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INTRODUCCIÓN:

LAS RESTRICCIONES DE
LA ACCIÓN COLECTIVA

.\

¿En qué condiciones y a qué wecio, en cuanto a restricciones,


e...s.- �ffi?�f �.J�L�� n colectiva, es decir, la acci�n organizada de ,los
(
hombres? Esta es la pregunta central de este lloro. Pues st la acctÓn
cofeciiva constituye un problema para nuestras sociedades, esto se debe
,
ante lQdc;> a que no es· un fenómeno natural. Es' un constntcto social,
cuya existencia plantea problemas y del cual todav[a hay que explicar
las condiciones en que surge y cómo mªnl�rualo.
Opuestamente a la idea que solemos tener, contr�ria, también, a
la manera en que los s�JCiólogos y analistas hayan',planteado -y to­
1
davía plantean- los próblemas de organizaci.ón, 'rluestros modos de
acción colectiva no son circ�hstancias ·"naturales"·: e1p.udiera n surgir
espont neamente y ·cuya �Xl.�le.n..Q.a.._cae pqu;u propio peso Thmpoco
son e11 resultado automátiCo' del desarrollo de ras interacCiones huma­
nas, de una man�ra dinám.i�a 9spontánea 9ue:lle'-;at�a a: los hombres, en
tanto "seres soctales", a umrse,1 agruparse y "orgamzarse"; nt. la conse­
cuenc�a lógiCa y predete�m'ina�a de· la ."est�uctur� pbjetiva" de los pro­
blemas que deberán resol�erse, es ,decir;; de la sum� de las determina­
r,
ciones externas q�e el "estado de las \uerzas producti � r y el "nivel de
'

. y económtcor . harían r�caer sobre ¡1<:?� hombres._Nq


\,1
desa rrol�o técntco
� n más ! que soluciones especf0 ; ���� ..
ha� q�J.!1..Y�'!9..Q._QJ.osti­
tutdo actOres retmlvamenTe autonornos con sus rec�rso� y capacidad�s
11

pamculares,yara resQlliUQ�roblemas que plantea la a1cción colectiva


!111
y';sóore, todo, lo más fundamental de éstos, el de su cooperación con !
miras a cumplir objetivos comunes, aunque de orientación divergente .
•'.. 1
lJ
14 Las restricciones de la acción colectiva
15
Crozier/Friedberg

En esta materia no existe ni fatalidad ni determinismo simple. Es­ de Ja tendencia a la baja de la rasa de ganancia, como en
la ley de

tas soluciones no s n las únicas posibles ni las mejores, ni siquiera las bronce de la oligarquía, enunciada primero por R. Michels2 y
seguida
mejores con relación a un "conrexto" detenninado. Son solucio�es con: después por muchos pensadores polfticos, o en la dinámica
perversa
_
ringenres en el más estricto sentido de la palabra, es dec1r, a m� h amen te que pretende que los padres, preocupados por beneficiar a sus
hijos
inderenninadas y, por lo tanto, arbitrarias. Pero no pot:eso deJan de ser c?n u�a p�dagogía antiautorítaria, acaban por crear estruc
turas, en
restrictivas. En tanto modo de articulación y de integración de compor­ ctertos aspectos más "disciplinarias" 3 que las de las escuelas matern
ales
tamientos divergentes y contradictorios, suponen e__instituyen al mismo "comunes".�
tiempo una estructuración humana, es decir, un mfnimo d� "organi­
zación" de los campos de la acción SOCial . -ª��a estructuraCIÓn pu�d e
Conrinuar esta enumeración es inútil, sin duda. Thdas nuestra
acciones tienen el riesgo de caeren lo .contrario de Jo gue bu s cáb a
mos :
s {/
estar relativamente formalizaq(! y ��r co�s�.!!=?qt�..:Q...P.\!eae-:ñaber::stdo � �-����.C? .
.. �9��Eljnryjtiyo está..en el..fondo d�.lQQQ.�fuerzode
-·-·- ... ···-.. a.
ccion
'' natural iZ a da" por t"a "i-úswria, la costu m bre y las cre enc ia s, al grad_o -
.

colectiva.
q�qu · --
e-püe.oe'pªfeG�r obvia. Nunca deja··de·s¿ ¡� fü�d:urtenralmente. un A pe sar de sus implicaciones morales evidentes este dilema
·

. ' . no
artefacto humano que -al orientar los comporta�1en�os de los a�tores puede resolverse dir ig ien do la discusión en el nivel de las finalidades
y circunscribir su li ber tad y sus capa<;idades de acc1ón- h �ce po�tble el pues no es un t camen r e, ni ante todo, una cuestión de .finalidades de
' . '

desarrollo de las empresas colectivas de los hombres y, al m1smo (lem�o, la acción o de motivación de los actores.5 Ni nuestras intenciones
J
condiciona profundamente sus resultados. Antes de hacer una crfnca m nuestras mot1vac10nes, ni nuestros objetivos, ni
• • •

nuestras relaciones
t1e esas soluciones, y antes de proponer, eventualmente, otras nuevas, trascendentales con el sentido .de la historia, son una garantía
o una
es i mport ante conocerlas, es decir, comprender la lógica� la raci on ali ­ pru�ba del éxito de nuestras empresas. Ya sabemos que el camino
dad propias, preguntándonos cuáles son los problemas que los ho_mbres d � l m fiern � �se á empedr do de buenas intenciones. El caso. es
� que el
han tratado de resolver a través de ellas y cuáles las dificultades y res- dilema se strua en orro n1yeJ que...es...el-de...lowner:lios que utilizamos o
triccioQ_�s que de ello derivan. · . . �en de la.mediación-ineluCJabk enrre los 6nes qne perseg
uimos
�ffi_lnt.ermgª�iQn.J.�- p��9�. ��s_u �i�. Y �ºI)_creta�_p_Q.º-!.�J!QQ..t:n evt­ P.� 1��0, x_ Ios " medi�humanosque estamos obligados a emplea
�enci� y piJu cidando algunos ef�c;[os_ �o_n_{!��l]�':!.fi.�YQ§_9 �e[e_c;!�. perver­
•.

sos." 'que caniberizan los asuntos humanos.1 ·En su acepción más gene­
·
__ p_���- _.!i.I��-�_?:a rl9§J�-P-QL.Qtro. Es ra m�giación_.soll_.pre.cisilm.enre.:Ios
cons�r:u�.t��--�� ª�c.ión.col ectiva .y..la-esrruaturaciért"·de-Jos- campo
- .S que
¡
;

ral, éstos designan los efectos no esperados, no deseados y, en- el caso é�!Os..Jn.�muyen. _ ____ ... .

limite, aberrantes, sobre el p lan colectivo de una multitud de elecciones El efecto contraintuüivo puede parecer de buenas a p i m eras un
r di­
· individuales autónomas y, en consecuencia, cada uno en su nivel y den­ lema lógic? inherente, de algun manera, a la. estructura de los proble­

tro de su propio marco, perfectamente racionales. M�rkªn pi cJ�.-ª�1 mas matenales p�r resolver. ��fue de hecho como lo comprendía una
incluso la oposición, .con. fr���e:����J�.t�l1_�mr.�Ja$..Qrt�[1Je!_:.tQO:es _y .J.as.. cornen _ re an
�losajona d� análJsts centrada en el estudio de los proble­
intuiciones de 19S , il�tores y el efe�to _ d � _ c qnjl:l;l)_tQ .�e SJ.J.�,c_omp.one.ntes.�n mas de los bienes colecuvos, de las disyuntivas públicas y de
. las dificul-

el tiempo, se me�anis.mo fun . dament�! q!J_�prqvo�a que au n queriendo
hacer el biep, hagamos .dañoL�· . · .
Existen numerosos ejemplos de esta operación de mag-ia negra que
2R. Mich els, Les panis politiques, París, Giard et
·

Driere 1913· Flammarion 1971 y


.

' .
·

1978. ' '


3En el_ se tido de M. Foucault, Survdller e1 punir, G
nos vienen a la memoria y que abarc:ran todos los niveles de la vida
social. Se percibe tanto en lo que Marx describió con el teorema � .
� ,
llim a rd 1975, en la medida en
que éstas mswuyen una cuadrícula que permite un control más esJrech
o de los niños por
parte <.le los padres.
1 Los primeros análisis de los electos contraintuitivos y el término en sí se deben �Cualquier institución de educac 6n en nuestras socieda
a J. Forrester, Urlxm Dy11amics, Cambridge, Mass., MIT Press, 1970, pero después de
� des desarrolladas, y no única­
_ mente ahf, es de h!!cho el campo de! dJch s efectos contcain
cada u� o a su maner a, R;. Do u don e l. lliich. CC R.
� tuilivos; así Jo han demostrado,
Doudon, L 'intgalitt dt:s chances, París,
todo, no son más que el redescubrimiento, con otro nombre, de esas "consecuencias
inesperadas de la acci.ón" de las que RoberL K Merton habla, desde 1936, en �n céleb_re �
A ohn 1973; l. llhch,. .
Comment éduquer sans écol.!?", Esprit, junio de 1971.
anCculo. a. R.K Merton. "The Unanticipated Consequences of P urposJVe So�Jal "!

a�adamos que es muy bueno que es lo sea así, pues si
.

Aclion'", America11 Sociological Revicw, vol. 1, 1936, pp. 894-904. .


no, todo cambio que no fuera
totaiHano quedaría ex-cluido .

(
16 La_s restricciones de la acción colectiva
l7
Crozie r!f ried be rg

•·
s
tades que ofrece '�amo resultado la acción colectiva.6 Pero si miramo_ del otro. Conocer el resultado no cambia nada; Jos dos son.prisio
• 1 ••

más de cerca se trata también, si no ante todo, de un efecto � e orgam de una "lógica infe�n.al" que los lleva fatalmente al fracaso Jo cual
neros
es la

�ación 0 de un efecto de sistema. Si los resultados de la acctón colec­ consecuencia· de la ·esüuctuni del problema. .
. ' .
t_iya s..e contraponen a las volu_p_tades de los actores, esto nu.� c':_ se de�� Sólo una cosa podiia cambiar la situación y permitir que cada uno
sa­
únicamente a las propi�_q<!��.l��rín� . ��as de lo �r_�?_��m_as �J_ etivos ' liera del paso con bien: la capacidad de confiar el uno en el otro, y
E l esmrc- con
pormáséjueiar distinción tenga sentt(J();'fci m tén se Clebeaa . ello la certeza de que el otro no lo denunciará. Esta observación aparen
­
t\lñici ó n so�ial de}_���P�-�e �-�-��??.·-��Jfe"Cl�, a -�_J�rOP-.!�da_d �:�·de 1� . temente pudiera estar poniendo en juego una dimensil)n ética; es cierto
,
orga ni�ad6ñ,_dé1os sistemas de .a�c1Ón. Q.��.E:t�L�-�-�q_�!.-�_n Ie · pero como suele suceder, la ética puede y debe analizarse aqui como
un
sumen, de los const�u.c�os de acctón col�cttva.�,.!E��-�s -��.-�0.�.:�-�!�s se ; _constructo social, co�n.o una invención humana que estructura el campo
_ ����-<?..�..f!.<?. s�n�m:To
t��g--_�sro�q.�����-�.rnas.y. sin los cuales no P-9.9.U.?n 1_.de acción de tal manera que, al perseguir sus propios intereses, los
- ac-
qu.e..son. -- . tores no se perjudican mutuamente. Para convencerse basta con ver
__

. .
Para concretar esta proposición, tomemos un eJem�lo s1mpr1st�. que _ qué. sucede en el "centro". La "ley del silencio" puede comprenderse
hizo las delicias de los especialistas de la teorfa de lo� Juegos: el dilema perfectamente com� un constructo humano treado y mantenido por
aprendizaje y sanción. Siendo en un ·principio una simple medida de
-
. del prisionero.

Se trata, según recordamos, del dilema a? te el c�al se encuentran dos
. ·

re..torsión, poco a poco se convierte en principio organizador relativa-.


criminales que han sido detenidos por el mtsmo cnmen, pero co�tra los · me11te autónomo, manipulado, es cierto,' por aquellos que son capa.ces
cu�les la policía no tiene más Prt!.e?a m?terial que �a.s denunciaS que · de imponerse y d� servirse de él, pero que forma
la base implícita o
se�hacen el uno al otro. Ante esta sHuactón, cada pr�stonero no puede explfcita de toda actividad colectiva que se ponga de manifiesto en este
seguir más qUe dos tácticas para "salir �el paso": n_egar los hechos o contexto particular. · ·
·· .

,
ináiminar al otro. Si los dos niegan, la ·poilcta no t1ene pruebas P?ra Asf pues, acción colectiva y. organización son complementarias. Son
·

ha�éer los cargos y no podrá condenarlos _más que a un ano de pnstón las dos facetas indisociables de u� mismo prob_lema: el de la estructu­
_
pc>"r delitos menores. Si uno de los pns10neros a�epta ser el crowlt­ _1' ración de los campos dentro de los cuales se
desarrolla la acción, toda la
witness den " unciando al otro, se liberará al denunctante y al otro se le · acción. No se puedc.conceblr una1 determin.ada acción colecti
_ .' me�t� pqr las va única­
condenará a veinte años de cárcel. Si ambos se denuncrtan mutuamente, propiedades "intrínsecas" de 1:os problc111as por resolver,
cada uno de ellos tendrá. diez.años de cárcel. l . . pues que1d�\ía atrapada en ditem,as sin:sotución. Únicamente la orga­
Conocien do estas consecue ncias, cada prisioner o sabe que el éxtto \ nización,'en el sen�ido de redefinición de .Jo� p:oblema_s mediante una
_ n humana de los
de su propia táctica dependerá :de la qu� ??opte el otro. �ero como 1 restrl}cturactó campos, hará pos�ble salir de esos ato­
están en celdas separadas no tienen postblltdad de �omuntcarse par� , lladeros lógicos y los :efectos contr.aintuitiv<?� "prirrú1rios" que acarrean.
ponerse de acuerdo. La estructur"a ló�ica del pr�blema es t�l que st .Pero en la medida··en que sea un.mediopara cadtrolaryregular.�stos, .a_
ambos actúan "racionalmente", es .dec1r, en functón d� sus mtereses .!la organización produ'cirá otros,i gue·de "a!guna..ma.nera son lo�
c-'
personales, denunciarán a su cómplice y se . que?arán �n l,a �á�c�l ' .:fo.s..p�IY . �.I.S. OS" que eH a 'mism ' a fabrica;.Jos 'erecibs...conu:aintulthLO�se-1
durante diez años. Insistimos: aqur no está tmphcado mngun JUICIO · E�-��a_:i_��:.:.E!.�J?./�.IE.�.J:!te sisten)á_ti.cns�ue..de.becho..enconuamos en
sobre la "naturaleza humana"; simplemente se supo � e que ambos
¡
tratar án dt ganar y que cada un prceferir;l �41 pr� t i1t'
ereses alos
· IU.J.��fra.Ytda_c.otldiana�-.
i. l· No estamos considerando 1aquí ni io� ¡objdiiv
1fitos a7túa� "racionalrrle��e" en el cuadr� dei' con
. 1

\
¡ i
e s ni las motivacion'es 1
.l
_ _ ___ _ _ _,.
6En un eJccelcnLc libro, Mancur Olson.sintct f
iza pcr[ccta�entf to a la expe.ncncta
rra�Cl:l. ; �on arb1tranos. Son losE.!]_Stoneros
1 structos que, a su Jb, 1
de losmedjo¡¡_que_utilizato.n.para re­
de una re0c�Ón sobre la acción colectiva toda-¿a bastante tgnorada en _:1 g�lar su cooperaCTón yque circunscti_l¿�_mhastil_1ll.�-�-ªP!l�ida9es_de.de-
Cf.

l fin_�� .�ue�-��_!lpa.U.9..apes. Pueden cambiar de medios y transfo


M. Olson, 17re Logic of Collectivc Actio11, Cambndge., M<�ss., Harvard Un verstty Press,
1965. . rmar esos
1
' 1
construetos, e incluso deberán hacerlo si desean cambiar de manera du-
7Pue.s nirigún problcmn existe por sí solo. "Existe únicamente si hay un constructo

r
capaz. de tratarlo, pe o ese constructo, a su vez, lo redefinir;\ y lo transformad para p�dcr rabie los resultados de la acdón colectiva� Pero �o pueden prescindir
tratarlo. l completamente de esta restricción ni la pueden hacer desnnarecer: 1 no
:j ' .
l /
18
Croiier/Friedberg . 19
_ _

Las restricciones de la acción colectiva

. a integración de los comportamientos de los individuos o de los grupos ·1(


cx.iste un campo neutro, no estructurado Es imposible la transparenci
.· en r�sumen d� Jos a�tores sociales involucrados, cada uno de los cuale�
social. ·
!
\ A partir ue este momento, para compr en�er �o� p
. roblem �s. Y las persigue objetivos divergentes, ·incluso contradictorios.
dmg1r el anáhs 1s ha­ Muy esquemáticamente, esta integración se puede realizar de dos
uil1cultades de la acción colecuva, es necesano
con los maneras: �a sea R:or la restricción, o por_s.u..cor.o.lario;., la manipulación
cia esm estructuración de los campos y preguntarse qué pasa afectiva o,1deológ1ca (o ambas).! ..��.!.
mecanismos mediante los cuales opera y también se opera. Aqu[
es . ����e�'- P.�!�-�yñio iST n lm.{luésüí-1

J
de las organizacio nes puede apor­ o_consenuda_9e las volul]_�des ".R�rc@���� �e J.Q�gl!.�-.ImMiP-íln.�n la
cuando, a nuestro parecer, el análisis
modo v
tar una contribución decisiva para la ·constitución de un nuevo ��:����-=�_!o��.�J�.�!���-�-�!-�2!1L�n�.�Lo_ P.C?�-�l �QD.JJ1HO .. es.uec�r...la.
de razonamiento sobre los asuntos humanos. Entre toda la gama de �. �-.)�.. -US..�/�gf\J.�Q. .q1H!..p��·�· des.a.rrollflr$. � ..�a·l!.t� �.?CP�fcj_La �.9.mo ·
l!_Oplfcaa�ent�-·�P.e.ro la negociación y las relaciones contractuales no
estructuraciones posibles de un campo de acción, la organización cons­
__

ütuy�. sin duda, la forma �ás. visible y más formalizada; la que, por se esta51ecen en forma natu�al; son procesos difíci1es en los que los
.
Jo menos parcialmente, se msutuye y se controla de una. manera cons­ actores no se comprometen s1 no se Sienten pro regidos, pues para ellos
ciente . Puede, pues, proporcionarnos un modelo, hasta c1erto pu�to �x­
.
�on �oblemente am�n�zadores Por una parte, estos procesos siempre
perimental, del efecto sistema en un marco cierta �ente más arufic1al, 1mpllcan el reconocimlent.o �e relaciones de poder y de dependencia
pero en el cual evidentemente el problema es el m1s�o: el �e. la coope: con. las. consecuentes restncc10nes; por otra, su propia dinámica puede
ración y la i��erdependencia de lo� actores que p�rs1guen mtereses, s1 perJ ud1car a todas las partes involucradas.
no contradictorios, por lo menos divergentes. Segun lo ha demostrado Los constructos de acción colecdva en sus diferentes modalidades
Herbert Simon el estudio de la máquina artificial implica un progreso constituyen la so�ución. Mediante ellos, se redefinen los problemas,
p:1ra comprender el organismo natural que tratamos precisamente de y los campos de mteracc¡.ón se acondicionan o se "organizan" de tal
·cstudiar�8 manera que los ·.actores, en la búsqueda de sus intereses específicos,
Ver la organización desde esta perspc.ctiva, no como ':lna circunstan- no ponen en pehgro los resultados de la empresa colectiva; incluso los
1
·

cia natural cuya existencia sería evidente, sino como Un pro blema por
\ explicar, consiste, no obstante, en inv�rtir la tendencia qomina
�te ��los
meJ�ran. E� resumen, �rganizan lbs modos de integración que afianzan
la co . operac1ón. .�ecesana enrre actores sin suprimir sus Jibenades, es
teóricos de la organización, que van de la natural eza a la orgamz ac10n, y dec1r, sus posibilidades de perseguir objetivos conrradictorios.
utilizar la reflexión sobre la organización (fenómeno más artillcia l y más Esro. se debe a que esto� coristructos operan indirectamente y no
.
."¡fácil deanalizar) mediante la comprensión de la "naturaleza" Pregun­ dete�mman los comporta �Ientos de los acrores. Instituyen Jo que
l
l carse sobre la organización co�o un problem� es po� lo tanto tratar �e
; elaborar un modo de razonamiento que permHa analizar y comprender
·
podnamos conceptuar meJOr como juegos estmccurados de una manera
más o menos relajada, más o menos formalizada, o más o menos cons­
t la "natura. leza" y las dificullades de la acción colectiva. ·
. .
ciente y cuya naturaleza y cuyas reglas indican una serie de estrategias
que pueden resultar ganadoras, entre las cuales podrán y deberán esco­


ger los actores! y si sus recursos se lo permiten, pueden también jugar en
Pero regresemos a nuestro punt? de partida: los mo.do� de organi� contra, es dec1r, adoptar una estrategia momentáneamente perdedora
zación en tanto soluciones construidas, y por ende aruficmles, de los con la esperanz� o con el pr�pósito de que haya_ un viraje a su favor del
problemas de acción colectiva, y tratemos de precisar cuáles son estos o de los JUegos: 1.. Como qUiera que sea, estos juegos quedan abiertos
problemas. · . .
_ .. Toda
Ame todo e_n u�J?Il!!ler_ruY.�1 está el_5i�tª...cooperu:1ón
•.
9
En este caso dejamos de lado el problema de los procesos de elaboración

11
de los

empresa colectiva -y eslo es mocgable-. se. basa en un mm1mo de �


objelivos de conjunlo.
0Esla diferenciación es evidentemente analílica. Cualquier siluación
social real
enc1erra, de hecho, las dos modalidades en diferenles grados.
que sobrepasa con �1Natural�ente, lambién pueden cometer erro�es, equivocarse sobre la
8rara una buena discusión del caráclcr heuríslico de lo arlificial, natural�za
amos la lectura del ensayo de H. Simon, La scit:IICt: dd ¡ueg�, olVIdar las reglas, ele., y con esto descubrir nuevas oportunidades y nuevas
mucho nueslro problema, recomend
des systtrnes, 1974. �

de /'a11ificid , París, Ed. de l'Épi, eslrategms ganadoras.
scit:11ce

(
20
Las restricciones de la acci
21
Crozier/Friedberg ón colectiva

y su restricción es indirecta: ésta es el resultado de que un actor, tanto �


:á�����r enados Y empíricos, ar�icula
dos en una especie de sistema
1�.
tiempo como quiera seguir jugando, y asegurarse simultáneamente de
que su participación en el juego le será beneficiosa, tendrá que adoptar
g
tar esos P.rob

que provtenen de ··l;_¡s caractedsllcas_


ducctón colect' d
. le�as se·ú�?d. ao siemfl.G' en las¡��er�
�ª: �
o1
b �
s P?r� t�a
��
�. o�. GJl'ü.J.s .�
\
una de las estrategias ganadoras posibles. Pero al hacer esto contri- técnica
buirá n.olens, volellS a que se cumplan Jos objetivos del conjunto.12 �mas. Por lo me�n· el cort0 P 1 a o, lasillni �C..QO F-ªSJLCll.l:as....Q§
se Imponen com
Circunstancias de hecho.U tonces d . : n � actores ca a ccs o\·
Pero vayamos más lejos; la acción colectiva, en la medida en que ��
··

ª � e-imp o ne.t.$_1¿_dom!9J�e las


no es natural, no es un ejercicio gratuito; siempre será una coalición in
·

.
Pero la. redefinición de los'Jrroble;as, y
de hombres contra la naturaleza con miras a resolver problemas ma-
teriales. Los constructos inventados para este efecto redefinen y rea- . �� � ft ; f� � e n estos constructos con ella la rest
�� � � �p �
r���
pennitirán crear incertidum-

de
.
c l s. p �1 coo_t m�ar la� mcer-

l

: condic,ionan sin duda estos problemas. Pero ni sus configuraciones y


�or ende, reduc1r las ganancias y las pérdidas de linos y otro
sus modalidades concretas, ni sus resultados se pueden abstraer de las
S!Ones más aceptables. s en cJ' 5
Jmcn-. Y
propiedades y de la estructura "intrínseca" de estos últimos, en especiaL
del elemento más fundamental. de aquellas: la incátid.u171bre. . . . . �e a_¿ur, incluso, �na co dición de su des
� arrollo y de su esUlbili-
acJ
� er n. n otros . térmmos, ntngún problema existe como tal Parll po
_

Cuanto. más desplacemos el análisis "racional" de su estructura


tratarlo, SJe�pre debe retomarse y redefinir
lógica o "natural", todo problema mate"rial llevará consigo una parte a las carac�erístJcas de los juegos que ya están se, ya sea par� a·us�arl-
.apreciable de incertidumbre, es decir, de indeterminacióll, en cuanto operando1' 0 para1 permJ-?
ttr. la creacJón de esas incertidumbres "artifici
ales ,
.·a las modalidades concretas de su. solución.. En el caso contrario, no post.ble ��· �1 r gateo nt. cualquier juego. En resu" st·n as cua les no es
·constituye un problema, en el estricto sentido de la palabra, puesto � men , entre la estruc-
·�ra .. o�va . de 'un pro�le a �u soluciOn mef!i:[�
- que podría resolverse por medio de una m�quina' o por cualquier otro . tlva, s� mtercala una me?wc1o � -
mecanisrno automático. , . n autónoma_gue es la de los conwuctos
� . �PQDe sus propias exigen� su .
Ahqra bien, .la incertidumbre en general o las incertidumbres es-
pecfficas, ·como veremos más adelante, son el recurso fundamental en .
' ·

�- Como adem no se percibe más q!Je ,lo que se sabe 1ó.Bl9LPro


resolver_
toda negociación. Si hay incertidumbre , los actores capaces de contra-
0 que no se sabe resolver, por
lo menos;en el corto plazo, es to ue 5;
Jarla Jat utilizarán en sus transacciones con los qu� dependen de· ellos,·
puedG tratar en el cuadro de los constructos existentes-,
la conc usión (
pues tó ·que es incertidumbre desde el punto de; vista de ¡o· s proble-· .. �s clara. Lo� constructos_�ión colectiva, en tanto instrumentos

J
·
mas, es poder ·desde. e.l de l�s a"ctores: las relaciones de l()S actores . ·. . �a-¡ohJcJón d�pr o �as, son, ta'mhién restriccio.nes.._par:g esas

�n.d bno los im�e. '

1 -individuales o colectivos-. entre ellos y con ·et problema que les t .. No es suficiente
·
· esullados de la acc¡ó , Pues, can:blar de finalid , ades pa�a cambiar . los .

' atañe, s.c circunscriben, pues, en un campo desigual, estructurado por .


: . ? cotccl!va. Para. dar· un ejem
·\. relaciones de poder y de dependencia. En efecto,' los actores son des- . .. J�ual puede mam�e tarse en el marco, del·c�pitalism plo burdo que
) iguales ante las incertidumbres pertinentes del problema. Aquellos que, . , . . � o triunfante úe ."
por su situación, sus recursos o sus capacidades (que, por supuesto, .. :·
tad
.Es � Um s d ? s h ac m fi nes del siglo que en la R u ia soviéticll espués'
s
1 .. de la rev.ol�ctón proletaria de octubre, el taylorismo siguedsiend
siempre son personales y sociales puesto que no podemos concebir un '·
·.u� taylonsmo Y · trae consr� go, corno modo de estructuración de las
o
campo 1no e�tructura�o), son cap �,<:�� ,.q 1: •f,?,p tr,q. l_a n¡ taj,� ¡harán uso de su �
·

1
poder p�ra Imponerse ante los ot�,os. ·

. ·· ·
. 1 . .. . 1 J : ; j 1
En una perspectiva a m:ls largo pl;¡zo,
1
J 1: 1 1 /'1 ¡j ;
todas �tas' obligaciones que de ell 1
1\ 1 ' '
Cualesquiera que sean sus modalidades coricretps,i ya sea que tomen 1 pueden Y �ebcn .cons iderarse, por supue d
la for�a de juegos organizativos relativamente
.
form:a\izados, o juegos . �
eslruct racJón a n terio r de !os campos,
sto, 'cocho ¿Ónstructos humnnos c m
n � � ��:
.•

.
. de ninguna m�nera evidente pero' que'
· . . 1 1j ..
· :
1 ¡�1
1 . rec��st. erars�

La
�transformarse.
, ¡ .,
· ' pucd�

: dcfintct�n d�l problc.�a revisle,. por supues


12La obligación y l a coerción pued en analizarse aquf un caso l fm i le en el .nJr un �roblcm� 1.mphca !amblen determ
to, una imporlancia crucin l . Dcti·
·
·

mar las inbertidumbres correspondicnl��


como
.

que la integración se obtiene de alguna manera por. la prbcripción imperativa de., - .ende, ctrcunscnb•r también, indirectame
nte con ellas, la estructura de poder del��
comportamientos, lo que se puede conceptu;¡r como un tipo pa rticula r de juego negativo, ,
r
. tr�clo humano· que deberá Ira tarJo. ' 1
1
-
: .. ��n.�<l�'"'"��rln ""� ,.�<li ..... <" nn nnr rl'r"nmnr.n.�:l�.

. . ·:· . . .
,:� 1 ! '
.. �

�!
. .. ¡
22.
.
23
Croz ier/Friedberg Las restricciones de la acción colectiva

actividades colectivas, su propia lógica de organización Üc las relaciones sus formas (la familia, la Iglesia, la escuela, la
medicina, la psiquiatría,
humanas. En este nivel, los medios son más imponames que el fin. etc.) y de desenmascararla como lo gue
es: una relación de fuerza
Thda estructura de acción colectiva; por estar s<?stenida Sobre l �s in-. y de dominio que n ranto Jo que es, es siem
� pre, e irreductiblcmenre
_
certidumbres "naturales"1r .de..los.prob)cmas-por-resolv6rcse-constJtuye �onttn�enc� · es dec!r, n? se apoya en ninguna jusrificación, en ninguna

como sistema de poder. Es__ldn..fenóme o,-un efecto..y..unJu::ch.QQ�P.Q- ncc�s1dad . rransh1srónca o metaculLural. En
pocas palabras, todo es
, dcr.tñlantocan·strücro humano acondiciona, regulariza, "aplaca" y.: polfuca puesro que el poder está en rodas parte
s.
crea-poder, para permitir a los hombr�s cooperar en las empresas co­ Sin embargo, la impresión confunde. La omni
presencia de la palabra
lectivas. Cualquier análisis serio de In acción colectiva debe, pues, con­ e�condc, de hecho escamotea del análisis del fenóm
eno que encubre. o
siderar el poder como centro de sus reflexiones, pues la acción colectiva, bten el P?der se excluye completamente del camp
o de investigación y
\
, finalmente, no es otra cosa que la políti.ca cotidiana, y el poder su "ma­ de reflexión, ya sea porque no con.slilUyc más
que un "comodín" para
l : teria prima". desarrollar u? razonamJen_
ro, por demás .dererminisra -una especie de
1
Esta ñnrmación puede parecer trivial debido .a las numerosas refe- . · care�orfa restdual a la g e se acude para explicar
'·· . ·

� lo que no se ha podido
rencias que se hacen al "poder", al "ejercicio del poder" y a las "reta� medJante otros proced1m1e _
nros- o porque su empleo equivalgu, de
ciones de dominio" en el lenguaje común y en los análisis científicos de hecho, a un verdadero abuso del lenguaje -com
o en las versiones
la vida social. esrrucruraliscas y ultradeterminislas del marxismo
·

de Althusser o de
A esre respecto, no acabamos de eshacernos de la racionalidad� Poulanczas-;18 o bien se incluye en es re campo
y se roma en cuenta en el
tccnicisla dominame del one best wayl6 y de su fundamento filosófico análisis, pero bajo una fom1a rotalmenre inerte
que prohíbe el esrudio.
y moral, el racionalismo positivista y cientificista del siglo pasado, cuyos El poder esrá conc pruado como un atriburo, como
� una propiedad que
más ilustres representantes, desde Hegel a Lenin, pasando por Saim­ opone a los que tienen con los que no tienen,
como un mecanismo
Simon, Marx y Comte predijeron -cada uno a su manera-: el "fin de impersonal, una cosa que se impone a actores social
es del exterior sin
lo polílic,o",.es decir, el advenimiento �e la sociedad racion�l, so�etida 9ue por_ otro lado jamá� se precise de dónde viene. Según la orientación
a sf misrna y dueña de sf misma; la era de la transparencia soc1al en tdeológica y normativa del analista, aquí se desta
ca algo diferente: lo
la que, según la . ,(órmula consagrada' de Saint-Simon, el gobierno de que para el conservador no es m�s que el ejerci
cio de una autoridad
los hombres ser. á remplazado por la administración de las cosas.17 No legítima Y necesaria, para el crítico es abuso
. de poder, dominación
cesaremos de acorralar lo instituido, la autoridad establecida bajo todas Y represión de las potencialidades humanas. Pero en
ambos lados
encontramos la misma tendencia a identificar el poder
con la élulOridad,
15Insistimos en que una formulación de este gtnero no puede ser más que un ab uso con el Estado, con el orden establecido, y el misrn
o rechazo a enfocarlo
dd len¡;uilje, puesto que un probkma no existe más que si ya está redefinido en el marco
de un constructo ya existente, cuyas propiedades condicionan tambi �n las incenidumbres
IBN
o nos cans ar emos d e repet ir que en un cuadro reórico
.

16Célebre,
pcninentes.
··

qu� afirma la determinación


.
ngu rosa de los elcm en ros de un conj nro
.

porque fue cxplícilamenle formulada por Thylor, que en este scnlido no por la eslructura de este conjunro, no hay
'?
. �
merece ni ese exceso de honores, ni ese exceso. de indignidad, puesto que lo único q�c cabtda para el C�11�cp1o de poder. ec1r que el poder de una clase so cial de un
o d� una colcc!IV!dad es su capac tdad de real
grupo
hizo fue retomar y apl i ca r una dimensión fundamental de un ilmbi eme intelectual y de
,

un modo de razonamiento que la pr eced e y sobr epa sa por


izar sus in1ereses objetivos específicos
todas partes. estnctamenle hablando carece de sentido.
O más bien, sólo tiene sentitlo si se admire
,

remontar se que los miembros de esa cl¡¡se, es grupo o esa


colectividad se hubic::ran podido
17Scrfa necesario probablemente, más lejos y mucho mlis cerca de
organizar
nosotros. Más lejos, porque todas las utopías -de Platón a Tomás Moro- se basan en Y act ua r de otra maneriJ. Pues b1en, una eventu

,

illidad así queda excluida prccisamenre


el mito de la transparencia social, milo del cual los po sitiv i smo s burgueses y milrxistas .
de u� planteamiento que conc p úa las clases
sociales como eslructuras ohjcrivas y sus
� �
Más c e rca de nosotros, porque muchos reli! Ciones c;omo un SIS
los s opo r1es y
no son más que la formulación . tema
cientffi ca objetiVO en el que los actores no son más que
a
es más concretas, por las leyes
" ".

t amb i é n
escritos contemporáneos vuelven instituir ese milo. Para no citar más que un ejem pl o, la qu e .s tá gobernado, has a en sus dccerminacion

� �
"sociedad racional" de J. Allali (La paro/e ,¡/'outil, París, PUF, 1975), en su complicado ObJ Ilvas- e su monta¡ e. A este respecto, cf. N.
-


con R. Miliband, "The Problem of the
Poulant'Z.as, Pouvoir politique et clasus
lenguilje, no hace más q_ue esconder a la soc i edad fraternal, a la sociedad armoniosa, soct�lcs: Pam, Mnspero, 1966, y su controversia
en cuyo seno esa pa to lo g ía de la s "sociedades explosivas" --el poder- se redllcirá a su Capllahst Sta�e", New Lefl R�N�t:":, vol. 58, noviembre-diciembre de 1969, pp. 67-78,
"p arte inc omprensible" (p. 197). Ésta es p r ob ablemente la razón por la cual, aunque se as( como las mte resanl cs expos1c10nes de S. Lukes,
Powt:r: A Radical Vtew Londres
mencione con frecuencia, �1 poder nunca será verdaderamente analizado en este libro. MacMillan, 1974. · ' '
24 25
Crozier/Friedberg Las restricciones de la acción colectiva

desde el punto de vis la de su riquez a y su diná � ica �ont :adicto r� a Y


el que se postul a l a Ouide?: y l a transp arencia En ciertos aspect os es-
.
una �m�ns tón trreduc llble tarfam os tentad os a decir que la cibern ética -por lo me nos tal com'o se
a a naliza rlo como lo que realme nte es: �
e ineluct able tanto del instit� ?'ente como del mstJtm do,. y tant_o �;1
\ m ovimie nto como de la estabrl ldad; en resum en, de la acctón socJal.
. usa en el estudio de los· sistem as sociales- no es más que l a recdici ón de
un funcion amie � to P.?PI���H!}l . ,� . � �: plano y cóncav o que reprod uce los
El poder sigue siendo el eterno bla nco d �. nuest : as teorías d e la . . defecto s d e l ractOna ltsmo posl ltvtsta más trasnoc hado: raciona lidad a
priori,
. . n, lógica norma
acción sociaJ.lO En la medida en que los vteJOS milos se debilita tivo-de ductiva , modo de razona miento meca nicista
este blanco se recubr e simple mente de otros mitos que aun 9 ue más que ignor� el carácte r estraté gico de la interac ción human a . u Q u izás

"mode rnos" en algunos de sus puntos, reprodu ce � la mtsma tgnoran - . ahí res ! de la . raz ón f! IÍSfT!a de su éxi to: la ciberné tica tranqui liza par-
poder. N s refenmo , por upu sto, . que ? aJ? l a apanen . cta de un lenguaj e esotéri co, permi te, una vez más,
cia supina de los mecanis mos de � � � �
a los modelos y las analogía s termodi námrcas , orgámca s, blOlógi � as, esquiva r el . verdad ero debate y evi ta sacar todas las consec uencias del
l ingüístic as, cibernét icas u otras, cuya u tilización crecient � en ras cien- carácte r i � teducti blemen te indeter minado , es decir polftico ; d.e· los sis-
cias de la acción, si no nos sorpren de, por lo menos nos mquieta. . No temas soctales . .· ·

se nos malin terprete. Sin tiendo que h a llegado el momento o � ortuno Y . Comra esas nu evas ilusiones cientifis tas y tecnocr á ticas no nm en n-
con toda la prudencia necesaria en este género de "trasplantes'- , aprove- -
· sar� os de repetir . esta aseveración
fundamental : · 110 existen sislemas
n:
·· ·

.
·

char los concepto s y los descubri mien tos de otras disc iplinas puede ser socw!es co ateta mente regulad os o con trolados. Los ac tores i nd1v1(]ua-
n tes a urtque no .
stempre sean muy les o colectiv os que los com onen .
Jamás pueden reducir se a [uncion es
útil para abrir perspect ivas interesa �
nuevas. Pero, más allá de la me�� rora, esas imitacion es pueden llegar a abstrac tas Y desenca rna d () . J Los actores, en su totalidn d, son guíe-
. �
ser -y el� hecho lo son- contrapro ducentes , � arque no pueden tomar � es, .dcntr�. d e . las restncc 10nes, a veces muy pcsadn s ue 1 s im one
en cuenta una di mensión fundamen tal de Jos Sistemas humanos, que es e srstema d1s onen e un margen e 1 erta que em lean de ma-
su ca rácter po.l ítico. Esto e.s particula rmente. el � ro en el cas � de l � .a na- ... . nera estrat�gica en sus in teraccJO n es co� los otros. persistencia de
Iogía cib�rnéttc a subyacen te en una parte crectente de los análiSIS de . est . . . as re la s m .a� sab1as . hace del , oder, e n tanto
:nedJQCión com¡m de es·trateg el mecani smo cen tra l i
.ras Ivergen tes,
•. ·

sistemas" contempo ráneos. Duran te l � obra vo.lveremos con �re.cuen- .


Jn_�.!l:!.�tn.ble...dC-Legui.ac¡ón del conJunto.. .
cía a este tema, pero ahora es convemen te decir que este entustasm o . .
P,o r la cibernéti ca en u n cont�xto cad a vez más se � sibili�� do a los efec- Pero :t poder del 9 ue estamos � ablando ioo podrfa asimilar se al que
tos de poder nos deja perplejos , pues el mod � I o cibernetic o reproduc e dctenta na u ? a a utonda d establecrda. El poder no. es. el simple rcnejo
l a misma incapacida d que por o tra parte cn uca �
. os.21 Es el modelo Y produc to de una estrl,!Ctu rfl de, a u t ? iidad, organiz ati�a, 0 social, como
. ;
de un sistema regulado por -y por lo t a n to sometzdo a- un regulador t � mpoco es u n a tnbuto .o una propied ad de cuyos • me�ios uno se pu-
�omo antaño s e cre.ía que eodían ·apropia rse los me-
d � era a proptar, .
central, es decir, de u n sistema no político que opera en un campo en
d tos de �roducc tón por . Ja na cr. onal zacJón 1 . En, �ond no es o t ra-/
1
� ,; l
�\ �
E n ese s e n lido, · las sociedades a n a l izadas por P. Clastr� no fue ro n consideradas .
.' . , l
, ,. . .
t9
21, , � 1. 1 1 1
, . , . ética n o es fortuita. ES.t� implfci
--:eom o Jo fueron por la moda pseudos ubversiva pa risrn a- como sociedades
L< .
1 conJunct ó n funcionali� mo/cibern
'
·

t ra b�Jos c:Je 1 a comente


sin poder.
n umero d \ 1111 1
Más bien, si seguimos los a n álisis de Oas tres, son socied ades que no conocen u n mod o ' ·1
, . ra en un buen
.

<;¡S tructud:>-fu ncional,is ra ar:nerican a. N·, Lu h m a n


pnrlicular d e l poder: e l Estado . . Cf. P. Clastres, L a sodtré collln! l'Etot, P arfs, M i n u i t!.--
. -dc�om l n ado el Parsons alcmá n� lo tnlenln d e manera más explfdta

.. . .. . co �s1 11u yc n u1n .t n len to de sfntcsrs


. 1974.
en sus trabajos que

{· - .
socta 1es· Y d e . os trabaj os
de u n n teorfa funciona lista radic<�liza da de los sistema.�

2J J ' 1
icibernét cos. , · J J ·
· . . .. .

2° ' u e "se.""ñucde'
t• :·h·acer a n 1/'bro tan ,,
Dcspués de todo, es t a mbién el reproche q 1 1 11
. U,:ls pracrrca ntes de las organrzac rones )-pqr poco que q uier a n nt �1
im po r l an te como c:1 de C. Castoriadis, L ·;,,witwio�' imnginoire la sodtrt,,
1

d:
• •

d� Par s Se � il,
1975. El rema fre n i �-¡-. M rran tranquiliz ar al respecto a muchok investigad ores e i n ter
ar la re<�lidad de
dc r u a les len lados
¡

1 ' '

,�
.

como ncarnacrón
a a l rr bur r a las g andes orga izaciones u n pOdfr
m a rxJsmo
� ¡
tral del
especifica de los esque m as po� i l i stas Y d e los fantasmas. racionali�ador� de t¡ mu ndo
de este libro, que·es u n a crfttca magrs

f ¡·· · 1
condicionado'r d e l ual en realidad
greco-occidental, es una rencXJón r m pl fc r t a sobre el poder; pero cunosamc rl te, l "\J od c r 1
� �
1 , !
f
j .1
.
2�Es.ta
carecen.

y Jos fen ó menos políticos de l.a a u toin� t ituci ó n d e la sociedad pn� con izad a por f l actor,
' concepció n subyacen te a los tra b�jos d e G. ' Mendel� recons idcrn
·.

da
.

e�· la
n o qued a n ni verd a deramen t e explfcrros nr se tra tan como oblrgacrones espccflicas Y
rel ativa m en t e a u l ó nom as
. .
1 ·¡ desafo q u nadamcnre por P. Rosanvallo n en su excelente libro sobre Jn
P. Ros anva llon, L 'dge de l'autogesrio11, Parfs, Scuil, I976. En él se perc ibe
.l u togestión_ Cf.

/1
.
·

. el inlerés de
Cf. infro n u es tros análisis sobre los sistemns de acción concrelos .
21 u n a fór m u l a (" l a apropiación de los medios de poder") equipn rable, pero
m�s extcn�n.

.} 1 ·1 1
1.
i.

!
• •
26 Crozier/F riedberg Las restricciones de la acción colectiva 27

cosa que e l resullad o, sie mpre conting ente, de la · moviliz ación,


los ac LOres, de las fuentes de inc.e rtic,Jumb re pertine ntes que
por
cll ? s con­
autoridad·, de un modo de dominación soc i a l , o de un a l go ins ti tuido,
que bastarfa romper p a ra hacer desaparece r inmedia t a m ente los pro­
, 1
trolan en una estructu ra de determi nado j u ego, por sus relaciOn es y blemas del poder Y
transacc iones con los otros partici pantes e n ese j uego. Es, pues, u � a Esto no quiere decir que no haya relaciones de poder opresivas y
relación que en tanto mediació n espe �ítica y �utónom a de los ObJe­ alienantes y que nuestras estructuras y modos d e acción colectiva no
tivos divergent es de los actores, está stempre hgada a una estructura instituyan racionalidad es de acción y modos de control social, con todo
de juego. Esta estructura , de hecho, define l a pertinenc ia de las fuentes lo que es w significa, p e ro n o i r más allá de esta aseverac i ó n const i tuye
de incertid u mbre "natural es" y " artíficiale. s" que éstos � -
pueden contro- distorsionar la realidad y cerrar los ojos a n te lo esencia l: el poder
lar. 25 . .. como dimensión fundamental e ineluctable de toda relación social que
Debemos, pues, desechar esa concepción puramente negativa y siempre puede �na lizarse como un embrión de acción colectiva, lo ......
1 represiva del poder que se rea fi rmó 'en los últimos años en l as d iversas que implica un rega teo y u n a i ntegración, pues el poder cons t i t uye un
! corrientes del aná lisis ins t itucionalis ta, socioanalft ico u otras, y en la
}
mecanismo cotidiano de nuest ra existencia social que u ti lizamos sin
-crlrica neomarxist a o simplemen te radica l en e conomfa/6 ps quia trfa
_ . _
� cesar en las relaciones con nuestros a migos, n ues tros colegas, nuestra
y pedagogía, concepción que ve, en la e� s tencta _de las relaciOnes de familia, e tc.28 El hombre. no explota las fuentes d.e incertidumbre que
1 poder y de Jos problemas que de ell�s d_enva � , �1 stmple producto -:-en tiene a su disposición porque -sería "malo" o porque l a socied a d o
1 el límite pa tológico- y l a prueba de l a tmpostctón de una estructura de un sistema perversos J o corromperían. Sus relaciones con Jos o tros
siempre son relaciones de poder en la med ida en que éste existe, es
'ílt
' : . decir, en Jugar de ser un sim ple medio, permanece como u n actor
a la fórmula marxista de la apropiación de l?s medios de producdón. Pero incluso rela tivamente a u tónomo, y sólo puede permanecer así haciendo uso
como metáfora, ·esta fórmula es peligrosa, pues perpetúa -incluso a pesar de ella- la de su au tonomía, es decir, de su capacid a d de rega t e a r su "buena
concepción errónea según la cual el poder c:S susceptible de a propiación. � ues bien, no.
� voluntad", su comportam iento frente a los o tros.29
·

hay apropiación del poder, por la senciUa r a;zón de que se trata de u n a relact n que cor:n o
tal es inseparable de l a interacción humaná y que ningún constructo de acctón colecuva .
El problema no se puede evitar:� l a acción y l a intervención del hom- \
puede hacer desaparecer sin suprimir su fundamento: la autonomía de los individuos. A bre sobre e l hombre, es decir, e l poder y su faceta "vergonzosa" , l a ma­
este respecto, d. nuestras disertaciones del c_apftulo XV.
25 Es también la idea recientemente aparecida en la obra de M. Foucault, pnmero
· -·

·nipulación y e l .chantaje, son consustancial es a toda empresa colectiva,


·

precisamente porque no hay de terminismo estructural y social y porque


.

en una forma casi incidental en Survdlltr ct punir (Pa rfs , Gallimard, 1975, en especial
� �
pp. 29-33), y después r etom ad a y hecha explicita en Lo volont¿ de �avoir (Parls, a l i m ar d ,
no puede haber j amás un condicionami ento total. Su exis tencia plan­
1977, especialmente pp. 1.2 1-135). A nuestro parecer, esto debena marcar un VJra¡e en el tea problemas específicos que es, y siempre se,rá, necesario resolver.
pe nsamie n to de Foucaull. El reconocimiento expUcito del fenómeno de poder co � o una Por más críticos que podamo� o debamos ser respecto a los a rreglos
relación como una mediación ineluctable y 'autónoma entre los proyectos colccltvos de
Jos hom res y su realíiación, s i no pe rm an ece como un simple ·ef<!.Cto retórico obliga, en
b
estruc tura l es y jerárquicos heredados del pasado y con tinuamente res­
tituidos por la acción presente, el hecho de l iberarse no será s u fi c i e n te
ekcto, a salirse de l a lógica estricta del discurso pnra cen t rar el análisis en los procesos
c.o11crctos a través de los cuales ese discurso puede encarnarse en los hechos. En resumen,

7
conduce a otro paso que, partiendo del actor, trata d e estudiar l a· !=Structuración de 2E n esra perspectiva, se puede ver la razón principal del carácter volun taris t , por
su campo de acción, y con ella la mediación, que en ta.nlo cons t ru cto de poder con s u no decir idealista en el sentido filosófico del término, de l a práctica y del es t ilo de::
dinámica propia, ésta impone al discurso. La lectura d e los a nálisis, q u e po r o t r a p a rt e. son intervención de las corrientes inslitucionalist as, so¡;ioanalfticas , etc., que con frecuencia
fascinan tes, tanto d e Survt:iller ct punir como d e la extensa argumen tación en La volont� dt: parecen inmensos happenings en los que el que int e rvi en e desempeña de alguna m anera el
savoir, que ciertamente, no cons t i t uye todavía más que u n a exposición programática y papel de un Hder carBmático, una especie de gurú, y en los que la manipu lación ( hermana
m etodológica para futuros estudios profundos, nos deja insatisfechos en este aspecto. La m ayor del idealismo) afectiva e ideológica no está toralmente a usen t e.
28
exposición, muy articulada, de esta nueva manera de conceptuar el poder se manifiesta Thmbién están presentes aquí la intuición profu n d a y tolla la riqueza de los trabajos
como una idea abstracta, como un injerto que no prendió en un razonamiento constituido de:: R.O. La.ing sobre la familia y la esquizofrenia. Cf. R.O. Laing, TI1e Dividcd Se/[,
por otra parte y que:: no h a sido ve rd ader am en t e reconsiderado n i. en su visión de conjunto Londres, Thvislock, 1956 (trad . . fr., Le moi divi.r¿, Paris, Stock, 1 97 1 ) , y R.O. Laing y
n i en su planteamient o gen e r al. .
.
_
1
A. Es terso n , Saniry, Madntss and the Family, Londres, Thvistock, 1964.
E.s t a concepción se encuentra e n todas partes e n el ú l t i m o libro de J - Allali, La
26 29
Se gó:n nuestro parecer, es el verdadero scnrido del famoso "El infierno son los
paro/e t:t /'outil, op. cit. otros", de J ean-Paul Sartre.
28 Crozier/Fr iedbcrg
Las restricciones de la acción colectiva 29

para hacer desaparece r esos proble mas. Esto no es posible más que el cará � ter construido de n�es tros modos de organizació n, de nuestros
su rimiendo el poder, l o q u e a fin de cuen tas no es o tra cosa que su­.
J
p m i r ia posi bilidad y el derecho de los actores � hacer algo q_ue no se
modos de acción colectiva, es reconocer también que el cambio tiene
el mismo carácter, es r'econocer que el cambio cons ti tuye u n problema,
1

espera de ellos; e n resu en, anular s u a u tonomm para reductrlos a l a no tan to. por lo necesario tJ ·di[ícil que pudiera ser sino porque 110 es na-
condición de máqumas. _ .
. . . '
·

turaU1 :·:
En cierta forma, decir que n o hay acctón soctal stn poder no es más Es·� a reflexión sobre el cambio como problema nos obliga, a n tes que
que otra manera de decir q u e n o hay, y que no puede haber, campo que nada, a . separar u n m�delo de cambio que dorm ita e n cada uno de
no esté estructurado , pues si toda es tructura supo ne, ere � y reprodu � e nosotros, que es el del reformador a u toritario, el del déspota ilus trado,
poder, es decir, desigu alda des, rel aciones de dependencta y mecams­ ya sea .el tecnócra ta competente preocupado por el bien superior
mos de control social, se puede afirmar además. que tampo �� puede
. d e la 'colectividad, que actúa en nombre de su conocimiento racio nal ele
haber poder sin estructu ras, dado q u e· éstas, debtdo a la s d tvtsto nes, a
los obstá culos p a ra la com u n icación .Y a los limi tes qu.e .m�P.���en p � ra .
_ los problemas, o bien el comisario del pueblo i nves tido con la m isión
hi�.t.órica d_e__ _gufa...del. p_�olet� riado. Si es cierto que no existe campo
q u e se desa rrolle l a acción, proporctonan las protecciOnes necesanas . no estructurado , si .es verdad que toda soh.idón· a los problemas de la
para e n frentar los fenómenos de poder, es decir, p a ra finalmente hacer acción colectiva es contingente, que no hay en la m a teria ni una ú n icn
� posible ·la ceoperación de los hombres. . .
'
. ni una mejor manera de hacer, sino que siempre hay "van'as ", el cambio,
El hecho de reconocer estas circunsta ncias no stgndka de n mgun �
·· · ·

. en cualquier nivel que. se si túe, no se puede definir como la impos ición


ma nera que cre a mos que todas las fo rmas de estructu � ar s ? n vál t das m , -o la traducción en lqs hechos- de u n modelo a prioti concebido desde
COn m ás razÓn, que las CS lrUCtUraci o nes aCtUa � eS SOn l � CVt tabJeS por el. el principio por algunos sabios y cuya raciona lidad deberá defenderse
hecho de que corresponderían a algunas fun � tones u ? t �ersales l o sufi­ con tra las resistencias i rracionales de los actores que no serfan más
_
cier:¡Jem e n te estables como para hacer cual qUier cambio �� postble o su­ que J� expresión de su vínculo limitada a ·l as rutinas . pasadas o a su
peróuo. Estas conclusio nes fa talis tas aunq � e n� tra nquiiJzador �s, y e n condicionam iento por las estructu ras de dominación exis ten tes y por
todo ·c aso, falsa mente rela tivistas, n o están Impltcadas aquf d e nmguna alienación den tro de éstas.n
1 ;
ma nera, todo J o contrario. En la medida en que se trata de c �nstructo � 12:5� preciso borrar de u n pl umazo de una yei por todas esta visión
h u m anos irred uc tiblemente continge n tes, es decir, n o detc.rmmados •. n t del ' cnm bio que hemos hc �epado del· siglo Xloc:· El cambio no es ni el
s u creación n i s u evolución s e basan e n n inguna ley � niversal o e.n n t n­
guna necesidad o tendencia histórica. Los hombre� siempre han mven ­ sus leyes nada más, nt la concepctón y !a pucsla
! .
1
maj�� tuoso correr d� la hi�to ria en cuyo cas sería � �flcie n te conocer
1en prácttca de un modelo
tado soluciones específicas con sus recursos y capactda des .del momento m�s · "racional'.' de organizació n social.. No . uedG ser comprendid o
para estructurar sus i n t e r ? ccio nes en ! os problemas comu nes y pa ra re­ más : 1 u e como u n receso de: creación colectiva . a traves e CU.ili_QS �
solverlos; y ( como ta les, s1empre son t r.r �vocabl � s. se. pueden J nventa r miembros de . una determind da colectivida d ·apr.�,¡ e.1 1 ju ntos, es decir, -:
.
e instituir otras soluci on es para perm l l 1 r la arttculacH?n y el manteni­ i11Ve'it¡all y detenn inªn n uevasl formas de · juga r¡'; el ue� social de _la -
.j
m i e n to en � n conj u n to más libre y a u tónomo para cada a ctor, co � más
.
d iversidad, incoherencias, y por tanto riquezas, pMa sus m.terac � Iones,
C.QQQ.�Í . (
on x_9el confl icto e n pocas pa labras,• una n ueva Rr�x�uoci al), (
pero en es t? i nvención no hay ningún meca nismo a u � o � ,t t1, co, ntnguna � f
y adquieren las cagacidad es· cognosci tivas, de relaciQ_n_y_o_rg-ª.f.lJJ..q JLvas :
i
n ecesidad lógica u "obje tiva " , ni ngúr:t �:teto�:.� ,lPl��pJs l órtco. En ta. � to
res truc turadón o estru cturación d i feren te. de los campos, es crencton,
- i- :--¡1 ---· - -·· "---·� . l 1
, . :.t:.�
1 ' '
1
1 '1
1�
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,., [
corfe nondiente s.' Es un o..roeeSQ-.de aorendizpj.e1 col�clil'O que I2Crm 11e-·\
1
1 1 ,,
f
• •

1. 3,1�e< te será el tema de nuestra ú l tima parle:




conquista i stitucional sic rr:' prc alea toria y problemá ica. Reconocer Reflexiones so r 1
�2lk noción de "rcsislencia a l cambio" de la que: tan lo se /h� escrito,
el cambio.
¡. e n especial en la
1
1
1
lilcratÓra orgnnizaliva dcbcrfa borrarse del diccionario. No es qu e no haya resislencias,
1
. '6 n comp1ctnmen!c
pero' ése as, gencralmen le, no son m ás que la exprcs1'6 n d e 1 a 'aprecwcr
30Es lo q u e parece olvi d a r J . 1\ l l n l i cunndo l e pid e a los anl ropól�gos qu c In d 1q�cn
1
1
rbcionnl y legítima de los lectores in lcresados, sobre los ·riesgos q ue significa para ellos
• ' lo
que es incomprensible en ma!eria de poder y de dcs1gua h.lade�. Cf. J. 1\ttalt, La pato/e ct
. .
ctJalquier ·cambio concebido fuera . de ellos y que l icnden an!e / todo a ·•r¡¡cionafi7.ar"
f 'ouril, op. cit. , 1 p. 197. ¿cuál pu ede ser, pues, l a " p a r t e incom prensible" de la a u tonomfa
sus comportamien tos, �. decir, a hacerlos más previsibles suprimiendo sus fucn!es de
de un actor en la sociednd de relaciones?
1 l.
·

inccni8 umbrc.
J
30 Crozier/friedberg Las restricciones de la acción co lectiva
31

;1 ins t i t u i r nuevos constructos de acción colectiva que_ crean y expresan En cs � e C ? ntexro y con esra pers ectiva, el conocim iento adquiere
p
una nuev a estructuración del o de los campo.s . · u_n a func1ón Importante. En l a medida en que el conocim iento no
im­
La a l cema tiva para las fórmulas de -cambio, tecnocrá ticas y a u torita­
. · .

plica tanto el rigor de l � s princ ipios, la raciona lidad del modelo pro­
rias, no puede _ser más que l a extensipn y l a generalización progresiva puesto o la pureza de las In tencione s de los que d i rigen los res ul tados
de .
de la experimentación, es decir, del aprendizaje colectivo e i ns ti tucio­ un � acción y de una reforma , cuanco su impacto sobre los mecanis mos
de j uego y los cons t ructos de a cción col ectiva exis tentes, es urgente
_
nal e n todos los niveles, o más b i e n la organización de las condiciones co­
que hacen posible tal extensión. A_ lo _l a rgo de esta obra, volveremos so­ noéer estos constru cros y las prácrica s y los compor tamien tos reales
que
bre los problemas y las d i ficul wde� del aprendizaje d e nuevos modos d e enc ubren, p � ra compre nder l a función y l a significa ción en el conjunr
o
.
acción colectiva. S ubrayemos solamente u na conclusión que se impone social y med1r la fuerza de resisten cia y las capacida des de evolució n.
como punto central: l a crnnsformación de nues tros modos de acción . � cons t itución de este conocim iento y su aplicació n cada vez más
colectiva para perm i t i r que haya más iniciativa y más a u tono mía e n los mdJspen sable en nues tras acciones de cambio no son posibles si no
hay
individuos no pasa por men os organización sino por más organización, una profund a transfor mación de nuestro modo de razo n a r y de nuestra
en el sentido de un a es tructu ración consciente de los campos d e· acción. metodo logía de la acción. Es ta re�ovac ión conce p t u a l y práctica pasa
por el reconoc 1m . .
El considerable crecimie n to y la m u l t i plicaCión de las dificultades, las · 1ento de la reahdad y de la univers a l i d a d de los
complicaci ones y las contrad icciones,n que deriva n casi por lógica de un fenóme nos de poder que consti tuyen el fu ndamen to m i s m o de Ja acción
aume n ro de la libertad y de la a u r onomla de los ac tores individuales y organiza d a . Comenz aremos la discusió n del conjunt o de Jos resul
tados
cole.c tivos, no se podrá n c o n t rolar o resolver ni a raja tabla ni " con u n de la inves tigación de que dispone mos, exa miná ndolos de{l tro de
este
toque de vari t a m á gica; sino con e l refuerzo y �1 - acondicio.na miento marco a rt ificial que son las o rganizac iones.
consciente del conjunto d e los constructos colec tivos a tra";'éS - de los
cuales se canaliza, se regula y, de pecho, se hace posible la acción sbcial
en todos sus aspectos.
Es lo mism o que decir que ·la . transformación necesaria y deseable
de nuestros. modos de acción colectiva pone en juego mucho m ás que
el simple descubrimiento y l a utilización, para o tros fines, de una nueva
técnica que perm i ta responder a - l a s nuevas nccesidades,H o ins'ülurar
nuevos proced i mientos de i n formación, de tomas de decisión o de de­
signación de los responsables. Thdas las medidas que se tomen en es re
sentido son útiles y Henen i mportqncia, pero sólo adquieren su Jugar y su
verdadero significado dentro de una estrategia de cambio, a través de la
cual se deben desarrollar l a innovación social, la invención de cons.truc­
tos de acción colectiva, la e labora�ión exitosa y colectiva de una nueva
cOnstrucción sistémica -que permita a la vez el desarrollo de nuevas
capacidades de relación en los ac tores individuales y colec tivos-, la ·
institución de nuevos j uegos y mecanismos de gobierno, y con ellos, la
a fi rm ación de nuevos instru mentos intelectua les, de nuevas ra ciona li­
d a des y de nuevos objetivos de acción.

n co � tradicciones

n l
e aparentemente son i s u p era b es en el marco de Jos constructos

. . . . 1
existcntes,·pero que e9 este ámbito no lo son.
Durante un li'empo se pensó q u e la computadora era el instrume n t o técnico q u e
J4

h ada posible la au togestión. Después vino el desengaño: la computadora, s in capaci­


dades organizativas' nuevas no es más que un instrumento complementario de rutina.
El poder como fu ndame n to de la acción organizada 55
Cap ítul o 2 l. El poder d e s d e el punto de vi s t a de l os a c t o re s

EL PO DER CO MO FUNDAMENTO El fenómeno del poder es simple y univers a l , pero e l concepto de


DE LA ACCIÓ N OR GANIZADA
·

poder es vago y m u l tifo rme;: Nosotros part i remos de una fo rmulación


sencilla de lo que consti tuye, de alguna manera, el deno m i n a d o r c o m ú n
de todas l a s manifes tacio nes del poder: cualqu i era q u e s e a su " t i p o " ,
e s decir, sus fuentes, su legitimación, sus objetivos o sus mé todos
de ej ercerlo, el poder, en el plano más general, im¡2lic;.�em�la_
P.Osibilid.arl,....p.ara a lggn.oUnd iYiQ.I,lo�;_g_grupQs.,_fie é!�.��.�.r�o_bry_Q_v:.o.�. ? ,
l
·
in.Q.ivid_uq,s_n.gi::U p os.J , ,
Por vag·a que parezca, esta formulación tiene la ve n t rija de que no
está preju iciada por una reorfa sobre la esencia deJ poder, de que puede
npHcarse a cualquier fqrma de poder, y sobre todo porque dirige la
a tención hacia lo que consti tuye, a nuestro modo de ver, l o esenci a l :
e l cará�ter d e relaci ón del poder. En efecto, actuar sobre e l prój i m o es
e ntrar en relación con él;� y es en esta relación donde se desa rrol la el
os d icho , son ante t ? do rela­ poder de una persona A sobre una persona B .
Un con texto y u n cons truc to, y a l o hem
c i o nes. Con nues tra p ropi a pers pect iva
es tra tégic a, estas relac 10ne s son
.
qu e l a refte Xlón sobr e la es .tra te­
El poder es, pues, una relación y 110 un atributo de los actores. No ·
puede manifestarse -y en consecuencia hacerse restric tivo para u n a
·\
relac iones d e pode r. Si b i e n es c i erto ·
éfe las partes presen tes- m á s que median�e e) i n icio 1 de u n a relaci6n5 · \ ,
_
ida de nues tro p l a ntea mJ � n to,
g i a del acto r cons ti tuye , el p u n to d e part .
p u es to que el. actor es el únic o port ador
y tes�t go del cons truct o or� a­ que enfrenta a dos o m ás actores, . depe ndten tes u n os de otros]en � 1 :
niza tivo, lo que nos va a perm itir a n
a l izar ese cons truc to es l a � e�e � ón é�ihf>JLiñi�ij}o g_e_lJ n obJ��':o común q�_rtQtclona.�us. objc..Li'los... p cr-' i'
p
s obr e el póde r, ues e n tanto mec anism
o fun d a men tal d e e � tabthz�ct ón SO!!.i!Ies. Para ser más precisos, no se puede desa rrollar más que a par-
' 11 1
d e re � . '
ano, el pod er es la base del conJ unto i
'
d e l com port amie nto hum •· t 1
ij . 1 .! .
J
1
'
1
1

t ,'
1
l.
!ació n que é l confo rma'. . . 1
l' . . ' fj ¡i.' 1 '1
•.

'
Lo abor dare mos s in deja r de segu i r el
p l a n team t �n t o estra tégtc o, es . es lo qu e quiso d ec i r el po!itólogo· estadounidense
1 Robcrt /\. Dahl cuando defi n ió el
e l a relac tón de pode r 9 esde poder como la " ca pa cid a d de una persona A p'a r a obtener q u e otra pcr5on a n hllga algunn
decir com enza ndo p o r una refle xión sobr
'
1 cosa que no hubiera hecho sin ;la in teNención de A". Cf. J R.A.; Dahl, "Thc Co n e p l c
el punt o de vista de los acto res.
i �f �owe r" , Ddwviorol Scimas, núm . . 2, 1957, pp. 201..:.215; y "Power", Encycloptdia of
¡ : 1·
1.
.. 1/Je Social Scitncu, vo 1 . . 1 2, Nueva York, 1968, pp: 4Q5-4 15. La se d u c t o ra simplicidnd
,
:
C1é esta definición no debe ocultar, sin embargo, ' las lagunl!s evid e nt es que contiene;
especialmente, la imposibilidad. de ' esta definición para dis�inguir entre poder intencioníli
' e influencia a espaldas de uno de los protagonistas, el d�cdnocimiento d e la especificidad
d e l poder de A segú n 1a acción demandada y el evidente dcsva �ecimiento e n cuanto
! No
:
o de mos dej;u de pa5ar por la. viven cia del
actor si. qu er.emo s comp rende r u n
o fuera d e esa VlVe�cJ a . Por co � tra..:1te, son
es de la perspecttva d� org¡¡,naaaóln,1 f?s l
,· ' :
��� t
s�nlido¡. d e una � perspe�tiva de j "dcten'ción" ¡ del pod r \ ¿o!)sidcr'ado t od aví a como u n'. 1
co nj un t d e relaci ones q u e ho tienen sentid

que darán sentid o a esa v\Venct a .


p
precis amen te los aspecto� d �der , insep arabl
,
! Y
1 .· l
a tribp.to
• �e los actores. · ·

·
·

1
1 1 l
,
1
ll 1 '1 IJ 1
1ambién se pad rla invertir la p ro po sici 6 n y d eci r que entra en relación con alguien ,
1o son el fruto de estud · segun sea e1 caso, cr�ar un,a re1 ac1' 6 n d e pod er.
'
.
tos más profu n' d �s es, d5 r' manera • o menos exr.trctta,
,
La
2 Las tesis que s e expon en en este capftu mas
1
. .
ra exp?s1t ct�n
1'

es de Michcl Cr.ozier prime


ünns dt: soc1o og¡�.
sucesivos a partir de las prime ras propo sicion . \/o1veremos al tema más adelante. ¡ Destaquemos simplemente que no se tr a ta ,
·
en ar tie ct organ isatio n" Archtvt!S �urop por s1u p u es to , de una relación abstracta, sino de una relación de situación y por t a n to ,
r'
lo
1970
1 oir
y en La société bloqu
se encue ntra "Pouv .
:�1� 5 ( 1) ' 1964 ' pp . 52--64
e u
Par s, S eut
· ¡ , H emos a prov echad .
o

t
ét:, cohtihgente en cu a n to a los actores y a la c.� tructura en la cua l attú;�n. ,
te as p e c o de "dependcncin", incluso de i n tc:rdcpendcnh'l, consustancial a toda
Worms e� u n. a serie d e se�in anos 1 • 6p
m is, atgun as r eftexiones que expu.So Jean- Pierre
1 relación de pode r ha sido destacado en forma muy precis a por R . E. E mcrs o n , " Pnwer-i
a cabo en el Centr o de Socio logfa de las Organ tzaao nes.
que s e Uevaron
' Dcpcndepcc Re la tions", Am�n'ca11 Sociological Rn·i�. vol. 27, ¡1962, pp. ) 1 -4 1 .
: : 1'
1 ,
54 1
! 1
1 1
56 Crozier/Frledberg El poder como fun d a m e n l o de la acción organ izada 57

Lir dd intercambio de los actores comprometidos en una de termi nada


rclu ción, pues en la medida en que toda re lación entre dos partes su­
der es instrumental es t r a t a r s i mplemente de�w..que , ...c.o m o -toda
r@.ción de n�gu.ciación,-el.pode.Lnu.se_c_oncibe más.que.con.la.perspec-
¡ ¡
pone intercambio y adaptación en tre a m bas, el póder está inseparable­ ti va d e u n fin_q!:!�.JmJa. lógica instrn men ta 1_, �noti_va -�j_ªj u.s_t_e_ ,de_ recursos
mente ligado a l a negociación: es una reltición. de inlercambio, por lo d�os.actores.
tanto de negociación, en la que están comprometidas por l o menos dos . eor otra parte, es una relacióll no rramitiw: si una p e rsona A puede
personas. ob tener con faci l i d a d de una persona B una acció n X, y B puede obtener
D e aquí surgen varias consideraciones que nos perm i l i rán precisar esta misma acción de una persona e, es posible, sin embargo, que A
pueda obtenerla d e e; pero si el poder es aquí insepara ble de los
·

más la n a t uraleza de esta re lación.


�or u na parte es una relación i�!:f..JnJ.Jnei1li1 / . Al decir esto no negamos I!Ctores comp rome t i dos en u n a relación, también lo es de las acciones -1
que s u existen�ia acarrea siempre toda una secuencia de fenómenos demand adas, es decir, cada acción cons t i tuye u n e nv i te específico ¡
·

a fectivos_,. muy pode rosos, que condicionan profun damente s u- desarro­ alrededor del cual se injerta u na re lación de poder panic ula r. Así pues,
A ob tendrá fá cilmente de B u n a acción X, pero con más dificultad una
·

llo.7 Esto no significa tampoco que todas las ·c onsecuencias de u·na re­
lación de poder sean siempre conscientes o i ntencionales. Retomando acción Y, y no podrá obtener una acción Z, que en contraste, o t ra
. el ejemplo d e D . Wrong,8 es evidente que ninguna madre pretende im- persona e sí o btendrá con facilidad .
. primir fe m i nidad a l carácter de su hijo cuando adopta una a c ti tud sob re.­ P...2f._Úl.I im�¡oarelaciónrecferocapero desequililmJ.da. Es recíproca
protectora y dominante. En este caso como en o tros, la acción moüva d a porque quien dice negoci ación, dice intercambio. Aho ra bien, si una de
de los ind ividuos trae consigo s u c a u d a de consecuencias imprevisibles, las dos partes presentes ya n o tiene recursos que comprometer en una
. · ·. · inesperadas y " disfuncionales". Por ú l timo, no excluimos del anál isis ro- re lación, no tiene nada que i n tercambiar y por lo tanto no puede en­
das las fo rmas de dom inación y de co.n t rol social que -perfectamente
· · interiorizadas por los diferentes acto res� generan los fe nómenos bien
conocidos con los ténninos de "ajuste diferencial" o de "ajuste con a n­
trar e n una relación de poder. propiamente d.icha; en otros térm inos,
si B no puede negociar s u volunta d de hacer lo que A le pide, no puede
exis tir una relación_ de poder entre a mbos, pues B deja de exist ir en ese
1' J.
ricipación"9 y que por eso no neces i t a n un ajuste consciente de recursos momento como actor a u tónomo fre nte a A y se conviene en una . cosa . 1 1
por parre de cua lqu iera de los acro res.10 De¡:: i r que toda relación de po- Pero también es u n a relación desequilibrada. S i A y B tienen las mismas
bazas en el j uego y por consiguiente s u i n tercambio está e n igunldad,

7 La capacidad de vivir relaciones de pouer es uno· de los aspectos centrales d� la n o hay razón para considerar que u n a de las dos personas s e encuentra
capacidad de relación de los individuos. Volveremos a e.slo en el cap. 6 que trata sobre e n si tuación de poder respecto a la o tra; pero si el in t ercam b i o se des­
las relacionl!s entre la organización y la cullura. ·
.. equil ibra a favor de una de las dos y esta desigt1a ldad corresponde a la
8 CC. D. Wrong, "Some Problems in Dcliuing Sot:ial I'ower", Am�dcan Joumal of
Sociology, vol. 73, 1968, pp. 673-68 1 . �
9Es decir, que uno de los actores ajusta de antemano su comportamiento a tos deseos Rcvit:w, vol. 57, 1 963, pp. 632-642. Por interesante que parezca csla dis l i nción, el aporte
'
percibidos o simplemente anticipados del otro. de esta contribución para comprender de una nueva maneru el fenómeno de poder nos
10Dachrach y Baratz también observan estos efedos de dominación 'mediante s u parece limitado por el sensible deslizamiento ya mencionado -por otra parte subyacente
conceplo d e "no decisiones". Insertándose en l a Community power d�bat�, controversia al conjunto de la con troversia respecto al communiry pow�r- hada una perspectiva de
que se desarrolló en Estados Unidos a principios de los ses�nla, en especial a pan ir de los "detentación" del poder considerado más o menos como un atributo de los actores.
libros de R. Dahl, Wl10 GoY�ms?, New Ha ven, Yale University Press, 196 1 y de C.W. M i lis , Paradójicamente, esta perspectiva impide plantearse verdaderamente el problema de
17tt: Pow�r Eli1r:, Nueva Yo rk, Ox!ord Universily Press, 1956, arguyen que la estructura la sobrt:dt:tt:nninaeidr¡ es/mclurul del ejercicio del poder �y 'por áult: dd poder m 1n1110
u e pod er u c una colectividad no puede estudiarse con seriedad nada más · mediante el · rdación-, sobredeterminación que los autores pre1enden precisamente destacar a través
análisis uc las dedsiones tomadas efectivamente. Es menester lomar en cuenta también del concepto de "río decisiones".
1 1 Existir equivale, pues, a entrar en un campo de poder, pues to c¡ ue no pu c:do ex.istir
·

las "no decisiones", en la medida en que se manifiesta el poder de algunos grupos, y no


en cuanto a lo que son capaces de cumplir sino, pero sobre todo, en lo que son capaces más que regatcando con otros mi voluntad de hacer lo que me piden o no respondiendo
: de bloquear, es decir, en su capacidad de producir o de obtener "no decisiones" en a las "expectativas" que tienen respecto a mí. El acceso a las fut:ntes de poder, es
algunos Lemas o en algu nos campos de la acción pública. Cf. P. Bachrach y M.S. Oarafz, decir, a las posibilidadt:s alternativas de comportamiento y la 111ilización t:J�CiiYa út: es as
"Tho faces of Power " , Amr:rican Poli1icul Scicnce Rcvicw, vol. 56, 1962, pp. 947-952, y posibilidades, son también una precondición !lO sólo de cualq uier relación hacia el otro,
" Decisions and Non-Dccisions: An Analytical Framework", Amt:�icmt Political Sciwct: sino de cualquier proceso de personalización. y de acceso a la idemiúad.

58 Crozier/Friedberg 59
El poder como fu n d a m e n to de la acción organi zada
.
situación respectiva de las dos partes, entonces estaremos en posición Sj!_r lo q_u..e el otrolepida. Y la fuerza , la riquez a, el pres.tigio X
la aut� ri-
de hablar de u na relación de poder.12 dad, es decir, los recurs os que poseen unos y otr�s no mterv te �en smo ji /
.Asf, el poder puede precísa rs·e como ·una relación de in tercambio, en la medid a en que éstos les propo rcione n una liberta d de acctón
más �.
y por lo tanto recfproca, pero en la que los términos del intercambio
favo recen más a una de las partes i nvolucradas. Es una relació1t defuena
gra ;�: � f{u �
d ser útil . ·á f�''liiJ1tt; ifri" :parénte is y 7onfron tar este razo a­ �
_ en u n � ­
de la cual wio puede sacar más ventaja que el otro, pero en la que, del m iento con el apare nteme nte opues to que sostte ne Schell � ng �
\ mismo modo, el uno 110 está tola/mente desvalido frente al otro; o bien,
parafraseando la definici ó n ya citada de R . Dahl, podemos decir que el
table l ibro que ya hemo s �itado .1� El auto r � � h c una se � te de análls �s
ricos, estimu lantes y a veces divert idos, y mul ttpltca los CJemp los de st-
!S · que el
[os
poder de A sobre B corresponde a la capacidad de A de conseguir que tuacio nes o más bien de juegos y de estruc turas d e J' Uegos , en
en su negociación con B los términos del intercambio le favorezcan.n que "gana " no es el que consig ue conser var impr�visible. su
compo rta­
¿cuál es la fuente cuáles son los fu ndamen tos del poder? La res- miento futuro y se condi ciona un m argen de manto bra, smo
aquel que,
pues ta es e ara: son, na turalmente, los tri un os, os r ursusy1as fuerzas por lo contra rio, la reduce a la nada atánd s
� � d . e manos , con /o que su
· de cada una de las partes involucradas; en resumen, su respectiva. poJ�n- . comp ortamier�tofuturo es perf�ctameJtte ; � evLS� ble. Es el poder del pobr�
cia, los que determi narán el resul tado de una relación de poder; pero que no tiene alterna tiva, el de aquel que habten do quema do sus naves
, _ del
todavía es conv.eniente precisar u n poco más lo .qu'e entendemos por se encuen tra "entre la espada y la pared , o, para tomar un eJem plo
parar
"potencia". De hecn·o, lqué es Jo que se interca mbia en una relación de autor, 'es el poder de esos ferroca rrileros huelgu istas que logran
poqer? No sgn tan to las fuerz�s o la p otencia de las diferentes partes en un tren "romp ehuelg as" amarrá ndose a las v{as.
1 cuestión com,:o sus posibilidades de acción, pues A no se compromete En nuestr o parece r, Schelli ng sobres ti� � u n poc? la gen_erahda d
.
y
ef1 una relac.i ón de poder con B con el único fin de medir ·sus fuerzas la universal idad de las si tuacio nes que estudt a. Esos J uegos ncnen con­
con él; exist�:·un objetivo m ás preciso que es obtener de B Un compor­ dicione s estruct urales y una dinám ica particu lares. 6 Si profun dizamo
1 s
/ tam i e n to del cual �ependa su propia capacidad de acción. En otras u n poco, se · percib e que se trata de jue�os en los que cada uno de los
palabras, B •. .· únicamente con su' comportamiento, controla de alguna agrem iados/adversarios tiene una. necest dad más o menos urgent
e, pero
manera la posibilidad de A de conseguir sus objetivos. Y cuanto más siempr e impera tiva, de coordi narse y entend erse �on el otro y, el
que
capaz sea B de .pegociar su voluntad de cu mplir el acto que le pide A, �1
·\ es decir, cuantos m�s recursos tenga B a su disposición que le permi tan
más, con otro que no puede rsco,ger
p rincip io. La lógica fun? ament al de
pero
esto�
q e
� .f l
J�egos
pa
�s
rsido
,la
dado
del
desde
'_T!O��p olw
conservar su comporta m iento futuro imprevisible para A, más favora­ bilateral es decir de una estruct ura que llmttal desde un pnnctp lo,
en
� �
f l os agremi a­
ble le será la relación de fuerza prevaleciente, y mayor será su poder forma uy singul r, el margen'Cie maniob ra de cada uno de
sobre A en esta relación p recisa. elp_ode_r rt;_sjg.!!_, pues, en el margen de dos/adversa·rios. Volvicri do al ejempl o del aut,or, ama�a rse a las vfas
del tren, en el último de f?s casos, úni �amen �e tie � e s�nttdo p orque hay
�\ libertad de que dispo11ga cada uno de los participarztescompfi5fitéfi([(jS'e n
' ü!�� relaéión de poder, �s.{o'es,'eii sú'mayor o"riú�'ri o�i
óiiTdaa de reñu- : vfas, es.�ecir, porque hay: una es�ruct�
.
ra qu� restnng e drásttca men te l a
_
...
. tor del ¡ tren- al no deJarle
libertad d e acción -en ·este caso el conduc
;o..
'' más elecciÓ'n que l a capitul ación p la mat�n:bl t'. : 1
·

1 2 Precisamente el estudio del poder en tanto relación nos obliga a remontar las
sobrcdeterminacio11.es de s i t u a ció n y estructurales que por s! mismas pueden e:'<plica r el �

r
1 1
. •

desenvolvimiento de 1� relaciones de poder observadas. El po d er conceptuado como


relación, se convier te a�f en un instrumento de investiga<:Jó..n qJJ«;¡ _h.a te P.<?�ible: 9x¡)lorar
,
Y a n ali za r las situ aciones respectivas de los actores asf corño I3.s reglas :e.Stru<:tu r �l<fS que
. · ·¡

,,H cr.
1 tsse
T. C S ch elli n g 71u StrÓttgy of ConfUct, op. cit.
,
. 1

i Jos ·uegos a juegos "mixtos"


,
.

tra t de una tentativa ?tenkión d'e la teor(a l de


(conflicto/negociación) cuya svma s( cuenta.
.
de
r tge n sus transacciones. Yol vc r em os a retomar el tema de la conti n gen c ia estructural de
1 11
a
l.
1 i
· / �1 6 estrategias que incluyen y uU hzan el azar, es dec1r!
..
las relaciones de poder¡ ,para los aspectOs metodológicos d e este planteamiento remitimos
1 r �'d as se a t en tl nn po r s u
. '

Al rei n tr odu ci r en sus . análisis


.
1
al anexo metodológico al final de este libro:
'i rl ' est atcgias en que las promesa s hech�s o 1� amena,za� pro
9T.c. Schell i n g d cl t a ca y d iscu te enérgie'amente este p u n to y alega que S C 1 de� ca�ácter condicio nal,
. �
Schellin g matiza su propto razonam tento a1d judtdn ole de nuevo
�'l
abandonar el postulado de simetría en l a teorfa de los juegos. CC T.C. Sc h ell i n g , J11� lu Jar central a la manipul ación de cada u no de los agrcmiad os/a�ver
sanos, de su propto
StraierJ' of Conflici, Ca m brid ge Mass... Harvard University P·ress, 1960, en especial el op.!
cit. , en especial la tercera'
' 1
libertad y del margen otro. CL T. C. Schellin g,

P"f te, ." S t ratcgy with a R an do m lngredie nt", pp. 173-203.


del
apéndice Il , pp. 267-290 ( ed . 1973, Oxford U n iversity P ress Paperback).
,
margen de

1
1 '
¡ .1 ¡
60 Croz.ier/Friedberg El poder como fundamento de la acción organizada 61

Es t a s condiciones es t ructurales, a u nque en raras ocasiones,· sí se dan p a rtici pen, o que, en suma, sea. una zona de ince r t i d u m bre cuya exis ten-
t: n I n r�alitl a d . 1 7 Pero es necesario n o pcrcl � r d � vista que incluso e n los c i a y cuyo control cond icionen l a capacidad de acción de u n os y o t ros.
casos cuncreros que nos o t ros conocemos, t:l llecho de hacer su compor­ E n tonces, In cstri.l regia de cada uno de l os agrem i u d os/adversa rios se
t a m iento futuro pc rfec_rnmente p revisible l lene un significado y conlleva orientará en forma natural h a c ia la manipulac ión de la previdencia de
consecuencias que sobrepasa n el j uego en sí. Esw da siempre como re­ s u propio comporta mi e n t o y del del p rójimo, directa o ind irectamente ,
sulwtl o 1111 cambio en fa nawraleza del juego o un desplazamiento de lo modi ficando e n s u favor las condicione s estruc tura les y las " reglas" que
que e.ná en juego y de las zonas de incertidúmbre, y u n aprovech a m ienw rigen sus i n t eracciones con el prój i m o . 1 8 En o t ro s térmi nos, para é l se ·
Ll c las circurlS[ancins para forzar al o tro a colocarse sobre u n rerreno tratará de ampliar lo más posible su propio m a rgen de l ibertad y de
m e n os favorable o a ceder. Vo lviendo al ejemplo d e an tes, a n r e los arbitrio para conservar l o más abierto posible el aba nico de sus com­
h u e lguis tas a tados a las vías, ya no es la detención o el paso del tren portamien tos en potencia, al tiempo que tra t a rá de rest ringir d de su
lo que está en juego, ni siquiera el fi n o la conrinuación de la huelga; agremiado/ adversario y encerrarlo en l i � i wciones ta les que hag � n que /
es la 1.1Jiierte de hombres. Y ante este nuevo envire, los húelguistas en su comportam iento sea, por el comrano, perfectam ente co noc1do tl
tanto gntpo (y por tanto, a u nque indirectamen-te, los· huelguis tas ama­ a ntemano.
rra dos), comrolan una zona de ince rtidum_bre m ás a mplia: l a del com­ Resu m amos e ilustremos este razonamienr o con un eje m plo cuya
ponamiento futuro de su grupo -y d e otros grupos solidarios- en estruct u ra economis ta voluntariam ente simple, si no sim plista, nos
caso de que los huelguistas amarrados fueran aplastados por el tren. permi tirá determinar l a s ideas que podremos i r enriquecien do a medida
E n resumen: al a m a rrarse a las vías, los huelguistas ponen al conducwr q u e vayamos estudiando nues tros a n á lisis ul teriores. .-
del tren -y sobre todo a l a compa ñía qu� fle t ó ese tren " rompehuel­ El señor D upont, hombre rico, notable, q u e vive e n u n a peque ña ­
gas"- en posición de desventaja para escoger e n rre las consecuencias, ciudad de provincia, le p i d e al señor Durand, modesw a r tesano, que
rela tivamente previsibles, de pasar el tren y las consecuenci�s más im­ vaya a hacerle u n a reparación a s u casa. Aquí se establece una re lación
-l1H
previsibles, i ncluso propiamente incalcul ables (mo tines, movimien ros ·
d e poder, por el hecho de haber realizado l a d e m a n d a , y el precio que 'f/
de solidaridad, etc.), que acarrearía la muerte de los huelguisras. Por e l señor D upon t aceptará pagar a cambio de esta reparación estará en
eso lo más probable_ es que el tren se detenga : . Pero si cambiaran las función d e la relación d e fuerza que prevalezca · e n tre e l l os . 19 S i el
condiciones del juego a mp l iado introducido por los huelguistas; si por señor D u ra nd es el único e n l a ciudad que puede realizar l a reparación
ej e mplo, la solidaridad entre los ferrocarrileros fuese nula o que l a vida solicitada, si t iene bas tantes pedidos y si, por diversas razones, el
h um a na, o simple y sencillamente la vida .de los h u e lguis tas careciera señor Dupont no puede solicitar e l servicio fuera d e l a ciudad, l a zona
de valor en una determinada sociedad, la " solución" del conflicto sería d e incertidumbre que maneja el señor Dura n d , . simplemente por su
O lra: como las consecuencias de un accidente morral serían desprecia- compona mienw, es máxi ma: y es que su. cliente no tiene de dónde
. bies, la zona d e incertidu mbre controlnda por los huelguistas:a m a rrados · escoger. La relación de fuerza está, pues, clara m e n t e desequil ibrada a
dejaría simph!mente de ser pertinente. El tren cominuaría su camino, s u favor. Pero el señor D upont no está totalmente desprotegido. Puede

1 y el débil seguiría si endo el débil. : . ..


El poder de un i ndividuo o de un grupo, o ·d e un actor socia l , también
rehusar que le haga n . l a reparación si las cond icio nes del señor Durand

'\ \ de S c h el l in g . S u l i b ro se i n teresa en los


; está e n función de la amplitud de la zona .de incertidumbre que lo im�
18He ahí el verdadero objeto los análisis de
medios y las eslra legias.(promesas, amenazas, chan lnj es ) que p erm i len a un actor ut iliz:�r
¡ previsible de su propio comportamie nto le permita controlar ante sus
agremiados; pero, como ya lo hemos explicado, no importa cuál sea · las limitaciones estructurales de una situación para desplazar el juego/reg: ueo/contl icto
la zona de incenid umbre: todavía fa lta que ésta sea perlin enle con re­ qu� l o opone al otro, en un terreno favorable para el primero, y demuestra que atarse las
l u c i ón al problema que se va a tratar y a los intereses de los p_artidos que manos es efectivamente una estrategia posible; aunque no especifica suficientemente las
cond iciones eslructurales q u e circunscriben la validez y la eficacia de esta eslralegia.
19Es e vi dent e que tales transacciones se es t a blecen dentro de las limi t a ci on c: s d e
ve n .Ja d predominantes en los pr obl em as en los que trabaJa particulam1en1e m e rcad o no queremo s poner en d u d a .
17
Son c:n un exis l e n cia

Schelling. El autor se inleresa, en efect o , en la dinámica de las relacio nes internacionales empfrico se b as a en c:l ma rgen de libcnad que deja el m e rcado
d e estos servicios cuya N u estro
y conduce
en un conlcxlo úe equilibrio d e l le rror entre dos superpolencias. re/lexió n más g ene ra l sobre el desarrollo mismo de eslos mercados.
razonamic:nto
a una
62 Crozier/Friedberg El poder como fu ndamenio de la acción orga hizada 63

le parecen exorbitan tes. Incluso puede invertir la rel ación a su favor el señor Durand tiene que llevar periódicamente con la admi nistración
si se da el caso de que p ueda acudir a otros artesanos, y hacer que el fiscal para establecer el monto d e sus impuestos. Añadamos a esto que
señor Durand tenga que competir, a menos que esos a rtesanos a su vez el oficio del señor Dupo.n � es. � d m i !J i � t rar b ienes, y por tanto tiene entre
se pongan de acuerdo en tre ellos y elimine n de nuevo la posibilidad sus· m anos u n volum'eii""·im'pdrhihte' c;Ie solicitudes que pueden i n tere­
de elección del señor D upont, lo que mutatis mutandis, nos lleva a l a sar al señor Durand, siempre y cuando ninguna de ellas represente una
situación i nicial. competencia individual tan indispensable como la de la reparación de la
. Asf pues, analizar u n a relación de poder exige siempre l a respuesta c asa del señor Dupont. En esta situación, este último cuenta con todos
a dos series de preguntas. En primer lugar, ¿cuáles son los recursos l os a�1es que le permiten " ab rir'' el j �ego y enderezar la s.it�adón e � la
de que dispone cada p a rte?, es decir, lcuálcs son los triunfos que¡ en r ela�ión especffica analizada .m ás arnba, aun cuando a pnon la re l a c t ó n
,
determ inada si tuación, le permi ten ampliar su margen de libertad? En de fuerza no esté a su favor. ' '
·

segundo l ugar, lcuáles son los criterios que d e fl nen l a pertinencia de La si tuación social de los ·actores permite
' enseguida comprendc.r l a .
sos recursos y su cará cter más o menos mo v i b le ? , es decir, ¿cuál es forma en que cada uno de el los puede percibir y utiliza l factor tiempo r e
1 eJIVÍte de la relación y CUáles SOn las fim ilaCÍOileS estructura/es en Jás . . · · · eñ Tás· relaéilmes de podec· Es evidente que. toda. relación de poder se
cua les se inscribe? , des a rrol la en el tiempo. Se puede pensar incluso que la dimens ió n d e
La p r i mera pregunta·nos remite a l os recursos de todas clases (indivi­ tiempo es . una condición esencial para 9ue se pueda d �sarro llar una
dua les, cul turales, económicos, sociales, etc.) d e los que puede disponer rel a ción de poder, puesto que es una, y a veces la untca, fuente de
, J
un actor por sú situación socia l global y que definen el marco tempora� d i ve rsi fi ca c ión de las posturas. En efecto, un actor sólo acepta perder
espacial y sociál en el cual deberá circunscribirse en todo m omento su es­ en el . corto plazo si esta pérdida le parece momentánea y piensa que a la
tra t egia . Este Inventario hará posible precis a r e introducir en el análisis postre ganará; pero sobre todo, el ti empo es también una dimensión del
las desigualdades entre a ctores, mismas que dependen de su inserción margen de mani obra de un actor. La capacidad de fijarse un horizonte
com ú n y d e su�posiciÓn respectiva en un campo social est ru ctu rado. temporal más lejano en una relación de poder . se cpnvierte por ese
El conocimiento de la situación social de un ·actor permite1, ante hecho en un t riu n fo muy serio}1 En o tros términos, si por razones
todo, vislumbrar )as posibilidades que tiene de diversificar sus dominios materiales, el señor Durand tibne una necesida<;l urgen'te e inmediata de
de inversiólt, es deeir, de jugar con va�ias relaciones d e poder a l a vez,20 : l o · q�� pudiera ganar con l a reparación s olicit � da · R,or el señor D upo n t
pu e s la multiplicidad d e los compromisos de u n ac"tor es p ar él pn , 1
. y que: esta reparación nb es / tan 1 urgente para éstl( f-IJOrque se trata
triunfo considerable desde un doble punto de vista. Por un l�do: ¡ te de u · p roblem a menor o porqu� posee� p tros luga tes : d�mde vivir-, el

proporciona una pr.otección contra los riesgos de pérdida inhcrrentes margen de negociación del señor Duran,d , "sin salida";en el corto pla7.o,
a las relaciones de �,poder, en la m edida en que le permite r,epartir
sus posturas en el juego y evitar asf "poner tod_os los huevos en: l a
se debilitará fren te al señor Dupont que ' 'p odrá, por e contrario,
1 1
i 1
"dejar
que ipase el tie m po ". ' . ; 1 · '1 ¡ ·1 1 . ¡ .1
Th'mat en cue nta tos recursos respectivos de1 g ue liisponen los dtfe-lf

misma canasta". Por o tra parte, ofrece mejores posib i l i d ades de rea.l izar
• • •

j uegos ofensivos. Si un actor j u ega con v a rias relaciones de poder, ren.Les actores co mpro met.idos :e n una relaciÓ� d�1, p,bder compl ica, pues/
1

podrá acumular los recursos que provengan de otros compromisos e co nsiderablemente el esqu dm a 'inici�L 1 Nos hater ·ve� que, ante un a 'f ,

i ? v e r t r los masiva 1 ente en u na relación especffic
� � ara refo' rz�r , suj misma relación de poder, los diferentes actores n o tienen las mi s m a s ¡ ¡
, 1 1/1 � t
__

·
1
1 1 11 1 11
sttuactón dentro de .¡ésta. posi ilidades a lternativas ni los m ismos hori antes � rhporales, en re- 1
i es d e me dLr 'l
.--. . . �.;.·¡> '·,, ::; : · '-- .
a·n teiior. ��. .1 1 1 t
SUI"f} n, Ja·s mtsmas pOS!'b't'' 1 1 da d
1 l
. .

Ilustremos esto abu ndando e n nuestro ejemplo


r SU CO�pr �LSO, aJUS ar SUS ' •
.

s�ñor
.

r' �
· • • •

D u pont, por ser. im p or t a nte, l leva· muy bue na s relaciones con ¡ po s 't f ras 1y por tantq limitar el1 �iesgo d;e perder q�e o porta toda re- l
1

re� a u­
:_
dador de contribuc�ones d e l a loca lidad. Por ello, mediante una inter­
, 1
1 1.·_ .
I
1 1 1 1 1
1 1: 1 ¡/ 1

, d e un act or:1 E
vención juiciosa, podrá agilizar en gran rhedida las negociaciohes ' que 2 tl
• .
ruede llega r a ser tncluso e1 prtnClpal � n. u n .o ' n' �. :
l recto, c:n una sltuact 6 n 1.
1

.
. .

de despojo no hay nada que perder: el tu.mpo en sf lo deJa m d 1 ferente. Frente a u n


actor i"presionado" esta indiferencia hacia e l tiempo puede convertirse en e l t riu nfo q u e
·
�0El ejem plo extens�ente discutido de Schelling es especialmente claro en este
l e pe hu i l a e nco n t r ar el poder partir de un a
a situación
'
aspecto. de debilid�d.,
1 '
.

'

1
/

64 El poder como fundamento de la acción organizada 65


Crozier/Fricdberg
.
!ac ión de poder.22 Dada su si tuación social, los actores no cuentan con bies en la relación. Y entonces, gracias a esas limitaciones estructurales
las mismas "capacidades estra tégicas"Y
específicas que, por lo menos por el momen to, se i mponen a los dos, la
Si sit uamos a los actores en un campo so�ial estructurado y mostra­ relación de poder se puede inclinar en favor de.! "débil" señor D urand . 25
mos e_n . 9ué forma están delimitadas las capacidades estratégicas por D�spués de haber es tudiado u na relación de poder desde el punto
lu po.stcton que conserva este campo, medi_ante este anális-is podremos de vista de los actores comprometidos en ella, es preciso i nvertir
rcformular de una manera mucho m ás operante, nociones tales como la perspectiva y · preguntarse sobre las limitacioJJes estnLcturales que
" poder social", "potencia" o "influencia social". Éstas se definen ahora caracterizan una s ituación determinada de negociación. Sólo podremos
c�)�10 la muyor cap.a cidadH de un jugador de pxtender el campo de ejer­ responder a la segunda pregunta planteada más arriba a través del
C I C I O de una relactón de poder y llevarla a uri terreno donde la relación
análisis estructural de es tas limi taciones que se imponen a todos los
le favo�ccerá. Esto permite, pues, integrar a la reflexión las desigualda­ actores comprometidos en una relación: lcuáles son los recursos que
des soct�lcs en tre ac t_ores que propician que desde un principio, -a!gunos un actor puede efectivamente movilizar en una relación de poder y cuál
tengan más oponumdades que otros de colocarse en u na situacíón de es su grado de pertinencia?
.
dominio En otras palabras, y voLvientJo a retomar el ejemplo anterior,
.
a pesar de su debtlldad en una relación par.l icular, la probnb·i !idad de
I I . Pod e r y orgnniznción
que a fin de cuentas gane el señor Pupont es grande: sus compromi­
sos, má� numerosos, le permi tirán ampliar el juego de tal manera que
la relactón de fuerza final será favorable para él. .. . . En este niv�l e� cuando intervienen las características estructurales \
Sin embargo, aunque es probable que esto' suceda, no necesariamente de una orgaruzac1ón. Éstas delimitan el campo de ejercicio de las
.
sJcmpre. es así, pues aunque las desigualdades económicas y sociales relaciones. de poder entre los miembros de una organización y definen
t!ntre actores son un elemento fundamental' para comprender el desa­ las condiciones en las que éstos pueden negociar entre sí. Son las
restricciones que se imponen a todos los participan tes.
·

rrollo de una relación de poder de terminada, rara vez se reflejan . en


. ésta, tal cual, y en forma mecánica. Existen limi taciones estructurales En princi io la rganización..p ennüe.eldesarrolla.de-r�laoianes de
·

eoaer y es da un caráct�permanf(!l te. El poder, como ya hemos dicho,


·

. , ,
{.
·
pa ni u l
c l � s � � nul �_�l as
a
s q
r i a
_ �_ _�::� �-�_!l -����_ _:n � �l!-�.��Q�..!-� _p� �_
o a v
e e e n a renuarlase in�
. Y �. _ ��� ñ�_� . ��� .��J_<?_S _r; c!:l��<?.�de _q_��n .
.
ñoex.rs·re-por sí mismo; sólo se p uede ej ercer en u na relación en la que
_
.... : . los actores; es f!����a_mLql.!�. .��t.os sean mov¡f¡zables en la relación ·es-
_

pe c;flk a y q'Ue se ? n pe�.�_i�l�l!l_�S �? rcl�-��ó-� �o � -���_§�Ü�����r'otro . En


está� de acuerdo_ d?s actores, o en la que ya están involucrados, por
medto del cumplm11ento de una rarea determinada, mediante la cual,
otras palabras, S I no hay postbl l!dad ue intervenir en el establecimiento en �tras términos, se integran, por lo menos provisiona lmente, en un
<.Ie_los im�ucscos conccnados de Jos a·r resanos y si Jos pedidos que ma­ conJ un to organizado.
neJa el senor Duponr como adminis t rador de bienes, no están dentro Es así como poder y organización están ligados en tre sf de ma­
de la especialidad del señor DurantJ, los recursos paniculares. del señor ne:a .i ndisoluble_. Los act�res. sociales no pueden alcanzar sus propios
Dupont piarden una gran parte de su pertinencia: ya no son moviliza- �bJetivos más que po� el eJercicio de relaciones de poder, pero al m ismo
ue:n�o, no pue�en eJercer poder entre sf más que cuando se persiguen
Objeuvos colec[lvos cuyas p ropias restricciones condicionan en forma
22
Cuan1o me n os se puedan medir sus compromisos, m e n os c:slarán dispuesws a directa sus negociaciones.2
com � romelc:rsc:; de ahl las es 1r a 1e g ias pro1cc1oras bien co n oci das; que se exp res an
-

me tan le: co mpo na m ie n tos de " �elra.imit:nlO" o de: "apalía".


Como, por o1ra parte, un mismo recurso no a u m e nla de igual m anera las " cap aci d a ­
25 0 bse rvemos q ue el mercado 1otalmen1e igualitario sobre el cual se basan los
. ·
.

des c.-ilnllégicas" de los actores. Ahf, como en ot ras partes, existen procesos acu m u la t i vos
razonamientos de la cien ci � económi_ca_ no · es más qu e un caso lúnite y teórico en el
lf sobie e l in lcrcambio de bienes mensurables, sin que
g u nos
a al
. _ .
w�u !� umcamen _
��s recu rsos y las J>O!Iblhdades de_ a�c1ón d esr gu al es de los aclares pu ed an u litizarse para
que la transacción
que pcrmilen u li l i.:Lar como recurso lo que a otros no les reportará nada. Aquf, _ _
�o�o �n �Iras parles, "a los ric�s se les pres L� más fáci lm e n te" . Es más, un mismo recur�o
ob¡euvo que pu c: d e ser perc 1 b 1 d o y mov¡hzado efe c l iv a m e n te por algunos act o res, no
. _ falsear el mercado . Para que un JUego asf se pueda conslituir y man lenerse, deberán
ejercerse resl ricciones muy complejas. El macado <!S u11 collStmcto.
. . .
� lo no q u r e r e dec1r q u e un actor no pueda hacer relaciones de poder más que en
·

podrá ser u l ilizado por ouos.


e m pír ico.
H Es
1�Capacidad sw;cepliblc:, esla vez, de un a n á l isis
1
ú6
Crozie r/Fried berg El pode� como fu n d a m e n to de l a acción organiza d a 67

l Poster iormen te, las estruct ura�J�l_!_�_g_l��-q��--rjg � !_l_ _�l. funciona­ los triunfos que pueoe utilizar cada uno de ellos en las relaciones de
. mi �ga_�!íK9.6n,.son. las-que .de.termman �os.luga r�s poder. Por o tro, condiciona su voluntad de hacer realmente uso de esos
. 1 dPñ'éié' Q.Qdrándes_ �����-��s_r elacion es ..Q�.-P.o ? er. Al t1empo _que triunfos· para conseguir sus estrategias pues fija los envites, es decir, lo
zan
. ¡ define n los sectores en que la acción es más prev1s 1ble y q� e organ: que cada uno tien���pe,r�q+��d e. -ganar o se arriesga a perder, si com­
proced imient os más o menos fáciles de cont:ol � r� crea � y c1rcunscnben promete sus recursos en una relación de poder. '
N inguno de los recursos a disposición de un actor es igualmente per- fl
',..1 zonas organizativas de incertidumbre que los t ndiVldu os o los :U
g pos tra­
tarán simple mente de contro lar para utiliza rlas en l a consec ución de sus tine� te ni igualmente movilizable den tro de una determinada organi-
V
e\\ propia s estrate gias y alrede dor de las cuale� se cre_ará n _, por ende, r� la- zactón. Ésta descarta 'algunos y valora otros, según sean los objetivos y
ciones de poder. El poder, a su vez, junto con las capa � _ tda des d e acctón la naturaleza de las actividades que deriven de ellos. De nada sirve saber
(-
1 de los i ndividu os o de los grupos dentro de una organ1z ac1ón depend_en tocar el violfn en un taller mecánico. Por lo contrario, si usted es uno de
( a fin de cuenta s del control que puedan ejercer sobre una fuente de m- , esos raros especfmene� que conoce todos los misterios de una máquina
1 ccrLidu mbre que afecte la capacid ad d_e la organ!zaci � n para a lcanzar complicadfsim a y fundamental para el buen desempeño del taller, su
(
\ sus prgpio s objetiv os y de 1� i m portan cta y la pertme_n � ta de �sta fuente __
posibilidad de negociación y su poder serán enormes. Más tarde, la or-
\' de incértid umbre con relactó n a las demás que cond1c 1onan Igualm ente .. ganización esta �l�ce los canales de comunicación �tresusmie.mlir.o�ry
( \1 esta capacid ad. Así, cmg'lto más crucial sea la z ? n a de incerti� urll:bre a��� la§. PQ��DI�!dade�-9���ceso d_�_u_n_� otros a la información..que
' \ control ada por u n individ uo o u n grupo para el éxJto de la orgamz actón, -·ñecesitan para sus respectivas estrategias. Por último, la organización
�ncede a algunos de sus miembr<?s una autoridad legftima sQpr�_QJ.LQS,
con m ás poder contar áY
·

.
Por ú l timo, la ·9rganización regylanzr;z_eLde.r.mY..Ol'r'.t_IJ).Ien�C?_�
.
es dec1r, les otorga poderes específicos de sanción o de recompensa; en
. .
.� ·

\
ciones d�oder. pacto su organigrama y su� reglam entos tntemo ;
s, es­ o tras palatmrs; pone e n manos de algunos sus ro ios triunfos ue �e­
ti-inge la l ibertad ge acción de l os ind �viduos .
y de l ?s grupos que : eune, den reforzar o ne e ac nes. etomando nuestro ejemplo, no
con lo cual condiC iona profun damen te la onenta ctón y el conten 1d � de es Igual que la persona que conoce los misterios de la .máquina de que
sus estrate gias. P9r ese resquic io, introdu ce de dos manera s, u n mfmmo hablamos sea también el jefe oficial del taller, a que lo sea un simple
de previsió n en el compor ta mienlO de cada u � o. Por u n lado,
la or�a­ obrero sin prerroga tivas forma les. En este ú l timo caso, la estrategia, y
nizaci� n afecta la capacid ad de jug�r de sus miemb ros pues deter ma por ende el comportamie nto de esta persona, y de los demás miembros

(.. una organizac ión; sucede ex,a ct am c nt e l o co � t ra r io , como y a l o hemos


T ?el tallef', se verían profunda �ente afe�tado� - / f . j .
Pero �ener en la -m a no los tnunfos necesanos1no e� suficiente; es pre- .
·



de � ostrad? con


. n � un .
J
tr:..
ciso también que los miembros de la organ�z�cjóry acepten comprome- :
¡
orm ai!Zacsó

sencillam ente que c u a lq u er a que sea el grad d e _ �
amplitud . Signiñca . 6 n1mo d e i a eXJs tencta
_ .
ter! os en relaciones de poder específicas. Pues bien, en la medida en que 1
lfh. de un mínimo "de organ ización" de las relaciones en tre los hom
·�conjunto organizado", la exis tencia de relaciones de pod er es stn

W
res. ·

la organización nunca constituye p�ra SUs miembros �ólo u n campo más


l1 el contmge� cy mo(Jd o[
.

fonn;�liza r Hickson al. en su strattgrc


Esto lo quisieron de inversión �stratégica , en el corppro�is o, de éstos, como ya lo hemos
8 introorganizational powt:r, en el que se dice que el poder �
determina da 6'rganizaci ón está en fu nción: 1) de su c a p
d
a c
u a suburudad en una
sd a d de controlar ,(co¡x
n
destaca·� o, no existe ning�n autot;natisrp. o; bstarán dispuestos a movili­
ft witls) u n a fuente de i n ce rt id u mb re para la organizació n; 2) de la mayor .
la
o menor zar sus recursos o a enfrent-a� los riesg9s inherentes a toda relación de

('
posibilidad d e su s tit u c i n , de es ta c
organizació n de que se t ra H
ó
t
1
a p a .
Cf. DJ. 1-Ilckson, C. R. Hsntngs, C.A. Lee,
cit.l ad; 3)

y J.M. Pennings, 'A S tra t� gic Conti 11gency Theory of l n t r!l o


1 '
de m y
? _?
r o menor centralidad
R. E. Sc hnec�
. _Jga g�� ��! Q,p. a .1. p
:- . .

en la

' ",
poder, pero sólo con la condición de que puedan encontrar en la or­
· J 1 1
lganilzación envites lo suficientemente pertinentes lresp'1e �to a sus t riunfos i
r. ' 1 1 11 1 1
ry a sus o b�' ett �os, Y. lo suficzentemente tmportanl
1

. _ ó
1 .
. , wer
(_
",
dministrotivt: Sciena Quarurly, voL ;It¡, 197 1 , pp. 2 1 6-229 . Esta fo rm u lacs n · '.
t

fSt corno para j ustificar 1


,u na l movli Jzaclón de su parte.28 Thmbién en ese hivel in terviene la or­
'

1
P?r

supuesto, útil, especialmente para describir-- Y, medi� la d is tri u ci n de� poder ? ó de n t ro , � e


_
una organiza ci n en u n momento t. Pe ro ah(, r � sd e tambs n �1 ��t.�,
ó � pues al tra_tar
� ani,zación. Por :a forma e� ue or _e·em lo, 6rganiza la promoción 1
, cs a _d_ed p�csón
� mterna; por el numero y la tmportanc ta e as zonas de mcert1dumbrc !
olvida preguntars e sobre las condicione s de nc go c s a c s n que definen las possbthda�
esas fuentes de incertidum bre como circunstan cias o �ecurs os objetivos
ó cs ? e
1 ' 11
'

_
�e � na ---¡ .
1
las subu nidades, -- -- -- -- -- -- -- � -+ --�� 1· ---- 1
2B'E -\..
e l control
fuente de incertidumb re y a pe nas permite explicar el funci o n a m sento de u
n a organizacsó n
que l es onlicre
'
para utilizar verdaderam ente el poder �
, n o t ros té rmmos,
- su " particspacJ
. . '6 "
n en 1 a organ1zac1un
:
'
• •

vanará en función de los


a 1
·
·

1
través de la d i n ámica del sistema de pode r que la sustenta. �nvites que adviertan.
1
1
••

poder como fundam ento de la acción org anizada


�· �

!
Cro¿ier/Frietlberg
El 69
68 _
las �es.ap�recer, y por supu � slo, re tomando el ejemplo de Clegg sobre ·

sticios de In regln ­
orgn niza tiva que pcrm ire que s u bs i s t n n e n los inter

m iHac ión; por las cond icion e� de acce so . que rija
p sicio nes, y. por las prer roga uvas y vent aJaS que
para de �e r.mina das
trae cons 1go, sepa ra •
. ,
.
l a Sl � IIJ tud del J Ueg? de aJedrez con el juego organizativo, la reina
(el dr_rect � r, por d ectrlo grosso modo) generalmente se encon trará en
.
una sJtuac.lón consrderable y casi siempre irreversiblemente privilegiada
l
j
l
a · lguno s indiv iduo s o grup os de la comp eten cia
t � rmin ada fuen te de pode r y define la posib ilida d
alred edor de una de­
de gana ncia <;le -cada
••
.. con respecto a l peón (el obrero) puesto que habrá un cierto número �
cons tituy e un. envit e l de reglas cul tura le� � legales no negociables en esa circunstancia, que 1
úno. N ingu na zona de incer tidum bre orga njzat iva )
ofrecerán más poslbrlld . ades de acción a uno que a otro. En el mismo (
para ning ún miem bro de �a orga ni_za�ió n .. La com � �
cle cia se orga niza . .
orden de 1deas, es t � mb1én evidente que la reina (el director) n o es libre
1os upo.29 Thm emos (
.'a lrede dor de algun os envit es u obje Uvos mter med . �e �acer lo qu� meJor le parezca; así como hay reglas ina lterables que
úille r de prod ucció n
l por ejem plo la func ión de man tenim iento en un
·

llmHan a la rema en su libertad de maniobra, ta lllbién el director de (


taller: depe nda
f En la medi da en que el func ionam iento sa tisfac torio del e mp resa. está limitado para elegir su� políticas mediante la lógica y la 4
1 del buen man tenim
iento de las máq uina s, el que está a cargo de ·él co­ racJOna lldad de u n modo de producción y de in tercambio dominante .
ero de bene ficios a
/ sech a pode r con lo que podr á obte ner un ciert o númertir se en un envi te
Pero el hecho .de sa�er y a�mitir esto no permite de ninguna manera G
los que se aferra. Por ello esta func ión pued e conv
cacio nes requ erida s
dar. cuenta de las I:aruculandades de funcionamiento de una organi- �
para todo s aque llos que pose en por fuera las califi zacrón: todos lo� d1as o�servamos que una m isma lógica de acción se
para prete nder lo y que -m ovili zand o sus triun
fos- podr án trata r de . _ uples y d tversas si tuaciones y se enrremezcla en polfli- •
acom_oda a rnul .
ión de sus prop ias es­
obte ner el cont rol para u tiliza rlo en l a· cons ecuc cas d1�ere� tes. Ahora b1en, cuando se trata d e an:1lisis organiza tivos,
un envi te para ellos , en (
trate gias. ¡>ero deja ría de ser inme diata men te _
esta d1verstdad es precisamente la que ofrece interés al investigador y
es la q � e éste debe compren�e � y poder explicar; pero sólo podrá ha- (
utari a prohib iera el
el supu esto caso de. que algu na' pres cripc ión estat idato s en po­
a esta func ión a los solte ros, y que todo s los cand cerlo. st comp� ra �1 desenvolvimiento de las relaciones de poder dentro (
1 acce so o s juegC?�-�� .hace n-COn
tenc ia, en el talle r, estuv ieran en este caso , !-- de una orgamzac1ón con las limi taciones estructurales p ropias de ésta
¡ amL9P��!911 y e.llos_ y� .no �!�11 �!"\. n.a.9 a ql} e &!Ú1� r. . Mí iJ.� •
· p s .'.' inv.�nirán"
en tan � o �a �po de acción relativamente autónomo, pues del fondo de (
. s us :·r.? s r u.r�-�·�-��- �� _ estas llmttacwnes, en torn? a l organigrama y a lns reglas oficiales, es e
ro lad o .
.
don.de genera la orgamzac1ón sus propias fuen tes d� poder, temn del
·
Ci
orgn n izaci ón
que vamos hablar a continuación.
·

1 1 1 . Tipo s de pode r emo nndo s de la A primera visla, parece q� e se pudiera distinguir cua tro grandes ti
fuenres de oder <¿Qrres.Pondlcntes a los diferen tes tipos "'' fuentes
· Las
n en una orga.ni­
relac iones conc retas de pode r que se entr elaza e mee �br� especwlmenre pertinentes para una organización: 1
le de las relac iones de
zació n no son, pues , nunc a una calca pura y simp as qu.e pro�1enen d�! conrroJ de nna comP-e tencia pa rticularl 1 de la 1
fuerz a y de los mod os de dom inaci ón inhe d:nt es
a la estru ctura socia l,
espectahzactón fyncwnal; las que está n li ��
as....a..J as.....r:.e.l aciones ell{ e
a las relac ione s de prod ucció n y a la divis ión técn
ica y soci al del tra­
o op ina S. Cleg g, qu�
una organización y su �o,:ffiCJOr dichrc- entornos; �.�-�-9!!� nac n t ;
bajo que surg e de ahí. Esto no quie re deci r.� com _ as de las po.slbl­ del cont.rolde:la comumcac ILYde Ininfo..rmació.n, y las - que provienen 1
tau�
d� a eXJsreacw de reglas or2anizarivas generales.
se igno ren las desig uald ades estru ctura les repr esen
una orga nización.l 0
lidad es de acció n de los difer entes "juga dore s" de No obstant�, �n�es de desarrollar estos puri ros, es preciso destacar
án pred eterm inad as
Por supu eslO , las nego ciaci ones entre éstos estar cl�ramente los hm1tes de todo recuento tipológico de esta clase. Es 1
á n por sí mism os h(lce r-
por esas desig uald ades , y sus resu ltado s no podr


ev �dente que no puede existir otra mera que no sea determinar las ideas
e Ilustrar de una manera concreta un modo de razonamiento pues 8
un medio del que tienen n'eces idad como todos los recursos q � e util izan los actores en la búsqueda d e sus 1!
29EI
conse guir su estrat egia partic ular y
envi te se puede , pues, redefinir como _ _
por cuyo cqn· estrateg1as, las fuentes de mcerudumbre organiza t ivas no cuentan·con
simul lá.nea menle vario s actores. para
lrol siemp re habrá comp etenc ia.
. 41.
, Londres, Roull edge & Kegan Paul, ) 1 Es lo que gcne(almente, en la teoría sociológica, se llama "pericia".
30cr. S.R. Oc:gg , Powc:r, Rule and Domination
logy, 1975.
e
l11e l n te r n atio n a Libra ry of Socio
l
(
70 Crozier/Friedberg I

El poder como fu n d a m e n to de la acción organizada
_
71

da tos objetivos y unívocos. n Anclados , por supuesto , en las exigencia s


t
único que sab� có.�n.Qhacer las cosa_�e dispon� de los conoclm.i entos \
de algunas tecnología s o de ciertos procesos de producció n, anclados �
t,E_�_E-��-�IJ.�.�c ra del con texto , -- �--�t.!�.t�-.1�-�-r-�_it:e ..r_t;:�C!l!'.�!....� lgu �o s
• roblemas crucJa� ó!garu�clQ_n..) Su pos1c1Ón es, pues, mejor
también en las caracterís ticas y las particul a ridades de la estructura 1
en l a negoc1ac1: n y enJa -organización que frente a sus colegas. Desde el
formal de una determi nada organizac ión, e n resumen, en todo lo que
podríamo s l lamar jas circunsta ncias "objetiva s" de una situación, éstas
1 momento en que el buen funcionamiento de una actividad, de un sector
son simultáne amente u n a parte i n tegrante del sistema humano que
'
' � de una runción muy importante para la organización depende de su
mtervenc16n, éste podrá negociarla contra beneficios o privilegios. El
sustenta a la organizaci ón, y una respuesta a los problemas propios
. que éste comporta y · como tal, también de los constructo s humanos. ' ecanismo, bien conocido, no tiene excepciones: ·ya sea que se trate d e
m
Deben analizarse también como artefa ctos, como tantos apoyos como l a situación privilegiada de los servicios de mantenimiento en la mayoría
de los jalleres o de los beneficios de que gozan las castas de expertos en
los actores organiza tivos "inventen" -aprovec hando las circunstanc ias
"objetivas" de una s i tu a ción en función de sus recursos materiales y Francia; o que se piense en la evolución de la estructura de poder en las
culttirales propios- para poder construir y vivir sus intercamb ios en grandes empresas, o más bien en los grandes grupos industria les, que
•.

- . . ... . . . ha dado como resultado la transferencia del poder de las manos de las
un conjunto acabado . .
. . · -
. · -

Es pues preciso precavers e de cua lquier razonami ento de este tipo:


�amili � s burguesa!;' a l�s· de i?s gerente·s áptos para controlar las grandes ·
mcert �� u�b�e � en e�os conJun tos que aún n? están bien integrados .
tal fuente de incertidum bre "objetiva" , estructura l en manos de ta l
La pertcta propiamente d1cha está relativamente limitada. En una
. .
grupo, y por tanto tal poder, tal comportamiento o tal estrategia de
sociedad compleja como la nuestra, pocas son las personas verdadera­
parte de este grupo. En esta m ateria no exis te ningún determin ismo
simple. Ah.f, cc;>mo en cualquie r otra parte, no "existe" u na fuente d e
mente � ptas par ? r�solver un problema en un determinado conjunto,
pero eXIsten m uchfstmas que tienen un monopo lio de hecho porque es
incertidum bre,y no adquiere significad o para y en los procesos organi­
. muy difícil o muy .costoso remplazarlas, dado que, en general, han J o ­
zativos más q�e a través de su inversión, por parte de los actores que
grado, medi a n te una organización de grupo, volver o mantener esotéri­
se aferran a ella para conseguir sus estrategia s.33 Así pues, la existen­
. cos o inaccesibles Jos conocimientos y las experiencias particulares que
cia "objetiva" ..de una fuente qe incertidum bre no nos dice nada sobre
poseen. ' . . ,
·

la voluntad o la capacid a d de los actores de tomar y u tilizar verdadera­ 1


, ! �n el caso e�tre �� · �odf persona de � tro �e \!na organización posee
mente la oportunid �d que ésta constituy e. Así es, y ya lo hemos mos­ _
1 un mfmmo de pencia . , dy la cuai� se1 �trve p�ra negociar, para lo cual
trado más arriba en el caso del Monopol io industrial , cómo una 'm isma
¡ · basta con que ap1pveche' la dificultad que¡ reph!senta rfa remplazarl<l
fuente de incertidUip bre de na turaleza aparentem ente técnica puede
' (costo de investigación, y de poner al corri�nte, etc.) .
._ . - . volverse una fuente de poder i mportant e y condicion ar profundam ente
�unda-gFan-fu�tlte de·poder que encon;traiilQ.S�_O_U_Il<L.Orga ni­
el funcionam iento d e u n a organizac ión o, por lo contrario , permanec er
¡; relativame nte menor e i n explotada en otra que utilice también la ,m isma
,· zación está Ji ada a todas las incertidumbres ue se desarrollan aire-
' 1 : e or de tls..ala c.úma-e �
g'anizBe_it my_su-medio Esta fuente es
� tecnologf.a . .
[ � Para empezar, digamos u nas palabras sobre la primera y gran fue � te
bastante cercana a la pr(mera, pu�sto 1 '
que 1 1el:contro'l
' 1 1
del medio se puede 1 ·.
fJtstderarSI�p�'"n.t0Go�o una fomHr-d.�e:J:ici� · No- pUede·ex.js-
.
t���
.1 c_o
de poder, en l a que ya h emos abundado , en l a medida en que es 1 l a
:� más .a parente. Es ·Ja - 1q ue sostiene la posición de una competen cia o de
& el
ur una or aruzación si , n o establece relaciones con el o los medios que

1 a rodean 4 pues depende de ellos por partida doble: por un lado, par<l
una especializa ción �uncional d i fícilmente remplaiable�; El e .
' ' 11 1
11 ?btener Jos. recursos ma t�rial�s y humanos r�cAsirios para su runcio-
·

. '
1
,,
.
. 1
: 1 .
1•
l
.

32Por supuesto, esta distinción no tiene m ás que un valor anaHtico. En la realjdad, ;los
? amtento (muebles, per�onal,1 etc.), y por otrOj para colocar o «vender" , 1

1 '

! §U p�od� cto, ya sea q �e se ;trat� de un bie � m��enal1 o de una prestación · �


•. .· .
••

·1·
de
tipos de pOder y los tipos' de zonas de incertidum_bre suelen estar mezclados, a veccl l
inextricable .
' 1 •

·/: 1 1 mmatenal. Por ello, .los ambientes perttnente.!" de una organización 1 .


1 ' 'l ¡
d ec1r, 1 os segmentos de la sociedad con¡ los que lleva esta relación
u n a manera
.

33 Ésta es la razón por la que el análisis cuatita tivo siempre irá adelante en 1 esta
;
es1

perspectiva sobre la cuantificació n. Es también lo que hace criticable el planteamien


·

David Hickson y sus colegas. Cf. O.J. Hickson, C.R. Hinings, C.A. Lee, R. E. Schn�ck
to de
y
. . ' 1
'
ji '1 ,
(2a. parte, ca ps. 5).
J.M. Pennings, "A S trategic Contingen cy Theory of l n t r a-Organiza tional P ow cr '¡',

art. cit. H Profundizaremos más sobre el lema 4y


.

.,
1 1 . 1
1 1
'
72 Crozie r/Friedbcrg El poder como fu n d a m e n to de la acción organizada 73

consti Luyen para ella, siempre y necesariamente, una fuente de penur­ la cnpacidad de acción del destina tario, y no hay reglament ación que
bación potencial de su funcionamienLO internp, y por lo tanto, una zona pueda con eso. Esre ú l timo no podrá repara r en esta siruación más
de incertidumbre mayor e ineluctable. Enronces los individuos y los que si a su vez posee información o contro la o tra fuente de i n cenidum­
grupos que, por sus múl liples dependencias o por su capital de relacio­ bre, que afecte l a capacidad de jugar de s us ho mólogos, en cuyo caso
nes en tal o cual segmenro del medio, puedan c o n trolar, por lo menos se desarrollará el mismo proceso de chantaje y con trachantaje, de ne­
en pane, · esta zona de i ncertidumbre y amoldarl a en beneficio de la gociación y de regateoJ8 en t o rno al co ntrol en la transmisión de las
. organización, dispondrán en forma n a t ural lile' un considerable poder informaciones pertinentes para ambos. Michel Crozier nos ofrece una
·
denLro de ésta. Es el poder l lamado del "margina/-secante ", 35 es decir, buena il ustración al describirnos la sit uación y la es trategia de los cua­
·
. el poder de un ac lOr que pa rticipa en varios s�s te mas de acción r�lacio- dros subalternos de la agencia con table ana l izada por él.39 Para tomar
. nados emre sí y que puede, por ello, representar e l papel indispensable sus decisiones, e l cuadro superior de esta o rganización precisa de in­
de intermediario y de intérprete entre lógicas de a cción diferentes e in­ formación sobre situaciones concretas de t rabajo, la cual es tán encar­
cluso contradictorias. Uno de tan tos ejemplos de esto es el del agente gados de transmitirle los cuadros subalternos. Es tos últi mos, por tanto,
viajero, con su cúmulo de relaciones extranjeras, pero también obrero disponen de un poder sobre él, mismo que uti lizan para in !luir sobre
responsable sindicalista, cuyo comportamiento puede ser determinante el espfritu de las tomas de decisión: desvirtúan las informaciones para
en el estallido de una huelga. . obtener decisiones que favorezcan sus intereses; y lo hacen tan fá cil y
.
Pero el poder no proviene únicamente de las circunstancias "objeti­ sistemá ticamente que, dada su situación organizativa, en tran en compe­

vas", de la técnica, de la tarea de los múlti ples problemas que crean tencia unos con otros. Esto constituye su único medio de influir en las
las relaciones con el exterior; nace también de la u tilización· activa, decisiones del superior, cuyo contenido. condiciona, por consiguiente,
por parte de los acrores, de las plazas y las po�iciones que ocupan en los su propia capacidad de mantener u na at mós fera de trabajo conveniente
procesos del funcioiiamienw en sí. en sus respectivas secciones. Pero no pueden ir muy lejos por ese ca­
La organización crea poder simplemente por la form a tm_que orga� mino, pues quien lOma las decisiones de las que ellos dependen es el
nizal1rcvmwflE�.eov las.fl uja.ule_infannJJ.fÍÓn �g��� .!!nJQades y cuadro superior, y cuando las informaciones son evidentemente falsas
· enrre ��i(fu.i �mbrQ.s. Asf, u n individuo, paru poder cumplir convenien­ y desvirtuadas, pueden tener como consecuencia q u e ésce vaya direc­
temente con la tarea o la función asignadas u su puesto, necesitará infor­ tamente a la base a ver qué pasa y destruya así la fu ente misma de s u
mación proveniente de otros puestos que desempeñan o tros individuos, poder. Y sin pre tender q u e tales consideraciones estén siempre y nece­
. y si por razones diversas no puede s a l l á rselas o no puede pasarse sin sariamente presentes en los cuadros subal ternos, fjcilmenre se puede
ellas, éstos, por el simple puesto que ocupa � en una de terminada red concebi r que su estrategia real será más sutil cuanto más alejada esté de
de comunicación ejercerán poder sobre esta persona, pues la manera las imágenes de Epinal, que desearían que la inform ación subiera o bn- l
en que transmi tirán. sus i nformaciones (con mayor o menor retraso, o jara según los criterios raciona les definidos por la es truc t u ra y las reglas
más o menos filtrada o "maquillada", e tc.J1) afectará profundamente de la organización. .._
·

!
La utilización de las re las organizativas es la cuarta fuente de poder �
H H. Jamous propuso este concepto en su estudi9 del proceso de decis i ó n que que os destacado. La tra a .. na , en la medida en que se �
desembocaba en la reforma de los es tudios médicos. a: H. Jamous, Contribwion d um:
.sociologie de la d¿ci.sion: la rtforme des twdes mtditales t t des structures ho.rpitalitres, P a rfs,
puede co nsidera r más como u n constructo q u e las ceras, y se puede
· CoP.édith, 1968, Cf. infro, cap. XII, pp. 344-370. comprender como una respuesta de la d i rección al problema que 4
36Esta obj e t ividad de hecho no es más que aparente, pues todas las tareas y todas las plan tea la exis tencia de las o t ras tres fuentes de poder. Ya nos ha bíamos 4
· · · ·
· ·

. .
·

técnicas también son constructos h u m anos


370 sen cill am ent e transmitiendo pasivam e n t e y sin ninguna elaboración. propia d e
todas l os d a tos· que poseen. El destinatario de esa información,- incapaz de JB Únicamente con esta perspectiva se puede comprender la estrategia de las direccio-

manejar· por sí q ue y q ue
su parte,
mismo la clasihcación, en tre lo es imporlante lo
incapaz t am bi én de percibir el verdadero significado de esas info r maci on es que le Uegan
no. lo es, e nes o de Jos superiores en general quic:ncs, mediante una mezcla de secreto y de publi-
4

1 cidad más o menos conscien temente dosificada, utilizan la información de que disponen
·. de aquí y de aUá, se encont r ar á finalmente tan paralizado como si las hubiera retenido p¡tia conseguir un margen ¡Jc maniobra suplementario.
39Cf. M. Crozier, Le ph.!nom�ne burr:aucrutiqut:, op. cit. , pp. 23-78.
(
voluntariamente.

(
74 Crozier/Friedberg _El poder co mo fu ndamento de la acción organizada 75

dado cuenta, cuando discutíamos el poder p roveniente del control de Asf como reduce la incertidumbre en cuanto al comportamien to
l a información, que la a u toridad directiva podfa hacer uso de Jos circui­ d e los subordinados, l a regla también crea otra que cuestiona hasta
tos de i nfonnación necesarios p a ra la cooperación, en su propio pro - qué punto estos últimos escogerán utilizarla co mo protección contra
vecho. Aqu( nos enco ntramos otra vez con u n a problemática análoga. el arbitrio del superior; el p_2de r que ésta confier�_resi de.,_pues,.-más

11
_
En pri ncipio, las reglas están d_e_s_tinadas_<LS..lJP-rimir las fuentes de i n­ en las posibilidad.e� · oc"c]ifntaj.c.y de negociación creadQs_po.r..e lla.-que
certidum bre, pero la paradqj_a__r_�_s id.e_e.n_q�Q.li.QLQJl_Qjas-eliminan �.�las Qrescrig_cto_Q��--que emanan de ella . El poder del superior es
completamente sino que � ':\ ._?_t_��que �ejen se!J.._�9iatamehte a fin de cuentas el poder de crear reglas con las cuales pueda j ugar

'

aprovech� a-�
..P¿t aqü�l[os .aJos. que..éstas-Uenden_a_constreñir-y· que
están cons1oera as como reguladoras ·del comp.artamiehto. •
p a ra obtener de sus subordinados los comportamientos que él juzga
c;onvenientes .
�rñejOrejerñpiOiTO�-nroffecéñl asnego ciaciones y los regateos que ./ D e t a l suerte, estudiar una organización desde el punto de vis ta d e 1
·
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se genera n alrededor de la aplicación d e la regla. . las relaciones d e poder a través d e las cuales. los actores organiza tivos
Generalmente se admite que la regla es u n medio que está en ma nos manipulan las zonas d e . incertidumbre con que cue n tan pa ra. negociar
¡
del superior p a ra obtener un comporta�ie n to de conformidad de sus
subordi n ados. Dado que prescribe en forma m uy p recisa lo que éstos ·
deben hacer, reduce su m a rgen de libertad, y aumenta el pdder del
continuamente su propia buena voluntad y para imponer, en.ia medida 1
de lo posible, sus propia� orientaciones a. otros actores, nos revela una
segunda estructura de poder, paralela a la que el organigra ma oficiar · · ·
¡
superior. codi � ca y legitima. Esta revelación permite delimitar la magnitud y el
·

Pero se puede hacer o t ro a ná lisis, seg ú n _el cual se ve que el efecto a lcance reales de l a autoridad oficial que el organigrama l e confiere y
racionalizador::de la reg l a no va en un solo sentido: restringe la l i bertad apreciar e l margen de maniobra real del que disponen los diferentes
de los subordinados, pero actúa de la misma m a nera con el m a rgen de actores en sus respectivas negociaciones; en resumen, permite situar y
arbitrariedad .del superior que no podrá ejercer su poder d� sanción, por comprender las "anomalías" y el "distanciamiento " que continuamente
ejemplo, más. que en circu nstancias muy p recisas. Al mismo tiempo, la se observan entre la fachada oficial de una organización y los procesos
regla se convi�rte en un medio de protecció n para los subordinados, �eales que caracterizan su funciona miento. Esta estructura de poder
que se podrá n refugiar en ella, contra el arbitrio del superior. Si la constituye, de hecho, el verdadero orga nignl ma de la organización, si
saben a plicar bien, el superior estará desvalido frente a ellos'. Como se completa, se corrige e incluso se anulan las prescripciones forma les.
Y d� hecho las estrategias de unos y otros se orientan y se forman
genera l mente sucede, p a ra que un servicio funcione bien, es preciso
h acer más de lo que prescribe la regla, y como por otra parte, e l p a rt"t e nd o d e e11 a . '
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superio r es juzgado p o r l o s resul ta dos que· obtiene e n s u serviciq, éste se . '


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v encuentra, pues, e n una posición de debilidad, ya que no . puede .obtener
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de sus subordinados más de lo que la regla impone. . . '
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¿ Q u é puede ha'c er el superior para restablecer l a situación? , Casi
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siempre tendrá no una, sino varias reglas � su d isposición y lo que . •1
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h a rá será simplem ente tolerar que sus subordinados infrinjan algunas 1 '
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d e ellas, con lo cual tendrá un medio de chantajearlos. Si los amenaza , .. r
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co� volverse estriqo y con aplicar otra vez con ·todo rigor las reglas 1
exi's ten tes, puede irtcit�r a SUS subordinac!J?S· ª,, -(!:( aJi,Z�f .tJfl esfuerzo
especia l donde ét : consictere necesario; pera'·'·sáoe' qtie "'rio s! pUede
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propasa r, pues en�onces los subordinados le tomarán la pal � bra , es


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rpstllvas . • • 1
que ocupan la tgnoranCla y la falta de sa nctoncs de las infracciones a las

decir, tomarán las reglas al pie de la le tra y las volcarán cohtra él 1


reglas ju rídicas. cr. H . Popitz, Ut:bcr die Pravt:ntivwi�kung dt:s Miclrtwisst:ILI Thbing�
1 1 1¡ , 1 ¡ 1 1'
.. Mohr· (Recht un Staat 350), 1968. a. tambj�n los análisis que A.W. Gouldncr dedica
1
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protegiéndose en ellas.40

.

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l a ! las funcione3 d � l;u rcgl� bu rocráticas. a. A.W. Gquldner, Pottun.r of !ndu.rtrial


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"'Eo u o ' " '"' " muy ooudo•o, H. Popl" m�•t;6 lo impo"'""' y IM f undo"'" 1 . 1 Burt:aucracy, op. Cit.
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