Ensayo

Liderazgo – MGLE P. Montt

Marco Teórico nueva estructura de la Gestión Escolar en el sistema educativo chileno

La educación en Chile ha sido sometida a diversos cambios con el fin de entregar
calidad y equidad para cada estudiante; se reconoce que la educación es una pieza
fundamental para alcanzar el desarrollo inclusivo y sustentable de una nación y para ello la
formación debe ser de calidad, ofreciendo a cada ciudadano oportunidades para
desarrollarse plenamente. Actualmente, la Reforma Educacional abarca todos los niveles de
enseñanza y aborda transformaciones tanto en el orden estructural como en los ámbitos de
gestión educativa y del quehacer propiamente pedagógico, con un foco especial en el
fortalecimiento de la educación pública como pilar del sistema educativo nacional,
considerándose como, un desafío complejo que involucra cambios que van desde un ámbito
estructural al ámbito educativo siendo un proceso sistémico, gradual y participativo.

Según Zaccagnini (2004) “cuando se cambia el diseño curricular y los consecuentes

planes de estudio; cuando se pretende modernizar al sistema en su conjunto, imprimiéndole
una dinámica más ágil y efectiva al funcionamiento institucional, al descentralizar la
burocracia central; cuando se pretende elevar la calidad general de la enseñanza, en aras de
mejorar el rendimiento académico de los alumnos y disminuir el fracaso escolar; cuando se
pretende adecuar y ajustar la formación educativa a las demandas del mercado laboral;
cuando se quiere introducir cambios en los estilos pedagógicos de los docentes; cuando se
busca transformar las culturas institucionales de las escuelas; cuando se busca mejorar los
criterios de organización y gestión institucional de las escuelas, etc.” La reforma conlleva
un proceso sistemático que determina cambios estructurales y organizacionales en todo
sistema educativo, generando transformaciones donde el pilar fundamental es la calidad, es
una construcción social, históricamente determinada, obedeciendo a condiciones
económicas, políticas, culturales y sociales determinadas por la sociedad.

La Constitución de 1833, establece que es deber de las municipalidades promover la

educación, creándose una superintendencia cuyo rol es inspeccionar y direccionar la
educación nacional. En 1860, se crea la Ley de Instrucción Primaria, donde el sistema
público de enseñanza elemental tiene la absoluta libertad de enseñanza y gratuidad. Luego
en 1920 se crea la Obligatoriedad de la Educación, reduciéndose así, el analfabetismo. En
el año 1965, la educación tiene un cambio sustancial, donde se determina la igualdad de
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oportunidades. Posteriormente, en 1990 se publica la nueva Ley Orgánica Constitucional

(LOCE) basándose en la libertad de enseñanza para que cualquier particular pueda
establecerse con un establecimiento educacional. En 2003 hacia adelante, la educación pasa
a ser obligatoria y gratuita hasta la enseñanza media, generando así, un aumento sostenido
en los recursos destinados a la educación. Actualmente, se habla de una reforma
educacional que se centra en el fortalecimiento permanente de la calidad integral y la
equidad, el desarrollo científico y tecnológico, y la cultura y patrimonio. De esta manera, se
comprende los cambios de reformas en la historia nacional, estipulando que todas las
reformas han cambiado el futuro del sistema educativo y han favorecido de forma negativa
o positivamente las distintas etapas escolares de los estudiantes. Cabe destacar, que toda
reforma conlleva un determinado nivel de consenso y participación de todos los actores
involucrados en el sistema educativo, en este sentido los objetivos y propósitos de las
reformas están orientadas a cumplir con los compromisos nacionales del estado.

Hoy en día, la Reforma Educacional propuesta en el año 2014, se centra en

fortalecer la educación pública en todos sus niveles, ofreciendo permanentemente la calidad
integral del sistema, que contribuyan a la generación y mejoramiento de las capacidades
pedagógicas y técnicas, y que aseguren la integración con equidad de todos los niños, niñas,
jóvenes y adultos a los procesos educativos, basándose en asegurar la educación como un
verdadero derecho y bien social, donde considera que la calidad se logrará mediante
profesionales de excelencia participando en un sistema integrador que no discrimine y
donde garantice el derecho de la ciudadanía a elegir. Por tal motivo esto, resulta relevante,
ya que no sólo involucra y compromete a profesores y estudiantes de los establecimientos
educacionales, sino también a toda la familia y sociedad chilena, esto incide en el desarrollo
del presente y futuro de cada institución educativa donde se debe llevar a cabo la reforma
actual, jugando un papel importante la gestión y el liderazgo que conduce cada
establecimiento, siendo los profesores los actores centrales de la educación cuyo rol,
trasciende la sala de clases. Sin embargo para llevar a cabo este procedimiento se debe
trabajar desde el núcleo elemental que es la escuela, donde la gestión del establecimiento
educacional, concretará los pilares estipulados por los cambios exigidos por la reforma.
Cabe señalar, que la gestión educativa está conformada por un conjunto de procesos
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organizados que permiten que una institución educativa, logren sus objetivos y metas. Una
buena gestión es la clave para que lo que haga cada integrante de una institución tenga
sentido y pertenencia dentro de un proyecto que es de todos. En otras palabras, es
fundamental lograr que todos "remen hacia el mismo lado" para lograr lo que se quiere, y
mejorar permanentemente, esto facilita el trabajo organizado y favorece el desarrollo de las
competencias. Por lo tanto, en cada establecimiento educativo se materializa y se lleva a
cabo el Proyecto Educativo Institucional (PEI), el currículo y el plan de estudios, y se
concretan la planeación curricular, las actividades pedagógicas, las evaluaciones y
autoevaluaciones y las relaciones con diferentes interlocutores de la comunidad educativa y
otras entidades, para ello, todos los integrantes deben conocer y consensuar el PEI, ya que
éste, entrega el propósito por el cual se debe trabajar y permite visualizar el norte a donde
se pretende llegar.

El establecimiento educativo es un espacio donde ocurren los procesos de

enseñanza, aprendizaje y la convivencia entre los diferentes actores. Para los estudiantes, es
también un lugar en el que, además de aprender y desarrollar sus competencias, se
construyen relaciones de amistad y afecto y fortalecen la construcción de sus estructuras
éticas, emocionales, cognitivas y sus formas de comportamiento. Como señala Esteve
(2002): “hay que comenzar a decirle a nuestra sociedad que debemos reconsiderar los
juicios que estamos haciendo sobre el trabajo de nuestros profesores y sobre el sistema de
enseñanza en su conjunto, el cambio social acelerado obliga continuamente al sistema
educativo a moverse a remolque de las expectativas sociales, intentando un cambio
permanente de sus estructuras para adaptarse a las demandas diversificadas y cambiantes de
la sociedad”, es por ello, que cada institución educativa debe trabajar en equipo con una
gestión altamente eficaz y eficiente para acudir a las demandas que el entorno social
requieren y así crear acciones que fortalezcan cada institución y que se orienten a la
conformación de un sistema de aseguramiento de la calidad que va desde el Preescolar
hasta la educación Superior.

El sistema educativo nacional exige que toda institución educativa debe ser “eficaz”.
Murillo (2003), señala: “La escuela eficaz es aquella, que promueve de forma duradera el
desarrollo integral de todos y cada uno de sus alumnos más allá de lo que sería previsible
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teniendo en cuenta su rendimiento inicial y su situación social, cultural y económica”, con

ello se trata de romper las brechas antiguas de la segmentación, donde el sector más
vulnerable de la sociedad recibía una educación de menos calidad, es aquí, donde se
materializa lo estipulado por la reforma, decretando que todo estudiante recibirá una
educación equitativa y de calidad, siendo las escuelas, las que deben lograr que sus
estudiantes alcancen metas educativas de calidad, independientemente de su origen social,
estas metas educativas se reflejaran en los resultados académicos y directamente
relacionados con el aprendizaje.

Existe un gran desafío como país en mejorar la calidad de la educación chilena. Es

una tarea ardua y demanda el apoyo y la responsabilidad de toda la sociedad, donde los
profesores debe estar comprometidos con su trabajo, los directivos deben ser líderes con
altas expectativas, los profesionales deben estar actualizados en las materias, las
metodologías y contenidos que rescatan la experiencia cotidiana de los estudiantes; para
hacer del aprendizaje un proceso significativo.

La educación no sólo tiene consecuencias directas sobre las oportunidades de cada

persona, sino que influye a las sociedades en su conjunto, ya que no sólo entrega los
conocimientos y destrezas que permiten desenvolverse en el mundo actual, sino que,
permite el máximo desarrollo de las potencialidades de cada persona, tanto humana,
intelectual y espiritualmente. Para lograr una transformación profunda, debemos superar
esas barreras de distinción social y lograr condiciones más democráticas y equitativas para
cada individuo, estos desafíos requieren del apoyo del Estado, el cual es capaz de regular
normativas y políticas que estén orientadas a los nuevos enfoques de la educación, y así
poder implementar lo necesario para realizar futuros cambios. Es necesario, un
fortalecimiento del sistema de supervisión y fiscalización, por lo cual es relevante el apoyo
de equipos, donde garantice y certifique que cada institución educativa sea de calidad, que
otorgue una educación descentralizada, generando una formación integral en conjunta
participación de los padres y apoderados de las familias y así se construya una sociedad
democrática, justa e inclusiva.