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ENFERMEDAD ULCEROSA PÉPTICA: TABLA 1

Factores etiológicos y enfermedades asociadas


a la úlcera péptica

ETIOPATOGENIA, CLASIFICACIÓN, Formas comunes de úlcera péptica


Úlcera asociada a la infección

MANIFESTACIONES CLÍNICAS por Helicobacter pylori


Úlcera asociada al consumo de antiinflamatorios
no esteroideos
Y DIAGNÓSTICO Úlcera de estrés
Tipos infrecuentes de úlcera péptica
M. Sans Cuffí y A. Soriano Izquierdo Debidas a hipersecreción ácida
Servicio de Gastroenterología. Institut Clínic de Malalties Digestives. Hospital Clínic. Barcelona. Gastrinoma
Esporádico
Hereditario / neoplasia endocrina múltiple
tipo I (MEN I)
Introducción gráfica estudiada. En nuestro medio la
Mastocitosis
edad de presentación de la UD es inferior
Leucemias (basofilia)
La úlcera péptica consiste en una pérdida al de la UG (edad media 40 años frente a
de sustancia del tracto digestivo que al- 55 años) y la UD es más frecuente en va- Hiperplasia / hiperfunción de células G antrales

canza en profundidad, como mínimo, has- rones, mientras que la UG afecta por igual Otras infecciones
ta la submucosa y resulta de la acción le- a ambos sexos. Virus herpes simple I
siva del ácido clorhídrico y de la pepsina CMV
secretados por el estómago. Puede apare-
Obstrucción duodenal (por bridas, páncreas
cer en el tercio inferior del esófago, es- Clasificación anular, etc.)
tómago, bulbo duodenal y, con menor Insuficiencia vascular
Resulta fundamental distinguir entre UG y
frecuencia y asociada a estados de hiper-
UD, puesto que su fisiopatología, diag- Radioterapia
secreción gástrica, en la segunda porción
nóstico diferencial y manejo en la prácti- Quimioterapia
duodenal o primeras asas de yeyuno. El
ca clínica son diferentes. En relación con Subtipos genéticos poco frecuentes
descubrimiento del potencial lesivo de He-
su localización, Johnson et al propusieron
licobacter pylori (H. pylori) y su implica- Amiloidosis tipo III (Van Allen-Iowa)
una clasificación de la UG que incluye tres
ción en el desarrollo de la úlcera gastro- Síndrome de temblor-nistagmus-úlcera
tipos de úlcera, con distintos mecanismos de Neuhauser
duodenal han supuesto en la última década
fisiopatológicos de formación:
una revolución en el conocimiento de la Forma familiar de porfiria cutánea tarda
1. UG tipo I: se localiza en la curvatura me-
fisiopatología de la úlcera péptica y en el CMV: citomegalovirus.
nor del cuerpo gástrico, a menudo próxi-
tratamiento de esta entidad.
ma a la incisura. La secreción ácida gás-
trica en estos pacientes suele ser normal resultado de la interacción de varios de
o incluso baja. estos factores lesivos.
Epidemiología 2. UG tipo II: asienta en el antro gástrico,
La úlcera péptica es una enfermedad fre- a menudo se asocia a una UD y suele exis-
cuente en los países desarrollados, de for- tir hipersecreción ácida. Factores genéticos
ma que del 5% al 10% de sus habitantes 3. UG tipo III: tiene una localización antral,
Existen diversas evidencias que apoyan la
la presentan en algún momento de su prepilórica, y a menudo se asocia al con-
existencia de un componente hereditario
vida1. No obstante, si consideramos úni- sumo de antiinflamatorios no esteroideos
en la etiología de la úlcera péptica. Desde
camente a los pacientes positivos para (AINE)2.
hace años es bien conocida la existencia
H. pylori, esta cifra aumenta hasta el 20%.
de agregación familiar en el desarrollo de
La prevalencia global de úlcera péptica se
esta enfermedad. Así, el 20%-50% de los
sitúa alrededor del 1% y su incidencia es Etiología pacientes afectos de una UD presentan his-
del 0,1%-0,3%, siendo de tres a cuatro ve-
Si bien la infección por H. pylori y el con- toria familiar positiva, comparado con el
ces más frecuente la úlcera duodenal (UD)
sumo de AINE son considerados en la ac- 5%-15% hallado en los sujetos sanos3,4.
que la gástrica (UG)1. En los últimos 20-30
tualidad los principales agentes etiológi- Además, se ha demostrado que el patrón
años la mayoría de estudios demuestran
cos de la úlcera péptica, existen otros de agregación familiar depende del ti-
un descenso en el número de hospitaliza-
muchos factores que han sido implicados po de úlcera. Los familiares de primer gra-
ciones, mortalidad y tratamiento quirúr-
en la génesis de esta entidad (tabla 1). En do de pacientes con UD presentan una pre-
gico debido a úlcera péptica. No obstan-
unos pocos casos de úlcera será posible valencia de UD tres veces mayor que la
te, debe recordarse que existen diferencias
identificar un único factor etiológico como población general, mientras que la preva-
muy marcadas en función del área geo-
causa principal de la enfermedad. No obs- lencia de UG es igual. En cambio, los fa-
tante, en la mayoría de los casos el desa- miliares de pacientes con UG tienen una
Medicine 2000; 8(3): 121-127 rrollo de una enfermedad ulcerosa será el prevalencia de UD tres veces mayor que

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la población general, siendo la prevalen- de úlcera péptica entre los adultos H. py- 1. En primer lugar, los fumadores pre-
cia de UG igual5. Otro argumento en favor lori positivos es sólo del 1%, de forma que sentan un riesgo incrementado de desa-
de la existencia de factores genéticos en los mecanismos que determinan el desa- rrollar tanto UG como UD. Además, dicho
la etiología de la úlcera péptica viene dada rrollo de una úlcera son todavía en gran riesgo se correlaciona de forma direc-
por la mayor frecuencia de úlcera entre parte desconocidos. Probablemente sea la ta con la cantidad de tabaco consumi-
gemelos homocigotos que en dicigotos4,5. combinación de diversos factores depen- da, de forma que el riesgo es discreto en
También se ha descrito la asociación en- dientes de H. pylori, como la capacidad aquellos pacientes que fuman menos de
tre úlcera péptica y el grupo sanguíneo O. para producir la citotoxina Cag A, con fac- 10 cigarrillos/día y mucho mayor en los
Dicho antígeno de superficie podría actuar tores del huésped implicados en la capa- que su consumo excede los 30 cigarri-
como receptor para H. pylori, lo cual ex- cidad de defensa y reparación de la mu- llos/día14.
plicaría su asociación con la úlcera6. Fi- cosa, la que condicione la aparición de la 2. El tabaco interfiere en la cicatrización
nalmente, diversos síndromes hereditarios enfermedad ulcerosa. de las úlceras y su consumo favorece las
poco frecuentes se han asociado también 2. La erradicación de H. pylori reduce de for- recurrencias de la enfermedad ulcerosa,
a la enfermedad ulcerosa (tabla 1). ma significativa la recurrencia de la úlcera: de forma proporcional a la cantidad con-
además, la cicatrización de la úlcera se sumida. Así, en diversos estudios la in-
produce con independencia de la secre- fluencia ocasionada por el consumo de ta-
Infección por Helicobacter pylori ción ácida. Así, no existe ninguna evi- baco ha sido superior al efecto beneficioso
dencia que apoye la necesidad de mante- obtenido por los fármacos inhibidores de
La infección por H. pylori causa de forma ner el tratamiento antisecretor, una vez la secreción ácida estudiados.
invariable una gastritis crónica, activa, que finalizado el tratamiento erradicador que, 3. El consumo de tabaco incrementa el
afecta predominantemente al antro, aun- en su pauta triple habitual, suele admi- riesgo de complicaciones asociadas a la úl-
que puede extenderse a la totalidad del nistrarse durante siete días. cera péptica, así como la necesidad de ci-
cuerpo gástrico, y cursa en la mayoría de rugía15.
los pacientes de forma asintomática. La 4. Los pacientes fumadores presentan una
asociación entre gastritis y úlcera péptica,
Antiinflamatorios no esteroideos mayor mortalidad por úlcera péptica. No
tanto UD como UG, es bien conocida y La relación existente entre la aspirina y obstante, no puede excluirse que dicho in-
previa al conocimiento del papel etiológi- otros AINE y la úlcera péptica es bien co- cremento en la mortalidad sea debido a
co de H. pylori en ambas entidades. Mien- nocida desde hace tiempo. Estudios clíni- la existencia simultánea de otras enfer-
tras que la gastritis asociada a UD suele cos prospectivos en los que se ha realiza- medades cardíacas o pulmonares asocia-
ser de leve o moderada intensidad, la gas- do de forma sistemática una exploración das al consumo de tabaco. Además, debe
tritis asociada a UG tiende a ser más se- endoscópica a pacientes que reciben AINE ternerse en cuenta que los estudios en los
vera y puede acompañarse de atrofia glan- han demostrado la aparición de una UG que se ha relacionado el consumo de ta-
dular o metaplasia intestinal. En los en el 10%-20% y una UD en el 4%-10% baco con la aparición de úlcera péptica
últimos años se ha demostrado que esta de los pacientes, no existentes previa- son previos al conocimiento del papel pa-
gastritis difusa que frecuentemente se aso- mente, en el plazo de tres meses a partir togénico de H. pylori, y que dicha relación
cia a la úlcera péptica es siempre debida del inicio del tratamiento10,11. No obstan- no ha sido reevaluada desde entonces.
a infección por H. pylori. Así, otros agen- te, debe matizarse que tan sólo un pe-
tes etiológicos, como los AINE, el gastri- queño porcentaje de dichas úlceras son
noma o las úlceras de estrés no suelen sintomáticas o presentan alguna compli- Factores dietéticos
causar gastritis difusa en ausencia de in- cación, de forma que alrededor de un 1%
fección por H. pylori7-9. de los pacientes que reciben AINE pre- Si bien durante muchos años se ha consi-
La relación causal entre la infección por sentan una úlcera péptica clínicamente sig- derado la dieta un factor importante tan-
H. pylori y la úlcera péptica se sustenta en nificativa en el citado plazo de tiempo. to en el desarrollo de la úlcera péptica
dos firmes evidencias: Diversos estudios han demostrado que los como en su cicatrización, en la actualidad
1. La mayoría de los pacientes afectos de pacientes que consumen AINE y desarro- no existe ninguna evidencia que permita
una úlcera péptica son H. pylori positivos: llan una úlcera péptica se hallan con ma- atribuir a la dieta un papel etiológico en
como ejemplo, en un análisis que incluía yor frecuencia asintomáticos12. Así mismo, la enfermedad ulcerosa. Diversos estudios
a pacientes reclutados en 24 estudios pre- en el subgrupo de pacientes que presen- han intentado explicar las diferencias en
vios, se halló infección por H. pylori en las tan una complicación en forma de hemo- la incidencia de úlcera existentes entre di-
biopsias de antro en el 94% de los pa- rragia digestiva o perforación y existe el versas áreas geográficas en relación con
cientes con UD y en el 84% de los afec- antecedente de consumo de AINE, la en- sus hábitos dietéticos. No obstante, el di-
tos de UG9. Dicha prevalencia fue muy su- fermedad ulcerosa a menudo ha cursado seño de dichos estudios a menudo no per-
perior a la observada en controles sanos, previamente de forma asintomática13. mite descartar la influencia de muchos
apareados por edad y sexo. Las diferen- otros factores etiológicos, tales como fac-
cias fueron mayores al comparar los su- tores genéticos, infección por H. pylori,
jetos más jóvenes, en los que la preva-
Tabaco consumo de AINE, etc. 16. Otros estudios
lencia de infección por H. pylori en la Existe un número importante de evidencias han postulado un efecto beneficioso de las
población sana es muy baja. Debe desta- clínicas que demuestran la relación exis- dietas ricas en fibra, un efecto nocivo de
carse, no obstante, que la incidencia anual tente entre el tabaco y la úlcera péptica: las dietas carentes de ácidos grasos esen-

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ciales, o una relación epidemiológica en- (MEN I). La hipergastrinemia ocasionada lencia de úlcera péptica en los pacientes
tre el consumo de sal y la incidencia de por dichos tumores supone un estímulo con cirrosis hepática22. Esta asociación es
úlcera péptica17. No obstante, los datos dis- continuado que incrementa de forma muy independiente de la etiología de la cirro-
ponibles en la actualidad no son suficien- notable la secreción ácida gástrica, de for- sis, de forma que no puede explicarse úni-
tes para establecer una relación causal ma que la práctica totalidad de los pa- camente por el consumo de alcohol. Los
entre dichos factores dietéticos y la en- cientes desarrollan UD, a menudo múlti- mecanismos fisiopatológicos que justifican
fermedad ulcerosa. El consumo de alco- ples20. También cursa con hipersecreción esta asociación son todavía desconocidos.
hol, café y determinadas especias puede ácida la mastocitosis sistémica, neoplasia
ser causa de dispepsia no ulcerosa. Si bien caracterizada por una proliferación de
estas sustancias incrementan la secreción mastocitos que infiltran diversos tejidos. Insuficiencia renal
ácida gástrica y favorecen el reflujo gas- La histamina secretada por estas células
Se ha descrito una mayor incidencia de úl-
troesofágico, no existe ninguna relación es causa de úlcera péptica en cerca del
cera péptica en pacientes con insuficien-
entre las mismas y el desarrollo de úlce- 50% de los pacientes. Finalmente, otras
cia renal, así como en los sometidos a he-
ra péptica. entidades, como los síndromes mielopro-
modiálisis o en los receptores de un
liferativos que cursan con basofilia y la hi-
trasplante renal. A menudo las úlceras apa-
perplasia antral de células G, pueden ser
recen en pacientes en los que, además de
Factores psíquicos causa de hipersecreción ácida y úlcera.
la insuficiencia renal, existe un fracaso
La influencia ejercida por factores psíqui- multiorgánico. En estos casos, el riesgo de
cos en la enfermedad ulcerosa ha sido mo- aparición de la úlcera decrece de forma
tivo de controversia durante décadas. Si
Enfermedades asociadas dramática al mejorar el estado global del
bien llegó a ser ampliamente aceptada por Se han descrito un gran número de aso- paciente23.
la comunidad médica, en la actualidad no ciaciones entre la úlcera péptica y otras
existen datos basados en la evidencia que enfermedades. No obstante, en la mayo-
permitan apoyar una relación causal en- ría de los casos existen importantes limi- Fisiopatología
tre ningún parámetro psíquico evaluado taciones metodológicas en el diseño de es-
Para que se produzca una úlcera péptica
objetivamente y la úlcera péptica. Aunque tos estudios. En muchos de ellos existe un
debe romperse el equilibrio existente en
un estudio demostró que un grupo de pri- sesgo de selección, al incluir únicamente
condiciones fisiológicas entre la capacidad
sioneros de guerra había desarrollado úl- pacientes remitidos a un centro hospita-
lesiva del ácido y la pepsina del jugo
cera péptica con mayor frecuencia que sus lario para estudio. Así mismo, la influen-
gástrico y los mecanismos de defensa
compañeros no capturados18, diversos es- cia de variables como edad, sexo, consu-
y reparación de la mucosa gastroduo-
tudios controlados posteriores no han ha- mo de tabaco o AINE, infección por H.
denal.
llado diferencias en la incidencia de úlce- pylori, etc., a menudo no ha sido tenida
ra entre sujetos con elevado nivel de estrés en cuenta. A continuación se discuten las
y sus respectivos controles, apareados por asociaciones más probables.
edad y sexo19. Por otra parte, la respues-
Mecanismos de defensa
ta de la enfermedad ulcerosa a la erradi- de la mucosa
cación de H. pylori, así como al trata- Enfermedad pulmonar Pueden esquematizarse en tres niveles
miento médico con antisecretores o a la obstructiva crónica (fig. 1):
cirugía, es independiente de los factores
1. El primer nivel de defensa de la muco-
psicosociales. En cambio, es bien conoci- Se ha demostrado una asociación entre
sa está formado por la capa de moco y bi-
da la influencia que ejercen los factores ambas enfermedades, de forma que un
carbonato secretados por la propia muco-
psíquicos tanto en la dispepsia no ulcero- 30% de los pacientes afectos de una en-
sa. El moco forma una capa continua que
sa como en la percepción de los síntomas fermedad pulmonar obstructuva crónica
dificulta el contacto de la pepsina con la
ocasionados por la úlcera. Así mismo, exis- (EPOC) presentan una úlcera péptica,
superficie de la mucosa, reduce la agre-
te una relación entre diversos factores psí- mientras que la frecuencia de EPOC entre
sión mecánica de la misma y contribuye
quicos, como estrés, ansiedad, depresión, los pacientes afectos de una enfermedad
a mantener un gradiente de pH entre la
etc. y el consumo de tabaco o AINE, cuya ulcerosa es entre dos y tres veces supe-
mucosa y la luz intestinal. Se ha demos-
importancia en el desarrollo de úlcera pép- rior a la esperada21. Dicha asociación es
trado una deficiente secreción de bicar-
tica sí ha sido probada. mayor en los pacientes con UG que en los
bonato en los pacientes con UD24.
afectos de UD. Es posible que el consumo
2. El segundo nivel defensivo de la mu-
de tabaco sea el nexo de unión que justi-
Entidades que cursan fique la asociación entre ambas enferme-
cosa lo constituyen las células epiteliales
con hipersecreción ácida de superficie. Dichas células forman una
dades.
auténtica barrera que impide la progresión
El ejemplo mejor conocido es el gastrino- del ácido, gracias a la existencia de firmes
ma, tumor caracterizado por la secreción uniones intercelulares. Además, estas cé-
de gastrina. Dichos tumores aparecen en
Cirrosis hepática lulas poseen sistemas de intercambio de
el síndrome de Zollinger-Ellison y en la Diversos estudios han demostrado la exis- iones que permiten eliminar el exceso de
adenomatosis endocrina múltiple tipo I tencia de una mayor incidencia y preva- iones hidrógeno. Finalmente, las células

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de señalización endocrinos, neuronales y


paracrinos.
Factores externos Factores genéticos
(AINE, H. pylori, etc.) 3. Finalmente, cuando los agentes lesivos
sobrepasan los mecanismos de defensa y
reparación previamente citados, se pro-
Ácido + pepsina
duce la lesión de la membrana basal. Su
reparación sigue el patrón habitual, con-
sistente en las fases de necrosis fibrinoi-
Primer nivel de, reclutamiento de células inflamatorias,
neovascularización, regeneración de la ma-
-HCO3 + Moco triz extracelular, migración de células epi-
teliales y remodelación de la arquitectura.

Segundo nivel
Importancia de la secreción
ácida en el desarrollo de la
Barrera
mucosa úlcera péptica
Sin ningún tipo de duda, la existencia de áci-
do resulta imprescindible para la formación
de la úlcera péptica. Esta afirmación viene
Tercer nivel probada por el hecho de que las úlceras
sólo aparecen en aquellas porciones del
Flujo
sanguíneo tubo digestivo que están en contacto con
el ácido, y cicatrizan al eliminar la secre-
ción ácida, con una velocidad de cicatri-
Fig. 1. Mecanismos de defensa de la mucosa gastroduodenal. AINE: antiinflamatorios no esteroideos.
zación que es directamente proporcional
al grado de inhibición de la secreción áci-
epiteliales tienen diversos mecanismos an- tirá reemplazar a aquellas que han mi- da. Otro ejemplo de la importancia del
tioxidantes, dependientes de glutation, que grado como consecuencia del mecanismo ácido lo constituye el síndrome de Zollin-
contribuyen a eliminar los radicales libres de restitución. El control de dicha prolife- ger-Ellison, en el que un gran incremento
de oxígeno generados por las células in- ración es extraordinariamente complejo e en la secreción ácida se acompaña inva-
flamatorias. incluye un gran número de mecanismos riablemente de la aparición de úlcera. Así
3. Un tercer nivel de defensa viene dado
por el flujo sanguíneo de la mucosa. Di-
cho flujo permite, por una parte, eliminar
el ácido que ha logrado difundir a través
Primer nivel
del epitelio lesionado y, por otra parte, (restitución)
aportar nutrientes que son de vital im-
portancia para mantener las funciones de
las células epiteliales.

Mecanismos de reparación Segundo nivel


(replicación celular)
de la mucosa
Podemos distinguir tres mecanismos que,
de forma secuencial, permiten la repara-
ción de la mucosa, una vez producida su
lesión (fig. 2):
1. El primer mecanismo de reparación de Tercer nivel
(tejido de granulación,
la mucosa es la restitución. Los huecos ori- angiogénesis)
ginados en el epitelio son cubiertos por
células, que se desplazan sobre la mem-
brana basal. Está regulado por diversos
factores de crecimiento y tiene lugar in
vivo en menos de 30 minutos.
2. En segundo lugar, se produce la proli-
feración de células epiteliales, que permi- Fig. 2. Mecanismos de reparación de la mucosa gastroduodenal.

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mismo, también la cirugía para ser eficaz Alteraciones de la secreción 2. Mecanismos inhibitorios intestinales: la
requiere eliminar la secreción ácida me- ácida en la úlcera gástrica presencia de ácido, grasa o sustancias hi-
diante la realización de algún tipo de va- perosmolares en el duodeno provoca una
gotomía20,25. La secreción ácida varía en función del disminución de la secreción ácida gástri-
Aunque la presencia de ácido resulta im- tipo de UG que consideremos2. Así, en la ca, que está mediada tanto por reflejos
prescindible para la formación de la úlce- UG tipo I, de localización más proximal, nerviosos como por la liberación de hor-
ra péptica, habitualmente es necesaria la suele existir una secreción ácida normal o monas como la secretina y la somatosta-
existencia de otros factores lesivos que, incluso baja. En cambio, tanto en la UG tina.
debilitando los mecanismos de defensa y tipo II, a menudo asociada a UD, como en
reparación de la mucosa, ocasionen el de- la UG tipo III, asociada a consumo de
sarrollo de la úlcera. En favor de este pa- AINE, la secreción ácida suele estar au- Motilidad gastrointestinal
pel únicamente permisivo del ácido en la mentada.
En los pacientes con UD se han descrito
génesis de la úlcera péptica existen di-
trastornos de la motilidad, tales como un
versas evidencias. Así, la mayoría de los
incremento del vaciamiento gástrico y una
pacientes ulcerosos son normosecretores Secreción de pepsinógeno disminución de la capacidad propulsiva
y en ellos puede conseguirse la cicatriza-
duodenal. La combinación de ambas alte-
ción de la úlcera sin interferir la secreción Las células principales de la mucosa gás-
raciones podría suponer un mayor tiem-
ácida. De hecho, la recidiva de la úlcera trica son las responsables de la síntesis de
po de contacto entre la mucosa duodenal
tras la erradicación de H. pylori es excep- pepsinógeno que, en medio ácido, es
y el ácido. No obstante, los datos exis-
cional, a pesar de que continúe existien- transformado dando lugar a la pepsina,
tentes al respecto no son concluyentes.
do la misma secreción ácida. enzima con potente capacidad proteolíti-
ca. La pepsina desempeña un papel fun-
damental en el desarrollo de la úlcera pép-
Alteraciones de la secreción tica. Diversos estudios han demostrado
Clínica
ácida en la úlcera duodenal que la acción lesiva del ácido gástrico es El síntoma característico de la úlcera pép-
muy superior en presencia de pepsina28. tica es la dispepsia ulcerosa, o dolor loca-
En aproximadamente un tercio de los pa- El pepsinógeno puede ser detectado en lizado a nivel epigástrico, a menudo de
cientes con UD la secreción basal de áci- plasma, de forma que sus niveles reflejan tipo urente, que aparece entre una y tres
do está incrementada respecto a la po- la secreción gástrica de esta proenzima. horas después de la ingesta, en ocasiones
blación general. Las diferencias son Se han descrito niveles elevados de pep- despierta al paciente por la noche o la ma-
todavía mayores cuando se considera la sinógeno tipo I en los pacientes con UD, drugada, y calma con la comida o la toma
secreción nocturna de ácido 26. La secre- de forma que unos niveles superiores a de antiácidos. Los episodios de dolor sue-
ción máxima de ácido tras estimulación 130 mg/l implican un riesgo de UD tres len prolongarse durante una temporada
es también mayor en los ulcerosos duo- veces mayor29. También se ha demostra- más o menos larga, existiendo períodos
denales que en los sujetos sanos. Además, do una relación entre el incremento de libres de molestias en la mayoría de
los pacientes con UD no sólo se caracte- pepsinógeno tipo I y la infección por H. los pacientes. A menudo siguen un patrón
rizan por una mayor secreción de ácido pylori. En cambio, existe un incremento estacional, siendo más frecuentes en pri-
tras la estimulación del estómago con co- del pepsinógeno tipo II en los pacientes mavera y en otoño.
mida, sino que dicho efecto persiste entre con UG30. No obstante, debe tenerse en cuenta que
tres y cinco horas después del estímulo, este patrón clínico posee una utilidad li-
lo que sugiere un déficit en los mecanis- mitada para el diagnóstico de úlcera pép-
mos inhibitorios de la secreción ácida, que Fracaso de los mecanismos de tica. Por una parte resulta poco sensible,
actúan en condiciones fisiológicas27. inhibición de la secreción ácida ya que tan solo un 50%-70% de los pa-
Se han postulado diversas hipótesis para cientes con UD y menos del 50% con UG
explicar el incremento en la secreción áci- En condiciones fisiológicas existen diver- presentan esta sintomatología. Así, en pa-
da, característica de los pacientes con UD. sos mecanismos inhibitorios de la secre- cientes de edad avanzada y en los que
Diversos estudios han demostrado un in- ción ácida gástrica, que contribuyen a existe consumo de AINE, es relativamen-
cremento en la masa de células parietales mantener un pH intragástrico adecuado: te frecuente el comienzo de la enferme-
en los ulcerosos duodenales. Los niveles 1. Mecanismos inhibitorios gástricos: un pH dad ulcerosa en forma de hemorragia di-
de gastrina, hormona que posee un efec- antral inferior a 2,5 induce una disminu- gestiva, sin que exista un antecedente de
to trófico sobre las células parietales, se ción en la actividad de las células G, se- dispepsia. Por otra parte, la sintomatolo-
hallan elevados en los pacientes con UD, cretoras de gastrina y un incremento en gía de la úlcera es también poco específi-
especialmente en aquéllos infectados por la actividad de las células D, productoras ca, ya que un número importante de pa-
H. pylori. Así mismo, también la actividad de somatostatina. En algunos pacientes ul- cientes afectos de una dispepsia no
vagal favorece el crecimiento de las célu- cerosos se ha demostrado una alteración ulcerosa presentan síntomas indistingui-
las parietales y podría desempeñar un pa- en este mecanismo de autorregulación, ya bles. Además del dolor, los pacientes ul-
pel en la hipersecreción existente en los que mantienen niveles elevados de gas- cerosos pueden presentar otros muchos
pacientes con UD, si bien los datos exis- trina a pesar de presentar valores de pH síntomas, con una frecuencia variable (ta-
tentes al respecto son contradictorios. inferiores a 2,5. bla 2).

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TABLA 2 Diagnóstico diferencial


Sintomatología de la úlcera péptica

Síntoma Úlcera gástrica Úlcera duodenal Dispepsia no ulcerosa Dispepsia no ulcerosa


Anorexia 46%-57% 25%-36% 26%-36%
Dada la elevada frecuencia de ambas en-
Pérdida de peso 24%-61% 19%-45% 18%-32%
tidades y el hecho de que sus síntomas
Náuseas 54%-70% 49%-59% 43%-60% pueden ser superponibles, su distinción se
Vómitos 38%-73% 25%-57% 26%-34% plantea con gran frecuencia en la prácti-
Pirosis 19% 27%-59% 28% ca clínica. En el apartado correspondien-
Intolerancia a grasas 41%-72% 53% te se discuten las diferentes estrategias
Eructos 48% 59% 60%
para llegar al diagnóstico.
Meteorismo 55% 49% 52%
Modificada de Soll AH. Peptic ulcer and its complications. En: Sleisenger MH, Fordtran JS, eds. Gastrointestinal Disease: Pathophysiology,
Diagnosis, Management. Philadelphia: WB Saunders, 1998; 620-671.
Carcinoma gástrico
En general el carcinoma gástrico afecta a
pacientes mayores, a menudo sin historia
Diagnóstico tencia de infección por H. pylori (median- previa de dispepsia y suele ser causa de
te la reacción de la ureasa, cultivo o exa- dolor abdominal continuo, que empeora
Exceptuando a aquellos pacientes en los
men histológico). En la tabla 3 se resumen con la ingesta. No obstante, la historia clí-
que la enfermedad ulcerosa comienza con
las indicaciones para la realización de una nica en ningún caso permite realizar la dis-
una complicación de la misma, en forma
fibrogastroscopia en la enfermedad ulce- tinción entre ambas entidades. Así, se re-
de hemorragia, estenosis o perforación, el
rosa péptica. comienda la realización de una endoscopia
proceso diagnóstico de la úlcera péptica
en aquellos pacientes con dispepsia en los
se inicia a partir de la sospecha clínica en
que existan “síntomas de alarma” (hemo-
los pacientes con dispepsia ulcerosa. La
Radiología rragia digestiva, síndrome constitucional
estrategia diagnóstica en los pacientes con
con astenia, anorexia o pérdida de peso,
dispepsia se detalla en la unidad corres-
La aparición de la endoscopia ha motiva- anemia, etc.) y, dado que la incidencia de
pondiente. Las exploraciones comple-
do que esta técnica tenga un papel acce- carcinoma aumenta de forma muy mar-
mentarias que permiten confirmar la exis-
sorio en el diagnóstico de la enfermedad cada con la edad, en los pacientes mayo-
tencia de una úlcera péptica son la
ulcerosa. La radiología baritada permite res de 45 años. En la exploración endos-
radiología y la endoscopia.
identificar la úlcera péptica en un 80%- cópica, la regularidad del contorno y del
85% de los casos32. El nicho ulceroso pue- fondo de la lesión ulcerosa, la ausencia de
de dar lugar a una imagen de adición, así masas y la convergencia de los pliegues
Endoscopia como a una imagen suspendida, que co- gástricos hasta el nicho ulceroso, son ca-
Es la exploración patrón y resulta im- rresponde al bario retenido en su interior. racterísticas sugestivas de benignidad. No
prescindible para el diagnóstico de úlcera Otro signo radiológico sugestivo de úlce- obstante, la distinción entre UG y carci-
péptica (figs. 3, 4, y 5). Además de iden- ra gástrica es la convergencia de los plie- noma requiere la toma de seis a ocho biop-
tificar la lesión ulcerosa en más del 90% gues, hasta el borde de la lesión. La de- sias para su estudio anatomopatológico.
de los casos31, permite la toma de biop- formación del bulbo duodenal puede dar Además, frecuentemente se recomienda
sias de la úlcera para descartar la exis- lugar a la formación de pseudodivertícu- repetir la exploración endoscópica dos o
tencia de una neoplasia gástrica, así como los o bien producir una morfología en tré- tres meses después del diagnóstico, una
de la mucosa antral para evaluar la exis- bol. vez finalizado el tratamiento médico, y la

Fig. 3. Úlcera duodenal sin signos de hemostasia reciente. Fig. 4. Úlcera gástrica con hemorragia activa, en forma de ba- Fig. 5. Úlcera gástrica con vaso visible en el fondo del nicho
beo, a partir de sus márgenes. ulceroso.

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ENFERMEDAD ULCEROSA PÉPTICA: ETIOPATOGENIA, CLASIFICACIÓN, MANIFESTACIONES CLÍNICAS Y DIAGNÓSTICO

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