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MEMORIA DE LA ACTIVIDAD

NOMBRE DE LA ACTIVIDAD: MAESTRAS Y MAESTROS: AGENTES DE CAMBIO EN LA EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL

FECHA Y LUGAR DE LA ACTIVIDAD: 20 de Junio de 2018, Escuela Juan N. Álvarez, Iguala, Guerrero.

DURACIÓN DE LA ACTIVIDAD: 4 HORAS

DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD (Contexto, agenda, objetivos, etc.)

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 16 millones de mujeres entre 15 y 19 años, y
aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15, dan a luz cada año. En este escenario, México tiene el
primer lugar a nivel mundial.

Asimismo, tres millones de adolescentes entre 15 y 19 años se practican abortos inseguros o clandestinos en
el mundo para interrumpir un embarazo no deseado, acción que pone en riesgo su salud. Nuestro país, en los
últimos 15 años, la fecundidad y la proporción de nacimientos entre adolescentes se han mantenido en niveles
altos y prácticamente sin cambios.
Más de la mitad de estos embarazos no son planeados y se reportan 77 nacimientos por cada mil jóvenes
entre 15 y 19 años. Los embarazos conocidos como muy tempranos, es decir, en el grupo de edad de 10 a
14 años también van en aumento, con casi 27 por ciento de todos los nacimientos.

En la actualidad existen servicios de salud que buscan cubrir las necesidades de los adolescentes, pero es
importante reconocer que los jóvenes no acuden a ellos por métodos anticonceptivos. No obstante, las jóvenes
que sí acuden al sector salud a solicitar dichos métodos reciben orientación deficiente. Es decir, pasaban
menos tiempo con ellas, les daban menos opciones y no discutían sus intenciones reproductivas comparadas
con las usuarias de 20 a 44 años.

El embarazo adolescente pone en riesgo la salud de la madre y del recién nacido. Cuanto más joven sea la
madre, mayor el riesgo para el bebé. A nivel global, las complicaciones durante el embarazo y el parto son la
segunda causa de muerte entre adolescentes de 15 a 19 años. De igual manera, los recién nacidos de madres
adolescentes tienen una mayor probabilidad de registrar peso bajo al nacer, con el consiguiente riesgo de
presentar efectos en la salud a largo plazo.

Por ello, el objetivo es la formación con particular énfasis en los aspectos vinculados al ámbito escolar, entre
los que se destacan: los adolescentes como titulares de derechos sexuales y reproductivos; determinantes
del embarazo adolescente y sus consecuencias; rezago educativo y embarazo adolescente y percepciones
de maestros y maestras respecto al tema.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, el 24% de los embarazos en el estado son de adolescentes. Los
municipios con mayor número de casos son Acapulco, Chilpancingo e Iguala, además de la región de la
Montaña. En hospitales del IMSS el porcentaje se incrementa hasta un 30 por ciento, donde tres de cada 10
mujeres embarazadas que se atienden son adolescentes.

El embarazo en niñas y adolescentes no sólo es un grave problema de salud pública que pone en riesgo la
vida e integridad de las y los adolescentes, también constituye un obstáculo para su progreso personal, social
y profesional, y limita el libre desarrollo de sus competencias y habilidades.
RELATORÍA (Descripción de los hechos)

Se tuvo el taller Maestras y Maestros: Agentes de Cambio en la Educación Sexual Integral con la Escuela Juan
N. Álvarez, la Directora de la misma, la Profesora Sucely de la Paz Salgado, quien dio las palabras de
bienvenida al personal docente y les agradeció atendieran la invitación para acudir a la actividad. La facilitadora
fue Azucena Salazar Pineda. Se repartieron los cuestionarios pre y post para que fueran respondidos en 10
minutos.

Se comenzó a hablar acerca del Proyecto, el cual fue aprobado por el Instituto Nacional de las Mujeres y el
por qué Iguala fue elegido para realizar el mismo. Se mencionó que México ocupa el primer lugar de embarazos
adolescentes, Guerrero el tercer lugar a nivel nacional y el municipio de Iguala, se debate entre el cuarto y
tercer lugar a nivel estatal. He ahí la importancia y trascendencia para prevenir el embarazo adolescente es
necesario hablar de sexualidad integral, cómo los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos se enmarcan
dentro de los Derechos Humanos, cómo la comunidad escolar es de suma relevancia para incidir en el tema;
que no sólo implica a los y las menores, ha de implicar necesariamente a profesores y profesora e incluso al
personal administrativo que han de ser formados en este sentido para contar con las herramientas necesarias
a la hora de resolver estas cuestiones, trabajar en colaboración y coordinación también con los padres y
madres.

Se recalcó la importancia de realizar una educación sexual desde la infancia para abordar las diferentes
variables relacionadas con una prevención eficaz que esencialmente tienen relación con las dimensiones de
la sexualidad humana desde un planteamiento integral. Se mostraron muy abiertos y receptivos con el tema,
compartieron historias donde habían tenido alumnas que en la secundaria estuvieron embarazadas y no
pudieron continuar con sus estudios, en un caso en particular, la niña tuvo gemelos y no tuvo apoyo por parte
del joven que la embarazó y la familia de ella se tuvo que hacer cargo de ella y los dos bebés, hasta donde
supieron, nunca entabló una demanda de pensión alimenticia porque el muchacho se fue de Iguala, ya que al
parecer dicen “andaba con los malos” y tenían miedo de que al demandarlo, les pudieran hacer algo.

Compartieron su preocupación sobre niñas y niños abusados sexualmente, se han presentado casos en la
escuela, externaron cómo pueden apoyar a esas niñas y niños que están viviendo dichas situaciones ya que
en algunos casos, las mamás se niegan a hacer algo, fue así con una niña de 7 años que desde primero de
primaria, el maestro notó comportamientos sexuales no acordes a su edad, y cuando estaba en 5, hubo un
episodio en donde se frotaba contra la banca enfrente de toda la clase. Ya no regresó para el siguiente ciclo
escolar. Se quedó en enviarles posteriormente el protocolo Orientaciones para la Prevención, Detección y
Actuación en casos de Abuso Sexual Infantil, Acoso Escolar y Maltrato en las Escuelas de Educación Básica
de la Secretaría de Educación Federal.

Fue un grupo muy participativo y sensible al tema de la educación sexual integral en niñas y niños, ya que
piensan que es indispensable que ellos, como parte de su papel y funciones es prepararse y saber actuar en
casos de abusos sexuales, y saber responder preguntas sobre sexualidad con información científica y laica.
EVIDENCIAS DE LA ACTIVIDAD (Fotos, listas de asistencia, folletería, etc.)
Maestras y Maestros: Agentes de cambio en la
Educación sexual Integral

PREVENCIÓN DEL EMBARAZO ADOLESCENTE EN EL MUNICIPIO DE IGUALA


GUERRERO DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO Y DERECHOS HUMANOS

Ejercicio Fiscal 2018


Roles

Las prescripciones, normas y


expectativas de comportamiento de
lo femenino y de lo masculino: forma
de vestir, aplicación social del
comportamiento sexual y afectivo.
También existen diferencias de rol
respecto a etnia y a edad, otras
referidas a la división sexual del trabajo

Estereotipos

De las expectativas de
comportamiento generadas en los
roles, las personas con esta
información generan estereotipos de
género; estos se refieren a las
creencias y atribuciones sobre cómo
debe ser y cómo debe comportarse
cada género.
Conceptos básicos sobre género

Discriminación
Distinción, exclusión o preferencia que tenga por objeto o resultado anular o
menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de
los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política,
económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública.

División sexual del trabajo


El trabajo está relacionado directamente con los patrones socioculturales que
determinan las actividades de los hombres y mujeres. Esta división tiene sus orígenes
en las diferencias fisiológicas para establecer las tareas que incumben a cada uno
de ellos.

La identidad es el conjunto de rasgos propios de una persona o una colectividad


que los caracteriza frente a otras personas o colectividades. La identidad de género
se refiere a la autopercepción de estos rasgos propios o conciencia que cada
persona tiene sobre su individualidad como hombre o como mujer. Dependiendo
del contexto social, puede estar influida por factores como la pertenencia a grupos
étnicos, creencias religiosas, entorno sociocultural y en general, lo que se espera
socialmente de las mujeres y de los hombres. Esta expectativa determina cómo
“debemos” comportarnos y construye roles de género 1 que constituyen las
características de lo que debe ser una mujer y lo que debe ser un hombre y que
permite, en definitiva, diferenciarlos socialmente
Espacio público
Se identifica con el ámbito productivo, con el espacio de la “actividad”, donde
tiene lugar la vida laboral, social, política, económica; es el lugar de participación
en la sociedad y del reconocimiento. En este espacio es donde se han colocado los
hombres tradicionalmente. Actividades contabilizadas en el Producto Interior Bruto
(PIB) nacional.

Espacio doméstico
Se identifica con el ámbito reproductivo, con el espacio de la “inactividad” donde
tiene lugar la atención a la familia (crianza, los afectos y el cuidado de las personas
dependientes), es decir, donde se cubren las necesidades personales y el cuidado
del hogar (lavar, planchar, cocinar, proveer de alimentos, etc.). En este espacio, es
donde se ha colocado tradicionalmente a las mujeres. Actividades no
contabilizadas ni integradas en el PIB nacional.

Espacio privado
Es el espacio y el tiempo propio que no se da a otras personas, que se procura para
sí misma, alejadas del espacio doméstico o del público; es este espacio en el que
las personas se cultivan para proyectarse luego en el ámbito público. Diferentes
autoras han puesto de manifiesto cómo la privacidad es una parcela de la que
disfrutan principalmente los hombres y que en el caso de las mujeres tiende a
confundirse con lo doméstico, hurtándoles ese espacio para sí. Las mujeres tienen
menos tiempo para el ocio, el descanso y el desarrollo personal en todo el mundo,
incluido el continente africano.
Jerarquía de género, es una valoración social distinta de los roles femeninos y
masculinos. Dando más valor y prestigio a todo lo relacionado con lo masculino que
a lo femenino. A través de esta jerarquía de género, se establece, mantiene y
perpetúa las desigualdades de género.

El patriarcado es el sistema que organiza las desigualdades de género desde el


punto de vista social, político, económico, religioso y cultural. Basándose en la idea
de predomino de los hombres sobre las mujeres. El patriarcado transforma la
jerarquía de género en poder en mano de los hombres para subordinar a las
mujeres.

El androcentrismo es un sistema que se basa en los valores, los modelos y las formas
de pensar masculina y que se imponen al resto de la sociedad. Se basa en la idea
de que la mirada masculina es la única posible y universal por lo que se generaliza
para toda la humanidad, sean hombres o mujeres. El androcentrismo invisibiliza a las
mujeres, sus experiencias, sus aportaciones y sus opiniones.

El machismo es el conjunto de actitudes y comportamientos de prepotencia y de


desvalorización con respecto a las mujeres cuyo objetivo es mantener la posición
de subordinación de las mujeres con respecto a la posición de dominación de los
hombres. Responde a una forma particular de organizar las relaciones entre los
géneros. Se caracteriza por el énfasis en la virilidad, la fuerza y el desinterés respecto
a los asuntos domésticos por parte de los varones.
Las desigualdades de género son aquellas diferencias de situación entre mujeres y
hombres que derivan de los roles y estereotipos jerarquizados de género mantenidos
y perpetuados a través del sistema patriarcal.
Historia de los Derechos de Niñas y Niños

En la antigüedad nadie pensaba en ofrecer protección especial a los niños.

En la Edad Media, los niños eran considerados “adultos pequeños”.

A mediados del siglo XIX, surgió en Francia la idea de ofrecer protección especial a los
niños; esto permitió el desarrollo progresivo de los derechos de los menores. A partir de
1841, las leyes comenzaron a proteger a los niños en su lugar de trabajo y, a partir de
1881, las leyes francesas garantizaron el derecho de los niños a una educación.

A principios del siglo XX, comenzó a implementarse la protección de los niños, incluso
en el área social, jurídica y sanitaria. Este nuevo desarrollo, que comenzó en Francia, se
extendió más adelante por toda Europa.

Desde 1919, tras la creación de la Liga de las Naciones (que luego se convertiría en la
ONU), la comunidad internacional comenzó a otorgarle más importancia a este tema,
por lo que elaboró el Comité para la Protección de los Niños.

El 16 de septiembre de 1924, la Liga de las Naciones aprobó la Declaración de los


Derechos del Niño (también llamada la Declaración de Ginebra), el primer tratado
internacional sobre los Derechos de los Niños. A lo largo de cinco capítulos la
Declaración otorga derechos específicos a los niños, así como responsabilidades a los
adultos.
La Segunda Guerra Mundial dejó entre sus víctimas a miles de niños en una situación
desesperada. Como consecuencia, en 1947 se creó el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (conocido como UNICEF) al cual se le concedió el estatus
de organización internacional permanente en 1953.

Durante sus inicios, la UNICEF se centró particularmente en ayudar a las jóvenes


víctimas de la Segunda Guerra Mundial, principalmente a los niños europeos. Sin
embargo, en 1953 su mandato alcanzó una dimensión internacional y comenzó a
auxiliar a niños en países en vías de desarrollo. La Organización luego estableció
una serie de programas para que los niños tuvieran acceso a una educación,
buena salud, agua potable y alimentos.

Desde el 10 de diciembre de 1948 la Declaración Universal de los Derechos


Humanos reconoce que “la maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y
asistencia especiales”.

En 1959 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los


Derechos del Niño, que describe los derechos de los niños en diez principios. Si bien
este documento todavía no ha sido firmado por todos los países y sus principios
tienen carácter indicativo, le facilita el camino a la Declaración Universal sobre los
Derechos del Niño.
Luego de aprobar la Declaración de los Derechos Humanos, la ONU deseaba
presentar una Carta de Derechos Fundamentales que exigiera a los gobiernos
a respetarla. Como consecuencia, la Comisión de los Derechos Humanos se
dispuso a redactar este documento.

En medio de la Guerra Fría, y tras arduas negociones, la Asamblea General de


las Naciones Unidas aprobó en Nueva York dos textos complementarios a la
Declaración Universal de los Derechos Humanos:

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que


reconoce el derecho a la protección contra la explotación económica y el
derecho a la educación y a la asistencia médica.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que establece el derecho


a poseer un nombre y una nacionalidad.
Luego de aprobar la Declaración de los Derechos Humanos, la ONU deseaba
presentar una Carta de Derechos Fundamentales que exigiera a los gobiernos
a respetarla. Como consecuencia, la Comisión de los Derechos Humanos se
dispuso a redactar este documento.

En medio de la Guerra Fría, y tras arduas negociones, la Asamblea General de


las Naciones Unidas aprobó en Nueva York dos textos complementarios a la
Declaración Universal de los Derechos Humanos:

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que


reconoce el derecho a la protección contra la explotación económica y el
derecho a la educación y a la asistencia médica.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que establece el derecho


a poseer un nombre y una nacionalidad.

La ONU proclamó al año 1979 como el Año Internacional del Niño. Durante
este año, tuvo lugar un verdadero cambio de espíritu, ya que Polonia propuso
crear un grupo de trabajo dentro de la Comisión de los Derechos Humanos
que se encargara de redactar una carta internacional.
El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó
la Convención sobre los Derechos del Niño. A lo largo de 54 artículos el
documento establece los derechos económicos, sociales y culturales de los niños.

Este es el tratado sobre derechos humanos que se ha aprobado más


rápidamente. Se convirtió en un tratado internacional y el 2 de septiembre de
1990 entró en vigencia luego de ser ratificado por 20 países.

El 11 de julio de 1990 la Organización para la Unidad Africana aprobó la Carta


Africana sobre los Derechos y Bienestar del Niño.

Se adoptó el 17 de junio de 1999 la Convención sobre las peores formas de


trabajo infantil.

En mayo de 2000, se ratificó el Protocolo facultativo de la Carta Internacional


sobre los Derechos del Niño, que trata la participación de los niños en conflictos
armados y entró en vigor en 2002. Este documento prohíbe que los menores
participen en conflictos armados.

Hasta ahora, la Convención sobre los Derechos del Niño ha sido firmada por 190
de 192 Estados, aunque hay algunas reservas sobre ciertos fragmentos del
documento. Sólo Estados Unidos y Somalia la han firmado pero no ratificado.
Marco Jurídico de los Derechos Humanos de las Niñas y Niños

• Convención de los Derechos del Niño


• Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo
a la Participación de Niños en los Conflictos Armados.
• Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo
a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de los Niños en la
Pornografía.
• Declaración de los Derechos del Niño.
• Ley Para La Protección De Los Derechos De Niñas, Niños Y Adolescentes
• Ley General De Los Derechos De Niñas, Niños Y Adolescentes
• Ley General de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y
Desarrollo Integral Infantil.
Derechos sexuales y Derechos Reproductivos

Todos los seres humanos nacen libres e iguales. Por eso, todas las personas deben tener
garantizada la misma libertad, igualdad y dignidad: los llamados Derechos Humanos. Los
derechos los ejercen las personas y es el Estado quien tiene la obligación de garantizarlos y
promoverlos a través de legislación y políticas públicas adecuadas. Los Derechos Sexuales y
Reproductivos son parte de los Derechos Humanos. Es decir que son propios a todos las
personas, sin discriminación alguna.

Los Derechos Sexuales y Reproductivos buscan garantizar que las personas puedan tomar
decisiones sobre su vida sexual y reproductiva con libertad, confianza y seguridad, de
acuerdo a su vivencia interna (asociada al cuerpo, la mente, la espiritualidad, las emociones
y la salud) y externa (asociada al contexto social, histórico, político y cultural).

Los Derechos Sexuales se refieren a la libertad de las personas para ejercer su sexualidad de
manera saludable, sin ningún tipo de abuso, coerción, violencia o discriminación. La
sexualidad comprende la actividad sexual, las identidades de género, la orientación sexual,
el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. Se establece por la interacción de
factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales,
históricos, religiosos y espirituales y se experimenta y expresa a través de pensamientos,
fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas y relaciones.
Los Derechos Reproductivos se refieren a la libertad de las personas para decidir si tener o no
hijos, la cantidad y el espaciamiento entre ellos, el tipo de familia que se quiere formar,
acceder a información y planificación para hacerlo, a métodos anticonceptivos y al aborto
legal y seguro, así como a los servicios adecuados sobre fertilización asistida y servicios de
salud pre y post embarazo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adolescencia es el período en la vida
de una persona que comprende entre los 10 y los 19 años. En algunos casos la adolescencia
se ve interrumpida cuando la joven se queda un embarazo. Y es que, una de cada cinco
mujeres en el mundo ya tiene un hijo antes de los 18 años y cada año se producen 16
millones de nacimientos de mamás adolescentes. En las regiones más pobres del planeta a
una de cada tres mujeres son madres en la adolescencia.

En el mundo anualmente se presentan 16 millones de embarazos no deseados, y México


ocupa el primer lugar en la incidencia de este problema entre los países miembros de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Aunque las circunstancias de los embarazos en adolescentes varían mucho, destacan


algunos rasgos comunes: los cuerpos más jóvenes no están plenamente desarrollados para
pasar por el proceso del embarazo y el parto sin consecuencias adversas. Las madres
adolescentes se enfrentan a un riesgo más alto de parto obstruido que las mujeres de veinte
y tantos años. Sin una atención obstétrica de urgencia adecuada, esto puede conducir a la
ruptura del útero, que conlleva un alto riesgo de muerte tanto para la madre como para el
bebé. Para aquellas que sobreviven, el trabajo prolongado de parto puede causar una
fístula obstétrica, que es un desgarro entre la vagina y la vejiga o el recto, que provoca fuga
de orina o heces.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para evitar el embarazo en la


adolescencia: limitar el matrimonio antes de los 18 años, aumentar el uso de
anticonceptivos para los adolescentes, reducir las relaciones bajo coacción y apoyar los
programas de prevención de embarazos en la adolescencia.

En cualquier caso, la mejor prevención es que los jóvenes tengan una buena educación
sexual desde el mismo seno de la familia. Es importante informar sobre los riesgos y
complicaciones del embarazo en la adolescencia y todos los cambios que se producirán
desde el momento en que la adolescente se quede embarazada.

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