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Para poder comprender mejor el tema, se tienen que definir algunos conceptos:
Dignidad
“El non omnis moriar es incuestionable. El hombre nunca muere del todo. Perdura
en el recuerdo, en sus obras, en los sentimientos de parientes, amigos e
instituciones. Hay una continuidad histórica, afectiva y espiritual de unos hombres
con otros. Vivos y muertos se enlazan en una cadena ininterrumpida. “No hay una
existencia humana, escribió Savigny, absolutamente aislada e independiente...
Todo hombre debe valorarse, a la vez, como miembros de una familia, de un
pueblo,... y cada época como la continuación y desarrollo de todos los tiempos
transcurridos. Ninguna época produce su mundo por sí, sino que lo hace siempre
en comunidad indiscutible con todo el pasado”. Dentro de esta conexión indefinida
de unos seres con otros, tiene sentido la successio in universum ius y la
protección de la memoria defuncti, que es tanto como proteger lo imperecedero de
él: recuerdos, afectos, buen nombre, etc. Lo imperecedero del hombre que ha
desaparecido del mundo de los vivos, lo que llamamos su “buena memoria”, se
perpetúa en herederos, allegados, íntimos o cuerpos sociales a los que perteneció
o contribuyó a crear.” (-Mariano Alonso Pérez, catedrático de derecho civil, Daños
causados a la memoria del difunto y su reparación)
Dentro de los atributos de la persona se considera el trato digno del fallecido en el
lapso entre la muerte y la inhumación, cuestión que presentamos en duda debido
al presente y excesivo amarillismo y morbo comercial presente en la industria
periodística. Como se informa en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la libertad de imprenta termina cuando se ataca a la moral o la vida
privada.
Cada vez es más sencillo encontrar en cualquier lugar una primera plana de
medios impresos donde se ataque directamente a la dignidad de los fallecidos, en
su mayoría, que presentaron una muerte con violencia o no natural. El proyecto
“Dignificación post mortem” pretende, con apoyo de concientización social, darle el
respeto que merece a la persona fallecida y su familia, y a quien pudiera sentirse
ofendido al ser forzado a encontrarse con imágenes tan escandalosas, utilizadas
con el propósito único de alimentar el morbo y, con el tiempo, encontrar a una
generación insensible y envuelta, acostumbrada a observar hasta los más crueles
escenarios (quienes no reaccionarán ante nada más) pues lo peor lo han visto en
todas partes, todos los días y a un muy bajo costo.
Una evidente falta a la ley y a la moral, a pesar de ser medios informativos, por el
simple hecho de no mostrar el cadáver para no dañar la moral de las demás
personas. Queremos aclarar que este problema no es solo por los medios locales,
se lleva a cabo en todo el país y que mejor que comenzar a concientizar en
nuestra misma ciudad.
Metas:
4. Actividades:
5. identificación de riesgos
7. Calendario de Actividades.
8. Presupuesto