Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Desde el enfoque que nos interesa desarrollar planteamos la relevancia metodológica del
trabajo de campo en relación con la conceptualización social que sustentamos como
conjunto/totalización compleja de procesos y relaciones. Una conceptualización que supone,
más allá de las particularidades de los problemas de cada investigación, contar con estrategias
metodológicas intensivas que posibiliten entramar los aspectos socioestructurales con los
procesos y relaciones vividos y significados por los sujetos. Ello no significa absolutizar este tipo
de estrategias. Al contrario, podemos recurrir a otras, incluso las de carácter extensivo, como ya
hemos dicho. Sin embargo, entendemos que las características de intensidad y de interacción
con los conocimientos y significados de los sujetos que aportan las estrategias vinculadas al
trabajo de campo –tal como lo estamos considerando- resultan relevantes para una investigación
1
Para profundizar en esta temática ver E.Achilli (1988; 1992) Trabajo de campo. Los sujetos del proceso de
investigación; (Documentos base de clases) Cátedra: Metodología (Or. Sociocultural); Universidad Nacional de Rosario
(1988); Seminario: Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales; Universidad Nacional del Comahue (1992)
2
Claude Levi Strauss (1968) Antropología estructural; Editorial Universitaria de Buenos Aires; Buenos Aires; Argentina
2
De ahí que, para nosotros, el trabajo de campo remite, por lo menos, a tres cuestiones:
a) la relación con lo teórico/conceptual; b) la relación entre los sujetos de la investigación (lo
que supone de involucramiento del investigador en la experiencia intersubjetiva) y c) la relación
con las estrategias de investigación en sí.
En relación con lo teórico/conceptual diremos solamente por ahora -ya que volveremos
sobre ello-, que no partimos de un “marco conceptual” cerrado/clausurado. Ello no significa no
tener en cuenta una concepción, una conceptualización del problema a investigar.
Conceptualización que, de algún modo, actúa como esquema a flexibilizar, problematizar,
perturbar desde la experiencia empírica del trabajo de campo.
Dado que más adelante nos referiremos a las estrategias metodológicas, aquí nos
detendremos en la experiencia intersubjetiva que supone el trabajo de campo.
El trabajo de campo implica para nosotros, como sujetos que vamos a “investigar” el
involucrarnos en una experiencia de “extrañamiento” y “familiarización” dentro de una
dinámica de mutuas tipificaciones, de acercamiento y distancia, de intercambios de
conocimientos que nos va modificando como sujetos. Es decir, el participar de un proceso de
interacción social que provoca tipificaciones, identificaciones, rechazos, resulta, desde el punto
de vista metodológico, cruciales en el análisis interpretativo y en la contextualización del
proceso de investigación.
Esta dinámica se da desde el primer momento que comenzamos a negociar nuestro lugar
en el espacio de la investigación. Lo que esperan de uno, lo que interpretan para lo que uno está
allí comienza a adquirir significación para el trabajo.
Es una relación compleja desde el inicio. S.Taylor y E. Bogdan (1986) 3 dicen que los
comienzos del trabajo de campo pueden tomar distintas modalidades según las características
de los “escenarios” en los que se trabajará. Algunos son de fácil acceso, otros muy dificultosos.
S.J.Taylor y R. Bogdan (1986) Introducción a los métodos cualitativos de investigación; Editorial Paidós; Buenos
Aires
4
Tal diferenciación la hacemos a partir de haber considerado distintos “ejercicios de investigación” presentados por los
estudiantes, fundamentalmente, los de la Carrera de Antropología de la Facultad de Humanidades y Artes; Universidad
Nacional de Rosario
3
d) Espacios “propios”: aquellos a los que pertenece el investigador. En estos, habrá que
intensificar los recaudos metodológicos que implican pertenecer al mismo cotidiano,
tal como se ha trabajado en el primer Módulo.