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Del apego

temprano al TLP
La búsqueda instintiva de seguridad nos lleva a establecer durante la infancia
fuertes lazos con nuestros progenitores. Fallos en este vínculo pueden influir
en el trastorno límite de la personalidad

DOLORES MOSQUERA Y ANABEL GONZÁLEZ

RESUMEN H ace ahora 30 años que se reconoció for-


malmente el trastorno límite de la perso-
nalidad (TLP) como diagnóstico oficial. Desde
tendencia de los niños con apego inseguro a
controlar constantemente la proximidad del
cuidador. También P. M Crittenden, K. Lyons-
Trastorno complejo
su aparición en 1980 en la tercera edición del Ruth y D. Jacobovitz han señalado conexio-

1 Muchos de los
síntomas caracte-
rísticos de los pacientes
Manual diagnóstico y estadístico de los trastor-
nos mentales (DSM), se han realizado múltiples
investigaciones, a la vez que se ha desencade-
nes entre la disfunción del apego temprano
y la patología límite.
P. Fonagy y sus colaboradores describen el
con trastorno límite de nado una gran controversia en torno al origen, modo en que el apego puede influir en la fun-
la personalidad (TLP) tratamiento y posible pronóstico. ción simbólica y la vulnerabilidad. Con todo,
se hacen más compren- Diversos autores consideran que los pro- se ha observado que el apego ansioso es muy
sibles si tratamos de blemas de apego temprano constituyen un común en los niños y que se corresponde con
entender los problemas factor causal de primer orden para el desarro- estrategias relativamente estables en la adultez.
que presentó en su llo del trastorno límite de personalidad. Para Según A. Higgitt y P. Fonagy, la marca distintiva
infancia la relación con muchos clínicos, sin embargo, resulta difícil de los trastornos de apego de las personas con
sus cuidadores princi- relacionar estas teorías sobre el origen del TLP es la ausencia de estabilidad. En nuestra
pales. TLP con la sintomatología que presentan es- opinión, ello apuntaría a los patrones desor-
tos pacientes. ganizados de apego.

2 Las dificultades de
sintonía, regulación
y consistencia en la
En este trabajo queremos reflexionar sobre el
modo en que pueden enlazarse los problemas
de apego, la historia de trauma y los síntomas
Si bien el carácter de cada niño le puede pre-
disponer a ciertas dificultades, J. Paris propone
que ese temperamento unido a experiencias de
relación entre padres e observados en pacientes con trastorno límite pérdida, trauma o desatención, pueden hacer
hijo se ve reflejada en de personalidad, según se describen en el ma- que los rasgos se conviertan en patológicos.
la forma de relacionarse nual de los trastornos mentales (DSM-IV-TR, David M. Allen y otros autores plantean que
de los pacientes adultos cuarta edición pendiente de revisión) y en la el conflicto con el rol parental de los cuida-
y en diversos aspectos Clasificación Internacional de Enfermedades dores podría conllevar respuestas contradic-
de la patología límite. (CIE-10, décima edición). Asimismo, nos pro- torias (preocupación obsesiva y enfado) que
ponemos arrojar luz sobre los procesos que favorecerían un apego ambivalente obsesivo.

3 Con todo, los fac-


tores traumáticos
y de apego no son los
podrían llevar desde un apego disfuncional a
los síntomas del TLP.
Ello estaría generado y reforzado por la relación
de los progenitores con sus familias de origen,
estableciéndose una transmisión transgenera-
únicos que condicionan ¿Pieza clave? cional de las pautas de apego.
la patología límite. El Muchos autores han recurrido a las ideas En resumen, los problemas de apego no
modelo global del TLP de John Bowlby para explicar la patología darían respuesta por sí solos a la complejidad
debe incluir también límite. J. G. Gunderson propuso en 1996 una del TLP ni serían la única causa para que una
otros elementos. relación entre la dependencia y las deman- persona pueda desarrollarlo aunque sí una de
das de atención de los pacientes con TLP, y la las piezas del rompecabezas.

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© FOTOLIA / HALLGERD
ABANDONO
Sentirse abandonado durante
la infancia puede favorecer
conductas dependientes en la
edad adulta.

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se almacenan en estados mentales diferentes,
conformados por distintos sistemas de acción
neurobiológicos. El padre «bueno» se conecta
al sistema de apego, condicionado de modo
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTICULO: © NADIA SANTIAGO

innato para vincularse al progenitor. El padre


atemorizante se vincula a un sistema de acción
de defensa, mediado por la rabia, que se activa
para que nos protejamos del peligro. Cuando el
individuo se ve en una relación tiende a activar
el primer sistema. Fácilmente idealiza, como
lo hacía con el progenitor. Se vincula con la
necesidad desmedida de afecto que sintió de
niño y que nunca fue plenamente —o no lo
fue en absoluto— cubierta.
La necesidad de vinculación es muy intensa.
No pocas veces consideramos esta intensidad
desproporcionada, etiquetándola como llama-
das de atención. Sin embargo, aunque puede
ser desmesurada para la situación actual, es
absolutamente proporcionada para la situa-
ción que la originó. Dado que el cambio en el
otro siempre ha sido la norma, el individuo
está constantemente alerta frente a una posi-
Las personas con TLP realizan Efectos en el adulto ble expresión negativa en los demás: examina
esfuerzos frenéticos para evitar La sensibilidad del cuidador al estado mental la más mínima señal de rechazo. Esta hiper-
el abandono, ya sea real o del niño tiene una intensa relación con el ape- sensibilidad lleva a reacciones ante detalles
imaginario. El temor a estar go seguro y el desarrollo en el niño de la capa- que también son vistas como desproporcio-
solos o ser rechazados favorece cidad de mentalizar (representar el comporta- nadas. Dado que estos subsistemas incompa-
la activación de señales de miento del propio yo y los otros en relación con tibles y disociados no pudieron ser integrados,
alerta y puede desencadenar los estados mentales subyacentes). permanecen en sistemas de funcionamiento

1
reacciones emocionales muy La alternancia entre una respuesta y otra más primitivos. Podemos ver así pacientes en
intensas. (apego ambivalente) o la esencial contradicción apariencia «infantiles» o con conductas «re-
inherente al apego desorganizado, lleva a la gresivas».
falta de integración: ¿cómo integrar un padre Un trauma previo deja un modelo de trabajo
que se asusta cuando lloro o se altera cuando interno empobrecido desde el punto de vista
me enfado, con un padre que en ocasiones se de las representaciones claras y coherentes de
muestra disponible y cariñoso? los estados mentales en el propio yo y en los
Es fácil ver cómo una primera relación de demás. Este sistema de representaciones es
apego inestable y caótica puede generar un pa- activado por la relación de apego, con la con-
trón de relaciones interpersonales inestables e secuencia de que ya no se ven claramente los
intensas caracterizado por la alternancia entre estados mentales del otro.
los extremos de idealización y devaluación. El
apego ambivalente o desorganizado puede ge- El apego en los criterios diagnósticos
nerar disociación como el único modo de man- Nueve son los criterios que describen los ma-
tener coherencia. La imagen de un progenitor nuales para el diagnóstico del trastorno límite
cuidador, capaz de consolar, y la de un padre de la personalidad: temor al abandono, rela-
desconcertado, ansioso o incluso atemorizante ciones inestables e intensas, alteración de la
son incompatibles, no ya para un niño peque- identidad, impulsividad, conductas intensas y
ño, sino para cualquiera. autolesivas, inestabilidad afectiva y emocional,
El padre bueno, muchas veces idealizado sentimientos crónicos de vacío, ira inapropia-
para conseguir una figura de vínculo afectivo da e intensa, e ideación paranoide por estrés o
medianamente digna (aunque ficticia) no pue- síntomas disociativos graves. A continuación
de mezclarse con el padre ansiógeno, caótico o ahondaremos en cada uno de los criterios y
atemorizante. Según el modelo de la teoría de en su posible relación con el apego y las expe-
la disociación estructural, ambas experiencias riencias en la infancia.

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2
El paciente mantiene relaciones
interpersonales muy inestables
y, con frecuencia, conflictivas.
No suele ser consciente de la
desconexión existente entre
lo que realmente siente y su
reacción final. Puede pasar
del extremo de la idealización
manifestaciones más complejas que van acom-
pañadas de defensas que pueden ser expresa-
das de manera indirecta: el paciente que no se
siente capaz de mantener una relación que por
otro lado necesita desesperadamente, puede
alternar muestras de debilidad y amenazas con
esta finalidad.
La fuerte necesidad de apego y los esfuerzos
desesperados para evitar el abandono contri-
buyen notablemente a la intensidad e inesta-
bilidad de las relaciones de las personas con
TLP. La necesidad de afecto del otro nunca se
ve completamente colmada; a menudo se re-
quieren pruebas de ese afecto. Por otro lado,
una leve discrepancia, un distanciamiento,
o la falta de respuesta suficiente —nunca es
suficiente— generan una reacción catastrófi-
de una persona a su total ca que amplifica, más que resuelve, las difi-
devaluación. cultades que la relación va presentando. Ello
guarda una estrecha relación con el siguiente
criterio.

2. Relaciones inestables e intensas


La sensación de dependencia y la manera in-
directa de comunicar este sentimiento a los
demás puede causar, por otro lado, gran des-
concierto en las personas con las que se relacio-
nan los sujetos diagnosticados con TLP, lo que
les lleva a mantener relaciones interpersonales
1. Temor al abandono muy variables y a menudo conflictivas.
Muchas personas con trastorno límite de la
personalidad afirman pasarlo muy mal cuando
están solas, incluso por períodos muy cortos de
tiempo. Otros refieren sentirse solos incluso Es frecuente que las personas
cuando están rodeados de gente. Este temor les con TLP refieran no saber
hace especialmente vulnerables al abandono y cómo son, qué les gusta ni
favorece que se activen señales de alerta ante lo que quieren. Presentan un
estímulos relacionales o ante situaciones per- concepto difuso de su propia
cibidas como amenazantes. identidad. A menudo se sien-
Podríamos ver la conducta ambivalente o ten unos farsantes, actúan en
caótica del cuidador como un refuerzo inter- función de lo que creen que
mitente de la conducta de búsqueda del apego. se espera de ellos, intentan
Como es sabido, el refuerzo intermite poten- agradar y sienten que nadie les
cia más la conducta que el refuerzo continuo entendería si expresasen lo que

3
positivo o negativo. Dado que en ocasiones la realmente piensan.
proximidad, el afecto y el cuidado le son nega-
dos, o recibe mensajes contradictorios, el niño
busca con desesperación al cuidador. El proge-
nitor está presente, pero no siempre disponible
emocionalmente.
Esos niños se muestran preocupados por la
vinculación con los demás cuando son adultos,
se preocupan por sus necesidades de afecto,
pueden ser vistos como dependientes o inclu-
so «pegajosos». También podemos encontrar

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La sensación de seguridad básica crece en el la realidad. Muchos pacientes nos hablan de
niño a través de la experiencia de haber sido padres o familias «perfectas», negando o di-
mirado como alguien importante y especial sociando los elementos que no cuadran con
por sus cuidadores, con una mirada de amor in- esta imagen. Los aspectos atemorizantes de la
condicional. El niño se acepta plenamente por- figura parental son almacenados en otro esta-
que se siente aceptado al cien por cien. Muchas do mental, asociado ya no al apego, sino a los
conductas pueden ser potenciadas, censuradas sistemas biológicos de defensa. Ambos estados
o redirigidas sin que el niño se sienta cuestio- mentales, mediados por estructuras y sistemas
nado como individuo. Si el niño se siente que- neurobiológicos diferentes, pueden alternar a
rido «con condiciones» desarrolla una creen- veces sin solución de continuidad, produciendo
cia disfuncional de no ser totalmente válido a los drásticos cambios de la idealización a la de-
menos que… se cumpla dicha condición. Ello valuación que se observan en estos pacientes,

4
les convierte en adultos más inseguros, más tanto en sus relaciones personales como en la
dependientes de la validación externa. relación terapéutica.
En el apego inseguro ansioso-preocupado Muchos se sienten como «farsantes» y se
(organizado), la estrategia conductual es casi esfuerzan para mantener una fachada de apa-
siempre la misma: como no puedo predecir rente normalidad. La hipersensibilidad puede
qué va a hacer mi cuidador, si me cuelgo de hacer que se muestren atentos a cualquier po-
su cuello (con llanto, grito, pataleo) por lo me- sible señal de alerta que implique rechazo o la
nos me aseguro de que va a estar presente. En posibilidad de «que se les conozca de verdad».
este sentido, la estrategia conductual de acer- Es habitual que sientan que si los demás les
camiento es más o menos estable u organiza- llegan a conocer, se alejarán de ellos (en mu-
da. En el apego desorganizado, la secuencia de chas ocasiones las figuras de apego les han
acercamiento es también organizada y lógica transmitido este tipo de mensajes de mane-
en términos de disociación estructural (por ra recurrente). La falta de predictibilidad del
la activación simultánea de dos sistemas de progenitor puede contribuir también a generar
acción que no debieran estar activándose de una sensación de alerta permanente en las re-
esa forma en ese momento). Sin embargo, en Derrochar dinero sin control, laciones interpersonales.
términos de apego decimos que es una forma abusar de sustancias tóxicas o
caótica porque el acercamiento no se termina comer en exceso son algunas 3. Alteración de la identidad
de concretar. de las conductas impulsivas A grandes rasgos, la identidad es el conjunto
Para poder apegarse a un progenitor incon- usuales en los casos de tras- de características que nos permiten tener un
sistente y agresivo, el niño no tiene a veces torno límite de personalidad. sentido de quiénes somos, qué queremos y
otra opción que idealizarlo para construir una Algunos autores asocian la hacia dónde
d vamos. Cuando un paciente ca-
imagen parental en ocasiones muy distante de impulsividad con el suicidio. rece de una identidad definida y no encuen-
tra una explicación a lo que le ocurre, suele
buscar pistas en las personas que le rodean.
Algo que
q le permita explicar su confusión e
incertidumbre, que disminuya su sensación de
incerti
culpa y que, a la vez, propicie que los demás
le entie
entiendan.
fr
Es frecuente que los pacientes con TLP mues-
tren confusión
co y variabilidad en torno a sus
valores y que estos varíen en función de la opi-
nión o preferencias que tienen las personas con
las que se relacionan. Un reflejo inadecuado
lleva al niño a interiorizar representaciones del
estado de sus progenitores y evita que forme
una versión
ve de su propia experiencia. Este as-
pecto sse observa en muchas entrevistas con
pacient
pacientes con TLP. Al profundizar en los relatos
y percepciones
perce (sobre todo las negativas), com-
probam
probamos que tienden a repetir lo que otros
les han dicho (suelen interiorizar estas impre-
siones como propias, habiendo descartado sus

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propias impresiones por haber aprendido que do crece en este contexto, aprende que puede
«no son válidas»). pedir y que es atendido, aunque no siempre
La identidad nace de la integración armó- recibe una gratificación inmediata. Y cuando
nica de varios subsistemas, que habrán de ac- sufre alguna frustración, el adulto le ayuda a
tivarse en respuesta a situaciones diferentes. recuperar su estado de equilibrio.
Pero cuando el niño ha de defenderse de la En un apego inseguro ambivalente o
misma persona a la que ha de vincularse, desorganizado, las necesidades del niño
toda la organización interna se trastoca. no son fácilmente percibidas. Muchas
Cuando externamente las situaciones veces, el niño ha de gritar más alto o
son confusas, el sistema interno ha de durante más tiempo para hacerse no-
fragmentarse en búsqueda de la necesa- tar. Al ser esta la pauta habitual, el niño
ria coherencia y consistencia. aprende que sus demandas tienen que ser
llamativas e insistentes. Otras veces renuncia
4. Impulsividad desde una indefensión aprendida; llega a ig-
Entendemos por impulsividad la tendencia a norar sus necesidades o a tener grandes difi-
actuar, tras un estímulo momentáneo, sin una cultades para reconocerlas. Ambas situaciones
planificación previa o sin un sentido o deseo pueden generarse en un apego disfuncional y
claro. Las personas con TLP se suelen perci- reflejarse en la conducta de un adulto para el
bir y describir a sí mismas de «impulsivas», cual una autolesión se convierte en la única
aunque es poco habitual que piensen en los comunicación disponible o percibida como
motivos que les llevan a comportarse o reac- efectiva.
cionar así. Suelen autojustificarse con frases Otras veces las autolesiones responden a
como «soy así, no puedo evitarlo». Incluso una dificultad de autorregulación y de tole-
llegan a creer que no «tienen control sobre rar las emociones negativas. Los cortes, las
su comportamiento». quemaduras, las amenazas suicidas e inclu-
Las conductas impulsivas ejercen a veces so los intentos de suicidio suelen ser la única
una función reguladora. El patrón de autorre- manera que ha encontrado el paciente de
gulación que hubiera derivado de un apego hacer frente a las dificultades. Los pacientes
seguro no ha podido establecerse. Por tanto, la pueden referir que se provocan dolor físico
regulación ha de venir del exterior (demandas porque les resulta más soportable que el do-
extremas de ayuda, dependencia) o de diversos lor emocional. Por medio de las autolesiones
medios. Una persona puede consumir drogas tratan de salir de una emoción displacentera,
o beber alcohol llevado por un malestar muy un recuerdo traumático o una experiencia de
intenso que «necesita frenar». despersonalización.

5. Conductas intensas y autolesivas 6. Inestabilidad afectiva y emocional


Este criterio abarca gran parte de las reaccio- La regulación emocional no es un proceso
nes por las que los pacientes con TLP acuden Ante emociones difíciles de automático. Se adquiere desde las primeras
a los servicios de urgencias o son hospitaliza- tolerar o simplemente para etapas de la infancia a través de la reacción
dos. Para comprender este criterio, debemos calmarse, muchas personas diádica cuidador-niño. La relación de apego
entender cuáles son los «disparadores», la mo- con TLP acometen conductas sana consiste en que un adulto con capacidad
tivación que hay detrás de la conducta «aparen- autodestructivas (como la de sintonizar con el niño y consistente en sus
temente desadaptativa». Los comportamientos automutilación), amenazan con reacciones, ayuda al niño a modular sus reac-
intensos, las amenazas suicidas y los compor- suicidarse o presentan compor- ciones emocionales. El cuidador sano no es úni-

5
tamientos autodestructivos como la automuti- tamientos intensos. camente el que puede disminuir la activación
lación suelen ser interpretados como chantajes emocional cuando el niño está hiperactivado,
y manipulaciones, cuando en realidad suelen sino también el que lo estimula cuando el niño
ser una manera efectiva que ha encontrado el pasa por períodos de inactivación. Un cierto
paciente para hacer frente a emociones difíci- grado de malestar es adaptativo, ya que por
les de tolerar y poder calmarse. medio de él los niños aprenden a tolerar la
En contextos de un apego seguro, el adulto frustración y a demorar la gratificación. Pero
es sensible a las necesidades del niño y sinto- el cuidador ha de ayudar posteriormente al pe-
niza con sus estados emocionales. Le ayuda a queño a recuperar el equilibrio. De este modo
regularse. El niño se siente reconocido y halla el niño, y en el futuro el adulto, aprende a man-
una respuesta coherente en el adulto. Cuan- tener sus emociones dentro de la «ventana de

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Definición del apego

Los estudios en neurobiología del desarrollo que analizan las Tres aspectos básicos describen la generación del apego y
capacidades de autorregulación muestran que la resiliencia del el establecimiento de los vínculos entre padres e hijos:
individuo depende en un grado notable de las experiencias
Sintonía. El estado interno de los progenitores se halla en
tempranas de apego. En investigaciones longitudinales, se
sintonía con los del hijo. Ello suele acompañarse de señales
ha observado que los patrones de vinculación afectiva de la
no verbales.
infancia persisten en la adolescencia y en la edad adulta.
J. Bowlby definió en 1988 la conducta de apego como Equilibrio. El niño equilibra y regula su cuerpo, las emocio-
una propensión instintiva, mostrada por los humanos y otras nes y los estados mentales a través de la sintonía con los
especies superiores, a buscar seguridad en la cercanía a un progenitores.
individuo percibido como protector, en situaciones donde Coherencia. El sentido de integración que el niño adquiere a
se dispara el miedo u otros sentimientos asociados con la través de la relación con los progenitores hará que se sienta
percepción de vulnerabilidad. integrado y en conexión con los demás.

tolerancia», que implica un nivel de activación reacciones que en un adulto parecen despro-
adecuado para adaptarse a las situaciones y re- porcionadas y fuera de contexto. La persona se
solverlas de modo adecuado. defiende ante lo que percibe como amenazante
En las personas con TLP, el estado de ánimo (piensa en dejar a su pareja o le grita porque
básico de tipo disfórico (tendencia a sentirse se porta mal con ella y no le conviene), pero
triste o desmotivado) suele ser interrumpido la posibilidad de la pérdida dispara el sistema
por períodos de ira, angustia o desesperación. de búsqueda de apego (pasa a pensar que no
Son raras las ocasiones en las que toma el relevo podría vivir sin él o incluso piensa en matar-
un estado de bienestar o satisfacción. En estos se porque la vida sin esta persona carece de
cambios pueden influir también una marcada sentido).

6
hipersensibilidad ante desencadenantes am-
bientales, que pueden tener en parte una base 7. Sentimientos crónicos de vacío
postraumática. Gestos, actitudes, expresiones Los sentimientos crónicos de vacío podrían
en el otro que recuerdan al paciente expresio- corresponderse con la ausencia de sintonía
nes del cuidador en la infancia pueden disparar con el progenitor. Un apego seguro crea en el
niño un sentimiento de seguridad interna y
de conexión con los otros. Cuando los pacien-
tes con TLP buscan las primeras experiencias
vitales asociadas a esos sentimientos de vacío,
describen momentos de soledad, de sentirse in-
visibles, de que nadie se daba cuenta realmente
de cómo se sentían. Un progenitor desbordado
por sus propios conflictos y dificultades puede
no ser capaz de ver las necesidades del niño o
no poder diferenciarlas de las suyas.
Algunos pacientes describen la sensación de
La inestabilidad afectiva vacío como un sentimiento muy intenso que
suele manifestarse a través «invade todo su ser»; otros refieren «que no
de cambios bruscos en el hay nada que les llene ni que les aporte algo»
estado de ánimo de las o hablan de «un dolor que les traspasa y los
personas con TLP: su habi- anula»; algunos narran estar como en «un pozo
tual estado anímico de tipo sin fondo en el que la angustia lo llena todo».
disfórico se interrumpe con
períodos de ira, angustia o 8. Ira inapropiada e intensa
desesperación. Raras veces Algunas personas presentan respuestas im-
toma el relevo la sensación predecibles, con cambios bruscos de humor o
de bienestar o satisfacción. repentinas explosiones emocionales, las cua-

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Aunque algunas de los sujetos con TLP pue-
La conducta de apego corresponde a un sis- den ser emocionalmente (incluso físicamente)
tema cerebral innato que ha evolucionado abusivas, es importante comprender que, por
para dar seguridad al niño. Este buscará la lo general, no tienen el deseo premeditado de
proximidad del progenitor; recurrirá a él hacer daño. Sentimientos de pena, remordi-
para hallar refugio, seguridad y consuelo mientos y culpabilidad suelen acompañar a
cuando sienta malestar. El hijo internaliza- dichas expresiones de ira, lo que contribuye
rá la relación con el progenitor como un a aumentar la percepción de sí mismos como
modelo de base segura. «malos», «descontrolados», «egoístas» o «bi-
Cuando se convierta en adulto, este in- chos raros». A veces pueden reconocer en sus
dividuo tendrá capacidad de autorregula- conductas reacciones similares a las de alguna
ción, de conectar con otros y de pedir y de sus figuras de apego primarias, que general-
recibir ayuda. Todos estos aspectos están mente rechazaron activamente y les horroriza
gravemente afectados en los pacientes con ver en sí mismos.
trastorno límite de la personalidad. La falta de regulación emocional, que podría
también estar basada en la regulación deficien-
te o inconsistente del progenitor en la primera
infancia, contribuye a que la expresión de la ra-
les pueden ser verbales, físicas o combinadas. bia sea a menudo desmedida e incontrolada.
También existe la tendencia, en algunos casos,
a alternar entre varios tipos de explosión. 9. Ideación paranoide por estrés
Los arranques de ira pueden resultar ate- o síntomas disociativos graves
rradores. La persona con trastorno límite de Algunos autores señalan las dificultades de las
la personalidad puede dar la impresión de personas con TLP para regular los estados emo-
hallarse totalmente fuera de sí, actuando por cionales y su hipersensibilidad a los estímulos
impulsos y sin advertir las consecuencias de su en general. Esta combinación de rasgos expli-
conducta. La realidad es que en ese momento caría la suspicacia con la que se enfrentan a
no lo pueden evitar, aunque en muchas ocasio- situaciones emocionales.
nes sea consciente de que su comportamiento En relación con este criterio diagnóstico,
apartará aún más de su lado a las personas. cabe mencionar el concepto de la teoría de la
Cuando se enfadan con alguien, es como si para mente. Se refiere esta a la capacidad que te-
estos pacientes ese alguien dejase de ser una Muchas personas diagnostica- nemos todos de interpretar los gestos y las
persona con sentimientos, se convierte en el das se aburren con facilidad palabras de otros y transformarlos en térmi-
objeto de su odio y la causa de su malestar: y manifiestan un sentimiento nos de intenciones, conocimientos y creencias.
en el enemigo. crónico de vacío, por lo que Esta capacidad cognitiva compleja parece estar
Muchos pacientes reproducen en esas reac- siempre buscan algo que afectada en las personas con TLP. Los pacien-
ciones modelos de expresión de la rabia disfun- hacer o intentan atenuar esta tes límite muestran una hipersensibilidad
cionales con los que crecieron. Las oscilaciones sensación de manera desespe- hacia los otros, pero les cuesta diferenciarse

7
entre actitudes de sumisión ante una pareja rada. En ocasiones, mediante de ellos o tener un concepto propio. Muchos
maltratadora y episodios de rabia incontrolada actividades de riesgo.
tienen a veces muchas similaridades con los
roles de ambos progenitores durante su infan-
cia: se muestran vulnerables, dependientes e
indefensos como lo era su madre ante las agre-
siones verbales o físicas del padre, conductas
que muchas veces el paciente reproduce, gene-
rándole después una intensa culpa. El paciente
evita comportarse como el padre y se siente
del lado de la madre, sin embargo, al rechazar
su rabia por asimilarla al padre, es incapaz de
manejar esta emoción, que cuando se acumula
estalla en modos desproporcionados e inade-
cuados. El paciente ha crecido en un mundo
de extremos, que se reproducen en su propia
conducta.

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son extremadamente vulnerables y sensibles.
Algunos autores hablan de hipersensibilidad
a los estímulos en general. Esto explicaría la
suspicacia que se observa en las personas con
TLP cuando están activadas emocionalmente.
En los momentos de estrés elevado pueden lle-
gar a pensar que los demás quieren hacerles
daño y volverse extremadamente desconfia-
dos. En personas con un apego disfuncional,
el desarrollo de una teoría de la mente sería
incompleto o inadecuado.
Los pacientes con TLP se caracterizan tam-
bién por las distorsiones cognitivas. Pueden
llegar a interpretar lo que hacen los demás en
función de lo que ellos piensan o sienten, lo
que refleja la falta de mentalización. Este as-
pecto se entrelaza con los que hemos descrito
en los apartados anteriores, que destacan la di-
8
Los arranques de ira de estas
personas pueden ser aterra-
dores: parecen hallarse fuera
de sí y actuar por impulso. Por
lo general, su intención no
es acometer daño. El enfado
les permite sentirse menos
vulnerables.
fueron vulnerados, o con la intrusividad de
un cuidador muy desregulado, todo ello aso-
ciado a una sensación de peligro más que de
seguridad. La reacción defensiva del paciente,
la desconfianza o la aparente resistencia, in-
comprensible y desproporcionada desde el aquí
y ahora, cobra todo su significado cuando lo
entendemos desde el allí y entonces.
Los síntomas disociativos graves suelen rela-
cionarse con experiencias tempranas. También
es frecuente encontrarlos en pacientes que han
sufrido situaciones traumáticas en la infancia.
En muchos casos, los síntomas disociativos son
más relevantes de lo que parece, aunque pue-
den pasar inadvertidos. En otras ocasiones se
observa una auténtica comorbilidad basada en
una etiología común: ambos cuadros (síntomas
disociativos y TLP) se han asociado al apego
ficultad para aprender de la experiencia, por ambivalente y desorganizado, y a situaciones
no contar con figuras de apego que les hayan traumáticas en la infancia como el maltrato
enseñado a hacerlo. físico o el abuso sexual.
El apego ambivalente o desorganizado no En un gran número de pacientes, el TLP
proporciona referencias claras y coherentes es el diagnóstico principal. Los síntomas di-
sobre la conducta humana. El niño aprende sociativos son menos predominantes en el
la relación con el otro en términos de incerti- cuadro clínico. Destacan por su frecuencia
dumbre, imprevisibilidad y peligro. La confu- las alucinaciones auditivas: estados mentales
sión de niveles es la norma. Gestos, palabras y completamente disociados que actúan a modo
detalles aparentemente insignificantes suelen de «conciencias paralelas». En otras ocasiones
actuar a modo de disparadores traumáticos o las voces reproducen comentarios de figuras
señales de alerta relacionadas con experien- de la vida del sujeto y van más en la línea de
cias tempranas. La insistencia (ligera) por parte flashbacks auditivos. Los episodios de desper-
del terapeuta en trabajar sobre un tema puede sonalización, las amnesias y las intrusiones
conectar con una experiencia de abuso sexual son fenómenos altamente frecuentes en los
en la que los límites interpersonales y físicos pacientes con TLP.

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Conclusiones dono emocional es evidente que la vinculación
Los síntomas del TLP a veces describen solo afectiva también será disfuncional, no solo con
la conducta más aparente o problemática o la el progenitor maltratador sino también con el
consecuencia final de un problema. En cual- victimizado. La respuesta (o ausencia de ella)
quier caso, en el trastorno límite de la persona- del progenitor no abusivo suele relacionarse
lidad predomina una inestabilidad emocional, tanto o más con la psicopatología posterior que
una alta reactividad a factores externos, una el maltrato más evidente. Pero más allá de es-
sensación de vulnerabilidad casi permanente y tos casos existen muchas situaciones aparen-
una gran dificultad para funcionar de manera temente normales que suponen disrupciones
adaptada o efectiva durante largos períodos de en el apego: padres con historias en su propia
tiempo. La mayoría de la personas con TLP lle- infancia que se activan bloqueándoles en la
van un vida caótica y tienen la sensación de no atención a sus hijos, padres enfermos, depri-
encajar en la sociedad. Esto se observa y refleja midos o con preocupaciones crónicas. Los pro-
en las múltiples dificultades que manifiestan blemas de apego no deben asociarse a hogares
en sus relaciones con los demás, en su visión de gravemente desorganizados o disfuncionales.
los eventos, del entorno y en el variable y frá- Se trata de una cuestión mucho más amplia. BIBLIOGRAFÍA
gil concepto que tienen de ellos mismos. Todo COMPLEMENTARIA
lo anterior está, en cierto modo, condicionado Dolores Mosquera es psicóloga experta en trastornos
por las vivencias y por el estilo de apego que de la personalidad. Dirige tres centros de psicología EL APEGO. John Bowlby.
han adquirido de niños en la relación con sus (LOGPSIC) en Galicia. También imparte cursos de Editorial Paidós, 1998.
progenitores. formación. Anabel González es psiquiatra experta en
Hablar de problemas de apego no implica ne- trastornos disociativos. Trabaja en el Hospital Uni- DIAMANTES EN BRUTO I.
cesariamente hablar de padres maltratadores versitario de La Coruña y es responsable del área de UN ACERCAMIENTO AL
o negligentes. En los casos de maltrato o aban- psiquiatría y psicoterapia de la Policlínica Assistens. TRASTORNO LIMITE DE LA

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PERSONALIDAD. MANUAL
INFORMATIVO PARA PRO-
La ideación paranoide transitoria en FESIONALES, PACIENTES
personas con TLP se relaciona con el Y FAMILIARES. Dolores
estrés o síntomas disociativos graves. Mosquera. Ediciones
Tal síntoma explica la suspicacia con Pléyades, 2004.
la que suelen enfrentarse a situa-
ciones emocionales. Pueden llegar TEORÍA DEL APEGO Y PSI-
a pensar que los demás quieren COANÁLISIS. Peter Fona-
causarles daño. gy. Barcelona. Editorial
SPAXS, 2004.

PSYCHOTHERAPY FOR
BORDERLINE PERSONALITY
DISORDER: MENTALIZA-
TION BASED TREATMENT.
Anthony W. Bateman
y Peter Fonagy. Oxford
University Press, 2004.

PARENTING FROM THE IN-


SIDE OUT. Daniel J. Siegel
y Mary Hartzell. Penguin
Group, 2004.

TRASTORNO LIMITE DE LA
PERSONALIDAD. PROFUNDI-
ZANDO EN EL CAOS. Dolo-
res Mosquera. Ediciones
Pléyades, 2007.

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