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EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE LOS

INDEPENDENTISTAS
LATINOAMERICANOS:
SIMÓN BOLÍVAR, ANDRÉS BELLO.
Zakład Hispanistyki
mgr Ewelina Szymoniak
Przedmiot: Historia literatury hispanojęzycznej
Typ zajęć: Konwersatorium + Ćwiczenia
Semestr: V
I. CIRCUNSTANCIAS Y CARACTERÍSTICAS

La primera mitad del siglo XIX


constituyó una época crucial de la historia
latinoamericana: a consecuencia de las
guerras de la Independencia, entre 1810 y
1830 nacieron la mayoría de las modernas
repúblicas hispanoamericanas.
Entre las causas de la emancipación de la América española, José Manuel
Roldán (1989 : 97) cita:

• el ejemplo de la independencia de los


Estados Unidos;
• el deseo de las monorías blancas
indígenas (criollos) de asumir
directamente el poder;
• el disgusto por los abusos de las
autoridades coloniales;
• la crisis política de España desde
1808.
1. Batalla de Carabobo (1821), Venezuela. Pintura de M. Tovar y
Tovar (1887).

2. Soldados de las guerras de la Independencia, Argentina. Dibujo


de E. Marenco.

No obstante, la liberación política reveló muchos problemas (políticos,


económicos, sociales, etc.) a los que tenían que enfrentarse los jóvenes
países sudamericanos para sentar las bases de su independencia en el
mundo. Según Manuel Villar Roso (1987 : 12), entre los más importantes
se encontraban:

• la anarquía y el caos;
• la inestabilidad de los primeros gobiernos;
• la discordia y el vacío intelectual

1. Firma de la Independencia (1811), Venezuela. Pintura de Tomás Lovera.


Paralelamente a la creación de un nuevo orden político, económico y
social, independiente de la metrópoli española, la sociedad
hispanoamericana tenía que definir también los orígenes de su propia
identidad cultural.

La identidad hispanoamericana

los elementos
la hispanidad colonial
hasta ahora discriminados

los indios,

los africanos,
etc.
De este modo, las líneas
principales del pensamiento
latinoamericano decimonónico
fueron impuestas por la
observación de la nueva realidad
sudamericana, interpretada a la
luz, por una parte, de las ideas
ilustradas (la exaltación del
progreso, por ejemplo), y por
otra, de los conceptos
característicos para la época
romántica (la búsqueda de lo
original y propio), y otros,
anunciadores del positivismo (por
ejemplo la confianza en el poder
modernizador de la enseñanza).

1. Plaza de Armas de Santiago a inicios del siglo XIX, Chile. Grabado


de Suttcliffe.
2. Una de las ilustraciones de Alexander von Humboldt.
En tales circunstancias, a lo largo de todo el siglo XIX se crearon en
América del Sur diferentes visiones del mundo americano y su futuro. Sus
autores fueron tanto filósofos y escritores como políticos directamente
embarcados en la lucha por la emancipación.

1. Fray Servando Teresa de Mier (1765-1827) , México.


2. Simón Bolívar (1783-1830), Venezuela.
3. José Martí (1853-1895), Cuba.
4. Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888), Argentina.
5. José Enrique Rodó (1871-1917), Uruguay.

II. LOS INDEPENDENTISTAS


LATINOAMERICANOS:
SIMÓN BOLÍVAR, ANDRÉS BELLO.
Simón Bolívar Venezuela(n. 24-07- Andrés Bello
1783 / m.17-12-1830) Venezuela
(n.29-11-1781 / m.15-10-1865)

„Militar y político sudamericano, se "Humanista, filólogo, legislador, poeta


convirtió desde 1813 en el y filósofo. El Maestro que se dedicó
máximo conductor de la a una continuada labor educadora.”*
revolución que culminó con la
independencia de Sudamérica,
por lo que es conocido como el
Libertador.”*

1. Monumento de Simón Bolívar en La Paz, Bolivia. 2. Estatua de Andrés Bello en la Universidad de Chile.
*Biblioteca Nacional Venezuela, biografías. www.bnv.bib.ve *Biblioteca Nacional Venezuela, biografías. www.bnv.bib.ve
1. EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE
SIMÓN BOLÍVAR. EN TORNO A LA
CARTA DE JAMAICA (1815).
”Bolívar escribió su Carta de Jamaica en 1815, momento en el cual
conoce directamente el proceso de dependencia española y es por ello
que se observa que es más realista y práctico […]” (Hendrick R. Barreto
Sánchez y Eli Saúl Rojas, 1996).

La cuestión de la identidad hispanoamericana aparece en La carta de


Jamaica bajo la forma de tres preocupaciones capitales (Miguel Rojas
Mix, 1993 : 55):

a. La valoración del pasado.


b. El ideal americanista.
c. La formación del Estado.
a. La valoración del pasado
Los americanos, en el sistema español que está en vigor, y quizá con mayor fuerza que nunca,
no ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo, y cuando más el
de simples consumidores; y aún esta parte coartada con restricciones chocantes […]; en fin,
¿quiere Vd. saber cuál es nuestro destino?, los campos para cultivar el añil, la grana, el café,
la caña, el cacao y el algodón, las llanuras solitarias para criar ganados, los desiertos para
cazar las bestias feroces, las entrañas de la tierra para excavar el oro que no puede saciar a esa
nación avarienta. […] Estábamos, como acabo de exponer, abstraídos y, digámoslo así,
ausentes del universo en cuanto es relativo a la ciencia del gobierno y administración del
estado. Jamás éramos virreyes ni gobernadores, sino por causas muy extraordinarias;
arzobispos y obispos pocas veces; diplomáticos nunca; militares, sólo en calidad de
subalternos; nobles, sin privilegios reales; no éramos, en fin, ni magistrados, ni financistas y
casi ni aun comerciantes; todo es contravención directa de nuestras instituciones.

Analizando –a través de los grandes ideales de la Ilustración (la tolerancia y el


progreso)– la situación que tenía lugar en Sudamérica, Simón Bolívar llegó
a la conclusión de que –organizado de un modo muy rígido y cuasifeudal,
basado en la opresión y en la corrupción – el sistema colonial español
había privado a la población autóctona americana de todos sus derechos y,
por ende, había contribuido a la creación de una identidad susceptible de
adoptar nuevas formas de cautiverio.
Tan negativo era nuestro estado que no encuentro semejante en ninguna otra asociación
civilizada, por más que recorro la serie de edades y la política de todas las naciones. Pretender
que un país tan felizmente constituido, extenso, rico y populoso, sea meramente pasivo, ¿no es
un ultraje y una violación de los derechos de la humanidad?

En la opinión de Simón Bolívar, el pasado español de América del Sur


constituía una época de atrocidades y barbaridades …

… que la presente edad ha rechazado como fabulosas, porque parecen superiores a la


perversidad humana; y jamás serían creídas por los críticos modernos si constantes y
repetidos documentos no testificasen estas infaustas verdades.

Cabe subrayar que en este fragmento hace Simón Bolívar referencia ante todo
a las obras de Bartolomé de Las Casas, gran defensor de los indios
oprimidos del siglo XVI.
Según Simón Bolívar, tal valoración, o dicho de otro modo, la revisión crítica
del pasado era bastante para justificar la ruptura, por parte de la población
latinoamericana, de todas las ataduras de dependencia con la metrópoli,
España:

El hábito a la obediencia; un comercio de intereses, de luces, de religión; una recíproca


benevolencia; una tierna solicitud por la cuna y la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo
que formaba nuestra esperanza nos venía de España. De aquí nacía un principio de adhesión
que parecía eterno, no obstante que la conducta de nuestros dominadores relajaba esta
simpatía, o, por mejor decir, este apego forzado por el imperio de la dominación. Al presente
sucede lo contrario: la muerte, el deshonor, cuanto es nocivo, nos amenaza y tememos; todo lo
sufrimos de esa desnaturalizada madrastra.

La actitud de los americanos hacia los españoles se caracterizaba por una


extrema, hiperbólica animosidad.

El suceso coronará nuestros esfuerzos porque el destino de la América se ha fijado


irrevocablemente; el lazo que la unía a la España está cortado; la opinión era toda su fuerza;
por ella se estrechaban mutuamente las partes de aquella inmensa monarquía; lo que antes las
enlazaba, ya las divide; más grande es el odio que nos ha inspirado la Península, que el mar
que nos separa de ella; menos difícil es unir los dos continentes que reconciliar los espíritus de
ambos países.
b. El ideal americanista

Abarcando el tema de la identidad ”americana”, Simón Bolívar la definió como


un tipo de ambigüedad:

Nosotros somos un pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por
dilatados mares, nuevo en casi todas la artes y ciencias, aunque en cierto modo viejo en los
usos de la sociedad civil. […] nosotros, que apenas conservamos vestigios de lo que en otro
tiempo fue, y que por otra parte no somos indios ni europeos, sino una especie media entre los
legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma, siendo nosotros
americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a
los del país y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores; así nos hallamos en el
caso más extraordinario y complicado […].

Subrayó que el problema de la identidad estaba estrechamente relacionado


con el de la libertad.
Según Simón Bolívar, era muy difícil presentir el futuro de América Latina.

Toda idea relativa al porvenir de este país me parece aventurada.


¿Se pudo prever, cuando el género humano se hallaba en su infancia
rodeado de tanta incertidumbre, ignorancia y error, cuál sería el
régimen que abrazaría para su conservación? ¿Quién se habría
atrevido a decir tal nación será república o monarquía, ésta será
pequeña, aquélla grande?

No obstante, indicó tres pilares sobre los cuales, en su opinión, descansaba la


unidad de Sudamérica:

La unidad hispanoamericana

la lengua la libertad la independencia


Hay que recordar que el pensamiento político expuesto por Simón Bolívar
en La carta de Jamaica constituye la llamada ideología del primer
hispanoamericanismo.

„Esta primera afirmación de identidad continental se define como hispana


por el único vínculo de importancia que habría dejado la dominación
española: la lengua. En consecuencia Hispanoamérica es vista como una
comunidad cultural, formada por las repúblicas que habían sido
colonias españolas” (Miguel Rojas Mix,1993 : 60).

Sin duda alguna, a través de ese proyecto Simón Bolívar no sólo quería
romper todos los lazos existentes entre América y España, sino que
pretendía también rechazar otras posibles formas del colonialismo, por
ejemplo, el norteamericano (la ideología del panamericanismo, o sea, la
unidad americana bajo la hegemonía de los Estados Unidos).
c. La formación del Estado

Los acontecimientos de la Tierra Firme nos han probado que las instituciones perfectamente
representativas no son adecuadas a nuestro carácter, costumbres y luces actuales. En tanto
que nuestros compatriotas no adquieran los talentos y las virtudes políticas que distinguen a
nuestros hermanos del Norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables,
temo mucho que vengan a ser nuestra ruina. Desgraciadamente, estas cualidades parecen
estar muy distantes de nosotros en el grado que se requiere; y por el contrario, estamos
dominados de los vicios que se contraen bajo la dirección de una nación como la española, que
sólo ha sobresalido en fiereza, ambición, venganza y codicia.

Simón Bolívar era consciente de que los hispanoamericanos no estaban


preparados para ejercer su propia soberanía. Reducidos a lo largo de los
siglos a la categoría de ”esclavos” – separados ahora de repente de la
metrópoli y extasiados con su independencia –, no eran capaces de
imponer un orden basado en fórmulas puramente democráticas y sumieron
el continente en luchas civiles sangrientas que, llevando los territorios
recién liberados a la anarquía y a la fragmentación, favorecieron la
ocupación del vacío de poder por parte de tiranos autóctonos.
Por esta razón aconsejó a los hispanoamericanos que no imitaran, sino que
redefinieran e interpretaran ideas ajenas (europeas y norteamericanas) a
partir de su propia realidad geográfica, climática y social, es decir, crearan
gobiernos y sistemas que se ajustaran a las circunstancias internas de
cada país latinoamericano.

Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un solo
vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas
costumbres y una religión, debería por consiguiente tener un solo gobierno que confederase los
diferentes Estados que hayan de formarse; mas no es posible porque climas remotos,
situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes, dividen a la América.

Subrayó también que antes de que el pueblo ocupara el poder, era preciso
ponerlo bajo tutela y educarlo. En su opinión, la extensión de la educación
se convirtió en una condición imprescindible para que los
hispanoamericanos pudieran llegar a una democracia plena.
Resumiendo:

El bolivarismo, es decir, el primer hispanoamericanismo supone la unidad


cultural del continente sudamericano.
Por eso, un papel muy importante en la definición de la identidad
hispanoamericana lo desempeñan: la creación intelectual, la literatura, el
arte…

„[Ellas] generan la independencia de espíritu que es necesaria para el


progreso. […] Su creación – la de una literatura y arte continentales – debe
cancelar el colonismo; porque sólo una literatura y arte independientes
pueden producir la autonomía intelectual” (Miguel Rojas Mix,1993 : 62).
1. EL PENSAMIENTO INDEPENDENTISTA DE
ANDRÉS BELLO. EN TORNO A LOS
FRAGMENTOS DE LA ALOCUCIÓN A LA
POESÍA (1823).
”Lo más destacable [de la poesía de Andrés Bello] es el acercamiento a
una temática americana a través de los moldes clásicos y universales que
ofrecía la poesía neoclásica” (José Carlos González Boixo, 1993 : 299).

La poesía de Andrés Bello

Lo neoclásico Lo romántico

La naturaleza como fuente de inspiración El tono moralizador

Las alabanzas a las labores campesinas Los temas de la identidad nacional

La versificación, las alusiones mitológicas,


la adjetivación y la terminolog
ía
Andrés Bello es poeta neoclásico en cuya obra se encuentran acentos
románticos.

Cabe recordar que la Alocución a la poesía y La agricultura en la zona


tórrida, Andrés Bello pensó fundirlas en un solo poema titulado ”América”;
pero abandonó ese proyecto.

El objetivo por el que se guió Andrés Bello al escribir estos dos poemas fue,
sin duda, el ”de dotar a las nuevas repúblicas de algún sentido de
nacionalidad” (Manuel Villar Roso, 1987 : 12).
Divina Poesía, tú de la vuelo adonde te abre el mundo de
soledad habitadora, a Colón su grande escena.
consultar tus cantos enseñada En los primeros versos del poema el
con el silencio de la selva sujeto lírico invita a la Poesía a
dejar ”la culta Europa” y a volver a
umbría, tú a quien la verde América.
gruta fue morada, y el eco de
los montes compañía; tiempo De este modo se expresa el deseo
latinoamericano de libertad
es que dejes ya la culta literaria o, dicho de otro modo,
Europa, que tu nativa Andrés Bello presenta un
programa de independencia
rustiquez desama, y dirijas el intelectual hispanoamericana.
El poema constituye una Descuelga de la encina carcomida tu
invitación a la Poesía para dulce lira de oro, con que un tiempo los
que cante los pueblos y las prados y las flores, el susurro de la
riquezas naturales de floresta opaca, el apacible murmurar del
Sudamérica. arroyo transparente, las gracias
atractivas de Natura inocente, a los
A lo largo del poema se citan hombres cantaste embelesados; y sobre el
diferentes lugares: Buenos vasto Atlántico tendiendo las vagorosas
Aires, Chile, Quito, alas, a otro cielo, a otro mundo, a otras
México, Bogotá, gentes te encamina, do viste aún su
Ecuador … primitivo traje la tierra, al hombre
sometida apenas; y las riquezas de los
Los temas ”europeos”, en climas todos América, del Sol joven
cambio, se los compara a esposa, del antiguo Oceano hija postrera,
”la encina carcomida”, en su seno feraz cría y esmera.
todos resultan manidos. • También propicio allí respeta el cielo la
siempre verde rama con que al valor
coronas; también allí la los conceptos fundamentales del
florecida vega, el bosque neoclasicismo.
enmarañado, el sesgo río,
colores mil a tus pinceles
brindan […] „[…] la Naturaleza, como imagen de
lo perfecto, ofrecía la posibilidad
derealizar una poesía descriptiva
• No tal te vieron tus más bellos
días, cuando en la infancia de la que a través de la «imitación» se
gente humana, maestra de los acercaba a su perfección” (José
pueblos y los reyes, cantaste al Carlos González Boixo, 1993 :
mundo las primeras leyes. 302).
El sujeto lírico insiste en que
Poesía debe dirigirse hacia En la Alocución a la poesía aparece
el tema de la naturaleza. Y también otro tema neoclásico, el
cabe poner de relieve que del menosprecio de corte y
la ”naturaleza” es uno de alabanza de aldea. Su variante lo
constituye la oposición:
AMÉRICA ↔ EUROPA No te detenga, oh diosa, esta región de
luz y de miseria, en donde tu
Se presenta una visión de ambiciosa rival Filosofía, que la virtud
a cálculo somete, de los mortales te ha
América como lugar de
usurpado el culto; donde la coronada
libertad frente a una
hidra amenaza traer de nuevo al
Europa acosada por la
pensamiento esclavo la antigua noche
restauración absolutista de barbarie y crimen; donde la libertad
(José Carlos González vano delirio, fe la servilidad, grandeza
Boixo, 1993 : el fasto, la corrupción cultura se
302). apellida.
Resumiendo:

Todo el poema se convierte en una especie de bandera de la


independencia, ante todo cultural, hispanoamericana.

En la Alocución a la poesía, Andrés Bello muestra que los temas tales


como la naturaleza americana, las culturas indígenas, las guerras de la
Independencia (en la segunda parte del poema) pueden convertirse en
fuentes de inspiración para un poeta. Resultan ser poetizables.

Así pues encuentra una fórmula para realizar una ”literatura continental”,
que, recordemos, en la opinión de Simón Bolívar, fue la única capaz de
producir la autonomía intelectual de los hispanoamericanos, condición
necesaria para el progreso.
Textos analizados:
Bello, A., Alocución a la poesía, 1823.
Bolívar, S., La carta de Jamaica, 1815.

Bibliografía básica:
Barreto Sánchez H. R. Saúl Rojas, E. (1996), ”Análisis de la Carta de jamaica y Nuestra
América”, www.simon-bolivar.org
Harvey, R. (2004), Libertadores - bohaterowie Ameryki Łacińskiej, W.A.B., Warszawa
Historia de la literatura hispanoamericana, T. II, L. Íñigo Madrigal (coord.), Cátedra, Madrid
• Rojas Mix, M. (1993), ”La cultura hispanoamericana del siglo XIX”, pp. 55-75.
• Gonzáez Boixo, J. C. (1993), ”Andrés Bello”, pp. 297-309.
Roldán, J. M. (1989), Historia de España, Edelsa, Madrid
Vázquez, G., Martínez Díaz, N. (2000), Historia de América Latina, SGEL, Madrid
Villar Roso, M. (1989), Historia de la literatura hispanoamericana, EDI-6, Madrid
www.bnv.bib.ve
www.geocities.com/Athens/9505/andresbello

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