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Biografía y muerte del apóstol Pedro

2 Tema: Biografía y muerte del apóstol Pedro


, Pedro era un hombre pescador de Betsaida ciudad de Galilea, en la ribera nordeste del lago
de Genesaret, (Juan 1:44) ; su nombre verdadero era Simón. Al igual que su padre Jonas y su
hermano Andrés, era pescador.

4 Características de Simón
Jesucristo no le eligió por ser el más inteligente o el más culto de los apóstoles; en él se
advierte un corazón impetuoso y carácter fuerte, lleno de arrebatos no siempre oportunos,
menos inquebrantable de lo que hubiera sido de desear, pero con una mezcla de fe,
entusiasmo y bondad que sin duda respondían al deseo del Maestro; nadie le admitiría para
dirigir una gran empresa (la inestabilidad pone en peligro los negocios); sus antecedentes no
inspiran confianza, y un partido político no lo elegiría como su líder. Podemos ver que los
criterios de eficacia tienen poco que ver con los planes de Dios.

5 La pregunta es: ¿Como conoció a Jesús? San Juan 1:35-42. 35.


1 Los dos discípulos lo oyeron hablar y siguieron a Jesús.38 Volviéndose Jesús y viendo que
lo seguían, les dijo: --¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: --Rabí --que significa "Maestro"--, ¿dónde
vives? 39 Les dijo: --Venid y ved. Fueron y vieron dónde vivía, y se quedaron aquel día con él,
porque era como la hora décima. 40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos
que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. 41 Aquel encontró primero a su hermano
Simón, y le dijo: --Hemos encontrado al Mesías --que significa "Cristo" Y lo trajo a Jesús.
Mirándolo Jesús, dijo: --Tú eres Simón hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas --es decir, Pedro-
.

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6 Pedro, asiste al primer milagro de Jesús en las bodas de Caná, en Cafarnaúm, (Juan 2:1-
9), mientras ejercitaba su oficio de pescador, escucha las enseñanzas y presencia los
milagros del Señor hasta recibir la llamada a seguirle como discípulos dejándolo todo.Antes
del Sermón del Monte es elegido como uno de los Doce.

7 Conversión de PedroLuego de su encuentro y entrega a Jesús no solo su nombre cambio...


“y mirándole Jesús, dijo: tu eres Simón, hijo de Jonás; tu serás llamado Cefas, que quiere
decir Pedro” (Juan 1:42) ; sino también su vida.¿Cómo es que Jesús sabía todo lo relacionado
con Simón?Juan 2:24,25. «Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque los conocía a
todos; 25 y no necesitaba que nadie le explicara nada acerca del hombre, pues él sabía lo que
hay en el hombre».Por eso Jesús sabía su nombre, y además el nombre de su padre, Jonás;
como tambien sabe todo lo relacionado con cada uno de nosotros.

8 Jesús no desconocía la debilidad y las negaciones de Pedro: "Simón, Simón, he aquí que
Satanás os ha reclamado para zarandearos como el trigo” Pero yo he rogado por ti para que
tu fe no desfallezca; y tú cuando vuelvas, confirma en la fe a tus hermanos» (Lucas 22:31-32).
Pero aunque Jesús sabía de antemano eso no fue obstáculo para seguir confiando en él.
“volverse”, Gr. epistrefō, que se refiere a la conversión o al cambio que ocurriría en la vida de
Pedro. Jesús indicó aquí que Pedro caería, pero que este no sería el final de todo, porque se
arrepentiría. La amarga experiencia por la cual Pedro estaba a punto de pasar como resultado
de negar a su Señor, obró en él una transformación que fue claramente visible para los otros
discípulos. (DTG , 752).

9 El carácter de Simon Pedro es transformado:


Luc.5:8. Viendo esto (la pesca milagrosa) Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo:
«Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador».Viendo este milagro Pedro reacciona
con la declaración de fe arrodillándose ante Jesús, y confiesa su condición de hombre indigno
de estar tan cerca del Enviado de Dios.Su vida anterior de hombre concreto y cercano a lo que
se puede palpar y contar, queda superada al reconocer el milagro. Entonces sigue a Jesús
dejándolo todo. Las posibles resistencias para seguir al Maestro se desvanecen y la
generosidad aflora de una manera admirable.

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10 Poco a poco adquiere confianza y supera el posible envaramiento (Entumecimiento,


actitud de la persona orgullosa y tímida), y en su preparación se declara pescador y no
precisamente estudiante.Los evangelios nos muestran un claro talante de liderazgo. Poco a
poco, se va convirtiendo en portavoz de los demás, lea (Mat.16:15,16). Todo, sin perder la
sencillez. Jesús le trata con especial confianza.Pedro mejora su fe, su oración, y muchas
virtudes, pero también esa confianza y sencillez permiten que se manifiesten sus defectos,
quizá antes escondidos por la timidez que se suele dar en los que comienzan, lea (Mar.8:31-
33). La fe de Pedro es una fe de fuego. Nunca la fe es separable del amor. Al crecer el amor,
crece la fe, y viceversa.Creemos porque amamos, y amamos a aquel que se nos revela como
bueno y sabio. Pedro cree en Jesús y le ama.

11 Actividades de Pedro en la obra con Jesús


1). Pedro es llamado a seguir a Jesús, cerca del mar de Galilea (Mateo 4:18-19).2). Pedro
intenta caminar sobre las aguas, en el mar de Galilea (Mateo 14:29-30).3). En la ultima cena
Jesús lavo los pies de Pedro, en Jerusalén (Juan 13: 6-7).4). Pedro corta la oreja de un
guardia en defensa de Jesús, en el huerto de Getsemaní (Juan 18:10-11).5). Pedro niega a
Jesús, en el palacio del sumo sacerdote (Juan 18: 25-27).6). Pedro y Juan se apresuran a la
tumba (Juan 20: 3-8).7). Pedro y los demás discípulos ven a Jesús, en el mar de Galilea
después de la resurrección (Juan 21:3-17).

12 ¿A Pedro le es asignada una posición más elevada que la de los demás apóstoles?
Mateo 16:18,19. "Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las
puertas del infierno no prevalecerán contra ella. 19 Te daré las llaves del Reino de los cielos; y
todo lo que atares sobre la tierra quedará atado en los Cielos, y todo lo que desatares sobre la
tierra, quedará desatado en los Cielos.”Este texto se ha interpretado como que Cristo
colocaba a Pedro como la «piedra, la cabeza, el fundamento» de la iglesia.En Juan 16:13, el
Señor Jesús, les dijo a sus apóstoles: «Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he
dicho»

13 Descenso del Espíritu Santo


En esta imagen que es inspirada en la teología Católica, aparece Pedro con un «solideo»
blanco en la cabeza, como distintivo de dignidad superior, pero no es ungido por Dios con un
derramamiento mayor del E. Santo.
14 Para Pedro, ¿Quién es la piedra sobre la cual está fundada la iglesia?
Según las Sagradas Escrituras y la tradición, Pedro no ocupo el primer puesto dentro de la
iglesia primitiva que era el cargo de obispo o anciano de la iglesia de Jerusalén después del
descenso del Espíritu Santo, sino Santiago el menor.(Lea el tema Biografía y Muerte de
Santiago el Menor).Para Pedro, ¿Quién es la piedra sobre la cual está fundada la iglesia?De
acuerdo a lo que Pedro enseñaba, él le asignaba a Cristo el ser la «piedra» (1Ped.2.4-6).
«Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, pero para Dios
escogida y preciosa, 5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa
espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio
de Jesucristo. 6 Por lo cual también dice la Escritura: "He aquí, pongo en Sión la principal
piedra del ángulo,escogida, preciosa; el que crea en él, no será avergonzado« (Isaías 28:16).

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15 ¿Para Pablo, quién es el fundamento de la iglesia?


Pablo enseña en las Escrituras con toda claridad que la Iglesia tiene un solo y único
fundamento que es Jesucristo (1 Co 3.11). «Nadie puede poner otro fundamento que el que
está puesto, el cual es Jesucristo».¿Para Pablo, quién es la cabeza de la iglesia?Cristo es
considerado como cabeza de la Iglesia: Lea (Col 2: y Ef. 4: 15-16).Por tanto, los apóstoles no
le otorgaron un lugar de preeminencia al apóstol Pedro dentro de la iglesia primitiva.El hecho
de que Pedro tomara la vocería de los apóstoles para elegir el sucesor de Judas y dar el
primer mensaje después del Pentecostés, esa era su costumbre.Note que en su mensaje de
Hech.2: , lo que hace Pedro es colocar en alto el Nombre de Cristo como el único camino para
obtener la salvación.

16 Miremos brevemente las Palabras de Jesús dirigidas a Pedro en Mat


Miremos brevemente las Palabras de Jesús dirigidas a Pedro en Mat. 16:18,19. Y como las
interpretaron los apóstolesCristo les pregunta a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que
es el Hijo del Hombre? (verso 13). Luego les pregunta: ¿Y vosotros, quién decís que soy?
(Verso 15). Y Pedro como de costumbre, se adelanta y responde: «Tu eres el Cristo, el Hijo
del Dios viviente» (Verso 16). A lo cual Jesús responde: ¡Bienaventurado eres, Simón, hijo de
Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos! «También
te digo que Tú eres Pedro, y sobre esta Roca, (señalándose a si mismo) edificaré mi iglesia»
(Versos 17-18). «Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos: todo lo que ates en la tierra
será atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos» (verso
19).

17 Sobre estos tres versos, el C.B.A. dice:


Estas palabras se han interpretado de diversas maneras: (1) que Pedro era “esta roca”, (2)
que la fe de Pedro en Jesús como el Cristo era “esta roca”, (3) que Cristo mismo era “esta
roca”.Se han presentado persuasivos argumentos en favor de cada una de las tres
explicaciones. La mejor forma de determinar qué fue lo que Cristo quiso decir con estas
palabras difíciles de entender, es preguntar a las Escrituras mismas qué era lo que esta figura
de dicción (o manera de hablar) significaba para los oidores judíos, especialmente para
aquellos que se la oyeron a Jesús en esta ocasión (DMJ 7).El testimonio de los escritos de los
mismos discípulos es evidentemente superior a las ideas de los hombres que después de ese
tiempo han escrito u opinado acerca del supuesto sentido de las palabras de Jesús

18 Felizmente, algunos de los que fueron testigos oculares en esta ocasión han dejado un
registro claro e inequívoco. (2Ped.1:16).«No os hemos dado a conocer el poder y la venida de
nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros
propios ojos su majestad».1Juan1:1-3. Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo
que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos
tocante al Verbo de Vida. 2 --pues la vida fue manifestada y la hemos visto, y testificamos y os
anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó--, 3 lo que hemos
visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y
nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo»Pedro, a quien
fueron dirigidas estas palabras, rechaza enfáticamente, mediante sus enseñanzas, que la roca
de la cual habló Cristo se refería al apóstol mismo, veamos lo que dice:

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19 Hech.4:8-12. Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Gobernantes del pueblo y
ancianos de Israel: 9 Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre
enfermo, de qué manera este ha sido sanado,10 sea notorio a todos vosotros y a todo el
pueblo de Israel que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a
quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.11 Este
Jesús es la piedra rechazada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del
ángulo. 12 Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos».1Ped. 2:4-8. Acercándoos a él, piedra viva, desechada
ciertamente por los hombres, pero para Dios escogida y preciosa, 5 vosotros también, como
piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios
espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.6 Por lo cual también dice la Escritura:
"He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; el que crea en él,
no será avergonzado 7 Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso. En cambio para los
que no creen: "La piedra que los edificadores desecharonha venido a ser la cabeza del ángulo
8 y: "Piedra de tropiezo y roca que hace caer". Ellos, por su desobediencia, tropiezan en la
palabra. ¡Ese es su destino!

20 Mateo registra el hecho de que Jesús empleó otra vez la misma figura, en circunstancias
que indican claramente que él mismo era la roca: Mat. 21:42. Jesús les preguntó: ¿Nunca
leísteis en las Escrituras: ""La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza
del ángulo. El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos?" Luc. 20: Pero él
(Jesús), mirándolos, dijo: ¿Qué, pues, es lo que está escrito?: «La piedra que desecharon os
edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo". 18 "Todo el que caiga sobre aquella piedra,
será quebrantado; pero sobre quien ella caiga, lo desmenuzará».

21 ¿Qué dice el AT con relación a la Roca? ¿Quién dice que es la Roca?


Desde tiempos antiguos, el pueblo hebreo había empleado la figura de la roca para referirse
específicamente a Dios. Deu.32:4. «Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus
caminos son rectos. Es un Dios de verdad y no hay maldad en él; es justo y recto». Sal.18:2.
«Jehová, roca mía y castillo mío, mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi
escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio». El profeta Isaías se refirió a Cristo como
“gran peñasco en tierra calurosa” (Isa.32:2), y como “piedra probada, angular, preciosa”
(Mat.28:16). Pablo afirma que Cristo era la Roca que había acompañado a su pueblo por el
desierto en la antigüedad (1Cor.10:4; Deu.32:4; 2Sam.22:32; Sal.18:31). En un sentido
secundario, las verdades que Jesús habló son también una roca en la cual los hombres
pueden construir con toda seguridad (Mat.7:24-25).

22 Jesucristo es “la roca de nuestra salvación” (DTG 381;Sal. 95:1; Deu


Jesucristo es “la roca de nuestra salvación” (DTG 381;Sal.95:1; Deu.32:4, Deu.32:15,
Deu.32:18). El es el único fundamento de la iglesia, porque “nadie puede poner otro
fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1Cor.3:11), ni “en ningún otro hay
salvación” (Hech.4:12). En estrecha relación con Jesucristo “la principal piedra del ángulo” en
el fundamento de la iglesia, se encuentran los apóstoles y los profetas (Efe.2:20). Todos los
cristianos han de ser edificados como “piedras vivas” (Gr. líthos) para formar una casa
espiritual), (1Ped.2:5 un edificio cuya piedra angular es Cristo (Efe.2:20-21). El es la única
“Roca” sobre la cual se afirma todo el edificio, porque sin él no habría ninguna iglesia. Cuando
creemos en él como Hijo de Dios, nosotros también podemos llegar a ser hijos de Dios
(Juan1:12; 1Juan 3:1-2). La comprensión de que Jesucristo es realmente el Hijo de Dios, tal
como Pedro lo afirmó en esta ocasión (Mat.16:16), es la llave de la puerta de la salvación
(DTG ). Es incidental (de poca importancia) y no fundamental el que Pedro fuera el primero en
reconocer este hecho y declarar públicamente su fe, la cual era compartida también por sus
compañeros (Mat.16:16).

23 San Agustín (c. 400 d. C.), el mayor de los teólogos católicos de los primeros siglos de la
era cristiana, de a que sus lectores decidan si Cristo dice que él mismo es la roca o si dice que
Pedro es la roca (Retracciones ).Juan Crisóstomo, patriarca de Constantinopla, célebre por su
elocuencia (m. 407 d. C.), dijo que Jesús había prometido poner el fundamento de la iglesia
sobre la confesión de Pedro, y no sobre Pedro, pero también dice que Cristo mismo es
verdaderamente nuestro fundamento (Comentario sobre Gálatas, Mat.1:1-3; Homilías sobre 1
Timoteo xviii ).Eusebio, historiador de la iglesia primitiva (m. 340 d. C.), afirma que Clemente
de Alejandría escribió que Pedro, Santiago y Juan no lucharon por la supremacía en la iglesia
en Jerusalén, sino que escogieron a Santiago el justo (o el menor) como dirigente (Historia
eclesiástica ii. 1). Otros padres de la iglesia enseñaron lo mismo; tal fue el caso de Hilario de
Poitiers.

24 Cuando se buscó apoyo bíblico para las pretensiones del obispo de Roma a su primacía
en la iglesia (ver t. IV, p. 863), las palabras pronunciadas por Cristo en esta ocasión fueron
sacadas de su contexto original e interpretadas en el sentido de que Pedro era “esta roca”.
León 1 fue el primer pontífice romano en pretender que había recibido su autoridad de Cristo
por medio de Pedro. Esto sucedió por el año 445 d. C. Acerca de esta pretensión, Kenneth
Scott Latourette, conocido historiador de la iglesia, dice: “Insistió que por decreto de Cristo,
Pedro era la roca, el fundamento, el guardián de la puerta del reino de los cielos, puesto para
atar y para desatar, cuyos juicios retenían su validez en el cielo, y que por medio del papa
como su sucesor, Pedro seguía realizando la tarea que le había sido encomendada” (A History
of Christianity, 1953, p.186). Resulta extraño que si esto es realmente lo que Cristo quiso
decir, ninguno de los otros discípulos hubiera descubierto ese hecho, ni tampoco ningún otro
cristiano durante cuatro siglos después de que Cristo pronunciara esas palabras. Además,
resulta extraordinario que ningún obispo de Roma descubriera este significado en las palabras
de Cristo hasta que un obispo del siglo V pensó que era necesario hallar apoyo bíblico para la
primacía papal. La interpretación de las palabras de Cristo, que concede supremacía a los así
llamados sucesores de Pedro, los obispos de Roma, no armoniza en absoluto con lo que
Cristo enseñó a sus seguidores (ver Mat.23:8,10).

25 La mejor evidencia de que Cristo no designó a Pedro como la “roca” sobre la cual habría
de construir su iglesia, es quizá el hecho de que ninguno de los que oyeron a Cristo en esta
ocasión -ni siquiera Pedro- así lo entendió, mientras Jesús estuvo con ellos, ni después. Si
Cristo hubiera establecido a Pedro como principal entre los discípulos, éstos no habrían
disputado repetidas veces el primer puesto, ver (Luc. 22:24; Mat.18:1; Mar.9:33-35; etc.; DTG ;
com. Mat.16:19).El nombre Pedro proviene del Gr. pétros, “piedra” o “canto rodado”. “Roca” es
la traducción de la palabra griega pétra, que suele emplearse para designar una peña, o un
macizo de piedra. Una pétra es una roca grande, fija, inamovible; en cambio potros es una
piedra pequeña o un canto rodado.No puede saberse hasta qué punto Cristo tuvo en cuenta
esta distinción, ni cómo pudo haberla explicado mientras hablaba, porque Cristo ciertamente
habló en arameo, la lengua vernácula en Palestina en ese tiempo, y no empleó las palabras
griegas. La palabra griega pétros, sin duda, equivale a la palabra aramea kefa’ (Cefas. Por
otra parte, es muy posible que pétra también equivalga a kefa’, aunque existe la posibilidad de
que Cristo hubiera empleado algún otro sinónimo u otra expresión en arameo que haría notar
la distinción entre pétra y pétros que se advierte en el relato evangélico en griego. Sin
embargo, parece probable que Cristo debe haber tenido el propósito de hacer una diferencia;
de lo contrario, Mateo, escribiendo en griego y guiado por el Espíritu Santo, no la hubiera
hecho.

26 Evidentemente pétros, una piedra pequeña, no podría servir de fundamento para ningún
edificio. Jesús aquí afirma que únicamente una pétra, o “roca”, sería suficiente. Lo que Cristo
dijo aquí queda más claro con sus palabras registradas en Mat.7:24 : “Cualquiera, pues, que
me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa
sobre la roca [Gr. pétra]”.Cualquier edificio construido sobre Pedro, pétros, un débil y falible
ser humano, tal como lo presenta claramente el relato evangélico de, tiene un fundamento
muy poco mejor que las arenas movedizas (Mat.7:26-27).

27 Te daré las llaves del Reino de los cielos


Elena de White afirma que las llaves del reino son las palabras de Cristo (DTG 381). Es
importante señalar que Cristo mismo dice que la “llave” que da acceso al reino es la “llave de
la ciencia” o del conocimiento (Luc. 11:52). Las palabras de Jesús son espíritu y son vida para
todos los que las reciben (Juan 6:63); ellas son las que dan vida eterna (Juan 6:68). La
palabra de Dios es la llave de la experiencia del nuevo nacimiento (1Ped.1:23).Así como las
palabras pronunciadas por Jesús convencieron a los discípulos de la divinidad de su Maestro,
así también ellos, como embajadores de Jesús, debían repetir sus palabras a otros hombres,
a fin de reconciliarlos con Dios (2Cor.5:18-20). El poder salvífico del Evangelio es lo único que
puede permitir la entrada de los seres humanos en el reino de los cielos. Cristo sencillamente
confió a Pedro y a todos los otros discípulos (Mat.18:18; Juan 20:23) la autoridad y el poder de
llevar a los hombres al reino.

28 Cuando Pedro percibió la verdad de que Jesús era el Cristo, fueron colocadas en sus
manos las llaves del reino y le fue abierta la puerta del reino. Lo mismo puede decirse de
todos los seguidores de Cristo hasta el mismo fin del siglo.La afirmación de que Cristo
concedió a Pedro mayor autoridad que a los otros discípulos, o que le otorgó una autoridad
diferente de la que ellos tenían, carece de base bíblica. En verdad, entre los apóstoles, fue
Jacobo (el menor), y no Pedro, el que desempeñó funciones administrativas en la iglesia
primitiva de Jerusalén, ver (Hech.15:13, 19; Mat.1:13; Mat.12:17; Mat.21:18; 1Cor.15:7;
Gal.2:9, 12).Por lo menos en una ocasión Pablo resistió públicamente a Pedro, por lo que el
primero consideraba como un proceder erróneo del segundo (Gal.2:11-14), lo que
indudablemente no habría hecho si hubiera estado enterado de que Pedro poseía los
derechos y los privilegios que algunos ahora le atribuyen basándose en Mat.16:18-19.

29 Así como ocurre frecuentemente en el registro del ministerio de la vida de Cristo, el reino
de los cielos se refiere en este pasaje al reino de la gracia divina en el corazón de aquellos
que son sus ciudadanos, aquí y ahora (Mat.4:17; Mat.5:3). Nadie puede esperar entrar en el
futuro reino de la gloria (Mat.25:31,34) si no ha pasado primeramente por el reino presente de
la gracia divina.«Todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desates
en la tierra será desatado en los cielos»Evidentemente debe entenderse que la iglesia en la
tierra sólo requerirá lo que el cielo requiere y prohibirá sólo lo que el cielo prohíbe. Esta
parecería ser la clara enseñanza bíblica de (Mat.7:21-27; Mar.7:6-13).Cuando los apóstoles
salieron a proclamar el Evangelio, de acuerdo con la misión que les había sido dada en
(Mat.28:19-20), debían enseñar a los conversos que guardaran “todas las cosas” que Jesús
había mandado: ni más ni menos.
30 Si se amplía el significado de los verbos “atar” y “desatar” hasta abarcar la autoridad de
dictar lo que los miembros de la iglesia pueden creer y lo que pueden hacer en asuntos de fe y
de práctica, se le da un sentido más abarcante del que Cristo quiso darles y que el que los
discípulos pudieron entender en esa ocasión. Dios no sanciona esa pretensión.Los
representantes de Cristo en la tierra tienen el derecho y la responsabilidad de atar todo lo que
ya ha sido atado en el cielo, y de desatar todo lo que ya ha sido desatado en el cielo, es decir,
de exigir o de prohibir aquello que la Inspiración revela con claridad.Ir más allá de esto, es
poner la autoridad humana en lugar de la autoridad de Cristo (Mar.7:7-9), tendencia que Dios
no puede tolerar en aquellos que han sido designados como supervisores de los ciudadanos
del reino de los cielos en la tierra.

31 Muerte de PedroEn Hechos 12:1-5, leemos: En aquel mismo tiempo, el rey Herodes echó
mano a algunos de la iglesia para maltratarlos. 2 Mató a espada a Jacobo, hermano de Juan,
3 y al ver que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran
entonces los días de los Panes sin levadura. 4 Tomándolo preso, lo puso en la cárcel,
entregándolo a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que lo vigilaran; y se
proponía sacarlo al pueblo después de la Pascua. Así que Pedro estaba custodiado en la
cárcel, pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él. Note que aquí se registra la
confabulación entre paganos y el pueblo de Israel para perseguir y dar muerte a los cristianos,
especialmente a los apóstoles, que no es otra cosa sino el rechazo al plan de salvación, y a
Cristo, quien los había mandado a predicar. Lea (Mat.28:18-20; Hech.1:8).

32 El apóstol Pedro fue encarcelado por segunda vez en el año 44 por orden del rey Herodes
Agripa, pero consiguió escapar en forma milagrosa y abandonó Jerusalén ,ver (Hech.12:3-17),
y en lugar de menguar su fe, mas bien se fortaleció, y continuó la obra de propagar la nueva
religión por Siria, Asia Menor y Grecia. La tradición nos dice que alrededor del año 64 d.C,
Pedro estuvo encarcelado en Roma por causa del evangelio y condenado a muerte. Dicen que
la sentencia fue crucifixión pero Pedro pidió ser crucificado de cabeza para abajo, porque no
se consideraba digno de morir de la misma manera que el Señor Jesús.Su muerte fue bajo el
emperador Nerón. La fecha más probable de su muerte es el año 67. Según la tradición murió
crucificado cabeza abajo. La tradición narra que Pedro acabó sus días en Roma, y que allí
murió martirizado bajo el mandato de Nerón en el Circo Vaticano.

33 El historiador religioso de la antigüedad Eusebio informa que Pedro «fue crucificado con la
cabeza hacia abajo, habiendo él mismo pedido sufrir así». Sin embargo, la profecía de Jesús
acerca de la muerte de Pedro no fue tan específica. El libro A catholic commentary on Holy
Scripture admite lo siguiente: «Puesto que se coloca la extensión de las manos antes de ser
ceñido y llevado, es difícil discernir cómo debe concebirse. Si el orden es parte de la profecía,
debemos suponer que el prisionero fue atado al patíbulum antes de ser ceñido y llevado a la
ejecución». Por eso, si no fuera por la tradición que registró Eusebio, la declaración de Jesús
en sí no señalaría a una muerte por crucifixión o por fijarlo en un madero. Considerando las
palabras de Juan 21:18-19 aparte de la tradición, llegaríamos a la siguiente conclusión:

34 En los años cuando Pedro era más joven podía ceñirse a gusto para cualquier deber que
quería desempeñar. Tenía la libertad de ir a donde quisiera ir. Pero en la vida posterior esto
cambiaría. Tendría que extender las manos, quizás en sumisión a otra persona. Otro hombre
lo controlaría, ciñendo a Pedro (ya sea atándolo o preparándolo para lo que habría de venir) y
cargándolo a un lugar adonde no querría ir, evidentemente al lugar de ejecución. Así la
profecía de Jesús respecto a Pedro realmente indicó que el apóstol moriría «una muerte de
mártir», pero no necesariamente denota la manera en que se le daría esta muerte.
35 Steuart McBirnie relata en su libro una tradición conmovedora sobre los últimos días de
Pedro en Roma. Se dice que su esposa también estaba encarcelada en aquella ciudad. El día
que la llevaron a ser ejecutada, Pedro la animaba desde su cárcel exhortándole que recordara
al Señor en sus últimos momentos. Dicen que el murió no mucho después.Note que la historia
conserva registros de como los apóstoles fueron ofrendando sus vidas uno tras otro por causa
del Evangelio, que no ofrecían ninguna resistencia, lo cual mas bien, fortalecía su fe y su
relación con su Señor, por el contrario para ellos era un privilegio morir por creer en Cristo.
Todo esto es un incentivo para cada uno de nosotros hoy.

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