Sei sulla pagina 1di 20

Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

Interpretación patriarcal
de la Biblia y violencia contra
la mujer: Relaciones,
coincidencias e incidencias
 Dr. Miguel Ángel Núñez*
Universidad Linda Vista, México

Ninguna idea se produce al azar. Todo concepto tiene una historia ideológica
y conyuntural. La violencia contra la mujer, en contextos religiosos se sustenta
en una interpretación patriarcal de los textos sagrados. En el caso de la Biblia
no se está exento de este problema.

Introducción (eso es asunto de las convicciones


personales de cada individuo),
Mi formación universitaria fue sino en la influencia que esas
en una universidad confesional, creencias tienen en la vida per-
sin embargo, luego obtuve dos sonal, familiar y social”.1 Siendo
licenciaturas en una universidad tal, al menos por dicha influencia
llamada “laica” y participé en debería estudiarse el fenómeno
cursos de formación profesional con crucial interés.
en otras universidades que sos-
tienen como premisa básica Muchas científicos ilustres de-
la desvinculación formal del dicaron mucho de su tiempo a in-
fenómeno religioso sosteniendo vestigaciones con el fin de no sólo
que el ámbito universitario no es dilucidar el fenómeno religioso
sino establecer sus influencias re-
lugar para tratar temas religiosos.
ales en las vidas de las personas.
Quienes piensan así olvidan Podemos mencionar, sin ser ex-
“que el interés de la ciencia no haustivos, a autores de la talla de
Sique

está puesto en la verdad o false-


dad de las creencias religiosas
1
Carlos Mondragón. “Confusiones y dificul-
* El presente trabajo fue presentado en el tades en la relación psicología-religión” en
Congreso de Psicología realizado en Psicología y Religión: Tensiones y Tentaciones,
la Universidad Adventista del Plata e Cesar R. Avendaño, Susana González e Irma
incorporado en el libro Amores que matan: Herrera O., coordinadores (Buenos Aires:
El flagelo de la violencia contra la mujer. Kairos Ediciones, 1999), 59.

17
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

William James,1 Sigmund Freud,2 las “instituciones religiosas” pero


Alfred Adler,3 Carl G. Jung,4 Gor- si en los “impulsos y sentimien-
don Allport,5 Erich Fromm,6 Jean tos religiosos” que se traducen
Piaget7 y Víctor Frankl,8 por men- en conductas y actitudes hacia la
cionar algunos de la psicología, vida y que están presentes en la
psicoanálisis y psicoterapia. Pero formación de las estructuras men-
lo mismo se ha dado en otras dis- tales de los individuos que son
ciplinas que han visto en la vida conformadas desde su infancia.10
religiosa un factor crucial en la
Por lo tanto, el interés de las
existencia de los individuos y las
ciencias —especialmente de las
sociedades. Por eso “separar re-
que estudian lo humano— no es
ligión de cultura es imposible”.9
emitir un veredicto sobre verdad
Ya lo decía William James en o falsedad de una determinada
1902 en sus conferencias de la opción religiosa, “sino estudiar y
Universidad de Edimburgo que la comprender los efectos que dicha
psicología no está interesada en creencia tiene en la vida social y
personal, desarrollando para ello
1
William James, La variedades de la experi- una teoría y una metodología
encia religiosa (Barcelona: Península, 1994).
adecuada a la naturaleza del
2
Sigmund Freud, Moisés y la religión
monoteísta (Buenos Aires: Santiago Rueda, fenómeno en cuestión”.11
1955); El porvenir de una ilusión (Madrid:
Alianza, 1972). Totem y Tabú (México:
Nuestro interés es la vincu-
Alianza, 1993). lación entre el fenómeno religi-

Alfred Adler y E. Jahn, Religion und
3
oso, las creencias y la conducta
Indivualpsychologie (Viena, s.e.. 1947). de las personas en sus ámbitos
4
Carl G. Jung, Psychology and religión (Yale
University Press., 1938)
privados y públicos. Interesa ver
5
Gordon Allport, The Individual and his
cómo una forma de internalizar la
Religión (New York: McMillan, 1950). creencia afecta la conducta.
Erich Fromm, Psicoanálisis y religión (Buenos
6

Aires: Psiche., 1980); Erich Fromm y D.T.


Zusuki, Budismo Zen y psicoanálisis (México: Rompiendo el mito
Fondo de Cultura Económica, 1992).
7
Jean Piaget, La Psychologie et les Valeurs La relación entre religión y
Sique

Religieuses (Genova: Labor, 1923). violencia no es nueva. La “violen-


8
Viktor Frankl, La presencia ignorada de Dios cia implica siempre el uso de la
(Barcelona: Herder, 1981) y Idem., El hom-
bre doliente: Fundamentos antropológicos de fuerza para producir un daño”.12
la psicoterapia (Barcelona: Herder, 1990).
10
James, La variedades de la experiencia reli-
Cynthia Ezell, “Power, Patriarchy, and Abusive
9
giosa, 14.
Marriages”, en Catherine Clark Kroeger y
James R. Beck, eds., Healing the Hurting:
11
Mondragón, “Confusiones y dificultades en
Giving Hope & Help to Abused Women la relación psicología-religión”, 59.
(Michigan: Baker Books, 1998), 17. 12
Jorge Corsi, “Una mirada abarcativa sobre el

18
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

Hay religiones con las cuales encima de las mujeres” (2, 228).6
la violencia es asociada natu-
La autoridad del marido so-
ralmente. Entre musulmanes,
bre la mujer es indiscutible. Ma-
es común encontrar historias
homa insta a los maridos dicien-
de abuso contra la mujer,1 que
do “vuestras mujeres son vuestro
van desde la castración del clí-
campo de labrar, id, pues, cuan-
toris2 hasta la muerte,3 pasando
do queráis” (2, 223).7 Incluso el
por una gama horrenda de vio-
Corán autoriza la agresión psíqui-
laciones sistemáticas de los dere-
ca y física, la “perla” que valida
chos a opinión, religión, concien-
dicha conducta dice “¡Amonestad
cia y libre desplazamiento.4
a aquellas mujeres que teméis
La base para dicha práctica se que se rebelen, no os acerquéis
encuentra en la interpretación del más a ellas, pegadles!” (4, 34).8
Corán. Mahoma señala taxativa-
La mujer no puede escoger
mente que “los hombres tienen
por sí misma a su esposo porque
autoridad sobre las mujeres en
se supone que no está en condi-
virtud de la preferencia que Al-
ciones naturales para hacerlo.9 La
lah ha dado a los unos sobre las
condición inferior de la mujer se
otras” (4, 34).5 Por otro lado, el
rebela en formas de agresión más
islamismo supone la inferioridad
sutiles, como por ejemplo, la in-
natural de la mujer, un pasaje
capacidad de recibir herencia10 o
coránico señala “los hombres es-
una herencia discriminatoria por
tán en un grado (darayatum) por
el sólo hecho de ser mujer.11
problema de la violencia familiar”, Violencia En el matrimonio se supone a
Familiar: Una mirada interdisciplinaria sobre la mujer al servicio del varón. La
un grave problema social (Buenos Aires:
Editorial Piados, 1999), 23.
poligamia se propicia como un
Jean P. Sazón, Sultana: Una vida real (Buenos
1 don imitable de Mahoma quien
Aires: Editorial Atlántida, 1996). tuvo quince mujeres y aconsejaba
2
Waris Dirie y Cathleen Miller, “Flor del de- “casaos, de entre las mujeres
sierto”, Selecciones del Reader’s Digest,
(Septiembre 1999):122-151. Ibid.
Sique

Talisma Nasrim, Vergüenza, (Madrid: Circulo


3
7
Ibid., 96.
de Lectores, 1996).
8
Ibid.
4
El problema de Afganistán a puesto en el
tapete a los Talibanés que han privado a
9
Ibid.
las mujeres de sus más mínimos derechos 10
Por ejemplo entre los Bereberes, que son las
reduciéndolas a menos que seres humanos. personas pertenecientes a un conjunto de
5
Citado por Josep Manyer, Cuando el Islam etnias autóctonas del Magreb, al oeste del
llama a la puerta: Para una aproximación valle del Nilo
cultural a los musulmanes en Occidente 11
Manyer, Cuando el Islam llama a la puerta,
(Terrasa, Barcelona: Clie, 1999), 95. 96.

19
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

que sean buenas para vosotros, La riqueza de muchos países


con dos, tres o cuatro; pero si árabes sólo ha aumentado el do-
os teméis no ser equitativos… lor y refinado las formas de abuso
entonces con una sola o las que y explotación contra la mujer.7
posea vuestra diestra” (4,3).1
En el mundo hindú la situa-
Situaciones como la reclusión ción no es mejor. Las mujeres
permanente dentro de sus hoga- son maltratadas y muertas por
res2, el uso obligatorio del hiyab esposos, padres y hermanos por
—velo—3 o la burqa aumentan la diversas razones que van desde
sensación de desamparo y sole- no preparar bien una comida
dad la vida de muchas mujeres hasta sospechar que otro hombre
musulmanas. Si a eso se suma ha codiciado a la mujer.8 Aunque
los llamados “homicidios de es una sociedad politeísta y tiene
honor”4 que llevan a la tumba a muchas deidades femeninas
miles de mujeres simplemente por en la práctica no se hace una
traer “vergüenza”5 a sus familias diferencia.
y cuyas muertes permanecen im-
Una declaración del código
punes, tenemos un cuadro horri-
hindú de Manú explica esta ac-
ble de una situación que es am-
titud cuando sostiene que “Dios
parada por conceptos religiosos.
hizo a la mujer naturalmente
Aunque en muchos pasajes
del Corán hay un llamado a la nal, los pocos estudios que se han podido
hacer entre mujeres de medios ambientes
paz y al respeto al ser humano di- musulmanes arrojan resultados terroríficos.
cho mandato no alcanza a la mu- Veáse Muhammad M. Haj-Yahia, “Wife
Abuse and Its Psychological Consequences
jer pues en la práctica se lo aplica as Revealed by the First Palestinian National
con exclusividad a los varones.6 Survey on Violence Against Women”, Journal
of Family Psychology, 13/4 (1999):642-662.
1
Ibid., 99. 7
El libro de Jean Sazón, Sultana: Una vida
2
Ibid., 112-116. real muestra esta realidad en toda su mag-
3
Ibid., 110-112. nitud. Otra historia real, que afecta en este
caso a una mujer inglesa es Beyond the Veil

Veáse informe especial de Amnisty
4
of Darkness, (Nampa, Idaho: Pacific Press
Internacional “Pakistán. Homicidio de niñas
Sique

Publishing Association, 1999), escrito por


y mujeres por motivos de honor”. 22 de sep- Esmie G. Branner quien sufrió la indecible en
tiembre de 1999. Índice Al: ASA 33/18/99s. un mundo donde la mujer no tiene ningún
Amnistía Internacional. Londres. valor como persona individual sino sólo en
5
La vergüenza puede haber consistido en referencia a su esposo.
haber sido violada, de hecho en dichos En la India cada 12 horas muere una mujer
8

países cuando una mujer sufre estupro ella a manos de su esposo, generalmente asesi-
como víctima es asesinada y no el delin- nadas de una manera horrenda, quemadas
cuente. vivas, una práctica muy relacionada con las
6
Los efectos sobre las mujeres son devastado- dotes. [http://www.ispm.org.ar/violencia/im-
res en términos de equilibrio físico y emocio- ages/hechos/los-hechos.html 26.3.200]

20
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

perversa, enamorada de su le- ción de que la mujer merecía de-


cho, prendada de su silla, de sus sprecio y maltrato simplemente
adornos y desordenada en sus por ser la “causa” y “razón” del
pasiones”.1 comienzo del pecado.4
El mito dice que las mujeres En la interpretación Patrística
cristianas son tratadas distinto. Sin la situación no fue menos drásti-
embargo, esta idea es sólo teoría. ca. Desde la misoginia de Agustín
de Hipona5 hasta el miedo pa-
Se supone que el cristianismo
tológico de Tomás de Aquino a
ha hecho por la mujer lo que nin-
ser seducido por una mujer hay
guna otra religión ha sido capaz.
una gran cantidad de padres de
No obstante, la realidad dista mu-
la iglesia que trasmitieron la idea
cho de este supuesto.2 Tendemos
de que la mujer era inferior por
a autoengañarnos en que el cris-
condición natural y que como tal
tianismo ha producido mejores
no merecía el mismo trato que se
hogares y relaciones familiares
le daba a un varón, por mucho
más estables y armoniosas.
que fuera madre y esposa.6
Desde los mismos comienzos
En la Edad Media la situación
del cristianismo muchos se encar-
empeoró. Las más terribles situa-
garon de propagar una idea des-
ciones se dieron en aras de una
deñosa hacia la mujer.3 La prim-
superioridad supuesta y man-
era interpretación en este sentido
tenida como status quo por el
que ganó terreno fue la convic-
4
Al respecto Tertuliano escribió “mujer, de-
1
Citado por Manuel Salvat, ed. La liberación bieras ir vestida de luto y andrajos, presen-
de la mujer (Barcelona: Salvat, 1979), 44. tándote como una penitente anegada en
2
En realidad lo que se ha vivido es lo que lágrimas, redimiendo así la falta de haber
Mary Daly llama “una historia de contradic- perdido al género humano. Tú eres la puerta
ciones”, que lo único que ha hecho es tener del infierno, tú fuiste la que rompió los sellos
un discurso doble que no se aplica a la mu- del árbol vedado, tú la primera que violaste
jer. Veáse Mary Daly, “El cristianismo: Una la ley divina, tú la que corrompiste a aquel
historia de contradicciones”, en Del cielo a a quien el diablo no se atrevía a atacar de
la tierra: Una antología de teología feminista, frente; tú fuiste la causa de que Jesucristo
muriera...”. Tratado del ornamento de las
Sique

Mary Judith Ress; Ute Seibert, Lene SjØrup


(Santiago: Sello Azul, 1997), 61-96. mujeres, Citado por Salvat, 44.
3
Uta Ranke-Heinemann, teóloga católica
5
Cuando se convirtió al cristianismo nunca
narra una historia de cómo se ha perse- más aceptó estar solo en presencia de una
guido ideológicamente a la mujer a través mujer, ni siquiera de su madre.
de la cristiandad sometiéndola a múltiples 6
Las características que los padres considera-
atrocidades con base en una interpretación ban femeninas eran “volubilidad y superfi-
sesgada y sexista de la Biblia. Uta Ranke- cialidad, charlatanería y debilidad” (Juan
Heinemann, Eunucos por el Reino de los Crisóstomo); “lentitud para comprender”
Cielos: La Iglesia Católica y la Sexualidad (Cirilo de Alejandría); “inestabilidad mental”
(Madrid: Editorial Trotta, 1994). (Gregorio Magno). Citado por Daly, 70-1.

21
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

mundo masculino. El cinturón de El siglo XIX y XX trajo cambios


castidad, la reclusión perpetua, la en aspectos esenciales, pero la
muerte a manos de esposos ines- condición de la mujer se mantuvo
crupulosos, la azotaina habitual en muchos aspectos de manera
para la pureza y otras prácticas, similar a antaño.
fueron respaldadas por un clero
Hoy no se tiene “caza de bru-
que veía en dicha conducta algo
jas” —eufemismo medieval para
normal con autorización divina.
justificar la misoginia— no obs-
Se persiguió a toda mujer que se
tante, en muchas comunidades
saliera de los cánones estableci-
religiosas cristianas se sigue tras-
dos y se asoció con la herejía y la
mitiendo una idea de la relación
brujería1 todas las conductas no
varón y mujer donde el protago-
consideradas netamente femenin-
nismo lo tienen los varones y
as.2 De allí que en la ejecución de
las mujeres son entendidas sólo
Juana de Arco en 1431 fluyeran
como un factor subsidiario3 y de-
más cuestiones de tipo ideológica
pendiente sin derechos ni opción.
que religiosas puramente tales.
Su sentido como humanos deben
Aunque el renacimiento y la alcanzarlo a través del varón que
edad moderna trajeron ideas que las “cobija” y “protege”.
mejoraron en algunos aspectos la
Cuando se llega al tema de
condición de la mujer, en el fondo,
la violencia física o psicológica
especialmente en comunidades
contra la mujer el asunto alcanza
religiosas cristianas, la situación
ribetes dramáticos y en la vida pri-
siguió siendo igualmente de
vada de las víctimas se convierte
dependencia y sumisión.
en una tortura perdurable y sos-
tenida en el tiempo.
1
Es sintomático que la mayoría de las perso-
nas acusadas de brujería en la Edad Media
fueron mujeres, y todas ellas eran solteras, Creencia, estructura mental
viudas o simplemente viejas, en otras pa- y conducta
labras, no estaban sometidas al sistema
patriarcal o quedaban fuera del dominio
La correlación entre lectura
Sique

de los varones. Las mujeres no dependien-


tes de padres o esposos fueron percibidas
como peligrosas. Diana Gittins, The Family 3
C. Raymond Holmes. The Tip of an Iceberg:
in Question: Chanching Households and Biblical authority, biblical interpretation,
Familiar Ideologies, (Londres: MacMillan and the ordenation of women in Ministry,
Press, 1985), 41-2. (Wakefield, Mi.: Pointer Publications, 1994),
2
M. McNamara y S. Wemple, “Sanctity especialmente pp. 133-156 y Samuele
and Power: The Dual Pursuit of Medieval Bacchiocchi, Women in the Church: A bibli-
Women”, en Becoming Visible: Women in cal study on the role of Women in the Church,
European History, R. Bridenthal y C. Koonz, (Berrien Springs, Mi.: Biblical Perspectives,
eds. (Boston: Houghton Mifflin, 1977). 1987), especialmente 71-78.

22
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

patriarcal de la Biblia y violencia Por otro lado, hay una íntima


contra la mujer se basa sobre tres relación entre el lenguaje y la visión
premisas básicas. En primer lugar, que se tiene de la realidad“4 con
las conductas son resultado de las palabras construimos el sen-
procesos mentales que a su vez tido (orden) de la realidad, pero
se sustentan en ideas, conceptos, es a través de la función simbólica
y creencias. Toda religión implica que encontramos su significado”.5
por lo menos un comportamien- A manera de ejemplo, las mujeres
to, un sistema de creencias y un han sido definidas generalmente
conjunto de sentimientos.1 en relación al rol que ocupan
en el sistema de parentesco, la
“La práctica, la creencia y
señora de tal, la hija de tal o la
los sentimientos realizan la inten-
hermana de tal. Sin embargo,
cionalidad religiosa”.2 Desde esta
históricamente los varones han
perspectiva la religión no es sólo
sido definidos fundamentalmente
contacto con lo sagrado y una
en virtud del rol que ocupan en
vivencia interior privada, también
el sistema ocupacional, de allí el
es una práctica externa que se da
surgimiento de algunos apellidos
en un entorno social. Se traspasan
ingleses por ejemplo Smith (her-
a las relaciones interpersonales
rero), Taylor (sastre), Sawyer (aser-
las creencias profundas que se
rador), o Miller (molinero).6
viven en la conciencia individual.
Las investigaciones mues-
La forma de pensar modifica
tran que para la mujer cristiana
la conducta de las personas. Los
“la influencia de la religión en
epistemólogos Humberto Matura-
definir su rol en la familia no ha
na y Francisco Varela han estable-
sido un factor positivo. Varios au-
cido la conexión fenomenológica
tores señalan que adherir a las
que existe entre la mente, las
creencias y la conducta.3 4
Muchos de los que trabajan con el tema de
violencia planteen la necesidad de una re-
1
Mondragón, “Confusiones y dificultades en visión del lenguaje que se usa con el fin de
la relación psicología-religión”, 59. no usar la misma terminología que ha sido
en parte, causal del problema. Al respecto
Sique

Antoine Vergote, Psicología religiosa,


2

(Madrid: Tauros, 1975), citado por Ibid., 59. veáse Rynaldo Perrone y Martine Nannini,
Violencia y abusos sexuales en la familia:
Humberto Maturana R. y Francisco Varela
3
Un abordaje sistémico y comunicacional
G., El árbol del conocimiento, (Santiago: (Buenos Aires: Paidos, 1998), 22-3.
Editorial Universitaria, 1990) y Humberto
Maturana R. “Conversaciones Matrísticas y José Alcántara, “Mitopoises: Fundamenta-
5

Patriarcales”, Humberto Maturana R. y Gerda ción para una psicología pastoral”, en Psico-
Verden-Zoller, Amor y Juego: Fundamentos logía y Religión (Cesar Avendaño, Susana
olvidados de lo humano desde el patriarcado González e Irma Herrera, coors; Buenos
a la democracia. (Santiago: Editorial Instituto Aires: Kairos, 1999), 90.
de Terapia Cognitiva, 1993). Gittins, The Family in Question, 35.
6

23
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

creencias tradicionales acerca de Universidad Ben Gurion en


los roles sexuales contribuye a la Negev en Israel, han probado
depresión, la represión, y la vic- que quienes realizan una lectura
timización de las mujeres en la patriarcal de los textos judíos
familia”.1 El lenguaje se convierte sagrados (Biblia hebraica, Mishna
en prisión en la realidad. y Talmud) tienden a violentar a sus
mujeres. Lo mismo se observa en
La violencia no está ligada
el tratamiento de justicia aplicado
necesariamente a conductas psi-
en los tribunales religiosos.3
cosociales anormales en términos
de patología médica o psicológi- El mismo fenómeno ha sido
ca, sino al aprendizaje,2 o, sigu- observado por Eugenia Lily Cam-
iendo el lenguaje de la Gestalt, a ba con mujeres cristianas en Fili-
juegos de roles que se ejecutan pinas sometidas a tratos vejato-
siguiendo un patrón inconsciente. rios en base a interpretaciones
Dichos roles van de la mano de patriarcales de la Biblia.4
las creencias y de las ideas.
Algo similar observa Antje
Supuestamente la Biblia in- Heider-Rottwilm en comunida-
fluiría en los hábitos, valores, prin- des religiosas fundamentalistas
cipios y formas de vida y obraría norteamericanas.5
como agente modificador de la
A. Shupe, W. Stancy y L. Ha-
vida del creyente.
zlewood, en una investigación a
Esto es mucho más trascen- 500 residentes de Texas demos-
dente en contextos conservadores traron que “las denominaciones
donde la Biblia tiene un carácter religiosas conservadoras6 tienen
autoritativo y normativo. 3
Naomí Graetz, “Judaism Confronts
Wife-Beating”, Women in Judaism: A
Multidisiplinary Journal 1(1998): 2-10
Investigaciones y Naomí Graetz, Judaism Confronts
Wifebeating (Jerusalem: Jason Aronson,
Naomi Graetz, de la Inc., 1998).
C. Neuger, en R. Wicks, R. Parson y D.
1
Eugenia Lily D. Camba, “Women’s
4

Liberation through Empowerment of the


Sique

Capps, eds. Clinical Handbook of pastoral


counseling (New York: Paulist, 1993), 185- Laity”, The Ecumenical Review, 45/4
207. A. Shupe, W. Stacey y L. Hazlewood, (Octubre 1993):416-420.
Violent Men, Violent Couples (Lexington, MA.: Antje Heider-Rottwilm “Violence against
5

Lexington, 1992). J. Stoudenmire, “The role of Women: A Challenge to the Churches


religion in the depressed housewife”, Journal Solidarity”. The Ecumenical Review, 46/2
of Religion and Health (1976): 15, 62. (Abril 1994):172-7
2
Silvia Suárez Loto, “Masculinidad y violencia. 6
Denominaciones que tienen un apego más
El trabajo con hombres violentos”, en Corsi, literal al texto bíblico y por lo tanto, apare-
“Una mirada abarcativa sobre el problema cen, doctrinalmente como más conservado-
de la violencia familiar”, 133-168. ras en su ortodoxia doctrinal.

24
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

más incidentes de abuso y vida abuso físico.5 Todo bajo el ampa-


amenazadora que personas de ro de una religión avala y propicia
denominaciones moderadas”.1 dichas conductas.
El estudio mostró que muchos
Un varón que cree tener dere-
varones utilizaban conceptos bí-
chos de mandato y dominio sobre
blicos para justificar sus arreba-
su esposa estará más propenso a
tos violentos invocando que sus
violentarla. “Muchos abusadores
mujeres debían someterse a el-
creían que tenían un derecho le-
los por mandato divino.2
gal y moral de ser brutales para
La lectura patriarcal de la con las mujeres con las que es-
Biblia propicia que la mujer sea taban casados”.6 William Hauser
tratada como un ser de segunda señala en el contexto de un estu-
categoría, en ese contexto se ob- dio sobre violencia que cuando
servan figuras conductuales de los esposos percibían tener poder
maltrato verbal3 y emocional4 y sobre su familia, los conceptos re-
ligiosos acerca de ser la “cabeza
1
Citado por Ezell, “Power, Patriarchy, and del hogar” servían de refuerzo
Abusive Marriages”, 27.
para hostilidad y aumentaban las
2
Ibid. Para una discusión sobre el sentido
bíblico de “someterse” veáse Miguel Angel posibilidades de abuso físico para
Núñez, “¿Quién sometido a quién?”, Revista mantener dicho estatus.7
Enfoque de Nuestro Tiempo, México, 1997.
3
Se entiende por abuso o maltrato emocio- Lo contradictorio es que los
nal el “uso de formas de agresión verbales mismos sujetos que defienden el
y no verbales encaminadas a intimidar, som-
eter y controlar a otro ser humano. No se
modelo patriarcal opinan positi-
trata simplemente de comportarse de forma vamente sobre conceptos que son
cruel y mezquina con el otro, sino de una por definición contrarios al patri-
manera que sirve para consolidar el poder
y mantener el terror”. Neil Jacobson y John privación, sobrecarga de responsabilidades y
Gottman, Hombres que agreden a sus mu- distorsión de la realidad subjetiva. Catherine
jeres: Cómo poner fin a las relaciones abu- Kirkwood, Cómo separarse de su pareja
sivas (Barcelona: Paidos, 2001), 162. Otra abusadora: Desde las heridas de la supervi-
definición señala “el maltrato doméstico se vencia a la sabiduría para el cambio (Buenos
refiere a las agresiones físicas, psíquicas, Aires: Granica, 1999), 70-86.
sexuales o de otra índole, llevadas a cabo
El abuso verbal es la antesala del abuso físi-
5
Sique

reiteradamente por parte de un familiar (ha-


bitualmente el marido), y que causan daño co y sexual. Catherine Clark Kroeger y Nancy
físico y/o psíquico y vulneran la libertad de Nason-Clark, No Place for Abuse (Downers
otra persona (habitualmente la esposa)”. Grove: InterVarsity, 2001), 79.
Belén Sarasua, Irene Zubizarreta, Enrique James Ptacek, “Why do men batter their
6

Echeburúa y Paz de Corral, “Perfil psicológi- wives?”, en Feminist Perspectives on Wife


co del maltratador a la mujer en el hogar”, Abuse (Kersti Yllö y Michelle Bogrand, comp;
en Enrique Echuburúa, ed. Personalidades Beverly Hills, CA: Sage, 1988).
Violentas (Madrid: Pirámide, 1996), 113. 7
W. Hauser, Differences in relative resources:
Las características esenciales del abuso emo-
4
Familial power and spouse abuse (Palo Alto,
cional son degradación, temor, cosificación, CA: R & E Research Associates, 1982), 56.

25
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

arcado, por ejemplo, la doctrina cipios o filosofía de este control se


protestante del “sacerdocio uni- basa en la autoridad del varón”.2
versal de todos los creyentes” o el De hecho, el patriarcado no es ni
ministerio de los dones del Espíritu más ni menos que la soberanía y
Santo (que a todas luces no dis- el poder sustentado en el género.3
crimina). La paradoja es explica- “El esposo es la autoridad final, y
da a partir de no querer cambiar las esposas y los niños son legal-
esquemas que propician un status mente dependientes de él”.4
quo al que no se está dispuesto
Quienes realizan una inter-
a renunciar, por mucho que per-
pretación patriarcal de la Biblia
ciban argumentos en contra.1
suponen que dicho modelo social
es atemporal y de aplicación ac-
Lectura patriarcal de la Biblia tual, por lo tanto, al leer el texto
bíblico no hacen más que buscar
Es más sencillo repetir un pre-
argumentos para su dominio so-
juicio que criticar dicho precon-
berano sobre la mujer.5
cepto a la luz del testimonio bíbli-
co. La primera actitud es la que La tesis de este artículo es que
engendra multitud de fanáticos y la interpretación patriarcal de la
la segunda, que es más escasa, Biblia presenta una imagen de la
suele ser, lamentablemente, re- mujer que crean las condiciones
ducto de eruditos que comparten para avalar, favorecer y/o propi-
su erudición en medios cerrados y
muchas veces crípticos. 2
Del Birkey, “The Patriarchs Are Coming!”,
Priscila Papers, 14/2 (Spring 2000):17.
Qué se entiende por “patri- 3
Ese concepto prima en estudios de género.
arcado”. Social y culturalmente Una definición dice que patriarcado es la
“hegemonía masculina en las sociedades
definido el patriarcado es “una antiguas y modernas. Según esta nueva con-
forma de organización en la cual cepción, el patriarcado no es el gobierno de
ancianos bondadosos cuya autoridad provi-
el padre es la cabeza de la fa-
ene de su sabiduría, sino una situación de
milia, clan o tribu... en el cual el dominación y, para algunas corrientes, de
poder es mantenido y transferido explotación”. Alicia H. Puleo, “Patriarcado”,
en: Cecilia Amorós, ed. 10 Palabras Clave
Sique

a través de los varones (y) los prin- Sobre la Mujer (Estella, Navarra: Verbo
Divino, 1995), 21.
1
Un estudio efectuado en Australia observó el
mismo fenómeno en relación a asumir va- Ezell, “Power, Patriarchy, and Abusive
4

lores de igualdad y mutualidad entre varones Marriages”, 17.


y mujeres, la realidad es que se vive un doble 5
En este contexto, no son capaces de dis-
estándar, por una parte, se cree en la rel- criminar los “textos de terror” y las horrendas
ación igualitaria, pero, en la práctica se vive mutilaciones, humillaciones y muertes de
de manera diferente. Veáse Michael Bittman mujeres que presenta el texto bíblico. Eso ha
y Jocelyn Pixley, The Double Life of the Family evidenciado Phyllis Trible en su libro Texts of
(Sydney: Allen & Unwin, 1997), 147ss. Terror (Philadelphia: Fortress Press, 1984).

26
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

ciar la violencia verbal y física una compañía de un orden


contra la mujer. En otras palabras, inferior para salvar al hom-
“las creencias patriarcales acerca bre de su soledad.6
de las relaciones maritales hacen
• La mujer tienta al varón y en-
a la mujer vulnerable al abuso e
tonces esto la hace respon-
impotentes para protegerse a sí
sable de toda la pecami-
mismas de aquel abuso”.1
nosidad humana. De allí la
Cómo dice la arqueóloga imagen de tentadora con la
Carol Meyers, una interpretación que se cubre todo lo femeni-
patriarcal de la Biblia discrimina no y la tendencia a asociarla
un sexo en favor de otro y por con el mal, situación que se
ende, propone interpretaciones ha vivido desde siglos en el
favorables a su perspectiva par- cristianismo.
cial.2 Por ejemplo, en una lectu-
• Por todo esto, la mujer es
ra patriarcal del Génesis se han
maldecida con dolor en el
dado históricamente algunas de
parto.7
las siguientes ideas que supues-
tamente presentaría el texto: Del mismo modo, si se inter-
preta la encarnación de Cristo
• Si Dios es varón3, entonces
desde el patriarcado entonces:
crea primero a un varón, lo
cual hace del varón un ser su- • Cristo se encarna como varón
perior, lo cual significa que la necesariamente porque el
mujer es inferior.4 varón representa un estrato
superior de la raza humana.8
• Si la mujer es creada como
ayudadora,5 entonces es “Debe de­cirse que fué (sic) necesario que se
hiciera la mujer, como dice la Escritura, para
ayuda del varón; no para ayu­darle en algún

Ezell, “Power, Patriarchy, and Abusive
1
trabajo, como algunos dijeron, pues para
Marriages”, 16. cualquier otra obra mayor auxilio podría en-
Carol Meyers, Discovering Eve: Ancient
2
contrar en otro hombre que en la mujer, sino
Israelite Women in Context (New York: para ser su cooperadora en la generación”.
Oxford University Press, 1988), 78. Suma Teológica (trad. Leonardo Castellani;
3
Para un análisis de este tema de una pers- Buenos Aires: Club de Lectores, 1945),
Sique

pectiva no patriarcal ni feminista veáse Cuestión XCII, art. 1, resp. 4:199.


Elizabeth Achtemeier, “¿Why God is not 6
La interpretación tradicional de Agustín de
Mother?”, Christianity Today, 37 (1993). Hipona y Tomás de Aquino repetida entre
Véase una crítica a este concepto en Miguel
4 otros por Calvino y Lutero.
Angel Núñez, “Dios en Femenino”, Vida 7
Para una reacción a estos pensamientos
Feliz, agosto y septiembre 2000. Además veáse Marga Muñiz Aguilar, Femenino
Muñiz, 177-182; Sallie McFague, “Dios Plural: Las mujeres en la exégesis bíblica
como madre”, en Del cielo a la tierra: Una (Barcelona: Editorial Clie, 2000), 15-22.
antología de teología feminista, 297-310. 8
Una crítica a este concepto en Miguel Angel
5
Santo Tomás de Aquino dice taxativamente: Núñez, “La encarnación de Dios, ¿exalta

27
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

• Si Cristo se encarna como guaje vernáculo, contaminados


varón entonces, la mujer es con las impresiones, prejuicios y
inferior por esencia. conceptos2 de quien traduce.3
• Siendo la mujer inferior lo Se supone, en base a Génesis
único que le queda es some- 1 y 2, en una interpretación patri-
terse a la voluntad del varón: arcal, que la mujer fue creada in-
padre, esposo, suegro, hijo. ferior y subsidiaria. Sin embargo,
un análisis del texto respetando su
• Siendo que el varón repre-
integridad, la retórica de la nar-
senta a Cristo en la iglesia,
ración y las estructuras verbales
entonces, la mujer no está
hebreas originales, no se puede
llamada a ejercer ningún
llegar a dichas conclusiones.4 La
cargo eclesiástico, pues
expresión Adán —utilizada para
pondría en duda el liderazgo
referirse al primer ser humano, en
varonil de Cristo.1
el texto hebreo significa simple-
Estos y otros argumentos,
son sólo un botón de muestra 2 En otro trabajo hemos discutido sobre la
de adonde se puede llegar con problemática de las cosmovisiones que hay
una visión patriarcal del mensaje tras un término y como al traspasarlo al uso
común no decimos con la palabra lo que
bíblico y del rol de la mujer. realmente el concepto quiere decir, viejo
problema que los lingüistas vienen tratando
por décadas. Veáse Miguel Angel Núñez, “El
El sentido del relato bíblico que concepto verdad en sus dimensiones griega y
hebrea”, Andrews University Seminary Study,
imposibilita una lectura patriarcal
1997 y Miguel Angel Núñez, “El Concepto
Verdad en sus dimensiones griega y hebrea y
El sentido original del texto su trascendencia hermenéutica para latinoa-
hebreo y griego pocas veces mérica”, Enfoques, 1994.
es considerado por quienes Iliona Raschkow ha investigado que en di-
3

versas traduc­ciones inglesas se dan diferen-


sostienen ideas patriarcales, a tes sentidos, dependiendo del punto de vis-
los más basan sus premisas en la ta teológico del traductor, incluso, ligadas
lectura de textos traducidos a len- a condiciones socioculturales en las que
está envuelto. Falta un trabajo similar para
al hombre y desprecia a la mujer?”, Vida traducciones hispanas. Ilona N. Raschkow,
Sique

Feliz, Buenos Aires, (Febrero 2001) y “La Upon the Dark Pla­ ces: Antisemitism and
encarnación”, Enfoque de Nuestro Tiempo, Sexism in English Renais­ sance Biblical
México, (Enero 2002). Traslation (Sheffield: Almond, 1990).
1
Para una reacción a este pensamiento, Carter Para una discusión exhaustiva del asun-to
4

Heyward, “Re-imaginando a Jesús”, en Del veáse Miguel Angel Núñez, “La rela-ción
cielo a la tierra, 323-332 y Aleixandre, varón y mujer en Génesis 1 y 2: Prolegó-
Dolores y Magdalena Fontanals, “Cuando menos para una antropología”, Tesis,
las mujeres se sienten creyentes y feminis- Magíster en Teología. Universidad Adventista
tas” en Grupo de reflexión de mujeres de la del Plata, 1999; idem., Amor sin fronteras:
HOAC de Barcelona, http://www.fespinal. La relación varón y mujer en Génesis 1 y 2
com/espinal/2_cj_hp.htm (Lima: Fortaleza Ediciones, 2007).

28
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

mente “ser humano” y es el nom- todos los seres humanos por igual
bre con el cual la divinidad señala y que no hace discriminación de
tanto al varón como a la mujer personas. De hecho, “la Biblia,
(Gn 5:2) y significa sencillamente correctamente comprendida, no
“humano”.1 “Estas palabras de prohíbe sino autoriza derechos
ninguna manera implican jerar- iguales”3 para varones y mujeres.
quía, sino sólo diferenciación sex-
El clímax de dicho argumento
ual, pero al mismo tiempo enfati-
se observa en Cristo quien reivin-
zan la diferencia como un rasgo
dica a la mujer de una forma tal
fundamental de ambas formas de
que es una verdadera revolución
la naturaleza humana”.2
en el trato que se daba a la mujer
Si Dios hubiese querido ex- hasta su tiempo. Cristo valora a la
plícitamente señalar que el varón mujer al grado de concederle el
era superior a la mujer lo habría honor de ser enseñada, escucha-
explicitado en el texto original de da y respetada, que para su tiem-
su ideal para la raza humana. po era no sólo una actitud única
Nada de eso hay en el texto, al sino inesperada en un varón.
contrario, Génesis 1 y 2 no son
Por otro lado, cuando se
un buen argumento para quienes
analiza a Pablo y su mensaje de
pretendan subrayar la superiori-
manera real y sin atavismos ba-
dad supuestamente superior del
sado en creencias mantenidas
varón por sobre la mujer. Por di-
por tradición lo que se encuentra
cha razón, la explicación ha de
no es una supuesta misoginia,4
encontrarse fuera de Génesis 1
sino todo lo contrario, un res-
y 2. Y realmente, lo pasajes que
peto y sentido de mutualidad en
hay a continuación muestran
la relación varón y mujer que por
un deterioro de la relación del
decir lo menos, es extraordinaria
varón y la mujer que va desde el
en su mundo altamente radicali-
sometimiento arbitrario hasta la
zado con la figura de una mujer
degradación completa.
sometida,5 esclavizada y sin op-
Sin embargo, en un análisis
Sique

más profundo, se puede ver a Dios 3


E. S. Fiorenza, “Feminist Hermeneutics”, en
D.N. Freedman, ed. Anchor Bible Dictionary
presentando continuamente su (Garden City, NY: Doubleday, 1993), 789.
voluntad en torno al ser humano 4
Gittins, The Family in Question, 38.
y nos va diciendo que él ama a 5
Un buen ejemplo de lo que pueden ser es-
tudios no patriarcales de la Biblia y que

Para mayor información veáse Miguel
1
presentan a Pablo en una dimensión nueva
Angel Núñez, Amar es todo (Buenos Aires: son los estudios ya clásicos de Richard Clark
Ediciones New Life, 1995). Kroeger y Catherine Clark Kroeger, I Suffer
2
Alcántara, “Mitopoises”, 92. not a Woman: Rethinking 1 Timothy 2:11-15

29
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

ción propia fuera del varón.1 ñala a alguien que por con-
stitución esencial es incapaz
Lectura patriarcal: de ejercer más fe, al menos
consecuencias para la mujer como la fe de los varones.
• Al asignarle menos valor, crea
La lectura patriarcal de la Bi-
un ambiente donde la mujer
blia crea condiciones para el abu-
tiende a desvalorizarse a sí
so emocional y posteriormente el
misma y dicho concepto es
abuso físico de la mujer por al
validado y retroalimentado
menos las siguientes razones:
por un ambiente que tiende
• Le asigna un valor a la mujer a hacer creer a la mujer que
inferior por un supuesto dis- ciertas funciones le están
eño divino. Eso hace que la vedadas sólo por ser mu-
mujer sea tratada esencial- jer. Dicho de otro modo, un
mente como una persona de lenguaje sexista que tiende
menos valor sólo por ser mu- a ser “androcentrista”2 crea
jer. Eso es expresado incluso las condiciones psicológicas
en la formulación de algunos para que la mujer sea trata-
términos que tienen su origen da como un ser inferior. Si el
en prejuicios misóginos, por 2
“Es una expresión derivada del griego que
ejemplo, la expresión “fe- significa literalmente centrado en el varón.
menino” que proviene del Considera a los varones como seres hu-
manos normativos, y a las mujeres como
latín “feminus” que significa derivadas y subordinadas”. Mary Hunt en:
literalmente “menos fe” y se- Letty Russell and J. Shannon Clarkson, edits.
Dictionary of Feminist Theologies (Louisville,
Kentucky: Westminster/John Knox Press,
in Light of Ancient Evidence (Grand Rapids, 1996), “Androcentrism”. Es lo que las femini-
MI.: Baker, 1994) y Gilbert Bilezikian, El stas llaman la “falacia androcéntrica”. Penny
lugar de la mujer en la iglesia y en la familia: Jones, Feminist Theology: An Introducction.
Lo que la Biblia dice (Buenos Aires: Nueva http://www.penink.demon.com.uk/femtalk.
Creación, 1995). También es posible encon- htm El término fue acuñado por Lester Ward
trar material en libros que responden a los en 1903 en su libro Pure Sociology y popu-
argumentos que se oponen a la ordenación larizado por Charlotte Perkins G. en 1911 en
de la mujer, por ejemplo, Patricia Habada y su libro The Man-Made World. En el pensa-
Sique

Rebecca Frost Brillhart, eds. The Welcome miento feminista más radical se lo usa como
Table: Setting Place for Ordained Women sinónimo de “falocentrismo” y “masculini-
(Langley Park, MA.: TEAMPress, 1995) y dad”. Lisa Tuttle, Encyclopedia of Feminism
Nancy Vyhmeister, ed. Women in Ministry: (Londres: Arrow Books, 1986), 19. Quien
Biblical & Historical Perspectives (Berrien ha aplicado el término a la teología ha sido
Spring: Andrews University Press, 1998). Elisabeth Schüssler Fiorenza, quien ha cali-
1
Como señala Ezell en “la iglesia del Nuevo ficado muchas hermenéuticas y exégesis de
Testamento en algunos lugares ofrece a la “androcentrismo teológico”. In Memory of
mujer más oportunidades de liderazgo que Her: A Feminism Theological Reconstruction
muchas iglesias del presente”. Ezell, “Power, of Christian Origins (New York: Crossroad,
Patriarchy, and Abusive Marriages”, 19. 1983), xiii-xxiiiss.

30
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

varón por designio divino a sus mentes, validada por Dios


de ser el centro, entonces, la mismo al haberles concedido
mujer alcanzaría su vocación un valor superior a la mujer.
como persona sólo en la
abnegación, el sacrificio, el ¿Cómo se observa el problema en
servicio y la entrega indeclin- medios ambientes cristianos?
able a valores supuestamente
“femeninos” y que serían su Según recientes investiga-
espacio natural de acción. ciones del problema en el contex-
Esto es validado en una serie to religioso, tanto judío como cris-
de mitos religiosos cristianos tiano, el problema está presente
que ponen a la mujer en un en todos los niveles eclesiásticos y
lugar de subyugación y se les se da de variadas formas:
enseña a pensar que han de • Retroalimenta la supuesta in-
alcanzar su realización sólo ferioridad natural de la mujer
a través —por ejemplo— de con discursos que ponen a
la maternidad. Tal vez por los varones en un rol siempre
eso el mito mariano sea tan superior en jerarquía y en im-
defendido por varones, es- portancia. La hermenéutica y
pecialmente, pues tiende a la exégesis estarían al servicio
reivindicar valores masculinos de esta posición.1
más que femeninos. La mu-
jer, alcanzaría su redención a • Minimizando y justificando
través de la concepción. las conductas violentas de
varones que agreden a sus
• Una hermenéutica patriar- esposas e hijas con un lla-
cal y androcentrista crea las mado repetido a la toleran-
condiciones religiosas y a la cia, el perdón, la paciencia,
postre psicológicas para que la espera de transformación,
los varones estén más pre- etc. que no es igual de con-
dispuestos a supravalorar su sistente cuando las agresoras
sexualidad masculina y, a la son mujeres, en ese caso, en
Sique

vez, infravalorar la sexualidad el discurso no se invocan los


de la mujer. Dicho de otro mismos principios, o cuando,
modo, muchos varones que el agresor es un extraño la ac-
castigan psicológica y física-
mente a la mujer, tienden a
minimizar su acción basados 1
Veáse por ejemplo Erin White y Marie Tulip,
en una supuesta superioridad Knowing Otherwise: Feminism Women &
Religion (Melbourne: David Lovell Publishing,
sobre la mujer, y que es, en 1991), 89-126.

31
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

titud es diferente.1 temas considerados varoniles.


• Enseñando que varones y Es sintomático que en todos
mujeres tienen roles estáticos los estudios de abuso y violencia
que no se deben alterar, pues verbal o física contra la mujer
podrían ocasionar un caos en ambientes religiosos, los pro-
que no correspondería al pugnadores de dichas conductas
ideal divino.2 Lo cual llevaría, sean acérrimos defensores de una
por ejemplo, a que muchos posición subyugada e inferior de
varones consideren que la la mujer con respecto al varón.
crianza y la formación ética, Llama la atención además, que
espiritual y social de los hijos en círculos donde se defiende la
sólo sea asunto de mujeres. mutualidad y la relación de reci-
procidad en términos de igualdad
• Dando más importancia a
de derechos y privilegios entre var-
aspectos tangenciales como
ones y mujeres no se de el mismo
son las estructuras, las pugnas
índice de violencia verbal o física,
de poder, y otras cuestiones
al contrario, los resultados resul-
que atañen supuestamente
tan irrelevantes en comparación
sólo al varón, y dejando a un
con el grupo que defiende una
lado otros aspectos que son
posición patriarcal y de dominio.
considerados sólo del ámbito
de la mujer, y por ende, de
menor relevancia frente a los El poder: El problema de fondo
3

El patriarcado es en esencia
1
Esta actitud contrasta con la tendencia mun-
dial que en intervención en matrimonios un problema de género y un tipo
con violencia recomiendan la separación de relación que se basa en el uso
del agresor, o sacar a la víctima de lado del del poder4 y de la comprensión
agresor y ayudarla a hacer una lectura del
incidente donde no sea victimizada nueva- de éste al interior de las familias.
mente con un discurso que la haga pensar El asunto se reduce a la forma en
que ella tiene culpa o que de algún modo ha
propiciado la agresión. Nada justifica la vio-
que se entiende la utilización del
lencia, eso lamentablemente no es obvio en poder al interior de la pareja. La
Sique

el contexto patriarcal. Veáse Cloé Madanes, estructura de poder siempre “im-


James P. Keim, Dinah Smelser, Violencia
masculina (Barcelona: Ediciones Granica, plica la existencia de un ‘arriba’ y
1997), especialmente 187-210. un ‘abajo’, reales o simbólicos,
2
Es el discurso propio de grupos cristianos que
sistemáticamente relegan a la mujer a un rol
3
Entendemos “poder” como la “suma total
subsidiario, un análisis reactivo al respecto de recursos personales y externos que se
presenta la autora católica Esther Vilar, emplean para lograr el control”. Kirkwood,
Católica del mundo Uníos: En lucha con- Cómo separarse de su pareja abusadora,
tra una iglesia sexista (Barcelona: Grijaldo 94.
Mondadori, 1996). 4
Gittins, The Family in Question, 35.

32
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

que adoptan habitualmente la for- ese sentido, las estructuras so-


ma de roles complementarios”.1 ciales de poder retroalimentan el
control del varón dándole her-
Cuando un varón ha sido
ramientas para ejercer el poder.4
formado pensando que tiene el
poder de mandar, enseñar, cor- En el discurso bíblico patriar-
regir, guiar, ordenar, etc. y que cal “la supremacía económica, el
eso incluye a su mujer entenderá poder político y el control religioso
como atentatorio a su rol cualqui- fueron todos definidos en relación
er rol de mutualidad o igualdad con el padre, que era al mismo
que tienda a minimizar su accio- tiempo la cabeza de la casa, cuy-
nar de poder. Muchos de los con- os miembros le eran dependientes
flictos que finalmente generan en en su posición superior en todas
violencia verbal y física están rela- las esferas.”5 No es difícil derivar
cionados con poder. De hecho de allí, en un análisis diacrónico
“muchos hombres se creen con y que extrapole sin considerar las
derecho a pegar a sus mujeres si distancias culturales e históricas,
éstas se oponen a su autoridad”.2 un discurso similar para hoy.
Si el discurso religioso valida En el contexto patriarcal la
dicha utilización del poder cen- mujer nunca tuvo los mismos
trado en el varón, entonces se derechos legales, educacionales,
produce un ambiente donde lo religiosos, políticos o de propie-
religioso sirve de excusa ideo- dad que el varón, no se observa
lógica para mantener el status en las mujeres un equivalente al
quo. Como sostiene el sociólogo varón de identidad por trabajo6
Humberto Lagos Schufeneger, la “las expectativas de la mujer se
validación religiosa finalmente centraban en servir al varón”.7
se convierte en el sustento más
Cuando hay abuso, el abu-
importante del accionar social,3
sador “usa su capacidad de
toda vez que lo espiritual aparece
persuasión, su habilidad para
siempre como supraterreno y con
una influencia incuestiona-ble Kirkwood, Cómo separarse de su pareja
4
Sique

abusadora, 95.
frente a poderes temporales. En 5
Gittins, The Family in Question, 38.
6
Tal vez la única excepción sean Hulda la pro-
1
Corsi, “Una mirada abarcativa sobre el prob- fetiza y Debora la jueza.
lema de la violencia familiar”, 23. 7
J. Lown, “Not so Much a Factory, More a
2
Jacobson y Gottman, Hombres que agreden Form of Patriarchy: Gender and Class dur-
a sus mujeres, 293. ing Industrialisation”, en Gender, Class and
3
Lagos Schuffeneger, Humberto, Crisis de la Work (E. Gamarnikow, D. Morgan, J. Purvis,
Esperanza: Religión y Autoritarismo en Chile D. Taylorson eds.; Londres: Heinemann,
(Concepción: Presor-Lar, 1988), 16-20. 1983), 35.

33
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

detectar los puntos débiles de Conclusión


su compañera, la fuerza física, y
muchos otros procedimientos per- El patriarcado es una des-
sonales para ejercer el control”.1 viación patológica5 de la voluntad
Porque ese es el fondo del asunto, original de Dios que implicaba
quién ostenta el poder y quién lo mutualidad y armonía entre varón
ejerce. Paralelamente la persona y mujer la cual gozaron —lamen-
que es abusada va perdiendo tablemente— durante muy poco
poder y control que se ve reflejado tiempo Adán y Eva. Sostener el
en algunas formas de disminución dominio patriarcal es no estar a
personal que se expresa —según la altura de los ideales de Dios ex-
lo señalan las investigaciones de presados claramente en la inten-
Catherine Kirkwood— en baja cionalidad de Dios en la creación
autoestima, pérdida de identidad, y señalados claramente en la
sentido de disminución física, pé- epifanía de Cristo y las palabras
rdida de esperanza y depresión.2 expresadas por Pablo en el sen-
tido que en Cristo todo vínculo de
Diremos a manera de síntesis separación o discriminación es
final que “la violencia contra la abolido (Gal 3:28).6
mujer es primariamente un asun-
to de poder (especialmente poder Para ser justos digamos en
político y poder de propiedad), defensa de alguien que pueda
no es una cuestión de sexo”.3 En sentirse herido o aludido con
ese sentido, la lectura patriarcal nuestro análisis que no necesari-
valida una forma de control que amente los que leen “patriarcal-
retroalimenta una tradición an- mente” la Biblia son violentos o
drocentrista.4 agresores, sin duda eso es cierto,
sin embargo, tal como hemos
reseñado brevemente, la lectura
1
Kirkwood, Cómo separarse de su pareja abu- patriarcal de la Biblia y el sosten-
sadora, 94.
er dicho modelo social hoy crea
2
Ibid., 99-106.
3
Pamela Cooper-White, The Cry of Tammar:
Sique

Violence Against Women and the Church`s 5


Birkey, “The Patriarchs Are Coming!”,18.
Response (Minneapolis: Fortress Press, 6
Birkey “The Patriarchs Are Coming!”, 19-20
1995), 18. señala hechos del patriarcado que deben ser
4
Otros autores hablan de “abuso de poder” considerados al analizar sus efectos:
o “autoritarismo” o “autoritarismo y género” a. El patriarcado no es una doctrina bíblica,
como una forma de abordar el mismo prob- es simplemente resultado de la caída y
lema pero de una óptica social que entroniza del rechazo de la voluntad de Dios.
los estudios sociológicos, tal es el caso de b. El patriarcado es un problema her-
María Cristina Ravazzola, Historias Infames: menéutico.
Los maltratos en las relaciones (Buenos Aires: c. El patriarcado es una antigua pero con-
Paidos, 1999), 34-37 y 62-67. temporánea cosmovisión.

34
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

las condiciones psicológicas que os, a una violentación progresiva


posibilitan la violencia verbal y y sostenida de la mujer. Decir lo
física en contra de la mujer. contrario es simplemente no ver o
querer esconder la cabeza.
Futuros estudios respecto a la
violencia contra la mujer en me- El primer paso para producir
dios cristianos deben considerar un cambio en el contexto cristiano
el factor hermenéutico e interpre- es buscar una forma de análisis
tativo de la Biblia como un factor del texto bíblico que sea justo con
importante a la hora de entender la voluntad original de Dios, que
el fenómeno1 porque tal como respete los ideales de mutuali-
señalan Neil Jacobson y John dad expresados por Cristo y que
Gottman “las agresiones y los va- construya una sociedad donde la
lores en los que se sustentan no base de convivencia no sea el gé-
se pueden comprender sin tener nero o la disputa de los derechos
en cuenta otros factores culturales de un género sobre otro, sino el
que reafirman la superioridad del respeto a lo más esencial de ser
hombre”.2 Sin duda el factor de humano, el ser personas creados
interpretación religiosa no puede a imagen y semejanza de Dios.4
dejar de ser considerado.3
Como señalan Kroeger y
Quien defienda un modelo Nason-Clark el factor que ha
patriarcal está apoyando de he- permitido la violencia en hogares
cho una forma de expresión social de lectores de la Biblia es la ig-
que lleva, según todos los estudi- 4
Para ello es necesario formar al recurso
1
Ezell señala que uno de los problemas en humano dirigente o eclesial y establecer
entender el problema a cabalidad ha sido un diálogo que implique revisar viejas con-
que muchos de los estudios sobre violencia cepciones patriarcales que están tan sumi-
simplemente ha ignorado el factor religioso das en las estructuras religiosas que para
como un elemento relevante. Ezell, “Power, muchos es muy difícil evidenciarla siquiera.
Patriarchy, and Abusive Marriages”, 26. Esfuerzos como este se están haciendo en
contextos anglosajones donde existe más
2
Jacobson y Gottman, Hombres que agreden conciencia del tema. Muchos de los trabajos
a sus mujeres, 294. de Catherine Kroeger van por ese lado. Un
Varios trabajos incorporan miradas multidis-
3
par de trabajos buenos son los de Al Miles,
Sique

ciplinarias, sin embargo, muy pocos consid- Domestic Violence: What Every Pastor Needs
eran el factor religioso, tal vez la innovación to Know (Minneapolis, MN: Fortress Press,
al respecto lo constituyan los trabajos de 2000) y John McClure y Nancy J. Ramsay,
Catherine Kroeger pionera en el asunto. En eds. Preaching about Sexual and Domestic
Latinoamérica el asunto aún es precario. Un Violence: Telling the Truth (Cleveland: United
buen ejemplo de la integración es el trabajo Church Press, 1998). También sirve un libro
de Diana Sanz y Alejandro Molina que abor- que tiene algunos años, pero, sirve como
dan el problema desde la perspectiva ju- modelo para predicaciones no patriarcales
rídica y psicológica. Diana Sanz y Alejandro es: Elizabeth Achtemeier, Preaching about
Molina, Violencia y Abuso en la Familia family Relationships (Philadelphia: The
(Buenos Aires: Lumen/Humanitas, 1999). Westminster Press, 1987).

35
Kerygma, volumen 1, número 2, 2011

norancia en el verdadero sentido Hay suficiente agresión en el


de la Escritura.1 Se ha fallado en mundo como para dar el triste
enseñar que la violencia contra espectáculo de individuos que
mujeres y niños está en contra de dicen creer en un Dios de amor
la voluntad expresa de Dios.2 pero que viven la vida doble de
subyugar y violentar a las mu-
Desde la perspectiva de la
jeres que dicen amar. Luego, con
cruz “la violencia contra la mu-
la mayor naturalidad del mundo
jer es un pecado que divide a la
esperan que las mujeres no sólo
humanidad, viola la dignidad
estén contentas con su situación
de la creación de Dios, abusa
de dominación sino que también
del poder, y obstruye el men-
declaren que aquello es volun-
saje del evangelio de salvación y
tad de Dios, ¡por favor! ¡Basta
libertad”.3
de discursos dobles! ¡Basta de
1
Kroeger y Nason-Clark, No Place for Abuse, un espectáculo denigrante que lo
76. único que logra es que cada vez
2
De hecho la Biblia asocia la conducta violen-
ta con una característica de gente pecadora
haya menos mujeres dispuestas a
y malvada (Sal 11:5-6; Exe 7:11; Joel 3:19; creer en un Dios que crea seme-
Amos 3:10; Abdias 10; Hab 2:17; Sof 1:9). jantes individuos! ¡Basta de usar
Elizabeth Gerhardt, “Martín Luther’s Theology
3
la religión como excusa para la
violencia!
Sique

of the Cross: Cause or Cure of Domestic


Violence?” (Tesis de Doctorado en Ministerio.
Boston University, 2000), 100. Citado por
Kroeger y Nason-Clark, No Place for Abuse,
83.

36

Potrebbero piacerti anche