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Diferencias entre un lote de inversión y un

lote residencial
junio 29, 2018 KINEA MX

Comprar un terreno puede ser una pieza clave para tu seguridad y tranquilidad
económica puesto que este sirve como inversión y patrimonio para una familia.
Navegando entre las opciones del mercado, uno podrá encontrarse con las opciones
de comprar un lote de inversión o un lote residencial. Pero ¿qué son y cómo se
diferencian? Enseguida te dejamos las características de cada uno de estos.

Lote de inversión
Como su nombre lo dice, los lotes de inversión son terrenos que están pensados
como apuestas a largo plazo, puesto que estos se encuentran sin construcciones,
servicios básicos o urbanización a su alrededor.
De esta manera, estas porciones de tierra virgen se convierten en una ventana de
oportunidad para aquel que sabe cómo aprovechar las posibilidades que ofrece.

Costo: Comparados con los lotes residenciales, su costo será mucho menor por una
mayor cantidad de terreno.
Mantenimiento: Mínimo, debido a que no cuenta con construcciones ni servicios, no
habrá cuota de mantenimiento.
Inversión: Segura, puesto que estos terrenos, con la expansión de la ciudad y la
urbanización del estado, aumentará su plusvalía con el tiempo y el pago mínimo.
Para tener en cuenta: En caso de querer comprar un lote de este tipo, es importante
tener en cuenta para qué se quiere destinar el terreno, pues con esto se podrán
considerar factores para la compra como la ubicación, de tal manera que se aumente
la rentabilidad del lugar a largo plazo.
Lote residencial
El uso de estos lotes está destinado para la construcción a corto plazo de residencias,
por lo cual se encontrarán en zonas ya urbanizadas y cerca de lugares como
escuelas, tiendas de servicio, supermercados, gasolineras, entre otros.

Costo: Este será más elevado en comparación a los lotes de inversión pues el valor
del terreno habrá aumentado por los servicios y la urbanización.
Mantenimiento: Las cuotas en luz, agua y predial serán más elevadas, pero, por lo
mismo, el terreno estará preparado para construir pues cuenta con estos servicios
básicos.
Inversión: Dado que estos lotes están considerados para construir viviendas y que su
costo es mucho mayor, las ganancias que uno puede tener a largo plazo son gracias
a la plusvalía que el terreno obtendrá de estar en una zona estratégica que contemple
el crecimiento de la ciudad.

Mérida se ha ido desarrollando como una de las pocas ciudades en México con
desarrollo sustentable, lo que la hace una opción atractiva a la hora de comprar
cualquier tipo de lote.
Las ganancias que estos podrán generar serán de acuerdo con el tipo de proyecto al
que se destinen, sin embargo, una cosa es segura: comprar un terreno en la ciudad,
será una inversión segura.
Principales diferencias entre invertir y ahorrar.
Una buena manera de hacer uso de tu dinero y ver crecer tu patrimonio depende de
tus hábitos de ahorro e inversión y de que comprendas cuál es la finalidad de cada
uno.

Apartar cierta cantidad de tus ingresos para irlo acumulando en una cuenta
destinada a un fin específico es ahorrar; mientras que invertir se refiere a poner el
dinero a trabajar a tu favor, para que se multiplique rápidamente.

Tener un fondo para emergencias o reunir el dinero para comprar un televisor o


comprar una casa son algunos de los propósitos del ahorro.

En cambio, las metas de inversión son a más largo plazo y requieren más capital. Es
el caso de la compra de una casa, el financiamiento de un negocio propio, la
formación del patrimonio familiar o el fondo para el retiro.

Cuando se trata de ahorrar, no importa mucho donde se vaya acumulando el dinero.


Puede ser "debajo del colchón" o en una cuenta de ahorros bancaria. Lo que se
busca es tener liquidez inmediata y no importan tanto las tasas de rendimiento.

Por otro lado; al invertir, los instrumentos son diversos, se puede disponer del dinero
con menos facilidad y representan distintos tipos de riesgo, los cuales influyen en el
rendimiento de tu dinero.
¿Invertir o ahorrar?

Como dijimos, los propósitos que tengas en mente te marcarán la pauta para diseñar
tu estrategia financiera que corresponda a tus ingresos disponibles, tus necesidades y
tus sueños. Puedes ver un comparativo entre las dos acciones en esta infografía:

Lo que sí es seguro es que el ahorro es la base para la inversión. Una vez que tienes
una cantidad ahorrada que no piensas ocupar a mediano plazo, es momento de
acudir a un asesor financiero a quien le plantees tus objetivos financieros.

Él, una vez analizada tu situación y definido tu perfil de inversionista, es el más


adecuado para responder las siguientes preguntas: "¿Debería ahorrar más?",
"¿debería invertir?","¿cuándo invertir es la mejor opción?", "¿qué instrumentos de
inversión son más convenientes?", "¿cómo debo distribuir mis inversiones?"... y
muchas más que surgirán cuando llegue el momento de tomar una decisión.
Sopresa las ventajas de cada uno

Ya que comprendes la diferencia entre ahorro e inversión es más fácil identificar los
beneficios que aporta cada decisión financiera.

En cuanto al ahorro, sus ventajas son las siguientes:

 No conlleva riesgos de pérdidas, siempre y cuando el pequeño rendimiento


que te brinde tu cuenta de ahorros supere al índice inflacionario.
 Puedes utilizarlos en cualquier momento que lo necesites, ofreciendo lo que
se llama: alta liquidez.

Las inversiones, en cambio, tienen como ventaja:

 Rendimientos más altos, los cuales guardan relación directa con el riesgo
mismo. A mayor riesgo, mayor rendimiento.
 Ganancias exponenciales gracias al interés compuesto; es decir, reinvertir tus
rendimientos para que se sigan multiplicando.
¿Cómo ahorrar?

No se trata de guardar lo que te sobre, sino de elaborar un presupuesto en el que


asignes una cantidad fija de tus ingresos al ahorro. Lo recomendable es ahorrar
mínimo 10 por ciento de los mismos.

Aun cuando al principio puede parecer difícil lograrlo, la realidad es que si te


administras bien y economizas en los gastos fijos de tu hogar, siempre te quedará
dinero disponible para el ahorro.

Abre una cuenta de ahorros en la que vayas acumulando ese 10 por ciento y haz el
compromiso de que sea intocable. Incluso puedes asignar diferentes cantidades a
varias cuentas con distintos propósitos.

Lo ideal es que siempre tengas un fondo para emergencias para evitar endeudarte en
caso de un accidente, una enfermedad o una reparación urgente del auto o de la casa.
Además, puedes "echar en la alcancía" para las vacaciones familiares anuales o para
cambiar de coche.
¿Cuándo invertir?

Si tus ahorros ya cumplieron tus sueños más inmediatos y sigues ahorrando por
disciplina o en tu fondo para el retiro, lo más inteligente es pasar ese dinero a
instrumentos de inversión donde crezca más aceleradamente.

Dependiendo de tus propósitos a mediano o largo plazo, tu edad, tu estabilidad


financiera y tu aversión al riesgo, un asesor te orientará sobre el tipo de inversiones
que más te convienen.

La clave para compensar cualquier eventual pérdida debida a fluctuaciones de los


mercados es que tus inversiones sean a largo plazo para darles tiempo de recuperarse
y que diversifiques tu cartera lo más posible para que no arriesgues todo tu dinero en
un solo instrumento, sector o industria.

Para mantener unas finanzas familiares sanas y gozar de tranquilidad financiera en el


presente y a futuro, empieza por ser disciplinado en tu gasto y en tu ahorro.
Ya que tengas una cantidad acumulada, la fórmula sencilla para decidir si seguir
ahorrando o empezar a invertir es definir cuándo piensas utilizar ese dinero. Si es a
corto plazo, ahorra; si es a más de cinco años, invierte.

Y cuando te decidas a invertir, infórmate bien de tus opciones, aprende los términos
financieros básicos de los mercados de valores y asegúrate de entender los riesgos
antes de tomar decisiones.

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