Mateo Andrés Díaz Torres

Preguntas y comentarios sobre el Cármides

a. El dialogo suscita el problema sobre la relación entre la virtud y episteme, ponderando sobre si
el hombre que ejerza una virtud ignora o no su saber —en el dialogo se presenta, por ejemplo,
cuestionando si los hombres sensatos ignoran o no que lo son. El problema es interesante
porque trata la cuestión de la naturaleza de la virtud, ya que nos encamina a identificar el
“conocimiento” de la virtud con poder actuar virtuosamente. Esto se consigue, en mi opinión,
identificando si el conocimiento de la virtud es una causa suficiente o necesaria de actuar
virtuosamente. Esto, evidentemente, tiene fuertes implicaciones en la concepción ética de los
diálogos socráticos que hemos trabajado. El conocimiento será una causa necesaria de la
virtud, si con su ausencia no es posible que se presente cualquier acción virtuosa; por otra
parte, el conocimiento es causa suficiente si afirmamos que el conocimiento de la definición de
la virtud es razón suficiente para poder actuar virtuosamente, así, personas que no conozcan
esta definición aún pueden llegar actuar acorde a lo que la virtud identifica como acción
virtuosa.

Hay razones de peso para ambas opciones. Por nombrar algunas, para la primera, solo bastaría
con pensar en la importancia de la definición para Sócrates y Platón; para la segunda, podemos
pensar en que en los diálogos se supone muchas veces que, personas en concreto como héroes,
pudieron ejercer acción virtuosas, y, no parece incurrir en una contradicción, imaginar que
algunos de estos, si no todos, no poseen una definición de virtud lo suficientemente adecuada
que satisfaga las exigencias de Sócrates. Por lo tanto, la pregunta consiste en cómo poder llegar
a una inclinación solida sobre alguna de estas dos opciones.

b. ¿Cómo podemos entender la pregunta acerca de la relación entre virtud (areté), episteme y tecne
con el concepto de bien y felicidad? En el seminario hemos discutido acerca de la felicidad, o
como Sócrates lo presenta, la cuestión acerca de la buena vida. Cómo entendemos la virtud y si
es una tecne o episteme es vital, principalmente a causa de que esto está relacionado a la pregunta
de si la virtud es la felicidad misma, o si es una causa para poder alcanzar la felicidad.

c. El problema de la conciencia de la virtud implica que la virtud no es azarosa y que le es

esencial la intencionalidad. Si este es el caso, entonces si dos personas realizan la misma acción, y
la única diferencia entre estos es que uno sabe exactamente qué es la virtud, entonces,
necesariamente, una acción será virtuosa y la otra no. De esto se desprendería: las acciones
virtuosas no lo son únicamente por lo que la acción misma implique en el mundo, sino
también las inclinaciones y motivos por los que fue realizada. Así, parece que el Carmides
introduce el problema de la intencionalidad en los problemas éticos de los diálogos.