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ÉTICA DE MINIMOS

En nuestra época, los cambios tecnológicos y sociales son tan rápidos, se producen
tantos "acontecimientos" importantes en el mundo cada día, la historia parece que se
acelera y se detiene al mismo tiempo.
Todo esto y mucho más hacen que el modo tradicional de transmitir, aprender, modificar y
crear valores sea hoy casi imposible, sin haber inventado todavía maneras nuevas.
Quizás realmente estamos en un período de crisis de un sistema del mundo, y aún no se
ven claras cuáles son las posibilidades reales que tenemos.
No hay duda de que "la utopía ha perdido su inocencia", como constatan algunos autores
y con esta perdida de la realidad utópica, también la ética y la moral se ven afectadas; ya
no aceptamos una lógica binaria, simplista, de los valores, ni siquiera la tradición
que viene desde lo más cercano a nosotros: la educación recibida y en la que
hemos crecido. Como siempre, el problema está en cómo descubrirlos participando en la
acción concreta, cómo no caer en un pragmatismo banal, como programar nuevas y
buenas utopías, utopías factibles.

No se puede olvidar que una buena ética es siempre una UTOPIA.

Dado este panorama actual para plantear la educación y la configuración de los


comportamientos en todos lo ámbitos de la vida personal y social hay autores que
propugnan un acuerdo sobre una ÉTICA DE MINIMOS.
Es obvio que desde el punto de vista de la moral, hay que tomar una decisión práctica; en
tanto, desde el punto de vista de la ética, ha de formarse la conciencia en el hábito de
saber decidir moralmente. ¿Y qué implica decidir moralmente? ¿Qué es lo bueno o malo?
¿Qué se entiende por acto moralmente bueno?
Una distinción al respecto, señala que hay distintas teorías:

* Teorías metaéticas que intentan responder a esta cuestión se dividen en teorías no


cognitivas, si afirman que no es posible demostrar la bondad moral por medios racionales,

* Teorías cognitivas, si afirman que esto es posible.

Las teorías no cognitivas se dividen, a su vez, en emotivismo y prescriptivismo, y las


cognitivas en intuicionismo y descriptivismo.
También encontramos distintas éticas: la ética griega nos da una moral de virtudes; Kant
una ética deontológica, un actuar conforme al deber; el utilitarismo brinda una ética
consecuencialista; Nietzsche una ética vitalista, basada en la libertad ontológica
individual; y en los últimos tiempos, entre otros autores, Aparece Rawls con su Teoría de
la justicia, cuyos principios los plantea así:

"Primer principio: Cada persona ha de tener un derecho igual al más amplio sistema total
de libertades básicas, compatible con un sistema similar de libertad para todos.

Segundo principio: Las desigualdades económicas y sociales han de ser estructuradas de


manera que sean para:

a) Mayor beneficio de los menos aventajados, de acuerdo con un principio de ahorro


justo,
b) Unido a que los cargos y las funciones sean asequibles a todos, bajo condiciones de
justa igualdad de oportunidades. [...).
Concepción general: Todos los bienes sociales primarios -libertad, igualdad de
oportunidades, renta, riqueza, y las bases de respeto mutuo- han de ser distribuidos de
un modo igual, a menos que una distribución desigual de uno o de todos estos bienes
redunde en beneficio de los menos aventajados."

(Teoría de la justicia, FCE, México 1993, p. 340-341.).


Parece ser que en el fondo el problema ético sigue estando planteado en el viejo dualismo
de bien común vs bien individual.
Nosotros partimos del principio que el valor ético fundamental es la persona humana.
Algo es ético o no lo es según que condice o no con la persona humana y su dignidad
peculiar. La persona como valor ético es una realidad a objetiva.
Es una realidad que no depende de nuestra estimación, como nosotros mismos y los
demás no dependemos de la estimación de nadie para existir, y para ser humanos. Es
cierto que sobre el ser humano existen divergencias filosóficas, que han dado origen y
continúan dando a distintas antropologías. Sin embargo esas divergencias serían menos,
tal vez, si empezáramos por poner en el centro de la ética a lo único que puede ir en el
centro: la persona humana, en mí y en los demás.
De hecho, esa evidencia del valor del ser humano es la que guía, todo compromiso ético,
se sea consciente de ello o no. En el tema de las antropologías alejadas de las creencias
religiosas, supusieron en su origen una búsqueda de la autonomía del ser humano. Aquí
hay una cuestión y es que la contradicción del individualismo subjetivista que niega el
mismo valor en que se apoya: el de la persona humana individual. Lo niega, porque lo
hace relativo a su propio juicio, que es también su modo de exaltarlo: hacerlo relativo al
juicio de la persona humana individual. El individuo humano se vuelve entonces algo a la
vez absoluto y relativo, lo que es contradictorio.

El individuo humano no es absoluto ni relativo: es objetivo. Es siempre alguien que existe


independientemente de mi estimación y que tiene derechos se los reconozca yo o no. Si
la misma existencia del individuo dado en mi experiencia (el único del que estamos
hablando aquí) depende de mi conocimiento, entonces no puede pretender que sus
derechos sean independientes de mi reconocimiento o no de ellos. Si sus derechos
dependen de mi reconocimiento, entonces, siempre, antes de acusarme de haberlos
violado, se me debe preguntar si previamente los había reconocido o no. En caso de
respuesta negativa, hay que guardar silencio y retirarse, respetando mi opción, que
puede haber llevado al exterminio de una gran cantidad de personas.
Es importante recalcar que la persona individual es la dada en la experiencia, porque de
nada serviría, en efecto, decir que la persona sí existe independientemente de nosotros,
pero que todo lo que percibimos y sabemos de ella en nuestra experiencia sí depende de
nosotros. Desde estos planteamientos y reflexiones partimos para analizar las distintas
cuestiones que afectan a los planteamientos éticos para este inicio del siglo XXI

Referencia de algunos autores, que te puede servir para tener una visión general de
distintas posturas filosófico-éticas sobre las cuestiones planteadas.
SIGNIFICADO DE ÉTICA.
LA ÉTICA, COMO PERSPECTIVA PARA UNA REFLEXIÓN PRÁCTICA ACERCA DE
NUESTRAS ACCIONES.

La ética no es el conjunto de normas, ni tratados, ni leyes que obligatoriamente debamos


acatar y cumplir, sino que ética es una orientación armónica que nos va a ayudar a vivir
la vida. A lo largo de nuestra existencia vamos obteniendo enseñanzas y lecciones sobre
vivencias anteriores, estas enseñanzas nos van a influenciar en la visión y actuación que
ante los hechos cotidianos y ante la muerte tengamos, nos va a ayudar a adoptar una
estrategia ante la muerte, nos va a ayudar a penar alegremente por la vida. Nuestras
acciones en la vida van a ser influenciadas por la ética. Ética así pues seria el estudio y
reflexión de vivencias pasadas que nos marcan, así mismo la ética establece una
conducta a seguir ante los hechos que cotidianamente se presentan.

ÉTICA DE MÁXIMOS Y UNA ÉTICA DE MÍNIMOS, según la Dra. Adela Cortina.

La ética discursiva puede ofrecer una figura inédita de sujeto capaz de inspirar un nuevo
humanismo desde la idea de un sujeto autónomo, que vive en un mundo subjetivo en el
que tiene un acceso privilegiado y un mundo social al que pertenece. Esto da al individuo
una dimensión individual y una dimensión personal, estas dos dimensiones que
constituyen al sujeto se construyen con la autonomía personal y la autorrealización
individual. Esta consideración es clave a la hora de construir un marco de aplicación de la
ética discursiva, porque nos permite distinguir en el concepto mismo de sujeto la
exigencia de una ética de mínimos y una ética de máximos.
Adela Cortina en el texto cree oportuno distinguir en el ámbito moral entre una ética de
máximos y una ética de mínimos: entre aquellos mínimos normativos universalizables,
que son posibles por la dimensión autónoma del sujeto y de los que se ocupan las éticas
deontológicas de la justicia, y los máximos a que se refieren los proyectos biográficos de
autorrealización. Por objeto tienen tales máximos las éticas de la felicidad, siempre que la
felicidad no se entienda sólo como placer, sino en el amplio sentido humano de
autorrealización.

La autonomía en el hombre se presenta como la capacidad moral para la resolución o


actuación ante un hecho concreto, desde este punto de vista estrictamente moral, es
autónoma la voluntad de dejarse orientar por lo que todos podrían querer, por ello se dice
que la autonomía del sujeto en el sentido estrictamente moral se refiere a la capacidad
universalizadora, que es la que en el ámbito de las normas nos permite fundamentar
racionalmente una ética de mínimos universalmente exigibles. A la vez la ética de
máximos viene marcada por el deseo o propósito de llevar a cabo la autorrealización
personal o individual.

LEY DE HUME. SIGNIFICADO. REFERENCIAS QUE SE PRESENTAN EN EL


ARTICULO DE “VAIMOR”.

David Hume (1711-1776) Filosofo espirita británico, nacido en Edimburgo (Escocia),


sostenía la imposibilidad de llegar a la verificación definitiva del conocimiento humano,
pues este era incapaz de pasar más allá de lo que puede adquirirse experimentalmente
de las ideas e impresiones. Según Hume el conocimiento es la conciencia de las
relaciones entre las distintas “impresiones sensoriales”. Su filosofía se basa en la
observación de los fenómenos mentales y el estudio de las relaciones entre las
experiencias humanas, que constituyen la única fuente del conocimiento. La Ley de Hume
establece la obligatoriedad o necesidad de derivar los principios, en el sentido de punto de
partida, a. partir de consecuencias lógicas e imperativos prácticos. Según la Ley de Hume
no es lícito pasar sin razones explicitas, de la descripción de un estado de hecho a la
formulación de un principio moral.

Hume concede gran importancia a las tres leyes de asociación


por él señaladas; “ley de semejanza, ley de continuidad y ley de causalidad”.
Entre ellas destaca especialmente la ley de causalidad o relación de causa y efecto,
por la cual y según Hume, nosotros lo que más conocemos es que un fenómeno al
que llamamos causa, antecede a otro que llamamos efecto. La causalidad funciona
como una ley de nuestro modo de pensar las cosas, debido a una experiencia
acumulada (costumbre, hábito) que nos determina a pensar así los fenómenos.
Hume distingue dos tipos de proposiciones:

1. Las proposiciones formales analíticas (son juicios que expresan relaciones de ideas).
Son propias de las ciencias formales como la lógica y las matemáticas.

2. Las proposiciones empíricas (son juicios que expresan no relaciones de ideas sino
hechos). Son propias de las ciencias no formales como la física, química, historia,...

Puesto que la única fuente de conocimiento acerca de los hechos es la experiencia


sensible, su verdad dependerá de la comprobación empírica de lo que anuncian; se entra
en contraposición con la falacia natural que pretende que los juicios de valor no sean
deducibles de hechos empíricos. Los pensamientos filosóficos que se producen en un
momento determinado se acompañan y/o reflejan transformaciones sociales de esa época
cultural, su racionalidad y validez teórica se argumenta recordando esas circunstancias
históricas y demostrando que nacen como constatación teórica de la época en la que
surgen, son una herencia cultural múltiple, se cumple así la 'Ley de Hume", sin embargo
cuando sin razones explicitas de la descripción de un estado de hecho se pasa a la
formulación de un principio, como hace la metafísica, se entra en clara contraposición a la
Ley de Hume.

PRINCIPIO DE LA UNIVERSALIDAD EN ÉTICA. TEXTO DE “VICTORIA CAMPS”.

El principio de la universalidad en ética significa que la ética no admite excepciones a


favor de nadie ni de ningún interés privado, el deber moral es algo que no ocurre con
deberes o leyes de otro tipo cuyo único fundamento es la autoridad que los produce y los
sanciona. Significa que la ética sólo puede y debe dar pautas y criterios generales, no
respuestas claras y precisas a las perplejidades y dudas humanas, las cuales deben ser
resueltas por cada cual, al ser el individuo moralmente autónomo. La universalidad
Cosas que tienen valor o los actos que los realizan, y valor lo que hace que algo sea
bueno. Debemos entender por valor una afección o estimación subjetiva, es un objeto al
que se refieren ciertos actos de la persona, en estos actos se descubre la jerarquía de los
valores, a los cuales antecede y acompaña el amor, que es como el lazarillo que nos guía
al encuentro y estima de los valores positivos o su opuesto el odio o apatía que aparece
cuando no hay jerarquía de valores y que producen una respuesta malvada ante un
hecho.

Partiendo de estas premisas podemos considerar que el principio “se debe hacer el bien y
evitar el mal” significa que se deben dar respuesta a los hechos aplicando para ello en
nuestro interior la jerarquía de valores, evitar el mal significa evitar realizar acciones
acompañadas de odio o apatía que aparece cuando no hay o no se aplica la jerarquía de
valores, no debemos actuar sin pensar y meditar previamente si la jerarquía o tabla de
valores ha sido aplicada, en esta tabla o jerarquía de valores entran en juego la capacidad
de elegir, revisar y renunciar a planes de vida y la de elegir principios de justicia.

SIGNIFICADO DE LA CONCEPCIÓN ANALÍTICA DE LA ÉTICA.

Concepción analítica de la ética es la conclusión obtenida tras el estudio de los


pensamientos y reflexiones aportados por los filósofos a lo largo de un periodo de tiempo.
En este estudio se tienen en cuenta varios planos, por una parte se estudia la “meta-ética”
es decir, el de la discusión sobre el análisis y fundamentación de los juicios de valor y por
otra parte el estudio en el plano de la “ética normativa”, es decir, el estudio de la
formulación de juicios sobre la corrección o bondad moral de acciones e instituciones. En
el plano de la meta- ética se deben tener en cuenta las opiniones aportadas por el
“subjetivismo ético” que sostiene que los juicios de valor describen actitudes o bien del
individuo o bien de la comunidad en su conjunto, el “emotivismo ético” que plantea que los
juicios de valor no tienen un contenido cognitivo, sino que sirven para expresar
emociones, se sostenía que no puede predicarse de estos juicios verdad o falsedad, otros
autores defienden la “teoría del error” según la cual los juicios morales se refieren a
hechos diferentes de actitudes subjetivas, pero como tales hechos no existen, los juicios
que formulamos son sistemáticamente falsos.

El otro plano que estudia para obtener una concepción analítica de la ética, es el de la
formulación de juicios sobre la corrección o bondad moral de acciones o instituciones, es
el estudio de la ética normativa. Aquí se nos presentan varias corrientes, por una parte el
“utilitarismo” que juzga a las acciones o instituciones por sus consecuencias respecto de
un bien intrínseco, que, según algunas variantes es el placer o la ausencia de dolor y
según otras variantes es la satisfacción de deseos o preferencias, y puede ser egoísta o
universal, positivo o negativo y clásico o del promedio.

Otra de las corrientes que se nos presentan en la ética normativa es el “libertariarismo” en


el que se pretende que los arreglos sociales se basen en el consentimiento y las
decisiones de la gente.

EXPOSICIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE LA JUSTICIA DE “RAWLS”.

Rawls presentó un complejo meta-ético para fundamentar principios de justicia respecto


de las instituciones sociales, principios que determinan derechos y deberes en el marco
de la estructura básica de una sociedad y la distribución apropiada de los beneficios y
cargas de la cooperación social.

Para Rawls los principios de justicia, son válidos si son elegidos por personas libres y
puramente racionales y elegidos a través de un procedimiento equitativo e igualitario para
y por todos. Esto presupone una concepción de las personas morales, de acuerdo con la
cual ellas se caracterizan por tener capacidad para elegir y materializar planes de vida y
para desarrollar un sentimiento de justicia. Se presupone así mismo que las personas son
independientes y separadas entre sí, y que en consecuencia el mal que una sufre no
puede compensarse con el beneficio de otra.

Para representar las condiciones mencionadas Rawls imagina una situación ficticia a la
que llama "posición originaria", de la que se parte y sobre la cual los integrantes deciden
cuales son los principios que van a regir para juzgar las instituciones básicas de su
sociedad. En esta posición originaria para Rawls los hombres deben ser
aproximadamente iguales en poderes físicos y mentales, no deben ser envidiosos sino
puramente auto interesados, los principios adoptados deben satisfacer ciertas
propiedades: generalidad, universalidad, publicidad, completitud y carácter justificatorio
final, debiendo comprometerse los miembros a la aceptación de los principios adoptados
por unanimidad desde un equilibrio reflexivo.

Partiendo de esta base, para Rawls los integrantes elegirán necesariamente dos
principios de justicia ordenados en una jerarquía lexicográfica, en el primero cada persona
debe tener un derecho igual al sistema total más extenso de libertades básicas
(conciencia, palabra, voto,...) compatible con un sistema similar de libertades para todos,
en el segundo principio las desigualdades sociales y económicas deben dispuestas de
modo que satisfagan dos condiciones, ser el mayor beneficio para los socialmente menos
aventajados y deben adjudicarse a funciones y posiciones abiertas a todos en igualdad de
condiciones y oportunidades.

Rawls imagina una secuencia en cuatro etapas en las que el velo de la ignorancia se va
levantando progresivamente, en la que los seres de la posición originaria van eligiendo,
sobre la base de los principios de justicia, principios constitucionales, reglas legislativas y
decisiones judiciales y administrativas en casos particulares, una sociedad regida por
estos principios de justicia será para Rawls una sociedad estable, en la que se produce un
efecto de realimentación que tiende a reforzar la adhesión a tales principios.

ACERCA DE LOS CAMBIOS DE LOS FILÓSOFOS DE LA ÉTICA COMUNICATIVA.


¿POR QUÉ LA ÉTICA COMUNICATIVA ES UNA ÉTICA PROCEDIMENTAL?

Para el "Pragmatismo" la función de pensar no es el descubrimiento de unas verdades


eternas preexistentes, sino el inventar o crear una hábitos de acción intelectual que se
muestren útiles en la practica. La verdad de una afirmación se manifiesta en su
rendimiento como orientación para la experiencia futura. Con la ética comunicativa se da
un giro a Pragmatismo, con ella se amplía el ámbito de la reflexión hacia una filosofía
práctica, que tiene como objetivo una reflexión sobre la política, fundamentalmente sobre
el modo de vida democrático, partiendo de la argumentación como punto de partida para
la reflexión.

Los autores enmarcados en la ética comunicativa dedican su mayor esfuerzo a la


aplicación de ésta ética a la economía, a la ecología, la política o el deporte, haciendo de
ella una ética aplicada, por ello es una ética optima para inspirar una moral cívica en los
países democráticos, pero también una ética ecológica, económica, política, medica o
pedagógica, son pues éticas procedí mentales.

La ética comunicativa es una ética procedimental porque no reflexiona sobre contenidos


morales, sino acerca de los procedimientos mediante los cuales podemos declarar que
normas surgidas de la vida cotidiana son correctas, es una ética que de las dos caras del
fenómeno moral, felicidad y norma, sólo atiende a la norma, se convierte así pues en una
"ética deontológica" que anuncia los procedimientos que deben seguirse para llegar a
determinar la corrección de una norma. Las normas surgen y proceden del mundo vital y
la filosofía moral se limita a descubrir los procedimientos dialógicos para legitimarlos.

La ética comunicativa es cognitivista, ya que además considera el procedimiento por el


que llegamos a determinar lo correcto: "el discurso practico", que se lleva a cabo en un
marco comunicativo, dialógico y discursivo, un marco en el que se trata de universalizar la
materia de la moral, que son los intereses de los afectados por las normas, en el que se
descubre el carácter dialógico de las personas. Pero además éste debe estar ajustado a
determinadas reglas y seguir un cierto procedimiento, en el que en primer lugar se
requiere aceptar una relación entre los interlocutores que es a la vez hermenéutica y
ética, ya que debe haber un entendimiento mínimo entre el hablante y oyente y estos
deben reconocerse mutuamente como personas y como interlocutores válidos, cuyos
derechos a la replica y la argumentación tienen que ser reconocidos, a partir de este
momento, es posible elaborar una teoría de los derechos humanos.

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