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Tesoro

Tesoro.- Según el artículo 700 del C. C. Colombiano, el descubrimiento de un tesoro es una especie
de invención o hallazgo, considerando el mismo texto legal citado que "se llama tesoro la moneda
o joyas u otros efectos preciosos que, elaborados por el hombre, han estado largo tiempo
sepultados o escondidos, sin que haya memoria ni indicio de su dueño". Al igual que las otras
especies de ocupación, el tesoro necesita para poder ser adquirido por tal modo, reunir los
siguientes elementos: que los objetos que forman el tesoro hayan sido elaborados por el hombre;
que el tesoro se encuentre sepultado o escondido; que no haya memoria ni indicio de su dueño.

Cuando el descubridor de un tesoro es el dueño del terreno o del inmueble en que se encuentra, a
él pertenecerá la totalidad de dicho tesoro; cuando el descubrimiento ocurre en terreno o mueble
ajeno es dividido por partes iguales entre la persona que ha hecho el descubrimiento y el dueño
del terreno o mueble.

42. Requisitos de la invención o hallazgo Que la cosa ocupada sea inanimada. Que se trate de res
nullis o res derelictae. Que el que encuentre la cosa se apodere de ella. Que lo haga con ánimo de
hacerse dueño de la cosa. El Tesoro Se llama tesoro la moneda o joyas u otros efectos preciosos
que elaborados por el hombre han estado largo tiempo sepultados o escondidos sin que haya
memoria ni indicio de su dueño art. 625 inc. 2°

43. Según el código el descubrimiento de un tesoro es una especie de invención o hallazgo art. 625
inc. 1Requisitos Debe tratarse de una cosa mueble. Debe tratarse de una cosa elaborada por el
hombre. Es necesario que la cosa haya estado sepultada o escondida Es necesario que la cosa este
escondida por largo tiempo No debe haber memoria o indicio del dueño del tesoro. El dominio del
tesoro se adquiere en el momento en que es descubierto, se desprende de las diversas
disposiciones del código sobre la materia.

44. ¿ A quien pertenece el tesoro? Pertenecerá al dueño del terreno si es la misma persona que lo
descubre. Si el descubridor y el dueño del terreno son personas distintas y el descubridor ha
encontrado fortuitamente el tesoro, o lo ha buscado con permiso del dueño del terreno el tesoro
se divide entre ellos por mitades art. 626 inc. 1° y 2El descubridor se hace dueño del tesoro por
ocupación. El dueño del terreno se hace dueño en virtud de la ley. Permiso para cavar en el suelo
ajeno en búsqueda de un tesoro arts. 627 y 628 inc. 2°. En Cuanto a los Monumentos Nacionales
Ley N° 17.288 en su art. 26 de dicha ley establece una obligación de denunciar.

45. De las especies muebles al parecer perdida Las especies al parecer perdidas se diferencian de
la res derelictae en que esta últimas el dueño tiene la intención manifiesta de desprenderse del
dominio, mientras no conste esa intención, la especie se considera al parecer perdida. Se aplican
sólo a las cosas inanimadas que respecto de los animales rigen los arts. 623 y el art. 111 de ley
sobre Rentas Municipales. Se aplican también a las joyas, monedas o efectos preciosos que han
estado sepultado por corto tiempo Procedimiento para encontrar al dueño de la especie al
parecer perdida Debe ponerse a disposición de su dueño.

46. Si no se presenta nadie que pruebe ser suya, se entrega a la municipalidad. La municipalidad
deberá dar aviso del hallazgo en un periódico del departamento o de la capital de la provincia si en
aquél no lo hubiere El aviso designará el genero y calidad de la especie el día y lugar del hallazgo.
Si no apareciere el dueño se dará este aviso hasta por tercera vez mediando 30 días de un aviso a
otro. Si en el curso del mes subsiguiente al último aviso no se presentare persona que justifique su
dominio, se venderá la especie en pública subasta, se deducirán las expensas de aprehensión
conservación y demás que incidieren y el remanente se dividirá por partes iguales entre la persona
que encontró la especie y la municipalidad de la comuna. El plazo para reclamar la especie
encontrada es de un mes contado desde la fecha en que hubiere llegado a poder de la
Municipalidad.

según el artículo 701 el código civil, los tesoros encontrados en terreno ajeno podrán ser ocupados
siempre y cuando su descubrimiento haya sido imprevisto o con autorización del dueño del
terreno el cual se dividirá por partes iguales entre el dueño del terreno y la persona que haya
hecho el descubrimiento. O en tal caso en que una persona encuentre un tesoro en su propio
terreno esta será dueña de aquel objeto

Cosas animadas e inanimadas.

En las cosas animadas se comprende la caza de los animales bravíos, silvestres, salvajes Y la pesca,
pero es permitida siempre y cuando no hayan sido propiedad de nadie y siempre y cuando se
cumpla con los requisitos anteriormente mencionados para obtener la ocupación de cada especie.

Respecto a las cosas inanimadas la ocupación de estas opera con las cosas que no pertenecen a
nadie, y el dominio de estas se adquiere apoderándose de ellas por ende reciben el nombre de
hallazgo

“Los bienes vacantes son los bienes inmuebles que no tienen un dueño aparente o conocido; se
llaman mostrencos los muebles que se encuentran en las mismas condiciones”.

Es decir, que haya tenido dueño porque de ser así se trataría de una res nullius (baldío) y no un
bien mostrenco o vacante. De acuerdo al código civil y la ley 160 de 1994, los bienes vacantes le
pertenecen al Fondo Nacional Agrario, y los bienes mostrencos le pertenecen al Instituto de
Bienestar Familiar. Estos bienes por lo tanto no pueden ser apropiados por particulares, porque
son de propiedad de entidades estatales.

En cuanto a los bienes baldíos, el Artículo 675 del Código Civil dispone que los bienes baldios: “Son
bienes de la unión todas las tierras que estando situadas dentro de los límites territoriales,
carecen de otro dueño”. Estos bienes de acuerdo el artículo 65 de la Ley 160 de 1994 solo pueden
ser adquiridos por sentencia de adjudicación del bien baldío proferida por el Estado a través del
INCORA (Instituto colombiano de reforma agraria),o, siempre y cuando no sean reserva forestal.
Por ende no son susceptibles de ser adquiridos por prescripción adquisitiva.

Para que se efectué dicha adjudicación el solicitante debe cumplir con ciertos requisitos
consagrados en la ley 160 de 1994, algunos de aquellos requisitos es que antes de la adjudicación
debe existir “una ocupación previa en tierras con aptitud agropecuaria que se estén explotando
conforme a las normas sobre protección y utilización racional de los recursos naturales
renovables”7. También se encuentra “deberá acreditarse una ocupación y explotación previa no
inferior a cinco (5) años para tener derecho a la adjudicación”.
Del mismo modo el articulo 67 dice que “No podrá ser adjudicatario de baldíos la persona natural
o jurídica cuyo patrimonio neto sea superior a mil salarios mínimos mensuales legales”9. De
acuerdo al articulo 72 “No se podrán efectuar titulaciones de terrenos baldíos en favor de
personas naturales o jurídicas que sean propietarias o poseedoras, a cualquier título, de otros
predios rurales en el territorio nacional”.

Según el Código de Recursos Naturales en su artículo 42 dispone “Pertenecen a la Nación los


recursos naturales renovables y demás elementos ambientales regulados por este Código que se
encuentren dentro del territorio nacional, sin perjuicio de los derechos legítimamente adquiridos
por particulares y de las normas especiales sobre baldíos”11.lo cual nos refleja que existe un
excepción para adquirir un bien baldío.

En derecho civil se le denomina bienes vacantes a aquellos bienes inmuebles que no tienen dueño
conocido, y bienes mostrencos a los bienes muebles que tampoco tienen dueño conocido; ambas
clases de bienes tienen que encontrarse dentro del territorio colombiano y no deben tener dueño
conocido ni aparente como lo establece el artículo 706 del código civil colombiano.

La Corte Suprema de Justicia en su sentencia de junio 15 de 1939, G.J., XLVIII, pág. 398, se refirió a
los bienes vacantes y mostrencos de la siguiente manera:

«Son bienes vacantes los inmuebles que habiendo estado bajo el dominio del hombre, no tienen
en la actualidad dueño aparente o conocido. Los terrenos vacantes no son baldíos y hay diferencia
entre estas dos clases de bienes: el carácter de los primeros estriba en haber tenido dueño y
haberlos abandonado (art. 706 del C.C., y 1° y 5° de la ley 55 de 1905); los segundos son
aquellas porciones del terreno de la nación que pertenecen a esta, por no haber sido transmitidos
a persona alguna y bajo el imperio de la actual legislación no han sido apropiados particularmente
con títulos legítimos.»

Según lo establecido por la Corte Suprema de Justicia en el fragmento de la sentencia mencionada


los bienes vacantes para que ostenten la calidad de tal, es necesario que hayan tenido dueño
anteriormente; ya que si no han tenido dueño anterior ni pertenecieron a alguien en particular
serian entonces bienes baldíos.

Pero ¿qué sucede si el dueño de un bien ya se vacante o mostrenco aparece? Se pueden


presentar dos situaciones, la primera que aparezca el dueño antes de que hayan sido vendidos
por el estado, en este caso le será restituido el bien, pero este deberá pagar los gastos de
conservación y las demás gastos en que hubiera incurrido la persona que denuncio el bien
vacante. Pero cuando la cosa ha sido enajenada, la cosa se mirara irrevocablemente perdida para
el dueño como lo establece el artículo 709.

Cuando se trate de cosas que se salven de un naufragio, estas deben ser restituidas al interesado,
mediante el pago de gastos por el salvamento, pero si dentro de 30 días no aparecen los
interesados, se declararan mostrencas.

Invención o Hallazgo

Es una especie de ocupación por la cual el que encuentra una cosa inanimada que no pertenece a
nadie, adquiere su dominio, apoderándose de ella con ánimo de adquirirla art. 624 inc. 1°. De este
modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras substancias que arroja el mar y que
no presentan señales de dominio anterior art. 624 inc. 2°, se trata de res nullis. Se adquiere
igualmente las cosas cuya propiedad abandona su dueño como las monedas que se arrojan para
que las haga suyas el primer ocupante art. 624 inc. 3°, se trata de res derelictae. También se
adquiere por invención o hallazgo las pequeñas partes de las cosas comunes a todos los hombres
de que alguno se apodera, por ej. Un litro de agua de mar.

El hallazgo viene regulado en los artículos 615 y 616 del Código Civil. Los mismos disponen lo
siguiente: “Artículo 615. El que encontrare una cosa mueble, que no sea tesoro, debe restituirla a
su anterior poseedor. Si éste no fuere conocido, deberá consignarla inmediatamente en poder del
Alcalde del pueblo donde se hubiese verificado el hallazgo.

El Alcalde hará publicar éste, en la forma acostumbrada, dos domingos consecutivos.

Si la cosa mueble no pudiere conservarse sin deterioro o sin hacer gastos que disminuyan
notablemente su valor, se venderá en pública subasta luego que hubiesen pasado ocho días desde
el segundo anuncio sin haberse presentado el dueño, y se depositará su precio.

Pasados dos años, a contar desde el día de la segunda publicación, sin haberse presentado el
dueño, se adjudicará la cosa encontrada o su valor al que la hubiese hallado.

Tanto éste como el propietario estarán obligados, cada cual en su caso, a satisfacer los gastos.

Artículo 616. Si se presentare a tiempo el propietario, estará obligado a abonar, a título de premio,
al que hubiese hecho el hallazgo, la décima parte de la suma o del precio de la cosa encontrada.
Cuando el valor del hallazgo excediese de 2.000 pesetas, el premio se reducirá a la vigésima parte
en cuanto al exceso.”
Supone la toma de posesión o sujeción de la cosa a la voluntad del hallador. De otra manera no se
podría cumplir la obligación de restitución o consignación que son prestaciones de dar.Ahora bien,
ha de diferenciarse el hallazgo de la ocupación pues ésta última procede en los casos de cosas que
por sí mismas o por sus circunstancias concurrentes se presumen razonablemente nullius o
abandonadas, en cambio el hallazgo recae sobre cosas que no poseen tales características en un
juicio ponderado de razonabilidad.

Una vez entregada la cosa al Alcalde se disponen una serie de obligaciones que se sustancian
básicamente en la de conservar la cosa y la de publicar el hallazgo en la forma acostumbrada.

La conservación y custodia de la cosa hallada ha de hacerse por un plazo de dos años después de
la segunda publicación. El Código Civil ordena la publicación durante dos domingos consecutivos.
En caso de no poder conservarse sin deterioro o sin realizar gastos que disminuyan su valor, la
cosa podrá venderse en pública subasta si bien es el depósito del dinero el que queda en su lugar.

Si al cabo de dos años no se hubiera presentado el dueño de la cosa para reclamarla, se adjudicará
al hallador o bien el precio obtenido en la subasta.

Tanto el dueño como el hallador están obligados a abonar los gastos de conservación de la cosa.
Disponen del derecho del artículo 1780 del Código Civil.

En la situación interina durante el plazo de dos años, el hallador tiene determinados derechos
sobre la cosa. Ya hemos determinado el derecho a obtener la cosa, que en ese periodo se
configura más como una expectativa de derecho que como un derecho en sí mismo pues depende
de la presentación final del dueño. Otro derecho será el de recompensa, cuyo derecho es de
naturaleza patrimonial, transmisible y embargable.

Ahora bien, el hecho de que el Código Civil haya determinado la inclusión del hallazgo entre lo
dispuesto para la ocupación juega a favor de la consideración del hallador como verdadero
ocupante pasado el plazo legal considerándose la cosa como abandonada y entrando en aplicación
lo dispuesto en el artículo 610 del Código Civil.

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