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DE LA VENERABLE
FUNDADORA PRIMERA
EN LOVERE
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VOLUMEN UNO
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CARTAS
MODENA
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AÑO 1824
1.- Agradecimientos y significado de la amistad
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El monasterio de Santa Clara, donde fue educada desde el otoño de 1818 hasta julio de 1822. Allí
permaneció como maestra hasta el 18 de julio de 1824 (nota del P. Mazza).
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2.- Disculpas. Amor a la Cruz. Solemnidad del Carmen
A LUCIA ROMELLI
Lóvere, 18 de junio de 1824
Hermana queridísima en el Señor,
Te pido que perdones mi descuido y haraganería por no escribirte antes. Un
reproche interno sentía continuamente, diciéndome que era desagradecida y descuidada
con una amiga que siempre me entregó su lealtad y su cariño: pero al saber que tu
bondad perdonaría mi falta fui aún más negligente. Te pido nuevamente que me
perdones y te prometo estar más presente de ahora en adelante.
Deseo saber si mis anhelos respecto a ti se han cumplido. ¡Oh! cómo deseo que
esa bendita Cruz, cuyo valor y mérito son infinitos, sea tu compañera inseparable. Con
cuánta confianza nos dirigimos a nuestro dulcísimo Esposo, cuando nos vemos
fortificadas con aquel patíbulo, que él mismo por nuestro amor abrazó y llevó con
paciencia divina hasta dejarnos su sagrado Cuerpo como sacrificio. ¡Ah! querida,
apreciemos mucho la Cruz, y agradezcamos de corazón al Señor cuando nos favorece
con algún padecimiento, porque es el mayor regalo que nos pueda hacer para el Paraíso.
Respecto a mí, hasta ahora no he tenido nunca la suerte de participar de este tesoro de
méritos infinitos, puesto que el Señor me ha alimentado siempre con dulzuras, porque
conoce la imperfección y debilidad de mi virtud: pero si en el tiempo el Señor se dignara
hacerme partícipe de algún sufrimiento, te ruego encarecidamente que pidas a Dios que
me conceda la gracia de comportarme de tal manera que él quede satisfecho.
Se acerca nuestra más grande Solemnidad, María del Carmelo 2. ¿Tendremos
tanto gozo y tanta consolación en ese día, como no lo hemos tenido el año pasado? En
cuanto a mí no lo sé: pero al ver el fervor que pondré al hacer la Novena, Dios me
colmará de sus gracias. Y como pienso que tú lo harás muy bien, y que con un fervor
extraordinario, te pido por caridad que me aceptes en tu compañía, y todo el bien que
haces, hazlo también por mí.
Saluda mucho, mucho a Julia, dile que espero su carta y que le dé a San Luis un
amoroso beso en el día de su fiesta. Dale mis saludos a la señora Madre.
Mi corazón no quiere abandonar esta dulce conversación contigo; pero la noche
que avanza y el sueño que me rinde me obligan a terminar estas desatinadas líneas.
Adiós queridísima en el Señor.
Tu Afectísima Hermana y Amiga
CAPITANIO BARTOLOMEA
A la Estimadísima Señora
La Señora LUCIA ROMELLI
CIVIDATE
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En la fiesta de la Virgen del Carmen se consagró a Jesús con el voto de castidad .
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3.- Hace bromas amigablemente. Promueve una devota compañía. La anima a
llegar a ser Esposa de Jesús. Celo por la salud de las almas. A la caridad de los
pobres. Al desprecio del mundo
A MARIANA VERTOVA
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Varias Pías Uniones surgieron en Lóvere y en los pueblos limítrofes por obra de la Venerable
Capitanio, que era el alma.
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mera curiosidad; no, te lo puedo decir sin vueltas, es un deseo bueno que trae beneficios
tanto a tu alma como a la mía.
Lo que más me apremia es saber si el Señor aún mantienes en ti el deseo de ser
su Esposa. Si así fuera, sentiría mucha alegría y tendría también algo para sugerirte;
pero… temo... temo... no de nuestra virtud, que sé que ya está muy avanzada, sino que
temo que esto no lo quiera el Señor de ti; sin embargo, si aún te sientes impulsada a
pedirme que te lo diga, te lo diré, sintiéndome yo también inspirada a hacerte estas
preguntas. Puede ser que ya lo hayas hecho, entonces ambas agradeceremos al Señor
que se dignó regalarte una gracia tan grande.
Querida hermana, estamos es cierto, en medio del mundo, en medio de los
peligros, en medio del mal, fuera del bien; pero consolémonos que al fin, debemos estar
poco. Negociemos ese poco, de manera que podamos llegar a ser las predilectas de
Jesús. Procuremos atraer las almas a Él con el ejemplo y con las palabras. Sé que tú te
cansas mucho por esto y yo me gozo en saberlo, solamente me avergüenza mi
negligencia; también yo, deseo comenzar a hacer todo el bien que pueda a favor de las
almas.
Ruega al Señor para que así sea y así tendremos las dos la hermosa consolación
de haber atraído almas al amor de nuestro buen Dios. Amemos sobre todo a los pobres;
ellos son la imagen viva de Jesucristo. Socorrámoslos lo más que podamos, y alguna vez
aún sufriendo algo nosotras. Recordémonos que al obrar así, encontramos lo que agrada
a nuestro amorosísimo Jesús, y esto tiene que ser suficiente para comprometernos a
hacerlo con gran solicitud. Brevemente, despreciemos lo mundano y amemos a Dios,
aborrezcamos las vanidades y busquemos las humillaciones, huyamos de los honores
mundanos, busquemos los desprecios de la Cruz; en fin, imitemos a nuestro Esposo y
estaremos contentas.
Tú dirás que quiero ser una Maestra espiritual, mientras que no soy buena ni
como alumna. Tienes toda la razón, y este es un efecto de mi sutil soberbia, que desearía
solamente enseñar y no ser enseñada. De ti espero compasión, y te ruego, hacer lo
mismo conmigo, que lo aceptaré como un regalo precioso.
Te recomiendo siempre en mis oraciones a Dios. Desearía que hagamos un pacto,
el cual consiste en hacer la Comunión una por la otra una vez a la semana. Termino
porque estoy cansada de escribir, porque temo aburrirte, y quiero que sepas que me
disgusta mucho cada vez que me dices que tienes temor de cansarme; como si una
amiga, más bien, una hermana afectuosa pueda cansarse de leer las noticias de otra
amiga suya. Si tus cartas fuesen largas, cien mil páginas, ciertamente no me aburriría
leyéndolas. Espero que a ti también te ocurra lo mismo.
¡Oh! Adiós, porque no quiero terminar más.
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La Zitti no recibió tu carta, ella te saluda así como las demás, y te pido que
saludes a tus Señores Padres. Te dejo en los Corazones de Jesús y de María.
Tu Amorosa Hermana
BARTOLOMEA CAPITANIO
A la Estimadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
MALEGNO
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4.- La invita a responder a la llamada del Esposo y a despreciar la vanidad del
mundo. Se lamenta de la poca confianza en ella. Desea ser encomendada a la
Virgen Niña
A LA MISMA
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Respecto a mi visita allí, no puedo decirte la fecha exacta debido a que mi
hermana está algo molesta por una afección en los ojos, por lo cual esperamos que se
restablezca para poder llevarla también a ella.
Un momento después de haber recibido tu carta, tuve de repente la alegría de ver
a la hermana Raquel, pero muy rápidamente. Le dije tu deseo, pero no pudo complacerlo
porque estaba apurada para regresar a su pueblo.
Encomiéndame a la Virgen Niña, pídele que renazca en mi corazón y me haga
toda suya. Lo mismo haré por ti a pesar de lo pobre que soy. En tanto, dejo la pluma,
advirtiéndote que si me quieres encontrar, estaré encerrada en el Corazón de Jesús, y te
invito a ti también a venir a este Divino Corazón y allí, juntas, haremos nuestra morada.
Adiós, amadísima. Adiós.
Tu afectuosa Hermana
CAPITANIO BARTOLOMEA
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5.- Artes sugeridos para el provecho espiritual. Competencia en prepararse para
la Santa Navidad con actos de mortificación. Uso de penitencias corporales
A LA MISMA
Diciembre de 1824
Hermana queridísima,
VIVA EL AMANTE NIÑO - VIVA SU AMADA MADRE
Para comenzar acerca de lo que me pides te digo que yo no recuerdo cuáles son
los libros que me pediste cuando nos visitamos, pero si los deseas decímelo en la primera
carta que me escribas, que yo trataré de hacértelos llegar.
Para no mezclar lo espiritual con lo corporal, te reenvío los saludos de todas
aquellas que tú has nombrado en particular, haciéndote un llamado de haber dejado
afuera uno del cual tal vez más que de los otros estás obligada. Tú, no has faltado en dar
mis saludos a tus Padres, ni tampoco a las señoras Romelli, y en cuanto a éstas te digo
que de aquí a una semana enviaré una o dos cartas por medio de Teresa Maccario que
ese día la lleva, y tú me harás el favor de hacérsela llegar en sus manos.
Me alegro al saber que escribiste a la hermana Raquel. Creo que antes de enviarle
la copia del libro debes hacérsela desear un poco. Le escribiré yo también, le hablaré de
tal cosa, pero en enigma, así lo haces tú, hasta que, descubierto su deseo, le enviaremos
aparte de la copia también el libro, porque estas cosas se merecen todo el respeto. Para
no hacer lío sobre el propósito hacemos así: las cartas que tú escribiste a Raquel
envíamelas antes a mí, yo las leeré y luego se las enviaré, y sobre estas me regularé al
escribir las mías. Y si quieres que te haga llegar las mías a ella dirigida, no tienes más
que decírmelo y lo más pronto posible te las enviaré. Entonces, aclarada la duda.
Ese querido Niño que está en el pesebre esperando que Mariana y Bartolomea
vayan a acompañarlo, ¿será acaso olvidado por nosotras? ¡Ah!, No, querida hermana, no
seamos ingratas con este amabilísimo Jesús que no ahorra nada por nuestra salvación.
En estos días del santo Adviento, es decir, de preparación al nacimiento de Jesús,
¡vamos! hagamos en nuestro corazón una cuna bien cómoda y adornada, donde pueda
descansar el querido y amado Niño. Pero ¿cómo adornaremos la cuna de nuestro
corazón? ¿Cómo? Con la mortificación, con la sobriedad, con la oración y la meditación,
con la humildad y con el fervor. He aquí los adornos. ¿No te parece que nuestro deber es
el hacer una Casa lo menos indigna posible para la venida de tan gran Huésped? ¿O
deseamos sufrir porque tantas otras almas menos favorecidas por Jesús que las
nuestras, ofrezcan a Jesús un corazón más puro, más ardiente, más mortificado, más
humilde que el nuestro?
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¡Ah! No, que no sea verdad. Anhelemos de verdad aquello que el amado Señor
desea de nosotras. Vayamos con frecuencia, con nuestro pensamiento al santo pesebre y
pidamos a Jesús, y a María, consejo para nuestras obras, y nos dirán de dejar aquella
vanidad, vestir con mayor modestia en este tiempo, dejar aquella golosina, aquel café,
aquella fruta, aquel dulce, aquella recreación aunque inocente, privarnos de aquel placer
aunque sea lícito, bajar los ojos en aquel encuentro, callar aquella palabra, perdonar
aquella injuria; en fin hacer de manera que podamos encontrar el gusto de Jesús y de
María, y ¡oh! ¡Qué consuelo en la tarde, al poder presentarles algún regalito!
¡Ah! aquel querido Niño acepta todo, aún las cosas más pequeñas, y las
recompensas con gran premio. Ánimo, pues querida Mariana, procuremos competir para
ver quién ama más a Dios. Sé que tú vencerás; pero no importa, buscaré, por lo menos
competir, y tu virtud me servirá de estímulo para enamorarme siempre más de Dios.
Luego deja que te sugiera algo: que tengas confianza en tu Confesor, y que le pidas
algunos permisos para hacer penitencia, como podría ser, darte la disciplina alguna vez;
otra vez, llevar el cilicio, ayunar una vez por semana y mucho más, pídele el permiso
para comulgar por lo menos dos veces por semana en los días feriales. Recuerda que
aquello que no haces, es una falta al deseo del Señor.
Pídelos: sí te los niegan, paciencia; pero si no pides nada, sé que no te serán
otorgados. Verás cómo te sentirás contenta. Hazle caso a una amiga, más bien, a una
hermana que habla por tu bien. ¡Ahora, basta! es hora de acabar, puesto que la noche
avanza y el sueño comienza a hacerse sentir.
Recomiéndame mucho, mucho al Señor, por caridad, y hasta encontrarnos en el
Paraíso, pero antes, en la dichosa gruta de Belén. Adiós querida.
Tu afectísima Hermana
BARTOLOMEA CAPITANIO
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AÑO 1825
6.- Disculpas. Noticias. Estimula a la penitencia para compensar las ofensas que
Dios recibe de los pecadores
A LA MISMA
VIVA EL AMOR DE JESUS Y TAMBIEN EL DE MARIA
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Consolaciones espirituales. Precio del voto de Castidad -.7
A LA MISMA
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Mis Padres te envían saludos, tú salúdalos a tus Padres y a todas nuestras amigas
en común. Te agradezco muchísimo los saludos enviados por medio del Señor Don Ángel
Bosio; estos los aprecio como provenientes de tu amor, y por lo tanto me siento obligada
a agradecértelos.
El Señor Dios te colme de bendiciones, siempre, pero especialmente en el
encuentro de las santas Fiestas Pascuales. Mil veces adiós, hasta pronto.
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8.- Se alegra por su voto de castidad
A LA MISMA
Hermana predilectísima,
Recibí por intermedio de las Señoras Romelli tus saludos, los cuales me fueron muy
apreciados, ya que sé que me recuerdas. Te quedo agradecidísima, y no dudes de mi
reciprocidad. ¡Si este afecto nuestro nos hiciera llegar a las dos a la santidad, por medio
de recíprocas advertencias, alientos y consejos! ¡Quiera Dios que esto llegue a ser
realidad! Supe por tu última carta la gracia especial que Dios te hizo: aprovéchala, ya que
esto es un regalo envidiado hasta por los mismos Ángeles. No sé encontrar palabras que
puedan expresar exactamente el consuelo que me trajo tal noticia. La leí y la releí más de
cuatro veces y mientras lo hacía, me inundaba una alegría interior, tan grande era la
consolación que no podía retener las lágrimas. Querida Esposa de Jesús ¿qué debemos
hacer para corresponder a tanto amor?
El amor sólo se paga con amor, amemos por lo tanto, y amemos mucho a nuestro
dulcísimo Esposo, y procuremos seguir atrayendo almas a Él.
En tus tránsitos de amor acuérdate también de mí, porque sinceramente me veo
próxima a hacer una de las mías.
Te envío la tela y el algodón, el importe de los mismos es de 2:9 Liras. Te mando
también una onza y ¼ de algodón que se la enviarás a las Romelli, y si desean saber el
importe, es de 1 Lira. Te digo el valor para que lo sepas, no para que me lo envíes
rápidamente. Tranquila, que yo estoy bien y muévete con toda libertad. Los libritos que te
envié los pagué 1:2,9 Liras, es decir poco, haz tú también la distribución.
Ámame, y créeme que soy y seré siempre
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9.- Santos ejercicios para ella y las compañeras
1° de junio de 1825
Muy Reverendo Padre Confesor,
Mil gracias Le doy por las Reliquias prestadas, y por haberse tomado el tiempo de
escribirnos el hermosísimo ofrecimiento del corazón a María.
Los agradecimientos no son suficientes para compensar tantas obligaciones y
caridad para con nosotras, y por eso le pediré a María Santísima que con sus
bendiciones y gracias compense esta insuficiencia de mi parte. En cuanto a la Reliquia
que Su Reverencia me dejó en libertad de elegir, me siento muy comprometida; pero el
corazón no me deja, ya que me parece un atrevimiento muy grande hacerlo a mi antojo.
Elegí varias jóvenes de aquellas que conmigo hacían el Mes Mariano y a las que
le di la Novena al Sagrado Corazón.
Éstas a mi juicio parecen las más buenas y desean continuar realizando actos de
devoción, por eso les di la Novena, no le había dicho nada a Su Reverencia, suponiendo
que le hubiese gustado. Le incluyo una carta en la que he escrito el método de vida que
yo tendría que tener de ahora en adelante, y le ruego borrar lo que no crea apto y
agregar lo que falte. Encontrará también dos carpetas, con varias prácticas de piedad
que deseo realizar en el curso de esta Novena y hasta el día de la Virgen en Agosto,
pero siempre sometiéndome a su Obediencia. Respecto al descanso, Usted me había
dicho siete horas; pero el Sagrado Corazón parecería no estar contento, ya que para
acompañarlo hizo que me tocaran las horas de la 1 a las 2 y de las 7 a las 8, de acuerdo
con lo cual, debería dormir solamente 5 horas. Pero si 5 son demasiado poco, que no
sean más de 6, por lo menos durante esta Novena. Le suplico. Me encomiendo con
fuerza a sus oraciones, y humildemente le presento mi sincero aprecio, y profundo
respeto, haciéndome el honor de considerarlos.
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10.- Sobre el amor de María en el pasado Mayo
A MARIANA VÉRTOVA
Queridísima Hermana,
Encontrándome presa del sueño, te escribo solo dos líneas para que estés segura
de que recibí tu queridísima carta. Los libritos que me pides, como no los tenía, fui a
buscarlos a la librería, tampoco los encontré, pero si tú quieres que los pida a Brescia,
házmelo saber, que muy pronto serás complacida. Mientras tanto perdona mi tardanza.
No puedo no preguntarte acerca del mes Mariano. ¿Con qué fervor lo hiciste,
querida Mariana? ¡Me imagino tu bondadoso corazón comprometido y donado a María en
este mes consagrado a Ella! ¿Y cuántos hermosos actos habrás realizado, formando una
Corona con tus virtudes para colocar a la Reina del Alma? ¡Oh! Dichosa tú, ¡cuánto te
envidio!
Sabrá bien María, recompensarte, sobre todo infundiéndote Fuerza para que
puedas vencer con gran firmeza a los enemigos de tu salvación. ¡Oh! Ahora sí, hablando
de la dulcísima Madre nuestra María, deseo tiempo y capacidad para inscribir sus
grandezas, con el fin de hacerlas amar por todos, ya que yo tengo la desgracia de no
amarla lo suficiente, pero me conviene permanecer en mi deseo de amarla más, pidiendo
fervorosamente por esto, y seguir en mi tarea de hacerla amar a tantos otros.
Mientras tanto te dejo, con la esperanza de poder vernos dentro de poco y
disfrutar juntas algunos días. Recomiéndame muchísimo al Señor. Te mando un tierno
beso.
Adiós, mil veces adiós.
Tu hermana sincera
CAPITANIO BART.
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A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
MALEGNO
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA. VIVA LUIS Y TERESA
Tu Hermana B. C.
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12.- Pésame y consuelo según el ejemplo de San Luis
Y después, ¿qué mayor consuelo para Ustedes que llevar el signo de nuestra
Redención? Julia, aquella Cruz que deseaste tanto, ahí la tienes, ¡vamos! abrázala con
alegría, bésala tiernamente y agradece afectuosamente a tu Esposo que te enriquece con
tan preciosos regalos. Hazla valiosa con la paciencia, enjóyala con la resignación, llévala
con grande gozo, ya que es la que te llevará al Paraíso. Lucía, esa cruz que tanto
estimas, aquella Cruz que perfecciona las almas queridas por Dios, se te ofrece. ¡Vamos!
acéptala como el más grande de todos los favores que Dios puede concederte. ¿Qué más
puedes desear? ¡Ser semejante a Jesús!... ¡A tu Esposo dulcísimo!... ¡Oh! ¡Felicidad
incomparable! Más bien que considerarte desgraciada e infeliz, tienes motivo para
considerarte la más dichosa de todas las criaturas, y puedes agradecer de corazón al
Señor, que te favorece tanto.
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Amigas queridísimas, consuélense; los días de sufrimiento son breves, los días
del gozo serán eternos, y por este sufrimiento de ahora se les dará un premio
inestimable en el Paraíso.
Estoy convencida de que humanamente sentirán el peso de la Cruz, yo también
experimenté una sensibilidad que no puedo expresar, y no pude pasar ni un momento sin
sentir un dejo de compasión por las circunstancias que viven; pero el espíritu
introduciéndose en la carne, encontraba cómo consolarme y estoy segura de que les
pasará lo mismo a Ustedes. Espero poderlas visitar la próxima semana o la siguiente.
Mientras tanto sigan queriéndome, y créanme lo que aquí les digo.
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13.- Lamenta su soberbia
Esto me causa una gran tristeza, porque por un lado, mientras anhelo con
insistencia dicha Novena para mostrarle a María una señal de gratitud, por otro lado sé
que soy yo misma la causa por la cual Su Reverencia, o mejor dicho María, no me
concede la gracia de poderla hacer. De todos modos, me encomiendo a su generosidad;
haga lo que crea más oportuno para mi pobre alma y esto será suficiente para mí. Usted
discúlpeme si he sido tan obstinada; no volveré a serlo: obedeceré a la primera
insinuación sin protestar. Le suplico cuanto pueda me encomiende al Señor: ya sabe
cuánto necesita mi alma que su caridad se apiade de ella y que nunca la olvide. Para no
aburrirlo demasiado, lo saludo humildemente y tenga el honor de considerarme
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BARTOLOMEA CAPITANIO
Respecto a la Novena, conviene que María se haya conformado con la que le han
hecho, porque yo se la pedí en repetidas ocasiones y no me la dio.
Les envío un roquete, el cual me fue entregado por las queridísimas monjas, me
vi en la obligación de felicitarlas por tan generoso gesto.
Por caridad, encomiéndenme a Dios, porque tengo una necesidad y preciso de sus
fervorosas oraciones. Dios las colme con sus más grandes bendiciones, mientras que
abrazándolas afectuosamente me considero
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BARTOLOMEA C.
15.- Hace mención a la fiebre que sufrió. Aconseja alguna obra creativa para
usarse en los encuentro en las pías uniones. Se alegra por el voto de Castidad
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS Y MARIA
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novenas podrás darles todos los meses una carpeta 4. Con el mismo método de las
novenas, entregadles más adelante un método de vida fácil adaptado a sus
circunstancias y hacédselo leer a las demás todos los meses».
4
Especie de hoja que distribuía entre las compañeras en las cuales colocaba ejercicios devotos y
actos de virtud a practicar.
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Te ruego que hagas rezar por mí tres Ave Marías a tus niñas. Adiós queridísima en
el Señor, acuérdate también de quien con mucha alegría se considera
A LA MISMA
VIVA EL AMABILISIMO ESPOSO JESUS
VIVA LA QUERIDISIMA MAMA MARIA
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pedidle que te inflame el corazón, así podrás inflamar el corazón de los otros. No dudes:
ella lo hará de parte suya, y tú pon de tu parte todo tu empeño.
Te incluyo tres tarjetas que te podrán servir para guía. Tú dices que no eres capaz
de formar una carpeta apta a las circunstancias para tus discípulas espirituales. Te
enseño inmediatamente cómo debes prepararlas: antes de comenzar a escribir, reza al
Espíritu Santo para que te ilumine y a María para que te dicte lo que ella desea; y luego
según las inspiraciones que tengas, escribe, y verás que seguramente esas cosas serán
apropiadas para tus jovencitas. Tenedme informada al respecto, para mí será un placer,
y no me escatimes, si crees que puedo servirte en algo. Dime si fue hasta allí el párroco
que esperaban, si se confiesan con él, y si responde a tus expectativas. Mañana iré a
buscar El camino de la salvación y te lo enviaré juntamente con esta carta si es que lo
encuentro, porque no estoy segura. Haré todo lo posible para conseguir los libritos del
Sagrado Corazón, aunque me será difícil. Tu librito escrito te lo mandaré la próxima vez
que te escriba, porque todavía no terminé de copiarlo. Es necesario que te diga que
encontré las dos boletas, yo no sé cuánto era mi deuda; tú que lo sabes, puedes decirme
cuánto te debo. Para tu tranquilidad te digo que el dinero que les presté para comprar un
libro que creo fuese de las Romelli, ese no me lo han enviado según lo hablado. No te
digo esto para que les digas a ellas que espero el dinero, sino más bien, para que te
puedas organizar. Ahora creo que no tengo más nada para decirte y el sueño me vence,
y termino dándote un afectuoso beso. Me olvidaba de pedirte que le hagas llegar a Lucía
la carta que te adjunto; hace dos semanas que la escribí y no he encontrado la
oportunidad para enviársela.
Tu amorosa Hermana
BARTOLOMEA futura
Sor PACÍFICA CAPITANIO
A la Honorabilísima Señora
MALEGNO
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17.- Deseos de verla
A MARIA DO
A la Apreciadísima Señora
La Señora DO MARIA
MONTECCHIO
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18.- Deseos del Paraíso
A LAS ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA
Lóvere 6 de noviembre de 1825
Hermanas y Amigas más que queridísimas,
Se inundó mi corazón de gran alegría, ya que inesperadamente recibí la visita de
su amabilísima Señora Madre, y ésta creció mucho más en mí cuando oí que ella había
estado junto a Ustedes, en su compañía. Me imaginaba la alegría que habrán vivido en
esos días, y gocé muchísimo pensando en ello. El piadoso Señor no da jamás ninguna
cruz, si no la hace más liviana con alguna consolación. Sea él siempre alabado. Amén.
Queridas amigas, ya pasó la solemnidad de todos los Santos. Me imagino qué
consuelo habrán sentido al ver gran cantidad de Santos que están esperando el dichoso
día en el que Ustedes también participen con ellos de su felicidad. ¡Oh! ¡Qué insípidos se
vuelven los placeres de este mundo ante la consideración del Paraíso! Tengan los
mundanos para ellos las cosas de este mundo, muy de corazón se las dejamos: mientras
nosotras ponemos la mirada fija en aquella querida patria, en la que nuestro buen Dios y
celeste Esposo está totalmente atento para procurar las riquezas a sus queridas esposas.
¡Qué gozo el nuestro queridas Hermanas cuando nos volvamos a ver en el
Paraíso! ¿Quién será la primera que tendrá la hermosa suerte de preceder a las demás?
¡Oh! ¡Qué consoladoras son estas consideraciones tan dulces! Y si tanto consuelo nos
trae solo pensar en ellas, ¿qué será cuando las gocemos verdaderamente? ¿Cómo podrá
nuestro corazón no estallar cuando seamos conducidas a adorar y a ver a nuestro
dulcísimo Esposo? ¿Y cuando veamos por primera vez a nuestra querida Mamá? ¿Qué no
haremos? Y al saludar al querido San Luisito con todos los demás Santos que ahora
veneramos, ¿cómo podremos contenernos a nosotras mismas? ¡Ah! ¡Esto debe ser
superior a todo y por lo tanto merece que ahora pongamos todo el esfuerzo para
conquistarlo. Ustedes ayúdenme con sus oraciones y sus consejos, y yo haré lo mismo
con Ustedes, de manera que si nos amamos ahora, podamos amarnos eternamente
también en el Paraíso.
Yo recitaré las tres Ave María por Lucía, y pretendo otras tres de Ustedes dos.
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Recibí el dinero y su carta; no respondí porque tenía varias cosas para escribir, las
cuales me quitaban todo el tiempo libre que tenía. Perdónenme, se los pido.
Díganle a la Señora Angelina que me agradaron mucho sus saludos, que le
agradezco mucho el recuerdo que conserva de mí. Salúdenme también a Bernardina.
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS Y MARIA
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Adiós queridísima. Soy
A la Amabilísima Señora
MALEGNO
20.- Le encarga un envío para Don Ángel Bosio
A BARTOLOME DO
A la Estimadísima Señora
La Señora BARTOLOMEA DO
MONTECCHIO
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21.- Santo ejercicio para la noche de Navidad y la Octava para practicar con
otras. Alusión a lo que Dios quiere de la amiga
A MARIANA VERTOVA
ARDA SIEMPRE EN NUESTRO CORAZON EL AMOR DE JESUS Y DE MARIA
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haremos una hora o más de meditación sobre el Santo Misterio, y rezaremos la una por
la otra al buen Jesús para que nos conceda su amor, y todas aquellas virtudes que hacen
queridas a sus Esposas.
No nos iremos de este lugar si antes no hemos recibidos esas gracias. Sobre todo
pidamos mucho por los pobres pecadores y por las Santas Almas del Purgatorio.
Todo aquello que hagas demás hacedlo por mí, lo mismo haré yo por ti. En la
octava junto con las Romelli nos dividimos de a dos según lo sorteado, le tocó estar
juntas a Vértova y a Julia, y a Lucía y a Bartolomea. Un día una hará de Angel y la de
otra de Pastor y viceversa. Aquella que hará de Ángel irá 9 veces cada día con el espíritu
al Santo Pesebre y pedirá a Jesús cada vez una gracia por sí y por su compañero, el
Pastor, y el Pastor irá también él 9 veces al Pesebre y llevará a Jesús cada vez un acto
hermoso de virtud practicado después de la última visita que hizo, y se lo ofrecerá
también por su compañero, el Ángel. El día de Navidad comenzaremos; Vértova ese día
hará de Pastor y Julia de Ángel; y así también nosotras, Lucía será el Pastor y yo el
Ángel hasta el final de la Octava. Si les gusta es así. Sentí la inspiración de hacer esto, y
yo lo hice. Varias veces Dios se complace en revelar su voluntad a los más pequeños,
para así manifestar su poder.
Querida Mariana, pide mucho a Dios por algo que Él quiere de ti, pídele que te
haga conocer su Santa Voluntad, y yo cuanto antes te explicaré mis sentimientos sobre
ello.
Mañana iré a ver si están las cosas pedidas, y te las enviaré junto con esta carta.
Te mandaré una nota con lo que te compré.
El Rosario no te lo puedo mandar, porque el Señor Don Angel no está en Lóvere,
está en Erbanno en las Misiones.
Las Señoras Bosio te saludan, y también mis padres y todas tus otras amigas.
Adiós queridísima, nos veremos en el pesebre de Belén.
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
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MALEGNO
A LUCIA ROMELLI
ARDA NUESTRO CORAZÓN DEL DULCÍSIMO AMOR DE JESÚS Y DE MARIA
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He aquí lo que deseo. Apenas entres con el espíritu en el santo Pesebre y te
coloques al lado de María, la primera cosa será adorar profundamente al Niño Celestial, y
luego amorosamente besarás sus pies por mí y por ti.
Después entrégale el corazón, y preséntale también aquellas pocas obras buenas
que hemos hecho en este Adviento, pidiendo a María que purifique todas nuestras
imperfecciones poniéndote junto a sus méritos, así pueden ser más agradables al
querido Niño. Por lo tanto haremos una hora o más de meditación sobre este sagrado
Misterio y pediremos la una por la otra al buen Jesús para que encienda en nuestros
corazones la ardiente llama del amor hacia Él, y que nuestro bello ajuar, como
verdaderas esposas suyas, sean nuestras tantas virtudes. No saldremos de este santo
lugar sin antes recibir alguna de esas gracias, y especialmente tengamos presente a los
pobres pecadores, procuremos quitarle al demonio alguna de las almas, y
entreguémoselas al Niño Jesús, pidiendo para ellos la Santa Gracia y la vida eterna por
los méritos de las lágrimas que derrama en este Pesebre. No nos olvidemos de las almas
del Purgatorio. Digamos a Jesús, que es justo que tenga en cuenta a dichas almas,
especialmente a aquellas que padecen, y que a esas almas, como a las de sus esposas,
haga gozar de los frutos de su redención haciéndolas ir muy pronto al Paraíso. Todo lo
que hagas demás, hazlo también por mí, que yo haré lo mismo por ti. En la octava
hagamos unidas otras cosas. Todo sea junto a Julia, y para hacerlo mejor hagámoslo
también con Mariana, que esta tarde deseo escribirle, y le diré lo mismo que te dije a ti
para hacer. Dividámonos de a dos, yo hice el sorteo y resultó, Vértova y Julia juntas,
Lucía y Bartolomea por otra parte.
Un día cada una haremos una de Ángel y la otra de Pastor, y nos llegaremos 9
veces al día al Santo Pesebre, el Ángel irá a pedir cada vez una gracia para sí y para su
compañero, el Pastor; y el Pastor debe llevar a Jesús algún acto de virtud, pero realizado
en el tiempo transcurrido desde la última visita hasta el momento que va a
presentárselo, así que cada día debe hacer 9 actos de virtud, y los ofrecerá al Niño Jesús
también por su compañero, el Ángel. Haremos un día de Ángel y el otro de Pastor, y
para no confundirse diré quién debe comenzar en primer lugar. El día de Navidad
Vértova hará de Pastor y Julia de Ángel, y de la misma manera ese día Lucía hará de
Ángel y Bartolomea de Pastor; y así seguirán el segundo día aquellas que hicieron de
Ángel harán de Pastor, y aquellas que eran Pastores harán de Ángeles; así siempre hasta
el final de la octava. Si te gusta es así.
Querida Lucía, el Señor nos ponga juntas en todo, lo fuésemos también en el
Paraíso, ¡una a la derecha y otra a la izquierda de San Luis! Dios quiera así.
Las Señoras Bosio te envían saludos, y también mis Padres y Camila. Seguiría
escribiendo, pero me falta papel y tiempo, por lo tanto, te espero en el Pesebre de
Belén.
33
Tu sincera Hermana y Amiga
CAPITANIO BARTOLOMEA
A la Apreciadísima Señora
CIVIDATE
AÑO 1826
A MARIANA VERTOVA
A MAYOR GLORIA DE DIOS
34
mañana, al mediodía y a la tarde, nos retiraremos con el espíritu a los pies de Jesús
Crucificado, y allí las cuatro unidas pediremos a nuestro dulcísimo Esposo por los pobres
pecadores. Finalmente como en este tiempo Jesús está casi abandonado por todos,
nosotras trataremos de hacerle continua compañía; por lo tanto estaremos siempre
contemplativas y evitaremos todo discurso superfluo. Esto es todo lo que yo puedo
decirte. Si tú, o las otras dos, me escriben alguna cosa, me gustará y procuraré hacerla.
Informa de todo esto a las queridas Romelli, salúdalas y dile que espero casi con
impaciencia encontrarme con ellas.
Hay otra cosa que deseo que hagamos juntas, y tengo la esperanza de que nos
ayudará mucho. Antes de compartirla, deseo recibir carta de las Romelli.
No puedo esta vez complacer tu deseo en cuanto a aquello que te decía: el
Señor no lo quiere. Tú mientras tanto reza, te complaceré la próxima vez, mortifícate. Te
doy el Crucifijo bendecido al momento de la muerte, y el rosario que recitándolo se gana
una vez al mes Indulgencia Plenaria, si además te confiesas y comulgas en el día que tú
elijas se ganan muchísimas Indulgencias parciales por cada oración.
Ya que deseas saber el costo del Corporal y de la Palia es de 17 Liras. Vuelvo a
darles mis felicitaciones para la nueva compañía de la Virgen María Dolorosa. Soy en
nuestro Señor Jesucristo.
Tu queridísima Hermana
BARTOLOMEA CAPITANIO
35
24.- Acompaña algunos escritos espirituales
36
25.- En ocasión de su enfermedad
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS Y MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
37
MALEGNO
A MARIA DO
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIA DO
38
MONTECCHIO
Al Reverendísimo Señor
39
El Señor Don ANGEL BOSIO
LOVERE
AL MISMO
VIVA JESUS Y MARIA
40
En la Comunión de esta mañana tuve los mismos pensamientos que ayer, y esta
tarde después de que supe que el Señor Párroco fue a Brescia, estaba segura de que se
fue por este motivo, y entonces nació una confianza tan grande en el corazón que
presentí que la gracia me era concedida. Como será después no lo sé, lo más hermoso es
abandonarse en las manos del Señor, haga él aquello que cree más apto para su gloria.
Le confieso sinceramente que tal noticia me ha traspasado el corazón por muchos
motivos, y yo que no soy fácil para llorar, en este encuentro derramé muchas lágrimas,
trataba de retenerlas lo más que podía. No encontré paz hasta que me abandoné
totalmente al Señor y le dije «Señor si lo quieres tomar, yo me abandono a tu Santa
Voluntad, esto es un sacrificio que me cuesta mucho, pero te lo ofrezco». He aquí mi
corazón tal cual es sinceramente.
Le pido por caridad, que recite una sola Ave María por mis intenciones.
Si está contento mañana desearía ir a contarle brevemente lo que me dijo una
Monja, iré un poco más temprano para no quitarle el lugar a otras.
Imploro humildemente Su bendición, mientras de corazón lo respeto
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
LOVERE
41
29.- Divide los meses del año entre cuatro amigas para prácticas piadosas.
Posdata
A LAS ROMELLI
SEA GLORIA A LA SOBERANA TRINIDAD. AMEN
42
novena, a fin de que se pueda comenzar a tiempo. Este mes dejemos pasar,
comencemos el próximo que le toca a la querida Vértova. Si les agrada, ésta es la
división que hice, si la aceptan lo hacemos o sino la dejamos de lado.
Háganle saber todo también a Mariana, porque no tuve tiempo de escribirle,
salúdenla muchísimo de mi parte; así como también al Señor Tío Don Carlos y la Señora
Angelina. Le ruego que recen tres Ave María por una urgente necesidad que tengo. A
encontrarnos en el Calvario, donde nuestro dulcísimo Esposo nos espera para consolarlo.
Soy en nuestro Señor Jesucristo
Su Hermana Fidelísima
B. CAP.
43
A las Honorabilísimas Señoras
Las Señoras Hermanas JULIA Y LUCIA ROMELLI
CIVIDATE
30.- Exhorta a ganar el Paraíso
A JERONIMA TABONI
VIVA JESUS CRUCIFICADO
44
31.- Pide disculpas. Exhorta a acompañar a Jesús apasionado. Alude al futuro
Instituto. Agradecimiento, etc.
A MARIANA VERTOVA
LA PAZ SEA CONTIGO. AMEN
45
CAPITANIO BARTOL.
46
32.- Parecer sobre la elección del estado. Mención acerca de la idea de un nuevo
Instituto. Propuesta de honrar a María en el mes de Mayo ganándole almas.
Agradecimientos por las oraciones que han sido eficaces para que Don Bosio se
quede en Lóvere.
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
5
Lo fue en el preparar compañeras para el Instituto, del cual no formó parte, y murió en el siglo.
47
Se está acercando el mes de nuestra queridísima y dulcísima Mamá. ¿Y qué
haremos, querida Mariana para honrarla? ¿Sabes qué es lo que tenemos que hacer?
Buscarle almas lo más que podamos: esto es un servicio que a María le agrada
muchísimo, y nosotras para agradarla debemos hacerlo con toda la prontitud y con todo
el fervor.
Se me presentaron varios obstáculos que me impidió reunir a las jóvenes; pero
estoy resuelta a sufrir cada cosa y hacer todo aquello que sea a mayor gloria de María
y sólo lo que me sea aconsejado. No sé a qué atribuir estos contratiempos, si al
Demonio, porque con eso busca amedrentarme, o bien a María, porque no le agradan
mis obras, que siempre parecen mal hechas y con un dejo de soberbia. Pide a María
que esté atenta a estas cosas. Tú eres muy dichosa porque puedes obrar mucho; hazlo
de corazón que María te da la recompensa. A las Romelli les entregaré el mes, ya que
por gracia me toca a mí hacerlo. Tus Comuniones tuvieron un buen efecto, eran
dirigidas al fin de hacer permanecer aquí en Lóvere al Señor Don Ángel, si esa era la
voluntad de Dios, y ahora puedo decir que es seguro que se quedará. Te agradezco
mucho, y haré también lo mismo por ti para no estar en deuda. La carta que me has
dado la entregué enseguida al Señor Don Angel Bosio, y él sintió un gran peso cuando
la recibió porque todavía no te había escrito, si quieres que le diga algo, escribídmelo.
Juana Bosio te saluda mucho y te pide que la encomiendes a Dios, lo mismo dicen tus
amigas, y mis Padres y Camila. Adiós queridísima del Señor.
Soy toda tuya.
48
33.- Envía algunas prácticas para el mes de Junio dedicado a San Luis. Pide
información sobre la salud de una compañera. Discreción en la multiplicación
de ejercicios devotos
49
CIVIDATE
34.- Se alegra por el bien realizado en el mes de Mayo. Las estimula a las
obras, preparando la próxima vida, máxime en la circunstancia del Jubileo
A LAS MISMAS
VIVA JESUS CRUCIFICADO Y MARIA DOLOROSA.
A ELLOS LA GLORIA
50
Luego recen mucho también por mí; la necesidad es muy grande. Recen 3 Glorias
al Espíritu Santo, y uno a San Luis, y 3 Ave María el día que recibías esta carta, para algo
muy importante.
Les mando las Camisas y adentro está el importe.
Salúdenme muchísimo a la Señora Angelina, y díganle que tengo muchas deudas
para con ella por el recuerdo que tiene de mí; díganle que yo me acuerdo continuamente
de ella, y con gusto recordaré las atenciones que de ella recibí, cuando la conocí.
Las Bosio las saludan mucho, y también mis Padres y Camila.
Nuestro amable Luisito sea nuestro modelo en estos días, y el Paraíso y el
Calvario sean nuestra morada.
Soy en Nuestro Señor Jesucristo
51
35.- Oposiciones a la fundación de su Instituto. Su firmeza de ánimo
A MARIANA VERTOVA
52
Además te pido que me digas cómo está la Señora Justina, sabes que la aprecio
mucho. Si le escribes al Señor Don Ángel no le digas nada de cuanto te dije, te avisaré
cuándo podrás contarle.
Ya comenzó la novena de la Visitación de María Santísima y yo te envío una
pequeña carpeta, que harás el favor de copiarla y dársela a las Romelli.
Encomiéndame a Dios por favor, tengo mucha necesidad, di según mi intención
por tres días tres Gloria a San Luis. Hace tiempo que le pido un favor pero no lo hizo,
porque no lo merezco, por eso pedidle tú fervorosamente que estoy segura que me lo
cumplirá. Decidle a las Romelli que me hagan ese favor.
Adiós, querida Mariana, amemos el sufrimiento y la cruz, y procuremos vivir y
morir en ella a imitación de nuestro querido Esposo. Recibe mil saludos de parte de
todos los que conoces.
Soy en Nuestro Señor Jesucristo
53
A JERONIMA TABONI
AMEMOS A JESUS Y A MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Señora JERONIMA TABONI
BRENO
54
A MARIA DO
Tu Afectísima Amiga
CAPITANIO BARTOLOMEA
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIA DO
MONTECCHIO
55
A LA MISMA
P.D: Deseo mucho verte, trata de sanarte pronto, así puedes venir a visitarme, y
quedarte aquí si estás curada, para tomar fuerzas ya que tal es el pensamiento de tu
hermano y yo lo deseo mucho, me pone muy contenta pensar que estarás aquí.
A la Estimadísima Señora
La Señora MARIA DO
MONTECCHIO
39.- Pide penitencias para el Jubileo
56
A DON ANGEL BOSIO
VIVA JESUS Y MARIA
57
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
41.- Pide oraciones para las Santas Misiones. Su humildad. Pacto de unión
espiritual
58
A MARIANA VERTOVA
ALABADO SEA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
MALEGNO
42.- Informa acerca de su enfermedad. Jubileo. Mes del Ángel Custodio
59
A LAS ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA CON EL ANGEL DE LA GUARDA
EN SU COMPAÑÍA
43.- De su enfermedad
A MARIANA VERTOVA
60
Lóvere, 30 de setiembre de 1826
Queridísima Hermana mía,
Hoy me siento con un poco más de ánimo para escribir; por lo tanto dedicaré
dos líneas escritas en letra arábiga a mi querida Mariana. Estoy muy sostenida po r el
amor que me tienes, y por eso te agradezco mucho, y además porque deseas saber el
carácter de mi enfermedad, te digo que ha sido una fiebre de aquellas que hay aquí en
el pueblo, pero mansa, acompañada de ciertos malestares que me hacían tener miedo;
especialmente la primera noche que pensaba que no llegaba al día, y ya había hecho el
ofrecimiento al Señor. Esta fiebre lenta me duró algunos días, luego cesó, y después de
unos días volvió con la misma intensidad de la primera noche y duró varios días. Ahora
estoy mejor, y si no me vuelve, eso espero, me restableceré pronto, si Dios quiere.
Aunque la enfermedad haya sido suave, me dejó una extrema debilidad, que
después de diez o doce días en cama, al levantarme no podía mantenerme en pie
porque me temblaban las piernas. Estos son los avisos del Señor, pero yo no los
aprovecho. En cama recibí también el Santo Jubileo, pero soy más mala que antes, por
eso me encomiendo a tus oraciones. Yo, en la cama, aun siendo tan pobre tuve siempre
presente el pacto que hicimos, recuérdate que mi necesidad es extrema. Te mando dos
libros que había comprado antes de enfermarme; los otros te los enviaré cuanto antes,
si el Señor me regala la vida. Adiós, querida hermana, hazte Santa que lo deseo de
corazón. Soy en Nuestro Señor Jesucristo
Tu Afectísima Hermana
CAPITANIO B.
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
MALEGNO
61
A JERONIMA TABONI
VIVA JESUS Y MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Señora JERONIMA TABONI
BRENO
62
A CATALINA BAZZINI
46.- Agradece. Compañía del Amor de Jesús. Pide un trato de mayor confianza
63
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
64
A GIACOMINA BANZOLINI
ALABADO SEA DIOS
A la Estimadísima Señora
La Señora GIACOMINA BANZOLINI
SARNICO
65
A LAS ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA
66
misericordia y de cosas santas, donde no se oían tiempo atrás sino horribles blasfemias.
Ver tantas personas que hacia 5, 10, 15 y 20 años que no se confesaban, hacer
Confesiones larguísimas y llenas de arrepentimiento. En fin, ver tanta gente que en el
pasado casi nunca concurría a la Iglesia, y ahora se quedan tres, cuatro y hasta cinco
horas corridas. ¡Ah! queridas hermanas, les digo sinceramente que todas estas
misericordias de nuestro buen Dios colman de tal manera mi corazón, que no puedo
contener las lágrimas, y desearía poder agradecer tanta bondad, pero ¿cómo puedo
hacer? ¡Ah! querido Jesús, tú que has triunfado, tú que con tanta bondad, nos has
enamorado de ti, y atraído en tu seguimiento, ¡vamos! haz que nuestra respuesta a
tantas gracias satisfaga al deber de agradecerte.
Y Ustedes, queridas amigas, en cuyo corazón arde la hermosa llama de la caridad
hacia el prójimo, comprométanse con las oraciones y con las penitencias a obtenernos la
santa perseverancia, y más aún recen por aquellos pocos, en el caso de que los haya,
que empecinados en sus males, todavía no han abierto el corazón a la voz del Señor.
Digan a nuestro amabilísimo Esposo «Que por un solo pecador, para que se
convierta y salve, están dispuestas, a dar la sangre, la vida, las posesiones, la salud, y
hasta el Paraíso».
¡Ah! si tuviéramos la suerte de salvar un alma y hacerla feliz por toda una
eternidad, qué alegría, qué gozo ¿verdad? Por lo tanto esforcémonos en hacer lo posible
para ayudar a nuestro prójimo, y nosotras dejémonos cuidar por nuestro amado Esposo,
y estemos seguras del Paraíso.
Me parece que no les disgustará que les proponga algo para hacer juntas hasta la
Epifanía, en honor del Santo Niño, y que por culpa mía, nada hicimos juntas en su
Novena. Les cuento mi idea. Haremos las cuatro, cuatro distintos oficios, según lo que
nos salga en suerte. Comenzaré: a Lucía le tocó hacer el Pastor, por lo tanto cada día
formará un hermoso canasto de virtudes, y a la noche lo llevará como don al Santo Niño,
ofreciéndolo por ella y por nosotras, y pidiéndole para todas su bendición, y junto a eso
en nombre de todas le dará también un beso. A Mariana le tocó el oficio de Ángel, por lo
tanto tres veces al día irá espiritualmente al Santo Pesebre, y pedirá a Jesús que nos
conceda a las cuatro su amor, junto a todas las otras gracias necesarias para hacernos
Santas; practicará de manera particular la santa pureza que es aquella virtud que nos
hace semejantes a los Ángeles, y tendrá su corazón y su espíritu siempre en el Paraíso y
en el Santo Pesebre cerca de Jesús, pidiendo mucho por la salvación de los pobres
pecadores.
A Julia le tocó hacer el oficio de San José, por lo tanto procurará estar con el
espíritu y con el corazón unida a su querida María que en estos pocos días llega a ser su
Esposa por el oficio que hace. Se ejercitará en muchos actos de caridad espiritual y
corporal, entendiéndose con estos alimentar a Jesús y a María. Todos los días pedirá al
67
Niño Celestial alguna gracia indicada por aquellas personas que sabe que tienen
necesidad, y pedirá una cada día también por nosotras cuatro a María Santísima. A mí
me tocó hacer el oficio de María su Mamá; me avergüenzo de decirlo, pero justo en
suerte me tocó a mí. Aunque soy indigna de esta gracia, trataré de corresponder de la
mejor manera posible a estas mociones de mi amabilísimo Esposo, que busca todos los
medios para despertarme de mi debilidad. Ya que soy yo la dueña de Jesús y su Mamá,
en estos días trataré de no hacerlo llorar con mis defectos. Estudiaré también cómo
agradar a aquellos que se acercan a Jesús, con sufrir un poco de frio cada día, lo
calentaré, con el privarme de algún alimento y darlo a los pobres le daré de comer. Tres
veces al día lo adorare profundamente, y varias veces lo recibiré en mis brazos, lo
acariciaré, lo besaré, le pediré por las cuatro, y por todos mis pobres pecadores, y
trataré de hacerlo dormir en mi corazón y en el de Ustedes, y de estar con el corazón y
con el espíritu junto con mi querido Niño. Al sonar las tres Ave María, nos uniremos las
cuatro en el Pesebre de Belén, donde dejaremos nuestras ofrendas, y pediremos a Jesús
y a María que le sean agradables. He aquí mi idea; hagámoslo, que espero esto sea
agradable a Jesús.
Deseo pedirle a las dos si pueden hacerme un gran favor, que es el de escribirme
los dos libritos que ahora les envío. Que Lucía me complazca con aquel que comencé,
escribiendo después de terminar el agradecimiento de la Santa Comunión, aquello que le
agrada, y Julia, que escriba todo el otro, copiando del primero. Son de dos jóvenes
convertidas a Dios hace poco tiempo; por lo tanto me apremia su amistad, y no teniendo
como adherir a su deseo, me apoyo en Ustedes, y les pido este favor. Termino, porque
no tengo más lugar y las dejo en el Paraíso cerca de Jesús. Esta vez suplí las otras
extendiéndome con ésta un poco más.
V.S.B.C.
AÑO 1827
68
A MARIANA VERTOVA
A LAS ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA
69
Enero de 1827
Amadísimas Hermanas,
He aquí las prácticas para este tiempo. Hacedme el favor y comunicadle a las
queridas Vertova, Rizieri y a las hermanas Mora, si están todavía y saludádmelas a todas
cordialmente. Gozo que comenzaste las Santas Misiones, y deseo que las aprovechen. En
este instante, me entregan la carta de Julia y el librito escrito, del cual les agradezco
enormemente. Recibí la carta con los Corporales, pero ahora no se lo puedo dar, porque
no estoy en condición. Cuando pueda se los enviaré. Adiós queridísimas. Soy
Su pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
6
Prospecto en el cual la Capitanio indica los días sacados por ella en suerte para practicar algunas
ejercicios devotos entre los socios de la Pía Unión de los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
La asociación estaba formada por 12 Sacerdotes y 72 Vírgenes, en parte religiosas de Santa Clara,
y en parte seculares
7
Reverendo
8
Hermana lega
9
Madre abadesa, Madre ecc.
70
Recibí la carta de Ustedes y me fue gratísima. Agradezcamos a Dios que también
mi Hermana está contenta: deseo que la alegría perdure, puesto que no hay mayor
felicidad en el mundo que la paz del corazón y los consuelos espirituales. Pero no puedo
esconderles la envidia que siento por el estado que se encuentran Ustedes colmadas de
cruces, este es el estado que más nos asemeja a nuestro dulcísimo Esposo Jesús
Crucificado, y por eso es ésta la mayor gracia de un alma amante de Jesús.
Efectivamente, ¿hay algún Santo, que no haya tenido cruces y cruces muy grandes? ¡Oh!
¡padecer! iqué precioso eres y cuán amado por las almas colmadas de Santo amor! ¡Oh!
Cruz, ¡qué deseable me eres, porque por tu intermedio unes el alma al querido Bien!
Queridas Hermanas, amemos mucho el sufrir y rueguen mucho por mí a fin de
que sepa aprovechar las pequeñísimas cruces que el Señor se complace en enviarme.
Les mando los libritos que me pidieron, y les advierto que en nuestra casa está su
paraguas.
Camila, las Bosio, mis Alumnas, y todas sus conocidas, y también mis Padres, les
envían sus afectuosos saludos. Ustedes saluden de mi parte a la Señora Angelina.
Deseando que el Señor las colme de sus favores y de sus celestes consolaciones,
me declaro
Su pobrísima e indigna hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
A UNA AMIGA
VIVA JESUS CRUCIFICADO Y MARIA DOLOROSA
71
Estoy muy agradecida de tu queridísima carta, y tanto más porque la deseaba
muchísimo. Como lo deseas te envío 3 Libritos, el importe de los mismos es de 10 Liras
cada uno, es decir 1:10 Liras. Deseo que te puedan ser útiles, y con toda confianza
decímelo.
Dale cien mil saludos a tu Hermana, y a la Señora Lucia, a la cual le dirás que
estoy en deuda con un encuentro y lo haré en cuanto pueda.
Desearía que me hagas un favor, recordar a la Señora Lucía la promesa que me
hizo de darme algo en memoria de la bienhechora Señora Justina; pero decídselo de tu
parte, sin decirle que yo te lo dije.
Querida amiga y hermana, el Calvario sea el lugar de nuestra morada,
quedémonos allí para compadecer los dolores intensos de Jesús y de María, aquí
aprenderemos a sufrir por Jesús, aquí nos haremos Santas: Por caridad, encomiéndame
a Dios, la necesidad es particular y extrema, por lo tanto si tienes caridad en tu corazón,
tienes que ejercitarla con la oración por una que más que todas tiene necesidad.
El Señor Don Angel Bosio, mi Hermana y nuestras discípulas te saludan mucho.
Deseándote una buena cantidad de cruces, junto a una gran paciencia, soy en nombre de
Dios.
A LUCÍA CISMONDI
ALABADO SEA JESÚS Y MARÍA
72
en el pasado. Basta: pide a Dios también por mí, que me harás una gran caridad, y El la
hará. Muchas de mis amigas hacen conmigo un viaje con Jesucristo al Calvario. Varias
prácticas para este viaje se establecieron y todas están adaptadas y conformes con
nuestro proyecto.
Pero para hacer este viaje es necesario ser 14, me viene en mente pedir a
Jerónima Taboni que nos acompañe, y se una en espíritu a hacer este Santo Viaje. A
decir la verdad he dejado de lado este pensamiento varias veces, porque me parecía muy
audaz a pedirle, casi sugerir las prácticas, siendo Usted aquella que las debe sugerir a
nosotras; pero el deseo de participar de tu bien me hace dar un paso, esperando en tu
bondad que la atribuyo a un efecto de la amistad. Este viaje lo comenzaremos el
Domingo de Pasión y lo seguiremos hasta el Viernes Santo.
Espero ahora incluirle la hoja de las prácticas, pero si no tuviera tiempo de
copiarla nuevamente, se la enviaré por medio de las Romelli y de la Vertova, porque la
Señora Giacomelli dentro de poco volverá a buscar la carta, y tal vez no tendré tiempo
de copiarla. Si está contenta hágame el favor de decirlo a la Taboni que espero le
agradará.
Ahora le digo las otras Compañeras que creo que Usted conocerá a todas o a casi
todas. Estas son: la hna Francisca Parpani, la hna Paula, Juana Bosio, Lucia Bosio,
Francisca Bosio, Lucía y Julia Romelli, Mariana Vertova, Catalina Bortolotti, María Conti,
Marta Mora, Ustedes dos y yo. El motivo por el cual es necesario ser 14 es porque nos
imaginamos hacer las veces de los 12 apóstoles, de María Santísima y de Santa María
Magdalena y en suerte10 sacamos uno para cada una, para asemejarse y en él poner toda
la confianza. A Usted le tocó San Matías, y a la Taboni, San Lucas, como ven en las
tarjetas que le incluyo aquí.
Mucho deseo verla, y entretenerme con Usted a solas, por lo cual le pido que me
complazca.
Salúdeme a la Taboni, y pídele el sufragio de sus oraciones para mi pobre alma.
Desearía tener tiempo para entretenerme con Usted por lo menos por escrito, ya
que no puedo personalmente, pero me conviene terminar para tener tiempo de escribir la
hoja que le mencioné.
El Señor Don Angel Bosio me dejó saludos para Usted.
Acuérdese por caridad de nuestro pacto, y sin más nos vemos en el Calvario.
¡Dale! Con sus Oraciones obténgame un poco de amor de Dios. Soy en nombre de Dios
10
Es decir uno de estos personajes
73
P.D. Terminé la hoja y se la incluyo. Le pido no hacerla ver a ninguno, solo a la Taboni a
la que le pido comunicarle todo, porque no tengo tiempo de escribirle. Le pido que me
escriba, que sus cartas me consuelan mucho. Le agradezco.
A la Apreciadísima Señora
La Excelente Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
A LA MISMA
VIVA JESÚS Y MARÍA
74
El Reverendo Señor Don Esteban Dò me recomendó mucho que le diga que no
envía su carta a la Señora Fenaroli: mucho le agrada la humildad, pero que en este caso
desea que usen la caridad; pero espera sin falta una carta análoga a su deseo, de enviar
a esta Señora.
Para el mes de Mayo nosotros hemos fijado alguna práctica, Ustedes se enteran
ahora y espero que estén contentas, le ruego yo y todas mis compañeras de asociarse
con nosotras. Di también a la Taboni que a ella la deseamos para ser nuestra compañera.
Le envío la hoja, las tarjetas, etc, de aquello que hemos preparado para honrar a nuestra
dulcísima Mamá María. Si desean tener las prácticas que se hacen en común en la
Congregación, háganmelo saber, que pronto se las envío.
Creo que puede darse cuenta de que le hablo verdaderamente de corazón y de
que la quiero como Hermana y Amiga. Quisiera que lo mismo hiciera Usted conmigo, y si
ve que algunas de las muchas cosas espirituales que Usted hace, pueden servirme
también a mí, si le parece que estoy en grado de hacerla, le ruego, a título de caridad,
me las sugiera. Lejos, la humildad donde entre la caridad; lejos el respeto humano, aleje
todo eso, piense que puede ayudar a un alma que así cooperará a la gloria de Dios, y eso
es suficiente. Esperará por lo tanto el triunfo de la caridad para con mi pobre alma. Que
Dios continúe a hacerla toda suya con sus gracias, que lo deseo de corazón. Muy
agradecida a la Dignísima Señora Pierina Giacomelli, y doblemente gracias a la querida
Mamolina.
Soy en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
75
55.- Invitación a honrar a Jesús y a María
A LAS ROMELLI
SEA ALABADO JESÚS Y MARÍA
76
Muchas gracias denle a sus Mayores, y muchos saludos a nuestras Compañeras de
la Escuela.
Amen a María también por mí, y recen para que yo sea digna de amarla.
El amor santo de Jesús y de María nos abrace a todas, y nos haga dignas del
Santo Paraíso.
Adiós, mis queridísimas, nos vemos el Lunes a la tarde a los pies de María
Santísima.
No tuve ninguna respuesta de la carta que escribieron al Señor Don Angel, y
mañana se va. Adiós de nuevo. Soy
P.D. Hoy me entregaron la carta del Señor Don Angel que encontrarán aquí junto a esta.
A las Apreciadísimas
Las Señoras Hermanas ROMELLI
ISEO
77
están Ustedes, y yo no puedo que envidiar su suerte, y animarme también yo a hacerlo
de corazón, que María lo merece, y Ella les dará la recompensa. Recen también por mí,
para que no me pierda en el camino.
Los de casa están todos sanos, y creo que hoy su Señor Tío partió para las
Misiones.
La Madre Parpani me pidió que les escribiera, las saluda muchísimo y les
recomienda el mes de María. Por caridad recen tres Ave por ella que escribió la hoja que
adjunto, y una también para Bartolomea que se la envía.
Todas sus amigas y mi hermana les envían muchos saludos. Les recomiendo
darme alguna noticia de Ustedes, y espero sin falta su carta.
Nos vemos el Lunes a la tarde a los pies de María Santísima. Mientras tanto deseo
que el amor santo de Dios las abrace y las consuma todas. Adiós. Soy en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo
Su Afectísima y Agradecidísima Amiga
CAPITANIO BARTOLOMEA.
A Mariana Vertova
VIVA JESUS Y MARIA
Lóvere, 28 de abril de 1827
Hermana mía querida,
Tienes razón de quejarte de mi silencio; pero créeme, no es un silencio culpable.
He estado un poco enferma, y desde entonces me hace mal hacer algo. Te escriba o no,
tu memoria está siempre impresa en el corazón y en la mente.
Me había olvidado de hacerte hacer el librito que me habías pedido; por ahora no
está listo, discúlpame, pero en la primera ocasión te lo enviaré. Hemos fijado algunas
prácticas para el mes de Mayo, tú también tomarás parte si es que te agrada. Te envío
las hojas, y te pido de hacer copia y luego enviarla a Lucía Cismondi junto a la carta que
te adjunto. En la hoja del sorteo verás que el número 3 está equivocado, tú cópiala bien
y luego envía tu copia a la nombrada.
78
Ese sea tu compromiso, si te agrada el honor de María, de hacérsela llegar con
tiempo.
Ama a la Virgen también por mí, oh queridísima, y pídele que me haga digna de
amarla. Haz mucho, mucho por María en este mes, y serás recompensada.
El apuro que tengo no me permite prolongarme, por eso deseándote la santidad y
la virtud, me declaro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
MALEGNO
79
Compañeras están todas fervorosas, y me da envidia: lo mismo estoy segura que será
así en Ustedes.
¡Oh! ¡Afortunadas aquellas que aman a María, tienen asegurado el Paraíso!. Y bien
lo merece la querida Mamá, mientras tantas gracias comparte a todos, pero más a quien
la ama con un corazón verdadero. Por caridad rueguen por mí, para que no quede en el
camino, rueguen a María para que sea digna de amarla tanto. Todos los de casa están
sanos y las saludan: lo mismo todas sus amigas, y mi Hermana.
La M. Parpani premurosamente me encargó de escribirles, y de enviarles sus
saludos.
Deseo verlas, o al menos recibir sin falta su carta, que me cuente cómo se
encuentran. Deseo que el amor santo de Jesús y de María, las abrace todas, y yo con el
mismo gusto tengo el honor de decirme
80
cansarse demasiado, porque temen por su salud, y están preocupados porque vieron a
Su Reverencia irse un poco enfermo. No le digo nada respecto a su salud porque estoy
segura que no me escuchará: pero lo que no digo a Usted, se lo digo por Usted al Señor,
y por ese motivo le pido de corazón. El Hospital marcha muy bien: de los dos que
estaban por entrar, uno entró y el otro lo hará pronto. Respecto a Simón Sacella aún no
se restableció; y al querer arreglar algunas cosas, parece que estuvo por surgir un
embrollo, de manera que mi Reverenda Madre Superiora 11, Catalina Gerosa, decidió
esperar a Su reverencia y mientras tanto hacer lo que se pueda.
Quiera el Señor bendecir al fin, también el Instituto que piensan formar aquí. Lo
deseo vivamente y de corazón, pero temo hasta de anhelarlo demasiado, por esto en
lugar de pedir al Señor que se apresure, me conviene decirle que haga su Santísima
voluntad, y que estoy dispuesta a esperar aún cien años, si El así lo quisiera. Por otra
parte temo que este gran deseo, si bien no me intranquiliza, no proceda de un verdadero
anhelo de bien mayor; sino más bien de amor propio, para liberarme de aquellas
pequeñas cruces que el Señor se digna enviarme en mi estado actual. De todos modos,
que sea lo que el Señor quiera y todo resultará bien, o pronto o tarde, como a Él le
plazca.
Ya que le escribo quiero pedirle algo que nunca me animé a pedirle personalmente
a pesar de que me apremiaba mucho. Usted por exceso de bondad se dignó hacer
conmigo el pacto de ambos participar del bien que pudiéramos hacer; esto me es muy
querido y lo atribuyo a una gracia especial de Dios; pero quisiera también pedirle que
prolonguemos este pacto no sólo hasta la muerte, sino hasta que el Señor nos haga la
gracia de entrar los dos en el Paraíso: entonces ya no necesitaremos de pactos, pero en
el Purgatorio nos serán de mucho alivio; de manera que le ruego que no me niegue esta
caridad. Personalmente no poseo nada, Usted bien lo sabe, pero estoy unida con muchas
almas excelentes, de modo que si no participa del bien que no hago, tendrá igualmente
parte en lo mucho que realizan mis queridas Compañeras.
Le pido, por caridad, dígale a la Virgen algo por mí, a fin de que me dé la gracia
de servirla dignamente en el mes a Ella consagrado.
Le auguro santidad y salud, y con mucho respeto le beso la mano y tengo el honor
de considerarme
Su Devotísima Humildísima y Agradecidísima Hija Espiritual
CAPITANIO BARTOLOMEA
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
PAISCO
11
Con ese título llama desde ahora a su futura compañera de Instituto Catalina Gerosa. Esta tenía
ya en gran parte erigido, con su dinero, el Hospital de Lóvere, que se abrió el 1º de Diciembre de
1826 y del cual la Capitanio será nombrada Ecónoma y Administradora
81
60.- Se acusa de su soberbia. Compañía del Amor de Jesús
A LUCIA CISMONDI
SEA AMADA LA SANTISIMA VIRGEN
82
doy cuenta de que hasta nuestras uniones, favorecen mi soberbia, imaginando que yo
soy la causa del bien que realizan todas mis Hermanas. Mi Confesor no cesa de
sugerirme medios para arrancar de mí este vicio y al respecto, hasta me ha hecho
muchas advertencias, entre las cuales la que más miedo me da, es ésta: me dijo que
temía que mi soberbia pudiera llegar a ser mi ruina. Querida amiga, por caridad, ahora te
he revelado mi corazón con el fin de ser ayudada por tu caridad a superar este escollo
que se me hace casi inevitable, si no fuera por el consuelo de la confianza que debo tener
en mi Dios, y la esperanza de que tú también te empeñarás por mí. Todo lo que puedas
sugerirme al respecto, no me lo ahorres, te lo ruego por amor de María: y cuando reces
por mí, no pidas otra cosa sino que la santa humildad. Te digo de corazón que si tú
estuvieras en mi situación, yo haría lo mismo por ti. ¿De qué me valdría en el momento
de la muerte haber hecho algo de bien, si luego el Señor me lo reprochara diciéndome:
¿«Recepísti mercedem tuam»?
Tu amistad me es muy querida, y si llegara a perderla, lo consideraría un castigo
de Dios. Por eso aquello que dije a la querida Faboni no lo tengas en cuenta, que lo dije
por soberbia, y mientras demostraba exteriormente disgusto por no haberme prestado
atención, mi corazón por soberbia se alegraba.
De mi parte quiero procurar conservar nuestra amistad, porque veo que he
encontrado en ti una amiga que con el ejemplo y con las advertencias ayudará mucho a
mi alma. Por esto deseo muchísimo hablar contigo personalmente: si te agrada, quiero
hacer contigo otro pacto que espero que será de gran ayuda a nuestras almas. Si está en
tu posibilidad la elección del día de tu venida desearía que vinieras el jueves, porque ese
día tengo más libertad; pero si no puedes, viene cuando más te agrade, que yo también,
si estaré ocupada, me desocuparé.
Perdona lo que te he escrito, perdona mi soberbia, y de corazón te ruego de
continuar tu confianza y amistad; y esta sea toda orientada a fin de ayudarnos
recíprocamente.
Te mando tus libros, y te agradezco la prontitud y la caridad que has tenido. El
Director de nuestra Compañía escribió los nombres de las Hermanas de nuestro pueblo,
él piensa hacer entrar otras. Cuando hayan hecho el Noviciado te mandaré sus nombres.
Me consoló mucho el ver a tantas almas buenas dedicadas al amor de Jesús, ¡fuese yo
también digna de seguirlo al menos de lejos!....
Hoy pienso escribir a la Señora Giacomelli, y te adjuntaré la carta, si llego.
A ella por esta vez no le hablaré con tanta confianza como lo hice contigo; pero tú
mostradle la necesidad de mi alma, especialmente en cuanto a la humildad y pedidle que
me encomiende a Dios y a María.
El Santo amor de María Santísima nos queme a las dos y yo tengo el consuelo de
decirme
83
La más fiel y afectuosa entre tus Amigas
CAPITANIO BARTOLOMEA
61.- Envía las prácticas para los Domingos de San Luis. Desea encomendar el
futuro Instituto al Monseñor Obispo
84
Su Devotísima y Agradecidísima Hija en Jesucristo
CAPITANIO BARTOLOMEA
A MARIANA VERTOVA
SEA ALABADO EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPIRITU SANTO. AMEN
85
Te envío también el hilo de hierro, pero tú usa solo la mitad que cuesta 4 Liras,
con la otra mitad te pido hacer una cadenita y mandármela, que la prometí a una amiga
mía, y no tengo tiempo de hacerla. El Señor pagará tu caridad.
Querida Mariana ¿Qué hacemos por María? ¡Oh! ¡Qué hermoso obrar por esta
dulcísima Mamá! Atribuyo a una gracia especial de María esos hermosos y humildes
sentimientos con los que me abres tu corazón. La Santa humildad es precisamente
aquella virtud que nos hace muy queridas de Dios, aún lo más pequeño se torna
meritorio. Conocemos el valor por el aprecio que tuvieron Jesús y María. Jesús es
considerado por todo un pueblo como el peor de todos los hombres, y por eso ¡es
crucificado sobre el madero infame de la cruz! María, la más grande, la más excelente, la
más Santa entre todas las creaturas, se considera la más indigna de todas y ¡busca todos
los medios para vivir en una continua abyección!... Y nosotras, ¿amaremos ser honradas,
alabadas, apreciadas, estimadas?...
Te confieso ingenuamente que he recibido gracias muy grandes del Señor, pero
mucho temo que precisamente por mi soberbia, el Señor detenga el curso de sus
misericordias, haciendo justamente uso de su justicia. Créedme, hablo de mí misma, esta
pasión de la soberbia está tan enraizada en mí que sólo la Omnipotencia divina podrá
liberarme.
Si hago alguna obra buena, la vanidad o la complacencia o algún fin humano me
roban todo el mérito.
Hasta en estas nuestras santas uniones encuentro alimento para mi soberbia al
imaginar que soy la causa del mucho bien que hacen mis piadosas Hermanas. En fin, te
digo que este es un laberinto para mí, que cuando comienzo a pensar tiemblo y me
parece estar cerca de mi total ruina. Pero me queda aún una gran esperanza en María.
Ella es la Madre de los humildes, esta gracia la quiero realmente también para mí.
Busquémosla juntas, y esforcémonos hasta lograrla. Que en el futuro nuestra amistad
esté totalmente dirigida a estimularnos mutuamente.
Todo cuanto te parezca «que pueda ayudarme», ya sean consejos, correcciones,
inspiraciones, prácticas y hasta tu mismo método de vida, no dejes de ofrecérmelos:
verás que no seré avara contigo. Querramos o no, quiero que alcancemos el Paraíso;
ayudémonos, por lo tanto mutuamente a recorrer este camino dificilísimo, y en esto,
confiemos mucho en María.
Deseo saber aquello que haces con las jóvenes de tu pueblo en este mes para
honrar a María.
Si me complaces, me alegrarás mucho.
Hoy han comenzado los Domingos en honor del Inmaculado Joven San Luis.
86
Un consuelo particular me inundó hoy el corazón. Lo atribuyo a mi queridísimo
Luisito. ¡Quiera Dios que de una vez por todas, según el ejemplo de este Santo, me
consagre enteramente a El!...
Lo deseo de corazón. En estos seis Domingos ten como intención particular rezar
a este Santo por el buen éxito de nuestro Instituto.
Pedidlo de corazón y haz que también otras lo hagan, puesto que la necesidad es
grande.
Me conviene terminar porque empiezo a sentir cansancio.
Espero una larga carta tuya, y con todas las confidencias. Creo que tú estarás
satisfecha de esta mía, y si deseas saber algo de mí no tienes más que decírmelo, que yo
te complaceré. Perdóname si soy negligente para escribir, pero no puedo hacer más. Te
dejo bajo el Manto de la Virgen a enloquecerte con su Santo Amor. Todas tus
Compañeras te saludan mucho. Cien veces adiós. Soy en nombre del Señor
A VOLUNNIA BANZOLINI
ALABADO SEA JESUCRISTO Y MARIA
87
más o menos según lo que le dicta su caridad para con los pobres enfermos. Dios le dará
la recompensa, y yo porque la conozco mucho tengo gran confianza en ser satisfecha.
Su librito lo escribiré cuanto pueda, y pronto tendrá el libro que me pidió.
Colmada de afecto y de estima tengo el honor de decirme
64.- Una aflicción de su espíritu. Lo consuela por una cruz que le ha tocado
88
de paz, y hablé con ella; es toda calma y me calmó mi queridísima Madre Maestra),
porque mucho me llevaba a pensar de que estaba enojada. Varias veces me vino el
pensamiento de recurrir a María, pero sentía vergüenza porque la traté tan mal; no podía
casi mirarla, y me parecía que me diese razones de su malcontento, con el no favorecer
su honra.
Pero, María es siempre María, no tiene en cuenta los despropósitos de sus hijas, la
ama y las favorece como una tierna Mamá, aunque cuando son poco leales e infieles.
Esta mañana apenas entré en la habitación miré su Imagen, y me parece que me hizo
una hermosa mirada, pero yo me quedé en mi aflicción. Cuando luego, Usted me mandó
la orden de hacer algo por María, ahí me consolé verdaderamente. Me parece que María
me dice que desea ser servida por ti. Todo el padecimiento en un único punto
desaparece, y me entró en cambio una alegría tan grande que me hizo estar alegre todo
el día. Con esto María me dio coraje de acercarme y encomendarme a Ella, y por ella
espero recibir también el Espíritu Santo.
Ahora yo estoy feliz y contenta, pero espero que María, y más aún el Santo
Espíritu Divino, consolará a Su Reverencia.
Me afligió mucho oír acerca de su padecer. Lo primero que se me ocurrió fue
pedirle al Señor que me hiciera participar de su pena, pero me reconocí indigna y
demasiado débil, por eso no me animé a hacer tal súplica. Permítame que le diga lo que
siento al respecto, aunque se trate de algo que no me corresponde.
Sinceramente hasta ahora me había estado preguntando y no entendía como el
Señor que suele pagar con cruces a las almas que se fatigan por su gloria, para Usted no
permitía sino honores y alabanzas, y yo misma le pedí que Usted fuera la persona más
humillada, contrariada, abandonada, injuriada, etc.; pero el Señor quiso sacarme esta
duda, permitiéndome conocer algo de su padecer. Agradezcámosle al Señor. Así como
me duele por una parte verlo tan afligido, por otra pruebo consuelo, y anoche por todo
esto, recité dos veces el Te Deum, agradeciéndole al Señor porque se digna enriquecer
su alma con gracias tan grandes. Este padecer es para Usted aquella Cruz que a mí
también me hace desear, pero que el Señor no se complace en otorgármela porque no la
merezco. Me parece ver su Angel Custodio anotar en letras de oro en el Libro de la vida
todos sus pasos, todas sus palabras, todos sus suspiros, todas sus acciones, porque
haces cosas más allá de la repugnancia que encuentra; pero sobre todo me parece ver a
Jesús detrás de la Cruz que está mirándolo a Su Reverencia. con ojo de predilección, y
complaciéndose de su padecer, donarle nuevas gracias sin que Ud. se dé cuenta.
Ame la Cruz, pues ésta lo hará gran Santo, y aunque yo no haya tenido nunca la
suerte de llevarla, envidio las almas a quienes el Señor favorece con tan rico tesoro.
Tenga paciencia, después vendrá la calma y espero que el Espíritu Santo querrá
consolarlo y dejarlo satisfecho. Muchas almas pequeñas y buenas ruegan por Usted, pero
89
sin saberlo, y les hice ofrecer por tres días todo el bien que hagan con este fin. Estoy
segura de que Dios escuchará sus inocentes oraciones. Yo buscaré el momento oportuno,
es decir el encuentro de nuestra Coronación, puesto que me toca a mí sostener el Manto
de María, bajo el cual lo dejaré, y allí puede estar seguro. También Usted acuérdese de
mí, rece para que no sea ingrata con el amor de mi Dios y de mi querida Mamá.
En este encuentro le envío su libro y le pido la acostumbrada caridad de enviarme
otro. Le incluyo algunas hojas de las faltas de soberbia. Así le pido bendecir los dos
rosarios que aquí encontrará.
Por caridad perdone tanta confianza en todo, conozco que me abuso
continuamente de su bondad, pero no sé disculparme; tenga paciencia que el Señor se lo
recompensará.
Reverenciándolo agradecidamente, y pidiéndole su bendición tengo el honor de
decirme
90
65.- Su apertura de conciencia y docilidad. Humilde sentir de sí misma
AL MISMO
SEA ALABADO Y AMADO JESUCRISTO
91
siquiera una Cristiana principiante: por mi falta de correspondencia temo que el Señor
llegue a cesar de darme sus gracias, dejándome abandonada a mis pasiones. Hasta
ahora el Señor ha sido demasiado bueno conmigo, mientras que yo o con un defecto u
otro, especialmente con la disipación quería distanciarme de Él, El de inmediato se hacía
sentir, y con internos reproches y con remordimientos y con intranquilidad, no cesaba
hasta que volvía al primer fervor. Pero temo que también esta especialísima misericordia
llegue a retirármela, y que después de haber llamado y vuelto a llamar deje de mirarme.
Pienso también que no pueden agradarle esas pocas cosas que hago bien, al estar tan
mezcladas con la soberbia y con las imperfecciones. Y de que no le agradan, me parece
tener una prueba en el hecho de estar siempre sin cruces.
Todas mis Compañeras, queridísimas y buenísimas, o muchas o pocas tienen
cruces, y parece que se esmeran en hacérmelas conocer todas: así me doy cuenta qué
agradables son ellas a Dios, pruebo envidia y luego me digo: «Y yo nada; amada,
servida, tranquila, acariciada, etc.». Antes tenía por lo menos un malestar, el cual si bien
muy leve, aunque continuo podía incomodarme algo, pero ahora estoy bien y no tengo ni
siquiera esto. De manera que no sé qué decir, tengo motivo para quedarme muy abajo:
pero no quiero perder la confianza en mi Dios y en María; soy de ellos y por lo tanto
basta.
Le pido de corazón, que si en las prácticas de piedad que deseo comenzar ahora,
llega a descubrir algo o de soberbia, o de amor propio, o de humano, táchelo, que estaré
contenta, y si le parece oportuno negarme todo, hágalo, puesto que si me ayuda, me
alegrará. No me ahorre nada, por caridad, me pongo enteramente en sus manos, trataré
de obedecerle exactamente, y así condúzcame al Santo Paraíso. Tenga paciencia
conmigo, el Señor le dará a Su Reverencia una buena porción de Paraíso más por la
caridad y paciencia que tuvo con Bartolomea, y yo también rezaré por Usted al Señor, de
corazón.
Para su mayor tranquilidad deseo agregar una cosa en relación a la tarea de
Administrador.
Cuando le escribí aquella carta, la última, sentía en mí una cierta duda, por lo cual
no sabía cómo decirla y comentársela, y habiendo rezado al Señor a que me inspire
aquello que tenía que hacer, no sentí más inspiración concreta ni de mandársela ni de
dejarla, así que se la envié con la oración al Señor que si había alguna cosa en contra, le
haga la gracia de hacérselo saber como sea. Agradezco a Dios que se dignó hacerle
conocer su santísima Voluntad, e hizo muy bien a ser complaciente; solo trate que su
predicación no lo lleve a menos; esta es una obra cansadora sí, pero que de Usted desea
el Señor, y también si le tocara morir cansado sería una gran gracia. Ahora ya lo cansé
bastante.
92
Por un poco, al menor lo espero, no le mandaré más mis escritos. Mientras tanto
espero para la época fijada del día de María Virgen Carmelita aquello que le agradará
enviarme. Pidiéndole humildemente su bendición tengo el honor de decirme
A LUCIA CISMONDI
SEA ALABADO NUESTRO DULCISIMO ESPOSO JESUCRISTO
93
Tu última carta me hizo llorar de ternura y consuelo al ver las gracias que María
derrama sobre tu alma. Estoy demasiado persuadida de que el día de la Coronación
habrá sido para ti un día de Paraíso, y me imagino con cuánto placer habrás ofrecido la
Corona a María, y con cuánta satisfacción Ella la habrá agradecido. Afortunada de ti que
eres toda de María, y que esta hermosa ofrenda tuya (que me gustó muchísimo) te
obliga a conservarte siempre suya. Te confieso que también para mí, ese día, fue
verdaderamente un día de Paraíso. María no tuvo en cuenta mis defectos, al contrario,
me pareció que con gran caridad me aceptaba bajo su Santo Manto junto con mis
dulcísimas Hermanas, y me prometía especial cuidado y asistencia. Querida Lucía,
¡cuántas deudas tenemos para con nuestra amorosísima Mamá…! ¡Qué estricta deuda
hemos encontrado al amarla, servirla y honrarla!...
¡Ah! sí, hagámoslo de corazón, que lo merece. Le agrego la hoja de las gracias
que nosotras hemos pedido. En otra oportunidad te enviaré también mi ofrecimiento; eso
es muy comprometedor, y pienso mandarte también otras dos hojas que me imagino que
te serán queridas.
Discúlpame si no te he escrito más, me costó demasiado también a mí, pero no
pude.
Créeme que estás realmente esculpida en mi corazón y en mi mente. No pasa día
y ni siquiera hora en la que mi Lucía no se asome a mi mente. Aún recuerdo las
hermosas gracias recibidas de ti en los afortunados días en que tuve la suerte de vivir
junto a ti. Especialmente aquellas dulces y edificantes conversaciones del día y de la
noche, aún me consuelan el corazón y estoy deseando otro encuentro para poder
conversar contigo nuevamente y entretenerme con cosas espirituales y santas.
Te devuelvo tu libro de la vida de San Camilo. Te agradezco muchísimo, y te
aseguro que probé una gran satisfacción al leerlo. Esperaba los tomos de Virginia, pero
encontrando los mismos aquí en Lóvere, te agradezco y evito la incomodidad de
prestármelos. En cambio, salúdame a la querida y buena Maestra Angelina; dile que
recibí sus cartas que son queridísimas y ruégale que me disculpe porque no le he escrito
nunca, dile que si está enojada conmigo tiene mucha razón, pero que le pido paz y
perdón por amor de San Luis, y que me envía como señal de su paz la vida de San
Estanislao para leer junto con una carta suya: en fin, dile que yo también pronto le deseo
escribir, y con la extensión de mi carta supliré todas mis faltas.
Salúdame mucho también la Taboni, reverencia a la Señora Cristina Ronchi y las
Señoras Hermanas Ballardini con todas aquellas que pregunten por mí.
Estoy segura que te recordarás de mí en tus Oraciones, la necesidad es extrema:
lo hago yo también por ti aunque soy miserable. Rezá especialmente para que pueda
conservarme siempre fiel a mi Divino Esposo; el día de la Virgen del Carmen renové mi
94
querido voto, espero en María que me dará la gracia de ser fiel y corresponder a gracias
tan grandes.
Todas nuestras Hermanas de este pueblo, especialmente la Madre Parpani, les
envían muchas felicitaciones.
Deseando recibir una carta tuya y augurándote un montón de cruces, junto a una
paciencia inalterable, te dejo en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo
A la Apreciadísima Señora
La Excelente Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
67.- Humildes expresiones. Consejo confidente. Preguntas
95
casa con la familia y aquéllas que necesitan mayor cuidado. No use estas atenciones
conmigo, puesto que me disgustaría, al contrario, le digo que si falta a su palabra, me
hace bien. Disculpe mi libertad.
Le uno la Novena que a pedido de mis hermanas hice para la cercana Solemnidad
de la Asunción de María. Si a Usted no le gusta que yo la haga, la quema que estaré
contenta; mejor aún le digo que en escribirla me vino algún pensamiento de agrado por
lo cual estaba en peligro de romperla, y luego me dije que estaba a tiempo a hacerla.
Usted luego nos la conceda o nos la niegue, según lo que le inspire el Señor. Las Romelli
me dijeron de pedirle a Su Reverencia de buscar su carta, y de agradarlas en su pedido,
y yo en el escribirle le dije que Su Reverencia la habría pronto consolado con el enviarle
aquello que deseaban, donde le pido de mantener mi promesa.
Por si acaso esta noche tuviera dos o tres minutos libres, desearía confesarme,
pero no se preocupe; si no puede no me afecta, pues estoy tranquila: lo hago solamente
para no molestar mañana que habrá mucha gente.
Encomiéndeme a Dios. Temo ser inoportuna escribiéndole en estos días en el cual
estará ocupado con el Monseñor Obispo, pero lo hago para la Novena que si está
contento que la hagamos, pueda con tiempo mandársela también a las Hermanas más
alejadas. Sobre eso es suficiente que diga no o sí a Mónica, que yo entenderé.
Lo saludo muy rápido, soy
96
68.- Envía la Novena de la Asunción
A LAS ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA
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Afectísima Agradecidísima y Amadísima Amiga
CAPITANIO BARTOLOMEA
A LUCIA CISMONDI
EL AMOR DE JESUS ARDA SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES
JUNTO CON EL DE MARIA
98
Agradecida acepto las buenísimas jóvenes que nos propusieron, y si crees de
agregar otras, estamos contentas, haced tú aquello que te agrada. Ballardini 1 significa
el Señor Don Bortolo, que su humildad haga desear ser admitido, la otra señalada con el
2 es Angelina. No puedo extenderme, porque me falta tiempo. Muchos saludos a todas
las Hermanas, a las que espero cuanto antes poder escribirles.
Hacete santa, y rezá también para tu
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A las Apreciadísimas Señoras
Las Señoras HERMANAS ROMELLI
CIVIDATE
100
María le ha hecho gracias extraordinarias en el día de su Asunción, y permitió que
me las revelara, para que reconociera mi nada, y al mismo tiempo me animara a
imitarla. Créame que Lucía es para mí un estímulo continuo a la piedad, y no porque sí,
el Señor ha permitido que estrechara con ella los vínculos de una gran amistad. Espero
que el ejemplo de sus virtudes y más aún la eficacia de sus Oraciones, la participación en
sus buenas obras comprometerán al Señor a obrar en mí un milagro de conversión.
Laura Vezzoli con quien tuve un discurso familiar, me dijo que espera el Alimento
que Su Reverencia hace tiempo le dio permiso. Me encomiendo a sus Oraciones, y con
todo respeto me digo
101
Hoy en la Congregación el Señor Preboste prohibió hacer Comuniones por toda la
semana, así que si Su Reverencia está bien, necesitará tener paciencia y obedecer,
cuanto una semana entera de ayuno será muy doloroso.
Lo saludo humildemente, y le pido su Santa Bendición. Soy
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
Lóvere
AL MISMO
SEA ALABANZA A JESUCRISTO
102
muy a menudo se me ocurre pensar que me engaño, que soy yo misma que me imagino
estas cosas para fomentar más mi soberbia, que no hago sino darlo a entender con algo
de apariencia, que mí fin en el obrar no es recto, que al fin me condenaré, que con esto
no hago sino engañar a mí misma y a los demás y cosas semejantes; dichos
pensamientos me inquietan y me infunden temor, de manera que no sé qué decidir.
Quisiera ser toda de Jesús, sé que mi soberbia me lo impide: todos estos pensamientos
me hacen creer que soy objeto de náuseas para Dios, de manera que estoy siempre
entre el temor y la esperanza, un poco gozando y otro poco temiendo por mis días hasta
que llegue el último de mi vida, y no puedo sacarme de mi mente que no está lejos, y
Dios sabe cómo lo pasaré entonces. Temo mucho no hacerle conocer a Su Reverencia
todos mis defectos de manera que sólo por culpa mía Usted no pueda aplicarme los
remedios necesarios.
Por el amor que tiene a Jesucristo y a mi alma por El redimida, le ruego que pida
al Señor le haga conocer el estado de mi alma tal cual es a sus ojos purísimos, y una vez
conocido me haga hacer lo que crea oportuno. Yo también pediré a Dios que me dé la
gracia de serle obediente. Ahora creo haberle dicho todo.
Me encomiendo de corazón a sus Oraciones; de aquella indigna que soy lo hago
yo también por Usted. Humillada a sus pies le pido su Santísima bendición, en el acto
que plena de respeto me digo
Su Devotísima Agradecidísima
y Humildísima Sierva e Hija en Cristo
BARTOLOMEA CAPITANIO
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
LOVERE
103
74.- Deseos de crecer en el Amor de Dio. Propuesta de un nuevo pacto espiritual
A LUCIA CISMONDI
SEA ALABANZA A LA SOBERANA TRINIDAD
104
rogarte hacer conmigo un nuevo pacto, y el amor que me profesas, unido a la confianza
que me das, me hacen esperar que lo aceptarás.
Desearía que hiciéramos el pacto de no buscar nunca gracia alguna ante Dios, de
no dejar pasar Oración, sino buscarla y hacerla tú también por mí, y yo por ti,
precisamente como si tú y yo fuésemos una sola. Si llegamos a ver que alguna práctica,
alguna advertencia, alguna inspiración, etc., pudiera ayudar a una u otra, hagámonos un
deber el comunicárnosla, tengámonos mutuamente caridad, y la solicitud que usaríamos
para con nuestra propia alma. Me parece que con tu amor y bondad no me negarás una
gracia tan grande, te lo ruego de corazón; pide tú también tus permisos a tu Confesor
para hacer este pacto, y si se muestra esquivo en concedértelo, ruégalo tú; yo también
pediré los míos, y estoy segura de que estará contentísimo, porque verá la gran ventaja
que traerá a mi alma esta espiritual unión. Esperaré con ansiedad la respuesta favorable.
Te incluyo las hojas que te prometí hace tiempo.
Espero que te agraden porque conciernen a objetos que tú amas mucho, es decir
el Sagrado Corazón de Jesús y María Santísima. Respecto a esta última podrías unirte
con nuestras Hermanas de tu pueblo para hacer las prácticas juntas; el bien que hagan
únanlo al de las hermanas de Lóvere, pues ellas también lo hacen. Pero haz como te
parezca mejor y más apropiado a las circunstancias.
Querida hermana, ama a Dios también por mí, demasiado lo merece, y seríamos
bien ingratas si nos rehusáramos de amarlo. Amémoslo con un amor grande,
desinteresado y puro. Amémoslo porque lo merece, porque Él es nuestro sumo bien. Por
caridad ruega para que yo no sea avara con un Dios que es tan liberal conmigo, ruega
para que este corazón mío no ame sino a Jesús y su gloria. Te deseo la más pronta
santidad, deseo que el Señor te haga partícipe de sus regalos más exquisitos,
especialmente del padecer, deseo que llegues a ser Santa, pronto Santa y gran Santa.
Agradécele mucho en el primer encuentro a las excelentes Hermanas, a nombre
de todas estas de mi pueblo. Estoy esperando tu grata visita, la deseo mucho, está en ti
complacerme si puedes. Adiós queridísima, iré a encontrarte en el Corazón de Jesús. Me
digo
P.D. Si aceptaste el pacto, fija el día en el cual debe comenzar, y si debe durar siempre,
o solo por un tiempo determinado.
Nuevamente te saludo y de corazón te abrazo.
105
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
75.- Consejos sobre la vocación religiosa, sobre la caridad con el prójimo, sobre
la humildad
A MARIANA VERTOVA
ALABANZA A LA SOBERANA TRINIDAD
cuentas. Te envío también tres opúsculos « El ocupado que medita », te mandaré los
otros cuando las vendedoras los hayan recibido; cuestan 5 Liras.
No sé qué decirte sobre el consejo que me pides respecto a tu vocación.
Yo soy una enamorada de la vida retirada y religiosa, pero por otra parte me
gusta demasiado emplearme en obras de caridad tanto espirituales como corporales, las
cuales en un Monasterio no se pueden ejercer, excepto la de rezar al Señor por los
pecadores. Si estuviese en tu lugar no sabría qué decidir. La necesidad de tu pueblo es
grande, la juventud, especialmente, necesita mucho de tu asistencia; aunque tú no
hagas nada, sin embargo, sin ti quedaría privada de un apoyo muy necesario, y quizás
acabarían en la nada aún esas pocas fatigas que has realizado hasta ahora para la
ventaja espiritual de la juventud. Por otro lado, me costaría demasiado dejar ese bendito
106
Retiro, sería demasiado amargo abandonar aquella querida soledad que tanto anhela el
corazón para unirse a Dios, de manera que no sé qué decirte. Encomiéndate a Dios de
corazón, El ciertamente te hará conocer su voluntad no te fijes en tu interés, sino en la
ventaja del prójimo, y ten la seguridad de que el Señor no te hará una gracia menor
dejándote vivir una vida de Monja en el Siglo, que si te hiciera retirar en un Claustro o
Retiro y terminar allí tus días.
No te canses de elevar fervorosas oraciones al Señor con esa intención, pero
siempre con gran tranquilidad de corazón; puesto que a veces el Demonio pone en la
cabeza mil pensamientos, deseos, inquietudes y hace parecer mejor un estado que otro,
entre tanto quita el entusiasmo para obrar en el presente, y así los deseos no se realizan
nunca, y ese estado cansa y se descuidan los propios deberes.
Querida Mariana, anímate para actuar en las presentes circunstancias; trabaja
mucho, como si éste tuviera que ser tu continuo estado; será la mejor manera de
comprometer al Señor para que te haga conocer claramente su voluntad, aún si te
llamara a algún otro estado. Me gusta demasiado esta bendita caridad con el prójimo,
que tanto ejerció Jesucristo durante todo el transcurso de su vida, y al ejercerla se
prueba tanto gusto que me parece no se pueda probar jamás una satisfacción igual en
ninguna Religión y te confieso que si a Dios no le agradara que se formara aquí en
Lóvere el proyectado y deseado Instituto, en el cual se piensa unir la vida contemplativa
con todos los actos de caridad que puedan prestarse al prójimo, dudaría ciertamente en
entrar en el Monasterio, pues sentiría demasiado dejar tantas ocasiones de prestarme en
ventaja del prójimo, aunque no prefiero ninguna en particular. Te he expuesto mi
parecer; me será grato al respecto, si me tienes al corriente de las inspiraciones que te
vengan sobre esto en el porvenir. Encomiéndame a Dios, por caridad, la necesidad es
extrema. Siento que el Señor quiere algo de mí, pero yo le resisto y en la práctica, se lo
voy negando continuamente. Necesito de algún estímulo particular que me ablande el
corazón, y así al fin, haga lo que Dios quiere de mí, que lo conozca para mayor confusión
mía. En fin, querida Mariana, ten compasión de mi pobre alma, haz alguna oración
particular y ofrece alguna mortificación o penitencia por mí.
Si llego a tener un poco de amor de Dios, quizás pueda hacer bien a alguna alma.
Realmente tengo toda mi esperanza en tus oraciones, ¡por favor!, haz que los hechos
confirmen mi confianza.
Nuestras comunes amigas te mandan miles de saludos, lo mismo que mis Padres,
para tí y para los tuyos. Salúdame a las queridas Romelli, con ansia y de corazón espero
sus cartas.
Te deseo, querida Hermana un corazón que sea todo de Jesús, un corazón que no
ame, no busque, no anhele, no suspire, no descanse sino por Jesús, anhelo que llegues a
ser no sólo Santa, sino gran Santa y pronto Santa; para esto te auguro que pongas los
107
cimientos de la humildad. No lamentaría en absoluto si fueses maltratada, ofendida,
olvidada, calumniada, y hasta perseguida; esta sería la prueba de que eres muy querida
por Dios, pero si no la tienes en este momento, el Señor te la dará en el porvenir,
mientras tanto abísmate en el conocimiento de tu miseria, ten un bajo concepto de ti
misma, y en tu opinión considérate la última de todas, y merecedora de todo desprecio.
Este es el primer peldaño de la santidad, sin el cual todo lo demás no sirve de nada. Te
hablo con mucha confianza al respecto porque así amonesto mi soberbia, la cual sigue
siempre creciendo, temo ser una verdadera hipócrita, y sabe Dios qué me tocará en el
otro mundo. Ya veo el infierno abierto para mí, y me parece oír las espantosas palabras
que Dios me dirige: «No te conozco; has recibido tu recompensa de los hombres, vete,
no te conozco». Por caridad, Mariana, ruega por mí, de lo contrarío ahora estamos unidas
y en la eternidad estaremos separadas, tú con Dios, yo con los Demonios, tú en el
Paraíso y yo en el Infierno. Termino porque no tengo más tiempo y porque el corazón se
me agita con estas reflexiones.
Adiós queridísima acuérdate de tu pobre amiga y Hermana
CAPITANIO BARTOLOMEA
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
MALEGNO
108
76.- La estimula a perseverar en el ejercicio de la piedad y de la caridad,
superando los obstáculos que encuentra y pensando al premio del Paraíso
A MARIA N.
VIVA JESUS Y MARIA
Lóvere, 16 de octubre de 1827
Amiga mía Queridísima,
Finalmente respondo a tu querida carta escrita hace ya un tiempo. Perdóname mi
tardanza para escribirte; esto procede de la falta de tiempo que yo tengo en libertad;
pero te aseguro que siempre estás presente en mi mente y que tu amistad me agrada
mucho. Te agradezco de corazón las Imágenes que me mandaste, desearía tener algo
para intercambiar tu cordialidad; pero por ahora no tengo nada, sé mi deber, y en el
primer encuentro trataré de hacerlo.
Me consolé mucho al saber los buenos sentimientos que conservas, de lo bien que
te portas a pesar de las muchas burlas que te toca sufrir. Feliz de ti, que tan bien haces
fructificar las gracias que has recibido de Dios; en punto de muerte te sentirás
sumamente contenta y bendecirás con gusto ese afortunado momento en el que te
consagraste totalmente al servicio del Señor.
Pero acuérdate que todo está en la perseverancia, y que lo hecho hasta ahora de
nada te serviría si no continuaras hasta el fin; por lo tanto, ánimo, querida María, deja
que se burlen de ti, que se mofen, que te consideren la última de todas, tú continúa tu
estilo de vida, crece siempre más en el amor de Dios, practica las virtudes necesarias de
tu estado, ama las queridas cruces que Dios te mandará, frecuenta lo más que puedas la
Santa Comunión, ofrécete en cuanto tus circunstancias lo permitan para instruir a las
niñas, socorrer a los pobres, visitar a los enfermos, en una palabra para ayudar a tu
109
prójimo, y tendrás la seguridad de que el Paraíso es tuyo. Coraje, pues y no te agites por
nada, y cuando alguna tribulación te oprima da una mirada al Paraíso, a aquella querida
Patria en la que se acabarán los disgustos, y en la que no se probarán sino consuelos,
alegría, gozo y paz.
Encomiéndame siempre al Señor, por caridad, tengo necesidad extrema, por esto
no te olvides de mí.
Escríbeme frecuentemente, con toda libertad, que yo también lo haré contigo.
Adiós, mi queridísima, deseo saber cuál es el estado al que te sientes llamada por
el Señor.
Soy en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo
110
Le deseo un feliz y próspero viaje, junto con un sinnúmero de gracias
extraordinarias a su alma. Le pido humildemente su Santa Bendición en el acto que con
mucho respeto me digo
13
Según el estilo de los Santos se llama en culpa de aquello que no era más que una simple
tentación de soberbia, en cuya victoria buscaba multiplicar méritos ante Dios con el ejercicio de la
más sincera humildad.
111
Espero que me ayuden espiritualmente.
Salúdenme a su Señora Madre y a la Señora Angelina. Háganse Santas, grandes
Santas, pronto Santas es lo que les deseo de corazón. Soy
112
Por favor no ahorre correcciones sobre el propósito; es verdad que mi soberbia se
resiente mucho; pero el Señor me da la gracia de conocer aquello que es mejor para
librarme de tal defecto; y le digo sinceramente que no rezo tanto de corazón al Señor
como cuando por medio de Su Reverencia me hace una corrección sobre el propósito,
porque ahora Dios me da la gracia de conocer que me hace una caridad grandísima a mi
alma.
Aquello que le dije es para que no abandone mi soberbia que se resiente, por lo
cual me di a conocer a Su Reverencia malcontenta, porque tenía miedo que de ahora en
adelante pudiese usar dulzura para conmigo. Haga aquello que cree necesario para
sacarme ese defecto, que será para mí una caridad grandísima.
Me encomiendo de corazón a sus Oraciones, en el mientras tanto que con toda la
estima le beso las manos declarándome
113
80.- Consolación espiritual que tuvo luego de su visita. Unión de dirección en el
espíritu
A LUCIA CISMONDI
ARDA SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES EL AMOR SANTO
DE JESUS Y DE MARIA
114
di al mismo que si el Señor le da alguna inspiración también para mí, y si al encomendar
a ti alguna cosa conociera que podría ayudarme a mí, dile que me la mande que para mí
será queridísimo, y que la aceptaré siempre como una gran caridad, dile en fin que me
ponga bajo su obediencia, ya que debe cuidarme como a ti. Hazte decir todo a ti, que así
no podrás tener escrúpulo. Si lo crees bien haré lo mismo yo con el mío por ti.
Con mucho gusto se me dio el permiso de hacer el ya mencionado, y para mí
ventajosísimo pacto.
El confesor dijo que lo hiciera para siempre, pero para despertar la memoria,
conviene que lo renovemos el primer día de cada mes, y gustosamente otorgó a ambas
el mérito de la obediencia. Yo lo comencé en la solemnidad de todos los Santos; tú hazlo
apenas hayas leído esta mía.
Te envío el método de vida. Dime sinceramente si algo no te parece oportuno, y
veremos de arreglarlo. Recibí tu carta, te la agradezco de corazón y la conservo como un
tesoro. Me parece todo hermosísimo y adecuado, y más no se puede desear; por ahora
se encuentra en manos de mi Confesor, y le dije en nombre tuyo de decir su parecer,
que yo te lo diré cuando nos encontremos. Deseo además (y te lo digo con toda
confianza) que me escribas el método que tienes en cuanto a las penitencias y
mortificaciones corporales, además mencióname los Santos Protectores, porque deseo
pedirles que me cuiden. Adiós queridísima, te auguro de corazón el estar entre el número
de los más grandes Santos y al culmen de la perfección.
Recuérdate de quien tiene el placer de llamarse
P.D. El Señor Don Ángel te saluda. Yo espero la hora del voto de pobreza, corregido al
presente. La semana próxima te enviaré la novena de María presentada al Templo.
115
81.- Nuevos consejos acerca de su vocación religiosa
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS Y MARIA
116
el favor de enviar lo más pronto posible la carta que te adjunto a la Maestra Pierina,
porque me apremia mucho. Mis Padres, Camila, nuestras comunes Hermanas y Amigas
te mandan centuplicados tus saludos. La Madre Maestra Parpani espera tu carta, no te
olvides de escribirla antes del encuentro.
Adiós mi queridísima, la paz y el consuelo del Señor esté contigo. Soy
117
82.- Deseos de santa amistad en Jesús y María
A LUCIA CISMONDI
LA PAZ Y LA CONSOLACION DEL SEÑOR ESTE SIEMPRE CONTIGO
118
Tu Agradecidísima y Fidelísima Hermana en Jesucristo
BARTOLOMEA, indigna Esposa de Jesús.
A LAS ROMELLI
LA PAZ Y LA CONSOLACION DEL SEÑOR ESTEN SIEMPRE CON NOSOTRAS
119
A la Excelentes Señoras
Las Señoras LUCIA y JULIA ROMELLI
CIVIDATE
A LUCIA CISMONDI
LA PAZ DEL SEÑOR ESTE SIEMPRE CONTIGO
120
Confesor está ausente. Mientras tanto le ruego empeñarte con Dios y con María, para
obtenerme una luz clara y una gracia eficaz para hacer todo lo que El quiere de mí.
Espero la práctica para el próximo mes, y desearía también que me envíes todo
aquello que piensas hacer en este Sagrado Adviento en preparación a la venida del Niño
Celestial.
Todas las Hermanas de este pueblo te saludan cordalmente.
Te deseo la Santa perseverancia, y todo otro don espiritual, para que puedas
alcanzar el bienaventurado Paraíso. Te recuerdo mi pedido a tu Confesor en el próximo
encuentro.
Soy en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo
121
85.- Agradece al Señor y a la amiga por el consuelo recibido. Semejantes
gracias desea para el Confesor de la amiga. Del conocimiento de sí misma
122
cargarme de leña seca para el otro mundo. Es suficiente… pídele a Dios que me dé la
gracia de hacer todo lo que Él quiere y pretende de mi, así estaré contenta.
Doy gracias a Jesús y a María, y a ti por haber sido admitida en la Compañía de
la Inmaculada. Estoy esperando el día que comienza, y si estás contenta agrega también
el nombre de las Hermanas.
Me causa mucho disgusto la enfermedad de la Señora Taboni, aunque indigna
pediré a Dios su sanación. Saludadme a las Taboni, como así también a todas mis
hermanas queridísimas.
Te pido de hacer alguna oración por una persona que mucho tiene necesidad de
ser encomendada a Dios.
Alegrémonos de que Jesús está cerca y vendrá a nuestros corazones, y
esperemos que en ellos establezca su Santo Reino para no separarse jamás. Soy en el
nombre de Nuestro Señor Jesucristo
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
123
86.- Temores disipados por la obediencia acerca de su voto de perfección.
Desea amor a la Cruz
A LA MISMA
VIVA EL NIÑO JESUS Y SU MAMA SANTISIMA
124
El Santo amor de Jesús sea la hermosa llama que abrase nuestro corazón. Soy
en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo
A LA MISMA
EL AMOR SANTO DEL NIÑO JESUS ENCIENDA EL CORAZON DE MI QUERIDA HERMANA
Te envío la hoja de las prácticas para el próximo mes. Para las dos como oíste
nos es acordada la obediencia en todo. Tengo orden de decirte a nombre de nuestro
común Reverendo Superior Bosio, que ruegues al Niño Jesús por tu Párroco. Que no te
canses de suplicarlo a fin de que te lo conceda; más bien te pido que dupliques las
oraciones, las súplicas, y de hacerlas duplicar a tus compañeras a fin de que la hayan
obtenido, y de decir a Jesús que desean esta gracia.
Ve con confianza al Niño Jesús, que esta vez seguramente te consolará, dile que
tienes la orden de no alejarte de Él sin antes haber sido escuchada.
A tus oraciones uniré las mías, aunque débiles y dentro de pocos momentos se
acerca la venida del Redentor, iré a adorarlo en la Gruta Santísima, me uniré a ti en este
Lugar Santo y le suplicaré con insistencia por esa gracia.
El Niño Jesús te hable por mí. Yo no te digo sino que «Jesús nos ama hasta
hacerse Niño por nosotros, y continuamente nos grita: Ámenme, Ámenme». Amémoslo
pues de todo corazón, amémoslo siempre, y sea el amor nuestro último suspiro.
Dejo la pluma para ir a la Gruta y reencontrarme espiritualmente. Soy
P.D. Si crees oportuno dar el mes a Pierina Giacomelli yo estaré contentísima, de otro
moda haced lo que te parezca, que yo estaré contenta igualmente.
Las prácticas de la Octava la seguimos hasta Reyes; tal es el deseo de mi fervorosas
Hermanas.
A la Apreciadísima Señora
125
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO.
AÑO 1828
88.- Tardanza en escuchar la voz de Dios. Celo por la salvación de un alma. Para
compensar las ofensas que Jesús recibe
A LA MISMA
VIVA SIEMPRE JESUS, MUERA SIEMPRE, SIEMPRE EL PECADO
126
De nuevo te recomiendo el librito de San Luis, trata de que lo tenga pronto .
La caridad del Señor inflame nuestros corazones.
Soy
A MARIANA VERTOVA
LA CRUZ DE NUESTRO AMOR CRUCIFICADO SEA LA INSEPARABLE COMPAÑERA DE MI
QUERIDA MARIANA
Te incluyo la próxima Novena de María, de manera que tienes que pagarla muy
caro pues te agrego a esta, dos compromisos; uno es el dársela también a las queridas
Romelli, y el otro, de enviarla a Breno, y si puedo, desearía escribir una carta a la
Maestra Angelina e incluirla aquí; de manera que la novena la agregarás a ésta, y si no
encuentras la carta te ruego de corazón enviársela lo mismo, puesto que mi pereza no
sabe encontrar el tiempo para hacer otra copia.
Querida hermana ¿qué haces por el Paraíso?
¿Ah! Sé demasiado que tú eres en un continuo reproche a mi falta de pobreza, y
que Dios se servirá de tu ejemplo para condenar mi maldad; no sé qué decir, siento vivo
remordimiento, quisiera enmendarme, pero mis malos deseos me tienen ligada a la
tierra; el dulce esposo Jesús hace de todo para ganarme, pero yo obstinada, le ofrezco
resistencia, de manera que llena de confusión me encomiendo a tu caridad; ruega a
Jesús que me dé mucha fuerza, para que rotas todas las cadenas, aún los más sutiles
hilos que me atan, pueda volar hacia Él con toda libertad, descansar en su Sagrado
regazo, conformarme perfectamente a su Santísima Voluntad , en fin, llegar a ser
totalmente suya. Lo deseo y lo espero mediante tus Santas Oraciones.
Te deseo gran fervor para las Santas Misiones que dentro de .poco tiempo
tendrán. Saluda de mi parte a tus Señores Padres y a las queridas Romelli, y a ti mis
saludos, los de Camila y los de las Bosio. Adiós. Soy
127
MALEGNO
A LUCIA CISMONDI
SEA AMADO NUESTRO CRUCIFICADO
Mi Dulcísima Hermana,
Tu carta resultó verdaderamente querida a mi corazón, y sumamente gratas las
prácticas para este mes. Aquello que dices de ti, con más razón y exactitud lo puedo
decir de mí misma, mientras me encuentro disgustada por ‘mis acciones’; todavía más
querida me son tus insinuaciones, así que tomaré coraje para saldar la pasada
negligencia, a eso deseo tender; procuremos ser muy atentas durante este mes; las
prácticas no pueden ser más hermosas, ni más estimuladoras: la necesidad es extrema
y Jesús pretende mucho de nosotras. Tomemos coraje ante el Corazón de Jesús y de sus
llagas, y estemos seguras de un excelente resultado.
En aquello que deseas no puedo complacerte ahora, nuestro Superior dijo que
quiere reflexionar antes, y que si a Dios le agrada, me concederá mandartelo cuanto
deseas.
No te escribí antes porque ha sido la voluntad de Dios que me lo ha impedido;
ten paciencia.
Dale muchos saludos a las queridas compañeras de allí; me son todas
verdaderamente queridas, y en sus méritos pongo toda mi esperanza.
No puedo extenderme más, el tiempo no me lo permite. Hagámonos Santas,
tomemos el camino del sufrimiento y el camino de nuestra negación, y el Paraíso es
nuestro.
Soy
Tu fiel Hermana
BARTOLOMEA de Jesús
128
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
A LAS ROMELLI
LA GRACIA SANTIFICANTE SEA SIEMPRE CON USTEDES,
MIS DULCÍSIMAS HERMANAS EN JESUCRISTO
129
llagas. He aquí nuestro ejercicio para este tiempo, he aquí el modo de agradar a nuestro
dulcísimo Esposo.
Agradezco la cordialidad de mi querida Julia, en el mostrarse tan paciente con
mis reiteraciones; deseo emplear su bondad, y cuanto antes le enviaré el librito
mencionado.
Me entristecen cuando dicen que yo haría un acto de negación a mi voluntad,
yendo a su casa algunos días; les aseguro que entre las cosas corporales la única que
me consolaría, y que de corazón deseo, es ésta; pero por ahora Dios no quiere, necesito
tener paciencia, a Él agradando satisfago su deseo y el mío.
La querida Señora María Teresa Marenzi, por medio de la cual recibí la carta, me
pide que las salude cordialmente, y Ustedes salúdenme mucho a Mariana, y díganle que
ya compré sus libros, que por favor los mande a buscar, porque no sé a quién
entregárselos.
Recibirán sus Corporales; perdonen el atraso.
Yo estoy muy bien de salud, aunque si los días pasados estuve un poquito
cansada, ahora estoy restablecida. Deseo verlas en el Paraíso coronadas de estrellas a
los pies de la dulcísima Mamá.
Soy
130
92.- Agradece el interés por su enfermedad. Nuevo Instituto Religioso y
esperanzas por el propio
A MARIANA VERTOVA
EL AMOR DULCÍSIMO DE JESÚS QUEME
Y CONSUMA NUESTRO DULCE CORAZÓN
Mi Dulcísima Hermana,
Me es grato en este instante poder gozar de la conversación con mi queridísima
Mariana. Entre todos los placeres corporales, aquel de entretenerme con mis queridas
amigas y hermanas, es el único que me consuela. Recibí tu querida carta; teniendo en
cuenta tu espera te envio los dos libros que cuestan 3 Liras. Te agradezco el amor dado
y demostrado en el mandar a preguntar por el actual estado de mi salud. Estos son
todos signos de verdadera amistad, la cual está unida con los lazos más estrechos de la
santa caridad, espero no se rompan jamás. Sabes para tu tranquilidad que ahora estoy
muy bien, y que el mal que tuve ha sido muy leve, estuve dos mediodías y dos días
enteros.
Espero que las queridas Romelli te hayan dicho algo para ejercitar tu caridad a
favor de los pobres pecadores en este difícil tiempo, por lo que no me extiendo a
indicártelo de nuevo.
La querida Marenzi en su carta me recomendó saludarte. ¡Oh! Cuán contenta
está en haber alcanzado su cometido, no sabe cómo explicar tanta felicidad. Pero,
créelo, la consolación que prueba ahora es fruto de su constancia: pobrecita, sufrió de
todo: contradicciones, discordias, y el Instituto antes pero le surgieron algunos
inconvenientes que retrasaron su deseo, sin embargo ahora junto a cinco Compañeras
vistió el hábito sagrado con el nombre de Hna María Teresa. ¡Oh! ¡Ella feliz! ¡Oh! ¡Plena
fortuna! Es suficiente, su bondad probada tanto mereció del Señor. Y nosotras, querida
Mariana, ¿qué haremos? ¿Tenemos que alegrarnos de envidiar el éxito ajeno, sin poder
llegar a la cumbre de nuestros deseos? Si así agrada a Dios, paciencia. Pero si nuestro
querido Divino Esposo, no mirando nuestros méritos, desease actuar nuestros deseos,
¡oh! Cuán contentas y afortunadas seremos. Golpeemos a la puerta de nuestro Jesús,
131
seamos inoportunas con las oraciones, confiemos en su bondad, y luego estemos
seguras de que o tarde o temprano nos escuchará.
Incluyo en esta carta una libretita para escribir, dáselo a la querida Julia, porque
está dispuesta a hacer actos de caridad, te lo recomiendo.
Salúdame mucho a las queridas Romelli.
Mucho me duele que no se hagan allí las Santas Misiones ya anunciadas, pero los
secretos de Dios son misteriosos, Él sabe el porqué, y sólo a Él se necesita agradar.
Querida Hermana, paciencia, besa la izquierda de aquel Dios que nos golpea, que
pronto sucederán las acciones consoladoras de Su derecha, las cuales tanto más te
serán queridas, cuán amargas te parecen las actuales aflicciones.
Espero que te recuerdes de la pobre Bartolomea, hazlo de corazón, que tengo
mucha necesidad. El amorosísimo Jesús te libere de la más pequeña imperfección, para
que seas sacrificio más agradable a sus ojos santísimos.
132
93.- Su lucha interna con la gracia, etc.
A LUCIA CISMONDI
LAS LLAGAS SANGRIENTAS DE NUESTRO QUERIDO JESÚS
SEAN NUESTRO DULCE ASILO Y MORADA
Dulcísima Hermana,
Agradezco de corazón a mí buen Dios, poder tener el grato placer de
entretenerme contigo en santa conversación, por lo menos por escrito. Este es el único
placer que me agrada; bendito sea Jesús que me lo regala.
Te incluyo la hoja del próximo mes de marzo. Jesús nos pone en mano los
medios poderosísimos para hacernos, no sólo Santas, sino grandes Santas. ¡Vamos!
¡Hagamos de todo para que los sepamos aprovechar!... ¡Cuán contentas nos
encontraremos al momento de la muerte!
Todo pasa y pasa pronto; no nos queda sino lo bueno o lo malo que hemos
hecho. Sin embargo (parece increíble) frente a tantas gracias que el Señor me hace,
tantas inspiraciones que me concede, tantos buenos ejemplos que tengo ante mis ojos,
sigo aún en mi frialdad y maldad. Hoy estuve peor, traté muy mal a mi querido Jesús.
Feliz de mí que tengo un Padre buenísimo, el cual no mira mis defectos, sino que tiene
para conmigo caridad y misericordia, y precisamente hoy que estuve peor me ha
llamado a sí, con modos dulcísimos. Lo digo para mi confusión, parece que
rivalizáramos: yo en ofenderle, Él en amarme; yo, huyendo, El buscándome ¡Oh!
¡Bondad de mi Dios!... y ¡Hasta cuándo me haré sorda a tus llamados!... ¡Hasta cuándo
resistiré a tu amor!... ¡Vamos! romped pronto las cadenas que me atan al mundo y a mí
misma: atraedme toda a vos, haced que sea totalmente tuya.
Te confieso con sinceridad, querida Hermana, que el Señor me da a conocer lo
que quiere de mí, pero yo obstinada, no sé decidirme por sus santos deseos. Sobre todo
se lamenta por la poca unión que tengo con Él y quisiera que tuviera una verdadera vida
interior, yo misma me doy cuenta de cuánta perfección estarían animadas todas mis
acciones, si fueran acompañadas por esta vida interior. Haz de Hermana, te ruego de
133
corazón, pídele tú al Señor esta gracia para mí y pídesela insistentemente, a fin de que
te escuche.
Somos Compañeras en el camino de Jerusalén, Jesús nos precede con su Cruz,
que Él se digne a hacer partícipes también a sus Siervas de un tesoro tan grande. En
este doloroso camino, consuela tú por mí a Jesús puesto que yo no haré ciertamente
sino que acrecentar más sus penas: aplica, te ruego, una gota de la Santísima Sangre
de Jesús por mi pobre alma.
Salúdame a todas las Hermanas de tu pueblo, especialmente a la querida
Giacomelli a la cual le darás como es habitual la hoja del mes, dile que sé de mi deuda
con ella, y que espero pronto satisfacerla. Desearía saber alguna noticia de la amada
Spadacini, porque temo que esté enferma.
El Reverendo Superior Señor Don Ángel te saluda cordialmente y se encomienda
a tus Oraciones. Lo mismo haz tú por mí junto a nuestro común Superior de allí.
Adiós, queridísima, hasta que nos volvamos a ver en el Calvario. Dios nos
haga todas suyas. Soy
134
94.- Deseos de santidad y de poder decirme Hna María Luisa de Jesús
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS Y MARIA
Mi Queridísima Hermana,
He recibido tu última carta, la cual me fue muy apreciada; solo me duele mucho
que se haya perdido otra tuya. Mira bien a quien la entregas.
Te mando la novena, dispuesta en forma de peregrinación, como hicimos el año
pasado. Como es habitual pásala a las queridas Romelli y saludádmelas mucho. Deseo
verte Santa, y gran Santa. El amor de nuestro Jesús merece que hagamos todo esfuerzo
para agradarle. ¡Oh! Felices nosotras, si la pureza de nuestras costumbres llega a
merecer la benevolencia y la complacencia de nuestro buen Dios. Esforcémonos para ello
y el Paraíso es nuestro.
No puedo extenderme, ni sé qué más decirte; el Crucifijo te hable por mí, y yo
te encargo a sus llagas Santísimas, rogándote que te acuerdes también de mí. Te
aseguro, que ardientemente deseo la hora y el momento de poder llamarme
Te recomiendo la carta que está unida a esta, envíala con prontitud a su destino
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
MALEGNO
135
95.- Pide disculpa. Envía la Novena para la Anunciación. Sentimientos sobre
Jesús Crucificado
A MARIA CHIODI
SEA ALABADO Y AMADO JESÚS CRUCIFICADO
Mi Queridísima Hermana,
Verdaderamente esta vez tuve la ocasión de reconocer mi descuido, al haber
tardado tanto en responder a tu apreciada carta y te pido que te compadezcas de mí, y
junto a eso goza de que tengas motivo para conocerme así tal cual soy.
Te envío la próxima novena a María de la Anunciación, dispuesta en forma de
peregrinación, como verás, siendo ese el el deseo de varias de nuestras Hermanas. Si la
amada Pierina está allí, hacedla partícipe a ella, salúdamela mucho y pídele que se
compadezca benignamente por la negligencia que tuve para con ella al responder a su
queridísima carta.
Ahora no le escribo porque no sé donde se encuentra, si está allí en Breno; por
otro lado temo que mis cartas sean leídas por otro, por eso espero también de ella que
se compadezca, asegurándole que cuanto pueda me haré cercana por escrito, y así
supliré mi deber.
Jesús Crucificado te hable al corazón, y te hable también por mí. Sus Llagas
Santísimas te inflamen de amor, y te acepten en su interior. ¡Oh! ¡Felices de nosotras si
podemos consolar al afligido Jesús en sus dolores! ¡Bienaventuradas, si Jesús acepta
habitar en nuestros corazones! Hagámoslo siempre más hermoso y virtuoso, y Jesús lo
poseerá totalmente. Sobre todo amemos la Cruz, ella nos conducirá directamente, al
Corazón dulcísimo de Jesús, ella nos salvará. El sacratísimo Costado de Jesús, sea el
Lugar de retiro en el que nos refugiemos en este día, para poder luego habitar allí para
siempre. Acuérdate también de mí, y créeme
136
96.- Desahogos de amor a Jesús. Consejos sobre la dirección de espíritu.
Intimidad de su santa amistad
A LUCIA CISMONDI
LA PASIÓN DE JESUCRISTO
SEA TODA NUESTRA FUERZA
Amabilísima Hermana,
No sé con qué sentimientos ni con qué palabras comenzar esta carta. El amor de
Jesucristo, su infinito padecer, nuestra ingratitud ante tanto amor suyo, son los
principales sentimientos de mi corazón sobre los que quiero hablar con mi dulcísima
Hermana, para despertar su amor en mí, y así procurar romper esa helada dureza en la
que se encuentra sumergido mi corazón.
Digámoslo, querida Hermana y Amiga, ¿qué más podía haber hecho nuestro buen
Dios para inducirnos a amarlo? ¿Hay quizás algo que nosotras podamos desear que no lo
haya hecho? Y sin embargo ¡qué poco es correspondido el amor de nuestro buen Dios!...
¡Parece imposible! Si el último de entre todos los hombres hubiese ofrecido el más
pequeño de los beneficios con que nos ha favorecido nuestro Dios, cuánto amor se
hubiese atraído!... Y ¿Por qué será que Jesús no es amado, no es correspondido?
Ah! querido Jesús, ¡Dale! haz que Lucía y Bartolomea te amen mucho, te amen lo
más que puedan, cuanto no te han amado antes, cuanto no te aman los pobres
pecadores, y si fuese posible cuanto mereces. ¡Oh! ¡Afortunadas nosotras, si supiéramos
amar a un Dios tan amable!... Dios lo quiera, Dios lo haga...
Recibí tu carta que verdaderamente me fue queridísima. A decir verdad tu silencio
me hizo pensar en un enfriamiento de nuestra amistad, pero enseguida me dije: de mi
parte no se romperá ni disminuirá jamás, y de parte de mi querida Lucía, realmente sería
injusto si lo dudara, de manera que inmediatamente me tranquilicé. Tu presentimiento
respecto a mi salud, no fue equivocado. Tuve unas pocas líneas de fiebre, por lo cual me
quedé en cama varios medio días y dos o tres días enteros, y el mal fue tan leve, que
pronto pronto, sin consecuencia alguna, he vuelto a sentirme bien.
137
Siento que vuelvas a encontrarte angustiada por el consejo que te dieron quienes
te acompañan. No sé qué decirte. Tú sabes que prefiero ser dirigida por uno solo, y me
parece que la dirección de más de uno no puede ser de gran beneficio, puesto que
aunque todos sean santos, sin embargo piensan distinto y esta diversidad de
sentimientos creo que no puede aportar mucha ventaja al alma.
Sin embargo, también esto ha sido practicado por muchos Santos y Santas, por lo
tanto, si ellos lo hacían es porque les ayudaba. En cuanto a ti, si los sentimientos o los
consejos del Reverendo mencionado en tu carta fuesen en algo o en mucho contrarios a
la dirección que tienes de tu Confesor, me parece justa causa como para abandonarlo,
puesto que tu alma, entre direcciones contrarias no podrá ciertamente encontrar calma.
Pero si no encuentras oposición alguna y esto te ayudara más a avanzar en la perfección,
no sería bueno abandonarlo. Pero encomiéndate a María y ella te ayudará y consolará.
Te incluyo la novena dispuesta en forma de peregrinación, como te lo dije
anteriormente. Querida Compañera, consolémonos, nuestra unión y amistad agrada a
María. Ella misma nos ha unido también en esta novena, y de esta manera no hace otra
cosa que acrecentar nuevos lazos en nuestra santa unión, tanto más fuertes cuanto más
espirituales y santos sean. Yo estoy contentísima, y llena de gozo, tú tenme paciencia y
sopórtame. Más allá de todo mérito mío me tocó la hermosa suerte de coronar a María.
Espero, no olvides hacer lo mismo. Coronémosla juntas, de esta manera me tocó estar
unida a ti. Hazlo, y cuantas más virtudes encuentres y practiques, sabrás con ellas suplir
mi pobreza. El viaje al Calvario te lo indicaré en otra carta, y gozo saber de antemano
que tendremos un grato encuentro y que pronto volveré a escribirte. Soy en el nombre
del Señor
P.D. No te preocupes por enviar esta novena a Breno, porque ya lo hice, y espero que
la hayan recibido. Nuevamente te saludo. Un beso por mí a las llagas Santísimas de
Jesús. No envíes más las cartas con Ginnasio, temo que haya alguna dificultad en la
entrega, dáselas a las hermanas Dò que ellas me la harán llegar seguramente,
saludádmelas mucho.
138
97.- Sobre el viaje al Calvario
A MARIA CHIODI
VIVA JESUS Y MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIA CHIODI
ARTOGNE
139
98.- Ventajas de una santa amistad. Celo por la salvación de las almas
A LUCIA CISMONDI
VIVA EL AMOR CRUCIFICADO Y LA DOLOROSA MARIA
Mi Queridísima Hermana,
Muy queridas me fueron tus agraciadas cartas. Raras veces sucede que al leerlas
no derrame tiernas lágrimas de consuelo. ¡Cuánto vale un verdadero amigo!... Bendito
sea Dios que tan estrechamente me ha unido a ti, de quien recibo muchas ayudas y
espero recibir aún más en el futuro. ¡Ah! sí, estemos siempre unidas en el dulce Corazón
de Jesús para amarlo de corazón, para repararlo y agradecerle. Realmente espero en la
suma Bondad de mi Dios, estaremos unidas eternamente ¡Oh! Gran dicha.
Jesús nos espera, Hermana querida, Jesús nos llama para consolar su afligido
Corazón, para consolar sus llagas, por demás dolorosas a causa de tantas culpas. ¿Qué
haremos para consolarlo?... ¡Ah! nos lo enseña Él mismo:- Buscadme Almas, así nos
dice - hazme amar, conduce a mis pies mis queridas creaturas.
Por lo tanto no nos reservemos nada, al contrario, pidamos a Dios que nos dé la
gracia de obrar y padecer mucho por la conversión de los pobres pecadores, aunque nos
tocara sufrir el Infierno por toda la eternidad. Si con esto pudiésemos ganar un alma
para el Paraíso, me parece que las llamas del Infierno se transformarían en flechas de
caridad, por lo que no se padecería, sino que se gozaría mucho. Yo soy indignísima, y por
esto el Señor no me regalará nada. ¡Afortunadas aquellas almas que sufren por el
Señor!... En cuanto al Sábado Santo, nosotras aquí haremos las prácticas prescriptas
para todos los primeros Sábados de cada mes. Si a ti te parece cambiar algo, estaré
contentísima. Deseo mucho verte y gozar de tu encuentro, y espero en Dios alcanzar
este provecho. Adiós, querida, recuérdame también a mí.
Tu Afectísima Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
140
99.- Se lamenta de su partida. Acompaña una carta del Superior. Propone
prácticas de amistad espiritual. Mención del Hospital
A LA MISMA
SEA HONOR Y GLORIA A LA SOBERANA TRIADA
Y A LA INMACULADA VIRGEN MARIA
141
Recuerda que estamos unidas, de manera que en este santo tiempo busca alguna luz
particular también para mi pobre alma.
Para establecer mejor nuestra unión espiritual, desearía que en el futuro, al
hablar al Señor, ya sea pidiéndole alguna gracia, sea ofreciéndole dones, sea haciendo
actos de amor, de entrega, de súplica, etc. de hablar siempre en plural, y así tener
presente nuestra unión y rezar juntas a Dios, favoreciéndonos siempre.
Con tal fin, anhelo que hagamos también otra cosa, el primer día de cada mes
apliquemos la Santa Comunión la una por la otra, pidiendo en la misma a nuestro buen
Jesús que a ti te haga conocer mis necesidades, es decir aquello que quiere y que exige
de mí para agradarlo; y a mí se digne hacerme conocer lo que quiere de ti, y luego con
toda sinceridad, libertad y caridad manifestarnos mutuamente la inspiración recibida. Si
esto te agrada y si recibes la obediencia para hacerlo, comenzaremos el primero de
Mayo, y gozo que el mes consagrado a María sea el comienzo de nuestro encuentro.
Ciertamente no podrás dejar de decir que sigo siendo una pobre mendiga, ya que
siempre tengo algo que pedirte para mi provecho; pero en fin, paciencia, nuestro
querido Jesús te pagará todo ampliamente.
Si crees bien así, desearía que le digas a nuestro Reverendo Superior de Breno
que me parece que el Señor le habrá inspirado algo para sugerir a mi pobre alma; decile
que si tiene alguna inspiración al respecto me lo diga con libertad, que mucho lo deseo,
más bien lo espero, agradécele de corazón tanta caridad que usa para conmigo, y pidele
que renueve el pacto hecho conmigo.
Me olvidaba de decirte lo que más me apremiaba.
Gozo mucho que tengas la hoja de mi voto etc. porque así conoces cuán grande
son las obligaciones que tengo para con el Señor; y te pido por caridad en todas tus
cartas recuérdame mis obligaciones, te lo recomiendo mucho, avísame, corrígeme,
amonéstame, en fin, haz aquello que consideres más apto para poner empeño en el
seguimiento que prometí al Señor. Hazlo que te lo pido por caridad.
Escondámonos en el Corazón Santísimo de Jesús, allí aprenderemos a amarlo, allí
nos haremos Santas, quedémonos allí siempre, hasta que .El quiera llamarnos al Santo
Paraíso.
Salúdame al Reverendo Dò y también a sus Hermanas, y a la Señora Mariana,
encomiéndame de corazón a sus oraciones.
Adiós, mi querida Hermana, que el Señor me haga digna de poderte ser siempre
tal, y no hacerme indigna de un favor tan grande. María Santísima nos acoja a ambas
bajo su Manto Santo. Soy
142
P.D. El Reverendo Bazzini deseaba saber algo respecto al Hospital, hazme el favor de
decirle que se explique mejor, y después de la enseñanza del Reverendo Bosio le
escribiré aquello que desea, por lo menos así nosotras aquí tendremos alguna luz para
poder darle una respuesta; porque nuestro Hospital tiene por ahora sus propias reglas,
pero lo que le puedo decir, se lo diré con mucho gusto. De nuevo muchas veces, adiós.
100.- Alaba a las hermanas y se humilla en su relación
A LA MISMA
VIVA EL SAGRADO CORAZON DE JESUS
14
Hoja en el cual anotaba las sagradas prácticas para ejercitarse en ciertas circunstancias
particulares de Novenas o de Fiestas, asignadas al azar a ella y a cada una de sus compañeras
143
Tu Afectísima Agradecidísima Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
101.- La estimula a crecer en el amor a Jesús
A MARIA CHIODI
VIVA JESUS Y MARIA
Queridísima Hermana,
No pude enviarte antes mis escritos, ten paciencia querida. Tu carta me fue tan
grata, mucho más porque te veo toda fuego por Jesús. ¡Oh! bienaventurada de ti, has
elegido la mejor parte que no te será jamás quitada. Continúa así, oh querida, aún más,
crece, sobre todo en estos días que son todos de amor. El amante Jesús, no sabiendo ya
más qué darnos, se entrega a sí mismo. Y nosotros, ¿qué le daremos a Él? ¡Ah! yo no
tengo sino miserias, pecados; pero de Él espero grandes gracias.
Ayer tuve la alegría de dar algunos besos a la amada Pierina, pero no podía
hablarle porque era en Silencio, espero pronto escribirle y así asegurarle la sinceridad de
mi afecto.
Querida María, por caridad me encomiendo a tus Oraciones.
Adiós, el Sagrado Corazón de Jesús sea nuestro nido. Soy en el Nombre de
Jesucristo
144
102.- Envía la Novena de San Luis, etc.
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA Y EL INMACULADO SAN LUIS
Mi Dulcísima Hermana,
El Señor me regala un momento, el cual es inesperado, pero muy apreciado ya
que puedo enviarte la novena de San Luis. No tengo tiempo de sugerirte otra cosa,
porque estoy comprometida en la escuela. Te hago memoria de la carpeta de las gracias,
y yo también te enviaré aquellas desde aquí; así espero, pero con calma, la otra hoja que
contiene expresiones ante la Santa Comunión. Salúdame a todas tus hermanas,
especialmente la Spadacini, agradecedle la afectuosa carta que me envió y dile que
deseaba escribirle hoy, pero como tengo poco tiempo, me reservo hacerlo en otro
momento para así poder entretenerme más extensamente con ella.
Adiós querida, el hogar de amor del Sagrado Corazón de Jesús será nuestra
verdadera morada. Soy
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI.
BRENO
145
103.- De su voto. La aconseja sobre el hacer algo para la salvación de los
prójimos. Domingos de San Luis. Su Noviciado en el siglo
A LA MISMA
VIVA JESUS Y NUESTRA DULCÍSIMA MAMA MARIA
146
ordenado pedirle que nos obtenga la gracia de conocer y de hacer en todas nuestras
acciones, hasta en las más pequeñas, sólo lo que agrada a Dios, y que El sea Maestro
haciéndonos conocer, lo que le gusta a Dios, y lo que le disgusta.
También me fue ordenado comenzar mañana el Noviciado, en este tiempo y así
empezar la vida religiosa para hacerme digna de una gracia tan grande.
Quisiera pedirte que cuando puedas me envíes la aceptación de la muerte que
haces después de la Santa Comunión. No puedo extenderme más, por eso te dejo en el
dulce Corazón de Jesús y pide también por tu pobre
A la Apreciadísima Señor
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
147
104.- Su devoción a San Luis
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS Y MARIA Y SAN LUIS
Mi Queridísima Hermana,
Sé que has quedado muy satisfecha por mi última carta, y que has recibido de ella
grandes consolaciones. Demos gracias al Señor, yo desearía siempre verte contenta.
Querida Mariana, Dios te visita con crucecitas, tal vez el descanso presente no te
será querido, pero el buen Jesús ve y lo hace dulce, y El, de esta manera, te ayuda a ser
toda suya.
No puedo callarme la consolación que hoy probé por ser el primer Domingo
consagrado a nuestro querido Protector San Luis Gonzaga. Me parece ver todo tu celo
para honrar dignamente a este gran Santo, y por otra parte me parece ver al amable
Luisito todo comprometido por sus devotas, y estoy segura que a todas les hará una
gracia especial.
Pido también al querido Luis que me recuerde a mí, a la más ínfima entre sus
devotas, y me favorezca con alguna gracia que desde hace tiempo necesito. Querida
Hermana, desearía que vieras el empeño de tantas jovencitas, devotas de San Luis,
cuánto fervor, amor y devoción, verdaderamente me da vergüenza, pero estoy
contentísima que este Santo tenga verdaderos devotos.
Camila te saluda, y desea saber cuándo vendrás a Lóvere, porque desea
fervientemente verte.
Agradécele a la querida Bonardi y Mora, por mi parte, te dejo en el dulce Corazón
de Jesús para que en él logres enloquecer al tuyo de su amor. Adiós queridísima, la
Novena de Pentecostés es la misma del año pasado, y te ruego de hacérselo saber a las
Moras. Soy
148
105.- Con reconocimiento acoge las sugerencias de la amiga. Sigue una tarea
encomendada por el Superior. Personas designadas para coronar a María.
Promete visita. Anhela cruces y conocer cómo reparar al Corazón de Jesús por
las ofensas que hacen en su presencia
A LUCIA CISMONDI
SEA ALABADA LA SOBERANA TRINIDAD
15
Ver aquello que se escribió en relación a la Carta 64.
149
La novena del Sagrado Corazón será la del año pasado, y te pido hacérselo saber
a las hermanas de Breno.
Querida, deseo que hagas una hermosa acción. Busca con insistencia al Señor
para que te haga conocer lo que desea que hagamos para reparar su ofendido Corazón,
cuando vemos u oímos que se cometen pecados, especialmente graves, luego dímelo o
escríbemelo.
Me parece que el Señor quiere algo de satisfacción por tantas ofensas recibidas,
pero ninguna inspiración me acompaña; ruégale y vuélvele a rogar tú, y estoy segura de
que te hará la gracia. Obtenedme de Dios la gracia de ser constante; si me quisiera
favorecer con alguna cruz, pídele que no me la deje de mandar…
Te pido que cuides tu salud; mucho me dolería saberte enferma. Atiendo con
deseo las prácticas del mes, y las nuevas órdenes de tu querida Mamá. Muchas otras
cosas me reservo para decírtelas personalmente, cuando nos encontremos. Adiós.
Soy en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo
150
106.- Aprueba la resolución de hacer sola los Ejercicios Espirituales y le envía el
libro para tal fin
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS, MARIA Y EL INMACULADO LUIS
Mi Queridísima Hermana,
Tu carta como siempre me fue muy queridísima; tu fervor me consuela mucho. Tu
hermosa resolución que tomaste de hacer los Santos Ejercicios privados te ayudará
mucho: el buen Jesús en tal encuentro no ahorrará sus gracias y sus luces, y yo te lo
deseo copiosamente. Te incluyo dos carpetas y un librito, que espero te ayudarán; pero
te pido luego reenviarme todo, porque me puede servir en caso de otra necesidad. El
Señor te acompañe y te bendiga. Camila está en el campo, donde no he podido
participarle tus pedidos: a su nombre te agradezco la Oración fúnebre que me has
enviado. Te incluyo dos disciplinas del Reverendo Señor Bosio que me las entregó a mí y
las cuales se encuentran en casa, una de ellas dice que la tengas tú y la otra pide
dársela a las Romelli y así las usen las dos. Además, me dio orden expreso de que
devuelva aquella que tiene en préstamo Lucía y puedas mandármela, porque él la quiere.
Agradece a tus Señores Padres en nombre de todos los de la casa.
Adiós querida, el Señor colme tu corazón de infinitas bendiciones que lo deseo
plenamente.
Soy en el nombre de nuestro Señor Jesucristo
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
151
107.- Envía una Novena, etc.
A LAS ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA CON EL AMABLE LUISTO
Su pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
Apreciadísimas Señoras
Las Señoras HERMANAS ROMELLI
CIVIDATE
152
108.- Recomienda un Clérigo ferviente. Envía un libro para una jovencita
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA CON SAN LUIS
Privada desde hace un tiempo de tus noticias, te envío estos dos renglones, ya
que se me presenta la oportunidad para hacerlo, y te pido si no es molestia alegrar mi
corazón con dos renglones tuyos. El que te la lleva es un Clérigo buenísimo e
inteligentísimo el cual tiene un pensamiento claro de consagrar toda su vida y sus
estudios a favor de sus prójimos: por esto desea conocer todas aquellas personas que de
algún modo puedan ayudarlo en una obra tan buena.
El libro que aquí te uno se lo entregarás a aquella jovencita que se encontró
contigo y que está cerca de ti, diciéndole que todo aquello que desea que yo le diga lo
encontrará en el libro, y que trate de hacer lo que allí dice. Salúdala y encomiéndala al
Señor.
El tiempo no me permite extenderme más; así que te doy un amoroso saludo y te
dejo a los pies de la Cruz para que llegues a ser Santa. Hazme saber, si has recibido mi
última carta unidas a tantas otras hojas. Soy
A la Apreciadísima Señora
La Excelente Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
153
109.- Reglas de la Compañía de San Luis. Su devoción a este Santo
154
hacerme grandes gracias. Le suplico nuevamente, de seguir dispensándome su caridad,
soy indigna máxime por mi falta de correspondencia, pero Jesús le pagará igualmente.
Me encomiendo de manera especial en sus Oraciones, lo espero mediante el pacto
caritativo que hizo conmigo, pero le ruego no colocarme en el Commune Plurímorum;
mis infinitas necesidades exigen una caridad particular.
Otra cosa que me olvidé de pedirle son las prácticas para el próximo mes, y Lucía
me escribió que las espera. Le pido marcarme más de una, porque también el mes
pasado eran cuatro. Las dos le pedimos que nos indique una práctica particular de
ejercitar en este mes cada vez que vemos o sentimos ofender a nuestro querido Jesús.
Se lo pedimos con fuerza.
Para agradecer al Reverendo Secretario del Obispo, deseo le diga aquello que a
Usted le parezca para hacer conocer mi gratitud y alegría por lo que ha hecho por San
Luis, una y otra son tan grandes en mi corazón que por cuanto le diga no expresará
nunca todo lo que siento. De ahora en adelante, a este Dignísimo Reverendo, no puedo
olvidarlo en mis frágiles Oraciones. El Señor lo haga también a él un perfecto San Luis,
que lo deseo de corazón.
Si tiene que escribir al Reverendo Angelini me lo saluda; recibí tres o cuatros
saludos suyos, sin poder jamás devolverle uno solo.
Daré fin a esta carta pidiéndole perdón por la molestia que le causé, y con el
suplicarle que me conceda su Santa Bendición. Soy en el nombre de Nuestro Señor
Jesucristo
155
110.- Celo por el respeto de las Iglesias. Voto de uniformidad al Querer de Dios.
Nuevos adscritos a su pía unión
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS, MARIA Y EL INMACULADO LUIS
Mi dulcísima Hermana,
Recibí todas tus cartas, y todas me fueron apreciadísimas, sirvieron mucho para
reprocharme mí extraña frialdad e indiferencia en el servicio al Señor. Si a Él le agrada,
espero salir de ellas, y tú debes ser el instrumento de mi santificación.
Hoy hice la Santa Comunión por ti, y le pedí al Divino Esposo que me hiciera
conocer qué deseaba de ti. Me pareció haber sentido que El está muy indignado y
ofendido porque hoy se acostumbra a estar con tanta irreverencia, disipación y desprecio
en la Iglesia, y que en este mes tu empeño sea el de impedir en lo posible todos los
desórdenes que nacen de ellas, inculcando mucho la devoción, el recogimiento, la
reverencia en la Casa de Dios.
Para reparar aquellas ofensas que tú no puedas impedir, el Señor quiere de ti que
estés en la Iglesia con una cierta postura, tanto interna como externa, y con ello
satisfacer las ofensas de los demás y hacer ver cuál es la manera de estar en la
presencia de Dios.
Te incluyo el nuevo sorteo para la próxima novena. Gozo mucho ser tu
Compañera en el servir a nuestra querida Mamá; así espero que tu virtud supla mi
maldad. Cada vez que entremos a la habitación pidamos a María alguna gracia para las
dos, sobre todo te pido que le supliques que nos deje como herencia la santa humildad,
la caridad, la pureza y el padecer. Espero que nuestra dulcísima Mamá lo hará como ella
sabe hacerlo. Además de nuestras prácticas, me fue encomendado (te lo digo a ti,
porque te considero como a mí misma) gran amor, suma confianza, profunda humildad,
y hacer el voto sub levi de ponerme y abandonarme totalmente en las manos del Señor,
sea cual fuera lo que me suceda.
Deseaba escribir a la Señora Panserini, pero esta vez no tengo tiempo, lo haré
otra vez. Las personas que tú nombras han sido todas aceptadas de buena gana, solo me
dijo que deseaba tener el lugar para algunas que él deseaba asociar.
156
Al saludar a la Spadancini dile que escribiendo al Reverendo Ventura de Vezza le
haga saber que el Reverendo Superior se consoló mucho al enterarse de que deseaba
asociarse a esta pía unión, y que le haga conocer alguna noticia de su pueblo y del éxito
de sus Misiones: que se lo pide de corazón. El Reverendo Dò desea unir a una joven de
su pueblo, de la cual no me dijo el nombre, y ha sido aceptada, por ese motivo le hago
saber sobre este asunto, le mandaré también la novena ya preparada, así quedará una
menos para ti. Deseo que en este mes continuamente pidamos al Señor la santa
humildad, un gramo solo de soberbia malogra las más bellas acciones, y yo tengo tanta,
¿qué tengo que hacer? Confío en Dios… Muchos saludos a todas las Hermanas,
especialmente a la excelente Panserini. Adiós mi querida, a encontrarnos el Miércoles a
las 4, en el lecho cerca de María Santísima. Soy
157
111.- Pide perdón por su tardanza en responder
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
Mi queridísima Hermana,
Te incluyo el nuevo sorteo para la próxima novena de María, la cual si a ti te
agrada será aquella del año pasado. Perdonadme por caridad mi tardanza, recibí todas
tus cartas y todas me fueron queridas. Deseo yo también entretenerme largamente
contigo, pero ahora no puedo, espero poder hacerlo pronto, ahora te mandaré también la
carta de la excelente Señora Franzoni.
Muchos saludos a las queridas Hermanas, y cien mil a las Pierinas a las cuales
dirás mil perdones por no haber jamás correspondido a sus cartas. Deseo saber alguna
noticia referente a los 5 Domingos de la Inmaculada.
En el Sagrado Corazón de Jesús te dejo, y yo en nombre suyo me digo
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
158
112.- Recomienda el envío de una carta
A MARIA DO
VIVA JESUS Y MARIA
Queridísima Hermana
Te pido enviar a su destino la carta que aquí te incluyo, porque no sé ciertamente
dónde está ella y la carta me apremia mucho.
Me encomiendo de corazón a tus oraciones. Te saludo cordialmente. Muchas
gracias a tu dignísima familia. Me digo
159
113.- Una sola cosa importa, hacerse santos
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS Y MARIA
Mi Queridísima Hermana,
Recibí todas tus cartas, y también escuché tus dulces reproches. Ten paciencia si
soy perezosa, a veces estoy impedida legítimamente; también yo deseo siempre de
corazón entretenerme contigo, y cuando recibo tus cartas pruebo un gozo particular. Me
alegra sumamente saber que hayas hecho los Santos Ejercicios. Estoy segura de que
Dios te habrá hecho conocer su voluntad en todo, y que te habrá dado luces particulares.
Ahora imagino verte aún más suya, más Santa. ¡Qué contenta estoy! Sabed, querida
Hermana, conservar como preciosos los dones del Señor, y continúa siempre
correspondiéndole en su amor y te encontrarás sumamente contenta.
Cuando me pongo a meditar sobre la brevedad de mis días, la felicidad del
Paraíso, la miseria de este mundo y los padecimientos del Infierno, siento nacer en mi
corazón un gran deseo de hacer algo para hacerme Santa y gran Santa. Efectivamente
¿qué son las mortificaciones, las abnegaciones, las humillaciones, los padecimientos y
cualquier otra cosa, en comparación con el Paraíso que nos merecemos con ellas?...
Seríamos bien Locas si no nos hiciéramos Santas; pero más loca soy yo que teniendo
todos los medios, pudiendo fácilmente hacer mucho por el Paraíso, hago poco, nada,
todo al contrario. Pero tú, por caridad, no me imites, continua con tu acostumbrado estilo
de vida, si puedes acreciéntalo, que Dios te premiará como El sabe hacerlo.
Tenme por caridad presente en tus Oraciones.
De las Romelli recibirás el nuevo sorteo para la próxima novena. Desearía que lo
más pronto posible me devuelvas las hojas y el libro que te presté para los Santos
Ejercicios.
Te auguro la más sublime santidad, acompañada de una santa alegría.
Yo estoy contenta de llamarme en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo
Tu pobre Hermana
160
De deseo Hna María Luisa de Jesús. B. C.
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS, MARIA Y LUIS
Mi dulcísima Hermana,
Sean dadas infinitas gracias a mi Jesús que tan benignamente me concede tiempo
para entretenerme contigo amada Hermana. Tienes toda la razón para quejarte de mi
tardanza en escribirte, pero espero que tu caridad me compadezca, puesto que conoces
mis circunstancias. El Lunes hice la Santa Comunión por ti, y al preguntarle al Señor qué
deseaba de ti, me pareció que decía que le agradarías mucho si te emplearas, de todas
las maneras posibles en dilatar la devoción a María su querida Madre, y en procurar por
todos los medios hacerla amar, servir y obsequiar por cuantos más puedas. He aquí la
hermosa tarea que te toca realizar en este mes, ¡Qué grande será la recompensa que
recibirás de María! ¡Afortunada de ti mil veces!
Te ruego decir un Agímus por mí al Señor agradeciéndole por todo lo que se digna
favorecerme en estos días. A decirte la verdad vivo intranquila. Mis ocupaciones externas
se han multiplicado un poco, y unidas a mi extremada delicadeza y haraganería, me
quitan mucho tiempo que debería emplear en la Santa Oración, por esto me siento muy
distraída, fría y sin espíritu de Devoción. En esta circunstancia necesito mucho de tu
caridad, ofrece alguna oración a Dios para este fin, y luego con toda libertad, dime
cuanto Dios te sugiera al respecto.
Te incluyo las prácticas para este mes, tienden todas a la obtención de un
verdadero espíritu de oración y de una permanente presencia de Dios. También en esto
te ruego indicarme cómo haces para conservarte en la presencia de Dios, aún en medio
de las ocupaciones que distraen, y cómo haces la Santa Oración. Te pido todo esto con
confianza y espero que como verdadera hermana, no me negarás una caridad tan
grande; no me decepciones en mi esperanza.
161
Ahora te incluyo la carta de la apreciada Sra. Franzoni. Me gusta realmente su
corazón tan bondadoso y sus particulares dotes. Que el Señor la conserve siempre así, lo
deseo de corazón.
Tu quieres que le escriba; a ti no quisiera decirte que no en nada, pero te aseguro
que no puedo ayudarla; mis ocupaciones me dejan poco o ningún tiempo de libertad, y
además al no conocerla personalmente, siento reparo en enviarle mis borrones; pero si
tú me lo ordenas, superaré todas mis dificultades y lo haré.
No puedo ocultarte que he oído de algunas personas que la mencionada podría de
alguna manera comenzar a entibiarse. Yo no lo he creído y hasta le dije a quien me lo
contó, que no debía ser cierto absolutamente; pero contigo no lo puedo callar. Procura
indagar la verdad con discreción e ingéniate para poderla ayudar si fuese necesario.
Querida Hermana, por caridad recuérdate de mí. Con ansiedad espero tu carta.
Muchos saludos a las queridas hermanas, y a todas ellas me encomiendo.
Te espero ante la Cuna de nuestra querida Niña, recibí la obediencia de pedirle a
Ella en el día de su fiesta dos gracias; la primera que por lo menos pueda morir en
alguna religión, la segunda que me dé una Santa Infancia espiritual, y yo estas gracias
las espero de corazón. Ruega a la Niña que me tenga a la par tuya en la distribución de
las gracias.
Adiós, mi querida, el amor de Jesús te consuma toda. Soy
162
115.- Exhorta a adquirir la perfección en el amor de Jesús
A PIERINA VIELMI
VIVA JESUS, MARIA Y LUIS
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA, espero sea DE JESÚS
A la Apreciadísima Señora
163
La Señora PIERINA VIELMI
ARTOGNE
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS, MARIA Y LUIS
Queridísima Hermana,
Tu humildad verdaderamente me sorprende. Leí tu querida carta, y maravillada
en tu virtud me sentí edificada. ¡Oh Santa humildad cuán preciosa eres, querida y
grande a los ojos de Dios!... ¡Cuán necesaria para adquirir una verdadera virtud!... ¡Pero
cuán alejada de mi!... Que te sea muy querida esta virtud, y estarás segura del
Paraíso…
Sean infinitas gracias a nuestro buen Dios que le devolvió una excelente salud a
tu Señora Madre, salúdamela mucho, junto con todos los otros de tu familia, a nombre
de mis padres y de Camila.
Te mando la novena, la cual comunicarás también a la Rizieri, y a las queridas
Romelli a la cuales les entregarás el paquete de las imágenes, que te mando junto a
ésta, y que ellas me pidieron que les comprara. Si fueran muchas en número me las
mandas que las tendré yo.
Te pido una gran caridad, que hagas la Comunión según mis intenciones; y la
misma caridad pídele en mi nombre a las queridas Romelli. Esto te lo pido a título de
caridad ya que así no me la pueden negar. Desearía una gracia del Señor, y conociendo
mi indignidad, no puedo más que esperar de las oraciones de las almas que Dios quiere.
Muchos saludos a las Romelli, hazle saber a ellas que deseo mucho sus cartas.
No recibí nada de tu Reverendo Bosio; sus incesantes ocupaciones no le dan un
momento libre para emplearlo a tu favor y a tu consuelo.
Ten paciencia.
Me encomiendo de corazón a tus oraciones, mis necesidades son tan grandes que
casi me oprimen. Amemos a Jesús y a María, y en su nombre me digo
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA, espero sea DE JESÚS
164
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
MALEGNO
117.- Dones recibidos de Dios en los Santos Ejercicios y su mala
correspondencia
Mi Respetabilísimo Superior,
Apoyada en su bondad me atrevo a enviarle las hojas que escribí durante este
tiempo, a fin de que pueda conocer el resultado de mis Ejercicios. En ésta no le digo
nada porque procuré escribirle todo con sinceridad en en dichas hojas. Le digo sólo que
estoy en deuda para con el Señor, que me ha ayudado de una manera particular y que
me ha hecho muchas gracias; y también me han favorecido las circunstancias,
dejándome tranquila y sin ninguna agitación. Todo lo debo a la bondad de mi Dios, a la
asistencia de María y de mis Santos Abogados, y a las oraciones de tantas almas que he
comprometido respecto a mí. Sé que si hubiese correspondido a tantas gracias, hubiese
sacado un fruto cien veces mayor del que hice.
Pero estoy contentísima, no de mi maldad, sino de la gran bondad de Dios, y
espero realmente en El para no ser más la que he sido en el pasado. Le ruego de corazón
escribirme su parecer sobre los puntos que le pido, y hágalo con toda tranquilidad.
Me encomiendo a sus Oraciones. Ahora sé que las necesito mucho más que antes;
el Señor me exige cosas grandes y si no correspondo, Dios sabe qué será de mí.
De corazón le agradezco, en el acto en que le beso las manos tengo el honor de
decirme
165
118.- Lamenta su visita perdida. Ofrece un regalo. Pide comunión de bienes
espirituales
A REGINA TAERI
VIVA JESUS, MARIA EL INMACULADO LUIS GONZAGA
A la Apreciadísima Señora
La Señora REGINA TAERI
BRESCIA
166
119.- La exhorta a dejar la frialdad de sus Comuniones. Buen éxito en sus
Ejercicios
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS, MARIA Y SAN LUIS
Queridísima Hermana,
He aquí la próxima Novena en preparación a la Fiesta de la Pureza de María. Te
deseo gran fervor para que puedas honrar también por mí a nuestra Madre en común,
que mucho lo merece.
Al principio del mes hice la Santa Comunión por ti, y pedí al Señor que me haga
conocer tus deseos, me parece haber sentido que desea que cada Comunión que hagas,
la hagas siempre con grande y nuevo fervor, y eso para reparar la frialdad que tantas
almas tienen al acercarse a la Santa Comunión, especialmente la mía que es grande.
Estoy yo también esperando el fruto de tu Comunión para conmigo, y si no es
molestia desearía saber también aquel del mes pasado, porque ya hace más de un mes
que no recibo carta tuya.
Eso me da un poco de pena temiendo que el Señor para castigar el abuso que hice
de tu santa amistad ahora me la quiera sacar. Reconozco merecer esto, por eso me
encomiendo a tu caridad.
Deseo mucho saber tu parecer en aquellas cosas de las que te hablé en mi
penúltima carta. Mi queridísima, te deseo todo bien y ayuda del Cielo a fin de que puedas
hacerte Santa.
Te agradezco las oraciones que has hecho por el buen éxito de mis Ejercicios. El
Señor te escuchó, porque me ayudó de una manera particular. Ahora no me queda hacer
más que cosechar aquellos frutos que Dios sabe cómo los hice. Adiós querida, Dios sea
siempre con nosotras. Soy
167
120.- Del servicio de Dios. Caridad para una hermana enferma
A MARIA CHIODI
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIA CHIODI
ARTOGNE
168
121.- De su Superior. Afectos de ternura y santa amistad. Manifestaciones en la
Comunión en relación a la amiga. Prácticas en sufragio de los difuntos. Deseo de
participar en la Cruz de Jesús
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
169
No puedo callar el hecho de haber conocido que el Señor está muy contento
contigo, y que le eres muy querida, y al rogarle que me hiciera ver algo que deseaba de
ti, me parece haber conocido que el Señor te ha destinado para integrar el número de las
más grandes Santas, y quiere que correspondas en modo particular a sus gracias, y así
serás una gran Santa.
Querida Lucia, ¡qué felicidad inmensa!, el buen Jesús te quiere toda para sí. Que
El te dé todas las gracias, que El obre en ti y tú seas una gran Santa y te lo deseo de
corazón.
Estoy esperando las prácticas para este mes, y la inspiración que el Señor te
habrá dado para mí. En esta Octava de los Muertos tengo la obediencia de unir todas mis
acciones a los méritos de Jesucristo y luego aplicarlos por la liberación de las Almas del
Purgatorio: así al sonar cada hora pediré a Jesucristo por caridad y por los méritos de su
Sangre la liberación de un alma del Purgatorio, al privarme cada día de alguna comida, y
dándola a los pobres entiendo elevar a estas Almas, y decir un Nocturno y los Laudes del
Oficio de los Muertos cada día. Únete también tú conmigo, porque yo ciertamente no
haré nada, y por otro lado me da mucha compasión estas pobres Almas. Te ruego que
supliques todos los días a nuestro Amor Crucificado para que me prevenga con sus
gracias, y además para que me haga participar un poco de su Cruz. Tanta tranquilidad y
tanta quietud en que me deja, me hace temer que no esté contento conmigo, si bien me
doy perfectamente cuenta de que El no me manda el sufrimiento porque ve que no sería
capaz de soportarlo.
¡Ah! mi querida, amemos a Jesús, amémoslo de corazón, amémoslo siempre, y
procuremos hacerlo amar a los demás. Un acto de amor a Dios vale más que cualquier
otra cosa.
Te dejo a los pies del Crucifijo, para encontrarte pronto y para no abandonarte
jamás. Soy
170
122.- Vivas significaciones de amistad, de humildad, etc.
A REGINA TAERI
VIVA JESUS, MARIA Y EL INMACULADO GONZAGA
171
La Señora REGINA TAERI
BRESCIA
123.- Sus remordimientos de conciencia. Encomienda a las oraciones de la
amiga la predicación de Don Bosio
A MARIANA VERTOVA
VIVA EL ESPOSO CELESTIAL Y VIVA LA MAMA INMACULADA
172
124.- De la Novena de la Inmaculada. Del amor de Jesús
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA CON LA COMPAÑÍA DE SAN LUIS
P.D. He aquí aquello que deseas. Perdóname si está hecho muy mal. En cuanto pueda
haré la carta que me indicaste. Adiós.
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
173
125.- Se alegra por las gracias recibidas de la amiga. Pide la ayuda de sus
oraciones
A PIERINA VIELMI
VIVA JESUS Y MARIA
CON EL GRAN SANTO LUIS GONZAGA
Hermana Queridísima,
Recibí tu agradable carta. Te confieso ingenuamente que tu fervor me da envidia.
El Señor te otorga las gracias señaladas, y tú continúas correspondiéndole. Tu Esposo
quiere grandes cosas de ti, te quiere grande en virtud, te quiere Santa. Sele fiel que Dios
lo merece, y tú al fin estarás sumamente contenta.
Te ruego tenerme presente en tus fervorosas Oraciones: sé que Dios quiere algo
de mí, me llama dulcemente a su suave yugo, y hasta ahora siempre le puse resistencia,
pero estoy decidida a no disgustarlo más, al contrario quiero seguir sus designios
misericordiosos sobre mí, y para llegar a esto imploro de corazón tu asistencia mediante
tus Oraciones.
La próxima Novena de la Inmaculada, si estás inscripta, y si tienes las Reglas de
la Inmaculada, harás aquella allí asignada, de otro modo las Hermanas no inscriptas a la
Inmaculada harán la Novena del año pasado.
Salúdame mucho a la querida Chiodi, decidle que espero su carta. Te auguro un
buen éxito en tus Ejercicios y muchos frutos.
Adiós queridísima, amemos a Dios, amémoslo de corazón, amémoslo siempre y
estaremos contentas.
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
A la Apreciadísima Señora
La Señora PIERINA VIELMI
ARTOGNE
174
126.- Le encarga de hacer en su lugar la pía unión
A LUCIA CISMONDI
Queridísima Amiga,
Había pensado llegarme este jueves pasado; diversas circunstancias me
impidieron realizar mi deseo, pero hoy comenzando la Novena de la Inmaculada
Concepción de María, estimo mi deber enviártela, pidiéndote leerla y dársela a todas
nuestras Compañeras. El jueves próximo espero poder ir a hacer nuestra pía unión;
mientras tanto te pido hagas tú mis veces animando y dando fervor a toda las queridas
Compañeras, y salúdalas también en mi nombre.
Te deseo todo bien, más aun las gracias de Dios, la cual es el más precioso tesoro
que haya, en cielo y en tierra. Encomiéndame a Dios y créeme
175
127.- Pésame por la muerte de una hermana. La Santa Unión es prevista hace
40 años. Sentimientos probados en la Comunión en relación a la compañera.
Don Bosio encomienda sus Misiones
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
Lóvere, 2 de diciembre de 1828
Mi Dulcísima Hermana,
Recibí tu siempre queridísima carta. El anuncio que me das me provoca mucho
dolor en mi corazón por la pérdida que hemos tenido de un verdadero ejemplo de toda
virtud, y de una Hermana muy digna, pero por otro lado me consuela, reflexionando que
hemos adquirido una Abogada en el Paraíso, la cual espero no cesará de pedir por
nuestra pía Unión. Me es muy querida tu propuesta en cuanto al reemplazo de la
Hermana Difunta; aquella que me nombras la propondré a nuestro Superior, y si será por
él aprobada como espero, te escribiré. No puedo callar, y a tu consolación te debo decir
que el Señor tiene grandes designios sobre nuestra Santa Unión.
El Reverendo Conde Tomini después que escuchó nuestras metas e intenciones
sobre esta Unión, todo sorprendido dijo a la Madre Parpani «te aseguro que Dios desea
ciertamente esta hermosa obra, y ha sido ya prevista cuarenta años atrás en estos
términos: Que en un tiempo habría en la Iglesia del Señor una Pía Unión compuesta por
12 Religiosos que representan a los Apóstoles, y de 72 Discípulas Vírgenes, cuya unión
habría dado gloria a Dios y favor a la Iglesia». Dice que eso fue promovido, fue
contrariado, fue examinado, pero jamás resultó, diciendo a todos que el signo era que
aún no había llegado el tiempo de Dios. Por eso, anima a seguir con fervor la obra tan
querida a Dios, es más, él mismo dice llamarse afortunado de estar inscripto. Deseo decir
eso para tu consolación, porque me parece digna de toda la fe la persona que lo dijo. Mis
compañeras aquí son todas fervorosas, diles eso a aquellas que están en tu pueblo, para
que puedan animarse y ser más fervorosas.
El día de María Inmaculada escribamos algo para dar forma a nuestra Unión.
Recen, y hagan rezar a Jesús y a María para que se digne iluminarnos en ese propósito.
Ayer hice la Santa Comunión por ti y pedí al Señor que se dignase hacerme
conocer aquello que deseaba de ti. Entendí que tanto más serás querida, cuanto más
pequeña te hagas, y que si quieres formar su Pesebre en tu corazón, debes prepararlo
puro, y ardiente de amor de Dios, donde pueda morar siempre en ti. Estaré yo también
con deseo de esperar el éxito de tu Comunión para mí. El Reverendo Superior que
actualmente se encuentra ejerciendo su oficio de Misionero, te envía un sinnúmero de
agradecimientos, y te renueva el encargo de rezar y hacer rezar a cuantas personas
176
puedas por el buen éxito de sus Misiones, asegurándote que te hace parte a ti y a toda
aquellas que rezan por el fruto que traerá sus cansancios, de la gracia del Señor.
Te adjunto la hoja para el Adviento que sirve solo para ti y para mí. Te mando
otra hoja que se las comunicarás a tus hermanas, así como el Sorteo para la próxima
Novena de Navidad, ya que hacemos las prácticas del año pasado.
Deseo verte crucificada con Jesucristo, y reza para que en la Cruz yo también
viva siempre y muera.
Te espero en el Pesebre de Belén. Adiós queridísima, soy
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
177
128.- Envía las Reglas para la Compañía de la Dolorosa. Recomienda observar
la dependencia del Confesor
A HORTENSIA PETENZI
Queridísima Amiga,
He aquí, oh querida Amiga, que con toda satisfacción me complazco enviándote el
librito de las Reglas de la Dolorosa. Sea tu empeño ponerlas en práctica, pero antes
muéstraselo a tu Confesor.
Me da pena no poder entretenerme contigo, porque el tiempo no me lo permite.
Pero no puedo hacer menos que recomendártelo mucho. Obra mucho por Jesús y María,
que un día recibirás la recompensa.
Salúdame a la Señora Catalina Fiorini, y saludádmela mucho a los de mi casa de
Balia.
Adiós queridísima, encomiéndame a Dios, y dame alguna noticia de tu futura
Compañía de la Dolorosa. Soy
178
129.- Agradecimiento por el regalo
A BARTOLOMEA TOMASI
Apreciadísima Señora,
Estoy verdaderamente mortificada y confundida con Su Señoría. El excelente y
precioso regalo que me hizo no me podía ser más querido y grato, solo me disgusta no
tener modo de compensarlo, tanto más cuanto reconozco haber recibido este regalo
contra todo mérito. La inmensa bondad que ha tenido conmigo se la agradezco. Yo le
aseguro que me considero sumamente en deuda por su amabilidad. Si la encuentro le
haré conocer mi gratitud, y me será muy querida. Mientras tanto, como es mi deber,
duplicaré de atenciones a sus queridas hijas, y en mi frágil capacidad procuraré satisfacer
sus deseos en cuanto a la educación de ellas.
Mis Padres le envían a Usted sus agradecimiento y felicitaciones y con los de ellos
uno las mías por el regalo inmerecido.
Deseándole del Cielo toda felicidad, y con sincera estima y afectuoso respeto,
tengo el honor de decirme
A la Apreciadísima Señora
La Señora BARTOLAMEA TOMASI nacida en BAZZINI
LOVERE
179
130.- Se alegra por su provecho espiritual. La anima en su falta de
consolaciones sensibles. Agradecimientos
A VOLUMNIA BANZOLINI
VIVA JESUS Y MARIA
180
Espero pronto poder darte el librito para la Santísima Comunión que tú me pediste.
Perdóname mi lentitud. De nuevo te saludo, y te dejo en los dulces Corazones de Jesús,
José y María.
B.C.
A la Apreciadísima Señora
La Señora VOLUNNIA BANZOLINI
LOVERE
181
131.- Cortesías y augurios. Noticias sobre Uniones consagradas a los Santísimos
Corazones de Jesús y de María e invitación a pertenecer
A REGINA TAERI
VIVA JESUS Y SU CRUZ SANTISIMA
182
Muchas otras cosas tendría para decirte de gran consuelo sobre la misma, pero
para no extenderme tanto la reservaré para aquel afortunado momento en que Dios nos
concederá el poder abrazarnos. A lo que te conté agrego que de las Hermanas faltan
como 3 ó 4 aún, así desearía que tú te inscribieras a esta Pía Unión; lo deseo de
corazón, y con todas las Hermanas seremos afortunadas si aceptaras la invitación. El
Reverendo Señor Don Angel que es nuestro hermano, desea muchísimo que tú seas
admitida a esta devota Asamblea.
Espero con ansias tu respuesta sobre lo comentado, y yo tendré el honor de
mandarte todo lo que pertenece a esta Pía Unión. Es suficiente que te diga que todo
aquello que te dije es secretísimo, y que se desea que ninguna persona lo sepa.
Perdóname si te cansé con lo extenso de mi escrito.
Deseo ardientemente que el Niño Jesús te consuma todo en su Santo amor y que
te haga toda suya para siempre.
Adiós, a encontrarnos a los pies del Niño Jesús; aquí encontraré ciertamente a mi
querida Hermana y Amiga, y en dicho encuentro te pido que recuerdes a aquella que es
orgullosa de ser
183
AÑO 1829
A LUCIA CISMONDI
VIVA EL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESUS
184
Un Religioso, a quien se lo había dado, no pudo hacer toda la copia, y ahora con
sus alumnas ya terminó las semanas, y varias veces me insistió para que se lo diera
nuevamente. Es verdad que yo tengo una copia, pero no es en todo igual, por lo tanto es
necesario que tenga el librito ya mencionado. En el pedido dile que me perdone la
molestia, y que me encomiende a Dios.
Muchos saludos a todas las queridas Hermanas, me encomiendo a las oraciones
de todas. Espero pronto tu carta. Deseo que el amor Santo de Jesucristo nos consuma
totalmente.
P.D. me olvidaba de decirte que el 4 del corriente mes el Reverendo Superior comienza
los Santos Ejercicios en nuestra congregación, de todo corazón te lo encomiendo a tu
caridad, para que puedan tener buen éxito; por caridad reza, y haz rezar mucho mucho.
De nuevo te saludo. De todo aquello que me dices en tu carta, te daré respuesta cuanto
antes. Adiós.
185
133.- Pésame por la muerte del Padre
A UN SACERDOTE
VIVA JESÚS Y SU CRUZ SANTISIMA
186
134.- Envía la novena del Esponsalicio, etc.
A LAS ROMELLI
Su pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
187
135.- De una carta suya perdida. Dependencia de las Hermanas de Don Bosio
A LUCIA CISMONDI
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
188
136.- Fragmento de carta en la cual expone el juicio del Canónigo Conde Tomini
sobre la Pía Unión
25 de enero de 1829
189
137.- Pensamientos sobre el Paraíso. Le exhorta a fundar la Compañía de San
Luis, a consolar al Corazón de Jesús. Sobre los temores de abandonarlo.
Promete nuevo reglamento de la Pía Unión
A LUCIA CISMONDI
190
como lugar de su morada, en especial en este tiempo en el que es tan indignamente
abandonado por muchos.
¡Querida Lucía! ¡Qué fortuna la tuya!... Por caridad, consuela por lo menos tú ese
querido Jesús que recibe continuamente infinitas ofensas de parte de muchos y de
muchas. Consuélalo con tu amor, con tu fidelidad, con tu servicio, procura también
obtener misericordia por esos pobres que lo ofenden. Pero sobre todo ten caridad de tu
pobre amiga y hermana Bartolomea. Te aseguro que me encuentro en gran necesidad
de tu caridad; temo mucho ser objeto de odio de parte de Dios, y a cada momento me
parece verme abandonada por Él y por lo tanto caer de precipicio en precipicio.
Esta vez sé realmente hermana, y ruega de corazón a Dios; si El prevé que voy a
abandonarlo, ruégale que me otorgue enseguida una gran contrición, y me haga morir al
instante.
Esto me pesa realmente en el corazón, y temo mucho, mucho que llegue a darse.
Pero me concede una dulce esperanza la unión y la caridad que tú me dispensas, y por
tus méritos espero yo también ser ayudada.
Deseo otro favor de ti. Puesto que todas las horas debemos pedir a Jesucristo la
conversión de algún alma, te ruego que al toque del mediodía le pidas a Jesucristo la
perfecta conversión de todas las jóvenes de mi Oratorio, y a las dos de la tarde, pídele
mi sincera y total conversión; lo mismo, aunque indignamente, haré yo por ti en dichas
horas por tu Oratorio, y para ti pediré a Jesús la más alta santidad.
Esta vez deseo cansarte con la extensión de esta carta, y hacerte saber que yo no
me canso de leer las tuyas, y espero, esta vez, una carta pronto y larga para que me
consuele, aunque no la merezca.
Mi queridísima, amemos a Jesús, amemos a María, procuremos hacerlo amar
también a los otros, que mucho lo merecen.
Espero pronto poder enviarte el nuevo Reglamento para nuestra pía Unión,
mientras tanto ten paciencia, porque las cosas más deseadas son aquellas que mejor
salen.
Adiós mi querida, te dejo con el Santo anciano Simeón a gozar de Jesús Niño. Soy
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
191
138.- Se alegra por la recuperación de la salud. Da cuenta de los encargos
hechos
A MARIANA VERTOVA
SEA HONOR Y GLORIA A JESUS Y A MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
A la gran Señora
MARIANA VERTOVA
MALEGNO
192
139.- Da cuenta del reglamento escrito para la Pía Unión y de otros escritos.
Pide hacer el voto de caridad. Sentimientos de verdadera humildad y devoción a
María Santísima
193
A cada momento me parece ver cerca mi caída, y la muerte, que me sería
querida, no puedo pedirla por temor a algo peor. Lo merezco todo, lo confieso, pero mi
buen Jesús no me puede negar la gracia de no ofender a mí Dios y de amarlo mucho. En
medio de mis temores, no le oculto que mi dulcísima Madre María me es de gran
consuelo. Hace algunos días sentí en mi corazón un suave reproche de su parte porque
confiaba poco en Ella y la amaba poco. Ahora siento por ella una gran ternura y
confianza que me hace realmente esperarlo todo de una Madre tan buena, y con sólo
nombrarla me siento alegrar el corazón. ¡Oh! María, María, sálvame, por caridad...
No puedo ocultarle que me parece haber sentido en el corazón que María quiere
ser su fiel Compañera en la Misión que está por realizar. Con tal fin ha dispuesto que por
algunos días esté sin Compañero, para hacerle probar qué eficaz es su presencia. Confíe
mucho en Ella y la Misión resultará muy bien.
Lo saludo humildemente, rogándole encomendarme a Dios. Antes de cerrar esta
carta, le pido que le sean gratos mis agradecimientos que los renuevo por su gran
caridad para nuestro Oratorio. Le aseguro que a María le han agradado mucho esas
obras, y el fruto extraordinario de las Misiones de Cividate, estoy segura que se lo dio
María para pagarle la obra de caridad hecha a sus Hijas.
Yo no puedo más que agradecerle vivamente, y asegurarle que conservaré
siempre en mi corazón una gran gratitud con la obra.
Le deseo un buen viaje, y que todas sus palabras sean saetas de amor Divino que
hieran los corazones de sus oyentes. Soy
194
140.- Se alegra por el fervor de las Hermanas. Le pide que le envíe las santas
prácticas para cada mes
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Excelente Señora LUCIA SIGISMONDI
BRENO
195
141.- Alaba y estimula su fervor
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
196
142.- Envía algunas prácticas devotas para la elección del Sumo Pontífice. Otras
prácticas ofrece por los Hermanos Sacerdotes. Humilde sentir de sí
197
143.- Le pide mayor confianza y coraje en Dios. Promete el reglamento para el
Hospital
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
198
144.- Busca quien transcriba las Reglas de la compañía de San Luis. Promete
satisfacerla para el Hospital
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
P.D. En este momento recibí la cesta y tu carta, pero la primera carta que me dijiste que
me escribiste no la recibí; cuanto antes te complaceré en lo referente al Hospital y a lo
que me pides. Adiós.
A la Excelente Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
199
145.- Envía las pías prácticas. Humildes temores de sí misma
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
200
146.- Tareas encomendadas. Amor a la Cruz
A CATALINA FERRI
VIVA JESUS Y SU SANTISIMA CRUZ
Tu Hermana en Jesucristo
CAPITANIO BARTOLOMEA DE JESUS
A la Apreciadísima Señora
La Señora CATALINA FERRI
CEDEGOLO
201
147.- Triduo a la Virgen del Buen Consejo. Hermanas para agregar. Pide
oraciones, etc.
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre hermano
JUAN DE JESUS Y MARIA
16
Así llama a la amiga con el nombre del personaje que le tocó en suerte en la práctica
del Viaje al Calvario, como luego firma ella con el nombre de Juan
202
148.- Promete mayor fervor para el culto de María Santísima en el Próximo
Mayo. Sus deseos de conversión de todos los pecadores
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
203
149.- La estimula a hacer bien el mes de Mayo
A PIERINA VIELMI
VIVA NUESTRA QUERIDA MAMA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Honorabilísima Señora
La Señora PIERINA VIELMI
ARTOGNE
204
150.- Sobre el mismo argumento
A LAS ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA POR SIEMPRE
Su pobre hermana
Bartolomea De Jesús Y María
A la Apreciadísimas Señoras
Las Señoras Hermanas LUCIA y JULIA ROMELLI
CIVIDATE
205
151.- Sobre el mismo argumento
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y SU CRUZ
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
206
152.- La estimula a grandes cosas para la gloria de Dios. Deseo de unirse para
siempre en el Paraíso y esperanza de hacerlo antes en Religión. Indulgencias
para el Oratorio. Ternura de afecto
A LA MISMA
VIVA JESÚS
207
hablan no sólo dos fieles Amigas, sino con ese afecto con que pueden hacerlo dos
afectuosas Hermanas.
Te pido que me digas por cuánto tiempo te quedarás en Darfo. Espero que sea por
pocos días porque esta mayor lejanía me retrasa el placer de leer tus cartas.
Le pido a nuestra Madre María que nos considere siempre como sus apreciadas
Hijas, y nos permita reencontrarnos las dos siempre bajo su manto.
P.D. Espero saber alguna noticia que tiene que ver con las Indulgencias para el Oratorio
y si se ganan uniéndose al tuyo. Mientras tanto permíteme que te repita mil veces que te
amo con toda ternura, que recuerdo con vivo sentimiento de gratitud las grandes
bondades que de ti recibí.
208
153.- Disgustada por el haberle negado el permiso de asociarse a la Pía Unión y
desea que sea obediente etc.
A REGINA TAERI
VIVA MARIA Y TODOS SUS DEVOTOS
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS Y DE MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Excelente Señora REGINA TAERI
BRESCIA
209
154.- La compromete a honrar y a hacer honrar a María. Pide sufragios para una
hermana
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
Lóvere, 8 de mayo de 1829
Queridísima Hermana en Jesucristo,
Pax Christi.
Mi deseo sería el de entretenerme contigo extensamente, y tú quedarías muy
contenta; pero a Dios no le gusta darme esta satisfacción, porque ahora no tengo más
que unos pocos minutos libres; paciencia. Consuélate con una carta mía, lo deseo de
corazón y es mi gran necesidad . En la santa Comunión hecha por ti el primer día de este
mes me parece haber conocido que el Señor desea de ti en este mes que te
comprometas mucho a honrar y a servir a María Santísima y a procurar todos los medios
para que otros puedan hacer lo mismo, asegurándote que acepta para sí mismo aquello
que harás por su y nuestra Mamá amadísima. Ámala también por mí a esta Madre digna
de infinito amor, y suplícale que se digne a convertirme de corazón.
Te auguro un montón de cruces con la correspondiente virtud para soportarlas
santamente, y me digo con placer
P. D. En esta mañana, hace dos horas que pasó a mejor vida nuestra Hermana Señora
Rosa Vignoli. Estoy segura que estará en el Paraíso, porque era un Ángel.
Hacédselo saber a todas las Hermanas, y hagan el sufragio de la Santa Comunión y el
Via Crucis con el Oficio de los Difuntos. De nuevo te saludo.
210
155.- Propone algunas jóvenes para la Compañía de San Luis. De la difunta
Señora Rosa Vignoli. Prueba de su humildad y obediencia
211
El abuso que hice de mi método de vida, de mis propósitos, sé que son el motivo
concreto por el cual Dios permite que yo ahora no lo tenga. Verdaderamente no lo
merezco, y le ruego que no tenga en cuenta aquello que hice; sino más bien actúe
según lo que le inspira su caridad para esta pobre alma mía; y ayudada por el Señor
quisiera prometerle aprovecharlos mejor en el futuro.
Le ruego a título de caridad que me conceda el mérito de la obediencia y del
Sacramento de la Penitencia en todas mis acciones, hasta la más pequeña, y esto hasta
Pentecostés. Le deseo la más alta santidad.
Tengo el honor de llamarme
212
156.- Prácticas para distribuir entre las hermanas
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
213
157.- Deseos de verla. Estímulo a pasar con fervor la Novena al Espíritu Santo.
Pedido para el vestido para adornar una imagen de María
A REGINA TAERI
VIVA JESUS Y MARIA
214
No puedo sino rogarte que me perdones tanta molestia, y decirte que me harás
una gran gracia, si en algo me haces digna de complacerte y servirte.
Devuélveles por duplicado a los Reverendos nombrados en tu carta, los saludos y
los agradecimientos. Mis queridas amigas, aunque no te conozcan personalmente, todas
te aman de corazón y mucho se consuelan cuando hablan de ti, todas te tienen como su
querida Hermana en Jesucristo (pero yo más que todas), y de corazón te envían los más
afectuosos agradecimientos.
El santo Amor de Jesús y de María te consuman totalmente, y los hermosos
ejemplos del querido San Luis Gonzaga te enamoren de manera que pronto te hagan
llegar a ser su fiel y perfecta copia. No te pido rezar por mí porque nuestro pacto nos
obliga a recordarnos siempre mutuamente. Soy
215
158.- Pide que le dé explicaciones de una amiga. Se une a ella para hacer la
Novena al Espíritu Santo
A LUCIA CISMONDI
VIVA MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
216
159.- Le agradece en nombre de María. De su vocación religiosa. Cuán queridas
le son sus amigas.
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
P. D. te pido que hagas decir a las devotas de San Luis cada día, en el transcurso de su
novena, 3 Gloria Patri por una persona que tiene mucha necesidad.
Adiós de nuevo.
217
160.- Su ternura por San Luis. Presentimiento de cruces del Confesor y consejos
especialmente acerca de la celebración de la Santa Misa. Recomienda una obra
a favor de los Sacerdotes y un Clérigo. Semejante al propio Padre.
218
No repare en la repugnancia que prueba; yo lo considero una gracia particular del
Señor; porque así le quita al demonio toda posibilidad de tentarle por soberbia, y Usted
trabaja aún con más gusto, amando todo lo que Dios le regala. Le encomiendo mucho la
Misión de Schilpario, sólo una verdadera necesidad de salud o una obligación de caridad,
pueden dispensarlo de ella; por otra parte, sepa que a Dios le agradará mucho que
derrame un poco de sudor por este pueblo suyo, y espero que todo resultará de gran
ventaja.
Otra cosa que está en mi corazón, es aquel pobre Clérigo Gennari. María
Santísima lo encomienda a la caridad de Su Reverencia. Si puede tener algún medio para
consolarlo y ayudarlo, lo use, que le hará una grandísima caridad. por tal motivo, en el
trascurso de la novena de San Luis por sus devotas haré decir alguna Oración cada día al
Santo. Yo también, si me permite, haré una visita cada día al altar del Santo y agregaré
al habitual tiempo de la disciplina cada día 6 Gloria Patri, a fin de que este Santo se
comprometa pronto a Dios, para que a Monseñor le dé luz para hacer la voluntad de
Dios, cualquiera sea el estado al que Dios lo llame, y la gracia para que el Clérigo la
siga.
Le pido que para el Sábado me dé el método de vida de la Corazzini, porque lo
desea. Ella me escribió que estando toda fervorosa, se puso enteramente bajo la caridad
de su Sacerdote y por ahora tiene buenísimos deseos de hacer el bien. Dios le conceda
constancia y perseverancia, que no será de poca ventaja en su pueblo. Si cree que me
puede complacer, desearía que me devolviese la hoja del voto de caridad, para renovarlo
el día de Pentecostés; haga aquello que mejor considere para mi alma.
Esta vez le he abierto demasiado mi corazón, y hablé con atrevimiento; este es
realmente mi oficio, y no sirvo sino para esto. Le ruego me perdone, y después de culpar
a mi atrevimiento, culpe a su humildad que me ha empujado a tanto.
Deseo que el Espíritu Santo descienda a su corazón, con la plenitud de sus Dones
y lo haga realmente ser otro Pedro, lleno de celo y caridad. Lo espero de corazón.
Le encomiendo mi pobre alma. Le pido su Santa Bendición. Lo saludo
humildemente en el acto que me digo con todo el honor
P.D. Pensaba esta mañana encomendarle a mi querido Padre, téngale caridad de todas
maneras, Dios lo quiere para sí, veo en él ahora un hermoso cambio. El
perfeccionamiento de esta tarea Dios se la confía a Su Reverencia. Le ruego que me dé
permiso para renovar mí voto de Caridad, pues me olvidé de pedírselo. La orden que me
dio de dejar casi toda la Santa Oración, al principio resultó dolorosa a mi amor propio, y
219
no pude dejar de derramar alguna lágrima y me pareció un castigo por mi infidelidad,
pero ahora estoy completamente tranquila y contenta y procuraré llevar conmigo a mi
Señor donde quiera que vaya. Le agradezco por todo. Lo saludo.
Al Reverendísimo Señor
El Señor DON ANGEL BOSIO
S.R.M.
220
161.- Envía las prácticas para San Luis. Consuela al cansancio con el
pensamiento sobre el Paraíso
A PIERINA VIELMI
VIVA JESUS, MARIA Y LUIS
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
221
162.- Disculpas. Agradecimientos. Le recomienda el recogimiento, una Hermana
A LUCIA ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
222
163.- Agradece por las sugerencias recibidas, por el aviso de su cercana muerte,
por los amorosos reproches, etc.
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS, MARIA Y EL AMABLE SAN LUISITO
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS
223
164.- Desea santificarse en el poco tiempo de vida que le queda a imitación de
San Luis
A LA MISMA
VIVA JESUS MARIA Y SAN LUIS
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA, Sierva indigna de Jesús
224
165.- Trata de disipar las prevenciones de un Sacerdote acerca de la Pía Unión.
De su muerte cercana, a la cual desea prepararse imitando a San Luis. Pide
humillaciones. Aconseja una devoción a Jesús Sacramentado.
17
Pueblito de campaña, cerca de Lóvere, donde la Venerable poseía una pequeña casa, y
donde se retiraba anualmente para los Ejercicios Espirituales. Especialmente durante los
días de Carnaval llevaba a las niñas y jovencitas a descansar para alejarlas de las
ocasiones peligrosas
225
encomiendo a su caridad, si Dios le inspira aún el adoptar hasta formas extrañas para
humillarme, no me las niegue de ninguna manera. Estoy segurísima de que no podré
soportar la mínima prueba, pero estoy contenta lo mismo, ya que igualmente esto
también servirá para humillarme, y hacerme conocer quién soy y qué puedo hacer.
No quiero ocultarle un pensamiento que tuve. Me pareció que Jesús agradecerá
sumamente de Su Reverencia, que todas las veces que esté confesando ante el
Santísimo Sacramento, y se levantan las personas que van confesándose, cada vez, dé
un dulce saludo a Jesús Sacramentado, sin dejar pasar ni siquiera una ocasión de
ofrecerle este regalo; esto para reparar el monstruoso olvido de parte de tantos
Cristianos que no lo visitan.
Me olvidaba pedirle la Disciplina en esta Novena; interpreté como favorable la
respuesta, de manera que quiero pedírsela también para las próximas novenas hasta
Agosto.
Me encomiendo de corazón a su caridad. Lo saludo respetuosamente y soy
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
226
166.- Pide varios permisos. Con gran humildad lo invita al ministerio de las
Misiones
AL MISMO
SEA HONOR Y GLORIA AL HERMOSO CORAZON DE JESUS
227
167.- Pedidos de sincera amistad
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Excelente Señora
La Señora Mariana Vértova
MALEGNO
228
168.- Expresiones de amistad. Alegría por su buena conducta. Sus noticias
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
229
169.- Invitación a hacerle compañía a Jesús Sacramentado. Mención de su
cercana muerte. Incerteza de su vocación
A LUCIA CISMONDI
VIVA EL AMANTE JESUS
Tu pobre Hermana
Bartolomea de Jesús
230
170.- Agradece la visita recibida. Envía prácticas devotas
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
Bartolomea de Jesús
231
171.- La impulsa a suplir con mayor fervor las cosas dejadas de lado durante el
viaje. Recomienda la lectura de un libro espiritual
A LA MISMA
VIVA JESUS, MARIA Y SAN LUISITO
Tu Afectísima Hermana
La Sierva de Jesús y de María
232
172.- Se alegra por el buen éxito de los exámenes. Pedidos realizados
A CATALINA FERRI
VIVA JESUS Y MARIA
233
173.- Trata de algunos encargos recibidos
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Honorabilísima Señora
La Señora CATALINA FERRI
CEDEGOLO
234
174.- Sugiere ejercicios devotos. Pide disculpas
A MARIA CHIODI
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
La Sierva de Jesús y de María
A la Honorabilísima Señora
La Señora MARIA CHIODI
ARTOGNE
S.P.M.
235
175.- Se divierte con la amiga. Sé tú la mediadora ante Dios
A LUCIA CISMONDI
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
236
176.- Envía y declara varios escritos espirituales. Invitaciones que siente a
hacerse gran santa. Gravedad de sus más pequeñas faltas ante Dios. Del
Instituto a fundarse, de la regla a vivirse, de la casa a elegir, de los medios a
utilizar. Su confianza por todo eso en Dios.
237
Permítame hablarle del querido Instituto objeto de sus deseos y de los míos. El
asunto Gerosa permanece en el silencio. Se ve que el consejo recibido por parte de la
Señora Bartolomea, tuvo el efecto que el Reverendo Dó temía, porque desde entonces
ella no habló más sobre eso. Catalina me hizo escribir, según su sugerencia, sobre el
particular al Reverendo Dó para tenerlo al tanto, pero ella no sabe nada de cuanto el
mencionado me ha escrito, solamente supo acerca de la frialdad de la tía al respecto.
Catalina se encuentra en buenísimas disposiciones y desea efectuar las divisiones; pero
por lo que se sabe desde el punto de vista humano, el asunto parece ir a largo y creo que
si seguimos esperando la decisión, estaremos en el mismo punto aún dentro de diez
años; pero el Señor puede hacer lo que quiere, y nada es imposible para El. En la pasada
novena hice pedir mucho al Señor, para que se dignase dar a conocer:
1° Cuál ha de ser la Regla que desea que se profese en el nuevo Instituto,
2° Cuál ha de ser la casa en la que El ha puesto sus ojos,
3° Cuáles son los medios de los que se quiere servir para el comienzo de su obra.
No dudo en lo más mínimo de que Su Reverencia habrá tenido especiales
inspiraciones sobre todo esto y espero ver pronto los efectos. En cuanto a la Regla, le
pediría que no difiera más, si lo cree oportuno, la elección de la que crea ser más
conforme a la voluntad de Dios y más apta para el fin. Me parece que para decidirse
sobre la Regla que ha de regir al Instituto, no es necesario que se tenga el material del
mismo. Preparada y decidida ésta, se pensará entonces acerca de la compra de la casa,
etc. Yo hice algo que no sé si ha sido oportuno; me sentí empujada internamente sin
poder ofrecer resistencia. Escribí sobre el caso a la querida Viganoni, pues pensé que
como es muy rica puede prestarnos una ayuda al comienzo de la obra. Lo que hice me
pareció una niñería y no quería hacérselo saber, sino luego de haber oído las intenciones
de esa persona, pero no he podido llegar a escribir sin antes haberle hecho ver la carta
que aquí le incluyo; le ruego mirarla, y corregirla como le parezca mejor. Si juzga
inoportuno este paso, échela al fuego, y quedaré contenta, en cambio si le parece que
puedo enviarla, devuélvamela por favor para el Miércoles, a fin de que pueda hacérsela
llegar por correo.
También tengo en vista otra persona que me parece oportunísima: en la primera
ocasión que la encuentre, le manifestaré mis intenciones, para que pueda ayudar a la
obra del Señor.
Probemos todas las llaves para ver si podemos abrir con alguna de ellas la entrada
a la santa Obra: sí el Señor no lo quisiera, después de haberlo probado todo, nos
arrodillaremos junto a su puerta, y estaremos esperando que El abra por sí solo para
hacernos entrar. Confío mucho en la bondad del Señor, que ha de querer proveernos de
lo necesario, pues lo deseo muy de corazón.
238
El libro que me prestó para la lección, si no hay inconveniente, desearía seguir
teniéndolo para terminar de leerlo. Me encomiendo a sus Oraciones. Disculpe mi
confianza y la libertad con que le hablo. Lo saludo atentamente y tengo el honor de
llamarme.
239
177.- Gratitud por las atenciones recibidas y por las consolaciones espirituales.
Envía regalos
A REGINA TAERI
VIVA JESUS Y MARIA
Lóvere, 20 de octubre de 1829
Muy queridísima Hermana y Amiga,
Perdona mi poca educación al tardar tanto en darte noticias mías. Las
circunstancias de la vendimia me quitaron tiempo para cumplir antes con mi deber.
Gracias al Cielo hicimos un feliz viaje, con excepción del lago que estaba algo agitado,
pero no tuve miedo.
Conté a los de mi casa las infinitas atenciones que recibí de toda tu respetable
familia y especialmente de ti. Ellos han quedado admirados y confundidos juntamente
conmigo y sienten la más viva gratitud unida al deseo de poder, por lo menos en parte,
satisfacer tantas deudas contraídas. Al no poder hacer más, se unen a mí, y todos te
expresamos el más vivo agradecimiento, rogándote hacerlo extensivo también a toda tu
honorabilísima familia a la cual te ruego una vez más presentar mis más humildes
respetos, como así también los de mi Madre.
Te confieso ingenuamente que las conversaciones que tuve contigo, consolidadas
por tu edificante ejemplo, me llegaron muy hondo, me hirieron el corazón, poco a poco
las voy recordando para consolarme y edificarme. Pero para confusión mía, agrego que
no soy, en absoluto, capaz de imitarte. Alabado sea Dios que te ha favorecido tanto, pero
ruégale fervorosamente que me ayude también a mí, su pobre Sierva. Te incluyo lo que
me pediste. Las estaciones en el Sagrado Corazón de Jesús que te prometí, te las haré
llegar en otro momento, porque no he podido transcribirlas.
Mis padres se toman la libertad de mandarte cuatro pájaros y algunas castañas;
realmente nos avergonzamos de enviarte tan poca cosa; compadécete de nuestra
confianza y recíbelo con agrado por amor nuestro.
El Reverendo Verzi, y Bosío, como así también la Banzolíni, han agradecido mucho
tus saludos y todos me pidieron te los retribuyera centuplicados. Te ruego aceptar la
molestia, si te es posible, enviar la carta que te incluyo al Reverendo Torlíni. Con la dulce
alegría de saludarte cariñosamente, tengo el placer de firmarme
240
178.- Le exhorta a la caridad para con el prójimo. Envía el Octavario de los
Muertos. Misiones de Schilpario, etc..
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS CON TODOS SUS SANTOS
241
179.- Manda el Octavario de los Muertos. Pide disculpas por la brevedad
A LUCIA ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
Sierva de Jesús y de María
A la Honorabilísima Señora
La Señora LUCIA ROMELLI
CIVIDATE
242
180.- Celo por una joven que le encomienda
A PIERINA VIELMI
VIVA EL NIÑO JESUS Y SU MAMA INMACULADA
Toda tu Afectísima
La Sierva de Jesús y de María
243
AÑO 1830
A LUCIA ROMELLI
VIVA JESUS Y MARIA
Tu pobre Hermana
La Sierva de Jesús y de María
SORTEO
Romelli L.- Enero 11.24. Febrero 6.19
Rizieri M. --- --- --- --- 12. 25. --- --- --- 7. 20.
Sacellini-- --- --- --- --- 13. 26. --- --- --- 8. 21.
Vertua, Romelli G. --- 16. 29. --- --- --- 11. 23.
A la Honorabilísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
CIVIDATE
244
182.- Lo consulta por una viuda aceptada en la Pía Unión. Su profunda humildad
245
Lo saludo. Perdone mi dureza, hasta que viva seré siempre la misma.
Al Reverendísimo Señor
EL Señor DON ANGEL BOSIO
LOVERE
S.R.M.
246
183.- Pide disculpas por la tardanza en responder por la grave enfermedad de
su padre. Pide una disciplina para una jovencita Acompaña con el corazón su
madre y su hermana que se acercan a visitarla
A REGINA TAERI
VIVA JESUS JESUS JESUS EN ETERNO Y MAS ALLA
Lóvere, 20 de febrero de 1830
Hermana Amadísima,
Mi larguísimo silencio pudo poner en tu corazón alguna sospecha sobre mí; la
causa de la cual procede quite de ti todo mal pensamiento contra mí. Tuve mi padre
enfermo casi dos meses, y de una enfermedad peligrosa, por lo cual faltó poco para
dejarlo sin vida. En dicho tiempo, como te puedes imaginar, no tenía un solo minuto
libre, y esta fue la causa por lo cual tardé en responder tu grata carta que me consoló
mucho.
Te agradezco la molestia sufrida por mi causa proveyéndome el encaje de oro, el
cual resultó de mi agrado. Deseo nuevamente molestarte. Una buena joven me pide que
le busque alguna disciplina.
Desde un tiempo a esta parte no tuve medios para encontrarla, así que si te es
posible, te pido por favor hacerme hacer 4 pedazos de cadenita de hierro, semejante a
aquella que se usa en los Rosarios, pero un poco más gruesa y no de algodón sino de hilo
de hierro.
Ésta puedes hacerla hacer por cualquier persona que hace rosarios. Para suplir los
gastos recibe de mi Hermana dos Liras, y si fuera necesario más, házmelo saber por
escrito.
Encomiéndate para este servicio a tu excelente hermano el Señor Juan, y estoy
segura que lo hará bien, porque es el jefe de semejantes cosas… Perdóname, te lo pido,
tantas molestias y no me hagas ninguna atención porque no es necesario.
Mi Madre con mi Hermana irá allá por algunas cosas; desean ir a ver a toda tu
estimadísima familia. Yo, con el corazón, también voy a tu casa, y me sentiría
afortunada si pudiese nuevamente conversar contigo. Pero tarde o temprano te espero
aquí en Lóvere sin falta.
Me encomiendo a tus Oraciones. Cuando me escribes, háblame algo de las
Oraciones, que me harás un gran favor. Adiós queridísima.
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESÚS Y DE MARÍA
A la Apreciadísima y Honorabilísima
La Excelente Señora REGINA TAERI
BRESCIA
247
184.- Disculpas. Deseos de verla
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
248
185.- Agradecimientos y disculpas por la acogida hecha a su madre. Deseo de
sus cartas. Nuevas expresiones de viva gratitud
A REGINA TAERI
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
Tu afectísima Hermana
BARTOLOMEA, Sierva de Jesús y de María
P.D. Era mi deseo enviar una carta de agradecimiento a tus Señores Padres, me faltó
tiempo, por lo tanto no puedo satisfacer mis deseos, ni mi deber. Te pido por favor
hacerlo de mi parte, agradéceles de corazón por todo aquello que hicieron por mi Madre
y por mi Hermana, salúdamelos de mi parte y de la parte de ellas, diles todo aquello que
le dirías si fuera yo…
De nuevo adiós de corazón.
249
186.- La exhorta a resucitar con Cristo. Felicita y encomienda a Don Ángel Bosio
que no está bien de salud
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
A la Honorabilísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
250
187.- Comunica la respuesta de Don Bosio, que encomienda porque está
gravemente enfermo
A LA MISMA
Tu Afectísima Hermana
La Sierva de Jesús y de María
A la Honorabilísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
251
188.- Lo consuela en una enfermedad como producto del celo por la gloria de
Dios. Le envía a San Luis cada día a visitarlo y lo exhorta a cuidarse
252
Le ruego a mi querido San Luis que lo visite, y se entretenga con Usted por lo
menos una hora, lo consuele, lo ayude y le haga cuanto Usted desea. Estoy segura de
que este visitador celestial le hará alguna de las suyas.
Perdone que fui larga; el excesivo abuso que hago de su bondad. Dese gran
ánimo, use todo medio y medicamento para curarse y curarse pronto, como lo espera
Dios, consuélese porque una cantidad de personas ruegan por Usted, sólo a título de
caridad diga alguna palabra al Señor también por mi alma, bendígame desde su lecho,
y acepte mis humildes regalos, al tiempo que me digo
253
189.- Resignaciones en la enfermedad de Don Ángel Bosio y sus alabanzas
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
254
190.- Agradece la cadenita, etc. Supone error en el precio a daño de ella
A REGINA TAERI
VIVA JESUS Y MARIA
Lóvere, 9 de mayo de 1830
Amadísima Hermana y Amiga,
Te agradezco de todo corazón el servicio que me has hecho con la cadenita, etc.
Por cuantas veces te agradezca jamás será suficiente, porque las obligaciones son
infinitas, sin poder jamás reintegrarlas. Tu Reverendo Hermano me devolvió una Lira y
media, me parece que se equivocó; porque seguramente esa cadenita costará más. Le
pedí tanto que se quedara con el cambio, pero no me fue posible. Si mi deuda es mayor
de aquello que pagué, hazme el favor de decírmelo.
Agradezco tu carta: la leí con alegría: el escrito hecho por ti etc. me fue muy
querido, estaré atenta a lo que me dices, al presente no sé nada.
Me encomiendo de corazón a tus Oraciones; especialmente en este mes tan
sagrado dedicado a nuestra Madre María, entiendo unirme contigo a hacer una nueva y
estrecha alianza espiritual.
Saluda en nombre de los míos a toda tu estimadísima familia.
Recuérdate que yo soy y seré siempre
A la Apreciadísima Señora
La Excelente Señora REGINA TAERI
BRESCIA
255
191.- Le exhorta a entregarse totalmente a Dios y a procurar su mayor gloria.
Noticias de Don Bosio enfermo. Ordenes a dos Hermanas. Personas elegidas
para coronar a María
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
Recibe mi queridísima carta junto a otras dos, las cuales le hice leer a nuestro
Reverendísimo Superior, y los envié a su destino por medio de manos seguras. Hice la
Santísima Comunión por ti, y otra cosa no puedo decirte sino que el Señor te quiere
totalmente suya, y toda aplicada a procurarle su mayor gloria.
El Reverendo te saluda cordialmente, está mejor, se va recuperando, pero aún
tenemos miedo, y ayer me dijo que va muy lento y que todos los días le sucede algo en
contra de su enfermedad. Eso te lo digo a fin de que puedas seguir rezando y haciendo
rezar por él, porque su total sanación debe ser totalmente fruto de la oración.
Pidió rezar por él, y encomendar a las hermanas Do, hacer las habituales
Comuniones, porque lo desea de corazón y pide insistentemente por favor hacer dos
cada semana por él.
Me encomiendo de corazón a tus Oraciones, la necesidad es extremísima, ahora
no vivo sino de latrocinios y de haraganería. Quizás pronto te haga una visita, no sé
decidirme, si Dios lo quiere, lo deseo. Aquí abajo pongo las cuatro afortunadas para la
coronación al finalizar el mes de Mayo, las prácticas son las habituales. Deseo que el
Espíritu Santo nos abrace a las dos en su santo Amor.
Cuando vea que confiesa el Reverendo Superior te lo haré saber.
Adiós.
Tu Afectísima. Hermana
La Sierva de Jesús y de María
R. Tomini
R. Forlini
Cismondi L.
Ferrari.
256
192.- De un viaje por salud. Consejos y ánimo en ocasión de la enfermedad.
Deseos de corresponder al amor de Jesús
257
Dios lo espera por nuevos compromisos para su gloria, y lo prepara con la
presente enfermedad. Determínese a hacer un viaje largo, espero realmente que este le
sea de gran utilidad. Su buen Felipe, y mi querido Luisito, le serán inseparables
compañeros, y le darán gran consuelo.
Mi hermana, de vez en cuando me dice que desearía renovar sus votos, pero no
se atreve a hablar con otros; si le parece dígame qué puedo aconsejarle.
La buena María Conti (así llamada de Ágata) desea ir a Brescia en el encuentro
con el anteriormente nombrado, y sus Padres la forzaron a decir que sí; pero ella no está
serena hasta que no sepa su deseo. Le pido por lo tanto, si la viese, decirle su parecer o
hacerle entender a los otros, como a Su Reverencia le parezca mejor.
Por caridad, encomiéndeme a Dios, mis necesidades se hacen siempre más
infinitas. Quisiera contentar a ese querido Jesús que tanto se hace sentir, quisiera amarlo
de corazón, pero todos los días le soy infiel y hago una de las mías.
Le agradezco de corazón la caridad tenida para con mi alma y mi cuerpo. El Señor
se lo retribuya con mucho amor de Dios.
Deme su Santa Bendición, le pido de corazón. No se moleste en escribirme ni
siquiera un renglón, ya que el Señor permitirá que lo pueda ver.
Perdóneme. Lo saludo humildemente
258
193.- Realiza los encargos de una amiga. Celo por la salud y santificación de su
Confesor. Su confianza en San Luis
AL MISMO
VIVA EL ANGELICAL LUISITO GONZAGA
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
259
194.- Recomienda oraciones por Don Bosio que cayó nuevamente enfermo
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA EN COMPAÑÍA DE SAN LUIS
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
260
195.- Pide oraciones. Sentimientos en la fiesta de San Luis. Demostraciones de
sincero afecto y gratitud
A REGINA TAERI
VIVA JESUS Y MARIA
261
196.- Invita a hacer una Novena por la salud de Don Bosio
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA, EN COMPAÑÍA CON SAN LUIS
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
262
197.- Cuida la salud. Aceptación de una Hermana
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
263
198.- Cuán agradable fue la visita de tu hermano, etc.
A REGINA TAERI
VIVA JESUS, MARIA Y EL QUERIDISIMO LUISITO
A la Apreciadísima Señora
La Señora REGINA TAERI
BRESCIA
264
199.- Acompaña y recomienda a un tío y sus sobrinos, no lo pueden tener entre
los Huérfanos
A N.N.18
CAPITANO BARTOLOMEA
18
Falta toda indicación
265
200.- Acepta en la escuela una hija y le ofrece habitación
A BERNARDINA VALDINI
VIVA JESUS Y MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Señora BERNARDINA esposa del Señor ANTONIO VALDINI
Contrada de Badeto en
CETO
266
201.- Santas prácticas por la salud del Obispo
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL TAERI
S.R.M.
BRESCIA
267
202.- Desea encerrar en el Corazón de Jesús sus propósitos. Le apremia la
petición al Obispo por el Instituto deseado por el Señor. Su grato afecto
268
203.- Agradecimientos. Le exhorta a corresponder a los dones de Dios. Aprecio
su amistad. Desea un coloquio íntimo. Se ofrece pronta a servirla
A UNA AMIGA
VIVA JESUS, MARIA Y SAN LUISITO
269
204.- Edificaciones recibidas con tu carta. La exhorta a moderarse en las
penitencias corporales y a realizar más bien mortificaciones internas
A LA MISMA
VIVA JESUS, MARIA Y EL QUERIDISIMO SAN LUISITO
270
205.- Envía prácticas devotas. Promete respuesta
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
271
206.- De las Reglas de la Pía Unión. Propone nuevas hermanas. Voto de una
amiga suya. Continuo pensar en sacar provecho de todo para más humillarse
272
verdadera consolación, por el cual se siente atraída por Dios. Este voto no siempre la
aleja de los temores, y de ciertas inquietudes, porque teme cumplirlo, ya que dice que si
fuese cierto que Dios desea de Ella este sacrificio, nada le pesaría, y que su único temor
es que se engañe a sí misma poniéndose a hacer una cosa que Dios no quiera, y que por
lo tanto sea peligrosa y dañosa a su alma. Por esto pide insistentemente a Su Reverencia
decirle su parecer sobre lo propuesto.
Estoy en el Adviento, tiempo sagrado para la penitencia, esto me horroriza,
puesto que en lugar de inquirir más, pido a Su Reverencia me exceptúe de la obligación
del ayuno19. Si desea que haga otra cosa, tal vez haré lo que me encomienda. Pida a
Jesús Niño, que con su fuerza omnipotente, rompa el hielo de mi corazón, y la soberbia
de mi mente. Le pido a título de caridad el mérito de la obediencia de mi obrar. No
agrego nada de mi conciencia, porque no sé qué decir. Haga Dios que pueda cantar en
eterno su misericordia.
Me encomiendo de corazón a sus Oraciones. Lo saludo humildemente. De salud
estoy muy bien, incluso el estómago mejora. Tal vez el Señor me quiere quitar también
esta mínima ocasión de sufrimiento, para sacarme el placer de ser por otras
compadecida, porque veía el Señor que no me era tan querido el mal, como sí el placer
de poder decirlo, es más, a veces fingía disimularlo para que no me juzgaran aún más.
Ahora estoy bien, estoy contenta… ¡Oh Niño Jesús por caridad da una mirada a quien
tiene más necesidad!
Bendígame Su Reverencia y le pido humildemente, no se canse de usar para
conmigo caridad.
Es necesario reflexionar que la Venerable además de no tener buena salud era Maestra
19
273
207.- Le anuncia su aceptación en la Pía Unión. De su voto de mortificarse. De
varios encargos
A UNA AMIGA
VIVA JESUS NIÑO
274
208.- La aconseja sobre el cambio de dirección espiritual
A LA MISMA
VIV A JESÚS
Tu Afectísima Hermana
La Sierva de Jesús y de María B.C.
275
209.- Oraciones para la elección del Sumo Pontífice. Aceptación diferida
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA
A la Excelente Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
BRENO
276
AÑO 1831
A LUCIA SIGISMONDI
He aquí que te envío un nuevo “despertador”, el sorteo, es decir las prácticas para
el Carnaval, las cuales son las mismas de los años pasados. Tu carta me fue muy grata;
te agradezco el recuerdo que conservas de mí, aunque no lo merezco. Por caridad,
acuérdate muy a menudo de mi pobre alma, a los pies del Crucificado ruégale de corazón
que ¡cumpla en mí su Santa Voluntad! Te suplico que reces y que hagas rezar a otras
algunas oraciones por diversos motivos que son de mucho interés. ¡Cuándo será, mi
querida, que seremos todas, todas de Dios!... ¡Cuándo nuestro corazón arderá
puramente de su santo Amor!... ¡Cuándo abandonaremos este mundo engañador para
gozar en los jardines del Señor, la paz y la quietud de las almas justas!...
Haga el Señor su Santa Voluntad en nosotras, y nos conduzca por aquel camino
que a Él más le agrada; nos haga dignas solamente de amarlo y sólo esto basta.
Tu carta dirigida a los Reverendos Passi, se la envío pronto por correo, no sé cómo
hacerlo de otro modo.
Adiós queridísima, ¡quizás la próxima vez nos veremos en el Paraíso!... Dios nos
haga dignas. ¡Jesús sea siempre amado!
Adiós.
277
211.- Le agradece por los dones enviados. La consuela en la desolación
espiritual
A VOLUNNIA BANZOLINI
JESUS, JESUS, JESUS VIVA POR SIEMPRE
278
212.- Confianza en la misericordia de Dios. Sentimientos contrarios acerca de la
vocación religiosa
279
213.- Sugerencias para el Retiro a favor de las jovencitas. Le da cuenta de
algunas hermanas
AL MISMO
Lóvere, 19 de enero de 1831
Reverendísimo Señor Padre Confesor,
Espero que sepa que el Reverendísimo Señor Preboste anunció que esta tarde
dará Su Reverencia inicio al día de Retiro. Si le parece bien, le pido insistir mucho en la
obligación que tienen las Moderadoras de vigilar a sus hijas, y a éstas, la obligación que
tienen de ser obedientes etc. En esto tenemos mucha necesidad. Recomiendo también la
Santa Perseverancia: me llama la atención ver a algunas que llegaron a ser tibias, y
están menos dispuestas que las otras a tomar el camino de la virtud. Insista con muchos
sermones sobre el remordimiento etc.
La buena Volunnia se encuentra angustiadísima. Le pido escucharla, pues llegara
a la Iglesia una hora después del almuerzo. Si puede abrirle su interior le será de gran
ayuda y alivio.
Camila ahora está tranquilísima, obedece con verdadera sumisión, y continúa con
coraje el camino de la virtud.
La buena Viuda Blanca le recuerda el favor que Usted le prometió, la compra de
los libros de su hijo.
Yo me encomiendo mucho a sus Oraciones. ¡Pudiera con un verdadero corazón
convertirme en este encuentro!... Perdone tantas durezas. Lo saludo
280
214.- La consuela en las tribulaciones de espíritu y la anima a sentirse digna del
estado religioso
A UNA AMIGA
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
Tu Afectísima Hermana
La Sierva de Jesús y de María
281
215.- De su aceptación en la Pía Unión. La verdadera felicidad se encuentra en
el mortificarse por Jesús
A LA MISMA
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
282
216.- Lo anima en su compromiso por la erección del nuevo Instituto. Dificultad
a escribir el plan a causa de su humildad. Sabios consejos acerca de la Gerosa y
otra aspirante. Dificultad que encuentra al dar clase
283
Usted ya en parte la conoce, de manera que me dirijo a Ud. y le ruego, si aprueba
mi primer pensamiento, que me lo ordene por obediencia; porque mi soberbia es tan
refinada que sabe encontrar alimento por sí sola, aún allí donde no hay sino miserias y
motivos de humillaciones. Le ruego considerar que bien dañosa es mi soberbia, y estoy
segura de que recibiré la orden de quedarme en un rincón.
De paso, le ruego no llevar a la práctica la propuesta de hacer volver a llamar a
Catalina por el Reverendísimo Preboste: ahora sufre demasiado, hasta la sola
conversación con el Reverendo Dó le causó gran inquietud y le alteró la salud, si bien él
le aprobó sus propuestas y le prometió su protección, aunque indirectamente, para que
no se enterara la Señora Bartolomea 20 . Su Reverencia tenga todavía un poco de
paciencia, y me parece que sería prudente dar este paso, sólo después que hayan
terminado las vicisitudes de la repartición. Entre tanto, podrá para no perder tiempo,
hablar del asunto con el Reverendísimo Párroco, informarlo bien de sus sentimientos, y
concertar algo con él; mientras tanto, ahórrele preocupaciones a Catalina, de lo
contrario temo algún otro embrollo; pero la prudencia de Su Reverencia es grandísima,
regúlese según ella y no fallará.
Permítame una palabra también respecto a la buena Marsiglia.
El otro día, me dio lástima, pobrecita me daba compasión, no podía retener las
lágrimas después de que Su Reverencia le dijo que no le agradaba que fuese pronto a
algún Claustro. Si al volver al pueblo, tiene ella todavía los mismos deseos, le ruego, por
caridad que le permita ir, y gustosamente, para no dejarle ninguna espina; será señal de
que no somos dignos de retener tan grande alegría. También temería que al hacerla
esperar contra su voluntad, y quizás por bastante tiempo, y debiéndola luego colocar en
algún Retiro nuevo, donde ciertamente habrá grandes obstáculos por superar, ella no
llegue a encontrar ese consuelo, quietud, y seguridad que anhela, y por las que tanto
suspira. Si el Señor la quiere en el nuevo Instituto, le disminuirá esas ansias grandes de
querer ir enseguida, y poco a poco le dará deseos por el santo Instituto. Pero no digo
sino disparates. El Señor le haga conocer su Santísima Voluntad al respecto. Estaría bien
contenta si llegara a ser una de las primeras piedras de tan santo Edificio.
El Señor me ha vuelto a dar la paz y tranquilidad primera, por su sola
misericordia, y le agradezco de corazón, porque mucho más me pesa un solo día de
melancolía que cien de mal. El me dé la gracia de amarlo mucho y de servirlo con
fidelidad, puesto que no busco otra cosa.
Le encomiendo de corazón mi pobre Escuela.
Por caridad asístame con sus consejos y advertencias, para que no cambie los
planes de Dios.
20
Tía de Catalina Gerosa que ponía dificultades a la división de los bienes. Ver carta 176
284
Sacuda continuamente mi pereza, corrija mi imprudencia, ilustre mi ignorancia,
ayude al más débil instrumento de la voluntad del Señor.
La Escuela por un lado me es de grandísimo peso, especialmente cuando
reflexiono sobre las infinitas obligaciones que tengo, y casi me siento oprimida. Por otra
parte el Señor es tan bueno y piadoso que me ayuda casi sensiblemente, y realmente
comprendo que El lo hace todo; pero a menudo, diría casi siempre, se le opone mi
soberbia, y por ella está obligado a retirar muchas gracias que desearía otorgarme, y
por lo tanto no cometo sino disparates sobre disparates. A pesar de todo, el Lunes, con
la gracia del Señor y a gloria suya, volveré a comenzar las clases. Le pido a Su
Reverencia el mérito de la Santa Obediencia en todo lo que haga en ella, hasta en las
acciones más pequeñas, de manera que el Señor pueda otorgarme su asistencia. Me
encomiendo de corazón a sus Oraciones.
Hoy lo he cansado, hace tres meses está leyendo cartas mías, pero tal vez no
pasen tres horas y ya lo canse de nuevo; tengame, le suplico, paciencia.
Lo saludo humildemente. Le pido su Santa Bendición. Termino rogándole que
ponga mi cabeza bajo los pies de todos, y tenerme abajo, bien abajo.
Al Reverendísimo Señor
El Excelente Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
LOVERE
285
217.- Lo anima a confiar en María por el nuevo Instituto y a cumplir en este mes
el plan para el mismo
AL MISMO
VIVA JESUS Y MARIA
Al Reverendísimo Señor
El Excelente Señor DON ANEL BOSIO
S.R.M.
286
218.- Está pronta a enviarle el plan para el nuevo Instituto el primer
Domingo de San Luis. Muestra cierta esperanza de su fundación. Teme solo el
obstáculo de la soberbia y maldad
AL MISMO
VIVA EL SANTO CORAZON DE JESUS Y DE MARIA
Y EL INMACULADO GONZAGA
287
bien, oigo siempre, «Para que te puedas disponer bien a lo que el Señor quiere de ti».
Temo mucho que mis continuas resistencias a los llamados y a las gracias del Señor
lleguen a ser obstáculo para todo cuanto quiera hacer por el Instituto. Haré lo posible
para no hacerme indigna de una gracia tan particular; pero si mi maldad se opone, por
caridad, Jesús mío, castígame a mí, pero favorece al Instituto. Por caridad, Su
Reverencia, hágame caminar a fuerza de golpes, puesto que soy un asno que no da un
paso si no es con bastonazos.
Esperemos mucho, mucho, que el Señor consuele a quien le implora. El Espíritu
Santo traerá algún regalo del Paraíso que consolará nuestros corazones. -Deseo
ardientemente besar esos muros que serán la Casa del Señor - Deseo tener en ella mi
refugio - Deseo agradar a mí Jesús - Deseo sepultarme para el mundo y a mí misma -
Deseo hacer lo que Dios quiera de mí.
Le ruego cálidamente que me encomiende a Dios.
El Espíritu Santo santifique la promesa de Su Reverencia, la de no querer jamás
dejar de obrar y fatigarse hasta que el Instituto sea un hecho y lo mantenga activo hasta
que llegue a su total perfección. Agradecidamente lo saludo teniendo el honor de
llamarme en el acto
288
PROMEMORIA
Lóvere 26 de Abril de 1831
Para obedecer escribo.
Creo que en una Comunión tuve este pensamiento: que el Instituto que se fundará en
Lóvere esté totalmente fundado sobre la Caridad, y este debe ser su fin principal;
especialmente ese Instituto ha de ser útil a las jóvenes en peligro, sin excluir a ninguna,
de cualquier edad, condición, carácter, con tal de que sea necesitada espiritualmente, o
corporalmente, y que el Instituto pueda ayudarlas; esto, se debe procurar en cada cosa,
porque para esta clase de juventud pocos medios hay para alejarlas de los peligros etc.
Otra vez, en el tiempo de Oración, creo tuve este pensamiento: El Instituto no sólo esté
basado en la caridad, que constituye la vida activa, sino aún más, que a ella se una la
contemplativa, de modo que las personas que a él se consagran puedan vivir de la una y
de la otra; es decir que en este Instituto haya buena parte del día consagrado a la
oración, especialmente a la Santa Meditación, para que sus ejercicios de caridad tengan
buen fruto, porque todos, partos de oración, pueden enseñar a los otros aquello que han
aprendido de Dios orando. De la oración común vocal se determine poca, y esto para no
quitar el tiempo consagrado a la caridad, y para no agravar con un peso a los sujetos
que, debiendo fatigarse mucho instruyendo y enseñando, quizás les resulte esto una
gran carga, y al mismo tiempo quizás también dañoso a la salud corporal. Otra vez
mientras trabajaba tuve este pensamiento que se me confirmó después en varias
Comuniones y Oraciones: El Instituto debe ser fundado sobre la norma, y sobre los
ejemplos dejados por Nuestro Señor Jesucristo, de modo que la Regla de él sea una
copia de sus acciones. Por lo que todas las Reglas, las Prescripciones, las Normas sean
precisamente dirigidas a imitar lo que hacía Jesucristo en este mundo, y El debe ser el
Protector, la Norma y la Guía. Es así como tantos Institutos tienen por fin o de honrar a
María Santísima o de imitar a algún Santo etc. así este debe prefijarse de honrar al
Redentor, y de imitar sus ejemplos, de modo que quien a él se consagre pueda llegar a
ser verdadera hija de Jesucristo por la imitación. Y me pareció, que Dios desea un nuevo
Instituto, por lo menos por esa nada que comprendo, porque si se abrazara algún
instituto ya aprobado, si bien soy contraria a eso, me parece que serán mayores y más
grandes las dificultades. Sin embargo si Dios lo quiere, sabrá disponerlo todo. Este
pensamiento de la imitación del Redentor etc. lo tuve con alguna claridad, que yo no sé
explicar, y me parece ver las Reglas, sin que las conozca claramente, bellas y suaves
para que sean oportunas a tal fin. Cada vez que me volvía este pensamiento, dejaba en
mi corazón una gran dulzura, y a veces un sentido de gratitud, reconociendo que
Jesucristo nos haría una gran gracia si nos llamara a tanta altura.
De nuevo en una Comunión sentí que el Instituto debe tener por fin principal la
Educación de las Hijas pobres y sin padres, teniéndolas allí y también manteniéndolas,
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hasta que estén criadas e instruidas en algún oficio, con el cual honestamente puedan
procurarse el alimento.
Además me parece que será muy querido al Señor, que a parte de la Escuela externa,
hecha a las pobres por caridad, el Instituto tenga también la Educación interna para
todas aquellas jovencitas del pueblo, o de afuera que anhelasen ser instruidas allí,
especialmente si tuviesen intención de ser Maestra, o también si fueran de buena
condición, de las que se espera un buen desempeño para prestarse a la caridad del
prójimo.
Muchas veces sentí en el corazón, que las personas que se consagran a este Instituto
sean de una piedad muy sólida, de una virtud singular, y por inclinación, amantes de la
juventud. Por lo tanto, se tenga gran prudencia en el aceptar a cualquier sujeto, que sea
bien examinada su virtud, y su Vocación; puesto que debiendo ser un Instituto libre,
correría gran riesgo de hacer nacer inconvenientes muy perjudiciales. Me parece que el
Señor desea que el Noviciado de estas personas sea muy severo y riguroso, que en él se
incluya grandemente la observancia de las Reglas, que se hagan conocer los grandes
compromisos que se asumen, y que no se omita de hacerles conocer que este género de
vida es bastante más difícil de aquel de las Claustrales, porque hay mayores peligros,
más distracciones por la frecuente comunicación con las personas seculares, y que ellas
tienen mucha necesidad de una gran confianza en Dios, y de un verdadero espíritu de
caridad, animado de una pureza de intención muy viva, con lo cual todo se hace más fácil
y gustoso.
Esta muy bien así en este tiempo prevenirlas de todo esto, para animarlas en aquel
verdadero espíritu que requiere el Instituto, y me parece que el Señor desea que en el
tiempo de Noviciado ninguna se comprometa en obras o ejercicios exteriores, o de
caridad (excepto al principio del Instituto que se necesitará hacer lo mejor), debiendo
antes que nada aprender por sí misma el verdadero espíritu del Instituto, para luego
emplearlo a tenor de cada incumbencia que le serán confiadas.
A mí me parece que el Señor desea que el Instituto admita los tres comunes a las otras
Religiones, de Castidad, de Obediencia y de Pobreza. Aquel de Clausura debe ser
abandonado, porque por causa de algún motivo de Caridad las personas de este
Instituto, con las debidas cautelas, pueden salir; pero sin una precisa obligación deberán
observarla mucho, la observación muy necesaria para el buen funcionamiento del
Instituto.
Finalmente para este Instituto, además de la Caridad con las Hijas, y pobres, y
necesitadas, y ricas y de cualquier género, que a todas debe extenderse, me parece que
será muy querido al Señor, que este Instituto se preste también al alivio de los pobres
enfermos, máxime a la asistencia y gobierno del Hospital, empleándose las personas del
mismo al servicio de las enfermas, a su consuelo y ayuda espiritual y temporal. Este
290
debe ser una rama de ese Instituto, que proviene de aquella Caridad sincera de la cual
deben ser adornadas las personas que se consagran a este género de vida, tan uniforme
a aquel de nuestro amabilísimo Redentor.
Además no puedo quitarme del corazón que Jesús exija de esta nueva familia una santa
premura para el buen ornamento de su Santa Casa; y por lo tanto que a ella recomienda
y obligue tener bien arreglados, lavados los sagrados ornamentos y planchada la
lencería de las Iglesias del pueblo, y que use toda diligencia y solicitud para que en ellas
se observe un santo decoro, y una gran limpieza, no exigiendo de ellas, por sus fatigas,
otra recompensa que la bendición del Señor.
Aunque ya lo he escrito, no puedo callar que me parece haber sentido sensiblemente al
corazón, que se use (por lo menos al principio) gran cuidado en el aceptar a los sujetos
para esta pía obra, que entre los buenos, escasamente se elijan los mejores,
especialmente que se tenga cuidado de elegir personas inclinadas a la Caridad, de
naturaleza dócil y quieta, y que por sentimiento propio sean inclinadas a este género de
vida y sientan gran deseo por ello; porque me parece que de eso depende el todo,
mientras que en los principios no faltarán aflicciones, disturbios, agitaciones etc.
provenientes de causas externas, o mejor dicho de la Providencia del Señor, que todo
dispone para lo mejor. Si en medio de esto hubiere algúna persona naturalmente
inquieta o descontenta, causaría un gran enfriamiento, y también un poco de quiebre.
Aunque las personas de este pio Instituto no sean tenidas en la Clausura formal, para
poder tener más comodidad en atender a la Caridad; no deben poner grandemente la
mirada en el más pequeño trato, o amistad inútil, o conversación superflua, o frecuencia
de contacto con las personas seculares. El motivo de Caridad debe ser la causa de sus
reflexiones con ellos, y el deber; por lo restante deben observar una Clausura, o
recogimiento aun mayor de aquella de las Claustrales, pudiendo bastar una sola palabra
escuchada para poner la disipación en todas las personas del Instituto, que sería luego
arruinado, y esa sería la peste en las Casas del Señor.
Las personas de este pío Instituto deben estar adornadas de todas las virtudes, pero sus
características deben ser la Caridad, la Dulzura y la Humildad, a imitación de nuestro
amabilísimo Redentor, que de estas virtudes parecía hasta que se gloriase. Me parece
que el Señor exige que sean tan grandemente practicadas por ellas estas virtudes, que
formen verdaderamente su carácter, y que con solo tratarse juntas o verlas, se conozca
que son verdaderas seguidoras del Redentor.
En ese Instituto, aunque no tenga que ser un simple Retiro, me parece que el Señor
desea en él una Caridad grandísima entre los individuos, una Comunidad perfecta, una
igualdad total con todas, no debiendo haber ninguna predilección ni por la rica, ni por la
delicada, ni por alguna consideración humana, debiendo cada una, apenas ingresada, ser
perfectamente Hermana de las pobres Hijas de este Instituto. Una verdadera necesidad
291
de enfermedad, será el único motivo que dispensara a las Hermanas de esta universal
comunidad.
Además me parece que el Señor anhela que en la aceptación de algún sujeto no se tenga
reparo a las cosas que pueda traer consigo, sino más bien al fondo de una virtud
grandísima que debe tener; y cuando fuese el Instituto necesitadísimo de ayudas
temporales, y hubiese una persona que pudiese proveerlo con sus dotes abundantes,
pero que fuese privada de aquella virtud que es necesaria, que se deje al Instituto en
necesidad, que Dios proveerá; pero no se acepte alguna persona por este fin humano,
que Dios se disgustaría, y retiraría de él aquellas gracias que desearía dispensarle para
su ventaja.
Me parece que Dios anhela que en este pio Instituto se facilite bastante (en lo referente a
la dote) el ingreso a aquellas pobres personas que serían aptas y que además lo desean
tanto, pero por falta de medios, no pueden tener la consolación que anhelan. A estas se
abra el paso, se las acepte, confiadas en aquella infaltable providencia de Dios que quien
en Él confía no deja nunca a nadie en necesidad: tanto más aun, casi ningún Instituto
tiene esta mira particular, por lo que una infinidad de sujetos que tendrían un buen
desempeño, quedan abandonados por esto. Y me parece que Dios lo quiere,
precisamente por ser coherente al fin que ese Instituto debe tener, es decir, de imitar a
nuestro Santísimo Redentor, mientras que El, cuando alguno deseaba seguirlo, antes de
todo le hacía renunciar a todo aquello que poseía, tampoco pretendía que a su Compañía
le diesen alguna cosa, y deseaba tanto despojo que decía a quien lo seguía, que El no
tenía ni casa, ni techo. Este abandono no se podrá cumplir totalmente en el Instituto,
porque no se debe pretender milagros de Dios en aquellas cosas a la cuales se puede
llegar con los medios humanos; ya que será necesario establecer una discreta dote para
cada individuo que deseara consagrarse a él; pero junto a esto se ha de tener la mirada
de que si hubiese alguna persona con todas las cualidades necesarias para un buen
resultado, y le faltase la dote, se la acepte sin más y así unirla al Pío Instituto.
El viernes próximo pasado en la Santísima Comunión, más claramente que las otras
veces y con particular ternura, sentí en el corazón que el Instituto que se fundara en
breve aquí, tenga verdaderamente que ser llamado el Instituto del Redentor; y las
personas que a él se consagran, las Hijas del Redentor. Y me parece que Dios lo desea
propiamente bajo este título particular, y para indicar la predilección que El desea tener
de este pío retiro, y para enseñar a las personas que a él se consagren el modo de
santificarse; es más, no se sabe de alguna otra congregación bajo este título único y
particular, así que Dios ha reservado a estos tiempos una empresa tan grande y
caritativa, porque la necesidad es grande y extrema.
EL Noviciado podría representar la vida escondida de Jesucristo, y esto me parece que lo
anhela largo, por lo menos dos años y medio.
292
La vida que debe suceder después, es toda empleada al bien del prójimo, sin excepción
alguna, podría de algún modo imitar la vida laboriosa de Jesucristo en los tres años de su
predicación. Y el cuarto Voto de Caridad, que el Señor me parece pretender de estas
personas, es hacer todo lo posible, por sufrir todo, y dar la sangre por el bien de los
prójimos, podría imitar de lejos la caridad ardentisima de nuestro Redentor al morir por
nosotros. La Oración frecuente, máxime la Santa Meditación por un buen espacio de
tiempo cada día, podría parecerse a los frecuentes retiros que hacia el amable Redentor
de los hombres, para entretenerse con su Divino Padre a perorar por nosotros. Y el
número de las 12 Operarias, sin las domésticas, que tal vez podrían bastar a la Pía Obra,
podrían indicar los 12 Apóstoles , que elige para la salud del mundo; pero como admitió
también Discípulos, así me parece que después de alguna circunstancia podría
acrecentarse el número. Haga el amabilísimo Redentor que nosotras seamos sus
verdaderas seguidoras. Amén.
Al Reverendísimo Señor
El Excelente Señor DON ANGEL BOSIO
S.R.M.
293
219.- Le envía la novena de San Luis, etc.
A UNA AMIGA
VIVA JESUS Y MARIA
Hermana Amadísima,
He aquí la Novena de San Luis. Perdóname si falté a la palabra. Recordé sobre la
carta del Reverendísimo Tomini, pero lo complaceré otra vez. Encomiéndame a Dios por
favor.
Consuélate que tienes una cadena que estrechamente te une a Dios. Adiós.
294
220.- Cadenas de oro con las cuales debes unirte al Señor
A UNA AMIGA
VIVA JESUS, MARIA Y SAN LUIS GONZAGA
295
221.- Pide noticias acerca de la salud de una amiga. Desahogos contra el mundo
y de amor a Jesús
A COLOMBA MORA
VIVA JESUS Y MARIA EN COMPAÑÍA DE SAN LUIS
A la Excelente Señora
La Señora COLOMBA MORA
TAVENEROLA
296
222.- Agradecimientos y pedidos de oraciones
A REGINA TAERI
VIVA JESUS, MARIA Y SAN LUIS GONZAGA
297
223.- Lamenta un enfriarse parcial de la Pía Unión y se echa la culpa. Anima su
celo. Menciona su larga enfermedad y la de su padre. Obligada a estar en
ayunas para recibir la Santa Comunión
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
298
224.- Hace celebrar Misa por su padre. Agradece por los servicios recibidos en la
muerte y en el funeral
299
225.- Agradece vivamente en nombre de su familia y ofrece un don
A UN SACERDOTE
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
300
226.- Le avisa de una situación en cuanto a la división de los bienes de la
Gerosa, y le pide por el deseado Instituto
301
227.- Recomiendo su primo clérigo y el alma de su padre
302
228.- Desea su visita de consuelo. Pide sufragios por el padre etc..
A REGINA TAERI
VIVA JESUS Y MARIA
A la Apreciadísima Señora
La Señora REGINA TAERI
BRESCIA
303
AÑO 1832
229.- Envía una carta del Conde Passi a favor del Instituto. Augurios de buena
salud
304
230.- Trata de hacerlo reflexionar por la decisión de dejar Lóvere
AL MISMO
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
305
Que Dios hable a su corazón, y le haga entender su voluntad. Espero asimismo
que será benigno a nuestros votos. La buena Catalina está totalmente desanimada, y
abandona ya su intención, si Su Reverencia no vuelve aquí. Lo saludo atentamente.
No le digo nada respecto a los suyos, porque la escena es demasiado dolorosa, y
ya Usted estará sufriendo mucho. Le agradezco la caridad que me dispensó con la
exención. Yo misma me hallo en buen enredo, sin salud, sin oportunidad para hacerme
Monja (que si hubiese ido cuando era tiempo ahora lo sería), sin esperanza alguna de
poder hacer cuanto deseo. Dios mío ayúdame por favor...
María Santísima nos asista, nuestro querido Refugio nos consuele. Le pido su
bendición. Volunnia lo saluda mucho.
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
En el Seminario de San Pedro en BRESCIA
306
AL MISMO
VIVA JESUS Y SU SANTISIMA CRUZ
307
y ayúdeme en esto, puesto que lo necesito mucho. Si le parece oportuno devolverme la
fórmula de mi voto de caridad, creo que me ayudaría.
Mañana, si no me conviene ir a Séllere, espero ir a confesarme, de lo contrario lo
haré el Viernes, si le parece. Le envío una carta, que me ha sido enviada desde hace
varios días. No puedo ocultarle un pensamiento que mi natural voluntad me sugiere.
¿Quién sabe si el Señor se contenta con su entero sacrificio, y una situación inesperada
lo trae a su pueblo?... Basta, hágase la voluntad del Señor. Me reservo quejarme con Él,
cuando ya no tema engañarme, por ahora Fíat Voluntas Tua, de corazón.
Le ruego que se apiade con bondad de mi confianza, y le pido que me encomiende
al Señor, y me bendiga y tenga el honor de llamarme
Al Reverendísimo Señor
El Señor DON ANGEL BOSIO
S.R.M.
308
A REGINA TAERI
VIVA JESUS Y SU SANTISIMA CRUZ
309
A DON ANGEL FERRARI
Al Apreciadísimo Señor
El Señor ANGEL FERRARI
ISEO
234.- Da noticias de la hija. Envía los trabajos. Agradece por los dones recibidos
310
AL MISMO
Lóvere, 1832
Honorabilísimo Señor,
Nuestra querida Santina recibió lo que le mandé junto a la toalla que bordó y
ahora la reenvía. Ella continúa superándose, a ser dócil, obediente, y a ser siempre más
querida por nosotras. Ella está muy bien, y continúa contenta. Le manda a Usted, a la
Mamá, al Abuelo, y a la Tía cien besos, y mil saludos. Cuanto más pronto puedan venir a
verla, nosotras y ella gozaremos muchísimo.
Estamos un poco confundidas y mortificadas por las continuas molestias que se
toma Usted para con nosotras. Le agradecemos las hermosas coliflores que nos envió, y
de todas las otras cosas que nos regaló; le pedimos no mortificarse más, porque no
tenemos ningún merito para ser beneficiarias.
Mi familia le envía a Usted y a su Esposa los más afectuosos agradecimientos. Y
yo llena de estima me digo
Al Honorable Señor
El Señor ANGEL FERRARI
ISEO
311
AL MISMO
Al Apreciadísimo Señor
El Señor ANGEL FERRARI
ISEO
312
AL MISMO
313
AL MISMO
Al Apreciadísimo Señor
El Señor ANGEL FERRARI
ISEO
314
A DON ANGEL BOSIO
VIVA JESUS, MARIA Y SAN LUIS
Su Devotísima Hija
CAP. BART. indigna Sierva de Jesús y de María
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
239.- Anuncia la muerte de una hermana que fue al Paraíso. Pronto comenzará
el Instituto
315
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA CON EL AMABLE GONZAGA
Tu Afectísima Hermana
BARTOLOMEA Sierva de Jesús y de María
A la Excelente Señora
La Señora LUCIA SIGISMONI
DARFO
316
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESUS Y MARIA
Tu Afectísima Hermana
BART. la Sierva de Jesús y de María
317
A DON ÁNGEL FERRARI
Su Afectísima Sierva
CAPITANIO BARTOLOMEA
Al Apreciadísimo Señor
El Señor ANGEL FERRARI
ISEO
AL MISMO
318
Lóvere, 22 de julio de 1832
Honorabilísimo Señor,
Hemos recibido la fruta que nos envió, y gozamos de su atención. Le agradecemos
verdaderamente de corazón.
Su Santina nos es queridísima, continúa portándose bien y es dócil, obediente y
atenta, por los cuales auguramos buenos resultados. Su enfermedad parece que
desapareció totalmente, y deseo esperar en el Señor que no nos dará más motivo de
dolor. Ella goza de perfecta salud y está también de muy buen humor, de modo tal que
es nuestra consolación. Le envía saludos con muchos besos, compártaselos a su Mamá,
al Abuelo, y a la Tía. Ella me dice que no olvide de dar de “comer” a su Virgen Dolorosa.
Mi familia le hace a Usted, y a su Esposa las más cordiales felicitaciones, y yo lo
saludo agradecidísima, tengo el honor de llamarme
Al Apreciadísimo Señor
El Señor ANGEL FERRARI
ISEO
AL MISMO
319
Lóvere, 30 de julio de 1832
Honorabilísimo Señor,
Lo saludo, también en nombre de su hija, que continúa estando bien, y
portándose aún mejor. Le envío seis Liras, y le pido que me compre algunos pollitos, los
más lindos que pueda.
Perdone la molestia, y reciba las felicitaciones de mi familia. Soy
Su Afectísima Sierva
CAPITANIO BARTOLOMEA
Al Apreciadísimo Señor
El Señor ANGEL FERRARI
ISEO
AL MISMO
320
Lóvere, 9 de agosto de 1832
Honorabilísimo Señor,
Estamos muy apenados sabiendo alguna confusa noticia de la enfermedad grave
de su Dignísima Esposa. También la Señora Laorina está muy inquieta, porque no sabe lo
que es. Le pido de todo corazón la molestia de escribirnos dos renglones, aclarando la
enfermedad, por mi parte le aseguro, que su Santina no sabe, ni sabrá nada; ella se
encuentra tranquila, quieta y sana, le manda mil saludos y mil besos, para compartir
también con todos aquellos a los que ama.
La Señora Laorina le envía a Usted y a su Hermana, sus más cordiales saludos, y
le dice que ella está muy bien.
Ansiosa de saber alguna noticia de la enferma, y saludándolo
agradecidísimamente, también en nombre de mi familia, tengo el honor de llamarme
Al Excelente Señor
El Señor ANGEL FERRARI
ISEO
321
Lóvere, 1º de setiembre de 1832
Reverendísimo Padre Confesor,
Le pido por favor celebrar mañana la Santa Misa en honor de Santa Rosa,
Protectora de mí Compañía en la Congregación. Usted celébrela cuándo y dónde quiera,
porque siendo campesinas todas las Hijas no es posible juntarlas a la misma hora.
Le agradezco de corazón por tanta caridad espiritual y temporal que
continuamente brinda a nuestro Oratorio; especialmente le agradezco por las múltiples
molestias sufridas a causa de la factura del vestido de nuestra Virgen; nosotras no
podemos darle nada a cambio, que no sea algún Ave Maria, pido a María que se lo pague
de parte de ella.
Le encomiendo nuestro día de retiro, y nuestra fiesta.
A título de caridad le suplico poner en el número de las personas que encomienda
en el Santo Sacrificio de la Misa el alma de mi pobre Padre, pues lo necesitará mucho.
Me encomiendo a sus Oraciones. El Señor me haga permanecer gustosamente a
los pies de la Cruz, y me enseñe a amarlo verdaderamente con el sufrimiento.
Humildemente le expreso mi sincera estima, y lo saludo atentamente
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
A REGINA TAERI
VIVA JESUS Y SU SANTISIMA CRUZ
322
Lóvere, 18 de setiembre de 1832
Hermana Amadísima,
Supe por el Dignísimo Hermano las diversas situaciones que afligen a tu familia y
específicamente a ti. Pruebo un dolor particular, y me sería muy querido si pudiese darte
algún alivio. Pero Dios, que todo lo dispone sabiamente, dio a tu ánimo tanta virtud para
saber tolerar con heroica constancia momentos tan dolorosos. Dios te ama con
predilección, y te quiere su predilecta. En tu sufrimiento consuélate, y dilata tu corazón
con confianza, te recuerdo que un gran premio te tiene preparado.
Tu Hermano, el Señor Antonio, goza de buena salud: el aire de la montaña le
hizo bien; así también espero sea contigo. Por eso los primeros días de Octubre iré sin
falta con mi Mamá a buscarte, pero avísame, para no hacerme hacer el viaje
inútilmente, porque voy solamente por ti. Te pido un gran favor, hazme hacer 30 Brazos
de cadenita de hierro para disciplina, semejante a aquella que me has hecho hacer la
otra vez: cuando iré pagaré mi deuda.
Perdona la confianza. Me encomiendo a tu Oraciones.
Salúdame a todos los de tu casa, especialmente a la Señora Madre.
Con un gran deseo de abrazarte, tengo la alegría de llamarme
Tu Amorosísimo Hermana
CAPITANIO BARTOLOMEA
D.S.R.
323
Estimadísimo Señor,
Quedan los tres objetos, y el paraguas, del cual le agradezco mucho. Estoy
infinitamente agradecida por su amabilidad, y su cordialidad verdaderamente me
incomoda. Yo no puedo más que agradecerle de corazón. Le pido enviar por mano segura
la carta que incluyo, se la recomiendo porque me apremia.
Me sentí mal por no poder llevar conmigo a la querida Santina; lástima la
coordinación, espero hacerlo pronto .
Mis saludos a su Señora Esposa, y los saludos a la querida Santina. Mientras
tanto, le pido antes que nada que le envié los dos objetos que me olvidé allá. Lo saludo.
Con mucho afecto me llamo
Su Devotísima Sierva
CAPITANIO BARTOLOMEA
Al Apreciadísimo Señor
El Señor ANGEL FERRARI
ISEO
A UNA AMIGA
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
324
Amadísima Hermana en Jesucristo
Me interesa tu persona, y no puedo alejar tu recuerdo de mi memoria. Desde la
última vez en que Dios probó tu paciencia, no he recibido más noticias tuyas; quizás has
tenido que sufrir algún gran reproche; pero recuerda que nunca se sirve mejor al Señor,
que cuando se sufre por Él. Deja que el amor propio se queje, tú sé generosa y ponlo
bajo tus pies. Constancia, mi querida, coraje, el camino del cielo es espinoso, estrecho,
difícil, es necesario caminarlo con firmeza, de lo contrario se corre el peligro de
acobardarse.
Recuerda que has hecho grandes promesas al Señor, y es necesario que las
cumplas sufriendo. Besa con amor la izquierda de tu Jesús que te azota, y recuerda que
le debes ser fiel a cualquier costa.
Recuerda a menudo el dicho del Siervo de Dios, Don Pablo Cafaro, «Es necesario
sufrir, transpirar, fatigarse y reventar para hacerse Santos».
Te espero pronto. Pide permiso con humildad y te será concedido. Te recomiendo
la Santísima Comunión y las Oraciones. Recuerda que ahora debes ser más cumplidora
con tus deberes. Encomiéndame a Dios, por favor, especialmente en esta semana. Te
dejo a los pies del Crucifijo, para que te hagas Santa.
Adiós.
Tu Afectísima Hermana
BART. CAPIT.
D.S.B.
A SU HERMANA
VIVA JESUS Y MARIA
325
Dulcísima y Queridísima Hermana,
Entrega a nuestra querida Mamá la carta que incluyo. Por medio de ella sabrás el
día prefijado para mi sacrificio. Querida Hermana, hazlo tú también conmigo, y pidamos
a Dios que le sea agradable. Me cuesta muchísimo tener que abandonarte: ya sabes
cuánto te amo... Pero... Dios es el Dueño de todo... Procura consolarte a ti misma, y al
mismo tiempo ser consuelo para nuestra buena y afligida Madre. Tu aflicción es el mayor
sufrimiento que yo misma experimento...
Tengo miles de cosas que decirte, pero las lágrimas y la aflicción ahogan en mí las
palabras... Perdóname tantos sinsabores que te he dado, y te digo que conservo en el
corazón todos tus beneficios, y que te seré agradecida ante Dios.
Ten presente que deseo que te sirvas de mí en todo lo que pueda serte útil, estaré
siempre a tu disposición, y por ello conoceré el amor que me tienes.
Vuelvo a encomendarte a Mamá, haz cuanto yo debería hacer por Ella, ella es digna
de todo bien. Te recomiendo la Abuela. Ten también presente a la buena Flaminía, tenla
en mi lugar.
Me encomiendo muchísimo a tus Oraciones.
Te doy mil besos, y te dejo a los pies de la Cruz para que te hagas Santa.
A la Excelente Señora
La Señora CAMILA CAPITANIO
S.P.M.
A SU MADRE
VIVA JESUS Y SU SANTISIMA CRUZ
326
Queridísima y Amadísima Madre mía,
Por un acto de deber y contra mi voluntad, heme aquí en un paso que cuesta
muchísimo a mi corazón y que será asimismo una espina dolorosa en el tuyo.
Los Superiores han establecido que el próximo Lunes comience la Escuela en el
lugar fijado, y que el Miércoles me establezca en él con mis compañeras, para dar
comienzo a aquel Instituto por el que tanto han trabajado, con la esperanza de ver frutos
provechosos para bien de la sociedad. Aún cuando sé que esta noticia volverá a abrir en
tu corazón una llaga dolorosa por el amor que me tienes, y que al decírtelo
anticipadamente no hago sino acelerarte el sufrimiento; con todo, por un acto de
respeto, y por la obediencia que te debo, antes de decirlo a otro, te lo digo a ti, y te
ruego que me acompañes con tu Santa Bendición.
Es inútil decirte cuánto me duele el sacrificio de una Madre a quien debo tanto,
mejor, a quien después de Dios me debo por entero. Siento muy de corazón tu aflicción,
y me es tan dolorosa, que, si Dios no me ayudase, no podría superarla; y te aseguro,
que sí no conociese claramente que mi Vocación es manifiesta Voluntad de Dios, no daría
este paso por todo el oro del mundo. Pero Dios es el Señor de todo, hagámosle a Él
querida Madre, el sacrificio, Tú de una Hija a quien tanto has amado siempre, y yo de
una Mamá, a quien profeso amor, respeto y especial veneración. El recibirá con agrado
nuestro sacrificio, y un día nos dará la recompensa.
De todo corazón y con lágrimas en los ojos te pido humilde disculpas por tantas
molestias que he causado a tu corazón, por tantos disgustos como te he dado, por tantas
desobediencias que he cometido. Perdónamelo todo, y tenme siempre en tu
benevolencia. Con mil corazones te doy gracias por las muchas atenciones, y por lo
muchísimo que has hecho por mí. Siento en mi corazón la más viva gratitud, y querría
demostrártelo aún a costa de mucha sangre, si me aprovechase el derramarla por ti.
Pero acuérdate que no dejo de ser tuya, y te aseguro que me harás un favor singular
cada vez que te sirvas de mí, en todo cuanto pueda complacerte.
Ten en cuenta para consolarte, que nuestra separación será dolorosísima, pero
que el encontrarnos en el Paraíso será mucho más consolador, y bendeciremos este
sacrificio que tanto premio nos mereció de Dios.
Respecto a Santina, si la quieres, y si quieres sufrir la incomodidad, puedes
tenerla en casa y dejarla venir a la Escuela; si te fuese de peso, en ese caso la
tendremos en el Local todo el tiempo, tú haz realmente lo que prefieras.
Precisaría una cama para el Miércoles por la tarde, te pido por lo tanto darme una,
la que quieras. Las mesas para la Escuela, y los dos bancos, si estás conforme, los haré
llevar al Local23.
23
Entiende el nuevo Instituto
327
Jesús y María sean nuestra ayuda, mi querida Hermana será tu consuelo. Imploro
de nuevo tu Bendición y la ayuda de tus Oraciones por mí, y dándote mil besos
afectuosos, tengo el honor de llamarme
328
Amadísima Señora Madre Maestra,
Sé que habrá rezado por mí, y como tengo muchas deudas para con Usted no
puedo dejar pasar dos días sin enviarle mis escritos. Estoy muy contenta de hallarme en
el Recinto del Señor, y si bien El ha dispuesto que en estos primeros comienzos me
encuentre de hecho sola, me es más amada la compañía de mi Dios, y de mi querida
Mamá María, que me ayudan conforme a lo que son. No temo nada, porque estoy en las
manos de Dios, que me ama como Padre. Yo soy incapaz de la menor obra buena, pero
El puede hacerlo por mí, y yo me abandono enteramente a Él. Por caridad, continúe
rezando por mí, tengo mucha necesidad, tengo momentos de lucha y de dolor.
Querida Madre Maestra, el Paraíso es muy hermoso, es necesario ganarlo a fuerza
de sufrimiento; en las cruces se hacen los Santos.
Coraje, sufrimos por un Dios que lo merece todo. Abandónese enteramente a Él
que es muy buen Padre. En nombre del Señor le digo que lo contraría, si deja la
Comunión cuando se halla con defectos; acérquese a Él con mayor confianza, entonces Él
está obligado a usar con Usted la caridad.
Perdone mi confianza. Por caridad, ayúdeme.
Unas líneas suyas me serán muy queridas. La saludo muy atentamente. Hasta
vernos a los pies de la Cruz. Diga un Agimus de corazón por mí al Señor.
329
La memoria nos traicionó el día de Navidad, ya que omitimos nuestra costumbre
de pedirle una Misa para nosotras dos. Pero no queremos perder la costumbre, por lo
tanto le rogamos aplicarla para nosotras el primer día del año. Dígale al Señor lo que
quiera por nosotras, puesto que nuestras necesidades se han multiplicado.
Una palabra respecto a nuestra Iglesita. Le pido con todo el corazón, se mantenga
con firmeza y haga cuanto pueda para que se concluya el contrato. No pretenda más
palabras de Catalina, pero tenga la seguridad de que hará más de lo que dice. Las
contradicciones que encontramos para este proyecto, dan a conocer que tendrá un
resultado felicísimo; por tanto Usted sírvase de su valentía y haga todo lo posible para
que se efectúe.
Es necesario tener muy presente la máxima que Su Reverencia siempre me
repite, «La contradicción es necesaria para que las cosas sean más perfectas». Puede
cerciorarse por otra parte de que no obra imprudentemente, pues yo conozco asimismo
que Catalina puede valerse de algún medio; su timidez es la que la hace dudar. Tenga
paciencia, y perdone mi libertad y mi confianza, frutos de mi soberbia. Por favor,
encomiéndeme al Señor.
El Niño Jesús perdone mis pecados, y queme en nosotros todo lo que no es suyo,
y sea Él nuestro Dueño absoluto. Lo saludo atentamente
Al Reverendísimo Señor
El Excelente Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
AÑO 1833
A MARIANA VERTOVA
VIVA JESÚS Y SU SANTÍSIMA VOLUNTAD
330
Lóvere, 31 de enero de 1833
Queridísima Hermana,
No pude mandarte antes el librito deseado; ahora te lo mando, te pido que me lo
reenvíes lo más pronto posible, ya que no tengo otra copia.
Me encomiendo mucho a tus Oraciones. Ya sabes en qué necesidad me encuentro.
Deseo verte toda, toda del Señor; trabaja mucho por Él que te reservó un premio
eterno. Mis saludos a la Canossi, mis agradecimientos a los de tu casa, y al
Reverendísimo Guarinoni, cuya visita gocé muchísimo.
Soy con todo el afecto en el nombre del Señor
Tu Afectísima Hermana
BARTOLOMEA
D.S.R.
A la Excelente Señora
La Señora MARIANA VERTOVA
MALEGNO
A UNA AMIGA
VIVA JESUS Y SU SANTÍSIMA VOLUNTAD
331
Amiga y Hermana Amadísima,
Rompo finalmente mí larguísimo silencio. Mi querida, he pasado diversas
situaciones, y por fin me encuentro en el Recinto del Señor, como ya sabrás: mi corazón
exulta y mi gozo aumenta cada día. Pero no puedo decirte que mis deseos estén
plenamente satisfechos, porque aquí, que me encuentro con dos compañeras, una en
calidad de doméstica, otra como Hermana, pero que un día será mi Superiora, no hay
plan alguno, ni Reglas, ni método, y también ahora, debemos salir para ir a la Iglesia.
Sin embargo todo está basado en la caridad y la obediencia, todo procede con buen
orden, poco a poco vamos avanzando y se espera tener pronto establecido lo que
deseamos.
Te confieso ingenuamente que he considerado siempre el estado religioso como
una muerte a sí misma, en la práctica resulta mucho más verdadero.
Para nada se es dueña de uno mismo, es necesario obrar siempre según los otros,
adaptarse en todo a ellos, pisotear el amor propio, sacrificarse por la caridad, callar,
soportar, mostrarse alegre, no tener inclinación ni siquiera por la cosa más santa, si no
se conforma con las obligaciones del propio estado, en fin, estar de hecho muerta a todas
las cosas, para no vivir sino de Jesucristo y de su Santísima Voluntad. Vida
verdaderamente crucificada, pero oh! ¡Cuán dulce la hace aquel amable Esposo, que se
complace en los sacrificios de sus Siervas! No la cambiaría por todas las consolaciones,
no digo, terrenas, ni espirituales, porque la seguridad de hacer la Voluntad Divina, es lo
que me hace perfectamente feliz. Por favor, encomiéndame al Señor, pídele que me haga
morir antes que ser piedra de estorbo para su obra.
No te pese escribirme algunas líneas. Tu amistad me es demasiado querida, y si
llegaras a venir por aquí, una visita tuya me consolaría mucho.
Mis saludos a la Chiodi. Amemos a aquel amado Jesús que es todo nuestro por
amor, y suframos gustosamente lo que nos envía. El Paraíso nos espera, ánimo en el
sufrimiento; allá arriba seremos eternamente felices. Adiós de corazón.
332
Le incluyo una pequeña limosna por la Misa del día celebrada en nuestro Oratorio,
y le agradezco. Permítame decirle algo, a pesar de haber prefijado cien veces no hablar
del asunto, no puedo quedarme tranquila, ni callar. Me parece que el Señor no quiere
que Usted dé los Santos Ejercicios en el Retiro Canosa, teniendo en cuenta sus actuales
indisposiciones. Le ruego de corazón que se disculpe pronto ante las Monjas, para que
puedan proveer a tiempo otra persona, porque están tranquilas con su promesa, y se les
complicarán demasiado las cosas si Su Reverencia no puede ir.
Le ruego verdaderamente de corazón cuidar más su salud, y recuerde que no se
pertenece, sino que debe conservarse en ventaja de su prójimo, pues tal es la obligación
de su estado.
Adapte para sí mismo lo que con tanta caridad sugiere a los demás, «El asnito del
Señor debe ser bien cuidado, si debe llevar vigorosamente la carga». Realmente
contraría la bondad del Señor que con tanta caridad le ordena atender y cuidar su salud,
si no lo hiciera. Haga todo lo posible para arrojar del corazón la melancolía, entregue al
Divino Corazón todo lo que le aflige, y verá que en esa fuente encontrará motivo para
estar contento.
Me encomiendo de corazón a sus Oraciones. Le auguro todo bien, en el momento
que le pido compasión por mi confianza, tengo el honor de decirme
Al Reverendísimo Señor
El Excelente Señor DON ANGEL BOSIO
S.R.M.
AL MISMO
VIVA JESUS Y SU SANTISIMA VOLUNTAD
333
Permítame ser inoportuna con dos renglones. Estoy algo intranquila respecto al
malentendido de ayer sobre la pared que se quería levantar para cerrar el lugar de
recreo, etc… Yo fui causa del malentendido, porque Catalina me había recomendado
mucho ayer a la mañana pedir a Su Reverencia que viniera a observar el asunto, y había
ordenado a los albañiles no hacer nada antes de oír su parecer. Yo se lo dije de paso de
manera que Su Reverencia creyó que no importaba el momento de hacerlo y tardó en
llegar, y Catalina, por no dejar ociosos a los albañiles los hizo comenzar, creyendo que
Su Reverencia podría estar conforme al respecto, y quedó algo descontenta y en
suspenso cuando se dio cuenta de que Su Reverencia opinaba diferente.
Le ruego aprovechar alguna ocasión para hablarle, y así oirá sus intenciones, y
estoy segura de que estarán perfectamente de acuerdo, puesto que Su Reverencia busca
siempre lo mejor, Catalina, aprobando sus intenciones y sus proyectos ha levantado la
orden dada a los albañiles, la de trabajar en el lugar donde habían comenzado, hasta que
se llegue a un acuerdo con Usted sobre lo que debe hacerse. En tanto esto le sirva de
experiencia y perdone mi confianza.
Estoy muy contenta porque nuestro querido y santo Padre san Vicente de Paul ha
venido a esta casa, sin buscarlo y ni siquiera desearlo, él ha suplido nuestra negligencia
ya que, Lucía Cismondi nos ha hecho el regalo de un cuadro que lo representa, y nos es
tan querido, que no sabemos explicárnoslo. Deducimos de este hecho que él nos ama, y
que quiere ser el Dueño de nuestra casa, y que de ese modo será también nuestro
Protector, Fundador y Abogado. Venga también pronto Su Reverencia para verlo, y
recibirá gran consuelo.
Por favor encomiende al Señor mi pobreza, y pídale que tenga compasión de mí.
Deseo que Dios acompañe con su bendición los planes que Su Reverencia tiene pensados
para su gloria, y que lo haga gran Santo. Lo saluda.
Su Agradecidísima Hija
B.C. Sierva de Jesucristo
A MARTA ANDREOLI
VIVA JESUS Y MARIA
334
Lóvere, 9 de Abril
Queridísima Hermana y Amiga,
Llegaron a mis oídos las tristes noticias de lo acontecido en tu familia; y no sabría
cómo explicarte cuánto dolor y aflicción me han causado, esto no sabría cómo
explicártelo.
Te confieso, que tu situación realmente me da pena, imagino el dolor que probará
tu corazón ante tantas desgracias.
Mí queridísima, la pérdida sufrida y las enfermedades presentes que tienes en tu
familia, mirándolas humanamente, son demasiado grandes y dolorosas, y la naturaleza
no podrá no sentir todo su peso. Pero en medio de tantas penas, mi querida, alza la
mirada al Crucifijo, mira al Cielo, y después recuerda que Jesús al hacerte semejante a él
con el padecimiento, te hace la más grande gracia. Recuerda que el Paraíso es tuyo, y allí
tendrás un premio superior a todo sufrimiento.
En medio de tus angustias acuérdate de decir a menudo a Jesús: «Fíat voluntas
tua». Esta es la declaración más hermosa que le puedes hacer, y el sacrificio más grande
que puedas ofrecer. Ten una gran confianza en él, El será tu Padre amorosísimo, que te
ayudará en toda necesidad, que te sostendrá en toda angustia, y que te tendrá siempre
por hija predilecta suya.
Mi queridísima, enjuga tus lágrimas. Jesús te aflige, porque te ama. Jesús te hace
padecer, porque te quiere premiar. Pon tu confianza también en María Santísima: Ella es
tu querida Mamá, que te ama con predilección, bajo su protección no perecerás jamás. Si
yo pudiera serte útil en algo, estaría muy contenta, no dejes de recurrir a mí.
Encomiéndame al Señor por favor. Jesús sea tu consuelo, María tu esperanza, y yo te
auguro todo bien. Soy
Tu Afectísima Amiga
Bartolomea Capitanio
A la Excelente Jovencita
La Señora MARTA ANDREOLI
Plaza de Artogne
258.- Incluye ejercicios devotos para la Novena de la Purificación
A VOLUNNIA BANZOLINI
335
La Sierva indigna de Jesús y de María
B.C.
A la Merecedora Señora
La Señora VOLUNNI BANZOLINI
S.R.M.
CORTI
VIVA MARIA
A BARTOLOMEA N.
VIVA EL AMOR CRUCIFICADO
336
insinuártelos, porque siempre consideré que ellos provenían de mi soberbia, más que de
inspiración divina. Pero ahora ya no puedo ocultarlo, sea como sea, me siento empujada
a manifestártelo... Amadísima Bartolomea, Jesús te quiere Santa, y gran Santa... El te ha
elegido por afectísima esposa suya, ha pensado para ti los más hermosos planes, te ha
destinado a una santidad particular.
Contigo no se contenta con una virtud mediocre, pretende que con generosidad
des un puntapié a todos los respetos humanos y que te aferres a una vida totalmente
entretejida con las más grandes y heroicas virtudes, quiere que el perfume de tus
virtudes se haga sentir doquiera y que sirvas de ejemplo a todos. Amadísima, Jesús
desea tu corazón, tu amor. El, es celoso de tu pureza, él suspira continuamente porque
te quiere totalmente suya de una manera particularísima. El Paraíso es hermoso y
merece que hagamos todo esfuerzo para ganarlo; pero nuestro querido Jesús es mucho
más hermoso, y por El debemos hacerlo todo. Afortunadas nosotras, si pudiéramos amar
a Dios de corazón, sería realmente un Paraíso anticipado. ¿Qué más podemos desear?...
Al momento de la muerte, qué consuelo sería para nosotras poder decir: Estoy cerca de
la posesión de aquél por el cual siempre he suspirado y al que he amado con todo mi
corazón. Permítame que te agregue que desde hace un tiempo a esta parte no puedo ni
verte, ni hablar contigo sin que me parezca ver la gracia divina actuar plenamente en ti,
y como si se hiciera sentir que quiere algo particularísimo de ti; esto me parece verlo
hasta dibujado en el rostro. En mis frías y mezquinas oraciones no puedo olvidarme de ti,
le digo al Señor que se haga oír claro, y que se haga obedecer por ti. Deseo
ardientemente verte pronto una gran Santa, deseo verte enamorada locamente de Jesús,
deseo verte elevada a la más sublime santidad.
Perdóname, mi querida, que te hablo con tanta libertad; el amor sincero que te
tengo, tu buen corazón muy conocido por mí, fueron las causas principales de mi
entusiasmo.
No lo consideres a mal, quisiera que me veas el corazón para que sepas con qué
intenciones te hablo. Yo te estimo mucho, y bien lo mereces. Todas las veces que tuve
ocasión de hablar de ti, sabe Dios cómo te alabé tu virtud y tu sabiduría. Si ahora te
hablo de este modo, no lo hago porque no te estimo, sino porque sé que Dios te llama a
una vida particular, y yo deseo tu mayor bien.
En pago de esta libertad amigable, deseo dos favores de ti. Una que me
encomiendes de corazón a Dios. Desearía poder hacerte ver mis necesidades, para que
te intereses por mí, hazlo por caridad. El otro que después de que leas esta carta la tires
al fuego, y no hables con nadie. Espero que me harás estos dos favores.
Amadísima, te espero a los pies del Crucifijo. Un Dios que muere por nuestro
amor, nos enamore totalmente de Él y nos haga totalmente suyas para siempre.
Soy
337
Tu Afectísima Agradecidísima Hermana y Amiga
La Sierva de Jesús y de María
B.C.
338
se los haya pedido. Se lo hago saber al menos e interpreto favorablemente su voluntad
dispuesta a concedérmelo.
Le pido por favor encomiéndeme al Señor para que no lo ofenda, ni pierda el
recogimiento. Le pido su Santa Bendición y el mérito de la obediencia en todos los pasos
que daré.
Tengo muchos deseos de visitar a mi querida Mamá de las Gracias; espero que
tendrá compasión de mi pobreza. Lo saludo en el momento que me digo
P.D. Me conviene decirle también una palabra; Si acaso el Reverendo Fortini quisiera
llevarme por un día a su pueblo, ya que me hizo varias veces la propuesta, se lo digo, y
entiendo que voy con su permiso.
A decir la verdad no iría sin ganas porque ya en otras ocasiones sentí ese deseo.
AL MISMO
VIVA JESUS Y MARIA
339
confesión, me mencionó una de estas faltas, fue tanta la vergüenza que sentí que en esa
falta no caí más.
Me encomiendo a Dios, se lo pido de corazón, y saludándolo agradecidamente
firmo
AL MISMO
VIVA JESÚS Y SU SANTÍSIMA VOLUNTAD
340
Si tuviera cuatro minutos de tiempo después del almuerzo, San Luis le pide
emplearlo a favor de sus devotas, y nosotras lo estaremos esperando en la Sacristía de
nuestra Congregación.
Me encomiendo por favor a sus Oraciones; ahora soy cien veces más pobre, y si
Dios no me ayuda estoy muy cerca de hacer una de las mías.
Pido humildemente su Bendición en el momento que firmo
AL MISMO
VIVA JESÚS CRUCIFICADO Y MARIA DOLOROSA
341
fue repitiendo, «Escribe a tu Confesor», sobre qué, no sé. He sabido del disgusto que
ha probado toda su familia al enterarse de que Su Reverencia deberá quizás partir a
Breno. A raíz de esto, he reflexionado sobre cuánta aflicción deberá tener Usted, pero
le confieso que realmente me parece que Dios hará la gracia de dejarlo aquí, y si
verdaderamente fuese su voluntad que vaya a ese bendito Breno, estoy segura de que
Dios dispondrá de tal manera el corazón de todos los suyos, y hasta el suyo, que no
parecerá absolutamente difícil algo que ahora se presenta tan duro, porque en fin,
hacer la voluntad de Dios, cueste lo que cueste, es siempre dulce.
Cuando rezo por esto, me parece oír siempre la respuesta, «Déjame obrar, sé lo
que hago, al final te sentirás contenta». Respecto a mí, lamentablemente sé que merezco
que Usted se vaya, por haber correspondido tan mal a las fervorosas exhortaciones y a la
solicitud con que se preocupa por mi pobre alma. Pero he prometido a Dios, que si me
escucha, corresponderé más en el futuro. ¿Y si el Señor quisiera con esta cruz algo
también de Usted?...
Disculpe, le ruego, la confianza, que también reconozco es infinitamente excesiva,
pero si quiere culparme culpe a su humildad la cual precisamente me ha hecho tan
audaz.
En verdad temo mucho que se enferme gravemente; por esto le ruego
tranquilizarse, y no afligirse demasiado, deje obrar a Dios que lo aliviará; Es tan bueno
que no abandona jamás a sus siervos y más aún a aquellos que buscan hacer su
voluntad; y además Dios no rechazará las oraciones que tantas elevan con este fin.
También yo he comprometido, sin decirle el porqué, a las pequeñitas de la
Compañía de San Luis, a rezar con este fin, las veo tan fervorosas que me hacen
esperar que Dios escuchará sus súplicas. En fin, de una u otra manera, Dios está
obligado a consolar a Su Reverencia y a los que más sienten este golpe.
Ahora es necesario que le pida mil disculpas por mi atrevimiento al escribir así;
me doy cuenta de que he hecho algo que de ninguna manera me corresponde pero
quisiera que conociera el fin por el cual lo he hecho, y también para que vea mi
corazón, esto sería suficiente para ser justificada.
Una palabra también para mí; le recomiendo mi hoja, sé que soy pesada y
también imprudente en tales circunstancias, pero me perdona. Le pido que diga alguna
palabra también por mí a Jesús Sacramentado, encomiende mi alma, que tiene mucha
necesidad.
Le auguro toda clase de bendiciones celestes y consuelos, y al mismo tiempo que
le renuevo mis disculpas, muy atentamente firmo
342
Su Devotísima Agradecidísima Hija en Cristo
CAP. BARTOLOMEA
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
LOVERE
AL MISMO
VIVA EL SAGRADO CORAZON DE JESUS
343
Le incluyo la novena del Sagrado Corazón; deseo que Su Reverencia le agregue
algo también.
Puesto que ha tenido tanta caridad aceptándome como hermana en las buenas
acciones, me atrevo a pedirle que ponga la intención de renovar este pacto cada vez que
administre la Santa Absolución a algún alma: yo también todas las veces que bese a
Jesús o a María, he puesto la intención de renovar el pacto establecido con Usted.
Si siente alguna inspiración respecto a mi pobre alma, no la aleje.
El método de vida y todo lo que le dije anteayer no tuve tiempo de escribirlo; se
lo daré cuando vuelva de las Santas Misiones. El Sagrado Corazón de Jesús lo ayudará
seguramente a fatigarse por El; y yo le deseo buen resultado en todo lo que comienza
por su amor, y también le deseo un amor de Dios tan grande que lo consuma totalmente.
Sepa (no puedo callarlo) que disgusta mucho al buen Jesús todas las veces que
dice que tendría que ir al infierno; queda realmente ofendido, ya que lo quiere
seguramente, en un lugar altísimo; todas las veces que se le presente este pensamiento,
aléjelo inmediatamente, pues le repito, disgusta muchísimo a la misericordia infinita de
ese dulce Jesús que con gracias infinitas lo va preparando para el Paraíso.
Lo saluda apurada. Cuide mucho su salud. Soy
AL MISMO
VIVA JESUS Y SU SANTISIMA CRUZ
344
Asunción es el día de su Santo Esponsalicio con Jesucristo. Le pide que se acuerde de las
pocas cosas anotadas en la tarjeta que adjunto. Si de todo está contento, yo hice copia,
no es necesario re-enviármela; su silencio lo interpretaré como su buen consentimiento.
De otra manera me lo hará saber.
Esta tarde, si tiene un momento libre, quisiera pedirle que lo emplee para mi
alma, escuchando mi Confesión.
Dios lo haga un gran Santo, que lo deseo de corazón.
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
AL MISMO
VIVA LA INFANTE NIÑA CELESTIAL
Muy Reverendo Padre Confesor,
Le envío de nuevo trabajar por María. Ella no nos deja en reposo ningún día; tiene
mucha razón de hacernos trabajar por Ella, ya que Ella actúa y se cansa por nosotros. Al
345
Reverendo Taeri hoy se la envié en su nombre, porque Su reverencia ciertamente no
tendrá tiempo de podérsela mandar, y yo lo sacaré de alguna parte.
El Señor me ha devuelto mi alegría habitual, y es más, estoy alegre como una
loca. La querida y amable Niña mira y ayuda realmente a los más necesitados. Pero
espero muy pronto alguna cruz. No importa que el Señor me ayude, yo, de todas
formas seguramente lo defraudaré. Espero, aún más, me parece estar segura de que la
dulce Niña consolará mucho también a Su Reverencia.
También Usted deposite todos sus trabajos y aflicciones en la Cuna de María, y
Ella se los cambiará con muchas alegrías por el Paraíso. Por caridad, dígale alguna
palabra también por mí.
Le ruego, a título de caridad, permitirme esta noche, apenas me despierte,
levantarme por una hora para visitar, adorar y hacer compañía a la queridísima Niña. Si
mi estómago se hiciera sentir más de lo habitual, le suplico, me permita hacer dicha
oración sentada en la cama. Este pedido se lo hace también por intermedio de mí, la
fervorosa Conti María.
Ayer Su Reverencia trató demasiado mal a mi querido San Luis, y me parece verlo
algo enojado; será necesario hacer las paces, realice Usted algo de su agrado. No puedo
dejar de pensar que este Santo agradecerá mucho que Su Reverencia se interese por el
joven Gennari, de manera que si Dios lo quiere, pueda retomar la carrera eclesiástica.
San Luis lo protege desde el cielo, Su Reverencia lo ayude en la tierra, y espero que todo
resultará querido por el Señor. Por disposición celestial, las Hermanas de San Luis no se
van del pueblo sino después de la próxima semana; nosotras el Miércoles próximo nos
reuniremos en la Congregación, y si pudiese emplear un momento a nuestro favor lo
estaremos esperando. San Luis se lo pagará.
Le ruego disculparme tanta confianza, Me encomiendo por caridad a sus
Oraciones. Le pido su Santa Bendición y me digo
AL MISMO
346
quería ni probar; pero dije resueltamente a San Luis «Si deseas y anhelas ser honrado,
enséñame el modo en que lo quieres, tú díctame las palabras, y yo las escribiré».
Luego le dije alguna brevísima oración por este motivo, y me puso a escribir en
papel aquello que recordaba. A Usted le toca ajustar aquello que es erróneo, agregar
aquello que falta, borrar lo que está demás y no adecuado.
El día de la unión si no le es incómodo, será Lunes cerca del mediodía, en la
Sacristía de nuestra Congregación.
Para no cansarlo más de leer estas cosas que escribí, termino pidiéndole que me
tenga presente en sus oraciones, y lo saludo atentamente.
La Hna Celeste me dijo muchas veces que lo salude de su parte , y ahora hago mi
deber participándole los mismos.
AL MISMO
VIVA JESUS Y MARIA
347
decir después del mediodía, si está libre lo estaremos esperando en la Congregación. Lo
encomiendo de corazón a su caridad.
Me suscribo, en el momento que Le hago una inclinación. Soy
Por ahora
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
269.- Pide una hoja de las Semanas de San Luis y permiso de sentarse durante
la oración
AL MISMO
348
Hágame el favor de entregar a Teresa la primera hoja de las Semanas de San Luis
de su Compañía, y también aquella en la cual está la fórmula de la Consagración, me
olvidé de buscársela; ya que la que tengo, la copiaron dos veces.
Le quiero pedir también si me permite algunas veces, en la meditación de la
tarde, estar sentada, porque varias veces siento dolor en la columna o en las piernas, y
a querer permanecer de rodillas me distraigo, pero aún más, le digo que el mal es
poquísimo y mi delicadeza es grande, así que si considera negarme el permiso, yo estaré
contenta igualmente y trataré de superarme, me será fácil. Esto, de estar sentada, lo
hice tres o cuatro veces también la semana pasada, y tuve el pensamiento de decírselo,
pero me olvidé.
Le pido por amor a Dios encomendarme a Él.
Lo saludo afectuosamente, mientras imploro su bendición tengo el honor de
llamarme
AL MISMO
349
El Señor por su misericordia nos hizo hacer un excelente viaje, llegamos aquí
cerca de las 10 horas. Mi excelente amiga (que ahora tiene el lugar de Mamá, no hace
más que imponerme cosas y tengo que obedecer) está empeñada en escribir al Monseñor
Obispo, mientras que ella le escribe, me dio la obediencia de escribirle yo algunos
renglones a Su Reverencia. Ella me sirve de continua escuela para toda virtud,
especialmente la humildad. El Señor no puede dar un sacudón mayor a mi soberbia, al
ponerme ejemplos vivos de humildad. A El, le agrada que yo los aproveche. Haré las
Santas Comuniones: me duele ser colmada de pecados. Dios me regale por lo menos
contrición. Salúdeme por favor a toda su familia, especialmente a sus Hermanas y
Sobrinas.
Mis deberes para con mi querida Reverenda Madre Superiora Catalina Gerosa, no
lo deje para después, se lo suplico, dígale que pronto la molestaré, pero mientras tanto
haga mi parte.
Perdone la escritura. Lo saludo de corazón y le pido por favor oraciones por la
pobre Bartolomea.
AL MISMO
VIVA EL SAGRADO CORAZON DE JESUS
350
Finalmente después de ocho meses, me decido a pedirle que mire mi registro
diario, mis continuas faltas en el método de vida, y las faltas de soberbia. Le pido de
corazón al Señor hacerle ver como en un espejo el pobre estado de mi alma, y hacerle
conocer todas mis necesidades que no conozco, y que mi soberbia me hace tener
escondida a la caridad de Su reverencia. Usted a solo título de caridad me controle, y me
conduzca por aquel camino que Dios quiere, me parece desearlo aunque no haga más
que oponerme con mi maldad a las miradas misericordiosas del Señor.
La negativa que me dio respecto al voto etc. hizo nacer en mi corazón una
confianza tal que me colmó de consolaciones, pronto será hecha.
Le aseguro que estas cadenas no me son pesadas, más bien cuando deseo tomar
fuerza y consolarme, doy una mirada a estos vínculos que tengo con Jesucristo, y aunque
sepa que siempre y continuamente soy infiel, me consuelo pensando que me tiene unida
al Divino Esposo.
Le encomiendo el suspirado y querido Instituto. Sea insistente para que pueda
erigirse. Dios lo desea y mucho.
Le encomiendo mi pobre alma, recuérdeme al Señor. El amable San Luis le
obtenga a Usted y a mí grandes gracias, especialmente la de imitarlo.
La Madre Maestra lo está esperando; le pido que use para con ella caridad.
Humillándole mi estima y profundo respeto tengo el honor de decirme
De Su Suma Reverencia
AL MISMO
VIVA JESUS, MARIA Y SAN LUIS GONZAGA
Mi respetabilísimo Superior,
351
Ya pasaron tres meses, desde que le di a Su Reverencia examinar las anotaciones
diarias sobre el método de vida; ahora permítame enviárselas, junto a dos hojas de las
faltas en general de soberbia. Luego de encomendarme a Dios le escribí algo para este
mes, pero no me atrevo enviárselo a mi querida Cismondi, si no es observado y corregido
por Su Reverencia, y le pido que si siente alguna inspiración en cuanto a mí, no la calle
por favor; trataré de hacer todo lo posible para poner en práctica cuanto me enseñe. Ya
sabe que es un castigo que me da el Señor esto de permitir que Su Reverencia a veces
no me diga aquello que me tendría que decir, si fue fiel en seguir cuanto me sugirió; le
pido y le suplico tener caridad con mi pobre alma.
Me apena mucho mi maldad, y hoy varias veces no pude, por esta causa, dejar de
llorar: pero no quiero abatirme; toda mi esperanza, después de Jesús, la he puesto en mi
querida Mamá y en la amabilísima Niña. Espero recibir grandes gracias, especialmente la
de no abandonar jamás a mi querido Jesús. Le ruego, y quisiera poder pedirle mil veces
en cada momento, que me haga cien y más veces morir antes que abandonarlo, y espero
de corazón que mi querida Mamá me hará la gracia.
Le suplico a Su Reverencia otra caridad. Si el Señor llegara a destinarme una
muerte repentina, le ruego, que en el momento en que se entere, me imparta la Santa
Absolución, y yo también pediré a Dios (si esto hubiese dispuesto) que me otorgue la
gracia de hacer un acto de contrición y de tener la intención de recibir la Santa
Absolución, y espero que Dios por su infinita misericordia se dignara aceptarlo, como si
efectivamente hubiese sido hecho.
No puedo cerrar esta carta mía sin decir por lo menos una palabra respecto al tan
deseado Instituto. Yo no he perdido todavía la esperanza, aunque abiertamente sé que
yo sola con mis pecados, soy el único impedimento para tan santa obra. Basta, obre Dios
y yo estaré contenta. El, sabe cuáles son mis suspiros, mis votos, mis oraciones, mis
deseos al respecto.
Le pido su Santa Bendición y me llamo
Su pobre e indigna Hija en Jesús
BARTOLOMEA, quisiera decir de Jesús
352
Muy Reverendo Padre Confesor,
Le envío un montón de hojas para mirar, porque sé que no tiene nada que hacer,
y yo para no dejarlo ocioso le doy en qué ocuparse.
En estos encontrará las hojas de las faltas o defectos de soberbia cometidos por
mí, en el transcurso de estos 13 meses, ya que hace mucho tiempo que no le mando
semejantes hojas. En cumplimiento de cuanto en ellas se encuentra, conviene que le
diga algo, la cual por efecto de la soberbia no fui capaz de decírselo a viva voz, y es, que
soy soberbia porque lo quiero ser, porque amo serlo, y cuando pido al Señor la Santa
Humildad, no la deseo realmente, y muchas veces descuido aún las ocasiones que se me
ofrecen para humillarme. No piense que le digo esto con el fin y el sentimiento de
humildad; no, mejor aún, se lo digo por soberbia, pensando que con esto pensará que
soy humilde. Sé que esta es una virtud muy necesaria, por eso estoy en un continuo
temor de la salud eterna: por eso, después de Dios y mi querida Mamá, puse toda mi
confianza en mi querido San Luisito, y espero que El me obtenga la gracia de llegar a ser
verdaderamente humilde por su imitación.
Finalmente le envío todas las hojas que escribí para la Compañía de mi amadísimo
San Luis. Mírelas y corríjalas como le parezca mejor; porque le digo con toda sinceridad
que de mí son los errores en la escritura y aquello que está bien es todo de San Luis; ya
que cada vez que me ponía a escribir con ese fin, invocaba su ayuda, y lo experimenté
de modo eficaz, poniéndome él en la mente y casi en la pluma, aquello que tenía que
escribir. Y es de verdad, que en prueba de esto le digo, que al no querer escribir aquello
que tenía en mente porque no me parecía muy apto pensaba escribir otra cosa, pero sin
embargo, no me venía en mente nada, hasta que no escribía lo que él quería. Las
semanas están escritas sin ningún orden, por eso desearía que Su Reverencia las
ordenase, haciéndole suceder una a otra gradualmente, colocando los números 1, 2, 3,
etc. Si no desea hacerlo lo haré yo al copiarlas en el librito hecho para esto.
Permítame pedirle, que se comprometa con el Instituto que piensa fundar en
nuestro pueblo. Por favor no mire los obstáculos que aparecen, trate de superarlos. La
obra es santa, es de Dios, y Él la quiere, por eso no tema nada, que Él en todo lo
ayudará, y le dará aquel premio que, debido a su fatiga, es muy grande.
Yo no puedo hacer nada con la obra, solamente puedo asegurarle que me
comprometeré a hacer rezar al Señor con este fin, y espero mucho, mucho que esté
cercano el tiempo de inicio.
Use todos los medios que se le ofrecen propicios para este fin, los acoja a todos, y
vea de dar inicio y cumplimiento a esta obra toda del Señor. Sé que está muy
comprometido para este oficio santo, y no tiene necesidad de estímulo de mi parte y
menos aún que le diga que para mí, su realización, sería un pequeño desahogo a mi
353
corazón; porque a decir la verdad deseo ardientemente la hora y el momento de
retirarme a alguna casa del Señor y poder decirle, «ahora soy toda tuya, no tengo más ni
parientes, ni amigos, ni comodidades, ni cosas, nada que me separe de ti». Todos los
días me parecen años, y no me consuelo si no pensando en mi querido Retiro.
Le incluyo una tarjeta en la cual están algunas prácticas para el Carnaval que
deseo hacer, son las pocas que me permitió. Le digo que propuse (a causa de un
escrúpulo que me vino) la primera respuesta que me dará cuando le pida los permisos de
los actos de mortificación, por esto le digo que cuando le pido algo, no sea tan rígido, y
me permita realizar el primer pedido, o también si se lo pidiese más veces o me
mostrarse obstinada en quererlo.
Encomiéndeme por favor al Señor: indigna así como soy lo hago yo por Usted.
Taboni y Romelli me escriben diciéndome que lo salude, y así también la Viganoni.
El sueño me atormenta, ya se acerca las siete horas de la noche en la que terminaré mis
escritos saludándolo humildemente.
P.D. Después de que haya mirado las hojas de la Compañía de San Luis, hágame
el favor de devolvérmelas, para que pueda transcribirlas en la libreta, y le pido perdón,
por esas hojas que están ajadas por haberlas tocado tantas veces; y junto a esto le
suplico que me escriba el Oremus de San Luis para la Consagración, porque yo al latín no
lo sé muy bien.
274.- Su celo por la Compañía de San Luis bien correspondido por las hermanas
AL MISMO
ALABADO SEA DIOS
354
que la protección de este Santo y las atenciones de Su Reverencia sean a favor mío y de
ella. Le confieso que no estuve jamás tan contenta con ninguna Unión (excepto aquella
del sagrado Corazón) como lo estoy con la de San Luis. La inocencia de las Hermanas, la
facilidad para orientarlas, la simplicidad de sus corazones, su amor a la piedad me
consuelan mucho; me queda siempre el triste pensamiento de decir, «¿Serán siempre
así?». Dios lo sabe, haga de ellas y de mí instrumentos de su gloria, se lo pido de
corazón. Hice saber a las jovencitas más grandes de la tercera Compañía que Su
Reverencia quería tener una charla con ellas en la Unión, y hacerles renovar la
Consagración. No sé explicarle cuánta alegría sintieron y demostraron al oír esto, y se
decían: recitemos las Ave Maria, para que eso pueda darse verdaderamente.
Y yo las había ilusionado que sería tal vez el Domingo pasado, tenía que verlas
caminar con prontitud bajo la lluvia, desde la Virgen al Oratorio con la idea de ser
consoladas. Comprendieron con dolor que Usted estaba empeñado, y me pidieron que le
suplicara que por lo menos el próximo Jueves después del mediodía les hiciera esta
caridad, por lo cual yo se lo pido, al menos que a esa hora le sea incómodo, o que ese
día tenga otras ocupaciones; en ese caso me avisa, así no las reúno para no abusar de
su paciencia. Si el Señor permite aceptar este deseo, Usted no se incomode, que cuando
estén todas reunidas, lo mandaré a buscar, para no hacerle perder tiempo.
Se las encomiendo a las buenas porque son muy queridas al Señor, procure
conservarlas siempre así; a las tibias porque son las más necesitadas, y esas deben ser
buenas como las otras; a las disipadas, aún más, porque su estado es más doloroso.
Más de todas recomiendo la pobre alma de Bartolomea; ella tiene cien y mil
necesidades. Hoy de salud estoy mejor. Le auguro del Cielo toda bendición, y me digo
devotamente
Su Devotísima Agradecidísima Hija en Jesucristo
La Sierva de Jesús y de María
Al Reverendísimo Señor
El Excelente Señor Don ANGEL BOSIO
S.R.M.
LOVERE
275.- Se encomienda por sus Ejercicios Espirituales
AL MISMO
VIVA MARIA
355
hermana, que no se olvide de mí en la Santa Misa, y pida a Dios que me haga conocer su
Santa Voluntad, y que mueva mi dura voluntad para hacer el bien.
Lo saludo humildemente en el momento que me digo
356
Empujada por la necesidad que tengo de tus oraciones, me adelanto a escribirte
esta carta. La bondad y la confianza que me tienes me hacen esperar que aceptarás el
pacto que quisiera hacer contigo; es decir, el de unirnos, y así todo el bien que hagamos
hacerlo recíprocamente, tú por mí y yo por ti. Por eso todas las Comuniones que tú
hagas, todas las oraciones, mortificaciones, penitencias, caridad, obras buenas, etc. etc.,
las harás todas igualmente también por mí; lo mismo haré yo por ti lo poco bueno que
pueda hacer en todo tiempo. De esta manera seremos dos y una sola en el Corazón
dulcísimo de nuestro queridísimo Divino Esposo, y así nos ayudaremos mutuamente para
servirlo, amarlo y honrarlo cuanto más podamos. ¡Ojalá que con su gracia pudiéramos
llegar a ser Santas las dos! Lo deseo muchísimo.
Te ruego aceptar este pacto, puesto que te lo pido bajo título de caridad, y
también te pido que me adviertas y me corrijas de aquellos defectos que tú veas en mí.
Hazlo sin respeto humano, a título de caridad y como efecto de verdadera y espiritual
amistad. Sí lo haces, conoceré realmente que me quieres y te estaré doblemente
agradecida. Espero por lo tanto alguna respuesta, verbal o escrita.
Quisiera pedirte un gran favor, decir al Señor Don Angel si quisiera hacerme la
caridad de confesarme el Martes en lugar del Miércoles, ya que ese día es la vigilia del
Corpus Domini, y recuérdale la carta que el otro día le di. Perdóname la molestia de usar
tu bondad.
Te dejo en el Corazón de Jesús, y bajo el manto de María, mientras que yo con
toda sinceridad me considero
A la Apreciadísima Señora
La Señora JUANA BOSIO
LOVERE
A MARIA CHIODI
VIVA JESUS Y MARIA CON SAN LUIS GONZAGA
357
Esta tarde no puedo ir a la cama sin escribir por lo menos dos renglones a mi
queridísima Chiodi. Tu carta me fue queridísima. Las nuevas aflicciones que el Señor te
regala me conmovieron el alma, y siento una viva compasión; pero, mi querida, tomate
de las manos de Dios, porque este es el camino que te presenta para alcanzar el Cielo.
Hazlo con coraje, que aunque ésta sea dura, es la más segura. Se ve que el Demonio
tiene envidia de tu virtud, y desearía a toda costa atraerte a su seguimiento, no te
desanimes, querida María, aquel Dios que te permite las aflicciones, y las cruces, será
aquel que te regalará la gracia de superar toda tentación y de soportar por su amor.
No puedo callar que María me dice al corazón que quiere ser tu consoladora, tu
abogada, tu Mamá; ten gran confianza en Ella, recurre a Ella en todas tus necesidades, y
estarás segura de toda gran victoria.
A decir la verdad algunas cosas tuyas me fueron contadas también a mí, las
cuales yo no creía, y me afligían mucho. Tu carta me hizo conocer la falsedad de cuanto
me fue contado, y yo agradezco de corazón al Señor que te ayuda de un modo particular.
De corazón te serviré, te haré hacer los dos cuadritos que me pediste, pero te
pido que me envíes un pedazo de tela con el largo y el ancho que deseas.
Si se te da la posibilidad de visitarme, me harás un gran favor.
Nuestras hermanas te saludan cordialmente. Pronto te enviare para que trabajes
por el Señor.
Adiós, mi queridísima. El amor santo de Jesús y de María nos consuma a las dos.
Soy
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
358
He aquí la hoja que deseas. No sé explicarte cuánto disgusto sentí el Miércoles por
no poder gozar de tu visita. Dios lo permitió así, habrá previsto que yo no hubiese hecho
más que escandalizarte, y por eso lo dispuso de esta manera. Se haga su Santa
Voluntad.
Mi queridísima, por favor, reza por mí. Una necesidad particularísima me oprime,
y te pido que me ayudes.
Mientras tanto te espero en la Cuna de nuestra Reina para adorarla juntas.
Hagámonos Santas por medio del sufrimiento.
Soy
Tu indigna Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Honorabilísima Señora
La Señora MARIA CHIODI
ARTOGNE
Lóvere, 19 de febrero
Amadísima Hermana,
359
Recibí tu queridísima carta, que me fue muy grata. Si no te escribí pronto, es
culpa de mi negligencia. Gozo mucho de tus gracias espirituales; espero que Dios te dará
la gracia de sacarle provecho. No pierdas el ánimo, el premio le es dado a quien combate
hasta el final.
Te incluyo una nueva novena, que comenzará el próximo viernes; esa la
practicarán todas las personas de nuestra Unión; si está la querida Pierina, comunícasela
a ella y salúdala de mi parte.
Di a la Madre de la Hija que me recomendaste, que después de Pascua la podré
complacer aceptándola en la escuela, si nada contrario me sucede.
Encomiéndame de corazón a Dios. Te pido por favor que hagas una Comunión por
algo que me interesa mucho.
Adiós, amadísima, el amor de Dios nos consuma totalmente. Soy
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIA CHIODI
ARTOGNE
280.- Sorteo por San Luis. Estímulo para corresponder al amor de Dios
A LA MISMA
SEA HONOR Y GLORIA A JESUS Y A MARIA
VIVA SAN LUIS GONZAGA
360
Lóvere, 14 de junio
Amadísima Hermana,
He aquí el nuevo sorteo para la novena de San Luis; te encomiendo de corazón
también la novena del Corazón de Jesús, que es aquella del año pasado. No te canses
jamás de amar al querido Jesús que debe ser toda nuestra delicia, toma nueva fuerza
para cansarte por su amor a favor del prójimo; si no tienes recompensa ni
correspondencia ahora, seguro la tendrás en el Paraíso, y verás cuánta gloria te será
preparada. Ánimo, mi queridísima, el Señor nos hizo una gracia particularísima
llamándonos a su amor, correspondamos nosotras que mucho lo merece, no haremos
nunca tanto, cuanto Él ha hecho por nosotras; por lo tanto seamos generosísimas con Él.
No sé si la queridísima Pierina está allí, si está salúdamela de corazón y pídele por
favor que me encomiende a Dios, como te pido a ti el mismo favor. Anhelo que
lleguemos a ser una verdadera copia de San Luis Gonzaga. Soy
Tu Afectísima Hermana
La Sierva de Jesús y de María
A la Excelente Señora
La Señora MARIA CHIODI
ARTOGNE
281.- Incluye el sorteo para novena del Carmen. Hace mención de la gracia
recibida en esa fiesta. Disgusto por no saber amar, mientras se siente plena del
Santo Amor
A LUCIA CISMONDI
ALABADO SEA JESUS Y MARIA
361
Me es grato el encuentro con mi compatriota para escribirte al menos dos
renglones, te envío el nuevo sorteo para la próxima novena del Carmen, las prácticas
son las del año pasado.
A ti me encomiendo y a ti me uno en esta novena. Desearía presentarme
agradable a mi dulcísima Mamá por el gran favor que me hizo Ella el día del Carmen 24,
como ya te dije, pero preveo que no haré con esto ningún bien.
Ayúdame tú, enséñame qué debo hacer, espero alguna sugerencia y sobre todo
haz tú aquello que debo hacer yo. Nuestra íntima unión, la caridad con la cual amas mi
alma, te llevan a hacer aquello que yo no merezco. ¡Oh! ¡Mi Esposo cuán olvidado
eres!... Sé cuánto mereces ser amado, siento sus llamadas continuas a mi corazón,
siento su misericordia, tendría que ser una Serafina de amor, pero no soy más que un
ruin gusano que continuamente me dejo llevar por mis defectos, sin hacer jamás una
obra por verdadero amor a Dios. ¡Mi querido Jesús me ayude!...
A ti te deseo un fervoroso amor a Dios, el cual te consuma totalmente. Crece cada
hora, cada momento en este santo amor, recuérdate siempre que Dios te quiere una
gran Santa, y yo de corazón deseo verte en el coro de los Serafines.
Soy en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Excelentísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
S.R.M.
282.- El Señor le pide por su medio total entrega aún en las cosas más difíciles
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
Queridísima Hermana,
Esta mañana indignamente hice la Santísima Comunión por ti. Me parece haber
sentido en el corazón que Dios quiere de ti una total entrega en todas las cosas, aún en
las más difíciles, asegurándote que Él continuamente te cuida para tu mayor bien. Ahora
24
El 16 de julio de 1824 se consagró a Jesús con voto de castidad perpetua
362
te envío la novena, ten paciencia si te la mando tarde. Espero una carta tuya. Mi
queridísima, a ti me encomiendo, haz un buen trabajo ante Jesús y María.
Me digo
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A LA MISMA
ALABADO SEA JESUS Y MARIA
Te escribo estos dos renglones, porque me equivoqué al enviarte esas dos hojas
que te tocaron, es decir San Matías y San Lucas; porque San Lucas no es Apóstol, y San
Matías no lo era en el tiempo de la pasión de Jesucristo. Te incluyo en cambio aquellas
que a ti y a la Taboni le han tocado. El Sábado Santo hacemos de cuenta que
363
acompañamos a María Santísima de a dos, saquen en suerte, y dos horas por cada par,
comenzando a las 21 del Viernes Santo hasta las 13 de Pascua que son las 40 horas que
estuvo muerto Nuestro Señor Jesucristo. A mí me tocó la hermosa suerte de estar
contigo, como verás en la tarjeta que adjunto, te pido a ti de suplirme con tu fervor, con
tu mortificación, en fin, con tu virtud aquello que no haré, por maldad.
Te incluyo otra tarjeta con algunas prácticas, te las adjunto a aquellas que te
envié. Por favor hazle llegar éstas a la Taboni. De la Señora Bartolomea Dò recibí tus
queridísimos saludos, y supe que estabas en Darfo, y temo que no has recibido mi última
carta, llevada por medio de la Señora Pierina Giacomelli, en la cual estaba la hoja del
viaje al Calvario: en caso de que no la hayas recibido, desearía que la tengas pronto,
porque se da inicio a dicho viaje mañana a la tarde.
Espero sin falta tu visita, y con todo gusto tengo el honor de decirme
A LA MISMA
Queridísima Hermana,
Le pedí a las Romelli que te envíen la novena, no tuve tiempo de hacer otra copia.
Si estás contenta, a cambio de la Bertolotti, que se fue de Monja, la reemplacé por mi
Hermana, espero que hará el bien. La noche de Navidad te pido que ofrezcas por mí al
364
Niño Jesús, ya que tengo el permiso de hacer el voto de mayor perfección. Temo mucho
ser odiosa a Jesús con este voto, porque no lo viviré; por lo tanto te pido que le
supliques para que me regale su ayuda, y lo siga hasta el final.
Estoy muy contenta con la Maestra de la Inmaculada, y de ser también yo
aceptada en esta Santa Compañía.
Ama a Jesús por mí, y créeme que soy
A LA MISMA
VIVA JESUS Y MARIA
365
Soy, encomendándome en tus Oraciones
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
A LA MISMA
EL ESPIRITU SANTO INFLAME NUESTROS CORAZONES
366
Te envío el modo para la Coronación, hazlo saber a las Compañeras. Y tú,
Cismondi afortunada, en el momento que coronas a María, pide por esta pobre
Bartolomea. No tengo tiempo de extenderme.
El amor de Dios te abrace y te consuma totalmente.
A LA MISMA
Lóvere, 8 de octubre
Amadísima Hermana,
367
He aquí, amadísima, el nuevo sorteo de la próxima novena de la Pureza de María;
las prácticas son las habituales.
Tu última carta me fue muy querida, y te la agradezco. Aunque no lo merezco me
recuerdas y sé que está en tu corazón mi pobre alma. El Crucifijo que en ella me
nombras, me será muy querido y lo tendré como recuerdo tuyo. En la carta no puedo
entender si tú me lo has enviado o no; yo no lo recibí, te aviso, porque temo que se haya
perdido. La hoja que lo nombraba me fue entregada por María Dò, el Crucifijo no. Te lo
agradezco anticipadamente.
Me encomiendo de corazón a tus Oraciones, mis necesidades son muchas. El
Corazón purísimo de María sea el refugio de nuestros pobres corazones. Adiós.
A la excelente Señora
La Señora LUCIA CISMONDI
DARFO
A MARIA DO
368
continúa con tu amor hacia mí y escríbeme, que me haces un gran placer. Te pido,
cuando puedas, enviar a las Romelli el libro que aquí te adjunto.
Te saludo y me digo
A la Apreciadísima Señora
La Señora MARIA DO
MONTECCHIO
A CATALINA FERRI
VIVA JESUS Y MARIA
369
Lóvere, 24 de abril
Queridísima Hermana y Amiga,
Me apresuré a llevar a las Reverendas Monjas tus Corporales, pero aún no están
preparados; cuando ya estén te los enviaré lo más pronto posible. También trataré de
complacerte en cuanto a las novenas, y comenzaré a darte la recompensa con el envío
de las primeras prácticas para el mes de Mayo, que harás hacer a tus jóvenes. Te
agradezco el recuerdo que conservas de mí: lo mismo hago yo también por ti.
Encomiéndame de corazón al Señor, que mis necesidades son infinitas. Adiós y soy
Tu Afectísima Amiga
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Excelentísima Señora
La Señora CATALINA FERRI
CEDEGOLO
A CATALINA GEROSA
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
370
No puedo dejar de escribirte dos renglones para manifestarte por escrito mis
sentimientos respecto al consabido asunto. Venero las altas disposiciones del Señor que
con admirable providencia, aunque parezca extraña a nuestros ojos, va disponiendo
paso a paso las cosas, para que al fin vengan a realizarse nuestros deseos. Te prometo,
querida Hermana, que te seré siempre fiel y que te seguiré en todos los pasos que des
para la mayor gloria del Señor y para el bien del prójimo. No me preocupa en absoluto,
emprender cosas grandes: deseo y sólo quiero hacer la Voluntad de Dios.
Si a Él le place encerrarnos en una pequeña casa para obrar por El, estaré
contentísima; si Él quiere bendecirnos y disponer de nosotras de modo diverso, le
daremos las gracias de corazón, sea cual fuere lo que Él quiera de nosotras, te aseguro
que estaré siempre dispuesta a seguirte aún haciendo frente a todas las contradicciones
que puedan oponérseme, con tal de que el Señor se digne ayudarme con su Santa
Gracia. Todas las obras han tenido su comienzo, y así ha de ser también con esta.
Aunque sea pues el comienzo bajo y humilde, estoy contenta con ello, con tal de que en
todo se haga la Divina Voluntad. Recobra nuevo coraje, piensa, habla, obra para que
pronto se realice el proyecto. Pongámonos ambas en las manos del Señor, que Él haga
de nosotras lo que más le plazca. No busquemos en todo sino su gloria, su Voluntad y el
mayor bien del prójimo. No pongamos ningún obstáculo a la obra del Señor y podremos
esperar un muy feliz éxito. Si estás contenta con ello, desearía hiciésemos una novena,
que comenzaríamos hoy, para comprometer la caridad del Señor a que se digne
ayudarnos en estos cimientos. Te la incluyo; aunque indignamente la haré yo también, y
haré asimismo que otras personas piadosas recen. Te auguro todo bien, y suspiro
ardientemente por el momento en que podamos estar unidas para obrar para gloria de
Dios y en provecho del prójimo. Créeme
A la Apreciadísima Señora
La Señora CATALINA GEROSA
S.P.M.
291.- Fragmento de carta, en la cual rechaza de dar una mano para no alimentar
la soberbia
25
La Reverendísima Madre Francisca Parpani, Religiosa del Monasterio de Santa Clara de
Lóvere, fue Maestra de la Venerable Capitanio. Rica de no ordinarios dotes de ingenio y e
virtud, contribuyó mucho a la excelente educación de su alumna
371
Soy indignísima, bajo todos los aspectos, de ofrecerme para la obra que Su
Reverencia me pide, pero deseo que sepa, Señora Maestra que sí me aferro en no
querer comprometerme es porque me fue ordenado así, para no alimentar más mí
soberbia. Le digo con toda sinceridad que temo precisamente que mi soberbia llegue a
ser de alguna manera mi ruina definitiva. No puedo hacer alguna acción por buena y
santa que sea, sin que la arruine o con vanidad o con fin no recto o con complacencia o
con vanagloria. En fin, en todas mis acciones no encuentro sino pecado.
En este estado en el que me encuentro, le ruego encarecidamente tener caridad
para conmigo. Todo lo que pueda sugerirme al respecto, no me lo escatime, y si el
Señor le inspira hacerme sufrir alguna humillación, hará una caridad grandísima a mí
alma, porque se lo repito, temo que mi soberbia llegue a ser mi ruina, y si llegara a oír
que Bartolomea ha abandonado a su Dios, que ha cometido enormes pecados, en fin ha
hecho lo que jamás hizo en el pasado, por gracia de Dios, diga que su soberbia la ha
traicionado.
372
Lóvere, 1º de mayo
Amadísimas Amigas y Hermanas en Jesucristo
Con gran placer recibí sus dos cartas; les agradezco el amor que me tienen. Mi
negligencia fue el único motivo por el cual no les escribí más pronto. Perdónenme y
asegúrense de que las amo con ternura. Creo que no les disgustará que les incluya el
librito. La devoción del mes de Mayo ya es conocida en todas partes: pido en nombre de
María, comprometerse, para que las jóvenes de ese pueblo honren a María en este mes:
el presente librito les podrá ayudar. Se los recomiendo de corazón; la querida Mamá las
ayudará y les dará un premio. Anímense y comprométanse, que tienen en las manos los
medios, y el Señor les dio aun la creatividad. Perdónenme si les hablo con tanta
confianza; el amor que les tengo es aquel que me hace arder así. Encomiéndenme a Dios
por favor.
Consérvense sanas, háganse Santas, y recuérdense también de mí. Créanme
A LUCRECIA SINISTRI
VIVA JESUS Y SU SANTISIMA CRUZ
Lóvere, 22 de noviembre
373
Amadísima Hermana en Jesucristo
Más de cien veces he sentido en el corazón un dulce, aún más, un fuerte estímulo,
a escribirte dos renglones, mi amadísima. Mi haraganería, siendo un mal viejo, ha
vencido hasta ahora; perdóname... tu recuerdo no se me ha borrado jamás, y probé un
sensibilísimo placer al recibir y al leer tu última carta.
Ánimo, queridísima, al combatir el amor propio; es esa horrible bestia la que
arruina y desarregla todo lo bueno de la virtud, y trata de entrar en todo. Pero recuerda
que la virtud se adquiere poco a poco, con gran fatiga, con una continua violencia sobre
uno mismo. Recuerda que el Reino de los Cielos es dado al que combate y al que
persevera.
Consuélate, que todos los esfuerzos que haces para vencerte a ti misma y para
domar tus pasioncitas, son vistos y notados por tu Esposo amorosísimo, Jesús, quien
está siempre cerca de ti para ayudarte y consolarte. Mí queridísima, sé fiel, aún más:
fidelísima a un Dios que se te da Él mismo como premio.
Te incluyo una carta, te ruego que la respondas enseguida, ya hace algunos días
que la tengo en casa, porque quería enviártela con una mía.
Si me escribes, me será muy grato. Encomiéndame a Dios, por favor. Miles de
saludos a la queridísima Cesarina. La Cruz de nuestro querido Jesús sea nuestro dulce
consuelo para siempre. Adiós
A la Apreciadísima Señora
La Señora LUCRECI SINISTRI
S.P.M.
EDOLO
374
La pobre Bartolomea agradece a Su reverencia y a toda su estimadísima familia,
especialmente a la excelente Regina, se encomienda de corazón a sus Oraciones, y le
pido aceptar lo que aquí adjunto.
Esté atento a sus llamados.
Al Reverendísimo Señor
El Señor Don ANGEL TAERI
Dignísimo Secretario Vescovil
BRESCIA
AL MISMO
VIVA JESÚS Y SU SANTISIMA CRUZ
375
Lóvere, 28 de marzo
Muy Reverendo Señor,
Un vil respeto humano, junto con mi habitual haraganería me impidieron enviarle
aquellas prácticas que se hacen en la Unión; sentí reproches interiores, pero no supe
romper con mis defectos. En el iniciado viaje al Calvario, Jesús lo ha mirado con
predilección, haciéndole hacer las veces de San Juan, tan querido a Dios y por él tan
amado. Me parece que no está bien si callo esta gracia, y es por eso que le envío la
presente.
Las prácticas del Santo Viaje son las mismas del año pasado, y estoy segura de
que Usted las tiene, por eso considero inútil enviárselas nuevamente, solo abajo escribiré
el nuevo sorteo.
Por favor encomiéndeme a Dios. Me encuentro en un estado de extrema
necesidad. Usted que es el Juancito predilecto de Jesús, haga una buena tarea junto a Él
también por mí, y estoy segura de que seré ayudada.
Lo saludo humildísimamente, en el momento que llena de respeto me digo
SORTEO
Reverendo Taeri – San Juan Apóstol
Debe rezar por los Escandalosos
296.- Se alegra por la santa resolución del hermano. Ofrece a María Niña los
méritos de la amiga
A REGINA TAERI
376
Me parece que disgusto del amor que te tengo, ya que dejé pasar el encuentro de
tu digno Hermano sin enviarte por lo menos dos renglones.
Gozo mucho de que Dios te regale una discreta salud, yo se la deseo siempre
mejor. Supe con gran alegría la santa resolución de tu reverendo Hermano; me alegro
contigo de una gracia tan particular; agrade a Dios bendecirlo y hacer todo lo más pronto
posible.
Estoy segura que de ello se dará mucha gloria al Señor. Nuevamente te hago el
habitual pedido; Pronto se acerca la Santa Novena de la Celestial Niña, yo me uno a ti y
ofrezco a María en lugar de mi frialdad, todos tus actos de virtud y todo tu hermoso
actuar.
Así espero que a la querida Niña le agrade lo que hará la pobre Bartolomea
aunque sea indignísima.
Si Dios quiere pronto te visitaré; lo único que me impulsa a hacer esto, es el gran
deseo que tengo de conocerte y de abrazarte.
Mi queridísima, ama a Jesús también por mí, que bien lo merece; yo le soy
continuamente ingrata y temo un castigo. Por eso y por ciento de otras necesidades me
encomiendo de corazón a tus Oraciones. Te dejo mientras tanto con el deseo de verte en
el Paraíso. Soy
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA la Sierva de Jesús
A LA MISMA
VIVA JESUS, MARIA Y EL QUERIDISIMO SAN LUIS
377
Amadísima Hermana,
Te agradezco de corazón a ti y a tus Señores Padres la acogida hecha a mis
Padres, te agradezco mucho por las delicadas invitaciones que me haces, y si pudiese las
aceptaría de corazón; te agradezco infinitamente las molestias por mis tozudeces, y de la
carta que me enviaste, que no sé cómo explicarte cuán querida me fue.
En cuanto al cordoncito de oro que deseo, las muestras que me has enviado no
son según los deseos de quien desea comprar: eso sucedió porque yo no me supe
explicar bien. Ahora le diré, no tengo un pedazo de la muestra para enviarte; si desea
como una espiguita toda de oro, alta menos de medio dedo, así como se usa para colocar
alrededor de las bolsitas para las Reliquias, me dijeron que el comerciante Albergoni
tiene esta mercadería. Hazme el favor de comprar y de mandar la muestra y el importe
aproximado de 30 Brazos…
Otro encargo quisiera dar a tu bondad. Te incluyo una pequeña moneda, quisiera
que con ella me compraras tantas cadenas de hierro iguales o similares a aquellas que
me mandaste la otra vez, para hacer una Disciplina para una devota jovencita que me la
pide.
Perdona, por favor, tantas molestias. Dios te lo pague. Mis queridos Padres han
hecho muy feliz viaje, te agradecen a ti y a toda tu dignísima familia con un sincero
afecto. Deseo verte, consuélame con una visita tuya. Encomiéndame a Dios y créeme
A la Apreciadísima Señora
La Excelente Señora REGINA TAERI
Enfrente del Hospital de Mujeres en
BRESCIA
298.- Pedidos
A LA MISMA
VIVA MARIA
378
Amadísima y Queridísima Hermana en el Señor,
Muy rápido te escribo dos renglones avisándote que si no has pedido, ni comprado
los dibujos que te pedí, suspende por ahora la compra. En cuanto al oro si lo has
comprado tenlo tú, y si no lo compraste ten el dinero. EL motivo de esto es porque ahora
parece que se tiene la intención de hacer bordar ese vestido a alguna persona en Brescia.
Si compraste los dibujos y el oro, estoy contenta, y servirán para otra cosa.
Mi querida, encomiéndame a María, pídele que me conceda la gracia de amarla
mucho, de servirla fielmente, de ser toda suya. Hazte Santa y gran Santa que lo deseo
de corazón. Perdona tantas molestias. Dios te lo pagará. Soy
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
A la Apreciadísima Señora
La Excelente Señora REGINA TAERI
Recomendada al Reverendo Taeri Dignísimo Secretario Vescovil
BRESCIA
A MARIANA VERTOVA
379
VIVA EL SAGRADO CORAZON DE JESUS
380
Te uno la carpeta del sorteo. Adiós, queridísima, hasta volver a vernos en el Santo
Corazón de Jesús. Soy
A PIERINA VIELMI
381
VIVA JESUS Y MARIA
Lóvere, 8 de octubre
Dulcísima Hermana y a mí, Queridísima,
Tu queridísima carta me colmó el corazón de consolaciones, sentí en ella los
virtuosos sentimientos del cual está colmado tu corazón. Agradezco muy de corazón al
Señor que te enriquece con gracias tan hermosas, y le pido que me regale la Santa
Perseverancia. ¡Ah! si nuestro celestial Esposo merece todo sacrificio, seamos realmente
generosas con El; todo lo que hacemos debe ser hecho para Él, y la hermosa llama de su
Santo Amor al arder en nuestros corazones nos hará creativas para encontrar siempre
nuevos medios para agradar al Señor. Nosotras no debemos contentarnos con ser
buenas, debemos ser Santas y grandes Santas, pero de la manera como le gusta a Dios,
por medio de la humillación y el padecimiento.
Te agradezco las manifestaciones amables que me ofreces. Yo también deseo
mucho verte, pero será dificilísimo que pueda llegarme hasta allí. Tengamos paciencia,
re-encontrémonos en el Santo Corazón de Jesús. Te incluyo el nuevo sorteo para la
próxima Novena de la Pureza de María.
Salúdame mucho a la querida Chiodi, dale ánimo, en mi nombre, en el Servicio del
Señor; una preciosa Corona eterna la espera para coronarla en el Paraíso. Queridísima,
encomiéndame a Dios por favor. La cruz de Jesús sea nuestro dulce consuelo. Adiós.
A la Excelente Señora
La Señora PIERINA VIELMI
ARTOGNE
301.- Se alegra por el progreso de la Pía Unión. De parte de Dios le pide una
especial imitación de San Luis
A LUCIA CISMONDI
VIVA JESUS Y MARIA Y EL INMACULADO SAN LUIS
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Mi Dulcísima Hermana,
Finalmente después de haber deseado mucho este momento para entretenerme
contigo, ahora el Señor me lo regala, y yo de corazón se lo agradezco; quiera Él que lo
aproveche. Tengo muchas cosas que decirte, temo olvidarme alguna. Comenzaré
diciéndote que me fueron muy queridas tus cartas, las hermosas noticias que me das me
consolaron el corazón. Muy satisfecha quedé al conocer las hermosas cualidades de la
excelente Franzoni de la cual te incluyo la carta, agradeciéndole el habérmela enviado. Le
dije al Reverendo Superior de los hermosos dotes de ella, de sus deseos de ser por él
ayudada; le agradó mucho, y yo sería del parecer de que le envíes una carta, anímala tú.
Al Reverendo le presenté tus pedidos para el crecimiento de la Compañía, y todas
las personas que tú nombras fueron aceptadas por él, y me dijo que te dijera que desea
que esté la Señora Cándida Rizieri de Bienno, y sea tu compromiso avisarle, y a otra
jovencita Rizieri de Ossimo conocido de la Vértova. La Ronchi que tú nombras es Santina.
Gozo mucho que vaya así tan bien y creciendo nuestra pía unión. Dios la bendiga y nos
haga a todas Santas que lo deseo de corazón. El Reverendo me dijo que ahora desea
hacer entrar varias del alto Valle Camonica.
Creo que es algo agradable enviarles la misma hoja que me dio nuestro
respetable Superior, porque es más tuya que mía. En ella contiene las prácticas para este
mes, y la obediencia en todo hasta en las más pequeñas cosas, me las dio oralmente.
Leela, o haz una copia como a ti más te guste, que yo estaré contentísima, y cuando me
la reenvíes me será querida.
Te incluyo también la novena de la Virgen del Carmen. Esta vez te dejo a ti el
compromiso de enviársela también a las nuevas que han entrado, es decir a la Señora
Panserini, Franzoni y Rizieri, y así le informarás de todo; otra vez te ayudaré también yo,
especialmente te aseguro que deseo encontrar un estrecha amistad espiritual con la
hermosa alma de la Señora Panserini. Mientras tanto salúdamela, y dile que si me
permite deseo mucho escribirle.
Ahora no te incluyo la hoja de las gracias, porque algunas no las recibí. Es tiempo
que nos detengamos en nosotras.
El Martes hice la Santa Comunión por ti, y le pedía al Señor que me muestre
cuáles son los deseos para contigo, y me pareció que me decía: Di a Lucía que mi San
Luis me era queridísimo, que su vida satisfacía mucho mi gusto, que si Ella desea
complacerme se esfuerce por imitarlo perfectamente, que él debe ser su espejo,
especialmente en el total olvido de sí misma para no recordarse nada más que de mí, su
Dios. He aquí aquello que me parece haber conocido respecto a ti.
Deseo de corazón que todas tus oraciones en este mes sean hechas, para que el
Señor nos regale la rectitud perfecta en el obrar. ¿Qué ganaríamos con todas nuestras
383
acciones si nos faltara ésta?... Yo tengo mucha necesidad, y por esto tu caridad se
empeñe en obtenerme esta gracia tan deseada.
Con deseo estoy esperando las luces que tú has tenido para mí en el primer día de
Julio.
Mil saludos y agradecimientos a todas las queridas Hermanas, a nombre también
de las de mi pueblo.
La Madre Abadesa se hace a ti presente para que de corazón la encomiendes al
Señor.
La haraganería de mi cuerpo me llama al reposo, yo no te dejo, me uno en el
dulce Corazón de Jesús y de María; aquí hagamos nuestra morada, aquí aprendamos a
amarlos, aquí aprendamos a hacernos Santas.
Deseo saber alguna noticia de la salud de tu Señora Hermana, a la cual
salúdamela mucho. Adiós, me digo
Tu pobre Hermana
BARTOLOMEA DE JESUS
P.D. Sé que en el sorteo dejé afuera a una, hazme el favor de recordar quién es y
agrégala. Adiós.
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