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Recurso de casación

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Este aviso fue puesto el 25 de marzo de 2011.

El recurso de casación es un recurso extraordinario que tiene por objeto anular


una sentencia judicial que contiene una incorrecta interpretación o aplicación de la Ley o que
ha sido dictada en un procedimiento que no ha cumplido las solemnidades legales, es decir
por un error in iudicando o bien error in procedendo, respectivamente. Su fallo le corresponde
a la Corte Suprema de Justicia y, habitualmente, al de mayor jerarquía, como el Tribunal
Supremo. Sin embargo, en ocasiones también puede encargarse del recurso un órgano
jurisdiccional jerárquicamente superior o en su caso uno específico.1

Índice

 1Funciones
 2Características
 3Antecedentes
o 3.1Derecho Romano
o 3.2Derecho Germánico
o 3.3Derecho Intermedio
o 3.4Derecho Común
o 3.5Derecho Francés
o 3.6Derecho Español
 4Diferencias entre casación y apelación
 5Regulación por países
o 5.1Argentina
o 5.2España
o 5.3Chile
o 5.4El Salvador
o 5.5Perú
o 5.6Nicaragua
 6Referencias
o 6.1Notas
 7Véase también

Funciones[editar]
Sus funciones principales son obtener:

 Aplicación correcta de la ley por parte de los diversos tribunales, como garantía de
seguridad o certeza jurídica.
 Unificación de la interpretación de las leyes a través de un solo órgano, fijando
la jurisprudencia.

Características[editar]
Dado que el Derecho procesal es muy variable en cada país y en el tiempo, podemos resumir
las características de la casación en las siguientes:

 Es un recurso extraordinario, es decir, la ley la admite excepcionalmente y contra


determinadas resoluciones judiciales.
 Sus causas están previamente determinadas. Ellas se pueden agrupar, básicamente,
en infracciones al procedimiento, es decir errores de forma (error in procedendo)
e infracción del Derecho, o sea errores de fondo (error in judicando).
 Posee algunas limitaciones a su procedencia, entre otras: la cuantía, sobre todo en
casos de derecho civil y los motivos que se pueden alegar.
 Según la doctrina y jurisprudencia podemos encontrar dos variantes en relación a la
amplitud de las facultades de revisión de las cuestiones acaecidas en un caso particular:
 En la interpretación más clásica, se le considera un Recurso no constitutivo
de instancia, o sea, el tribunal puede pronunciarse sólo sobre las cuestiones
de Derecho. En otras palabras, la revisión es más limitada, pudiendo basarse sólo en
una incorrecta interpretación de la ley por parte de los órganos inferiores y nunca
revisar los hechos de la causa.
 En una interpretación más amplia y circunscrita al recurso de casación en materia
penal, se ha entendido que en la casación no sólo pueden revisarse cuestiones de
hecho, sino que se deben revisar estos. No hacerlo implicaría la violación a la garantía
de la doble instancia en el proceso penal, reconocida en diversos tratados
internacionalessobre derechos humanos (por ejemplo, el artículo 8.2.h de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el artículo 14.5 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos). Para sostener esta posición se utiliza la
teoría alemana de la Leistungsfähigkeit (o agotamiento de las capacidades de
revisión), que sostiene que un tribunal de casación debe revisar todo lo que le sea
posible, quedando solamente excluidas las cuestiones directamente relacionadas al
principio de inmediación.

Antecedentes[editar]
Los orígenes de este recurso judicial pueden encontrarse en los Estados italianos, que
utilizaron este mecanismo para imponer sus estatutos locales por sobre el ius commune. El
apogeo de este medio se dio en Francia, donde se utilizó como un mecanismo para uniformar
el Derecho a partir de la ley territorial, llegando a ser característico de su ordenamiento
jurídico.
La palabra "casar" proviene del latín casare, que significa abrogar o derogar. Por su parte,
"casación" proviene del término francés cassation, derivado a su vez de casser, que se
traduce como anular, romper o quebrantar.
Derecho Romano[editar]
Si bien es cierto que en el primitivo derecho romano, o derecho preclásico, no encontramos
antecedente alguno que podamos vincular de manera directa con la institución de la casación,
ya durante el período clásico, con la adopción del sistema formulario y la división del proceso
en dos fases casi independientes la una de la otra, como lo eran la “fase in iure” por una parte
y la “apud iudicem” por otra, en que el sentenciador va a valorar la prueba rendida por las
partes, integrando así las cuestiones de hecho, “questio facti”, con las de derecho o “questio
iuris”, las primeras entregadas al juez quien conocía de la prueba de los hechos y la segunda
al praetor, quien establecía el derecho. Además, en el romano clásico se distinguen las
causas de impugnación de la sentencia que se dicta, puesto que ésta puede ser nula por
contravenir el ius constitucionis, es decir, por incurrir en error respecto de las normas de
derecho objetivo, o bien por infracción al ius litigatoris, o errores en cuanto a la existencia del
derecho subjetivo de las partes litigantes, sin violar una norma de ley de interés general. Con
posterioridad, el Magistrado va perdiendo su poder, el que se encontraba cada vez más
arraigado en las manos del “princeps”, tasándose la prueba de acuerdo a ciertas normas de
valoración obligando al magistrado a dar valor a ciertos medios de prueba sobre otros e
incluso, en el período republicano, se le impusieron vías de impugnación o recursos
jurisccionales que permitirían amplias revisiones a las sentencias del magistrado, más aún se
las entendió un negocio jurídico permitiendo así que fueran anuladas por adolecer de defectos
externos, ya fueran errores de derecho o infracciones procesales, operando incluso de pleno
derecho, es decir, más que anulables se les entendía inexistentes.
El derecho romano, entonces, conoció de sentencias válidas, nulas y recurribles, éstas
últimas, ya fuera por la vía de la “appelatio” o por la vía extraordinaria del “restitutio in
integrum” y de la “supplicatio”, ya en la época justiniana. De entre estos recursos, podemos
distinguir el de la “restitutio in integrum” como un primer esbozo histórico de la casación actual,
toda vez que recaía en una sentencia que, sin ser nula de pleno derecho, era recurrible por la
vía de una verdadera anulación, entendiéndosele entonces como “un recurso de carácter
extraordinario concedido por el pretor con el fin de rescindir los efectos de un acto y
restablecer una situación existente modificada por ese acto” Cabe hacer presente, en
cualquier caso, que la “restitutio in integrum” recae sobre sentencias anulables pero lícitas,
siendo, en palabras de Buigues, “la posibilidad de que las decisiones tomadas por el que
sustituye al praeses provinciaea puedan ser objeto de restitutio in integrum a petición de los
defensores de la república si se considera que en algo ha resultado perjudicado el derecho de
la república”, pero no por la intervención de probanzas falsas u obtenidas con ilicitud, en otras
palabras, “un medio eficaz para la defensa de la legalidad”
Derecho Germánico[editar]
Los germanos siempre fueron fieles al principio de la validez formal de la sentencia, principio
que consistía en que una vez pronunciada o consentida la sentencia, ganaba una autoridad tal
que, por su sola virtud, quedaban sanados cuantos vicios pudiese contener, cualquiera que
fuese su naturaleza o gravedad.
Con carácter general se puede decir que en el derecho germano también fue tardía la
aparición de un sistema de recursos propiamente dicho. En un principio se estableció tan sólo
la posibilidad de someter el litigio a la solución del soberano y, poco a poco, de igual forma
que ocurrió en Roma, está función jurisdiccional fue delegada en un cuerpo de funcionarios
estructurados jerárquicamente, momento en el que es posible empezar a hablar del
surgimiento de un verdadero sistema de recursos frente a las resoluciones judiciales. Si
pretendemos remontarnos a este nacimiento, ha de hacerse mención a la Urteilsschelte o
desaprobación de la sentencia, institución a la que en sus comienzos no puede atribuírsele el
calificativo de recurso, pero que con el tiempo sufrió una serie de modificaciones que
terminaron por convertirla en tal. La Urteilsschelte es una institución que surge en los inicios
del sistema jurídico germánico. En este la justicia era impartida por la actuación de dos
órganos. Por un lado se encontraba la asamblea de los jueces, designados por elección, que
se encargaban de estudiar el caso y realizar una especie de dictamen acerca de cual debía
ser la solución concreta. Por otro lado estaba la Asamblea de los hombres libres, ante la que
se presentaba la propuesta elaborada por la asamblea de jueces para su aprobación. En el
caso de ser aceptada dicha propuesta, se remitía el asunto al órgano soberano encargado de
emitir la sentencia que resolvía el supuesto litigioso; el Richter.
Las principales transformaciones que con el paso del tiempo fue sufriendo la desaprobación
de la sentencia fueron:
a) Por medio de la lex visigothorum; se interponía contra una resolución ya existente en la
realidad material, permitiendo declarar nula la sentencia en toda ocasión que el juez juzgase
mal, ya por error o dolosamente. b) A través de las normas emanadas del pueblo longobardo;
se crea una solución judicial que perseguía la invalidación de la sentencia injusta y que se
entablaba ante el rey. c) Con la llegada de la monarquía surge un instituto que incluye entre
sus notas características la del reenvió (remisión de la causa al órgano judicial que dictó la
resolución impugnada y anulada para que vuelva a decidir), presente, como luego veremos en
la casación; se trata de la reclamatio. Suponía una muestra del control sobre los jueces que
fue atribuida al rey en su calidad de juez supremo.
Otro aspecto a tener presente es la circunstancia de que frente a la clara distinción que
formulo el derecho entre vicios que afectaban a normas de carácter procesal y aquellos que
recaían sobre normas sustantivas, el derecho de los pueblos germánicos nunca realizó tal
separación.
La Urteilsschelte estaba pensada para aquellos casos en los que la resolución padeciese
algún tipo de imperfección, bien por defectos de carácter sustantivo o procesal.,
Derecho Intermedio[editar]
Con el tiempo el Imperio Romano fue perdiendo su poder en favor de los pueblos germánicos;
sin embargo, estos últimos respetaron tanto las costumbres de los pueblos que conquistaron
como su cultura y, como no, incluso su derecho. Así, se fue produciendo una curiosa
combinación entre el derecho romano preexistente y el nuevo sistema jurídico que introdujeron
los pueblos germánicos en el antiguo imperio. De esta relación surgieron infinidad de
institutos, entre los que sin duda alguna hay uno que por sus especiales características guarda
para nosotros especial interés, nos referimos a la querella nullitatis, pensada para todos
aquellos supuestos de infracciones en la sentencia que en el derecho romano conllevaban la
nulidad de la misma, es decir, los vicios de procedimiento y los referentes al fondo que
afectaban al ius constituciones.
En relación a cuales fueron los motivos específicos de nulidad que abrían la posibilidad de
acudir a la vía de la querella nullitatis, puede reseñarse la descripción que formula
Calamandrei, a partir de las propias fuentes, tanto en relación a los defectos de naturaleza
sustantiva como procesal.
Dentro del segundo grupo de infracciones, de mayor interés para nosotros y más amplio,
destacaba en primer lugar la falta de los presupuestos procesales, que podían derivar de la
persona del juez (falta de jurisdicción, incompetencia, etc.), o de las propias partes (falta de
capacidad procesal, inexistencia de mandato en el procurador, etc.)
Una vez se comprobaba que la relación procesal había quedado validamente constituida, la
nulidad podía venir de la omisión cometida sobre algunos de los actos que se consideraban
esenciales para la validez del proceso (substantalia processus), o bien porque no se hubiese
observado el orden con que estos actos debían producirse (ordo iudiciarius)
Finalmente, el último grupo de vicios de carácter procesal que suponían la nulidad de la
sentencia, y en consecuencia su posible impugnación, eran aquellos que incidían
directamente sobre el fallo, incluyéndose aquí desde la falta de solemnitas con la que debía
pronunciarse la sentencia, hasta los supuestos en que el juez que la dictaba hubiese pendido
su poder jurisdiccional en el momento del pronunciamiento o incluso cuando el fallo mismo
denotaba un exceso de poder (incongruencia).
Por tanto, resulta interesante señalar que en el derecho intermedio a través de la querella
nullitatis, no era posible atacar la existencia de cualquier falta de naturaleza procesal, sino que
por el contrario existía un número determinado de infracciones que abrían las puertas a la
impugnación de la sentencia.
Pero la querella nullitatis tampoco se puede decir que constituye un antecedente claro del
recurso de casación actual. No podemos considerarlo como tal, en primer lugar, por no
permitir el control sobre la totalidad de vicios que afectaban a las normas de carácter
sustantivo que, sin embargo, hoy posibilitan la casación.
Por tanto, ninguno de los institutos que fueron surgiendo tanto en el derecho romano como en
el germánico, y finalmente en virtud de la unión de ambos, en lo que fue el derecho intermedio
contenía los elementos necesarios para poder calificarlos como antecedentes directos del
actual recurso de casación, conclusión ésta en la que concuerdan autores patrios (Gómez de
la Serna, Condomines Valls, Jiménez Conde…) y otros de fuera de nuestras fronteras
(Calamandrei, Satta, Sandulli, etc.).
En consecuencia todas las figuras recordadas hasta el momento no constituyen más que los
antecedentes históricos del actual sistema de recursos en sentido general y en consecuencia
sólo lo serían del recurso de casación con un carácter amplio.
Derecho Común[editar]
Luego del oscurantismo propio del derecho germánico, en el que la prueba, más que un acto
de esclarecimiento de los hechos, se constituyó en olimpiada de las suertes y destrezas de los
litigantes, principalmente del demandado, en el siglo XIII se racionalizan los procedimientos
judiciales y se considera de la esencia de los mismos el establecimiento de los hechos en que
se basan las pretensiones de las partes, adoptándose un sistema probatorio rígidamente
tasado, a fin de evitar la arbitrariedad de la magistratura, tanto con el objeto de ejercer un
control político que defendiera al legislador de las actuaciones del juez, cuanto para que el
tribunal superior pudiese poner remedio a los defectos procedimentales del juez inferior.
Así, se retoma el derecho romano justinianeo y la Escuela de Bolonia diferencia como
causales de anulación de una sentencia, por una parte los “errores in procedendo” y, por la
otra, los “errores in iudicando”, cuya característica común era impedir que la sentencia fuera
válida, aun cuando, según señala Guasch, en algunos Estatutos de ciudades italianas se
confundieron con razones de impugnación por injusticia de la sentencia y no por invalidez de
la misma. Los errores “in procedendo” eran atacables por la vía de la “querella nullitatis” y los
“in iudicando”, por la “querella iniquitatis”, cuyas causales generalmente podían servir tanto de
base, para este recurso de nulidad, como para el clásico recurso de impugnación por agravio,
constituido desde Roma como la “appelatio” o apelación.
Cabe hacer presente que la nomenclatura del derecho moderno antes referida, no guarda
relación directa con los conceptos romano clásicos de “ius constitutionis” e “ius litigatoris”,
puesto que la “querella nullitatis” abarcaba tanto a uno como a otro, sirviendo, en palabras de
Chiovenda, “para garantizar la exacta observancia de la ley por parte del Juez y para impedir
realizar obra de legislador: de manera que la querella en todo caso tuvo en sí un elemento
político, asociando la defensa del individuo (ius litigatoris) a la del interés general (ius
constitutionis)”.
Por último, cabe hacer presente que fue el derecho canónico el que estableció que todo error
“in iudicando”, ya fuera de hecho o de derecho, constituía causal de invalidación del fallo
cuando fuera notorius, manifestus, expressus, como el “error contra ius thesi clarum” o contra
ley expresa, y la contradicción entre lo fallado y el hecho probado o notorio.
Derecho Francés[editar]
La casación surge con motivo de la revolución francesa aunque algunos autores establecen el
origen en el llamado conseils des parties. El origen de la casación es político, la revolución
Francesa supone la división del estado en 3 poderes distintos, a la asamblea le incumbe
legislar, al poder judicial aplicar esas normas sin desvirtuarlas, por lo que cualquier sentencia
que contradijese la ley no era válida, en virtud al principio de plenitud de la codificación (todo
está regulado)
Montesquieu: el juez no es más que la boca por la que se aplican las palabras de la ley
Para que los jueces no vulneren las normas que la Asamblea dicta se crea el tribunal de
casación, que no pertenece a la asamblea ni al poder judicial, se crea al margen de los 3
poderes, como el TC en el caso español. Este tribunal de casación tiene carácter político y
simplemente se dedicaba a una función negativa, anular las sentencias que contravinieran el
ordenamiento jurídico. La casación surge con una función nomofiláctica , de preservar el
cumplimiento de las normas tal y como han salido de la asamblea. Este tribunal no resolvía el
fondo del asunto, sino que esto lo hacía el tribunal enjuiciado (el tribunal de instancia). El
acudir al tribunal de casación se entiende en interés de preservar la ley, por eso estaba
legitimado ir al recurso el Ministerio Fiscal, por lo que la forma de controlar que los tribunales
no contravengan las normas son el refere obligatorie y el refere voluntarie (cuando el juez no
sabía cual era la norma aplicable al caso, suspenderá el proceso y se dirigirá a la asamblea
para resolver el asunto). Este último sistema se suprime con el código napoleónico de 1804.
El refere obligatorie se llevaba a cabo ante el tribunal de casación que podía anular la
sentencia por contravenir la ley y remitía las actuaciones a otro tribunal distinto que volvía a
dictar sentencia y si el tribunal de casación denegaba la sentencia dictada por el nuevo
tribunal se volvían a remitir las actuaciones a otro órgano enjuiciador distinto y si el tribunal de
casación desestimaba ya ésta sentencia se remitían las actuaciones a la asamblea que
dictaba un decreto legislativo. En el refere voluntarieera el propio tribunal que estaba
conociendo del asunto el que remitía las actuaciones al tribunal de casación.
En 1837 se suprime el refere obligatorie y se obliga al a que una vez anulada la sentencia por
el tribunal de casación , el tribunal al que se le remiten las actuaciones se ajustará a lo
dispuesto por las matrices del tribunal de casación, aquí el tribunal se convierte en
jurisdiccional y deja de tener carácter político. Esto hace que el recurso de casación no sea
un ius constitucionalis(en interés de la ley) y pase a ser un recurso en interés de parte. Lo que
busca éste recurso ahora es uniformizar la jurisprudencia de los tribunales inferiores y por
supuesto crear jurisprudencia, la función nomofiláctica ya no es tan clave.
Derecho Español[editar]
En España la casación llega en el siglo XIX, donde se regula por primera vez es en la ley de
1855 de enjuiciamiento civil, aquí la casación ya no tiene un carácter político y se ajusta a la
cúspide de la pirámide del poder judicial, ya que resuelve el TS.
La casación se concibe como un recurso en interés de parte, aunque el Ministerio Fiscal pude
interponer el recurso en interés de ley en casos excepcionales. De todas formas la casación
en España reviste unas características, se conciben 2 tipos de recursos de casación; por
quebrantamiento de forma y por infracción de ley o doctrina. Los vicios para interponer el
recurso de casación por infracción de ley eran vicios en el momento de dictar la sentencia. Al
lado del recurso de casación por infracción de ley, estaba el recurso de casación por infracción
de forma, por vicios en el procedimiento o en el proceso.
En España, cuando se estimaba un recurso por infracción de ley no había reenvío se dictaban
2 sentencias por separado; una que anulaba la sentencia recurrida en la que el TS se
comportaba como un tribunal de casación y otra en la que el TS dictaba una sentencia para
resolver el fondo y que resolvía como un tribunal de instancia, esto no creaba jurisprudencia.
Esta en la ley de 1855 pasa a ley de 1881, el recurso de casación por quebrantamiento de
forma implica que el TS se comporte como un tribunal de casación, aquí el TS se comporta
como un tribunal de casación, aquí el TS no resuelve el fondo y pasa a resolver el fondo la
audiencia provincial. En 1984 se produce la reforma más importante de la LEC de 1881 y el
legislador suprime los dos tipos de recursos, ahora hay un procedimiento único, pero sin
embargo late todavía el por infracción de ley y por quebrantamiento de forma, ahora se anula
la sentencia recurrida y en la sentencia se resuelve totalmente el recurso incluso sobre el
fondo, esto por supuesto que también crea jurisprudencia. Siempre se pudo interponer por la
misma parte los dos recursos, pero se resolvía el recurso por quebrantamiento de forma y si
se desestimaba este, se resolvía el recurso por infracción de ley.
En la LEC del año 2000 se crea el recurso extraordinario por infracción procesal y el recurso
de casación. Como el tema es muy novedoso, la exposición de motivos en el apartado 14 trata
de justificar del porque de la existencia de los dos recursos. El recurso por infracción procesal
es el recurso por quebrantamiento de forma y el recurso de casación es el antiguo recurso de
casación por infracción de la ley. El recurso por infracción procesal se atribuye a las salas de
lo civil y de lo penal de los TSJ, en determinados casos, esto no estaba previsto en la LOPJ y
por eso hay un régimen transitorio muy importante en la LEC (DF16º) . Este régimen
transitorio es el aplicable toda vez que desde la entrada en vigor de la LEC, no se ha
reformado la LOPJ para atribuir a los TSJ la competencia para conocer del recurso
extraordinario por infracción procesal. Ello se debe a que para atribuir a las salas de lo civil y
Penal de los TSJ el conocimiento de los recursos extraordinarios por infracción procesal es
necesario establecer una especifica norma de competencia funcional. El problema estriba en
que, cuando en 1985 se aprobó la LOPJ, el legislador decidió al regular la composición y
atribuciones de los órganos jurisdiccionales en el título IV del libro I (arts 53 y ss) incorporar a
dicha ley la competencia objetiva y funcional de los diversos tribunales ordinarios. En el caso
de las salas de lo civil y penal de los TSJ, en el artículo 73.1 y 2 LOPJ, se contiene su
competencia. Lógicamente, al no existir el recurso extraordinario por infracción procesal en el
momento de aprobación de la LOPJ, ninguna referencia se contiene en dicho artículo a la
competencia para conocer del mismo. Tampoco hay ninguna referencia a que los TSJ puedan,
en general, conocer de recursos extraordinarios. Por el contrario el artículo 56 LOPJ, al
establecer la competencia de la sala primera del TS, dice, en su apartado 1º que conocerá “de
los recursos de casación, revisión y otros extraordinarios en materia civil que establezca la
ley". Así pues, resultaba obvio durante la elaboración de la LEC que para la atribuir a los TSJ
el conocimiento de los recursos extraordinarios por infracción procesal era necesario modificar
la LOPJ, ya que, con esta en la mano, solo la sala primera del TS puede conocer de otros
recursos extraordinarios. La cuestión era si la LEC, siendo una ley ordinaria, podía
directamente modificar o derogar artículos de una ley orgánica. A este respecto no parece
discutible que las normas de competencia objetiva y funcional contenidas en la LOPJ no son
propiamente materia orgánica. Solo en un sentido muy amplio podría decirse que tales normas
regulan la constitución de los tribunales, que, según el artículo 122 de la CE debe contenerse
en la LOPJ. Se trata más bien, de normas que, o bien hay que estimar que el legislador de
1985 incorporó indebidamente a la LOPJ, o bien, en el mejor de los casos, que se trata de lo
que el TC ha denominado materias conexas, es decir, materias que aunque no constituyen
propiamente reserva de ley orgánica, el legislador puede regular a través de una ley de éste
tipo por la estrecha vinculación que guardan con las que estrictamente sí que son materia
orgánica. En el caso de las normas de jurisdicción y competencia, el TC sí ha tenido
oportunidad de sentar jurisprudencia en el sentido de que las normas que regulan la extensión
y límites de la jurisdicción si deben estar contenidas en la LOPJ; sin embargo, no existe
ninguna pronunciamiento del TC que diga lo mismo respecto de las normas de competencia
objetiva y funcional. Tampoco se deduce claramente de la jurisprudencia constitucional si el
legislador puede o no derogar o modificar a través de una ley ordinaria preceptos contenidos
en una ley orgánica que regulan materias no orgánicas.
Sea como fuere, en la práctica legislativa lo que se ha venido haciendo en estos casos es
incorporar la nueva regulación en una ley ordinaria pero derogar antes o coetáneamente,
mediante ley orgánica los preceptos contenidos en la ley. Como ya se ha mencionado el
proyecto de LEC se acompaña un pequeño proyecto de reforma de la LOPJ que derogaba en
unos casos o daba nueva redacción en otros a ciertos preceptos de dicha ley. Entre ellos se
encontraba el artículo 73.1, al que se le añadía un apartado c) por el que se atribuía a las
salas de lo civil y penal de los TSJ el conocimiento “del recurso extraordinario por infracción
procesal que establezca la ley contra sentencias dictadas por las audiencias provinciales con
sede en la comunidad autónoma”. Sin embargo, el proyecto de reforma de la LOPJ no fue
aprobado en la votación final de conjunto, por el congreso de los diputados. Ello obligó a
introducir en el senado las previsiones necesarias para el caso de que, a la entrada en vigor
de la LEC, no se hubiese reformado la LOPJ y, en consecuencia, los TSJ no pudiesen asumir
el conocimiento de los recursos extraordinarios por infracción procesal.

Diferencias entre casación y apelación[editar]


Existen importantes diferencias entre un recurso de casación y una apelación, dada su
naturaleza y la excepcionalidad de presentar un recurso ante el órgano jurisdiccional de mayor
importancia jerárquica.
Mientras que en la apelación se puede revisar el Derecho y los hechos del juicio, siendo
constitutiva de instancia, en la casación sólo se hace referencia al derecho y no constituye
instancia. Sin embargo, en los ordenamientos en que se tiene en cuenta el agotamiento de la
capacidad de revisión de los tribunales de casación, la diferencia entre ambos recursos queda
supeditada a las resoluciones judiciales que se pretende revisar o anular, según el caso.
Resumiendo en orden podemos encontrar, por regla general, las siguientes diferencias:

 La apelación es un recurso judicial ordinario; en cambio, el de casación es extraordinario.


 La casación no es instancia, en consecuencia no se pueden revisar los hechos, ni mucho
menos abrirse a o agregarse pruebas; por el contrario, la apelación sí constituye instancia.
 La casación tiende a proceder en el solo interés de la ley, pudiendo incluso declararse
de oficio; no así la apelación que se reduce a los intereses de las partes.
 La casación es, en muchas legislaciones, fuente de jurisprudencia obligatoria; en cambio,
los fallos en apelación no suelen formarla.

Regulación por países[editar]


Argentina[editar]
En este país, a nivel federal, el sistema de casación existe sólo en materia penal, y él tramita
ante la Cámara Federal de Casación Penal. A raíz del fallo "Casal" de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, es un recurso amplio conforme al ordenamiento internacional de
derechos humanos pudiendo plantearse cuestiones de hechos y no únicamente cuestiones de
derechos como sostiene la jurisprudencia de la Cámara Federal de Casación Penal previa al
fallo.
Sin embargo, desde la década de 1860 existe, en el ordenamiento jurídico nacional,
el Recurso extraordinario federal, que es la vía por excelencia para llegar a los estrados de
la Corte Suprema de Justicia federal, en causa referida a cualquier materia, mediante la cual
aquélla establece la interpretación que cabe darle a disposiciones constitucionales. Nunca
procede de oficio, sino por medio de instancia de parte, conforme a las prescripciones de la
Ley Nacional № 48 y su reglamentación (Acordada 4/2007 de la Corte Suprema de Justicia).
Constituye una especie del género casación, en tanto versa sobre cuestiones de derecho, y -
dentro de éstas- sobre cuestiones jurídicas federales.
Esta última es la nota que distingue el citado recurso con los de inaplicabilidad de ley o de
nulidad establecidos en las provincias a fin de proteger la supremacía de sus propias
Constituciones, también de carácter extraordinario, que sólo parcialmente contienen una
cuestión de derecho federal (conforme al fallo "Juan Luis Strada vs. Ocupantes", emitido por la
Corte Suprema de la Nación).
En tiempos recientes (abril de 2013) se está debatiendo en el Congreso Nacional, una serie de
proyectos de ley enviados por el Poder Ejecutivo, entre los que se cuenta uno que prevé la
creación de tres nuevas cámaras de casación (en lo Civil y Comercial, otra en lo Contencioso
y Administrativo, y otra Previsional y Laboral).
España[editar]
En España el recurso de casación es el último recurso que se puede presentar para reclamar
una nueva revisión del enjuiciamiento a un nivel superior (tribunal supremo o audiencia
nacional), es decir, el recurso de casación se interpone ante el Tribunal Supremo, que se
pronuncia sobre la corrección o incorrección de una sentencia emitida por un órgano
jurisdiccional inferior. Está regulado por la Ley de Enjuiciamiento Civil (artículo 477).
Son recurribles en casación, las sentencias dictadas en segunda instancia por las audiencias
provinciales, y las sentencias dictadas por la Sala de lo Civil y Penal del TSJ (artículo 847
LECRIM)
Se considera que un recurso presenta interés casacional cuando la sentencia recurrida se
oponga a doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo o resuelva puntos y cuestiones sobre
los que exista jurisprudencia contradictoria de las Audiencias Provinciales o aplique normas
que no lleven más de cinco años en vigor, siempre que, en este último caso, no existiese
doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo relativa a normas anteriores de igual o similar
contenido.
Esquema aclarativo: Vamos al juzgado de primera instancia de orden civil (nivel provincial, 1ª
instancia ), y si el fallo no nos es positivo, podemos recurrir con un recurso de apelación ante
la sala de lo civil en la audiencia provincial (es decir, subimos un nivel, 2ª instancia), si aun así,
nos sigue siendo negativo, podemos recurrir una vez más con el recurso de casación ante
el Tribunal Supremo.
El sistema descentralizado a través de las Comunidades Autónomas que existe
en España hace que existan ciertas particularidades en el recurso de casación. Cada
Comunidad Autónoma tiene un Tribunal Superior de Justicia, que es el máximo órgano
jurisdiccional en su territorio.
Los recursos que se interponen ante dicho órgano son también recursos de casación, y
normalmente excluyen la posibilidad de que el Tribunal Supremo los revise. Las materias
sobre las que conocen estos órganos son muy variadas, y pueden venir definidas por la
cuantía, por la materia o por el ámbito territorial sobre el que versa un caso concreto.
Existen sin embargo recursos extraordinarios denominados recursos de unificación de
doctrina, que se interponen ante el Tribunal Supremo en aras de una mayor seguridad
jurídica y para dotar de unidad al Poder Judicial de España. Estos recursos no afectan a nivel
de sentencias ya dictadas, pero vinculan a los Tribunales Superiores de Justicia de todas las
Comunidades Autónomas para aplicar la interpretación de la Ley en el sentido que marque el
Tribunal Supremo en sentencias posteriores.El 22 de julio entra en vigor la profunda reforma
del recurso de casación contencioso administrativo, introducida por la disposición final tercera
de la LO 7/2015, de 21 de julio, por la que se modifica la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio,
del Poder Judicial. Esta importante modificación, por un lado, amplía el ámbito de resoluciones
recurribles en casación pero, por otro, deja al criterio del Tribunal Supremo la apreciación de la
existencia del interés casacional requerido para su admisión a trámite.
Estas son, en resumen, las principales novedades incorporadas por esta reforma:
La reforma procesal de 2016 La nueva regulación del recurso de casación, de aplicación a
partir del 22 de julio, articula un único recurso cuya finalidad es sentar o unificar doctrina
jurisprudencial.
Hasta ahora, el carácter extraordinario del recurso se traducía en una doble limitación de
admisibilidad:
- Acotamiento objetivo: estableciendo un número cerrado de (tipo) resoluciones judiciales
accesibles a la casación y criterios objetivos, esto es, la cuantía (600.000 euros), y
- Acotamiento subjetivo: estableciendo unos motivos tasados que daban lugar a la casación
Las principales características del mismo son:
1. Ampliación del ámbito objetivo de sentencias recurribles en casación
En primer lugar, se abre el abanico de sentencias recurribles, de manera que en principio
podrán acceder a casación con independencia de su cuantía (artículo 86 LJCA):
- Todas las sentencias dictadas tanto en única instancia como en apelación por las Salas de lo
contencioso de la Audiencia Nacional y los Tribunales Superiores de Justicia.
- y también las sentencias no apelables de los juzgados de lo contencioso (o dictadas en única
instancia), en aquellos supuestos que contengan doctrina que se repute gravemente dañosa
para los intereses generales y sean susceptibles de extensión de efectos, es decir, en los que
haya una reiteración de actuaciones administrativas iguales a la enjuiciada.
Se exceptúan, como hasta ahora, las resoluciones recaídas en procesos relativos al derecho
de reunión y los contencioso-electorales, y también se excluyen las sentencias dictadas en
única instancia por el TS.
2. Desaparecen los motivos tasados de casación
Por otra parte, desaparecen los concretos motivos casacionales del actual artículo 88 de la
Ley de la Jurisdicción, de manera que el nuevo recurso de casación podrá interponerse contra
cualquier infracción del ordenamiento jurídico estatal o europeo, tanto procesal como
sustantiva, o de la jurisprudencia.
Se mantiene, eso sí, la necesidad de que se invoque cuestiones de derecho y no de hecho, y
que se trate de infracciones de Derecho estatal o comunitario, que hayan sido invocadas,
relevantes y determinantes del fallo recurrido.
En caso de vulneración del derecho autonómico, seguirá siendo competente el propio TSJ de
la Comunidad Autónoma.
3. Exigencia de "interés casacional objetivo para la formación de jurisprudencia"(art. 88 LJCA)
Para que el recurso sea admitido a trámite la Sala de lo Contencioso-administrativo del
Tribunal Supremo tendrá que estimar que el recurso presenta interés casacional objetivo para
la formación de jurisprudencia, lo que deberá motivar en el auto de admisión.
El artículo 88 de la Ley de la Jurisdicción enumera una serie de supuestos indicativos de la
existencia de este interés casacional, pero estos no actúan automáticamente sino que
precisan que el recurrente los justifique en su escrito.
Dentro del amplio margen que tiene la Sala para apreciar la concurrencia de este interés
casacional, podemos distinguir, como señala José Ramón Rodríguez Carbajo, tres supuestos:
1- Un caso de "admisión reglada", que se refiere al supuesto en que la resolución impugnada
se aparte deliberadamente de la jurisprudencia existente al considerarla errónea (art. 88.3 b).
2- Otro supuesto de "admisión cuasi reglada", en el caso de que la sentencia recurrida declare
nula una disposición de carácter general, salvo que la Sala estime que esto carece
manifiestamente de transcendencia suficiente (art. 88.3 c).
3- y otros supuestos de "admisión discrecional" entre los que encontramos:
- aquellos en los que existe una presunción de concurrencia de interés casacional. Por
ejemplo, cuando la resolución hubiese aplicado normas sobre las que no exista jurisprudencia
(art. 88.3 a, d y e).
- y por último, aquellos otros supuestos en los que no existe esa presunción (art. 88.2 LJCA) y
en los que la inadmisión se efectuará por simple providencia, sin mayor motivación.
4. La importancia del escrito de preparación
En este nuevo recurso de casación, el escrito de preparación cobra una importancia decisiva.
Las diferencias más importantes respecto del actual son (art. 89 LJCA):
- Por un lado, se amplía de diez a treinta días el plazo para su presentación.
- Pero por otro se exige un mayor formalismo: la ley recoge los requisitos y manifestaciones
que forzosamente debe contener.
- Especialmente, es necesario justificar los supuestos que permitan apreciar el interés
casacional objetivo y la conveniencia de que la Sala se pronuncie.
- El control sobre el cumplimiento de estos requisitos pasa del Letrado de la Administración de
Justicia al juez de instancia, que decide mediante auto motivado.
5.-Extensión máxima de los escritos presentados por medios telemáticos
En cuanto al escrito de interposición del recurso, la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo ha
aprobado recientemente unas normas que establecen su extensión máxima, formato y
estructura.
Estas normas, que se aplican también al escrito de oposición al recurso, limitan a "50.000
caracteres con espacio" -el equivalente a 25 folios- la extensión de estos escritos.
En cuanto al formato,se deberá utilizar como fuente “Times New Roman” con un tamaño de 12
puntos en el texto y de 10 puntos en las notas de pie de página o en la transcripción literal de
preceptos o párrafos de sentencias que se incorporen.
Estas normas, aprobadas por unanimidad el pasado 20 de abril, se justifican con motivo de “la
notable ampliación de las resoluciones judiciales que tendrán acceso al recurso de casación,
en los términos señalados en el art. 86 de la LJCA” tras la reforma introducida en la misma por
la LO 7/2015, de 21 de julio, de modificación de la LOPJ, y en el “previsible aumento del
número de recursos que se presentarán por esta vía a la Sala Tercera del Tribunal Supremo”,
que exigirán “un notable esfuerzo por su parte y la imprescindible colaboración de los
profesionales que acudan a este tribunal".
Por ello, tras dicha reforma, el art. 87 LJCA, faculta al alto tribunal determinar "la extensión
máxima y otras condiciones extrínsecas, incluidas las relativas a su presentación por medios
telemáticos, de los escritos de interposición y de oposición a los recursos de casación".
6. La sentencia fijará doctrina jurisprudencial
De acuerdo con el principal objetivo de la nueva casación contenciosa, la sentencia que
resuelva el recurso fijará la interpretación de las normas estatales o europeas sobre las que,
en el auto de admisión a trámite, se consideró necesario el pronunciamiento del Tribunal
Supremo (art. 93 LJCA).
7. Se suprimen los recursos de casación en interés de ley y para unificación de doctrina
La LO 7/2015 suprime los arts. 96 a 101 LJCA y, con ellos, estas dos modalidades de
recursos extraordinarios que coexistían con la "casación ordinaria". El nuevo modelo integra
los elementos fundamentales de estos otros dos, esto es, su objetivo es interpretar las nuevas
normas jurídicas y establecer criterios unificadores de doctrina, como instrumento por
excelencia para asegurar la uniformidad en la aplicación judicial del derecho.
Normas de derecho transitorio El mismo día de entrada en vigor de esta reforma, la Sala de
Admisión de la Sala Tercera del TS ha hecho pública las normas transitorias que aplicará a la
admisión del recurso para las sentencias inicialmente afectadas por el mismo.
Chile[editar]
En Chile se habla de "recurso de casación" sólo en materias civiles, pues dentro de la
legislación procesal penal existe el recurso de nulidad.
Existen dos clases de recursos de casación, en la forma y en el fondo. El Art. 764 del Código
de Procedimiento Civil (CPC) señala que: "El recurso de casación se concede para invalidar
una sentencia en los casos expresamente señalados por la ley". Esta disposición resulta
aplicable a ambos recursos, el de casación en la forma y en el fondo.
El recurso de casación se concede, como lo señala el Art. 764 del CPC, para invalidar una
sentencia en los casos expresamente señalados por la ley, lo que deja de manifiesto que ya
no se concede para obtener la impugnación de una resolución judicial, como ocurriría con
el recurso de apelación, sino que solamente para obtener su invalidación o anulación.
Casación en la forma o procedimental
Esta especie de casación es un recurso extraordinario destinado a permitir a la parte
agraviada por una resolución judicial, a solicitar y obtener que el tribunal superior respectivo, la
invalide o anule, por haber sido dictada por el tribunal inferior con omisión de ciertos requisitos
procesales establecidos para ella por la ley o por formar parte integrante de un proceso
viciado, o por haberse incurrido en determinadas irregularidades en su ritualidad.
Casación en el fondo o jurisprudencial
Esta clase de casación es un recurso extraordinario destinado a invalidar, a petición de la
parte agraviada, determinadas resoluciones judiciales por haber sido dictadas con infracción a
la ley y siempre que dicha infracción haya influido en lo dispositivo del fallo.
El recurso de casación en el fondo, entonces, está destinado a invalidar, a petición de la parte
agraviada, determinadas resoluciones judiciales por haber sido dictadas con infracción a la ley
sustantiva, tales como el Código Civil, de Comercio, etc., y siempre que dicha infracción haya
influido en lo dispositivo de la sentencia.
Características comunes a ambos recursos

 Se trata de un recurso extraordinario; se requiere la concurrencia de determinados


motivos denominados "causales" para su interposición. No basta cualquier agravio
cometido en contra de la parte que recurre.
 Es un recurso por vía de reforma; es conocido por el tribunal superior a aquel que
pronunció la resolución que se impugna, según lo señala el Art. 771 del CPC, en relación
al Art. 63 del Código Orgánico de Tribunales (COT) que trata del conocimiento del recurso
por las cortes de apelaciones y al Art. 98 N°2 del COT que trata del conocimiento del
recurso por la Corte Suprema.
 Es un recurso de derecho estricto, pues no sólo basta para que prospere que se trate de
ciertas y determinadas resoluciones y causales, sino que también es necesario el
cumplimiento de ciertas condiciones determinadas en la ley.
 No constituye instancia, pues la competencia del tribunal superior para conocer del
recurso queda limitada exclusivamente a la o las causales invocadas y no a todos los
puntos de hecho y de derecho involucrados en el asunto controvertido. (A diferencia del
recurso de apelación).
Principales diferencias

 El conocimiento de la casación en el fondo es de exclusiva competencia de la Corte


Suprema, a diferencia de la casación en la forma, cuyo conocimiento compete a las cortes
de apelaciones respectivas o a la Corte Suprema.
 La casación en el fondo se refiere a infracción de normas sustantivas, de fondo o
materiales; en cambio la casación en la forma dice relación con vicios de normas
adjetivas, formales o de procedimiento.
 La casación en el fondo procede solamente contra sentencias inapelables de Cortes de
Apelaciones o tribunales arbitrales de derecho de segunda instancia. La casación en la
forma procede, además, contra sentencias emanadas de jueces de letras y otros de
primera instancia.
 Algunas causales de la casación en la forma, como la incompetencia o falta de trámites
esenciales, requieren haber sido alegadas antes durante el juicio para que sea admisible
el recurso (art. 769 CPC). En casación en el fondo no existe tal requisito.
El Salvador[editar]
En la legislación interna de El Salvador, la Constitución de 1883 introdujo por primera vez el
recurso de casación, por lo cual, la primera Ley de Casación fue aprobada mediante Decreto
Legislativo del 14 de diciembre de 1883, publicado en el Diario Oficial Nº 298, Tomo Nº 15, del
23 de diciembre de 1883. Sin embargo, el recurso de casación fue eliminado tres años
después por la Constitución de 1886. Así pues, el recurso de casación solo reaparecería por
disposición de la Constitución de 1950, bajo cuyo mandato se aprueba una nueva Ley de
Casación mediante Decreto Legislativo Nº 1135, del 31 de agosto de 1953, publicado en el
Diario Oficial Nº 161, Tomo Nº 160, del 4 de septiembre de 1953, y que regulaba de manera
especial y novedosa tal institución procesal; ya que estaba conformada por únicamente 48
artículos, con los que se revestía de especial naturaleza. Actualmente el recurso de casación
está regulado por el Código Procesal Civil y Mercantil, aprobado mediante Decreto Legislativo
Nº 712, del 18 de septiembre de 2008, publicado en el Diario Oficial Nº 224, Tomo Nº 381, del
27 de noviembre de 2008. Sus caracterísiticas son las siguinetes:

 Efectivamente es un recurso extraordinario. Se limita a las materias del Derecho civil,


mercantil, laboral y de familia, exceptuado el Derecho penal, ya que éste solo sería una
especie sui generis del mismo, ya que se regularía por reglas muy distintas de las de
aquel.
 No constituye instancia, no admite la presentación de prueba, y busca la uniformidad de
interpretación y aplicación de la ley vigente, constituyendo jurisprudencia en sus fallos.
 Es de conocimiento del más alto tribunal en la materia, es decir la Sala de lo Civil de
la Corte Suprema de Justicia o CSJ (En Derecho penal, le corresponde a la Sala de lo
Penal de la CSJ).
 Conlleva a que el tribunal ad quem que conoce tenga jurisdicción positiva, que a diferencia
de la jurisdicción negativa (que solo anula la sentencia recurrida ordenándole al inferior
pronunciar nuevamente lo que conforme a derecho corresponde), por lo que la misma
Sala de lo Civil anula el fallo recurrido y pronuncia su propia sentencia, que es firme.
 Se le considera como una especie de recurso con doble sentido, tanto de orden público
como de interés privado. Esto es ya que inclusive el Ministerio Público en el solo interés
de la ley.
 A diferencia de los demás recursos legales, es el que más solemnidades o formalidades
exige, que de no ser cumplidas a cabalidad o coherencia, da derecho al tribunal ad quem
para rechazarlo.
Perú[editar]
En Perú, el Recurso de Casación se encuentra regulado solamente en el procedimiento civil.
El Código Procesal Civil vigente desde 1992 establece las siguientes características:
 Es excepcional. Solo procede en los siguientes casos: inaplicación de una norma de
derecho material; interpretación defectuosa de una norma de derecho material; y violación
del principio del debido proceso.
 Solo permite una revisión de derecho, no se admite la revisión de cuestiones de hecho
que requieran de actividad probatoria.
 Le corresponde a la Corte Suprema de Justicia calificar su procedencia y pronunciarse
sobre el fondo del recurso. Las resoluciones que la Corte Suprema expida en casación
son vinculantes para los órganos jurisdiccionales inferiores, excepto aquellas que declaran
improcedente el recurso sin pronunciamiento de fondo.
Nicaragua[editar]
En nicaragua la casación está regulado por el Código Procesal penal de la República de
nicaragua, en las artículos 386 al 401. De los requisitos
Impugnabilidad. Las partes podrán recurrir de casación contra las sentencias dictadas por las
Salas de lo Penal de los Tribunales de Apelación en las causas por delitos graves, excepto las
que confirmen sentencias absolutorias de primera instancia.
Motivos de forma. El recurso de casación podrá interponerse con fundamento en los
siguientes motivos por quebrantamiento de las formas esenciales: 1. Inobservancia de las
normas procesales establecidas bajo pena de invalidez, inadmisibilidad o caducidad, si el
interesado ha reclamado oportunamente su saneamiento. No es necesario el reclamo previo
de saneamiento cuando se trate de defectos absolutos o de los producidos después de
clausurado el Juicio; 2. Falta de producción de una prueba decisiva, oportunamente ofrecida
por alguna de las partes; 3. Cuando se trate de sentencia en juicio sin jurado, falta de
valoración de una prueba decisiva, oportunamente ofrecida por alguna de las partes; 4. Si se
trata de sentencia en juicio sin jurado, ausencia de la motivación o quebrantamiento en ella del
criterio racional; 5. Ilegitimidad de la decisión por fundarse en prueba inexistente, ilícita o no
incorporada legalmente al Juicio o por haber habido suplantación del contenido de la prueba
oral, comprobable con su grabación, y, 6. El haber dictado sentencia un juez, o concurrido a
emitir el veredicto un miembro del jurado en su caso, cuya recusación, hecha en tiempo y
forma y fundada en causa legal, haya sido injustificadamente rechazada.
Motivos de fondo. El recurso de casación podrá interponerse con fundamento en los
siguientes motivos por infracción de ley: 1. Violación en la sentencia de las garantías
establecidas en la Constitución Política o en tratados y convenios internacionales suscritos y
ratificados por la República, y, 2. Inobservancia o errónea aplicación de la ley penal sustantiva
o de otra norma jurídica que deba ser observada en la aplicación de la ley penal en la
sentencia.
Recurso único. Cuando la impugnación de la sentencia se funde en motivos de forma y de
fondo, todos ellos deberán ser incorporados en un único recurso.
Del procedimiento
Interposición. El recurso de casación será interpuesto por escrito ante la Sala Penal del
Tribunal de Apelación que conoció y resolvió el recurso de apelación, en el plazo de diez días,
a contar desde su notificación. El escrito deberá citar concretamente las disposiciones legales
que se consideren violadas o erróneamente aplicadas y expresar con claridad la pretensión.
Deberá indicarse por separado cada motivo con sus fundamentos. Fuera de esta oportunidad
no podrá aducirse otro motivo. Se deberá acompañar copia para cada una de las otras partes.
El recurso será tramitado en un expediente y resuelto en una sola sentencia.
Ofrecimiento de prueba. Cuando el recurso se fundamente en un defecto de procedimiento o
se discuta la forma en que fue llevado a cabo un acto, en contraposición a lo señalado en las
actuaciones, en el acta o registros del Juicio o en la sentencia, en el mismo escrito de
interposición se ofrecerá prueba destinada a demostrar el vicio. Artículo 392.- Inadmisibilidad.
Cuando la Sala Penal del Tribunal de Apelaciones estime que el recurso no es admisible, así
lo declarará fundadamente. El recurso de casación será declarado inadmisible cuando: 1.
Presente defectos formales que impidan conocer con precisión el motivo del reclamo; 2.
Contra la resolución no quepa este medio de impugnación; 3. Se haya formulado fuera de
plazo, y, 4. La parte no esté legitimada. Si la razón de la inadmisibilidad obedece a defectos
formales que sean subsanables, el tribunal los especificará y concederá un plazo de cinco
días al interesado para su corrección. La omisión o el error en las citas de artículos de la Ley
no será motivo de inadmisibilidad del recurso, si de la argumentación del recurrente se
entiende con claridad a qué disposiciones legales se refiere. Si transcurre el plazo citado sin
que se haya saneado el recurso o habiendo contestado persista algún defecto, el tribunal
declarará su inadmisibilidad por resolución fundada, quedando firme la resolución impugnada.
Los defectos formales en la exposición de alguno de los motivos del recurso no impedirá la
admisibilidad de éste en cuanto a los otros motivos.
Contestación. Admitido el recurso, se mandará a oír a la parte recurrida por un plazo de diez
días dentro del cual deberá mediante escrito presentar su contestación; no obstante, si la
parte recurrente solicita la realización de audiencia pública o si la parte recurrida la estima
necesaria, ésta podrá limitar su respuesta a reservarse el derecho de contestar los agravios
directamente en la audiencia pública. Una vez recibida la contestación, la Sala remitirá las
actuaciones a la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia, para su resolución.
Notificaciones. La Sala de lo Penal de la Corte Suprema notificará sus decisiones en las
direcciones dentro del asiento del tribunal, que las partes indiquen en el recurso, con al menos
tres días de antelación a la realización de la audiencia.

Plazo para resolver. Recibido y radicado el recurso en la Sala de lo


Penal, se procederá a dictar sentencia en el plazo máximo de treinta días
siempre que no se requiera convocar a audiencia oral.
Audiencia oral. Si al interponer el recurso o al contestarlo, alguna de
las partes ha solicitado la celebración de audiencia oral o deba
recibirse prueba oral para la demostración del vicio señalado en el
recurso, la Sala fijará fecha para su realización dentro de los quince
días siguientes a la recepción del recurso a trámite.

La audiencia se celebrará en el día y hora fijados, con asistencia de los miembros de la Sala y
de las partes que concurran. La palabra será concedida primero al abogado del recurrente y
luego a las demás partes. Si es necesaria, la prueba se practicará en la forma dispuesta en
este Código. Clausurada la audiencia o no celebrada por inasistencia de las partes, la Sala
pasará a deliberar y dictará sentencia, fundadamente, en el plazo máximo de treinta días.
De la decisión
Inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva. Si la resolución impugnada ha
inobservado o aplicado erróneamente la ley sustantiva, el tribunal de casación, sobre la base
de los hechos esenciales fijados por la sentencia del juez, la casará y dictará a continuación
otra de acuerdo con la ley aplicable. No obstante, aun tratándose de una alegación sustantiva,
podrá proceder conforme al artículo siguiente, cuando la sentencia no contenga una adecuada
relación de hechos probados.
Invalidación total o parcial. Cuando haya que declarar con lugar el recurso por un motivo
distinto de la violación de la ley sustantiva, el tribunal de casación invalidará la sentencia
impugnada y, si no es posible dictar una nueva sentencia ajustada a derecho, procederá a
anular también el Juicio en que ella se haya basado o los actos cumplidos de modo irregular y
remitirá el proceso al juez que dictó la resolución recurrida para que lleve a cabo la
sustanciación que determine el tribunal de casación. Cuando no anule todas las disposiciones
de la resolución, el tribunal de casación establecerá qué parte de ella queda firme por no
depender ni estar esencialmente conexa con la parte anulada.

Rectificación. Los errores de derecho en la fundamentación de la


sentencia impugnada, que no hayan influido en la parte resolutiva, no la
anularán, pero serán corregidos. También lo serán los errores materiales
en la designación y cómputo de las penas.
Prohibición de la reforma en perjuicio. Cuando el recurso haya sido
interpuesto sólo por el acusado, o en su favor, ni el tribunal de
casación ni el juez que dictó la resolución impugnada, en caso de un
nuevo Juicio, podrán imponer una sanción más grave que la impuesta en la
sentencia casada o anulada, ni desconocer los beneficios que ésta haya
acordado.
Libertad definitiva del acusado.
Cuando por efecto de la sentencia de casación deba cesar la prisión
preventiva del acusado, la Sala ordenará directamente la libertad.

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