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Tipologías textuales
Sugerencias para el estudio de la Unidad X
Has visto que la redacción de un texto se justifica en la medida en que pretende transferir una
información. La finalidad de la información a brindar da origen a distintos tipos de textos en
prosa… o en verso. Y, asimismo, a los textos orales formales. Por ejemplo:
Al finalizar el estudio de esta unidad, y tras la realización de las diversas actividades, serás capaz
de mostrar las siguientes conductas novedosas:
1.- Distinguir los tipos de prosa en textos diversos
2.- Caracterizar la prosa narrativa
3.- Describir las etapas o momentos de la narración, e identificarlos en ejercicios.
4.- Establecer diferencias entre el desenvolvimiento lineal y no lineal del relato
5.- Explicar las leyes de la narración, y reconocer su presencia en composiciones estudiadas.
6.- Elaborar varias descripciones haciendo evidentes las características de la prosa descriptiva
7.- Distinguir los tipos de descripción dentro de un conjunto de descripciones
8.- Diferenciar la prosa expositiva de la argumentativa en un discurso
9.- Ponderar los diferentes tipos de argumentos
10.- Mencionar las formas desacreditadas de argumentar con el fin de no emplearlas en tus es-
critos o en tu discurso oral.
Para transmitir sus ideas hombres y mujeres cuentan fundamentalmente con dos formas de expresión:
la prosa y el verso. La prosa es la forma más usual por ser más natural y espontánea. El verso está su-
jeto a un ritmo y a determinadas medidas de cadencia, lo que lo hace poco propicio a la expresión de
ideas en el diario vivir o el campo profesional, si bien es favorecido por quienes sienten la necesidad de
manifestar sentimientos y estados de ánimo particulares.
No se debe inferir, sin embargo, que la prosa sea un modo burdo de expresión. Es cierto que respeta
la irregularidad rítmica del lenguaje, pero no es menos cierto que algunos escritores la han llevado
a escalar cumbres tan altas que el resultado final es pura poesía. En “Confieso que he vivido”, Pablo
Neruda hace de la prosa un verdadero poema, y quienes han leído las “Leyendas” de Bécquer, saben
exactamente a qué me refiero.
Como género literario, y como forma de comunicación cotidiana, la prosa debe regirse por ciertos
principios de claridad, precisión, coherencia, naturalidad, elegancia, sencillez, los cuales aparecerán
indistintamente en cualquier texto. Preciso es destacar que ningún tipo de prosa aparece aislado en un
texto, esa sería una excepción. En general, aparecen combinados dos o más tipos, y el que predomina
es el que se toma como referencia para clasificar la composición.
En este capítulo estudiaremos la narración, descripción y argumentación. Solo mencionaremos la exposi-
ción como presentación de la argumentación, dado que será objeto de análisis en las siguientes unidades.
Tipos de prosa
Puede ser
Puedes observar cómo todas las acciones transcurren en estricto orden cronológico. El autor no se da
ni una escapadita fuera de tiempo. Es un relato lineal.
Ahora veamos una muestra de desenvolvimiento discontinuo -o no lineal- en la Crónica de una Muer-
te Anunciada de Gabriel García Márquez. El autor no pierde la oportunidad de comenzar por una
anécdota presagiosa:
“El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la
mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que
atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un
instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpi-
cado de cagada de pájaros.
… «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando
27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior
había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tro-
pezar por entre los almendros», me dijo. (Crónica de una muerte anunciada
de Gabriel García Márquez, 1981.)
Bien. Desde la primera frase se nos informa que el personaje principal no vivirá en tiempo necesario
para que nos identifiquemos con él. O mejor dicho: llegamos a encariñarnos con él, sí, pero sólo como
resultado de las investigaciones, comentarios y opiniones diversas que intentan reconstruir su muerte.
Gabriel García Márquez cuenta la historia de manera retrospectiva. Y tampoco hace una retrospección
lineal. Traza un complejo rompe cabeza yendo de delante a atrás y de aquí hacia delante que solo se
resuelve en las últimas páginas.
“Me sentía el ser más desgraciado del mundo. Recordaba lo ocurrido con
la botella de bebida que tenía la figura de los ángeles escoceses. Lala dijo:
“Esa soy yo”; Gloria señaló otro para ella; Cotoca eligió otro para él. ¿Y yo?
Finalmente me tocó esa cabecita que había atrás, casi sin alas. Siempre tenía
que ser el último. Cuando creciera iban a ver. Compraría una selva amazónica
y todos los árboles que tocaran el cielo serían míos. Compraría un depósito
de botellas llenas de ángeles y nadie tendría ni siquiera un trozo de alas”. (Mi
planta de naranja-lima, de José Mauro Vasconcelos, 2005.)
Observa cómo el narrador parece conocer, y de hecho conoce, todo lo que ocurre en el interior de los
personajes, es omnisciente. Otros narradores que aparecen también en tercera persona, exhiben me-
nos conocimiento de la actividad mental de los protagonistas y antagonistas. Es el caso del narrador
“Anochece cuando por fin ves aparecer a Elisa en las afueras de la ciudad. La
observas pálida y turbada por la inusual crueldad de las experiencias vividas
a lo largo del viaje. Sabes que para la altiva muchacha ya nada será igual en
lo adelante… que la candidez de su orgullo se ha transformado en dureza, y
crees sentir pena. Presientes que con nadie compartirá lo vivido, y, definitiva-
mente, te dejas invadir por la tristeza”. (Elisa. Cuento en proceso.)
Otro ejemplo de narrador en segunda persona. En este se hace obvio por qué a veces se le trata de falsa
primera:
10.7 La descripción
Podemos decir que la descripción es uno de los tipos de prosa más empleados; forma parte de cual-
quier tipo de composición, y no es exclusiva de ninguna. Observamos que la prosa narrativa, por ejem-
plo, es característica de la historia, de bibliografía, cuentos, novelas, anécdotas; la prosa expositiva es
propia de los tratados científicos, informes artículos periodísticos; mientras la argumentativa aparece
fundamentalmente en discursos políticos, jurídicos y ensayos. Sin embargo, la descripción participa
indistintamente en todos ellos, lo mismo en las versiones técnicas que en las literarias.
Se dice que la descripción es la “piedra angular del escritor”, de ahí que dominar su técnica y tratar de
convertirla en una especialidad propia, es obligación de toda persona que pretende escribir algo.
Todo lo que se dice de un objeto para definirlo, para identificarlo, es una descripción. Describir es
caracterizar, es decir, particularizar o diferenciar una persona, animal o cosa de sus iguales. Ciertamen-
te, dependiendo del punto de interés, se expresará matices diferenciados de un mismo asunto. De ahí
resulta la distinción entre la descripción técnica y la literaria.
Una descripción técnica es el resultado de una minuciosa observación; de una observación en la que se
han puesto en juego los cincos sentidos; de una observación que no solo persigue conocer las caracte-
rísticas físicas del objeto observado sino también su función, su origen, sus causas, su forma de ser; en
fin, todo lo que le es propio. En el Arte de escribir, Antoine Abalat, crítico y ensayista francés sostiene
“El canelo no era uno de esos perros frívolos que se ponen en dos patas así
que se lo ordenan con imperio; ni se entretenía en buscar un pañuelo cuando
se lo ocultaban adrede, ni nunca se oyó que hubiese saltado por Francia, por
Inglaterra o por cualquier otro país extranjero. Tampoco era un perro comi-
nero que llevase la cesta al mercado o la bolsa de los cuartos, y viniese muy
tranquilo para casa con la carne y el pan sin tocar de ellos. Había formado
opinión muy severa sobre todas estas niñerías que no tienen inconveniente
en ejecutar los perros sietemesinos. Si alguien le hubiera propuesto una cosa
parecida, es seguro que lo hubiera rechazado enérgicamente.
Mas en lo que toca al cumplimiento de las tareas que estaban encomendadas
a su cuidado, bien puede decirse que ningún perro le ponía el pie delante.
Era esclavo de sus deberes. Así que sentía en el cuello el cascabel de caza y
veía a su amo tomar la escopeta, se le hinchaban las narices de contento y
empezaba a ladrar como un energúmeno, manifestando por todos los medios
posibles que el deber no era para él una carga, antes por el contrario estaba
deseando ser útil en todo lo que pudiera”.
“Le miré con atención. El tiempo no había pasado en balde. Delgado de otro
modo que antaño, su rostro parecía macerado y sus pómulos se transparen-
taban con cierta rudeza bajo la piel oscura. Pero ésta tenía ahora un color
cetrino que rimaba perfectamente con su barba, y que se aclaraba en la fren-
te, surcada por algunas arruguitas. Lo que allí se grababa no era el rastro del
sueño, sino la experiencia misma de la vida.”
Etopeya: Descripción del carácter moral o manera de ser de una persona; también de sus hábitos,
costumbres, aspiraciones, etc.
“Creía en Dios al contemplar las piedras de los templos, labradas por gene-
raciones de creyentes que, como él, con humildad se inclinaban maravillados
ante un orden del Universo, sin echar demasiada cuenta del desorden con
que los hombres lo enturbiaban. Creía en Dios al ver a las mujeres y consi-
derar cómo ellas participaban en una idea de belleza que sentía en su alma
como un ansia de perfección conformada en la hermosura percibida por los
sentidos. Así era Bécquer.”
“Éste que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y des-
embarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las
barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes gran-
des, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene
sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen corres-
pondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni
pequeño, la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas, y
no muy ligero de pies; éste digo que es el rostro del autor de La Galatea y de
Don Quijote de la Mancha”
“George Arlequín y yo hemos sido amigos durante veinte años. Debo confe-
sar que él es el único hombre a quien he llegado a envidiar de veras. Hubo un
tiempo en el que creía que le odiaba, pero su elegancia y sensatez hicieron
que estos sentimientos pasaran.
Él es todo lo que no soy yo. Soy grandote, corpulento y de aspecto poco agra-
ciado, la desesperación de cualquier sastre. Él es delgado, elegante, monta a
caballo con clase y da gusto verle jugar al tenis. Yo apenas domino un idioma;
Arlequín es políglota, excelente en media docena de ellos. Es más, tiene el
encanto informal del típico cortesano del Renacimiento. Yo soy un antípoda:
impaciente, impulsivo y siempre dispuesto a ser duro y simple en mis juicios.
Arlequín es europeo, frío, conciliador, sutil y paciente, incluso con quienes
son idiotas.” (Arlequín de Morris West, 2009, autor de la celebrada novela Las
sandalias del pescador.)
Caricatura: Consiste en destacar los rasgos negativos de un personaje o en deformar los positivos
con el objeto de ridiculizarlo o de hacer una broma a su costa. El éxito de la caricatura literaria descan-
sa en que el resultado permita el reconocimiento de la persona pintada con tales palabras o imágenes
distorsionadas.
[...] “se le acercó una mujer que estuvo hasta entonces parada unos pasos
más allá. O más bien era un ser revestido de una ligera apariencia femenina.
En conjunto, tenía el aspecto de un cono blanco invertido, forrado con toda
clase de accesorios y colores. Comenzaba, en efecto, con una cabeza despro-
porcionada. Una cara ancha y gruesa rodeada o acribillada por una cabellera
multicolor, larga y abierta, hasta rozar la mitad de los brazos.”
10.13 La argumentación
La prosa argumentativa es un apéndice de la expositiva. En ella se informa acerca de una situación, y
a continuación se asume una posición favorable o desfavorable a la idea previamente expuesta. El ar-
gumentador intenta persuadir al interlocutor de lo imprescindible que resulta contemplar el objeto de
reflexión desde una óptica similar a la suya. Así que aduce razones para sustentar su opinión y contra-
rrazones para predisponer en sentido contrario. En una y otra ocasión, dará a conocer la información
de la manera más objetiva posible, siempre que le permita la posterior defensa o refutación del asunto.
El publicista, el político, el abogado, arguyen. La argumentación es, indudablemente, la prosa peculiar
de los apologetas. En la vida cotidiana, argumentamos para defendernos, para exigir nuestros derechos
y para probar nuestras opiniones; asimismo para acusar, reprochar o dar consejos. Y en definitiva,
cuando alguien presenta una falacia como si fuese una verdad, también arguye.
Algunos estudiosos sostienen que la argumentación no es parte de la prosa expositiva, sino que la argu-
mentación se sirve de la exposición para sus fines. En cualquier caso, lo cierto es que ambas aparecen
combinadas en editoriales, reportajes, ensayos y muchos otros tipos de textos.
Obviamente, la argumentación emplea todo tipo de oraciones secundarias para el logro de sus objeti-
vos, aunque da prioridad a la justificación, antítesis, contraste, comparación, causa- consecuencia, etc.
También se emplean analogías, ejemplos, ventajas e inconvenientes, tal como asegura Manuel Núñez
(1997) en su obra Lengua y literatura.
Lee con atención el siguiente texto:
“La capa de ozono que envuelve nuestro planeta es como un manto que pro-
tege a los seres vivos de los rayos ultravioleta. En el año 1982, los científicos
descubrieron un agujero en la capa de ozono sobre la Antártida. Este agujero
ha venido aumentando de forma alarmante durante los últimos años.
Se ha comprobado que la destrucción de la capa de ozono se produce por la
liberación de algunos gases, como el monóxido de carbono, el dióxido de car-
bono y los gases clorofluorocarbonados empleados en aerosoles, disolventes
y circuitos de refrigeración de los frigoríficos.
¿Sabías que...?
Algunos verbos son bastante irregulares, o así parece. Entre estos tenemos el verbo satisfacer, cuyo uso
produce muchos dolores de cabeza a algunas personas. Sin embargo, no es más difícil de emplear que
el verbo hacer. En realidad es un verbo compuesto por el prefijo latino satis que significa bastante, y el
verbo facere, también latino que por evolución se convirtió en hacer en la lengua castellana. Esta es la
razón de que satisfacer se conjugue de la misma manera que hacer.
Anota esto: Las mismas modificaciones que se producen en la conjugación de hacer ocurren en satis-
facer. Observa atentamente:
Hago – satisfago (Te aseguro que no satisfago caprichos egoístas.)
Haces – satisfaces (¿Crees que satisfaces los requisitos para el puesto?)
Hice – satisfice (Puedo garantizarte que satisfice todas mis expectativas en ese viaje.)
Hiciste – satisficiste (Wao, te felicito. Satisficiste el paladar de un repostero magnífico.
Haré – satisfaré (Pienso que difícilmente satisfaré esa meta absurda.)
Fíjate que de la misma manera en que no se dice hició tampoco se dice satisfició; y por el mismo moti-
vo que no se dice haceré, no se puede decir satisfaceré. ¿Acaso decimos haciste? Bueno, pues tampoco
se dice satisfaciste. ¿Ves qué fácil? Escribe cinco o seis oraciones con cada versión, y pronuncia lenta-
mente la forma verbal a fin de que hagas natural y espontáneo su uso correcto. Antes te propongo el
siguiente juego:
Pronuncia una a continuación de la otra las palabras subrayadas en cada caso para que internalices la rela-
ción entre ambas formas verbales. Algunas de estas oraciones son compuestas, lo que no las descalifica como
parte del juego.
1.- Creo que satisfago todos los requisitos. (Hago- satisfago)
2.- Si no satisfaces esos requisitos, no te aceptarán para el puesto. (Haces- satisfaces)
3.- Es saludable que el Presidente satisfaga por lo menos un porcentaje honroso de las necesidades de los
electores. (Haga- satisfaga)
4.- ¿Sabes que entre ambos no satisfacemos ni la mitad de los requerimientos? (Hacemos- satisfacemos)
5.- Ustedes tampoco los satisfacen, estoy segura. (Hacen- satisfacen)
Aplconociiquemos
m i e nt o s
gramaticales:
Lee atentamente la siguiente expresión del escritor y estadista inglés Winston Churchill, y responde
los cuestionamientos:
“Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar, pero también es lo que se requiere para sentarse
y escuchar”.
1.- ¿Qué función desempeña la coma en este enunciado?
2.- ¿Qué otros usos tiene la coma? Enuméralos y pon un ejemplo en cada caso.
Resumen de la Unidad X
La finalidad de la comunicación a establecer da origen a distintos tipos de prosa. Así, por ejemplo, se
genera:
• Prosa narrativa, si se quiere contar un suceso desde el principio hasta el fin
• Prosa descriptiva, si se pretende caracterizar o diferenciar una cosa de sus iguales
• Prosa expositiva, si el fin es informar
• Prosa argumentativa, si el objetivo es convencer.
Esos tipos de prosa no aparecen en forma pura casi nunca, sino que la descripción auxilia a la narración
para que logre sus fines; la argumentación suele complementar al texto expositivo y viceversa.
La narración. Se considera el acto de habla más elemental, por ser lo primero que el niño aprende
una vez que comienza a apropiarse de su entorno.
Narrar es relatar un hecho, un suceso; es contar hechos reales o ficticios ocurridos a unos personajes
en un tiempo y lugar determinados. Consta, pues, de personajes, acciones, tiempo y espacio como
elementos indispensables.
En una narración de cierta extensión se destacan tres momentos importantes: etapa expositiva, nudo
y desenlace, los cuales no siempre aparecen bien delimitados; todo depende de que el relato sea desa-
rrollado de manera lineal o de forma discontinua.
La descripción consiste en presentar las cualidades o características de una persona, animal o cosa,
en forma dinámica y ágil. Todo lo que se dice de un objeto para dar una idea exacta de él, diferencián-
dolo de los demás de su misma especie, es describir.
Bibliografía de la Unidad X
1.- Alvino Romero, S. (2006). Manual práctico de redacción general. Santo Domingo: Editora
Búho.
2.- Espinal, O.; Abreu, F.; García, R. (2007). Lengua española básica. Serie de Textos Universita-
rios, No. 1. Santo Domingo: Editora Búho.
3.- Galindo, C.; Galindo, M.; Torres-Michúa, A. (1997). Manual de redacción e investigación.
México, D. F. Editorial Grijalbo, S. A.
4.- García Molina, B. (2012). Redacción. Métodos, organización y expresión del pensamiento. 10º
edición. Surco. Santo Domingo, República Dominicana: Editorial Surco.
5.- Maqueo, A. M. (2000). Redacción. México: Editorial Limusa. Grupo Noriega Editores.
6.- Núñez, M. (1997). Lengua y literatura. Santo Domingo: Santillana.
7.- Rico, E. (2012). Saber narrar. México: Editorial Aguilar.
8.- Sánchez Lobato, J. (2006). Saber escribir. Madrid: Editorial Aguilar.
Ejercicios de asimilación
I. Desarrolla las cuestiones siguientes:
1.- ¿Qué ventaja comunicativa ofrece la prosa con respecto al verso?
2.- Define la prosa narrativa, e indica cuáles son los elementos indispensables en un relato.
3.- Describe las etapas del desenvolvimiento del texto narrativo.
4.- Explica cuál es la función del narrador, y define los tipos más usuales.
5.- Diferencia el desenvolvimiento lineal del no lineal.
6.- Explica la razón por la que algunos estudiosos llaman a la descripción “pintura de palabras”.
7.- ¿Qué postula Antoine Abalat acerca de la descripción en su obra El arte de escribir?
8.- Describe las cualidades de la prosa descriptiva.
9.- Define los tipos de descripción tomando en consideración el objeto descrito.
10.- Indica las formas en que suele desarrollarse un texto expositivo.
11.- ¿En cuáles situaciones es más empleada la argumentación que la exposición?
12.- ¿Cuáles son argumentos desacreditados que no emplearía un debatiente seguro de la raciona-
lidad de su discurso?
II. Compara las etapas de desenvolvimiento del texto narrativo con las del expositivo.
Narración Exposición
Aprender a pensar
(Versión libre del cuento de David Owen)
“El señor Whitson nos enseñaba ciencias naturales en sexto año de primaria.
El primer día de clases, su exposición trató de una criatura llamada gatiguam-
po, animal nocturno y mal adaptado al medio biológico, que se extinguió
durante la Era de las Glaciaciones. El maestro hizo pasar un cráneo de mano
en mano, mientras explicaba el tema. Todos tomamos notas y, más tarde, con-
testamos un cuestionario sobre esa lección.
Cuando me devolvió mi prueba me quedé boquiabierto: una enorme equis
roja tachaba cada una de mis respuestas. ¡Estaba reprobado! Debía de haber
algún error. Había repetido al pie de la letra las palabras del maestro. Inmedia-
tamente supe que toda la clase había salido reprobada. ¿Qué había ocurrido?
Muy sencillo, nos explicó el señor Whitson. Él había inventado ese cuento del
gatiguampo. Jamás había existido tal especie. Por lo tanto, cada uno de los
datos de nuestras notas era incorrecto. ¿Acaso queríamos que nos aprobara
por contestar falsedades?
Huelga decir que nos pusimos furiosos. ¿Qué clase de prueba era esa? ¿Y que
clase de maestro era éste?
Tendríamos que habérnoslo imaginado, prosiguió el señor Whitson. En efec-
to: mientras circulaba entre nosotros el cráneo (que era de gato), ¿acaso no
nos había dicho que no había quedado ningún vestigio del animal? Había ha-
blado también de su visión nocturna, del color de su piel y de otras muchas
características de las que él no podría haberse enterado. Para colmo, le había
puesto un nombre ridículo, y ni así habíamos maliciado la artimaña. Nos in-
formó que anotaría los ceros de nuestras pruebas en las actas de exámenes
oficiales.
El señor Whitson agregó que esperaba que hubiéramos aprendido algo de
esa experiencia: los maestros y los libros de texto no son infalibles. Y nadie lo
Ejercicios
1.- ¿De qué trata este relato?
2.- ¿Hay adecuación entre el título y el texto? ¿En qué lo notas?
3.- En esta anécdota existen trozos de prosa expositiva. Transcribe uno. Explica las particularidades
que te permitieron identificarlo como prosa expositiva.
4.- ¿En cuáles expresiones existen referencias explícitas de argumentación? Transcribe alguna y ex-
plícate.
5.- Averigua si aparecen las cualidades de unidad, verosimilitud y creación de interés en el relato.
¿En cuáles expresiones observas cada una? Transcríbelas.
6.- ¿Qué técnica emplea el autor para desarrollar los hechos, en manera lineal o discontinua? Argu-
menta tu respuesta con ejemplos del relato.
IV. El siguiente es un cuento de Jorge Bucay, psiquiatra y escritor argentino. Léelo detenidamen-
te, y luego determina lo que te pido al pie del mismo.
Ejercicios
1.- ¿Cuál es el propósito de este relato?
V. Desarrolla un cuento corto a partir de la presentación que te ofrezco más adelante. Ponle nudo
y desenlace. Si quieres, amplía la información. Puedes guiarte por las recomendaciones siguien-
tes:
1.- Rememora vivencias que te ayuden a imprimirle verosimilitud.
2.- Determina cuál será el tema que le conferirá unidad de sentido.
3.- Haz un boceto de por lo menos tres protagonistas, el lugar y época en que se desarrollarán los
hechos, a fin de que asegures el interés del lector.
“La chica que le quitaba el sueño era de estatura baja, pelo lacio y corto, con unos ojos de un azul
deslumbrante. Aún no conocía su nombre, y no le importaba mucho. Intuía que sus hijos no tendrían
otra madre, sino esa. ¿Estaba soñando o eran sus divagaciones?”
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VI. Ahora te ofrezco algunas descripciones. Asigna a cada una el nombre que le corresponde:
(Retrato, autorretrato, etopeya, prosopografía, caricatura, topografía, cronografía.)
1.- _________________ Mariana se presentó. Es una joven diminuta con una mata de pelo negro
que parece envolverla toda. Delgada y de buena figura, exhibe sin rubor ese bronceado que exige
horas y horas tendida en una playa.
2 ___________________No te equivoques. Se trata de una tienda grande, de lujo, decorada con
buen gusto. Por demás, está ubicada en una calle céntrica con buenos parqueos.
VIII. Haz una topografía de un paisaje que recuerdes con nitidez. Permite que se refleje la ca-
lidad de tus vivencias en el espacio descrito. Refuerza previamente la parte conceptual: ¿qué es
una topografía? Luego haz un listado con las características que más te impresionaron. Piensa en la
atmósfera que te rodeaba, y presenta tu topografía con vivacidad.
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VIII. Las caricaturas son en ocasiones hilarantes. Haz una caricatura de un personaje de tu predi-
lección. Decide en primer lugar si quieres que el tono sea irónico, humorístico o juguetón. Cada
caso exige adjetivos y epítetos particulares para lograr su objetivo.
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IX. Realiza una lectura cuidadosa del siguiente fragmento de Jairon Severino. Después responde
las cuestiones que te planteo.
“La lucha del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación se sus-
tentó en la necesidad de mejorar la calidad de la enseñanza. Sin embargo, la
Asociación Dominicana de Profesores (ADP), que se sumó al reclamo ciuda-
dano, ahora está cerrada en busca de un aumento salarial de un 100% porque
sus directivos entienden que hay dinero suficiente. En ningún caso el gremio
se refiere a la necesidad de actualización de los recursos humanos responsa-
bles de impartir docencia.
En su editorial de ayer, LISTÍN DIARIO plantea que es indispensable el me-
canismo de la evaluación del desempeño para no premiar por igual a maes-
tros competentes y a los mediocres. La referencia es directa: El Gobierno ha
Responde:
1.- ¿De qué trata este texto?
2.- Transcribe las ideas más importantes.
3.- ¿Qué mensaje pretende transmitirnos el autor?
4.- ¿Cuáles son los argumentos que emplea para sustentar sus ideas?
5.- Averigua si los argumentos corresponden a las pruebas o a las objeciones.
6.- ¿Qué tipo de texto es este?
7.- Explica la función de los dos puntos en sus dos apariciones en la segunda oración del segundo
párrafo.
8.- Transcribe una oración evidentemente expositiva.
9.- Selecciona dos oraciones subordinadas, y escríbelas en tu libreta de apuntes.
Ejercicios de autoevaluación.
X. Elige la respuesta correcta entre las que aparecen al pie de estas cuestiones.
La prosa. El verso. Prosa narrativa. La historieta. Caricatura. Descripción científica. Descripción lite-
raria. Argumentación. Exposición. Narrados omnisciente. Narrador observador. Cronografía. Retrato.
Etopeya.