Como ocurre cada cinco años, nos encontramos en el momento de máxima
efervescencia electoral. Este verano no es raro ver a los candidatos besar niños, bañarse acompañados de sus correligionarios en los lugares más populosos posibles, a menos que no tengan reparo en aparecer en piscinas privadas o en Punta Sal, vestirse con chalecos bordados con sus insignias y regalar polos a todo el que desee ponérselos. Tenemos sus caras hasta en la sopa, y para muchos la única esperanza es que las elecciones lleguen lo antes posible, para así tener de nuevo un poco de paz, a menos, por supuesto, que los que pasen a la segunda vuelta resulten igualmente poco potables y tengamos que resignarnos una vez más a buscar el mal menor. Se trata de la octava campaña electoral presidencial que vivimos desde que regresó la democracia en 1980, cuando se otorgó el voto a los analfabetos y se estableció su obligatoriedad. Para quienes, como historiadores, buscamos cualquier pretexto para observar los procesos desde una perspectiva de larga duración, las elecciones que se vienen en abril nos brindan la oportunidad de reflexionar sobre la historia de las elecciones peruanas, remontándonos más allá incluso del siglo XX. En el caso de Lima, por ejemplo, casi el 60% de los electores cuenta con un teléfono inteligente con conexión a Internet, el doble que en las elecciones municipales anteriores, y la gran mayoría de ellos usa WhatsApp. Además, si sumamos a los que se conectan por otras vías, más del 70% de los limeños tienen ahora acceso a Internet y más del 90% de ellos están en alguna red social. Las múltiples encuestas falsas y las pocas verdaderas que se producen en la última semana circulaban hace cuatro años por correo electrónico. Hoy lo hacen sobre todo por WhatsApp. Más de 23 millones de peruanos votaron el último domingo en las cerca de 80 mil mesas de votación que fueron instaladas a en todo el país. Luego de esta jornada, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) emitió los resultados oficiales de estas Elecciones 2018 de acuerdo con el resultado de actas procesadas. Hasta el momento, el organismo electoral todavía no termina con el conteo de votos. Asimismo, en algunas zonas del país aún no se reciben las actas observadas. Las elecciones acabaron, pero no sin incidentes, en el transcurso del domingo sucedieron incidentes a nivel nacional y no solo por parte de los votantes, sino también por la propia ONPE, pues colapsó su página web para conocer lugar de votación. Al parecer, una gran cantidad de peruanos decidieron conocer su lugar de votación a último momento y esto terminó por perjudicar el funcionamiento de este enlace. En conclusión Nuevo rumbo para el país Son 25 gobernadores regionales, 196 alcaldes provinciales y 1.678 alcaldes distritales que saldrán electos, junto con otras autoridades como vicegobernadores, regidores y consejeros. Es decir, si contamos con gestiones exitosas en cada localidad y región, además de beneficiar a sus pobladores, los aportes serán decisivos para el crecimiento económico del país. Por eso, el voto es un deber y un derecho, porque puede cambiar el rumbo hacia un Perú mejor para todos. Según la ONPE, más de 23 millones de ciudadanos están habilitados para votar este domingo. De nuestro voto dependerá que el país llegue al Bicentenario de la Independencia en el 2021 con las autoridades y la calidad de vida que merecemos. Un voto libre, informado y consciente puede trazar ese camino.