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WONDERWALL

Todos queremos lo que no se puede,


somos fanáticos de lo prohibido.
CAPITULO 1
¿Amor a primera vista?

Todo inicio un lunes 20 de Agosto, el día estaba gris y estaba con


mis compañeros.
Eran las 4:06 de la tarde. No tenía el mejor ánimo, pues volver a
estudiar incluía tener que alejarme de mi casa, ver a mama de vez
en cuando y aparentar ser toda una adulta al vivir sola.
Para mí no era fácil. La verdad me afectaba bastante, siempre viví
con mi mama era muy apegada a ella pero al quedar en la
Universidad de Charleston tuve que trasladarme y vivir en la ciudad.
Un gran reto pero lo asumí, trataba siempre de entretenerme en el
estudio o en libros, con tal de salir de mi realidad.
Estaba pensando tantas cosas, cuando de repente llego Sarah y me
pregunto:
— Anna hiciste el informe?

Siempre fui de las chicas que me buscaban solo para los favores
podría decirle que no pero es mi mejor amiga, siempre la salvo.
— Por supuesto Sarah.

Solo con su sonrisa ya sabía lo que quería.


— De nuevo perdóname Anna, te debo una más.
— Tranquila! Le dije sonriendo.

Curiosamente en ese momento llovió, siempre estamos sentadas en


una mesa grande de madera en su extremo izquierdo, la vista era
agradable; frente a nosotras hay un jardín con una fuente en su
centro, flores de color violeta y el sonido del agua mientras cae.
Había mucha gente escampando recuerdo tenia los audífonos
puestos, escuchaba A sky full of stars de Coldplay debo mencionar
es mi banda favorita, luego me fije en dos chicos que estaban en la
entrada ubicada en la parte opuesta de donde estábamos nunca los
había visto.
Quienes serán me pregunte a mí misma.
En especial mire uno podría describirlo tal cual estaba ese día.
Tenía una camisa verde militar, unos pantalones ajustados color azul
claro y unas botas de color canela, pude detallarle a lo lejos un collar
que caía en su pecho. Su físico a pesar de estar mojado se veía tan
sexi! Era un chico poco acuerpado, su cabellera y barba negra le
resaltaban en su piel blanca, no supe que tan largo era su cabello
llevaba puesto un gorro gris. Lo que si vi fueron sus cejas, tan
pobladas y bien definidas, esa boca...
Esos ojos tan hermosos… todos oscuros, todos perfectos.
¡Por Dios que me pasaba!
Me concentre tanto en ellos que me capturaron y no pude evitarlos,
solo baje la mirada. Cuando me voltio a mirar, puedo asegurar que
lo vi en cámara lenta. Sonara exagerado pero creo que hasta me
sonroje y mire a otro lado.
Sarah noto mi comportamiento extraño de la nada se paró y se fue
donde ellos, me coloque muy seria.
¿Qué iba hacer ella? Me pregunte.
Vi que disimuladamente termino parada al lado de los dos chicos y
de la nada se le cayeron unas hojas que llevaba en mano. Era obvio
lo que pretendía!
La espera era eterna para mí, no quería que me fuera a
comprometer, pensé tantas cosas. No duro ni 10 minutos cuando
volvió solo se burlaba de mí y no podía evitar de arrugar mi frente
de lo enfadada que estaba.
—Te gusta no?

— Pareces tonta le conteste.

—Yo sé que te gusto uno de los dos!


— Sarah detente nos observan

— Te gusta o no?

—CALLATE!

—Quieres que te lo pregunte más fuerte?

—DETENTE por favor, detente.

—Y entonces?

—Si! Me pareció simpáticos y ya. Contenta?

—OH POR DIOS! No disimulaste nada Anna, cuál de los 2?

— Dije los dos.

Soltó a reírse.
— Me crees tonta? DILO! DILO!

—No te lo diré.

—Chris o Jacob?

—Perdón dije!

—Si si las hojas se me cayeron debía decir gracias y les pregunte su


nombre sutilmente.
—ESTAS LOCA!

—Loca? Me imagino quieres saber su nombre.

—NO le respondí.

—Está bien.

Me quede callada. No quise preguntar nada, Sarah es como una


hermana para mí, pero de aquellas que si sabe me gusta un chico
no descansa hasta obtenérmelo, si acepto soy muy torpe
conquistando y no he tenido novio aun. Ella es más extrovertida,
más linda siempre lo vi así.
Tiene unos labios grandes, su cabello es color caoba y le llega hasta
sus hombros, su piel es trigueña, destacada por su buen cuerpo y lo
popular.
Deseada por varios chicos y odiada por varias chicas.
Luego estoy yo.
Una chica blanca de cabello largo color castaño, alta y con piernas
esbeltas, la que prefiere leer y escribir que salir a rumbear, la tímida
que consideran aplicada y buena amiga, aquella que sin gafas no es
nadie.
Siempre necesitaba un empujón de alguien para hablarle a los chicos
y adivinen quién era? Si mi mejor amiga Sarah.
Muchas veces mi inseguridad y miedo fue lo que me detuvo a hacer
lo que más anhelaba.
Escampo un poco y quisimos irnos a casa. Me despedí.
Note que los dos chicos se habían ido hace poco. Así que salí rápido
cuando estaba en la entrada los vi al frente dentro de un carro. El
que estaba al timón era ese chico del que hablaba, no puedo negar
me asare. Camine rápido y voltee a mirar de reojo y para mi sorpresa
tenía su mirada puesta en mí, no es que sea convencida pero no
había nadie más, me sonrió y no supe cómo reaccionar, le hice un
gesto feo arrugando mi frente. ¡QUE PENA! Creo me recordara de
por vida, pensé!
Llegue hasta el paradero de buses y llego el que necesitaba me subí,
no podía dejar de pensar en esa sonrisa. Estaba haciendo mucho
frio, tenía una camisa blanca con estampado de anclas, un jean claro
y unos tenis vans. Era casi hora y media de viaje.
Sigamos mejor con mi rutina diaria que es poco interesante, no salía
casi si lo hacía por lo general era hacer algún compromiso o salir a
comer con amigos, si era a bailar lo hacía por influencia de otros.
Mantenía más sola, mama solía llamarme de vez en cuando siempre
estaba ocupada en la empresa, al principio quiso darme un
automóvil para viajar pero mis horarios de llegada la preocupaban
así que decidió conseguirme un apartamento para vivir sola.
Dylan es mi mejor amigo. No había llegado aún a la ciudad estaba
de viaje con su familia y no puedo negar lo esperaba con ansias.
Él es un chico alto, acuerpado y de piel morena, En su rostro le
resaltaba un lunar al lado de su ojo izquierdo, la verdad le queda
muy bien, es muy atractivo. Jugaba basquetbol y era el capitán de
su equipo llamado “Wolves”.
Siempre le gusto a Sarah pero él nunca le puso atención, de hecho
dicen que yo soy su novia, pero nunca fue cierto, aseguran que le
atraigo bastante pero nunca creería eso nos tratamos como
hermanos.
Pensando en todo, mama no me ha llamado, que estará pensando
de la vida. Siempre es cumplida.
Llegando a casa ya finalizaba el día no puedo negar que la imagen
de ese chico no salía de mi mente, me prepare algo de comer, revise
el correo de voz era mama:
“Anna princesa, te llamo tarde. El celular se me descargo. Te quiero”
Bueno será esperar, me terminaba una saga pero no evite tratar de
buscarlo en redes sociales, pero no resulto como quería, no estaba
ni en sugerencias ni en los amigos de Sarah. Sonara exagerado pero
por algo es popular pensé lo tendría ya.
Me distraje tanto buscándolo que sin pensar ya eran las 3:00 de la
mañana, le timbre a mama varias veces pero me mandaba a correo
de voz, tome un vaso de leche y me quede dormida.
CAPITULO 2
¿Me regalas un ratito? Quiero conocerte.

Al día siguiente cuando desperté note que mis ojeras eran tan
profundas, siendo graciosa parecía un oso panda.
Me arregle, me coloque una blusa de tiras negra, unos tenis
estampados y un pantalón que llegaba más debajo de mi rodilla de
tono beige, me recogí todo el cabello, trate de maquillarme no suelo
hacerlo, pero debía cubrir la cara de trasnochada que tenía, comí
algo y salí.
En el camino sonó mi celular:
—Hola hija como estas?
—Mama te he echaba de menos porque no me llamas más de
seguido?
—Sabes que trato, quiero respetar tu espacio para que no te afecte
la distancia.
—Mientes! Siempre estas ocupada con tu empresa mama…

—Sabes que es algo que nos beneficia a las dos. Voy tarde hij...

— Bla, bla, bla! Sabes que te quiero y soy todo para ti, cuídate Anna
Lee.
— No me arremedes hija solo ten un lindo día y si cuídate! te quiero
Anna, te quiero mucho!
Prometo ir a verte pronto.
— Perdón mama, está bien. Yo te quiero más!

Ya había pasado la primer semana de entrar a clase faltaba 3 días


para la fiesta de bienvenida y en primera fila para el evento estaba
mi mejor amiga, no era raro.
—Oye tu sábelo todo! Iras conmigo cierto?

—A dónde?
—A la fiesta de bienvenida!

—Sarah como puedes pensar en eso cuando tenemos trabajos que


entregar?
—Hey! calma amiga, está bien quería contarte que Chris y Jacob van
a ir.
— Quiénes son?
— Ay! Anna Lee no te hagas.
— QUE DIJISTE?

—Oye primeros los trabajos Anna.

—No espera que dijiste?

—Si como escuchaste cerebrito los dos chicos de aquella vez cuando
llovió, no recuerdas? van a ir, no sé cuál te haya gustado pero lo voy
a averiguar ese día.
—Guarde silencio.

—Te sucede algo Anna?

—No Sarah.

—Ve pensando que ponerte sino te presto uno de mis vestidos sexis.

—Que tonta eres!

—Sé que iras.

—Tal vez, nos vemos al rato para acabar el trabajo pendiente Sarah.

—Está bien, solo no te pongas roja desde ahora Anna, la fiesta es el


próximo viernes.
Bye darling!
— Cuídate Sarah.

Cogí mi maletín y no paraba de pensar que me pondría, se faltaban


3 días pero no sé qué me sucedía no sabría explicarlo, no era normal.
Soy muy sencilla a la hora de vestir pero después de escucharla a
ella diciendo irían, quería ir bien arreglada.
La imagen de ese chico no salía de mi cabeza, pero por primera vez
sentía la iniciativa de conocerlo sin ayuda de mi mejor amiga, no es
común en mí; soy un poco torpe en estos temas.
No quise preguntar como los invitaron pero es obvio que las
influencias de Sarah en ocasiones me gustaban.
Debía ir a dejar a la biblioteca unos libros si me pasaba un día mas,
me cobrarían multa. Me tocaba ir al lado de coordinación y cuando
cruce los 2 pasillos que me faltaban me llamo la coordinadora.
—Anna Lee ven!

—Buenas tardes Señorita Becca para que soy buena?

—Anna necesito un favor tuyo pasa!

Cuando cruce la puerta estaban los dos chicos sentados de espalda


y voltearon a mirarme fijo. Al lado de ellos había un señor canoso
con apariencia muy seria.
Quede muda ¡si era el! cómo podía estar ahí parada al frente. Solo
pensaba.
Me los presentaron.
—Anna ellos son los hermanos Evans, Christian y Jacob.

Y él, el papa de los muchachos el señor Manuel Evans.


En estos momentos voy para una reunión urgente y quería pedirte el
favor de que llevaras a los nuevos estudiantes a conocer la facultad
completa.
El señor canoso me miro fijo y sonriendo me pregunto:
—Podrías con este par de chicos?

Supongo tenía la cara roja y solo dije.


—Por supuesto

Cuando salí me toco esperarlos, veía por la ventana que firmaban


unos documentos, luego vi que la señorita Becca se retiró del lugar
y al salir me dio las gracias nuevamente.
Los tres salieron y Don Manuel se despidió de los dos chicos.
—Aquí te los dejo Anna, cuídate soltó una risita incómoda para mí y
luego dijo:
Perdón quise decir cuídamelos!
Christian Evans se llamaba aquel. Por fin lo sabía, sonreí.
No puedo negar no sabía cómo actuar, creo que hasta mi forma de
caminar cambio. Por unos minutos solo hubo un silencio incomodo
pero me salvo lo amistoso que era Jacob, quería que me hablara
Chris pero se veía tan antipático solo me miraba de reojo, yo solo
evitaba mirarlo y trataba de sostener la conversa con su hermano.
Cuando pasábamos por las salas computacionales, note que Chris se
quedó mirando a la chica mala de la universidad si esa que todos le
caen porque tiene el cuerpo bien arreglado y cabello bien peinado,
como diría Sarah
¡La víbora de Caroline!
Hice mala cara! Seguramente le gusto es tonto lo que pensaba! es
cosa de él, no me interesa. Pero no puedo negar yo solo quería
que me hablara, saber un poco de él.
Cuando vi que hablo por primera vez y solo dijo:
—Iré a caminar solo, los dejo.

Me sentí un poco mal, tan poco interesante le parecí?


Jacob cuando lo vio irse me menciono que lo disculpara que era de
una personalidad un poco temperamental y le afirme con la cabeza.
Por un momento me quede mirando mientras se alejaba, luego
voltee la cara al ver que noto mis ojos encima, me dio mucha pena
y seguí hablando de muchas cosas con Jacob.
Me contaba que venían de Bangkok y a su papa le resulto un trabajo
muy bueno aquí en Charleston. Pidieron un traslado y pues aquí
estaban tratando de encajar nuevamente.
Homologaron materias; Jacob entraría a mi curso se sentía tan bien,
pues era un chico muy sencillo y encantador, en cambio su hermano
Chris si entraba a uno más superior.
Cuando íbamos por la cafetería, me colocaron una capucha en la
cabeza no podía ver, cuando escucho esa sexi voz:
— ¡Cosota andabas perdida y ya sé por qué!

—Le dije Sarah no seas brusca.

Me tiro para un lado y se subió en un murito susurrando:


—Porque no me lo dijiste?
—Que no te dije?

—Jacob se ve muy bien apenas para ti cerebrito.

—CALLATE!

—Me encanta!

—Hablas con el sin mi ayuda

—Sarah cállate! Es un favor que hago.

—Está bien pero no te enojes.

Sarah se le acerco a Jacob


—Te veré en la fiesta amigo?

Y el sonriendo como un tonto le dijo


— Sí.

De lejos solo me gritaba:


— Anna tu tranquila, yo me hago cargo del trabajo pendiente.

Quede con cara un poco impactada.


—Enserio?

—Si amiga, sigue en lo tuyo.

Quede colorada, la odiaba como me va a decir eso!


Cuando escucho a Jacob:
—Se ve tan linda!

—Lo mire sorprendida, quien?

—Tu amiga! Sarah se llama no?

— Si

—Me atrae bastante la otra vez que estaba con Christian en el


parqueadero del portal nos invitó a una fiesta del viernes, una
bienvenida, no lo pensé dos veces, como somos nuevos nos caería
muy bien conocer gente.
—Ósea que si van a ir?

— Yo sí, mi hermano no lo sé.


Vaya sorpresa!
Jacob gusta de Sarah y esta piensa que yo gusto de él.
Y mi chico no sé si vaya, pero no importa tenía claro me iba arreglar
e iba ir sin importar este, está bien miento… No es común me anime
a ir a una fiesta, lo sé… Esperaba fuera él.
CAPITULO 3
Y sin embargo, se me dilatan las pupilas al verlo.

Ya se estaba haciendo tarde y le testearon a Jacob.


—Anna donde está el bar London?

—Es por el parque principal

—Me acompañas tomamos algo y te acerco a casa después

—Está bien no hay problema!

Cuando llegue estaba en una mesa Chris, lo mire y le vi un cigarrillo


en su mano.
Pensé no todo puede ser perfecto.
Era de las que criticaba eso, me molestaba fumaran cerca mío pero
me hice pasar por inocente.
No duro ni 15 minutos Jacob cuando dijo tenía que irse y le paso las
llaves del auto a su hermano para que me acercara, pero este se
negó pues al parecer andaba en moto.
— Le temes a las motos Anna lee? Dijo Chris

Me negué con la cabeza, Jacob se dirigió a el:


— Va a llover, cuídala y cogió las llaves de la moto, dejando en la
mesa las del auto.
Me dio un abrazo!
— Discúlpame Lee, nos vemos luego, susurro en mi oído.

No me molestaba me dejaran sola con el sexi de Chris.


En ese momento me preocupada era Sarah nunca hace bien las
cosas, es mi mejor amiga si pero el trabajo pendiente enserio si lo
habrá hecho?
Saque mi celular y la llame:
— Hola Sarah!

No escuchaba bien sonaban baladas y me sentía intimidada con la


mirada fija de Chris.
— “Calma campeona ya todo está hecho”

Sabia no demorabas en llamarme! Espera Anna dónde estás?


escucho música!
—En London,

— Estas bromeando, enserio tu un martes en la noche en London?

—Mañana te cuento

—Oyeeee grito!!!

—Colgué.

Cuando me senté Chris me seguía sosteniendo la mirada!


—Así que tú eres la famosa Anna Lee

— Le dije famosa no creo pero si es ese mi nombre.

—Porque estas tan nerviosa?

—No lo estoy! porque lo dices?

—ESTAS ROJA.

Guarde silencio.
—Te han dicho que te ves muy linda cuando te sonrojas?

Lo mire quede muda solo sonreía pero no podía controlarme.


—No sabía que fumabas

Fue lo único que se me ocurrió decir.


—Por ti dejaría cualquier vicio y sonrió.

Este chico quería bloquearme pensé! Me puse a la defensiva.


—Así eres con todas? Le pregunte, nunca hemos hablado y me dices
esto la primera vez que platicamos. Eres un poco coqueto.
—No te gusta te alaguen veo, no te enojes no diré más.

No tampoco quería dejaras de hablarme…


—Si hablo te incomodare veo te enojas muy fácil Anna, no soy un
coqueto. Estas alterada porque te dicen algo honestamente, que
tonta.
—Tonta?

—Aniñada

Me quede callada, me dijo aniñada…


— Di lo que quieras.
— Me divierte estar contigo Anna
— Que bien Christian Evans.
— Y cuéntame ¿Te dio celos mirara a Caroline?
— QUE!
— Sí, que si te dieron celos.
—Por supuesto que no! Dije.

—Segura?

—Qué te pasa te permití dijeras lo que quieras pero porque


mencionas eso?
— Se te notaba bonita, no me quitas la mirada de encima.

ME DIJO BONITA pensé!


Sin embargo volví a negar con la cabeza, pero como lo sabía si ni
siquiera me determino aquella vez.
—Vives sola?

Dude en responder
— No! Vivo con una tía.

—Ah si?

— Crees miento?
— No bonita, solo noto me tienes como miedo. A que le temes?

—A nada! Dije en tono alto


—Oh! Sonó a regaño.

— No le temo a nada porque lo piensas?

—Me mientes.

—Como?

—Se muchas cosas de ti.

—De que hablas!

—Te las hare saber con el tiempo.

Me quede callada.
Era un sitio de cocteles, la camarera se acercó y quiso hacer pedido,
ni siquiera sabía que pedir y al ver la carta se me ocurrió pedir el
mismo que él, así que espere.
— Me haces el favor y me traes un Gimlet, dijo. Y tu bonita?
— Lo mire dudando, uno de los mismos.
— Estas segura?
— Por supuesto
Lo veía como se sonreía.
— Es fuerte Anna

Fingí como si lo supiera


— Si pero es delicioso
— Tienes tiempo de cambiarlo
— No, déjame! Quiero ese y punto.

Cuando trajeron los cocteles, de la pena tuve que tomarme eso sin
saborearlo, el Gimlet es con vodka, le agregan bastante diría yo.
Chris me observaba y yo solo bebía como si me gustara. Cuando
acabe me dijo:
— Quieres otro?
— Lo mire y le dije no está mal, porque no?

Con tono de burla me dice:


— Mejor te llevo a casa de tu tía, no vaya ser te embriagues con 2
cocteles.
Lo mire fijo, arrugaba mi frente de la rabia, pero tenía razón.
— Le respondí que sí.

Después de que pago y ya íbamos en el carro note una medallita en


su pecho, en la mitad tenía una figura que no podía ver bien,
pregunte que significaba para él
— Solo míralo como un amuleto Anna, una protección.

Luego note una cicatriz en su pecho que la cubría un tatuaje podría


verla pues tenía un poco abierta su camisa, quise preguntar sobre
ella pero el cambio su actitud bastante.
“Quieres saber bastante de mí, pero es malo si lo hago contigo
Anna”
Agache la mirada me quede mirando la lluvia torrencial por la
ventanilla evitando responder.
—Eres muy curiosa Bonita.

—Yo solo quería saber...

—Porque te interesa tanto saber de mí?

—Solo era curiosidad…

—Está bien vas a seguir negando que yo te gusto?

—Me sentía acorralada, No lo sé...

El resto de camino nos acompañó un silencio incomodo, luego me


llego un mensaje texto.
“Mama viaja el jueves por fin, te veré en la fiesta del viernes”
Te quiere Dylan
No quise responder por su presencia.
—Es amigo tuyo?

—Quien?

—El del mensaje

—Es solo mi tía.

—Sigues con lo de tu tía


—Si quiere saber cómo estoy si ya voy a casa.

—Porque no le respondes? Se preocuparía no crees?

—No, no lo hará ya voy en camino.

Llegamos a la casa y el auto de Chris no encendió.


—Lo siento Anna tendrás que darme posada me dijo sonriendo.

Lo mire en medio de la lluvia y no sabía que responder.


—Podrías? O le pido el favor a tu tía, dudo deje afuera con un
aguacero al chico que trajo su sobrina sana y salva.
—Me puse nerviosa, ella no está… vuelve pronto.

—Ah sí? Dijo con esa sexi sonrisa que siempre lo acompaña al hablar,
no que te esperaba?
—Oye no preguntes tanto.

—Eso quiere decir?

—Dale pasa, solo no fumes.

—Como ordene bonita.


CAPITULO 4
Y de repente, llega esa persona que rompe tus
esquemas, te enamora así como así.

Cuando entramos me puse hacer chocolate, estaba muy nerviosa la


verdad él estaba al frente sentado en un sillón y no me quitaba la
mirada de encima.
Luego me pregunto:
—Qué pasa si te digo que puedo leer tu mente

— Diría que ESTAS LOCO!

—Sé que piensas mucho en mi Anna Lee, que está nerviosa por
tenerme aquí a solas, que tu tía no vendrá esta noche y que puede
pasar muchas cosas.
—Disculpa?

—Solo bromeo! No pasara nada que tú no quieras Bonita.

Lo que decía era cierto pero porque desperté interés en Chris, que
quería de mí. Quise pensar maduramente pero no me hallaba, era
cierto lo tenía ahí a solas y no sabía si eso estaba bien o mal, lo que
si sabía era que me estaba provocando. Sentí que me queme al
servir el chocolate, reaccione y lo mire.
—Tu ocultas algo cierto?

—Algo como que Anna

—no lo sé eres muy misterioso.

—Se echó a reír

—oye trátame serio por un momento.


—Está bien Anna! Solo te diré que mi secreto es…

Comenzó a hacer ruidos con su sexi boca como si jugara


—CHA, CHA, CHA, CHAN!

—Oye es enserio que te hablo no seas pícaro.

— Hey calma bonita! Solo me gustas y me pareces interesante, ya el


resto lo sabrás con el tiempo.
—Está bien.
Cuando buscaba los tostados, Chris se acercó a mi biblioteca, note
saco libros y leía por encima.
—Tienes buen gusto Anna, déjame adivinar tu tema favorito son los
ángeles caídos.
—Porque lo crees?

— 9 libros 2 sagas completas y páginas con tu dulce y natural olor


me lo dicen todo.
— Pues no voy a negar me gusta bastante.

— Crees en ellos?
— Son solo historias.
— Si te dijeran que existen que pensarías?
— Sería tonto, son solo historias de amor prohibido, las típicas.
— Anna:

Los ángeles cayeron a la tierra porque fallaron en el cielo y ahora


están en medio de una humanidad que esta consumida por el
mal, solo buscan un amor valiente que los ayude a salir de este
infierno.

— De que hablas? Se acercó a mí muy lentamente y coloco sus


manos sobre mi mejilla.
— Tranquila solo me acorde de un libro que leí hace mucho tiempo.
— La verdad si existieran espero uno me encuentre, respondí
sonriendo.
Veía como tomaba su chocolate, pensé me coqueteaba con mis
gustos en la lectura, me gustaba escucharlo y siguió hablando.
Sabes, hay ciertas personas en la tierra que son realmente
diferentes. Personas que decidieron estar en este mundo y no
son iguales a ti, claro que nadie cree eso cualquiera dudaría la
existencia de algo que no es común, pero si te digo que si crees
será real.

— Que te pasa Christian, deliras del frio?


— Tal vez, sería un placer si me calentaras bonita.
— Oye no te pases.
— Siempre bromeo contigo, decía mientras mordía sus sexis labios.
—Y entonces tu si crees en los ángeles?

—Porque no? Porque me dirían tonto?

—No! Solo que..

—Son seres que solo nos cuidan Anna. A veces, cuando nos
sentimos solos y caminamos sin rumbo alguno nos topamos con
algo bueno.
Tú podrías ser uno de ellos para mí.
Qué lindo sonó! Me sorprendí. Y solo dije
— Ya vamos a dormir es tarde.

Finalizamos tema, le mostré donde dormiría. No era tan cómodo


como mi cama pero el sillón era lo único que tenía.
— Pensé dormiría contigo me dijo en tono alto

— No creas! No dormiría contigo ni muerta.

— Me deberás cuando lo logre.

— Sonreí y ajuste mi puerta, que descanses Chris.

—Que descanses Bonita.

La verdad estaba muy cansada, de mi cabeza no salía ese chico y


pensar que estaba detrás de una puerta me ponía a pensar con
mente abierta, hasta que me quede dormida.
Luego tuve una pesadilla o eso creo, recuerdo me desperté y estaba
Chris observándome fijamente cuando vi algo brillar pasar por mi
ventana. Estaba nerviosa él se me acerco, me puso su medalla en las
manos, me miro y me dijo:
No les temas a los demonios, yo estaré contigo.
Recuerdo que salió y no pude abrir la puerta, no sabía si estaba
soñando. Pero en mi sub consiente sabía que era así, A no ser
Christian me quisiera volver loca con la luz que había visto en mi
ventana.
A la mañana siguiente, me levante era un sueño pensé. Cuando me
senté en la cama la medalla de Chris cayo colgando en mí pecho. Me
levante de inmediato, quería gritarle. Como llego eso ahí.
Cuando salí no había nadie, solo estaba la cobija doblada y una nota.
La leí:
No te enojes, te compensare luego bonita.
No puedo negar me calme un poco, solo pensaba como me puso su
medallón. Por un momento pensé que tenía que ver el sueño pero
lo dude.
Revise el teléfono había 2 buzones de voz.
—Hola nena, te estuve llamando y no respondes. Sucede algo?

Llámame después de las 5, un beso mama.


Es raro me llame seguido, siempre mantiene ocupada. Revise el
siguiente:
— MALDITAAAAAAAAA! Porque me colgaste anoche, hoy te
costara eso.
Quiero saberlo todo OKAY? Cerebrito responde los mensajes si no
quieres la próxima vaya y tumbe tu puerta. TE AMO!
Sarah tan sutil como siempre conmigo, no le voy a contar lo de Chris
creo quedaría en shock donde se entere durmió en mi apartamento.
Me arregle y mientras desayunaba se me vinieron escenas en la
mente de la pesadilla de anoche era muy extraño, no sabía porque
pero solo trataba de que no me cogiera la tarde.
Cuando salí note tenia vecinos nuevos.
Eran dos mujeres y un chico. La señora se arrimó a mí junto a ellos,
me detuve y se presentaron.
—Buen día! Mi nombre es Leah Becker y ellos son mis hijos Ellie y
Ben Becker.
—Un gusto, me llamo Anna Lee.
—Somos nuevos en la ciudad, me gustaría quedarme hablando
contigo un poco pero veo vas de prisa Anna.
—Si un poco, lo siento.
—Nos estaremos viendo frecuentemente, espero tengamos una
buena relación.
—Con gusto.
Salí corriendo, mientras pensaba:
Vecinos nuevos! Pero fue extraño se presentaran tan rápido.
Era una familia rubia, la señora se veía muy elegante, su hija ni
hablar se le notaba lo egocéntrica sin hablarle, ropa de marca y
cabello con olor a fresa. Lo que si note fue que su hijo Ben tenía una
apariencia sencilla y no quise repararlo pero se veía atractivo.
Al caso voy tarde.
CAPITULO 5
Hasta el detalle más pequeño puede alegrarte la
vida.

Cuando llegue a clase, el profesor no había llegado. Sarah me cayó


encima haciendo una de sus bromas que ya son costumbre para mí.
— Oye tu geniecito!
— Que quieres
— Uuuuh! Me das miedo, no preguntare. Eso pensaste diría? Pues
NO! Donde estabas anoche, con quien y porque. YA ME LO
EXPLICAS!
— Sarah cálmate! Exageras
— Sabes cómo me pongo, o me dices o hago que me ahogo en este
momento y así arruino la clase del profesor favorito tuyo.
— Oye deberás que eres dramática
— Vas hablar? O empiezo?
— Espera.
Le explique todo bueno una parte, le dije el favor que me había
pedido la señorita Becca y solo lo que hable con Jacob y que estuve
en London platicando un rato con él y me fui.
— Nada más?
— Seguro
— No te creo
— Y el papasito de su hermano porque se fue?
— No lo sé, pregúntale tú.
— Okay pero no te enfades cerebrito.
Estuve más pendiente de la ventana de mi salón que del profesor
nunca vi a Chris, quise platicar con Jacob pero a clase no fue
tampoco.
Le pedí el número de Jacob a Sarah, que por fuentes confiables lo
consiguió y me lo dio.
Le testee y nunca me respondió.
No paraba de mirar la medalla, Sarah me hablaba y juro que la
escuchaba pero no ponía atención a lo que decía.
Ya íbamos a finalizar el día, cuando vi salió de una clase mi vecino
Ben con su hermana Ellie, vaya, vaya, vaya! Que sorpresa pensé.
Sarah se me acerco
— Viste el chico nuevo?
— Quien Ben?
— Maldita como lo sabes?
— Es mi nuevo vecino, esta mañana se presento
— DE LOCOS! Creo tu casa será mi nuevo hogar Anna!
— Sarah apenas ni lo conoces!
— Si pero ya halle el amor de mi vida, lo siento. Toca, toca! Late
fuerte mi corazón
— CALMATE! pareces una niñita, solté a reír. Y hablando de todo
cómo va la fiesta?
— Va a estar de lujo señorita Lee! Ya sabes que te pondrás?
— Agache mi cabeza, la verdad no.
— Mañana solucionamos eso. Tengo que irme Anna! Me respondes
cuando te escriba!
Bueno ver feliz a mí mejor amiga me pone feliz, después de todo el
día no se echó a perder.
Aunque tenía mi duda, fue extraño el interés de saber porque no
fueron a clase, al caso me vencí Jacob nunca respondió, quería
llamarlo con la excusa de un trabajo en grupo que nos tocó, pero ni
así dio resultado.
Llegue a casa y en la entrada había una caja bonita, mire para todos
lados pero al acercarme leí decía una tarjeta amarrada de una rosa
roja:
Con cariño para Ana Lee, de Chris!
Cuando la abrí la tarjeta:
No está entre mis planes enamorarme, pero si el amor decide
golpear a mi puerta contigo yo con todo el gusto lo voy a dejar pasar.
El rojo te luce bonita!
Te veo en la fiesta.
Te veo en la fiesta está bromeando?
Mañana era festivo eso quiere decir que no lo veré ni hoy ni
mañana sino el viernes en la noche. Que injusto!
Me entre y tome un vaso de leche con galletas miraba la caja, era
enserio? Chris me está dando algo disculpándose por lo de
anoche? Bueno así quise verlo yo. No sabía cómo abrirlo tenía
mucha intriga, no paraba de oler la rosa que traía la tome y la deje
en agua. Subí, me encerré en mi cuarto y cuando me quite la blusa,
de la ventana escuche esa voz...
Esa sensual e irreconocible voz, ya sabía quién era me erice. Sentí
tanto que ni siquiera me fije estaba en sostén.
— ¡Hola bonita!
— QUE HACES AHÍ?
— No se pasaba a saludarte.
— Yo solamente sonreía y te subiste por la ventana?.
— Me gusta sorprender. Que cuerpo tan exquisito tienes, dijo
mordiéndose el labio.
— No mires…
— Porque no? Dicen que las esculturas son para contemplarlas.
— No digas esas cosas, me tienen sonrojada.
— Te ves muy linda Anna.
— Gracias
— Lo que te di te va a gustar, ya lo viste
— No, aun no!
— Mejor aún, puedo entrar?
— Ya estas dentro.
— Pero en una ventana
Me quede mirándolo por un momento, como lo hacía. Porque me
gustaba tanto? El entro y se dirigió a mí.
— Anna puedo contarte un secreto?
— Claro
— Me encantas!

Me sonroje, pero no quise quedar como una tonta.


— Es mutuo Chris!

Solo era sonrisa tras sonrisa, se sentó a un lado de mi cama.


Comenzamos a hablar de muchas cosas, era tan interesante saber
que no quedaras corto de palabras al lado de quien te gusta.
Me di cuenta se emocionaba al ver un atardecer, la luna, las
estrellas, ya saben, a las que casi nadie les toma importancia.
Luego dijo:
— Hablemos de ti Anna. Sabes que eres hermosa?

Agache mi cabeza
— Cualquiera es más atractiva… Porque yo Chris? porque me
buscas, porque?
Se acercó a mí y me recostó contra una pared, levanto mi mirada y
dijo:
— Escúchame muy bien Anna Lee

Para mí eres la chica más hermosa del mundo, la que es diferente de


todas las demás, tus gestos, tu voz, tu ser, cada vez que te veo no
puedo dejar de sonreír.
Cuando te conocí sentí algo especial, fue como un escalofrío que
recorrió todo mi cuerpo, en ese mismo instante supe que nuestros
corazones se estaban llamando el uno al otro.
Te conviertes en la paz que yo tanto necesitaba.
No podía contenerme, me llenaba el alma escucharlo.
Cuando de repente note miro hacia la ventana, estaba justo al lado
de nosotros y vimos que salió la nueva vecina Ellie, parecía revisaba
su correo.
Note se quedó mirándola y me dio rabia.
— Como puedes arruinar el momento así?

Le dije con lagrimeando, pero él me ignoro.


Cambio su comportamiento, estaba muy extraño y se dirigió a mí:
— Las has tratado?
— Te importa?
— QUE SI LAS HAS TRATADO?
— Son nuevos esta mañana se presentaron cuando salía, oye pero
que te importa! Te gusto? Dije asustada por su actitud.
— Anna solo te quiero proteger, tranquila. Me dijo mientras
pasaba su mano por mi cabello.
— Proteger de qué?
— No lo vas a entender ahora, solo confía en mí.
— DE QUE, pregunte
— Después te explico
— Está bien… que quieres que haga entonces?
Cogió el medallón y acerco su rostro al mío
— Nunca lo pierdas menciono, confía en mí.
— Está bien, pero me causas miedo Chris
— No temas Anna, yo te protegeré, pásame tu celular anotare mi
número.
— Bueno, lo que me decía sonó exagerado pensé, pero sentí una
tranquilidad que me permitió creer en el
Después de pasarle mi celular, paso su dedo índice por mi boca.
— Pórtate bien Anna, le puse al contacto “Amor de tu vida”
— No paraba de sonreír, ah! Si?
— Eres linda cuando sonríes.

Guarde silencio, me sentía muy alagada.


— Necesito irme Bonita
— Acabas de llegar…
— Solo dije pasaba a saludar, hazme un favor no interactúes con
tus vecinos, hay mucho psicópata suelto y vives sola.
— Bromeas?
— Sonrió

Me asome antes de que se bajara y vi su enorme motor


— Que moto es?
— Una STREET 750
— Que linda es Chris
— Me debes una vuelta en ella conmigo, Anna!
No paraba de sonreír.
Se bajó por la ventana la prendió y se perdió en medio de la
neblina. Otra noche fría y sola.
Quede pensativa.
Porque me advirtió de los vecinos, fue extraño cuando vio a Elliot
me dieron celos la verdad, pero note fue preocupación en él, porque
me tenía tan enredad porque siempre me dejaba a medias.
No paraba de mirar su medallón, luego me fije que detrás tenía un
símbolo era un triángulo partido a la mitad que contenía un circulo,
que era? Quise averiguar, así que cerré mi ventana y prendí mi pc.
CAPITULO 6
Deséalo tanto, tanto, tanto que la vida no tenga
más remedio que dártelo.

No sabía cómo comenzar ni siquiera que preguntarle a Google!


Y me acorde de la caja que me había dado Chris y corrí para abrirla.
Saque un hermoso vestido largo rojo ¡ESTABA PRECIOSO! pero vi
era un poco descotado, mi busto no era grande y no suelo utilizar
vestidos, tontos complejos pensé! Después de lo que me dijo Chris
me sentía tan hermosa, enserio.
Y le escribí.
— Hola.
— Hola bonita!
— Qué lindo vestido!
— Se te vera perfecto Anna.
Dude con un gesto mirando el celular y luego leí:
Tú eres perfecta para mí Bonita.
Me desconecte, solo pensaba que ese chico causaba algo en mí no
supe ni que responder. No sabía qué hacer, él dijo que confiara en
él. Pero no niego dudaba a la vez
Así que llame a mama! Quería contarle que me gusta un chico, que
me orientara.
— Hola mama!
— Hola nena, que haces?
— Nada mama, solo veía unas cosas.
— Me alegra mi reina, dime como fue tu día!
— Oye mama espera, quería contarte algo..
— Que sucede?
— Mama… pues
— Anna?
— No solo perdí un examen y me sentía mal.
— Era eso? Sabes la próxima lo harás mejor
— Si tienes razón..
— Solo confía en ti, eres una mujer grandiosa hija
— Está bien.. Te extraño mama!
— Yo más nena espero verte pronto, cuídate.
La verdad no quise contarle, ella tiene compromisos y yo solo
estoy actuando como una niñita, ese pícaro no me había hecho
nada malo! Solo debía dejar que se dieran las cosas.
Muchas veces mi inseguridad y miedo fue lo que me detuvo a
hacer lo que más anhelaba, pero esta vez quería hacer las cosas
bien.
Recogí las cosas de mi cama pero antes me medí el vestido. Vaya!
Que si era elegante, un color rojo como la rosa que vino con él.
Me quedaba tan bien verme en el espejo y pensar en que Chris lo
escogió me hacía olvidar todos mis complejos. Solo Sarah sabia de
ellos, pero empezaba a sentir que mi corazón palpitaba, empecé a
imaginar un beso de él, como será y pensé en voz alta.
¡CUANDO SERA!
Comí algo y me recosté. Cuando miraba el techo, me llego un
mensaje.
Descansa bonita y no te olvides de soñar conmigo.
Yo ya hago lo mismo contigo todas las noches.

Definitivamente ya estaba perdiendo la cabeza por este muchacho,


no sé cómo explicar lo tanto que me atraía, cuando le respondí,
nunca respondió.
No saben la rabia que da cuando envías un mensaje y te sientes
ignorado por esa persona.
Pero ya era hora de dormir.
No podría decir una hora exacta pero me desperté, el sonido de la
ventana abierta causada por un ventarrón me asusto.
Me levante y cuando la cerré al voltear estaba esa chica Ellie al lado
de mi puerta. Comencé a dudar si era un sueño, pues parecía tan
real.
— Hola Anna Lee! Decía mientras alzaba una de sus cejas y una
mirada tan penetrante que no podría describirla.
— Ellie como llegaste aquí? Que quieres
— Quiero que te alejes de él.
— De quien hablas?

Me sentía muy incómoda, ella me daba miedo…


— Anna Lee queremos algo en común, solo te vengo a advertir que
no interfieras en mis planes.
Dude por un momento, pero lo que me había dicho Chris, mire el
medallón…
Quise preguntarle más, cerré mis ojos por un momento cuando
sentí que algo que ilumino la habitación me cubrió por la espalda
dándome un golpe y no recuerdo más..
No sé cuánto tiempo paso pero al despertarme eran las 6:50am. Él
estaba ahí observándome.
Me dolía la cabeza, era evidente el golpe de anoche no era en un
sueño, así que me levante histérica!
Solo pensaba, que pasaba? que sucedía? de que hablaba ella? tenía
muchas dudas.
— Te sientes bien?
— Mire el reloj, que paso?

—Me encantan tus huequitos de debajo de los ojos.


—Se llaman ojeras
—Igualmente me encantan.
— NO ME CAMBIES EL TEMA!
— Nada malo Anna
— NADA MALO? Dije en tono alto

Le conté lo que había pasado y le hice prometer primero me hablara


con la verdad. No podía más, sentía un caos en mi cabeza.
— Oye calmaa…
— ESTAS LOCO? Quieres que me calme cuando el chico que me
pretende es un misterio!
— Está bien Anna.. te doy la razón.
— Me vas a decir TODO! Si quieres seguir con esto, que ni sé que
es porque ni un beso nos hemos dado, me estoy volviendo loca
Christian! Entiéndeme.
— Está bien Anna, solo tuviste una pesadilla no sé de qué hablas
quizás fue por lo que te mencione de psicópatas sueltos y
además solo pasaba cerca; quise venir a verte, estas histérica
porque desconfías de mí.
Me calme un poco, no sabía que decir. Solo guarde silencio!
— Me alejare de ti si tú lo quieres, no quiero me veas como un
desastre para tu vida cuando solo quiero protegerte Anna.
— Protegerme de qué? Siempre lo mencionas y cambias el tema.
— Digamos… ser incondicional.

Agache mi cabeza y comencé a llorar, sentía miedo, me sentía sola.


Chris se acercó a mí y levanto con su mano mi rostro diciendo:
Siempre hay una historia detrás de todo. Cómo surgió esa cicatriz en
mi pecho, quien soy en realidad.
Historia simples, otras pueden romperte el corazón Anna. Te
prometo todo saldrá bien, confía en mí.
Se acercó a mi oído y me susurro:
Eres el amuleto más potente que tengo.
Nos quedamos mirando por unos segundos, estaba tan cerca de mí
y solo pensaba.
¿Cuantos besos se quedan en unos ojos que miran una boca?
Y él respondió, mientras mordía sus sexis labios.
— Béseme todo lo que usted quiera.
Recuerdo Chris acerco su cuerpo al mío, estaba tan cerca. Podía
escuchar su respiración y oler ese aroma que no puedo describir,
solo él lo tenía. Mis ojos estaban cerrados mi corazón se aceleró.
CAPITULO 7
Los mejores amigos son como las estrellas, aunque
no siempre se ven, sabes que están ahí.

Cuando de repente sonó un auto afuera, era Jacob buscando a


Chris.
— Lo siento mucho Anna.

Me asome y me saludaron, solo escuche decir a Don Manuel:


— Qué pena molestarte Anna Lee, pero se nos presentó un
percance.
Le dije:
— Es muy grave?
— No señorita Lee. Dijo sonriendo.

Cuando voltee, Chris pasó su mano por mi mejilla


— Nos vemos luego bonita.
— Está bien afirme con la cabeza.

Estaba pensativa, que les pudo suceder? Veía como la Toyota


desaparecía entre la neblina, me paso un escalofrió parecía que iba
a llover. No es raro los días sean nublados, vi en la televisión que el
verano había llegado a su fin hace 3 semanas.
No debo negar mi barrio daba miedo en tiempos de lluvia, las
casas tenían un modelo muy particular. Eran grandes con diseño
antiguo y había muchos árboles rodeando las mismas.
Me recosté en una de las columnas viendo la nada, cuando de
repente iba pasando mi vecino Ben con la hermana, quise
saludarlos pero el desvió su mirada y ni hablar de Ellie la note
alterada, además no es nada nuevo que esa chica me causa es
miedo.
Solo pensaba ¡que gente tan extraña!
Me entre a casa iban a ser las 9:00am cuando sonó el celular y
corrí a responder.
Era Dylan!
— Se me adelantaron los planes.
— Pensé llegabas en la tarde, dije.
— Si pero ya estoy en casa.
— Ya te echaba de menos, tienes algo para hacer? Quiero salir.
— Hey! Danger, es extraño tengas animo de salir. Pero si! Te
llamo para sonsacarte.
— Te odio sabes?
— Yo no Danger, sabes que te quiero bastante.
Oye paso por ti a la 1:00pm te parece?
— Está bien chico misterio te espero.

Vaya mi día no estaba tan perdido, Dylan es un chico que conocí


cuando llegue nueva. Siempre fue muy atento conmigo, tenía
problemas siempre. Las chicas que salían con el los celaban
conmigo llegue a pensar seria lo que nos iba a alejar; pero nunca
nos dejamos de buscar.
Sarah y sus amigos siempre aseguraron yo le gustaba, él nunca se
atrevió a decirme algo. Por eso nunca llegue a pensar lo mismo,
aunque debo resaltar que en ocasiones pensé podríamos ser una
buena pareja.
Que tonto enserio! Mi mente a ratos sale con unos pensamientos
tan desubicados. Dylan es muy lindo físicamente y su forma de
vestir lo adorna aún más. Yo no era de su tipo, al caso.
Me prepare algo de desayuno, me duche y busque ropa. Me puse
una blusa blanca con unos tenis Vans vino tintos, un pantalón
ajustado negro y tenía lista mi chaqueta de cuero negra también
por si acaso, el día estaba muy oscuro. Cuando iban a ser las
1:00pm comenzó a llover.
Escuche un silbido, era obvio era el chico misterio.
Cuando abrí la puerta comenzó con sus escenas coquetas, era
natural de parte de él y yo solo tonteaba con él.
— Hola Anna lee
— Hola Dylan Rose.
— Me preguntaba si querías tener una cita con este guapetón
— No paraba de reírme, por supuesto! Dije.
— Te extrañe enana!
— Yo más grandote.
Si con él me sentía enana, yo media 1,74 y el 1,84. No era mucho la
diferencia pero así nos tratábamos.
Nos dimos un abrazo y luego corrimos bajo la lluvia hasta el carro.
Cuando íbamos avanzando notamos la mirada fija de la Señora
Leah Becker.
— Esa señora da miedo! Dijo Dylan
— Si es mi nueva vecina, es algo extraña.
— Le temería siendo tú
— Creo ya lo comienzo hacer
Recorrimos media ciudad hasta llegar a BolosCity es un sitio muy
chévere una parte la compone un bar de coctel y la otra esta la
zona de juego, siempre mantenía Caroline jugando con su grupo
popular. No era raro encontrársela.
Ella me odiaba, Sarah siempre menciono que ella pensaba yo era la
novia de Dylan y no era extraño! Manteníamos juntos.
Nos sentamos a platicar primero, mientras esperábamos quise
contarle varias cosas pero llego ¡la víbora! No hice buena cara pero
era evidente por quien se acercó.
— Dylan cariño! Tiempo sin verte, dijo Caroline.
— Si llegue hace poco de viaje, como te ha ido?
— Cariño estuve en muchos lugares, mis vacaciones son de lujo
como siempre.
— Me alegra
— Si papa compro otra empresa es muy reconocida y eso me tiene
feliz, todo lo que le pido me lo da.
— Qué bien! volteando la cara hacia a mi, decía Dylan.
— Cambie mi auto nuevamente..
— Ah si?
En ese momento me dio pena con Caroline, Dylan me miraba y me
tocaba el cabello con su mano izquierda mientras respondía
cortante, la estaba ignorando.
No lo culpo, ella solo era apariencia, era y hacia todo lo que tuviera
que estar relacionado el dinero. Pobre chica! Pensé.
Cuando mire ¡la víbora no estaba! Se perdía entre la multitud.
— Porque hiciste eso? Le pregunte
— Que? Dijo sonriendo
— Ignorarla, se fue muy brava
— Y eso interesa Anna? Sabes que no me gusta tenerla cerca, solo
habla de los gusticos de sus papas y quiere siempre impresionar
a los demás.
— Entiendo..
— Hablemos de ti más bien, cuéntame todo.

Mire de reojo cuando note la presencia de Ellie y Ben en la barra


de juego, no le tome importancia y me dirigí otra vez a Dylan.
Está bien quise resumirle e inicie:
Cuando entre de vacaciones, conocí dos chicos. Son nuevos en la
ciudad y creo me gusta uno de ellos.
Soltó una risita sarcástica
— No lo podías decir más resumido?
— Está bien, está bien! Continuo.

Se llaman Jacob y Christian Evans, vivían en Bangkok y su padre se


vino a trabajar aquí en Charleston. El chico que me gusta es
Christian, he pasado tiempo con él en estos días. No puedo explicarlo
pero…
En ese momento llego a la mesa Sarah.
— Hola, hola! Dijo Sarah
— Hola! Dijimos a la vez con Dylan.

Hubo un silencio incomodo, cuando me llego un mensaje:


“Sal de BolosCity por la puerta trasera bonita”
Mire a Dylan, le dije a Sarah lo que sucedía y quería me ayudara, no
se negó.
Me disculpe con él y me retire del sitio.

CAPITULO 8
¡Arriésgate!
Tal vez sea el amor de tu vida, un amor cualquiera
o quizás no será nadie.
¿Qué más da? No lo sabrás si no te arriesgas.

El sitio se estaba llenando cada vez más, casi que no salgo de ese
lugar.
Cuando estaba fuera ahí estaba Chris, tenía unos camuflados azul
oscuro y una camisa blanca. No podía dejar de mirarlo era tan lindo.
— Nada mal esta tu amigo Dylan, Anna Lee!
— Me estas reclamando?
— No solo digo
— Si, nada mal. Nunca desaparece sin explicación por lo menos
— No me hagas pensar es competencia
— Quien sabe
— No me mientas. Sino porque lo dejaste solo con tu amiga Sarah?
— Solo quería saber que querías, me devuelvo donde ellos?
— No lo harás
— Me estas retando?
— Pensé querías entender mejor las cosas, tú decides
— Me negué con la cabeza, pero me arrime a él y solo dije
“A donde iremos”
— Ya verás.

Me cogió de la mano, esa suave y hermosa mano… sentí algo raro,


algo bonito, algo que me dio paz y tranquilidad. No lo sé pero no me
molestaría sentirlo el resto de mis días.
Esta vez Chris andaba en su enorme moto. Me llevo a una biblioteca,
era una de las principales y aunque era festivo parecía conociera
muy bien como ingresar aunque estuviera cerrada.
No quería la verdad
— ¡vaya y nos pillen!
— Confía en mi bonita

Tuve que saltar una pared un poco alta, sentía adrenalina nunca
solía hacer cosas fuera de lo común.
Había una ventana pequeña y Chris me subió a sus hombros se me
hizo fácil entrar, luego de que paso él, me agarre de su brazo
derecho.
Todo estaba muy callado y oscuro, me preguntaba que hacíamos
ahí?
— Tienes miedo?
— Un poco..
— Conmigo nunca te pasara nada Bonita

Lo miraba, podría asegurar que jamás había visto un chico más


especial, las ganas de mis labios en sentir los suyos eran infinitas.
Chris se acercó a mí:
— Prométeme que vas a creer todo lo que te voy a mostrar
— Está bien! Dije

Chris se perdió por un momento, yo estaba un poco inquieta cuando


de repente apareció:
— Recuerdas tus sagas favoritas, las de ángeles caídos?
— Por supuesto, que pasa?
Note tenía un libro en su mano, busco entre sus páginas y arranco
una en especia. Me sentó en una de las mesas empolvadas del salón
donde estábamos, se arrimó muy lentamente a mí, yo solo podía
observarlo escasamente estaba muy oscuro, se quitó su camisa y
puso mi mano en su pecho.
De inmediato me asuste, el tatuaje el cual nunca me explico su
significado comenzó a brillar, no quemaba pero podía iluminar mi
rostro sorprendido.
— Que está pasando? Dije mientras me retiraba asustada
— Anna cálmate, por favor…
— Ese tatuaje alumbro, o estoy enloqueciendo…
— Por supuesto que brillo yo también lo vi..
— Que está sucediendo Cristhian?
No quería acercarme y el notaba que yo solo trataba de escapar de
ahí, pareciera estuviera en mi mente.
— Anna no debes pensar en huir no te hare daño…

Cuando comencé a tratar de subirme a la ventana por la que


entramos, una luz alumbro todo el salón a mis espaldas, quede
paralizada. Voltee a mirar y estaba todo oscuro pero pude
reconocer la silueta de Ben cerca en donde estaba Chris.
En ese momento no quise decir nada pero de repente me tocó
presenciar una discusión entre ellos.
— Que haces aquí? Dijo alterado Christian
— Evans estas colocando en peligro la vida de ella
— No sabes lo que dices
— No se? Acaso te parece común mi familia se haya pasado al lado
de su casa?
— Ben, hasta cuando te dejaras manipular por ellas?
— Christian sabes que no funcionara, porque no haces caso…
— Tú sabes que es mi vida y en ella decido yo.
— Piénsalo… Mi mama está planeando algo debes alejarla..
— No me digas que tengo que hacer ¡lárgate! Grito Chris
No entendía absolutamente nada, pude haber huido pero si quería
tener algo con Chris debía seguir escuchándolo y más con lo que
escucho de Ben en este momento.
Ben negó con su cabeza, recuerdo lo último que le dijo fue:
El amor no es la solución, te vas a arrepentir.
Me quede mirando fijo mientras Ben se alejaba, curiosamente
cuando cruzo una esquina pude ver que el sitio se ilumino y
desapareció.
Me baje de nuevo y lo enfrente.
— Me vas a explicar todo, completo y sin pausas ¡YA!
— Claro bonita, respondió con una mirada perdida.

Me quede un poco alejada pero estaba dispuesta a escucharlo, no


tenía tanto miedo ahora. La curiosidad era mayor y esto dijo:
Charlotte se llamaba mi madre, era una de las mujeres más bellas
en donde vivíamos tenía un cabello largo oscuro y era blanca, era
un Ángel Anna! ella se enamoró…
— Espera hablamos que era tan bella que parecía un ángel cierto?
— No Anna, hablamos de Ángeles de los que menciona tus sagas
favoritas, de esos que dicen que tienen alas, los que suponen
los seres humanos los cuidan.
— …

Quede impactada, no quería decir que no le creía pero afirme con


mi cabeza solamente para que siguiera hablando, comencé a atar
cabos sueltos en mi mente y empecé a creer a medida que
mencionaba cada palabra.
Como decía… se enamoró del hombre equivocado, pero ella era
inocente de todo.
Mi padre tenía otra mujer, una persona soberbia y muy mala, es la
mama de Ellie. Cuando esta se enteró que mi mama tenía un niño y
estaba embarazada decidió buscarla para acabar con su vida,
Charlotte pudo esconderse donde mi tío Manuel hasta que tuvo a
Jacob, pero desafortunadamente en un descuido fue atacada por
seres malos que se hacen pasar por ángeles pero su esencia es
oscura. Mi tío Manuel, con el que ahora vivo y digo es mi Padre
alcanzo a verla viva, quiso ayudarla pero era muy tarde. Mama
antes de morir le hizo prometer nos cuidaría, alejándonos y
obligándolo a él tomar la decisión de dejar los cielos antes de que
volvieran por nosotros.
— Los tres somos Ángeles.. Anna!
No sabía que decir, eso parecía mentira pero Chris lo dijo con
mucha seguridad. Se acercó a mí nuevamente y me abrazo.
Yo solo sentía calma.
— Lo siento mucho Chris…
— No, no debes de hacerlo, has sido muy valiente.
— Entonces… Las pesadillas eran ciertas, la luz en tu pecho..
— Anna el brillo en mi pecho, solo me delata un sentimiento hacia
a ti.
Estábamos tan juntos cuando sentimos que alguien venía parecía
el señor que cuida la biblioteca, Chris solo sonreía.
— Eres temerosa?
— Por supuesto que no, dije.

Note su risa.
— Estas asustada, ven.

Me cogió de la mano y caminamos rápido, luego me alzo en sus


brazos ayudándome a que pasara la ventana, el quedo adentro. Yo
caí y me lastime el tobillo izquierdo cuando voltee a mirar, escuche
alguien me silbaba suave, mire y era el que ya iba a encender su
moto.
¿Por dónde carajos salió? pensé
De afuera vimos se ilumino el salón, me pareció curioso los
bombillos de ese sitio siempre eran de poca intensidad pero se
veía tan iluminado y de color blanco que se me hizo extraño.
No pudimos ver quien era, solo recuerdo que Chris paso una de
sus manos por su cabeza, lo vi preocupado.
De repente una parte de su espalda comenzó a alumbrarse y al
tocarlo pude sentir que lo quemaba.
— Anna, sácame de aquí.
— Pero no se…
— Maneja… dijo alterado.

La última vez que maneje una moto fue mucho tiempo atrás, pero
la adrenalina de ver cómo me lo pide me hizo intentarlo.
Mientras lo hacía, Chris me iba orientando, logre alejarlo de ese
sitio.
Al alejarnos, terminamos bajo un árbol del barrio Nápoles, este
queda a 6 cuadras de mi casa. Cuando frene y nos bajamos pude
ver como se compuso, su respiración ya no era rápida y su espalda
no brillaba.
— Me puedes explicar que está pasando?
— No me gusta la gente preguntona.
— Estás loco? Tu semblante cambio por un momento y te alivias
de la nada.
— Anna, falta mucho por saber
— Eso lo tengo claro habla ya, me asustas!
— No temas bonita, te llevare con tus amigos.
— Pero no seguimos hablando..
— Poco a poco te darás cuenta de muchas cosas, solo necesito
que seas fuerte y no pierdas mi medallón. Me dijo mientras me
miraba.
— Ya no quiero ir a BolosCity llévame a casa
Nos quedamos callados por unos minutos, no paraba de mover mis
manos, estaba nerviosa tal vez.
No paraba de pensar, lo que le había dicho Ben…
¿Por qué estaba en peligro?
— Chris llévame a casa, necesitamos hablar bien.
— No es seguro, me dejas llevarte a otra parte?
— Pero prométeme que me vas a contar todo
— Te lo prometo
— Está bien
Chris cambio de lugar en la moto conmigo, se dirigió a su casa
primero y saco una mediana maleta.
Fue en cuestión de minutos, al salir note también salió Jacob este
me miro y me alzo la mano saludando.
Ambos se acercaron.
— Anna Lee, nos dejaste solos a Sarah y a mí.

Me disculpe, enserio no era mi intención. Aunque no dudo la culpa


fue de su hermano.
— Jacob no quise…
— Calma Anna! Se el poder de volver locas a las mujeres este
muchachón.
Dijo dándole unas palmadas en su hombro.
— Ah! Si? Las vuelve locas?
— Estoy bromeando Anna no te alteres tranquila.
— Claro…

Voltee a mirar a Chris lo vi tan chiquitico, a pesar de que Jacob


aclaro que era broma.
Este guardaba su moto y saco un auto, era color negro no puedo
negar que me pareció hermoso.
— Tan lejos es, que no vamos en la moto?
— Anna súbete y deja de preguntar
— Le pediste permiso a tu papa?
— Tú le dijiste a tu mama?
— Está bien… no me dejaría
Me quede mirando el interior del auto, era muy deportivamente
elegante.
— Te gusta?
— Es muy bonito…
— Lo mío es tuyo Anna
— Déjate de tonterías, solo quiero saber que carro es?
— Un Mercedes-Benz G- Class Bonita

Cuando llegamos note que había una cabaña, quedaba alejada de


la ciudad ya a sus afueras, detrás de un gran bosque donde había
una colina que pasaba cerca.
— Chris dónde estamos?
— Aquí no te pasara nada bonita
Había mucha neblina y se sentía mucho frio.
— Vamos! ven.

Cuando entre observe como era de bien tallada la madera en ese


lugar, lo hacía ver tan acogedor y una chimenea que Chris prendió
para calentarnos.
Me quede observando su pecho.
— Ben… de que te advertía?
— Espera.

Sentada en un sillón gigante lo esperaba, mientras el buscaba una


camisa. Cuando volvió se puso cómodo y saco la hoja del libro que
arranco en la biblioteca.
— Ten, léela
— Antes, me preguntaba si eras real

Se acercó a mí y me beso la frente sonriendo.


— No preguntes léelo por favor

La tome y la abrí, era una sola página:


Existían un tipo de ángeles, estos eran los puros; gobernados por el
Ángel Rafael.
Una traición de uno de ellos llamado Miguel causo su destierro por
mentiroso. Fue enviado a la tierra para que viviera el dolor de la
humanidad y fuera consumido, lo que no contaban ellos era que una
bondadosa y bella mujer lo ayudo, sin conocer quién era realmente.
Fue ignorado por años. Nunca más se supo de Miguel, hasta que un
día comenzaron varios ángeles a traicionar a su Dios. Rafael siguió
desterrando pensando hacia un bien, pero luego se dio cuenta que
la mayoría habían formado una familia con la raza humana, los hijos
de los ángeles caídos y la raza humana es conocida como un Nefilim,
este producto desato un caos, mucho odio por seguir
desobedeciendo las leyes, era una traición más. Fueron más de 200
ángeles que cayeron en la tierra.
Rafael se fue debilitando, la falta de sus mejores hombres estaba
logrando que su salud se deteriorara extrañamente hasta morir.
Logrando así su mujer Leah cogiera el mando de todo. De esta mujer
se sabe poco pero la falta de ángeles puros hizo que esta condenara
a su hija a casarse sin sentir amor para seguir su raza, pero no
hallaban el indicado.
Llegará el día dijo ella: Donde pondremos fin a las uniones de ángeles
con humanos, ángeles que merecen ser llamados demonios por
desobedecer, colocando en prisiones eternas a los que cometieron
tales actos y matando a todos los Nefilim.
— Rafael es tu padre?
— Si Anna

Quede en silencio.
— Déjame asimilar todo esto, es un poco confuso.
— Tranquila, si quieres pregunta lo que quieras.
— No lo sé, tengo miedo a preguntar.
— Anda bonita habla!
Por un momento me quede sin palabras, la primera duda que me
surgió era ¿Christian era una ángel? Pero no quería sonar ridícula.
— Sé que estás pensando Anna.
— Disculpa?
— Solo te diré que sí, pero soy de los buenos.
— Es enserio?
— No tengo porque mentirte.

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