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PLASMA SANGUÍNEO

El Plasma Sanguíneo es la sustancia intercelular del tejido sanguíneo. Es una sustancia

líquida intercelular y está formado por agua, en la que están disueltas sales, glucosa,

aminoácidos, hormonas, y mezclados los Ácidos Grasos y la Glicerina. Se compone en

un 90% de agua y no contiene células sanguíneas. Además, contiene proteínas

plasmáticas (60-50 gr. proteína) a las que pertenecen la albúmina y las globulinas.

Transporta:

a) Los alimentos desde el Intestino delgado hasta los tejidos.


b) Los desechos celulares desde las células hasta el Aparato Urinario.
c) Las Hormonas desde las Glándulas de secreción interna a todo el organismo.
d) El calor desde las células, en las que se genera durante la oxidación, a las

restantes partes del cuerpo contribuyendo a mantener constante la temperatura

corporal.

También en el plasma sanguíneo podemos distinguir entre plasma y suero:

 El plasma es la parte líquida de la sangre sin coagular.


 El suero es el líquido sobrenadante que queda cuando la sangre total se coagula,

por lo que tiene una composición similar a la del plasma, aunque sin fibrinógeno

ni otros factores de la coagulación.

Además, en el plasma existen moléculas proteicas que cumplen una función de defensa

específica denominada anticuerpos.

Estos grupos de proteínas son: albúminas, globulinas y factores de la coagulación como

el fibrinógeno y la protrombina.

Las albúminas son las más pequeñas y abundantes y representan el 60% de las

proteínas del plasma. Las sintetiza el hígado y actúan como transportadoras de lípidos y

hormonas esteroides en la sangre, siendo responsables de la mayor parte de la presión


osmótica (presión oncótica) que regula el paso de agua y solutos a través de los

capilares.

Las globulinas representan el 40% de las proteínas del plasma. Se dividen en tres

subclases, de más pequeñas a más grandes en peso molecular: globulinas alfa (α), beta

(β) y gamma (γ). Las globulinas desempeñan diversos papeles en el transporte de

solutos, la coagulación y la inmunidad.

El fibrinógeno es un importante factor de la coagulación. Es sintetizado por el hígado y

representa el 2-4% de las proteínas del plasma. Normalmente, la composición del

plasma se mantiene siempre dentro de unos límites seguros desde un punto de vista

biológico, gracias a diversos mecanismos homeostáticos (homeostasia = equilibrio).

Aparte de las proteínas, el plasma sanguíneo contiene compuestos de nitrógeno como

los aminoácidos y los desechos nitrogenados.

Los desechos nitrogenados son productos terminales tóxicos del catabolismo, el más

abundante de los cuales es la urea, un producto del catabolismo de los aminoácidos. Por

lo general, los riñones excretan estos desechos a una velocidad que equilibra su

producción.

VISCOSIDAD DE LA SANGRE

La viscosidad es la resistencia de un líquido a fluir, debido a la cohesión de sus

partículas; en términos generales, es el grosor o “lo pegajoso” de un líquido. Por

ejemplo, a una temperatura determinada, el aceite mineral es más viscosa que el agua, y

la miel lo es más que el aceite mineral. La sangre entera es 4.5 a 5.5 veces más viscosa

que el agua, principalmente debido a los eritrocitos, y el plasma solo es 2.0 veces más

viscoso que el agua, sobre todo debido a sus proteínas.


La viscosidad de la sangre se incrementa a medida de la cantidad de células disueltas en

ella aumenta, así como cuando aumenta la cantidad de proteínas. Una sangre más

viscosa es más resistente al movimiento, lo cual implica que se requiere una mayor

presión sanguínea para que esta se mueva a través de los vasos sanguíneos.

Una deficiencia de eritrocitos o proteínas reduce la viscosidad y causa que la sangre

fluya con facilidad, mientras que un exceso hace que lo haga con demasiada lentitud.

Cualquiera de estas situaciones impondría una mayor carga al corazón, y si no se

corrigen podrían conllevar problemas cardiovasculares graves.

En condiciones normales, los cambios de la viscosidad sanguínea no alteran en grado

apreciable el flujo sanguíneo cerebral. El determinante más importante de la viscosidad

sanguínea es el hematocrito. Un descenso de éste disminuye la viscosidad y puede

mejorar el flujo cerebral. Sin embargo, una reducción del hematocrito también reduce la

capacidad de transporte del oxígeno, y así puede limitar el aporte de oxígeno a los

tejidos. La elevación del hematocrito, como sucede en la policitemia, aumenta la

viscosidad de la sangre y puede reducir el flujo sanguíneo cerebral.

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