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CONCEPTO DE LA CIENCIA
La búsqueda de respuestas a todos los acontecimientos que inciden en la vida real del ser
humano ha originado, desde siempre, la continua preocupación de éste por el saber y la
verdad, esto es, por los términos caracterizadores de la ciencia. El hombre ha sentido, desde
sus orígenes, la necesidad de comprender, cuando el conocimiento sobre algún hecho
alcanza un grado de interés generalizado; “...a la confianza con lo habitual, en las cosas en
que no se repara, sucede la desconfianza, la desorientación...” (Ortega y Gasset, 1966a).
La ciencia formal, por tanto, estudia las ideas y utiliza como principios de razonamiento las
reglas de la lógica y las matemáticas. La lógica sirve a las demás ciencias para aclarar y
analizar las verdades propias de su objeto, proporciona un método para analizar las
estructuras de las ciencias, sus conocimientos principales, así como para ver la manera de
relacionarlos y resumirlos hasta llegar a sus conclusiones. Las Matemáticas proporcionan el
instrumento de formalización decisivo, con el que las ciencias resultan más comprensivas y
universales. La ciencia factual o empírica es aquella que analiza los hechos, la relación
entre los fenómenos que se observan, trata de explicar la realidad y predecir los
acontecimientos. Bunge (1975, pág. 15) establece un amplio abanico de características de
las ciencias factuales y de los elementos que identifican al conocimiento científico:
1. El conocimiento científico es fáctico: “parte de los hechos, los respeta hasta cierto
punto, y siempre vuelve a ellos”. Toda ciencia empírica comienza con una observación de
los hechos y fenómenos que le interesan y los estudia sin modificarlos, si ello no es posible,
los cambios serán objetivos, nunca arbitrarios.
clasificación. Pero no sólo seleccionan y controlan los hechos los científicos, sino que
siempre que se pueda se reproducen e incluso se obtienen hechos nuevos. Además, el
conocimiento científico racionaliza la experiencia en lugar de limitarse a describirla. Es
decir, la ciencia no se limita a la mera clasificación de los fenómenos, sino que los explica
formulando hipótesis y teorías.
11. La ciencia es explicativa (“Intenta explicar los hechos en términos de leyes y las leyes
en términos de principios”). Los científicos, además de saber como son los fenómenos
buscan sus causas.
14. La ciencia es útil (“Busca la verdad y por ello la ciencia es eficaz para proveer
herramientas para el bien o para el mal”).
CONCEPTO DE LA REALIDAD
Las apariencias pueden ser aquello que nos impide definitivamente acceder a la realidad,
pues solo hay apariencias o puede ser el camino de acceso a la realidad: ¿Ocultan las
apariencias la realidad o la muestran? No es sencillo contestar esta pregunta. También los
griegos oscilaron entre las dos posibles respuestas a esta pregunta. Nadie como los sofistas
ejerció una crítica tan radical a nuestra capacidad de acceder a la realidad como algo
claramente distinto de nuestra manera de percibirla. El ser humano es la medida de todas
las cosas de tal modo que si nos preguntamos si la realidad es un descubrimiento-
desvelamiento o una invención-construcción, es esto segundo lo que hay que admitir. Su
posición ha tenido seguidores importantes desde entonces, destacando las reflexiones de
Nieztsche sobre la condición metafórica de nuestro lenguaje y más recientemente toda una
familia filosófica que de un modo u otro defiende lo que podemos llamar el constructivismo
epistemológico: la realidad de la que hablamos no pasa de ser un constructo social, fruto de
acuerdos provisionales. Si cambiamos de paradigma, según decía Kuhn, posiblemente está
cambiando también la realidad.
Esto supone poner en cuestión otra de las aportaciones de los fundadores de nuestra
tradición filosófica. Siguiendo la senda de sus maestros Sócrates y Platón, Aristóteles
mantiene con claridad que la realidad es racional, es decir, que nuestra razón, no nuestros
sentidos, es la que nos permite acceder a un conocimiento más ajustado de la realidad, de
tal modo que la verdad puede ser definida como la correspondencia entre nuestros juicios y
la realidad. No parece adecuado acusar a la posición aristotélica de racionalismo excesivo;
más bien, cuando la polémica se planteó en la filosofía medieval relacionada con el valor de
los conceptos universales, la posición aristotélica quedó definida como realismo moderado.
Sin duda, todas nuestras abstracciones conceptuales —incluso todo nuestro lenguaje— son
entes de razón, dicen los seguidores de Aristóteles. No obstante, eso no es lo importante; lo
decisivo es que algunos de ellos tienen fundamento in re, lo que los aleja de posibles
elucubraciones infundadas y permite distinguir la realidad de la ilusión, o lo verdadero de
lo falso.
Ahora bien, la afirmación aristotélica puede ser invertida y eso es lo que, según algunos
intérpretes, hace Hegel, cerrando en cierto sentido la reflexión filosófica occidental: todo lo
racional es real. La realidad no es más que el despliegue dialéctico del Espíritu en la
Historia y esta no llegará a su plenitud hasta que se dé la perfecta adecuación entre
racionalidad y realidad. Hegel lleva hasta el extremo el optimismo ilustrado, con su gran
apuesta por una sociedad regida por la razón. La izquierda hegeliana reinterpretará esa
afirmación hegeliana y la vinculará al pensamiento utópico presente en el mundo occidental
desde el Renacimiento: la sociedad real, la verdadera sociedad, será aquella regida por el
imperio de la razón y no por la arbitraria voluntad de monarcas absolutos apegados a
tradiciones injustificables. La utopía permitirá desvelar la más auténtica realidad. Esa es la
más fecunda y sólida relación entre la utopía y la realidad. «Seamos realistas, pidamos
lo imposible», decía un grafiti en el Mayo francés. «Queremos democracia real ya», claman
los indignados que animan el movimiento del 15-M.
Basándose en esta visión, los «datos» se refieren a los hechos desnudos carentes de
contexto; por ejemplo, un número de teléfono. Las «noticias» son datos en contexto;
verbigracia, una guía telefónica. El «conocimiento» son noticias que facilitan la acción y
favorecen la toma de la mejor decisión; por ejemplo, los individuos que son expertos en un
dominio dentro de una organización. Un ejemplo de conocimiento incluye reconocer que
un número de teléfono pertenece a un cliente preferencial, que hay que llamar una vez
por semana para que haga pedidos.
BIBLIOGRAFIA
http://www.encuentros-multidisciplinares.org/Revistan%BA36/MARIA
%20AURORA%20MARTINEZ%20REY.pdf
https://www.google.com.pe/search?
q=CONCEPTO+DEL+CONOCIMIENTO+pdf&oq