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Jua 17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado;

glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;

1. Jesús hace una petición muy especial. Pide a su Padre que lo glorifique. De esta forma el
Padre también iba a ser glorificado.
 Todas las cosas que pidamos en oración no deben siempre tener estrictamente un
beneficio personal. Todo cristiano debe buscar en primer lugar que el Dios Trino, se
glorifique por medio de nuestras peticiones. Lo increíble de esta petición es que ninguno
de nosotros pedimos algún tipo de gloria celestial, pero aun así se nos es dada de forma
gratuita en la salvación.

2. Ahora Jesús pide un tipo de gloria muy particular. Esta gloria la vemos expresada en el
versículo 5. Cristo pide el tipo de gloria que tenía con el Padre antes de la fundación del
mundo. El Hijo había abandonado esta gloria, aquella comunión perfecta con el Padre en
los cielos para cumplir con el propósito de salvarnos aquí en la tierra. En definitiva Cristo
(próximo a su muerte, resurrección y ascensión) pide por volver a experimentar en los
cielos la más alta y sublime comunión con el Padre que siempre ha tenido desde antes que
todo existiese, ahora no solo como su unigénito Hijo, sino como su unigénito Hijo
redentor. Como aquel Hijo amado que había cumplido con lo que el Padre le había
mandado hacer (v. 4).
 El Padre recibe gloria cada vez que nosotros cumplimos con su voluntad que nos ha dado y
expresado en las Escrituras.

3. Cristo había experimentado esta gloria con el Padre en su naturaleza divina antes de la
fundación del mundo. Cuando Cristo vino a la tierra, el Hijo seguía experimentando una
perfecta comunión con el Padre pero ahora no solamente en su naturaleza divina, sino
también en su naturaleza humana (unión hipostática de Cristo). Ahora Cristo iba a
experimentar en los cielos la perfecta comunión con el Padre en sus dos naturalezas.
 Cada creyente puede experimentar una comunión con el Padre no tan solo en la tierra,
sino también en el cielo, ya que la obra redentora de Cristo alcanzo el cielo para nosotros.

Jua 17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le
diste.
Jua 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien has enviado.

Jua 17:4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.

Jua 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes
que el mundo fuese.

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