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• Primeros defensores
• Oponentes
• En la Edad Media
• En la Reforma
• En tiempos modernos
Primeros defensores.
El término procede de la palabra griega que se halla en Hechos 3:21,
pero al que se le da un significado más amplio que el que tiene en ese
pasaje. La doctrina aparece primero en Clemente de Alejandría (que
destacó hacia el año 200) al declarar que los castigos de Dios son
"salvadores y disciplinarios, llevando a la conversión" (Strom., vi. 6). Su
sucesor a la cabeza de la escuela de Alejandría, Orígenes (186-253),
enseñó que todos los malos serán restaurados una vez que hayan
pasado severos castigos y hayan recibido instrucción de los ángeles y
de aquellos de un grado más elevado (De principiis, I. vi. 1-3). También
suscitó la cuestión de si tras este mundo habría tal vez otro u otros en
los cuales se proporcionaría esta enseñanza (De principiis, II. iii. 1) e
interpretó la enseñanza de Pablo respecto a la sujeción de todas las
cosas a Dios implicando la salvación de los "perdidos" (De principiis, III.
v. 7). Esas creencias y especulaciones las basó en declaraciones de
la Biblia (especialmente Salmo 110:1; 1 Corintios 15:25y sgg.), pero
declaró que sería peligroso diseminar la doctrina (Contra Celsum, vi.
26). Él, y parece que también Clemente de Alejandría, defendieron la
apocatástasis como parte de una teoría de los atributos divinos que
subordina la justicia a la misericordia; de la libertad humana, que hace
que la voluntad nunca esté finalmente fijada y del pecado, concebido
como debilidad e ignorancia.
Oponentes.
Pero los escritores que defendieron la apocatástasis son minoría y tan
mala fue la reputación de Orígenes que cualquier teoría derivada de él
se consideró con recelo por cualquier mente sobria. Jerónimo († 420),
por ejemplo, reconoció la apocatástasis entre las herejías"abominables"
de Orígenes (Epist., cxxxiv). El emperador Justiniano, en su edicto
contra Orígenes, publicado en 545, la puso en novena posición de las
diez doctrinas por las que fue anatematizado y cuando, por
convocatoria de Justiniano, se celebró
un concilio en Constantinopla ese mismo año para condenar a
Orígenes, la doctrina aparece como la decimocuarta de las quince por
las que fue anatematizado (Hefele, Conciliengeschichte, ii. 789, 797).
En la Edad Media.
En la Reforma.
En tiempos modernos.
Hacia el final del siglo XVII la doctrina de la apocatástasis apareció de
nuevo y desde entonces ha encontrado numerosos defensores. Los
primeros fueron Jane Lead de Londres (1623-1704), Johann Wilhelm
Petersen (1649-1727) y la Sociedad de Filadelfia que Lead fundó. Para
ellos la doctrina se basaba no sólo en la Biblia, sino también en
revelaciones personales. Es notorio que Jakob Böhme (1575-1624),
que tan grandemente los influenció, no la enseñó (cf. su Beschreibung
der drei Prinzipien göttlichen Wesens traducción inglesa, Concerning
the Three Principles of the Divine Essence, Londres, 1648, capítulo
xxvii. § 20). Ludwig Gerhard, Vollständiger Lehrbegriff der ewigen
Evangelli von der Widerbringung aller Dinge (Hamburgo, 1727), hizo
una elaborada defensa de la doctrina. Los filadelfos ganaron para la
doctrina a los autores de Berleburg Bibel (1726-42), pero su
principal convertido fue Friedrich Christoph Oetinger(1702-82), quien
entretejió este principio en su sistema teológico, dependiendo
principalmente de 1 Corintios 15 y Efesios 1:9-11. Se dice
que Bengel (1687-1752), padre de la moderna exégesis, creyó en ella,
pero estimó peligroso enseñarla públicamente.