Sei sulla pagina 1di 4

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE DERECHO

CENTRO ULADECH – HUARAZ

ASIGNATURA:
DERECHO DE OBLIGACIONES

TAREA:
OBLIGACIONES ALTERNATIVAS Y FACULTATIVAS

CICLO:
VII

DOCENTE TUTOR:
CAROLINA CASTILLEJO VEGA

ALUMNA:
CHAVEZ HUAYANAY SARAHI
OBLIGACIONES ALTERNATIVAS Y FACULTATIVAS
OBLIGACIONES ALTERNATIVAS:
Obligaciones alternativas son aquellas en las que el deudor debe desarrollar
completamente una prestación de las varias a las que, alternativamente, está obligado.
Existen una pluralidad de prestaciones, pero sólo hay que cumplir una para extinguir la
obligación. Se diferencian de las obligaciones genéricas en que, si bien todas ellas tienen
un cierto contenido indeterminado, en las genéricas la obligación recae sobre los objetos
integrantes de un género, mientras que en las alternativas las prestaciones están
individualizadas y pueden ser diversas y pertenecer a diferentes géneros. El deudor no
está obligado a cumplir todas ellas, ni siquiera todas ellas parcialmente, si no una por
entero, pudiendo corresponder la elección de cuál es, al acreedor, aunque si nada se pacta
se entiende que corresponde al deudor. La elección sólo produce efecto desde que se
notifica. Cuando se pierde una de las prestaciones, el deudor no queda liberado, sino que
se produce una concentración automática en las demás. Si todas fueran pereciendo y sólo
una fuera realizable, la obligación pasaría a ser específica.
Si por culpa del deudor todas las prestaciones perecieran, el acreedor tendrá derecho a la
indemnización de daños y perjuicios tomando como base el valor de la última cosa que
desapareciera. Si desaparecieran por culpa del acreedor, el deudor podrá reclamarle daños
y perjuicios por todas las prestaciones, menos una (que elegirá quien tenga la facultad de
elección).
En las obligaciones facultativas el deudor está obligado a una única prestación, aunque
puede liberarse dando otra en el momento del pago porque así ha sido convenido. La
obligación sólo consiste en una prestación a diferencia de lo que ocurre con las
alternativas, pero puede liberarse dando otra. Mientras que en la obligación alternativa
hay varios objetos in obligatione, en la facultativa hay un solo objeto in obligatione y
varias in solutione. Si se perdiera la única prestación a la que el deudor está obligado se
extinguiría la obligación a diferencia de lo que ocurre con las alternativas.

OBLIGACIONES FACULTATIVAS:
El Código Civil no regula este tipo de obligaciones, y tampoco está nada clara su
naturaleza, ni siquiera en el ámbito científico. Coinciden no obstante la mayoría de autores
en que se trata de una subespecie de las múltiples, por lo que encajan dentro de la
tradicional clasificación de las obligaciones que atiende a la pluralidad del objeto, y que
engloba también a las conjuntivas y a las alternativas. Veremos a continuación que ahí
acaban las similitudes entre ellas.
Aunque algunos autores consideran las facultativas una especie de las alternativas, -
caracterizadas aquellas tan sólo por la circunstancia de corresponder la elección al deudor-
, nada más lejos de la realidad. Las alternativas (véase “Obligaciones
alternativas”) presentan un objeto formado por varias prestaciones (o diversas
posibilidades de prestación) de entre las cuales el deudor puede cumplir con una sola y
completa, sea a su elección o a elección del acreedor. Es decir, los distintos objetos que
pueden ser cumplidos se encuentran ya definidos ab initio; resta tan sólo concretar cuál
va a ser entregado. Ello significa que en las facultativas inicialmente existe una
indeterminación en la prestación debida, siendo por esto preciso un acto (concentración)
para concretar la prestación que va a ser ejecutada, pero debiéndose desde el inicio una
sola de las convenidas, con cuya entrega el deudor se libera, no haciéndolo por el contrario
si lo que se entrega es una prestación diferente, tal como sí ocurre en las facultativas.
Partiendo del concepto romano, se puede decir hoy que son facultativas (o con facultad
alternativa o de sustitución) aquellas obligaciones en que, debiéndose un solo objeto, se
concede al deudor la facultad de cumplir la obligación entregando un objeto distinto (esto
es lo esencial), de forma que el deudor puede elegir entre el uno y el otro, mientras que el
acreedor no puede exigir más que lo debido.
Ante la falta de regulación específica, ha sido la doctrina científica y la Jurisprudencia
emanada de la Sala Primera del Tribunal Supremo la que han acabado de perfilar esta
figura. La Sentencia de 22 de junio de 1984, con cita de otras, afirma que la "doctrina y
la jurisprudencia definen (la obligación facultativa) como aquélla que contiene una sola
prestación, aunque se concede una facultad solutoria que permite en el momento del pago
realizar una prestación distinta -Sentencias de 23 marzo 1957, 28 febrero 1961 y 16
diciembre 1983-, según la fórmula añeja una res est in obligatione, altera infacultate
solutionis, pues en tal figura, la posibilidad de sustituir la prestación originaria por otra
diversa, extinguiendo el crédito, viene atribuida a la unilateral decisión del deudor, sin que
el cumplimiento quede subordinado al asentimiento del acreedor”.

DIFEENCIAS ENTRE OBLIGACIONES ALTERNATIVAS Y FACULTATIVAS


De todo lo dicho ya podemos deducir las diferencias de ambas obligaciones:
En las obligaciones alternativas tenemos varias prestaciones, pero el deudor sólo ha de
ejecutar una sola prestación. Por tanto, inicialmente la prestación no se encuentra
individualizada. La individualización se produce en el momento de ejecución de la
prestación eligiendo el deudor una entre las varias prestaciones contempladas por el título
constitutivo de la prestación.
En cambio, en las obligaciones facultativas solo se debe una obligación. Pero el título
constitutivo de la obligación prevé como facultad del deudor de ejecutar otra prestación
distinta en caso de que el deudor, por el motivo que fuere, no ejecuta la prestación
inicialmente prevista.
En las alternativas hay una indeterminación inicial de la prestación, de forma que se debe
una de entre varias (por ejemplo, la obligación de entregar un perro cualquiera de los que
forman una misma camada); en las facultativas, la prestación está perfectamente
individualizada desde el principio, si bien se concede al deudor (y sólo a él) la facultad
de sustitución, pudiendo cumplir también a satisfacción del acreedor mediante la
realización de la prestación que se debe u otra distinta y no contemplada hasta entonces
(limpiar una pared, pudiendo el deudor limpiarla él personalmente, como está previsto o
entregar una cantidad de dinero para que el acreedor contrate un servicio de limpieza).
En la facultativa, la ilicitud o la imposibilidad originaria de la prestación debida (la única)
da lugar a que no nazca la relación obligatoria, aunque sea lícita y posible la prestación in
facultate (en sustitución), ya que ésta no es objeto de la obligación. En la alternativa, para
que no llegue a nacer es necesario que la ilicitud o imposibilidad afecte a todas las
prestaciones que conforman su objeto.
En la facultativa, la destrucción o imposibilidad sobrevenida de la prestación, sin culpa
del deudor, da lugar a la extinción del vínculo obligatorio. Por el contrario el perecimiento
o la imposibilidad de la prestación debido a culpa del deudor permite al acreedor pedir
indemnización de daños y perjuicios, pero el deudor podrá liberarse cumpliendo la
prestación que estaba in solutione (por sustitución).
En las obligaciones facultativas, la facultad del deudor de cumplir con una prestación
distinta es renunciable.
Para finalizar decir que, aunque ya ha quedado dicho que el Código Civil no contiene una
regulación específica sobre esta clase de obligaciones, ello no significa que no existan
preceptos de los que cabe deducir su admisión con claridad. Es el caso de los artículos
1091, 1166.2, y sobre todo, 1153, 839 y 1077, del citado cuerpo legal. El artículo 1153,
en su inciso primero, señala que “El deudor no podrá eximirse de cumplir la obligación
pagando la pena, sino en el caso de que expresamente le hubiese sido reservado este
derecho...”. Por su parte, el 839 del Código Civil dispone “Los herederos podrán
satisfacer al cónyuge su parte de usufructo, asignándole una renta vitalicia, los productos
de determinados bienes, o un capital en efectivo, procediendo de mutuo acuerdo y, en su
defecto, por virtud de mandato judicial”. Y el 1077, “El heredero demandado podrá optar
entre indemnizar el daño o consentir que se proceda a nueva partición. La indemnización
puede hacerse en numerario o en la misma cosa en que resultó el perjuicio”.

Potrebbero piacerti anche