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TAREA DOS 1

Resumen

María José Acosta

Carrera de Psicología Clínica – Séptimo Nivel

Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ambato

La Joya, Ambato

Carlos Silva y Brito Benavides

0958920693

Majito211196@gmail.com

Rosario Lara, MA
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El Ciclo Evolutivo Familiar: Crisis Evolutivas

Introducción

A partir de los años 70 y 80 ha tomado relevancia en el campo de la terapia, ocupando un lugar

cada vez más importante en teorización e investigación.

1. El Concepto de “Ciclo Vital Familiar”

El ciclo vital familiar experimenta cambios a lo largo del tiempo y en estos se observan

determinadas regularidades que se ajustan a un patrón previsible en términos de: etapas,

transiciones o crisis. La terapia familiar se ha centrado tradicionalmente en el aquí y ahora, en los

mecanismos patológicos del no cambio. El ciclo evolutivo ha permitido reintroducir en el terreno

de la terapia familiar sistémica la dimensión diacrónica e histórica, ampliar el campo del análisis

hasta incluir acontecimientos a lo largo de varias generaciones.

El ciclo de desarrollo familiar es diferente a la suma de las biografías individuales de los

miembros de la familia. No es el individuo el que va atravesando una serie de etapas en el

transcurso del tiempo, sino la familia evoluciona. Se llega a considerar a la familia como un

organismo que: nace, crece, se desarrolla y muere.

No se niega que los miembros distintos del mismo sistema tendrán necesariamente

experiencias diversas del desarrollo de su familia, estas pueden entrar en contradicción o

conflicto. Sin embargo, se subraya la dimensión racional en el proceso evolutivo así como las

conexiones entre personas distintas y entre generaciones.

La prioridad de la relevancia clínica del ciclo vital familiar se justifica en base: todas o

casi todas las familias atraviesa estas crisis evolutivas; que este aspecto evolutivo se muestra

como un factor importante en muchos casos clínicos; los aspectos relacionados con las

transiciones evolutivas interactúan con el problema.


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2. Las Etapas del Ciclo Vital de la Familia Tradicional

El desarrollo de las familias puede verse como una sucesión de etapas discontinuas entre

las cuales se producen procesos que se describen como: transiciones; ritos de paso o crisis.

Aparecen múltiples clasificaciones, estas se diferencian en cuanto al tipo de criterios utilizados

para marcar las diversas fases: entradas y salidas de miembros en el sistema familiar; cambios

biopsicosociales de los integrantes de la familia; cambios sociolaborales. Estas son

cualitativamente diferentes entre sí, dándose constelaciones emocionales y relacionales distintas

en cada una de ellas. Igualmente, cada etapa plantea demandas específicas a la familia, tareas

evolutivas determinadas.

El paso de una fase a otra se entiende que desplazarse a una nueva etapa exige siempre

una verdadera transformación del sistema familiar. Por lo que, ofrece tanto oportunidades como

peligros y constituye un momento clave para la intervención.

Las diferentes etapas no exigen únicamente cambios instrumentales, la creación de nuevos

repertorios de habilidades o el manejo de procesos emocionales potencialmente difíciles, sino un

replanteamiento del contrato relacional básico. Incluyen transformaciones profundas en

dimensiones interpersonales tan amplias como puede ser la cohesión y la adaptabilidad.

Las fases se solapan entre sí y rara vez se dan en “estado puro”. Por otra parte se subraya la

importancia de la variable género como modulador del ciclo vital familiar. La revolución

feminista ha permitido apreciar como los estereotipos sexuales y la socialización diferenciada

llevan a que está haya sido tradicionalmente muy distinta para hombres y mujeres. No solo de

diferencia, sino también de desigualdad, a las mujeres se les negaba la fase de adulto joven

emancipado, puesto que pasa de la mano del padre a la del esposo.

Además, los cambios culturales y sociales en el papel de la mujer que se han producido

han afectado profundamente el ciclo vital de la familia.


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3. Cambios en el Ciclo Vital Familiar

La configuración del ciclo familiar ha sufrido modificaciones, puesto que muchos

aspectos que hoy parecen “normales” son construcciones culturales ligadas a un determinado

momento histórico. Estas han sido siempre fluctuantes y cambiantes, son solamente la falta

de memoria histórica, la cortedad de miras o el prejuicio ideológico los que llevan a pensar en

una identidad natural y estable. Estos cambios se han acelerado drásticamente, mayor

longevidad, el descenso de la natalidad, los cambios en el pales de la mujer, la mayor

tolerancia ante parejas homosexuales, así como el aumento del divorcio y de las segundad o

terceras nupcias han producido un perfil familiar diferente al anterior. Estos cambios son de

dos tipos: los referido a la duración, características e importancia relativa de las diversas del

ciclo vital; y la presencia cada vez mayor de los se podría denominar ciclos vitales

alternativos, en los que aparecen etapas diferentes.

El primer tipo de cambios han afectado las etapas del ciclo vital, las mujeres tienen mayor

acceso a la etapa de adulto joven emancipado, nupcialidad más tardía, mayor abundancia de

matrimonios con dos carreras, posponer nacimiento de hijo, la familia con hijos pequeños se

ha acortado y paralelamente la necesidad de la pareja negocié como equilibrar trabajo fuera y

dentro de casa se haya convertido en una fase de alto riesgo de divorcio. La fase en que la

familia tiene hijos adolescentes se alarga dificultando su independencia y permaneciendo más

allá de lo que antes era la norma.

La etapa posterior a la emancipación de los hijos se ha transformado, puesto que una vez

que se han ido de casa la pareja tiene todavía mucho tiempo por delante. El fenómeno de

“nido vacío” es reciente, acentuando el progresivo delante de la edad de jubilación. Pero,

también se puede dar que la salida tardía del último hijo puede coincidir con la enfermedad y
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la incapacidad de los abuelos, el nido no queda nunca vacío. También la presencia de algún

enfermo crónico en la familia.

El segundo tipo de cambios en el discurrir de la vida familiar tiene que ver con la

incidencia cada vez mayor de los ciclos vitales alternativos: el ciclo de divorcio, las familias

reconstituidas, las parejas homosexuales, las familias monoparentales, las parejas que deciden

no tener descendencia.

Las variables como la raza o religión, y fenómenos como la emigración y la pobreza

originan considerables variaciones en el ciclo vital familiar. Unidas a las fuentes de

variabilidad a los cambios enumerados, se presenta la coexistencia de multiplicidad de ciclos

de desarrollo familiar. Las implicaciones son varias:

 Producirse conflicto entre las expectativas culturales socialmente transmitidas y la

realidad del ciclo vital familiar. Como las exigencias de una educación patriarcal y

las exigencias de una sociedad moderna, más igualitaria.

 Desde el punto de vista de los terapeutas, tener en cuenta que las realidad

cambiantes puede servir para replantearse ciertas concepciones que corren el

riesgo de haber quedado atrasadas. Es decir, el modelo de familia nuclear con la

división de roles y funciones no es ya útil como referencia para ayudar.

Repensar de manera crítica ciertos mitos acerca de la familia, y dejar actitudes y posiciones que

no resultan útiles para los clientes.

4. Disrupciones del Ciclo Vital Familiar. Ciclo Vital familiar y Formación de

Problemas

Existe consenso entre los autores en el sentido de que las familias atraviesan etapas diferentes

a lo largo de su desarrollo, estas etapas plantean tareas evolutivas diferenciadas y entre ellas se
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dan procesos de transición. La cual, se enlaza con una determinada forma de entender la

psicopatología o la formación y el mantenimiento de problemas. Dar una lectura en clave

evolutiva a los problemas clínicos.

Haley resume la postura clásica en cuanto a la relación entre problemas clínicos y ciclo vital:

El síntoma es una señal de que la familia enfrenta dificultades para superar una etapa del ciclo

vital, por lo que, una forma de leer los problemas que las familias presentan a los terapeutas es en

términos de “atasco” evolutivo.

Pittman (1990), señala que las crisis del desarrollo exigen que la familia modifique su

estructura para adaptarse a ellas. Los problemas surgen cuando parte de la familia trata de evitar

la crisis en vez de adaptarse a ella apresurándola. Esta respuesta es inadecuada ante la tensión

evolutiva que requiere flexibilidad estructural.

Barnhil y Longo (1978), los problemas clínicos no se asocian solo a una detención del ciclo

evolutivo familiar, sino a la regresión a etapas anteriores. Los conflictos no resueltos de etapas

previas constituyen puntos de fijación con estrés fuerte la familia tendrá que volver. Estos, no se

resuelven por completo, en toda familia existirá fijaciones parciales, pero la regresión dependerá

de la intensidad de la fijación como la potencia de la situación de estrés actual.

El atasco evolutivo o la regresión se explican en base a alguna deficiencia previa de la

familia. El modelo etiológico vacía de contenido el ciclo evolutivo familiar, ya que plantea que la

disfunción previa y subyacente. La crisis evolutiva, el proceso de transición pone de manifiesto la

limitación preexistente de la familia.

La terapia sistémica breve considera que los momentos de transición en el ciclo vital pueden

resultar estresantes para cualquier familia o individuo, lo que constituye los posibles comienzos

para una secuencia que puede terminar conformando un problema. La consideración de su las

respuestas que pone en marcha la familia son eficaces o por el contrario, terminan siendo
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soluciones ineficaces que mantienen el problema que pretendieron resolver. Estos dependen de la

buena o mala suerte.

Una tercera vía en la que la perspectiva del ciclo de desarrollo ocupe un lugar más central en

la labor terapéutica es la de orientación feminista. Desde ella se entiende que las dificultades para

realizar las transiciones evolutivas se deben a la falta de habilidades necesarias, que no se han

realizado adecuadamente ritos de paso que ponen trabas a un desarrollo satisfactorio. Que una

familia encuentre dificultades o no se debe a circunstancias concretas (sociales, personales,

relacionales).

Posturas que sobre la relación entre ciclo vital familiar y formación/mantenimiento de

problemas adoptan los terapeutas familiares en tres tipos de planteamientos:

 La posición dura, asume que la incapacidad o falta de voluntad de familia para avanzar en

el ciclo vital causa patología. El atasco evolutivo genera y mantiene el problema, pero a

su vez el problema mantiene el atasco evolutivo. Todo problema clínico en terapia

familiar presenta atasco evolutivo. Las dificultades para avanzar en el ciclo de desarrollo

se debe a una disfunción estructural previa de la familia.

 La posición intermedia según la cual los momentos de transición de una etapa a otra

pueden eventualmente construir verdaderas crisis evolutivas, eventos estresantes sumados

a otros factores de tensión precipitan algún tipo de problema. También se considera que

los problemas clínicos pueden tener otro tipo de origen. Además, la interrupción que la

transición puede causar estaría desde mediada por otras variables individuales y

relacionales. Entre las variables están: el grado de disrupción en los horarios provocada

por la transición, la intensidad en los cambios en el equilibrio de intimidad-distancia, el

cambio percibido y la calidad y cantidad de las que la familia debe tomar respecto a temas
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de desacuerdo. La posición de la familia en cada una de estas variables determinará el

impacto disruptivo y predecirá la capacidad para superarla.

 La posición “suave” según la que el ciclo vital familiar constituye uno de los contextos

dentro de los cuales se desenvuelven los sistemas humanos, dentro del cual se generan y

mantienen los problemas, interactúa con ellos. El momento evolutivo en que se encuentra

la familia va influir en cómo se responde ante el problema y el significado que se le

otorgue.

La ideas que no se debe relacionar el ciclo vital de las familias únicamente con patologías,

sino con la evolución de las familias desde la perspectiva de las oportunidades, aprendizajes y

crecimiento.

5. Crítica a la Noción de Utilidad del Concepto de Ciclo Vital Familiar

La recuperación de la dimensión temporal y perspectiva histórica supone revalorizar el

aspecto intergeneracional y la continuidad entre las generaciones. Un marco conceptual no es

exclusivo de ninguna escuela en que se encuentra fragmentado el campo, integración

supra.modelos.

El ciclo evolutivo constituye el estudio de procesos naturales de cambio en los sistemas

humanos. Conocimiento más profundo que la historia familiar y las formas en que afrontan las

circunstancias cambiantes de su propio desarrollo las circunstancias cambiantes de su propio

desarrollo permitirá arrojar luz sobre el proceso de cambio terapéutico. Empezando a tener

nuevas respuestas a preguntas tales como: el cambio en las familias, que factores en que afrontan,

que factores aumentan su capacidad de adaptación, que recursos ponen en juego los sistemas

humanos para evolucionar. El cambio no solo es posible, sino inevitable.

El marco conceptual de ciclo vital es excesivamente amplio, y también demasiado

impreciso, que da vació en el sentido que “todo” se puede relacionar con él. La influencia del
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estadío de desarrollo familiar sobre un determinado problema, su papel en el mantenimiento e

incluso en el origen de los trastornos es imposible de falsear.

La imprecisión tiene que ver con la diversidad se clasificaciones, la dificultas para

delimitar con exactitud ciertas etapas y procesos de transición, utilizarla como variable de

investigación presenta dificultades. Asimismo, se le puede acusar de lo contrario, es decir ser

muy limitado, estrecho y en ello dos sentidos:

 La familia “normal” determina fases de desarrollo y transiciones excluye la

experiencia de otras, lo que obliga a nuevas formulaciones, plantear ciclos vitales

familiares alternativos.

 Cualquier modelo de ciclo vital familiar corre el riesgo de convertirse en una

imposición para establecer de modo “objetivo” la normalidad/anormalidad de una

conducta.

Utilizar el modelo de ciclo evolutivo familiar supone valerse del lenguaje científico para imponer

una historia dominante que excluye a las experiencias alternativas. Además, de que el marco de

referencia pase a ser una plataforma desde la cual moralizar, juzgar y falsear a los clientes. Se

replantea si repercute sobre la vivencia el hecho de su situación o es la concepción cultural.

6. Utilidad Terapéutica del Ciclo Vital

Revisa las diversas implicaciones terapéutica, implicaciones clínicas para una terapia

breve, sistémica y constructivista.

6.1.Cambio en psicoterapia y ciclo vital familiar

Las familias no solo pueden cambiar, sino están en constante cambo, con y sin terapia. Las

transiciones del ciclo vital constituyen momentos privilegiados de cambio. Para Friedman los

procesos de transición evolutiva flexibilizan la estructura de la familia, abriendo a


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posibilidades que en otros procesos no se ofrecen. Estos involucran y movilizan a toda la

familia. Los ritos de paso son más que la ceremonia, por lo que el antes y después es

considerable. Los momentos de transición evolutiva pueden ampliar los cambios que se

produzcan en la terapia. A menudo la propia evolución de la familia juega a favor del proceso

de cambio.

6.2. Evaluación en terapia familiar y ciclo vital familiar

 Preguntar en qué fase de su desarrollo está la familia, para identificar las tareas

evolutivas que esa fase plantea y examinar hasta qué punto la familia ésta

cumpliéndolas adecuadamente. Concluir si la familia se comporta o no de acuerdo

a los requerimientos de la etapa evolutiva en la que se encuentra, y si es negativa,

lo no abordado será objetivos terapéuticos.

 Cada fase del ciclo vital aparece unida a riesgos y oportunidades, situar

correctamente el momento evolutivo permite conocer la prioridad, conocer

debilidades y recursos de la familia.

 Se puede evaluar retrospectivamente la intensidad del estrés que la transición ha

generado, esto permitirá valorar hasta qué punto el problema puede relacionarse

con las dificultades al atravesar la transición. También, valorar si el rito de paso ha

sido cumplido adecuadamente y si este haya funcionado como catalizador.

 Valorar las mismas dimensiones para estimar el impacto que puede tener una

transición futura, identificar las áreas de riesgo y las habilidades a potenciar.

 Conocer los eventos vitales que la familia ha atravesado permite identificar

situaciones de riesgo potencial: divorcio, familias monoparentales, enfermedad

crónica o fallecimiento reciente de uno de los miembros.


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 Dispones un modelo coherente del ciclo vital familiar puede permitir hacer un

diagnóstico diferencial entre lo que puede ser estrés familiar normal asociado a un

cambio evolutivo y lo constituye un verdadero problema clínico.

6.3. La intervención en Terapias Familiares y el Ciclo Vital de la Familia

La intervención terapéutica estará encaminada a satisfacer las necesidades que se plantea en

la nueva fase como apoyar a la familia en aquellas áreas de funcionamiento que constituyen como

los puntos débiles, o a promover la transición a la siguiente etapa incidiendo sobre las

dificultades que la evaluación haya revelado. Dentro de la intervención también es posible ajustar

al momento evolutivo o al tipo de ciclo vital.

En terapia familiar se dispone de programas de enriquecimiento- marital, programas de

formato multifamiliar para enfermos físicos crónicos, procedimientos estandarizados para

intervenir en situaciones de ruptura de la pareja, para trabajar en casos de divorcio con hijos, etc.

Existen también procedimientos técnicos específicos para trabajar directamente sobre el ciclo

vital de las familias: técnicas como el genograma familiar o la línea del tiempo, que son

herramientas de evaluación como forma de organización de terapia

Desde un enfoque educativo, que el terapeuta conozca ciertas estadísticas y datos de

investigación permite crear un marco cognitivo dentro del cual los clientes pueden organizar su

experiencia, mientras que desde un punto de vista constructivista ciclo vital de la familia como un

tema que se puede discutir con los clientes. En la conversación con ellos se entienden su ciclo

vital, qué cosas pueden ser de utilidad para llevar adelante este planteamiento, que dificultades

prevén ellos, etc.


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Conclusión

Para finalizar, el ciclo evolutivo familiar se enfoca en la evolución secuencial de las familias

y las crisis transicionales que atraviesan según la función de crecimiento, y el desarrollo de sus

miembros que les permite adquirir nuevas habilidades y capacidades para resolver problemas.

Comprender la dinámica de la familia y si esta necesita el apoyo terapéutico. Para ello es

necesario un análisis minucioso sobre la crisis que se presentan y como la familia responde a

ellos, tomando en cuenta no solo las dificultades actuales, sino su historia familiar y la de los

individuos que compone la misma. Sin descartar el contexto económico, cultural y social en el

que la familia se encuentra.


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Referencia

Beyebach, M., & Rodriguez, A. (1995). Ciclo vital de la familia: crisis evolutivas. Espina, B.

Pumar y M. Garrido, eds. Problemáticas familiares actuales y terapia familiar. Valencia:

Promolibro, p. 57-100. ISBN 84-7986-109-6

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