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Tenochtitlan, como es sabido, tenía una distribución similar: las grandes calzadas,
orientadas hacia los cuatro puntos cardinales o rumbos del universo, dividían a la
ciudad en cuatro "barrios", al igual que en Teotihuacan. En medio se encontraba la
plan principal, con sus 78 edificios al decir de Sahagún, el principal de ellos el
Templo Mayor, el cual constituía el "centro" del universo mexica. Aquí es necesario
mencionar que -al igual que muchas otras manifestaciones la arquitectura estaba
conformada por un simbolismo cuyos significados eran profundamente complejos.
Así, el Templo Mayor representaba dos cerros: el lado de Huitzilopochtli en el cerro
de Coatepec, lugar de nacimiento del dios y del combate contra el enemigo; el sitio
de la guerra y del sacrificio: de la muerte.
Entre los años 650 y 800 de nuestra era mesoamérica sufrió cambios radicales por
la desaparición de grandes centros como Teotihuacan, Monte Albán, Palenque, etc.,
que hasta entonces habían regido la política y la economía de la región. Esto originó
que muchos de sus habitantes emigraran en busca de nuevos horizontes, surgiendo
nuevos pueblos que se mezclaron con los herederos de las antiguas tradiciones y
juntos crearon una nueva integración político, cultural y social, consolidando nuevas
ciudades y nuevos estados. Gente emigrada de Teotihuacan se mezcló con grupos
chichimecas y Mixcoatl logró unificarlos, surgiendo así el grupo tolteca. La palabra
tolteca significa “civilizado”. Esta civilización se desarrolló entre 850 y 1168 d. C.
A partir del siglo X Tula se convirtió en el centro urbano de mayor importancia del
Altiplano Central. Debido a conflictos políticos y religiosos en 1184 varios grupos
nómadas saquearon e incendiaron Tula, quedando destruida, lo que provocó que
sus habitantes se fueran a vivir a otras regiones.
El pueblo tolteca creó una refinada cultura, que incluía conocimientos sobre la
fundición del metal, el trabajo de la piedra, la destilación y la astronomía. Su
arquitectura y su arte reflejan influencias de Teotihuacan y de la cultura Olmeca.
Los restos de Tula, a veces llamada Tollan Xicocotitlán, incluyen tres templos
piramidales, de los cuales el más grande está rematado por columnas de 4,6 m de
altura en forma de estilizadas figuras humanas conocidos como “atlantes”
(guerreros); se cree que estaba dedicado a Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada,
deidad que los toltecas adaptaron de culturas anteriores y la adoraron como el dios
del planeta Venus. Según la leyenda, un dios rival tolteca Tezcatlipoca, hizo que
Quetzalcóatl y sus seguidores abandonaran Tula en torno al año 1000 d.C. Se
desplazaron al sur y posteriormente desarrollaron la ciudad maya de Chichén Itzá,
convirtiéndola en su capital y en un importante centro religioso.
Los toltecas escenificaban batallas militares y sacrificios humanos en esculturas
talladas en piedra.
CERÁMICA DE LOS TOLTECAS
El máximo desarrollo artístico de los toltecas se encuentra en el trabajo de la piedra,
con esculturas que muestran escenas militares y de sacrificios humanos. Una de
las más representativas es el Chacmool , una gran figura sentada en forma
reclinada, sosteniendo en el vientre un recipiente y con la cabeza mirando hacia un
costado. También destacan los frisos arquitectónicos de Tula, en que se represe
ntaron guerreros, algunos animales poderosos como el jaguar, el coyote, el águila
y la mítica serpiente emplumada o Quetzalcoatl . Junto a ellos se observa partes de
cuerpos humanos como calaveras y huesos largos cruzados. Destacan las
columnas talladas con la figura de guerreros provistos de atlatl o estolicas, dardos,
escudos y pectorales en forma de mariposa. El estilo cerámico Tolteca más antiguo
y que antecede a la fundación de Tula, conocido como Coyotlatelco , se caracteriza
por el color rojo y café de sus vasijas. Más tarde, se desarrolla un tipo de cerámica
conocida como estilo Mazapa , cuya dispersión por gran parte de Mesoamérica se
asocia a la expansión política de los toltecas. Sus formas alfareras más
sobresalientes son escudillas con su interior decorado con líneas rectas u
onduladas, pintadas de rojo intenso. A la par del estilo Mazapa, existe una cerámica
llamada "Plumbate", originaria de Guatemala, que es una de las pocas alfarerías
del Nuevo Mundo con superficies que aparentan estar vitrificadas, gracias a la
pintura con pigmentos minerales y su cocción a altas temperaturas.
Es importante también, su cerámica. El estilo cerámico tolteca más antiguo y que
antecede a la fundación de Tula, conocido como Coyotlatelco, se caracteriza por el
color rojo y café de sus vasijas. Más tarde, se desarrolla un tipo de cerámica
conocida como estilo Mazapa, cuya dispersión por gran parte de Mesoamérica se
asocia a la expansión política de los toltecas. Sus formas alfareras más
sobresalientes son escudillas con su interior decorado con líneas rectas u
onduladas, pintadas de rojo intenso. A la par del estilo Mazapa, existe una cerámica
llamada ‘Plumbate’, originaria de Guatemala, que es una de las pocas alfarerías del
Nuevo Mundo con superficies que aparentan estar vitrificadas, gracias a la pintura
con pigmentos minerales y su cocción a altas temperaturas.
TEMPLOS TOLTECAS
Tula.
Siendo el principal emplazamiento de la cultura tolteca, se distingue el
llamado Templo de Tlahuizcalpantecuhtli, conocido también como pirámide, por
su basamento compuesto de cinco terrazas. Sus paredes presentan una decoración
tallada de jaguares, coyotes y águilas engullendo corazones humanos y la efigie del
dios Quetzalcóatl. El templo asociado al Dios del Amanecer, posee una altura de 9
metros de alto. Aparte, una amplia habitación con columnas de piedra con
representaciones de guerreros, mientras las ventanas están alineadas con el
planeta Venus. Esto refleja la función astronómica del lugar.
A pocos metros, se encuentra el Templo Tzompantli, una especie de altar cuya
función era colocar cráneos de prisioneros de guerra sacrificados para ejercer un
tipo de coerción social. El mismo estaba compuesto de unas estacas donde se
insertaban las calaveras.
Huapacalco.
Configurando la sede de los toltecas antes de migrar a Tula, está formada por
un basamento piramidal de tres cuerpos. En la parte superior contiene un altar, que
era usado para colocar ofrendas a los dioses.
Chichén Itzá.
A pesar de ser una ciudad Maya, pasó a ser un importante centro religioso en manos
de la cultura tolteca, algo que se puede notar claramente en el Templo de Los
Guerreros. Rodeado del conocido bosque de las mil columnas, su plataforma mide
40 metros. En su entrada hay una escultura de Chac Mool, y en el interior conserva
una gran cantidad de salas con bóvedas.
ARQUITECTURA INCA
La arquitectura Inca es la más importante de las arquitecturas precolombinas
en América del Sur. Los Incas heredaron el legado arquitectónico de
los Tiwanaku (Tiahuanaco), surgido en el siglo II a. c., en la actual Bolivia. La capital
del Imperio Inca, Cuzco, todavía contiene muchos buenos ejemplos de la
arquitectura Inca, aunque muchos muros de mampostería de Inca se han
incorporado a las estructuras españolas coloniales. La ciudadela de Machu
Picchu es un ejemplo de la arquitectura Inca, otros sitios importantes incluyen
a Sacsayhuamán y Ollantaytambo. Los Incas también desarrollaron un sistema de
carretera amplia que abarca la mayor parte de la longitud oeste del continente
americano para conectar a su inmenso imperio.
Solidez
Los muros eran construidos con piedras debidamente talladas y pulimentadas, las
que unían con admirable precisión sin emplear ninguna argamasa que les sirviera
como mezcla o elemento de unión .Esta solidez ha hecho que los conjuntos
arquitectónicos permanezcan inalterables al paso del tiempo. Emplearon la piedra
en grandes bloques sin mucha necesidad de utilizar argamasa. Las piedras, que
eran gigantes, eran usadas de tal manera que encajaba una con otra. Un ejemplo
de esta arquitectura se encuentra en Sacsayhuaman, que es una fortaleza muy
grande con varios de estos bloques de piedra.
Sencillez
Los edificios no llevaban muchos adornos y decoraciones demasiados complicados,
ninguna clase de decoración artística en sus construcciones, solo lo necesario para
mantenerlo en pie. Sus figuras representaban a sus dioses; las piedras tenían forma
poligonal de varios lados y ángulos, siendo variable su tamaño.
Simetría
Puesto que los muros y construcciones todos guardaban relación con el conjunto
.Los muros tenían forma trapezoidal (anchos en la base y delgados en la parte
superior, ello se debía a que las piedras descansaban directamente sobre el suelo
ya que no emplearon cimientos .Las puertas también eran trapezoidales no
utilizaban ventanas, pero si hornacinas o nichos que los labraban a los lados de las
entradas de los monumentos. Las partes de sus construcciones eran iguales a partir
de su eje. En planta, la simetría es difícil de apreciar ya que los espacios están
superpuestos, aunque suelen converger en un ápice o en algunos casos, en una
sala principal.
CERÁMICA DE LOS INCA
La cerámica incaica o de estilo inca se caracteriza por su producción en masa,
habiéndose encontrado evidencias del empleo de una gran cantidad de moldes que
permitieron difundir una producción en serie. Se decoraba en diferentes tonos de
marrón y sepia, además del rojo, negro, azul, lila, amarillo, verde, rosado, gris,
blanco, anaranjado y morado, que producían una gama relativamente variada de
combinaciones. Se aprecia en la alfarería inca la predilección por los diseños
geométricos, predominando los rombos, barras, círculos, bandas y triángulos. Las
formas más típicas son el aríbalo y los queros, aunque estos últimos existieron
desde el Horizonte Medio y fueron confeccionados también en madera y
metal.[cita requerida]
La cerámica inca se caracteriza por sus superficies pulidas, su fina decoración
representativa de tendencia geométrica y el uso de los colores amarillo, negro,
blanco, rojo y anaranjado. Solían pintar rombos, líneas, círculos, animales y frutos
estilizados, así como plantas y flores. Las aplicaciones modeladas no fueron
comunes en la decoración. Se conoce una amplia variedad de formas, tanto de
cerámica fina, como de la doméstica sin decoración. Existieron diferentes tipos de
cántaros: con base cónica, ollas con asas lateral, ollas trípodes, platos con asa y
pintura interior, tostadores con boca lateral y trípode, etc. El prestigio alcanzado por
la alfarería inca hizo que en muchos lugares conquistados se copiara sus formas y
decoraciones. Generalmente se producía una mezcla de los estilos locales con el
estilo inca, y se encuentran piezas Chimú - Inca, Chancay, etc.
El aríbalo
Es la forma más característica de la cerámica inca. Se trata de un cántaro de cuello
largo y base cónica. Antiguamente lo llamaban macka o puyñun. El nombre aríbalo
se le ha dado por su parecido con las vasijas griegas conocidas como aryballus. Era
usado para servir la chicha en las fiestas importantes.
Los queros
Los queros (keros) fueron vasos de madera hechos por los incas. Los queros son
vasos de regular capacidad mayormente de carácter ceremonial que eran
decorados con dibujos planos o figuras tridimensionales. Se han encontrado
muchos queros adornados con cabezas de felinos, pumas o jaguares, algunas
veces con incisiones en metal y piedras preciosas en los dientes y los ojos.
TEMPLOS CEREMONIALES INCA
EL TEMPLO DE CORICANCHA: tenía un fuego perpetuo donde se quemaban
alimentos, maderas aromáticas y plantas en honor de los dioses, sobretodo cestas
con hojas de coca, muy apreciadas por la población por sus propiedades místicas y
porque su ingesta era exclusiva del inca y de su familia. Inmensas cantidades de
telas eran también consumidas por el fuego sagrado, además de miniaturas en
madera ataviadas con finas telas de vicuña. Se enterraban figurillas de oro y de
plata en los santuarios, y se ofrecían a los dioses conchas llamadas mullu. Las
libaciones de los templos se hacían con chicha rociada con los dedos o derramada
en tazas frente a los ídolos. El mismo inca llenaba con chicha una piedra hueca
recubierta de oro.
Coricancha (casa del sol): Fue uno de los más venerados y respetados templos de
la ciudad del Cusco, era un lugar sagrado donde se rendía pleitesía al máximo dios
inca: el Inti (Sol), por lo que sólo podían entrar en ayunas, descalzos y con una
carga en la espalda en señal de humildad, según lo indicaba el sacerdote mayor
Willaq Umu:
Gran templo de Lurín: cerca de Lima, se erigió un santuario para la adoración del
dios sin piel ni huesos, como era descrito Pachacamac por sus fieles, los incas -tras
asimilar este dios y su culto al del Sol- realizaron obras de embellecimiento, hasta
hacerlo casi tan hermoso como Coricancha, cubriendo también de oro y plata la
capilla central, la del dios Pachacamac, a la manera de lo anteriormente hecho con
la totalidad del gran templo solar del Cusco.
Sacsayhuamán: Es una "fortaleza ceremonial" inca ubicada dos kilómetros al norte
de la ciudad de Cusco. Se comenzó a construir durante el gobierno de Pachacútec,
en el siglo XV; sin embargo, fue Huayna Cápac quien le dio el toque final en el siglo
XVI.
Con la cerámica los mayas realizaron todo tipo de objetos: desde recipientes para
la alimentación hasta vasijas para las ofrendas a los dioses y los muertos. Estas
piezas fueron realizadas con técnicas muy diversas: las había con formas simples
y sin color, y mucho más elaboradas, con una decoración multicolor, elementos
modelados y relieves.
Las obras en cerámica fueron moldeadas a mano, sin torno, por los artistas mayas.
Los colores se obtenían a partir de una base de arcilla y, una vez llistas las obras,
se horneaban a una temperatura aproximada de 800 grados centígrados. Su valor
plástico es enorme, pues, en general, eran de una extraordinaria factura; destacan
particularmente los decorados con pinturas narrativas sumamente complejas, las
cuales tienen para arqueólogos e investigadores un alto valor para documentar las
costumbres y tradiciones del pueblo maya.
Asimismo, estas obras contaron, en su momento, con un gran valor social y político:
los personajes más importantes de los miembros de la nobleza de las distintas
regiones solían intercambiar los trabajos más bellos para asegurar la lealtad política
de sus vecinos
CENTROS CEREMONIALES MAYA