Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Filosofía
Profesor Fabio Bernal
Aprendizajes esperados:
A. ¿QUÉ ES LITERATURA?
La literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra. Por extensión, se refiere también al conjunto
de producciones literarias de una nación, de una época o de un género (la literatura griega, la literatura del
siglo XVIII, la literatura fantástica, etc) y al conjunto de obras que versan sobre un arte o una ciencia
(literatura médica, literatura jurídica, etc.). Es estudiada por la teoría literaria.
En un sentido muy amplio, los géneros literarios son la denominación de un modelo estructural que sirve
como criterio de clasificación de agrupación de textos (atendiendo a las semejanzas de construcción,
temática y modalidad de discurso literario) y como marco de referencia y expectativas para escritores y
público.Podemos clasificar a los textos literarios en tres grandes géneros:
1. Género narrativo: Este tipo de discurso configura un mundo ficticio en el que está presente una voz
(narrador)que relata hechos que provienen de las acciones generadas por los personajes dentro de un
tiempo y espacio determinados, por lo tanto, se percibe preferentemente la función referencial o
representativa del lenguaje.El discurso literario narrativo relata sucesos que, aunque tengan nexos
superficiales o profundos con el mundo real, se configuran como meros discursos que sostienen
mundos ficticios que se valoran como sola ficción y que no buscan autentificarse necesariamente desde
el mundo real. Aquellos referentes que la literatura toma del mundo real para su configuración se
recrean, se hacen nuevamente de palabras.
2. Género lírico: La palabra "lírica" define todo aquello relativo o perteneciente a la lira, o a la poesía propia
para el canto. Actualmente, comprende las composiciones de carácter subjetivo y, en general, todas las obras
en verso que no son épicas o dramáticas.
Se caracteriza por la musicalidad y por la expresión de sentimientos de un emisor ficticio, o hablante lírico y,
por ende, por la representación de su subjetividad y se distingue por el predominio de la función emotiva o
expresiva del lenguaje a cargo de una voz que en este caso pasa a denominarse hablante lírico, quien
manifiesta su estado anímico, sus emociones y sentimientos.
La lírica puede estar escrita en verso, es decir, en frase sujeta a ritmo o melodía, o en prosa poética. Un
aspecto importante de la lírica es la expresión de sentimientos a través de figuras literarias o retóricas. La
función poética del lenguaje –predominio de la forma del mensaje– queda así en evidencia cuando
predominan en un texto estas figuras.
3. Género dramático: En este género predomina la función apelativa o conativa del lenguaje, dada su
configuración dialógica. El mundo representado se manifiesta a través de distintas formas discursivas
(diálogo, monólogo, soliloquio, etc.).
La obra dramática es sólo literatura, es decir, es una creación de lenguaje concebida por un autor llamado
dramaturgo, quien inventa y desarrolla, a partir de un conflicto, una o más acciones en un espacio y tiempo
determinado con el objetivo de ser representadas escénicamente ante un público, por tanto, posee una
virtualidad teatral, es decir, la posibilidad de ser representada. En cambio, la obra teatral es la representación
escénica de la obra dramática.
Suele considerarse la existencia de grandes temas en la literatura, tales como el amor y el viaje. Los temas
son ideas centrales en torno a las cuales se organizan los otros elementos de la obra, constituyen un
sistema global que hace inteligibles los significados de la misma.
a.- El amor en la literatura aparece desarrollado de distintos modos. A lo largo de los siglos, el amor ha sido
fuente de inspiración para toda clase de artistas, esto porque el amor es considerado el vínculo fundamental
de la unidad universal; un poder casi irresistible que puede desencadenar grandes desastres o precipitar el
alcance de la anhelada felicidad. Es interesante además, tener en consideración que el amor ha sido
representado a través de figuras míticas como Eros y Cupido, personajes que encarnan la idea de que este
sentimiento es ineludible.
b.- El tema del viaje ha tenido presencia a lo largo de toda la historia de la tradición literaria. Esto porque su
significado trasciende el “traslado físico”. Existen diversos tipos de viajes: físicos, espirituales e
inmateriales, a través de los sueños o la imaginación.
c.- La muerte se puede interpretar comúnmente como la muerte física, la desesperanza, la pérdida, etc. Un
claro ejemplo de este tema se da en el texto La amortajada, de la chilena María Luisa Bombal.
Los tópicos son temas tan recurrentes que se vuelven lugares comunes, fórmulas o clichés, que se reiteran a
través del tiempo sin variaciones y llevan consigo todo el peso de una tradición. Algunos de los tópicos
clásicos más comunes son:
i. Carpe diem (Aprovecha el día): este tópico proviene de una oda horaciana en la que se invita a vivir
intensamente el momento presente de la vida. Este tópico se desarrolló preferentemente en el
Renacimiento, época de profunda exaltación de lo humano, producto de la conciencia de la fugacidad
de la vida.
Ejemplo:
“Quiero que seas sabia: filtra el vino,
Acorta tu larga esperanza en el breve
Espacio de la vida. Mientras hablamos
El tiempo envidioso habrá huido.
Goza del día, y no confíes para nada en el futuro”.
Horacio, Oda I, 11
ii. Collige, virgo, rosas (Coge, muchacha, las rosas): invita a disfrutar de la juventud, de la vida, sobre todo
aplicado a una joven.
“Coged de vuestra alegre primavera el
dulce fruto, antes que el tiempo airado Garcilaso de la
cubra de nieve la hermosa cumbre”. Vega
iii. Beatus ille (Feliz aquél): este tópico alude al hombre que logra hacer todo aquello que lo hace feliz. En su
origen se asocia a la felicidad conseguida a través de la sabiduría. Ejemplo:
“¡Qué descansada vida la del que
huye el mundanal ruido, y sigue
la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!”.
Fray Luis de León, Vida retirada (fragmento)
iv. Locus amoenus (Lugar ameno): se refiere a la descripción de un paisaje perfecto o ideal, sin ningún tipo
de carencia. Dicho paisaje, generalmente, está compuesto de árboles, una fuente o arroyo, flores, etc. Ejemplo:
“Convida a un dulce sueño
aquel manso ruido
del agua que la clara fuente envía,
y las aves sin dueño con canto no aprendido
hinchen el aire de dulce armonía;
háceles compañía,
a la sombra volando,
y entre varios olores,
gustando tiernas flores
la solícita abeja susurrando…”.
Garcilaso de la Vega, Égloga segunda (fragmento)
v. Edad de oro: tópico histórico relativo a un tiempo y espacio de ensoñada perfección, asociado a una visión
utópica del mundo. Ejemplo:
“¡Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no
porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella
venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras
de tuyo y mío!
Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes; a nadie le era necesario, para alcanzar su
ordinario sustento, tomar otro trabajo que alzar la mano, y alcanzarle de las robustas encinas, que
liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes
ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían...”.
Miguel de Cervantes, Don Quijote I, 11 (fragmento)
vi. Falsa modestia: discurso que busca ganarse la benevolencia, la atención y la docilidad de los oyentes.
“Suplicoos, gran Felipe, que mirada
esta labor, de vos sea recebida, que,
de todo favor necesitada,
queda con darse a vos favorecida.
Es relación sin corromper sacada de
la verdad, cortada a su medida;
no despreciéis el don, aunque tan pobre, para
que autoridad mi verso cobre”.
Alonso de Ercilla, La Araucana (fragmento)
vii. El mundo al revés: tópico que alude a la transgresión de los límites e inversión de los roles sociales.
Ejemplo:
“Érase una vez un lobito bueno al
que maltrataban todos los corderos,
había también un príncipe malo,
una bruja hermosa y un pirata honrado...,
todas estas cosas había una vez
en que yo soñaba un mundo al revés”.
José Agustín Goytisolo, El lobito bueno
viii. Ubi sunt (Dónde están): Se genera a partir de una serie de interrogaciones retóricas sobre el paradero
final (la muerte) de personajes famosos de la historia. Ejemplo:
“¿Qué se hizo el Rey Don Juan? ¿Qué se hicieron las
Los Infantes de Aragón ¿qué damas, sus tocados y
se hicieron? vestidos, sus olores?
¿Qué fue de tanto galán, ¿Qué se hicieron las
qué de tanta invención llamas de los fuegos
qué trajeron? encendidos de amadores?
¿Fueron sino devaneos, ¿Qué se hizo aquel
qué fueron sino trovar, las músicas
verduras de las eras, las acordadas que tañían?
justas y los torneos, ¿Qué se hizo aquel danzar,
paramentos, bordaduras aquellas ropas chapadas
y cimeras? que traían?”
Jorge Manrique, Coplas a la muerte de su padre (fragmento)
1. Función estética.
De manera primordial, el texto literario busca originar, promover la belleza (considerando que este
concepto es variable en cada época). Ejemplo:
“Deja las ondas, deja el rubio coro
de las hijas de Tetis, y el mar vea,
cuando niega la luz un carro de oro,
que en dos las restituye Galatea”. Luis de Góngora
3. Función cognoscitiva: El texto literario intenta entregar conocimiento de la realidad en que se sitúa.
“Sucedió la prisión del Papa, como es sabido, en la noche del 5 al 6 de julio de 1809, y en esta ocasión
monseñor Myriel fue llamado por Napoleón al sínodo de los obispos de Francia y de Italia
convocados en París”.
Víctor Hugo, Los miserables (fragmento)
4. Función de crítica social: El texto literario aborda también la "cuestión social" y los problemas
éticos del medio histórico en que se desarrolla. Tendencias como el realismo, el naturalismo, el indigenismo
(en Hispanoamérica) y el realismo socialista son ejemplos claros de la muestra de la crítica de la realidad
social, de los problemas indígenas y de la clase obrera. En la lírica también ha sido muy utilizada esta función,
ya que a través de la poesía se puede llamar la atención sobre temas contingentes.
5. Función de entretención: es propia de la literatura popular de masas (novela policial, novela rosa, etc.),
la que tiende a poner énfasis en el desarrollo de las acciones. Tiene su origen en los folletines que
incorporaron a los periódicos en el siglo XIX, conteniendo novelas policiales, de amor o de aventuras por
capítulos. Con el tiempo, esta literatura se transformaría en lo que hoy se conoce como “best seller”. Este tipo
de literatura es consumida por amplios sectores de la población lectora, lo que lleva a sus autores a entregar
elementos previsibles, sin preocupación estética, en beneficio de la entretención.
TEXTO 1:
“Por Mapocho avanzaba, al rápido galope de las cabalgaduras, uno o quizás dos piquetes de lanceros.
Escuché a mi padre pronunciar unas últimas y viriles palabras, y gritar:
-¡Viva la Federación Obrera!
Fue en aquel instante cuando vi al padre de Zorobabel saltar y colgarse del cuerpo de uno de los lanceros,
derribándolo de la cabalgadura. En el suelo, sobre el ripio mojado, la lucha no duró un segundo. Una lanza
lo liquidó al primer puntazo. ¡Y allí quedó su cuerpo, sangrante, palpitante aún, junto al del soldado caído,
aplastado por las patas de las bestias acezantes”.
Nicomedes Guzmán, La sangre y la esperanza (fragmento)
TEXTO 2:
“Alegre, como pocas veces, llena de animación y de bulla, se presentaba la fiesta de Pascua del año de
gracia de 1900 en la muy leal y pacífica ciudad de Santiago, un tanto sacudida de su apatía colonial en la
noche clásica de regocijo de las viejas ciudades españolas. Corrían los coches haciendo saltar las piedras.
Los tranvías, completamente llenos, con gente de pie sobre las plataformas, parecían anillos luminosos
de colosal serpiente, asomada a la calle del Estado”.
Luis Orrego Luco, Casa grande (fragmento)
TEXTO 3:
“Envidiando la suerte del Cochino,
un asno maldecía su destino.
“Yo, decía, trabajo y como paja; él
come harina, berza, y no trabaja; a
mí me dan de palos cada día;
a él le rascan y halagan a porfía.”
Pero luego que advierte que a la
pocilga alguna gente avanza
armada de cuchillo y de caldera, y,
que con maña fiera dan al gordo
Cochino fin sangriento, dijo entre sí
el jumento
“Si en esto para el ocio y los regalos, al
trabajo me atengo y a los palos”.
Félix María de Samaniego, El asno y el cochino
TEXTO 4:
“-¿Quién es el asesino, míster Blore? Me gustaría saberlo. ¿Quién es?
Rogers tenía la frente arrugada y sus manos se crisparon sobre la gamuza con que estaba limpiando el
polvo.
-Esta pregunta me la hago yo mismo –le respondió Blore.
-Uno de nosotros, según el juez”.
Agatha Christie, Diez negritos (fragmento)
TEXTO 5:
“Sobre la nieve se oye resbalar la noche.
La canción caía de los árboles
y tras la niebla daban voces.
De una mirada encendí mi cigarro.
Cada vez que abro los labios
inundo de nubes el vacío.
En el puerto
los mástiles están llenos de nidos.
Y el viento gime entre las alas de los pájaros”.
Selecciona la alternativa correcta:
“Llegaron, en estas pláticas, al pie de una alta montaña, que, casi como un peñón tajado, estaba sola entre
otras muchas que la rodeaban. Corría por su falda un manso arroyuelo, y hacíase por toda su redondez un
prado tan verde y vicioso, que daba contento a los ojos que le miraban. Había por allí muchos árboles
silvestres y algunas plantas y flores, que hacían el lugar apacible. Este sitio escogió el Caballero de la Triste
Figura para hacer su penitencia...”.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, Miguel de Cervantes.
5. En el texto se destaca
A) la importancia que tenía la naturaleza para los hombres del pasado.
B) la desdicha que sufren los hombres que viven en soledad.
C) una forma de penitencia que libera al hombre de su culpa.
D) un lugar paradisíaco en el que abundan los elementos naturales.
E) la importancia del honor para los caballeros andantes.
10. “Somos víctimas – pensaba yo – de un doble espejismo. Si miramos afuera y procuramos penetrar en
las cosas, nuestro mundo externo pierde en solidez, y acaba por disipársenos cuando llegamos a creer que
no existe por sí sino por nosotros. Pero si, convencidos de la íntima realidad, miramos adentro, entonces
todo nos parece venir de afuera, y es nuestro mundo interior, nosotros mismos, lo que se desvanece. ¿Qué
hacer entonces? Tejer el hilo que nos dan, soñar nuestro sueño, vivir, sólo así podremos obrar el milagro
de la generación”.