veces son las cuentas de collar de co ncha
y otras apenas co n un vaso ce rámico . vérte bras de pescado, hueso, diernes
y co lmillos de animales, piedra pu li-
mentada , en ocasiones, ca laíta, fibro -
EXENTA EXENTA
lita y serpentina, cobre, oro y pl ata;
EXENTA
colga ntes en piedra puliment ada ,
hueso y cobre , y en este último y en
plata anillos, bra zaletes, pendient es,
botones y diademas . En el noroeste
pen insular ex isten además espi ra les
en co bre, ? ro y plata, ga rga ntillas y
alguna s lunul as qu e es un tipo de
collar de forma sem ilunar reali zado
normalm ent e en oro o en plata y Figura 15. Lúnula de oro de Cabeceiras
decorado con repujados o incision es de Basto, Braga, Portugal,
IIIPOSTE RIA DESCUIDADA - -lPlTHOs[ (fi g. 15).

ADOSADA. ADOSADA " ,La cerá",líca es la que, ofrece m?yor varieda d. E n el sudeste es lisa y bru-
; ....~. lllda,.en ocasl~nes con algun mamelon, y aparece con form as de cuencos, ollas,
?• ~asos OVOIdes, vasos care nados y copas. De formas tron coc ónicas, cilíndricas,
n S y con carena baja, cuencos carenados ab iertos, j an-as con asa bot ell as
ITIPO INDET ERMIN ADO I acanaladas y vasos con decoración en relie ve , son las del suroeste. La cerámica
.L-- - --,-l,
"MPOS TERIA.CUIDADA PlTHOS EN MAMPOSTERI...
~¡sa ~redomma en el Bronce Valenciano , aunque hay algunas incisas, impresas,
on cordones y co n bo rdes. decorados, y mu y escasas acana ladas, Con form as
Figura 14. Tipos de sepulturas del Cerro de La Enca ntada , en S, vasos globulares, OVOIdes, tro neocón icos, y es porádicamente vasos gerni-
G ran átula de Calatrava, Ciudad Real , (segú n Meseguer y Gal án). nados y políp odos. Tam bién hay qu eseras y vas os co ladores . En la Meseta

258 PREHISTORIA" TEMA 10. REGlONES MEDlTERRÁNEAS EUROPEAS EN LA EDAD DEL BRONCEANTIGUO ... 259

nort e, con formas variadas, hay decoracion es ~ base de co rdones lisos ~eco­ r abri go s. En la fase It se abando nan algunos y aparecen otro s nuevos, así co mo
diferent es tipos de lugares de hab itación.
rados, inci siones e im pre siones con incru sta cion es, de motivos geome t ~ lco y
la denominada cerámica de boqui quc, nu entra s que en~l Bro nce de La Mancha Los en ter ramientos se rea lizan en la primera fase en los sepulcros mega-
predominan las cerámica s lisas, pero apa recen tamb i én algunos ma~el~n~s , líticos y cuevas naturales, pero co mienzan a apa rece r los prim eros hipogeos
cordones y bordes digitados y ungu lado s, en formas de cuencos, v aso~ ¡; o u- excavados en la roca qu e debieron tener un túmul o, y que son los más frec uentes
lares con cuello , ollas, algunos vasos carenados, qu eseras Y grandes recipientes en la seg unda etapa, agrupad os en necrópo lis, y con plantas ba stant e complej as
de alm acenaj e , fichas, vasos coladores y vasos con asas. y nichos en e l ábside y cn los latera les de las cámaras. Aparecen cuevas consi-
deradas santuar ios qu e en la segunda fase pasan a tener un uso funerario.
La producc ión m etalúrgica se increm enta co n respecto a la calcolítica ,
10. Islas Baleares co n cuchillo s tria ngulares, punzo nes y alguna pun ta de flech a, de una produc-
c ión local , testimon iada por la existen cia de vasijas-hornos, crisoles, moldes y
La Edad de l Bronce en es tas islas muestra un? s ;asgo s clarament e de~ni­ lingote s de co bre. En e l naviforme de Hospit alet en Mallor ca se enco ntraro n
torios como son la aparición de la arquitec tura clclop,ea navi íorme , los h ipo-
geos excavado s en la roca , y la apa rició n de út~ les met álicos de cobre COI~
- o aunque co n algu nas perduraciones ca lcolíticas co mo el uso de ne~lOpo IS
estr moldes para varillas o pu nzo nes, hacha s planas de filo sem ilunar y ta lón recto
y puñales de hoj a trian gu lar.
~e 'i~humaeión colectiva. Sobre el ori gen de es ta etapa se ha establec ido tres Ten emos mu y poca informaci ón so bre las actividades económica s salvo
fase s o etapas: restos qu e do cumentan pa storeo de cabras y bóvidos, recolección vege tal y
mari squ eo en la costa. Debió de haber también actividades ag rícolas y desde
Apa rición y desarroll o de la arquitec tura ciclópea navifonnc, entre el
la segunda fase se inte ns ifican los intercambios con el ex te rior.
1700/1 600 a.e. yel 1400 a.e.
Apogeo de csta cultura, co n una A partir del 1200 a.e. se advierten una serie de cambios que dejan en desu-
dur ación de tres centun as. so los naviform es, para comenzar un mode lo nuevo de organiz ació n territ orial
y estruct ura socia l que marcará el inicio de la Cu ltura Talayót ica , s iendo sin
_ La transición a la Cultura talayótica, embargo, en oc as iones, los asent ami entos anteriores los qu e sirve n de ba se a
entre el 1100 a.e. y el 900 a.e. los turr iformes talayóti co s.
La arquitec tura ciclópea naviforme
está co nst itu ida po r edi lic ios constru ido s
con grandes b loques de pied ra con doble
paramento en los muros y plan ta en fonna 11. Bibliografía
de herradura con ábs ide , redondeado o
apuntado , de entre 15 y 30 me tros de lon-
gitud y 3-5 metros de anchura (fig. 16). La BAILLO URD, G. (19 66): "La civ ilisation du Rhone et le Bronze ancíen du
cubierta debi ó de ser plana y vege tal pero Midi de la Fra nce", Rem e Archéologique de l 'Estet du Centre-Esto 17 ,
pu do haber otro s con un tech o de losas págs. 131 3-164 .
apoyadas en una columna centra l o por BARA NDIARAN , l. ; MARTÍ, B.; RI NCÓ N, M . A. DEL Y MAYA, J. L.
aproxim ación de hiladas. ( 1998): Prehistoria de la Penín sula Ibérica, Ari el, Barce lona .
Aparecen aislados, de dos en dos, lo BR IA RD, J. ( 1976): L 'Age du Brom e en Europ c Barbare, Toulo use.
m ás frec uente y hasta cuatro. Se co nside-
ran asentamien tos, aunque hay en Menor- BRIARD, J. (1985): L 'Age du Bron:e en Europe (2000-800 {II '. J .C.), Erra nce,
ca algunos de enterra miento. D; ntro hay París.
hogares y bancos co rridos . De b i ó exisur al CAMPS , G . ( 1998): Préhistoire d'une lle, Les origines de la Cors e, París.
principio convivencia entre estos nue: os
asentamientos y los antenores poblados de ElROA , J. J. (2009): Nociones de Prehistoria general, Ed . Ariel Prehistoria,
Figura 16. Na vijorme de Clariana, Barcel ona.
cabañas calco líticas , así como cuevas Y
Men orca.

TEMA 10. REGIONES MEDITERRÁNEAS EUROPEAS ENLA EDAD DEL BRONCEANTIGUO ... 261
260 PREHISTORI A 11
EVANS, J. D. ( 1962): Malta , Barcelona. Tema 11
GARCíA HUERTA, M". R . Y MORALES , J. (coord.) (2004) : La Península
Ibérica eII el l/ milenio a .C : nobl ados y fo rtificaciones , Universidad
Castilla-La Mancha, Cuenca.
LA REVOLUCiÓN TECNOLÓGICA
GTMBUTAS, M. ( 1974): Bronce Age rultures of centra l and castetn Europe , E INDUSTRIAL DEL BRONCE
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GIOR, P. R. et ALU ( 1979): Protohistoire de la Bretagne , Rennes.
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in Europa", Prehistoria Alp ina , nº 10. 5. Bibliografía.

1. Introducción

. Este es un periodo en el que tienen lugar grandes cambios tanto en el con-


tmente europeo como en el Medi terráneo orie ntal, y con el q ue finaliza la
Edad del Bronce. Ahora sí es el mom ent o en el que se genera liza el uso de
es t~ meta l, resultante de la aleación de cobre y estaño, que perm ite fabricar
objetos de mayor dureza y ca lidad. La metalurgia se desarrolla en talleres
locales y se fabrican ya toda cla se de armas, pero también numerosos útiles,

TEMA 11.LA REVOLUCIÓNTECNOLÓGICA E INDUSTRIALDEL BRONCEFINAL... 263


262 PREHISTOR IA 11
-

y la orfebrería adq uie re un ex trao rdina rio desa rrollo. Se c rea n nu evos tipos
de objetos , y la producción masiva de és tos co nd uce a la necesidad de ex plo- 2. Europa central y or iental: Cultura de los Campos de Urnas
tac ión de nuevos yac im icntos mineros de cobre , y a una crec iente demanda
de l es taño occi dental. Este me tal dú ctil y br illante de es tru ctura cris ta lina Abarca un espac io ge ográfico mu y am plio y está co nst ituida 01' ru os
ap arece sobre todo co mo ó xido , es decir ca siterita, y es un compone nte básico :o~ales que trencn en com ún e l rito fun erario, pero qu e ofrecen dif~'en~i a:el~
par a la e laborac ión de l bronce , de ahí la im po rtan cia q ue adq uiere n las mi na s os ase ~ t am l e n t os y, s obre tod o, en los obj etos q ue integran la c ultura materia l
L os ma s rep rcscnf atrvos son: e •
de las region es atlánticas del co ntine nte euro peo qu e , en ge ne ra l, carece de
es te met a l. ~r~po de Lausit z o Lau sacia , ascntad o en las reg io nes occidenta les de
Se produce tam bién un gran desarrollo tecnológico que perm ite nuevas téc- o a ma, e l es te de Al em ania y no rte de Es lo vaq uia Ocu pa e l b .
parte los mism os lugares q ue la C ultura de Únc ticc de l B e A' uena
nicas de ex tracció n de l min era l de cobre , e n oc as io nes de ve tas de gran pro- en dond di e ronce nt igu o
fundidad , se per feccionan los horno s de fundic ión y apa rece n los moldes bival- d I Ce parecen ra I~,"' sus orígen es, y es la primera ident idad cultural
vo s de los nuevos tipo s de armas y útiles en arci lla, piedra, e incl uso met al. La ~ ~s ampos de Urnas europeos . Se cons ideró el g rupo ori gin ario, ro
técni ca de l lam inado de l bron ce permite elaborar recipient es, corazas, escudos ~ct~la!;ente se cree qu e es tos g rupos son continuadores de la C uru ra
y ca sco s, y el min eral se co nvierte, cerca de las minas, en lingotes de metal e o umu los del Bron ce Medio, fr uto de una evo luc ión autóctona.
qu e se exportan por todas las regiones e uropeas para los tallere s locales q ue
ah ora se multiplican .
Toda esta act ividad met alúrgica, as í co mo e l co mercio de la sal y e l ya
trad ici on al del ámbar mediterrán eo , dará lugar a un a inten sifi cación de las
relacio nes co me rc iales y al nacimient o de l comercio de nuevo s pro d ucto s. ---
Se org anizan circ uitos q ue transportan mater ias prim as, entre ellas los lingo-
-
tes de me ta l, y objetos man ufactur ados muy va riados, fruto de un desarrollo
not able de las labores artesanale s, y so bre tod o se orga niza la nu eva ruta del
es taño .
--
Se ha producido la decadencia de Mi cenas, el pot ent e foco distribuidor de
la etapa ant eri or , comienz a el decli ve del imperio hiti ta, y es po sibl e qu e se
produjeran en e l ámbito or ient al algunos catacl ism os naturales. Todo ello, des-
plaza los centro s de interés y da luga r a cambios m arcad os, alguno s de e llos
ya inic iad os en e l Bronce Medi o, como la ge neralizac ión de los asentamie nto s
fortificados y del rito funerario de incinera ción, con riq uísimo s ajuares en algu-
nas se pulturas .
La cro nología e n la qu e se desarroll a c l Bro nce Final abarca de sde medi a-
do s dcl siglo Xlii a .e. al 75 0 a.C; y evidentemente ofrece alg unas var iaciones
seg ún los di ver sas áreas ge ográficas, al igu a l qu e lo hacen las manifestacion es
cu lturales de las mi sma s. Y así , mien tras qu e en E uropa or iental y ce ntra l será
la Cultura de Campos de Urna s la protagoni sta del periodo, con una gran exten-
sió n ge ográfica qu e llega al noreste dc la Penínsu la Ibéri ca , cn las regiones
nórdica s hay un a perduración de lo ante rior en lo qu e se refiere a la cu ltura
material , aunque también se inco rpora e l rito funerario de incinerac ión, y se
produce un crec im iento dem ográfi co important e. El Bro nce Final Atlánti co
tran scu rre en las costas de es te oc éa no fonna ndo una co munidad económica
ya desde las etapas anteriores, y co n un desarrollo metalúrgico extraordinario
qu e es 10 m ás representativo de es ta etapa.
Figura l . Mapa de los grupos de la Cultura de Campos de Urnas.

264 PREHlSTORtA 11
TEM A 11. LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA E INDUSTR IAL DEL BRONCE FINAL... 265
Grupo de Gava que se asienta en las zonas orientales de Eslovaquia Y el terri torio de aldeas agropecu arias y pequ eño s asent ami entos, en algunos
casos co n restos de fosas-silos como es el cas o del grupo de Knoviz, Pero lo
Hun gría. . que destaca son los grandes poblados fortificado s del grupo de Lausitz, que en
Grupo de Velatice, nombre epónimo de una localidad de M orav -a (Che- la zona polaca tie nen una orga nizac ión regio na l amplia al estar rod eados de
qui a), que ocupa ésta, el oeste hún garo y la Baja Austll a. . pequeñas aldeas. Uno de los mejor conocidos es el de Biskupin (fig , 3), ubicado
en una pen ínsula de un lago en la región de Paluki (Polonia), y con 1,5 Ha de
Grupo de Knoviz que se localiza e n Bohemia y el oeste de Alemama.
extensión, que conserva casi medio kilómetro de murallas de madera de unos
Grupo renano-suizo que se desarro lla en el valle superior del Rlun y el seis metros de altura. En el interior del recinto hay viviendas de planla rec tan-
noroeste suizo. gular, alineadas en calles paralelas y construidas con troncos de madera y con
suelos de pino y roble.
Grupo bávaro localizado en el norte de los Alpes, y
Es también signific ativo el pob lado de Wasserburg sitnado en una isla del
Grupns occidentales: Pa~ses Bajos, del este y el Midi francés, y del nor-
lago Federsee , en Buchau, al sur de Alema nia, rodeado por una empalizada de
deste de la Pen ínsula lbenca . troncos de madera con cuatro torres defensivas y con cerca de c uarenta vivien-
_ Ha y otro s grupos co mo el Alpino y el Tirolés. (fig. 1). . . das de plan ta cuadrada.
Se han establecido difere ntes sistematizaciones o perioddizadclo,n.es 'lntedm~, En ge neral las defen sas artifi-
P R ' 'k (19 11) y paru en o e esta a e . ciales están constituida s por un
la primera de ellas es la de . ;lI1ec e, rt H Múller-Karpe (\959) introduce
terrapl én, un foso y una o varias
Kimmig ~ 1954) en cua,tro fases. il~b~~~ae~ 1965 establece cinco fases,. la pri- empalizadas de mad era , en ocasio- s-
un Bronce de tran sicron. y M G . lausaci Y la conVlvenclU
11' . . a clara infl uencia de l grupo ausaclano . nes co n un relleno entre ellas como
::;,~~~ ~~~o~~i~~~ f~~crarios. En la segunda se ~roducd'ier:~~~~t~;~~~n~e;~f:~~ los de Lausitz (fig. 4), con torres de
. d bl provocados por las convulsiones pro tecció n cn las puer tas o bien
~;~~~eSnt~a~~~,e ~:;erccra seraB''~na etapa de/:~;~:~d~~I~~;~~~~;:~~~s~~~~~~ entradas en "embudo" . Las vivien-
das son norm alm ente rectangu lares
de carr omato enco ntradas en üvlera, y qu ., . " _
g~~posu~~~a~~~~\~~~Jc':~~n~~~~d~~sd~~ ~f~n~~e~~~~7-~;';" yL;~~~;~~~?~~~C~-
o trapezoidales en madera y barro
con techumbres vegetales, aunque
~~ne~~f1 uencias de las culturas escita, tracia y cimen a de las region es pontlcas. hay algunas excepciones co mo es
. t (fig 2) son variados y en algunos casos hay una per- el caso del poblado citado anterior-
Los as en tamlen os . . d' .. r todo mente de Wasserburg en do nde son Figura4. Tipos de mural/as lausaciana
duración de los antcr iores. En general existe un pohl arrucnto ¡SPCI SOpo c uadradas y tienen un palio de (seglÍn Co blenz) .
entrada.
Existen gra neros, y tambi én se conocen algunos recintos a los que se ha
alribuido un carácter de santuario o lugares de culto, como es el caso de una
estructura de madera y piedras encontrada e n las turb eras de Drenthe, en
Holanda, de planta circular y con dos travesaños que sostenían c uatro vigas, o
también el de otra rectangular hallada en Saint Moritz, Suiza.
Los enterramientos son de incineración en urnas agrupadas en necrópolis,
por lo genera l de gra ndes dim ensiones. Es precisamente es to lo que le da el
nombre a la cultura, aunque existen algunas sepulturas de otro s tipos, e inclu so
-, en ocasiones una perdur ación del rito de inh umación, sobre todo en necrópolis
••••
.,. de larga dur ación en las que convive con la incineración. Las urnas están fabri-
-'
/ . Figura 3. Fuert e de Biskupi n
cadas en cerámica, generalmente con formas globulares o bic ónica s, aunque
hay muchas variantes, y en ellas se depositan las cenizas procedentes del cadá-
Figura 2. Asentamiento de Buchan, (seg lÍn J. Ha wkes ). ver incinerado en una pira funeraria que arde sobre una plataforma de piedra
(seglÍn Reine rth ).

TEMA 11. LA REVO LUCIÓN TECNOLÓGICA E INDUSTRIAL DEL BRONCE FINAL... 267
266 PR EHtSTORIAII
denomi nada nstrinurn, y el ajuar. E stos rec ipientes cerám icos se introducen en de sal de la región de Halle , en A lema-
fosas simples, ge ne ralme nte sin señalizaciones ex te riores , aunq ue también nia, y se prod uce un gran aumento de los
existen fosas de más de dos metros de lon gitu d y uno de anchura revestido s de yac imientos min eros de las regiones de
pied ra , así co mo dep ósitos dc las ce nizas sin urna en la fosa simple, y también Centroe uro pa, Bo hemi a y los Cárpatos,
entre los que ca be men cion ar e l de
cubier tas con piedras fo rma ndo un círculo. Witenberg en Sajonia co n galcrías de
En oca siones las necrópolis c ien metros de profund idad.
aparecen dc limitadas por foso s
c irculares o cuadrangulares. sien- La pro liferación de oficios artesana-
do algunas de las mejor co noc idas les y espec ialistas qu e elaboran produc-
la de Volde rs en el Tiro l, las del tos de prestigio, especialmente de meta l,
gru po Mai lhac cn sue lo francés y y las mej oras en los transportes, como es
las grandes y numero sa s del grupo el ca so de l uso del caballo como anima l
Lausacia no (fig . 5). de tiro y del carro, propi cian un intenso
come rcio con la creaci ó n de nuevas rutas
En el grupo de Vclat ice apare - y la pe rduraci ón de otras ya anteriores
ce n unas tumbas de un a gran como la de l ámbar bá ltico . Materias pri-
Figura 5. Enterramiento típico de Campos
riqu eza consideradas de " prínci-
pes" locales, y podem os mencio-
ma s, los lingotes de metal y la sal ent re
ellos , y prod uct os m anu facturados se
I I
de Urnas, Marol/es-sur-Seil1e
(s e,!¡1Í11 Mordant ).
nar también la dcnominada "Tum- distribuyen por amplias regiones, y acre-
ba del Rey" encontrada en e l cientan la nece sid ad de co ntro l so bre su
no reste de A lema nia, qu e es tá constituida por una cámara de piedr a cubierta circulación y su red istri bución.
por una cúpula, un túmulo y tiene un magnífico aj uar. E~i sten otras s~pulturas Aunque el rito de inhumación parece
co n túmul os y en ocasiones cmTOS qu e ap untan cn la misma direcci ón dc ser deno tar una sociedad igu alit aria, la exis-
los enterra m ientos dc una é litc gucn era que posee un ex traordman o armamen- tcnc ia de las tumb as principescas, y los
to y se entie rra de fOl111a es pec ial y di ferenci ada. ricos ajuares y armas, así C01110 la pre-
Hay que record ar que el rito de incineración no es nuevo pucs ya sc conoce senci a de acrópolis forti ficadas, hacen
desde e l Calcolítico antiguo húngaro de Bad én, y el Bronce Antiguo de K isa- pensar en la ex istencia de una élitc gue- Figura 6. Ajuar de de la Cultura
rrera qu e controla la producci ón y el de Lausitz.
postag (Hung ría) , existiendo en la región de Bo snia una larga tradición de inci-
nera ción bajo tú mulo . Convivencia de ambos ntos se da en el Bro nce MedIO come rcio de los metales, en espec ial de
de varias regioo es europeas . Lo novedoso es su uso ma sivo en una zona geo- armas como las espadas de antenas y las hachas de cubo, y recipientes co mo
gráfica qu e abarca desde c l Bált ico al sur d~ los Alp~s y desde el Danubio a los calde ros de bron ce con decoración repujada. Las grandes dimensio nes de
las regiones atlá nticas y al noreste de la Pen ínsula lbenca. las necróp olis, a su vez apu ntan a un crec imiento dem ográfico imp ort ante.

Lo s ajuares suelen estar co nstituidos por rec ipicn tes cerám icos y objeto s ,En la cult u r a mate rial se aprec ia un gran desarrollo de la orfe brería y la
metálicos en las sepulturas norm ales, y en e l caso de las princ ipescas sue len ser cerarmca, Junto con una fab ric aci ón de nuevos tipo s de arm as y útiles de bron -
de gran calidad y tipos variados (figura 6). ce, propi ciada po r las mej ores técni cas, entre e llas la del lam inado .

En cuanto a la economía sabemos con ce rteza, por la abundancia de útiles La cerámica es mayor itari ament e lisa, aunque aparecen acanaladuras ob li-
ag rícolas conse rvados y la ex iste nc iad oc ume ntada de gr.a neros, qu e el cultivo cuas en urn as bicó nicas en la pr imera fase , mien tras que en la segunda se incor-
de cereales: trigo y cebada, y legu mm osas: lent ej as, gUIsantes y por pn mera poran ya alguno s motivos exc isos . Decoraci on es aca naladas, inci sas y excisas
vez j udías, fue un apor te básico al mantenimient o de es tos grup os. Tamblé~ se aparecen en el tercer periodo, y en elq uinto destaca la novedad de las impresas.
usaron plantas como la linaza y la ado rm idera, y hay r~ stos a seo s de oveja s, La de Lau sit z es la que nos proporci on a má s informaci ón en cuanto a las for-
cabras, cerdos, bueyes y caballos que documentan tambi én unnnportante apor- I~ a s : ha y urnas de cue llo cilíndrico, escudillas de asa s altas, y gra ndes reci -
te ga nade ro. Caza de ciervos y jabalíes: pequ~ños m~míferos y aves, y pesca pientes con asas. La decoración es a base de eleme ntos plásticos como relieves,
de biero n de ser un co m pleme nto de la diet a alim enticia. Se ex plotan las mm as

TEM A 11. LA REVOLUCiÓN TECNOLÓGICA E IND USTRIAL DEL BRONCE FINAL ... 269
268 PREIIlSTOR tA tt
-
bullon es es féricos y acan aladuras formand o círc ulos co ncé ntricos, pero tam - A veces llevan aplicaciones de árnbar
bién las hay inc isas, gra fitadas con bandas negras, y al fina l pintadas (fig. 7) . o .~e co ralina, y en Lausit z hay tam -
bién diademas y braza le tes de oro .
Las fíb ulas son frec uentes y ofrece n
mod ificac iones a medida q ue se Suce-
den las etapas, aparec ie ndo las de Q
arco de violín, de arco simp le deco-
rado co n aves, de arco ancho foliáceo
y ex tremos e n es piral, sem icirculares
y co n arco en form a de arpa (fig. 9) .
Po r lo qu e resp ecta a las armas Figura 9. Fibulas.
tenemos hacha s de talón, de cubo, de
alerones, y de combate de tipo húngaro que aparece n en e l IV period o de Cam-
pos de Urnas; hay puntas de flecha y de lan za (fig. 10), puñ ales de lengüeta
o "
so.bl.e todo espada s de trpos variados . La s más represent ati vas de l mome;t~
inici al so~ las de Monza en Borgo ña, q~e son espadas co n leng üeta espigada
Figura 7. Ce rámica lausaciana y acanal ada de Campos de Urnas. y rcfo :zadacon rema ches para su mserci on en la empuñadura, y la de Rixheim ,
nOl~br~ deri vado de una tumba fra nce sa, parecid a a la anterior, de entre 60 y
En arcilla coc ida se han encontrado 70 CI~ co n lengu eta es trecha, re maches para la empuñadura y ra nuras en V en
también co lgan tes en for ma de rueda, el ta lon.. Luego ap~recen I~s de pomo macizo y hoja de dob le filo alargada , las
moldes de fu nd ición simples y compues- de lengueta con hoja pistiliform e, de lengüeta y empuñadura mac iza co n pom o
tos para objetos metálico s, que también y las de ante nas (fig. 11 ). '
aparece n en pied ra e incluso metal y
CUlTOS como el de Duplaja en Se rbia con

n11-i:~
~f1
representaciones de ánades, ruedas rad ia-

J
les y decorado con mo tivos geométricos
(fig. 8). La s aves, sobre todo pájaros, se
representan co n frec uenc ia en arcilla, :'1 ,'\' .
.!
pero tambi én en bronce , ya sea aisladas
o bien for mando parte de motivos deco-
.
'.:. i;¡
:

;": , '.1
l';' ~ J
~~
, . •
rativos de obj etos diversos. \" ! •.~

f¡! .'~.
~. ~ ~ ~
Tam bién exi sten martillos y yunq ues
Figura 8. Carro de Duplaja,
(Museo de Be/grado).
de piedra, pero será el bronce el material
qu e proporciona una variedad enorme de
el !Ji
',1 ~
arm as, úti les y adornos, pasando a ser ya
el so porte básico de los obj etos de uso cotidiano. Entre los útiles cabe men- ,
• •
cionar las gubia s, cince les, hoces q ue se enmangan co n madera, navaja s de

···
~ ~~~~ I
afe itar de uno o dos filos, piezas para arne ses de caba llos, es pecialme nte en
los moment os fina les del periodo: bocados, collares y cabezales, y ruedas. Muy o
abundantes son los adorno s y los obje tos de uso personal como colga ntes de oO.

dob le espiral y con form a de rue da , pul sera s con los ex tremos en es piral y !l. j ..
macizas decoradas con aca naladuras, bra zaletes torneados, y una enorme varie -
Figura l a. PU11fas de la nza , "
. .~ ,. ..
dad de alfi leres co n cabezas globulares , gallonadas, en form a de fru to , bicó ni-
cas, ovoide s vas iformes , en anillo, discoid ales, en forma de cruz y de burbuja. (seg ún Gimbutas ).
Figura 11 . Espada s, (seg ún Eiroa).

270 PREHISTORIA 11 TEMA II. LA REVOLUCIÓNTECNOLÓGICAE INDUSTRIAL DEL BRONCE FINAL... 271
-
En chapa de bro nce
obtenida por laminado se ~op~~ge oro, y carr os como el de Trundhom depositado en un pantano de Zca-
elaho ran esc ud illas planas ~nr . mamarca ), al c ual d~bió de ser arrojado como ofrenda para las divini-
(fig. 12), Yca lderos, a vece s ~~des acuatlcas,.que trene seis rueda s, y un disco de bronce revestido de lámina
• 01 o, qu e. se cons .de . a co mo una .rep re se ntación so lar. Está tirado 01' un
decorado s con nervad uras y ca ballo, y IdS •uedas son rad iale s (hg 13) D b " '. ' . " " ~
ab ullonad os, sítulas lisas o .. ..c.. . . ' '. . e 10 ex rstu una religi ón" de
bien profusament e decora- ~~l~ dc te'dndtura l .sta como parecen testim oniar los ab undantes sím bolos solares'
ruscos, ecoracroncs de c írc ulo s concé ntricos, esp ira les, etc. '.
das. en ocasiones con ána-
des o pájaros, y ta mbién
arma s defen sivas co mo
esc udo s, ca scos y corazas.
tasts:En bron ce hay tambi én espadas de empu ñadura maciza o de len üeta
de~e~mangue tubular, cuchi llos, punzones, ha:has, pinz;s, al[¡Fe~~~
y navaj as de a e rrar a veces decoradas y cn for ma de nave s. Escudo s redondos
con escota ura e 1 U . l , .
. .. . . . I , a gunos cascos con cunera y con cue rno s en forma de
11•.1 lipa Vikso, ISla de Zealand, des taca n por lo excepcional de su forma .
Figura 12. Escudiltas planas (seg ún Gimbutas} . su n~anufactura que es técn icam en te perfect a, y se piensa qu e s~s destin~t~S~~
deb ;an posee. lll~a cierra releva ncia socia l; sí tulas y calde ros coloca dos sobre
1~lel( dS: s~ elabora n en chapa de bronce obtenida por el procedimiento de l larni-
~;:~ ~:. <:~~I~ fclan ot Itt'~ esdo tl~omPlas , II1strum~ntos mu sicales de viento ob tenido s
e (e un 1CIO I1 a a cera perdida.
3. Europa nórdica : Montelius lII-I V L~ .ol~feb~ería n órdica fue, co mo ya hem os men ci on ado mu y importante
con v aj i as e 010 a veces decoradas co n repujado y mot ivos en es iral
La Edad del Bron ce Fin al en es tas region es ofrece cie rta co ntinuidad con c opa s cfon asas de ca bezas de anima les, así como los deno minados con~ r¡~:­
respecto a lo anterior, pero también novedades recibi das de las regiones atlán- Ies pro usamen te decorado s (fig , 14 ).
ticas del co ntinente europeo. Las fechas varían poco co n respecto a las de Euro-
pa central, co n e l com ienzo en tomo al 1200 a.c., un poco má s tard ío, pro lon -
gándose su fina l hasta com ienzos del s iglo Vil a.c. Es una e tapa en la q ue se
pro duce un fuerte creci mi ento dem ográfico, co n un cl aro aume nto del núm ero
de po blado s y necrópol is, y un desarroll o eco nó m ico importantc basado en la
inten sificación del cultivo de trigo y ce bada que ocupan nuevas tierras, y de
una gana dería de ovejas, ca bras , cerdos, bueyes y caba llos . Tiene lugar un gran
apogeo de la indu stria metalú rgic a y es un foc o pro ductor de vaso s y obje tos
de oro que se ex po rtan a todo el contine nte euro peo .
Lo s a sentamientos se ubic an en ocasiones en zo nas defensivas y es tán
co nstituidos, por lo genera l, por casas de madera o de ado be de pl an tas ci rcu-
lares u ova les y rec tang ulares y a vece s ex isten forti fi caciones como en el caso
de Hallunda en Es tocolmo.
En lo que concierne a los enterramientos, se im pone pa ulati namente el
rito de incineración pro cedente de Centroeuropa, aunq ue bay también sepul-
turas de inh umación de tipos diversos cubiertas con túmulo, a veces navifo r-
mes, agrupadas en gra ndes necrópoli s con aj uares ricos a base de joyas, obje tos
de ado rno y navaj as de afe ita r.
Son mu y abundantes los depósitos de bronce s, incluso en las co stas más
meridionales del Bálti co, co ns ide rados co mo ofrendas, en lagos, ríos y zonas Figura 13. Carro de Trundtiolm.
pantanosas. En las aguas se depositan obje tos votivos como barcos solares o Figura 14. C O/lOS de oro.
de SchijierSladl. Palatinado.

272 PREHISTORIA 11
TEMA t I. LA REVOLUCiÓNTECNOLÓG ICA E INDUSTRIAL DEL BRONCE FINAL ". 273
»

4. El Bronce atlántico eu ropeo


~~Itilíne~ (fig .. 15) : ,q ue . ap~recen
desde las Islas Británicas al es te de
Se desarrolla en las costas de este océano desde los Países Bajo s a la Penín- ;fJa. ay i amb¡en navajas de afeit ar, o puntas de lanza tubulares
sula Ibérica , Islas Británicas y regiones costeras del occi dente francés. A pesar ~a l . os .y p a SIGI 'es. Proba~lemen te son de esta e tapa las primeras es ~~
de tener basta nte en común hay diferencias regionales y en genera l, salvo cn das pistilifo rmes con empunadura bipartit a, y los bra za le tes en conn aPde
va l utas. l'
los Países Bajos, no hay un imp act o ev idente de Campos de Urn as, pero sí se
perciben noved ad es tecn ol ógi cas quc mejoran la acti v idad mct alúrgica ya
~ro~cc Final ! t:. o fase de, Sa int-8ricuc-des-lt'fs, entre e l 11 00 a.e. e l
puja nte en la etapa anteri or. Apa recen nuevos sistemas de fundición y se explo-
tan minera les de cobre y es taño en Irlanda , País de Ga les y Penínsu la Ibéri ca ,
~O~ a.c ., dep OSIto con mas de un centenar de objeto s ubicado en ¡lIe~et­
con un destacado centro de trabajo de l estaño cn Corn ualles. Al sur de G ran
c~~1Jle, y ;:,c co mprende como grupo una docen a más ele depósito s así
d ' o espa las encontradas de form a aislada e n e l río Lo ira Su fósil
Breta ña, aparece una nueva alea ci ón tr ipartita de cobre , es taño y plom o y se . Ircctor es a es pada pistiliform e con cmpuñadura trip artita . ca lad~ s
crean nuevos tip os de arma s y herrami ent as ca si siempre de insp iración e uro- con placas de hueso y madera, y aparece n tambi én pals ta ves , ~uchillos'
pea , pero mo dificadas en los talleres locales.
~~IIJ:as de Ilanza Con sus r ega toncs, aperos de ca ba llo hoces navaj as d~
La s fechas ca librada s sitúan el com ienzo de l Bronce Final Atlántico hacia a el ar y al ornos en esp iral. ' " , .
e l 1400 a.C, y se han establec ido para esta etapa tres periodos con nombres Bronc e Final 111 u Horí zontc de las espa da s de lengua de carpa (lig 16)
difere ntes para la zo na francesa, la inglesa o la ibéri ca, ya que los Países Bajo s ~ue cO'!lIenza en e l SIglo X a.e. y perdura hasta mediados del si I~ VIII
están integrados en estas fecha s en la Cultura dc Ca mpos de Urnas. a.; . y¡tiene como elem~nto defin idor este tipo que present a un m7lrcado
Co nocerno s poca s manife staciones c ulturales, a excepción de la metalurgia, es rec iamren to de la hoja en la zona dista l, y quc a arece desde el
y el yac imiento tipo son los depósito s O escondrij os de bronces , ya existentes ~e Alem ama al sud~ste de la Península Ib érica, Ileg fndo al Mediterr~~~~
en la etapa anterior, pero cada vez má s frecuen tes de sde finales del n mi lenio ccnn al. Hay tambi én hachas de cubo con asa lateral (fig 17) d i '
a.e. Se han considerado como e l equipo de herramien tas de un artesano , e l nes, palstaves con una o dos anillas laterales y con adura y e a ero -
l ' ., nerva ura para algu
stock de co merc iantes, y también se les atribuye un carácter votivo . nos con va or monetano, que aparecen en toda Euro a si zuiendo O ' -
Las producci one s metalúrgicas atlánticas lIcgan a difere ntes zonas euro-
1ener~ la~ rutas comerciales de los cursos fluviales. ¡uñal~s, Ianza~ ~;l~
( ~rotS e ronce, bra zaletes y cuentas de collar muy variadas son :J!ros
peas , y la economía sigue siendo agríco la con trigo, cebada y legu minosas cul- o ~ e os representatIvos de este momento.
tivada s ya con hoces de bro nce y arados, existiendo una transhumanci a y esta-
bulac ión de ganado . Lo s caballos se usan como anima les de tiro y son tam bién
un ele me nto de prestigio.

'-t;.

4.1. El occidente fra nc és


I
Se ex tiende este área desde el Bajo Loira a los Países Baj os y s u periodi-
zación en tres e tapas se basa, al igual que las de otras zonas geográficas en los
¡
¡
tipo s met álicos.
Bronce Final 1 o fase de Ros nüen, nomb re epónimo de un depósito halla-
do en esta localidad de Finistere , que se desarrolla desde e l 1250 a.e. al
1100 a.C; y en e l que tien en ba stante protagonismo las regiones de la
co sta norte de Arrn órica y Bretaña. Los materiales, sobre todo las espa-
das, parecen insp irarse en tipo s europeos co mo el de Rixh eim , y las más
ca racterísticas son las espadas tipo Rosnoen, co n una lengüeta trapezoi-
-'
Figura 15. Espadas tipo Rosniien Figura 17. Hachas de
dal y orifica s de remaches para insertar la empuñadura y hoja de corte Figura J 6. Espada cubo de LOf-et·Garonne
(seg ún Gaucher y Mohen ). •
de lengua de Ca17UI. Museo d A gen, •

274 PREHISTORIA II
TEMA 11 . LAREVOLUCIÓNTECNOLÓGtCA E INDUSTRIALDEL BRONCE FINAL ...
275
La seg unda fase o de W iI-
4.2. Los Países Bajos bu rton recibe su nombre de un
importante foco metalú rgico de l
A arecen Cam pos de Umas cn las region es del sur de Holanda y el nO~'e~te sudes te inglés y se caracteriza
belgaPque convive n con perduracio.n,es amenores ~e es t,:uctulas fun erari as por la nueva técn ica de la alea-
tumulares pero con rito dc inci neración. y tIpOS met álico s antenores. ción tern aria de cobre, es taño y
p lomo , c l uso del laminado de
bron ce y los nuevus tipo s de pie-
zas de orfebrería que alca nza un
4.3. Las Islas Británicas gran desarroll o con la fabrica-
ción en oro de an illos, bra za le- Fi gura 19. Trompe/as irla ndesas. Museo
Nacional de Irlanda .
En Gran Bretaña co noce mos pequcñas cabañas circ ulares con ba sament os tes , pul seras, torques, espirales,
de piedra fo rmando agrup acion es rodeadas por empalizadas de madera (fig. 18 ) diademas, aro s y ap liques, así
e y tene mo s documcntad a 1a como cuenco s y otro s objetos . El cen tro pro ductor más imp ort ante de es tos
importancia de la agncultura obje tos áureo s parece es tar en Irlanda (fig. 19)
por la gran abundancia d;
hoces y de polen de gra m i- Ewart Park es la última fase de l Bronce final inglés y rompe con el mono-
neas. Ha y restos óseos de polio metalúrgico del sudes te, co n la aparición de depó sito s y talleres meta -
bueyes, carneros Yce rdos, así lúrgico s por todas las reg iones. Hay una producción masiva de hachas de talón
como de ciervos y jabalíes lo y de cubo, de hoces, y de espadas de lengua de ca rpa y, al final de l periodo
que mu estra la ex istenc ia d,e aparcceo arreos de ca ballos. Se reciben influjos exteriores del Me diterrá neo,
actividad ganade ra y cmege- ce ntro y norte de Euro pa y de las otras regione s atlánticas.
tica, y tambi én se aprovec han El Bronce atlántico es sustituido por las indu str ias del hierro que traen ge n-
los recursos marinos. La s tes proce dentes de Ce ntroe uropa y el Me dit ererrá neo .
necrópoli s conoci das básica-
ment e en las region cs meri-
diona les, son de incineración
en urnas, pero aquí son conti- 4.4. La fa chada atlántica de la Península Ibérica
nuaci ón de un a tradi ción
aut óctona de l Bronce Anti- Este per iodo se desarroll a en las regiones cos teras que van desde el Golfo
guo, destacando la necrópol is
Figura 18. Poblado inglés de llf ord Hil/ (seglÍn Burke). de incin era ción de Rirnbu ry de Vizcaya a Cádiz, aunque hay también algunas penetraciones hacia regiones
del interior com o Andalu cía occi dental , Extrernadura y zona s de Palencia y
en el sur de Inglaterra. León, Se han hech o pe riod izaciones diversas, aunque 10 más aceptado es e l
E l desarroll o metal úrgico e s extraor dinario y hay num erosos depósitos, esq uem a tripartito ya men cionad o para otras zonas geográficas , con ligera s
existiendo una producción cerám ica de buena ~alidad co~ form as de vasos de mat izac iones cronológ icas.
gran tamaño cilíndricos, carenados o bítroncocorncos, Yvaso s con mamelones. Es una etapa en la que se inten sifican los contactos atlánti cos y la indu stria
La decoraci ón es acanalada y exc isa. metalúrgica local asimila tip os nuevos, pero tamb ién los crea y difunde. La
Se han estab lecido también tres fases evo lutivas, má s o menos c? l?tempo - informac ión de la que disponemos varía mucho según las áreas , pero en genera l
ránea s de las france sas, y basad as como aquéllas, en los tlp~S mctahco~. ~a el Bronce Final 1 ( [25 0 a.C.-1100 a.c.) es e l equivalente para Gómez de Soto
rimera se denomina fase Penard, por el nombre de un dep ósito del Pa ís e ([988) , a Rosnoen y Penard y se carac teriza por una met alurgia que aúna tra-
bales, y tiene fuert e inl1uenci a contine ntal co n e~ementos como las espada~ diciones locales y tipos nuevos atlánticos. El depósito más representativo es el
tipo R osnoen , de proceden cia fran cesa, o los cuchillos de dOl SO,curvo. L~ tras de Valdev imbre en León , que consta de dos hachas planas, dos puñales trian -
dició n local perdura en algunos tipos de es padas y los ce ntros mas Importante gulares con orific ios para su enmangue, una punta de lanza de enman gue tubu-
lar, un regatón cónico, una sierra y un yunque.
están en el Valle dcl T ámesis.

TEMA 11. LA REVOLUCiÓNTECNOLÓGICA E INDUSTRIAL DEL BRONCE FINAL oo. 277


276 PREH ISTORIA U

En el occidente anda luz la base econó mica fund amental es la producción


El Bronce Final ll es paralelo a Wilburto n y Saint-Brieuc-des-Iffs y,señala metalúrgica y el yac imiento más representat ivo es el dep ósito de la Ría de
la plena incorporación hispánica a los circ u~tos atlánticos , llegando tecrucas Huelva con más de 400 piezas, parte de ellas chatarra , que parece tener un
or ientales nuevas al Atlántico y modelos de este a Centroeuropa. carácter de señalizaci ón de un terr itorio funerario con objetos de producción
El Bronce Final 11I está representado por el dep ósito de la Ría de Huelva y local basados en modelos foráneos atlánticos y med iterráneos. Ya es tá muy
se identifica con el complejo de espadas de lengua de carpa. extend ida la aleación tripartita y hay martillos de piedra, moldes de arci lla,
escoria y hornos de fundic ión.
Se han establecido cuatro zonas diferenciadas para esta área de la Península
Ibérica: el noroeste y la com isa cantábrica, Extremadura, el OCCIdente an~aluz El suroeste continúa al comienzo trad iciones anteri ores y es un mosaico
y el suroeste peninsular. En ellas hay dife rencias en lo que a cultura m~terlal s~ cultural con crecientes relaciones entre regiones que darán lugar a la Cultura
refiere pcro en general aparccen lIpOSn,'uy similares a los franceses e ingleses: Tart ésica, que se desarrolla en una zona rica en recursos naturales: valles agrí-
hachas de talón o tope con una o dos anillas laterales, hachas de cubo de origen colas, ricos pastos y recursos mineros. Hay poblados en cerros con y sin defen-
bretón, espadas, puñ ales y punta s de lanza. calderos con remaches (fi~. 20), sas y necrópolis de inh umación en pequeñas cisras, y cerám ica de vasos con
pulseras y torques de oro, así como cuencos slm llare~ a los del tesoro de Rta~t~o carena muy marcad a decorados con surcos , botell as con gallones en relieve; y
en Galicia. Se conocen algunos lugares de asentamiento en P011Ugal y Galicia, cuencos, cazuelas y ollas de fondo plano decoradas con bruñido (fig, 22). Muy
que son simples fosas y silos sin defe~sas y de materiales perecederos, y hay características de esta zona son las estelas decoradas, se trata de grandes losas
mejoras en la agricultura y aproveehamler~to de productos derivados de la gana- de piedras decoradas con grabados que representan guerreros con su arma-
dería, así como uso de la fuerza de traceIon animal, mento, caITOS, objetos de adorno y personales (fig. 23). Al principio escasean
los obje tos metálicos pero luego aparecen puñales cortos con remaches, hachas
En Extremadura, con yacimientos mineros de oro, pl~mo argentffcro, esta- planas con rebordes y espadas de lengua de carpa y lengüeta calada. En oro
ño y cobre, aparece n nuevos tipos de orfebrería y ceramica , aSI co m? una hay brazaletes y grandes torques.
necrópolis de cistas de piedra asociadas al poblado de Valcor chero en C~cer:s
ubicado en un cabezo y con chozas de planta CIrcular. Nace el lipa ceranuco
denominad o de boquique, técnica decorativa
incisa del punto y raya, y la metalurgia pro-
porciona hachas de tipos diversos, puntas de
lanza (fig. 2 1), esco plos, alfileres y colgan-
tes. En oro hay torques, cadenas de espirales
y brazaletes.

o 10

o 25

Figura 21. Puntas de lam a


tubular del depósito de Alcay án.
Figura 22. Cerám ica del Bronce del suroeste, Figura 23. Estela de Solana
Figura 20. Caldero procedente (seg ún Schubart). de Caba ñas, C ácerrs .
de Cab árceno , Santander. La CorUlla , (seKlÍn Ruiz G álvez}.

TEMA 11 . LAREVOLUCIÓN TECNOLÓGICA E INDUSTRIAL DEL BRONCE FINAL ... 279


278 PREHISTORIA 11
5. Bibliografía (ver Tema 12)
Tema 12
LA EUROPA MEDITERRÁNEA
AL FINAL DEL BRONCE
V LAS COLONIZACIONES FENICIA
V GRIEGA
Ana Fernández Vega y Amparo Hernando Grande

r ESQUEMA-RESUMEN .3
1. Introducción.
2. [(alia e islas.
2. 1. Norte. ce ntro y sur peninsular.
2.2 . Islas Eolias: Cultura Ausoniana.
2.3. Sici lia: Cultura PanIálica .
2.4. Malta: Gr upo Bahrija.
2.5. Córcega: Cultura Torreuna.
2.6. Cerdeña: Cultura Nurágica lll.
3. La Península Ibérica.
3. 1. Regiones cos teras orientales y mer idionales.
3.2. El interior penin sular.
4. Islas Baleares: Talayó lico 1 y 11.
5. Colonizació n fenicia.
6. Colonización griega.
7. Bibliografía.

1. Introducción

Los grandes cambios producidos al final del Bronce reciente en las regiones
orienta les del Mcditerráneo aún no han sido explicados del todo. o al menos,

280 PREHISTORIA 1I
TEMA 12. LA EUROPAMEDITER RÁNEAAL FINAL DELBRONCEYLAS COLONIZACIONES... 281
no se aceptan de manera unánime las diversas exp licac iones enunciada s. Lo se refi ere, navajas de afe ita r de
que sí es evidente es que hay una serie de destruccio nes en estas zonas en las do ble filo, fíbulas de arco de vio-
que se desarro llaban brillant es cult uras, co mo la Micénica en e l continente lín y tazas de cerámi ca carenadas
grieg o y las isla s del Egeo, o Tro ya en la Península de Anat ol ia. Se ha pen sado y con asas a ltas, incisas, y tam -
en cataclis mos naturales, en las ya famosas " invasiones de los pueblos del mar" bién co n cabeza de animales
o dorios, e inclu so e n confli ctos internos, para exp licar el fina l de la prim era , modeladas en las asas.
mientras que Troya será destruida por los aqueos, aunque perd urará basta la En un área que ocupa reg io-
Troya IX reco nstr uida por Cesar. El imperio hitita co mienza su decadencia y nes de l norte y cen tro pe ninsular
e l Eg ipto faraón ico se enfrenta también a los dorios o pueblos del mar. de Etruri a, Emilia y la Romaña,
Cre ta, las isla s Cícladas y Micen as fueron durante toda la Edad del Bron ce se ha definido la Cultura Proto-
del Egeo , las intermediarias entre las soc iedades de la costa sirio-palestina y villa novia na, que no es acepta-
Eg ipto y el contine nte e uropeo aún en pleno Calcolítico, y controlaron las rutas da por todos los investigadores,
co merc iales con un gran desarrollo de la navcgación . y que cronológicamente oc upa-
ría un espac io entre los siglos XII
Entrado el 1 mileni o a.e. las com unidad es prehistóricas de l Mediterráneo y tX a.e. Figura l . Asentamiento tipo palafitico
central y occidental se ven influen cia do s por las soc iedades históricas de l de la cultura Apenínica .
Mediterráneo oriental a través de lo que llamamo s co lonizaciones, que suponen Sus poblados están ubicad os
el primer contacto con pob lacio nes fenicias y grie gas que fundan factorías y en lugares elevad os y con sis.temas defensivos a base de murallas, y los ente-
co lon ias, insta lándo se ya los comerciantes dc manera estab le en las regiones Il arruemos son de .mcllleraclOn en urnas, generalme nte bicónicas y decoradas

indígena s. con moti vos .geomeln cos, que se introducen en una simple fosa, y aparece n for-
mando necrópolis, corno la de Veruchio e n Rirnin i. No hay apenas diferenc ias
qu: hagan ~ensar en una sociedad jerarquizada , en cua nto a la cultura material,
aparece n útiles y arma s de bronce corno fíbulas de arco simple, de arco de violín
2. Italia e islas y de codo; agujas, cm turones y navajas de afe itar con la hoja semicirc ular;
hachas, cuchillos, y espadas de empuñadura maciza y de antenas.
En la Pen ínsula italiana hay una distinción clara entre las regiones se pten- . La denomin ad a Cultura de las Tumbas de Fosa se desarrolla en los
trio na les y cen trales y el sur. En las pri me ras se advie rte n infl uencia s conti- siglos IX '! Vl11 a.e. en el ~u r de It~l i a y las co stas adriáticas, zo na ésta qu e
nen tales y se puede decir que existen muchas de las características culturales propicrara la llegad a de I?s influencias griegas, sobre todo del hierro y tambi én
que se desarru llan en Centroeuropa con una cronolog ía para lela. Sin embargo de a lguna; ccramicas p intadas, Se conocen sus enterrumicnros que son de
e l sur de Italia está mu cho más vinc ulado a las corriente s mediterráneas, al inhurnac i ón en fosas, las c~rám i c as inc isas con motivos gcométricos c urvo s
igua l que las islas. (n~candl l follnes) , y en ocas iones antropomo rf os, en ánforas y tazas con cuello ,
aSI como algunos objetos de bronce, espec ialme nte fíbul as serpentiformcs o
con espirales, y espada s con la hoja decorada.

2. I. N orte, centro y sur peninsular

Se puede habl ar de una convivencia entre trad ic iones anter iores y apor ta- 2.2. Islas Eolias: CIIlt1l1'U Ausoniana
ciones nuevas, y las diversas áreas geográficas ofrecen una cie rta fragme nta-
ción y heterogeneid ad. La anterior C u ltu r a Apenínica pe rdura un tiempo con . . Esta Cultura fue de tinida por L. Bernab ó Brea, (1966) con una fec ha de
bastante contin uidad, si bien se hace n má s frecuentes la tumbas de incin era- mIclo .de med~ados d~l SIglo xn a.e. y con do s fases: una del Bron ce Final y
ción , y sobre la ant erior Cultura de las Tcrrarnaras aparecen necrópolis de inci- otra ya de IIUCIOS de la Edad del HIerro. Se extiende a la costa nororiental de
nera ción en urna s bicónicas, en oca siones decoradas co n motivo s geométricos, Sicilia y nene un claro componente ape nínico como consecuencia de la llegada
aunque perduran los mismos ase nta mientos de tipo palafítico (fig. 1) y dedi- alas Isl~s d e elementos propi os de esta c ultura peninsular, y tambi én influ en -
cados al cultivo y a la ganadería, incorporando, en lo que a la cultura ma terial CIa S hel ádicas.

282 PREHISTORIA 11 TEMA 12. LA EUROPA MEDITERRÁNEAALFINAL DEL BRONCE Y LAS COLONIZACIONES ... 283
Las viviendas son semiex- Pánt alica. La s inhumaci ones
cavadas de plantas rectan gu la- so n e n tumb as dc cá mara dc
res y poligonales, a veces con planta ovalada o c ircular que
suelos pavime ntado s con arci- se agrupan en grandes necró-
lla o piedras, y están bien re- polis (fig. 3) como las de Fili-
present adas en la acrópo lis de porto y Caveta, y la cerá mica
Lipari. Los enterramientos son es aho ra oscu ra con decora-
de do s tipos: dc inhumación c ión pintada . En metal hay
individua l cn pitho i al comie n- cu ch illo s de hoja c urvada,
zo, y pos teriorme nte de inci- hachas con e nmang ue tubu lar
neración en urnas que se tapan y un tipo de fíbu la acodada
con pied ras (fig. 2) . Los ajua- que aparece en la isla que se
res más comunes se componen conoce con el nombre de Cas-
de un vaso cerámico , y algu- sibile, localidad de Siracusa.
no s objetns de bronce, sobrc
Figura 2. Enterramientos de la cultura Ausoniana lodo adamas, y tam bién fíbu- Al final de es te pcr iodo
(islas Eolias ). las acodadas tipo Cas sibile aparecen las prim er as mu es- Figura 3. Necrópolis de la cultura Pant álica (Sicilia).
(Sirac usa) como las sicilianas. tras de l co me rcio feni cio , y
desd,e fina les del sigl? V Ul a.e. los colonizadores fenicios y griegos transfor-
La cerámica es al princ ipio de tipo ape nínico, y luego protovilanoviano, mara n las rnan ífestac íones cultura les de la isla.
con algunas importaciones mic éni cas, y cn la fase final aparecen ce rámicas
pintadas sobre fondo claro.

2.4. Malta: Cultura Bahrija


2.3. Sicilia: Cultura Pantálica . Perd~ra cn esta isla la Cultura de l Bron ce Medio de Borg-in-Nadur y se
desan ~1I0 el grupo dc Buhrija que se considera pequeño co n una cerámica oscu-
Rec ibe su nombre de un pob lado situado cerca dc Sirac usa, y para ella se ra y bn llante co n formas de cuenco s y jarras glo bulares de c ue llo cilíndrico.
ha establec ido una periodi zación interna en c uatro fases, las dos pr imera s del
Bron ce Final. Suc ed e a la anterior Cultu ra dc Thapsos y cronológ icamente
abarca desde el siglo XITI a.e. hasta mediados del siglo V ttl a.e. Su estratégica
posición geográfica le dar á un papel imp ort ante entre el Mediterráneo orient al 2.5. Córcega : Cultura
y el sur de Europa, y sin embargo será esa misma c ircunstancia la que hace Torreana
que no lleguen aquí las influcncias de la Cultura de Campos de Urn as.
La fase 1 supone el aba ndono de l hábitat de las zonas costeras por las mon- Se prod uce en la isla una
tañosas, y en e lla se notan las influencias micéni cas. con una cerá mica hecha especi e de es tanca miento de
a torno , y pintada dc color rojo brillante, y co n formas de píx ides globulares esta cultura que está ya en sus
co n pie, ánforas dc cuello largo e hidri as. El bronce aparece en puñales con o últimas mani festaciones con
sin Icngüe ta, espadas con empuñadura en forma de T y fíbulas de arco de vio- un cmpobrecimiento generali-
lín, y espejos, y en oro hay anillos. zado , que se man ifiesta en la
pobreza de los ajuares ya que
En la fase ti los pobl ado s están fortifi cado s y ubi cados en lugares estraté- disminuyen los objetos de
gicos , y no se conocen apen as las estructuras de habitación , aunque sí se con- adorno y los materi ales metá-
servan restos de un edificio con varias dependencias cuadradas y rectangulares, licos. Se levantan grandes apa-
a lgunas ca bañas y un anexo que es un talle r de fundición, en el poblado de rejos defe nsivos en lomo a las Figura 4. Cultura Torreana (Córcega).

284 PREHISTORIA 11 TEMA t2. LA EUROPAMEDITERRÁNEA AL FINAL DEL BRONCE YLAS COLONtZACIONES ... 285
anteriores construcciones torreadas (fig , 4) Ylos poblado s tienen cabañas con ción metalúrgica, y el
basamentos de piedra dc paredes curvas y hogar~s c ircu l ar~s o rectangulares comercio con lugares
en su interior. La economía se basa en la ganadena, y la ceramrca ofrece tipos como Sicilia, las islas
anteriores junto a otros procedentes de la península, especialmente apenínicos. Eolias y la Península
italiana, y con Chipre,
con objetos como los
lingotes de cobre del
2.6. Cerdeña: Cultura Nurágica 1lI tipo "piel de buey"
(fig. 7) que circulan en
la isla desde el siglo
Esta es la fase más floreciente de esta cultura que tendrá un importante
X Tl a.C. frecuentemen-
papel en las redes comerciales de objetos metálicos de esta etapa. Siguen en
te con marcas chiprio-
apogeo las nuragas de carácter esencialmente militar y se produc e un cambio
tas o micénicas. Figura 7. Lingote de cobre del tipo "pi el de buey "
en la organización territorial ya iniciado en la etapa antenor. Ahora suelen tener
una planta compl eja al unirse formando conjuntos fortificados, y los poblados de e erde ña.
son de cabañas circulares distribuidas en torno a un patio y con talleres arte-
sanales (fig. 5). Los enterramientos se realizan en la denominadas "Tumbas
de gigantes" , como la de 3. La Península Ibérica
Siddi, en Medio Campidano,
con el rito de inhumación En los últimos siglos del IJ milenio a.e. llegan a la Pentn sula Ibérica tres
colectiva, y se conservan algu- corrientes socioculturales diversas que darán lugar a distintas manifestaciones
nos templo s de pozo excava- en las zonas geográficas a las que llegan : los primeros influjo s de las gentes
dos en la roca, o santuarios de de los Campo s de Urnas europeos, los nuevos impactos del Mediterrá neo y la
tradición megalítica, como los corriente atlántica. El desarrollo de esta última está ya incluido en el Terna 11 ,
de Orrioli , en Nuoro o Sarda- debido a que constituye una unidad cultural con las demás regiones atlánticas
ra, en Medio Campidano. europeas, por lo que incidiremos aquí en las áreas geográficas penin sulares
Tambi én hay enterramientos que se verán afectadas, directa e indi rectamente por las otra s dos grandes
en dólmenes e hipo geos. influencias.
Se producen tran sforma-
cione s técnicas en lo s méto-
dos de extracción de minera -
Figura 5. Poblado Nuragico (Cerde ña). les y hay un desarrollo notable 3.1. Regiones costeras orientales y meridionales
de la producción de objetos de
bronce: armas, útiles, vajillas La co rrie nte centroe nropea penetra por los Pirineos y afecta fundam en-
y objetos rituale s, como trípo- talmente al cuadrante noreste penin sular: Cataluña, Valle del Ebro , Navarra,
des y naves, y sobre todo las País Vasco, llegando hasta Castellón por el norte y penetrando inclu so en
figura s de bronc e que repre- zonas de Albac ete. La máxima novedad que traen consigo es el rito de inci-
sentan guerreros, cuyo apogeo neración en urnas bitroncoeónieas de perfll carenado, generalmente con deco-
se centra en el siglo ¡ X a.e. ración acanalada, agrupadas en extensas necrópoli s, de las que podemos des-
(Iig. 6) . tacar la de Can Mi ssert , en Tarrasa (Barcelona) y la de Agullana , en el
Am p urdá (Gerona) con más de quini enta s sepulturas y ajuares constituidos
Parece evidente la existen-
cia de una estratificación por cuchillos y navajas de afeitar para los hombres y aguja s, fíbula s y fusa-
social que controla las explo- yolas para las mujeres, aunqu e la mayoría de las tumba s carecen de ajuares
Figura 6. Obj etos de bronce de Cerde ña: Trípode (figs. 8 y 9). Hay algunos enterrami entos de inhuma ción en cistas y con túmu-
y nave , Museo Nacion al de Capliari , taciones mineras, la produ c- los, de perdurac ión anterior.

286 PREIDSTORIAII
TEMA 12. LA EUROPA MEDITERRÁNEA ALFINAL DEL BRONCE YLAS COLON IZACIONES ... 287
_---------.......--~~=::::=======:=JI
Se han estab lec ido peri od izaciones internas diversa s, y lo qu e parece más
aceptado es q ue hu bo unos pri mero s gru pos que llegaron antes de l co mienzo
m~ del primer m ileni o a.e. po r los pasos orientales de los Pirineo s, ex tendiéndose
por las tierras agrícola s del pre litora l catalán, penetrando algo en el Bajo Ara-

lmwm
gó n y llegando al Bajo Seg re, y ya entrando és te, se produce una evolución
local y una expa nsión geog ráfica, tal vez co nse c uenc ia de un crec imie nto
dem ográfi co , qu e dará lugar a varios grupos locales.
La economía se basa en una agric ultura cerealista, intensificadas po r e l uso
de las nue vas técnicas de cu ltivo, posib lement e tam bién del arado de tracción
anima l, y ganadería de ov ic áprido s, bó vido s y po rcinos, e incluso caballos en
algunas zonas. La caza y la pesca complementan la dieta , y se conoce la mera-
lurgia del bro nce, existiendo mold es de fundición de tipos locales en el Segre
que hacen pen sar en una posib le explotación de los recursos minero s del Pr e-
pirin eo , así como los objetos metáli cos ya mencion ados que apareecn en los
aj uares funerarios.
La corriente medite rránea ya es antigua pero aho ra en e l Levante y
Sudeste pen insu lar se prod uce un cruce de e leme ntos: los pro ced ent es del
Mediterráneo or ienta l que son el pre ludio de los influjos co me rciales fenici os
Figura 9. Urna cineraria, Campos y griegos y los que llegan de And alucía occ ide ntal que es ahora e l foco más
de Urnas. potente de es tas regio nes co stera s, desde el qu e llegan influencias al anterior
foco argá rico y vale nc iano. Se han establec ido varias fase s y peri odizae iones,
e inclu so un Bron ce Tardío para el sudeste y And alu cía entre e l Medio y el
Final. E l rito de incineración apa rece en Levant e pero no es de influjos ce no
troe urope os sino mediterrán eo s, y la influencia del occ idente and aluz es cada
vez mayor, hasta e l siglo VIII a.e. mom ento de una etapa preibériea orie nta li-
Se manti en e, sin embarg o, e l anterior zante. Los ase ntam ientos son en cerro con ca sas de tipo oval y c irc ular con
hábi tat en cuevas y en llanuras de los que basamentos de piedra y alzado s de tapial enlucidos, y existe una agric ultura
solamente co nservamo s silos, pero tam- de regadío, ga nadería de ov icá pridos, caza y pesca. La metalurgia está poco
bién se crean nuevos poblado s al a ire desarrollada, y sin embargo hay una import ante orfebrería con tesoros como
libre , algunos en zonas elevadas y con e l de Villena (A licante) , co n
torres de vigilancia, de pequeño tamaño, cuencos, botellas y bra za letes

• y con casa s alargadas dividid as por pare- de oro (fig. 10 ), e industria


........ des medianera s y co n el muro de l fond o textil.
. .

. '.
.
cs"c::::¡; ""E:::::'-
en común, qu e se alinean formand o
ca lles paral el as entre sí. Se co nstruyen
El denominado Bronc e
Tardío del Sudeste y Andalu-
con zócalos de piedr a y alzados de adobe
cía ofre ce un poblamient o
y tapial , los tec hos pueden ser a una o a
dual: e l del anterior subs trato
dos ver tientes, y los sue los son de tierra
argá rico y los grupos ganade-
apisonada . En el inte rior de la vivienda
ros proced entes de la Meseta
existe n bancos corri do s a lo largo de la
que incorpor an la C ultura de
pared , hogares, y en oc as iones una espe-
cie de "despe ns as" en las que se han Cogotas I y contro lan las rutas
Figura 8. Tipos de sep ulturas de trashumancia y pastos. Hay
de los Campos de Urnas catalanes , enco ntrado recipi entes de gran tam año
poblados qu e son continuidad Figura 10. Tesoro de Villena, Alicante.
Amp urd án , (seglÍn E. Pons ). para alma ce nar grano.

TEMA 12. LA EUROPA MEDITERRÁNEA AL FINAL DEL BRONCE Y LAS COLON IZACIONES ... 289
288 PREHISTORIA 11
de los arg áricos y tambi én de de cabaña" , c uya función no está
nueva cre ac ión, ub icados en cla ra, silos, basureros, etc., aun-

- o
o
o
lugares es tra tégic os y en ce-
rrc tes poeo e levados, co n ca-
lles estrechas e irr egula res, y
de planta rect angu lar, a veces
qu c tam bién los hay en ce rros
co n defensas na tura les y a veees
artifici ales. Co noccmos poco s
enterr amientos entre e llos uno de

-
0° co n zóca los de pied ra. En e l una pareja y un niño en Los Tol-
po blad o de Peña Neg ra (A li- mos de Caracena (Seria) y otra
ca nte) bay un taller metalúrgi- mhumación triple en San Ro má n
ea (fig . 11), Y por su posición de Homij a en Vallad olid
ge og ráfic a, debió de se r un El mate rial met ál ico está
pun to clave pa ra las comunica- re presentado por hacha s de talón
ci oncs de las rut as ganaderas co n un a o dos anillas laterales,
hacia e l interior, así como pa ra •1
es padas pistiliforrn es, hach as de
la obtención de sal. La agr icul- ap éndices latera les y espadas de
tur a y la ganade ría, sobre todo
de caba llos son las bases eco-
leng ua de carpa. De l fin al de l
per iodo cabe men cion ar e l de-
.'"i• .
nóm icas fundamenta les, y la pósito burgalés de Huerta de
cerám ica es lisa, bruñi da , pin - Arriba qu e co nsta de tres hach as
tad a, aca nalada, incisa, excisa, de ta lón Co n anilla s laterales,
ti po Cogo tas y de bo q uiq ue, tres puñales, una punta de lan za
co n formas dc c uencos, vasos tub ular, cuatro navajas dc afei-
ovo ides, ca zue las tron coc óni- tar, dos brazaletes y una lezna de
cas , botell as y vasos de fondo do ble punta (fig. 12).
plano. Todav ía ha y pun tas de
flech as y punzon es de hueso, El sur de la M eseta recibe
Figura 11. Molde de Pe/jo Negra. Alicant e, dientes de hoz de sílex, mole- influjos del Bronce atlántico a " . , .
(seg ún Gonzalez Pral). través de Extremad ura y tam- Figura 12. DepOSll? de Huerta de Arriba , Burgos
deras de piedra pulimen tad a y
bién de Co gotas 1, con una se rie (según F. M anzano],
pesas de telar de arcilla.
de ~oblados de "f ondos de cabaña" y un solo cnterramienro conocido: e l de
.Vac,I:llnadn~, de mhu maci ón individ ual, una eco no mía ganadera y so bre todo
ag ncola, ~scaso metal pero co n u pos mod em os, y también úti les de síle x y
3.2 . El interior peninsular piedra pulime ntada y cerámicas lisas, inci sas, excisa s, de boq uique y pintad as.

La s tierras de la Meseta in terior permanecen un tanto a l margen de las


influ en cias exteriores tanto de las de Campos de Urnas co mo de las atlánticas.
En la Meset a norte parece existir una evo lución local del vaso campaniforme
cuyos influjos son tod avía visibles en las cer ámicas conocidas co mo de Cogotas, 4. Islas Baleares: Talayóti co J y "
por e l nom bre de un castro epónimo de A vila, q ue da nombre al periodo y que
tien e un nivel de Bronce Medio, desarro ll ándo se en e l final e inclu so en la Edad . E l Bro nce F} nal en este arch ipié lago es tá representad o por el Talayótico 1 q ue
del Hierro. Estas cerá micas con decoraci ón incisa, ex cisa y de boq uique (punto dlsc ul:re cron~loglc~mente en~reel 1300 a.e. y e l 1000 a.e. y el Talay ótico lt q ue
y raya) apare cen por toda la Meseta y fuera de ella lo que ha hech o pe nsar que s~ desarrolla a ~a~l r de esta última fecha hasta mediado s de l siglo VIll a.C. Se
fuese un pueblo de ganaderos trashu mant es y con una agric ultura de rozas que han planteado hip ótesis so bre un orige n autóctono co nsecuencia del desarr ollo
explicaría e l frecuente camb io de asenta mientos, po r lo general de pocas caba- de lo ,anten or o bien de una po sible llegad a a estas is las de gentes procedent es
ña s de materiales pe recederos de los que se conse rvan los co noc ido s "fo ndos de Corceg a y Cerdeña, pero sí parece evidente q ue no siempre son claros sus

290 PR EHISTORIA 11 TEMA 12. LA EUROPA MEDITERRÁ NEA AL FINA L DEL BRONCE YLAS COLONIZACIONES ... 291
límites con el pretalayóti co y de sillares y cubierta co n losa s, de
que existen importantes cambios planta circ ular o rectangular, como la
como un ma yor desarrollo agrí- de Son Re al en Alcudia (Mallorca), así
cola, e l abandono del hábitat en como algunos po zo s. Es cur iosa la
c uevas , una mayor den sidad esc asez de aju ares qu e apenas ofrece
demográfica y la s grandes obras cerámica y algún adorno.
arquitect ónicas , qu e son las que
pr eci sam ente dan nombre al En met al apa recen es pa das de
periodo. Lo s tala yot s son tones emp uñadura ma ci za , ha chas planas
constru idas con técnicas cicl ó- fabri cadas con moldes bivalvos, ha -
pea s con basam entos de piedras, chas de cubo , de talón y anillas y de
de planta circ ular, ovalo cuadra- apéndices late rales, y puntas de flecha
da y qu e ge neralmente se adap- y de lan za con enm ang ue tubular, es-
tan a la topografía natural del cop los y pectorales o gargantillas
terreno sobre el qu e se er ige n hechas de variIla.
Figura 13. Ta/ayol de Mal/orca.
(fig. 13). A veces se ubican La cerám ica es hecha a mano, de
sobre una plataforma de piedra y color negru zco con formas de cuencos ,
el alzado se hace con mamposte- ollas, vas os ovoides, copas, cazuelas,
ría , en forma troncopiramidal o ánforas y vasos troncocóni cos de fon -
tronco c ónica , y son evidentes do plano, a veces con pequeñas asa s
SlLS características comun es con anulares, ge neralmente lisa salvo algu-
las nuragas sardas y la s tones nas pintadas en rojo, así como inci sio-
cors as. Pu eden e star ai slados o nes y digitaciones al comienzo de la
formar parte de asentami entos etapa.
amurallados; en algunas oca sio - Figura 15. Tal/las de Menorca .
nes la zona inferior es maciza, y La s Islas Bal eares reciben a partir
en otras hay una cámara, a veces del siglo VII a.c. las inlluencia s orientalizantes y los prim ero s obj eto s del hierro
con un pilar central , con co rre - dando lugar a una fase Po slalayótica qu e perdura ha sta la romanización.
dar y puerta de acceso con una
rampa de entrada. De sta can los
Figura 14. Naveta de E/s Tudons Ciudadela, conj untos mallorquines de Son
(Menorca). Om s y Can Daniel Gran , exis- 5. Colonización fenicia
tiendo un número mu y elevado
de es tas cons trucc iones en la isla de Mallorca . En Menorca las construcciones
La ine stabilidad pro vocada en torno al 1200 a.c. en el Medilenáneo orien-
más características son las navetas, con forma de nave invertida de planta elíp -
tal provoca qu e Feni cia , territorio cos tero que coinc ide aprox imadamente con
tica con cubierta plana sobre pilares o de fal sa cúpula, generalmente con una
el actual Líbano, vea disminuida su actividad comercial. Se ha considerado
cámara, y un corredor que da acceso a és ta. Una de las má s conocidas es I ~ de
que este nombre procedía de un t érmino grieg o que se refería a la industria de
Els Tudons en Ciudade la, en Me norca (fig. 14) , que tiene un seg undo pISO .
la púrpura, pero tras el descubrimiento reciente de tablillas micénicas, sabemos
Norm alme nte son recintos funerarios, aunque también se usaron algunas como
que ya en el u milenio a.C. este término (ponik ij o) designaba a los habitantes
hábitat. Igualmente son propias de es ta isla las taulas qu e con sta.n de un mono- de es a zona co siera qu e tenían la "piel roja" .
lito vertic al pri smático sobre el qu e se apo ya otro honzontal (fig. 15), Y a los
qu e se les atribuye una finalidad reli gio so-funeraria. Dado que ya existen fuent es esc ritas conocemos informaci ón sobre la recu-
peración y reanudación de las,actividades comerc iales de Biblos y Sidón duran-
Lo s enterr amientos se realizan con el r ito de inhumación indi vidual, doble
te eJ HIena AntIgUO, y tambi én que entre 900 a.C, y e l 750 a.c. tiene lugar un
o múltiple en cuevas naturales, y en necrópolis de cons trucciones artificiales
penado de ex pans i ón colonial y com ercial hacia Occidente. Las ciudades feni -

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TEMA 12. LA EUROPA MEDITERRÁNEAALFINALDELBRONCEYLAS COLONIZAC IONES.. 293
cias pierd en su auto nom ía desde medi ado s del s iglo vm a.e. y en el 573 a.e.
na les se impla nta la cremación desde mediados de l siglo IX a.e. hasta el VII
Nabuco nodosor, rey de Bab ilonia , conq uista Ti ro, con lo que pon e, fin al desa -
a.C,; sobre todo en Tiro y Sidón, mientras qu e en las regiones septentriona les
rrollo de las ciuda de s feni ci as or ient a le s, y a las relacio nes de es tas con el
e l rit o es de inhum ación como se document a en la necrópoli s de Khaldé en
Mediterráneo occide ntal.
Beiru t, aunque a partir de l 600 a.e. también perd ura en tumbas de Sid ón,
Lo s fen icios tenían una es tructura basada c n ciudades-es tado regidas por
Hay varios tipos de e nterramie ntos de in hum acion es individu ales, en oca-
monarquías locales independientes y hereditarias, ~robab le m en te debido a la siones señalizados con estelas:
co nfigu rac ión geog ráfica en la que se asientan, con c iudades cos teras separadas
entre sí por río s y áreas mo ntaño sas. En genera l se ubicab an en promontonos En fosas, apoyadas o no en piedras y co n ofrendas, o en e l caso de los
cos teros, pequeñas islas cerca nas a las costas yen zona s ce rca de l as desem- infantil es, en recipi en tes cerámicos .
bo cadu ras de los ríos, con buenos puert os y sistemas defen sivos a base de
En pequ eñas cámaras a las qu e se acce de por un pozo y qu e en realidad
murallas qu e rod eaban barrios con viviendas y loca l.es comerciales, t!e h ~s ta son un ensanchamiento de és te.
se is pisos. Existía un palacio qu e debi ó de ser el reflejo del poder mon arquico,
que pudo conllevar tambi én funciones rel igio sas, y en T iro y Biblos hubo un En cistas o en fosas recta ngu lares.
Consejo de Ancianos.
En tumbas excava das en la roca preced idas de un drom os o co rredo r,
Feni ci a ca rece de m aterias primas y su prin cipal rique za era la madera co mo las de Biblos y Sidón, que luego pasarán al mu ndo pú nico .
(cedros) de los bosqu es del Líbano, obje to de comercio con egipcios y mes?-
En sepulturas de cantería, y en hipo geos con inhumaciones colectivas
po támi eos, la salazón del pescado y las indu strias relac ion ada s con la obtenci ón en Akh ziv.
de la púrpura. Las ciudades más importan tes fueron.Biblos (fig . 16),.qu e con-
serva los resto s arqueológicos más antig uos anten ores a los feni ci os, TIr O, Los restos incin erados se depositan en cavida des de la roca, en ánforas y
Sidó n y Sa repta. La seg unda estuvo en una Isla, hoy u,mda a uerra fir me, y en fosas rec tangulares.
tuvo dos puertos, templos co mo los de, Me lqart: Astarte .~ Baal ,Shamem, un
Se co nserva n mallos lugares de culto tanto en Oriente co mo en Occident e,
barrio ind ustria l del siglo VIll a.C,; necr ópol is de inh umaci ón, cerarruca de bar-
y los hay en lugares cerrado s como el de Melqart en Tiro o e l de Eshmun en
niz rojo qu e tam bién aparece en el sur de la Pen ín ~ul a Ibérica,.y tam bién impor~
B iblos, y tambi én en co linas elevadas y bosq ues fro ndo sos qu e constituían
tada griega . Sidó n se ubica en un promontono, al Igual qu e Biblos, y llene unas
recintos al aire libre con un betilo o piedra sagrada de grandes dim ensiones.
magníficas necróp olis co n ricos ajuares y sarcófagos antropoides, en basa lto
Los rituales podían ser púb licos o privados y existía unajerarqu ización del clero
negro del siglo v a.C; y Sarepta fu e un centro importante dedicado a la PIO-
y servidores del templo. Hay que mencionar los lugares co noci dos como tophet
du cci ón a gran escala de ce rámi-
(fig. 17), norm alm en te ubicados en e l entorno de los centros coloniales, en los
ca, acei te, pan y púrpura, y en ella que se depositaro n urnas con res-
se enco ntró el más an tiguo templo tos inci nerado s infantiles, seña-
(1 mi len io a.Ci) ded icado a la lizados por un betilo o pilastra de
diosa Tanit-Asta rt é. piedra y desde e l s iglo VI a.e.
La s necrópoli s fenicias esta- por estelas, y que están represen-
ban fuera de las ciudades y se tados en Malta, Cc rde ña y
practi caron ambos rit os funera - Túnez , pero no en la Pe nínsula
rios: incineración e inhumaci ón, Ibéri ca, ni en Ba leares ni en
qu e incl uso podían co oviv ir en Orie nte.
una misma necrópolis, co mo la de Durante la prim era mit ad del
Tell - er-Rachcd iel de Tiro . Tene- 1 milenio a.e. los fen icios es ta-
mos poca doc ume ntac ió n sobre blece n factor ías por toda la costa
éstas en las ciudades fenicias africana del Mediterr áneo y en la
orientales, y sin embargo, abunda Penín sula Ibérica intercambian-
en los yac imiento s de occ iden te. do materiales e ideas de un ex-
Figura 16. Biblos, (seg ún Ribichini). En general, en las zo nas meridio - tremo a l otrn de este mar. Cuan- Figura t7. Tophet de Sulcis, Cerdeña ,
(segú n P. San Ni colás ).

294 PREIllSTOR IA ¡¡
TEMA 12. LAEUROPA MEDITERRÁ NEA AL FINAL DEL BRONCEYLAS COLONIZACIONES ... 295
do Tiro cae en mano s de los babi lonios. el año 573 a.e.. se rá precisam ent e una
colonia de Túnez: Cartago, la que se transformará en metrópoli s. La causa prin- Modelo de C artago. quc no fue una colonia mercanti l sino de una ari s-
cipal de la expansi ón fenicia fue la demanda de metal es, qu e ya no podían obte- tocra~13 una qu e posee tierras pero qu e no pierde sus vínc ulos con la
m etr ópol i oncntal.
ner en las region es del Mar Roj o. y que necesitaban para intercambiar co n otras
mercancías. Conseg uían de la Pen ínsula Ibé rica plata. oro . bronce y es taño. de En el nort e de Áfri ca la expan sión feni cia debi ó inici arse a finales de l sigl
Chipre bron ce . es taño de Gran Bret a ña, oro de Áfri ca, madera de sándalo de la IX a.e. y ~ue Cartago la colonia más desta cad a. siendo Lixus (Larac he Marrue~
act ual Et iopía (Ophir), así como piedras prec iosas, marfi l, monos, pavos reales. cos ) la masoccl~ental.Por su parte. las islas del mediterráneo son pu~tos clave
oro y pla ta. E l lino pro cedía de Egipto y también comerciaban co n estaño ana- en l ~ ~ol o]])zac]()n : Ch ~pre . ,que a bastece desde el u mi leni o a.e.. de cobre, oro
tólico y hierro dc Tharsis. y p.lala a tod~ e l Mediterráneo y con mucha cerámica fen icia y un enc lave
do~ umenlado . Kition; la ISla de Eube a, con materiales que testimonian con-
No se puede desec har la presión as iria sobre las ciudades fenicias. ni tam -
tactos y la .Importante .';1lI1a de p lata de Lau rio n, ex plotada desde la Edad de l
poco un cambio climático que. j unto a un crecimiento dem ográfico . p udo pro -
BIonce. CJet~ qu~ :leblO de ser un lugar cs tratég ico para las naves procedentes
vocar escasez alime nticia, añadiendo un nuevo factor a la necesidad de ex pan- de Eg ipto; y tambi én hay documentada prcsencia fen ici a en Rodas y en Tasos.
sión y búsqueda de recursos y de mercados,
En Ma lta .exlst:n I?St~S ¡CnICIOSdesde fmales del sig lo V Ul a.e. que se asie ntan
La organización del come rcio está en man os pr ivadas y serán Tiro y otra s sobre un substrato ind ígena, co mo es el caso de l santuario de Tas S ilig al sudes-
ciudades las que controlen e l trasiego de " mercancías" . y sus factorías o esta - te de la Isla. construido sobre estructuras mega lítica s de la Edad del B
blecim ientos se situaban generalmente en promontorios co steros. islotes.... Aun c uando hay fu~ntes es critas qu e ase guran la llegada a Sic ilia de los feni-
existiendo tambi én barrios de comerc iantes fen icios en los asentamientos indí- CIOS ante s que los gnegos, carecemos de datos arqueológicos anteriores al siglo
genas. La pri ncipal ruta comercial pasa por Egip to y s iguiendo por la costa VIII a.e.: lo que ha ce pen sar en una pnmera etapa de simples escalas y otra de
africana llega a Cartago (ac tual T únez). desde donde sigue por las costas hasta establecim ientos estab les. No hay pe~etración territorial a l interior pero sí tres
el estrec ho de Gi bra ltar. y de abí al Atlántico, o bien cos tea por las islas de enclaves ~ost~ros en e l ~x trem~ occl~ental de la isla qu e fueron el pu nto de
Ma lla. Gozo y Sici lia , Ilcgando en ambos casos a las costas medi terráneas dc apoyo pata las rutas de navegaci ón hacia e l nor te de África, la Península Ibérica
la Penínsu la Ibérica. y el Mar Tirren o, La este la de Nora testimonia la presen cia fenicia en Ce rdeñ a,
Los fenicios fueron buenos navegantes y se les atribuye la invención de la
quilla, el es polón y el calafateo co n betún. navegando tanto co n el siste ma de o c r c e e es
cabotaje co mo con el de altura para los trayectos largos. Cons tru yero n dife-
rentes barcos: e IUDAO lIfA , •
.. l .... C[ I E

Para e l transporte local y la pesca. peq ue ños, co n uno o dos remero s.


Para transporte de mercancías, ancho s y panzudo s con tim ones laterales •
...., •••. . • • . s •. ~v

y una gra n vela cuadrada.


y nav es de guerra, con proa afilada y sa liente con es polones.
·".. t • •
h . " ,•
III ,.,.~, .
C ": U ~I.

R GlJA"01"
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~\ IR

Las pr imeras co lonias fenicias no pre tenden ocupar tierras sino obt ener
ma teria s primas y "cliente la" a la que ofrecer mercancías; hay simples est a-
blecim ientos temporales y tam bién ce ntros co me rc ia les con almacenes. un
templo y población de comerciantes, M. E. A ubet ( 1994) proponc tres modelos
de ase ntam iento para el Mediterrá neo cen tral y occ ide ntal:
Mod elo mercan til de Ga dir: metrópolis con la que exis te comercio direc-
to. que controlaba la exp lot ac ión y come rc io dc met ales del Bajo Gua-
dalqu ivir sin intervenir en el hint erl and tart ésico, ya mu y desarr oll ado.
Ce ntros mixtos comerciales, artesanales y agrícolas de Andalucía oriental
co mo Toscanos y Almu ñecar, y los iniciales de l suroes te dc Ce rdeña . Figura 18. Mapa de los asentamientos f enicios en/a Península Ibérica
(seg ún Ruiz Mala ). •

296 PREHISTORIA tt
TEMA 12. LA EUROPA MEDITERRÁNEA AL ANAL DEL BRONCE Y LAS COLONIZACIONES ... 297
y es una de las más anti g uas inscripciones fe nicias del M~ditcrráne.o, de fin ales amo rcillados .. .), anillos que a veces llevan escarabeos y piedra s se mipre-
del sig lo IX a .C, y principios de l VIIt a.C. Hay un gran num ero de ase.ntaITIlcn : ciosas, cuentas de collar, am uletos en forma de Y, estuches para amuleto s,
tos, llegando a oc upar cas i la mit ad de l terntono, ~ desde el siglo VI a.C, sera y med a llon es. En met ales preci osos, oro y p lata , apa rece n es tuches para
Ca rtago qui en la contro le . La propia Nora, Sulcis, Bithia o T harros son los amuletos, colga ntes en fo rma de betilos, serp ientes, crecientes lun ares, dis-
yacimientos más represent ativ os. cos solares alados y alg unos anillos y pendicntes. Do mina n técni cas como
e l g ranulado, el lam inad o, e l gra bado y la fil ig ran a , y usaron esma lte, pasta
Lo s ascntamient os feni cios en la Península Ibérica se co ncentran en la costa vítrea, ágata y cristal de roca .
mediterrán ea anda luza y es tán organizado s en po blados o mstalaclOne.s por-
tu arias aunque tambi én se co noc en fundac ion es en las costa s levanti nas y El vidrio fue difundido por los fenicios desde el siglo V I1I a.C . por tod o e l
at lánticas (fig, 18). Gadir es la colonia más important e , Tosc a~o s, en la desem- Mediterrá neo occid ent al con formas dc escarabe os, amuletos, ungüent arios
bocadura de l río Yélez (Málaga) e l mejor conocido y Almunecar, en I.a co~ta y cuentas de collar, y es mu y traslúcido de co lor negr o ve rdoso, azu l, ama -
granad ina e l primer pun to de contacto d~ los feni ci os co n l~ costapcnms~lal, rillo y b lan co .
seg ún Estrabón, conocido como Se xi, Villaricos, en la COStd al mellen~c es un También se trabaja e l marfil pa ra cajas o arq uetas, cuc haras y paletas con
asentami cnto fenicio -pú nico , YLa Fonteta , en la desembocad llla dc~ 110 Segu- cazo leta para cosméticos, punzones, peines, cue ntas de co llar y píxides, co n
ra, el más septentrional, mient ra s que la isla de Ibiza pasa a co nve rtirse , desde
deco raciones de ternas marinos, vegetales, antro pomorfo s y zoomo rfo s.
la llegada feni cia en el s iglo VII
a .C,; en un o de los centros La actividad metalúrgica más importante será la introducción del hierro
comerciales del Mediterráneo con es padas, cuchillos curvo s, fíb ulas y bro ches de c inturón .
más activos e influyentes.
Hay abundante documenta-
ción de la cultura material, entre 6. Colonización griega
la que podemo s mencionar:
Cerámica es 10 más ab un - Tras la caída de Mi cenas y una etapa de decadencia co n pocos intercambios,
3
dant e y serán preci sam e nte y sin embargo con nuevas migraciones de gentes proced ent es de l Mediterrá neo
los fenicios quienes introd uz- or ienta l, co mienza e l peri odo Proto gem étri co (siglos X y tX a.Ci) qu e inicia una
can e l torn o de alfar ero. La fase de recupera ción so bre todo en E ubea y algunas de las islas Cícladas, al
más característica es la de inte grarse en las red es come rc ia les iniciadas por los fenici os y otras gentes
engobe rojo , aunque también ori entales hacia el Mediterráneo occidental. A finales del siglo IX a.C. y co mien-
las hay grise s, y las formas zos de l siguiente los griegos extienden su comercio hacia e l Mar Tirreno, entran-
más com unes son los platos do en co ntacto con las gentes de la C ultura de Yilan ova de la Pen ínsula Itálica,
po co profundos y bordes y con los constructores de nuragas de Cerd e ña. Establecen en la isla de Isch ia,
marcad os, los oinokoes de en Pi tecu sa, el primer asentamiento griego es table y creado de nuevo, fue ra del
boca de seta o trilobulada, las continente grieg o.
lucern as de uno o do s pico s,
los un gü ent arios y los gra n- So bre las ca usa s que cond ucen a esta colonización se han pla nteado teo rías
des pithoi de almacena m ien- diversas, la primera de ella s sobre la bú squ ed a de los min erales de cobre , oro
to (fig. 19).)~x is te un a am- y pla ta de los qu e obtener el metal co n el q ue se elaboran tod a clase de objetos.
plia producción de figuras de 5 Un crec imiento dem ogr áfico q ue tien e lugar a fina les de l siglo VIll a.C , pu ed e,
terracota, zoomo rfa s y antro - a su vez, ca usa r una escasez alimenti cia y un desplazami ento de la población
pomorfas, alg unos ele mentos hacia las ciudades, que co m ienza n a tener problem as, es pecialmente las de las
Figura 19. Cerámica fencic ia: 1. Oinokoe de
arquitectónico s y máscara s. boca de seta , 2. Oinokoe de boca Trilobulada,
reg iones orienta les. En este caso, la colonizac ió n sí co nlleva un mo vim iento
3. Lucerna de un pico, 4. Lucerna de doble de gentes qu e buscan nu evas tier ras agríc olas en las qu e asentarse y reprodu cir
La orfebrería fenic io-púnica
piquera , 5 . Ungiienrario, 6. Pithos, las formas de vida de su lugar de origen. Por su part e, en las ciudades g rieg as
compre nde pendiente s de
(según P. San Nicolás) . comienzan a m ultiplicarse activida des artesanales y tien e lugar un gran desa -
formas di ver sa s (có nicos,

TEMA t2. LA EUROPA MEDITERRÁN EA ALFINAL DEL BRONCEYLAS COLONIZACtONES ... 299
298 PREHlSTOR1 AIl
rro llo come rci al pro piciado por Penín sula Itálica por el M ar Jonio y co n una bifurcación en la zona de los es tre -
las mejo ra s en la navegación y chos que recorren -e l de Me sina-, o bien las cos tas orie nta les de Sici lia. La
en los barcos. Cada colonia y llamada ru ta corin tia atravi esa el istmo hasta el Mar Adriáti co y la cos ta este
cada metrópoli s bu scarán sus de la Penínsu la ita lian a, y la ruta rod ia, occidental , sale de Cumas por la costa
propios mercados. La s seg un- de Apulia y la Magna Grecia hasta el norte de Sicilia, el sur de Cerdeña la isla
das son las ci udades griegas a de Ibiza y las costas de la Península Ibérica hasta Hue lva. '
las qu e pert enecen los co lonos
em igrados , y las co lonias so n La colonizac ión griega por el Mediterráneo central y occident al se produce
los as enta mie ntos co lonia les en varias áreas geográfic as: } . Mag na Grecia y Sic ilia (fig. 2 1); 2. Pont o Euxino
que és tos crean en las difere ntes y s us accesos; 3. N0I1e de Afri ca ; 4. Sudeste de la Galia , e 5. Iberia.
reg iones a las que llegan. Ge ne- l . La presenci a griega en la Pen ínsula ita liana y Sici lia de bió obedecer a
ra lmen te so n agrícolas y al razones e intereses agrícolas, y se produce en el siglo VIII a.c. y comien-
com ienzo tienen pacto s para zos del siguiente. Oc upan valles flu viales y llanu ras ap tas para cI cultivo
convivir co n las pob lacion es ce rea lístico, y también zonas costeras y enclaves estra tég ico s. Los
local es. E l emporion es una e ubeos fundan las prim eras co lonia s: Pitecusa, C umas, Naxos y Catana;
simple fac toría o lugar de inter- los corintios, Siracusa ; y los rodios y los cretenses, Ge la. El proceso
cambio de mercancías. colonizador fina liza en el siglo VI a.c.
Existe una flot a importan te
tan to de barcos co merciales
Figura 20. Barcos griegos: l . Barco mercante, como de embarcaciones guerre-
2. Trirreme , (segú n P. San Nicolás) . ras, destacando entre los prim e- M. ADRIAnco

ros los pequ eños y abiertos, los - ~4


llamados " de puerto", qu e sirven para rem olcar y carga r a los gran~~s ba rcos ~
.~
que realizan el comercio por el Mediterr áneo. Las embarcaelO~es rnilitarcs van
" '." ."..."'~
oo.A8AlA

haciénd ose paul atinam ente má s co mplej as y de mayor tam ano , comenz ando """)
S"d'.,
Si,,,
por las que son movidas por 50 remeros en una sola fila , la mll~d a cada lado,
hasta los trirremes que llevan 170 remero s en tres alturas. Todas tienen un espo-
M. TIRR ENO
...
lón pa ra el abordaje, generalmente revestido de metal,.botes auxiliares y ca s- ._. "'- ) " M, J",IO
tillo de proa. Llevan mástiles y velas cuad radas los birrem es y los tn rre mes IRllTU
(fig . 20) . «<,1• •
c. h'.. ....
ro".,
Hay cierta discusión en cuanto a las prim eras fases d e ~~ I on izaeión , pero
Jo más acep tado es designar con e l térmi no de precolonizaci ón al pen a do que
tiene lugar en tre los siglos X I Y IX a.c. y que co nsiste en una sene de e~ plota­
cio nes costeras e inicios comerciales, sin intento alguno de funda r co lonias, Se
realizan viajes exploratorios a las regiones costera s sirio- pa lestinas y a region~s
occidentales como la isla de Sicilia y Etruri a. De hecho hay documentadas cera-
m ica s de pro cedencia eubea y co rintia en ase ntamientosindígenas an teriores a
las funda cione s gr iegas, que parece n confirmar la prese ncia de mannos y comer-
ciantes gr iegos antes de su establecimiento. También ex iste n fuentes esc ritas
que nos hablan de la llegada de los griegos a determ inadas region es, pe.ro no en
todos los ca sos tenemos una co nfirmac i ón basada en restos arqueo l ógicos,
Lo s navegant es grieg os co no cían ya antes del siglo VlII a.c. varias rutas
marítim as com o la q ue parte de Eubea por el área de l istmo de Corinto, la Fig ura 21. Mapa de los yacimientos de la Magna Grecia y Sicilia,
(según D ominguez Monedero ).

300 PREHtSTORIA 11 TEMA 12. LA EUROPA MEDITERRÁNEAALFINALDEL BRONCEY LAS COLONIZACIONES... 301
bab lem entc co inc ide nte con los pro blem as qu e sufren las colonias feni -
2 . Las colonias griegas de l Ma r Negro se co noce n poco , P~r<~tl s~~~~~ c ias, agravadas por los de Tiro y la co nqu ista de Nabuconodosor,
qu e los e ubeos fueron los primero s que ~e ascntm:on en a . a Cl ,
el siglo Vtl1 a.C; y los Jonios en la Pr~pontlde (ClC~CO), plOduCl~~d~se Hacia e l 600 a.e. los foceo s funda n Emporion cn e l Go lfo de Ro sas, colo-
a partir del siglo siguiente una presencia gnega masiva en tod as }as co~­ nia de la que conservamos los importante s restos arqueológi co s de Ampurias
tas, y co n su mom en to álgido en el siglo Vl a.e. No hay penetr ?ClOn h~CIa (fig, 22), que a lo largo de un siglo va co nsolidando su posición y extendiendo
las tierra s interi ore s, tal vez como consec uencia de la presion esc ita, y su área de influenci a, a l menos co merc ia l, por las costas mediterrán eas, Lo s
se rá Mileto la ciudad que co ntrola y tiene el mo nopolio sobre tod as esta s griego s se co nvertirá n en un re ferente c ultural para los indígenas, en todo lo
qu e se refiere al urba nismo , los lugares de culto, las producciones cerámicas,
colonias y sus accesos.
la esc ultura y el trabajo en bronce con modelos y prot otipos helenos, pero ela-
Los ciudada nos de Tera funda n Cirene en torno al 632 a.e. , y este será borados e " interp retados" por artesa nos ind ígen as.
3. un importante punto para la llegada de las rutas caravaneras proce~entes
del alto valle del Nilo. Este es un terreno fértil co n una bas~ cconom ica Ciudades co mo Arnpurias, eo n tres temp los, ágora y un trazado hipo d ámico
cerealista, y en el qu e se cultiva una pl~nta hoy desco nocida : el silfio representan la arquitec tura de los colonizadores, mientras qu e apena s ten em os
con la que se e laboraban prod uctos medi cin ales. rep rese ntaciones esc ultóricas, y las fi gu ras de bro nce más ca rac terísticas serán
las pro ced ent es de las Is las Baleares. La mo ned a comie nza a acu ñarse e n
4 . Lo s contactos co n esta región debi eron es ta - ""',.....,.,,-~~~...,..,"""-1I Ampurias cn e l siglo v a.C; y cerámicas griegas de todos los period os ab unda n
blecerse en la fase precoloni zador a como en el terr itorio pen insular. Cerám icas áticas, ca lcíd icas, j oni as, corintias son
base de ap ro visionamiento de los rod ios. La imp ort adas, y de sde e l siglo v a.e. redi stribuidas por A mpurias (fig . 23), hasta
primera co lonia do cu mentada en l ~s textos y el sur, siendo Rosas un ce ntro productor.
tambi én en el regi stro arqueo log lco fue
Massa lia, la actual Marsella , fundada por los
foceo s en tomo al sig lo vn a.e., qu e desde sus
comienzos es una ciudad que ex port a sus pro - 7. Bibl iografía
d uctos y controla los mercados de un áre a •
co ster a que llega hasta el Go lfo de Rosas, y
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TEMA \2 . LA EUROPA MEDITERRÁNEA AL FINAL DEL BRONCEY LASCOLONtZACIONES... 303


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304 PREHISTOR IA 11
TEMA I J. LA PRlMERA EDAD DELHIERRO EN LA EUlWPA TEMPLADA 305
1. La Primera Edad del Hierro
ocupa, ha sta qu e la s nuevas necesid ades socioec onó micas co nvirtier on el hic-
11'0cn un objeto de uso generalizado e imprescindihle. Pe ro en la Euro pa Tem-
pl ada esto no sucedió hacia el sig lo v a.C¿ a prin cipios dc la Seg unda Edad
del H ierro.
1.1, La primera metalurgia del hierro en la Europa Templada

Los prehi stori adores han datad o los co mie nzo s de la Primera Ed ad del
Hierro en E uro pa ce ntral y ori ental hacia el año 700 a.c. Pero realmente el
uso de es te metal era conoc ido mu cho antes en el Viej o Contine nte . Lo s pr~ ­ 1.2. Más allá del metal: Poblamiento, economía JI sociedad
meros artículos e laborados a partir del hierro aparecl er~n de manera espora-
dica en el Mediterráneo oriental hacia e l tercer mi lenio , aunqu e hubo qu e
La escasa versatilidad del hierro en los siglos VII I-VI a.c. permit e va lorar
es perar hasta e l periodo ge omé trico grieg o para conoc.e r un nivel de produc-
con prudencia el papel verdadero qu e cumplió la metalu rgia en el tránsi to a
ción relativam ente regular y un número notono de objetos realizados COl;la
lo qu e llamamos la Prim era Eda d del Hi erro. Des de un a perspecti va más
nueva metalurgia. Llegar a es ta cuota de produ~c i ón no resultó una labor fácil
amplia , los cambios má s importantes qu e aconteci eron en es te preci so
ni cómoda por las serias dificultades qu e entranaba el control de la siderurgia.
momento de la E uro pa Temp lada es tán mu y rel acionadas con otr a serie de
En prin cipio, la fundición del metal no ex igía una temperatura e levada ,. no
aspecto s soc iales y ec onó mic os : un increm ento notable de la población , una
má s 1. l OoüC, una cifra qu e podía alcanzarse S111 mu ch as complicac iones en
resuelta conce n tración del poblamiento, un ciclo de crec im iento ec onó mico
los hornos de la época. Pero el nuevo metal resultaba mu y exigente e~ do s
op eraciones técni ca s hasta entonces des e~~lOcidas : por una parte requena u~ y una implantación de la hegemon ía soc iopolítica de las minorías guerreras,
al amparo de una ideología basaela en los bien es ele presti gio . En realidad
contro l riguroso del proceso de carburaci ón (e l tratamiento qu e legul~~a la
ab sorción del mineral) ; por otro lado, reclamaba un conocmuento discipli - mu chos ele estos cambi os come nz aro n en los tiempos del Bronce Fina l ele
nado del pro ce so de templado (el ritmo de enfriamient~ de la gan ga , metal modo qu e la Primera Eelael del Hi erro no fue más que una continuación de
fundido) . Estos do s principios re sultarían com phcados S I tenemos en,c uenta cie rtas tenelencias anteriores, qu e co nv irtió el trán sito entre ambos periodos
qu e los prim ero s trabajadores del hierro eran bron cI ~tas , qu e no po seian mn - en un pro ce so paulatino, pro gre sivo, imp ercep tible a corto plazo, pero ele efec -
guna experiencia en esto s proceso s y qu e de sconocl,an sus ope'a c.'~nes aso- tos acumulados con el paso del tiempo. La mejor representación de los ca m-
ciadas, como el martil1eo para la forja y la elim in ac ió n de IlnpUlezas. En este bios que operaron en el 700 a. c. se registra en el mundo fun er ario .
marco , la evolución de la side rurg ia representó un paulatino y e s~or~ado pro - Hacia el año 700 a.c. desapareció la antigua tradi ción de los Campos ele
ces o de aprendizaj e para alcanzar el man ejo ex perto de aqu ellas tecmca s. Lo s Urnas y con ello la homogeneidad c ultural que carac terizó gran parte elel con-
obj et os de hierro más anti guos e~ Centroeuropa revelan claramente las defi - tinente en tiempos elel Bronce Fina l. La s urna s de incineración dejaron paso
cienc ias en materia de carb uraci ón; pero inclu so en pl ena Se gunda Edad del a un ritual de enterrami ento ba sado en la inhumación de los cadáveres , tant o
Hi erro, muchos herreros del int erior continental aun no manejaban con sol- en fosa s planas com o bajo túmulos. Es te ritu al se impu so de man era ge nera-
vencia tarea s tan importantes como e l templado . lizaela entre Franc ia y Ch eco slovaquia, pero en modo al guno produjo una
Las notabl es difi cultades para controlar el hierro perjudicaron la im1?J an- homogen eidad cultural sino todo lo contrario pues alb ergó un amplio ahan ico
tación rápida de la side ru rgia en buena parte del. contine nte. Durante los SIglos ele variantes regionales. No menos importante fu e la aparición de graneles
Vlll-V I a.c. la met alurgia era todavía mu y tradicional , basada en.el bi once, que
desigualdael es en los moelos de enterramiento entre miembros de una mi sma
constituía la materia prima bá sica para la producción de todo upo de objetos, com unidad. La expres ión más conocida ele tal desigualdael fu e la aparici ón
como instrumentos domésticos, apero s de labranza y arm as. E l hierro solo se de tumbas de cá mara bajo túmulos qu e custodiaban los cuerpos ele un o o do s
usaba de man era circ uns tanc ia l para diseñar productos de pre sugro deseados inelividuos en co mpañía ele numerosos objetos de lujo . En es os enterramientos
por las élites sociales , sobre todo espadas largas, guarn iciones y arre~ s. para ele prestigio podemos conte mplar mu cho más qu e un simple cambio de cos -
cabal1o s. Era por tanto un metal monopolizado por las jefatui as guerrei as, que tumbres fun erarias: rep resentan la mu estra inequívoca ele un pro ceso claro ele
mantenían un control de lo s medios de producción y de la s redes de intercam- enriquecimiento de algunos personajes, qu e alcan zaron la preeminencia soc ial
bio , e incluso de las tar ea s de manufactura pue s recurrían a bron ci sta s s? me- co mo minorías elitistas de alta alcurnia y optaron por la amortización de las
tido s a su esfera a partir de lazo s de cli ent ela. Este modelo de pro.ducelon de riqu eza s propias en grande s tumbas como una manera para prestigiar públi-
hi erro , monopoli sta y clientelar, se mantuvo van os SIglo s en la reglOn qu e nos came nte su pod er. Lejos qu eelaba la sociedad igualitaria reconocida en los
Campos de Urnas. En otros tiempos se pen só en un ori gen oriental para los

306 PREH ISTORIA"


TEMAIJ. LA PRIMERA EDAD DEL HlERRO EN l.A EUROPA TEM PLADA 307
nuevos rito s pues do s de sus rasgos más típ icos, las cá mara s de m ader a y los 2. La Cultura de Hallstat
ca rros de cuatro ruedas, eran similares a los rituales de enterramie nto de los
grandes prín cip es de las cult uras orien tale s. Pero plantear una emigrac ión pro -
ce de nte del es te es mu y arriesgado y probablem ent e poco sensato. En realt-
dad , los ril a s del enterramiento tumul ar de prestigio se ha llan desde fina les 2.1. Marco geográfico y cronologia
de l s iglo Vttl a.e. hasta el s iglo VI a.e. en numerosos territorio s de la Europa
Te mp lada (B ohem ia, Ale ma nia meri dion a l, S uiz a, Ita lia alpi na y Franc ia Las region es centroe u,rope as situadas en pa rte de Francia y de A lemania
oriental) e incl uso de l s ur. c?mpart Ian una c ultura mas o menos sim ilar. co nocida como la C ultura Ha lls-
tatrca o snn pleme? te Ha llsta r, Es te nombre procede de una cé lebre necrópolis
La apari ción de minorías no resultó ajena a un nuevo orden territori al carac-
austriaca c uyos ongenes se remontaban a los pasado s tiempos de l Bronce Final,
terizado por la incipi ente jerarq uización del poblami ento y la concentraci ón
pero ,que c onoclO su periodo de mayor es plendo r entre los siglos vn-vi a.e. La
de la población. Esto s rasgos pro movieron la aparición de po blados de un necr ópol is d_e Hallstat tenía un marco natural envidiable p ues es taba inmersa
tamaño considerable , dotados de sistemas de fortificación y ubicados en puntos entre mon tanas alpinas de 3.000 metros de altura , encara mada en la orilla de un
de valor es tratég ico. Es te model o de poblamiento y de hábitat ro mpía con los herm oso lago glaciar cerca de Sa lzburgo . Los espléndido s hallazgos de sus tum-
moldes tradicio na les de las ge ntes aldeanas del Br on ce Fina l. Los pob lados bas srrvrcro n como pretexto oportuno para usar su nom bre como sinónimo de
aglutinaron una parte de la po blaci ón y sirviero n como cen tros de distrib ución la cultura centroe uropea más amplia de la Primera Edad del Hierro en la Europa
mercantil, lugares de prod ucción artesanal , núcleos redistribuidores de materias Templada. N? ~n vano la Cultura Hallstática ocupó una enorme marca territorial
prim as de prim era necesidad y por supues to como residencias de los diri gentes. d~ miles de kilómenns. enue Francia y Checoslovaq uia, do nde coexistían pobla-
Pero más allá de estos rasgos, el nuevo modelo de poblami ento sugiere un tras- ciones relat ~~amente. dispares pero compart iendo algunos rasgos culturales en
fondo mu y interesante: la existencia de una mayor co mpetitividad por el terri - n~atena .r0 htlca, SOCIal y econ ómica (fig. 1). Dentro de esta cultura se suelen
tori o, por los derechos de la tierra y los usos de paso, en suma por la defensa disting uir dos regiones distintas: Hallstat occ idental y Hall stat oriental.
ac tiva de los intereses locales.
La región occidenta l ocupaba una franja mu y ex tensa ju stamen te alnortc
El incremento de la competenc ia se produjo curios amente en un momento de la cade na de Los Alpes, que abarcaba desde Francia occidental hasta Ale-
de crecimie nto de la econom ía, prot agon izado por la inten sificaci ón agrope-
c uari a y en menor medid a por la artesanía y come rcio . En los primeros tiem- ' , ohena¡¡perg 12. Gla.w.1IC
pos de la Edad del Hierro se produj o c ierto despegue econó mico basado e n 2. Magdalenenbetg 13. S!icna
,..3. Heunentlur¡¡ j,U%n F11
e l increm en to de la producc ión e intercambio de var ios ar tículos: ma tenas 4 , Hoch~ 15.VIIUer!fIIIfer
S, MoilllasSCli l 16.Sen1lenb81g
prim as de necesidad; bronce y hi erro (tanto en br uto como en productos 6. VOl 11 Biskupíl
7.GtadIwiII lll.~
manufacturados); sa l y vino entre otro s. Pe ro estos artíc ulos no circ ulaba n 8. K/ein AspelljJle 19. RMopanaMohrIa
por la s antigua s red es co merciales de l Bron ce Fin al, qu e se de sgastaron o 9 GoIdberg 20. Zavads"ka Ml;t¡)4a
10.0limberg 21.Hosl1a Men)'11
pasaro n a una posición sec unda ria. La s producciones emp eza ron a circular 11.Hal!slat

por una n ueva red mercanti l qu e co nec ta ba con las tierr as del sur, con las
recién crea da s co lonia s griegas y fenicias del Me diterrá neo centro occ identa l.
Esa red merca ntil abrió una co rriente de pa so para la introd ucc ión de modas
y costumbres meri diona les en los terr itorios de Centroeuropa, en una es pec ie
de primera orie nta lizac ión cultural p ues por allí pen etraron produ ct os de lUJO
e laborados en tall ere s griego s y feni cio s. Pero este flujo de conoci miento s
entre Ce ntroe uro pa y Mediterr áneo no afec tó a la totalid ad de la población ,
sino ta n solo a las cl ases más aristoc rátic as , las min orías guerreras qu e deten- r .. ...
taban cl poder. Porque el flujo de l comerc io no respondía a un modelo mer-
canti l genera lista sino a un model o selectivo, una relación ca racterizada por ,-
el comercio de bie nes de prestigio. Habrá que espera r hasta la Segunda Edad
del Hierro para hall ar un m arco m ás abierto, con rep ercusiones sobre colec-
Fig ura l . Mapa de Europa con los yaci mientos mencionados
tivos socia les más amplios. en el texto ,

30S PREHtSTORIA n
TEMA 13. LA PRtMERA EDAD DELHIERRO EN LAEUROPA TEM PLADA 309
mani a oriental. En tierras fran cesas no tardó en desarroll arse un imp ortante Las razone~ ~ara exp licar la ~parición de este tipo dc pobl ados fortifi cados
núcleo de pobl amiento en la conexión de las cabeceras de los ríos Ród ano y pueden ser multl plc,s. En pn ncl~1O resulta nece sario apuntar un proceso de
Sen a, q ue presentaba varios centros de población de notori a eotidad com en- mcremento demográfico que en j usta explicac ión arra ncó en las postri merías
zando por el poblado de Mont-Lassois (Borgoña , Fran cia). En las tierra s ale- dcl Bronce Final. P~ro p~ra entender Últegramente su aparici ón hay que rastrear
mana s tampoco tardó en surgir otro núcleo de poblamiento principal, situado U1~a peculiar comb inac ión de .t ~ o t i vaci o nes de carácter sociopolítico y cco nó-
en la conexión entre las cabeceras del Rhin y del Danubio, donde aparecieron mico. la pau latin a co~cen trac lOn del poder en manos de minorías, representa -
pob lados de m áxima relevancia para el conoc imiento de la Cultura hallstátiea, das por las jefat uras dirigentes, que convirtieron los poblados en sus residencias
encabezado s por Heunenburg y Hohenasperg (Badén- Wuttenberg, A lemania) , prm.clpescas; la necesidad de controlar,ligurosamente los territorios propios,
En todas las comarcas se han hallado unos objetos arqueológicos com unes que un factor trascendenta! en un marco polftico muy acuciado por la competitivi -
dan uniformidad cultural a la región : los carros de cuatro ruedas, los puñales dad entre jefaturas vecinas; y, finalmente, la
de antenas, los collares de oro y los brazaletes de bronce. En cuanto al Hallstat necesidad de levantar centros idóneo s para
orienta l, su territorio ocupaba las estri baciones mon taño sas alpinas de l este, centra lizar la producción y distribución eco- .. _
área de nacimiento de varios atluentes del río Danubio, y se extend ía hacia las nómica, que permitían a las jefat uras diri- ~~~~~~;;;;;;;;;;;~~::::::
zonas colindantes, con yacimientos tan importantes como Kleinkei n y Sti éna, gentes controlar los medios de producción.
así como las minas de Dürnberg y Hallstat. Es tos tres prin cipios revelan la necesidad de
crear núcleos de pob lamiento concentrado
ce ntros para aglutin ar el poder políti co ;
para organiza r de una manera opo rtuna la
2.2. Hábitat y poblamiento prod ucción eco nóm ica , introduci endo un
nuevo patrón de cond ucta en el mundo tra-
diciona l de pob lados aislados y dispersos.
Durante los primeros años de la Edad del Hierro el modo básico dc pobla-
miento mantuvo muchos de los rasgos de l Bronce Final: pequeños pob lados Los poblados hall státicos estaban em-
integrados por un p u ñado de vivienda s, modestas aldeas y granjas basa das en plazados en zonas elevadas, pro montorios
un modo de vida sencillo bajo una tradición agro pecuaria. Las excavaciones y colinas de altitu d mode sta pero con una
realizadas en el lugar de Goldberg (Baden-Wutenberg, Alem ania) dan cuenta posición estratégica oportuna para contro lar
de lo que pudo ser un poblado de la época , ciertamente extenso: agrupació n el entorno inmediato y las vías de comuni- ....
de unas cuarenta casas de planta recta ngular, dispersas por el terre no sin pla- cación próx imas. Present aban sólidas ] ss., ..,;.",,,

nificación estricta pero no exenta de cierto orden . Tres de las viviendas de empa lizadas de madera e inclu so en ocasio-
Go ldberg aparecían agrupadas y separadas del resto del poblado por unos cer- nes auténtica s murallas de piedra. Los
cados posiblemente de mad era , en lo que se ha interpretado como la vivienda recinto s interiores revelaban ciert a planifi -
del cabecilla de la comunidad. cación interna: hubo una re lativa ordena-
ción de las viviendas, por lo general en hile-
Pero lo rea lmente interesante de l Hallstat fue la incorporación paulatina ras separadas por viarios intermed ios
de asenta mientos con unos rasgos propios aleja dos de las tradiciones pasadas. aunque hay grupos de dos o tres casas sepa:
Eran poblados de mediana exte nsión, capaces de acoge r en su inter ior cuan- rad as del resto por pe q ueñ os cercados de
tiosos grupos de pob lación; con algunos rasgos de planificación interior, que madera, q ue posiblemente pertenecieron a
superaban la ausencia de organi zación dcl sencillo mun do de las aldeas; y personas más pudientes. En todo caso no se
protegidos por sistemas de defensa que contrar iaba n el modo de conviven cia han excav ado todavía las viviendas de los
pacífico de las granjas. Los primero s poblados de este tipo aparecieron hacia miembros más relevantes de la sociedad. El
el año 800 a.C ¿ en el periodo conocido como Hallstat e. El conocido yaci- interior del pob lado contaba con espacios a
miento de Mont Lassoi s proporciona una buena idea de los or ígenes de es tos mod? de talleres arte sanales en lo que Figura 2. Plano general del yacimiento
pob lado s, aunque no fue hasta el año 650 a.e. (Hallstat D) cuando el modelo podnan ser tareas de producción especia li- de Henne nburo (arriha) y detalle
de poblado fortificado se generalizó por todas las zonas centroeuropeas , desde zada. Las viviendas y los talleres se realiza- del área de habitación excava da
en la esquina SE CO /1 la distribución
oriente a occ idente. ban según las tradiciones del Bronce Final:
de las plantas de ocupaci ón {abajo).

310 PREHISTOR IA II TEMA 13. LA PRL\1ERA EDAD DEL HIER RO EN LAEUROPATEMPLADA 311
entramados de mad era s ujetos por pues, de las do s mil se pulturas exc avadas por los arqu eólogo s, en tomo al 55 %
unas serie de viga s verticales hincadas po seían cuerpos sepultados en la posición de c úbito supino y el 45% restante
en tierra que soportaban tej ados a do s pr~sentaban urnas ce rámi cas con ceniza s. En ambos ca sos se han recuperado
y cuatro vertientes. miles de objetos de tan diferente entidad que componían aj uares fun erarios de
La mejor ex pres ión de los nuevos m uydi stinra c lase. Pero la tumb a más fam osa es la numerada como 507, que
ase ntam ientos forti fic ado s fu e He u- poscra una urna co n las ce nizas de un pro bable g uerrero incinerado, rod eada
nenburg, un poblado insta lado en un de cerámicas y de varios objetos de bro nce tan presti gio so s co mo una s ítula
punto estratég ico de l al to Danubio, (ca ldero de bron ce), un hac ha con decoración zoomorfa, una es ta tuilla de bóv i-
que perm it ía controlar varias ruta s de do, bra zaletes, pendi entes art icu lado s, copas y un soporte Con decoraciones
comunicación: la qu e conectaba el simbólicas so lares.
curso medio de l Danubio con Francia
La s tumbas más llamativas de l Ha llstat pertenecían a la minor ía dirigente
central, y vario s pasos mo ntañosos y aporta n una excelen te Imagen sobre la soc iedad aristocrática de la época.
tran sa lpin os para acceder a l valle de l
Los cntenamlento s de esto s personajes co nsistía n en tumbas de inhumación
Po . El po blado se levantó en el s iglo
de tipo tumu lar levant adas j un to a los grandes po blados (fig. 4), un mod elo de
VII a.e. so bre un alt ozano con algo
enterra miento que recuerda mucho a las tumb as de los pueb los que recor rían
más de 3 hectáreas, juma a las orillas
las es tepas de .Europa oriental y As ia ce ntral. So terrados bajo montícu los con-
de l río (fig . 2). Las exc avaciones han
ststentes de piedr a y tierra apelmazad a, se oc ultaban las cámaras funerarias
permitido conocer algun os núcleos de
formadas por encofrado s de só lidas vigas de madera, en las que descansaban
hab itac ión co nce ntrado s en la esquina
sudest e del poblado y las mura lla s que
pro tegían e l lugar. Las viviendas tenían
planta rec tangular y mu ro s trabados , TúMULO DEMAGDALENESBERG
Figura 3. Reconstrucción tridimensional (le co n sólidas vigas de madera , orgarn- .. -. . '\ I
las casas de Heunenburg (arriba) y restitución zándo se de una manera metódi ca y
real de una vivi enda hallst ática (abajo), dejando viarios ab iertos entre ellas
-q"u
. . - -.- :..,
' .,... .- , , e , . 1. limite dellúmul0
2. Tumbas

.
Enterramientosmasculinos
(fig, 3) . En cuanto a las murallas tuvre- I l •• a- I ., ' .' - Enterramientos femeninos
ron que ser remodel adas varias veces para mantener buen es tado de co nserva- , "
, ,
,f
,
,u •
"
3. Umile del lú/THJlo central

.
ción. En los primeros años del s iglo VI a.e. , eO lllc ldlend~ ~ on e! momen to de
mayor es plendor de l lugar, se llevó a ca bo la rel~ode laelon mas Importante:
los hab itantes levantaron un muro defensivo resrstente usando tant o adobes ., ..
I \ •
• •, '1
, , •
4. Cámara principal

co mo una só lida ba se de piedra, que alcanzó los cuatro metros de altura y se


pro teg ió co n numerosas torre s rectangul ares en las qu e se abrían saet~ras. El
uso del adobe y las torres nada tenía n qu e ver con las trad! clonales tecrucas
'

.:.. ,, , .. " . . ."'~ "


" "

..

. ti

co nstruc tivas nativas pues obedecían a pau tas de co ns trucc ron onental orgam- •, .-
.- ...
zadas bajo la supe rvisión de un ex perto griego.

2.3. Enterramientos

La Cu ltura del Hall stat impuso como norma genera lizad a de e nterrami e~to
la inh umación de los cuerpo s, pero sin qu e desapareciera por completo la prac-
tica de inc ineración qu e había caracterizado el Bron ce Final. En la propra
Figura 4. Planta del tlÍmulo de Magdaleneslmg (Alemania) y recons -
necrópoli s de Hall stat se sim ultanearon los dos ritos de una ma nera mu y as idua
trucci án de la cámara principal de la tumba de Lovosice (Cheqllia) .

312 PREHISTORIA n
TEMA 13. LA PRIMER A EDAD DEL HIERRO EN LA EUROPATEMPLADA 313
los difuntos junto a mul titud de
objetos personales. La s rique zas
y artícu los lujosos que rodeaban
los cuerpos respo ndían a su alla
dignidad : opulentos divan es,
herm osos puñales, de licada s
dagas, refin ada s hachas, enor-
mes ca lde ros con los trípodes
para soportarlos, magníficas va-
jillas para banquete , carros de
cuatro ruedas usado s en sus exe-
qui as fúnebre s a manera de ca -
rruaj es mortuorios... La riqueza
ostento sa ha sugerido una pecu-
liar calificación para esto s ente-
rramientos: «tumbas principes-
cas», Es posible que algunos
túmulos es tuvieran coronados

por estatuas co mo por eje mplo I
en el túmul o de Hir schlanden
(Baden-W üttemberg), que se re-
J J
mató con la impo nente esta tua
Figura 6. Elementos de lu jo del ajua r de la tumba principesca
de un guerre ro dotado de casco
de Hocíutorf tEbenlingen-t lochaorj, Alemania}: divá n de bro nce
y puña l al cinto, con ecos leja- (con detalle de lasjigurillas que componen las patas) , caldero
nos en la estatuaria etrusc a. Pero de bronce, cuerno , reconstrucción del tejido que cubría e! respaldo
nada mejor para dar una idea del de! diván, anzuelos y restituci án de las botas con las placas de oro.
carácter único de estas tumb as, Las figura s no están a la misma escala.
Figura 5. Reconstrucciones de sepultura s que describir las más relevantes:
pr incipescas: Tumba del Príncipe J-1ochdor f, Vix (fig. 5) Y Hoch - las telas que colgaban sobre las paredes, j unto a restos de flores y ramas depo-
de Hochdorft urriba; Riel , 2004) Y tumba michele. sitados en la cámara.
de /a Princesa de Vix (abaja; Brun, 1987),
La tumba principesca de Los ado rnos y vest imen tas del príncipe de Hochdorf reve lan de modo
Hoc hdorf se erigió j unto al po- solemne la alta dignidad dcl difu nto : un cinturón ceñía su c uerpo; una daga
blado de Hohena sperg. La cámara permanecía ocu lta a dos me tros y med io de sobresalía al costado ; un ancho brazalete rodeaba su brazo derec ho; un torqu es
profundidad, bajo un túm ulo tan extenso que oc upaba 60 m de d iámetro y por tegía' el cue llo; y varios aba lorio s de ámbar y broches de bro nce y plata
alcanzaba 6 metros de altura. La cámara interior era cuadrada y formaba un cubrían del pec ho. Sobre los pies repo saban unas finas placas de oro con deli-
recinto de II m' rodeado por grandes vigas de rob le entrelazadas. En este lugar cadas ap licacione s, reta les de la decoración de unas botas de caña alla y punta
repo saban los resto s de un varón de 40 años que ,gozó en vida ,de elevada esta- levemente curvada, calzado similar al usado por los etru scos en la mism a
tura y fuerte con stitución. El cuerpo estaba tendido en un div án de bro nce , un época. Sobre el pecho quedaban restos de lo que fue en su día un zurrón , que
suntuoso lecho mortuorio decorado con deli cad os grabados representando guardó varios anzu elos para la pesca . A su espalda, colgadas del lecho , varias
carros, guerre ros y bailarines (fig. 6). Las patas del diván encajaban en ocho puntas de hierro para la caza, Y junto a la cabeza, una larga cuchi lla de hierr o,
singulares figurillas femeninas, un~s equilibristas con los pies l?e~aleando en un peine de madera y los restos de una especie de gorro cónico de 30 cm de
auténticas ruedas, ingenio so mecam smo para poder trasladar el div án con suma diámetro. Pero el objeto de mayor dignidad pudo ser el puña l de anten as colo-
facilidad . Los retales de tejido s aparecían por doqui er: restos de ropas del hom- cado sobre su torso (42 cm de largo), excelente insignia de rango de lo que en
bre, fragmento s de las sábanas y de los coj ines dcl Iccho, trozo s desgajados de sus tiempos fue un podero so príncipe guerrero ,

314 PREHtSTORIA 11 TEMA 13.LA PRIM ERA EDAD DEL HI ERRO EN LA EUROPATEMPLADA 315
Los objetos qu e acompañaban al prín cipe de Ho chdorf revelan su interés gra mos de oro , pieza ~ i m p l e p~ro elegante por su clara infl uencia heléni ca, per-
por los placeres de una vida tranqu ila, más all á de los sinsabo res de la crue nta ce ptible en las pequen as figunllas de caballos alados qu e rem ataban los ex tre-
batalla atribuibles a un príncipe guerre ro. El person aje en vida ex perimentó el mos, (fig. 7). En una pa~e de la cámara se esparcían recipientes para la degu s-
gusto parla caza, pesca, moda .. ., y tambi én por la bebida y la comida. Porqu e tacron de V1llO: una vasija etrusca, varios vaso s áticos y una eno rme crá tera de
en uno de los muros de madera de la cá ma ra col gaban los ense res de un servi- bronce .Esta pieza result aba única por su tamaño (1,64 metros de altu ra); poseía
cio de bebida para nueve person as. Es te se rvicio poseía ocho cuernos de uro una curiosa tapa con una esta tuilla fem enina; un c uello delicadamente decorado
decorados con pan es de oro, y un cuerno de hierro de proporc ione s enormes: co n una procesión de hop litas y carros al más puro es tilo griego; y unas asa s
¡2 m de longitud y 5,5 litros de ca pac idad! Para completar el j uego, en una de barrocas con unas pecu liares gorgonas. Es tos rasgo s mue stran una procedencia
las esquina s se ubicó un caldero de bro nce de 500 lit ros de capacida d, que s ir- Orienta l y parece bastante prob able que tan excepc ional pieza se confecc ionara
vió para macerar hidromiel (vino de miel fermentado con plant as aromá ticas en talleres de la Magna Grecia o quizá de Esparta. Hay especialistas que apuntan
como tomill o , j azmín o llantén). En otra de las es quinas reposaba e l obj et o a qu e pudo servir como un regalo de alta categoría y que su traslado hasta Mont
más impresionante de la tumba: un ca rro de c uatro rued as con planch as de Lassois se rea lizó en varias piezas desmontadas, por vía marítima hasta Massalia
bro nce y hierro, en cuyo interior había un yugo de madera , arneses de piel para luego remontar e l c urso del Ród ano. Es bastante probable qu e la muj er
decorados con bronce , un hacha de hierro y una vajilla de bron ce para nueve sepulta da poseyera un rango de máxima categoría y qu e tal gé nero dispusiera
personas. Probablem en te se tra tó del carro de exe quias del di funt o. del 111I~m O nivel qu e los varo nes , representando papeles de suma import ancia
El paralelo fe menino a la tum ba anterior se de sc ubri ó en Vix, en las pro- en el sistema aristocrático de las jefatu ras principesca s.
ximidades de l no menos cé lebre poblado de Mont La sso is. Esta otra tumba . L~ tercera tumba imp ortante que merece atenció n se oc ulta baj o el túm ulo
tumu lar de fina les de l siglo VI a.e. tenía una cám ara más pequeña, un recinto pnncipesco de Hoc hmichel e, en las
de 3 m' , que oc ultaba los restos de una mujer de 35 años con unas facci ones cercanías de l pobl ado de Heu nenburg.
basta nte delicadas (fig. 5). Los huesos yacían sobre el chasis de un carro des- El montícu lo alcanzaba 13 m de altura
montado que posib leme nte fue su féretro, mien tras las ruedas se colocaron sobre y poseía 100 m de diámetro, di me n-
la pared de ma dera de la cáma ra. Junt o al cráneo había un torqu es de unos 480 siones qu e dom inaban cI pai saje cir-
cundante y j ustificaba n la elevada
categoría del difunto . El lugar oc ulta-
ba una tumba principal , que por des-
gra cia había sido saquea da antes del
descubrimiento arq ueológico. No mu y
Jej a s se hall aba otra tum ba donde
reposaban los c uerpos de un hombre
y una muj er,junto a un ca rro de cuatro
rued as.
El cuidado que dieron es os gran-
des príncipes a su descan so e terno
reve la la pro speridad qu e alcanzaron
en vida y una man era de entender el
pod er basado en el pres tigio social y
la apariencia pú bl ica. La posesió n de
lujosos artíc ulos de importaci ón orien-
ta l se había conve rtido en la mejor
mues tra de su dignidad social, hasta el
punto de aco mpañar a los du eños en Figura 8. Piezas de ajuar del túmulo princi -
Figura 7. Elemen tos de lujo d el a juar de la tumba principesca de Vix p esco de Kleil1ilspergle (Baden-Wune nberg ,
(Mo int Lassois , Francia ): torqu es de oro (con detalle de l remate), gran sus sepulturas, en un se ntimiento de Alemania ): vasija de bronce o stammos , jarra
crátera de bronce , plato , clIeneo y jarra . todas de bronce . Las fi guras no ostentación pública más allá de la p icuda , sup orte , boquillas d e cuernos y cerá-
están a la misma escala . muerte. La tumba principesca de K lei - mic as griegas de fig uras roj as entre otros.

316 PREIDSTORIA ti TEMA 13. LA PR IMERA EDAD DEL HI ERRO ENLA EUROPATEMPLADA 317
na spergle revela el gusto del difunto por es.t~ tipo de productos de luj o y po.r 2.4. Sociedad
las importaci ones de artículos griegos: vasij as de bron ce llamad as. sIaI1l11l0' ,
jarras pic udas, boquillas de cuem os y cerá micas dc figu ras rojas (fig, 8),Pro.-
cede ntes del interca mbio a larga di stanci a. En este mismo sentido, la el a~el.a La mayor ía de la pobl ación hallstática se componía de ag ricu ltores, gana-
de Vix del ata cI gusto de estos personajes por las modas y cos tumbre s hcl éni- de ros y en menor núm ero artesanos. pero las informaciones disponibles sobre
cas tal como mu estran los exquisitos relieves gnegos que rodean su cu ello , los mod os de vida de esas gentes mayoritaria s de la sociedad son pobres y muy
COI; la procesión clásica de hoplita s y guerre ros cond uc iendo caITa s (f¡~. 9) . limitadas. En algunos pob lado s, las comunidades vivían de man era muy sen-
La otra im agen de g uerrero s en carro se apre cia en e l respaldo del di v án de c illa e ig ualitaria aunque la presenci a de ciertas vivienda s separadas del con-
Hochdorf, que presenta uob les combatiendo desde e llos en un mo?elo de .Iucha ju nto podría ap untar a una posible autoridad en e l pob lado. Probablem ente la
entre iguales que recu erda los combates que enfrentaban a los heroes griegos mejor imagen de es tas ge nte s se halla en el complejo min ero de la localidad
en la búsqu eda de honor y gloria. Este tipo dc calT?s eran depositados Junto a de Hallst at, que proporc iona dato s interesant es sobre los modos de vida de las
los resto s de los difuntos ta nto ente lOS como gentes modestas dedi cad as a las duras labores de extracción. En ese lugar, los
de smontados, pero siempre como un símbolo m ucho s resto s de parásitos ha llados entre los restos de tej ido revel an unas
de poder y prestigio (fig, 10). Por debajo de la pobres co ndiciones higiéni cas pero los restos de comida de latan una buena ali-
minoría privilegiada y sus cl ien tela s se SI tuaba mentación a base de carne de buey, cerdo y pan . No hay prueb as acerca de
la masa anónima de la gente co mún: comuru- esclavitud algun a sino todo lo co ntrario, una situación de trab ajo en libert ad
dad de agricultores, ga naderos, mercadere s y dond e las person as podían eleg ir su propio destin o como min eros. Mejor era
arte sano s de los que apenas ten emos datos la conside ración de las perso nas dedicadas a la artesanía, en pa rticu lar de los
para conocer sus modos de vida. metalú rgicos, convertidos en mano de obra especializada al servicio de los diri-
gentes. Los talleres metalúrgicos no solo eran capaces de man ufacturar objetos,
sino tam bién de reparar original es import ados, como reve la el mo lde de arc illa
de un asa de oino koe, pecu liar jarra para vino de tipo etrusco.
La mayor parte de la docum entació n co nocida sobre la sociedad hall stática
procede de las clases privilegiadas, representada s por las aristocra cias guerre ras
sepultadas en las tumbas tumulares. El esp lendor de los túmu los revela hasta
qué punto la pe rsonalidad del guerrero había adqu irido ra ngo relevant e, c ul-
minando una tenden cia de incremento de s u esta tus que arrancó antes de la
Edad del Hierro, Desde inicio s del Hall stat, los lídere s o ca udillos guerreros
poseían una posición preeminente y habían adquirido derecho s de autoridad
en la co mun idad , eje rcie ndo un control sociopolítico asimilab le al modelo de
«jefatura co mpleja». En los poblado s del Hallstat occi dental la aristocrac ia no
se limitó a la protección de los intereses comunitarios: co nsciente s de su pode-
río utilizaron los medios a s u alc ance para propio benefi cio - rec urriendo al
contro l de los mecani sm os de produ cci ón- aunque no llegaron a conso lidar su
poder más allá del pobl ado, creando un marco de atomización que en no pocas
ocas iones derivó en un exceso de compe tición e ines tabilidad. El ca so de l
Hallstat orienta l resultó distinto porque las marcas de control territorial de los
poblados eran más extensas, generando una menor compe titividad y favore-
ciendo una mayo r estabilidad.
Figura 9. Relieves f unerar ios Figura 10. Restitución real y modelo
con imá genes heroi cas de guerre ros: dibujado de los carros depositados La necrópoli s de Kleinkl ein (Hallstat oriental) proporciona más dato s sobre
procesión helénica de hop litas en las tumbas principescas . COIl algunos la comp licada organización de es te sector aristocr ático. En e l lugar se levant a-
de la crátera de Vix [arriba) y luchas objetos del a jnarfunerario asociado ron hasta qu ince túm ulos princ ipe sco s de personajes principales, rodeados de
a pie y so bre carro del resplI./do (espada d e ant enas , ca ldero , cerámi cas
del di ván de llochdorf iubajo). y barril) . otros se tecientos túm ulos menores pertenecientes probablem ente a las clien -
telas mi litares que formaba n la corte. El túm ulo de Magdalene sberg (Baden -

318 PREIUSTORIA 11
TEMA 13. LA PRIMERA EDAD DEL JUERRO EN LA EUROPATEMPLADA 319
W ürtte m berg) tam bién es mu y reve lado r en este senlido. H ay qu e lam entar e l zo na s de E uro pa cen tral y se ptentrional hubo un in cremen to notable de l cen-
ex po lio de la tumba ce n tral, pe ro el largo centenar de sepulturas hall adas a su ten o, qu e adq uirió relevanci a por su capac idad para sopor tar las cond iciones
alrededor mostraban rasgo s de dignidad ari stocrática : lo s hombres presentab an del deteri oro clim ático ge nera lizado del m om ento, en pa rtic ular el de scenso
lan za s, puñales, fíbul as y cerám icas de calid ad; las muj eres ~endl ente s , aro s, de las temperatura s y de la humed ad . En o tras region es, la prod ucció n de trigo
alfileres , torques y brazaletes. De hecho , las tumbas hall srati cas pre s ent~n retrocedió frente a la es pelta, y la producc ión de cebada desnuda dejó pa so a
incluso ra stros de jera rqu ía entre las propi as clasesdo mm antes, notables di s- la ce bada ves tida, do s variedades qu e pcrmir ían obten er cos ec has m ás produc-
paridades e n c uanto a riqueza , calidad y proceden cia de los obj etos de p~'e:stl ­ tivas. Por su part e, la prod ucción ga nade ra se basaba en el do m inio del g anad o
gio, e ntre los príncipe s y su co rte. Los pnmeros se enterraban j unto a carros vac uno y en al gunas prop orcion es menores de ce rdos, cabras y ca ballos .
de c uatro ruedas y variados objeto s sun tuos os import ado s: punales , ca lde ros,
vaji llas para la be bida, ce rám icas de calidad y art íc ulos de oro , bron ce o plata De es ta manera las bases principal es de la pro d ucc ió n agrop ecuari a era n
entre o tro s, L as cl ientelas dc la corte yacían con obj etos rel evantes pe!"o d e mu y similares a las regi stradas en las postrim erías del Bronce Final. Pero la
menor ca tegoría: puñales, gua m ic ione s de arnés, a rtíc ulos ~le bron ce, c eram ~c a arqueo log ía ha reconocido una diferen cia impor tante: la inten sifi cación notoria
local y en ocasione s ca rro (fig. 11 ). Las clases diri gent es mas modest~s pose ran de las tarea s de labranza a principios de l Hiena . La necesidad de producir más
so lo puñales de hiena y lan zas (hombres), ffbulas y brazaletes (m ujere s). alim en to s podría hab er estado motivad a por el incremen to de la deman da a
ra íz del aume nto de la pobl ación y form ó parte de un ciclo de ex pansión pro-
du cti va . Pero la inten sifi ca c ión agrícola tuvo también sus co nt rapartida s: pro-
vocó una presión exc es iva sob re la tierra, una notable deforesta ción y un ago -
tami ento ba stante inoportuno al co inc idir co n e l det erioro clim ático , que
convirtió mu chos cam po s en baldío s e improductivos. Para com batir la fatiga
de las tierras y el clima desfa vor abl e se adoptaron varias estrategias agrícol as,
como implantar c ultivos mejor adaptados al frío y la humedad (es pelta, ce bada
vestida y centeno ), incorporar nuevo in strumental reali zad o en hi erro (hachas
y ho ces) y po sibl em ente adoptar nuevos modos de alm acenamient o y conse r-
vación (silos y uso de sal).

2.5 .2. La minería y metalurgia

La producc ión m in era resultó tra scendcntal en la economía hall st áti ca y


se orien tó ha cia do s materi as principales: sal y m etal. La sal era un product o
valios o para la preparación culinaria y para la conse rvació n de alimentos. Hay
datos qu e reconocen un in crem ento not abl e de la producción de ésta haci a e l
Figura 11. Ele ment os de guerrero del Hallstat oriental. hallados 75 0 a .C ., en parti cular en la minas de Hall stat (un topónimo que procede del
en la necrópolis de Sti éna (Esloven ia): coraza, vasijas y umbos (izqu ierda); griego «hal», cuyo significado literal es sal). Las ac tividade s mineras en este
espada, cuenco, aros , hebillas y puntas deflecha entre otros (derecha). lug ar re sul taron impresionantes a juzgar por lo s 4. 000 m etros de g alerías per-
forad as y lo s cerca de d os millones de m etros cú bicos de sal extraída. Las
tareas era n re ali zadas por unidades famili ar es y consistían en bu scar lo s fil o-
nes ocul to s, romper los bloques de m ateri al con largo s y punti agudos picos
2.5. Economía de bronce , carg ar la sa l co n palas d e m ad era y trasladarla a la espalda e n
morrales de cue ro y madera qu e pesaban unos 45 kg. Las minas de Hallstat
2.5.1. La agricultura y ga nadería han proporcion ado los objetos para c um plir co n est as acti vidades d iarias:
gorros , chaq uetas de pi el , cuero , lan a y lino. -
La ba se económ ica de lo s principado s hall státi cos respondía al m od e!o Los primeros mineros de la sal utili zaron en realidad proced imi entos ya
agropecuario. En t érminos generales la agri cultura se basaba en la produc:l ~n usados en las min as de cobre . Este tra sva se de tecnología se aprecia en e l yac i-
de cerea les, principalmente tngo y en menor grado cebada. Pero en mu chas m ien to de Hallstat, qu e no di staba más qu e 40 kilómetros de una de las minas

320 PREH ISTORIA II TEMA 13. LA PRIMERA EDA D DEL llIERRO EN LA EUROPATEMPLA DA 321
..
cupríferas más extensas del periodo del Bronce Final, la de B ischo~shofen,' En madera con una peculiar forma de «sombrero», en muchos casos recubierto por
el primer periodo de la Edad del Hierro gran ~arte de la producclon met ál ica una capa de oro, con elaboradas conteras, en lo que parece fueron espadas de
se centraba todavía en el bronce, SI bien exisna n mmas de hierro de cahdad, ftlo y punta cortante. Dentro del capítulo del armamento también se realizaron
de limonita y hematites, particularmente en el Hallstat onental. .Deh echo, hacia otras muchas piezas, desde los valiosos puñales de antenas, considerados como
el 800 a.c. la región de Eslovenia ya era una Importante ~um ml s tl adoia de hie- piezas de dignidad aristocrática, hasta modestas puntas de flecha.
IT O, jugando un notable papel en el desarrollo de la pnm~tlva metalurgia de
Las producciones metalúrgicas de prestigio pertenecían al ámbito del taller
este metal, a la que algunos de sus poblados clave, como Sti éna, le deben buena especializado: carros simbólicos (fig. 13), calderos para contener la beb ida,
parte de su desarrollo económico. hyd rias para cscanciarla y trípodes para sostener los recipientes, que en un
La metalurgia conoció un impor tante desarrollo c(~mo una continuación de principio eran simplemente importaciones traídas por mercaderes desde las
la importante labor del Bronce Final. Los objetos met álicos de m ~yOl pr~stl glO regiones mediterráneas. Pero pronto aparec ió una interesante producció n local
fueron las espadas, que conocemos bastante bien a partir de los aJu,ares tunera- de imitaciones, encargada tanto de pequeños artículos como de obje tos muy
rios (fig. 12). En los primeros momentos del Hallstat, las espadas mas habituales elaborados. Dentro de este rango de productos sobresalieron los calderos metá-
eran prototrpos largos, tanto de blOn.cc licos que presentaban en el borde peculiares prátomos o cabezas de toro y
como de hierro, pero luego se Impusie- pequeños animales de cuerpo entero (fig. 14). La capacidad de los imitadores
ron las espadas de hierro cortas. Desde para la pequeña estatua-
la perspectiva tipológica, dos modelos ria en bronce se hizo evi-
caracterizaron el periodo: las espadas de dente en muchas de las
aotenas y las espadas Mindelheim. Las cabezas hum anas que
primeras reciben tal no~bre p?r ~ontar decoraban recipientes
con una particular empunadura bifurca- para la beb ida, resultan-
da" (con dos apéndices), que en razón de do no menos interesante
la longitud y el contrapeso del puño la producción de algunos
pudieron ser usadas por la caballería o peq ueños accesorios co-
quizá ser manejadas desde ca rros. Las mo las fíbulas, una espe-
segundas poseían un pomo macizo de cie de imperdibles para
suje tar la vestimenta que
sustituyeron a las agujas
y que adquirieron for-
mas muy variadas. En
un primer momento se
utilizó una fíbula de arpa
llamada de tipo Statzen-
dorf, pero más tarde sur-
gieron las fíb ulas de
puente con una curiosa
forma de caballito y las
llamadas de disco, co n
colgantes variados en las
que se diseñaban formas
animales y humanas.
Figura 14. Piezas hallst áticas tipicas. Bronce: barril. hacha ,
Figura 12. Tipos de espadas a parti r Figura 13. Ca rrofl/nerario co n escena foro adosado a urna broncinea yjarras. C erámica: vaso
de los pontos: espadas Midelheim de sac rificio de la tumba monumental de cu ello largo con decoración incisa . Las figuras /10 están
(arriba) y espadas de antenas (abajo) . de Judenbutg (Strettweg , Austria ). a la misma esca la

322 PREHISTORI A II TEMA 13. LA PRIMERA EDAD DEL HIERRO EN LA EUROPATEMPLADA 323
....

2.5.3. La cerámica nia gr~ega de Ma ssalia, qu~ había sido fundada cn e l año 600 a.e. por co lonos
foce? s, en las bocas del Ro da no (ac tual Ma rse lla). La colonia pro nto sc Con-
La art esanía co noció un impu lso notable co n la apari ción de los pob lados vrr tro en punto dc pa rt.da para penetrar por e l Róda no hasta el interi or conti-
fortifi cados, que sirviero n de rec lamo para personal especi alizado al serv icio nenta l, con e ~pro~o~Jto de acceder a un ansiado mercado de productos: meta les
dc las élites. En el poblado de Heunenburg los talleres artesanales se conce n- como el es tano brit ánico, cobre de las arenas aurífera s de Renania y Bolle .
traban junto a una dc las entrada s, en una espec ie de barrio con áreas destinada s .' b" b ' 1 . , l ' , m.a ,
am di a neo, pre es , cuero s y posiblem ente es clavos .
a la ce rám ica, metalurgia del bronce, forj a dc hierro, meta listcría del oro , e
incluso de mane ra ocasiona l otra s labores más es pecíficas co mo la talla de Los prín cip es hall státi co s no tard aron en demostra r su notable intu ic ión
coral mediterr áneo. No ob stan te, no se conoce n con preci si ón los rasgos y el para convertirse en intermediari os de esa red co mercia l a larga distancia e tr
I . 1" • n le
ca rác ter dc la producción artesanal , basta qu é punto era una actividad básica- ,as reg iones at an ncas y las costas mediterráneas. Bajo la direcc ión de estas
ment e dom éstica o era relativame nte espec ializada , y hasta qu é med ida co ns- eli tes, l.os pobl ados adq uirieron e l rango de plazas de co mercio , donde las mate-
tituía un oficio a tiempo parcial o a tiempo co m pleto . Lam cntablemen tc e l n as pn ~n as procedentes del norte se permu taban por produ ctos aca bados dc
registro arqueo l ógico no ofrece pru ebas e n tal sentido. La mayoría de los pro - IUJ,o ~.~m dos del su~. En algunos pob lados se pudo producir incl uso la es pec ia-
ductos proceden de las tumbas prin cipesca s y por tanto repr csentan un apa rtado lizaci ón mercant il: es te !ue el caso dc Mon t Lassoi s, quc arraigó como pla za
es pec ífico de la producción relacionado co n la econom ía de pre stigio . Poco c1~vc en la ruta de l cstano que conec taba el Canal de la Mancha y el Med ite-
sabe rnos de la arte sa nía más co mú n, vinculada co n la vida co tidiana del resto naneo, con rutas de comunicación directa hacia Italia del norte , por los pasos
de la po blac ión y con los trabaj os de la economía de subs istenc ia, del Jura, la meset~. suiza y Los A lpes. En todos los casos la regulación prin cipal
de los Ill t~rcamb¡5):~ ..c on ,Ios ,me rcade rcs mediterrancos fuc monopolizad a por
La cerámica ha llstá tica habitual es taba hecha a mano y presen taba mú lti-
las nun onas anstocrata s ind ígenas, favorec iendo así su enriquec imiento y co 1-
ples variantes : vaso s de distintas formas, grandes platos, jarras altas y c uencos solidando su hegem on ía política. I
baj os, e ntre otros. Por lo ge ne ra l presentaban motivos decor ati vos trazad os
medi ante diversa s técni cas (excisión, incisión y es tampado co n interior relleno Por tales razones las mercancías traídas desde el sur trataban de satisface r
de pasta blanca), qu e formaban imágenes dc tipo geomé trico, a partir dc pun- l¡~s dem and as,de las minorías prin c ipescas. Las preferencias de és tas no se diri-
tos, triángulos, rombos y ajedrezados, En las zonas orientales se recurría a una g ran a los a rtic ula s de pnmera necesidad, sino a productos llamativos por su
decoración es pecial basada en símbolos y en figuras humanas formando peque- procede.n.c I~ extra,nJera ~ su luj o: v~lj i ll as delicadas de ce rám ica, compuestas
ña s esc enas. Entre las pro duccione s cerá mica s resultan llamat ivas las urn as pOI jarras, ánforas y cerarrucas de figuras negras; peq ue ñas filigranas tallada s
para el enterra m iento, qu e ten ían formas có nicas o bic ón icas, éstas últi mas de ~n oro ; vasos de bro nce ; telas suntuarias; y sobre todo una bebida mu y poco
bordcs anchos pero base estrecha ; y las vaji llas de banq uetes, para las que se co nocida pOI aquellas tierra s, el V1l10 , co n los utensilios para su prcparación y
usaban pasta s depu rad as y que presenta ban cierta influen cia oriental. consum? Lo s pnncipes demandaron tazas para servir bebida (oinokoi), cal-
delO~ (sítulas), grandes recip ient es para mezcl ar vino yag ua (cráteras), co la-
dores de bronce para filtr ar los residuos; y copas para beber de cerámica ática,
2.5.4. El comercio del es tilo de las, figu ras negras. La de manda de vino supcró e l consumo co ti-
dla~o y adquiri ó " " es tatus de ~lto prestigio, co nvirti éndose en un medi o para
El grueso de las redes come rciales hallstáticas pert enecía a una esfera local, ,; tua llzar las relaciones anstocráticas, confrarcrniza r y reforzar la amistad entre
basada en la transacci ón por truequ e de los productos bá sicos para la subs is- lideres, cop~rlic l pando en cel ebracion es rituales al modo de los banquetes o
tencia. No ob stante se desarroll aron redes come rc iales de carácter region al sy mposta griegos . La participaci ón de las mujeres en esos rito s pare ce asegu -
organizadas desde las res idencias principescas, para tran sporte de hierro , bron- I a~a p ues la pn ncesa de V ¡X fue enterrada con la crá tera de bro nce para vino
ce , sal, ganado o ce rámica entre otros productos, cuyo volumen preci so igno- mas Impon ente hall ada po r ahora, con unas dim ensio nes más espectac ulares
ramos. En realidad el aspecto mejor conocido de la trama comercial hallst ática q~,e mucha s piezas similares h ~lI ad a s en la pro pia Grecia. Es probable que la
es e l intercambio interre gional, que resultó trascendental para e l ordenamiento cra~era de VI X no fuer~ tanto objeto de mercadería co mo un regalo diplomático
político y econó mico de las resid encias prin cipescas. Esta red comercial tra- pal a complacer a las élites y de paso aseg urar buenos tratados y alianzas.
baj aba co n un vo lume n de obj etos mu y marginal pero de un elevado valor: se
Las redes d e intercambio a larga distancia tambi én operaron en la región
trataba de un mercado de bienes de lujo y artícu los de prestigio, protagoni zado
por los príncipes halla státicos y los mercaderes llegados desde los em porios
~el Hallstat onenta l. pero con unas car:acterísticas distint as. Los prín cipes orien-
tales no se II1te~esalOn tanto por los bienes de prestigio o art ículos de lujo, sino
mercantiles mediterr áneos. La pieza clave dc cste comercio de lujo era la colo-
por mat enas pnmas de pnmera necesidad , una dcmostra ción de mayor sentido

324 PR EHtSTORIA 1I
TEMA 13. LA PRIMERA EDAD DEL HIERRO EN LA EUROPATEM PLADA 325
práctico y de menor preocupación por la oste ntación pública de l poder. Para comer~ial que tant o babía favorecido a los prín cipe s hall státicos. Esta tram a
ello mantuvieron intercambios comerciales con los pueblos que habitaban las q uebró tras profundo s cambios en el orde n económico mcdit erraneu cuando
es tepas orientales, interesándose sobre todo por s us ca ballos , que po seían la col o~l~ de Ma ssal ia entró ~n un periodo de crisis y buena parte del c'omercio
mu cha más corp ulenc ia y resisten cia qu e las pequeñ as raza s mediterraneas y se desvi ó hacia las ruta s ita lianas de Los A lpes.
occidentales. También comerciaron con pueb los occiden tales para obt ener hie-
rro , sa l y ámbar, mat erias primas necesarias para la econom ía de subs istencia. . P<:ro no tO,dos lo~ principados hallst áricos padecieron la crisis, la despo -
Pero la preferencia por materias primas no implicó un rechazo tota l de los artí- b~'lc~~n ~ en última Instancia la c~ída del siste ma político . Los prin cipados
cu los de luj o medi terr áneo s, que tam bién obtuvieron mercadeando co n los Ildll.statlcos one~tales ma ntuvreron int acto su poder po rq ue s us bases po lítica s,
v éne tos, un pueblo sitoado en el litoral ad riático italiano, al tiempo que adq ui- soc iales y e.conom lca s era n bas~ante sÓ,lida s y solventes . Estas j efaturas orien-
rían esclavos. En cualquier caso no mostraro n intención de enterrarse con estos tales unpusrcron un mod elo político mas ce ntra lizado, más jerarq uizado , basa-
artícul os de lujo a juzgar por sus tumb as, donde son esporádicos los objetos do en el'!~mI 1l10 sobre terntori os mu cho más ex tens os, y apoy ado en instru -
de imp or tación medit erránea , como alguna coraza gr iega en Sti éna (Es lovenia) ment os ~.ol l d os de co ntrol SOCia l. Por e llo no utilizaron las frági les bases de la
e import aciones gr iegas e ita licas en G lasinac (Serbia) . ec?~om la de bienes de presugro para sus tentar su poder, despreciando la osten-
taci ón del .luJo como un med io para dign ificar su posición y co nservando las
viejas tradiciones rel acion adas co n la propiedad de la tierra. '

2.6. La caída del mundo hallst ático


3. Europa septentrional
E l mod elo de los principados ha llstát ico s podría da r una imagen de esta-
bilida d política en relación co n su carác ter mi litar, la capacidad para controlar
la soc iedad y la co mplicada tram a de intereses econó micos . Pero la realidad
era m uy d istint a. Los principad os de l Hall stat occ iden ta l respondían a un 3.1. El arco atlántico
modelo po lítico sumame nte frág il porque carecían de instru mentos op ort unos
para un dominio político consis tente y para un control categó rico de los med ios ~a P~'imera ,Edad ,!el H ierro en los territorios atlánticos (Ing laterra, litoral
de pro du cci ón. Lo s príncip e s mant en ían una auto rida d mu y limi tad a, en la de ,~I anc la y Pa íses baJOS) represent ó un periodo crítico de ca mbio. La arqueo-
ma yoría circ unsc rita a su propio pob lado y a un terr itor io redu cido, co ntinua- logia m~lestla u.nacn sls Importante qu e qu eb rantó e l pro longado cicl o de
mente en ent redicho por la extrema compe titividad con los principados veci - ~x pa ns lOn econonu ca '!e los tiempos dcl Bronce Final. El antigu o esp lendor
nos. Esta perm anent e situación de competició n no se manifestaba en disput as c ~lh u I al del B; on ce A! lantlco, basad o en la ~roducción de me tal y en un só lido
o guerras sino en la osten tación pública de bienes de prestigio , qu e ade má s CII CUlto rnei ca ntil de mtercam bio, co menzo a dar síntomas claros de recesión
servían para mantener el cont rol sobre la comunidad. Pero la adquisic ión de I~ac la. el SIglo .~IJ1 a.e. L~s razones prin cipales de la cris is pueden resumi rse en
estos bienes de luj o dependía en buena medida de la voluntad de los co mer- la incorporaci ón pau lat lm~ de la me talurg ia del hierro , que s upuso la co mpe -
ciantes ex tranjeros, co loca ndo a los prínc ipes en una posició n de clara desven- tencia para el mercado ~t lant lco de estaño; pero sobre todo e n la activac ión de
taja , al arbitrio de los interese s foráneo s. un eje ~omerclal de inusitada puja nza con base en el Mediterráneo, No obs tan te
Los pr imeros síntomas de agotamiento del modelo hall stático surgiero n el d~cl.'ve d~l antI guo círcu lo at lántico no fue bru sco, sino paula tino, a lo largo
hacia la seg unda mita d del siglo vt a.e. E l poblado principa l de Heunenburg de va~lOs anos , lo que explica q ue aú n en los últi mos momentos de l Hierro I
proporcion a una imagen de la caída de las jefaturas principescas: las tres últi- todav ía estuv rera parc ialmente operativa la antig ua red atlántica O h h
Gra n B t - ' . . e ec o,
ma s fases de oc upac ión del lugar padecieron sucesos violentos , varias de struc- re ana segura operando aun co n produ cc ion es de bron ce de calidad en
cio nes por incendios , que apu ntan un periodo de rivalidades política s o tur bu- forma de lingot es, q uc exportaban a las costas próximas de F ranc ia. '
len cias soc ia les . Lo s disturbios se ex tendiero n por mucho s pobl ados del El nue vo marco económ ico pro vocó un descenso dc los co ntac tos ent re
Ha llstat occidental hasta bien entrado el sig lo v a .C¿ culminando co n el aban- las c om ull1dades qu e habitaban las regio nes atlánticas , c uyos efec tos no se
dono de mu ch os de e llos hacia el 450 a.e. El pro pio poblado de Heun enburg 111c~elOn es perar. prod UCIéndose una pa ula tina re giona liza ción po li tica y
quedó deshabitado de man era definitiva tras una violenta destrucció n, repr e- socla~, un~ pro gre siva fragm en tación del pob lamie nto , una creciente autarquía
sent ando el fin al de la etapa. Pero las razon es de la caída tien en qu e buscarse ec o no m lc ~ y un escalonado in crem ent o de la co mpet itivi dad que pro vocó la
no solo en aco ntec imientos políticos y sociales, sino en la co mplica da trama for tificac i ón de los asentanuenros. Lo s primeros poblados amu rallados habían

326 PREHISTORIA" TEMA 13. LA PRIMERA EDAD DEL HI ERRO EN LAEUROPATEMPLADA 327
surgido a fina les del Bronce, pero fue e n e l sig lo VII a.e. cua ndo pro liferaron llanura s alema nas y pequeñas islas nórd icas, c l modelo de vida aldea no imp lan-
de '¡:¡n modo oste nsible. Los arq ueó logo s han hall ado cn mu chos de esos
tado en el Bron ce persistió durante largo tiempo , incl uso más a llá de la Edad
pob lad os claros indi ci os de violencia, que re m ite n a un m arco de má xima de l Hierro . La población se mantuvo dispersa en peq ueña s aldea s y caseríos,
compe tición, agresiones lat entes e incluso co mbates ab ierto s. El té rmi no poblado s modestos y granjas, cuyo tam año y den sid ad var iaban de acuerdo
usado para nombrar a es tos pobl ados es el de hillforts (de maner a literal.j or- con las posibilid ades agro pec uarias del entorno , La ausencia de defe nsas tes-
tificaciones en al/lira) , represent and o núcl eos di stribuidos de ma nera prec isa timonia un modo de convivencia relativamentc pacífico y un bajo nive l de como
por el terri tori o a d istanc ias reg ulares de 7,5 km., dotados de empa lizadas, pe titividad sociopo lítica.
terraplenes, fosos .. . a la manera tradici onal, e inclu so murallas más complej as
y sólidas re a lizad as con piedra. La economía aldea na de las llanuras dclnortc constituyó c l sistema social
y ec onóm ico más es table de toda la Europa de l prim er mi len io, un mundo dc
Lo s sistemas ec onómicos es taban basados cn la agric ultura y ga nadería, ca mpe sinos ajeno s por completo a la nueva órbita de consumo generada por
pero técnicas y cultivos variaban en relación con el marco regiona l. En unas los mercados medit erráncos, por tanto tambi én a los efe ctos desestabilizad ores
reg ione s se cultivaba sobre tod o trigo y en menor medida ce bada; cn otras y las fluctuacion es de la nueva econ om ía que invadí a el sur. Estos campes inos
regiones se plantaba sobre todo ce nteno. En e l sur de Inglaterra se ha detectado del. norte tam poco contaro n con los estím ulos necesari os par a incorp orar
una proliferación inusual dc hoyos usad os como silos, pro bablemente co mo rec ientes innovac iones teco ológ icas; eran aldeanos que carecían de interés
res pues ta a la necesidad crec iente de almace nam iento de excedentes. La con- algu no por aumentar su esta tus med iante e l tráfico de bienes de lujo traídos
servac ión de alime ntos exccdcnt ari os era una prioridad del modelo agropecua- del exterior y que mantuviero n co stumbres m uy conserv adoras, co nformando
rio , aun que ignoramos si la estrateg ia fue resultado de un sistema dc redi stri- así un mundo de mí nima movilidad soc ial que perd uró ha sta la pen etraci ón de
bución region al o simpleme nte un seguro para los per iodos de escasez de las prim era s redes co me rciales rom anas, allá por los siglos t y 11 a.e.
alimento . Por su parte, la cabaña ga nadera básica es taba constituida por vacuno
yen menor medida porcino , ovicáprido y equino. La agric ultura persisti ó en los modos tradicionales dc siem bra de cereales,
y la ga nadería en el cuidado de la cabaña bovina. La caza, la pesca de río , la
En líneas generales la regionalizaci ón conduj o a la autarqu ía y autos uficien- recolecc ión de vegetales e inclu so la pesca en alta ma r, proporci ona ron sup le-
c ia local, ante una red ucci ón importante del vol umen de las importaciones. Este ment os importantes para la diet a. Bien es cierto que no toda la produ cción eco-
pa ulatin o ret roceso de l intercambio puede aprec iarse nítid amcnte en la distri- nómica se centró en la esfe ra de subs istenc ia y que la presen cia de talleres
bución de producciones cerámic as y metalú rgicas, limit ada a una escala local metalúrgico s en las viviendas revela una actividad dom éstica para la que se
y regional. Por supuesto, no desapareciero n por completo las tran sacc iones a tenía que importar el bron ce. Lo s objetos rea lizado s con este metal perten ecía n
larga distancia porqu e hay prueb as de intercambio a una esc ala interregional, a un marco li ~ i t ado de bienes de prestigioque se distribuían a nivel local, pero
pero redu cid as a unos pocos artíc ulos que demandaban las élitcs dirigentes. Por su reducido num ero en las tumbas corrobora la escasa circ ulaci ón de artículos
ejemplo, en las costas meridionales de Inglaterra e inclu so en Irlanda se di stri- metálicos de tal calidad.
buyeron algunas espadas hall st áticas. Pero la mejor muestra de es te tipo de con-
tactos es el dep ósito ga lés de Llyn Fawr, que co ntaba con un completo juego
de guerrero , compues to por una punta de lanza, una placa de cinturón y ele- 3.3. El complejo Iausaciano
mentos de arn és, No obstante, en línea s generales el pape l dc los bienes de
importación no fuc re levante en la eco nomía. Este tipo de intercamb io de lujo En las tierras situadas entre los ríos Vístula y Oder, la Prim era Edad del
se centró en produ ctos de hierro, bronce, vidrio, ámbar y cora l, a través de los Hierro se conoce co n el ca lificativo de Cultura de Lausitz O Lausac iana . En
sistemas de intercam bio de dones o rega los entre caudillo s. este territorio de vastas llanuras que recorr ían A lemania orienta l y Polonia se
respiraba un marco sociocultural muy distinto al registrado en sus vecinos occi-
dent ales, La prolife ración de poblados con fortificaciones poderosas revela una
inversión notable en la.de fensa de l territorio y los recu rsos, incl uso la po sibi -
3.2. El circulo n árdico lidad de conflictos IDI litares marcada por un ambiente de intensa competitivi-
dad entre los grupo s locales.
Lo s territ orios situados entre la desembocadura del Rhin y e l Vístula (No rte
. Los pob lad os lau sacianos presentaban fo rtificac iones mu y só lidas que
de Alemania y Din amarca ) mostraron durante la Prim era Edad de l Hierro una
rivali zaban en capac idad defen siva , con rob ustas empalizadas de mad er a
clara continuidad cultural respecto del Bronce Fina l. En es te territorio de vastas
levant adas a part ir de complejas estruct ura s (caja, encofrado s, re tíc ulas) y

328 PREHISTORI A"


TEMA 13. LA PRIM ERA EDAD DELHIERRO EN LA EUROPA TEMPLADA 329
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murallas de pi edra, ya fu era en la s cim as de colinas , j unto a las ori llas de ganadera centrad a en el bóvido , en menor medida cerdo y po co ovicáprido.
lago s o en torno a lo s valles . .. Lo s poblados variaban notablemente en tama- La ausencia de SIlos en poblado s como Biskupin parece es tar re lacion ada con
ño , pero los m ás ce lebres , Biskupin y Se nfte nbe rg , tenían las dimensiones y la hu medad de l suelo, lo que obligaría a levantar edificios a man era de grane-
organización interna precisas para proporcionar refu gio a una e levada pobla- lOS. No hay que ol vidar el importante pap el que pudieron desempeñar las labo -
ción. Biskupin era un lugar parti cularment e rel evante: el poblado se levantaba res de caza, pesca y re co lección, para la subsistencia cotidiana. No en vano
en medio de un lago sobre una isla artificial creada despu é s de una labor una buena parte de, la producci ón ec onómica de es tos pob lado s respondía a
ardua de drenaje y poseía una contunde nte empa lizada de mad era de medi o necesidades de caracter autarquico ; basta dec ir que la artesanía de Bisk upin
ki lóm etro de largo (fig. 15). La di str ibución interna del lugar revel a ha sta que era básicam ente dom éstica al obj eto de satisfacer la dem and a del poblado .
punto hubo una planificación es tricta del hábitat: las casas ocuparon la ma yor
part e del espac io interior; un camino perimetral qu e di scurría tras la empali-
zada y una serie de ca lles estrec has paral e las q ue separaban las hileras de las
casas , eran los úni co s espacio s libres. La s viviendas compartían una pared 4. Europa oriental: La Cultura Escita, j inetes de las estep as
medianera y se alineaban en trece largas filas paralel as de manera estri cta,
pr esentando pla nta rectangular y tejado a do s ag uas. La s calles es taban
cubiertas de tronco s y ramas para la impermeabiliza c ión . El poco má s de l E}l las ingentes llanuras que cubrían e l lej ano or iente de Europa se desa-
cent enar de viviendas podría haber a lbergado una población de 400-500 pe r- rr:Jllo ,una c u l tu~a mu y pe culiar, la Cultura E scita . En real idad , los anti guo s
sonas, aunqu e otros autores red ucen de modo con sid erable la cifra, situándola esc itas pertenec ían a una amplia rama de pueb los de costum bres milenarias
en unas 200 perso nas al interpretar que podemos en cuadrar de ma nera genérica bajo e l calificativo de «Cultura
Vlas pavimentadas mu chas de las p lan tas com o grane- de las es tepas ». Lo s ~á s r emotos orígen es de este tipo de pueb los p ueden
ro s o talleres. da tarse en e l tercer mi len io con el germen de la C ultura de los ku rga nes; en
la que ya se reve laban los rasgo s m ás represen tat ivos de lo s mismos: modo
La estricta organ ización de l po-
de Vida en torno a la ganadería tra shumante, dominio de l caballo y rit ual de
blado de Biskupin requ irió una auto -
enterrarrnento de mh umació n en túmulo s. De ahí en ade lant e este modo de
ridad central po derosa , con ca pa -
vida se extendió por las amplias estepas asiáticas, c ubriendo 7.000 kilómetros
c idad coerciti va y suficie ncia de
de longitud entre la Europa o~iental y Asia ce nt ral , inm en so territorio que
mando necesar ias para llevar a buen
dio cobijo a un cnsol complejo de pueblos ganaderos en constante mo vi-
término la ingente tarea . Pero la
arqueo logía no revela rasgo s de dife- miento , con un modelo soc ial en grupos tr iba les bajo un sólido liderazgo de
guerreros .
==--:1',;;- "
Vivienda'~'....",. . . ren cia ción soc ia l ap reciable en los
poblados lausacianos, por lo que . Los orígenes concreto s de la Cultura Escita son en cierto modo de scono-
parece no hubo líderes pod ero sos o cidos ~ues harto difíc il es buscar el ra stro or iginario de un pueb lo nómada
si ex istieron no desearon mostrar com o es te. Ha y prehistoriadores q ue datan sus orígenes má s remotos en el
púb licamente su poder. La s necrópo- Sig lo X a.e. pero es difícil seguir una pista preci sa por lo menos ha sta el siglo
lis demu estran la ausen cia de rasgos VII a.C. En este momento los esc itas habían oc upado la región circ umpóntida,
soc iales distin tivos ent re los ind ivi- un mu ndo de estepas situado al norte de lo que los griegos llamaron Ponto
duos. En la misma necrópolis de E u xm~J (ac tua l Mar Negro ), limitando con los río s Danubio y Don. E n lo s
incineración de Bi skupin , los habi- yacuruc ntos arq ueol ógicos de la región del 650 a.e. ya hay tres rasgo s propios
tant es reposaban con ajuares mu y muy caracten sucos: un armamento m uy notable, las inhumacio nes de caballos
sim ilares , siendo pocos los q ue in- y los objetos deprestigio co n decoración zoomorfa. Para esa época contamos
corporaban artícu los de luj o impor- con alguna s noticia s procedentes de marinos griegos que ya surcaban el Ponto
tados del sur. y
Euxino, la Imagen que no s han tran smitido no p uede ser má s aterradora :
La ba se de la producción econó- una region pob lada seres demoníaco s en continua guerra, licántro pos, ama-
Figura 15. Plano del yaci miento mica de los pob lado s lausacianos era zonas de r,echo s amp utados , caníbales , chamanes y cazadores de cabezas que
de Biskup in [arriba) y reconstrucción agro pecuaria, con una agricultura usaban cran eo s para beber; todo envuelto en un m undo de ll uvias y brumas
hipotética d el mismo (aba jo ; 8 1'1I11 , 1987). bá sica mente cerealista y una cabaña e tern as en opinión del poeta Homero.

330 PREIUSTORIA II TEMA 13. LAPRlMERA EDAD DELHIERRO ENLA EUROPATEMPLADA 331
Pero más allá de es a imagen. la Escitia de entonces reflej aba una compleja La eco nomía ganade ra estaba basada en los caballos y bóvidos. Los caballos
realidad co nstituida por un ca le idoscopio de múltiples pueb los. Los arqueó logo s resultaron trasce nde ntales para los esc itas (a la sazón ca lificados en m uchas
han distingu ido cuatro zonas. oc upadas por los siguientes grupos: los escitas ocasiones co mo «los señores de los caballos») porqu e rep resentaba n un medio
europe os. situados al oe ste del Danubio; los escitas nóm adas. quc c ubrían la de transporte ind ividual, instr umento para los co mbates, eleme nto de prestigio
es tepa ucraniana; los pueblos de lejana influenc ia escita del norte. que oc upaba n social y componente esencial de la identidad de es tos puebl os. El caballo era
la estepa boscosa de Ucrania y la cuenca del Don ; y los escitas de la Ciscaucasia, más que un mero objeto pues se co nvirtió en una forma de vida. de modo que
situados entre el Ma r de Azov y e l Caúc aso. Pero el carác ter militar de es tos los recio s corceles de vigor contrastado form aban con cl j inete una unidad de
pueblos permite ava lar su influ encia en otros lugares pues hay indicios de una co mba te tem ida por sus enemigo s en vida y un co mpañero de sus du eños más
penetraci ón mil itar de escitas en las llanur as húngaras. puede que polacas. e allá de la muerte. Los bóvidos representaro n e l otr o pil ar de la subsistenc ia, no
inelu so hay objeto s esc itas en e l sitio de Vetters felde, cerca de Bcrlín. solo co mo proveedor de carne sino co mo elem en to de tiro dc los carros. En rea-
lidad los datos que prop orcionan las cró nicas antiguas sobre los escitas nómadas
Debemos conside rar que e l carác ter guerre ro y tra shu man te de es tos p ue- revelan una dieta monóton a a base de carne her vida, leche de yegua y qu eso.
blos dab an co mo res ultado soc iedade s mu y inestabl es en e l plano pol ítico -
socia l. La Esc itia era el extremo occ idental de un vasto mundo de pa stores- La artesanía esc ita arcaica sobresalió ante todo en la metali ster ía. La meta-
ga naderos capaces de rec orre r hasta dos mil kilóme tros en busca de pastos. lurgia ocu paba el primer lugar en la jerarquía artesanal por su carácter estraté-
recorridos qu e no eran fáciles po r la carestía de pozos de ag ua y los conflictos gico e im pronta sofisticada, destacando de manera especial en tres sec tores.
territori ales q ue ge ne raban . E l siste ma de vida de estos pastor e s guerre ros E l prim ero fue el arm ame nto ta l co mo era previsib le de una c ultura guerre ra:
result aba muy rígido y present aba muchos riesgos de co mpe titividad y co n- espadas, puntas de lanza y flecha , pu ñales, todo tipo de arreos de ca ba llos y
flict o, de tal ma nera que la men or pre sión en un pu nto de la es tepa pod ía pro- obje tos de parada para os tentaci ón del guerre ro . El seg undo fueron las pro-
vocar despl azami ent os cn ma sa de otros pueb los y ge nerar desequilibrios de duc c ioncs de bro nce. en part icular uno s cuencos para tareas cotidianas de ali-
mentación y para labores rituales que present aban una ba se , dos asas y una
difíciI resoluci ón,
pecul iar decoración de tipo geo mé trico . El tercero fue la orfe brería, uno de los
E l hábit at trad ici onal cons istía en pob lados móviles, integrados por tiendas prin cip ales elementos de identi dad esc ita, que adquir ió especi al pre dicamento
de pieles que podían desm ontarse co n suma facilid ad, similares a lo que impro- cn la manu factura de placas de oro en las qu e se troquel aban figuras de ani-
piam ente denom inam os yurtas en los pueblos históricos de las estepas asi áti- males: ciervo s, cabras, felinos, rapaces e ineluso seres fan tás ticos . La de licada
ca s. Pero muchas tribus ni siquiera levantaban tiendas porque vivían en ca rro- orfebrería represent ó la mejor expresión del arte escita arcaico, influido hacia
mato s de h abitaci ón de c uatro rued as tirados por bueye s, q ue podem os el s iglo VI a.C , po r corr ientes helenizantcs que prom ovie ron no solo figuras
recons tru ir a parti r de a lgu na pequeña es tatuilla de arc illa. El tip o de vida ais ladas sino escena s de caza y combate. Frente a es ta re lativa riqueza met a-
nómada no sería mu y distinto del document ado históri cam ent e en pueblos de lúrgica, la prod ucción cerámica cra más limitada . Entre las tribu s nómadas de
las estepas como los mon goles de época imperial , que im ped ía c ualquier tipo la estepa ucrani ana se usab a una vaj illa común. grandes vasos y algunos cuen-
de lim itación territ or ial pero no por ello una estruc turac ión tribal; en realidad cos de pasta grisácea con un aca bado se nc illo y un trabajo deco rativo menor,
las práctica s nómadas es taban reguladas po r unas fro nteras tribales, en una limit ado a pequ e ñas franja s de puntos y rayas.
especie de nom adi sm o territorial triba l acentuado qu e podía provocar serios
Buena parte de estas artesa nías se han recuperado en los pecu liares ente-
conflic tos . rram ient os que salpican por doqu ier el terr itorio. Decía Heródoto que la Escit ia
Pero la sede ntariz ación paulati na de muchas tribus que se inici ó hacia e l era un pa ís de tumbas por la gran ca ntidad de se pulturas qu e se arrac imaban
siglo VI a.C,; pro vocó la apari ción de poblados co n un gra n número de habi- en necrópol is tum ulare s. En rea lidad el mode lo de ent erramiento era e l típico
tante s y con for tifica c iones só lidas . Es te tipo de pobla m ie nto tuvo mayor de las com unidades de las estepa s: la inhumación del cadáver baj o una cáma ra
imp ort ancia en los pueblos que ocupaban la es tepa arbo lada ucraniana porqu e (po r lo ge neral un encofrado de madera) qu e se cubría bajo un túmu lo de pie-
su economía principalmen te agr ícola favoreció a la postre la sedc ntarizaci ón. dra s y arena. Es te modelo de sepultura se conoce tradicionalmente en la reg ión
El pob lado más conoc ido de ta l tipo es Bi lsk é Horodychtch é, emplazado en como kurgá n y pro lifer ó de m anera mu y parti cular en las riber as del río
la orilla oriental del Dniep er, qu e represen tó un ase ntam iento imponente para Dniepcr, cn las que hall amos ejemplos como los de Rozkopana Moh yla,
la época. de un as 4.000 hect áreas de supe rfi cie, con una murall a só lida de Zavadska Mohyla y Hostra Mohyla (Mo hyla sig nifica literalm ente tumba).
varios kilóm etros precedida de un foso profundo y una acumulación ingente La mayo r part e de las sepulturas eran indi vidu ales en simples fosas rectangu-
de viviendas de distintos tam años qu e pod rían haber albe rgado una pob lación lares u ova les, co nservando las pert enencias del difunto y un caballo . Jun to a
de varios miles de hab itantes, las tumb as han aparec ido unas curio sas figu ras hu m ana s tall adas sin mucho

332 PR EIIISTOR IA 11 TEMA 13. LAPR IMERA EDAD DEL IIIERRO EN LAEUROPATEMPLADA 333
..

cuidado sobre bloques de 1-2 metros de altura , co n rasgos sencillos: los brazo s
recogidos en e l pecho, cuello co n torques, ca beza con casco y pob lado bigo te.
Lo s kurganes más imp onent es apareciero n algo más tarde, siendo conocidos
Tema 14
como los kurganes reales, pero esto es ya motivo del tem a siguiente.
LA SEGUNDA EDAD DEL HIERRO
EN LA EUROPA TEMPLADA
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334 PREHISTORIA 11
TEMA 14. LASEGUNDA EDAD DELHIERRO EN LA EUROPA TEMPLADA 335
gría. En el transcurso del siglo v a.c. la Cultura Latenicnse se propagó por
1. L a C ult ur a de La Time, Concepto y cronología regiones limít rofes, en particular por buena parte de Fran cia , Países Bajos y
Alpes italianos (fig. 1). Y en el momento de mayor esplendor dejó huell as en
muchos otros terr itorios que propiamente no form aron parte de ella y por tanto
1.1. El marco geográfico y cronológi co no pueden integrar se bajo tal denomi nación (Inglaterra ; costa adriática), pero
que notaron su influencia por la importación de algunos prod uctos ineq uívo-
La Segunda Eda d del Hierro en la Europa Templada es co noc ida b ajo el camente latenienses.
calificativo de la Cultura de La Tene. Este n~mlbre procede d~ un yacuTIlent,o La histori a de La Te ne se prolongó cua troc iento s años, desde la primera
suizo ubicado en las orillas de l lago Ne uch átel, que aparec ió en 1857 a l a~z mitad del siglo v a.c. hasta la mit ad del siglo t a.c. Esta últi ma fec ha es en
del hallazgo de varios restos arqueológico? baj~ las aguas. Las t~reas de ~henaJe huena medida co nvencional ya que represent a el momen to de la conquista
realizadas en cI lugar se prolon garon vanos anos y prop orcionaron un amplio rom ana de Las Ga iias Iras la célebre cam paña rom ana de Julio César, que se
co njunto de restos arqueo lógico s de la más diversa índole: espadas; cuc~lllos, conside ra como el canto de cisne de l mun do galo. Pero las raíces c ulturales
punt as de lan za escudos arneses para caballo, broch es de cinturon, f fbulas, lateni enses todavía perviviero n largo tiempo e n aq uellos pueblos co nquista-
cuchÚlas, calde;'os de br~nce , barr as de hierr o en bruto, yugo~ Y hasta vigas do s po r Roma , hasta que la paul atin a romanizac ión acabó con los ancestral es
de madera entre mucho s otro s. La sun~a import an csa ~rqueol~glca del. luga.l modos de vida indígenas. Hay una propu esta más radic al, la de aq uellos estu-
no tard ó en ser recon ocid a al usar el terrmn o de La Tene par a nombi a: a l a dio sos que consideran qu e la rom ani zación no despl azó del todo las profun -
cultura centroe uropea de mayor categoría du rante la Segunda Ed~d ~el !1'en o,. das raíces indígena s lateni enses, de tal modo que es tas perduraron como pro -
que ocupaba en sus oríge nes una inmensa banda tern.tonal , dl stn~ulda po~ fundo ace rvo c ultural dur ant e otro s tantos siglos y sobrevivieron a la caída
Francia oriental, Alema nia meridional, Austria , Cnequia, EslovaqUl,1 y Hun de Roma, para renacer en los prim eros años del Medievo . Má s allá de esta
pro puesta, la postura académica más convencional pro pon e que la Cultura
Lateniense duró cuatroc ientos años y tuvo tres o c uatro etapas. El primer
ORlGENES

o o'...." estudioso que planteó una división de la historia lateni ense fue Tsehil er, que
en 1885 decidió distin guir tres peri odos a partir de evolución tipológica de

-""
M_ "",,"

EXPANSION CENTRAL
OE LATENE
HilnsNck-ElleI

O
los prin cipales objetos met álic os: espadas, puñales y fíb ulas. En es ta mism a
línea trabajó Déchelette, que rehi zo las primeras periodizaciones usand o los
tipos de enterra mie nto y por supues to los obje tos de bronce y hierr o de las
EXPAN~ PERlFERICA. necróp oli s (tabla 1).
DE LA l ENE ---+
l . Posan lnva!ionH Irln~ Hoy en día la periodización más utilizada es la diseñada por John Co llis,
,.......
2. Posibles IrwMiones del DwIubio
que registra tres periodo s sucesiv os de marcad a impront a evolucionista: La
3. ecnacm ~ I con Gran
Bretaftil
T éne A o periodo clá sico (500 a.C.-400 a.Ci); La Tene B o per iodo de expan-
sión (400 a.C. -IS O a.c.); y La Tene C o periodo de los oppidas (150 a.C.-50
a.Ci). Pero más allá de esta seriación convenciona l, el propio Co llis ha anali-
zado la existencia de do s ciclos socioecon ómicos opuestos en la larga historia
de los pueblos latenienses. El prim ero ocupó los años 500 a.C.-250 a.c. y ha
sido calificado con cierto sentido alegórico por el prehistoriador anglosajó n
como el «Reflujo de la Marea», pues consistió en una crisis aguda originada
por la recesión económica que acabó con Hallstat y c uyas con secu encias más
notables fueron el retroceso del comercio, la caída eco nómica y la consolida-
ción de los mod os a utárquico s de producción. El seg undo periodo perduró
entre los años 250 a.C.-50 a.c. y represent ó una espec ie de «Renacimiento
econó mico », un nuevo impul so del co mercio medit erráneo estimulado por
griegos e itálicos, que forj ó la recup eración de los mercados y en general de la
economía centroeuropea , incorporan do nuevas bases de produ cción e inter-
Figura l . Mapa de Europa con /a dispersión de la Cultura de La T éne. cambio que tuvieron su mejor expresión en los famosos opp idas.

TEMA 14. LA SEGUNDA EDA DDEL HIERRO ENLA EUROPA TEMPLADA 337
336 PREHISTORIA 11
PERIODO RASGOS CULTURALES (armam ento, adornos, vasos y ol r os) a través de la comunidad lingüística. Esta irucrp reraci ón sos tiene que los pueblos
ce ltas fuero n los represen tantes de una cultura ances tral de hondas rafees, pro -
- Es adas corta s de punta aguda , casco s de bronce . . . tagonistas de una historia eterna plagada dc ava tares a lo largo de cieutos de
- Ffbulas con moti vos decorativos antropomorfos y zoomo rfos. años, que lograron superar grac ias a una forta leza inu sual para conservar su
brazale tes, co llares. ' .. , acervo cultural hasta prácticamcnte la actualidad. De acuerdo co n es ta imagen
La Tene I - Vasos de bron ce (imP?l1ados de Grecia e Italia) vasos carena- harto rom ánt ica, los ce ltas fuero n pueblos guerreros poderosos hasta cl pu nto
dos" y " turbiniformes de oc upar buena parte del continente en época prerromana, y de mostrar resis-
- Tumbas planas de inhumación (en l!lraS partes sepulturas tUl11 l1- tencia numantina ante la conquista de Roma. El pionero de los estudios ce ltas
lares con inhumaciones e incineraciones).
Déchclette mantuv o la idea de la co rrespo ndencia La Tene-celras hasta el punto
- Espadas largas con punta ligeram ente red ondeada, es.c lld ~~. de proponer las siguientes pro vinc ias geográfic as: 1) La céltica cominental, que
- Braza letes de vidrio y a veces met álicos, cadenas-cinturón de comprendería Galia, Italia del nort e, España septcntrional, Bohemia, Trans ilva-
La Tene 11
muj er en bronce o hierro . nia, Rusia septentrional, Alema nia mer idional, A ustria y Hun gr ía; 2) La céltica
Primeras moned as galas cn las se pulturas. insular, que reuni ría Inglaterra , Escocia e Irlanda; y finalm ent e 3) La céltica
germánica , que inclu iría Alem ania del nOJ1e, Dinamarca y Suec ia.
- Espadas muy largas. de punta redonda. puñ ~lIes " antropoides ",
escudos eon broq ue l de hien a elipso idal o Circular. espuelas de Pero la imagen del ce ltismo en el mun do acadé m ico resu lta mucho más
La Tene III h ierro o de bronce. . . . complej a y contradictoria, de manera qu e los prehistoriadores no han llegado
- Brazaletes con punt as torcidas en es piral. cuentas de vidrio para a un ac uerdo a la hor a de encarar interroga ntes básico s: qu ienes fue ro n los
collar, útiles e instrum entos de hie ~o muy abundantes, monedas puebl os celtas, cuáles sus orígene s en la Protohi stori a, c uáles sus rasgo s típicos
en bronce ca lado, es tuches de agujas.
y, en última instancia, si existieron rea lmente. Ha y opti mi stas defen sores del
celtismo como Venceslas Kru ta, qu e man tiene la fe en la existenc ia pasada del
Tabla l . División de La T éne según D échelette.
pueblo celta e inclu so en su pervivencia hasta la act ualidad baj o fo lklores y
lengu as habl adas en Breta ña, Gales, Escocia o Irland a. Pero otros cspecialistas
no menos recono cid os, co mo John Collis, perseveran en negar la existencia de
un pueb lo ce lta, de una historia, cultura, religión , arte o etnia co m ún. Porq ue
1.2. La «Cuestión c éltica» para Collis los cel tas no fueron má s q ue un caleidoscopio variado de culturas,
co munidades , puebl os y etnias, que los rom anos integraron bajo un mismo tér-
Durante mucho tiempo, los prehi storiadores no dudaron cn a~oc iar la C ul-
min o sin ning una mat izac ión . De este modo, los celtas nun ca existiero n como
tura de La Te ne con los pueblos llam ados celtas. La palabra celta nene su ong~n
pueblo y son tan solo una co nstruc ción artificia l de la histor ia y la política.
en un vocablo grieg o, «keltoi», que denom i~'aba a, todos :l(!uellos p.u~blos s itua-
Esta opinión no carece de sensatez si pen samos que los escritores rom anos no
dos más allá de los límites de la civilizaci ón hel énica, sm espe~~l ~arl~~~~~~~ coincidieron a la hora de reco nocer qué eran los ce ltas y permi te reflexionar
recisión particu lar sobre su ori gen y naturaleza cultural. ~n lea l a ,. .
~imientos sobre los pueblos ce~tasL~r~ceC:;n ~e la~~~7~c~~;~d~~oe~c~::~s II
cro nistas grecolatinos, co mo TIto IVIO , 10 oro I " .
sobre los mét od os usados para " recons truir" la histor ia; sobre e l " uso " de
supues tas trad icion es de raíces históricas para recrear identidades nacion ales
bajo una pre tendida autent icidad étnica.
Vicio Entre las mejores narra ciones para conocer los ce l t¡~s tar?lOs de las rcgl~-
I Jd ' F cía se halla sin d uda la crónica mil itar de Ju lio Cesar, qu ien surru-
ncs e ran . id b " L Guerra
nistró una excelente descripción al respecto en s ~ c!?nocl a o ra . a to
d I G n Dc lo dicho se deduce que el conoc nme nto y el propl? .c oncep 1.3. La evolución histórica
d~ c~~ta ~r~~de crónic.~ pse~d~lu:tor~~~I~;~~~

de la literatura, en concreto de la
~~ ~~ca;~~g~~~s:~~~~t~~ ~~I~I~l1~~~~·~tt~o¡'~Cn:i~~ ~~c~~Jt~~~I~~ ~~~~~s ex tran- 1.3. 1. Los orígenes (La Tim e A)
jeros a los que j uzgaban desde una actitud de arro ga ncia etnoce ntnsta. ..
Lo s orígenes de la C ultura Lateni en sc se pueden ra strear en la primera
En la actualidad , los p ueb los ce ltas permanecen en el lmagm ar~~ P~Pt~~~ m itad del siglo V a.c. en do s zonas mu y concretas : la región france sa de la
meno s acad émico como una civilización dc gran person a hda~ , un pu~ o 0n: do C hampaña, situada en torn o a la c uenc a media del Sena, a la a ltura del Mame-
de una iden tidad cultural com ún, partícipe de una filme base etmca y erma Mose la; y las region es alemanas del Hün sruck-Eifcl, situadas en pleno cinturón

338 PREHISTORt A II
TEMA 14. LA SEGUNDA EDAD DELHIERRDENLA EUROPA TEMPLADA 339
boscoso hcrci niano de la c uenca medi a del Rhin, po r las co ma rcas de Baden - po r migraci ones masivas de los pue blos c l . . .
Wuttemberg, nort e de Baviera, Hesse, Turingia, Bohemia, Mo rav ia y S ilesia. co nquistas militares más allá de s us tieITa~ ~~St~~o[fiugn;p)1 ~1~~gad~ sen e de
En tiempos de la Primera Ed ad del Hierro es tos rerritorios se habían mantenido poseen valor histórico seg uro ero coinc id . . ... . .. . s, as cro mcas no
en una órbita sec unda ria a modo de hinterland económico de los prin cip ados panorama de constantc desOl'de~: numerosa:~ri~li~l~::;:~ secsptalleSIPeolcO'a co mo un
hall státicos. El antiguo núcleo íateniense estaba pob lado por ge ntes autó ctonas nu ento en dir " ~ .' . ~ " n en rnov t-
'1 C) ' . d ' eCcllo n a O/.lente , hacia las pos trimer ías del siglo v (cirea 4 10
regidas por j efaturas de poca imp ortancia y con una eco nomía de carácter ba s- " . " mva leneIo os temtonos de Panonia H ·'· E l , '. . .
n~~~~t~~s no mende~s be,li~osas tribu s avanz~rol~I;~~~~~ ers~~.'I; l~I;;¡V:~~~I~SI:I ~~~
Pfrancés
tant e autárquico , qu e mantenían re laciones con los prin c ipados ha llstáti co s, a
qui enes se rvían co mo mero s aba stece dores de materias primas y partidas de . ' pinosen rreccrona las del 11 d I P
tierras . . .
es clavos . Lo s pu ebl os de Ch ampagn e y Hün sru ck-Eifel no se lucraron co n (área390 a C) L . 1 . .. . va e e o y el litor al mendion at
es tas relaciones si j uzga mos sus tumbas, tan simi lares que parecen respon der ene traro n -. " , '.' as e esc rrpc rones incl uso enumeraban las tri bus ue
p en la Pen ínsul a itali ana en un acto preciso de , . hi , . q
a una sociedad más o me nos igu alit ari a, co n poco interés por la amortizac ión msub ros ocuparon la zona al ie d cro ruca istonca: los
de objetos suntuosos y art ículos de lujo imp ort ados en sus necrópoli s. valle del Po ' los be)' . hi P e Los A lpes; los ceno ma nos invadi eron el
, lOS se rci e ron co n Parrn a B I . I .
Pero la situación de los poblados de Hünsruck-Eifel y Marn e-Mosela ca m- litoral adriático... La presión ce lta result ó t "Yb ' o ama: os Imgones con el
o an a I umadora qu e en el 386' C
P Iantaron sus huestes a las puerta s de Ro ma y l' _ I .
e
bió rad ica lme nte hacia e l 450 a.c. por varios motivos. En primer lugar por un - d. .
poder ce lta llegó a tal unto ' . .. ' . a 1ce ujeron a escombros. El
Alejandro M ag no a OI~lIas d~\I~~::1~~~~1.oE~3;'i d.C. cle\tas trib us pact~r?n con
crecimiento notabl e de la pobl ación, que ge neró un aume nto de l número de
h ábitats y de la presión dem ográfica. En seg undo lugar por un incre mento nota- SIglo nr, pues ava nzaron har- i . . un petu ce ta no se paraliz ó en el
bilísimo de la producción de hierro en las minas, que trataba de dar resp uesta Del fos en el 27 9 . C' ~ac'" e l SUI pa ra saquear el santua rio de Apolo de
al aum ento de la demanda para la manufactura de nuevo s instrumen tos ag rí-
colas. Y en tercer lugar por el crec imiento del co merc io co n los mercad eres ~ele~pOl.lto, penet~~b~~ ~~e~~:;~);:~g~~~Sb~~~~~c:~r:~~~~:~~ee6:~~~~~h~s~el
ori entales del Mediterráneo, una vez que los principados hall stático s entraron ~i~I;~I:~fo:~~~a~~~ ~~~p'~fles cOlbTe.rías pero no as í el poder central en el'Dan~~
en crisis y mu chos de sus poblados fueron aband onados. Tod os es os factor es o pOI OIOS, escordi scos y tauri sco s.
precipitaron la hi storia antigua de La Tene, Los arqueólog os han podido ras-
trear en las tumbas el comienzo de su period o de esp lendor, que revelan un
increm ento de la desigua ldad , en partic ular un enri quec im ien to de los ajuares LA EXPANSION CELTA

de las minorías diri gent es, co n la apa ric ión de obje tos suntuosos: canos de do s • lana. ....

ruedas; espadas, lan zas y ye lmo s de bronce ; torqu es y brazaletes de oro; artí- • Pm..lOI>lI"" '~~V ·r.I.c.
culo s med iterráneos muy elaborado s co mo los peculiares recipientes de do s ~ ~lOnIdt·~, SlgQo; ... c.
as as llam ado s stamno i y uno s pecu liare s jarros picudos rea lizado s en Etruria. - ........---,-
--
~--
-,.,-

1.3.2. El periodo de las «migraciones» (La Téne B)

Hacia el año 400 a.C; producto s latenienses inundaban un amp lio territorio
de la Euro pa Templada : desde Ca lais en Fran cia hasta los mon tes de Tra nsil-
vania en Ruma nia ; desde e l valle italiano del Po hasta las llanuras meridionales
de Po lonia. Los preh istori adores no han enco ntrado tod avía las claves q ue per-
mit ieron la rápid a expansión de la C ultura Lat en ien se desde sus regiones ori-
ginarias, ni cómo se produjo este pro ce so , ni lo que represent órealmente. Pero
los partidario s de acept ar la identifi cación entre La Tene y los ce ltas, manti enen
con firmeza una hipótesis avalada por los relatos clásicos redactados por lite-
ratos y cro nistas grecorromanos, rel acionada co n la co nquista militar.
Los relatos de Livio o Plinio el Viejo retratan los año s 400 a.C.-3aO a.c. Figura 2. M op a {Ie díISperS1011
.,
como un periodo mu y turbulento en la historia del continente e uro peo, afectado del celtismo a tra vés de Sl/S migraciones
(adaptado de Ag uado . 1992). .

340 PREHtSTORtA 11
TEMA 14. LASEGUNDA EDAD DEL HlEHRO EN LA ElffiOPA TEMPLADA 34 1
Plinio el Viejo hizo incluso un intento de explicación histórica al relacionar
las migraciones y conquistas militares celtas con un aumento exces ivo de la dición de los siglos anteriores; como tal la .' . .. ' "
población, que provocó una desestabilización soc iopo lítica ja más conocida en en las tribus galas de la región meridionaÍ (I~r~~~:~~ I~.~a?d l,e s~lto deCISiva
esos pueblos. Livio no ahorró palabras para dar cuenta de las tensiones políticas nos y helvec ios), cuya historia po lítica y e~onómica' r~su~~~es, e uos, secua-
que surgiero n entre las tribus, de los conflictos internos en una misma tribu y IIlcom prensible sin la intervención de a uella u :1 en CIerto modo
trotar los destinos de toda la Galia, q nueva po renc íu, llamada a Con-
de las duras cond iciones de vida de las gentes modestas por doqui er. En estas
circunstancia s, buena parte de la población no tuvo más remedio que emigra r Los relatos históricos recuerdan los siglos 1I I a C '
en busca dc fort una y medio s de vida más seguros, ya fuera por vía pacífica, com li ad, . I " - , . vomo una etapa muy
p lea a pdra os ce ltas a ralz de una sucesión conti ' le r . ..
ya por vía violenta. Fue de ese modo cómo se sucedieron las migraciones, las por toda Europa , En el Sur no tardaron en to , ' I~ U d (e l e~e ses mIlItares
ocupac iones y las con quista s, una tras otra a manera de oleada, porq ue la SIOnista de Roma , que ocupó de modo c1ecKI :~ocO¡la' el agl ~sl vl ollpmpetu ex pan-
ex pansión se pudo producir como una reacción en cadena: cada migración o 196) a.C .) y eI lillora I med llerráneo
' E l( ,e ' o ( 197 .:a C .-
franc és ( 125 a C)cuenca
conquista desplazaba a los anti guos invasores, que buscaba n nuevos territorios los embates del poderoso reino de Dacia Mie .',, ' . n e oliente sufrieron
cada vez más lejos de sus tierra s dc origen. Este proceso de «expans ión en hacer frente a una confederación dc trib~s g ntr~s: en el ~orte poco pudieron
oleada » tiene tambi én límites pues llega un mom ento en que necesariamente y litoral del Mar del Norte liderada por ' belmamcas, oriundas de Ju tlandia
pierde vigor y resulta muy poco es table a largo pla zo. ' 1 .. ' I cim nos y teuton es que t I
penp o militar acabaron arrasando parte de Alema ma '. CI " . Hun: U? argo
Pero hoy en día hay prehistoriadores que rechaza n de plano la hipótesis ses Bajos y Galia ( 120 a C) La inestahi l¡ I d d , iequra, ungna, Paí-
, " . I I( a crea a por los CI' b " .
invasioni sta, las operaciones de co nquista manu militari y las mi graciones nes so lo acabó cuando l'a repuiblic. _ .
ica romana intervino. de . dm 1I0s y dteuto-
masivas pacíficas. Para éstos, no existen pruebas arqueo lógicas convince ntes plantando cara ,a la amenaza con una seria intervención m?'~ o contun e.nte,
al respecto e incluso hay argumentos completamente contradictorios. De hecho Fst~1Il~IVenClon preludi aba otra mayor medio siglo despu~~Il~:~~~II~~~;:¡';;'
los dato s arqueo lógicos de este periodo de La Tene revelan un mund o rural os, e orna se d irigieron hacia las tribus celtas de las Galia ' " -
alejado de lo imaginable para una vida militar : por eje mplo no hay ni grandes diri gida por Julio Cesar, que acab ó en el 50 a C 1 hi s,en una campana
poblados ni sólidas fortificaciones; todo lo más n úcleos modestos de pob lación ce ltas y convertió sus territorio s natales en P;o~i~~~asaro~~~~~de los pueblos
abierta, dispersos e inclu so aislados, a manera de peq ueña s aldeas y granjas.
Este patrón de poblamiento cuadra mejor con un modo de vida pacífico, de
redu cid a competitividad soc ial y exigua conflictividad política, que al parecer
se implantó inclu so en regiones claves de la Cultura Lateniense, como Bohe- 2. La Cultura de La Téne , Del hábitat a la ideología
mia . Esta circunstancia pone de manifie sto de manera clara la confrontación
entre los part idario s del celtismo y sus opositores, entre las crónicas literarias
antig uas y los resultados obtenidos actualmente por la arqueología.
2.1. Poblamienm y hábitat

1.3.3. El periodo de los oppidas (La Téne C) pOb~~~n:~OI~;:1r~~ie~r~~Sd:~~OC~ltur~ Lateniense predo!ninó un modelo de
Durante los siglos Il-t a.e. se produjeron importantes cambios enm uchas ~~labldaodcOeSndaedreeducidadexten{¡ón con ~:~1~a~~su(~::::;t:s~ ~~~~~ti~~gYr~~~~ipll~;
vtvten as como mucho' d ' . .
dc las raíces tradiciona les de la Cultura Lateniense, en su marco político, orga-
Pocas familia "s En las. excavactones
. ' y mo estas granja s habitada s por unas
arq ueoló ' - I
nización soc ial y estructura económica, que de manera muy simple podemos
resumir en los siguientes puntos: la concentración de pob lación en nócleos for- ~~s~~~~~~~I~~:~I~~~~~:;:~ans~~í~i~~,1~~~'~II~sog~~;a~~~~~:, ~~~~~a~~:~n::
rectan gulares modestas con d~visión tripar~~~'J ~~~ss~;e;.~~~e preh guran plantas
tifica dos (opp idasv ; la evolución hacia forma s de gobierno más complejas; la
prolifera ción de la inestabilidad políti ca ; y la mayor complejidad económi ca
la casa indoeuropea, Entre las viviendas se ha " como proto ttpo de
a raíz de una especie de «Renacimiento eco nóm ico» (siguiendo el concep to
de Collis). Muc hos de los cambios vinieron motivados por el impacto de poten- d imensiones y profun didades, interpreta~los '1~~~~t~I~::~~~t~(~OS d~ ,~istintas
cias mediterránea s, y sobre todo de una cada vez más agresiva Roma, que por almacena mlCnto de alimento aunque algunos pud o . mo SI os pa ra
En algunos po blados se han excavado ' ./ lelOn, usarse como basureros.
artitic~ales" servidOa~~~:a~/;~~:~~~Ó~laJe~sia~~~~p~nes
es a época ya domi naba el sur de Francia (convertida a la sazón en la prov incia
romana llamada Galia Narbonense) , Poco tenía q ue ver es te mundo con la tra- que parece n haber
pequenos núcleos rurales proliferaron por doquier a lo largo del t ,'t . ' sos
en 1 orto, reve-

342 PREHISTOR IA 11
TEMA 14. LA SEGUNDAEDAD DELHIERRO ENLAEUROPATEMPLADA 343
. lt grado de autos uficienc ia y des -
laOllo. ~~n pat!ón ~~~:~n~~r~~~~~~~~~ac~~1~17a~ t~adiciones 10ca'l cs de la Prim era
idea les para controlar las vías de com unicación. La necesidad de defe nsa era
patente en sus sólidas empalizada s y m urallas, que complctaban un perím etr o
~~~1t~d(::t~~e~0. El pob lado de Rado vesicc, enclavado en un ~cITIton? c l<;ve continuo más allá de cualquier acc idente topo gráfico del terreno, entre barran-
• . ia r pr i na una buena Idea de co mo senan os
co mo Bo hemia (C hequia plop ? rc ~ .. . . . ru ación de dos/cuatro cas y oteros. Estos rasgos generales se rep itieron en los más de cincuenta oppi-
núcleos dc población agrop~cuan a mia s ~~~~~~s;I~ ~';~~Olfas, en las que pudi e- das detectados, cuya extensión medi a se aprox imaba a las 90 hectáreas, aunque
aldeas, compues tas cada una por me e la • los hubo de ISO hectáreas, unos pocos de 600 e incluso a lgo mayores, co mo
ron habitar entre tre inta y ochenta personas. Heidengrabe n (Baden-Wuttemberg) . Este último alca nzó 1500 hectáreas aun-
que el núcleo habitado era m ás pequ eño pues, como norma generalizada, buena
Pero hac ia la mit ad del siglo 11 a.c. so: produjo un ca,:~~ ~a~~~:::~it~n:~ parte de l recin to interior se usaba co mo una zona abierta para reser va de pas-
cl modelo de poblamiento como ~n. el h~bllat, q~e r~spo . lasmó en la
tizal ganadero. Los oppidas más conocidos son los descritos por Juli o César
de c~nt!alización. ~~~t;~:ti~~~~~~I~~~c~~nd~~~~~~~~I~ z,s;l:S:~ tlpo de pob la: en la ca mpaña de Las Ga lias de l 50 a.C¿ concre tame nte Bibracte y A lesia, que
apaiicron de ~obla I ' di Juli o César en su Gue rra de Las Galia s: poseían entre 100- l50 hectáreas.
dos con c l ca lifica tivo que es co nce 10 • • • . n os de ob lación,
oppidas . Básicam ente se trataba de JJnpo~~~~~~i~~~n~~)~}~r:ifi cacfones mu y Los oppidas contaban con un poderoso sistema defen sivo, compuesto por
la com binación peculi ar de sólidas murallas o empalizadas, complicados fosos,
só lidas, y dotados de una relativa co ns istentes balu artes y ca mpos de piedras hin cadas. Los mod elos técn icos
organi zación interoa ( fig . 3) .. ~as para levantar los muros eran dos: la muralla Gálica y la Kelhcim . La técnica
interpretaciones tradicionales vi ncu- dell71unts gallicus es bien co noc ida por e l interés que despert ó en el ge nial
laban la aparición del oppida con los estratega militar Julio Cesar, que proporcionó una descripción detallada de tan
temores de los ce lta s a las hordas ingeniosa obra de ingenier ía. La mura lla contaba con una traba zón de hiladas
ge rm ánic as de cimbrios y teutones,
integradas por postes de mad era en hori zonta l y vert ical. Lo s postes verticales
que ob ligarían a levantar de m ~nera estaban clavados firmem ent e en param entos de piedra seca (a interv a los regu-
urgent e una sen e de plazas fOltlfi~a­ lares) y se su jetaba n a los postes horizont ales con grue sos esp igo nes de hierro.
da s para la defensa del terntono ,
El resultado era macizo y contundente por sí, pero para completarlo la super-
Hoy en día es ev idente que los ras -
ficie exterior del arma zón era c ubierta por un te rrapl én de c uatro metros de
gos com unes de I os oppidas ~esp~n­
altura y cuatro de gro sor, relleno de piedras, gravas y tierra ape lma zada. El
cien a un as mo uvacio nes id énticas ,
mu ro era precedido por un foso anc ho y pro fund o, crea ndo de tal modo una
pero res ulta d isc utible at ribuir tal sólida defe nsa contra la caba llería enem iga,
causa a motivo s exclusivamente
mi litares. Las ded ucc iones act uales Los recin tos interiores poseían espacios edificados, área s cercadas para el
apuntan a que la apari ción de . los ganado y zonas de refugio pa ra la poblac ión en casos de pel igro . Las áreas
oppidas fue moti vada por nece.s ~d a­ habitables co ntaban con un núcl eo ce ntral -quiz ás vinculado a las minorías
des económicas, como la inten sifica- diri gentes-, zonas residencial es y barrios artesanales . En líneas generales, los
ció n de la producción cn las mmas reci ntos interiores es taban más o mcn os estruc turados pero sin límit es muy
de hierro próximas; el aumento del prec isos, y e n muchos caso s ex istía una distribución jerárqui ca de l área de
co ntrol territorial en un nuevo marco pobl am iento, como por eje mplo en Bibra cte, donde la parte más alta del pobla-
dc co mpe tición por la propiedad de do alberga ba e l santuario, la meseta situada por debajo serv ía para residencias
la tierra; y la creación de plazas ade- aristocráticas y en los arr abales de la pu ert a prin cip al se hall aba el barrio de
c uada s para ce ntra lizar un nuevo y los artesanos. Las viviendas de los oppidas presentaban plant as cuadrangu lares,
potent e mercado interregional basa- levant adas co n armazones de postes verticales a ras del suelo, aunqu e las ca ba-
do en un mayor tráfico de metal, ñas de menor tam año eran a veces excavada s en e l suelo. En varios oppidas
cuero , grano y escl avos . tardíos como Bibracte la nobleza levant ó residencias de grandes dimen siones
por influ encia romana.
Figura 3. El h ábitat lateniense: . Los oppidas se construye ron en
los oppidas . Plano de Bibracte y perf)! co linas y valles, pero mat en! end o Para hacern os una idea más adec uada de la organi zación interna de los
básico de construcción del 11lurus gallicus. siempre las pos iciones es tra tcg icas oppidas podemos recurrir a Manching, uno de los núcle os más notables de la

344 PREHtSTORtA 11 TEMA t4. LASEGUN DA EDAD DEL HIERRO EN LA EUROPA TEMPLADA 345
1
comarca de Bavie ra entre los años 150 a.C.-50 a.c. El poblado ocupó una coli-
na de 380 hectáreas, emplazada de una manera estratégica a orillas del Danu- las tum bas de mujeres y niños). La ima en .
tos es la de una soc iedad sencilla y h g 'Idquedespl end en e~tos en terra m iejj .,
bio , en un cruce cl ave de rutas de comunicac ión. La organización interna contó
lación de riqu eza y bajo e l modelo l unu e, SdlOdPIe oc.u paclOn por la acumu-
con una planifi cación previa, donde las calles superaban los 10 metro s de ancho ee comuni a l elalIvam ent e Igu alitaria.
y apa rec ían bord eadas por edificios , mientras varias empa lizadas separaban La~ tumb as de los sec tores diri gen tes eran minoritarias Iesr.
las áreas de hábitat. En e l núcl eo central de ocupación los arqueólogos hallaron el depo s!lo de objetos más suntuosos si bi l: " ," Y eestacaba n por
mul titud de estruc turas de habitación , a partir de hoyos dond e encajaron postes result aba abrumadora ni dio lugar ~ 't' b~n aacumulaclOn de nquezas nunca
de viviendas, trincheras para los c imientos y pozos para silos de almacenaj e. cspléndidas poseían como mucho un~'~ as ~1 ~Clp:scas . Las sep ulturas más
En derredor se desarrollaba una zona periférica carente de restos de estructuras, de modo ocasional pe tos cascos ca ' ~cena e o jetos: espadas, p uñalcs y
que sirvió con tod a prob abilidad como área de pasto para ganado. Las vivie n- de di stinción y de digni dad pers~na~ ~s e d~s ruedas, a la sazon mayor signo
da s variaban desde pequeño s edificios rectangula res de 8 metro s de largo , hasta sentaban lujosas irn ortaciones ,. ' n cua qui er caso, las tum bas que pre-
estructuras de 80 metros que podrían hab er sido graneros . El oppida contaba carácter autá rqui co de las mino~í~~l~:~~~~~~,~~~ s~lta~al~ esc,as as y pru eb an el
con un área aristocrática y una espec ie de barrio que albergó posibl emente a ser tenid as en cuenta par a evidenciar la margin~~~ d ~s le~cepcl~nes merecen
los artesano s y metalúrgico s. El lugar de Manc hing fue abandonado tras un pnmera pro cede de una tumba de la localid. a e comerc m de lUJO. La
episod io mu y vio lento que podríamos re lac ionar con una cruenta batalla pues y contaba con un elaborado collar de . ' I ad de WadalgeshellTI (Alemania),
01 0
en la par te central, una amplia área escampada, apar ecieron los restos de unos una sítula de bron ce imp ortada ele Tt 1 , un par de bra zaletes tambi én de oro,
a la y van as piezas de bron c d
."
e
trescient os cadáveres hum anos afec tados por herid as mortales. Entre ellos, una un carro. La seg unda pertenece a una t b: d D " : ronce para ccora r
cantidad ingent e de resto s de hierro : espada s qu ebradas, puntas de lan za y un surtido de piezas de Oro (eom;, br; . r'~ e ürrnberg (A ustn a), y poseía
umbos de escudos, que dan testimonio de la conquista violenta del lugar. de hierro , un casco de bron ce U'I' .ítul e es), una espada y dos puntas de lanza
, a SI u a una cop" kytix« . .
zas de hierro que dan testimonio a la ist . de un IX atrco y van as pie-
Desde el punto de vista socioeconómico, los oppidas fueron agrupaciones , . e ex" encra e un carro de mad era (fig. 4) .
de pohlación de crecimiento rápido, levantadas por reg la general de manera Las necr ópolis del periodo La Tene C son . l . ' .
planificada mer ced a un proceso de conce ntración y ce ntralización, que cum- perten ecient es a los oppidas Para alg . , histr conoc idas, en parncular las
plíanmúltiples fun ciones: centro político residen cial para los órga nos de deci- .. unos pie tstoriadores la ausencia de ente-
sión político s; ce ntro dc admini stración económica para capitalizar la produc-
ción a man era de mer cado central redi stribuidor; centro militar principal pa ra
e l contro l del territorio; y posiblem ent e tambi én centro religioso para cohesio-
nar la identidad tribal. Pero la imagen de los oppidas no puede ocult ar la per-
vivenc ia de un mundo rural, ya que la ma yor ía de la población seg uía con su
vida en granjas y ald eas pequeña s de no má s de 20/30 per sonas, sin prot eccio -
nes, habitando viviendas de planta rectan gular con poste central.

2.2. Enterramientos

Durante la ma yor parte de la Cultura Latenie nse se mantuvo la tradición de


la inhumación en tumbas individual es plan as, aunqu c no se pre scindi ó del todo
de la incin era ción ni de las tumb as tumulares co lectivas. El paisaje funerario
result aba co mpatihle con el mundo de pequ e ños pobl ado s y aldeas agro pecua-
rias, compuesto por multitud ele cementerios ele tamaño muy reducido que ofre-
cían sepultura a una s pocas decena s de cuerpos , en mu chos casos sin ningún
obje to de ajua r o con eleme ntos bastant e ordinarios: los hombres poseían una
o dos fíbul as a lo sumo; las muj eres, fíbulas de bronce, brazaletes, pul seras,
Figura 4.
tobilleras y a vece s torques y anill os (la presen cia de amul etos era habitu al en Reconstrucción de la tumba ari stoc rática 44/2 d« 1 uroli
de Di¡ a necropo ts
. e D urrnberg.

346 PREHISTORIA ti
TEMA 14. LASEGUNDA EDAD DEL HlERRO ENLAEUROPATEMPLADA
347
rram iento en muchos de estos pob lados fortifi cados es consec uencia de la gene- por sus hab ilidades militares. Los
ralizac ión de un ritual de incin eración rea lizado directam ente sobre la tierra y autores clásico s co mo Ateneo rela-
sin recogida de las cenizas, pero nada hay seguro al respecto. Por regla ge ner~ 1 taro n la peculi ar impronta de aque-
aume ntaro n las prác tica s de incineración , sobre todo en e l onente. Las necro- llos líderes :
po lis rurales no pasaron de peq ueñas ag rupac iones de tumbas co n un aj uar
«Cuando varios cenan [ unt os , se
muy restringido y sim ilar, en seña l de rep arto igual itarin de la riqueza, aunq ue sientan en círculo ; pero el más pode-
algunos sitios contaban con mayor número de tumbas, por ejemplo 170 e n roso de en/re el/os. que se distingue de
Karaburrna (Belgrado) , En las tumbas más lujosas de este pe riodo no se depo- /0 ,\' demás por suvalentia en la guerra
sitaron muchos objetos , mant en iendo así la senc illez de las costumbres fune- y por sus conexioncsfamiliares, () por
rarias, tal co mo quedó registrad o en la tumba más imp ortante de ese pen odo, Sil riqueza , se sienta en medio , como
localizada e n Dürrnberg , q ue poseía vasij as y espejo s de bronce origmanos de el direc tor de un coro , A su lado se
Ita lia, un caldero de bron ce con su soporte, anillos, fíbul as, brazaletes, adorn os sienta el anfitrio n y des pués . a cada
de ámbar, una moneda de plata y diez vasos ce rá mico s. lado . todos los dem ás en f unción d e
SIIS respectivos rangos. Detrás de ellos
11110 .'1 hom bres con armas . con esc udos
oblongos, p ermanecen de p ie . mien-
tras su gua rdia personal, sentada
2.3. Sociedad directamente en frente y en círcu lo .
participa de la fiesta co mo su señor» .
La imagen que tenem os de la prim era sociedad lateniense es muy parci al El modelo de liderazgo podría
y limitada. Para la mayoría de la población, com puesta por agricultores y gana- ba sarse sobre todo en e l contro l Figura 5. Guerrero ce lta del siglo I a.c. (La Tene
deros, pocos so n los datos reconocidos a partir de pob lados y enterramientos , inm edi ato de los medios militares e) ~:on la cota de malla . yelmo de hierro hemiesf é-
salvo que se trata de unidad es fami liares ~ u tónom as muy reducidas q~e depen - y los líderes g uerreros podrían neo . larga espada. En imagen op uesta , cascos
dían de la agricultura y ganadería a paru r de un modo de Vida relativament e haber tenido sus propias cohortes de parada militar de La Téne B pro cedentes
autárquico. Los artesanos y come rciantes especializados er~n una min or ía en de guerreros , una especie de sequi- de Amf reville (arriba¡» de Agris {abajo) ,
este tipo de sociedad agraria, reunidos en los pob lados de cierta envergadura. tos de jefatura bajo su mandato a
El mejor eje mplo de estas minorías especialistas se puede hallar en el complejo
mc:do de aris tocracia ecuestre. La represent ac ión de guerre ros a caballo ava-
minero austriaco de Dürrnberg, con una prod ucción especializada e intensa de
sal. El tam año de los pob lado s y las tumbas de ese lugar revelan una organi-
lar~a la dign idad de esos personajes, porque en aquella época los ca ba llos eran
artlculo: .de prestIgIO SOCIal y un símbolo principal de poder. Las cohortes mili-
zación familiar del trabajo a base de pequ eña s unidades co mpuestas por unas
tares aSI mtegradas suelen mantenerse unidas medi ante lazos de cohes ión alre-
tres o cinco familias, cada una de ellas integradas por unos 10-20 adultos. En
dcdoi de/mIn a s, una espec ie de herm andades articuladas por la devoció n per-
las tum bas no se mostraron di ferenci as sensibles, sino por el contra rio una
so~al hacia el caudillo, pued e que inclu so ? partir de un vínc ulo de sa ngre que
absoluta igualdad. Lo s análisis antropo lógicos han ava lado las dur as cond ici o-
urna a los miern hm s basta la muerte. Es te liderazgo result a idea l en sociedades
nes de vida de los mineros, pero en modo alguno esclavi tud ni servicio forzado.
expa nsioms rn, y presen ta una organi zac ión sociopolítica de indu dable éxito
Lo s mineros de Dürrnberg trabajaban en cond ic i~nes de libert ad y s,e benefi - para un mundo de co nquista militar y razzias.
c iaban de la gra tifi cación de su propi o tra bajo , ' . ,.
La distli bución igualitari a ~e la riquez.a en las tumbas guerreras apunta hacia
La mayor parte de la documentac ión sobre la soc iedad lateni en se de los ? tro aspec to IOteresante: la mil icia latem ense no formaba una cas ta ce rrada e
siglos V-tll a.e. se refiere a las minorías dirigentes, cuyo mogo de vida p'ode~os un pcrmeabte, tal como se percibía en tiempos del Hallstat, sino un grupo abierto
descifrar a través del mundo funerario . Los dos rasgos principales reconocidos
con una gIan mO~lhdad socia l. De este modo cualquier jo ven podía convertirse
en las tumbas de los cabec illas son la escasa presenci a de objetos de luj o y la en un.v~~al.l o milita r y tomar parte en un~ carrera guerrera plagada de esperanzas
au sencia de grandes diferen cias, reve lando unos caudillos poco preoc upados y POSibIlIdades, botmes y prcsngio. La famo sa escultura de l "G alo moribundo "
por la acumulación de rique za y la ostentac ión de su prestigio P? lítico , que representaba a la perfección e.ste modelo de mi licia , que prop orcionaba a los
podrían respond er al mode lo sociológico de primu s inter pares (<< pn mero entre Joven~s guerreros ~na ~oSlb¡]Jdad de ascen so soc ial en un marco de honor y
igua les»). Podríamos estar ante líderes rod eados de individuo s desll~ul ar cate- valenua hero ica mas alla de la derrota. E l grueso torq ues q ue rodeaba e l cue llo
goría, que obtenían e l poder por sus capacidades personales, prin cipalmente del Joven galo monbund o es un símbolo perfecto de la sociedad guerrera late-

348 PREIIISTORtA 11
TEMA 14. LA SEG UNDA EDAD DEL HI ERRO EN LA EUROPATEMPLADA 349
l
!

niense, pues tales piezas eon una apariencia contundente y sólida no era n ni 2.4. Economía
mucho menos excl usivas de las élites sino todo lo contrario: podían ser adqui -
ridas por cualquier guerrero ansioso por su recon ocimi ento militar, convirtién-
dose en un objeto de prestigio plenamente representativo de la profund a demo- 2.4.1. La agricultura y ganadería
cratización de los símbolos de rango en aquella sociedad guerrera.
La economía se concentra ba en la prod . " -r.. .
modelo semejante al reconocido dura nte l~~'i(~e~'~' ~~~~ ~ gt~adera, bajo un
Pero este sistema político tenía dos graves contrapa rtidas: la competencia
entre caud illos para alcanzar el poder era una fuente de tensiones contin uas, y la produ cc íon agropec uaria de las modestas . . . e ter ro, aunque
necesidades causadas por el incremento de 1~a~~~I ~~~S qr afr~ntar urgentes
el uso de la guerra co mo instrumento para asce nder socialmente convirtió los
saqueos y pillajes en unas necesida des en démicas par a perp etuar el sistema se ado ptaron para aume ntar lar d .. . n. as estta legJaS que
político. El resultado era muy negativo al generar un clima de perman ent e ines- versalilidad y capacidad de ad;pfa~ió~c~ 'ol~ de allln~n:os reve laron la notoria
e
tabilidad basado en la expansión continua para evitar la rivalid ad interna entre para la incorporación ele nuevos a eros a e~onom~ a atemense, ~n particular
caudillos y para permitir el asce nso de los jó venes guerreros. La expansión antaño bal d ías I p ele labran za, la rotu ra ci ón ele tierra s
ha cia el ex terior, la ocup ación de nuevas tierras y las razzias destin adas al e e ras Y a puesta en marcha de nuevos cultivos. .
saqueo se convirtieron en medid as necesaria s e implantaron una cultura mili -
tarista al meno s en ciertos sectores de la sociedad. Pero ningún sistema político
pro~:~7~~I~~':~'m'ónendteo S~uye,vll0es instrlumefntos a grícolas permiti ó acrecentar la
, JOIm ae lcac la del l b ' bi
puede manten er de manera perenne este modelo de crecimiento, que a la postre
resulta tan intransigente como arriesg ado. ~~~~~~~;\::d~~~~~i:~I~ep
TI d
s~::I~~I~b~~l~~:lnCe"ata,IUrgia de h~el~~~%'u~ ;:~~~~i~lt~~ :~
pOI su extrem a dureza y por ' .
El periodo de los opp idas revela claramente la inestabilidad política de esas san J( a ,' para elaborar utensilios apto s para los trabajo s duros d 1d 'b' u ver-
gentes inclu so en un mom ento de crecimiento económico. Podemo s recurri r de ;1~tu~~~~o~z~~1 camp? De este modo aparecieron las hoc~s, gUada~as,eCsU~I~i~ ~o~
nuevo a los escritos de Julio Cesar en su Guerra de las Galias para hacerno s biJi~ó la'rotur:~i~~das de a~ado, provo~ando una mejora tecnol ógica que posi-
:;::,s ;~i~~I~~c~~~~~i~l~~~I~i~~~:~:b~;~~~E:~~~:~~;~~~~~~~~~~~.~~~~~~~
una idea muy clara del complicado mosaico sociopolítico que ofrecían los galos
en los tiempo s de la conquista romana. Lejo s de una uniformidad sociopolítica,
la imagen que facilita el general romano nos sitúa ante un peculiar caleidoscopio SUIZOS. La com binació n de los nu . . ' . eman y Alpes
~éacs~i~~~. ~1~~:~.~~~'e~~~~~\~ ~bri~~vo~~~~~~:~~:~~~~;~:~~~~~~doa:o~~Yti~:;~~
de modelos dond e tenían cabida un amplio abanico de estadios, desde jefaturas
de distinto signo hasta los regímenes más o meno s asambl earios e inclu so algu-
nos estados tribales. De esta manera, la Seg unda Edad del Hierro en la Galia nica s de pro cesami ent o deal~~Om~~cl~n se .completo con la mej ora de las t éc -
invención del molino giratorio, qU~ ~;~~~:e~:~~~ ~~~I~~~(~Jt~r .m uestra
representaba un universo político de lo más heterogéneo, donde algunos pueblos
fue la
actuaban como pequ eños estados y otros apenas como jefaturas tribal es; donde
aum entar la eficiencia y rentabilidad del trabaj o. ascend ental pata
había tribu s gobernadas por un alto dignatario, como los suesones ; otros por
dos gobem antes, como los eburones; otros por magistrados electos entre la aris- En materi a agrícola se cultivaron diversas es ecies de tri
tocracia, como los ed uos; y otros por asambl eas de distinto signo. En suma , un
mundo complicado muy difícil de discernir a part ir de la arqueología. ~u:~i~~~t~st~~~~~~~~~~~~~I~~t~~lsella
. .
Produ~ci6~ de centeno~~~ ~~~t~~~¡:,e;~
' . s regumtnosa, summlstraron cosech
En la Guerra de las Galias se describe un interesante modelo de jerarquía res pela no meno s lmporlantes por su alto otencial de e as ~en o-
política en ciertas tribus, en las que una especie de magistrad os-reyes ocupaban
la cúspide; por debajo se hallaba un consejo, formado por nobles ancianos; y
~~,~~fasl~ ~~~~:~~~~a~: I~l~~;:,r~:E:~:r~ctf~~d~ddel¿eIT~I~:~~~~~t~n~~~e~~~
más abajo una asamblea popul ar integrada po r varones adultos libres y con
capacidad para tener arma s. De muchos textos parece desprend erse otra cir-
~'~~~:\i~~i~~~~~ ¡~~~~~~~i~es ~e;lOres p~dra 1~:{~~baJ~;~I~'l~~~I~~Z:n~~~~~ti~~
la vid 1" . erecc a pena estacar el rrujo y el incremento de
cunstanci a interesante, moti vada por la pérdida relati va de pod er de los líderes y o IVO, que debieron competir con importaciones del Me diten'áneo.
militares y el ascenso de una oligarquía comercia l y administrati va que creció La cabaña ganadera com prendía principalmente v . . .
en los oppidas. El propio César es muy claro al relatar con11ictos políticos entre y porcino, con variedades distintas de las actual es y d:~~~~~:~:Uld_o de ovmo
los reyes y esa oligarquía, que los romanos no tardaron en apoyar para evitar lals cifras de esos tres sectores variaban en función del lugar Es ~:no't a U,n que
la acumulación exces iva de poder en una mano, en lo que parece una sociedad e caso bien conocido del op pida de Manchin ' . rae eJJSllCO
mucho de mayor dinamismo que la de una simple jefatura. lógicos han demo strado la cría prin cipal de b;~i~~)~d: ~~;Sd~:;,u~;~~Ii~~epoo~t~~

350 PREHISTORIA 11
TEMA 14. LASEGUNDA EDAD DEL IllERRO EN LA EUROPA TEMPLADA 351
de cord eros, cabras y caba llos; así como también las crónicas de autores clá-
sicos sobre el valioso papel que cumplían los rebañ os ,d~ ovejas ~n poblados se hicieron a torno , ya fueran produ ctos de lujo , ya aJ1ícu los cotidianos para
galos. En un principi o la cabaña ganadera m a~t~vo un regun en autarqU1 c~ para coc ina y bebi da. Estas producciones era n básicam ente locales de mod o que
al autoabastecimiento familiar, pero la apanc ion de los oppu!as m,od¡fi<;o esta cada oppida manuf acturaba su propi a cerá mica para el autoa bastecimiento lo
línea de co nducta al generar un incremento de la producclOn mas alla d~!a que no impidió .I? aparición de unos pocos centros cerámicos espcc ializados
autosuficiencia. Basta con acudir de nuevo a Manching, donde la concentración para la ex portac i ón, recurnendo incluso a importaciones de arcilla de calidad.
masiva de restos de animales superaba con crece s las necesidad es del pobl ado Entre los centros especializados que usaban arcillas espec iales destacaron de
y parece apuntar de modo inexorable a un régimen mercanti l. Probablemente manera especial los hornos de Nassau (Baviera) y Ceské Budejovice (Checos-
Ma nching operaba como un centro ferial y plaza de I~erc ado regl~n al , (~onde lovaq uia), dedicados a la producció n dc unas peculiares cerámicas grafitadas,
acudían las gentes del entorno p ara .l ~ compraventa d ed lllm~le ~ . Pa la finall.za.1 que pront? hallaron Un amp lio rad ío de export ació n por Francia , Italia, Polonia
podemo s decir que los sectores tradicionales, como la l eC(~lecclOn ;egetal, caza y Rurna nía, Pero los prod uctos de mayor ca lidad eran unas llamativas cerámi-
y pesca, mantuvieron una notable importancra en el ámb ito dom ést ic o . cas pintadas, que necesitaban unas arcillas depuradas com pleta mente blancas.
La producc i ón habitual tenía motivos decora tivos geo métricos pintados, a base
de bandas de colorcs rojo y blanco; aunque excepcionalmente se delinearon
mo uvos zoomorfos.
2.4.2. La artesanía cerám ica

Durante los primeros tiempos de La Tene , ~a mayor parte de l ~ produc~ión 2.4.3. La minería y metalurgia
cerámica aun se hacía a mano. El torno de alfarero ya era conocido a finales
del Hall stat en el nort e de Los Durante la Segunda Edad del
Alpes, pero su uso se restrin gió a Hierro se produjo la decidida in-
las pla zas cla ves como Heun en- co rporación de la metalurgia del
burg, Moint-La ssois y Brei sach, hierro en Cen trocuropa, co n la
resultando minoritario y asumien- exp lotación intensa de las minas y
do las antiguas formas de la alfare- la manufactura de todo tipo de artí-
ría hall státiea. En este marco tan culos. Hacia el siglo v a.e. el hierr o
tradi cion al la cerámica comú n se se usaba para modelar herr amientas
limit aba a prod ucciones senc illas co rrientes (so bre todo de labranza),
hechas a mano, de poca calidad, alg unos aditamen tos para vestir,
imitando artículos metálicos: ánfo- como las fíbul as y los broc hes de
ras de cuello alto con bandas pin- cinturón; j unto a armas como espa-
tadas o incisas, esc udillas con pie das, pun tas de lanza, cascos y escu-
y urnas; co n un predominio de dos. Fue preci samente en el capítulo
siluetas redondeada s sobre las del armamento donde se puede per-
angulosas y generalizac ión de las cibir mejor la gran habilid ad de los
decor aciones bruñidas. En líneas herreros latenien ses (fig. 7). Las
generales bien podríamos decir que es padas experimen taron diversas
la cerámica lateniense fue un pro- modas, tanto ge neralizadas como
ducto menor y poco interesante. aut óctonas: d urantc los siglos V-lII
El torno no tuvo importancia a.e. se rea lizaron espa das corta s,
hasta La Te ne C, cuando se reali- pero la evo lución postrera del estilo
Figura 6. Ce rámicas la{el1l~ells~s . Jarr~ls de lucha favoreció la manu factura
picudas para vino de la necropolis Oll.stl:wca
zaron produ cciones cerámicas ma-
sivas en los talleres de los 0PI)/{Ia.l'. de espadas pesadas muy largas,
de D iitrnbetg (arriba). Jarra del yacimiento capaces de superar incl uso el metro
húngaro de Kosd (izquierda) . \laso del Desde entonces, las dos terceras
yacimiento húng aro de Lab átlan (derecha) . parte s de la produ cción cerámica de longitud, con filos paralelos y Figura 7. Ob jetos de hierro latenie nse : Espa das
espigo en la emp uñadura. La artesa- cortas (arriba ): espada larga doblada y punta de
lanza, pro cedente de la tum ba serbia de Bol ina .

352 PR EHISTORIA n
TEMA t4. LA SEGUNDA EDAD DELH1ERRO EN LA EUROPA TEMPLADA 353

linajes aristocráticos (que habían perdido adem ás e l contro l de la producción )


nía del hierr o brill ó con luz espec ial en las vainas que protegían las espadas,
y de este modo pud iero n alca nzar un nuevo estatus e imponer otras relaciones
consistentes en láminas finas de hierro decoradas con grabados y adornos repu -
de produ c~i ~~. El prehist~ri ador David Clarke ha llamad o a este proceso " des-
jados que imit aban a veces el gra no de co bre. La imp ort ancia de las vainas ha
tn bah;aclOn y repr~sento e l paso del antiguo orden a otro nuevo, lo que marcó
sido tal que hoy e n día se consideran obras maestras del arte lateme nse. ~ ha n
la au tennca transrcion a la Edad del Hierro. En relación con tal circ unstanc ia
dado lugar a un es tilo part icular llamado de las es padas , qu e adqui ri ó una
se produjo otro aspec to no men os imp ortante: la dem ocratización de l nuevo
importancia notable en la región de Hun grí a. meta l, que ya no solo se usó para el armamen to sino para artículos más coti-
Lo s herreros también se emplea ron en otras armas. Las puntas de lan za dianos y de un modo particular para las tareas agríco las. La propagación del
eran de muchos tipos, algunas semeja ntes al pilum romano, con el cuerpo corto hierro provoc ó una auténtica revolución agropecuaria al sustituir los instru -
y hoja anch a co rdiforme . Los ye lmos o cas os resultaban tambié~ mu y variados mcntos d,; l abr~ n za lític? s de la époc a anterior (hachas , azu ela s, etc.) por un
y evolu cionaron con el paso de l tiempo: pnmero largos y puntIa gudo s, sobre nuevo, mas variado y mas solvente surtido de uten silios.
todo en el 400 a.e.; má s tarde hemi esfér icos, con protecc ione s para el cuello
La metalurgia del hierro conoc ió un segundo gran empuje en el siglo 11 a.C.
o co n lámin as metálicas para cubrir las mejill as. Ade más se hicieron cuchillo s
Fue entonces c u and~) la prod ucc ión y manu factura creció de man era espec ta-
de filo curvado, esc udos largos de forma s muy variadas (ovales , rectangu lares
cular cn buena medida por el incremento de la demanda de metal a cargo de
o hexagonales), CalTOS con un eje de hie rro y do s grandes rueda s; así co mo
Roma, y en parte por un aumento del consumo interno en los oppidas. La pri-
adornos, bra zaletes, anillos, pectorales, torques Yfíbu las entre otros ,
mer a consecuencia del aumento de la producción fue la diversificación del ins-
El bronce quedó relegado como meta l para la manufactura de objetos d~ trume nta l cot idiano . Los arqueólogo s han hallado todo tipo de herramientas
lujo : jarras y joyas como fíbula s o braza lete s (fig. 8); mien tras el oro se empleo en hierro para las más diversas labores. La herrería contaba co n martillo s tena-
para la manufactura de adornos zas, yunq ues, limas, escoplos, punzones y buril es; la carpintería con hachas ,
como torques, brazaletes y alg una escoplos , taladros, sierras y c uchillos; e l trabajo textil co n cuch illas, agujas y
pieza exce pcional como el cuenco de azuelas; la agncu ltura co n arados, azadas , palas, guadañas y cuchillos. Pero
la tumba alemana de Sehwarzenba ch ademá~ se c,rearon otro~ utensilios para ~et ividades tan variadas como la pesca,
(fig . 9) . De la import an cia de los la alba ñilería o la crrugra. En hierro se hicieron ade más artíc ulos de aseo , obje-
herreros da buena cuent a una tumba tos de coc ma, balanzas, arneses, piezas de carro, arúllas, clavos... El result ado
hall ada en Austria con los restos de
fue u~.a gl:a n revolución instru mental, j unto a una espec ializa ción y una cuali-
un individuo mad uro rod eado de los
ficaci ón t écnica de las ac tividades tradicional es nunca antes conoc ida .
instrumen tos propios de la profesión
(tenazas, martillo, lima y c iza llas) . En el plano estrictame nte tecnológico, para la fundición del metal se usaban
En realidad casi todas las tumbas de unos h orn ~~ redo ndos a partir de h oyos de medio metro de profundidad y unos
metalúrgicos se hallaban bien surti- 30 cm de di ámetro , dotados de chimenea troncocónica de cerámica y un sistema
das, lo que demuestra la alta valora- de toberas para la entrada del aire a la altura del suelo. Las técni cas tambi én
ció n social de los profesionales del expe rimentaron ciert o progreso: en oca siones se rec urri ó al uso de calamina
metal. (cobre mas cinc) para obtener una especie de latón; y Plinio relata que los galos
El retraso en la adopción plena usaban un procedmuento de estañado y plateado utilizando mercurio, que podría
del hierro en buena par te de Ce ntro- ser c ierto pues la arqueología tiene pruebas del conocimiento de la destilación
europa no obedeció tan to a factores de ~ ~rc urio en el OI:/~i:la de A lesia. En mlll;,hos de estos centros se imp lantaron
Figura 8. Obj etos de bronce Iate nienses. tecnológico s como a motivacion es acrividades de fundi ci ón a gran escala, habitu alment e fuera de la zona habitada
Jarra de l yacimiento de Bas se-Yutz sociales de hondo alcance, a cam bios o en barrio s aislados par~ evitar cualquier riesgo, máxime si en las pequeña s
(Alemania ). Enga rce de lIna jarra e n las relaciones trad icionales de aldeas la metalurgia de hierro superaba las meras necesidades de subs istencia.
de madera CO /1 cabeza de animal , produc ción y en la person alid ad del
procedente de Bro-Malomérice (Chequia] , artesano metalú rgico. Los herreros
pe rtenecie nte al estilo plá stico. Fibula asumieron un ro l m uy di stinto del 2.4.4. El comercio
de máscara d e Parsbetg (Alemania) , esti- vigente en la Prim era Edad del Hie-
lo plástico . Fibula de pie discoidal de la Durant e las pr imeras etapas laten ienses las redes come rc iales se retrajero n
rro para los bro ncista s: abandonaron
necrópo lis d e Miismgen-Ra in (Alema nia) . notonamente y se lim itaron a un mercado estrictamente local. La autarq uía se
Figuras a di stin tas escalas .
la tu tela cliente lar respecto de los

TEMA 14. LASEG UNDA EDAD DEL HI ERRO EN LA EUROPATEMPLADA 355


354 PREHlSTORtA 11
impuso por doqui er, si bien aun mantuvieron vigencia algunas redes regionales
tari a, que podríamos va lorar co mo reflejo del pro greso desde una economía
de producci ón e intercambio sobre la base del hierro , sal, bronce.. vidrio, ~ra­
autárquica de trueq u~,hasta una economía,I?ercanti lista y, de paso , como prue-
fito , ámbar y oro , materias que contin uaron circ ulando entre tern;onos ma s o
ba de ,la consohdac lOn de l pre sn gio po lítico de los oppida, No ob stant e, la
menos di stant es, pero en menor medida y frecuencia que en las epocas pa sa-
errusron de mon eda no signific ó la in sta lación de una ec onomía mon etaria:
das. Probablem ente la red regional má s importante cra la de la sal, centrahz ada
hay que comp render qu~ I~s piezas latenienscs tenían poco valor por lo que,
en las minas de Dürrnberg, que poseía tierras de alta calidad y una rica pro-
S! bl ~n eran útiles par a faci litar la distribución ce ntralizada de bien es básico s
ducción de este recurso vital. La sal di o lugar a una notable red come rcial
y cl Intercambio entre los oppidas no podían usarse de manera norm al izada
usada desde la Primera Edad del Hien a y perm iti ócI intercambio con artículo s
y habitual. En rea lidad mu chas de las primeras mon edas sirv ie ron má s bien
de lujo pro cedentes de Europa centrooc idental, Bo hemia , Eslovcnia , Ita lia y para acumular riqueza tal como s ugicre la prolifcra ción de depósito s, a modo
el Báltico. de ofrendas votivas o de esc ondrijos en momentos de peligro . Ha y que tener
La s redes come rciales no sc recup craron hasta med iado s del sig lo II a.C; en cuenta también causas es pecíficas : por ejemp lo, la tribu de los avernos fue
cuando tuvo lugar la expansión romana má s al1á de los lím ites de la Península una de las ?~'imeras en emitir moneda ya que dicho pueb lo poseía el mono-
itálica. Su reanud ación perm itió un comercio a larga distancia ba sado en mul- poho del tráfico de es taño j usto antes de la llegada del me tal al área de influen-
titud de producto s, aunquc con un predominio de las man ufacturas metálica s: CIa marsellesa , por lo que necesitaban de es te medio para las transacci oncs
hachas broches de cinturón, ani llas, yunques de hierro, copas de cobre o bron- con sus vec inos roma nos,
ce .. ., productos que eran intercambi ados en grandes cantidades, cientos de
artículo s y mi les de ki los. En tre los más demandados pO~'los romanos se halla-
ba el hierro , que resultaba funda men tal para las necesidades de s ~ ~rcClc n tc
ejército y la construc ción; las pieles y los cueros para la elaboraci ón de sus
2.5. Arte
vestimentas y pertrecho s; y finalmente los escl avos para contar con mano de
ob ra de la má s diversa c lase. En contrapartida, los pueblos centroe urope os Lo s a~tesanos laten ien ses dejaron una mu estra perfecta de su particu lar
obtenían productos no de primera nece sidad sino de luj o u osten tación . Entre sennr artl sti co en, una ampl ia serie de objetos y artículos de prestigio , cuyo
e llos tuvo una importancia trascendental una beb ida muy codiciada ya en uem - e levado valor estenco les ha convertido en una expres ión ese nc ial de la Cul-
pos del Hallstat: e l vino. tura de La Tene. El arte lateniense era una combi na ció n sutil de anc est rales
raíces a~llóctonas y mo delo s estilísticos de rai gambre ori ental, hasta el pun to
Fueron los rom anos qu ienes abaste cieron a los poblados laten ien ses del
de considerarse una de las exp resio nes artísticas orienta lizantes más notables .
vino a través de una re d de larga distancia, que utili zab a la vía flu via l del
De esta manera ,c ~m bin aron s u particular universo iconográfico c on unas
Ródano y los pa so s transalpinos. Prueba de la impor tan c ia ,del comcr,ci? del
exp re sion es esti lísticas n ueva s, producto de l complicado mu ndo orienta lizan -
vino en e l pe riodo fina l lat enien se fue la ampha di spersi ón de las ánfo ras
te generado por las colon izaciones: anima les fan tásti co s reconvertidos en
vinarias , recipient es de ce rám ica usados de ma nera e specífica para el tra s-
ampulosos y curvilíneos mo tivos geométricos, espirales y entrelaz ados, que
lado de la bebida , j unto a otro s rec ipientes m ás h gero s como los pellejos de
repre sentan una elaborac ión intelec tua l de la prop ia naturaleza. Pe ro esta
cue ro. Lo s romanos tra sladaban e l vino en ba rcazas y ga ba rra s, que ascen -
expresi ón artística no fru ctificó en grandes ob ra s, pues cl art e lateni ense se
dían e l curso de Ródano para alcan zar Fra ncia , Ale m ania meridional y
ce ntro en peq ue ños ar tícu los de prestigio , como joya s, jarro s, es pejos , pie zas
S uiza. La enorme cantidad de ánforas recupera da s cn mu cho s oppidas revela
de banquete; y armas como espadas, cascos, arne ses de caballo o elementos
la tra scenden cia qu e tu vo el comercio de l vino en aq uellas tierras; y l? s re la-
to s histó rico s no ahorran detal1e s sobre la afic ión cel ta por esta bebida que
d~ carros ,dc t iro. De hech o, el arte se convirtió en una exp res ión para el luc í-
m íentopcb l íco, modela ndo una artesan ía de encargo personal que pretendía
cons um ían sin mezc lar, algo bárbaro para los mediterráneos, má s aco stum -
pre sn grar y ennoblecer con la dign idad nece saria la po sic ión pr ivilegiada del
brados al ligero hidromiel. La s importaciones romanas de v ino, haci a Cc n-
propietario en un de spltegue de buen gusto y e legancia . Los trabajos abede-
tro europea supe rab an en mucho las de cualquier otra mercancia y se con-
e ran por tan to a una esfera artesanal y rev elan de manera explíc ita el vín c ulo
virtió por e llo en c l ar tícu lo trascendenta l en los trueques pa ra ob ten er
hierro , pie l o es cl avos .
d~ !os arte sanos con las m inorías diri gentes, qué confi g uró una esp ecie de
rcg rmen c hen telar.
En tre los mejo re s signos de los nuevos tiemp?s que carac terizaron el fi~al
Lo s espe cia listas en el arte de La Tene han div idido su extenso desarrollo
de este mundo laten iense tenemos la incorporaci ón dc la m oneda. En vanos
en una serie de periodos, convencionalment e llam ados estilo s, sistematizados
opp idas de los siglos n-i a.c. ha y pruebas de una incipiente ac uñac ión mo ne- por P. Jacobsthal a partir de lo s sig uientes ra sgo s:

356 PREillSTORIA II
TEMA 14. LA SEGUN DA EDAD DEL HIERRO EN LA ElmDPATEMPLADA 357
P ERIODO ES TI LO R AS(; OS PRINCIPALES a.e. El arte lateni ense decayó dr ásticamente a partir del arlo 150 ' 1 e l
de sa . 11 di 'I . cr , • pues e
. . ' .n ~ o e os OPP 1G ~IS ¡mp>u so nuevas normas en la art esanía. El tra ba io
Flam ígero Motivos en palmeta griega 480-350 31 t~sanal de~ oppida tem an caract>e r más "industrial" pues perseguía sobre todo
la ¡>ntens¡flcacltln de la prod ucci ón y la elaborac ión de grandes cantidades de
La Tene A Fantástico Mot ivos de ins pirac ión esci ta 400-350 3ltl cul osantes que la deli cada manufactura de tiempos pasados. Es ta merma
d~ la ca lidad del product o no supuso un retroceso de la re levancia socioec o-
Autó no mo () Wadalges hei m 350-250
Motivos curv ilíneo s
no~n~ca del artesa nado, de hech o ocurr ió lo contrario : convirtió es te ofic io en
Plástico, de las Espa das una f uente prin ci pal de nqueza y >generó así un cambio radi cal en los roles del
La Tene B
o Relieves
Mo tivos ampulos os barroco s 250- 120 ti abaj o eleh ¡d? a la transtormac~on de la dem and a. Lo s encargo s artesa nales
ya no depend ían tan solo de las élites diri gentes, sino qu e se regían por nuevas
La Tene e Entremon t Realista y arcai zante 120-50 non~as basadas en. un C I~'CllltO eco~ómico ind ependient e, a partir de grandes
re des de l~tel camblO reg ionales mas allá de la demanda local. De es te modo
la 31 tesan ía pa saba de ser un producto de truequ e e intercambi o de don es a un
Bien merece la pena recordar las prin cipale s rasgos de algunos de los esti- producto del nuevo orden cconorruco basado en la transacción mercantilista .
los qu e marcan la evolución del arte lat eni ense:
Estilo primitivo o temprano (incl uye los pe riodos flamígero y fant ástico).
Las primeras ex presiones artísticas consistían en motivos decorativos de jarros 2.6. Religión e ideologia
ceremoniales, torques y brazaletes de oro , con cl aros influjos etruscos, griegos
y orientalizantes. El estilo se carac te rizó por e l predominio de los mot ivos La s interpretaciones en ma -
curv ilíne os y ab stractos, qu e se adaptaban a siluetas vegetales (hojas de acan - teria reli gio sa siempre resultan
to , palmetas y flores de loto ). Entre las mejores obras de esta etapa tenemos mu y compro me tidas pero más
el vas o de Schwarzenbach , recipient e de mad era hallado en una tumba de la en el caso que nos ocupa , por-
región ele! Rhin-Mosel a, decorado con un diseño enrejado de oro qu e recu erda qu e se aco stumbra a utili zar
la s palm eras y los brotes de loto. Es imp ortante apuntar la exis tenci a de varia- intcrpreraciones sobre una pre-
ciones regionales. En la regi ón de Champaña predominaba el gusto por los tendida reli gión cé ltica no
diseños geométric os sim étricos tra zados a comp ás , ada ptado s a vainas de exe ntas de matices mu y subj e-
espadas y accesorios de arn és. En la reg ión de Au stria-Bohemia gusta ro n de tivos, fantásticos o folklóri co s.
las forma s geométricas in spiradas en anim ales, tal com o se aprecia en un a Es costum bre hablar de la s
jarra de la tumba de Dürrnberg, qu e imita la forma de una jarra etru sca para cere monias cuItuales en esce-
e l vino . narios naturales , siguiendo las
Estilo Waldalgesheim o Estilo vegetal . Frente a la diver sidad anterior, el crónicas romanas y en algunos
estilo vege tal representó un medio común de expresión en todos los territorio s, lugares parece hab er existido la
desde el nort e de Franc ia ha sta Hun gr ía. Los objetos hallados en la tumba ele cos tumbre de ofrendas en las
Wadalgeshe im proporc ionan una ima gen mu y clara del estilo , ba sado en la aguas, tal como sucede con un
decoración de plant as y flor es, la tenden cia hacia la abstracción curv ilínea y calde ro lleno de fíbula s, bra za-
letes y sortij as, oculto bajo las
e! gusto po r el barroquismo vege tal. Entre los motivos má s habituales se halla-
aguas de una fu ente te rm al I
ban los eleme ntos floral es api ñado s o emparejados y los tallos entrelazados en I
marañas, cerca de Duchco v (Bohe mia) .
En oca siones se han interpreta- Fig.ura 9. Orf ebreria artística late nicnse. Cuenco de
Estilo de las espa das. E ste modelo es un eje mplo de los estilos locales, do tambi én como lugares de estilo vegetal procedente de la tumba de Schwa rzen- 1
propio de la región de Hun gría y basado en complicados motivos decorativos bach (Alemania). Lámina de oro CO Il representaci ón
a ba se de líneas y de representaciones zoomorf as abs tractas. El estilo se usó
culto ciertos lugares de pl anta
de cabeza humana , también de Schwa rzenbach . I
circ ular o cuadrangular, con
para la decoración de las hojas y vainas de las espadas , muchas de ellas halla - celia central rod eada de un a Collares de l t úmulo de Ap remont (Francia) . Torques I
da s en ofrendas arrojadas al ag ua. galería; así como uno s recintos
y brazaletes de la tumba de Wadalgesheim I
(Alemania). Figuras a distintas escalas.
I
358 PREHISTORIA11
TEMA 14. LA SEGUNDA EDAD DEL HIERRO EN LA EUROPA TEMPLADA 359
cuadrang ulare s sobre una elevac ión dc tierr a generalmente rod eada de fosos. b1cs, de carác ter estra tégico sobre
En uno de es tos recintos exc avado en Baviera se hallaron numeros os restos el tel~·itorio circundante. Dane bury
hum anos interp ret ado s como sacrificios , un tipo de ritua les sangrientos corn u- posera una mu rall a relativam ente
ncs cn la Cé ltica mediterr ánea, por eje mplo en Entremo nt. En las crónicas anti- co mp lej a, remodelada varias veces
guas se relata el gusto de los celtas por exhibir los crá neos o e l cuero ca be lludo pa ra aseg urar su conservación y
de sus enemigos a modo de trofeo , acaso co mo una ritualización del imp acto aumentar su capacidad defen siva,
de la guer ra. compuesta por una tram a de made-
La re ligi ón en las tierras lat eni en ses parece haber s ido dc tradi ción hall s- ra y piedra, prot egid a al ex terior
táti ca y hubo un panteón de tradición indoeuropea , si bien matizado co n algu- por zanj as consis tentes . En el inte-
nos e leme ntos po sterio res de pro ceden cia mediterránea. En e l ca lde ro de rior del pobl ado se levant aron
Rynk eb y aparece la triada: Esus, en forma de cabeza ju venil con torques, Teu- cabañas a partir de un só lido arma-
tates, como un jabalí; y Taranis, como m ed a es tilizada; pero en el aderezo de zón de po stes verticales, con una
Reimheim aparece A tenea cc ltizada y en e l de Bra una lechuza . M ás autócto - planta rec tang ular y circ ular, és tas
últ im as conside radas típica s de las
no s son lo s c ultos solares , las cabez as de toro y las inmolaciones de cé rvidos .
Isla s y carac terizadas por uno s 5-
15 m de diámetro , tejado có nico y
p~redes de piedra sin mortero. Las
viviendas más grandes presentaban
3. Europa septentrional un anillo de mad era en su interior
para proporcionar un apoyo adicio-
nal a la s grandes viga s. Entre las
:,.- viviend as eran frecuentes los
3.1. Las Islas Británicas hoyo s circulares, que acaso sirvie-
ron de silos para almace nar cerea-
La parte meridional de Gran Br etaña permanecía m ás allá de la frontera les a gran es cala pues excedían las Figura 10. Plana del hillfort inglés
de la C ultura de La Tene, relativamente aislada de los avatares qu e sucedi eron necesidades de la población local, de Danebury (arriha) y reconstrucción
en el continente entre los siglos VI- ll a.e. H asta los año s sesenta del pasado Sll1 d escartar que algunos ho yos de una vivienda británica convencional
siglo, la histo ria de las Isla s Británica s se vinc ulaba a la Cultura celta, recu- pudieran hab er sido basureros para de planta circular (ahaja).
rri endo a una interpretación migracionista: las isla s habían sido invadidas por dcsechar desperdi cios.
tribu s celtas del otro lado del Cana l de la Mancha, ocupando las tierra s e in s-
talando un nuevo modo de vida. Pero hoy en día las ideas han cambiado radi - . , Las viviendas de D~nebury eran mu y sim ilares y por tanto a untan a
calmente y nada ha y para testimoniar una invasión ni siquiera para intuir migra - soc iedad ~uy igualitaria. aunque se re curri era a una estricta 'e~ar uiza u~a
ciones pacífi ca s. En realidad el registro arqueoló gico revel a una continuidad SOClOeconomlca del territorio. El ca stro es taba rod eado de nurne . q . CIO~
cu ltura l respecto de la Primera Edad del Hi erro, incluyendo aspecto s cla ves ~odest~s (de 1 ~2 hectáreas) dond e resid ían pequ eñas unidades f;~~~~~~:nJ~;
'.,. ' como la cerámica y las pl antas de las viviendas, aunque ello no quiere decir abastec ían de grano y otro s productos agropecuario s a la población del hillj~rt
, qu e fu eran poblacion es por completo aisladas. De hecho, en el siglo v a.e. el el~ un modelo de ~nnblOsls econó mica qu e convertía al cas tro en un lu ar ce ~
., ., 's ur de Inglaterra rec ibía producto s latenienses mu y apr eciados como armas y tral , cn una especie de mercado redi slJibuidor de producto s. g n
. ~ fíbulas, así co mo obj eto s propios de la tradi ción artística de Waldagesheirn , a E~pob~ado de D~nebury, y en realidad todo el territorio insular conoció un
través de una int eresante red dc intercambio qu e pro ced ía del co ntinente. pen? o crínc o de aislami ento durant e los siglos rv-n a C P ' ,
es a epoca' . h . . oco se conoce de
Buena parte de la población insular vivía en un entam o rur al agropecuario p~'bl' " ;un~ue ~xl.sten uellas de ,un paulatino retro ceso de los núcleo s de
de poblados y granj as, pero también surgieron grandes po blados amurallados t . rc~m - : rca os en altura, qurza com o signo de mayor pacificación terri-
sobre colinas - hilljorts- co mo Maiden Castle , South Cadbury y sobre todo ~n~ : s posible que este marco permitiera cierto desarrollo eco nó mico ' hub
Danebury (fig . 10). Los or ígenes de es te último (ci rco 550 a.C,} repr esentan el a parecer un ll1cren; ento de la espec ializac ión, inclu so una producción ¿entra~
momento de instal ación de castros similares en la reg ión por los alto zan os visi- 11~ad~.1,e clel,to~ ar~lculos (cuentas ?e vidrio y vajilla fina) y ha sta una probable
111 ens i icacion agncola que motiv ó la aparición de juego s de pesa s estandari-

360 PREHtSTORIA 11
TEM A 14.LA SEG UNDAEDA DDEL HlERRO EN LA EUROPA TEMPLADA 361
zados. En las tumbas de la comarca de Yorkshire han apa recido inhumacio nes de co mercio del q ue no ofrece
con ajuare s a base de objetos de vestir, armas y en ocasiones carros de dos rue- nom bre. En lugares co mo Ea st
da s (lo que ha sido interpretado como influj o continental), cuyo mejor eje mplo Ang lia las tum bas muestran cier-
es el enterramiento de Wet wang Slack (fig. 11). ta co nce ntración de rique za con
un leve aumento de los torqu es de
oro y la presen cia de objetos
excepcionales de artesa nía de
claro influjo laten iense, q ue ava-
lan la reactivación de los contac-
tos (fig. 12). En este sentido tam-
bién Julio César indicó la
ex istencia de é lites diri gent es
cuyo destino hacia el 20 a.e.- 15
a.e. provocó e l establec imiento
de reinos tribales co n caudillos de
nombre propio, que se denom ina-
ron reyes y llegaro n a ac uñar
moneda . Es ta situación en nada
sorprende si considera mos que e l
pob lad o de Colchester parecía
una auténtica ciudad, co n vivie n-
das residenc iales para una din as- Figura 12. Arte lateniense de las Islas
tía y tumb as tumu lares (Lexden) Británicas . Reverso de 1111 esp ejo de bronce
co n ánforas , bron ces itá lico s, del yacimiento de Dehorongh (Inglaterra ).
Figura 11. Reconstrucción de un enterramiento de guerrero con carro ca rros , peto s de malla... Lo s ar- Escudo del yacimienro de Bancrsea
de dos rueda s en WelH'ang Slack (Yorskhire. Lngluterra); toma do
qu eólogo s inclu so han pen sado (Inglaterra) , en bronce y COI1 incrnstac íones
de Connolly.
en la existencia de co nfederacio- de cristal rojo. Casco de parada de caballo
nes lideradas por un estado cen- de bronce (Escocia) . Guarnición de lámi na
tral, del que dependían otros esta- de bronce del depósito de L/yn Cerril Bach
La situació n cambió de nuevo en la Edad del Hierro tardía (siglos u-i a.C}, (lngtatcrra}. Figuras a disti ntas escalas.
cuando reapareció el sistema de fortificaciones en altura en lugares como Sussex dos secundarios, particul armente
y Hamp shire oriental. En tal periodo se reanudó tamb ién e l contacto con e l co n- ~n I~s tenitorio;~ meridiona les. Por contra en las tierras del oeste y norte con-
tincnte, expresado de manera efect iva por la introducción de las monedas de oro un uo la tradi ci ón de las fortificaCIOnes en altura con una estr uctu ra social de
sim ilares a las halladas en el norte de Francia, y por la adopción de l tomo de Jefatura. De este mod o, el siglo [ a.e. mostraba una mezcla de diferentes estruc-
alfarero. Muchas de estas innovaciones debieron penetrar a través de un impor- turas desde e l estado centra lizado hasta la jefatura poco desarrollada.
tante asentamiento llamado Hengistbury Head, que representó un auténtico puer-
to de come rcio en el sur de Inglaterra, a través del cua l se importaron produ ctos
de lujo como las ánforas vinarias y la cerámica de bal:niz negro campaniense,
llegadas a través de la ruta de Carcasona. En contra partida se exportaron hierro, 3.2. N orte de A lem an ia y Dinamarca
cobre y estaño, traídos de Cornualles y Gales, junto a esquisto negro. Es muy
probable que e l puerto se usase tam bién para mercadear con pieles y esclavos.
L a S~gunda Edad del Hiel:r? en las tierras de l norte de A lema nia y Dina-
La importancia de Hengistbury Head revela contactos inten sos con el con- mal ca_mantuvo la larga tradici ón de l penodo anterior. La población habita ba
tinente y viene a co incidir con ciertos textos de Julio César, que indicaba cómo
peyueno s pob lado s, ~ldeas y granj as en un núm ero que depend ía de las posi-
los vénetos, una tribu que habil aba Arrn órica (Bretaña), cruzaban regul armente bilidades agropecuanas del ento rno. Este modo de convivencia pacífico ase-
el Canal de la Mancha en ro bustas embarcaciones hacia un emporium o puert o gUJ aba poblados abiertos y la ausencia de necesidades de defe nsa como empa-

362 PREHISTORIA 11
TEMA 14. LA SEGUNDA EDAD DEL HI ERRO ENLA EUROPA TEMPLA DA 363

lizadas o muralla s. En comparación con la turbulenta vida de los territorios de


Centrocuropa, las llanuras del nort e de A lemania y las tierra s insulare s de Dina-
4. E ur opa oriental : La Cultu ra Escita Clásica
marca y Suecia mostraban un nive l de subs istenc ia muy modesto , un reducido
nivel de compe titividad política y soc ial, un sistem a socioeco nóm ico menos . El siglo VIa.e. result ó un periodo bastante crítico para los esc itas ue
desarrollado y una red ucida mo vilida d social. En la lejanía de aquellas tierras, :~lnhea~~I~f~~s3daecalgunoslimPdortantes Iugares y padecieron unainv~~¡';L I~~l~~
no se incorporaron novedades tec nológica s de primer orden como el torno de . . pOI e po ero so ejcrc rto persa d D ,' P
alfarero; ni se recurrió a la utili zación de mon eda ; ni llegaron red es de inter- esc ita superó esto s contratiempos. hasta e l punto de ;ue ~'~~~~ S~r:i~~fe~eXlo
ca mbio co mercial del sur. Nada hay en los poblados de es tos territorios q ue Siglos se recuperaron de manera plena y conociero n su época de g _ . 1 os
esp
recuerd en a los lujosos pro du ctos proce de ntes del Mediterrá neo. dor político. La insta lac ión de co lonias griegas en e l litora l (le¡ mpoaytOl E en-
infl uy ó de ma .. d t . . . ' n o uxm o
nera e erm mante en los ter nt orios de la próxi E "
La econo mía era prácti camente agrícola, con una importancia no tab le de l vocó una profund a , Xllna se rna y pro -
centeno, por su capacidad para resistir las baj as tem peratu ras, y del ga nado hclenizaci ón de los rei -
bo vino. Las viviendas que se han exc avado en e l lugar de Grentf or (Jutlandi a) 1l0 S de la es tepa . Ha y r'~"::
'""'~-:';--;;;;;;;;;;;';;;-T-----=';;;;;;;;"';;;::-:----:I
..... .....
pru eban la im port an cia del ganado en la vida co tidiana , donde parte de la
vivienda era resid encia para la fam ilia y la otra parte cuad ras para el ga nado ,
has ta tal punto qu e en las ca sa s más grandes hab ía espacio para die z y hasta
veinte reses. En cuanto a la ag ric ultura , las co ndiciones resu ltaban much o más
leyendas griegas q ue ,

los reyes escita s, lla- I . T_ _


ma do Esci les, se vo l-
l. Po", ..",.."

] CMIn ........
co mentan co mo UIl O de s4. s.,ua.Hichoo
.-- ,' -Pmltrpo¡odll_
:l cn.q ,,-....
. ..... s,....tIonde..1>UNINl
. ~

li~ _ ... _
--.
-... v.,-. . .....


................ --
desfavorables que en el sur de modo que los sue los no perm itían un trabajo
co ntin uado por los riesgos de ago tamiento. En terri torios co mo Dinamarca la
dis tribución de los poblado s estuvo condicionada de manera es tric ta por la di s-
vió tan partidario de

súbditos decidieron su
---
Foso. t. ......

los griegos qu e s us ..,.. -.. . . . .. • "'._-.0. "

tribución de los mej ores suelos, cir- muerte . En rea lida d, el 1. _. __


cunstancia muy importante a te nor
del red uc ido tam año del territo rio .
poder de los reye s esc i-
tas fue crec iendo hasta (_.-...._-
1 _.._
~ ~-
1 0:.0.. _
......- _ . ­
Los enterramie ntos no se co nocen
bien y los pocos doc umentados pr ue-
choca r con otra poten -
c ia eme rge nte, la
1_.. .
' _ ".
,~".-

I.I' -._.-.
!l.. II _
"'- _ . . . . . . _ _
y
_

ban el uso del rito de incinera c ión , Macedon ia de Filipo 11 , 11_". .....

co n la s ce nizas introducid as en ce rá-


mi cas tosca s y rodeada s de un aj uar
que les infringió una
derrota en el 33 9 a.e.
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mu y pobre, lo que demuestra la hu- Este desca labro anun-


mild ad de es tas ge ntes y la relativa ciaba la caída del poder
distri bución igualitar ia de la co muni- esc ita unos cuare nta
dad. Este modelo de soc iedad no años de sp ués , cuando
superaba el nivel tribal o de jefatura s a l fin desaparec ieron
poco desarrol lada s, lo que contrasta- po r cau sa s todavía no
ba con las regiones situadas más al conse ns uadas: tal ve z
sur. Es probable qu e m antuv ieran por la invasión oriental
co ntactos muy oca sionales co n esas de los pu e blos llama-
reg iones me ridiona les, a j uzgar por do s sármatas; quizás
el magnífi co ca ldero de Gundestrup por una crisis económi-
(fig. 13), excepciona l obra de artesa- ca; o acaso por cir-
nía hall ada en Jutl andi a pero e labo- Cunstancias cl imáticas.
rada en un taller lateni ense, que pudo La presencia esc ita
Figura 13. Caldero de Gundestnip llegar bien por vía pacífi ca, a través de los sig los VI-V a.e.
(Jutlandia, Dinamarca ) y detalles del intercamb io, bien por vía violen- tiene su represent ación Figl1r~ 14. Plano ~ener{fl de la Ifm~/){/ real de Tolstaia Mogila,
de algunas de sus grabados . ta, co mo bo tín de guerra, más vívida en e l impre- dtf~tlle de -: sepu/fllro;v de mujer COI / I1ii1 o (izquierda )
) [o tografia del cadáver de la prim ero (derecha ).

364 PREHISTORIA 11
TEMA 14. LA SEGUNDA EDAD DEL HIERRO EN LA EUROPA TEMPLADA 365
. d ··U del Vorskla un afluente del Dnie- escitas reales enterraban con un enorme ornato a sus reyes, El túmulo alcanzó
sionante yacimiento de ~e~sk: slt~a6 ~dl~~ ~s llama de rr:anera espectacu lar la una altura de 19 metros y tenía un diámetro de 100 metros, ocultando en su
peroEste lugar se fundo. acta c . , " ' , ' 33 km de recorrido. Pero interior dos grandes tumba s. Lamentab lemente la principal había sido saquea-
atención po r su vasto .reemto 10l'1l:~~~~¡~~~ ~~~~~~~as grandes tumbas reales, da en la antigüedad, lo que no impidió recuperar los restos de una mujer y de
tan llamatrvo como este tlPool'dea~sal menos tres por su gran trascendencia. dos caballos. Por fort una no se llegó a esquilmar una segunda tumba , que se
de las que tenemos que lec . .. . 'a hallaba en un lateral, con el cadáver de un individuo masculin o, junt o al de
, lstai M ila (en ucraniano Tovsta Mogila, que slgmfic un portador de armas, un sirviente y cinco caballos. El hombre aparecía arma-
El kurgan de To staia ogi u . , .: , crfec ta de las grandes tum - do con grebas de bronce, casco del mismo metal, una espada con su vaina
literalmente Gran Tumba) es una r~p;esent~~:o~l~eper de mediados del siglo recu bierta de láminas de oro y un ca rcaj cubierto de plata con ochenta puntas
bas principescas es c itas d~l eU,r~~ ;~~::~:'áS elevado y septentrional de una de flecha en bronce. Es famoso un peine de oro con un grupo muy detallado
IV a.C. Estaba encaiamar o el ba dos kilómetros de largo y alcanzaba de tres guerreros en lucha (Iig. 15),
larga cadena de veinte kurganes, ocupa . , . . diámetro de 60
. t t 'IS' una altura dc 9 metro s y un
unas dime nSIOnes por en oscro . l (2) refundo (\ ,5 m). Los arqueólogos La tercera tumba que merece la pena describir es la de Koul-Oba, ubicada
metros, rodeado por,un foso ane 10 . m Y,P, animal es (ciervos, jabalíes y en tierras de la Crimen oriental y que significa "Cerro de las cenizas" en tártaro.
hallaron restos de anfor~s y hues~~e~~s~i~~~~l~ian varios banquetes fúnebres. La tumba está datada en el 400 a,C.-350 a.C; ten ía una planta casi cuadrada
caba llos) en once acumu nerones .: . ntaba con un pozo de acceso, (4,6 x 4,2 metros) y se alzaba unos 5,3 metros de altura. El techo que cerraba
El túmulo cubría do;; sepulluras, L,a pl1;nela ~~e desperd igaban los despojo s el armazón había sido diseñado para imitar una tienda de madera escita y daba
un dromos, y una cam~ra fU!'el arh\~I~ c~:veres de sus caballos con sus res- cobijo a un individuo masculino que reposaba en tarima de madera de lujo ,
de U~' hombre y su serv l~Ol , Junt,oa freno en bro nce plateado , plata y oro) y con la cabeza portand o una diadema coronada por un sombrero con colgantes
pectlvos arreos (carrilleras. banas de de dos pa lafreneros , uno de oro, un disco de oro de casi medio kilo en su cuello y en cada muñeca de
de ellos un mucha cho de una a tres pulseras. En una sec-
10-\2 años, En una se- ción separada figuraban otro s
gunda sepultura se halla- obje tos, entre ellos un cuchillo y
ban los restos de una un carcaj, con incru stacion es de
mujer y un niño (fig. 14), piedras preciosas y de oro. Próxi-
próximos a los cuerpoSde mo al cuerpo del príncipe se halla-
dos servidores, El cuerpo ba un sarcófag o con el cadáver de
de la mujer tenía 30 a~os una mujer, con su cuerpo cubierto
y reposaba en una tanma por un vestido de brocado y
de madera , prot egido por numerosos objetos de oro como
un lien zo de tela, literal- una diadema con colgantes, un par
mente cubierto por obje - de aretes, un disco, un collar y dos
tos de oro y joyas, entre brazaletes. Junto a ella había un
una vajilla de plata , cerá- espejo de bronce de mano con el
mica y vidrio. El cuerpo mango dorado y entre sus pies una
del niño reposaba en un taza con escenas pertenecientes a
sarcófago de madera, con la mitología escita. Completaba el
torques, alfileres y pen- panoram a un cadáve r más los res-
dientes, tos de un posible palafrenero.
Entre el suelo habí a huesos de
E l kurgán de Solokha
caballo, un casco, una funda de
se levantó en la orilla
· 15 El orle escila: imágene s all/ropo l1101fas , Placa bronce, dos punta s de lanza, fle-
F19urd , ,, . . 'b ., ., ' 10 ) Deta- izqui erd a del Dnieper a
de la jÚllerni :aclOll de Koul-Oba (m 1'. a n quieraat . 1/ chas de bronce, varios recipientes Fi gura 16. El arte esci ta : im ágenes zoomor -
prin cipios del. SIglo IV
l/e del torques de Tolstuia Mogila (arri ba derecha ), Deta e de plata, ánforas (con residuos de f as . Pantera de Kelermes (arriba) y ciervo
a.e. , en un temtono don-
de l torques de Kou l-OIJO (abajo izquierda) . Pein e de Solo- de según Heródoto los vino) y calderos de bronce. de Kostromskiiia (abajo).
kha (abajo derecha ).

TEMA 14. LA SEGUNDA EDAD DEL HI ERROENLA EUROPA TEMPLADA 367


366 PREHISTORIAII
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368 PREHISTOR IA II
TEMA 15. EL MEDITERRÁNEO EN LAEDAD DEL HIERRO 369
1. La P rotohistoria mediter ránea del primer milenio a.C , como una circunstancia determinante y trascendent al en los camb ios que regis-
t~'a ron las pobl aci ones natrvas de los siglos I X - VII a.e. De otra parte, hay inves-
tigadores que prefieren SItuar cl mfl ujo co lonia l en un discre to segu ndo pl ano,
1.1. Del B ron ce Final al H ierro: La h ipótesis precolonial y pre fieren explicar los cam bios como una evo lución básicamen te na tiva o
endogena, convir tiendo a los.indígenas en dueños de su propios de stinos , solo
influidos de m anera tangencial por el mundo colonial. Estas dos maneras de
La Pr ime ra Edad del Hierro en el Mediterrá neo ce ntral y occ identa l es tá
en tende r el proceso de, aculturació n dividen a los prehistoriadores actuales en
inevitablem ente re lac ionada con un aco ntecimiento de suma trasce ndencia y
partidarios de dos hip ótesis: la orientalista y la aut octoni sta .
de profundas reperc usiones en la historia continental, cuyas direc trices básicas
hemos anali zado en un tem a anterior: la llegada de colonizadores procedent es La pol émica entre ambas posturas ha influido a la hora de de term inar el
del Me diterr áneo oriental , de las nacientes poli s griegas y metrópolis feni cia s mom ento preCISO de conue nzo de la aculturaci ón indígena . Hay prehistoriadores
(básicamente Tiro ). En es te capítulo nos ce ntraremos en los avatar es que expe - que no dudan en datar los pnmeros contactos entre las pobla ciones nat ivas y
rim entaron las comunidades locales, que llamaremos a partir de ahora indíge- mercaderes griegos u orientales en un momento muy temprano: los siglos X- I X
nas o nati vas, ante la llegada de nuevas culturas y es tilos dc vida. En las página s ~.e. De ~~uerdo con ~sta hipótesis los primero s contac tos habrían tenido lugar
que sigue n tendremos ocasión de precisa r los detalles de es ta peculiar interac- con ocasron de pequenas operaciones mercantiles ajenas a la instalación de colo-
ción, que a la po stre desató una perturbación de hondas repercu siones en las 11Ias. Los mannos gnegos y feni cios habr ían alcanzado las tierras de occidente
cos tumbres milenarias de mu chas pob laciones protohistórica s indígenas. No tras realizar travesías de obje tivos limitados cuyo propósito era simp leme nte un
en vano la colonizaci ón originó una oleada de mestizaje cultural de múltip les trueque OCaSIOI?al con las comunidades nati vas. Tras surcar las agua s a partir de
dimensiones, a la par que generó un pro ceso de interacción cultural plagado rutas de cabotaje , sin perder de vista las costas en navíos de poco calado, habrían
de avatares a cor to plazo y que a largo plazo no tardó en implicar los destino s atraca do en puertos natu ral es sólo los día s ne cesar ios para pactar pequ eño s
de las comunidades nati vas en un marco de intereses es tratég icos de las grandes negocios con I ~s Jefes locales e mtercambios limitados de produ cto s. Eran true-
pot encia s: Fe nicia, Grec ia, Etruria , Cartago y a la postre Roma. ques ? e pequeno v ~l umen para la adquisición de mat eria s primas, a cam bio de
baratijas y otros art fculos que a buen seg uro resultaban atract ivos para los indí-
Las prim eras colonias dieron comienzo a un periodo decisivo de tran sfor- genas por su carác ter exótico. El come rcio que res ultaba se conoce como pre-
ma ción en los destinos de un m undo indígena mu y tradi cional , que en el sig lo colonial y represent aba unas travesías de cort a dura ción, orie ntadas a un volu-
VIlI a.e. permanecía anclado en los an ce stral es modos de vida de l Bronce
mel~ de negoci o limitad,o y sos tenidas por un nivel de acuerdos pa cífico s
Final. Después de un previsibl e primer momento de suspicacias iniciales entre conse ns uado bajo los parame tros de un mtercambio asimétrico con los caudillos
nativos y for áneo s, alg unas de la s comunidades nati vas no dudaron en man- local es. Era un npo de comercio que no necesitab a de instalacion es coloniales ,
ten er re lac ion es come rc iales con sus nuevos vec inos, pro vocando una cadena au~qu e algu nos, Il1vest} gad ore~ opinan que tampoco hab ía po sib ilidad para
de cambios soc iales , políticos e incluso ideológico s. Es nece sario tener en I.~.v antal colonias, pues estas sen an una .1:lIclatl;a que por sus dimensiones reque-
cuenta qu e es ta etapa de in terrelac i ón cultural tu vo en cada población ra sgos n a de man et a ll1el~dIble una interven ci ón po lítica co n más calado, con carácter
propios en c uanto a dimensión, manera de expresión y evoluc ión o dinámi ca. estatal. En cualquier caso, dur ante los últimos años la hipótesis que propone la
En otras pal abras, no todas las pob laciones indígenas se comportaron de igual presencia re mota de los onent ales en las aguas del occidente ha adqu irido una
manera ant e la colonizac ión. Pero desde una perspecti va general, la primer a relevancia propia bajo e l calificativo de la «hipótesis precoloni at».
etapa de contac to que aca eció en los sig los IX-VI a.e. representó un modelo
de inte racc ión as imétrica entre dos mentalidades di stintas: los colonos con- Pero la arqu eolog ía todavía no certific a plenamente la presencia tan remota
taban con un modelo de organización política es tata l, con un sistem a eco nó- de orientales en toda s las costas occidental es del Me diterrá neo . Hay prehisto-
mi co mercanti lista y con una soc iedad m ás o menos cosm opolita; los nativos n ador~~ que re~ha~an de plano tal po sibi lidad al conside rar las pruebas muy
po seían un modelo soe iopolítico ba sado en las jefaturas, un siste ma cc onó- ~Iec all ds , limitadas e inclu so ba stan te di sc utibl es. Frente al esceptic ismo crí-
mi co de tru equ e orientado m ayori tar iamente a la mera s ubs istenc ia y una neo, los valedo res del penado precolonial sos tiene n que un comerc io de este
soc iedad de linaj es. np o resu lta poco p~rceptible en e l registro arqueo lógico porque se trata de un
modelo de comercio nebul oso , más propi o de contactos oportunistas, con una
Lo s prehistoriadores han polemizado sobre mu cho s aspecto s del compli- do s~smuy elevada,de exp loración pero con un princi pio de valoraci ón de las
cado pro ceso de cambio cultural que conocieron las comunidades indígenas posibilidades econ,om lcas muy necesario antes de tomar la complicada decisión
al contactar co n las cu lturas orientales, en particular sobre el papel de éstas de instalar una s ólida colonia. Es po sibl e qu e se tratase de un modelo de
últimas. De una parte, ha y investigadores que consideran la influencia colonial «co merc io de aventura» como el expresado en mucho s de los mitos relaciona-

370 PREHtSTORIA lt TEMA 15, EL MED ITERRÁNEO EN LA EDAD DEL HIERRO 371
dos con la navegación que no s han legado los antiguos griegos, mitos de las tanto en el p lano de la s ubsisten-
prim era s expediciooes dirigida s a los lejanos confines de l Med iterr áneo . cia (prod ucció n de a limentos)
como en e l plano industrial (mi-
nas y artesa nado); y aca bó asu-
miendo nuevos pa trones en la
1.2. La Primera Edad del Hierro: Las Culturas orientalizantes vertiente soc ia l e ido lógica. De
esta manera, las antiguas soc ieda-
La influencia greco oricnral sobre el mundo indígcna result ó determi nant e a des ind ígen as del Bronce Fina l
part ir de l siglo vm a.C, momento de impl a~ taci.ól~ de las primeras colonias en dejaron paso a unas sociedades
las costas mediterráneas de Córcega, Cerdena, Sic ilia, Ma lta, Camparua, And a- comp letamente nuevas, que e l
lucía y Norte de África. Las hond as repe rcusio nes de las colonias griegas y fen i- arq ueólogo puede det ecta r a par-
cias superaban con creces las incidencias del breve impacto precolomal, pues tir del cambio reflejado por la
representaban un nuevo marco de convivencia entre nati~os y foráneos. LeJOS cultura material (fig . 1): apa rición
quedaban las relaciones oportunistas y breves de aque l posible comercio anten?r de ce r ámica a tom o; la prolifera-
al sigln vn: en su lugar aparecía un marco estable de relaciones de tipo econo- ción de nuevos uten silios metáli-
mico co n repe rcusiones en el plano territorial, social y político. cos; la incorporación de una deli-
El panoram a q ue surg ió a principios de la colo nizac ión (circo 700 a.Ci) cada orfe brería y la ado pción de
resulta todavía en buena medida desconocido para los arqueó logos. La respuesta especies domesticas hasta enton-
del mundo ind ígena pudo variar not ab lemen te ante la vec indad de colonos ces desconoc idas.
orientales, suscitando actitudes bastante distintas. De una parte, hubo com uru- La convivencia entre nativos Figura J. Ohjetos de importación oriental en ltalia,
dades que no op usiero n resistencia y no tardaro n en incorporar en sus modos y co lonos provocó cambios muy De a rriba abajo e izquierda a derec ha : Váso de
de vida las nuevas costumbres irradiadas desde las colonias, lo que arrastró a im portant es en los modelos de bronce con p rocesión de oferentes Chiusi (Siena ).
su aculturación profunda e incluso absorción por la c ultura griega o fenicia (por organización tradiciona l de l háhi- l.ebes de bronce con grifos de la utmba de Barberini
ejemplo en la isla dc Sicilia). De otra parte, hubo c ~m u n i dade s que mo sll:a~'?n tat. Los pobl ado s indígen as no (Roma). l lebil/a )' pectoral de oro de la tumba
una mayor o menor resistencia ante los colonos, osclland? desde una oposicion tardaron en asumir los patron es de Regolini-Gotassi (Cerreteri ). Placa de marfil
fronta l hasta un pasivo aislac ionismo (por ejemplo en Corcega). Pero leJOS de de un modelo de organ izac ión con grifo rampante de la tumba A det túmulo
aque llas dos posiciones más o meno s extremas, otros puebl os ind ígena s mo s- protourbano: la planifi cación in- de Montej ortíni (Toscana). Figuras a distinta escala .
traron una actitud más pragmática y una notab le capacidad de adaptaci ón aote terna del pob lado; la organización
el consumado hecho colonial, que condujo a las expresiones culturales más mte- jerá rquica y especializada del área habitable; la incorporación de técni cas de
resantes dc los siglos vn-v a.c. Estos últimos pueblos asumieron una ~cul tura­ cons trucc ión en piedra; y la distribución espec ializada funcional de las vivien-
ción parcial que preservó su propia iden tidad cultural, al trernpo que incorpo- das, entre otros. La orga nización del pohlamien to evo lucionó hacia una orde-
raron a lgunas señas de identidad importadas de l mundo co lonial. Puede que esa nación jerá rqu ica de los pob lados a partir de un núcl eo de población central,
aculturació n no llegara a todas las esferas de la vida cotidiana o a todos los sec- sistema particularmente beneficioso para implantar un nuevo orden económico
tores soc iales; pero en todo caso generó a lo largo del siglo Vil a.c. un tipo de con vaJ'i ~s prem isas: dominio socioeconómico del territorio circundante y cen-
culturas sumamente interesantes que los prehistoriadores han calificado como tralizaci ón de las re lacion es de producción De esa manera los poblados de cier-
«oricntalizantes», y cuyas mejores expresiones fueron la Cultura de los Prínci- t~ relevancia se convirt ieron en residencias de las minorías dirigentes pero tam -
pes (germe n o prime ra fase de la Cultura Etrusca) y la hasta hace poco mítica bi én en centros de distribu ción de mercancías.
Cultura Tartésica , conocida popu larment e como Tartessos.
Los intereses económi cos de la co lonización provocaron rep ercu siones de
El Orientalizante represent ó una interesan te expe riencia cultura l en el hondo calado en los modos tradicio nales de la economía indígen a. Los colonos
nuevo marco de las relac iones indígenas, un ca leidoscopio cultural intrín seca- trajero n como parle de su bagaje cul tura l varias innovaciones tecnológicas apli-
ment e nativo pero con una inten sa impronta oriental, que intervin o de man era cab les a los modos de pr?d ucc ión ag ropecuaria y minera , que no tardaron en
determinant e e n mu ch os planos de la vida cotid iana. El sustrato indígen a I1n pl anta~'se en el mundo lll d ígen a. Entre las innovaciones estaban la incipien te
co me nzó adoptando algunos e lementos de la cultura materi al traídos por los metal urgia del hierro; la lllcorporación de técnicas de inten sificación agrícola;
co lonos; no tardó en incorporar nuevos medi os de producción socioeconómica e l perfeccionami ent o de cultivos especializados (vid, o livo y arboricultura en

372 PREtltSTORIA 11 TEMA 15.ELMEDITERRÁN EO EN LA EDAD DEL HIERRO 373


- --- - --- - - - - -- - -

ge neral); la introducción de sistemas de pesas y medidas para la contabilidad


de la producción e intercambio; la incorporación de técnicas avanz adas para
la minería y man ufactura primaria del metal; y la aplicación de nuevas prácticas
de trabajo metalúrgico (filigrana, granulado y repujado ), Lo s propios colonos
decidieron introducir las nue vas tecnologías en las comunidades indígena s para
aumentar la producción nativa, provocando un cam bio notable en los modos
de subsistenc ia y re laciones dc producción. Las honda s dimension es de este
cambio dejaron una huell a decisiva en dos aspectos. En pr imer lugar, pro vo-
caron un re lativo abandono de la economía basada en la subsistenc ia o en la
producción de pequeños excedentes, y c l comienzo dec idido dc una economía
orientada hacia la rentabili zación y la maximi zaci ón de los excedentes. En
seg undo lugar, susc itaron cambios en las rela ciones de producción, pa ra favo-
recer la sec torizacián y la especi alización productiva. De es a manera, la soc ie-
dad tradi cional , formada en buena medida por agricultores y ganadero s, se vol-
vió má s compleja y heterogénea al incorporar una serie de nuevos sec tores
profesionalizados: alfarero s, bronci stas, orfeb res, herreros, comerciantes acaso
espec ializados por mater ias; mineros, construc tores y otro s oficio s no tan fáci-
les de documen tar (carpinteros, talabarteros, tejedores. . .).
Las nuevas relaciones de producción acarrearo n importantes con secuencias
1.3. La Segunda Edad del Hierro
en el plano po lítico , social e ideo lógico. Lo s cabecillas locales monopoli zaron
e l dominio de la mano de obra para la producción agríco la o min era , y las .' En el 6~O a.C. e l MeditelTáneo centrooccidenta l poco tenía que ver con los

~~?1~~~~~1~~~~~~lr.?~~;:~~~:~~~~~~~~}~~:~7r~:~rij~~~1i:~:~:s~~~~:~~;~~
tareas intermediarias basada s en el intercambio mercantil con las co lonia s, lo
que les suministró altos beneficios económicos y les proporcionó instru m enros
para afianzar la supremacía políti ca. El componente medu lar de todo este con-
cierto socioeconómico era el modelo de intercambio asimétr ico : los jefe s indí- es po enc ias, un con;p llcado teatro de amp lias operaciones mo vidas or i; t
genas proporcionaban mat erias prim as básicas a los colonos , a cambio de pro- [~:le~~~~i~o~ npo , bajo una latente pugna con el propósito de ampliar ireas ~~
ducto s ma nufact urados de lujo, desde espléndidos carros ha sta pequeña s ., . ' ueron unos qumicntos años de complicada tensión en el lana olí
baratijas de marfil, bronce , vidrio ... Este intercambio resu ltaba pro vec hoso ~I~~'n~~:~~~(~aJ'eo~~~~~~peti,eión.~ntre grandes potencias estatales, q~,e fin¡~)lizÓ
para ambos sec tores aunqu e en el m undo ind ígena, los artículos exóticos obt e- gloria de la futura Romaa't~~ rru I~~r entre ron,rar;os y cartag ineses para mayor
nido s de l mun do colonial no po seían tanto un monto pecuniario como un valor sumergidos d 11 . s pue os plOtohIstoncos de la región acabaron
social, llegando a representa r símbolos de reconocimiento del prestigio y poder entrando en c~n~;~~oe~o~~ amb ientefde competitividad y acabaron finalm ente
de la minoría aristocráti ca . Lo s lujosos can os exhibían la capacidad guerrera; a l" . ' . , oma, que ue conquistado sus tenitorios de man era
los calderos representaban trofeos simbólicos; los incen sarios, bra serillos y ¡ar~lca~~~~ ~~~~~~~ ~s~~CO~1 tumofia los pueblo s protohistóricos itálicos, más
jarra s eran los instrumentos litúrgicos necesarios para el reco nocimi ento de la e I en aneos y malm ente a los pueblo s ibéricos.
autoridad ; y las vajillas eran artículos dc lujo usados en una s celebraciones Pal:aIelament~ se produjo una ma yor internaciona lización de la economía
con sus adláteres, quc en cierto modo trataban de emular los célebres sympos ia
grieg os. Dc este modo los príncip es indígenas adoptaron cos tum bres forán eas
~'::r'br~:~~;:~~~a d~ las culturas orient~li~antes se produjo un important~
de productos d 1 o s Eel mtercamb~o eCOIlO;TIlCO, desapareciendo el come rcio
incl uso en un ámbito con ser vador como el ideo lógico , pero adaptándolas a sus . e uJo. intercambh, de art ículos de p ' ti . ,
propios intereses con el objetivo de mant ener la autoridad política y la po sición m~eresado a las antiguo s ar:istócratas indígenas decayó~:I;~~e;~~~~~:'~I?:~~~
privilegiada en la sociedad . t 10 pasad a " " nuevo patr ón mercantil cimentado en la circ ulación de pI'oduc'
Y
os estan an zado s tfcu los . . -
Pero por encima de todo , la colonización y los procesos orientalizantes a que modificó ' , . { alr,lcu os com unes. La crec rente Importancia de Roma
aun mas as meas de mtercambio y cornerc i .
dieron lugar repre sen taron la mezco lanza cultural de dos mundos hasta entonces nun ca ant es conocido de l volume n de ne g'ocio .10 , .c on .un. mcr~m ento
incomunicado s. La ex pres ión más clara del nuevo orden fue la aparición de unas
«comunidades mixtas» que no tardarían en convertirse en pecu liares universos e~(¡;e ot~as ca usas" impulsó el de sarrollo del J:.b~~J:I;~P;C~~]¡~:scl;~:;~:;
IlUC eos e población (ver tema 14. El come rcio).

374 PREI ItSTORIA [J


TEMA 15. ELMEDITERRÁNEO ENLA EDAD DEL HJERRO 375
Lo s pob ladores nurágico s de Cerdeña pudieron se r de los primero s en
2. La Primera Edad del Hierro: El horizonte indígena entrar en contacto co n el mun do orienta l. Los mercantes fenic ios ya frecu cn-
taban la isla en el siglo IX a.e. si bien la colonizac ión no adquirió su auténtica
dim ensión hasta un siglo má s tarde , cuando se produj o la fundaci ón de num e-
2.1. El mundo insular: Pnstrimerias del Nurágico JI Pant álico rosas instalaciones coloniales estri ctamente en e l litoral suroccidental, aca so
en un intento de mant ener cierta distanci a con los nativos nurágicos. Desde el
Lo s prim ero s mercantes gliegos y fenicios qu e se intern aron en ~guas del plan o ind ígena, la llegada de los primero s navíos fenicios pud o coincidir grosso
.
Me diterráneo .
central rondaron las Islas de 1T 'Irren o (C'Ol.cega , Cerdc na . .Sicilia
. modo co n la fort ifica ción de las nu ragas, las grandes torre s tron con cón icas
M alta ) y el cercan o litoral nort cafricano de Túnez. Por tanto result a mtere - c ubiertas por falsa bóveda que surg iero n en e l Bronce local. Haci a e l 850 a.e.
; ante iniciar el estudio del hori zont e ind ígena de la Pnmer~ Edad del Hle~To las nuragas se habían convert ido en baluartes m uy for tific ados, lo que revela
con las comunida des qu e pobl aba n las islas de S icilia, C órcega y Ce rdeñ a, un marco te rritorial muy conflictivo , aunque todav ía ignoramos si esta obsesión
entre los siglos lX- VllI a.e. (fig. 2). E sta s poblacíone s msu.la.re.s ~ Iv ran pOi co~~ defensiva obede c ió a di sputas internas entre tribus nurágica s O a un ansia de
let o inmersa s en las culturas tradicionales del Bronce Final : la Cultul~ N Ul a protecci ón frente a la llegada de foráneos. Sea como fuere , lo s modos de vida
Pica de Ce rde ña; la Cultura Torrean a de Córcega; y la Cultura Pant álica de nur ágicos no experimentaron ca mbios en e l sig lo VIII a.C; de manera que con-
~ . ilia Frente a la imp lan tación de las prim eras colonias, las actit udes de los tinuaron los poblados con cabañas de planta circular, do tada s de repi sas y ban-
p~~ladores insulares locales parecen haber variado notablem ente en cada caso . cos junto a las paredes, con techumbre cónica de paj a; y las necrópolis con
tumbas de galería de grande s dim ension es y aparejo mu y cuidado , co n muros
curvos a la entrada (tumbas de giga ntes). No parece que hubi era por tanto una
influ enc ia co lonial important e aunque en ve rdad la relación entrc los pueblos
CULTURAS DE nurág icos y los co lonos fenicios no se conoce de un modo det allado. De hecho
INCINERACIóN DEL NORTE la presencia de varias figuri llas pse udoantropomorfas de cierto aire sirio y grie-
1. Golasecca-SlJ'·Tessin go en los poblados y tumbas indígena s parece reve lar contactos con los pueblos
2. Benvenulo orientales, cuya ma gnitud y rel evanci a es todavía polémi ca. L as rel aci on es
podrían no haber sido mu y inten sas, pues hac ia los prim ero s años del siglo VI
CULTURA VlllANOVIANA
a.C; cuando las colonias fen icia s pa saron a ser controlada s por los cartagin e-
3. Bolonla 10. Chiusi se s, no tard aron en forti ficar las posicion es interi ores frente a los pueb los ind í-
4. Verucchio 11. 0rvieto ge nas .Estos mantuvieron una actitud beli co sa y vivieron un peri odo de estan-
5. Firenza 12. BisenZio
6. VoIlerra 13. Vula ca m iento cultura l, un ai slamiento político y parálisis ec onó mica , ha sta la
7. Populonia 14.Tarquinia co nq uis ta ro mana .
8. Vetulonia 15. Caere
CULTURA
TORREANA 9. Pe~ia 16. V"fl'S Mejor conocido es el caso de la isla de Sicilia, que rec ibió de manera rotun-
da el impacto de las co lonias. El historiador Tucídides comentó que los fenicio s
CULTURA DEL LACIO habían llegado a S icilia ant es qu e los griegos, y co nsideran do que hay pruebas
17. Roma arqueo lógica s de una presencia griega en el siglo VIII a.C; pod ríamos pensar
CUlTURA que los mercant es fen icios ya recorrían las costas insulares en e l IX a.e. Las
NuRAGICA
CULTURAS DE primera s co lonia s co noc idas (Solunto, Palcrm o, Mo yta ) se lim itaron a l litoral
O INHUMACiÓNDEl SUR
meridional, tal vez co mo medida de prudencia ante las com unidades pant álicas.
~ COLONIAS GRIEGAS
En un primer mo mento, éstas intentaron ma ntener su es tilo de vida tradiciona l
aunque la arqueo logía ha detect ado ciertos cambios por entonce s, como la
18. Pithecussas
~. ,... ". 19. Cumas
adopción de un nuevo tipo de tumba, que poseía una cá mara rectangul ar y una
CULTURA PJ\NTÁlICA techumbre adintelada , lo que ha dado pic a algunos arqueólogo s para denomi-
O CULTURAS INSULARES
nar a es ta época co mo Pantálico 11 1. E n verdad no sabemos las razones para el
camb io en el ritual fun erario, pero parece que nos hallamos ante una comuni -
dad nativa abierta a cambios . La influenc ia colonial no tardaría en dejar sus
Figura 2. Mapa de la Península itálica e islas práximas (siglo 1'111 a .C.), huell as. En un momen to tan temp rano co mo e l 850 a.C; las ce rám icas griegas
con las p rincipales culturas seií a/ adas en el texto y yocmllentos mencionados-

TEMA 15. ELMEDITERRÁN EDEN LAEDAD DEL HtERRO 377


376 PREHlSTORtA 1\
gco mé tricas ya eran utili zadas en varios poblados pantálicos;, entre éstas había Etru sca , En las ce rcanía s de la ciudad de tal nombre se ha excava do una especie
cerámica a to mo, co n una decoración incisa mu y caractertstica: lo s platos, de poblado muy disperso a lo largo de 190 hectáreas, form ado por medi a doce-
oinokocs de boca trilobul ada y asko i revelan con claridad un pnncl~1O de ac ul- na de aldea s y por otros tanto núcleos de menor tamaño, situados a su alrededor
turación de los pueblos indígenas quizá en un momento prevIO up ico de un en zo nas estratégicas para propiciar la defe nsa. En líneas generales, muchos
comercio precolonial. Tras la instalación de colonias en el 750 a.c. ~~s rela- de estos poblados o aldeas se encaramaban en montes, pero los arqueólogos
ciones se inten sificaron y la pob lación pa ntálica acusó un a ac u l turac lO~ ace- han detectado cierto ca mbio de pob lam iento en el trá nsito al Hierro I motivado
lerada. Este es el periodo llamado Pantálico IV, ca ractcn zad? por la prolifera- por e l descenso dc a lgunos poblados a las zonas bajas. Fue de tal modo cómo
ción de produc tos griegos : cerá micas inc isas y pin tada s, tí~u l as, punta~ de surgieron Ins primeros rastros de las futura s grandes ciudades etruscas: Popu-
lanza y alfileres . Poco faltaba ya para la comp leta helenizací ón de los ind íge- lonia, Vet ulonia, Vulei, Tarqu inia, Cervc teri, Chiusi, Orvie to, Bisenzo y la antes
nas, para su ple na abso rción bajo el mundo colonia l. descrita Veyes. Lam entablem ente los modos de vida en los pob lado s de l siglo
IX a.c. son poco conoc idos: tan so lo sabemos que se habitaban unas cabañas
modestas, de planta rectan gular u oval, paredes de barro levantadas entre cuatro
postes, un a sola estancia y un hogar central. En realidad, la mejor informaci ón
2.2. La Italia central: Culturas Villallov;{/II(/ y del Lacio de esta cultura, co mo muchas otras de la Península itálica, proced e de sus cos-
tumb res funerarias.
Lo s primero s intento s de colonización en la Pen íl~sula itálica se produjei..~n
La presencia de una necrópolis autóno ma por aldea prueba que hacia el
pr ácticam en te al mismo tiempo que en la Isla de S icilia, per~ pa~a la I CglO~
sig lo IX a.c. aun no ex istía una co nc iencia uni taria de comunida d entre la
continental co ntarnos con un hito prin cipal como arranque de la pnmera etapa
pob lación . En materia funeraria, la Cultura Villa novi ana se carac terizó por e l
de contac tos culturales entre indí genas y co lonos: la fundación de la colonia
rito de la incin eración , trad ición que al fin y a la postre continuaba con e l ritual
de Pithecu sas hacia el 750 a.C,; en una isla llamada Ischia, emplazada de mane-
de la Cultura de los Campos de urnas de la época del Bronce Fina l. Las cenizas
ra es tratég ica j unto a la bahía de Ná po les . La instalac ión de los c?~o nos en
se coloca ba n en las co nsabidas urna s, depositadas en fosas simples n dobles
aquella pequeña isla pcrsegu ía un objetivo muy co ncre to: I,a obten ci ón de los
exc avadas en la roca, tras haber sido tapadas previamente con c uencos ce rá-
numero sos rec ursos metalíferos de las regroncs Situadas mas al norte, co ncre-
micos invertidos o con unos llamativos cascos realizados en bronce o cerámica
tament e en la isla de Elba y en las tierras centrales de un puebl o que la arqueo -
(fig . 3) . La mayo ría de esas urnas presentaban una llamati va silueta bicó nica,
logía ha conoc ido como Villannviano. tal como se puede comprobar en las necrópolis de Benacci y Savena. Pero las
El Villanoviano es la cultura itálica más imp ortante de la Primera Edad del urnas más curio sas eran aque llas q ue re prese ntaban unas répl icas ce rám icas
Hierro y co mo tal ha reci bido mu cha atención en librosy manuales. El nombr: cn mini atu ra de las auténtica s viviendas, que se depositaban en ocasiones
procede de un yac imiento próxim o a la localidad norten~ de,Bo lon ia, Vilano va acompañadas de min iaturas de can os y que se han convertido en una señ a de
di Castesano, aunq ue en realidad la cultura se ex tend ió b ásicamen te por las identidad de la cultura. Junto a las cenizas se co locaron objetos de ajua r clara-
regiones del ce ntro peninsu lar: Emilia, Rornaña, Marca, sur de Campa ma y ment e distintos en func ión del sexo de l d ifunto. Lns hombres habían d isp uesto
sur de Luca nia. Los orígencs del v illa novíano se remontan al SIglo IX a.C; pOI a su alrededor arm as (fig . 4) : espadas con una empuñad ura pesada y maciza;
lo que se tra ta de una cultura enra izada hondame nte en las co stumbres del cascos de cresta; puntas de lanza; hachas; bocados de caballo; cinturones; y
Bronce Final. La caracter ización del Villanoviano como cultura del Hierro I navajas de afeitar co n una form a de media luna. Las mujeres se rodeaban de
resp onde tan solo a una circun~tanc ia: la ap,arición de obj etos de hierro ~n los adornos, accesorios de vestir (co mo fíbul as muy llam ativas de estilo serpenti-
aj uares de alg unas de las necr ópolis de su última etapa, pro~cden tes de. mter- for me por su figura ondulante) y artículos para tejer (co mo husos de bro nce ).
cambios co n colonos orientales y más concre tamente los gnegos de la Isla de Los co nocimientos sobre cerámica también proceden de las necrópolis y mues-
Isch ia. Pero será mejor co menzar con los pr imeros tiem pos de esta cultura, tra n una amplia variedad de form as, entre las que destacan las cop as de pie
allá por el siglo IX a.C ¿ para ten er una im agel~ !n ucho mas clara de las comu- alto, los vasos dobles y los askoi, cuyo origen orien tal denota la existencia de
nidades prot ohistóri cas nativas de aqu ella reg ion. contactos comerc iales con los griegos .
E l mo delo de poblamiento respo ndí a a un patrón fragmentario, basado ,en Pero para profund izar much o más en las co stumbres fun erarias de aquella
unos núcleo s de poblac ión m uy dispersos por el ter rttorio , que co nstrtuian época resulta interesan te desviar la mirad a al sur, hacia un pequ eño territorio
alde as autónomas bastante próxima s entre sí. Los arq ueólogos han analizado co lindante con la Cultura Villanov iana que estaría llam ado a dominar mu chos
en detalle es te modelo de pobl amiento en e l territo rio de Veyes , que con el siglos des pués todo e l Med iterráneo : e l Lacio, el/na de la antigua Rama. Tam-
paso del tiem po se convertiría en una región de primera relevancia cn la Cultura poco aquí tenem os much a informaci ón sobre el poblam iento ; tan solo sabemos

378 PREHISTORIA Il TEMA 15. ELMEDITERRÁNEO ENLAEDAD DEL HI ERRO 379


grado por vasos pequeños y fíbulas. De otra parte, las mujeres, los hom bres
jóvenes y los niños se inhumaban en sencillas tumba s de fosa excavadas en la
roca. En Iíncas generales, las mujeres se acompañaban de sencillos objetos
para hilar, aunque las jóvenes no ren unciaban a enterrarse con objetos de bron-
ce, ámbar y pasta vítrea, que los estudiosos han interpretado como símbolos
de una muerte prenupcial.
Pero Osteria dell-Ossa proporciona otros indicios muy interesantes para
reconocer cómo podría ser la sociedad del momento. Las tumbas se reunían
en dos grupos muy distintos, bien separados entre sí, lo que ha sido interpretado
como la representación funeraria de dos clanes familiares. Además, cada grupo
de tumbas presentaba una organización muy nítida: la tumba principal ocupaba
el lugar central y podría corresponder por tanto al líder, jefe del clan familiar
o paterfamilias; a su alrededor se situaban las tumbas de cremación de varones
adultos, que probablemente constituyeron el ámbito social próximo al líder; y
en un círculo más alejado las tumbas de mujeres, jóvenes y niños. En cual-
quiera de los casos, ninguna de las tumbas muestra lujo u ostentación, lo que
denota una sociedad igualitaria regida por una rigurosa estructura social basada
en los clanes, linaje o parentela. Hubo que esperar a las postrimerías de este
periodo para conocer rastros de una motivación distinta, que superaba los lími-
tes sociales de la mera parentela y exhibía rasgos de una diferenciación social.
En una de las tumbas de esa época avanzada se ha observado un claro interés
Figura 3. Enterramientos de la Clfltl/ ~'a \lillm~Ol 'ic~ ­ Figura 4. Principa les por la concentración de bienes de lujo, por la ostentación del poder sobre el
na. Planta de la tumba 89 de verucchio , necrápolis objetos del armamento
de Rocca (arr iba, tomado de Ma lnati y Manfredi villonoviano . Cascos
resto de la comunidad con una marcada impronta guerrera (yelmo, escudo y
1991 J. Diversas urnas para contener cenizas reali- de cresta y espada
carro), que parece revelar los comienzos de diferenciación política.
zadas en cerámica imposto yen metal (aba]o ). de antenas CllJl 'as. Hacia la mitad del siglo VIII a.C. comenzó un nuevo periodo en la Cultura
Villanoviana, que recibe el calificativo de Villanoviano evolucionad o o fase
Amoaldi por el yacimiento de tal nombre. La importancia del periodo radica
que habitaban agrupacion es modestas de cabañas muy simples, le~ant adas ~on en que coincidió crono lógicamente con la ocupación de la isla de Ischia por
materiales perecederos en parajes llanos y laderas bajas. Este podna haber SIdo colonos griegos en busca del metal villanoviano, representando por tanto el
el origen de Roma, cuyos datos más remotos se remontan al SIglo IX a.C; aun- comienzo de una larga y muy provechosa interacción mercantil con los griegos.
que en verdad los primeros restos de la ocupación en Roma no son restos de La ancestral Cultura Villanoviana soportó un acelerado proceso de cambio a
viviendas sino algunos enterramientos. En t érminos generales, el siglo IX a.e. raíz de la vecindad griega y quizás de la dinámica adquirida por la población
se ha interpretado como un periodo de incremento de la población local , que local, que tuvo hondas repercusiones en el siglo siguiente. En primer lugar, la
provocó el aumento de poblados y la instalación originaria de otros, a manera población de las aldeas tendió a reunirse en torno a un núcleo principal, ini-
de génesis de una nueva etapa. ciándose así un proceso de sinecismo que cambió con el paso del tiempo la
En las necrópolis latinas alternaban los ritos de incine ración, heredados de imagen de muchos lugares, como el ya conocido de Veyes. En segundo lugar,
ciertas tumbas experimentaron un repentino enriquecimiento de los ajuares:
los antiguos Campos de Urnas, con las costumbres de inhumación de cuerpos
los hombres se enterraron con más armas, sobre todo espadas y cascos de bron-
enteros. La necrópolis más conoc ida es Osteria dell'Osa y resulta trascend?ntal
ce; mientras que las mujeres lo hicieron con más piezas de adorno y aditamen-
para conocer con detalle ciertas claves de las costumbres funeranas, con mte-
tos para la vestimenta, cinturones de bronce decorados, collares o pendientes.
resantes con secuencias en la interp retación de la SOCIedad pues las tumbas
En tercer lugar, poblados y tumbas atestiguaron la llegada de productos impor-
revelan un tratamiento funerario muy distinto en función de la categoría social tados: cerámicas griegas de siluetas llamativas como askoi y copas egeas de
del difunto. De una parte los individuos masculinos eran incine.rados y las ~en i­ época tardogeométrica; los calderos conocidos como sítulas, procedentes del
zas se ocultaban en grandes vasijas llamadas dolium, con un ajuar SImple mte- norte; produ ctos sardos; y objetos de lujo fenicios.

380 PREHISTOR IA 11
TEMA 15. ELMEDITERRÁN EO ENLA EDA DDEL HIERRO 381
Esos ca mb ios revelan los primeros cambios de la soc iedad hac ia e l orien- racione s: las atestinasposeían carác ter geomé trico y las golassec anas presen-
tal izante: la amortización de bienes de lujo en las sepulturas como signo de la,b~n rno nvos nat ura listas de carácter zoomorfo, e n parti c ular una especie de
distinción soc ial; la crec iente importancia de personajes sobre el resto de la c ánidos y algunas ab stracc iones geométricas cuya silue ta ang ula r rec uerda
comunidad, con una persona lidad basada en las cua lidades de la guerra ; la par- dien tes de lobo..En tod os los caso s, los aj ua res de algunas tumbas revelan una
ticipación de las mujeres en el sistema sociopolítico, puede q ue co mo base de es pec ie de caud illos O Jefes guerreros parecidos a los que existían en el Bronce
alianzas en virtud de co ntra tos nu pcia les; y la inci piente complej idad de una Fina l, y empa rejados en cierto modo co n las jefaturas villanov iana s.
sociedad cada vez más abierta a los inll ujos coloniales. Pero hay que pensar
que estos procesos no se produjeron al mismo tiempo ni en la m isma inten sidad La cu l tUl~a mal eri a l. de es tas do s culturas del nor te es conoc ida esencial-
ment e a tra,ves de los aj uare s depositados junto a las urna s. Lo s aj uares de las
en las tierras ce ntrales de la Península itálica. De hecho, la región dcl Laci o
todavía mantuvo la fuerte tradición anterior hacia el peri odo 750 a.e.-700 a.e.
l U l1l b~s atestmas conten ían ceranuc as a mano (vasos , co pas co n pie. recip ientes
C~l fo~ma de bota), armas (es padas de antenas enlazadas, conocidas co rno espa -
das Ferrno) , adornos de bronce y ad itam entos de vestir (fíbu las de distintos
tIPOS, entre ,las que so bre~alen las qu e tienen ~'orma de caballito) . Lo s ajuares
2.3. La Italia septentrional: Culturas Atestina y Golasseca de Golassec a se co mpoman de van os tIpOS b ásico s de es padas: una de pom o
m ~cl zo y. extremo redondeado llam ad? de lipa Monc ucco; otra de pomo circu-
Los puebl os qu e oc uparo n la vertiente norte de la Penínsul a itálica repre- I?I: y otra de antenas retorc idas ~ de.ypo Welt enburg . En Go lasscca era n muy
sentaron uno de los ámbitos indígenas más interesan tes de la Primera Edad del tJplCOS los casco s de fo rma herni esférica, corno el hallado en Sesto Ca lende
Hierro en Ital ia. Dentro de este ámb ito, los arqueólogos han reconocido dos Junt o a punt as de lanza, hacha s, fíbulas de varios tipos y alfileres (fig. 5). E~
cult uras di stin tas: la C ultura del Este o Atestina hacia oriente; y la Cultura de estas tumb as se han reco noc ido tamb ién algunos cascos de guerrero con cres ta
Golasseca a occidente. En realid ad ambas culturas no son más qu e una pro - que prueban los co ntacto s con la C ultura Villanoviana, situada más al sur. '
lon gación continuista de los mod os anteriore s de vida, del peri odo del Bron ce
Final local, por lo tant o una mue stra inm ejora ble de la ausencia de ruptura cul-
tura l neta en la tran sic ión al Hierro 1. De hecho, los orígenes de ambas culturas
se remontan hasta el siglo IX a.e. y son conoc idos en el ámbito técni co como
las cultura s de Estc I y Go lasseca 1. El tránsito hacia la Primera Edad del Hierro
viene determinado por una simple razón : la apa rición dc los primeros obj eto s
de hierr o en sus tumbas, qu e llegaron senc illamente po r una vía comerc ial.
La C ultura de Este o A testina se co nsolidó a l orient e , en las regiones del
Véneto e Istria, qu e conforman un territorio con posibi lidades agrícolas envi-
diables y co n una posición de especial re levancia en las co municaciones entre
Itali a y Eu ropa orienta l. Recibe el prim er nombre de uno de sus yacim ientos
más co nocido s: la necrópol is de Ben venuto, s ituada j unto a la ci udad de Este.
Por su parte, la C ultura de Golasseca se instaló en el occiden te, en las regiones
de Lo mbard ía y Piamo nte, recibien do su nom bre de otra necrópoli s no menos
cé lebre: Gol asseca-sur-Tessin . Tanto en uno como en otro caso, los modos de
pobl amiento y las es tructuras de vivienda no cambiaro n nada respecto de las
tradi ciones del Bronce Final: la gente vivió en poblados de peq ueño tamaño,
compues tos por modesta s cabañas de materiales perecederos, de las qu e poco
sabemos. En rea lidad la mayor parte de la informaci ón sobre ambas culturas
procede de sus necrópolis. I
Las do s c ultura s perte nec ieron al horizonte de incin eraci on es que carac- Figura S. Figura de guerrera de Seo di Lozzo (Este) y objetos de
ter izó gran parte de la Peníns ula itálica en la P rimera Edad de l Hi erro, una ajuar de la Cultura de Es/e. De izquierda a derecha : espadas. p unta
tradición fun eraria enra izada en los Ca mpos de Urnas del Bronce. La s ce nizas de lanza , hachas y arreo de caballo de la necrópolis de Ca 'Morta
del difun to se depositaban en urnas de ce rámica di stinguibles por sus deco- (Como ); cosco de la tumb a de guerrero de Sesto Ca /ende (Varese).

382 PREHISTORIA 11 TEMA 15. EL MEDITERRÁ NEO EN LA EDA DDEL HIERRO 383
Nos hall am os por tant o co n una s gentes de profundas raíces I ~ca l e s , que llamadas navicellas¡ y adornos (pendientes y collares). En las necrópol is de
manten ían sus costumbre s ancestr ales tant o en e l plano soc io pol ítico co mo Tern i los ajuares present aban como objetos más interesantes las espadas con
económ ico . Pero a pesar del conservadurismo ~o tardaron en lleg ar prod uctos una empuñadura de anten as unidas, las navaja s de afeitar de hoja recta ngular
orientales a través de rutas mercantiles: cerá mica a t01110, cuchillos de hierro con esco tadura y las fíbu las serpentifonn es . En la Cultura de las Tum bas de
y obje tos de vidrio y ámbar, que aparecen en alguna s de las tumbas de ambas Fosa resultaban co munes las cerám icas (ánforas y taza s, decoradas con inci-
cultura s en lo que parecen haber sido los primero s co ntactos con el m und o s i o n.~s mean drifo~'mes o con antropomorfos), las espadas de hoja decorada y
colonial. las ltbu las de distinto tipo (arco engros ado, serpentifonn es, es pira les) .

2.4. La Italia meridional: Las Culturas de inhumación 2.5. Las riberas occidentales: Del Languedoc (1 Cataluñ a

Las c ultura s itálicas del Hierro más conse rvado ras se co ncentraba n en la La llegad a de la colonización a las riberas de la Pr ovcn za, el Lan guedoc
mitad ce ntro-me ridiona l, un terr itorio de co mplicado re lieve , marcado por la y Cataluña se retrasó notoriamente re specto de otras áreas. Hasta el 600 a.e.
cade na de los Apeninos, do nde alteran ásperas montañas, altip lani cies y valles no se instaló una colonia en esta amplia regi ón y la elecc ión recayó en un área
es trechos . En estas circunstanc ias el paisaje humano de los SIglos vm-v n a.e. tan estratégica como la desembocadura del río Ródano, en dond e se levantaron
se caracterizó por una gran fragment ación cultura l, la tend encia al aislacionis- las primeras insta laci one s de la colonia llamada Ma ssa lia (act ua l Marse lla),
mo y la preservaci ón cultural de ba stante;, cos tumbres del Bronce Fina l, con q ue con el paso del tiempo estarí a destin ad a a tener un papel trascendental en
mu ltip licidad de cu ltura s de exte nsión ma s o menos limitada. Para evitar u~a la hi storia del Mediterráneo occ idental. Los primeros co lonos no tuvieron
rela ción pro lija de las cultura s, hem os optado por co nsiderar tan solo las ma s m uchos problemas co n la población local pues toda la región pad ecía un
importantes. En la mitad central, limitando con el import ante nú c~eo villano- peri odo notabl e de recesión , que quebró repentinam ent e las ex pectativas de
viano , surgieron do s culturas menores: hacia e l mten?f se extend ía e} Grupo desarro llo soci al y de crec imiento ec onó m ico qu e conoció la región en el
de Terni, en la región de U mbría; y en e l corre do r adnatl.co se prop~go la Cul- periodo del Bronce Final. Hacia el año 750 a.C.; y por razones todavía no
tur a Picena, en la reg ión del mi sm o nom bre. En la m itad merid ion al de la mu y co nocida s, se produj o una profunda cri sis en la región , cuyo s primeros
penínsu la se desarrollaron dos culturas de mayor en tidad : l.a Cu ltura de las síntoma s se apreciaron sobre tod o en e l plano de l pob lami ento, de modo que
Tumbas de Fosa, que recorría la cos ta del TIrreno, por las reglones de Campa- muchos de lo s an tiguos poblad os del Bronce ac abaro n por aba ndo narse a
nia , Ca labri a, Lucania y Bruttia; y la Cultura de Apuli a, que di scurría por el resultas de una recesión dem ográfica y las gentes se dispersaron en pequeño s
corred or litoral adri ático, básicam ente por la región epónima . Esto s grupos cé lulas de hábitat, pob lados reducidos y aldea s. La s necrópo lis abandonaron
cult urales aparecieron en los tiempos de l Bronce Final y de hecho son los pri - el ritual ge ne ra liza do de incinerac ión propio de los Ca m po s de Urn as del
meros obj etos de hierro, llegados por ví a co lo nial, los que moti ~an el paso Bronce Final y en su lugar se impuso e l rito de la inhumación , tanto en fosa
haci a la Primera Edad del Hierro. No ob stante, la in fluenc ia colonial en estas como en túm ulo, con e l cadáver acompañado de cerámicas, objetos metálicos
regiones má s recónditas resultó mucho menor que en otros lugares. y ofrendas alimenticias. La s necróp oli s no apare cen asoc iadas a grandes
p~b l ados, sino di s~ers as por el territorio , tal vez com o un instrumento para
Más allá de los rasgos peco liares de cada una de las culturas anteri ores, r~lV1ndlcar la propiedad de paso o los derechos sobre las tierras más produc-
los arqueólogo s insisten en un común denominador p.ara las gentes del sur: la uvas. En cualquier caso los aj uare s era n muy hom ogéneos, dando la sensación
costumbre de la inhum ación, que resultaba tanto mas representatrva al co n- de una sociedad igualitaria .
trastar con el ritu al de incin eraci ón propio de las colturas del nort e y que pre-
sentó en verdad distintas variantes, desde una simple fosa ha sta las cubiertas En las tierras ca talanas la situación result ó bastante distint a. Los pr imeros
tumu lare s. Debido a los pocos datos sobre e l hábitat, la mayoría de la docu- años del Hierro t represent aron una evolución local continuista de la Cultura
mentación que ten emos procede de los objetos hallados en los ajuares de las de los Campos de Urnas que caracteri zó el Bronce final. La aparición de los
necrópo lis. No es la ocasión de hacer recuento de ca da cultura , pero ¡Jodemos p~'imeros objetos de hierro está rel acionada con la llegada de pequ eñas pobla-
recurrir a los grupos de m ayor interés para tener una Idea del repertono m ate- ciones de gente procedentes del sur de Franci a. La presen cia de úti les de hierro
rial. En las necrópolis de la Cultura Picena, los aju are s contenían numerosas en necrópolis de la regió n como Agullana (G iro na) y la intromi sión de cerá-
cerámicas (cántaros, jarros con asa horizont al y vasos bicón ico s de cuello cilín- micas finas de importación realizadas a torno representan el cambio hacia el
drico o acampanado), objetos de vestir (fíbulas serpentifo rmes de do s piezas Hierro, Pero más allá de es as innovacio nes puntuales, las poblacio nes maure-

384 PREHISTORIA 11 TEMA 15. EL MEDITERRÁNEO EN LA EDAD DEL HIERRO 385


nían buena parte de la tradici ón del Bronce Final (cerámicas a mano, útil es en En cualqui er caso la pen etración griega en las tierras de Etruri a no al '
bro nce , rito de la incineración) y, de hecho, el ca lificativo para designar a las m "ás. allá I lfmea lit
, d e .a Lin i canzo
I ~ra , uu ciando un proces o de intera cci ón cultural con
po blaciones de l noreste ibé rico es el de Campo s de Umas de l Hierro, Lo s cam- m~lg~nas mu cho ma s complejo qu e en tierras del sur. Lo s pueb los lOcales
bios luviero n lugar de manera co ntin uada y más o meno s len ta, imperceptib le
a COItO plazo aunq ue ac umulativo , co mo la tenden ci a progresi va de ase nta -
los
que habllaba': J~ l1lo a las co stas de l Mar TIrre no no fueron absorbidos por las 1
COI n ent es hel énicas ru penheron en manera alg una su identi dad bajo el irn '
! I d ' '" . pacto J
(~ . a tra .Iclo n g.nega: porque las com unida des villanov ianas y latinas prcser _
e
miento en sitios fortifi cados, por lo co món junto a important es vías de co mu-
nicaci ón , y el a umento de l númcro de pobl ad os, mue stra ineq uívoca de un varón sus~odos de v ida y lograronmanle~c~' su acervo c ultura l. Sin embargo,
inc reme nto de la poblac ión y s u expansió n hacia las region es pró ximas, como la vigorosa influencia de las colonia s he l énicas ca ló de manera pau latin
el in terinr del Ebro. Las viviendas de los po blados co nta ban co n pla nta s rec- alg uno s sectores socia les'y' en ciertas práct ica s econ ómica s. El resu ltad~ ~~
lang ulares a largadas y las necrópolis continuaro n con la tradici ón propia de lodo ello fue una acu lturaci ón parcial quc co nciliaba buena parte de la tradición
los Campos de Urnas, aun detect ándose un incremento de los ajuares funerarios local con la trad ic ión foránea ,
ricos en armas, fíb ulas y broches, lo que revela la co nsolidación de cierta s élites
co n e l cs tatus de g ue rrero. En ciertas zo nas aparecieron nec rópo lis de est ruc- . ,La arq ueo logía proporciona pruebas co ncl uye ntes de aq ue lla ac ulturación
tur as tumularcs, co n los res tos incinerados de los cadáveres en umas cub iertas ind ígen a, En el 700 a.e. los po blados habían crecido notabl em ente y habían
por túmulos. La ccrámica era po r lo ge ne ra l lisa, frec uentemente con pies ele- dejado de ser unas meras aldeas para co nve rtirse en poblados de cierta cnvcr-
vados y a veces con decoración grafitada, pintada y excisa. ga d ura, q uc co nta ban con viviendas sólidas de p lanta rec tang ular, divididas
en vanas es tanc ias , levantadas so bre cim ientos de piedra, dotadas de muros
de ad~be y tech ~mbres a doble vertiente. E l pro greso en las técni cas de co ns-
trucci ón pr,o p lclOel aV~~lcc hacia una inci ~ie.nte urbanización de los poblados,
merced a l~orgal1lzaclOn mten.l? de las VIV Iendas a part ir de las vía s princi-
3. El horizonte orientalizante pa les, y haci a una especlaltz aclOn del espacio qu e anunc iaba una dimensión
protourbana.

Las nccr ópot is prestan una buena imagen de los acelera do s procesos de
3.1. La antigua Etruria: Cultura de los Príncipes tran sform aci ón qu e experimento la sociedad , En el año 700 a.e. mu ch os ente-
rra rnrcntos aún manten ían las viejas cos tumbres vilJanovi anas de incin eración
La prim era cultura orienlalizan te qu e vamos a describir es la C ultura de los
pero comenz? ron a co nvivir co n nue vas prácticas re lacionadas con los rilo ~
Príncipes, que surgió de la pa ulatin a modificación del Villan oviano. Lo s prehis-
de inhuma ci ón . Al tiempo, los aj uares fun erario s principales co me nzaron a
toriadorcs han dat ado cs ta cultura entre el n o a.e. -58 0 a.C¿ y desde el punto
de vista cronológico se ha co nsiderado un periodo lran sicional hacia la C ultura e~n q uecers,; de ~ na man era no tabl e en lo qu e parece un nuevo g usto por la
manifes taci ón pública de la e levada dignidad social de l d ifunto , Los ajuares
Etrusca (incl uso la primera fase de esta) . En rea lida d la C ultura de los Prín cipes
represen tó a la perfección los procesos de interacci ón cu ltural q ue surgieron d~ estas tu 111 ba s cO~laban con .ba stantes artíc ulos de luj o: ca scos de bronce,
sü ulas (va sijas met álicas con forma de cubo), vajillas, pequeños artículos de
entre las poblacione s indígenas villanovianas y los colonos implantados cn la marfi l y fíb ula s.
reg ión de Ná po les, co ncretamente en la co lon ia llamada P ithecu sas, peq ueño
asentam iento levanlado por los griego s de Eubea cn el 750 a .e. aprovechando , El proceso d_e ca mbio fune rario se aceleró cn la pr imera m itad de l siglo VII
una isla junto a la bahía de Nápoles. La colonia se creó como enclave es trat égico ,Le. : hacia los anos 700 a.e.-650 a.e. En es te periodo apa reciero n tumbas aris-
de prim er orden para co ntactar con pob lado s villanov ianos de la región dc Etru- t~)~ratlcas, co n u~a es truc tura bastante complej a, cons tituidas por amplias pla n-
ria y par a acceder de mo do cóm od o a la isla de Elba, do s zo nas con recursos tas en cu lat e~ o ~uadl:adas, levantadas con piedra de un gran tamaño, con una
min eros numerosos y de alta calid ad , en parti cu lar hierro. La s razones de la o dos es tanc ias mtenor es, y cubiertas por un túmulo de tierra para crear un
colonizac i ón en Pithccu sas se limi taban a un plano estrictame nre mercantil pues Imp(~nente ef~clo de ; isibilidad sobl:e el enlomo (fig . 6) , Estas tumbas se gene-
pretendía básicam ent e la ex plo tación de la riqueza minera en pleno territorio 1 ~~IZaI On cn las necró pol is pertenec ientes a los poblados pr incipa les (Populo-
indígena, lo q ue necesitaba es tabl ecer la oportuna red de producción e intercam- l1Ia~ Vetu!ol11a, Tarqu inia, Cervereri, Praeneste), como muestra inequívoca de l
bio co n las poblaciones loca les villanovienses. La habilidad de los co lono s para ennquecrmrenro que experimentaron los secto res poderoso s de la soc iedad
pactar res ulló tan eficaz q ue apenas cincue nta años des pués de la instalació n de probablemen!e a raíz ?el provechoso intercam bio co mercial co n los colono~
Pithecu sas, los griegos co ntaban con la capacidad para instalar un nuevo asen- gnegos. ,L~s e hte s hab lan conso lida do su poderío soc iopolítico ha sta tal punto
lamient o en tierra firme, en la costa de la bahía de N ápoles, que llam aron C umas. q uc decid iero n honrar s u propia mu erte cn sep ulturas de gran sole mn idad,

386 PREH ISTORIA JI TEMA I5, EL MEDITERRÁNEO ENLA EDAD DELHIERRO 387
c uya s dim ensiones parec en hab er
servido para dar mo rad a al co lectivo decora~a c.OI~ impr~si ón , incisión , es tampillado, reli eve, aplicaciones plásticas,
molduras cil índri ca, ... El bucchero se convertiría poco después en una señ a de
de un linaje fam iliar, y qu e parecen
haber sido e l antecedente inm ediato
Idel~tldad del mundo etrusc o y en pro ducto de ex por tac ión por tod o el Med i-
terranco , desde EgIpto hasta la Penín sula Ibér ica, asociado a las ánforas para
de las ricos sepulcros que aparecieron el tt a nsp ort e del Villa.
más tarde e n la C ult ura Etru sca. En
las tumba s se dep ositaron aj uares .. La met alur?i a alcanzó n otable desarro llo mot ivado en buena medida po r
m uy valiosos, co mpues tos por carros, l~ tnten sific aci ón de las ac tividad es mi nera s para cubrir las dem andas mercan-
num e rosas armas, re cipientes de tiles del mundo co lonial. Los tall eres metalúrgicos ind ígenas elaboraro n pro -
bro nce y plata, de licados adomos de d~ctos co n una clara Impron ta nat~va como vas os y carros ritu ales, de los ue
oro y ce rá m icas impo rtadas (incl u- ~ay.excelentes ejemplos en la regron de Bolon ia (fig. 7) . Pero los talleres i~í­
yendo bucch ero de calida d). Las genas no tard aron en mcorporar a lgu nas de las prácticas ori entales para elabo-
ce nizas se depositaban en um as mu y rar de hcadas vaj illas , arm as y objetos de uso corri en te re lac iona do s con la ves-
llam ati vas, una especie de vas os trrnenta y e l,aseo. Es ta II1t~uencla resu ltó det erminante en la orfebrería, con la
canopo s rea lizado s en los talleres del mcorporacmn de nuevas técni cas de trab ajo de oro co mo el granulado y la fili-
lugar de Chiusi, con un perfil ovoide grana, .~ u e. sirvrero n para r eali zar collares , pu lseras y diadem as. Mu chos de
que simulaba e l cuerpo de una perso- esto~ trab ajo s trat aban de nrut ar los prototipos importados de sde las colon ias
na y con tapaderas aparentando cab e- par ticularrn ente abunda ntes en la '
zas hu manas. época y de los qu e co noc e mo s
Figura 6. Necrópo lis de Populonia (Livorno) pi eza s tan excepci onales como
con tumbas ci rculares y vasos ca nopos pa ra La base ec onóm ica siguió siendo los vasos de bron ce con pro cesio-
contener las cenizas de los difuntos. la agricultura y la ganadería, pero el nes de oferentes egiptizantes, los
es tím ulo principal para el pro gre so lebe s con pró tomo s de grifos
sociopolítico de los sectores aris tócratas fue la prod ucc ión del mineral y su sobre e l borde o las placas de
tráfico merca ntil co n los colono s gr iegos. La s ricas min as de Etrur ia co me n- marfil co n anima les fantásticos.
zaron a ser exp lotadas de manera sistemática y regul ar para satisfacer la dema n- Otro de los trabaj os habitu ales
da griega y de esta man era permitieron co n sum a rapidez el enriquecimiento fue la manufactura de recipi en tes
de las aristocracias locales en una medida descon ocida hasta ento nces . A cam- de bron ce , en parti cul ar [as sítu-
bio de ma ter ias pr imas elementale s, los prí ncipes locales ob ten ían prod uctos las, un recipiente ya conocido en
elaborados de alta calidad: artíc ulos griegos originales man ufacturados en colo- el Villanoviano, q ue po seía una
nias y metrópolis; productos orientales traí dos desde el norte de África y lejano forma de co no invertido y conta-
Próximo Ori en te a través de las ru tas mercant iles griegas; y por supues to pro- ba con asa s mó viles. La herencia
ducto s de imi tación elaborados en talleres locales. loca l también se dejaba tra slucir
La influe ncia griega en Etruria se percibi ó de ma nera mu y pa rticular en e l en otros objetos, como los fam o-
artesanado . La llegada de los co lonos cambió radi ca lmente las anti guas tradi- sos cascos de cre s ta de orige n
cio nes ce rámicas, de modo que muc hos talleres indígenas no tardaron en adop- villanoviann o semiesférico s con
tar innovaciones tan notorias como el tom o y en produ cir ce rámicas de calidad, botón en la parte s upe rior, en
qu e ga naron bastante peso ante las cerámica s comunes . La espec ialización de am bos casos co n decoración inci -
sa o repujada. Figura 7. Restos de la Cultura Villanoviana en el
la cerámica co ndujo a producciones espec iales, co mo la cerámica de influ encia norte, Bolonia . Gran vaso de bronce de Bisenzio
co rintia impl ant ada en los talleres de Ce res y Tarquinia; o un tipo peculiar lla- La presen ci a griega resultó (arriba iZ~lIi~rda) . Peque ño l'aso :0011101fo rea liza-
mado imposto , qu e cons istía en una cerámica reali zada a mano o torno lent o, lan honda que se han hall ado d~ el! ceranuca de bucchero . de Viterb o , con /erras
decorada co n técnicas a base de incisión , imp resión y elaboradas incru staciones indi ci os del alfabeto griego en I nCISas (arriba de recha). Carro ritual en bronce
de bronce , ámbar e incluso hueso . Pero la mej or expres ión de producci ones los poblados indígen as. En co n- de Bisenzio (a haj o derecha ). Askoi con de coración
espec ializadas surgió en Cerveteri (circo 670 a.C i) y se conoce como bucchero : naturalista de jinete sobre ca ballo . procedente
cre to de l alfabeto usado por Me-
ce rámica de ca lidad que im itaba las vaj illas de bronce , con una superficie negra de la tumba 525 de la necrópolis de Benacci
ga ra, c iudad involu crada a la sa- (a haj o izquierda) . Figuras a distinta esca la.

388 PREHtSTORIAU
TEMA 15. EL MEDITER RÁNEO EN LA EDAD DEL HIERRO 389
zón e n la fundac ión de co lon ias merid ionale s, co menzando por la cé lebre nom bre a es te hori -
Sirae us a. Desde luego no se han conservado texto s literar ios compar~b les a zo nte ori entalizante
los de Grec ia , pero sí se han hallado in scripc ion es mu y cortas en ceranu cas con el títul o del arte
de la s s ítulas, y qu e
de bucchero. se ex tendiero n por
las reg iones ital ianas
de Este y Bolonia ,
llegand o incl uso a
3.2. El antiguo Lacio : Cultura Latina las regiones hallstáti-
cas del centro y o-
E l territ ori o del Lac io también co noció un proc eso or ientalizante similar
rie nte (por eje mplo ,
al expe rimentado por Et rur ia. Lo s preh istori adores han d~tado lo~ pr~meros la sítula de Yace).
signos orientali zant es en el 730 a.e. a partir de la ap~nclOn de los pnmelOs
obj etos importados en las necróp oli s, pero en esta regi ón no hubo ~na mtluen - La s sítulas re s-
eia oriental tan profunda como en Etruria de modo qu e mu chos árnbitos cul- pondían a una larga
turales mantuvieron las viej as trad iciones dura nte ca si un Siglo . Hasta el 630 tra dici ón de ob ras
a.e. las viviendas se hicieron co n ba rro y materiales perecede ros, sm orgaru- rea lizada s en bronce Figura 8. Situla s de bronce. Tumba de La Certosa
zaeión del espacio habitado. Fue ju stamente a mediado s del Siglo V 1I a.e. cuan- ba tido, que presen ta- (izquierda ) y tumba de Benvenuto (derecha).
do la historia de Roma tomó un nuevo rumbo hacia un modelo u~bano, qu e ban la fonna de cubo
repre sen tó un cambio de la máxima relevanc ia ~anto en el pl ano polilleo -soclal o ca ldero. La llegada del or ientalizante pudo constatarse en una nueva decora-
co mo en el económ ico. De este mo do se llego al final de un proceso que se c ión sobre este tipo de recipientes, con la incorporación de motivos decorat ivos
gestó en el per iodo Olientaliz ante latin~ y que se percibe claramen~e en el capí- zoomorfos y poco después tambié n de figuras humanas. La s ítula más antigua
tulo funerario , sin duda el aspecto mejor conocld? de es ta cultm.a en e l Sig lo proceded,;1 lugar de Benven uto y es una buena mues tra de este tipo de trabajo,
VIIl y en la primera mitad del vn . Las jefaturas qui sreron dar tesnmomo de su caracten zandose por sus num ero sa s protuberancia s y por uno s moti vos geomé-
riqueza en los en terramientos. construy endo tumbas de mayores d llnen slOnes tn cos que recu erdan la artesa nía del metal durante los Campos de Urnas, lo que
y co n una estruct ura m ás orgánica , co n entenatmentos dobl es y triples, tum?~s 1'; da de pa so un aire arcaico. Pero la pieza de Benvenu to ya presen ta los rasgos
m ás co mplejas de carácte r tumular e incl uso p seudocá maras . La acum ulac ión (I PI COS del a rte orie nta liza ntc, en partic ular la deco ración figu rati va sobre la
de artículos extranjeros de lujo permite calificar cierta s tumbas como pn nci- s uperficie forman do escenas de banqu ete s, procesión de guerre ros e hilera s de
pesca s, sobre tod o aqu ell as dot adas de can o ,e ImportacIOnes etruscas, gnegas seres míti co s. Este pan orama decor ativo es toda una escenografía de los modos
y fenicias . ES"Cilracterístico el caso de la necropolts de Laurentm~, una de cuyas ~oci ales de los príncipe s o aristócrata s del momento, con detalle s que permiten
tum bas poseía un enorme co njunto de pieza s de bronce y una vajilla co mp uesta Ilustram os sobre co mportamientos y vestimenta de la época. La s fórmu las más
desarrolladas de l arte de las sítulas se hall an en la necróp olis de La Certosa, del
por más cien 'vasos. 500 a;e. (fig. 8). Hacia el año 400 a.e. parecen haber desaparecido aunque hay
es tud iosos que plant ean una per vivencia más allá de la fec ha.

3.3. El antiguo Véneto: El arte de las sltulas


El nort e de la Península itálica mantuvo durante el peri odo conocido como
3.4. El más remoto occidente: Cultura Tartésica
Este III buena p arte de la cultura local , sin S~I~ del tod,o ajena a la poderos.a
corriente orientalizante del sur. Pero esta región ac uso el Impacto ori entali- El fenómeno orientalizan te también alcanzó las regio nes más lejanas del
zante de manera bas tante peculiar: en prime r lugar por que la recibió de segun; ü:ciden te, más allá de las míticas Columnas de Hercules, en las regio nes de
da mano , tami zada por Etru ria; en seg undo lugar por que su llegada se ret raso C ádiz , Huel va y Sev illa, que fueron los territorios centrales de la Cult ura Tar-
un s iglo m ás tard e respecto del sur (hacia el 625 a.C i); en terce r lugar po rq ue tésica. Para mu cho s pre hi storiadores las raíces de Tartessos se remon tarían
mantuvo un matiz indígena mu y marcado; y en cuarto lugar porque se desa - ha sta el Bronce Final local de modo que la antigua Tartesso s surgiría como un
rro ll ó fund amentalmente en uno s pec uliare s obj eto s, la s situlae, que dan el lento, paulatino e imperceptible pro ceso endógeno prot agoni zado por los nat i-

TEMA 15. EL MEDITERRÁNEO ENLA EDAD DELHIERRO 391


390 PREHISTORIA 11
y paredes enlucidas. Estas técnicas co nstructivas reve lan la influencia de los
vos. Pero aún asumiendo la relevancia del sustrato indígena del Bronce, Final,
colonos en la vida c,otidiana, influjo que afectó a activ idades de mayor rango,
la Cultura Tart ésica resulta incomprensible sin co nocer los procesos exoge nos
como la construcc i ón de podero sas murallas a base de grandes sillares y t éc-
generados por la llegada de mercaderes orientales, en partlc~l ar tras la fund~­
nica s de encaje en ángu lo (soga y tiz ón) , paramen tos y fosas.
ción de la colonia fenicia de Gádir en el 750 a.C; que provoco un cambio decl~
did o en los modo s de vida de las co munidades locales que poblaban las vegas La comb inac ión de tradi ción c inn ovación se reflejó de manera directa en
del Guada lquivir y las llanuras de Huelva, la eco nomía de los pobl ados rart ésicos, que incorporó a la base agropecuaria
Decía Estrabón que la colonia de Gádir se levantó apenas ciento cincuen~a trad icional prácticas foráneas para aumentar la produ cción y ampli ar las tierras
años desp ués de la caída de Troy a, o sea hacia el 11 00 a.c.. Pero la nrqueolo gia de cult ivo. La intensifi cac ión agrop ecuari a perm itió cubrir la demand a local,
parece confumar que la primera instalación de los feni cios se prod~Jo e~ ~I co nseg uir los exce dentes agríco las para la exportación colonial, intensificar
siglo VIII a.C; en una pequeña isla SItuada muy cerca del h~OI al.' ~on la mtencion sec tores agropecuarios co mo la vid y el olivo e introducir nuevos animales
de acceder al rico mercado de metales del llamado Cinturón p~ntlco de H~elv.a: domésticos como ga llos y asnos. En el plano ganadero se produjo un incre-
De paso hallaron un notab le mercado de matenas pnm?s agn colas en l a;~ II~as ment o de la cabaña mayor, en particul ar del bov ino, una constatación arqueo-
y fértiles tierras bajas del Guadalquivir. El nombre de G ádir procede del terrmno lógica que recuerda algunos milos tartésicos sob re la rique za del sec tor, como
semita ca; que significaba literalmente «fort aleza» , pero no parec.e, qu~ los la leyenda de los toro s de Gerión. Pero los intereses coloniales incenti varon
tirios tuvieran que emplearse en labor es defenslva~ f~'ente a la pobl~clon nativa de modo especi al el sec tor de la minería, en la serranía de Huelva y áreas peri -
porqu e las huellas registrad as en ~aclmlent~s rartesicos de tierra fu.m: avalan féricas de Alta Anda lucía y Extremad ura. Los fenicios introdujeron a los nati-
un rápido entendimiento entre nativos y foraneos. El relato de Estrabon narra vos en los nuevo s medios de ex tracción para aumentar la producción y nuevas
la pronta fund ación de un templo en honor a Melk art. dIOS protectord el comer- técni cas posteriores de manufactura artesana l. Las técnicas de la filigrana, gra-
cio, que en la tradici ón oriental servía ~omo santuan o y I,ugar de ll at~ ~on,ler­ nulad o y repuj ado orientales permitieron realizar delicadas obras de arte: arra-
cial, interesante sincretismo entre reh glOn e mterese~ econo rmcos. FU~,asl ~on"o cadas , pendi entes, collares, cinturones , diademas y anillos a imi tación de
en el SIglo vrn a.c. surgio la epoca modelo s orientales, lejos de los artículos pesados y macizos del Bronce Final.
brillante de la Cultura Orient ali- Entre las pruebas de la aculturación tambi én hay que contar con la metalurgia
zante Tartésica. de bronc e, que se usó para la realizaeión de objetos hasta entonces desconoci-
Los antiguo s poblados forma- dos, co mo los quem aper fum es, jarros , esc ud illas .. ., por lo gene ral obj eto s
dos por un puñado de cabañas ritual es adoptados de nueva s costumbres litúrgica s.
modestas ex perim eruaron un cre- La intensificaci ón de los sec tores eco nó micos productivos pro vocó de
cimiento notabl e en tamaño y manera colateral el incremento del volumen de intercambio de mater ias prima s
complejidad, creando una red y artíc ulos manufacturados. Los puertos tartésicos perm itieron los atraques de
importante de núcl eos de po?l a- cient os de cargamentos a juzgar por la presencia de miles de objetos griegos y
ción de có moda co mulUcaClOn a
orientales en algunos poblados indígenas. El transporte terrestre era organizado
través de campiñas y bajíos ma-
a part ir de grandes ejes de co municac ión: la Vía de la Plata en dirección a
rismeño s: Set efilla, Carm ona ,
Extremad ura; y la Vía Herakleia a lo largo del Guadalq uivir, que actuaban
Hi spalis, Corduha, Onuba o Nie-
co mo ejes de comunicación a partir de vías naturales para vertebrar el territorio
bla se convirtiero n en núcle os de
a través del comercio. Buena parte del tráfico mercanti l agríco la y metalúrgico
población de cierta importancia,
con capacidad para centrah zar la era monopolizado por los caudillos indígen as, que obtu vieron mucho s benefi-
producción y distribución regio- cios de tales em presas, como un rápido enriquecimiento económico y la adqui-
( nal de mercancía s. La influ encia sición de productos exóticos útiles para sancionar púb licamente su prestigio
social. En una clara manifestación de reconocimi ento más allá de la muerte,
oriental pront o se dejó sentir e n la
aparición de casas con planta rec- much os de los objetos exó ticos adquiridos fueron depositados en sus tumbas,
tangular; cimientos de piedra para tanto en inhumaciones como en incineraciones. Entre las mejores pruebas de
soportar los muro s de adobe; sue- distinción mortu oria se hallan las tumbas principescas de La Joya (Huelva),
Figura 9. Cerámica orientalizant~ de la Cut- los de tierr a batid a y revestidos en las que las cenizas de un aristócrata se rode aron de suntuosos objetos: carro
(lira Tart ésica. Recip ientes de estilo Lora del de madera de nogal con apliques de bronce en form a de ca beza de león; jarros,
Río (arriba) y Cmz del Negro (abajo) . con conchas , guijarr os o pizarra s;

TEMA t5. ELMEDITERRÁNEO EN LA EDAD DEL HIERRO 393


392 PREHISTORIA 11
Desp ués de do scientos años de es plendor, Tartess os pad eció una notahle
platos y pebeter os pa ra la liturgia
recesión qu e aca bó co n su desaparici ón e n la trans ición haci a el siglo v a.C.
(fig. 10); cerámicas de calidad; hue-
Las razones pudiero n ser varias: la conquista de Tiro por los asirio s, el agot a-
vos de avestr uz y arquetas de ma rfil
miento de las mina s de plata de Hue lva y la recesión del sistema agrícola inten-
entre otros. sivo de l G uada lquivir. Pero la caída del mundo tartésico no pro vocó una crisis
Los llamados popularmentc pro fund a porqu e sus ciudades y el campo poseí an bastant e resistencia para
tesoros son otra prue ba del panora- hallar nuevas estrategias de supervivencia económ ica , mant eniendo part e del
ma de osten taci ón públi ca de las antig uo entramado socioec onómico. De es ta man era, no hubo una ruptura cu l-
aristocracias ind ígenas orientaliza- tural entre el viejo mundo de Tar tessos y la nu eva realidad del siglo VI a.e. De
das. El Te soro del Carambolo es hecho podríamos pensar en una ca ída del modelo político pero no de los modos
un o de los m ás co nocidos y co m- de organi zaci ón soc ioeco n órn ica. De manera paulatin a, el mo delo tart ésico
pren d ía una veinte na de joyas d e dejó pa so a un nuevo peri od o con oc ido por los prehistoriadores como ibérico
oro de insp iración fenicia y ch iprio- antiguo y que tomó cuerpo en una etni a ibéri ca: los turdetanos. La onomástica
ta, co n un pectoral, co lgantes, bra- Turde tania posee co nco mi tancias co n Tartessos, revelando la imb ricación de
za letes y plaqu et as (fig. 11 ). El la etnia con e l antig uo sustrato ori entalizan te.
Tesoro de la A liseda no es me nos
..... conoc ido y conte nía unas trescien-
tas pie za s de oro, proced entes a l
parecer de la tumba de una mujer:
había una diade ma, cinturó n a11 ICU-
lado, pulseras, pcndient cs, co ll¡~res,
anillos con se llos (de am ati sta,
j aspe , co rnalina y cr istal) , vasos,

\ br asero, espejo , un par d~ á~foras


fen icias y una bote lla de vidrio con
jeroglíficos eg ipc ios. El esp lendor
de las tumbas y los tesoros revela
un a aristoc rac ia principesca co n un Figura 11. Orf ebreria orie nmlizante de la Cultura Tart ésica . Tes oro del Caram bolo.
alto nivel de vida , que se recordaba
en leyendas y n arraci ~ne s . El histo-
Figura lO. Bronces orientalizantes de la Cultura riador romano Es trabo n se hizo eco
Tart ésica . Thvmiatería o qllemap erfllmeS,ja1 TtI
y remache de los ejes de 1II1 carro , proceden/es sig los más tarde de tal ari stocrac i~ ,
4, La Segunda Edad del Hierro
todos ellos de la necropolis de La Joya (Hile/va ). que identificó con el monarca tarte-
Cierva de bronce de proceden cia desconocida. sico llamado Arga ntomo . Los datos
arq ueo lógicos no revel an m a nar-
ía o poder centra lizado alguno pero sí unas é lites m inoritar ias a m,od o de 4.1. Los pueblos itálicos
(~gulos , caudillos, príncipes o aristóer~tas , qu~ gobernaban ca~~. nu~ le~. ~
ob lado . El per sonaje de Argantomo sen a un mil o pero co n un ti asfOl~ o IS Los historiadores consideran los año s poste rior es a l siglo VtI a.e. en la
¡óri co porque su nombre significa literalmente h~mbre de plata , alu~l~n~od a Pen ínsula itálica co mo una especie de preámbulo de la Historia An tigua, en
la ri uez a de l met al en la antigua Tarsis. L a mej or Imagen arq ueo log lca e buena med ida por su co rrespo nde nc ia co n los remo tos orígene s de Rom a. En
stos ind ividuos se hall a en la necróp olis tumular de Se tefi Jla (Sev illa), donde realidad cua lquier valorac ión sobre los inici os de la Historia An tigu a no deja
~n túmu lo prese nta las urn as de sese nta individu os cn tomo a una t~mba c~n: de ser un eje rcic io retórico poco sutil, que desde una perspect iva historiográfic a
tral, una compleja cámara de mamp ostería co n los restos de un individu o p~ e _ mo derna carece de utilidad e ineluso credibilidad , por la subjetiv idad qu e
roso Este túmulo parece refl ej ar en muerte la estructura SOCial de la co.'te ans implica es ta blecer rupturas nítidas en el pa ulatino devenir de los tiempos. En
t ócrata , con varios miem bros de l mismo linaje en tomo al pater [amilias, un
cualquier caso , la hi stori a de la Penínsul a itálica entre los siglos VI-nI a.e. apa-
mod o de organización típicamente c l ánico.

TEMA 15. EL MEDITERRÁNEO ENLA EDAD DELtlIERRO 395


394 PREHISTORIA ti
ro n dos factores muy importantes: po r un lado, la reactivación de un circuit o
rece descrita en la mayoría de los manuales a partir ,de un proce~o históIic~
mercant il muy pro vechoso basado en la ex tracc ió n de cobre al este de los
rincipa l: e l paulatino despert ar de la co nc ienc ia P(~ l,lt l ca de Roma, q~e paso
Po r varias etapas. La primera co me nzó co n la exp ulslOn ~e la ~no?at qu ia ~tl u,s-
A lpes; por otro lado, la ex pa nsión de la influencia etrusca con e l pro pósito de
contro lar los pasos transalpinos hacia Cc ntroeuropa. De esta ma nera , la región
~a en el 600 a.e. , la instalaci ón de la monarqUla rom ana y la ti ansform~e lon
se convirtió en un importante terri torio de paso de mercancías entre la cuenca
urba nística de l paisaje hum ano , que llevó en el 575 a.e. a la ,;onfig urae lOn de
inferior del Po y las regiones latenienses de l norte. Los pob lados experimen-
Roma com o un a auténtica ciudad. La seg unda etapa co me nzo co n la 11lCO~0­
taro n un import ante increme nto, pero en verdad la mayor part e de la infor ma-
rac i ón de la Repú blica en el año 509 a.C, y perduró unos c iento Cincuenta anos
ción arqueo lóg ica aún procede de las necrópo lis, como la propia de Este, que
co n la sucesión de ca mpaña s para la conquista del telTltO!'1O inm ed iato, la zona
han proporcio nado huellas clara s de la influen cia etrusca: objetos para ban -
del Lacio . La tercera arranc ó en e l 35 0 a.C , y CO~OC IO e l sa lto dec id ido de
quetes, cerá m icas (entre ellas algunas át icas) y bron ces e truscos. La existe ncia
Ro ma a la conq uista de Italia, tras las Guerras Samn.l~as y la conq~lsta de Etru-
de algun as es tatuillas de bron ce represe ntando person ajes de alc urnia co n una
ria, que culminó en el año 265 a.e. con la destruccíon de Volsinii. icono grafía griega parece revelar una destacada aculturación de las é lites domi -
La breve de scripción de la hi stor ia de Roma entre los año s 60 0-250 no nant es, cuya mejor pru eba se halla en la rica tumba de Ne rea Trostiaia, perte-
resulta ociosa ya que permit e contextualizar de modo ~portuno la hisroria p°rÍ' - necient e a un rico mercader que no dud ó en adopta r los ritos y divinidades
trer a del resto de los pueblos itá licos. La arq ueologfa ~o ha PlOpOl,clo na o etruscas (ci rca 300 a.e.-250 a.e.). Los rom ano s situaron en esta región a la
muchos datos para reconocer el complicado caleidoscopio cul~ral lta~ lco qu e tribu de los vénetos, que han dado no mbre a la mism a y que prob ablem en te
se int uye tras las cró nicas romanas de la co nquista. una laguna qu e tampoco fuero n los heredero s de Golasseca lit.
se puede llen ar co n las crónicas esc n tas ro mana s. En la mitad centro -me ridion al las culturas itálicas se desarrollaro n en un
La cultura noroccidental de Go lasseca conoció su último period o de vigen- territorio sumamente agreste, entre ásperas montañas, pequeños valles yangos-
cia (el llam ado Golasecca m) entre los años 500 a.e.-350 a.e. Los pobl ad~s n o tos corredores litor ales. Esta co m plej idad fisiog rá fica favoreci ó la fragm enta-
son bien co noc idos de mod o que la mayorí a de I,a infonn ac ión arqueol ógica ción tribal, la atom ización sociopolúica y la co mpetitividad por e l territ orio,
procede de las necrópolis, organizadas de acue,r- una com binación part icu larm en te prop en sa a la inestabilidad. La mayor ía de
do con los ritu ales tradicion ales de 11lC11leraC11ln es os pueblos del interior itáli co rep resentaban c ulturas de hondas raíces mon -
(fig. 12). Los aj uares aristóe ra~ a.s contenían obje- tañesas, de marcado carác ter ga nade ro o pastor il, pero co n limitadas posibili-
tos ya co nocidos: casc os metahc os semicircula- da des para la producción ag rícola , un patrón eco nóm ico vinc ulado con un
res; jarr as de bro nce con caño y asa decor ada; mode lo territo rial m uy inesta ble y conflictivo debido a la continua búsqu eda
sítulas historiadas; torqu es, pendIentes, pulseras de pa stos ga naderos y a la necesidad de raz zias para la obt ención de bo tín, cos-
y numero sos tipo s de fíbul as. En. cualquier caso, tumb res qu e perd uraron hasta tiem pos hi stóri cos (el "rapto de las sabinas" no
las raíces cultura les se mantuvie ron pro bable- es sino trasfond o míti co de un saqueo de es te tipo). El mode lo co nd ucía pur
mente inclu so tras la posible llegada de los celtas tanto a un ambiente larvado de disput as territori ales, de tribu s luchand o entre
del norte, que las crónica s cl ásicas sitúan hacia sí de manera más o menos consta nte, ca paces de reunirse en coaliciones ines-
el año 400 a.C; pro tagonizada por la trib u de los tables y sin ninguna base po lítica sólida más allá de la veneraci ón ritual a san-
insubros, con capital en Mediolanum (Mil á~). La tuarios comunes. Los escritos ro ma nos pro porcio naro n relatos - no siempre
arqueolog ía ha reconocidu c ierta presencia de bienintenci onado s- de las migraciones e invasion es que enfrentaban a estos
objetos lateni enses, pero no en la med ida nece- pueblo s entre s í, y en contra de etruscos y griegos. Allí se mencionan a los
saria para pensar en invasiones masivas de gue- picenos, pretutios, ves tinos, marrucino s, marsos, front anos, apulios, ápigo s,
rreros procedentes del otro lado de los Alpes. mesapi os, penceni os, ecuos , volscos , hérni cos, sabios... Pero para evitar un lis-
tado tedi oso, podem os lijamos a mod o de eje mp lo en los dos modelos qu e
La C ultura Atestina o Este perduró eu la ver-
tuvieron mayor repercu sión : los um bro s, en la práctica un hinterland cultural
tiente norocc idental co n mucho s rasgos de la de la Cultura E trusca; y los samnitas, qu e represent aron una coalición inter-
etapa anterio r. Los sig los V-IV a.e. resu ltaro~~n gr upa l bajo una co hesiona da unid ad militar ca paz de enfrertarse a Rom a.
periodo de particul ar esplendor en es ta region ,
qu e tuvo un imp ort ante desarro llo e ul tur~l, un Los escritores romanos calific aron a los umb ros como el pueb lo más rele-
Figura 12. El1ferramiellto~ incremento de la po blac ión y un erec l m l~~ to vante de los qu e oc upaban las mont añ as interiores ce ntra les . E sta posición
de la Cultura de Este, necro - ec onó mico, pecu liar co mbinación qu e propicia- preem inen te tiene una ex p licación mu y sencilla: su territor io limitaba con la
p olis de Piovego (Padua) .

TEMA 15. EL MEDITERRÁNEO ENLAEDAD DEL HIERRO 397


396 PREIIISTORlA 11
región ce ntra l de Etruria, por lo que la influencia de la esplendorosa C ultura
de Massalia, que perdió parte de
Etrusca se dejó sentir mu y pronto y de manera inten sa sobre aqu ella región de
su influencia en e l litoral y en la
Umbría. El poblado de Tem í fue un buen ej emplo de la inl1uencia etru sca y
unportante ruta mercanti l del río /
acabó por convertirse en n úcleo ese nc ial de com unic aciones entre Etru ria ,
Lacio y Pice no . La tumba de Colfic rito repr esent a la riqu eza obt enida a partir
Ródano. En este marco de crisis ~---, ..
gc ncralizada, la región se convi..r-
del co me rcio por un notable del lugar (circo 500 a.C}, con sus vasos de buc-
tió en un peculiar cale idoscop io
chero y bronces impor tados de Volsinia, actu al O rvieto , a la sazón una de las
de pequeña s ciudades (de no más
ciudades etruscas más important es. Las tumb as aristócra tas reflejaban el mode-
de 4-5 hectáreas de cx tensión)
lo etrusco, con cámaras pétrea s decoradas y varias salas interiores. D urante
encaramadas sobre los cerros y
los sig los qu e acaec ieron hasta la co nquista romana toda Um bría permanec i ó
amuralladas, un poblamicnto que
com o una especie de hinterland etrusco , en un estado de atomización pero con
rev~la .condiciones de gran com-
un elevado nivel sociopotí tico, tal como revela un do cumento de carácter reli-
penti vidad territ orial . En la región
gioso hall ado en Gubbio, las famo sas Tablas igurinas.
pod íamo s hallar poblados indíge-
Lo s samnitas ocuparon las regiones interiores meridionales de la península nas senc illos pero tambi én pobla-
y su hi storia es bien conocida a partir de mediados del siglo IV a.c. al prota- do s tan sofis ticados como las
goniz ar un largo confli cto con la naciente Roma. Poblaron las regiones mon- colonias gricgas. El yacimiento de
tañosa s de Abruz zos y Campania y formaron en realidad una coalición políti- Saint Blai se representó uno de
ca-m ilitar qu e agrupó varias etnias: lo s pentri (la tribu más importante), estos últimos, presentando calles,
caracenos , caudinos e hirpinos. E sta coa lición fue llamada civitos Samn itium murallas sólidas levantadas con
por Li vio y representó una notable fuerza expansiva y un baluarte de firm e sillares de piedra y viviendas
resistencia al crec iente poderío de Roma. La idiosincrasia de estos pueblos complejas. Este lugar todavía con-
hundía sus raíces en el sustrato cultural de la Prim era Edad del Hierro y el pro- serv aba su capacidad comercial a
fundo carácter aislado y montañoso de su territorio pro vocó un aislamiento ju zgar por las muchas cerámicas
perenn e, lejos de cualquier influjo de las altas cult uras de Etruria y Magna Importadas, sobre todo piezas áti-
Grecia. La abundancia de agua favoreció una economía pa storil aunque la mala cas de figuras negras, pieza s de
calidad de los sue los obli gó a cultivar a gran altitud , y la au sencia de recursos figuras rojas y má s tarde ccrámi - ~igura 13. Planta del oppido céltico
mineros imp idió c ualquier de sarrotlo comercial. En esta s circ unstancias los cas campanienscs . El yacim iento de Entremanr (Francia) con susfortificacio-
samnitas no dudaron en recurrir a emigra cion es a gran esc ala o a razzias oca - de Entremont representó un caso nes y trama urbana .
sionales sobre poblaciones limítrofes. La sociedad samnita parecía ser bastante parecido pues tambi én contaba
coherente y sumament e desarrollada pues se organizó como una liga qu e con- con murallla de piedra cali za reforzada con bastiones , call es delineadas y pavi-
taba con un consej o en el qu e se hatlaban representadas tod as las tribu s. Las mentos ( C mo saico en el tcmpl (fi 13) E I
1 . ll, b, L · , o rg. . ntre os poblados más simples se
crónicas comentan la existencia de algunos centros de población como Bova- 1~, a a . es Penn es, un nuc!co sobre un espolón fortificado mediante un terra-
nium o Malvenrum y la arqueo logía ha mo strado un patrón bá sico de pobla- p en, carente de orgaru zacron interna y con mu y pocos obj eto s importados.
mi ento basado en la di spersión de aldea s, asociadas a un núcleo fort ificado
qu e eje rcí a de lugar central (llamado patrón pagano-vicáni co) . . 1 7st~ peculiar me zcla de tradi ciones culturales se manifestó inclu so en la
" . c~ ogia , de tal modo ~uc: frente a la mentalidad griega imp erante en las co lo-
1l1a~, mu~hos poblados ind ígenas mant enían cultos prop ios, posiblemente ancla -
do s en viej as tradi cion es, En la descmbocadura del río R ódan t '
u br I . .. , e o eru an por cos-
4.2. Los p ueblos de la Céltica mediterránea llnl ;e c~antal escullur~s p étreas, con cierto influjo griego pero representativas
( e w .tos oc~les , cuyo ejemplo más conoc ido es la Tarasc a de Noves fi ura de
De sde principios del siglo v a.c. , las region es mediterr áneas fran cesas pad e- un "nlmall?ltlco que clavaba sus garras en cab eza s humanas cortadas' al ~iempo
cieron una importante rec esión económica, provocada por un fuerte retro ceso qu~:nguIIIa una pierna. En el templo de Entremont se esculpiero n pilas for-
ma as pOIcabezas humanas y en la muralla se clavaron cráneos humanos autén-
comercial con Grec ia y Etruria, que acarre ó una situación particu larmente grave
tICOS, un nt~ qu e produjo la aversión de los romanos en tiempos de la conquista
de inestabilidad política y social , cuyas consecuencias se centraron en la colonia
y que no era nada exc epcional. En la entrada del poblado de Roque pert use se

398 PREHtSTORtAIl
TEMA 15. EL MEDITERRÁNEOENLAEDAD DEL HIERRO 399
T

excavaron nichos para asiduame nte el litoral ibérico desde la co lon ia llamada Emporion, plaza mer-
situar cráneos huma- cantil fund ada en e l 600 a.e. por massaliotas en e l Go lfo de Rosas. En los años
nos y se esculpió un 600 a.e.-450 a.C. la co lonia conoc ió su per iodo de ma yor pros peridad y sus
buitre sentado sobre la naves forj aron una poderosa red mercantil basada en un lucr ativo intercambio
puerta (fig. 14 ). con los pueb los indí gena s q ue ocupaban las cos tas catalanas y levanti nas, para
ob tene r productos y materias prim as de pri mera necesidad : ce rea l, sal y de
La reg ión de Pro- manera muy especia l metales de la Alta Anda lucía y Siena Mo rena. Los indí-
venz a revela de mane- gcnas obtenían un buen surtido de artícul os de importación , en especial cerá-
ra clara la complicada micas áticas de calidad: lekithos de figuras negras, kylikes de barniz rojo, crá -
me zcla cultural que tcras y ánforas, que eran mon opol izad as por las min or ías más aristocráticas.
existía en esto s mo -
mentos y la infl exible Durant e e l per iodo ibérico se prod ujo un increm ento y una conce ntración
lucha de los indí gen as de la pobl ac ión en núcleos de cierta entidad, sobre todo en las regiones anda-
po r mantener su pecu - luzas que conformaro n la Turdetani a y tambi én, aunque en meno r medida, en
liar mundo de trad i- la Meseta sur y Sudeste. En es tas regiones se conso lidaron los pob lado s cen-
cione s propias. De tralizados de cierta relevanc ia, llamados ya de manera convencional oppidas,
hecho , ha sta los pri- convertidos en centros de poder soc iopolítieo y en núcl eo s de organización
meros años del sig lo n económica. Los oppida ibéricos no llegaron a ten er e l pape l destacad o de sus
FigUla 14. Estutua ria de la Céltica meditelrálleafl'aIlCe; a del a.e. la estr uct ura de homólogos galos, que Julio Cesa r descri biera en su Cam paña de las Ga lias,
santuario de Roquepertuse . Cabeza de divinidad bifi,l'Oll/t. e~¡ta- los pobl ados present a- pero no por ello dejaron de ser núcl eos de pobl ación con carác ter protourbano
tila dejJersonaje principa l o divin idad y esta tua le rapaz , f d .'
ba una pro un a I aI- y co n un papel trascendent al en la organización de l po blam iento y en la verte-
gambre indígena, rech azando por ejemp lo el trazad o hipodámi ~o, aU,nque otros braci ón del te rritorio, co n un particul ar interés por e l contro l estratégico en
e lementos delatab an la influ encia helemca, COI: lO el us~ d: zocalos de .P!~dIa puntos de comunicación y ricos entornos agrícolas. La ma yorí a poseían mura -
en las viviend as. En ciertos pobl ado s persi suo la tradici ón de la cabañ a de llas potent es de varios metros de espeso r, reforzadas con bastion es y torre s,
mat eriales perecederos hasta fecha s muy tardías. recurriendo a varios paramentos, entre los que destacaron los muros ciclópeos
y los sillares encajados en ángulos, de clara tradición orientali zante. Las vivien-
das se vertebraban en manzanas y poseían la típica plant a rectangular, zócalo
de piedra trabado con barro, muros de tapial o adobe , tabiques para la sepa ra-
4.3. Los pueblos ibéricos c ión de estancias, un hogar central, despen sa y en ocasiones una especie de
porche. El oppida se rvía como base para la jcrarquizaci ón del rerrito rio por su
La Cultura Ibérica es la mejor rep resentación de las cu lturas indí~en~s que relevanc ia pol ítica, soc ial y económica, tal co mo reve la la denomin ación de
persistieron en el Mediten'áneo en la Segunda E~lad del HIerro . Su_amblto l~e las etnias a partir de l nombre epónimo de su ciudad: los bastetanos eran los
expansión recorr ía la totalidad del arco mediterr áneo (entre Cataluna y Anda- oriundos de Basti ; los oreta nos de Oret um; y los masteta nos de Mastia, entre
lucía) aunque en tan gra n ex tensión hubo m ultl~ud de etmas con sus propias otros . En la región levantin a, la tend enci a hacia la co nce ntrac ión pob lacional
tradi cio nes y distint as esc alas de desarr ollo poll tlco-cultlll al. Como en otros se retra só hasta finales del siglo v a.C,; y los oppidas que surgieron tuvieron
lugares, tambi én aquí tenem os conoc imiento de los n ~)mbres gue los romanos men or tam año, altern ando co n pob lados ab iertos. En la región de Cataluña el
die ron a c ie rtas e tnias . El historiador roma no Estrabon menc iona con detalle patrón de poblam ien to principal era el pequeñ o poblad o rodeado por mucho s
el caleido sco pio étnico que cubría el arco ibero de un extre mo a otro: los lur- silos , en lo que parece un régimen inten so de almac enamiento de cereales .
detanos ocupaban Anda lucía ; los mastetanos o bastien os el lIt~lal ~udeste, .l o~
oretanos las tierras del interi or; los co ntestanos y ede tanos los comarc as levan En el plano socio político, las etn ias ibéri cas poseían dist intos grados de
tino s; los ilercavones, cesetanos y lacetano s, entre otros, el litoral catalán, y desarr ollo, desde las tradicionales jefaturas hasta los pequ eños estados tribales.
los ilergetes el interi or del Valle del Ebro . Existía un patrón de tipo clientelar, con la pirámid e social controlada por ar is-
tócratas O prín cipes, que contaban con una hucste de guerreros co mo cohorte
Los oríge nes más remo tos de la Cultura Ibé~ica, se remontan hasta el 500
princ ipal, Pero esta minoría estaba lejos del prototipo aristocrát ico del perio do
a.e. como una peculiar simbiosis de tradi ciones mdl gena s hereda das del pa~a­
tart ésico , para aproximarse al prototipo de príncipe guerre ro que mant enía la
do y la int1 uenc ia grieg a. Desde el sig lo VI a.Ci los mannos gn egos recorrtan

TEMA t5. ELMEDITERRÁ NEO ENLA EDAD DEL HIERRO 401


400 PREHISTORtA Il
autoridad y el pod er a partir a través de un co rredor de acceso
del co ntrol mil itar. Los mejo- en rampa, como cn Toya (Jaén) y
res ejemplos de tal ideología G ale ra (G ranada). En c uarto
fueron los monumen tos de lugar, las estatuas en caliza usadas
heroizaciónllamados herooms, co mo urnas y llamadas de manera
cuyo ex ponente más conoc ido convencional dam as, que poseí an
es e l túm ulo fun er ari o de un agujero para in trodu cir en su
Pozo Moro (A lbace te): co ns- inter ior las ce nizas, Las conoc idas
tituido por una tone de silla- Dam as de Elc he y de Ba za repre-
res qu e guarda ba las cenizas se ntan urn as de es te tipo, para la
de un individuo, protegido en dep osici ón de las ce niz as de
las es quinas por es ta tuas de miembros de las élites privilegia -
leones y decor ado co n friso das o quizá sac erdotisas, qu e
narrativo de las hazañas dc un desde el plano artístico revel an
héroe míti co qu e podría ser el además una clara influencia grie-
mi sm o difunto (fig . 15). El ga, ya por e l trabajo de artes anos
conj unto esc ultórico hallad o propiamente grieg os o por una
en Porcuna (Jaén) pudiera ser labor de imit aciones indígenas.
otro heroon t fun erari o de un
Las pro du ccion es ce rámicas Figura 16. Estatuaria ibérica de guerreros en
person aje imp ortante, decora- lucha y arma me nto tipico, co n varias
ibéricas también denotaban la in-
do con figuras qu e aluden a puntas de lanza . soliferre nm y [alcata.
flu enci a grieg a. Era un tipo de
escenas de enfr enta miento s
producci ón manu facturada a
bélico s y míti co s, c inegéticas
torno, que recurría a pastas ana-
e inclu so eróticas.
ranj adas y se decora ba co n diver-
El ritu al habitual de ente- sos motivos: al prin cipio fueron
Figura 15. EsclIltllrafllllera!'ia de la C ult ura rramicnto en el norte era la eleme ntos geo métricos a base de
lb érica . Monumento torrif ormc de Pozo Moro y incineración en urnas cerámi- bandas paralelas, meand ros, círcu-
deta lles d e los relieves grabados en s us sillares . cas dentro de una fosa y con los concé ntricos; mas luego se
Da ma de Elche y Dama de Ba Z({ . ajuare s qu e denotan difcren- añadieron flor es, figuras anima les
cia s soc iales pero sin luj o e incluso seres human os. L as
ostentoso (como much o crátera s o copas áticas). El .ritual en. el sur resultaba ce rámicas más conocidas se han
mucho m ás sofisticado y denotaba una mayor co mplej idad SOC13l. En la~ necró- reuni do en do s estilos pro pios,
poli s hay cabida para buena parte de la com unidad p~~o las tum bas m~s no~~­ conoc idos como O livia-L iria o
estilo narrati vo, y E lche-Archena Figura 17. C erámica ib érica, k álathos
bies reve lan aju ares más ostentosos, variando en fun ci ón de la categon a SOCIal con represen tac iones de estilo simb álico.
dcl individuo. Dentro de las tumbas de mayor catego ría podemos fijarnos en o es tilo simbólico (fig. 17). Estas
cuatro casos mu y represent ativos. El prim ero es la necrópoli s ~Ie El Cígarralero formas cerám icas copiaba n mod e-
(Murc ia), conoci da por los es pléndidos aju ares qu e acompanaron la s ce nizas los griegos y presentaban tipos peculiares co mo el kálathos (llamado de manera
de person ajes aristocráticos guerreros, compues tos por fíbulas, puntas de lanza, más popul ar "sombrero de copa" por s u fo rma). La artesanía bri lló co n luz
manill as de es cudo s y unas peculiares espadas llam adas falcatas, consideradas propia en muchos campos: la orfebrería , co n diademas y bro che s de clara ins-
típi ca s de la Cultura Ibéri ca aunque en rigor s~lo se usaron en el sudes te (fig. piraci ón griega; o e l trab ajo del bronce , co n las pequeñas estat uas hum anas a
16). El segundo es el complejo de tumbas torriformes com o la de Pozo MOlO macla de ofrendas votivas . Pero si hay un rasgo qu e caracter izó a los puebl os
y los llam ados pil ares-e stelas de la :egión levantin a. El tercero son las tum~as ibéricos en materia art ística fue su escultura en piedra, con representaciones
de cámara subterr ánea, co ns trucc ione s ad inteladas reahzadas e n piedra y cle guerreros, animales fant ásticos y las llam adas "clamas", como las b ien cono-
cubiertas por túmulos, que poseían una o varias estancias y a las que se llegab a cida s Dam as de E lche , de Baza y la oferente del Cerro de los Sa ntos.

402 PREHISTORIA 11
TEMA 15. ELMEDITERRÁN EO EN LA EDAD DEL HIERRO 403
5. Epílogo: Del antiguo Mediterráneo al «Mare Nostrum»
í
I
CAMPOREALE, G. (2004): The Etrnscan s Outside Etruria , Paul G
Museum. Los Angeles. cuy
Deslind ar de manera rotunda el paso de la Protohistoria a la Historia Anti-
gua es un labor poco consistente ya que no hay una ruptura clara ni ésta se COLUS , J. (1989): La Edad del Hierro en Europa . Labor. Barcelona
produjo al mismo tiempo en todas las regiones del Mediterráneo occiden tal. FERNÁND~Z URIEL, P.; GONZÁL EZ WAGNER, e. y LÓP EZ PA~DO, F
En realidad, las definiciones anteriores no tienen más que un valor pedagógico (2001). Intercarnhin y comerrm preclásico en el Mediterrán eo . M adn'd'
o didáctico, respond iendo a una necesidad de compartimentar la historia para ,
GARC IA , D : (2004)
. .' La Celti idi ,
e tque me tterrané enne . Hab itats el soci étés en
.
facilitar su estudio. Máxime cuando lo que se produj o en la segunda mitad
del primer milenio fue la aceleración desigual de los procesos históricos que Langualoc et en Provence vtue-ne si écles {{J '. J. C. En ance. París.
en algunos casos, como Roma, condujo a una nueva situación cultural. Los MARZATICO, F. y GLEIRSCHER, P. (2004): Guerrieri Princip i ed Eroi tia
pueb los protohistóricos itálicos padecieron de manera espec ial esa época con- ~ Da'.lu~1O e 1/ Po dalla . Prehistoria all'Altu Medioevo. Catál,;go
vulsa y aquejada por los continuos conflictos militares entre grandes poten- ostra 'Gucrrieri Princ ipi ed Eroi fra il Danubio e il P 1'11
cias : etru scos, ce ltas, griegos y romanos. En el año 500 a.e. la mitad de la Prehistoria
T all'A lto Medioevo " (Trenro' 20()4) . p rovtncra o 'a di~
. . . A utonoma
Península italiana estaba co ntrolada por potencias estata les bastante estab les: rento ;. Castello del Buonconsiglio, Monumento e C II . .
los etruscos ocupaban el norte (cuenca del Po) y el centro (Lacio-Campa nia); Pro vinciali). o eziom
mientra s los griegos ocupaban el litoral meridional (Magna Grecia, Cumas-
Calipolis). Pero en el año 300 a.e. la estabilidad desapareció al aparece r dos MOSCATI, S. (Dir.) ( 1988): Los Fenicios. Folio. Barcelona.
poderes expansionistas de nuevo cuño: los celtas, que invadieron el norte de WELLS/,P. S. (1988): Granjas , aldeas y ciudades. Cumienzo y oríge nes' del
Italia ; y los romanos, que no tardaron en iniciar una perenne campaña militar /11 atusnto en la protohistoria europea . Barcelona.
para anexionar toda la penín sula y avanzar de lleno hacia la Historia Antigua.
Entre los pueblos del Levante ibér ico, a partir del 500 a.e. la Protohi storia
se prolongó entre el 500-200 a.e. a través de culturas más o menos enrai zadas
en las tradiciones anteriores pero fuertemente influidas por la cultura griega,
como por ejemp lo los iberos . La evolución de estas culturas locales cambió
de manera decisiva cuando los romanos, dueños ya de la Peníns ula itálica,
decidieron extender su área de influencia hacia el Occidente. Esto suced ió
hacia el 2 10 a.e. cuando todo el corredor levantino de la Península Ibérica y
sur de Francia se vio envuelto en el contlicto entre roman os y cartagineses. La
historia local de las pob lacione s protohistóricas dio un vuelco total pues de
repente se vieron inmersos en un conflicto militar nunca antes conocido . La
derrota cartaginesa concedió de paso a los romano s el control político de todo
este arco levantino, dando el primer paso hacia lo que un par de siglos más
tarde se llamará More Nos trutn.

6. Bíbliografía

AUBET , M. E. (2009): Tiro y las colo niasfenicias de Occidente. Barcelona.


BLÁZ QUEZ, J. M. (1992) : Fenicios, griegos y cartag ineses en el Medite-
rrán eo. Madr id.
BARTOLINO , G. ( 1989): La cultura villan oviana. All 'ini zio della storia
etrusca. Florencia.

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TEMA t5. EL MEDtTERRÁNEO ENLA EDAD DELHIERRO 405

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