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FACULTAD DE INGENIERIA

ESCUELA PREFESIONAL DE INGENIERIA CIVIL

CURSO : DERECHO CONSTITUCIONAL GENERAL

PROFESOR : Lic. ROSALES LEÓN SERAPIO PETERSON

CICLO :x
TRABAJO : LA SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA Y LA
TÉCNICA CONSTITUCIONAL

INTEGRANTES:
 OBREGON SILVERIO LUIS JUVER
 ROBLES HUARAC EDIBELTON
 URBANO GARCIA ALEX
CONTENIDO

1. INTRODUCCION…………………………………………………………………3
2. PLANTEAMIENTO DE LA INVESTIGACION………………………………….4
2.1 Objetivos de la investigación……………………………………………………...5
2.2 objetivos generales………………………………………………………………...5
2.3. Objetivos específicos……………………………………………………………..5
2.4 Justificación de la investigación …………………………………………………5
3. MARCO TEORICO CONCEPTUAL…………………………………………….6
3.1.1. Antecedentes de la supremacía constitucional…………………………………6

3.1.2. Supremacía de la constitución…………………………………………………7


3.1.2. Importancia práctica de la supremacía constitucional…………………………8
4. TIPOS DE SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL………………………………9

4.1.1. Supremacía material…………………………………………………………...9

4.1.2. Supremacía formal……………………………………………………………9


5. FUNDAMENTOS DE LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL…………….10
6. LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL EN LA GOBERNABILIDAD
.DEMOCRÁTICA………………………………………………………………………….11
6.1.1Control constitucional………………………………………………………….12
7. LA CONSTITUCIÓN Y LOS ACTOS DE GOBIERNO...……………………...13
8. CONCLUCION…………………………………………………………………..14
9. BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………15

.
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación, fue elaborado con la intención de aportar una idea
más precisa acerca del concepto de “Supremacía constitucional” que en la actualidad
enviste a nuestra Constitución de superioridad respecto a Leyes, Tratados
Internacionales y demás ordenamientos que le dan cuerpo al sistema jurídico peruano,
tema que por su naturaleza es difícil de abordar.

Cabe mencionar que el constitucionalismo norteamericano, es el primero que le otorga a


la Constitución el valor normativo de ley suprema y rompe con la idea y concepción de
contemplar a la Constitución como un conjunto de ideas políticas sin vinculación
jurídica, otorgándole un verdadero valor jurídico exigible ante los tribunales en caso de
su transgresión, aportación que le ha dado a la constitución mexicana verdadera
superioridad.

Para su estudio, el presente trabajo está dividido en cuatro capítulos; en el primero se


aborda lo relativo al concepto de Supremacía Constitucional, así como las definiciones
que diferentes autores han aportado al derecho sobre el tema, también fue oportuno
abordar de manera amplia las características de la Constitución Mexicana, con la
intención de dejar en claro aspectos relativos a poder constituyente, estado de derecho y
estabilidad constitucional entre otros, temas que nos darán la pauta para realizar un
varadero análisis de la constitución que regula todo el Sistema Jurídico Mexicano, para
posteriormente y apoyándonos en las consideraciones doctrinales determinar el lugar
que merece nuestra carta magna en nuestro sistema jurídico, puesto que desde
Aristóteles, hasta nuestros días con el pensamiento de Herman Héller y Hans Kelsen
han introducido el dogma o principio de supremacía constitucional a la Ciencia Política,
en el Derecho Constitucional y en la Teoría General del Proceso.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La Supremacía Constitucional, como principio del Derecho Constitucional, postula


ubicar a la Constitución jerárquicamente por encima de todas las demás normas
jurídicas. Por su parte la calidad de norma suprema e nuestra constitución la
encontramos plasmada en el texto legal del artículo 133 constitucional, el cual señala
que: “Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos
los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el
Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la ley suprema de toda la
Unión. Siguiendo los lineamientos que nos marca el Derecho Constitucional, la
Constitución, se postula por encima de todas las demás normas jurídicas, sin embargo,
de su interpretación se desprende un conflicto normativo al intentar determinar que
norma es superior a cual, ya que señala que tanto Constitución, Leyes del Congreso de
la Unión y Tratados internacionales serán Ley Suprema de la Unión, lo cual es fuente de
controversias de carácter constitucional cuando no queda clara la exacta jerarquía de
normas; puesto que una norma suprema (aquella que es superior a todas) determina la
superioridad de una norma inferior. Aunque la confusión a que se presta el texto legal
del articulo 133 respecto a la supremacía de la Constitución sobre leyes y tratados
internacionales, la ha dejado clara la Suprema Corte de Justicia de la Nación a través de
criterios jurisprudenciales, de la misma forma, en los últimos años ha intentado regular
el orden jerárquico entre leyes y tratados internacionales, sin embargo sus criterios no
han sido firmes y se han vuelto susceptibles de sufrir cambios respecto a dicha
jerarquía, lo cual ha desencadenado conflictos relativos a la constitucionalidad de
normas cuando un ordenamiento normativo contraviene lo dispuesto por otro de mayor
jerarquía.
OBJETIVO GENERAL

La finalidad del presente trabajo es demostrar que con una reforma constitucional que
deje en claro la interpretación del texto legal del articulo 133 la Suprema Corte e Jicia
de la Nación deje de emitir criterios que resultan volubles ante la constante de que son
criterios que en los últimos tiempos han sufrido cambios tan drásticos respecto a sus
consideraciones y que evidentemente ponen en riesgo la estabilidad del sistema
normativo mexicano, generando controversias constitucionales derivadas de la
interpretación de la carta magna.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Analizar las características específicas de nuestra Constitución, así como aspectos


relacionados a su funcionamiento.
 Revisar el marco conceptual de Supremacía Constitucional.
 Analizar los preceptos Jurídicos relacionados con el principio de Supremacía
Constitucional y Jerarquía Normativa.
 Proponer una reforma constitucional que resuelva la oscura interpretación de
supremacía constitucional dejada a la deriva e los criterios que pueda emitir la
Suprema Corte de Justicia.

JUSTIFICACIÓN

La Supremacía Constitucional, como principio del Derecho Constitucional, postula


ubicar a la Constitución jerárquicamente por encima de todas las demás normas
jurídicas. Dicho principio se encuentra íntimamente ligado al de jerarquía normativa que
es aquella que impone la subordinación de las normas de grado inferior a las de rango
superior. De esta forma, la jerarquía normativa como toda jerarquía legítima genera
claridad y seguridad, así, sabemos que una norma superior no puede ser contravenida
por otra inferior y que debe seguirse la primera, con esto se evitan confusiones que
pueden producir colisiones de normas. Por su parte la Constitución mexicana tiene la
función de dejar en claro dicha jerarquía y postularse como norma suprema sin dejar
esta condición prestarse a algún tipo de ambigüedad por lo que ante tal situación seria
función del Congreso de la Unión establecer la exacta jerarquía normativa con la
finalidad de dejar este aspecto plasmado en la carta magna de manera definitiva.
ANTECEDENTES DE LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL

En la antigua Grecia, existió la Graphe Paranomon, en tiempos de Pericles, que era una
“acción criminal por inconstitucionalidad y que vino a poner la ley por encima de los
caprichos populares y de las luchas civiles, autorizando a todo ciudadano, para actuar
en su defensa como acusador y aplicando sanciones capitales como garante de su
soberanía”. Así “todo ciudadano ateniense estaba autorizado para salir en defensa de
las leyes, per- siguiendo al autor de una moción ilegal, inclusive el presidente de la
Eclesia que hubiera rehusado ponerla en votación. El acusado debía formular su
querella por escrito, indicando la ley que consideraba quebrantada. Po- día enunciar su
propósito, bajo la fe de juramento en la Asamblea del pueblo, antes o después de que
votare las disposiciones que él consideraba ilegales” ( Glotz citado por Linares
Quintana, Segundo V. citado por Fajardo H., Ángel, 1992 : 330). Los Tribunos
romanos podían vetar las leyes del Senado y ejercer cierto derecho de asilo, contra los
actos ilegales del patriciado romano. Pero una de las instituciones más importantes
es la Justicia Mayor de Aragón (Cfr. Fajardo, Op.cit: 330). “Según el parecer de A.
Jor- ge Alvarado, el Justicia es de origen musulmán, pues, un funcionario de esta
índole, o semejante, ya se encontraba instituido en los tiempos del gran Califato de
Córdova, y aún persistió cuando desmembraba la gran construcción de las Omeyas,
surgieron los Reinos de taifas. Sea cual fuere su origen, es lo cierto en que el siglo
XIII es cuando aparece este funciona- rio en Aragón. En realidad, el Justicia era
inamovible, y podía tomar bajo su amparo los ciudadanos violentados. El último
Justicia ejerció su autoridad hasta el 27 de 1707.” (Ibidem: 330-331).
SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCIÓN

La Supremacía Constitucional es un principio teórico del Derecho constitucional que


postula, originalmente, ubicar a la Constitución de un país jerárquicamente por encima
de todo el ordenamiento jurídico de ese país, considerándola como Ley Suprema del
Estado y fundamento del sistema jurídico. Según cada país los tratados internacionales
ratificados por el país gozan de igual rango (rango constitucional) o superior a las leyes
e inferior a la constitución. En otros términos, la supremacía constitucional, es la
preeminencia de la Constitución Política, su nivel de máxima jerarquía y, claro está, el
reconocimiento de inferioridad y subordinación a la misma, de toda la actividad
jurídica del país.

La Supremacía de la constitución tiene su base legal en el Art.7 La constitución es la


norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los
órganos que ejercen el poder público están sujetos a esta constitución. La Constitución
Política, en su calidad de norma suprema, gobierna a los poderes constituidos, y éstos
no pueden desobedecerla, ya que de ella obtienen la validez y legitimidad de sus
competencias. Las normas jurídicas que dictan los legisladores, los actos de
administración que ejecutan los gobernantes, los fallos jurisdiccionales de los
tribunales, las resoluciones de los funcionarios, así como las acciones y omisiones de
las personas naturales y jurídicas, para tener validez, deben estar arreglados a la
normatividad constitucional.

La Constitución es un texto de carácter jurídico-político fruto del poder constituyente


que fundamenta todo el ordenamiento, situándose en él como norma que recoge,
define y crea los poderes constituidos limitándolos al servicio de la persona
humana. Además, tendrá el carácter de Norma Suprema, de manera que prevalecerá
sobre cualquier otra que fuese posterior y contraria a ella, jerarquía constitucional. La
prelación de la norma superior implica que no puede transgredirla o violarla una norma
de inferior jerarquía; sencillamente, porque se trata de Normas Supremas o normas que
tienen prioridad en la jerarquía de la normatividad jurídica del Estado.

El Art. 424 y 425 de la Constitución de la República, que consagra expresamente el


"Principio de Supremacía”, establece la superioridad jerárquica de la Constitución
sobre todo el ordenamiento jurídico interno1.
IMPORTANCIA PRÁCTICA DE LA SUPREMACÍA
CONSTITUCIONAL:
La supremacía constitucional es, en la actualidad, la más importante institución jurídico-
política del constitucionalismo contemporáneo. Gracias a ella existe un ordenamiento
jerarquizado de leyes y de autoridades.

Gracias a esta supremacía normativa, existe el Estado de Derecho, las garantías


constitucionales, la división de poderes, el sometimiento de los poderosos a los
dispositivos contenidos en la Constitución.

Así mismo a este valioso instituto le debemos la coexistencia pacífica de los ciudadanos
y la difusión de valores culturales, que nos encaminan hacia una vida mejor.

Sin exagerar, podemos afirmar con plena convicción, que los países que respetan sus
normas constitucionales, dándolas el rol de directrices de sus respectivos ordenamientos
jurídicos, desarrollan tanto material como culturalmente; en tanto que los países que
pisotean sus constituciones, no pueden salir del subdesarrollo, la anomia y la pobreza
generalizada.
TIPOS DE SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL

Jerárquica: Esta es la supremacía jerárquica de la Constitución pues es un orden de


prelación o de fuerza de la que van derivando el resto de las leyes y ninguna puede ser
contraria a la constitución. La Supremacía Jerárquica está basada en el orden jerárquico
que le da la pirámide de Kelsen al ordenamiento jurídico de un Estado o nación.

Esta es la que le da el grado de superioridad a la norma constitucional otorgándole


subordinación a toda aquella ley que no sea la constitución.

Lógico- deductiva: Este tipo de supremacía expone las leyes a modos y formas de
razonamiento humano conforme a las reglas de la lógica y de la razón, partiendo de
principios universales para su ejecución.

Teleológica: Este tipo de supremacía es la que va a ir por encima del ordenamiento


jurídico y sobre las decisiones que puedan tomar los órganos de la administración
pública o administración de justicia, para que sea aplicada íntegramente la Constitución
nacional con el fin de alcanzar las metas del Estado.

Axiológica: Es un sistema o especie de ciencia que va a medir la importancia o valores


que tienen las personas dentro de la sociedad, y es lo que se da por el apego que deben
tener las decisiones, o las leyes que sean creadas o se puedan crear dentro del Estado,
incluso la suscripción de tratados internacionales.

Esto quiere decir que lo establecido en la Constitución en los artículos del 2 al 18 y en


el Preámbulo de la misma son los valores supremos de la Constitución. Ninguna
decisión puede estar por encima de estos valores.

1. Supremacía material

Cuando hablamos de supremacía material de la Constitución Política, nos estamos


refiriendo a que las normas jurídicas contenidas en ella, le dan origen, validez, sustento
y estabilidad a todo el ordenamiento jurídico del Estado, esta supremacía material se
expresa, de un lado, en el refuerzo de la legalidad estatal que recibe la comunidad
nacional, en forma directa de la Constitución, como acertadamente dice Burdeau. Los
actos contrarios a las leyes ordinarias, carecen de valor jurídico; con mucha mayor
razón, aquellos actos que infringen la normatividad constitucional, son nulos, aunque
provengan de quienes ejercen el poder de gobernar.
Asimismo, la supremacía material de la Constitución, torna en imposible jurídico la
delegación de competencias, por parte del órgano encargado oficialmente de ejercerlas,
a otro de distinta naturaleza y, por ende, llamado a cumplir otras funciones, un
Presidente, un legislador, un magistrado, etc., no podrían transferirse entre sí, a título
oneroso o gratuito, los cargos públicos que por ley les han sido otorgados. El Poder
Judicial no puede delegar la función de administrar justicia a ningún otro órgano estatal
o privado. Las competencias no son patrimonio de quienes las ejercen por encargo.
Pertenecen al pueblo. Su acceso, ejercicio y transmisión, se hace conforme a la
Constitución y las leyes. En el Perú, el Art. 46 de la Carta Política de 1993 así lo
establece. En resumen, desde el punto de vista material, la Constitución Política es
suprema por que las normas en ella contenidas, constituyen la primera y más importante
fuente de toda la actividad jurídica del Estado. La Constitución es anterior y superior a
todas las demás normas jurídicas, a todos los órganos del Estado, a todos los
funcionarios y autoridades, en fin, a todas las instituciones, sean éstas públicas o
privadas.

2. Supremacía formal

La supremacía formal es la definitiva consagración de su máxima validez jurídica de la


Constitución, considerando que para su elaboración se han utilizado procedimientos
especiales, extraordinarios, y distintos a los que se emplea para dictar las leyes
ordinarias. Todas las normas jurídicas de un Estado le deben su existencia a la
Constitución; ella, en cambio, no le debe la suya a ninguna.

Recuérdese que la Constitución es un producto constituyente. El órgano encargado de


elaborarla, recibió expreso mandato del pueblo para ello.

La reforma de la Constitución también requiere de un procedimiento especialmente


dificultado, previsto por ella misma. No nos olvidemos que todos los poderes
constituidos tienen su tope en la Constitución. Ella les otorgó las competencias que
poseen, ella rige las actividades de cada uno de ellos, ella los gobierna y, de ser
necesario, también los puede reestructurar y hasta eliminar.
FUNDAMENTOS DE LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL
Los fundamentos de la Supremacía de la Constitución son:

1. Es fuente de las fuentes, es la norma normar un, norma de producción, porque de


ella se derivan todas las leyes y demás disposiciones que reglan las competencias,
funcionamiento, atribuciones de las instituciones y conducta de los ciudadanos que
forman parte del Estado.

2. Es fundante, porque crea el orden jurídico y estatal.

3. Limita, encuadra y orienta los actos, la conducta y gestión de los gobernantes y


gobernados.

4. Garantiza el equilibrio en el ejercicio del poder político.

5. Protege y desarrolla los derechos fundamentales de la persona.

6. Legaliza y legitima el sistema político.

7. Es permanente, porque pretende tener una duración temporal indefinida, a diferencia


de las leyes ordinarias de existencia eventual o coyuntural.

De ahí que acertadamente Maurice Duverger nos afirma que “La supremacía de la
Constitución escrita es, en el hecho el instrumento jurídico de la limitación de los
gobernantes. Ella significa, en efecto, que todos deben obedecer a sus disposiciones sin
poderlas modificarlas. Hamilton, lo recuerda el profesor Linares Quintana , explica
elocuentemente este principio de la Supremacía Constitucional, en El Federalista
conceptuando que “ningún acto legislativo contrario a la Constitución puede ser
válido” porque si así no fuere, equivaldría a afirmar que el mandatario es superior al
mandante, que el representante del pueblo es superior al pueblo mismo, que el servidor
es más que su amo; el acto de una autoridad delegada nunca puede ser contrario a los
términos del mandato con arreglo al cual se ejerce, así pues “Una Constitución es de
hecho una ley fundamental y así debe ser considerada por los jueces”.
LA SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL EN LA GOBERNABILIDAD
DEMOCRÁTICA.
El Control Constitucional que significa defender y proteger las normas
constitucionales, ante el incumplimiento o violación, implica defender el Estado Social
y Democrático de Derecho, vale decir, la justicia social, los derechos humanos, la paz,
la libertad, el progreso, el orden, la seguridad jurídica y ciudadana, todos los cuales
constituyen el núcleo duro de la Constitución o la Constitución de la Constitución. Por
eso, la defensa de la Constitución es una tarea de todos. Muy bien dice el maestro
alemán Peter Haberle que “En una democracia cívica pluralista, todos los ciudadanos
son “guardianes” de la Constitución. Lo que las antiguas teorías del Estado concedían
solamente como privilegio y predicado a un presidente, o las más recientes, al tribunal
constitucional, ya no resulta ser, desde la perspectiva de la teoría constitucional de la
actual etapa evolutiva, el monopolio de un solo poder o persona, sino asunto de todos:
todos los ciudadanos y grupos, que por ejemplo interponen recursos constitucionales,
todos los órganos estatales, que están sujetos a la Constitución, tienen que “defender” a
la Constitución en el marco de sus competencias, y no sólo eso sino también continuar
desarrollándola” . Y configurando su pensamiento al referirse a los procesos
constitucionales, dice que “si bien los instrumentos jurídicos son importantes
solamente son eficaces cuando todos poseen una “voluntad de Constitución”
Históricamente, a lo largo de la historia republicana, la constitución ha sido agredida,
violentada o incumplida de muchas formas, desde el golpe de Estado, la discriminación
social y jurídica, hasta contradecirla mediante leyes o simplemente al no cumplir el
mandato de la ley. Una burocracia política dominante, hizo escarnio de la Constitución,
prevaleciendo intereses particulares, foráneos y antinacionales. La Constitución fue
simple hoja de papel o una mera declaración lírica. El principio de la Supremacía
Constitucional fue sustituido por el principio perverso de la voluntad arbitraria y cipaya
de los grupos políticos y económicos dominantes. La Constitución como ley suprema y
fundamental, cuya finalidad es el de proteger y respetar a la persona humana y hacer
posible el bien común, históricamente poco o nada significó, y los más grandes delitos
se cometieron en su nombre. Por eso es necesario revalorizar este principio de la
Supremacía Constitucional, tomar conciencia y asumir la responsabilidad de respetar y
acatar su mandato. Es decir, gobernar bajo el imperio de la ley y no bajo el imperio de
las pasiones arbitrarias y de los intereses nefastos de la vieja y renovada plutocracia,
cuyos ideólogos nos dicen que la historia ya llegó a su fin y que las abismales
diferencias de clase son naturales y legítimas. Rescatar el principio de la Supremacía
Constitucional no es sino contribuir a la gobernabilidad democrática de una sociedad
política como la nuestra, porque los sistemas de control constitucionalidad, el orden
jerárquico de la normatividad, derivados del principio de la Supremacía Constitucional,
funcionan y son eficaces. En una vieja novela italiana, que se llama El Gatopardo, uno
de sus personajes afirmó “Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo
cambie”. Por eso quienes hicieron la Constitución del 93, para que todo cambie, no
sólo nos dieron una Constitución fraudulenta, autocrática, sino además, una
Constitución, sólo para simular un cambio social que nunca se produjo.

Por eso en este magno II Congreso de Derecho Constitucional que aborda


puntualmente el tema del Código Procesal Constitucional, que afina las herramientas
procedimentales que tutelan los derechos fundamentales de la persona, subrayamos la
premisa insoslayable del principio de la Supremacía de la norma constitucional.

CONTROL CONSTITUCIONAL
Del principio de la Supremacía Constitucional que la convierte en inviolable, se deduce
que la Constitución debe ser protegida a fin de garantizar su cumplimiento ante el
riesgo permanente de que una autoridad u órgano de poder incumpla o viole la norma.
La Constitución crea sus propios medios de defensa estableciendo procedimientos e
instituciones especializadas, señalando competencias y atribuciones a los poderes
constituidos derivados como el Poder Judicial, el Poder Legislativo o el Tribunal
Constitucional. “A ese medio de defensa de la Constitución y el principio de la
supremacía constitucional se conoce con el nombre de control de constitucionalidad.”

El profesor Rivera Santibáñez redondeará este concepto de control de


constitucionalidad, definiéndolo como “la acción política o jurisdiccional que tiene la
finalidad de garantizar la primacía de la Constitución, la que debe ser acatada y
cumplida por todos los órganos de poder público, los gobernantes y gobernados, así
como aplicada con preferencia a las leyes, decretos o resoluciones”.
LA CONSTITUCIÓN Y LOS ACTOS DE GOBIERNO

Los primeros gobernantes accedieron al poder, mediante el uso de la fuerza física.


Inventaron mitos y leyendas para afianzar su dominio. Finalmente hicieron creer a los
gobernados que eran imprescindibles en los cargos, merced a la gran experiencia
acumulada a lo largo de los años en el manejo de la cosa pública.

Con la invención de la escritura, aparecen impresas las primeras leyes y, de esta manera,
se instituyó la herencia en el ejercicio del poder político. Los hijos de los gobernantes
muertos se sucedían indefinidamente en el mando, formándose verdaderas dinastías y
castas gobernantes. En aquellos tiempos, los actos de gobierno eran arbitrarios. No
tenían más límites que la propia voluntad de quienes ejercen el mando. Lentamente
fueron surgiendo derechos personales, primero para los nobles y, posteriormente
para el resto de la población. Poco a poco se avanzó en la fijación de límites al poder
omnímodo del gobernante. A finales del siglo XVIII, se dan las constituciones políticas
y, con ellas, se implanta la definitiva sujeción de los actos de gobierno a los mandatos
constitucionales.

Hoy en día es indiscutible que todo gobernante, someta sus actos a la normatividad
constitucional, de lo contrario, dichos actos serían nulos. Cualquier ciudadano podría
impugnarlos y, de no obtener resultados favorables, luchar contra tal gobierno, hasta
que cambie o hasta derrocarlo y sustituirlo por otro que sea respetuoso de la
constitucionalidad en cada uno de sus actos.

La Constitución peruana de 1993 en su Art. 46 dice que el poder de gobernar procede


del pueblo y se ejerce con arreglo a la Constitución y las leyes. Es más, dice igualmente
que nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, autorizando a insurgir en su contra
hasta lograr el restablecimiento del gobierno constitucional.
CONCLUCION

La supremacía constitucional es un principio inherente a toda forma de vida


constitucional, por tanto, es indispensable advertir su dimensión real en cuanto a su
naturaleza. Hoy en día parece imposible mantener una visión formalista de la
Constitución y de la supremacía, ya que existen aspectos sustanciales, como la primacía
de los derechos humanos, que se anteponen como factores prioritarios por seguir.

Si bien es cierto que la supremacía formal, como tal, es un concepto incompleto y casi
en extinción, sobre todo con el incremento de los llamados bloques de
constitucionalidad, es un hecho que el ámbito sustancial de la supremacía se ha visto
fortalecido, y eso, en realidad, es lo que permite que la supremacía de la Constitución
siga siendo un rasgo distintivo.

La Constitución no será suprema por su carácter de norma fundante, sino que lo será en
la medida que aloja elementos axiológicos que incidan en la vigencia y protección de
los derechos humanos, armonizados con los criterios internacionales en dicha materia.

La naturaleza dual no conlleva una negación del principio de no contradicción sino, por
el contrario, implica una dimensión real y necesaria para que los contenidos sustanciales
de la Constitución se vean garantizados a través del grado de primacía que solo la
supremacía en su forma óptima puede propiciar.
BIBLIOGRAFIA

 CALZADA PADRÓN, F. (1990). Derecho Constitucional. México, Harla


 http://constitucionalrobles.blogspot.com/2007/08/la-supremacia-
constitucional.html Publicado por Walter Mauricio Robles Rosales.
 Ley Federal n° 48, de Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Nacionales
(1863).
 Cfr. Mario DE LA CUEVA, Teoría de la Constitución, México, Porrúa, 2008, p.
96.
 Walter Mauricio Robles Rosales

http://constitucionalrobles.blogspot.com/2007/08/la-supremacia-constitucional.html

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