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se relacionan con un estado de pleni-

Opinión

tud espiritual. Y también que si to-


dos nos empleáramos más en la bús-
queda de estos últimos no solo
seríamos más felices sino mejores
como individuos y como sociedad.
Para mí es un criterio acertado, y me
parece muy positivo promover la in-
tención de no conformarnos con lo
cómodo.
Sin embargo, no conformarse con
algo no significa privarse de ello y
promover no significa exigir. La Igle-
sia convirtió el placer en pecado,
asociándolo a lo inmoral y licencioso,
generador de males, pero ni las ho-
gueras ni el mismo infierno fueron
castigo suficiente para que la gente
se abstuviera de ellos. Nuestro socia-
lismo, por motivos diferentes, igual
intenta alcanzar lo virtuoso por enci-

EL PLACER,
ma de cualquier otra consideración.
Algo muy razonable, porque su fun-
cionamiento, como el de cualquier
proyecto que pretende la equidad y
el bien de todos, no puede basar su
economía en las leyes del mercado,

LOS VIDEOJUEGOS precisa para esta de un factor


extraeconómico: la Conciencia Social.
Le es ineludible que sus individuos
cuenten con altos valores éticoS y
EL CAIMÁN BARBUDO—enero-febrero—2016

obren en consecuencia. Así de cardi-

Y LA PRUDENCIA
nal es el asunto de lo que se llamó “El
hombre nuevo”.
El error, creo yo, es que otra vez
se intenta por la vieja fórmula de la
condena y la abstinencia. Otra vez el
placer es estigmatizado, no ya como
pecado sino como diversionismo, in-
dolencia con las urgencias sociales,
Por José Martín Díaz Díaz
cosa de vagos, de egoístas, de bur-
gueses, símbolo de la corrupción y el
No estoy en contra de los video-
Todo esto, por supuesto, incluye vicio del pasado.
juegos, pero sí un poco en contra del
a los videojuegos y habla a su favor. Somos hijos de estos conceptos.
modo en que se les defiende. Tal vez
Sin embargo, adjudicarles a ellos es- Pienso que ya se ha ido reconsi-
se debe a que es un tema con mu-
tos beneficios, como si fuesen carac- derando, porque se ha visto que el
chas aristas y se presta para la confu-
terística particular y no de los juegos hombre puede vivir sin placeres ele-
sión o la falacia, voy a tratar de evi-
en general, se vuelve falaz, sobre todo vados pero no puede vivir sin place-
tarlo dividiéndolo en acápites.
si la conclusión pretendida es apoyar res, y que incluso quienes consiguen

10 EL JUEGO
La primera función del juego en
la ventaja de que existan.
En todo caso debería defenderse
el juego en su totalidad, por si alguien
los más altos, también deben acudir
a los simples porque aquellos no les
alcanzan, a menos que se trate de un
todos los animales es aprender, eso
considera que no es un asunto impor- iluminado. Que el placer es una nece-
nos incluye. Por derivación también
tante y eso está pesando en su sidad humana y no debilidad de ca-
sirve para divertirnos. La naturaleza
opinión contra los videojuegos. Lo cu- rácter. Que no se puede ser feliz
nos hizo lúdicos para asegurar que ju-
rioso para mí es que, al final, los de- culpándonos por satisfacer estas ne-
gáramos, si no fuera por esta motiva-
fensores mismos parecen no estar cesidades. Y que una sociedad justa
ción no tendríamos ninguna razón
muy convenidos de esta importancia, debe contemplar esto en su plan.
para usar siquiera las pelotas, y me-
cuando por ejemplo sacan a relucir Sin embargo, el prejuicio está tan
nos para haberlas inventado. Jugamos
los llamados “juegos didácticos”. arraigado que cuesta trabajo enten-
porque nos divierte, nos da gusto
El juego no necesita de ninguna dernos. No se trata simplemente de
hacerlo.
virtud adicionada para resultar valio- funcionarios dictaminando una con-
El juego se basa en lo irreal, si fue-
so. Algunos pueden servir para ense- ducta como a veces llega a parecer
se la realidad entonces no sería un
ñar sobre cuestiones académicas o de en algunos modos de abordarlo. Los
juego. Se trata de una analogía, se
cultura general, pero no por esto son artistas no son los burócratas, y yo
expresa en lo simbólico para que
mejores que otros. Todos los juegos noto que nuestra cinematografía, por
podamos experimentar con ellos sin
son didácticos, la diferencia estaría en ejemplo, aun siendo un medio de baja
consecuencias, de ahí que sean tan
si lo que enseñan es lo que considera- censura, parece haber olvidado que
oportuno entrenamiento, podemos
mos adecuado. Habría que tener en el cine es también esparcimiento. Las
repetir el ensayo tantas veces como
cuenta, además, que el conocimiento pantallas parecen estar queriéndome
queramos, porque el juego es intras-
académico se puede alcanzar de decir que las cosas están demasiado
cendente y gratuito, al menos por de-
otras maneras, el aprendizaje que nos terribles como para que yo pretenda
finición.
da jugar por el juego mismo, es insus- ir al cine con el trivial objetivo de
Claro que tiene repercusiones en
tituible.
la realidad. Y no hablo solo del he-
cho de ser el equipo ganador de un
SOBRE EL PLACER
campeonato o del dinero que alguien
Desde la antigüedad se considera
pueda ganar con el DotA, donde la
(para decirlo de un modo simple) que
repercusión es obvia; hablo de que la
darnos sin prudencia a placeres mun-
función del juego es repercutir en la
danos (fáciles) nos disocia de los ele-
realidad. Si no sucediera, no cumpli-
vados, que conllevan esfuerzo y que
ría su objetivo.
pasar un buen rato. El teatro, que
cuenta con más libertades que el cine,
lo supera en esto, ante muchas de sus
propuestas me he preguntado si lo
que ocurre en el escenario es una obra
teatral o será un coloquio sobre polí-
tica nacional. Claro que muchas de
estas puestas serían defendibles des-
de el “teatro de la crueldad”, pero
igual estaríamos de acuerdo en que
es la corriente teatral que menos va-
lor reconoce a lo placentero.
El público más adulto, al que he-
mos convencido de que eso es lo co-
rrecto, termina culpándose: “eso está
muy bien, soy yo quien ya no lo aguan-
to” y corren a saciar el hambre con
lo más frívolo, incluso sintiendo que estrés y sirven para socializar, que es
están traicionando algo, pidiendo igualmente cierto.
Creo que nuestro prejuicio contra
disculpas por su petición de ser igno- Los videojuegos, como las golosi-
lo placentero está pesando mucho en
rados. Los más jóvenes ya no se nas, son demasiado atractivos como
la condena a los videojuegos, y de
culpan, pero no porque hayan cam- para que sus consumidores necesiten
hecho siento que en muchas de las
biado el criterio de lo que es más co- de argumentos. Me preocupa que se
defensas que se hacen de ellos, este
rrecto o elevado, sino por haber lle- les están haciendo loas cada vez más
es el verdadero tema de fondo. De-
gado a la conclusión de que lo altas, y si se instaura el criterio de que
bería analizarse de modo independien-
placentero sólo puede estar en lo además de ricos son saludables, no
te, porque es un tema que sobrepasa
vano, y los tiene sin cuidado lo co- habría razón para ponerse coto.
el caso específico de los videojuegos.
rrecto o elevado porque es demasia- Y esos argumentos están en la ca-
Mientras que los juegos implican tam-
do angustioso. lle, cualquier muchacho te da una con-
bién otros asuntos y por supuesto, no
Yo creo que lo mundano nunca ferencia sobre por qué está muy bien
todo cuestionamiento a ellos deriva
podrá dar tanto placer como lo ele- pasarse horas jugando. Mi ahijado ya
del prejuicio.
vado, e igual creo que una obra ver- tiene respuesta hasta para la cuestión
daderamente profunda y reveladora del cuerpo sentado: mutaremos. Has-
EL SEDENTARISMO:
puede dar más goce que una superfi- ta habría que darle las gracias por ju-
Esta es una de las grandes preocu-
cial, a cualquier persona. Lo que tal gar tanto: está reajustando sus genes
paciones del hombre contemporá-
vez nos hemos ido con la de trapo. en beneficio del futuro de la especie.
neo, porque genera incontables ma-
Lo calamitoso y victimista no es ne- Entre estas mutaciones seguro está el
les y porque va en aumento. Las
cesariamente profundo, lo parece asunto de la agudeza visual. Yo no
mayores esperanzas de combatirlo
porque lleva implícito un chantaje sen- dudo de que los videojuegos sirvan
estaban puestas en lo lúdico, consi-
timental. En tanto más desgarrador en algún tratamiento para personas
derando que sin otras razones para
sea el sufrimiento expuesto, menos con dificultades de la vista; lo que lo
usar los músculos o someter el cuer-
nos atreveríamos a minimizar la obra, convierte en falaz es su reiteración
po a la fatiga, nos salvaría la compul-
porque parecería indiferencia y a na- como argumento, pues llega a pare-
sión que sentimos por jugar, empleán-
die le gusta sentirse un indolente o un cer que jugar en PC mejora la vista. Si
dola en el deporte y los juegos físicos
desalmado. es esto cierto, en veinte años quebra-
en general.
Que el teatro de la crueldad pue- rán todas las fábricas de espejuelos,
A este propósito se le anteponen
da dar obras elevadas no significa que porque con tan prolongado trata-
los videojuegos, porque ellos satisfacen
la crueldad sea elevada. Para mí lo miento las nuevas generaciones has-
este instinto sin tener que levantarnos
más paradójico de esta versión cuba- ta verán la superficie de Marte sin
del asiento. En realidad ya existían otras
na es que la condena implícita a la
complacencia, exigiéndole al público
que se olvide de tal cosa, viene acom-
actividades lúdicas sedentarias, como
los juegos de mesa o ser espectador
telescopio.

SOBRE DESARROLLAR UNA IN-


11
deportivo, pero esta viene a agregarse

EL CAIMÁN BARBUDO—enero-febrero—2016
pañada de un culto a lo libertino y DUSTRIA CUBANA DE VIDEOJUEGOS.
a la lista y, además, con un amplio cam-
soez, como lo mejor que podríamos Esto me parece algo tan elemen-
po de posibilidades y un nivel de se-
hacer en el mundo. En todo caso se- tal que no precisa de más de un pá-
ducción posiblemente mayor.
ría reflejo de nuestras incongruencias rrafo.
Creo que es acertada la preocupa-
con el tema. Con independencia a las diversas
ción, aunque también creo que lamen-
El videojuego no puede darse es- opiniones que tengamos sobre los
tarnos de su surgimiento sería como
tos lujos: un juego que no sea placen- videojuegos, el caso es que existen y
lamentar que existan las golosinas. Si
tero sería un contrasentido. Si enten- son consumidos masivamente por los
fuera justo, de todos modos, no tiene
demos que lo elevado es lo sufrido, cubanos.
caso. Y esta comparación sirve para
este sería el colmo de la superficiali- Y el videojuego no es solo algo que
simplificar el cuento: Por un lado a
dad. Por suerte a los niños siempre da placer y sirve para jugar, es un pro-
nadie se le ha ocurrido la solución de
los hemos exonerado un poco del ducto artístico comunicativo que trae
desaparecer las golosinas del mapa,
martirio, y así el arte para este desti- consigo la visión del mundo de sus
prohibirlas o dejar de fabricarlas. Por
natario ha quedado como único re- creadores, sus patrones, su cultura, su
otro, alertar sobre sus posibles perjui-
ducto donde la validación no se bus- ideología. Siendo además un medio
cios y promover moderación con ellas,
ca a través de lo calamitoso. Y como de tanto impacto, Cuba haría muy
es y seguirá siendo muy positivo y no
el juego suele ser visto como activi- mal desatendiéndolo. Hoy por hoy
un intento de satanización, aún cuan-
dad infantil, esto le da cierto permi- eso es casi como un país sin cine o sin
do se le dediquen programas comple-
so. No más que eso, de subestimación televisión.
tos a la dieta saludable y se omita decir
sufre todo el arte para niños.
que las golosinas pueden calmar el

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