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Intervención Psicosocial, 2006, Vol. 15 N.° 2 Págs. 223-232.

ISSN: 1132-0559

INVESTIGACIONES APLICADAS

La autoestima en adolescentes agresores y víctimas


en la escuela: La perspectiva multidimensional1
Self-esteem in aggressive and victimized
adolescents at school: The multidimensional
perspective

Estefanía ESTÉVEZ LÓPEZ*


Belén MARTÍNEZ FERRER*
Gonzalo MUSITU OCHOA*
Fecha de Recepción: 13-04-2005 Fecha de Aceptación: 15-09-2006

RESUMEN
Este estudio tiene como objetivo analizar las diferencias en autoestima entre adolescen-
tes con problemas de agresividad en la escuela, adolescentes victimizados por sus iguales
y adolescentes que son al mismo tiempo agresores y víctimas en el contexto escolar. Se
adopta una concepción multidimensional de la autoestima y se analizan las dimensiones
familiar, escolar, social y emocional. Para ello, participaron en la investigación 965 adoles-
centes con edades comprendidas entre los 11 y 16 años y escolarizados en cuatro centros
de enseñanza de la Comunidad Valenciana. Los resultados obtenidos vienen a confirmar
la existencia de diferencias entre agresores, víctimas y agresores/víctimas en la siguiente
dirección: el grupo de agresores presenta las puntuaciones más elevadas en las dimensio-
nes de autoestima social y emocional; el grupo de víctimas muestra los mayores niveles de
autoestima familiar y escolar; finalmente, el grupo de agresores/víctimas es el que presen-
ta, en general, las puntuaciones más bajas en las cuatro dimensiones de autoestima ana-
lizadas en el estudio.

* Universitat de València.
1 Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto de investigación SEJ2004-01742 “Violencia en la escuela

e integración escolar: Aplicación y evaluación de un programa de intervención”, subvencionado por el Ministerio de


Educación y Ciencia de España.

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La autoestima en adolescentes agresores y víctimas en la escuela: La perspectiva multidimensional

PALABRAS CLAVE
Autoestima, Escuela, Violencia, Victimización, Agresor, Víctima.

ABSTRACT
This study aims to analyze differences in self-esteem among aggressive adolescents at
school, victimized adolescents by peers, and adolescents who are both aggressors and vic-
tims in the school context. This research adopts a multidimensional conception of self-
esteem: family, school, social and emotional dimensions are analyzed. The sample was
composed of 965 adolescents whose ages range from 11 to 16 years old and studying in
four school of the Valencian Community. The results obtained confirm the existence of dif-
ferences among aggressors, victims and aggressors/victims in the following way: the
group of aggressors showed the highest scores in the dimensions of social and emotional
self-esteem; the group of victims obtained the highest levels of family and school self-
esteem; finally, the group of aggressors/victims showed, in general, the lowest scores in
the four dimensions of self-esteem analyzed in the study.

KEY WORDS
Self-esteem, School, Violence, Victimization, Aggressor, Victim.

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Estefanía Estévez López, Belén Martínez Ferrer, Gonzalo Musitu Ochoa

En la literatura científica sobre violen- también desarrolla una imagen de sí


cia escolar se ha constatado en numero- mismo específica en cada uno de ellos
sas ocasiones la estrecha relación exis- (Cava, Musitu y Vera, 2000). La autoesti-
tente entre los problemas de victimiza- ma, por tanto, refleja una actitud general
ción y la baja autoestima de las víctimas o global hacia uno mismo, así como acti-
(Austin y Joseph, 1996; Guterman, tudes hacia aspectos específicos que no
Hahm y Cameron, 2002; Olweus, 1998; son equivalentes ni intercambiables
Musitu, Buelga, Lila y Cava, 2001). Sin (Rosenberg, Schooler, Schoenbach,
embargo, los resultados relativos a la Rosenberg, 1995). En este sentido, por
asociación entre la conducta agresiva y ejemplo, un adolescente puede tener un
la autoestima son mucho más contradic- buen concepto de sí mismo en el ámbito
torios. Algunos autores sostienen que los familiar, pero no en el académico, o vice-
adolescentes agresivos presentan una versa (Cava y Musitu, 2003). Por ello,
autoestima más baja que aquellos sin para comprobar si existen diferencias en
problemas de conducta (Mynard y autoestima entre agresores y víctimas, es
Joseph, 1997; O’Moore, 1997), mientras necesario adoptar una perspectiva multi-
otros afirman que los agresores por regla dimensional de este constructo (Herrero,
general se valoran positivamente a sí Musitu y Gracia, 1995).
mismos y muestran un nivel de autoesti-
ma medio o incluso alto (Olweus, 1998; O’Moore y Kirkman (2001) utilizaron
Rigby y Slee, 1992). en su estudio medidas tanto globales
como multidimensionales de autoestima
Esta aparente contradicción de resul- para comprobar las diferencias entre
tados se podría atribuir al tipo de instru- agresores, víctimas y un tercer grupo de
mentos utilizados para obtener medidas adolescentes que eran a la vez agreso-
de autoestima, y en concreto, a si el ins- res/víctimas. Estos autores concluyen
trumento seleccionado proporciona una que tanto los agresores como las vícti-
medida de autoestima global o bien mul- mas presentan el mismo nivel de autoes-
tidimensional. Parece ser que las medi- tima global, que además, es significativa-
das de autoestima global, como por mente inferior al de aquellos adolescen-
ejemplo la Escala de Autoestima de tes no implicados en problemas de agre-
Rosenberg (1986), no reflejan posibles sión ni de victimización en la escuela;
diferencias existentes entre agresores y por otro lado, el grupo de agresores/víc-
víctimas (Dorothy y Jerry, 2003; Rigby y timas es el que obtuvo los niveles más
Slee, 1992), mientras que cuando se bajos de autoestima global en compara-
analiza la autoestima desde un punto de ción con el resto de grupos. Sin embargo,
vista multidimensional, agresores y vícti- al analizar las distintas dimensiones de
mas muestran un perfil diferente en autoestima, los resultados mostraron
algunos dominios (Andreou, 2000; O’Mo- que las víctimas se valoraban más positi-
ore y Hillery, 1991). vamente en el dominio escolar, mientras
que los agresores lo hacían en el dominio
Debemos tener en cuenta que la auto- social. De hecho, no se encontraron dife-
estima alude a la valoración que la per- rencias significativas en autoestima
sona hace de sí misma, de modo que por social entre el grupo de agresores y el de
un lado, el adolescente puede tener una adolescentes no implicados en proble-
imagen general de sí mismo favorable o mas de violencia escolar.
desfavorable, y por otro lado, puesto que
se desenvuelve en diversos contextos También en el estudio de Andreou
como el familiar, el escolar y el social, (2000), los adolescentes agresivos y

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aquellos sin problemas de agresión ni prensa; Rigby, 2000; Seals y Young,


victimización en la escuela presentaron 2003), por lo que su autoestima emocio-
los niveles más elevados de autoestima nal podría estar seriamente afectada.
social, las víctimas se situaron en una
posición intermedia y las puntuaciones
más bajas correspondieron al grupo de OBJETIVO DEL PRESENTE ESTUDIO
agresores/víctimas. En la dimensión de
autoestima escolar, las víctimas ocupa- Los trabajos que examinan conjunta-
ron de nuevo la posición intermedia, mente varias dimensiones de la autoesti-
aunque en esta ocasión tanto los agreso- ma en relación con los problemas de
res como los agresores/víctimas se valo- agresión y victimización en la escuela
raron más negativamente, mientras que son muy escasos en nuestro contexto
las autopercepciones más positivas en el nacional, especialmente aquellos que
dominio escolar correspondieron a los consideran las dimensiones familiar y
adolescentes sin problemas de victimiza- emocional, mientras que los trabajos
ción ni agresión en la escuela. sobre la violencia escolar son cada vez
más abundantes, probablemente porque
Estos estudios se centran fundamen- la violencia escolar es cada vez más un
talmente en los dominios social y escolar problema de todos. Conocer cómo sien-
de la autoestima pero no consideran, sin ten y cómo se perciben a sí mismos los
embargo, otras dimensiones como la adolescentes implicados en esta proble-
familiar o la emocional. Estas dos mática, puede resultar de gran utilidad
dimensiones, la familiar y la emocional, en el diseño de intervenciones efectivas
han quedado relegadas en las investiga- capaces de responder a estos problemas
ciones sobre violencia escolar, hasta el de convivencia en la escuela (Morales y
punto de que apenas existen referentes Costa, 2001). En este sentido, el presen-
de su estudio en agresores y víctimas. te estudio tiene como objetivo analizar
No obstante, los resultados de algunos las diferencias en autoestima entre ado-
trabajos sobre el funcionamiento familiar lescentes con problemas de violencia en
o el bienestar emocional de agresores y la escuela, adolescentes victimizados por
víctimas, nos sugieren que también pue- sus iguales y adolescentes que son al
den existir diferencias entre estos ado- mismo tiempo agresores y víctimas en el
lescentes en ambas dimensiones. Por contexto escolar. En este trabajo se
ejemplo, se ha constatado que las fami- adopta una concepción multidimensional
lias con hijos agresivos se caracterizan de la autoestima y se analizan las
por la existencia de problemas de comu- dimensiones familiar, escolar, social y
nicación, frecuentes conflictos y falta de emocional en los tres grupos señalados
apoyo parental (Dekovic, Wissink y Mei- –agresores, víctimas y agresores/vícti-
jer, 2004; Estévez, Musitu y Herrero, en mas- y un cuarto grupo de adolescentes
prensa; Martínez, Estévez y Jiménez, que no presentan -o en el que no se
2003), factores que fácilmente pueden conocen- problemas ni de agresividad ni
desarrollar en el adolescente una auto- de victimización en la escuela.
percepción negativa de su ámbito fami-
liar. Respecto del bienestar emocional, se
ha comprobado que los adolescentes vic- MÉTODO
timizados suelen presentar más proble-
mas de estrés, ansiedad, depresión y Muestra
sentimientos de soledad (Guterman et
al., 2002; Herrero, Estévez y Musitu, en Participaron en el estudio un total de

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965 adolescentes de ambos sexos y eda- alfa de Cronbach, fue de 0.84 para con-
des comprendidas entre los 11 y los 16 ducta violenta y 0.82 para victimización.
años. Todos los adolescentes de la mues-
tra cursaban estudios de enseñanza Escala Multidimensional de Autoesti-
media en el momento de la aplicación de ma. Se trata de una escala diseñada,
los instrumentos en cuatro centros de validada y normalizada en España por
enseñanza de la Comunidad Valenciana. Musitu, García y Gutiérrez (1994). Esta
A partir de las puntuaciones obtenidas escala consta de 36 ítems que evalúan
por los participantes en una Escala de de 1 –nunca- a 5 –siempre- las autoper-
Violencia Escolar, se agrupó a los sujetos cepciones de los adolescentes en cuatro
en las siguientes tres categorías: agresor áreas: la familia (ej. “Mi familia me ayu-
(n = 98), víctima (n = 280) y agresor/víc- daría con cualquier tipo de problema”),
tima (n = 266). Estas tres categorías se la escuela (ej. “Soy un/a buen/a estu-
establecieron considerando las puntua- diante”), el contexto social (ej. “Tengo
ciones por encima del percentil 75 en las muchos amigos/as”) y las emociones (ej.
siguientes dimensiones: violencia en la “Soy un chico/a alegre”). El coeficiente
escuela y victimización por los iguales. de consistencia interna (Alpha de Cron-
Además, se estableció una cuarta cate- bach) obtenido para las distintas dimen-
goría que agrupó a 321 adolescentes que siones fue de 0.79 para autoestima fami-
no presentaron problemas de conducta liar, 0.86 para autoestima escolar, 0.76
ni de victimización en la escuela. A esta para autoestima social y 0.72 para auto-
categoría se le denominó “no implica- estima emocional.
dos”.
Procedimiento
Instrumentos
La aplicación de los instrumentos se
Se utilizaron medidas de conducta realizó después de obtener los corres-
violenta y victimización en la escuela, así pondientes permisos paternos y de la
como de autoestima familiar, social, aca- dirección de los centros escolares. Los
démica y emocional. En concreto, los adolescentes participantes en el estudio
instrumentos utilizados fueron: cumplimentaron los instrumentos en sus
centros de enseñanza durante un perío-
Escala de Violencia Escolar. Se utilizó do regular de clase. La colaboración de
una escala compuesta por 19 ítems profesores y adolescentes fue, en todos
(Estévez et al., en prensa) algunos de los los casos, consentida. Asimismo, se
cuales se adaptaron de Emler y Reicher insistió a los adolescentes en el anoni-
(1995). En esta escala, los adolescentes mato y la confidencialidad de los datos.
indicaron la frecuencia con que habían Varios investigadores previamente entre-
participado en 19 comportamientos de nados acudieron a los centros de ense-
carácter violento en la escuela en los ñanza para coordinar y revisar la aplica-
últimos 12 meses, en un rango de res- ción de los instrumentos.
puesta de 1 –nunca- a 5 –muchas veces-.
La escala mide dos dimensiones: con-
ducta violenta en la escuela (ej. “He agre- RESULTADOS
dido o pegado a compañeros del colegio”)
y victimización (ej. “Alguien del colegio Para analizar las diferencias entre
me insultó”). La consistencia interna de grupos –agresor, víctima, agresor/vícti-
estas dimensiones, medida a través del ma y no implicado- se realizó un análi-

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La autoestima en adolescentes agresores y víctimas en la escuela: La perspectiva multidimensional

sis de varianza considerando como victimizados como no victimizados- infor-


variable dependiente las cuatro dimen- maron de una autoestima escolar más
siones de la escala de autoestima: fami- baja, en comparación con las víctimas y
liar, escolar, social y emocional. Cuando el grupo de no implicados. Por tanto, las
se encontraron diferencias significativas puntuaciones más elevadas en las
entre grupos se aplicó la prueba de dimensiones autoestima familiar y auto-
Bonferroni para determinar entre qué estima escolar correspondieron a las víc-
grupos concretos se establecían las timas y a aquellos adolescentes que no
diferencias en autoestima. En la Tabla presentaron problemas de agresión ni de
1 se recogen las medias para cada victimización en la escuela.
grupo, las desviaciones típicas y los
resultados del MANOVA y de la prueba Respecto de la autoestima social (Fsocial,
de Bonferroni. = 7,30, p < .001), el grupo de agre-
5, 956
sores mostró las puntuaciones más ele-
Los resultados del análisis de varianza vadas en esta dimensión, seguido del
muestran la existencia de diferencias grupo de agresores/víctimas y de adoles-
significativas entre grupos en las cuatro centes no implicados –estos dos grupos
dimensiones de autoestima considera- no presentaron diferencias significativas
das. En la dimensión autoestima familiar entre sí en su percepción de autoestima
se encontraron diferencias significativas social- y, finalmente, el de las víctimas.
(F familiar, 5, 956 = 18.23, p < .001) en la Por último, los resultados señalaron dife-
siguiente dirección: tanto el grupo de rencias significativas en la dimensión
agresores como el de agresores/víctimas autoestima emocional (F emocional, 5, 956 =
presentó una autoestima familiar más 10.60, p < .001) entre el grupo de adoles-
baja que el grupo de víctimas y el de centes agresivos y los otros tres grupos.
adolescentes no implicados. Para el caso En este caso, los agresores obtuvieron
de la autoestima escolar las diferencias las puntuaciones más elevadas en auto-
encontradas fueron en la misma línea estima emocional en comparación con
(Fescolar, 5, 956 = 27.12, p < .001): los dos las víctimas, los agresores/víctimas y los
grupos de adolescentes agresivos –tanto adolescentes no implicados.

Tabla 1. Medias, desviaciones típicas, resultados del MANOVA


y de la prueba Bonferroni

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En resumen, los resultados obtenidos solas es, de hecho, compartida por las
vienen a indicar que el grupo de agreso- propias víctimas.
res/víctimas es el grupo que, en general,
presenta las puntuaciones más bajas en Sin embargo, las autopercepciones de
las cuatro dimensiones de autoestima las víctimas relativas a los contextos
analizadas. Sólo el grupo de víctimas familiar y escolar, son más positivas que
obtuvo una valoración más negativa en en el caso de ambos grupos de agreso-
una de las dimensiones: en autoestima res, e incluso tan positivas como las
social. Por otro lado, agresores, víctimas autopercepciones de los adolescentes sin
y adolescentes no implicados, se valoran problemas de agresión o victimización en
a sí mismos más positivamente en algu- la escuela. Así, aunque las víctimas sos-
nos aspectos específicos de la autoesti- tienen que en ocasiones se sienten
ma que en otros: los agresores en los sobreprotegidas por sus padres (Cerezo,
dominios social y emocional, y las vícti- 1999), en general, se muestran satisfe-
mas y los adolescentes no implicados en chas con su entorno familiar, mientras
los dominios familiar y escolar. que por el contrario, los agresores suelen
informar de la existencia de relaciones
hostiles y desafiantes con sus padres
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES (Dekovic et al., 2004; Kazdin, 1995). Res-
pecto del contexto escolar, estudios pre-
En el presente estudio se han analiza- vios han constatado que las víctimas
do las diferencias entre agresores y vícti- presentan un buen rendimiento acadé-
mas en autoestima familiar, escolar, mico y no muestran más dificultades
social y emocional. Los resultados indi- académicas que el resto de compañeros
can que, en general, los adolescentes vic- (Olweus, 1998), mientras que los agreso-
timizados en la escuela se perciben a sí res suelen ser repetidores con un bajo
mismos más negativamente en los domi- rendimiento académico y muestran nor-
nios social y emocional de la autoestima, malmente actitudes desfavorables hacia
en comparación con los agresores. En la escuela, el profesorado y los estudios
este sentido, investigaciones previas (Cerezo, 1999; Estévez, Linares, Cava y
señalan que las víctimas de violencia Martínez, 2002).
escolar suelen presentar desórdenes
emocionales como estrés, ansiedad y sín- Los adolescentes agresivos, sin
tomas depresivos (Juvonen, Nishina y embargo, se perciben a sí mismos como
Graham, 2000; Kaltiala-Heino, Rimpela, altamente competentes en los dominios
Rantanen y Rimpela, 2000; Seals y social y emocional, más competentes
Young, 2003), así como problemas de incluso que sus compañeros no implica-
aislamiento, exclusión social en la escue- dos en problemas de agresión o victimi-
la y dificultades para integrarse social- zación en la escuela. Este resultado va
mente en el grupo de compañeros (Prins- en la línea del apuntado por Angold y
tein, Boergers y Vernberg, 2001; Storch y Costello (1993), quienes no encontraron
Masia-Warner, 2004). Las víctimas son apenas co-ocurrencia entre el comporta-
percibidas por sus compañeros como miento agresivo en adolescentes y la
personas tristes, inseguras y tímidas que existencia de problemas emocionales.
tienen pocos o ningún amigo (Díaz-Agua- Así, por ejemplo, se ha constatado que
do, 2002; Trianes, 2000). Los resultados la agresividad y la sintomatología depre-
obtenidos en la presente investigación siva co-ocurren únicamente en el 5-8%
sugieren que esa imagen de las víctimas de los adolescentes (Garnefski y Dieks-
como personas tristes, deprimidas y tra, 1997; Ge, Best, Conger y Simons,

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La autoestima en adolescentes agresores y víctimas en la escuela: La perspectiva multidimensional

1996), lo que descarta que el comporta- dos diferían entre sí fundamentalmente


miento agresivo sea una fuente directa en los dominios social y emocional. Por
de estrés y ansiedad en la adolescencia otro lado, los agresores/víctimas se valo-
(Herrero et al., en prensa). Muy al con- ran más negativamente que las víctimas
trario, los datos reflejan que la mayoría en los dominios familiar y social de la
de los agresores tienen una alta autoes- autoestima.
tima emocional (Brendgen, Vitaro, Tur-
geon, Poulin y Wanner, 2004). Una posi- Para concluir, los resultados de esta
ble explicación es que los adolescentes investigación señalan la importancia de
agresivos son en numerosas ocasiones adoptar una perspectiva multidimensio-
figuras importantes en su grupo de nal en el estudio de la autoestima en
iguales (Gilford-Smith y Brownell, 2003; agresores y víctimas en la escuela, así
Hawley y Vaughn, 2003) e incluso como la necesidad de considerar las
populares y queridos entre sus compa- dimensiones familiar y escolar en este
ñeros (Salmivalli, 1998), lo que les hace análisis, puesto que ambas dimensiones
disfrutar de ciertos beneficios sociales han presentado claras diferencias entre
que se reflejan en su bienestar tanto los grupos de estudiantes considerados.
emocional como social (Little, Brauner, No obstante, la interpretación de estos
Jones, Nock y Hawley, 2003). resultados debe realizarse con cautela
debido a la naturaleza correlacional de
Finalmente, el grupo de agresores/ los datos. En este sentido, sería intere-
víctimas es el que presenta un cuadro sante incorporar la dimensión temporal
más negativo de autopercepciones. Com- en futuras investigaciones para poder
parte características tanto con los agre- analizar la estabilidad de las relaciones
sores como con las víctimas, pero refleja establecidas. Aún así, desde el punto de
el lado más negativo de cada uno de vista exploratorio, los resultados aquí
ellos. Así, por un lado, los agresores/víc- presentados pueden ser de utilidad para
timas se valoran más negativamente que orientar el diseño de programas de inter-
los agresores en las dimensiones social y vención destinados a modificar el com-
emocional de la autoestima. Estos resul- portamiento desviado de algunos estu-
tados coinciden con los apuntados por diantes, mejorar la calidad de vida de las
Austin y Joseph (1996), quienes también víctimas de violencia escolar, así como
encontraron en su estudio que el grupo fomentar la convivencia pacífica en los
de agresores y el de agresores victimiza- centros de enseñanza.

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Estefanía Estévez López, Belén Martínez Ferrer, Gonzalo Musitu Ochoa

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