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INDICE

INTROCUCION …………………………………….
LIBERTAD PERSONAL ………………………....
DERECHO A LA LIBERTAD EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DEL ESTADO
Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal
RESTRICCIÓN DE LA LIBERTAD.
RETENCIÓN.

DETENCIÓN.

B. RESTRICCIONES DEL DERECHO A LA LIBERTAD:

I.- FLAGRANCIA DELICTIVA.-


II.- ARRESTO CIUDADANO.-

III.- DETENCIÓN PRELIMINAR JUDICIAL.-

IV.- PRISIÓN PREVENTIVA.-


INTRODUCCION

La libertad es un valor esencial e imprescindible del sistema democrático,


y a la vez un derecho subjetivo fundamental, que se traduce en un
conjunto de "libertades específicas consagradas en
las normas constitucionales y en los Pactos Internacionales
sobre Derechos Humanos". Los criterios fundamentales establecidos por
la Corte IDH en relación con el derecho a la libertad personal, reconocido
en el artículo 7 de la Convención. Se trata de uno de los derechos que ha
sido ampliamente abordado por la jurisprudencia de la Corte
Interamericana. Un importante número de los casos en que este derecho
ha sido considerado guarda conexión con situaciones de secuestro o
detención que desembocaron en una desaparición forzada o,
directamente, en la privación de la vida. El examen de esta clase de
vulneraciones de la libertad personal ha estado a menudo vinculado a
contextos de violencia generalizada y de violaciones graves a los
derechos humanos. Pero junto a este tipo de casos, que lamentablemente
persisten, la Corte Interamericana ha conocido, con más frecuencia en los
últimos lustros, de otros referidos a privaciones de libertad que se
desarrollan dentro de un proceso penal. Especialmente en lo que respecta
a la prisión provisional o preventiva
"De allí que la libertad se traduce en el derecho a una acción u omisión
libres, es decir, que "se efectúan de un modo independiente, Está
comprende una libertad física o ambulatoria, que reconoce a
toda persona la facultad de desplazarse libremente, sin otras limitaciones
que las impuestas por el medio en que se pretende actuar y las
establecidas por las normas constitucionales para preservar
otros derechos o valores igualmente relevantes
Libertad personal:

También denominada libertad individual o seguridad personal, bajo


este nombre se comprende una serie de derechos del individuo
reivindicados frente a todo ataque del Estado, cuya protección así mismo
se reclama. Además del derecho a la vida y a la integridad física y moral,
el núcleo esencial de la libertad personal consiste en el derecho a no
ser detenido sino con arreglo a la ley. La institución que simboliza la
protección de la libertad personal es el habeas corpus inglés.
La garantía contra las detenciones arbitrarias aparece en los Bills de
las colonias americanas y en las primeras enmiendas a
la Constitución federal; la Declaración francesa de Derechos de
1789 proclama que nadie podrá ser acusado, detenido ni preso sino en
los casos determinados por la Ley y con arreglo a las formas por ella
prescritas, pasando la libertad personal a ser reconocida en las
Constituciones posteriores, incluso con
sus garantías penal, procesal y judicial.

Los hechos del presente caso


se refieren al señor Daniel Tibi,
ciudadano francés de 36 años
que residía en Ecuador y se
dedicaba al comercio de piedras
preciosas y arte ecuatoriano. El
27 de septiembre de 1995,
agentes de la INTERPOL del
Guayas, detuvieron al señor
Daniel Tibi por presuntamente
estar involucrado en el comercio
de droga. Cuando se realizó su
arresto, los policías no le
comunicaron los cargos en su contra. Se le informó que se trataba de un
“control migratorio”. El señor Tibi permaneció bajo detención preventiva,
en forma ininterrumpida, en centros de detención ecuatorianos, desde el
27 de septiembre de 1995 hasta el 21 de enero de 1998, cuando fue
liberado. Durante su detención, en marzo y abril de 1996, en un centro
penitenciario, el señor Daniel Tibi fue objeto de actos de tortura y
amenazado por los guardias de la cárcel, con el fin de obtener su
autoinculpación. Durante su permanencia en la cárcel, el señor Daniel Tibi
fue examinado dos veces por médicos ecuatorianos designados por el
Estado. Estos verificaron que sufría de heridas y traumatismos, pero
nunca recibió tratamiento médico ni se investigó la causa de sus
padecimientos. Durante su detención interpuso dos recursos de amparo y
una queja, los cuales no prosperaron.
RESTRICCIÓN DE LA LIBERTAD.

La doctrina emanada de la decisiones del Tribunal Europeo de Derechos


Humanos y del Tribunal Constitucional Español, sostienen que la
Restricción de la Libertad, son aquellas situaciones donde se producce
una limitación de la libertad de carácter leve o poco intenso, realizadas
con la finalidad de efectuar determinadas averiguaciones que no están
vinculadas a un proceso penal actual o futuro sino al cumplimiento de
la función preventiva policial y al mantenimiento del orden público o
la seguridad ciudadana.

RETENCIÓN.

Es una forma de restricción de la libertad que supone la situación material


impuesta a una persona que le impide determinar libremente
su movimiento mientras dure la medida. La diferencia entre la retención y
la detención sólo estribaría en la finalidad de cada una de ellas pues,
aunque ambas implican una situación puramente fáctica, la detención se
dirige a una privación de la libertad, mientras que la retención es sólo una
restricción de la misma.

DETENCIÓN.

Es una situación fáctica de privación de la libertad, ya que la personas se


ve coactada e impedida de desplazarse o de dicidir voluntariamente sobre
este aspecto, en cumplimiento de una medida u orden privativa de la
libertad.
Una modalidad de detención, es la detención preventiva, que se produce
cuando la persona es privada de su libertad por decisión de
la autoridad policial, sin que medie mandato judicial previo, por
imputársele la comisión de un delito y tener que ser puesto a disposición
de las autoridades judiciales.Tanto la detención preventiva policial como
la detención judicial resultan ser una medida cautelar, destinadas a
proteger y asegurar la eficaciade un futuro proceso penal.
Un requisito clave exigible a todas las restricciones y privaciones de la
libertad personal, es que se deben tomar en cuenta los principios de
razonabilidad y proporcionalidad, implica que la limitación impuesta no
sólo esté contemplada en la Constitución o la Ley, sino que en el
caso concreto se compruebe que la medida resulta adecuada, es decir,
que el medio empleado sea el apropiado para conseguir el resultado
buscado; que responda a un principio de necesidad, o sea, que la medida
no pueda ser sustituida por otra acción menos gravosa o que evite afectar
la libertad personal; y que tras verificar el contrapeso o ponderación de los
intereses en conflicto, el sacrificio del interés individual de la libertad
personal guarde una relación razonable y proporcionada que haga
justiciable la prevalencia del interés estatal o social que la medida
pretende salvaguardar.

A. DERECHO A LA LIBERTAD EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA


DEL ESTADO:

El Artículo 7.2° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos


señala que “Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por
las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las
Constituciones Políticas de los Estados partes o por las leyes
dictadas conforme a ellas”. Sobre esta base, el artículo 24º, inciso 24,
literal “f”, de la Constitución señala que “Nadie puede ser detenido sino
por mandamiento escrito y motivado del juez o por las autoridades
policiales en caso de flagrante delito”; asimismo, el literal “b”, inciso 24,
del artículo 2º de la Constitución establece que “No se permite forma
alguna de restricción de la libertad personal, salvo en los casos
previstos en la ley”.

De lo dicho, queda claro que el derecho a la libertad personal como todo


derecho fundamental no es un derecho absoluto, pues puede ser
restringido o limitado por la Constitución o por la ley.

Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal


1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal.
2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y
en las condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas
de los Estados Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas.
3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.
4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones
de su detención y notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados
contra ella.
5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante
un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones
judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o
a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su
libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su
comparecencia en el juicio.
6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez
o tribunal competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la
legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o la
detención fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas leyes prevén que
toda persona que se viera amenazada de ser privada de su libertad tiene
derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste
decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser
restringido ni abolido. Los recursos podrán interponerse por sí o por otra
persona.
7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos
de autoridad judicial competente dictados por incumplimiento de deberes
alimentarios.
Un ejemplo de ello lo constituye la detención judicial preventiva, que es
una medida provisional que limita la libertad física, en tanto no comporta
una medida punitiva, ni afecta la presunción de inocencia que asiste a
todo procesado y, legalmente, se justifica siempre y cuando existan
motivos razonables y proporcionales para su dictado.

B. RESTRICCIONES DEL DERECHO A LA LIBERTAD:

I.- FLAGRANCIA DELICTIVA.-

La palabra flagrante proviene, según Joan Corominas, del latín “flagrans,


flagrantis”; participo activo de flagare: arder. Como adjetivo, la palabra
flagrante define a lo que se está ejecutando actualmente. En flagrante:
es un modo adverbial que significa "en el mismo acto de estarse
cometiendo un delito" y equivale a infraganti. En ese sentido
Cabanellas define a lo flagrante como aquello que se está ejecutando o
haciendo en el momento actual; y delito flagrante, como el hecho delictivo
que se descubre en el momento mismo de su realización; y cuya comisión
en público, ante diversos testigos, facilita la prueba y permite abreviar el
procedimiento. Por su parte
Escriche afirma, que el delito flagrante, es el que se ha cometido
públicamente y cuya perpetración ha sido vista por muchas personas en
el mismo momento de su consumación. Por consiguiente, se dice que un
delito es flagrante cuando se le sorprende en el mismo momento de la
ejecución. Y del mismo modo,
Romagnosi expreso: "es delito flagrante que no sea sorprendido cuando
comete el hecho, o cuando sea perseguido por el ofendido o también por
los gritos del pueblo, y constituye un caso semejante el que, en tiempo y
lugar próximos, lleve consigo los efectos, armas, instrumentos, papeles o
también señales que sirvan para hacerlo presumir razonablemente autor
"
No obstante, se tiene por sentado que el infraganti crimine implica
descubrir a su autor en el momento que comete el delito o cuando es
detenido inmediatamente después de haber delinquido o cuando es
sorprendido con objetos o huellas que revelen que acaba de ejecutarlo.

Nuestra Constitución Política del Perú de 1993 señala en el artículo 2°,


inciso “24”, literal “f” que “Nadie puede ser detenido sino por
mandamiento escrito y motivado del Juez o por las autoridades policiales
en caso de flagrante delito...”

En la Carta Magna vigente no se ha regulado la definición de flagrancia


delictiva, pero sí lo ha hecho en el ámbito legislativo. Así, el legislador a
realizado una serie de modificaciones al entendido de Flagrancia
Delictiva, siendo que recientemente mediante la Ley Nº 29569, publicada
en el Diario Oficial El Peruano el miércoles 25 de agosto del 2010, que
modifica el art.259 del Código Procesal Penal, se amplía la definición de
flagrancia en los siguientes términos:

“La Policía Nacional del Perú detiene, sin mandato judicial, a quién
sorprenda en flagrante delito. Existe flagrancia cuando:

1. El agente es descubierto en la realización del hecho punible.

2. El agente acaba de cometer el hecho punible y es descubierto.

3. El agente ha huido y ha sido identificado durante o inmediatamente después


de la perpetración del hecho punible, sea por el agraviado o por otra persona
que haya presenciado el hecho, o por medio audiovisual, dispositivos o equipos
con cuya tecnología se haya registrado su imagen, y es encontrado dentro de
las veinticuatro (24) horas de producido el hecho punible.

4. El agente es encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas después de la


perpetración del delito con efectos o instrumentos procedentes de aquel o que
hubieren sido empleados para cometerlo o con señales en sí mismo o en su
vestido que indiquen su probable autoría o participación en el hecho delictuoso”
Como se aprecia, esta nueva regulación de flagrancia es más amplia, y
seguramente será bien recibida por los agentes policiales y también por muchos
fiscales, que día a día tropiezan con un sin número de dificultades en las
investigaciones de los diferentes hechos delictivos que realizan.

Sin embargo, debe mencionarse que el Tribunal Constitucional peruano (en


adelante TC), en reiterada jurisprudencia se ha pronunciado definiendo a la
flagrancia en sentido restringido. Así, por ejemplo, en una de sus recientes
sentencias emitida en el Expediente Nº 3691-2009-PHC/TC[1],el TC ha señalado
en fl fundamento 16:

“En lo referente a la detención policial bajo el supuesto de la flagrancia delictiva,


el Tribunal Constitucional ha establecido en reiterada jurisprudencia que la
flagrancia en la comisión de un delito presenta la concurrencia de dos requisitos
insustituibles: a)La inmediatez temporal, es decir que el delito se está
cometiendo o que se haya cometido instantes antes; y b)La inmediatez personal,
es decir, que el presunto delincuente se encuentre en el lugar de los hechos en
la comisión del delito y esté relacionado con el objeto o los instrumentos del
delito, ofreciendo una prueba evidente de su participación en el hecho delictivo”

Ahora bien, es preciso señalar que si bien la flagrancia delictiva faculta a la


Policía Nacional del Perú a detener a una persona que ha cometido un ilícito
penal, es preciso señalar que la flagrancia delictiva tiene como plazo máximo las
24 horas, es decir, pasado dicho lapsus de tiempo no se podría detener a una
persona salvo los casos expresamente señalados en la Ley: como por ejemplo:
Detención Preliminar Judicial, Prisión Preventiva.

II.- ARRESTO CIUDADANO.-

El Nuevo Código Procesal Penal del 2004 introduce la figura del arresto
ciudadano en estado de flagrancia delictiva, este arresto o aprehensión
constituye una variedad de detención por la cual cualquier ciudadano
puede detener a una persona que está delinquiendo o ha delinquido en
condiciones de flagrancia y conducirlo en el plazo más pronto posible a la
dependencia policial más cercana. Buscando de esta manera lograr el
compromiso y participación ciudadana en aminorar los actos delictivos o
la consumación de ellos.
El Código Procesal Penal del 2004 establece en su artículo 260° inciso 1
que "toda persona podrá proceder al arresto en estado de flagrancia
delictiva...”, entendiéndose la flagrancia delictiva como el momento de la
comisión de un ilícito penal, el mismo que se extiende por un plazo no
mayor de 24 horas.
El Arresto Ciudadano constituye una facultad de los particulares en
orden a colaborar con la administración de justicia en la aprehensión
de quien ha sido sorprendido en la realización de un hecho punible.
Puede ser efectivizada por la propia víctima, un testigo de los hechos
e inclusive por funcionarios policiales desprovistos de su potestad
de imperio, cuando no se encuentran en servicio.
Sin embargo, al igual que en la detención policial, se exige la existencia
de flagrancia delictiva –plazo no mayor de 24 horas de la comisión del
hecho delictivo- y de un título de imputación.

Por lo tanto, podríamos decir que el arresto ciudadano, se constituye en


una aprehensión ciudadana que solo puede adoptarse en ausencia de las
agencias de persecución, el cual solo debe durar el tiempo estrictamente
necesario, para poner a disposición de la policía a los presuntos autores
o sospechosos del crimen, el cual no faculta al particular a realizar un uso
excesivo de fuerza natural. Debe entenderse entonces el arresto
ciudadano como una labor complementaria, que coadyuvara al
fortalecimiento de la seguridad ciudadana y colaborar con la
administración de justicia.
Ore Guardia Arsenio nos dice que esta aprehensión por particulares es un
acto material transitorio de privación de la libertad, que no supone
propiamente encarcelamiento, y que obliga al ejecutante a poner
inmediatamente al aprehendido a disposición de la autoridad policial
Peña Cabrera Freyre señala que debe advertirse, que la atribución de esta
facultad (arresto ciudadano), debe ejercerse de forma racional y
ponderada, utilizando un grado de fuerza, lo estrictamente necesario para
conducir al agente a la Jefatura Policial competente. Por consiguiente dice
que la procedencia del arresto ciudadano, está condicionada a dos
presupuestos:
1.- Que el delito sea "flagrante"
2.- Que, en tales casos, la policía -sea cuales fueran las circunstancias-
no están en posibilidad de aprehender al agente delictivo.
El particular tiene el deber de entregar inmediatamente al aprehendido a
la policía más cercana, así como todos los objetos que se constituyan en
evidencia del crimen cometido o tentado. Encontrándose justificación a
ello en el sentido de que el particular no tiene facultades de investigación
o de identificación que le permitan prolongar la privación de la libertad más
allá del tiempo razonable y necesario para la entrega del detenido a la
dependencia policial más cercana o al policía que se encuentre por el
lugar. De no hacerlo la detención se tornaría ilegal.
El Arresto Ciudadano no confiere al particular, derecho alguno de
privar de su libertad al agente, encerrándolo en un lugar publico o
privado, su comisión importaría la configuración del delito de
secuestro. También se encuentra prohibido el ejercicio de una
violencia por parte del particular, innecesaria para alcanzar los fines
del arresto ciudadano, así como la realización de actos de violencia
física y psicológica, que vulneren la dignidad del arrestado. No debe
llevar a confundir el arresto ciudadano con los ajusticiamientos que
realizan algunos pobladores de algunas ciudades o caseríos del país con
sus propias manos atentando contra la integridad física del detenido como
amarrarlo o atarlo quitándole su indumentaria y golpearlo o prenderle
fuego no siendo permitido esto ya que el arresto ciudadano como dice
Peña Cabrera Freyre encuentra coherencia con los valores que se extraen
del contenido sustancial de las garantías fundamentales, que de ningún
modo, puede ser asimilado con el campo fenoménico de los
ajusticiamientos privados.
En ese íter, el arresto ciudadano posee un sin número de
características como:
A).-se requiere el estado de flagrancia,
B).- es practicado por un particular,
C).-es un acto transitorio de privación de la libertad,
D).-debe entregarse al aprehendido a la autoridad policial.

Esta forma de restricción de la libertad se sustenta en el articulo 2° inciso


24 literal b de la Constitución donde dice: "No se permite forma alguna de
restricción de la libertad personal, salvo en los casos previstos por la ley"

III.- DETENCIÓN PRELIMINAR JUDICIAL.-

Nuestro novísimo Código Procesal Penal prescribe en el Artículo 261º del


NCPP señala que el Juez de la Investigación Preparatoria, a solicitud
del Fiscal, sin trámite alguno y teniendo a la vista las actuaciones
remitidas por aquél, dictará mandato de detención preliminar, cuando:
 No se presente un supuesto de flagrancia delictiva, pero
existan razones plausibles para considerar que una persona
ha cometido un delito sancionado con pena privativa de
libertad superior a cuatro años y, por las circunstancias del
caso, puede desprenderse cierta posibilidad de fuga.
En este supuesto también se ha tomado en cuenta dos presupuestos
materiales que deben concurrir para dictar mandato de prisión preventiva:
cuando la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena
privativa de libertad y que el imputado en razón de sus antecedentes y
otras circunstancias del casos particular (naturaleza y gravedad del delito
o el impacto social) permita colegir razonablemente que tratará de eludir
la acción de la justicia.
 El sorprendido en flagrante delito logre evitar su detención.
Este caso se da cuando el sujeto agente fue sorprendido cometiendo el
ilícito penal pero la autoridad policial no logra su aprehensión en cuanto
este logra fugar rápidamente del lugar en que ocurrieron los hechos.
 El detenido se fugare de un centro de detención preliminar.
Sucede cuando el sujeto agente es capturado, posteriormente es
conducido a la Delegación Policial y cuando se están realizando
las investigaciones en un descuido logra fugar del lugar.
En los supuestos anteriores, para cursar la orden de detención se requiere
que el imputado se encuentre debidamente individualizado con los
siguientes datos: nombres y apellidos completos, edad, sexo, lugar, y
fecha de nacimiento.
La orden de detención deberá ser puesta en conocimiento de la Policía a
la brevedad posible, de manera escrita bajo cargo, quien la ejecutará de
inmediato. Cuando se presenten circunstancias extraordinarias podrá
ordenarse el cumplimiento de detención por correo electrónico, facsímil,
telefónicamente u otro medio de comunicación válido que garantice la
veracidad del mandato judicial. En todos estos casos la comunicación
deberá contener los datos de identidad personal del requerido conforme
a lo indicado anteriormente.
Las requisitorias cursadas a la autoridad policial tendrán una vigencia de
seis meses. Vencido este plazo caducarán automáticamente
bajo responsabilidad, salvo que fuesen renovadas. La vigencia de la
requisitoria para los casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito
de drogas no caducarán hasta la efectiva detención de los requisitoriados.
La Motivación del auto de detención deberá contener los datos de
identidad del imputado, la exposición sucinta de los hechos objeto de
imputación, los fundamentos de hecho y de derecho, con mención
expresa de las normaslegales aplicables.

IV.- PRISIÓN PREVENTIVA.-

El Artículo 2° inciso 24 parágrafo "b" de la Constitución Política del Estado


señala que no se permite ningún tipo de restricción de la libertad personal,
salvo en los casos previstos en la ley; por lo tanto la ley fundamental
reconoce la libertad personal como un derecho fundamental, pero al
mismo tiempo consagra su carácter relativo, a legitimizar su afectación
por causales previstas en el marco estricto de la legalidad, una de estas
restricciones es la prisión preventiva, que es esencialmente una medida
cautelar de naturaleza personal, pues, recae directamente sobre la
libertad del sujeto pasivo de la relación jurídico-procesal, cuya incidencia
jurídica pretende garantizar la condena del presunto culpable.

La libertad es un bien jurídico que permite la autorrealización


del individuo y que posibilita su intervención en concretas actividades
socioeconómicas. La libertad en el antiguo régimen inquisitivo era un bien
jurídico devaluado, su aceptación era la regla y su confirmación la
excepción y era utilizada como medida cautelar destinada a asegurar los
efectos positivos de la condena así como para propiciar suplicios y dolores
al detenido. En el modelo procesal mixto la libertad individual únicamente
se limitaba a razones de necesidad y urgencia, la justicia penal debía
realizarse en presencia del imputado, de acuerdo con una actividad
probatoria y de acuerdo a las reglas del contradictorio y el derecho de
defensa.
La prisión preventiva se equipara a la "detención preventiva" introducida
en nuestro ordenamiento legal en el Art.137 del Código Procesal penal de
1991. Es una institución jurídica que en el proceso penal significa la
privación de la libertad del imputado con el fin de asegurar el proceso
de conocimiento o la ejecución de la pena.
Ella sirve a tres objetivos:
1.- Pretende asegurar la presencia del imputado en el procedimiento
penal.
2.- Pretende garantizar una investigación de los hechos, en debida forma,
por los órganos de persecución penal.
3.- Pretende asegurar la ejecución penal.
Así mismo, la prisión preventiva es una medida coercitiva que tiene por
objeto asegurar a la persona del imputado a los fines del cumplimiento de
la pena privativa de libertad. El aseguramiento de una pena corporal,
traducido en la detención judicial intenta justificar una medida preventiva
que tiene su génesis en la inseguridad que genera la criminalidad para
la sociedad que necesariamente se plasma en primer lugar en el
imputado. Este razonado temor e inseguridad que genera la criminalidad
en la sociedad aumenta en nuestro país debido a los altos índices de
criminalidad que registra en la actualidad.
Toda sociedad busca su seguridad jurídica, entendida esta última como
un supuesto esencial para la vida de los pueblos, el desenvolvimiento
normal de los individuos e instituciones que los integran, en virtud a ella el
mandato de detención aparece como una respuesta del sistema penal
frente a la potencialidad delictiva del imputado; la aplicación de dicha
medida transitoriamente asegurará a la sociedad frente al presunto
culpable y es admisible en cualquier estado del procedimiento.
Las características esenciales o notas identificativas de la prisión
preventiva son su provisionalidad preventiva, instrumentalidad y cautelar,
sometida su aplicación al principio de jurisdiccionalidad, y para Binder,
existiría un tercer principio:
el de proporcionalidad: la violencia que se ejerce como medida de
coerción nunca puede ser mayor que la violencia que se podrá
eventualmente ejercer mediante la aplicación de una pena, en caso de
probarse el delito en cuestión.
El derecho internacional de los derechos humanos protege
extremadamente el principio de inocencia que asiste al imputado, lo que
impide que se trate como culpable a la persona sospechosa de haber
cometido un delito mientras no haya sido declarada judicialmente
su culpabilidad, en consecuencia los efectos de la prisión preventiva de
ninguna manera pueden ser equiparados a los efectos de una pena.
Resulta completamente ilegitimo detener preventivamente a una persona
con fines retributivos o preventivos propios de la pena, ahí radica la
importancia de que la duración de la prisión preventiva se extienda a un
tiempo razonable, puesto que al excederse de la razonabilidad temporal
esta medida deviene en arbitraria e ilegitima, por tanto la razonabilidad
temporal de la medida se fundamenta en los principios de celeridad y
eficacia procesal.
El problema se potencializa en países en que las tasas de criminalidad
son altas y el sistema procesal penal no es suficiente para luchar contra
ese fenómeno, uno de esas sociedades es la peruana que tiene altos
índices de criminalidad y su sistema democrático aún es débil, por lo que
la aplicación de esta medida de seguridad resulta necesaria y la colisión
de derechos libertad-seguridad son aún muy discutibles.
El orden interno de un Estado se revela en el modo en que esta regulada
esa situación de conflicto: los estados totalitarios, bajo la antítesis errónea
Estado-ciudadano, exagerarán fácilmente la importancia del interés
estatal en la realización, lo más eficaz posible, del procedimiento penal.
En un estado de Derecho, en cambio, la regulación de esa situación de
conflicto no es determinada a través de la antítesis Estado-ciudadano; el
Estado mismo está obligado por ambos fines –aseguramiento del orden a
través de la persecución penal y protección de la esfera de libertad del
ciudadano.
Con ello el principio constitucional de proporcionalidad (...) exige restringir
la medida y los limites de la prisión preventiva a lo estrictamente necesario
(...)que será posible con la instauración de un debido sistema penal y
procesal penal que ha estado evolucionando en el Perú, a partir de la
dación de la Ley 24833, la entrada en vigencia del Art.135 del Código
Procesal Penal de 1991, sus respectivas modificatorias y con la entrada
en vigencia del nuevo Código Procesal Penal del 2004.

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