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marzo-abril 2015
Volumen 75, Número 2.
COLEGIO DE PROFESIONISTAS, A.C.
Editor Dr. José Guzmán Esquivel Co-editor Dr. Jesús Emmanuel Rosas Nava
www.elsevier.es
COLEGIO DE PROFESIONISTAS, A.C.
FUNDADOR
Dr. Aquilino Villanueva Arreola†
EDITOR
Dr. José Guzmán Esquivel
Doctor en Ciencias Médicas
CO-EDITOR
Dr. Jesús Emmanuel Rosas Nava
Maestro en Ciencias Médicas
CONSEJO EDITORIAL
Dr. Jorge Jaspersen Gastelum, Hospital General de México OD., México, DF.
Dr. Arturo Mendoza Valdés, Hospital Médica Sur, México, DF.
Dr. Mariano Sotomayor de Zavaleta, Instituto Nacional de Ciencias Médicas
y Nutrición Salvador Zubirán, México, DF.
Dr. Jose Efraín Flores Terrazas, Hospital Central Militar, México, DF.
Dr. Jorge Gutiérrez Aceves, Hospital Wake Forest Baptist Health, North Carolina EU.
Dr. Hugo A. Manzanilla García, Hospital General de México OD., México, DF.
Dr. Carlos Pacheco Galbhler, Hospital General Manuel Gea González, México, DF.
Dr. Julio Querol Zuñe, Hospital Angeles Xalapa, Xalapa Ver.
Dr. José Arturo Rodríguez Rivera, Hospital General de Occidente SA, Guadalajara, Jal.
Dr. Luis Beas Sandoval, Hospital C. Unión, Colima, Col.
COMITÉ DE ASESORES CIENTÍFICOS
Dr. Francisco Rodríguez Covarrubias, Instituto Nacional de Ciencias Médicas
y Nutrición Salvador Zubirán, México, DF.
Dr. José Clemente Vásquez Jiménez, Centro Univesitario de Investigaciones Biomédicas, Colima, Col.
Dr. Óscar Uribarren Berrueta, Hospital ISSSTE. Miguel Trejo Ochoa, Colima, Col.
Dr. Raúl Joya Cervera, Hospital General Universitario, Colima, Col.
Dra. Luz Margarita Baltazar Hernández, Facultad de Medicina Universidad de Colima, Colima, Col.
Dr. Iván Delgado Enciso, Facultad de Medicina, Universidad de Colima, Colima, Col.
Dr. Valery Melnikov, Facultad de Medicina, Universidad de Colima, Colima, Col.
Dr. Herney Andrés García Perdomo, Universidad del Valle, Cali, Colombia
COMITÉ EDITORIAL INTERNACIONAL
Dr. Paul A. Escovar Díaz, Hospital Das Clinicas Universidade de Sao Paulo, Sao Paulo, Brasil
Dr. Shlomo Raz, Medical Plaza Driveway Los Angeles, Los Ángeles, Cal. EU
Dra. Tania Gonzalez León, Centro Nacional de Mínimo Acceso, La Habana, La Habana, Cuba
Dr. Robert G. Ferrigni, Mayo Clinic Hospital, Phoenix, AZ, EU.
Dr. Eloisio Alexandro Da Silva, Universidade do Estado do Rio do Janeiro, Rio de Janeiro, Brasil
Dr. Paulo C. Rodríguez Palma, Unversidade do Campinas, Sao Paulo, Brasil
Dr. Ian Thompson Jr., Cancer Therapy and Research Center, San, Antonio Tx. EU
REVISTA MEXICANA DE UROLOGIA, año 2015, número 2, marzo-abril, es una publicación bimestral editada por la Sociedad Mexicana de Urología, Colegio de
Profesionistas, A.C., Edicio WTC, Montecito #38, Piso 25, Oc. 37, Col. Nápoles, Deleg. Benito Juárez. C.P. 03810 Tel. 90-00-33-85, Reserva de Derechos al Uso
Exclusivo No. 04-2010-082713134900-102, Impreso ISSN: 0185-4542 otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Licitud de Título y Contenido No.
15129 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresión, arte, diseño, composición tipográ-
ca y proceso fotomecánico por Elsevier Masson Doyma México, S.A., Insurgentes Sur 1388 piso 8, Col. Actipan, C.P. 03230, Delegación Benito Juárez, México,
D.F., Tel: (55) 55 24 49 20 Fax: (55) 55 24 04 68. Este número se terminó de imprimir el 30 de Abril de 2015, con un tiraje de 1,200 ejemplares, impresión tipo Offset
en papel couché de 125 gr.
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación.
Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Revista Mexicana de Urología.
COLEGIO DE PROFESIONISTAS, A.C.
CAPÍTULOS
Andrología Urología Pediátrica Historia y Filosofía
Dr. Ricardo Alonso Castillejos Molina Dr. Gildardo Manzo Pérez Dr. Enrique Efrén Quintero García
Uro-Oncología Neuro-Urología y Uro-Ginecología Endourología y Laparoscopia
Dr. Joel Quintero Becerra Dr. Adrián Gutiérrez González Dr. Carlos Enrique Méndez Probst
Cirugía Reconstructiva Genitourinaria Trasplante Dr. Víctor Corona Montes
Dr. Julio César López Silvestre Dr. Anel Rogelio Aragón Tovar Estudios Diagnósticos en Urología
Dr. Miguel Rodríguez Esqueda
VOCALES
Sección Norte Sección Golfo de Cortés Sección Oriente
Dr. Manuel Arnoldo Barrera Solís Dr. Rodolfo Favela Camacho Dr. Julio Cesar Querol Suñé
Sección Noroeste Sección Occidente Sección Sur
Dr. Hildebrando Barrios Garcia Dr. Carlos Arturo Muñoz Rangel Dr. Pedro Alfredo Patrón Sansor
Sección Noreste Sección Bajío Coordinador Relaciones
Dr. Iván Alejandro Reyes García Dr. Salvador Guillermo Gállego Sales Internacionales
Sección Centro Norte Sección Centro Dr. José de Jesús Espinosa de los
Dr. Mauricio Casas Varela Dr. Omar Morales Ordaz Monteros Falomir
EDITORES PRECEDENTES
EDITORIAL EDITORIAL
A new tool for knowledge acquisition and 53 Nueva herramienta para la adquisición de conocimientos 53
assessment in urology: urocenter.net y evaluaciones en temas de urología: urocenter.net
R. Alvarado-Ballinas, et al. R. Alvarado-Ballinas, et al.
Resource use and costs associated with 72 Uso de recursos y costos asociados al diagnóstico 72
genital wart diagnosis and treatment in public y tratamiento de las verrugas genitales en
health institutions in Mexico instituciones públicas de salud en México
A. Reyes-López, et al. A. Reyes-López, et al.
Effect of low-intensity shock wave therapy in 82 Efecto de la terapia con ondas de choque de 82
patients with erectile dysfunction of vascular baja intensidad en pacientes con disfunción
origin: Case reports eréctil de origen vascular. Reporte de casos
V. Osornio-Sanchez, et al. V. Osornio-Sanchez, et al.
Transitional cell carcinoma associated with lithiasis 94 Carcinoma de células transicionales asociado con 94
of the ureteropelvic junction: A case report litiasis de la unión ureteropiélica: reporte de un caso
S. II García-Nares, et al. S. II García-Nares, et al.
Infected complex renal cyst: Laparoscopic management 98 Quiste renal complejo infectado: manejo laparoscópico 98
M. García-Díaz, et al. M. García-Díaz, et al.
Editada por: MASSON DOYMA MÉXICO, SA. Av. Insurgentes Sur 1388,
Piso 8, Col. Actipan Del. Benito Juárez,
CP 03230, México, D.F. Tels.: 5524-1069, 5524-4920, Fax: 5524-0468.
Director General: Pedro Turbay Garrido
Neo-glans penis reconstruction with urethral flap 101 Reconstrucción de neoglande con colgajo uretral para 101
as surgical treatment for penile calciphylaxis el tratamiento quirúrgico de calcifilaxis peniana
E.A. Ramirez-Perez, et al. E.A. Ramirez-Perez, et al.
Simultaneous bilateral partial nephrectomy for 118 Tumor renal bilateral: nefrectomía parcial bilateral 118
bilateral renal tumor: A case report en mismo tiempo quirúrgico: reporte de caso
R. Vega-Castro, et al. R. Vega-Castro, et al.
Rev Mex Urol. 2015;75(2):53---57
www.elsevier.es/uromx
EDITORIAL
http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2014.11.008
2007-4085/© 2014 Sociedad Mexicana de Urología. Publicado por Masson Doyma México S.A. Todos los derechos reservados.
54 EDITORIAL
Actividad general
Actividad de usuarios y examenes
100
80
60
Usuarios registrados
Examenes resueltos
40
Promedio por examen
20
–20
Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov
Cáncer de pene
Uroradiología
Vejiga neurogénica
Otros
Cáncer de vejiga
Urología pediátrica
Cáncer renal
Cáncer testicular
Litiasis urinaria
Figura 2 Categorías asignadas según el diagnóstico. Figura 3 Calendario de los usuarios registrados.
EDITORIAL 55
80
60
Conclusiones
Usuarios registrados
40
Examenes resueltos La informática médica es una disciplina emergente-
Promedio por examen
integradora, que surge como producto de la intersección
20 sinérgica de la informática con la medicina; estudia la
estructura, el comportamiento y la interacción de los sis-
0 temas médicos y las tecnologías de la información. Entre
sus objetivos se encuentra la creación e implementación de
Figura 7 Expresión gráfica en curvas para ver el número de estructuras y algoritmos para mejorar la comprensión, la
usuarios registrados, exámenes resueltos y promedio del exa- comunicación y la gestión de la información médica1,2,4,6 .
men. Las tecnologías de la información y la comunicación pro-
veen soluciones en educación que mejoran el conocimiento
y desempeño, y pueden ser aprovechadas por el perso-
nal médico para incrementar la eficiencia y efectividad en
la obtención del conocimento2,7 . El aprendizaje electró-
nico (en línea) es un enfoque pedagógico que es flexible,
atractivo, que fomenta la interacción, la colaboración y la
comunicación1,2,8 .
Esta herramienta permite la práctica de responder y/o
crear preguntas de evaluación tipo examen de respuesta
múltiple, lo cual representa una metodología efectiva para
el aprendizaje, mostrándose como una evaluación forma-
tiva que permite, especialmente a los Usuarios, adecuar
sus niveles y formas de estudio durante el proceso de
enseñanza-aprendizaje, la retroalimentación, la cual va
dirigida a ayudar a los Usuarios, a entender los princi-
pios subyacentes a sus errores, asumiendo que una mayor
experiencia en las pruebas tipo examen de respuesta múlti-
ple influirá positivamente en el rendimiento académico del
Usuario2,8 .
La herramienta irá evolucionando conforme las necesida-
des de los Administradores y Usuarios para lograr un mayor
perfeccionamiento en el cumplimiento de los objetivos.
Bibliografía
7. Ruiz JG, Mintzer MJ, Leipzig RM. The impact of E-learning in Departamento de Urología, Centro Médico Instituto de
medical education. Acad Med. 2006;81:207---12. Seguridad Social del Estado de México y Municipios
8. Campillo C. La informática como estrategia de aprendizaje. Gac (ISSEMYM), Toluca, Estado de México, México
Méd Méx. 2004;140:305---19.
∗
Autor para correspondencia. Avda Baja Velocidad n.o 284.
∗ Colonia San Gerónimo Chicahualco. CP 50240. Toluca,
R. Alvarado-Ballinas , M.A. Aragón-Castro,
C.L. Vázquez-Niño, R. Gutiérrez-Rosales, Estado de México. Teléfono: +722 2756300; Ext 2198, 2160.
B. Guadarrama-Benitez, C.A. Arreola-Sánchez, Correo electrónico: Urocenternet@gmail.com
V. Barkley-Velásquez, G. Ruvalcaba-Oceguera, (R. Alvarado-Ballinas).
D. Morales-Hernández, L.I. Romero-López,
C.S. Quezada-León, W. Ozuna-Salazar,
J. Téllez-Díaz-Trujillo, J.J. Morales-Aranda,
C.F. Cedeño-Bernal, D.A. García-Herrera y
A. Orozco-Quezada-Jenner
Rev Mex Urol. 2015;75(2):58---63
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ARTÍCULO ORIGINAL
∗ Autor para correspondencia. Calle 461, Colonia La Raza, Delegación Gustavo A. Madero, C.P. 07790, México D.F., México,
Teléfono: +5514904923.
Correo electrónico: ana cisneros83@hotmail.com (A.R. de la Rosa-Cisneros).
http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2015.01.001
2007-4085/© 2014 Sociedad Mexicana de Urología. Publicado por Masson Doyma México S.A. Todos los derechos reservados.
Experiencia en el tratamiento de cáncer vesical 59
22,2 20
Citología
11,1 11,1 10 10 Positiva 2 4
0 5 5
Negativa 48 96
Completa Inducción Incompleta Total
OR 95% IC p OR 95% IC p
Edad 0.41 0-08-2.23 0.31 0.41 0.08-2.23 0.31
≥70 vs <70
Género 0.5 0.12-2.14 0.35 0.5 0.12-2.14 0.35
Masculino vs Femenino
Tabaquismo 1 0.18-5.65 1 0.26 0.06-1.23 0.09
Si vs No
N◦ tumores
Único 1
2 --- 7 1.5 0.35-6.79 0.57 4.33 0.70-27.01 0.12
≥8 0.92 0.09-9.69 0.94 26 2.81-240.53 0.004a
Diámetro del tumor 3.15 0.71-14.02 0.131 1.1 0.28-4.42 0.9
≥ 3 vs <3 cm
Estadio
T1 vs Ta 0.18 0.03-1.10 0.06 6.75 0.66-68.78 0.11
T2 vs T1 15.62 2.22-109.84 0.006a 1.22 0.09-11.02 1
T1 vs T2 6 1.21-29.72 0.02a
Grado
Alto vs Bajo NA 0.9 0.22-3.71 0.88
Cis concurrente
Si vs No NA NA
Instilación BCG
No vs Si(dosis completa) 3.63 0.40-33.12 0.25 0.66 0.13-3.30 0.62
Ectasia renal
Si vs No 6 1.36-26.45 0.01a 0.58 0.11-3.11 0.53
Citología
Si vs No 2.11 0.17-25.93 0.56 2.11 0.17-25.92 0.56
a Los valores en negrita son < 0.05 y estadìsticamente significativos.
62 A.R. de la Rosa-Cisneros et al
por cáncer urotelial de vejiga. En el análisis multivariable mayor número de tumores, y en este caso se ve la necesidad
de Palou et al.11 evaluaron estos factores en una serie de de hacer una segunda RTUV, procedimiento recomendado 4-
146 pacientes en estadio T1G3 que recibieron BCG y encon- 6 semanas tras la primera siguiendo las guías de tratamiento
traron que el género femenino y la presencia de Ca in situ normadas.
en uretra incrementaban el riesgo de recurrencia y progre- Se reconoce el tabaquismo como factor de riesgo más
sión. Pero en nuestro estudio el género no fue un factor importante presente en la mayoría de los pacientes que des-
de riesgo significativo. En el estudio de Millán-Rodríguez arrollaron cáncer vesical, sin embargo el índice tabáquico no
et al.12 con una serie mayor de 1,529 pacientes con enferme- fue un factor significativo en nuestros pacientes.
dad no músculo invasiva determinaron que la multiplicidad, El tratamiento con inmunoterapia representa el están-
el tamaño > 3 cm y el Cis concomitante aumentan el riesgo dar de oro para evitar la recurrencia y la progresión y para
de recurrencia y progresión. Subsecuentemente, Fernández- disminuir la mortalidad por cáncer vesical. Sin embargo
Gómez et al.13 encontraron como factores pronósticos la es una opción poco económica para los pacientes por lo
multiplicidad, recurrencia del tumor primario, género feme- cual la adherencia al tratamiento ha sido difícil en nuestro
nino y Cis. En contraste Sylvester et al. hallaron que los medio.
factores más importantes para recurrencia eran el número
de tumores, su diámetro y la tasa primaria de recurrencia;
y los de progresión: la categoría T, el grado y la presen- Financiación
cia de Cis7 . Comparando, en nuestros resultados de los 4
pacientes T1p que recibieron BCG, ninguno progresó y reci- No se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo
divaron 3 pacientes con un porcentaje del 75%, siendo esta este artículo.
tasa mayor que en la literatura debido probablemente al
hecho de que a los pacientes que recibieron BCG de este Conflicto de intereses
estadio solo se les aplicó la dosis de inducción, en contraste
con las observaciones de los estudios mencionados en que los
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
pacientes recibieron la dosis completa (inducción y manteni-
miento) en un 94%. El porcentaje de progresión y recurrencia
global fue del 20% respectivamente, estando dentro de Responsabilidades Éticas
los límites descritos en el estudio de Sylvester et al. Los
factores pronósticos para recurrencia hallados en nuestro Protección de personas y animales. Los autores declaran
estudio, que fueron estadísticamente significativos, son: la que para esta investigación no se han realizado experimen-
multiplicidad(≥ 8 tumores) y el estadio T1 vs. T2; y como tos en seres humanos ni en animales.
factores de progresión el estadio T2 y la ectasia renal, lo
que está acorde con el estudio de Divrik et al. realizado Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en
en Turquía en el que la hidronefrosis se halló como factor este artículo no aparecen datos de pacientes.
independiente pronóstico tanto para progresión como para
la recurrencia; además de que los estadios más avanzados Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
son los que en su mayoría progresan14 . autores declaran que en este artículo no aparecen datos de
La incidencia de carcinoma in situ concomitante no fue pacientes.
hallada histopatológicamente en ningún paciente, probable-
mente debido a que no se realizan con frecuencia biopsias Bibliografía
aleatorias en la mucosa normal y por la falta de técnicas de
fluorescencia en nuestro hospital, además de que los pacien- 1. Ploeg M, Aben KK, Kiemeney LA. The present and future bur-
tes no radican en la ciudad de México, D.F., por lo cual la den of urinary bladder cancer in the world. World J Urol.
adherencia al tratamiento es pobre. 2009;27:289---93.
El estudio tiene varias limitaciones. Fue realizado de 2. Consultado 27 Ene 2013. Disponible en: http:/globocan.iarc.fr/
factsheets/populations/factsheet.asp?uno=962
manera retrospectiva y con un número limitado de pacien-
3. Jiménez Ríos MA. Panorama epidemiológico del cáncer genitou-
tes. No todos los pacientes recibieron la dosis de BCG
rinario en la Zona Centro de México. Rev Mex Urol. 2011;71 Supl
correspondiente según el estadio, lo cual tuvo un efecto 3:3---6.
en la recurrencia tumoral subsecuente. Un alto nivel de 4. Burger M, Catto J, Dalbagni G, et al. Epidemiology and risk
recurrencia y peor tasa de supervivencia específica fue obte- factors of urothelial bladder cancer. Eur Urol. 2013;63:234---41.
nida si se aplicaban < 12 instilaciones de BCG15 . Rev.
5. Freedman ND, Silverman DT, Hollenbeck AR<ET AL>. Association
between smoking and risk of bladder cancer among men and
Conclusiones women. JAMA. 2011;306:737---45.
6. Van Rhijn BW, Burger M, Lotan Y, et al. Recurrence and pro-
gression of disease in non-muscle-invasive bladder cancer:
El seguimiento de los pacientes durante un año demostró
From epidemiology to treatment strategy. Eur Urol. 2009;56:
que los factores que predicen recurrencia son el número de
430---42.
tumores ≥ 8 y el estadio tumoral patológico T1, y el que 7. Sylvester RJ, van der Meijden AP, Oosterlinch W, et al. Pre-
predice progresión es la ectasia renal y el estadio avanzado dicting recurrence and progression in individual patients with
T2. Los pacientes con múltiples tumores posiblemente se stage Ta T1 bladder cancer using EORTC risk tables: A combi-
hallen con mayor riesgo de mal pronóstico debido a que ned analysis of 2596 patients from seven EORTC trials. Eur Urol.
aumenta la probabilidad de resección incompleta con un 2006;49:466---77.
Experiencia en el tratamiento de cáncer vesical 63
8. Witjes JA, Comperat E, Cowan NC, et al. EAU guidelines on progression, mortality and recurrence. J Urol. 2000;164:
muscle-invasive and metastatic bladder cancer: Summary of the 680---4.
2013 guidelines. Eur Urol. 2014;65:778---92. 13. Fernández-Gómez J, Madero R, Solsona E, et al., Club Urológico
9. Chavan S, Bray F, Lortet-Tieulent J, et al. International varia- Español de Tratamiento Oncológico (CUETO). The EORTC tables
tions in bladder cancer incidence and mortality. Eur Urol. overestimate the risk of recurrence and progression in patients
2014;66:59---73. with non---muscle-invasive bladder cancer treated with bacillus
10. Rink M, Furberg H, Zabor EC, et al. Impact of smoking and Calmette-Guérin: External validation of the EORTC risk tables.
smoking cessation on oncologic outcomes in primary non- Eur Urol. 2011;60:423---30.
muscle-invasive bladder cancer. Eur Urol. 2013;63:724---32. 14. Divrik RT, Sahin A, Altok M, et al. The frequency of hydro-
11. Palou J, Sylvester RJ, Faba OR, et al. Female gender and carci- nephrosis at initial diagnosis and its effect on recurrence and
noma in situ in the prostatic urethra are prognostic factors for progression in patients with superficial bladder cancer. J Urol.
recurrence, progression, and disease-specific mortality in T1G3 2007;178:802---6.
bladder cancer patients treated with bacillus Calmette-Guérin. 15. Portillo JA, Madero R, Solsona E, et al. Influencia del número
Eur Urol. 2012;62:118---25. real de instilaciones de Bacilo de Calmette-Guérin aplicadas en
12. Millán-Rodríguez F, Chéchile G, Salvador J, et al. Pri- el pronóstico de los tumores vesicales no músculo-infiltrantes.
mary superficial bladder cancer risk groups according to Actas Urol Esp. 2014;38:280---4.
Rev Mex Urol. 2015;75(2):64---71
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ARTÍCULO ORIGINAL
a
Servicio de Urología, Unidad Médica de Alta Especialidad n.o 25, Monterrey Nuevo León, México
b
Unidad Médica de Alta Especialidad n.o 25, Monterrey Nuevo León, México
∗ Autor para correspondencia. Calle la escondida 431, depto. 9 cumbres campanario, Monterrey, Nuevo Leon, CP 66410.
http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2015.01.007
2007-4085/© 2014 Sociedad Mexicana de Urología. Publicado por Masson Doyma México S.A. Todos los derechos reservados.
Comparación de antígeno prostático específico en pacientes con y sin obesidad 65
KEYWORDS Prostate-specific antigen value comparison in patients with and without abdominal
Waist circumference; obesity seen at the urology service of a tertiary care medical unit
Obesity;
Prostate-specific Abstract
antigen Background: There is evidence of the relation between obesity and an increase in prostate-
specific antigen, albeit some is contradictory.
Aims: Our aim was to compare prostate-specific antigen values in patients with and without
abdominal obesity that were seen at the urology service of a tertiary care medical unit, and to
analyze the results.
Material and methods: A cross-sectional analytic study was conducted within the time frame of
June to October 2014. It included first-time urology consultation patients that were referred due
to presenting with prostate disease and that had not received medication modifying prostate-
specific antigen values. Waist circumference and serum prostate-specific antigen levels were
measured. The Student’s t test was used for the independent samples and the Pearson and
Spearman correlations and the Mann-Whitney U test were used to evaluate the correlation
between waist circumference and prostate-specific antigen levels.
Results: A total of 110 patients were included that were first-time referrals to the urology ser-
vice due to prostate pathology. Calculated as means, patient age was 62.6 ± 7.5 years (range:
48-79), waist circumference was 104.5 ± 10.6 cm (range: 57-130), and prostate-specific anti-
gen level was 3.4 ± 2.5 ng/dl (range: 0.46-21). The mean prostate-specific antigen level was
1.2 ± 6.3 ng/dl (range: 0.46-10.0) for the patients with obesity and 0.4 ± 1.9 ng/dl (range:
1.21-21) for the patients without obesity.
Conclusion: There was no statistically significant difference in prostate-specific antigen values
in the comparison of the populations presenting with and without obesity.
© 2014 Sociedad Mexicana de Urología. Published by Masson Doyma México S.A. All rights
reserved.
punto de corte de un antígeno prostático normal como factor del síndrome metabólico de manera individual se relacio-
predictivo3 . nan de manera directa con los factores de progresión de
La mayoría de los cánceres de próstata son detectados la HPB (APE, pico urinario máximo, orina residual, volumen
mediante biopsia transrectal posterior a un valor de antí- prostático)6,7 .
geno prostático elevado. El uso elevado de este recurso ha Las 2 hipótesis más comunes que explican esta rela-
llevado a una detección en etapas tempranas de la enfer- ción entre obesidad y antígeno prostático involucran niveles
medad así como a una reducción de la mortalidad. A pesar bajos de testosterona secundarios a la actividad de la aro-
de dichas circunstancias, el antígeno prostático tiene baja matasa CYP19 que abunda en el tejido graso, y, como se
especificidad y reducida sensibilidad por debajo de un valor ha comentado en la hemodilución secundaria, cuerpos más
de corte específico. Otro gran problema es que el antígeno grandes con mayor contenido6 .
prostático específico (APE) puede ser alterado por factores El índice de masa corporal es un marcador bien conocido
no relacionados con el cáncer. El entendimiento de estos fac- para la obesidad, se encuentra relacionado de manera posi-
tores y su manera de relacionarse incrementará la utilidad tiva con el volumen prostático y de manera negativa con el
del APE en el screening del ca de próstata3 . APE3 . Sin embargo, son pocos los estudios que han investi-
Existe cierta inconsistencia epidemiológica en la litera- gado el tejido adiposo subcutáneo y visceral y su relación
tura publicada antes del 2000 en cuanto a si la obesidad con el APE. La mayoría de los estudios realizados toman
representa un factor de riesgo para el ca de próstata. al índice de masa corporal como parámetro para medir la
Sin embargo, en literatura más actual se ha demostrado relación entre obesidad y el ca de próstata. Actualmente se
que los hombres con obesidad se presentan con etapas sospecha que el índice de masa corporal no representa un
más avanzadas de la enfermedad y tienen mayor riesgo buen parámetro a tomar en cuenta durante la medición de
de recurrencia en comparación con pacientes no obesos. esta relación debido a la hemodilución del APE, así como a
Actualmente existe el debate acerca de los factores que que no representa de manera adecuada la cantidad de tejido
condicionan este comportamiento: si este es el resultado de graso visceral7 .
un fenotipo más agresivo debido a efectos biológicos propios El índice de masa corporal podría no reflejar de manera
de la obesidad en el inicio y progresión del ca de próstata, o total las dimensiones de la obesidad, ya que no señala
si es parte de un diagnóstico tardío y un tratamiento menos la localización del tejido adiposo, como por ejemplo la
efectivo entre pacientes obesos. Actualmente se conocen obesidad central, la cual se relaciona con mayor riesgo car-
como factores de riesgo para hiperplasia de próstata: la diovascular; de igual manera, una persona con abundante
raza negra, la etnia hispana y la obesidad, en particular masa muscular así como con huesos gruesos puede tener un
la obesidad central4 . índice de masa corporal elevado y no debido a un aumento
Recientemente mucho estudios han investigado la rela- de la grasa corporal6 . Se ha observado que los pacientes con
ción entre obesidad y el antígeno prostático; algunos han mayor índice de masa corporal poseen estadios de Gleason
demostrado una relación inversa, otros no. Estos han sido mayores y un mayor riesgo de recurrencia bioquímica de la
realizados en su mayoría en EE: UU. y en Asia4,5 . enfermedad7 .
La definición de obesidad según la OMS corresponde a Si comparamos el tejido graso subcutáneo con el visceral,
la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo. Otra defi- este último es más celular, vascular e inervado y contiene
nición es la del incremento del índice de masa corporal adipocitos más grandes. De igual manera existen más glu-
teniendo como parámetro de sobrepeso a aquellos pacientes cocorticoides y receptores de andrógenos. De esta manera
por encima de 25 kg/m2 y obesidad por encima de 30 kg/m2 . la aromatización ocurre con más frecuencia en el tejido
Sesenta millones de americanos son obesos4 , el 50% de los adiposo visceral que en el subcutáneo7 .
hombres por encima de los 50 años son obesos y su índice La circunferencia de la cintura representa un parámetro
de masa corporal se incrementa con la edad. La obesidad clínico importante que tiene un impacto mayor que el índice
tiene un papel fundamental en enfermedades como la dia- de masa corporal en la incidencia síndrome metabólico y su
betes, la hipertensión arterial, el asma y la enfermedad mortalidad asociada7 .
arterial crónica, y actualmente se la ha vinculado con el El incremento marcado en la obesidad se ha convertido
ca de próstata5 . en un problema mayor de salud pública. En el 2010, el 40%
Actualmente se considera que el 30-80% de los adultos de la población adulta es considerada obesa y el 32% con
padecen de sobrepeso en la mayoría de los países, y que el sobrepeso. Esta tendencia se muestra de manera particular
20-30% tienen algún grado de obesidad5 . Los primeros artícu- en el rango de edad entre 60-75 años en el cual la prevalen-
los en mostrar una relación inversa entre el índice de masa cia absoluta de la obesidad se ha triplicado. Se espera que
corporal y el antígeno prostático provienen del Centro de este crecimiento acelerado incremente de manera impor-
biomarcadores de San Antonio (SABOR, siglas en ingles). Sin tante la incidencia y la tasa de mortalidad de enfermedades
embargo aun en este tipo de centros sus resultados son ambi- crónicas7 .
guos ya que estudios previos no mostraban dicha relación. La fisiopatología de la obesidad se debe a la falta de
La mayoría de los estudios relaciona el índice de masa cor- balance entre la ingesta calórica y el gasto de energía. Las
poral, sin embargo esta podría no ser la medida óptima ya consecuencias metabólicas de la obesidad central incluyen
que no realiza distinción entre masa muscular magra y grasa resistencia a la insulina, hiperinsulinemia, intolerancia
corporal5 . tipo 2 o diabetes mellitus tipo 2, incremento de triglicé-
Como sabemos, en la HPB existen 2 componentes, uno ridos, aumento de citosinas proinflamatorias, elevación de
dinámico y otro estático. Se ha observado una relación entre proteínica C reactiva e incremento de hormonas sexuales
los componentes del síndrome metabólico y ambos compo- esteroideas. Los aumentos en los niveles de insulina se
nentes, por la tanto se puede inferir que los componentes han relacionado con incremento del factor de crecimiento
Comparación de antígeno prostático específico en pacientes con y sin obesidad 67
similar a la insulina tipo 1 el cual se ha visto relacionado hematuria10 . Los pacientes con obesidad (perímetro abdomi-
con actividad miogénica y antiapoptótica, siendo asociado nal por encima de los 109 cm e hiperplasia de próstata) son
a tumores de órganos sólidos7 . un 38% más propensos a someterse a algún procedimiento
Con el antecedente ya conocido de que la obesidad abdo- quirúrgico como parte del tratamiento de la hiperplasia de
minal altera los niveles de insulina, así como las hormonas próstata en comparación con aquellos con perímetros abdo-
sexuales, podemos inferir que la obesidad central altera por minales por debajo de los 90 cm10 . De igual manera el inicio
consiguiente las distintas enfermedades prostáticas, en las de terapia médica o cirugía se incrementa un 10% por cada
que los andrógenos se ligan a sus receptores y activan la 0.05 de aumento del perímetro abdominal10 .
síntesis de ADN y la proliferación celular, que incrementa el El sedentarismo también tiene un papel importante en
riesgo de HPB8---11 . el desarrollo de la enfermedad, ya que las personas con
La insulina puede aumentar el riesgo de hiperplasia de actividad física vigorosa poseen un 25% menos de riesgo de
próstata al incrementar la transcripción de genes, involu- padecer HPB en comparación con personas sedentarias10 .
crada de manera directa en el metabolismo de hormonas En estudios prospectivos se ha documentado que las
sexuales, influyendo así estrógenos y andrógenos. De igual personas con un índice de masa corporal > 25 kg/m2 tienen
manera, la insulina reduce la globulina de unión a hormonas mayor riesgo de ca de próstata de alto grado y enferme-
sexuales, incrementando así la proporción de andrógenos dad avanzada así como menor riesgo de detección de ca de
disponibles para su ingreso a la próstata8 . próstata en estadios bajos11 .
La leptina asimismo puede incrementar el riesgo de HPB Los estudios que se han realizado toman como paráme-
ya que esta desempeña un papel fundamental en la regula- tro de obesidad el índice de masa corporal, sin embargo,
ción del peso del cuerpo; existen estudios que demuestran este tiene muchas limitaciones relativas a la medición de
una relación inversamente proporcional a este metabolito8 . la adiposidad, por lo que en la actualidad se desarrollan
Ciertos alimentos como la leche, el calcio y las grasas nuevas investigaciones con otros parámetros1 . La principal
poliinsaturadas son inversamente relacionables con alimen- limitación del índice de masa corporal en comparación con
tos como los tomates que son altamente protectores contra la circunferencia abdominal es que el primero no hace una
el cáncer2,9 . diferenciación entre masa muscular y tejido adiposo12 .
Diversos estudios epidemiológicos muestran que la obesi- La circunferencia abdominal es un mejor predictor que
dad se relaciona con incremento de riesgo de ca de próstata el índice de masa corporal para la región específica de grasa
avanzado, recurrencia bioquímica y muerte. Lo anterior corporal conocida como grasa visceral. La acumulación de
probablemente es secundario a niveles de estrógenos eleva- grasa en esta región del cuerpo representa un importante
dos con respecto a testosterona, incremento en la insulina vínculo entre obesidad y alteraciones de las hormonas sexua-
y factores de crecimiento similares a la insulina, y otras les esteroideas. Por lo tanto, si creemos que la asociación
alteraciones adipocíticas; sin embargo, otros atribuyen esta entre el tamaño corporal y los valores de antígeno prostá-
relación al retraso de la detección del ca de próstata en tico son debidos a alteraciones en las hormonas sexuales,
pacientes obesos relacionado con la dificultad para realizar esperaríamos encontrar que el perímetro abdominal sea
el tacto rectal en estos pacientes, así como al screening del un predictor de mayor importancia en comparación con el
antígeno prostático en hombres con sobrepeso9,12---14 . índice de masa corporal13---20 .
Existen múltiples líneas de evidencia que suponen una Tenemos ya el antecedente de que la obesidad central
relación entre la obesidad y el desarrollo de HPB. Se ha se relaciona con el incremento en el volumen de la prós-
observado que los especímenes quirúrgicos de pacientes tata así como con una mayor severidad de los síntomas de
obesos se relacionan con una mayor inflamación de tejidos, vaciamiento16---20 .
que a mayor proteína C reactiva mayor es el índice de IPSS, La obesidad es un problema de salud mundial, lo que
y que el hecho de agregar un antiinflamatorio no esteroideo motiva numerosos estudios de su relación con el desarro-
disminuye un 27% la sintomatología9 . llo de otras enfermedades. Actualmente nuestro país ocupa
La obesidad se relaciona de igual manera con el creci- los primeros tres lugares en obesidad infantil así como en
miento prostático; se ha observado que por cada kilogramo adultos. Internacionalmente se ha intentado vincular la obe-
de sobrepeso que se aumente en relación con el índice de sidad con enfermedades de la próstata sin establecer una
masa corporal (1 kg/m2 ) la próstata tiende a aumentar de clara relación entre ellas. El entendimiento de cómo la obe-
0.41 a 0.45 ml9 . La circunferencia abdominal se asocia de sidad y el sobrepeso se relacionan con el antígeno prostático
una manera más estrecha a disminución de los niveles de mejorará nuestra sensibilidad en el momento de estudiar el
andrógenos y resistencia a la insulina, lo que representa que ca de próstata y la hiperplasia prostática, logrando detectar
la obesidad visceral o central tiene un mayor impacto en el en etapas más tempranas la enfermedad, y por lo consi-
desarrollo del síndrome metabólico así como en la mortali- guiente, mejorando el pronóstico de los pacientes así como
dad asociada10 . su tratamiento e incluso el seguimiento de la enfermedad. El
La mayoría de los estudios muestran que la asociación retraso dañino en la detección de ca de próstata en pacien-
entre el índice de masa corporal y el volumen prostático tes obsesos con valores de APE bajo debe de ser investigado.
está presente en cualquier etnia, sin embargo, esta puede Identificar si la obesidad incrementa el riesgo para cáncer
variar dependiendo de cada una de ellas10 . e hiperplasia de próstata podrá sustentar el desarrollo de
El hecho de que a mayor obesidad mayor volumen pros- nuevas estrategias orientadas a su prevención. Asimismo se
tático es relevante desde el punto de vista de la clínica, podría aportar una herramienta valiosa para el screening
ya que actualmente sabemos que el tamaño de la prós- actual del ca de próstata e incluir al perímetro abdomi-
tata por encima de 30 g es uno de los factores pronósticos nal como parte del mismo, ya que si los valores de APE son
de la enfermedad, incluyendo retención urinaria aguda y menores en personas con perímetro abdominal por encima
68 M.A. Osorio-García et al
los valores de antígeno prostático se encuentren por debajo incluyan una población mayor y con mejor distribución que
del umbral para realizar la biopsia prostática. Por esto es la nuestra.
importante analizar las influencias de la obesidad sobre el Finalmente concluimos lo siguiente:
APE. En nuestro estudio se intentó tomar el perímetro de
la cintura abdominal como medida de obesidad y observar • No hubo una diferencia estadísticamente significativa en
su relación con el antígeno prostático, sin embargo no se los valores de APE en las poblaciones con y sin obesidad.
encontró correlación alguna. • No hubo relación inversa entre el antígeno prostático y el
Existe un debate sobre los factores que contribuyen a perímetro abdominal.
los resultados observados en los pacientes con obesidad: es • Creemos que son necesarios nuevos estudios con pobla-
este el resultado de un fenotipo más agresivo debido a algún ciones mayores y más homogéneas para poder establecer
efecto biológico de la obesidad en el inicio y la progresión mejor la relación entre estas 2 variables.
del ca de próstata, o podrán estos resultados ser atribuidos
a un diagnóstico más retardado y a variantes de tratamiento
menos efectivas1 . Responsabiliades éticas
Werny et al. intentan explicar que la relación entre el
índice de masa corporal y la concentración del antígeno Protección de personas y animales. Los autores decla-
prostático es poco conocida. Las asociaciones débiles entre ran que los procedimientos seguidos se conformaron a las
el perímetro de cintura abdominal muestran que la supresión normas éticas del comité de experimentación humana res-
del APE no se encuentra tan relacionada con la elevación ponsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y
de los estrógenos como se ha propuesto, sino que los valo- la Declaración de Helsinki.
res disminuidos de antígeno prostático se podrían deber al
efecto dilucional por aumento del plasma, factor que se Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que
observa en los pacientes con obesidad. Al igual que en el han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre
estudio de Werny et al. en el nuestro no se observó correla- la publicación de datos de pacientes.
ción entre los valores de antígeno prostático y el perímetro
de la cintura abdominal10 . Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
Si analizamos la información nos podemos dar cuenta de autores han obtenido el consentimiento informado de
que varios estudios muestran una disminución moderada del los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este docu-
antígeno prostático a medida que el índice de masa cor- mento obra en poder del autor de correspondencia.
poral se incrementa; sin embargo, la importancia de esta
relación y su contribución al retraso en el diagnostico de ca
de próstata y su consiguiente pobre pronóstico no se encuen- Financiación
tran bien definidas. Debemos realizar un screening para ca
de próstata de manera individualizada. Se ha sugerido que No se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo
debemos de retirar las etiquetas de antígeno prostático nor- este artículo.
mal o elevado, y que la mayoría de los hombres no son
tratados de manera adecuada si nos basamos únicamente Conflicto de intereses
en puntos de corte cerrados para los niveles de APE. Actual-
mente se ha propuesto que se deberían de bajar los niveles Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
de APE para los pacientes con obesidad. Freeland y Aronson
sugieren de igual manera multiplicar los valores de antígeno
prostático por alguna variable modificable de acuerdo al Bibliografía
grado de índice obesidad del paciente12 . En nuestro estudio
no se logró determinar la correlación de obesidad y dismi- 1. Beebe-Dimmer JL, Faerber GJ, Morgenstern H, et al. Body
nución del APE. composition and serum prostate---specific antigen: A review
Creemos que, en el futuro, el hecho de tener como fac- and findings from the Flint Men Health Study. Urology.
2008;71:554---60.
tor de riesgo agregado al perímetro de la cintura abdominal
2. Parsons JK, Sarma AV, McVary K, et al. Obesity and benign
podría reflejar una reducción en la mortalidad específica
prostatic hyperplasia: Clinical connections, emerging etiologi-
del ca de próstata dentro de la población con sobrepeso u cal paradigms and future directions. J Urol. 2009;182:27---31.
obesidad. 3. Aguilar B, Garcia I, Manzanilla G, et al. Correlational study
Hablando específicamente de nuestro estudio, se dife- of body mass index, abdominal perimeter and prostate gland
rencia de los demás en que tomamos como referencia de volume in patients with obstructive urinary symptomatology
obesidad no el índice de masa corporal sino el perímetro de due to prostate growth. Rev Mex Urol. 2010;70:141---5.
cintura abdominal, ya que en estudios previos se mencio- 4. Dahle S, Chokkalingam A, Gao T, et al. Body size and serum
naba que tener un índice de masa corporal elevado podría levels of insulin and leptin in relation to the risk of benign
no significar un incremento del tejido adiposo del cuerpo. prostatic hyperplasia. J Urol. 2002;168:599---604.
5. Bhindi B, Margel D, Trottier G, et al. Obesity is associated with
En nuestro estudio no existió una correlación entre el
larger prostate volume but not with worse urinary symptoms:
perímetro de cintura abdominal y los valores de antígeno
Analysis of a large multiethnic cohort. Urology. 2014;83:14---20.
prostático. Sin embargo, esto puede ser secundario al bajo 6. Park SG, Choi HC, Cho B, et al. Effect of central obe-
número de pacientes que logramos obtener con un perí- sity on prostate specific antigen measured by computerized
metro de cintura < 90 cm. Creemos que este tema es de tomography: Related markers and prostate volume. J Urol.
suma importancia y esperamos estar motivando estudios que 2012;187:1589---93.
Comparación de antígeno prostático específico en pacientes con y sin obesidad 71
7. Park JH, Cho BL, Kwon HT, et al. Effect of body mass index 14. Kwon H, Kang HC, Lee JH. Relationship between predictors of
and waist circumference on prostate specific antigen and pros- the risk of clinical progression of benign prostatic hyperplasia
tate volume in a generally healthy Korean population. J Urol. and metabolic syndrome in men with moderate to severe lower
2009;182:106---11. urinary tract symptoms. Urology. 2013;81:65---73.
8. Yang HJ, Doo SW, Yang WJ, et al. Which index best correla- 15. Kok ET, Schouten BW, Bohnen AM, et al. Risk factors for lower
tes with prostate volume, prostate---specific antigen, and lower urinary tract symptoms suggestive of benign prostatic hyperpla-
urinary tract symptoms? Urology. 2012;80:187---90. sia in a community based population of healthy aging men: The
9. Lee SE, Hong SK, Park HZ, et al. Higher body mass index is asso- Krimpen Study. J Urol. 2009;181:710---6.
ciated with lower risk of prostate cancer detection via multicore 16. Cooney KA, Strawderman MS, Wojno KJ, et al. Age-specific
prostate biopsy in Korean Men. Urology. 2010;76:140---7. distribution of serum prostate-specific antigen in a community-
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negatively associated with prostate-specific antigen in U.S. 17. Heeringa SG, Alcser KH, Doerr K, et al. Potential selection bias
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Rev Mex Urol. 2015;75(2):72---81
www.elsevier.es/uromx
ARTÍCULO ORIGINAL
a
Centro de Estudios Económicos y Sociales en Salud, Hospital Infantil de México Federico Gómez, México D.F., México
b
Dirección médica, Merck Sharp & Dohme, México, D.F., México
∗
Autor para correspondencia. Av. San Jerónimo 369, Col. La otra banda. Delegación Álvaro Obregón. CP. 01090, México D.F,
Teléfono: +5254819819.
Correo electrónico: carlos.edgar.perezbolde.villarreal@merck.com (C. Pérez Bolde-Villarreal).
http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2015.01.004
2007-4085/© 2015 Sociedad Mexicana de Urología. Publicado por Masson Doyma México S.A. Todos los derechos reservados.
Uso de recursos y costos asociados al diagnóstico y tratamiento de verrugas genitales 73
KEYWORDS Resource use and costs associated with genital wart diagnosis and treatment in public
Genital warts; health institutions in Mexico
Anogenital warts;
Abstract
Costs
Aims: To estimate resource use and economic impact in relation to genital wart diagnosis and
treatment in the Mexican health system.
Material and methods: Using the Delphi method, 12 specialists from public institutions were
interviewed to determine the type of resources and the frequency of their use in the treatment
of genital warts. A base case for men and another for women were estimated, utilizing the
resources for which a consensus had been reached. The costs of each of the resources were
obtained from the IMSS Purchasing Portal and different health sector cost tabulations.
Results: A consensus among the panelists was only reached for: the ELISA test (92%), the VDRL
test (100%), cervical cytology (83%), imiquimod (83%), and consultation with a specialist (100%).
The base case costs were $2,611.19 and $2,790.69 MXN for men and women, respectively.
Conclusions: The pattern of medical resource use was able to be determined through the Delphi
panel and the results made a first approximation of the costs associated with genital wart
diagnosis and treatment in Mexico possible.
© 2015 Sociedad Mexicana de Urología. Published by Masson Doyma México S.A. All rights
reserved.
Las verrugas genitales son tumores epiteliales benignos cau- Dado que la información relacionada con el manejo de los
sados por infecciones del virus del papiloma humano (VPH). pacientes con verrugas genitales en las instituciones públi-
Se ha calculado que las verrugas genitales representan el cas es muy dispersa, se optó por entrevistar a un grupo
10% o menos del espectro total de las infecciones de las de especialistas de dichas instituciones para obtener la
vías genitales por VPH. En estudios de prevalencia se mues- información de forma más expedita. Así, para conocer el
tra que un número importante de personas pueden estar patrón de uso de recursos en el manejo de la enfermedad, a
infectadas, el 9% de las mujeres no seleccionadas que acu- finales de 2013 se realizó una invitación a médicos que atien-
den a citología, del 9-11% de las mujeres que acuden a den a este tipo de pacientes en instituciones públicas de
un centro universitario, el 23% de las mujeres que solici- salud del Distrito Federal, para participar en un panel Delphi
tan planificación familiar, del 11-28% de las embarazadas no de los cuales 12 aceptaron la invitación. El panel de expertos
seleccionadas, y el 82% de las prostitutas con muestras de quedó conformado por 3 urólogos, 4 dermatólogos y 5 gine-
repetición1 . cólogos, con una edad promedio de 38 años y siendo el 42%
En algunos países desarrollados se han realizado esti- de los integrantes del sexo femenino. En promedio atienden
maciones de la carga económica de las verrugas genitales, a 18 pacientes con verrugas genitales al mes, mayoritaria-
tomando en consideración la historia natural de la enferme- mente adultos, siendo menores de 20 años solo el 35%. En
dad y la epidemiología propia en cada país, lo que les ha la tabla 2 aparece información adicional de los especialistas
permitido conocer el costo por paciente y el costo global que integraron el panel de expertos.
para el país entero. En la tabla 1 se resumen los resultados Se utilizó el método Delphi con 2 rondas de entrevistas
de algunos estudios disponibles en la literatura. cara a cara, manteniendo siempre el anonimato entre pane-
La condilomatosis en México no está considerada como listas para evitar el «sesgo del líder». Previamente se diseñó
una enfermedad de notificación obligatoria y por lo tanto se un cuestionario con preguntas dirigidas a conocer el tipo y la
desconoce su impacto epidemiológico real. Por otro lado, no frecuencia con que se utilizan determinados recursos médi-
existen guías clínicas mexicanas que permitan cierta unifor- cos en sus respectivas instituciones, para el diagnóstico y
midad de criterios para el manejo de la enfermedad, dando tratamiento de primera y segunda línea, así como el manejo
pie a que los médicos tratantes apoyen sus decisiones tera- de las complicaciones y las recurrencias de la enfermedad.
péuticas en la experiencia clínica, tanto individual como Los recursos médicos se agruparon en estudios de laborato-
institucional. Derivado de todo lo anterior, hasta el momento rio y gabinete, medicamentos, procedimientos quirúrgicos y
no se han realizado estimaciones del costo de esta enferme- consultas de especialidad.
dad en nuestro país y por lo tanto se ignora el impacto que Los resultados de la primera ronda fueron tabulados y
esta pueda tener para las instituciones de salud del sector presentados a cada uno de los panelistas en la segunda
público. El objetivo de este trabajo es precisamente estimar ronda, a fin de que pudieran conocer el grado de acuerdo
el costo directo de las verrugas genitales desde la perspec- entre los integrantes del panel y, en su caso, llegaran a
tiva de las instituciones pertenecientes al sistema de salud modificar o mantener su postura inicial. Se consideró que
público. el consenso fue alcanzado si al menos el 70% de los pane-
74 A. Reyes-López et al
Tabla 1 (continuación)
Tabla 1 (continuación)
listas respondieron 3 o más en una escala tipo Likert de 2014, el cual se determinó dividiendo el índice nacional de
4 valores referente al uso de recursos (1: nunca, 2: algu- precios al consumidor de 112,722 puntos correspondiente al
nas veces, 3: regularmente, 4: siempre), o que la mediana mes de junio de 2014, entre el índice nacional de precios
fuera de 3.25. La información sobre el tipo y cantidad al consumidor correspondiente al mes de diciembre de cada
de recursos en la que hubo consenso fue utilizada para uno de los años a actualizar, como se indica en la tabla 4.
calcular el costo basal de la enfermedad, mientras que El costo total esperado por paciente se estimó asumiendo
las posibles variaciones con respecto al costo basal fueron un manejo conservador de la enfermedad, consistente en
estimadas con la cantidad de recursos para los cuales no una primera línea de tratamiento, con opción de una
se alcanzó un consenso, ponderando dichas variaciones de segunda línea solo en aquellos casos en los que la primera
costos con los porcentajes de utilización referidos por los línea se limite al uso exclusivo de medicamentos, es decir, un
panelistas. manejo no quirúrgico. En cualquiera de ambas líneas de tra-
La información sobre precios de los medicamentos fue tamiento se incluyó el costo de los posibles eventos adversos
obtenida del portal de compras del IMSS (ver tabla 3)12 , y las recurrencias de la enfermedad.
mientras que los costos unitarios del resto de los recursos A fin de dimensionar el impacto económico de la enfer-
médicos y de los eventos adversos asociados a los tratamien- medad para el sistema de salud público a nivel nacional, se
tos fueron obtenidos de distintos tabuladores de costos del utilizó la información proveniente de la ENSANUT 2012 rela-
sector salud (tabla 4). cionada con el porcentaje de los encuestados que recibieron
Los costos de algunos tabuladores fueron publicados en consulta médica para atenderse o recibir tratamiento para
años previos a la realización de este estudio, por lo que fue verrugas genitales, en los últimos 12 meses con respecto al
necesario actualizarlos para tomar en cuenta el efecto de momento de la encuesta; también la distribución porcentual
la inflación. Para ello se les aplicó un factor actualización a de usuarios de servicios de salud curativos por institución,
Uso de recursos y costos asociados al diagnóstico y tratamiento de verrugas genitales 77
publicada en el informe de la ENSANUT 2012 a nivel nacional. inicial de los pacientes. En las tablas 6 y 7 aparecen dichos
Estos porcentajes fueron multiplicados por la población de escenarios para mujeres y hombres, respectivamente.
hombres y mujeres de 20 años en adelante, correspondien- En cuanto a los recursos utilizados para el tratamiento de
tes al año 2013, tomados de las proyecciones de población segunda línea en pacientes no respondedores, así como los
del CONAPO. recursos empleados para tratar las recurrencias y las com-
plicaciones, no hubo consenso entre los panelistas. Por lo
tanto se adoptó nuevamente el enfoque de construcción de
Resultados escenarios para estimar las posibles variaciones en los cos-
tos correspondientes a estas etapas de la enfermedad (ver
El consenso entre los panelistas fue alcanzado únicamente tabla 8).
en lo relativo al uso de ciertos recursos destinados al diag- Con base en los resultados de una revisión sistemática de
nóstico y tratamiento de primera línea: prueba de ELISA ensayos clínicos de imiquimod, donde se reportan tasas
(92%), VDRL (100%), citología cervical (83%; solo mujeres),
imiquimod (83%) y una consulta de especialidad (100%). Con
base en este patrón se estimó el costo basal de la enferme- Tabla 5 Patrón de uso de recursos y costo atribuible al
dad, es decir, el costo más frecuentemente esperado corres- diagnóstico y tratamiento de primera línea de las verrugas
pondiente al diagnóstico y tratamiento de primera línea, genitales en instituciones públicas de México
para hombres y mujeres, como se muestra en la tabla 5.
De acuerdo con el panel de expertos, existen ciertos Recursos Hombres ($MXN) Mujeres ($MXN)
recursos médicos que se utilizan con poca frecuencia en VDRL (una prueba) 432.07 432.07
las instituciones públicas, tanto para realizar el diagnóstico ELISA (una prueba) 599.32 599.32
como para el tratamiento de primera línea. Dentro de estos Imiquimod (un esquema 613.80 613.80
recursos se encuentra el ácido tricloroacético, que si bien completo)
es utilizado en el manejo de las lesiones, no se encuentra Una consulta de 966 966.50
incluido en el cuadro básico de medicamentos del sector especialidad
salud, por lo que no implica ningún costo para las institu- Citología cervical (una - 179
ciones públicas. La frecuencia de uso de dichos recursos fue prueba)
utilizada para estimar posibles escenarios de costos, alter- Costo basal 2,611.19 2,790.69
nos al costo basal presentado en la tabla 5, para el manejo
78 A. Reyes-López et al
Tabla 6 Escenarios alternos de costos para el manejo inicial de las verrugas genitales en mujeres, en instituciones públicas
del sector salud
Escenarios Recursos Costo unitario ($MXN) Frecuencia de uso (%) Costo ponderado (USD)
1 Podofilina 112.86 67 75.62
Biopsia de la lesión 3,821.69 42 1,605.11
Colposcopia 3,651.66 67 2,446.61
Costo total 4,127.34
2 Ácido tricloroacético NI 33 -
Serología VHC 599.32 42 251.71
PCR para VPH 1,672.52 17 284.33
Costo total 536.04
3 Cirugía láser 24,106.35 8 1,928.51
Serología VHB 599.32 50 299.66
Costo total 2,228.17
4 Crioterapia 16,362.22 42 6,872.13
Colposcopia 3,651.66 67 2,446.61
Costo total 9,318.74
5 Escisión 24,106.35 50 12,053.17
Colposcopia 3,651.66 67 2,446.61
Costo total 14,499.78
NI: no incluido en el cuadro básico de medicamentos.
de respuesta que van del 37% al 70% y tasas de recaída de Tomando como base las estimaciones parciales de cos-
entre el 13% y el 19%13 , se utilizaron los valores promedio tos para cada etapa de la enfermedad fue posible calcular
de estos rangos para calcular el costo ponderado por la tasa un costo total esperado tomando en cuenta toda la historia
de no respuesta a imiquimod (48%) y el costo ponderado natural de la enfermedad, de acuerdo al manejo terapéu-
por la tasa de recaída (17%). Dentro de cada escenario exis- tico que se realiza en las instituciones públicas del sector
ten distintas opciones de tratamiento destinadas a un cierto salud. En la figura 1 se muestra de forma gráfica para muje-
porcentaje de pacientes, de acuerdo con los resultados del res y hombres, respectivamente, el costo total mínimo y
panel de expertos, con lo que se obtiene un costo total pon- máximo a partir del costo basal calculado en la tabla 5 que
derado, sea por la tasa de no respuesta o por la tasa de representa el manejo inicial más comúnmente empleado en
recaída, para así obtener el costo total esperado para cada las instituciones públicas, junto con los valores mínimo y
etapa de la enfermedad bajo consideración (ver tabla 8). máximo reportados en la tabla 8 correspondientes a la no
Tabla 7 Escenarios alternos de costos para el manejo inicial de las verrugas genitales en hombres, en instituciones públicas
del sector salud
Escenarios Recursos Precio unitario ($MXN) Frecuencia de uso (%) Costo ponderado (USD)
Podofilina 112.86 67 75.62
1 Biopsia de la lesión 3,821.69 42 1,605.11
Anoscopia 3,651.66 50 1,825.83
Costo total 3,506.55
Ácido tricloroacético NI 33 -
Serología VHC 599.32 42 251.71
2 Penescopia 3,651.66 33 1,205.05
PCR para VPH 1,672.52 17 284.33
Costo total 1,741.09
3 Cirugía láser 24,106.35 8 1,928.51
Serología VHB 599.32 50 299.66
Costo total 2,228.17
4 Crioterapia 16,362.22 42 6,872.13
Anoscopia 3,651.66 50 1,825.83
Costo total 8,697.96
5 Escisión 24,106.35 50 12,053.17
Penescopia 3,651.66 33 1,205.05
Costo total 13,258.22
NI: no incluido en el cuadro básico de medicamentos.
Tabla 8 Escenarios de costos esperados para el tratamiento de 2a línea en pacientes no respondedores al tratamiento con imiquimod, y costos esperados en los pacientes
que recaen
Escenarios Recursos CUT ($MXN) No respuesta Recaída
PPR (%) CPPR ($MXN) CPTNR (48%) ($MXN) PPR (%) CPPR ($MXN) CPTR (17%) ($MXN)
1 Podofilina 112.86 58 65.46 31.42 33 37.24 6.33
Ácido. tricloroacético NI 42 - 25 -
Costo total escenario 1 65.46 37.24
2 Crioterapia 16,362.22 25 4,090.56 11,567.44 42 6,872.13 3,586.13
Escisión 24,106.35 58 13,981.68 42 10,124.67
Cirugía láser 24,106.35 25 6,026.59 17 4,098.08
Costo total escenario 2 24,098.83 21,094.88
3 Podofilina 112.86 58 65.46 6,742.63 33 37.24 1,727.52
Escisión 24,106.35 58 13,981.68 42 10,124.67
Costo total escenario 3 14,047.14 10,161.91
4 Ácido tricloroacético NI 42 - 2,892.76 25 - 696.67
Cirugía láser 24,106.35 25 6,026.59 17 4,098.08
Costo total escenario 4 6,026.59 4,098.08
Podofilina 112.86 58 65.46 33 37.24
5 Crioterapia 16,362.22 25 4,090.56 1,994.89 42 6,872.13 1,174.59
Uso de recursos y costos asociados al diagnóstico y tratamiento de verrugas genitales
Tabla 9 Impacto económico anual de las verrugas genitales para las instituciones públicas del sector salud
Institución Mujeres ($MXN) Hombres ($MXN)
$25.000 $25.000
$21.129 $20.950 $20.080 $19.613
$20.000 $20.000
$15.473
$15.000 $13.884
$15.000
$10.000
$10.000
$6.730
$6.014 $5.834 $5.000
$5.000
$0
$0 1 2 3 4 5
Mínimo mujeres Mínimo hombres Máximo mujeres Máximo hombres Escenarios
Costo basal Costo 2a línea Costo de recaída Costo de complicaciones
Costo basal Costo 2a línea Costo de recaída Costo de complicaciones
Figura 1 Rango (mínimo y máximo) del costo total de las Figura 3 Componentes del costo total de las verrugas geni-
verrugas genitales, desde la perspectiva de las instituciones tales en hombres, en distintos escenarios de manejo en las
públicas del sector salud en México. instituciones públicas del sector salud en México.
respuesta y la recaída al tratamiento con imiquimod. A estos referencia la prevalencia de la enfermedad en instituciones
costos parciales se agregó el costo de la infección bacte- públicas reportada por los panelistas (14% mujeres y 21%
riana en piel y tejido celular subcutáneo, que en opinión hombres), el impacto económico de esta enfermedad es
de los panelistas es la complicación más observada en los considerable para este tipo de instituciones de salud, que
pacientes tratados con la opción de primera línea. El costo atienden a la mayoría de la población mexicana.
de esta complicación, extraído de las GRD del IMSS, fue pon- De acuerdo con los resultados de la ENSANUT 2012,
derado por la probabilidad de ocurrencia (17%) referida por el 0.83% de las mujeres y el 0.6% de los hombres adul-
los panelistas, dando como resultado un costo esperado de tos (20 años y más) reportaron haber recibido consulta
$3,185 MXN que fue sumado al resto de los componentes del médica en los últimos 12 meses previos al momento de
costo total. la encuesta, para atenderse o recibir tratamiento para
En las figuras 2 y 3 se muestran nuevamente los com- verrugas genitales. Aplicando estos porcentajes a los datos
ponentes del costo total esperado, pero ahora tomando en poblacionales correspondientes al año 2013, aproximada-
cuenta los costos calculados para cada uno de los escena- mente 320,324 mujeres y 210,136 hombres habrían recibido
rios (tablas 6 y 7) alternos al costo basal. Tomando como atención médica en ese año por causa de la enfermedad.
Ahora bien, de acuerdo con la ENSANUT 2012, el 28.2% de
$25.000 la población utilizaron servicios de salud estatales, el 24.2%
$20.855
del IMSS, el 5.4% del ISSSTE, el 3.4% otros públicos (Pemex,
$20.000 $18.875 SEDENA, SEMAR), y el resto (38.9%) utilizaron servicios de
$16.093 salud privados.
$15.000 $13.884 A partir de la población de 20 años y más correspondiente
al año 2013 (320,324 mujeres y 210,136 hombres), usando
$10.000 la distribución porcentual de usuarios de las instituciones
$7.350
públicas antes mencionada y el rango del costo total esti-
$5.000
mado para mujeres y hombres (fig. 1), el impacto económico
anual para las instituciones de salud públicas podría oscilar
$0
1 3 4 5 6 de acuerdo con los valores mostrados en la tabla 9.
Escenarios
Costo basal Costo 2a línea Costo de recaída Costo de complicaciones
Discusión
Figura 2 Componentes del costo total de las verrugas geni-
tales en mujeres, en distintos escenarios de manejo en las Los estudios sobre el costo de las enfermedades son de gran
instituciones públicas del sector salud en México. importancia para la toma de decisiones en salud pública, ya
Uso de recursos y costos asociados al diagnóstico y tratamiento de verrugas genitales 81
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ARTÍCULO ORIGINAL
a
División de Urología, Hospital General Dr. Manuel Gea González, Secretaría de Salud, México D. F., México
b
Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, México D.F., México
∗
Autor para correspondencia. Calle 9na Oriente #11, Colonia Isidro Fabela, CP 14030, Delegación Tlalpan, México D.F.
Teléfono: +54245078; Celular: 0445554066358.
Correo electrónico: vickos103@msn.com (V. Osornio-Sanchez).
http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2015.01.003
2007-4085/© 2014 Sociedad Mexicana de Urología. Publicado por Masson Doyma México S.A. Todos los derechos reservados.
Efecto de la terapia con ondas de choque en pacientes con disfunción eréctil 83
Conclusión: Las ondas de choque de baja intensidad como monoterapia parecen ser efectivas
en la mejoría de la función eréctil durante y después del tratamiento; es un procedimiento
indoloro, con baja tasa de complicaciones y efectos adversos.
Se requiere de un estudio con una muestra más grande para poder dar un poder estadístico
mayor a nuestros resultados.
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KEYWORDS Effect of low-intensity shock wave therapy in patients with erectile dysfunction of
Low-intensity shock vascular origin: Case reports
waves;
Erectile dysfunction; Abstract
Monotherapy; Background: Low-intensity shock waves have angiogenic properties and their use has been des-
Disease regression cribed in recently published studies on patients with erectile dysfunction of vascular origin with
promising results in relation to disease regression.
Material and methods: Case reports on the application of a procedure are provided herein. Five
patients answered the International Index of Erectile Function (IIEF-5) questionnaire before,
during (week 5 and 9), and after (week 15 and 20) treatment. The patients underwent 2 sessions
per week for 3 weeks, with a 3-week no treatment interval, followed by the repetition of 2
sessions per week for 3 weeks. Each session consisted of the application of 1,500 pulses with
a density of 0.09 mJ/mm2 and a frequency of 120/min, at 5 different points: 3 at the penile
shaft (the proximal, middle, and distal parts) and 2 at the base (right and left crura).
Results: The mean patient age was 55 years (50-59), mean testosterone level was 508.8 ng/dl
(400-580), and mean body mass index was 31 (27-37). Obesity, high blood pressure, and diabetes
mellitus were the most frequent cardiovascular risk factors (60%). We reported the following
description and follow-up for each patient: Patient 1: initial IIEF 10, final IIEF 17; Patient 2:
initial IIEF 7, final IIEF 14; Patient 3: initial IIEF 16, final IIEF 18; Patient 4: initial IIEF 7, final
IIEF 18; Patient 5: initial IIEF 13, final IIEF 17. None of the patients experienced pain or adverse
effects during or after treatment.
Conclusion: Low-intensity shock wave monotherapy appears to be effective in improving
erectile function during and after treatment. It is a painless procedure with low rates of
complications and adverse effects.
A study with a larger sample is required in order for our results to have greater statistical
strength.
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regeneración nerviosa, lo que trae como resultado final neo- Padecimiento actual
vascularización y mejoría en el aporte sanguíneo tisular7---9 . Disfunción eréctil de 10 años de evolución, manejada inicial-
mente con sildenafil, con respuesta parcial de los síntomas,
notando una disminución paulatina del efecto del trata-
Objetivo miento, por lo que desde hace 3 años cambia a tadalafil
y vardenafil sin presentar mejoría. Antes del tratamiento
Demostrar si el tratamiento con ondas de choque de baja mediante ondas de choque, tuvo un periodo de lavado del
intensidad en pacientes con disfunción eréctil de origen vas- tratamiento anterior de 7 semanas.
cular tiene efecto en la regresión de la enfermedad, así
como evaluar la seguridad, la presencia de complicaciones Resultados
y posibles efectos adversos del tratamiento.
a) Cuestionario IIEF-5, que nos traduce el estado de la dis-
función eréctil, muestra puntajes que denotan mejoría
en el padecimiento estudiado, siendo éstos:
Material y método • Medición pre tratamiento: 10
• Medición a la semana 5: 15
Se trata de un reporte de casos con la aplicación de una • Medición a la semana 9: 15
intervención. El universo de estudio fueron todos los pacien- • Medición a la semana 15: 17
tes con disfunción eréctil registrados en la división de • Medición a la semana 20: 17
Urología del Hospital General «Dr. Manuel Gea González» b) Dolor mediante EVA. El promedio del puntaje en todas las
durante el primer trimestre del 2014, de donde se tomo una mediciones fue de 1.5, es decir, prácticamente sin dolor.
muestra de 5 pacientes debido a la disposición de un número c) Efectos adversos: no fue registrado ninguno.
limitado de tratamientos dado su costo.
Se incluyeron a los pacientes con las siguientes carac-
terísticas: edad entre 50 y 70 años, historia de disfunción Caso 2
eréctil de más de 6 meses, disfunción eréctil de origen
vascular, un mes sin haber recibido ningún tipo de trata- Antecedentes
miento farmacológico para disfunción eréctil, presencia de Paciente RMD, de 55 años de edad, que cuenta con los
al menos un factor de riesgo cardiovascular (hipertensión siguientes antecedentes de interés para el padecimiento en
arterial sistémica, diabetes mellitus, dislipidemia, obesi- estudio:
dad, tabaquismo), testosterona total > 350 ng/dl, pacientes
que aceptaron participar y firmaron consentimiento infor- • Niveles de testosterona de 562 ng/dl
mado. • Como factores de riesgo cardiovascular:
Se excluyó a los pacientes con disfunción eréctil de otro
origen (neurológico, endocrino, farmacológico). ◦ Obesidad (IMC de 37),
Las ondas de choque fueron aplicadas con la unidad elec- ◦ Hipertensión arterial, tratado con captopril.
trohidráulica Omnispec ED1000 (Medispec®). ◦ DM2, en tratamiento con insulina NPH y gabapentina para
El tratamiento consistió en 2 sesiones semanales durante neuropatía diabética
3 semanas, con un intervalo de 3 semanas sin tratamiento, ◦ Dislipidemia en tratamiento con atorvastatina
repitiendo 2 sesiones semanales durante 3 semanas. Se rea-
lizó el cuestionario International Index of Erectile Function
Padecimiento actual
(IIEF-5) antes, durante (semanas 5 y 9) y después del tra-
Disfunción eréctil de 13 años de evolución, manejada ini-
tamiento (semanas 15 y 20). En cada sesión se aplicaron
cialmente con sildenafil, sin presentar mejoría por lo que se
1,500 golpes con una densidad de 0.09 mJ/mm2 y frecuen-
modificó el tratamiento a tadalafil, con respuesta parcial a
cia de 120/min, divididos en 5 puntos: 3 en el cuerpo del
los síntomas, pero hace 5 años que no presenta ninguna res-
pene (parte proximal, media y distal) y 2 en la base (crura
puesta a ningún inhibidor de 5 PDE. Antes del tratamiento
derecha e izquierda).
mediante ondas de choque, tuvo un periodo de lavado del
tratamiento anterior de 10 semanas.
Resultados
Resultados
5 años
TABAQ 4
DISLIP 7 años
3
562
580 En cuanto a las mediciones, las realizadas a lo largo del
600
490
512 tratamiento, de acuerdo al cuestionario IIEF-5, todas ellas
500 tuvieron tendencia al incremento, tomando como referencia
400
la medición inicial (tabla 2 y fig. 3)
400
Es posible observar que el paciente más joven y con
300
menos años de padecimiento es quien logra mayor incre-
mento en el puntaje del cuestionario, aunque el segundo
200 paciente más joven (54 años y 7 años de evolución), solo
logra un incremento de 3 puntos; dicha observación no es
100
concluyente.
0 Una vez determinada la tendencia al incremento de los
1 2 3 4 5
puntajes del cuestionario, y con el fin de analizar si es posi-
Figura 1 Niveles de testosterona de los pacientes ble atribuir al tratamiento tal incremento, fue realizada una
estudiados. prueba estadística de Friedman, de comparación de ran-
gos con un 95% de confianza, a partir de la medición de
los puntajes del cuestionario, cuyos resultados indican que
este, se estableció un periodo de lavado, que en prome- este incremento es estadísticamente significativo; es decir,
dio fue de 9 semanas en el grupo de pacientes estudiados existe una asociación entre el tratamiento y la mejoría de
(fig. 2). El tiempo de evolución de la disfunción eréctil fue la disfunción eréctil de los pacientes (X2 = 18.505, gl = 4,
en promedio 8.2 años (rango entre 5 y 12 años). p < 0.05).
Tabla 2 Puntajes incrementados en el cuestionario IIEF-5, por paciente y su relación con la edad y el tiempo de evolución de
la disfunción eréctil de los pacientes estudiados
Edad Años de
EVOL
59 10 Paciente 1
55 13 Paciente 2
54 7 Paciente 3
50 5 Paciente 4
57 7 Paciente 5
7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
16
Conclusiones
Puntaje score IIF-5
14
Con base en los resultados anteriores podemos realizar las
12 siguientes conclusiones:
Paciente 1
10 Paciente 2 1. Los promedios en el puntaje registrado del cuestiona-
Paciente 3
Paciente 4 rio IIEF-5 fueron: en el pretratamiento, 10.6; durante el
8
Paciente 5 tratamiento, 13 (semana 5) y 15 (semana 9); y posterior
6
al tratamiento, 16.2 (semana 15) y 16.8 (semana 20).
Previa Sem 5 Sem 9 Sem 15 Sem 20 Estos datos nos permiten percatarnos de la tendencia a
la mejora de la función eréctil.
Figura 3 Puntajes en el cuestionario IIEF-5 en las mediciones 2. Comparativamente, los puntajes del cuestionario en la
previa y consecutivas en los pacientes estudiados. etapa de tratamiento y postratamiento nos permiten
observar que estas puntuaciones van mejorando a pesar
18,0
16,8
de que las 2 últimas mediciones corresponden a un
16,0 16,2 momento en el que ya no estaban bajo tratamiento, es
15,0
14,0 decir, continúan mejorando.
13,0 0,6 3. Al analizar estadísticamente los datos, la prueba de
12,0
10,6 1,2 Friedman nos indica que la mejoría en la función eréc-
10,0 2,0
2,4
til de los pacientes según el puntaje del cuestionario
8,0
IIEF-5 se asocia al tratamiento con las ondas de choque,
6,0 siendo este incremento estadísticamente significativo
4,0 (X2 = 18.505, gl = 4, p < 0.05)
2,0 4. La prueba de Friedman nos permite saber que el mejor
0,0
resultado se logró en la primera etapa del tratamiento,
PRE TX SEM 5 SEM 9 SEM 15 SEM 20 es decir, antes de la semana 5 en donde en promedio
hubo un incremento de 2.4 puntos en el cuestiona-
Figura 4 Promedio de rangos de la prueba de Friedman con rio IIEF-5, y el segundo incremento se obtuvo entre la
base en los puntajes del cuestionario. semana 5 y la 9 con un incremento de 2 puntos en el
cuestionario. Aun cuando los incrementos en el postra-
El promedio de rangos de la prueba de Friedman en tamiento fueron más discretos (semana 15-20), no dejó
cada una de las mediciones a lo largo de las semanas de de mejorar la función eréctil del paciente en ningún
evolución del tratamiento, y con números rojos el incre- momento.
mento entre una y otra medición, se reflejan en la figura 4, 5. En cuanto a la percepción del dolor durante el pro-
en donde podemos observar que el incremento más impor- cedimiento, prácticamente no hubo ningún reporte
tante se detectó en la semana 5 y después en la semana 9; significativo, ya que el máximo puntaje de dolor repor-
posteriormente los incrementos fueron más discretos pero tado fue de 3.
estadísticamente significativos. 6. Respecto a complicaciones y efectos adversos, en nin-
guno de los casos fueron reportados.
7. Con todos los elementos anteriores, podemos considerar
Discusión que la hipótesis en la que se enuncia que las ondas de
choque de baja intensidad como monoterapia en pacien-
Dado el uso reciente que se ha hecho de las ondas de choque tes con disfunción eréctil de origen vascular son efectivas
de baja intensidad aplicadas a la función eréctil, resulta de para mejorar la función eréctil durante y después del
interés describir un primer acercamiento al efecto de estas y tratamiento ha sido probada totalmente con un 95% de
los resultados obtenidos en un pequeño grupo de pacientes. confianza.
A partir del 2010 han sido reportados en la literatura 8. Con base en lo anterior podemos deducir que las ondas
cuando menos 4 estudios que con un discreto número de de choque de baja intensidad dan como resultado una
pacientes han realizados sondeos sobre el éxito relacionado mejoría en la función eréctil no solo durante el trata-
con las características del paciente; sin embargo, en México, miento, sino que sigue mejorando por lo menos hasta la
este es el primer acercamiento al tema en el que se ha semana 20 en la que se hizo la última medición.
podido probar la asociación entre el tratamiento y el efecto,
aunque a diferencia de los otros estudios, no se han hecho
grupos de comparación dado el pequeño trabajo de muestra, Financiación
no obstante, su utilidad reside en tener datos de pacien-
tes mexicanos que sirvan de base para el planteamiento de No se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo
un posterior estudio prospectivo con un tamaño de muestra este artículo.
88 V. Osornio-Sanchez et al
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CASO CLÍNICO
a
Escuela Militar de Graduados de Sanidad, México, D.F., México
b
Servicio de Urología, Hospital Central Militar, México, D.F, México
c
Medicina General, Universidad Anahuac, , México, D.F., México
∗ Autor para correspondencia. Residente del Servicio de Urología, Hospital Central Militar. Blvd. Manuel Ávila Camacho SN, Lomas de
Sotelo, Av, Industria Militar y General Cabral, Del. Miguel Hidalgo, C.P. 11200, México, Distrito Federal.
Teléfono: +(01) 55 57 31 00 EXT 2016.
Correo electrónico: sergiogilvilla@gmail.com (S.A. Gil-Villa).
http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2015.01.008
2007-4085/© 2014 Sociedad Mexicana de Urología. Publicado por Masson Doyma México S.A. Todos los derechos reservados.
90 S.A. Gil-Villa et al
Figura 1 Radiografía simple de abdomen de pie y decúbito con evidencia de lito coraliforme izquierdo.
R L
www.elsevier.es/uromx
CASO CLÍNICO
a
Servicio de Urología, Hospital General Regional 36, Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Puebla, México
b
Servicio de Urología, Hospital de Especializades 5 de mayo, Instituto de Seguridad y Servicio Social de los Trabajadores al
Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), México
c
Servicio de Patología, Hospital de Especialidades 5 de mayo, Instituto de Seguridad y Servicio Social de los Trabajadores al
Servicio de los Poderes del Estado de Puebla (ISSSTEP), México
PALABRAS CLAVE Resumen A continuación se reporta un caso de carcinoma de células transicionales descu-
Carcinoma urotelial; bierto durante una ureteroscopia indicada por litiasis de la unión ureteropiélica. Se tomó biopsia
Uréter; del tumor y posteriormente se realizó ureterolitotomía con biopsia transquirúrgica, identifi-
Litiasis cando tumor de células transicionales por lo que se realizó nefroureterectomía derecha con
resultado histopatológico de tumor de células transicionales de bajo grado. Este caso ilustra el
potencial de desarrollar tumor de células transicionales en áreas afectadas por litiasis urinaria.
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derechos reservados.
KEYWORDS Transitional cell carcinoma associated with lithiasis of the ureteropelvic junction: A
Urothelial carcinoma; case report
Ureter;
Lithiasis Abstract A report is described herein of a case of transitional cell carcinoma discovered during
ureteroscopy indicated for ureteropelvic junction lithiasis. A biopsy of the tumor was taken,
after which ureterolithotomy with intraoperative biopsy was performed that identified a tran-
sitional cell tumor. Right nephroureterectomy was carried out and the histopathologic study
reported a low-grade transitional cell tumor. This case illustrates the potential there is for
developing a transitional cell tumor in areas that have been affected by urinary tract lithiasis.
© 2015 Sociedad Mexicana de Urología. Published by Masson Doyma México S.A. All rights
reserved.
∗ Autor para correspondencia. Calle Gemelos #74, Colonia Prado Churubusco, Delegación Coyoacán, CP 04230,
Introducción
Financiación
Conflicto de intereses
Responsabilidades Éticas
Figura 3 Ureterolitotomía con toma de biopsia transquirúr-
gica. Protección de personas y animales. Los autores declaran
que para esta investigación no se han realizado experimen-
metástasis y sin invasión ganglionar, con cistoscopia de con- tos en seres humanos ni en animales.
trol sin datos de recurrencia y citología urinaria negativa.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que
Discusión han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre
la publicación de datos de pacientes.
Los cálculos de la vía urinaria superior son un factor de
riesgo conocido para el desarrollo de tumor maligno de Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
sistema colector, uréter y vejiga, aumentando el riesgo 2.7- autores han obtenido el consentimiento informado de los
3.96 veces más. El diagnóstico fue un hallazgo durante la pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este docu-
ureteroscopia y los estudios de imagen prequirúrgicos solo mento obra en poder del autor de correspondencia.
mostraron el lito de la unión ureteropiélica. Los litos impi-
den una adecuada visualización de lesiones neoplásicas. En
2007, Yeh et al. reportaron una serie de 47 pacientes que Bibliografía
se sometieron a nefrectomía por exclusión renal secundaria
a nefrolitiasis, encontrando lesiones malignas en 24 de 47 1. Tae-Sook K, Do-Hwan S, Jae YR. Small cell carcinoma of the
pacientes (51%), siendo estas lesiones identificadas en estu- ureter with squamous cell and transitional cell carcinomatous
dios de imagen preoperatorios en solamente 7 de aquellos components associated with ureteral stone. J Korean Med Sci.
24 pacientes (29%)5 . Li demostró en 1987 una asociación de 2001;16:796---800.
carcinoma de células escamosas y litiasis coraliforme en el 2. Zuckerman J, Passman C, Assimos D. Transitional cell carcinoma
2% de los casos, sospechando de carcinoma urotelial cuando within a calyceal diverticulum associated with stone disease. Rev
se tuviera historia de litiasis, dolor, infección de vías uri- Urol. 2010;12:52---5.
narias recurrente y riñón palpable o de mayor magnitud 3. Chow WH, Lindblad P, Gridley G, et al. Risk of urinary tract
cancers following kidney or ureter stones. J Natl Cancer Inst.
respecto a los estudios de imagen como urografía excretora
1997;89:1453---7.
o ultrasonido6,7 . 4. Chung SD, Liu SP, Lin HC. A population-based study on the asso-
El mecanismo exacto por el que los cálculos se relacio- ciation between urinary calculi and kidney cancer. Can Urol Assoc
nan con malignidad no se ha comprobado, pero la teoría J. 2013;7:E716---21.
más aceptada es la inflamación crónica y la irritación de 5. Yeh CC, Lin TH, Wu HC, et al. A high association of upper
la mucosa provocadas por el lito como el agente causal. urinary tract transitional cell carcinoma with nonfunctioning
Carcinoma de células transicionales asociado con litiasis de la unión ureteropiélica: Reporte de un caso 97
kidney caused by stone disease in Taiwan. Urol Int. 2007;79: Is associated unsuspected urothelial carcinoma responsible for
19---23. conversion? Report of 2 cases. BMC Urol. 2006;6:1.
6. Li MK, Cheung WL. Squamous cell carcinoma of the renal pelvis. 8. Ozdamar AS, Ozkurkcugil C, Gultekin Y, Gokalp A. Should we
J Urol. 1987;138:269---71. get routine urothelial biopsies in every stone surgery? Int Urol
7. Navinchandra-Shah H, Jain P, Jal Chibber J. Laparoscopic neph- Nephrol. 1997;29:415---20.
rectomy for giant staghorn calculus with non-functioning kidneys:
Rev Mex Urol. 2015;75(2):98---100
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CASO CLÍNICO
Servicio de Urología, Hospital General del Estado de Sonora, Dr. Ernesto Ramos Bours, Hermosillo, Son., México
PALABRAS CLAVE Resumen La incidencia del quiste renal es del 27% a los 40 años de edad; a los 80 años se incre-
Quiste renal menta a un 61%. Los factores de riesgo son: aumento de edad, género masculino, hipertensión
complejo; e insuficiencia renal. La clasificación de Bosniak es el método más utilizado para caracterizar
Laparoscopia; lesiones renales quísticas. Presentamos el caso de de una mujer de 27 años de edad, quien
Pielonefritis; ingresa a urgencias por presentar pielonefritis izquierda de difícil manejo médico. La tomo-
México grafía computarizada evidenció riñón izquierdo con múltiples imágenes hipodensas en relación
con quistes complejos, contornos irregulares de 5 mm de espesor, y septos finos poco definidos:
Bosniak IIF. Se realizó nefrectomía radical izquierda laparoscópica. Tiempo quirúrgico 170 min,
sangrado transquirúrgico 300 mL, pieza quirúrgica extraída por incisión Pfannenstiel. Mejoría
clínica posterior a la cirugía por lo que se egresó a las 48 h de operada. Resultado histopatoló-
gico: quistes simples, limitados por pared fibrosa revestidos por epitelio cúbico simple. En este
caso el tratamiento laparoscópico fue eficaz en eliminar el foco infeccioso y el quiste complejo
con la premisa de mejorar la convalecencia sin compromiso estético.
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∗ Autor para correspondencia. Blvd. Luis Encinas s/n, Colonia Centro, C.P. 83000, Hermosillo, Son., México. Teléfono: 2592500, ext. 2584.
Correo electrónico: maikolmachine@hotmail.com (M. García-Díaz).
http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2015.01.005
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Quiste renal complejo infectado: manejo laparoscópico 99
was performed. Surgery duration was 170 min, intraoperative blood loss was 300 mL, and the sur-
gical specimen was extracted through a Pfannenstiel incision. The patient showed postoperative
clinical improvement and was released from the hospital 48 h after surgery. The histopathologic
study reported simple cysts limited by a fibrous wall and lined with simple cuboidal epithelium.
In relation to this case, laparoscopic treatment was effective in eliminating the infectious
focus and the complex cyst, under the premise of improving convalescence with no esthetic
compromise.
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Introducción
Figura 2 Riñón izquierdo. Macroscópicamente presenta superficie externa color café claro con múltiples retracciones. Múltiples
quistes de 0.2 × 0.2 cm hasta 3.5 × 2 cm.
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CASO CLÍNICO
a
Centro de Uretra México, México DF, México
b
Servicio de Urología, Hospital Adolfo López Mateos, México DF, México
c
Departamento de Cirugía General, Hospital Ángeles Mocel, México DF, México
d
Servicio de Urología, Hospital Ángeles Mocel, MEX DF, México
∗ Autor para correspondencia. Gelati 29, Consultorio 401-B, Colonia San Miguel Chapaultepec, Delegación Miguel Hidalgo, CP 11850, México
http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2015.01.002
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102 E.A. Ramirez-Perez et al
Conclusión: Utilizar injertos o colgajos de piel para realizar la reconstrucción del pene en
pacientes con calcifilaxis no representa una opción viable. Por su gran aporte vascular, la uretra
representa una buena opción de reconstrucción en pacientes con calcifilaxis en etapa inicial. La
selección y evaluación de los pacientes debe ser muy cautelosa para que los resultados estéticos
y funcionales sean aceptables.
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KEYWORDS Neo-glans penis reconstruction with urethral flap as surgical treatment for penile
Neo-glans penis; calciphylaxis
Penile
reconstruction; Abstract
Calciphylaxis; Introduction: Calcific uremic arteriolopathy, also known as calciphylaxis, is an entity characte-
Renal insufficiency rized by areas of ischemic necrosis with extensive calcifications of the middle layer of the skin
arterioles. Its etiopathogenesis is complex and its forms of presentation and progression are
diverse. Calciphylaxis of the penis is an extremely rare entity. Pain and ulceration of the glans
penis are initial clinical manifestations and diagnosis at these stages is difficult. Management
should be comprehensive. Medical treatment, followed by surgical management, is established
according to disease stage and progression.
Isolated reconstruction of the glans penis is recommended when there is traumatic amputa-
tion or a surgical one due to benign or malignant disease. The goal is to obtain a reasonably
esthetic appearance, to have physiologic micturition, and to spare the greatest amount of erec-
tile tissue possible. Conventional surgical management in patients with penile calciphylaxis is
radical and consists of partial or total phallectomy, depending on the case. Conservative mana-
gement through ulcerous penile lesion debridement, local treatment, and surveillance has been
reported.
Case report: A 59-year-old man with chronic renal insufficiency in hemodialysis treatment was
hospitalized for symptoms of 5-day progression of a painful ulcer on the glans penis that was
refractory to analgesics. An excisional biopsy of the lesion was taken and the histopathologic
study confirmed calciphylaxis. Partial phallectomy was suggested to the patient, but he rejected
it, and so single stage reconstruction was offered as a therapeutic option.
Conclusion: The use of skin grafts or flaps for penile reconstruction in patients with calciphylaxis
is not a viable option. Because of its large blood supply, the urethra is a good reconstruction
option in patients with initial-stage calciphylaxis. Patient selection and evaluation must be
carried out with great care in order to have acceptable functional and esthetic results.
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a b
Figura 2 a-b. Evaluación por ultrasonido peniano doppler del flujo arterial y zonas conflicto.
104 E.A. Ramirez-Perez et al
Figura 4 a. Incisión circunferencial con denudación de pene hasta su base. b. Se realiza separación completa del complejo
neurovascular dorsal y uretra peniana.
tratamiento con hemodiálisis desde hace 5 años, y hepatitis observa arteria cavernosa derecha e izquierda, ambas con
B adquirida en hemodiálisis sin tratamiento específico. un diámetro de 0.08 mm; con la aplicación de vasoactivo
El paciente ingresó por presentar un cuadro de derrame se observó respuesta parcial; las arterias cavernosas no
pleural derecho el cual remitió tras el tratamiento médico; incrementaron su diámetro, en ambas arterias se obtuvieron
se solicitó valoración por el servicio de urología debido a picos sistólicos con velocidades menores de 25 cm/s y diastó-
lesión ulcerada en la cara dorsal del glande de 3 × 2 cm con licos disminuidos, y en la porción distal del pene se observan
bordes eritematosos con secreción fibrinoide amarillenta imágenes cálcicas difusas (fig. 2b). Se concluyen datos de
(fig. 1). Presentaba dolor intenso, tratado con ciprofloxacino insuficiencia arteriogénica moderada. Ingresó a quirófano
parenteral y analgesia; el paciente no presenta antecedente en donde se realiza biopsia transoperatoria de la lesión
de contacto sexual de alto riesgo ni lesiones traumáticas ulcerada, reportándose úlcera con presencia de tejido de
locales. Sus análisis de laboratorio de ingreso muestran granulación que involucra la superficie del espécimen, depó-
hemoglobina de 13.2 g/dl; hematocrito 39.8%; plaquetas sitos de calcio en la media, íntima y en la luz en el 40% de
147,000; leucocitos 8.6; neutrófilos 68%; linfocitos 24%; los vasos arteriales, con oclusión vascular que varía del
glucosa 523 mg/dl; BUN 23.9; creatinina 4.86; sodio 131; 20-100% (calcifilaxis), fibrosis difusa del estroma y cambios
potasio 4.1; cloro 92; calcio 8.8; fósforo 4.4; magnesio secundarios a daño isquémico crónico (fig. 3).
2.5; tiempo de protrombina 91.5; INR 1.10; fosfatasa alca- Se realiza incisión circunferencial, denudación de pene,
lina 190; proteínas totales 6.8 g/dl; albumina 2.49 g/dl; y se diseca y libera fascia dartos y Buck, para comenzar la
deshidrogenasa láctica 118 Se obtuvo cultivo positivo para separación de la uretra peniana de los cuerpos cavernosos
Escherichia coli sensible a ertapenem; se ajusta el trata- en su totalidad y el complejo dorsal neurovascular (fig. 4a
miento antibiótico sin presentar disminución en el tamaño y b); posteriormente se desinserta el glande del vértice de
de la úlcera o mejoría, incrementando el dolor. Se realizó ambos cuerpos cavernosos, preservando el complejo dorsal
ultrasonido doppler de pene y uretral (fig. 2a) en el que se y uretra peniana (fig. 5).
Reconstrucción de neoglande con colgajo uretral en calcifilaxis peneana 105
Discusión
Figura 6 Separación total del glande del complejo neurovascular dorsal, con sección total de glande isquémico.
106 E.A. Ramirez-Perez et al
iniciales que son las arterias bulbares y cavernosas circun- La gran vasculatura genital nos asegura que a pesar de
flejas (que irrigan el cuerpo esponjoso proximal de manera que el paciente con calcifilaxis presenta zonas de isquemia
anterógrada (fig. 11). La arteria dorsal del pene se rami- y necrosis existen algunas colaterales arteriales que evi-
fica de manera importante en el glande y se continúa hacia tan que la necrosis sea generalizada en la mayoría de los
las arterias uretrales del cuerpo esponjoso de forma retró- casos. Regularmente la necrosis en el paciente con calcifi-
grada. Estas se bifurcan en 2 arterias centrales cavernosas laxis peniana casi siempre se localiza en el glande. Como
y en la arteria dorsal del pene. La arteria dorsal del pene el flujo vascular uretral es bidireccional como acabamos
se divide en múltiples ramas que van a penetrar el glande y de describir, es un tejido útil para la reconstrucción de un
posteriormente llevarán el flujo arterial sobre el esponjoso neoglande tras falectomía parcial o glandectomía en estos
distal en forma retrógrada. pacientes.
Existen también arterias perforantes que emergen de la La cirugía conservadora peniana en pacientes con car-
corpora cavernosa que irrigan dorsalmente al cuerpo espon- cinoma peniano cada vez toma más relevancia, ya que las
joso. Dentro del cuerpo esponjoso regularmente corren 2 a 3 consecuencias físicas y psicosexuales de los pacientes que
arterias uretrales localizadas en la mayoría de la veces en el son sometidos a falectomía son devastadoras. La reconstruc-
radio de las 3 y 9 h. Sin embargo, estudios actuales demues- ción aislada del glande se recomienda tras una amputación
tran que la localización de las arterias dentro del cuerpo traumática o quirúrgica por alguna enfermedad benigna o
esponjoso es mas variable. maligna. El objetivo es conseguir una apariencia estética
Figura 8 a) Eversión de mucosa uretral sobre cuerpos cavernosos. b) reconstrucción circunferencial para dar la apariencia de un
neoglande.
Reconstrucción de neoglande con colgajo uretral en calcifilaxis peneana 107
Arteria bulbar
Arteria dorsal
Arteria circunfleja Arteria peniana
Arteria cavernosa común
Arteria uretral
Arteria dorsal
Arteria circunfleja
Arteria cavernosa
La calcifilaxis del pene es una entidad muy rara. El dolor y Conflicto de intereses
la ulceración del glande es una de sus manifestaciones clí-
nicas iniciales, el diagnóstico en estas etapas es difícil de Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
108 E.A. Ramirez-Perez et al
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CASO CLÍNICO
PALABRAS CLAVE Resumen El ureterocele es una dilatación quística de la parte terminal del uréter, llamándose
Doble sistema ortotópicos a los ubicados intravesicales y extravesicales cuando la dilatación alcanza el cuello
colector completo; vesical o la uretra. En la mayoría de los casos es acompañado de un doble sistema colector
Ureterocele; completo, y la incidencia del sexo femenino es de 6:1. El objetivo principal en el tratamiento del
Fotovaporización con ureterocele es prevenir el daño renal secundario a la obstrucción, infecciones de vías urinarias
láser de holmio; de repetición o al reflujo, manteniendo la continencia y disminuyendo la morbilidad. El abordaje
Reflujo endoscópico es el preferido en la mayoría de los casos por su alta tasa de éxito y baja tasa de
vesicoureteral; complicaciones; en este articulo se demuestra la versatilidad del uso de láser de holmio.
Infección de vías Objetivo: Demostrar el uso de láser de holmio de 100 watts, para resección y fotovaporización
urinarias de ureterocele como procedimiento endourológico.
Presentación del caso: Paciente femenino de 20 años de edad la cual acude a la consulta por
presentar infecciones de vías urinarias de repetición por ureterocele izquierdo. Por lo cual se
realiza fotovaporización con el uso de láser de holmio de 100 watts con fibra de disparo lateral.
Se realiza nueva cistoscopia en donde se observa meato ureteral izquierdo único y amplio;
cistografía miccional de control sin identificar reflujo vesicoureteral.
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http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2014.12.001
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110 J.D. Farias-Cortés et al
Paciente femenino de 20 años de edad sin antecedentes Los estudios de imagen son de vital importancia y en la
de enfermedades crónicas, eventos quirúrgicos o algún otro actualidad un estándar para pacientes que presentan infec-
dato previo de importancia, la cual acude a la consulta ciones de vías urinarias de repetición. El propósito de
por presentar infecciones de vías urinarias de repetición, realizar dichos estudios es identificar las diferentes cau-
por lo cual se inician estudios de escrutinio, encontrando sas probables de este padecimiento; dentro de las causas
en el examen de orina datos de infección de vías urina- comunes están las anomalías congénitas obstructivas como
rias en ese momento; el resto de las pruebas de laboratorio el reflujo vesicoureteral y ureterocele, así como la malfor-
están dentro de parámetros normales. Se realiza ultrasono- mación en la posición y número de uréteres6 . El ultrasonido
grama renal, encontrando ectasia renal izquierda de cálices prenatal también puede identificar anormalidades, además
superiores de forma leve además de la sospecha de doble de disminuir la necesidad de nuevos estudios de imagen
sistema colector por la disposición de los cálices (fig. 1); en más adelante ante la primara fiebre por infección de vías
el trayecto vesical se visualiza tumor de pared delgada y de urinarias en pacientes menores de 2 años7 .
Manejo endourológico de doble sistema colector completo izquierdo 111
Figuras 1---12 Manejo endourológico de doble sistema colector completo izquierdo con vaporización de ureterocele en uréter
insertado inferior para unir en un solo meato ureteral.
La observación puede ser una alternativa de manejo hidronefrosis leve pueden ser manejados entonces con
en pacientes afebriles, con hidronefrosis no refluente; el exámenes seriados y observación mientras que no tengan
manejo profiláctico con antibiótico debe dejarse para los infección de vías urinarias de repetición. Sin embargo parece
pacientes que tengan mayor posibilidad de sufrir una infec- prudente iniciar administración de antibiótico profiláctico
ción urinaria de repetición, como por ejemplo aquellos en aquellos pacientes neonatos hasta los 6 meses de edad
pacientes neutropénicos o con alguna otra enfermedad y en los que se inicie el estudio de la hidronefrosis hasta
que deteriore su estado general. Aquellos pacientes con llegar al diagnóstico final y continuar con vigilancia8 . En un
112 J.D. Farias-Cortés et al
reciente metaanálisis se llega a la conclusión de que una vez láser de holmio de 100 watts para el tratamiento de diversas
ha aparecido infección de vías urinarias con cuadro febril, enfermedades urológicas, demostrando ser una herramienta
el paciente puede ser manejado con antibioticoterapia vía útil en la mayor parte de los pasos de cirugía endourológica.
oral en lugar de parenteral, con esquemas cortos (2 a 4 días)
dependiendo la severidad del caso clínico, con resultados Financiación
similares7 .
Los pacientes adultos con diagnóstico reciente de urete- No se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo
rocele son sometidos a procedimiento quirúrgico correctivo este artículo.
principalmente por infecciones de vías urinarias de repe-
tición. Es factible realizar dicha corrección de forma
endourológica con el uso de energía láser de holmio de Conflicto de intereses
100 watts, como ya se ha demostrado en estudios anterio-
res teniendo una muy alta tasa de éxito, con un mínimo Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
número de complicaciones, dentro de las cuales se encuen-
tran reflujo vesicoureteral el cual generalmente desaparece Bibliografía
dentro de los primeros 3 meses de seguimiento con cisto-
gramas seriados9 . Además, se trata de un procedimiento de 1. Mukesh K, Preet V, Arindam D, et al. The safety and efficacy of
mínima invasión con recuperación inmediata e incorporación endoscopic incision of orthotopic ureterocele in adult. Saudi J
a la vida diaria de forma más temprana. Kidney Dis Transpl. 2011;22:1169---74.
2. Haag MJ, Mourachov PV, Snyder HM, et al. The modern endoscopic
approach to ureterocele. J Urol. 2000;163:940.
Conclusión 3. Monfort G, Morisson-Lacombe G, Guys JM, et al. Simplified treat-
ment of ureteroceles. Chir Pediatr. 1985;26:26.
4. Byun E, Merguerian P. A Meta-analysis of surgical practice pat-
El ureterocele es una enfermedad congénita, en la que terns in the endoscopic management of ureteroceles. J Urol.
hasta el 67% puede acompañarse de doble sistema colec- 2006;176:1871---7.
tor completo; puede presentarse de forma ortotópica o ser 5. Defoor W, Minevich E, Tackett L, et al. Ectopic ureterocele: Cli-
extravesicales con respecto al sitio donde desembocan. El nical application of classification based on renal unit jeopardy. J
diagnóstico principalmente se obtiene por el estudio por Urol. 2003;169:1092---4.
infección de vías urinarias de repetición, y típicamente se 6. Hoberman A, Charron M, Hickey RW, et al. Imaging studies after
hacen más diagnósticos en paciente de sexo femenino 6:1. a first febrile urinary tract infection in young children. N Engl J
El tratamiento puede ser expectante en aquellos pacien- Med. 2003;348:195---202.
tes adultos con ureterocele sin factores predisponentes para 7. Finnell SM, Carroll AE, Downs SM, Subcommittee on Urinary
Tract Infections. Technical report: Diagnosis and management of
infección de vías urinarias de repetición, o en los cuales
an initial UTI in febrile infants and young children. Pediatrics.
no se ve deteriorada la función renal con estudios gamma-
2011;128:e749---770.
gráficos de función y vaciado renal; pero en aquellos con 8. Castagnetti M, Cimador M, Esposito C, et al. Antibiotic prophy-
infecciones de repetición o que tengan un deterioro progre- laxis in antenatal nonrefluxing hydronephrosis, megaureter and
sivo de la función renal, la cirugía debe de ser inminente. El ureterocele. Nat Rev Urol. 2012;9:321---9.
abordaje endoscópico será de primera opción en la mayoría 9. Shah HN, SohdaF H., Khandkar AA<ET-AL. Endoscopic manage-
de los casos sobre todo si se trata de ectasia renal leve o ment of adult orthotopic ureterocele and associated calculi with
con reflujo vesicoureteral leve según la escala de Churchill. holmium laser: Experience with 16 patients over 4 years and
En esta ocasión demostramos la utilidad y versatilidad del review of literature. J Endourol. 2008;22:489---96.
Rev Mex Urol. 2015;75(2):113---117
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CASO CLÍNICO
Servicio de Urología, Hospital General del Estado de Sonora Dr. Ernesto Ramos Bours, Hermosillo, Son., México
∗ Autor para correspondencia: Ave. de los Duraznos n.o 11, Col. Fuentes del Mezquital. C.P. 83240, Tel.: +2126613; Cel. 6621120785.
Correo electrónico: ramirovega02@gmail.com (R. Vega-Castro).
http://dx.doi.org/10.1016/j.uromx.2015.01.010
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114 R. Vega-Castro et al
Figura 1 Colocación de catéter ureteral con sujetador para extracción percutánea. A. Catéter ureteral con sujetador de nailon
en uno de sus extremos. B. Extremo proximal de catéter ureteral dentro de la pelvis renal con sujetador de nailon en su extremo
proximal, el cual se exterioriza por tracto de acceso.
Al término del procedimiento, se colocó stent ureteral siguiente día del procedimiento quirúrgico sin complicacio-
COOK® , de 26 cm por 6 Fr, en forma anterógrada, al cual se nes.
le puso un sujetador con sutura de nailon 3-0 en su extremo El retiro del catéter percutáneo se realizó en el consul-
proximal, exteriorizando el sujetador por el tracto de acceso torio 7 días después de la cirugía (fig. 2), con adecuada
fijándolo a la piel (fig. 1). Los resultados quirúrgicos se mues- tolerancia al procedimiento sin necesidad de la adminis-
tran en la tabla 2. tración de analgésicos o anestésicos locales, obteniendo
una media en la escala visual analógica de dolor de 2,
Resultados siendo los pacientes de sexo masculino los que refirieron
mayor dolor en comparación con los de sexo femenino. Se
En ningún paciente se identificó litiasis residual en la placa corroboró ausencia de urinoma mediante ecografía renal
simple de abdomen posquirúrgica, y fueron egresados al realizada 14 días después de la cirugía. Se hizo seguimiento
Figura 2 Retiro percutáneo de catéter ureteral. Se realiza tracción del sujetador de catéter ureteral, extrayendo el catéter por
el tracto de acceso de nefrolitotomía.
durante un mes, en el cual solo un paciente ingresó al ser- Shah et al. reportaron una serie de 10 casos de NLPC tubeless
vicio de urgencias un día posterior a retiro percutáneo de bilateral, con adecuados resultados posquirúrgicos11 .
catéter por fiebre, sin presentar otra complicación. Dos El problema de la necesidad de realizar cistoscopia
pacientes tuvieron urocultivo positivo al mes de seguimiento posquirúrgica para retirar el stent ureteral fue resuelto
(tabla 3). mediante la técnica descrita por Sphall et al.10 . Sin embargo,
aún es necesario realizar estudios comparativos para deter-
Discusión minar las ventajas y seguridad de esta técnica.
En nuestro estudio realizamos el retiro del stent urete-
ral por el tracto de acceso en el flanco del paciente, con
Inicialmente, la NLPC tubeless se recomendaba solamente
adecuada tolerancia al dolor, sin necesidad de analgésicos
en pacientes estrictamente seleccionados, que cumplieran
o anestésicos locales, sin observar ninguna complicación
criterios como hemorragia mínima, ausencia de perfora-
durante el retiro o en el seguimiento de los pacientes. La
ción urotelial o extravasación urinaria, ausencia de litiasis
única contraindicación para llevar a cabo el retiro percutá-
residual u obstrucción ureteral, función y anatomía renal
neo del stent ureteral fue la apertura del urotelio al realizar
normal, litos < 3 cm, tiempo quirúrgico < 2 h, abordaje sub-
endopielotomía en el mismo tiempo quirúrgico.
costal y no más de 2 tractos de acceso8,11 .
El perfeccionamiento de la técnica ha permitido la exten-
sión de la aplicabilidad de la NLPC tubeless. Sofer et al.6 Conclusiones
presentaron una serie de 66 casos de NLPC tubeless, en la
cual estaban comprendidos todos los pacientes, sin ningún En nuestro estudio se observó que el retiro del stent ure-
método de selección preoperatoria, incluyendo pacientes teral posterior a una NLPC tubeless es factible, sencillo y
con riñón solitario, anómalo, con procedimientos quirúr- reproducible, con adecuada tolerancia al procedimiento en
gicos previos, accesos supracostales o múltiples tractos, el consultorio, disminuyendo con esto el costo y la morbili-
litos grandes o complejos y tiempos quirúrgicos prolongados. dad que conlleva realizar una cistoscopia. No se presentaron
complicaciones clínicamente significativas con el retiro per- 3. Ramon de Fata R, Garcia-Tello A, Andres G, et al. Estudio
cutáneo del stent ureteral. Es necesario realizar estudios comparativo entre cirugía retrógrada intrarrenal y micro-
con mayor población, así como estudios comparativos para nefrolitotomía percutánea en el tratamiento de la litiasis renal
establecer la eficacia y seguridad de este procedimiento. de tamaño intermedio. Actas Urol Esp. 2014;38:576---83.
4. Delgado A, Salinas J, Cedillo U, et al. Seguridad y eficacia de la
nefrolitotricia percutánea. Bol Coleg Mex Urol. 2012;2:60---5.
Financiación 5. Istanbulluoglu MO, Cicek T, Ozturk B, et al. Percutaneous
nephrolithotomy: Nephrostomy or tubeless or totally tubeless?
Los autores no recibieron ningún patrocinio para llevar a Urology. 2010;75:1043-1046.
cabo este estudio. 6. Sofer M, Beri A, Friedman A, et al. Extending the appli-
cation of tubeless percutaneous nephrolithotomy. Urology.
2007;70:412---6.
Conflicto de intereses 7. Ni S, Qiyin C, Tao W, et al. Tubeless percutaneous nephrolit-
hotomy is associated with less pain and shorter hospitalization
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. compared with standard or small bore drainage: A meta-analysis
of randomized, controlled trials. Urology. 2011;77:1293---8.
8. Leitâo TP, Mendoza T, Barros P, et al. Stents ureterales: revisión.
Bibliografía Acta Urol Esp. 2009;26:15---23.
9. Yew J, Bellman G. Modified ‘‘tubeless’’ percutaneous nephro-
1. Gómez E, Villamizar JM, Angerri O, et al. Cirugía endoscó- lithotomy using a tail-stent. Urology. 2003;62:346---9.
pica renal combinda en la posición de Galdakao. Apuntes 10. Shpall AI, Parekh AR, Bellman GC. Modification of tubeless
técnicos [consultado Jul 2014]. Disponible en: http://www. percutaneous nephrolithotomy: Anterograde stent with flank
fundacio-puigvert.com/sites/default/files/afp 04 2012.pdf tether. Urology. 2006;68:880---2.
2. Barradas-Huervo E, Guzmán-Hernández F, Cortez Betancourt 11. Shah HN, Kausik VB, Hegde SS, et al. Safety and efficacy of
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el Centro Médico Nacional «20 de Noviembre». Rev Mex Urol. Urology. 2005;66:500---4.
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Rev Mex Urol. 2015;75(2):118---121
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CASO CLÍNICO
Servicio de Urología, Hospital General del Estado de Sonora Dr. Ernesto Ramos Bours, Hermosillo, Son., México
PALABRAS CLAVE Resumen El 85% de los tumores renales sólidos corresponde a carcinoma de células renales,
Tumor renal bilateral; presentándose en forma bilateral solamente en el 1-4% de los pacientes. La nefrectomía parcial
Nefrectomía parcial abierta, se ha convertido en el estándar de oro para el tratamiento de tumores renales T1.
Las nuevas técnicas quirúrgicas han permitido ampliar la aplicación de este procedimiento a
tumores mayores de 4 cm, presentando una morbilidad similar a las tumoraciones de menor
tamaño, así como adecuados resultados oncológicos y menor incidencia de falla renal a largo
plazo en comparación con la nefrectomía radical. Presentamos el caso de un paciente masculino,
con tumoración renal bilateral, al cual se le realizó nefrectomía parcial bilateral abierta en
forma simultánea, obteniendo resultados funcionales y oncológicos favorables.
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KEYWORDS Simultaneous bilateral partial nephrectomy for bilateral renal tumor: A case report
Bilateral renal tumor;
Partial nephrectomy Abstract Eighty-five percent of solid renal tumors correspond to renal cell carcinoma, and
only 1-4% of patients have the bilateral presentation. Open partial nephrectomy has become
the gold standard for the treatment of T1 renal tumors. New surgical techniques have ena-
bled this procedure to be performed on tumors > 4 cm, with a morbidity similar to that for sma-
ller tumors, adequate oncologic results, and a lower incidence of long-term kidney failure, when
∗ Autor para correspondencia: Ave. de los Duraznos n.o 11, Col. Fuentes del Mezquital. C.P. 83240. Tel.: +2126613; Cel +6621120785.
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Tumor renal bilateral: nefrectomía parcial bilateral en mismo tiempo quirúrgico 119
compared with radical nephrectomy. We present herein the case of a male patient that under-
went simultaneous bilateral open partial nephrectomy for bilateral renal tumor with favorable
oncologic and functional results.
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56,7 mm (2D)
A B
53,6 mm (2D)
16,1 mm (2D)
39,5 mm (2D)
32,6 mm (2D)
C D
Figura 1 Tumoración renal bilateral. A y B. Riñón derecho con masa interpolar, con densidad heterogénea con protrusión poste-
rolateral. C y D. Riñón izquierdo con masa en polo superior con densidad heterogénea, que no deforma el contorno renal.
con nefrectomía radical, sin observar recurrencia local en cualquier residuo de células cancerosas; la isquemia renal
ninguno de los 2 grupos7 . inducida por el pinzamiento del hilio puede afectar direc-
Las series modernas reportadas de nefrectomía parcial tamente a las células cancerosas que tienen requerimientos
abierta muestran una tasa de bordes quirúrgicos positivos de metabólicos elevados; la historia natural de los focos micros-
0-3.3%. Sin embargo, se ha hecho énfasis en que no se debe cópicos residuales, que requieren seguimiento a largo plazo,
de utilizar este parámetro para determinar la seguridad para observar su manifestación clínica15 .
y eficacia del tratamiento debido a que varios estudios Las indicaciones para nefrectomía parcial pueden ser
han demostrado que no existe asociación entre los bor- absolutas (en presencia de riñón solitario), relativas (en pre-
des quirúrgicos positivos con la recurrencia o progresión sencia de riñón contralateral afectado por una condición
de la enfermedad. Con la nefrectomía parcial, se observan que pueda comprometer la función renal en el futuro, inclu-
3 características únicas que nos permiten demostrar que yendo formas hereditarias de carcinoma renal) o electivas
los bordes quirúrgicos positivos afectan de forma adversa la (en presencia de riñón contralateral normal).
evolución clínica: la necesidad de coagular los bordes quirúr- La tasa de complicaciones de la nefrectomía parcial
gicos para realizar hemostasia, erradicando potencialmente reportada en la literatura es variable (4.1-38.6%). Casi el 50%
A B C
D E F
Figura 2 Nefrectomía parcial bilateral simultánea. A, B y C. Resección de tumoración renal izquierda. D, E y F. Resección de
tumoración renal derecha. En ambos procedimientos se pinzó hilio renal con torniquete de Rummel.
Tumor renal bilateral: nefrectomía parcial bilateral en mismo tiempo quirúrgico 121
de las complicaciones son médicas (falla renal, infarto de 2. Lane BR, NovicK AC, Babineau D, et al. Comparison of lapa-
miocardio, trombosis venosa profunda, embolia pulmonar, roscopic and open partial nephrectomy for tumor in a solitary
pleuritis, etc.). La fuga urinaria es la complicación quirúr- kidney. J Urol. 2008;179:847---52.
gica más común, presentándose en el 3.9% de los casos, 3. Chow WH, Devesa SS, Warren JL, et al. Rising incidence of renal
cell cancer in the United States. JAMA. 1999;281:1628---31.
seguida de la hemorragia, que se presenta en el 3.2% de
4. Jemal A, Murray T, Ward E, et al. Cancer statistics, 2005. CA J
los casos.
Cancer Clin. 2005;55:10---30.
En relación con el tamaño de la tumoración, se ha 5. Janzen NK, Kim HL, Figlin RA, et al. Surveillance after radi-
observado mayor incidencia de sangrado, necesidad de cal or partial nephrectomy for localized renal cell carcinoma
transfusión, y fístulas urinarias en paciente con tumoracio- and management of recurrent disease. Urol Clin North Am.
nes superiores a T1b16 . Los tumores centrales parecen tener 2003;30:843---52.
más posibilidad de desarrollar fuga urinaria, en comparación 6. Campbell SC, Novick AC, Belldegrun A, et al. Guideline
con los tumores localizados en la periferia17 . for management of the clinical T1 renal mass. J Urol.
Se han identificado varios factores predictivos para el 2009;182:1271---9.
deterior de la función renal, posterior a la nefrectomía par- 7. Lane BR, Gill IS. 5-Year outcomes of laparoscopic partial neph-
rectomy. J Urol. 2007;177:70---4.
cial. La presencia de enfermedad crónica renal basal es el
8. Thompson RH, Boorjian RA, Lohse CM, et al. Radical nephrec-
mayor predictor para el deterioro de la función renal. La
tomy for pT1a renal masses may be associated with decreased
pérdida inmediata de función renal es un predictor a largo overall survival compared with partial nephrectomy. J Urol.
plazo para la función renal, que permanece relativamente 2008;179:468---73.
estable tras la recuperación de la cirugía. Dentro de los 9. Godoy G, Ramanathan V, Kanofsky JA, et al. Effect of
factores quirúrgicos, el tiempo de isquemia es el principal warm ischemia time during laparoscopic partial nephrectomy
factor de riesgo para el deterioro de la función renal18,19 . on early postoperative glomerular filtration rate. J Urol.
Por esta razón, es necesario que el cirujano tenga el nivel 2009;181:2438---45.
de experiencia para realizar la resección del tumor en el 10. Gill IS, Desai MM, Kaouk JH, et al. Laparoscopic partial neph-
menor tiempo posible, preferiblemente en menos de 20 min rectomy for renal tumor: duplicating open surgical techniques.
J Urol. 2002;167:469---76.
con isquemia caliente, e iniciar con isquemia fría, si la
11. Uzzo RG, Novick AC. Nephron sparing surgery for renal tumors:
posibilidad de realizar la resección tumoral en el tiempo
Indications, techniques and outcomes. J Urol. 2001;166:6---18.
establecido se ve comprometida. El riñón puede tolerar la 12. Permpongkosol S, Bagga HS, Romero FR, et al. Laparoscopic ver-
isquemia fría hasta 2 h, sin embargo se recomienda que el sus open partial nephrectomy for the treatment of pathological
tiempo de isquemia sea el menor posible, idealmente menor T1N0M0 renal cell carcinoma: A 5-year survival rate. J Urol.
de 35 min9,20---22 . 2006;176:1984---8.
La nefrectomía parcial bilateral ha ganado terreno en 13. Gill IS, Kavoussi LR, Lane BR, et al. Comparison of 1,800 laparos-
el manejo de los tumores renales T1. Las nuevas técnicas copic and open partial nephrectomies for single renal tumors.
quirúrgicas han permitido realizar este procedimiento en J Urol. 2007;178:41---6.
tumores mayores de 4 cm, presentando una morbilidad acep- 14. Grimaldi G, Reuter V, Russo P. Bilateral non-familial renal cell
carcinoma. Ann surg oncol. 1998;5:548---52.
table debido a los adecuados resultados oncológicos y menor
15. Permpongkosol S, Colombo JR Jr, Gill IS, et al. Positive
incidencia de falla renal a largo plazo.
surgical parenchymal margin after laparoscopic partial neph-
En el caso de nuestro paciente, demostramos que rectomy for renal cell carcinoma: oncological outcomes. J Urol.
la nefrectomía parcial bilateral puede ser realizada con 2006;176:2401---4.
seguridad en tumores renales bilaterales en forma sin- 16. Patard JJ, Pantuck AJ, Crepel M, et al. Morbidity and clinical
crónica, respetando el tiempo de isquemia establecido, outcome of nephron-sparing surgery in relation to tumour size
con adecuado resultado oncológico y en la función and indication. Eur Urol. 2007;52:148---54.
renal. 17. Hafez KS, Novick AC, Butler BP. Management of small solitary
unilateral renal cell carcinomas: Impact of central versus perip-
heral tumor location. J Urol. 1998;159:1156---60.
Financiación 18. Lane BR, Babineau DC, Poggio ED, et al. Factors predicting
renal functional outcome after partial nephrectomy. J Urol.
Los autores no recibieron ningún patrocinio para llevar a 2008;180:2363---9.
cabo este estudio. 19. Clark AT, Breau RH, Morash C, et al. Preservation of renal func-
tion following partial or radical nephrectomy using 24-hour
creatinine clearance. Eur Urol. 2008;54:143---52.
Conflicto de intereses 20. Becker F, van Poppel H, Hakenberg OW, et al. Assessing the
impact of ischaemia time during partial nephrectomy. Eur Urol.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. 2009;56:625---35.
21. Thompson RH, Frank I, Lohse CM, et al. The impact of ischemia
Bibliografía time during open nephron sparing surgery on solitary kidneys:
A multi-institutional study. J Urol. 2007;177:471---6.
22. Lane BR, Gill IS, Fergany AF, et al. Limited warm ischemia during
1. Porpiglia F, Volpe A, Billia M, et al. Laparoscopic versus open par-
elective partial nephrectomy has only a marginal impact on
tial nephrectomy: Analysis of the current literature. Eur Urol.
renal functional outcomes. J Urol. 2011;185:1598---603.
2008;53:732---43.
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