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La Mirada – Pino Solanas

Dialéctica de la mirada

Los cuadernos-valija: guiones en el “Matadero”


Pequeños cuadernos, como unos bolsos, una vaina en donde uno puede sacar y poner
cosas. Allí vuelco cotidianamente las ideas que voy pescando de manera desordenada.
Yo recolecto allí mi propio chamuyeo cotidiano, imágenes e intuiciones surgidas de otras
obras, de una conversación, lo que sea. Ese cuaderno será el testigo diario de la
decisión que tomaste de realizar la obra.
Cada escena o cada encuadra, cada concepción, debe tener como mínimo otras
alternativas. Cuando elijo, me juego pen una línea. Puede empezar en una línea y seguir
en otra.
Cuando llego al final de una película, ya pasé por varios guiones. Cada una de las
secuencias también las fui concibiendo de muchas formas diferentes. Y en el momento
de los ensayos con los actores o de la definición de los escenarios, eso vuelve a
modificarme las ideas.
El rodaje también me las vuelve a modificar. Cuando ruedo una escenas ya la escribí
varias veces, pero trato de llegar a ella con los ojos frescos, para que de nuevo el
asombro, el estímulo del escenario completo, con la luz, los actores y su creatividad,
puedan dar otra vuelta de tuerca.
Es que cuando comiendo un proyecto, tengo que impregnarme de datos de la realidad.
Preciso mucha información, hago entrevistas, reúno decenas de horas de charlas, sitúo
el proyecto histórica, geográfica y antropológicamente.

Improvisación y método
El creador busca siempre recuperar de cualquier lado materiales que le sirven.
La creación es un proceso confuso, desorganizado, caótico e imprevisible.
Escaparle a la comodidad y al autoconfort y no tenerle miedo a confrontarse con los
mejores. Es decir, con los grandes clásicos. Siempre confrontar la escena o secuencia
de uno con alguna grande, someterla a esa prueba. Si aún tenés ganas de trabajarla o
mantenerla, es que es buena.
Toda obra no puede ser más que el resultado de una concepción abierta. Los personajes
y las escenas abiertas a nuevos desarrollos, y abiertas al imaginario de los
espectadores. La obra nunca está acabada.

El arte de la digresión
En primer lugar, los cuadernos van a transformarse en el guión. Al hacer el guión, esos
“recipientes” o bolsas para guardar ideas que son los cuadernos los traslado a otro
material de soporte.
El guión de trabajo son algunos cientos de hojas en sobres, donde guardo las nuevas
concepciones, diálogos, palabras, dibujos, croquis, indicaciones o ideas para trabajar
con cada actor.
Lo que cuentan son los personajes. Si son tomados de la vida real, debo ante todo
dejarlos vivir, dejar que ellos me conduzcan, quererlos, protegerlos, para darles a todos
las mejores posibilidades de defenderse del llamado “tipo” o de la caricatura involuntaria.
El cine de atmósfera poética no sólo expresa lo que se está mostrando sino que moviliza
el imaginario colectivo. Es más lo sugerido que lo explícito.
El único referente para construir un relato o una escena no debe esr otra cosa que el
chequeo constante con la fantasía de la vida.

La dialéctica del interior y el exterior de la obra


La mejor manera de buscar su propio camino no es ahondar en todas la teorías, sino
realizar tu propia práctica. Aquella dialéctica de estar adentro y luego salir y observar de
afuera, para volver fresco y renovado para corregir o seguir construyendo. Tampoco se
puede crear nada serio si no se conoce o se estudia todo lo previo o existente, pero hay
que someterlo a crítica, desarmar todo eso, abandonarlo un tiempo y volver a empezar
a jugar, a divertirse con lo propio y con el material que se tenga a mano.

Invención de la imagen
La invención de una película no es la invención de una historia, sino la invención de las
imágenes. Es la historia de las imágenes, que cuentan, además una historia. El cine de
ficción o cine artístico es ante todo un arte plástico. El cine es una mirada sobre la vida
a través de la ventana rectangular de la cámara captando imágenes en el tiempo real
en que se desarrollan las acciones para luego estructurarlas y montarlas.
La imagen es el todo conformado por actores que actúan en el espacio de la escena,
encuadrado todo por la cámara, vive por la luz, en el tiempo y en el movimiento. El
problema esencial de la creación de una película es la invención de esas imágenes. De
qué manera la historia que voy a contar la cuento a través de las imágenes propias, que
tengan identidad e interés al mismo tiempo. Es la búsqueda de la identidad a través de
la invención de un universo propio.
Hay secuencias que me nacen primero de la imagen. De verlas, que es ver la película
descubierta en la imagen. Y e esa imagen luego encuentro la anécdota que la
ejemplifica. Es un proceso donde una cosa va invadiendo la otra.

Una mirada cosificada


Se ha universalizado el tipo de cine hollywoodense al que la gente está acostumbrada
por su estructura, gramática, estética, géneros y formas narrativas. Se uniformiza la
mirada. Es todo un lenguaje que está al servicio de la acción y de la información, del
diálogo y no de la creación de imágenes.
El cine es imagen. El cine es tiempo y cine de ficción, es convención artística. Estás
convenciones deben reinventarse continuamente en la singularidad histórica, para que
no impliquen dominación cultural.
El discurso poético funciona en articulaciones y figuras como la metáfora, la elipsis, la
alegoría, que aportan nuevos sentidos y significados. El otro componente esencial de la
comunicación artística es la convención, la aceptación del espectador o del lector de las
nuevas reglas que le proponga el autor.

A la caza de imágenes
La caza de imágenes recorriendo durante meses calles, casa, escenarios, galpones,
fábricas, etc. Cientos de imágenes cazadas con la cámara, imágenes captadas
intuitivamente, en estado bruto, imágenes decantadas luego con el tiempo y analizadas
reiteradas veces.
El proceso por el cual uno crea o inventa sus propias imágenes y modifica la realidad.

La imagen-tiempo en las cinematografías nacionales


El tiempo es una mirada y una cultura.
El tiempo de cada cinematografía nacional podría tener un equivalente en las danzas y
canciones nacionales. Escuchaos esos ritmos y reconocemos momentos de una
formación nacional, cultura y social. Un cine se sentirá argentino no sólo porque tome
cuestiones argentinos o se exprese en nuestra lengua, sino porque esencialmente tenga
un sentido narrativo y una pulsación emotiva que se expresen en el tiempo cultura que
le es peculiar.
El tiempo es un tiempo de síntesis, que debe expresar de la mejor manera el tiempo
interior de un momento de la vida.
Es espectador es llevado al ritmo y al tiempo que marca el realizador alejándolo de los
tiempos reales de la vida.
Las historias son una suerte de viajes y epopeyas que viven los personajes más allá del
tiempo. Se conoce el valor de las cosas cuando uno se distancia, se despega.
Imperialismo de la mirada
El sistema industrial condiciona a tal punto la creatividad que es muy difícil salir de las
fórmulas y recetas que están probadas para realizar su comercialización. Grandes
productoras que chequean géneros, temas y actores en función de la comercialización.
Cine-producto.
El cine se apoya en el llamado “star system”, es decir, la iluminación, narración,
encuadre, cámara, y montaje se constituyen al servicio de la estrella.
Todo se construye siguiendo las leyes del suspenso, de la peripecia o la intriga.
Simplificación temática, la tipificación de personajes maniqueos, convertidos en
arquetipos seductores y vacíos.
Todo el cine hollywoodense vuelca su esfuerzo en tratar de reconstruir imágenes tal
como son en la realidad, de reconstruir escenas que den la ilusión de que es la vida
misma la que allí ha sido captada. Su gran contradicción e la de ponerle límites a la
imaginación del espectador. Por el contrario, el cine abierto y poético busca movilizar el
imaginario de los espectadores.
El cine hollywoodense es un fine de fortísimas emociones. Toda manifestación artística
expresa emociones, ero no toda emoción es estética.
Hay que retornar al cine de la creación y de la imaginación. El cine, el teatro o la música
están en crisis por la falta de auténtica y novedosa creación.
Un cine de medios productivos pobres, pero más veraz, mas creíble, más humano y
muchísimo más imaginativo.

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