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Institución universitaria cesmag

Facultad de ciencias sociales y humanas

Programa de psicología

Psicología jurídica

Dolo, culpa y preterintención

El Estado Colombiano se organiza como un estado social de derecho y por ende se cimienta bajo
un conjunto de normas y postulados humanos, que se encuentran establecidas en la constitución
política y en tratados internacionales, los cuales tienen plena relación con la ley 599 de 2000
denominada código penal, la cual tiene como prioridad el respeto a la dignidad humana que cuando
es vulnerada permite la imposición de la pena, la medida de seguridad o las sanciones, mediante
la sentencia, dirigida para aquellos que han actuado conforme a las disposiciones de esta y su
actuación se ha configurado como una conducta punible o un delito.

Según el código penal se considera delito toda conducta típica, antijurídica y culpable (ley 599
del 2000, art 9). La tipicidad se refiere a toda conducta realizada conforme a alguna de las
disposiciones de la ley penal, la cual define las características de cada delito de manera
“inequívoca, expresa y clara” (ley 599 del 2000, art 10), esto quiere decir que sus disposiciones
solo contienen una interpretación que no permiten ambigüedades; así mismo, en el delito se
presenta la antijuricidad la cual se manifiesta en la lesión o vulneración a un bien jurídico
tutelado y finalmente para que el delito se materialice se presenta la culpabilidad que indica que
es necesario hacer un juicio de reproche para determinar si la conducta ha sido realizada con
dolo (plena intención), culpa (violación al deber objetivo de cuidado) o preterintencional, el
cual según la doctrina se considera como una mixtura entre el dolo y la culpa.

Es necesario aclarar que la tipicidad y la antijuricidad son características objetivas del delito,
mientras que la culpabilidad se encierra en aspectos subjetivos, porque se reprocha la conducta
del presunto delincuente (PERDOMO, 2011).
Es preciso mencionar que dentro del delito existen diferentes modalidades que permiten
determinar el modo en que una conducta se realizó, entre las cuales se enmarcan el dolo, la
culpa y la preterintención.

Para explicar que una conducta se ha realizado de forma dolosa, es necesario remitirse al
artículo 22 del código penal el cual dispone que una conducta se constituye como dolosa,
“cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y quiere su realización”
(ley 599 del 2000); existe la suma de dos aspectos, el saber y la voluntad, es decir que el sujeto
que comete la conducta punible reconoce conscientemente la gravedad de su actuación, y aun
así por su propia voluntad la efectúa. El dolo se clasifica en directo, indirecto y eventual.

El dolor directo, tiene como principal característica la intención o propósito, en donde el sujeto
actúa voluntariamente para provocar un daño (García, 2012), es decir que la acción cometida
era su finalidad desde un principio, se puede explicar a partir de un ejemplo en el cual un
individuo planea un asesinato de una político estrellando su vehículo con el de la víctima, el
sujeto planea como y donde debe realizar la acción y la ejecuta obteniendo lo requerido.

El dolo indirecto parte de una acción principal de la cual se producen unas resultados
secundarios, según García (2012) es indirecto porque “la finalidad del sujeto no es producir el
resultado, pero éste se asume como consecuencia necesaria de lo querido” (p.1), es decir que el
individuo no tiene intención de provocar ese efecto, pero acepta que este le sirve como medio
para cometer el hecho principal. Para explicar este postulado, continuaremos con el ejemplo
anterior, el individuo planea la acción conociendo que la víctima va acompañado siempre de su
chofer, pero su fin principal no es matar al chofer, sin embargo acepta el resultado como medio
para conseguir el principal. Cuando ejecuta la acción el individuo estrella el vehículo causando
la muerte tanto del político como de su chofer.

Por último, el dolo eventual, se consagra en el artículo 22, que aunque no lo clasifica como tal,
la jurisprudencia lo ha denominado así, el cual se materializa mediante la realización de la
conducta punible cuando esta se haya previsto como probable, sin embargo su producción se
dejó librada al azar; Según García (2012) la finalidad del sujeto que actúa con dolo eventual
“no es producir el resultado, pero reconoce la posibilidad de que éste se produzca y no obstante
sigue actuando” (p.1), es decir, que la persona no descarta que se pueda producir un daños
derivado de su acción, no tiene la voluntad de hacerlo sin embargo por su negligencia decide
dejar toda su actuación a las eventualidades que puedan pasar, obteniendo algo que talvez no
esperaba. Continuando con el ejemplo anterior, el individuo sabe que podría salir alguien más
implicado, como otro acompañante o algún transeúnte y ocasionarle unas lesiones, sin embargo
aun así, acepta las consecuencias y ejecuta la acción.

En relación a la culpa, es necesario aclarar que se confunde con el dolo eventual, pues las dos
reconocen el peligro de su actuar, sin embargo en el dolo eventual se asume el riesgo y la
responsabilidad frente a lo que suceda sin importarle la vulneración a los bienes jurídicos
tutelados de las demás personas, y en cambio la culpa según el código penal, en el artículo 23
estipula que la conducta es culposa “cuando el resultado típico es producto de la infracción al
deber objetivo de cuidado y el agente debió haberlo previsto por ser previsible, o habiéndolo
previsto, confió en poder evitarlo” (ley 599 del 2000), un ejemplo claro para este tipo de
modalidad de conducta punible, es cuando un sujeto maneja su automóvil en estado de ebriedad
y reconoce que puede provocar un accidente, pero cree que aun en su estado puede evitar
atropellar a alguien; es decir que aquí no se quiere o se busca causar la agresión, pues el hecho
se pronostica como improbable por parte del actor confiando en sus habilidades para poder
evitarlo, sin embargo el resultado delictivo se concreta.

Por último, la preterintencion, a partir del código penal, se considera que es preterintencional
“cuando su resultado, siendo previsible, excede la intención del agente” (ley 599 del 2000,
articulo 24). En donde una persona a pesar de conocer que la conducta punible piensa en
cometer un acto que no sea de mayor gravedad (Ramírez, 2018), un claro ejemplo es cuando
una persona, está siendo atacada por su agresor y en un intento por defenderse lo empuja y este
cae al suelo golpeándose la cabeza provocándole una muerte instantánea; el resultado de la
acción supera las expectativas que se tenían al principio, es decir que sus consecuencias fueron
más allá de las que se esperaban.

Referencia
Congreso de la república. Ley 599 del 2000. Recuperado de:
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=6388

García, E. (2012). El dolo: concepto, elementos y clases. Recuperado de:


https://www.infoderechopenal.es/2012/11/dolo-concepto-elementos-clases.html

PERDOMO, A. (2011). EL DOLO EN LA TEORÍA DEL DELITO


. recuperado de: http://derechopenalcolombia.blogspot.com.co/2011/02/el-dolo-en-la-
teoria-del-delito.html

Ramirez, M. (2018). Delito doloso, culposo y preterintenc ional: Conceptos que debes
manejar . recuperado de: http://www.colombialegalcorp.com/delito-doloso-culposo-y-
preterintencional/

https://dudaslegislativas.com/elementos-clases-y-tipos-de-dolo/

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