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1 Juan Lección 2
1 Juan 1:1-4
(devuelva solamente las páginas 7 y 8)
¿En qué piensa usted cuándo oye que un tiempo de compañerismo se ha planeado en
su iglesia? En muchas iglesias, "compañerismo" se usa para describir eventos sociales,
a menudo acompañado con comidas deliciosas.
Ciertamente tiempos sociales como esos, son una parte importante en la vida de
una iglesia saludable. Dios nos hizo seres sociales que necesitan contacto con otras
personas. Sin embargo, nosotros necesitamos balancear dos cosas: nuestro deber al
servir a Dios y nuestro gozo en las relaciones con otras personas.
Usar la palabra "compañerismo" sólo para eventos sociales no es lo que enseña
el Nuevo Testamento. Al iniciar Juan su primera carta, rápidamente tocó el asunto del
compañerismo. Para Juan, "compañerismo" habla de una relación positiva y viva. Es
disfrutar una relación con alguien que tenemos mucho en común.
Compañerismo significa más que llevarse bien con otros. Significa tener una
relación profunda, basada en la verdad y fomentada por el amor. El compañerismo
empieza con una buena relación con Dios, y entonces eso produce buenas relaciones
con otros.
Nosotros no cultivamos compañerismo verdadero planeando fiestas más
elaboradas. Más bien, el compañerismo dentro de una iglesia crece cuando cada
cristiano aprende a tener compañerismo con el Señor.
de Jesús, Juan había sido testigo, desde un principio, del ministerio del Señor y del
evangelio que Él trajo. En este contexto, "el principio" no se refiere al principio absoluto
del universo, como lo hace en Juan 1:1, sino al principio del mensaje del evangelio que
Cristo trajo cuando Él vino a la tierra.
Como discípulo de Jesús, Juan lo observó muy de cerca durante los tres años de
Su ministerio terrenal. Mientras Jesús iba por Israel enseñando, predicando y haciendo
milagros, Juan oyó lo que Él dijo y vio lo que Él hizo. Juan fue un testigo ocular de la
evidencia que demostró que Jesús era de cierto el Hijo de Dios. Juan vio a Jesús
cuando murió en la cruz, y él miró fijamente en la tumba vacía y reconoció que Jesús de
cierto había resucitado de entre los muertos.
Después de la resurrección, Jesús apareció a los discípulos, y Él invitó al dudoso
Tomás a tocar Sus heridas (Juan 20:26-29). Con toda esta evidencia, Juan supo con
certeza quien era Jesús. Él no era solamente un hombre bueno. Ni era un ser divino que
sólo parecía ser humano. Juan estaba convencido que Jesús era de cierto el Hijo de
Dios, quien vino a la tierra como humano para morir en la cruz por todas las personas.
Éste es el evangelio, las buenas nuevas que Juan declaró a través de su largo
ministerio como apóstol. Éste es el evangelio que reafirmó a sus lectores en la epístola
de 1 Juan.
de Dios debe darnos paz. En un mundo dañado por competencia e injusticia, nuestro
compañerismo en la familia de Dios debe mantenernos cantando.
Ciertamente los cristianos deben ser marcados por su fe, esperanza y amor, pero
también deben mostrar un gozo verdadero. La verdad del evangelio de Dios es el
fundamento de nuestro compañerismo con Él y con los demás. Ese compañerismo es
una fuente inacabable de gozo para nuestras vidas. Ese gozo debe ser un testimonio
poderoso al mundo que nos rodea.
Aplicaciones Prácticas
• Es fácil para nosotros paralizarnos con duda. Cuando las dudas llegan a nuestras
vidas espirituales, menoscaban nuestra confianza en Dios, Sus promesas, y nuestra
salvación. Juan escribió para asegurarle a los cristianos que ellos pueden conocer la
verdad. Él mismo era un confiable testigo ocular de Cristo. Cuando las dudas
empiezan a asaltarnos, 1 Juan es un gran recurso para fortificar nuestra fe.
• A menudo hacemos amistades basadas en intereses mutuos. Si esos intereses se
quedan en la superficie de nuestras vidas, entonces nuestras amistades
permanecerán en un nivel superficial. Los cristianos comparten el mayor potencial
para un compañerismo genuino. Cuando somos hermanos y hermanas en la familia
de Dios, tenemos un lazo que de verdad nos une en el alma. Necesitamos cultivar el
compañerismo que Cristo nos ha proveído.
• Entre todas las personas, los cristianos deben ser gozosos. Las bendiciones que
tenemos en Cristo superan cualquier desafío que podamos enfrentar. Algunas veces
nos preocupamos tanto con las presiones, problemas, y necesidades que no
recordamos todas las maneras cómo Dios ha enriquecido nuestras vidas. Esta
semana tome algún tiempo para contar sus bendiciones. Al hacer esto, El gozo de
Dios renovará su alma.
Notas
1 Juan Lección 2
1 Juan 1:1-4
Nombre
3. ¿Qué es compañerismo?
5. ¿Qué podemos aprender nosotros del celo de Juan al compartir con otros
sobre el Evangelio de CRISTO?
10. ¿Cuáles son las tres cosas con las que el mundo tiene que tratar diariamente?
a.
b.
c.
11. El compañerismo cristiano tiene dos dimensiones interrelacionadas, ¿cuáles
son?