Luchas de hoy

Este año los estudiantes de distintas instituciones educativas de la ciudad pusieron el grito
en el cielo, en defensa de sus derechos. En la Escuela de Arte N°1 los alumnos cortaron la
calle para reclamar contra los cortes de gas en su edificio.

Los alumnos de la Escuela Normal realizaron una sentada frente a la escuela, pidiendo el
cumplimiento de arreglos edilicios que fueron prometidos por la gobernación.

Reclamos de la misma índole fueron hechos por los estudiantes de la Escuela Secundaria
N°13. Corte de calle, asamblea publica en la vereda de la escuela, y la realización de clases
publicas en la Plaza San Martin fueron las medidas tomadas por los alumnos para pedir
por un edificio en condiciones para la institución.

En el Colegio nacional, los estudiantes reclamaron mejoras edilicias, un diálogo más

democrático, respeto a la conducción del Centro de Estudiantes y mejor trato de docentes
hacia los estudiantes.

En el Colegio San Patricio también los alumnos se metieron en medio de la discusión por la
separación de parte del personal de la institución, por un problema de índole personal,
mediante la realización de una sentada. Los estudiantes hicieron valer su voz y perspectiva
para resolver la situación.

Luchas de ayer

La costumbre de los estudiantes por hacer escuchar su voz y defender sus derechos no es
nueva. La argentina tiene una larga tradición de luchas estudiantiles. Es recordada en la
década del 70’ la lucha emprendida por los estudiantes nucleados en la Unión de
Estudiantes Secundarios (UES), entre otras organizaciones, por el boleto estudiantil y por
el derecho de ejercer actividad política en las escuelas. Estas manifestaciones tuvieron un
desenlace trágico con la llamada Noche de los Lápices, el 16 de septiembre de 1976, en la
que el gobierno genocida de la Junta Militar secuestró y envió a distintos campos de
concentración a un grupo de estudiantes de la Ciudad de La Plata.

Estas luchas siguen vivas en el recuerdo y en la acción de las nuevas generaciones.

Memoria, verdad, Justicia, y que siga la lucha!