La guarida señalando los llanuras que se extendían ante ellos, “merecéis cono-
del León
Primera parte
Tres hombres coronaban las colinas que dividen las tierras León
y Grulla. Sus caballos trotaban a gusto bajo el sol del mediodía.
El jinete que iba en medio, vestido como un heraldo Miya, se
detuvo a contemplar la llanura que se extendía ante ellos, lle-
gando hasta donde alcanzaba la vista. Los otros dos jinetes le
imitaron, y así, los tres hombres disfrutaron en silencio del pai-
saje durante largos instantes.
“Taneji-san”, dijo el hombre que estaba en el medio, “dime
qué es lo que ves”.
El joven Otomo que estaba a su izquierda frunció el ceño y
dirigió su mirada hacia la llanura. Se podía ver un pueblo en la
lejanía. “Veo las tierras del Clan León, Hatori-sama, y más en con-
creto, las provincias de los Akodo. Los Akodo son famosos por su
dedicación al bushido y su estricto seguimiento de las leyes Imperia-
les, por lo que probablemente inspeccionen minuciosamente nues-
tros papeles de viaje, por mucho que portemos estandartes imperia-
les. Sin embargo, una vez que hayan visto que todo está en orden,
nos darán la bienvenida con la mayor hospitalidad que los León
pueden ofrecer”.
Miya Hatori asintió. Ya se esperaba la respuesta fría y leve-
mente desdeñosa de Taneji. “¿Y qué opinas de los León en ge-
neral, Taneji?”.
Otomo Taneji tardó algunos segundos en responder; parecía
estar buscando las palabras apropiadas. “Como clan, están in-
teresados tan sólo en las batallas y el arte de la guerra. No po-
seen apenas cultura alguna y no muestran ningún interés por la
política. Me resultan aburridos”.
Hatori se volvió hacia el hombre a su derecha. “¿Y tú,
Sekkou?”.
“Veo una bella llanura, mi señor”, respondió el joven shugenja.
Sekkou todavía no había cumplido los veinte, y poseía la ino-
cencia propia de un niño. “Puedo ver la hierba meciéndose bajo
el viento. Este es sin duda un lugar lleno de magia. ¡Somos muy
afortunados de poder estar aquí!”.
“¿Y qué hay de los León, Sekkou?”.
“No lo sé, mi señor”, respondió el ronin en tono agradable. “Nun-
ca he conocido a ninguno, por lo que no querría entrar a juzgarlos”.
Taneji frunció el ceño ante las palabras del ronin, pero Hatori
se limitó a sonreír para sí mismo. Los dos jóvenes que le acom-
pañaban como sus ayudantes eran tan diferentes entre sí como
la noche y el día. En realidad, eso les hacía más fuertes: cada
uno de ellos le aconsejaba a su manera, lo cual permitía a Hatori
ver las dos caras de cualquier problema. Como historiador y di-
plomático que era, esto le resultaba de inestimable ayuda.
“¿Usted fue una vez un estudiante de los León, verdad, maes-
tro?”. Hatori esperaba que Sekkou hiciese esa pregunta. La cu-
riosidad natural del ronin habría hecho que terminase pregun-
tándoselo más tarde o más temprano, pero Taneji había evitado
el tema hasta ahora. Hatori podía percibir claramente que la si-
tuación resultaba violenta al Otomo.
“Sí, y más que un estudiante, Sekkou”, respondió. “Yo estu-
dié por muchos años en las enormes bibliotecas de los Ikoma;
viajé por todo el Imperio, visitando cortes y bibliotecas, recopi-
lando información y conocimiento allá donde iba”. El Miya se
detuvo por un momento, pensativo.
“Entonces, ¿fueron tus deberes para con los Miya los que te
apartaron de los Ikoma, mi señor?”. La pregunta de Sekkou de
nuevo ponía de manifiesto la inocencia de éste.
“¡Idiota!”, le dijo Taneji con dureza. “¿Es que no te das cuenta
de que tus preguntas son completamente inapropiadas? ¡Deja
ya esa cháchara estúpida!”.
“No, no, Taneji”, respondió Hatori. “La pregunta de Sekkou es
válida, y si vamos a viajar juntos por estas tierras”, dijo el Miya
cer la verdad”. Hatori se irguió sobre la silla, preparado para contar
a sus ayudantes aquella desagradable historia. “Hace años me di
cuenta de que estaba siendo utilizado por alguien de la familia
Ikoma. Todavía no sé quién, pero este individuo o grupo abusó de
mi confianza y me envió a través del Imperio a conseguir una
información que no estaba disponible para ellos mismos. Al fin y al
cabo, ¿quién le negaría nada a un miembro de la familia Miya?”.
Tanto Sekkou como Taneji podían darse cuenta perfectamente
de que estos no eran recuerdos agradables para su señor, y ninguno
de los dos deseaba causarle más dolor. Fue el Miya el que finalmente
rompió el silencio. “¿Cuál es la lección que puede extraerse de esa
desafortunada historia? ¿Taneji?”. I
Taneji carraspeó, incómodo. “Bueno”, comenzó, “supongo n
que esto nos enseña que las apariencias de los León pueden
resultar engañosas, dado que pudieron llegar a manipular a al- t
guien tan inteligente como usted”. r
“Sí”, asintió Hatori. “Esa es una respuesta muy sabia. El Clan
León es mucho más complejo de lo que parece. ¿Sekkou?”. o
El joven Shugenja permaneció en silencio durante algunos
instantes. “Esta historia nos enseña que el hecho de que una
d
persona sea honorable no significa que se pueda confiar en ella”. u
Hatori se rió, e incluso Taneji sonrió levemente. “Muy bien,
muy bien, mis consejeros. Ahora descenderemos hasta las tierras c
del Clan León. Nunca olvidéis que a pesar de todo su honor y franque- c
za, los León pueden ser tan impredecibles como cualquier otro samurai.
Uno se espera duplicidad de los Escorpión, y quizás también de los i
Grulla. Pero, cuando es un León el que te manipula, ¿cómo se supone ó
que vas a darte cuenta? ¿Cómo reaccionarás, sabiendo que tu enemigo
sólo busca lo mejor para el Imperio? Manteneos alerta en todo momen- n
to, mis jóvenes amigos”.
“Entonces, ¿no debemos confiar en ellos en absoluto?”, pre-
guntó Sekkou. El joven shugenja parecía completamente de-
cepcionado.
“No, eso no es lo que yo he dicho, Sekkou”, respondió Hatori.
“Muchos León son en verdad guerreros honorables, tal y como
aparentan ser. Pero no cometas el error de que todos ellos lo son.
Ningún clan es tan sencillo como para poder responder a un
único estereotipo. Todos somos mortales, al fin y al cabo, con las
virtudes y los defectos que eso implica”.
“Sí, mi señor”. Sekkou agachó la cabeza, pensativo.
Mientras los tres hombres bajaban por las colinas que rodean
las tierras Akodo, Hatori se preguntaba si algo de lo que él
dijese podría preparar a sus consejeros para el encuentro con los
León. Probablemente no había ningún otro clan en Rokugan
con tantos secretos o facetas desconocidas para el mundo exte-
rior. Taneji y Sekkou aprenderían de esta visita, de eso estaba
seguro. Pero Hatori esperaba que pudiesen salir indemnes de
esta experiencia.
Cómo usar
este libro
Secretos del León es un libro para jugadores y DJ que estén
interesados en añadir más profundidad a su visión del Clan León. Al
contrario que La Senda del León, que describía la historia e institu-
ciones del clan, este libro proporciona información más detallada
sobre las diferentes familias y sus posesiones, familias vasallas, orga-
nizaciones, y escuelas menos conocidas.
Secretos del León está dividido en capítulos, de la siguien-
te forma:
La Introducción trata de la historia reciente del Clan León y de
las costumbres del clan, y presenta muchas reglas opcionales para los
honorables samurai León.
Los Capítulos Uno a Cuatro tratan cada uno con una de las fami-
lias del Clan León: los Akodo, los Ikoma, los Kitsu y los Matsu,
respectivamente. Cada capítulo proporciona información sobre las
3
 posesiones de la familia, un resumen de los personajes más importan-
tes de ésta, y una descripción de sus familias vasallas.
El Capítulo Cinco ahonda en los misterios de uno de los lugares
más secretos de todo Rokugan. Contiene toda la información que el
DJ necesita para integrar las Tumbas Kitsu en su campaña, o para que
diseñar la historia de un personaje en torno a éstas.
El Capítulo Seis detalla las verdades más oscuras y desagra-
dables sobre los León. Ningún clan está libre de toda mancha, y
este capítulo explora las tragedias y secretos que los León ocul-
tan a todo el mundo, incluso a ellos mismos.
I Costumbres del
n
t Clan León
r Nacimiento
o El nacimiento de un León es un acontecimiento glorioso, al que
d acuden los familiares del niño y un representante del daimyo
local o del gobernador provincial. A menudo está presente tam-
u bién un shugenja Kitsu, para observar si existe algún augurio
c que afecte al futuro del infante. Siempre que nace un niño des-
tinado a ocupar un alto cargo, un sodan-senzo interroga a los
c ancestros para averiguar si éstos están especialmente in-
i teresados en el recién nacido. Todos estos datos son
minuciosamente registrados, y así, desde el día de
ó su nacimiento, el futuro samurai será guiado hacia
n
el destino que los Kitsu le hayan anunciado. La
única excepción a esta regla se da cuando el niño
en cuestión tiene una fuerte conexión para con los
kami; en este caso los Kitsu se encargarán de su
educación cuando éste alcance la edad apropiada
para ello. La mayor parte de las familias León están
demasiado ocupadas con sus deberes como para
encargarse personalmente de la educación de sus
hijos. Normalmente, éstos son criados por un pro-
tector designado por la familia (que casi siem-
pre es un ashigaru o ji-samurai de alto rango), y
los padres sólo visitarán a sus hijos de vez en
cuando. Este protector no es en absoluto una
niñera: su deber es asegurarse de que el joven
León esté preparado para cumplir con su des-
tino cuando llegue el momento. Si un León
se deshonra a sí mismo, el que fue su protec-
tor en la infancia a menudo se quita la vida,
avergonzado por su fallo.
Gempukku
A pesar de la reputación de inflexibles que
tienen los León, su dedicación al bushido no
les convierte en estúpidos. Todo fallo es un
deshonor, pero es uno del que se debe apren-
der. Las historias sobre niños Matsu que come-
ten suicidios colectivos, o sobre estudiantes
Akodo que se matan unos a otros para eliminar a
los más débiles son muy conocidas en todo el Im-
perio, pero carecen de fundamento. Aunque los
León están completamente dedicados a su de-
ber, prefieren hacer que un estudiante medio-
cre alcance un nivel de destreza aceptable que
malgastar el tiempo y los recursos em-
pleados en criarle matándole por su in-
competencia.
Un León es siempre el centro de aten-
ción de su familia durante la ceremonia de gempukku. Es en-
tonces y sólo entonces cuando un verdadero León se siente inti-
midado por el hecho de que le observen críticamente, pues la
4 gente que lo está haciendo es la que más le importa en su vida.
Un León nunca se encontrará con un enemigo al que considere
un digno juez de su propia valía. Sin embargo, ese mismo León se
pasará toda su vida postrándose ante sus superiores dentro del clan.
Aquellos que fallan nunca pueden escapar de la mancha que esto
supone. Sin embargo, aquellos que se esfuerzan al máximo reciben a
menudo una segunda oportunidad. Aunque esto ya les marca de
salida como inferiores, se les proporcionará el mismo entrenamiento
y el mismo apoyo que a los demás.
Cortejo
Las relaciones entre los sexos en el Clan León suelen ser frías. Los
matrimonios concertados son la norma, pues los bushi León impor-
tantes y poderosos a menudo se unen en matrimonio para crear una
generación de Leones aún más fuertes y perfectos, o bien desposan
a miembros destacados de otros clanes para crear alianzas políti-
cas. Por ello, la idea de “amor” es poco común entre los León. La
única excepción a esto la supone la familia Ikoma: los miembros de
esta familia son educados para mostrar sus sentimientos abierta-
mente, y suelen mostrar interés por los enredos románticos. Sin
embargo, dado que los Ikoma constituyen la familia de los León
más dedicada a la política, éstos suelen también contraer matrimo-
nios de conveniencia.
A los hijos de personajes importantes normalmente se les pro-
mete en matrimonio a la edad de diez años. Los demás
samurai se casarán en cualquier momento de sus vi-
das, tal y como las circunstancias y la gloria lo de-
manden. A veces, se retrasa el compromiso durante
años, mientras los padres del samurai buscan a
alguien apropiado para su hijo o hija. Los miem-
bros de la familia Ikoma actúan como interme-
diarios o “celestinas” entre los samurai del Clan
León, y también son los emisarios perfectos en el
caso de que un León decida casarse con alguien
ajeno al clan.
Una vez que todos los preparativos están hechos, el
León se casa de inmediato, para no traer vergüenza a su
familia y la de su cónyuge. Los León a menudo partici-
pan en torneos para dedicar sus victorias a sus cónyu-
ges y donar sus trofeos a la familia de su esposa o
esposo.
Supersticiones
Como tradicionalistas que son, los León son intensa-
mente supersticiosos. A continuación detallamos las
supersticiones más comunes entre ellos.
Aunque muchos bushi en todo el imperio man-
tienen la tradición de tomar como trofeo las ca-
bezas de un enemigo muerto, los León son co-
nocidos por su fascinación con las cabezas de
sus enemigos. De hecho, poseen un complejo
sistema para determinar el valor de una cabe-
za: si los ojos miran hacia abajo, o la boca está
abierta, la cabeza traerá mala suerte; por el
contrario, si ambos ojos están cerrados, la ca-
beza traerá muy buena suerte. Los samurai
León a menudo llevan consigo sacos furoshiki
especiales con el sólo propósito de portar orgu-
llosos estos trofeos.
Cuando el Imperio era aún joven, el astuto
Ikoma era a menudo el único embajador de
los León. Para asegurarse de que los
demás no se sintiesen
intimidados por su profun-
da voz y su gran envergadura,
Ikoma a menudo dejaba sus grandes manos extendidas e inmó-
viles sobre su obi mientras hablaban con cortesanos de otros
clanes. Los diplomáticos Ikoma siguen utilizando a menudo
una pose similar, imitando al fundador de su familia.
 Muchos León odian matar arañas. Una antigua tradición León
dice que si matas a una araña, su espíritu te perseguirá y hará que tu
casa quede impregnada de mala suerte. Después de que la Gran
Araña del Mar se alzase para destruir gran parte de las tierras de
cultivo de la Grulla, los samurai León a menudo prefieren apartar con
cuidado a las arañas en vez de matarlas, y algunas familias incluso
tienen a “arañas de la suerte” como sus mascotas.
Algunos samurai León creen que si vas a caballo y dejas que
un campesino cruce la carretera enfrente tuyo, harás que tu ca-
ballo tropiece y se rompa una pierna. Por ello, algunos jinetes
impetuosos saldrán al galope en una intersección justo antes de
que pase una caravana de campesinos, para asegurarse de que
su montura no caiga presa de la maldición. Algunos llegarán in-
cluso a atropellar a los campesinos antes de que éstos crucen.
Los campesinos León son conscientes de la existencia de esta
superstición, y la mayoría pone mucho cuidado al cruzar en una
carretera atestada de tráfico.
La guerra
Todos los León saben que su muerte es inevitable. Por ello, pre-
fieren sufrir una muerte gloriosa siempre que sea posible. Hasta
los Kitsu e Ikoma de vida más recluida están preparados para morir
por su señor en cuanto éste se lo ordene. Un León ve cada con-
frontación como una batalla. Cada cosa que haga, cada palabra, es
un avance o una retirada. Esta actitud a menudo causa conflictos
a los León, pues en su naturaleza está el no tomarse nada a la
ligera. La vida de un guerrero no admite términos medios.
Sólo hay una forma de ganar gloria o prestigio verdaderos
dentro de los León: mediante el conflicto. La guerra, no obstan-
te, no es más que la forma más obvia de conflicto. La virtud que
los León valoran más en sus oficiales es la capacidad de delegar
responsabilidades sabiamente. Los líderes que no reconozcan
las aptitudes de sus inferiores serán fruto de desprecio, pues los
León consideran que malgastar los dones que los Cielos les han
concedido es una aberración.
Retiro
Tras haber sido registradas las conversaciones entre Shinsei y
Hantei en el Tao, Akodo insultó al Pequeño Profesor, y se negó
a aceptar la Nueva Senda. Hantei no podía creerse el compor-
tamiento de su hermano, y le preguntó a éste por qué trataba
de aquella manera al Iluminado. “Ésa no es mi senda”, gruño
Akodo, agitando su katana. “Ésta es mi senda”. Hantei le or-
denó a Akodo que se disculpase ante Shinsei y que mostrase
una copia del Tao en las tierras de su clan. Obedeciendo a su
hermano, el Emperador, Akodo accedió.
Desde aquel día, hay una copia del Tao en cada uno de los
dojo de los León. Cada uno de estos libros permanece en perfecto
estado, pues nunca han sido abiertos. Pocos samurai León des-
precian abiertamente las enseñanzas del Tao (al fin y al cabo, con-
tiene la religión imperial), pero la vida de un León está dedicada
a la guerra. Un samurai León sólo considerará aceptable la vida de
un monje cuando ya no pueda portar un arma en sus manos.
Para los León, abandonar la senda del guerrero no es siempre
tarea fácil. En vez de retirarse, muchos León entrados en años
se convierten en consejeros para la generación siguiente. Aque-
llos que buscan el favor de un daimyo León harían bien en con-
graciarse primero con sus ancianos consejeros. Esto hará que se
ganen el favor del daimyo por partida doble: no sólo se aprove-
charán así de la notable influencia de dichos consejeros, sino
que al mostrarles respeto a éstos, estarán honrando el buen jui-
cio del daimyo al mantenerles cerca de sí.
Incluso aquellos León que se retiran y eligen llevar la vida
de un inkyo difieren en gran medida de los monjes de otros
clanes, pues sólo en raras ocasiones permanecen enclaustrados.
Muchos se convierten en hombres santos errantes, o trabajan
junto con los Kitsu y los Ikoma, ayudándoles a mantener sus
registros, o bien actúan como guías espirituales para el clan.
Funerales
La muerte es la conclusión inevitable de toda vida, y supone un paso
necesario dentro del ciclo kármico. Un León no busca su propia
muerte, pero si ésta le sobreviene, lo aceptará sin quejarse. Un León
que cae en un combate glorioso morirá en paz, pues incluso en caso
de que su ejército haya resultado perdedor, los Cielos recordarán
que él murió como un verdadero samurai.
El cómo se honrará a un León tras su muerte depende de la
forma en que viviese su vida. Desde hace cientos de años, tras la
Batalla de las Tumbas Robadas, se ha venido incinerando los restos
de los samurai caídos, a menudo en grandes piras funerarias comu-
nes. Multitud de soldados rasos León son enviados de esta forma al I
Vacío, mientras un Kitsu o un Ikoma registran los nombres y los
hechos de cada uno de ellos. Muchos León reciben un ascenso n
póstumo, como reconocimiento a su valor y destreza en combate. t
Algunas veces estos ascensos traen consigo honores o tierras, en
cuyo caso pasarán a los descendientes del soldado en cuestión. r
Los personajes importantes normalmente tienen funerales ex- o
tensos y sombríos. En ellos, un sodan-senzo de los Kitsu, o un
omoidasu Ikoma suelen narrar las gestas gloriosas del fallecido a su d
familia y amigos. Si el León tenía algún deseo que quería ver reali-
zado tras su muerte, un servidor de la familia hace públicos dichos
u
deseos en el funeral. Normalmente, se trata de disposiciones sobre c
cómo repartir la herencia y títulos del samurai entre sus herederos.
Los funerales más gloriosos están reservados a los verdade- c
ros héroes del clan, al daimyo del clan, y a los daimyo de familia. i
Aquellos merecedores de tal honor son enterrados en la Sala de
los Ancestros, con una estatua conmemorativa. Estos afortuna- ó
dos León serán parte de los ancestros del clan, encargados de
servir de guía y ejemplo a los que vengan después. El nombre y
n
las gestas de héroes como éstos nunca serán olvidados mientras
haya un sólo miembro del Clan León con vida.
Historia del
Clan León
Esta sección contiene un breve resumen de la historia del Clan
León, con especial énfasis en el período que va desde el Segundo Día
del Trueno hasta la actualidad. Para más información sobre la histo-
ria previa al Segundo Día del Trueno, ver Rokugan y La Senda del
León.
Se prohíbe el testimonio de los ancestros: año 53
En un tiempo en que el Imperio era aún joven, muchos
rokuganeses empleaban los servicios de los Kitsu para que los
espíritus de los muertos diesen testimonio en los juicios. Esta
práctica es abandonada cuando los Escorpión revelan que uno
de los “espíritus” que testificaba en un juicio es en realidad un
general Matsu. Los León acusan a los Escorpión de haber mani-
pulado su magia, y que los Escorpión responden que la magia
simplemente no es fiable. Tratando de evitar que el asunto se le
salga de las manos, Hantei Genji declara que ningún tipo de
magia será aceptado dentro de un procedimiento legal.
Adquisición de las tierras del Zorro: año 67
Cuando Shinjo deja el Clan Ki-Rin para explorar las tierras más
allá de Rokugan, deja detrás de sí a granjeros pacíficos y a ji-
samurai para guardar sus tierras. Éstos viven allí durante menos
de una generación, hasta que el Clan León comienza a interesarse
por sus fértiles tierras de cultivo. Entonces, el Clan León consigue
que la Corte Imperial le conceda el derecho de asumir el control de
dichas tierras (mediante la fuerza si fuese necesario). Los Ki-Rin
restantes montan una defensa heroica, pero son derrotados comple-
tamente. Hantei Genji ordena que los seguidores de Shinjo sean
enviados a la parte sur de las Montañas de la Espina del Mundo, y así
los León reclaman para sí sus tierras, que les proporcionan un medio
5
 de alimentar a sus enormes ejércitos. Asimismo, esto lleva al Prínci-
pe Resplandeciente a prohibir que los Grandes Clanes luchen con-
tra los Clanes Menores, y a que los seguidores de Shinjo sean recono-
cidos como el Clan Menor del Zorro.
Muerte de Akodo: circa 99
Mientras supervisa la construcción de la Sala de los Ancestros y
de las Bibliotecas Ikoma, un ejército de ogros salvajes coge por
sorpresa a Akodo el Tuerto. Akodo y cien de sus hombres deben
enfrentarse a la horda de ogros en lo que era el Paso Seikitsu en
las Montañas de la Espina del Mundo. Al acercárseles el ejército
I de las Tierras Sombrías, Akodo busca en su interior y deja libre
la última pizca de esencia divina de su alma con un poderoso
n rugido. Los picos de las montañas se derrumban sobre Akodo y
t el enemigo, matándolos a todos.
r Se escribe el Libro de Sun Tao: circa 145
o Se cree que el famoso general ronin Sun Tao terminó su gran
tratado sobre el arte de la guerra alrededor del año 145. Sun Tao
d atribuye sus conocimientos a haber aprendido de cada uno de los
u clanes, y le entrega una copia a cada daimyo de clan, poco antes
de desaparecer entre las Arenas Ardientes, en busca del clan de
c los Ki-Rin. El libro es comparado con Liderazgo, de Akodo, y
c muchos lo tienen en tanta estima como al escrito por el Kami
León. En un principio, el libro encuentra tanto detractores como
i defensores entre el Clan León, pero al cabo de poco tiempo los
León son ya consumados maestros en las tácticas de Sun Tao, y el
ó libro comienza a ocupar un puesto de honor en sus librerías, junto
n a Liderazgo.
Se funda la academia de
Maestros de Espionaje Ikoma: año 400
Los León descubren los problemas existentes entre el Clan Cangre-
jo y el de la Grulla demasiado tarde, dándose cuenta de que la
marcha de los Yasuki y su integración en el Clan Cangrejo son menos
abruptos de lo que parecía en un principio. El daimyo del Clan León
y el daimyo de los Ikoma buscan una solución práctica a la carencia
de información del clan, fundando en secreto la escuela de Maestros
de Espionaje Ikoma.
Matsu Itagi viaja hasta las Tierras Sombrías: año 412
Lleno de orgullo y confianza en sí mismo, el daimyo de los León,
Matsu Itagi, afirma ser capaz de sellar el Pozo Supurante él sólo.
Itagi visita las tierras de los Cangrejo y proclama que, si los León
viviesen allí, las Tierras Sombrías ya habría sido derrotadas hace
generaciones. Itagi se introduce temerariamente en las Tierras
Sombrías, y es rescatado semanas más tarde gracias al generoso
sacrificio del daimyo Cangrejo, Hida Tanaka. El recuerdo de este
acontecimiento evitará que haya hostilidades entre ambos clanes
durante los siglos venideros.
Hantei Yogozohime es entregada a los León: año 432
Durante la época en la que los Gozoku controlaba el Trono Im-
perial, se proporciona a los León el gran honor de educar a Hantei
Yogozohime como una hija adoptiva de su clan. Varios diplomá-
ticos Dragón se reúnen en secreto con los líderes del Clan León, y les
persuaden del peligro que supone el reinado de los Gozoku y de la
blasfemia de subvertir el gobierno de los Hantei. Los León, conven-
cidos, entrenan a Yogozohime para que se convierta en una líder
guerrera. Con el apoyo del poderoso Clan León, Yugozohime acaba
con el poder de los Gozoku.
Batalla de la Gran Escalada: año 711
Insultado por un embajador de los Agasha, el general León Akodo
Yokutsu monta un asalto sobre las tierras de los Dragón, poniendo
gran cuidado en evitar las tierras de la Libélula, que había jurado
no destruir. Yokutsu aprovecha la oportunidad de batirse en due-
lo con su némesis, Mirumoto Asijin, cuando éste se disponía a
6 dejar las tierras de la Libélula (que Asijin había ayudado a fundar)
para luchar al lado de los Dragón. El general Akodo vence a Asijin y se
proclama daimyo del Clan Menor de la Libélula. El reinado de Yokutsu
sólo dura unos pocos días, pues el hijo de Asijin le derrota en un duelo,
obligando a las fuerzas León a marcharse de las tierras de la Libélula.
El Clan Dragón convierte oficialmente a la Libélula en sus embajado-
res, lo cual protege al Clan Menor de sufrir más ataques por parte de
los León.
Kitsu Taiko se convierte en Maestro del Fuego: año 761
Aunque no son famosos por su dominio de la magia, los Kitsu
entrenan a la prometedora Kitsu Taiko de forma tal que hasta
los Fénix toman nota del poder de la shugenja. Su habilidad con
la magia de fuego y su capacidad de liderazgo en el campo de
batalla la convierten en imprescindible para los León. Cuando
la edad la fuerza a retirarse, el Clan Fénix le ofrece un puesto en el
Consejo Elemental como Maestro del Fuego. Taiko acepta, convir-
tiéndose en el único shugenja ajeno al Clan Fénix que se haya senta-
do nunca en el Consejo.
El regreso del Clan Unicornio: año 815
El regreso de los hijos de Shinjo al Imperio afecta a los León
más que a ningún otro clan. Los León comparten ahora frontera
con otro Clan Mayor, y uno cuyas tácticas de caballería confun-
den a los más grandes generales León durante casi una genera-
ción. Los León, que se niegan a entregar las tierras que ellos
han cultivado durante siglos, se quedan con buena parte de lo
que eran las tierras de los Ki-Rin. Los dos clanes se odiarán amis-
tosamente el uno a otro durante generaciones.
El segundo Día del Trueno: año 1128
El segundo Día del trueno responde con claridad a la pregunta
que los León se han estado preguntando durante toda la Guerra
de los Clanes: ¿qué era más importante, la lealtad al Imperio, o
la lealtad al Emperador? El que Hantei XXXIX sea poseído por
Fu Leng, y el que el Oscuro sea derrotado más tarde por los
Siete Truenos pone en evidencia que los mortales pueden fallar,
independientemente de si están imbuidos o no de poder divino.
El papel de los León es mantener el ideal de Rokugan como un
Imperio regido por el honor y la justicia.
Este momento sirve también de amargo recordatorio para los
León de su escasa habilidad política, pues ahora los León pierden la
oportunidad de congraciarse con el nuevo Emperador, Toturi. Aun-
que Toturi perteneció en su día a la familia Akodo, el Clan León no
puede usar esto en su provecho. Aunque siguen siendo la poderosa
mano derecha del Emperador, no consiguen convencer a Toturi de
que despose a una León, o de que otorgue nuevos territorios a su
clan. Muchos León reconocen en privado que esto es una oportuni-
dad tristemente desperdiciada.
La sucesión del daimyo: año 1128
Uno de las primeras acciones del Emperador Toturi I es asegu-
rar la estabilidad de los clanes al ordenarles que nombren a nue-
vos samurai para los puestos que han quedado vacantes tras la
guerra, y especialmente para el de daimyo de familia. Los León,
que son uno de los clanes que han sufrido graves bajas durante
la guerra, se ven obligados a otorgar puestos de importancia a
samurai jóvenes e inexpertos. El Emperador nombra a Ikoma
Tsanuri Campeón del Clan León, y los Matsu nombran daimyo al
joven Matsu Ketsui.
La Prueba del Campeón de Jade: año 1131
Desgastado tras años de luchas, el Clan León busca cualquier oportu-
nidad que le permita hacerse con nuevos recursos o más poder. Cuan-
do se anuncia la primera Prueba del Campeón de Jade desde hace
siglos, un shugenja capaz y con gran determinación llamado Kitsu
Okura se inscribe en nombre de los León. Aunque el hecho de que
derrote a shugenja de los Unicornio, los Cangrejo, e incluso de los
Fénix es impresionante, se sospecha que su talento no se debe a su
armonía con los kami. Se rumorea que ha utilizado maho para hacerse
con el título, pero nadie se atreve a acusar al Campeón de Jade abier-
tamente. Mas estas acusaciones demuestran ser ciertas, y el ejemplo
de Okura llevará a que muchos shugenja Kitsu sucumban también a
la corrupción.
Tormentas sobre el Castillo Matsu: año 1132
Enloquecido por la Oscuridad Mentirosa, Toturi emplea los rumo-
res de que los León utilizan maho como una excusa para ordenar
que los Unicornio declaren la guerra a su antiguo clan. Muchas
Doncellas de Batalla Otaku perecen combatiendo contra en enor-
me ejército de soldados León corruptos que luchan al lado de va-
rios Oni convocados por los Kitsu. Asqueados con sus camaradas y
consigo mismos, muchos samurai y shugenja León cometen seppuku
como acto de protesta o para escapar de la Corrupción Sombría que
se apoderado de ellos. Muchos otros se agrupan bajo el estandarte
de Ikoma Tsanuri y juran purgar el Clan León de su corrupción.
Aunque las acciones de Okura estaban en un principio guiadas por
el bien de su clan, ahora éste desafía abiertamente a Tsanuri. El
poderoso Señor Oni Akuma controla ahora su voluntad.
La pérdida de las Crónicas Ikoma: año 1132
La Oscuridad Mentirosa destruye las Crónicas Imperiales de los
Ikoma, en un intento de separar a Rokugan de su pasado. Unos
pocos pergaminos son rescatados por valientes bushi e historia-
dores, que se enfrentan al fuego y a los engendros de la Oscuri-
dad en su búsqueda de las preciadas crónicas. Los Ikoma que-
dan muy debilitados por este incidente, y esperan poder restau-
rar su biblioteca en el futuro.
Ataques en la Tierra de los Muertos: año 1132
A pesar de estar debilitados en extremo, y de haber perdido a
muchos de sus miembros a la Corrupción Sombría, los Kitsu no
han abandonado su deber como portavoces de los ancestros. Los
Kitsu no corruptos encuentran cada vez más difícil contactar
con el Reino de los Ancestros Benditos, hasta que al final sólo
consiguen escuchar los aullidos lastimeros de los espíritus de
Yomi. Aunque muchos creen que la corrupción que ha sufrido la
familia es la razón de esto, los Kitsu temen que haya algo mucho
más siniestro detrás del silencio de los ancestros. Sus miedos se
confirman cuando espíritus que vagabundeaban por el reino de
los mortales informan a los Kitsu de que los esbirros de la Oscu-
ridad Mentirosa han atacado Yomi. Los Kitsu descubren que
estos espíritus son en realidad Shiryo que han regresado, pasan-
do a través del Portal del Olvido, que ahora carece de guardia-
nes.
Los Akodo recuperan su lugar: año 1133
La derrota de la Oscuridad Mentirosa es atribuida principalmente
a las acciones de Hitomi, la cual observa ahora Rokugan desde
las alturas como la Dama Luna. Hitomi emplea la sabiduría del
monje iluminado Takao para dar nombre al Innominado, y le da
el título de “Akodo”. El noble espíritu que ahora porta ese nom-
bre obliga a la Oscuridad a tomar forma física. Los esbirros de las
tinieblas se convierten en samurai sin nombres ni pasados, que
sólo saben que son “Akodo”. Se descubre que muchos de éstos
son en realidad ronin Akodo que fueron absorbidos por la Oscu-
ridad. El Emperador Toturi I devuelve a los Akodo sus antiguas
tierras y nombra a su servidor Ginawa, un antiguo Akodo, daimyo
de la familia. El Emperador, en su generosidad, permite a todos
los Akodo supervivientes que regresen a la que fue su familia
sin daño alguno a su honor, y la mayoría acepta. Toturi insta a
todos los Akodo, y en especial a Ginawa, a que vivan para honrar
el nombre que los Cielos les han dado.
La sucesión del daimyo: año 1133
Tras la muerte de Ikoma Tsanuri en la Batalla del Portal del Ol-
vido, el astuto estratega Kitsu Moto, que había sido escogido
por Tsanuri para ser su sucesor, se convierte en el siguiente Cam-
peón del Clan León. Tras revelar Ikoma Sume que el hatamoto de
confianza de Motso es en realidad un agente del Kolat, se le concede
dicho puesto al inteligente historiador León. Poco más tarde, se le
ofrecerá el de daimyo de la familia Ikoma. Sume no parece muy
entusiasmado con la idea, pues el puesto conlleva la muy difícil tarea
de reconstruir las bibliotecas Ikoma y de mejorar la posición política
de los León. A pesar de todo, Ikoma Sume desempeña su labor de
forma sobresaliente.
Las Crónicas son robadas: año 1134
Los Ikoma quedan asombrados cuando el Emperador les infor-
ma de que un noble Miya llamado Hatori ha sugerido que debe-
rían ser los Miya, en vez de los Ikoma, los que se encarguen de
las nuevas Crónicas Imperiales. Antaño un miembro de la fami-
I
lia Ikoma, Miya Hatori utiliza sus considerables recursos para n
arrebatarle tal honor a los Ikoma, argumentando que sólo una
familia Imperial puede ser lo suficientemente imparcial. Ade- t
más, tras la destrucción de las bibliotecas Ikoma y Asako, los r
registros heráldicos de los Miya constituyen ahora el registro
histórico más completo de todo el Imperio. Aunque Hatori no o
admite tal cosa, tanto él como los Ikoma saben que su campaña d
para conseguir hacer de los Miya los cronistas imperiales se debe
al resentimiento que Hatori siente hacia los Ikoma porque éstos u
le expulsaran de sus tierras. La tradición, sin embargo, juega a c
favor de los Ikoma, y la mayor parte del Imperio ignora los es-
fuerzos de Hatori. Los Ikoma siempre han sido los historiadores c
del Imperio, por lo que todo el mundo asume que sus bibliote-
cas deben ser las más completas.
i
ó
La Batalla del Río de la Luciérnaga: año 1136
Deseoso por expandir sus fronteras y por poner a prueba al po- n
deroso Clan León, el Khan Moto Gaheris de los Unicornio ordena
que su ejército Moto atraviese el Río de la Luciérnaga para atacar las
tierras León con la ayuda de varios shugenja de guerra Iuchi. Los
Ikoma se preparan para este repentino asalto, mientras los diplomá-
ticos de la familia parlamentan con los Unicornio, ralentizando el
avance del ejército enemigo. Creyendo que la superioridad de su
posición le hace invulnerable, Gaheris se permite el lujo de que los
Ikoma le retrasen. El Campeón Unicornio se ve sorprendido por
completo por el repentino contraataque de un ejército de elite de
samurai Akodo que se abalanzan a la ayuda de sus primos Ikoma. En
su primera batalla de verdad, los nuevos Akodo demuestran ser
dignos de haber recibido tal nombre. Su rendimiento supera las
expectativas de todo el mundo, salvo del propio Ginawa, y el ejército
Unicornio se ve obligado a batirse en retirada.
Comienza la Guerra de los Espíritus: año 1138
Cuando el Emperador Toturi se niega a ceder el Trono Imperial
a Hantei XVI, el enloquecido Crisantemo de Acero reúne a
muchos de los espíritus que han regresado del Portal del Olvido
y los lanza contra sus descendientes. La guerra que sigue es
trágica y sangrienta, pero demuestra ser la oportunidad que los
renacidos Akodo estaban esperando para probar su valía para el
Imperio. Los Akodo cumplen bien con su cometido, y los León
vuelven a disfrutar del tener a los inigualables estrategas Akodo
entre sus filas. Akodo Ginawa parlamenta con muchos de los
espíritus Akodo, convenciéndoles para que se unan a Toturi en
la defensa del Imperio. Estos espíritus demuestran ser de incal-
culable valor para los Akodo, pues enseñan a sus inexpertos
descendientes lo que significan seguir la senda de Akodo el
Tuerto.
El derrumbamiento del Paso de Beiden: 1150
El paso de Beiden se derrumba, siendo considerado este acon-
tecimiento como el que marcará el final de la guerra contra los
ejércitos de Hantei XVI. Esto hará que muchos León sonrían
para sus adentros, pues esto significa que ya no tendrán nunca
más una frontera compartida con el traicionero Clan Escorpión.
Algunos Matsu se lamentan por ello, pues ahora tendrán que viajar
durante días para poder cruzar su acero con los Bayushi.
7
 La sucesión del daimyo: 1150
Cuando el solitario Kitsu Motso fallece, la posición de Campeón
del Clan León queda desierta, y la línea sucesoria no está clara.
Akodo Ginawa acalla los rumores que indican que podría asu-
mir el cargo, pidiéndole abiertamente al Emperador que no le
nombre Campeón del clan. Su deber está para con la recons-
trucción de la familia Akodo. Matsu Ketsui afirma que, aunque
no es demasiado vieja como para liderar a su familia en batalla,
sí lo es para guiar el futuro de un clan entero. Cuando Ketsui
sugiere el nombramiento de alguien prácticamente desconocido
como Campeón (su hijo Nimuro), Ginawa la apoya. Según el
I daimyo Akodo, el joven Matsu luchó bien en la Guerra de los
Espíritus, y podría convertirse en un buen Campeón si recibiese
n la instrucción necesaria. Toturi accede rápidamente, pero exige
t que Ginawa sea el consejero de Nimuro durante el tiempo que
sea necesario.
r En este mismo año, el daimyo de los Kitsu, Kitsu Toju, se retira
o y nombra a un primo lejano como su sucesor.
d Campaña en tierras Grulla: año 1153
u Aunque se creía que era un bruto fácil de manipular, Matsu
Nimuro resiste estoicamente los intentos de los Grulla y de otras
c familias de provocarle a cometer actos de violencia sin sentido.
c Dichos intentos cesan por completo cuando Nimuro aparece en
las afueras de Shiro no Yojin con un ejército de samurai Akodo,
i saqueando el castillo con una precisión terrorífica. La pérdida
de vidas humanas en ambos bandos se minimiza debido a sus
ó estrategias. Más tarde, se libera a los rehenes Grulla a cambio de
n una razonable cantidad de koku y algunos favores a determinar
“más tarde”. Ansiosos por mitigar la vergüenza de su derrota, los
cortesanos Grulla acceden a sus demandas.
Tras haber sido liberados los rehenes, los Grulla vilipen-
dian a Nimuro en la corte. Según ellos, el ataque a Shiro no
Yojin fue traicionero y lleno de subterfugios, y los León nun-
ca habrían conseguido vencer si hubiese sido una batalla ho-
norable. El Campeón León responde detallando la ruta que
tomará su ejército desde Shiro no Yojin hasta Toshi Ranbo
delante de las Familias Imperiales y de los representantes
Grulla. Nimuro anuncia su intención de atacar Toshi Ranbo
en menos de una semana, e invita incluso a los Grulla a ver
sus planes para la batalla.
El Emperador rehúsa intervenir, y los Grulla se ven atrapa-
dos por sus propias palabras. Mientras tratan desesperadamente
de organizar sus tropas, los Daidoji se ven completamente supe-
rados por Nimuro, que se adelanta a cada uno de sus movimien-
tos defensivos. Toshi Ranbo cae tan rápida y fácilmente como lo
había hecho Shiro no Yojin, y Nimuro se asegura un lugar entre
los más grandes héroes del Clan León.
Se hace pública la existencia
de un bastardo imperial: año 1155
Un joven llamado Kaneka aparece en la corte del Emperador,
proclamando ser el hijo ilegítimo de Toturi. El Emperador se
reúne con él, y aunque no le reconoce como su bastardo, tampo-
co busca compensación por la presunción de Kaneka. En su lu-
gar, Toturi ordena a Ginawa que le conceda un feudo a Kaneka.
Los León hacen todo lo que pueden por congraciarse con Kaneka,
y le enseñan la senda de Akodo, que el joven aprende con in-
creíble rapidez. Los líderes de los León ven en Kaneka una opor-
tunidad de resarcirse de la oportunidad que perdieron cuando
Toturi I reclamó el trono para sí.
Habiendo carecido de un verdadero padre, el joven Kaneka se
siente muy unido al inquebrantable Akodo Ginawa. La inteligen-
cia de Kaneka y su extraordinaria habilidad con la espada le hacen
ganarse un lugar entre los líderes de los León, y se le ve a menudo
en compañía de Akodo Ginawa y Matsu Nimuro. Se rumorea que
Nimuro le ofreció su propio puesto como Campeón a Kaneka, pero
este rehusó. Sólo los miembros de más alto rango del clan saben
8 que esta historia es en realidad cierta.
La alianza con los Fénix: año 1156
Debido a la posición política de Hantei Naseru, hijo de Toturi, los
León se alían con el Clan Fénix. El objetivo de esta alianza es
preparar un ataque masivo conjunto contra las Tierras Sombrías.
Aunque Naseru aún no ha realizado los preparativos necesarios para
que el Clan Cangrejo les permita iniciar una campaña como esta,
cree que el tiempo está de su parte, pues llevará otros tres años
reunir las tropas, armamento y magia que un ataque de estas carac-
terísticas requiere.
Muerte de Toturi I: año 1158
El Emperador es asesinado mientras viaja por tierras Escorpión.
Muchos creen que el Emperador se dirigía a Ryoko Owari a nom-
brar a Akodo Kaneka como su sucesor. Poco después, la Empera-
triz desaparece también, y los León no están seguros de a cuál de
los hijos de Toturi deben apoyar. Muchos Akodo creen que Kaneka
es el verdadero heredero de Toturi, y le ven como su daimyo y su
Emperador. Aunque Nimuro apoya abiertamente a Kaneka, mu-
chos Akodo y casi todos los Matsu prefieren al poderoso y honora-
ble Toturi Tsudao, líder de las Legiones Imperiales. Hantei Naseru
cuenta con muchos aliados entre la familia Ikoma, que creen que
los León saldrán muy beneficiados si le ayudan a conseguir el
Trono de Acero. Los tranquilos Kitsu, por su parte, admiran al
visionario shugenja, y también hijo de Toturi, Toturi Sezaru.
La Destrucción del Clan de la Libélula: año 1158
Cuando los Fénix declaran la guerra al Clan Dragón, los León se ven
obligados por su alianza a unírseles en el ataque. Akodo Ijiasu utiliza
la guerra como una excusa para atacar al Clan de la Libélula, ven-
gándose así del insulto que este Clan Menor había inflingido a los
Akodo cuatro siglos atrás. Semanas después del comienzo de las
hostilidades, el pequeño Clan de la Libélula ha dejado prácticamen-
te de existir. Sus tierras son arrasadas por los Akodo, y sus samurai se
dispersan a los cuatro vientos.
El incendio de las Tumbas Kitsu: año 1158
Los León se encuentran de repente luchando en dos frentes, al
aparecer un misterioso enemigo de las montañas y asaltar las tie-
rras de la familia Kitsu. Aunque los León reciben la ayuda de Toturi
Tsudao y las Legiones Imperiales, los salvajes Tsuno barren todo
a su paso. Llegan hasta el interior del territorio León, saquean las
Tumbas Kitsu, capturan al hermano del Campeón del clan, Matsu
Domotai, y después desaparecen tan rápido como llegaron.
La Isla de la Niebla: año 1158
Liderado por Ikoma Otemi y Matsu Kenji, un buque León se
tropieza con la mítica Isla de la Niebla, la fortaleza perdida del
pirata Yasuki Fumoki. Gracias a los heroicos esfuerzos de los
León y de la ayuda de los Nezumi que viven en la isla, Otemi y
Kenji dan muerte a un temible Orochi no-muerto que guardaba
el isla y el tesoro de Fumoki. Victoriosos, los León amasan una
increíble fortuna para su clan.
El compromiso de Ikoma Otemi: año 1159
Por su valor y servicios a su clan, se le concede a Ikoma Otemi el
honor de comprometerse en matrimonio con Bayushi Kaukatsu,
que estudia para convertirse en Canciller Imperial. El matrimo-
nio fortalecerá los lazos existentes entre Ikoma Sume y Kaukatsu.
Aikune traiciona a los León: año 1159
Respondiendo a la amenaza de los Tsuno, los León envían de
vuelta a la mayoría de sus tropas, dejando sólo a algunos conse-
jeros para honrar su tratado con los Fénix. Shiba Aikune ve esto
como un acto de cobardía y traición y declara abiertamente que
los León carecen de todo honor. Matsu Shinya, líder de las res-
tantes tropas León, reta a Aikune a un duelo de kenjutsu. Aikune
transforma el poderoso nemuranai del Deseo de Isawa en una
katana flamígera, y da muerte al Matsu. Encolerizados, otros León
atacan a Aikune, y todos ellos son destruidos. Aikune ordena a
 sus samurai Shiba a que maten a los León que quedan y pone fin a
la alianza entre los dos clanes. Sólo unos pocos León sobreviven a la
matanza.
La caída de Toshi Ranbo: año 1159
Daidoji Gudeta lidera un ejército Grulla y asalta Toshi Ranbo,
consiguiendo coger por sorpresa a los León, que están distraídos
con los Tsuno. Ambos bandos se sorprenden por la intervención
de Hantei Naseru, que les ofrece una salida diplomática. Tanto
León como Grulla aceptan, y para mayor sorpresa de ambos,
Naseru se decide en favor de los segundos. Algunos se preguntan
si el Yunque tiene en realidad aprecio por los Grulla o si pretende
castigar a los León por haber apoyado a Kaneka y Tsudao. En
cualquier caso, los León mantienen su palabra y aceptan la deci-
sión de Naseru.
El Shogun: año 1159
Aunque muchos se resisten a la idea de que Kaneka sea el hijo
de Toturi, el joven León sigue creyendo que su destino es go-
bernar el Imperio. Invocando una oscura referencia del Libro de
Sun Tao, Kaneka se declara a sí mismo Shogun, líder militar del
Maduro (2 puntos)
Imperio. Todos aquellos que deseen servirle deberán romper
sus wakizashi como muestra de vasallaje. Kaneka forjará enton-
ces una nueva espada, una espada de shogun, del acero resul-
tante. Akodo Ijiasu es uno de los primeros en jurar lealtad a
Kaneka, y muchos otros León lo hacen después de él.
Nuevas reglas
Existen dos reglamentos oficiales con los cuales jugar tus partidas
de La Leyenda de los Cinco Anillos: El Juego de Rol de La
Leyenda de los Cinco Anillos, Tercera Edición (que viene de-
tallado en Almanaque L5A), y el sistema d20 de Wizards of the
Coast (que viene detallado en Rokugan, el suplemento oficial de
L5A para Aventuras Orientales). Aunque estos dos reglamentos
son bastante diferentes, el mundo del juego es el mismo, y por lo
tanto nuestra intención es ofrecerte un libro que te sea útil inde-
pendientemente de qué reglamento estés utilizando.
Normalmente, cuando se introduzca una nueva regla, se pre-
sentarán las versiones d20 y L5A 3ª Edición de la misma de
forma conjunta.
Las reglas del sistema d20 tienen este aspecto.
Las reglas del sistema L5A 3ª Edición tienen este aspecto.
En algunas ocasiones, se introducirán reglas que sean espe-
cíficas de uno de los dos reglamentos (como Nuevas Sendas
para L5A 3ª Edición, o nuevas dotes para el sistema d20). En
estos casos, dicha información seguirá la convención antes men-
cionada. El material para d20 aparecerá en negro, y el de L5A
3ª Edición, en gris.
A veces, los PNJ que aparecen en el libro carecerán de esta-
dísticas completas, en cuyo caso se mencionará únicamente la
categoría de personaje y niveles, o rango de escuela, de los mis-
mos. A continuación vemos el siguiente ejemplo:
Toritaka Tatsune
[Samurai 6/Berseker 4/Veterano de las Tierras Sombrías 10;
Bushi Hida 5/Vengador Hida 3]
La información que precede al punto y coma es la clase y nivel
del PNJ en cuestión en el sistema d20. Lo que sigue es el rango y
la escuela del PNJ, de acuerdo con el sistema L5A 3ª Edición.
A veces se presentará información perteneciente a sólo uno
de estos reglamentos. En estos casos, el texto estará en un
recuadro de fondo gris. Los encabezamientos de dichos
recuadros detallarán si sus contenidos se refieren al sistema
d20 o a L5A 3ª Edición.
Nuevas
desventajas
Debido al reciente salto que ha habido desde la época de la
Guerra de los Clanes hasta la de los Cuatro Vientos, es posible
que muchos Directores del Juego o Dungeon Masters deseen
introducir en sus campañas a PNJ e incluso a personajes jugadores
de la época anterior. Por ello se han introducido dos nuevas Desven-
tajas que permiten representar de forma realista a personajes de
edad avanzada. Estas desventajas pueden ser adquiridas durante la I
creación del personaje, o pueden otorgársele durante la campaña,
una vez que éste alcance la edad apropiada. Ningún personaje pue- n
de poseer las Desventajas de Maduro y Anciano simultáneamente; la
t
r
segunda reemplaza a la primera.
(Nota: el Libro básico I del sistema d20 incluye reglas para la
creación de personajes de edad avanzada.)
o
d
El personaje no es un anciano, pero tampoco ningún jovencito. Esto
incluye a personajes de entre cuarenta y cincuenta y cinco años,
u
aunque puede variar según el individuo. Los personajes de esta edad c
deben realizar un Aumento para poder pasar cualquier tirada de
Fuerza o Agilidad. Esto incluye el utilizar habilidades relacionadas c
con dichas características. El lado positivo es que el personaje ten- i
Shinrai, espada celes-
ó
n
tial del Clan León
Hace ya varias décadas, la kami Shinjo se hizo con las Espadas
Ancestrales de todos los Clanes Mayores y se las entregó a la diosa
Amaterasu, que las distribuyó por los cielos como muestra de su
descontento con la humanidad. Tras la muerte de Amaterasu, el
nuevo Dios Sol, Yakamo, ordenó a la Fortuna del Acero que crea-
se espadas nuevas para los Campeones de los Clanes, y que em-
please para ello el acero de estrellas del Reino Celestial. La Espada
Celestial del Clan León, Shinrai, es una de estas katana.
El que era el Campeón del clan por aquel entonces, Kitsu Motso,
tomó a Shinrai como su arma personal. Cuando Matsu Nimuro se
convirtió en Campeón del Clan León, le hizo entrega de la Espada
Celestial a Toturi I, como muestra del juramento de los León. Así, ésta
sería custodiada por el Emperador en tiempo de paz, de la misma
forma que había ocurrido siempre con la antigua espada ancestral,
Shori. Sin embargo, Toturi la rechazó cortésmente, diciéndole a
Nimuro que sólo la aceptaría cuando Rokugan estuviese realmente
en paz. Nimuro ha jurado cumplir con el deseo de Toturi, y devolver
algún día a Shinrai a su verdadero lugar, en la Ciudad Imperial.
Nimuro no lleva normalmente a Shinrai consigo. Ha jurado usarla
sólo contra los lacayos de las Tierras Sombrías o contra otros Cam-
peones de Clan que se alcen en armas contra él.
Sistema d20
Shinrai es una katana +5, veloz, hendiente, gran castigadora.
Proporciona a su portador un bonificador sagrado de +8 a la ini-
ciativa, e inflinge daño triple en los golpes críticos.
L5A 3ª Edición
Shinrai es una katana de Calidad Excepcional, con una puntuación
de daño de 4g4. Añade 2 a las habilidades de Katana y Kenjutsu de su
portador, o bien le proporciona dos puntos en estas habilidades a
personajes que carezcan de las mismas. El portador añade su honor x
5 a todas las tiradas de Iniciativa, y puede realizar un ataque adicional
por asalto contra cualquier oponente que tenga un rango de Honor
inferior al suyo. Para poder usar este último poder, el portador debe
saber con seguridad que su oponente tiene menos honor que él.
9
 drá dos puntos de reconocimiento adicionales por cada habilidad
Mental que posea.
Anciano (5 puntos)
El personaje está ya entrado en años. Esto incluye a personajes
de más de cincuenta y cinco años, aunque puede variar según el
individuo. Los personajes de esta edad deben realizar dos Au-
mentos para poder pasar cualquier tirada de Fuerza o Agilidad.
Esto incluye el utilizar Habilidades relacionadas con dichas caracte-
rísticas. El lado positivo es que el personaje tendrá dos puntos de
reconocimiento adicionales por cada habilidad Mental que posea, y
I cuatro puntos de reconocimiento adicionales por cada habilidad de
n Conocimiento.
t
r Nuevas
o aptitudes
d
u
de cortesano
c Los personajes pertenecientes a la clase de cortesano ganarán
c aptitudes de cortesano al alcanzar el nivel cuatro, y cada tres
niveles a partir de entonces. Dichas aptitudes se escogerán de
i una breve lista (véase Rokugan). Aunque la mayoría de los cor-
tesanos León pertenecen a la familia Ikoma, las nuevas aptitu-
ó des de cortesano que detallamos a continuación están disponi-
n bles para cualquier cortesano del Clan León. Los miembros de otros
clanes que posean la dote de Escuela Diferente con respecto a los
León también podrán aprender estas aptitudes. Las aptitudes de
cortesano normales siguen estando disponibles para los cortesanos
León.
El Favor de Ikoma (Ex): los relatos de los Ikoma pueden
dar fuerza a los débiles y hacer que los indignos se sientan como
héroes. El cortesano puede emplear una acción de asalto com-
pleto en animar a los aliados que puedan oírle. Podrá emplear
esta aptitud un número de veces al día igual a su rango de Honor
(esto no incluye los rangos de Honor ganados mediante esta ap-
titud). Esto requiere una prueba de Interpretar (CD 15 + el ni-
vel del objetivo). En caso de tener éxito, el objetivo gana un
rango de Honor durante una hora. Un cortesano de décimo nivel
o superior otorgará a su objetivo dos rangos de Honor. Un corte-
sano no puede usar esta aptitud sobre sí mismo, ni sobre un alia-
do que posea más Honor que él mismo.
El Rencor de Ikoma (Ex): Aquellos que ofenden a los historia-
dores del Imperio están condenados a ser recordados por su desho-
nor. Los relatos de los Ikoma pueden hacer que hasta los más puros
de corazón se sientan débiles y poco honorables. El cortesano pue-
de emplear una acción de asalto completo en reprender a un ene-
migo que pueda oírle. Esto requiere una prueba de Interpretar. El
objetivo debe hacer un tiro de salvación de Voluntad (CD igual al
resultado de Interpretar menos 10). En caso de que falle dicho tiro,
el objetivo pierde un rango de Honor durante una hora. Un cortesa-
no no puede usar esta aptitud sobre sí mismo, ni sobre un oponente
que poseo más Honor que él mismo.
Contar un Cuento (Ex): Los Cortesanos León son expertos
en los mitos y leyendas de Rokugan; algunos pueden incluso reci-
tar de memoria el árbol genealógico de cualquier samurai. Un cor-
tesano que emplee esta aptitud gana una bonificación de +10 cuan-
do utilice su aptitud de Chismorreo, pero la información que con-
siga siempre será relativa a la historia del sujeto en cuestión (o de
la familia de éste). Esta información no siempre es relevante, pero
las posibilidades de que sea fidedigna se incrementarán en un
diez por ciento. Un cortesano puede elegir no emplear esta apti-
tud en conjunción con la de Chismorreo, obteniendo así en su
lugar información relacionada con la situación presente. Esta ap-
titud concede asimismo una bonificación de +1 a todas las prue-
10 bas de Saber y de +2 a todas las pruebas de Saber (historia).
Lista completa de
dotes del Clan León
La tabla de la página siguiente contiene una lista de todas las
dotes adicionales de técnica que pueden ser adquiridas por los
personajes jugadores. Esta lista sustituye a las que aparecen en
Aventuras Orientales y Rokugan. Se han añadido a la lista dotes
que eran requisito previo para la adquisición de otras, y se ha
eliminado algunas dotes que no encajaban con el estilo de combate
de los León, y que poseían además unos requisitos previos excesivos.
Para equilibrar esta posible pérdida, se han añadido otras dotes del
Libro básico I.
Las abreviaturas para la localización de estas dotes son como
sigue: MdJ = Libro básico I, MdR = Magia de Rokugan, SdL =
Secretos del León, WoNin = La Senda del Ninja. [N. del T.:
inédito en castellano]
Estandartes
(La información que sigue está recogida también en La Corte
de Invierno: Kyuden Asako. Ha sido revisada y puesta al día
debido a la importancia que la heráldica personal tiene para el Clan
León.)
Muchos samurai llevan estandartes personales en las bata-
llas. Los Akodo suelen decir que un samurai que sólo ve los colo-
res de su clan a su alrededor se siente valiente, y que uno que
está rodeado por estandartes enemigos se siente asustado. El
uso o no de estandartes no influye sobre los resultados mecáni-
cos de los combates en el juego, pero aporta un toque de estilo y
personalidad a los personajes.
Si un samurai desea tener un mon personal, debería hacer
que la familia Miya lo registre, para evitar confusiones o dupli-
cados. Aunque un samurai puede diseñar su propio mon sin
haberlo registrado antes, el propósito de un mon es que los de-
más lo reconozcan, así que el no registrarlo con los heraldos Im-
periales sería un absurdo. Por el mismo motivo, los samurai rara
vez cambian su mon personal.
La elección de un mon individual es motivo de orgullo, y
siempre supone algo muy personal. Muchos samurai se hacen
con los servicios de artesanos de gran habilidad para que estos
den vida a sus mon y sus estandartes; la importancia que se les
da es tan grande como la de la propia katana. El llevar el estan-
darte del ejército en batalla es un gran honor, y dejarlo caer su-
pone una enorme desgracia.
El coste de los estandartes aparece en koku, y en la cantidad
de puntos de personaje necesaria para adquirirlos con la Ventaja
de Herencia de L5A 3ª Edición.
Muchos estandartes imponen penalizaciones a sus portado-
res, debido a la forma de éstos, más que a su peso. Se puede
dejar caer el estandarte en cualquier momento para evitar di-
chas penalizaciones, pero esto es un acto deshonroso.
Fukiniki
Un banderín grande y cilíndrico, reforzado con varillas o cartón
piedra. Está diseñado para colocarse sobre una silla de montar, o
en las murallas de un castillo. Este es un estandarte muy extra-
vagante, propio de samurai adinerados. Precio: 7 koku/Coste: 3
puntos. Peso: 15 libras. [N. del T.: unos 7 kilos.]
Gohei
Una vara o varita ceremonial decorada con seda y papel cartón, y
bendecida por los espíritus para que traiga buena fortuna. Sólo
la pueden llevar personajes shugenja o monjes. Precio: 4 koku/
Coste: 1 punto. Peso: 4 libras. [N. del T.: unos 2 kilos.]
J’uma Jirushi
Un “gran estandarte”. Los J’uma Jirushi son enormes, están cons-
truidos con los mejores materiales, y pintados con elaborados
Lista completa de dotes del Clan León
Dote Requisito previo Localización
La Técnica de Akodo Ataque base de +8 o superior, Fue 13+, Senda del León Rokugan
Soltura con Armadura Competencia con Armadura Rokugan
Competencia con Armadura (pesada) Competencia con Armadura (ligera), Competencia con Armadura (media) MdJ
Hendedura Fue 13+, Ataque Poderoso MdJ
La Fuerza de la Corriente Car 13+, Sab 13+ SdL
Especialización en Daisho Ataque base de +5 o superior, Soltura con un arma: Katana o Wakizashi Rokugan
Trance de Muerte Ataque base de +1 o superior Rokugan
Las Profundidades del Vacío Utilizar Vacío, Samurai Rokugan
Escuela Diferente Sólo por permiso del DM Rokugan
Pericia Int 13+ MdJ I
La Lección Final
Gran Hendedura
Ataque base de +10 o superior, Ataque Poderoso
Ataque base de +4 o superior, Fue 13+, Hendedura, Ataque Poderoso
Rokugan
MdJ n
Daisho Mayor I Nivel de Samurai 13+ MdR t
Daisho Mayor II
Daisho Mayor III
Nivel de Samurai 15+
Nivel de Samurai 17+
MdR
MdR r
Daisho Mayor IV Nivel de Samurai 19+ MdR o
Iniciativa Mejorada
Derribo Mejorado
-
Int 13+, Pericia
MdJ
MdJ d
Voluntad de Hierro
Conocer la Escuela
-
Saber (clan o familia, 2 rangos)
MdJ
Rokugan
u
El León no Puede Fallar Ataque base de +1 o superior, Tomar la Medida WoNin c
El Rugido de Matsu
La Paciencia de las Mareas
Ataque base de +6 o superior, Utilizar Vacío
Sab 13+, La Fuerza de la Corriente, Utilizar Vacío
Rokugan
SdL c
La Percepción se Convierte en Victoria Ataque base de +10 o superior, Avistar (8 rangos), La Lección Final SdN i
Ataque Poderoso
Soltura con una Habilidad (estrategia)
Fue 13+
-
MdJ
MdJ ó
Forja de Almas
La Fuerza de la Pureza
Voluntad de Hierro o daisho ancestral, Arma o armadura de gran calidad
Honorable
MdR
Rokugan
n
Tomar la Medida Avistar (2 rangos) WoNin
Dureza - MdJ
La Voluntad de las Olas Ataque base de +5 o superior, Sab 18+, La Fuerza de la Corriente,
La Paciencia de las Mareas, Utilizar Vacío SdL
Utilizar vacío - Rokugan
La Senda del León Ataque base de +1 o superior, Fue 13+ Rokugan
Soltura con Arma (no-dachi) Ataque base de +1 o superior, Competencia con arma marcial (no-dachi) MdJ
Soltura con Arma (katana) Ataque base de +1 o superior, Competencia con arma marcial (katana) MdJ

diseños. Sólo los daimyo más poderosos pueden llevarlos. Estos es-
tandartes indican la posición del general en el campo de batalla, por
lo que ofrecen un blanco perfecto para los arqueros enemigos, y se
suele tener que repararlos a menudo. El portador de un Gran Estan-
darte se mueve muy despacio y no puede luchar mientras lo sosten-
ga. Los legendarios Estandartes Ancestrales son versiones nemuranai
de estos artilugios.
El general de un ejército que posea un gran estandarte gana
un bonificador de circunstancia de +10 a todas las pruebas de
Estrategia relacionadas con el dar órdenes a las tropas en una
batalla a gran escala. La persona que lleve un j’uma jirushi
sólo puede moverse a la mitad de su velocidad normal, no
puede correr ni cargar, y sólo puede luchar con una mano.
Asimismo, sufre un penalizador de circunstancia de -4 a todos
sus tiros de Reflejos y tiradas de ataque.
El general de un ejército que posea un Gran Estandarte puede
añadir tres puntos a su tirada de Agua + Estrategia, y recibe
cuatro Aumentos Libres al repartir órdenes entre sus hombres
mediante la habilidad de Estrategia. El portaestandarte sólo
puede moverse muy lentamente, sufre una penalización de +15
a todas sus dificultades, y sólo puede utilizar una mano para
luchar.
Precio: posee un valor incalculable. Un samurai no paga para que
le hagan uno; se gana el derecho a tenerlo y después encarga su
confección a sus propios artesanos. Peso: 25 libras. [N. del T.: unos
12 kilos.]
Ko’uma Jirushi
Un “estandarte menor”, o al menos lo es en comparación con el
j’uma jirushi. Un personaje que lleve este estandarte no puede hacer
mucho más que caminar en línea recta mientras trata de que el
viento no le tire.
El general de un ejército que posea un estandarte menor gana un
bonificador de circunstancia de +4 a todas las pruebas de Estra-
tegia relacionadas con el dar órdenes a las tropas en una batalla a
gran escala. La persona que lleve un ko’uma jirushi no puede
correr ni cargar, y sólo puede luchar con una mano. Asimismo,
sufre un penalizador de circunstancia de -4 a todos sus tiros de
Reflejos y tiradas de ataque.
El general de un ejército que posea un estandarte menor puede
añadir un punto a su tirada de Agua + Estrategia, y recibe dos
Aumentos Libres al repartir órdenes entre sus hombres mediante
la habilidad de Estrategia. El portaestandarte sufre una penali-
zación de +15 a todas sus dificultades, y sólo puede utilizar una
mano para luchar.
Precio: 100 koku/Coste: 7 puntos. Peso: 15 libras. [unos 6 kilos.]
Nobori
Un estandarte sencillo, que se puede llevar en una mano o colocarse
sobre la silla de montar. No es especialmente grande ni bonito, pero
lleva el mon del samurai, indicando su clan, rango, y la unidad a la
que pertenece.
Precio: 2 koku/Coste: 1 punto. Peso: 5 libras. [N. del T.: unos 2
kilos.]
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 Familias vasallas
Este libro incluye información sobre varias familias vasallas, com-
puestas de samurai menores que sirven a las familias de los Gran-
des Clanes. Aunque este tema ya ha sido abordado en suplemen-
tos anteriores (como Corte de Invierno: Kyuden Seppun o
Rokugan), las familias vasallas del Clan León nunca han sido descri-
tas con anterioridad.
Las familias vasallas ocupan una posición peculiar dentro de la
clase samurai. Dentro de la familia y el clan al que sirven, se les
conoce por su propio apellido, lo cual es una muestra de recono-
I cimiento a su servicio al clan. Sin embargo, fuera del clan son co-
nocidos por el apellido de la familia a la que sirven. Si un samurai
n de una familia vasalla se da conocer a un extraño por el apellido de

t su propia familia, en vez de de por el de aquella a la que sirve, esto

será considerado una gran muestra de arrogancia, pues implica
r que el samurai en cuestión se cree tan famoso e importante que

o da por sentado que su interlocutor le conoce a él y a su propio

linaje mejor que a la familia a la que ha jurado servir.
d Ejemplo: Katai Shiranui es una miembro de la familia Katai, vasalla
de los Akodo. Cualquier León se referirá a ella como Katai Shiranui.
u Sin embargo, en las Crónicas Ikoma ella figura como “Akodo
c Shiranui”, y cualquier persona ajena a su clan se referirá a ella de
igual modo. Cuando Shiranui se presente a sí misma ante samurai
c ajenos a su clan, podrá referirse a sí misma como “Akodo Shiranui,

i de la Casa Katai”, o simplemente como “Akodo Shiranui, de los

Katai”. Si un miembro de otro clan la visitase en las posesiones de
ó su familia, entonces sí podría usar el apellido de su familia, pues

n se da por sentado que el visitante es consciente de que se

encuentra en las tierras de los Akodo.

Sashimono
Este es el tipo más común de estandarte personal, y tam-
bién el más popular. Se sujeta a la parte trasera de la arma-
dura del samurai por medio de unos cordones que pasan
por debajo de las axilas y se atan al pecho. Este
estandarte muestra el mon del clan o la familia
del samurai, así como su rango. Algunos
samurai llevan
hasta tres
sashimono a
la vez, para
hacer notar su
elevada posición o
sus riquezas. Los
samurai Fénix y Gru-
lla llevan a veces un par de
sashimono muy estilizados,
diseñados para ondearse con
el viento y dar la sensación de
ser un par alas.
Precio: 3 koku. Coste: 1 punto.
Peso: 5 libras. [N. del T.: unos 2 ki-
los.]

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