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Paxton rechaza ciertas imágenes del sentido común sobre el fascismo que son erróneas:
a) Dictador omnipotente: personaliza el fascismo, creando la falsa impresión de que el fenómeno se agota en
su dirigente y desviando la atención sobre la participación y consenso de la sociedad civil.
b) Naturaleza antisemita de ciertos pueblos europeos hizo que degeneraran en el fascismo: Mussolini fue
fascista pero no antisemita hasta 16 años despues que llego al poder. El régimen de Vichy fue muy antisemita pero
no se lo consideraba fascista, aunque sí autoritario. La realidad del fenómeno fascista fue muy compleja y no se
puede pensar el antisemitismo como esencia del fascismo.
c) Carácter anticapitalista y antigurgués del fascismo: el programa fascista contenía elementos anticapitalistas pero
una vez en el poder, no se llevaron a cabo. Sí se cumplieron con violencia y minuciosidad las amenazas contra el
socialismo: prohibieron huelgas, disolvieron sindicatos independientes, redujeron el poder de compra de los
salarios, financiaron la industria armamentista para dejar contentos a los capitalistas. Los marxistas interpretaron
que el fascismo vino a ayudar al capitalismo en dificultades.
Paxton sostiene que la retórica anticapitalista del fascismo era selectiva: respetaban la propiedad de los productores
nacionales que debían formar la base social de la nación revitalizada. Cuando atacaban a la burguesía, lo hacían por
débil e individualista para crear una nación fuerte, no por explotar a los trabajadores. Además, rechazaban la idea
de que las fuerzas económicas eran el motor primordial de la historia: para ellos, el capitalismo disfuncional del
período de entreguerras no necesitaba una reordenación estructural. Sus males eran solucionables poniendo
voluntad política para alcanzar el pleno empleo y productividad plena. Sólo confiscaron a enemigos, y como
mucho sustituyeron al libre mercado por la administración económica estatal (pero sobre esto había consenso en el
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La Unificación de Italia fue el proceso histórico que a lo largo del siglo XIX llevó a la unión de los diversos estados en que estaba dividida (en su mayor
parte vinculados a dinastías consideradas «no italianas» como los Habsburgo o los Borbones) lo que respondía más a una concepción feudal del territorio
que a un proyecto de estado liberal burgués. El proceso es entendido, por algunos historiadores, como la conquista de la aristocrática y rural Italia del sur
(Nápoles, Sicilia) por parte de industrializada Italia del norte (valle del Po), influenciada por potencias europeas como Francia y el Imperio de Austria.
empresariado luego de la Gran Depresión).
d) El fascismo fue revolucionario. Aunque no fue revolucionario en cuanto al orden social, el fascismo fue
revolucionario en los siguientes aspectos:
- Rediseñó las fronteras entre lo público y lo privado, reduciendo notoriamente lo que antes habla sido
intocablemente privado
- Modificó el ejercido de la ciudadanía (pasó del goce de derechos y deberes constitucionales a la participación en
ceremonias multitudinarias de afirmación y conformidad)
- Reconfiguró las relaciones entre el individuo y la colectividad (el individuo no tenía ningún derecho fuera de los
intereses de la comunidad)
- Amplió los poderes del ejecutivo (partido y Estado) con el propósito de conseguir un control total.
- Liberó emociones agresivas que hasta entonces sólo se conocían en Europa en situaciones de guerra o de
revolución social
e) Resuta difícil encuadrar a los fascistas en el mapa político izquierda-derecha. El fascismo conservó siempre esa
ambigüedad.
f) Otra contradicción entre la retórica fascista y la práctica fascista era la relacionada con la modernización: el
cambio de lo rural a lo urbano, de la artesanía a la industria, la división del trabajo, las sociedades laicas y la
racionalización tecnológica. Los fascistas exaltaban una utopía agraria libre del desarraigo, el conflicto y la
inmoralidad de la vida urbana. Los primeros movimientos fascistas explotaron las protes-tas de las victimas de la
industrialización rápida, de los que perdían con la modernización. Sin embargo, emplearon para su propaganda
modernas técnicas y una vez en el poder, aceleraron el ritmo de la producción industrial para rearmarse. Al
comienzo, un número asombroso de intelectuales «modernistas» consideraron emotiva y estéticamente agradable la
combinación que hacía el fascismo del «enfoque» de alta tecnología con los ataques a la sociedad moderna junto
con su desprecio por el gusto burgués convencional. Más tarde, una vez en el poder, los regímenes fascistas
eligieron resueltamente el camino de la concentración industrial y la productividad, las autopistas y el armamento.
La urgencia de rearmarse y desencadenar una guerra de expansión dejó muy pronto a un lado el sueño de un
paraíso para los campesinos y artesanos emprendedores que habían constituido la primera base de masas de los
inicios del movimiento. Se hace por ello difícil emplazar la esencia del fascismo únicamente en la reacción
antimoderna o en la dictadura modernizante.
Lo que los regímenes fascistas buscaban era una modernidad alternativa: una sociedad técnicamente avanzada en la
que los poderes de integración y control del fascismo suavizasen las tensiones y divisiones de la modernidad.
Muchos vieron en la masacre de judíos un rechazo a la racionalidad moderna y vuelta a la barbarie. Pero pueden
considerarse la modernidad alternativa del fascismo desbocada. La limpieza racial nazi no podrían pensarse sin su
basamento en la ciencia y tecnologías modernas. Los anticuados pogromos hubiesen tardado una eternidad en
conseguir lo que el Holocausto logró en 3 años.
La compleja relación entre el fascismo y la modernidad hay que rastrearla en el proceos histórico de adquisición y
ejercicio del poder por el fascismo.
g) Excesivo énfasis en imágenes dramáticas del itinerario fascista (Marcha sobre Roma, inendio del Reichstag, la
Kristallnacht o Noche de los Cristales Rotos) descuida la sólida experiencia cotidiana y complicidad del resto de la
sociedad en el funcionamiento de estos regímenes. Los fascistas nunca podrían haber llegado al poder sin el
consentimiento de la gente común; de las elites tradicionales (jefes de Estado, dirigentes de partidos, funcionarios
de gobierno); miembros del orden establecido (magistrados, policía, oficiales del Ejército, y empresarios)
Es difícil embarcarse en la tarea de encontrar una esencia unica al fenomeno fascista. Las definiciones son
intrínsecamente limitadoras. Congelan en una imagen aquello que se aprecia mejor en el movimiento, como un
proceso.
ESTRATEGIAS
La mayoría de la gente cree que el fascismo es una ideología, en el sentido de un sistema total de pensamiento
incorporado a un proyecto de ordenación del mundo.
Paxton dice que el fascismo no puede abordarse desde sus programas, doctrinas o propagandas puesto que no fue
un “ismo” como los demás grandes sistemas políticos del mundo moderno (conservadurismo, liberalismo,
socialismo).
Los «ismos» clásicos se apoyaban en sistemas filosóficos coherentes expuestos en las obras de pensadores
sistemáticos. En cambio, el fascismo fue una invención nueva creada concretamente para la era de la política de
masas. Pretendía apelar sobre todo a las emociones mediante el uso de ceremonias rituales cuidadosamente
orquestadas y cargadas una intensa retórica. La función que tenían en él los programas y las doctrinas era muy
distinta de la de los demás ismos. El fascismo no se apoya explícitamente en sistema filosófico elaborado, sino más
bien en sentimientos populares sobre razas dominantes, su suerte injusta y su derecho a imponerse a pueblos
inferiores.
La verdad del fascismo no se basa en la de ninguna de proposición abstracta y universal, no había justificación
teórica. El fascismo es «verdad» en la medida en que ayuda a que se cumpla el destino de una raza elegida, una
sangre o un pueblo, enzarzado con otros en una lucha darwiniana. La verdad era lo que permitiese al nuevo hombre
(y mujer) fascista dominar a otros y lo que hiciese triunfar al pueblo elegido.
El fascismo se apoyaba no en la veracidad de su doctrina, sino en la unión mística del caudillo con el destino
histórico de su pueblo. El caudillo fascista quería llevar a su pueblo a un reino superior de la política que
experimentaría sensualmente: la calidez de la pertenencia a una raza plenamente consciente ya de su identidad, su
destino histórico y su poder, la emoción de participar en una gran empresa colectiva; el gozo de sumergirse en una
oleada de sentimientos compartidos y de sacrificar los mezquinos intereses propios por el bien del grupo; y la
emoción de dominio. La sustitución deliberada por parte del fascismo del debate razonado por la experiencia
sensual inmediata transformó la política. Y la experiencia estética fascista definitiva era la guerra.
A Mussolini le gustaba proclamar que la definición del fascismo era él. Lo que necesitaba un pueblo moderno era
la voluntad y el caudillaje de un Duce, no una doctrina. Arendt dice que Mussolini suplantó un programa por la
jefatura inspirada y la acción. (Stalin se consideraba obligado a demostrar por escrito que sus directrices políticas
se atenían a los principios expuestos por Marx y Lenin)
Importancia de los intelectuales de los primeros movimientos fascistas:
- Debilitaron la vinculación de la elite a los valores de la Ilustración permitiendo el surgimiento del fascismo.
- Hicieron posible imaginar el fascismo. Prepararon culturalmente a la sociedad (no es la causa, sino sus
condiciones de posibilidad)
- Ayudaron a efectuar un cambio emotivo sísmico en el que la izquierda no era ya el único recurso para los
descontentos y para los embriagados por el sueño del cambio.
- Los puntales ideológicos del fascismo volvieron a resultar decisivos en las etapas finales como guía y
acompañamiento de la radicalización del periodo bélico (sus odios raciales y su desprecio por los valores
liberales o humanistas se reafirmaron en los campos de exterminio de Libia, Etiopía, Polonia y la URSS)
El estudio de la ideología fascista ayuda a aclarar inicios y finales, pero no ayuda a comprender el período
intermedio del cicloo fascista: para poder llegar al poder y ejercerlo los fascisa tuvieron que hacer alianzas y
acuerdos con otras fuerzas, dejando de lado parte de su programa y marginando seguidores originales.
Paxton sugiere que toda estrategia de abordaje sólida del fascismo no puede obviar el marco en el que se formó y
creció.
- Los marxistas empiezan con la crisis del capitalismo para explicar el fenómeno. Dicen que fue la respuesta que
encontraron los capitalistas frente la imposibilidad de asegurarse mercados en creciente expansión, de acceder a
mayor materia prima y de asegurarse mano de obra barata siempre disponible mediante los regímenes
constitucionales y los mercados libres tuvieron que recurrir a la fuerza.
- Otros explican el fascismo como consecuencia de la crisis de la sociedad y el Estado liberal, que no pudieron
afrontar retos que se le presentaron a partir de 1914 con las guerras y las revoluciones: crisis económica, huelgas,
inflación, aumento de la conflictividad social con peligro de convertirse en revolución, ampliación del voto a
ciudadanos no ilustrados, pasiones exaltadas durante la guerra, trastornos del comercio internacional por deudas de
guerra y fluctuaciones monetarias. El fascismo propuso soluciones nuevas a esto.
Los fascistas odiaban a los liberales tanto como a los socialistas, pero por razones diferentes: la izquierda socialista
e internacionalista era el enemigo, y los liberales eran los cómplices del enemigo por ser indulgentes frente al
ascenso de la lucha de clases. Los propios asediados liberales de clase media temerosos de la izquierda en ascenso
se mostraron a veces tan dispuestos a cooperar con los fascistas como los conservadores.
Toda estrategia para intentar comprender el fascismo debe tener en cuentea la amplia diversidad de sus ejemplos
nacionales. Los fascismos han sido más dispares que los “ismos” ya que rechazan cualquier valor universal que no
sea el éxito de pueblos elegidos en una lucha darwiniana por la supremacía. La comunidad va por delante de la
humanidad y servir al destino del pueblo está por encima del respeto a los derechos individuales o al procedimiento
debido. Por tanto, cada movimiento fascista nacional concreto da plena expresión a su propio particularismo
cultural. El fascismo no está destinado a la exportación: cada movimiento guarda su propia receta para el resurgir
nacional, y los dirigentes fascistas parecen sentir poco parentesco, o ninguno, con sus primos extranjeros.
La diversidad permite la comparación. Es inutil tratar de encontrar una esencia común fascista, mejor buscar las
razones que hay detrás de tan dispares resultados. La comparación utilizada de este modo será una estrategia
básica en esta obra.
El partido nazi no llegó al poder con el voto de la mayoría: rondó el 30% en todas las elecciones antes de que
Hitler asumiera como canciller.
Tampoco puede decirse que Hitler y Mussolini llegaron al poder por un golpe de Estado. Ninguno llegó por la
fuerza aunque la utilizaron cmo mecanismo de desestabilización del régimen existente, y ambos volverían a utilizar
la fuerza una vez en el poder para transformar a sus gobiernos en dictaduras. Ambos fueron invitados a ocupar el
cargo de jefe de gobierno por un jefe de estado en ejercicio legítimo de sus funciones oficiales, siguiendo el
consejo de asesores civiles y militares. Ambos nombramientos se hicieron en condiciones de crisis extrema,
instigada por los fascistas.
Ningun fascismo llegó al poder mediante un golpe y los que intentaron hacerlo de este modo fueron aplastados por
un dictadura autoritaria (legión del arcángel miguel rumana y partido nazi austriaco). Los conservadores podían
aceptar la violencia contra socialistas y sindicalistas pero no contra el Estado. Los dirigentes fascistas se dieron
cuenta que intentar tomar el poder con la oposición de los conservadores y militares sólo podía hacerse con la
movilización popular a favor en las calles, en condiciones de desorden social que llevar a desetabilizar el
monopolio de la fuerza del estado y le diera ventaja a los comunistas, muy poderosos en las calles y en las fabricas.
Estas tacticas alejarian a los militares tambien, que los fascistas necesitarian mas tarde para concretar la expansion
nacional. Los partidos fascistas, por mas que no quisieran a los conservadores, no tenian futuro si se aliaban con
fuerzas que socavasen las bases del poder conservador.
Los fascistas podían ofrecer apoyo popular a los conservadores atrapados en una crisis. Pero fue igual de
importante la reciprocidad de los conservadres hacia los fascstas, que se entablase una relación de cooperación
entre ellos dada la premura de la crisis.
Con esto Paxton refuta que el fascismo fue su lider y nada más. No! Hay que tener en cuenta a sus aliados y a la
situación que facilito el ascenso.
LA FORMACIÓN DE ALIANZAS
Para llegar al poder, los movimientos fascistas tuvieron que formar alianzas con el orden establecido.
Cuando los fascistas ganaron fuerza a través de éxito electoral e intimidación violenta, los conservadores tuvieron
que decidir qué hacer con ello. Con respecto a la violencia, intentaron aplacarla en un comienzo pero luego fueron
indulentes con ella puesto que vieron que los fascistas podían ofrecer compensaciones frente a las desventajas que
representaba sy irrupción violenta en el espacio público. No juzgaban de la misma forma la violencia de izquierda.
Las complicidades conservadoras en la llegada del fascismo al poder fueron de varios tipos:
-Indulgencia con la violencia fascista (Von Papen retira la prohibición que había establecido Brüning sobre las
actividades de la SA, dándole vía libre a la violencia callejera)
- Otorgándoles respetabilidad (Giolitti incluyó a Mussolini en su coalición electoral en 1921)
Los nazis no recibieron tanta ayuda económica de los capitalistas como se cree. El capitalismo alemán prefería a un
conservador como Papen antes que a Hitler. En los últimos meses, cuando Hitler endurecio su postura negandose a
todo tipo de oferta que no fuera la de ser canciller, el dinero escaseo más aún. Las aportaciones del mundo de los
negocios no fueron un recurso importante para Hitler hasta después de alcanzar el poder, cuando el gobierno
gratfique a algunos empresarios con contratos de armamentos y con la represión a las organizaciones obreras del
país.
El período de construcción de alianzas entre conservadores y fascistas fue tenso para ambos ya que no se querían
mutuamente, pero era lo mejor ante la posibilidad del ascenso de la izquierda o una dictadura militar que excluiría
a conservadores parlamenarios como a fascistas.
El proceso de conformación de alianzas implicó una serie de reformas al interior del partido fascista, limpiando a
los idealistas molestos del medio para que no se dividiera (“compromiso para gobernar”). En este sentido, Hitler
tenía más mano libre en la negociación ya que no estaba en deuda con las SA por su ascenso tanto como lo estaba
Mussolini con los escuadristas (su grupo electoral era insignificante). Pero aún así los dos tuvieron problemas con
sus militantes, que los acusaban de estar vendiéndose cada vez que realizaron pactos. A Mussolini le reclamaron no
salir en defensa de D’Annuzio en Fiume en 1920 (?), de pactar una coalición con Giolitti en 1921. Se le rebelaron
también cuando hizo un pacto de pacificación con los socialistas, que solo pudo superar dimitiendo temporalmente
a la jefatura del partido y renunciando al pacto.
A Hitler se le rebelaron los camisas pardas (SA) cuando vieron sus intenciones de acceder al poder por medios
legales, y le rompieron las oficinas del partido en berlín en 1930. Hitler reaccionó expulsando a Stennes, su
cabecilla, de las SA, lo cual produjo que muchos militantes radicales volvieran al ataque ocupando de nuevo las
sedes del partido. Hitler los terminó persuadiendo, pero tuvo que purgar luego a las SA de sus elementos mas
radicales. A fines de 1932, cuando Hitler estuvo más cerca de perder el poder (disminuyó el voto, sin dinero,
algunos miemrbos de la elite empezaban a mirar hacia otro lado para hacer coaliciones) Hitler apostó a todo o nada
por la cancillería. Los conservadores apoyaron la apuesta ya que les atraía la posibilidad de detentar el poder con el
apoyo de las masas.
Paxton rechaza el determinismo a la hora de explicar la llegada de Hitler y Mussolini al poder: esto no era
inevitable. Huboo condiciones que ayudaron (debilidad de la tradición liberal, industrialización tardía,
supervivencia de elites predemocráticas, fuerza de tendencias revolucionarias, rebelión contra la humillación
nacional) pero en todo caso, los conservadores podrían haber elegido otras opciones (gobernar en coalición con
izquierda moderada o gobernar mediante decretos de emergencia) y no lo hicieron.
1) Masas de seguidores para conseguir mayorías parlamentarias sin necesidad de recurrir a los socialistas.
2) Políticos jóvenes para renovar el envejecido orden político establecido
3) Fórmula para alejar a los trabajadores del marxismo (identidad nacional por sobre pertenencia de clase; “divide
y vencerás”; no tuvieron un éxito aplastante, su composición social dentro del partido siempre fue baja en relación
a la proporción total de la población)
4) Única fuerza no socialista capaz de restaurar el orden que paradójicamente habían contribuido a desestabilizar.
(algunos conservadores tenian sospechas por la retórica anticapitalista de alunos intelectuales y activistas obreros
fascistas, pero no era algo que Mussolini y Hitler adhirieran realmente. Mussolini hacía mucho que se había pasado
al «productivismo» y Hitler dejó claro ante los industriales en 1932 que él era un darwinista social también en la
esfera económica)
Los conservadores creían que aunque le diesen cargos a los fascistas que despreciaban, iban a seguir controlando el
Estado ellos. Hasta poco después de la 1GM era normal que ocupasen cargos sólo los miebros ilustrados de la elite,
con experiencia en diplomacia y administración pública. Hitler y Mussolini serán los primeros políticos de clase
baja en llegar al poder en países europeos importantes.
En suma, los fascistas ofrecían una nueva receta para gobernar con apoyo popular pero sin tener que compartir el
poder con la izquierda y sin poner en peligro los privilegios económicos y scoiales de los conservadores y su
dominio político.
LA CRISIS PREFASCISTA
Las dos crisis que provocaron el ascenso de los fascismos (1GM y Gran Depresión) tuvieron elementos en común:
- Gobiernos con problemas de dislocación económica y humillación nacional que el sistema tradicional de partidos
no podía resolver.
- Parálisis del gobierno constitucional por el grado de polarización política
- Izquierda en ascenso
- Conservadores asustados frente a una situación que se les escapaba de las manos
Miedo a una presunta revolución comunista.
Italia en 1921 acababa de pasar por el biennio rosso, luego de las primeras elecciones de posguerra en noviembre
de 1919, en las que el Partido Socialista Italiano (PSI) consiguió 1/3 del Parlamento acompañado de un gran fervor
popular. Muchos socialistas llegaron a las alcaldias de numerosas localidades, hubo ocupaciones de tierras y
grandes huelgas que culminaron en la espectacular ocupación de fábricas de Turín en septiembre de 1920. Ejemplo
ruso de fondo.
Alemania en 1932. Los comunistas eran los únicos que habían crecido electoralemente junto con los nazis. Los
comunistas y los nazis, prosperaron con el paro y el convencimiento de que el sistema constitucional y de partidos
tradicionales había fracasado. Los nazis esperaban una revolución comunista y se disponían a hacerle frente por
medio de la fuerza.
El gobierno democrático funcionaba muy pobremente. Aunqeu el parlamento italiano nunca estuvo tan paralizado
como el alemán, la incapacidad de la jefatura política de ambos países para resolver los problemas ofreció una
oportunidad indispensable al fascismo.
Fascistas italianos y alemanes hicieron lo posible para que la democracia funcione mal, pero el colapso del Estado
liberal no era producto exclusivo del accionar fascista. La democracia liberal había caído en descrédito luego de la
1GM y se consideraba que el el mal funcionamiento del gobierno era expresión de una crisis sistémica del
liberalismo destinado a la muerte. Con el reflote de la democracia constitucional luego de la 2GM se volvió a la
idea de que se trató de una crisis circunstancial producida por la 1GM, la brusca democratización y la Revolución
Rusa.
En el período inicial de gobierno, Mussolini y Hitler tuvieron poderes limitados en su cargos por tener que
gobernar en coalición con los conservadores. Aunque los fascistas ocupaban cargos vitales, eran reducidos.
Pero los dos no tardaron en convertir ese anclaje en una dictadura directa: transformaron su cargo
semiconstitucional en una autoridad personal ilimitada. En esto consistió la “toma del poder”, que siguió
requiriendo del consentimiento de los aliados.
Alemania
Una vez en la cancillería, Hitler tenía en mente presentarse a elecciones, con el covencimiento de que obtendría la
mayoría que hasta entonces no había conseguido, para independizarse más de sus aliados. Pero antes de las
elecciones, se produce el indencio del Reichstag en febrero de 1933 (acusaron a un comunista) lo cual le da un
pretexto para dar un golpe de estado desde dentro sin oposición ni de centro ni de derecha, por la premura de la
amenaza anticomunista.
Si bien Hitler supo capitalizar el terror anticomunista, los conservadores y la sociedad civil le dieron via libre.
Hindenburg saca un decreto para incrementar las medidas represivas contra los sopechosos de terrorismo y la
autoridad del gobierno federal para intervenir en el gobierno de los estados. Ya no se daba proteccion legal a las
reuniones y actividades partidarias, y a la libertad de expresión. Mientras, las SA aplicaban el terror contra
magistrados y activistas de izquierda.
En las elecciones de marzo de 1933 Hitler no obtuvo la mayoría parlamentaria. Los nazis propusieron al
parlamento una ley que le daba facultades extraordinarias a Hitler por un período de 4 años, en el que gobernaría
por decreto sin tener que remitirse al presidente ni al parlamento y luego se retiraría. (“Ley para aliviar el
desasosiego del pueblo y del Reich”) Aunque no eran mayoría y la ley requería 2/3 para aprobarse, detuvo a
diputados comunistas y con apoyo de los catolicos y nacionalistas, la ley se aprobó.
Esto le permitió disolver todos los partidos políticos e instaurar una dictadura unipartidista. Los conservadores se
mostraron cómplices e hicieron oídos sordos a la “revolución desde abajo” hecha por los nazis contra judíos y
comunistas, y a la apertura del primer campo de concentración paa enemigos políticos en Dachau, cerca de Munich
en marzo de 1933.
La llegada de Hitler al poder no aflojó los conflictos al interior del partido. Algunos esperaban cargos y hacerse del
botín. El jefe de las SA, Röhm, apuró a Hitler para convertir a los camisas pardas en una fuerza armada
suplementaria, lo cual alarmó a los miemrbos del ejercito regular. El conflicto intrapartidario se resolvió con la
Noche de los Cuchillos Largos, en junio de 1934, en la que Hitler mata a Röhm y otros jefes de las SA, a varios
conservadores (incluso del equipo del vicecanciller von Papen), a Strasser, a Schleicher, Kahr, y 13 diputados del
Reichstag. Este episodio mantuvo a raya a los dubitativos de ahí en más.
Italia
La revolución de Mussolini iluego de llegar al poder fue más gradual y la lucha por el predominio entre tres rivales
(caudillo, fanáticos del partido, y conservadores) no se rsolvió definitivamente como en Alemania.
Mussolini se resignó a gobernar durante do años como un primer ministro parlamentario normal, en coalición con
liberales, nacionalistas y popolari. Sus medidas fueron conservadoras.
Sin embargo, los escuadristas nunca dejaron de amenazar con desbordar el control de Mussolini. Muchos camisas
negras querian una segunda revolución para obtener todos ellos los puestos de trabajo y beneficios. Mussolini
quería manenerlos a raya, y cada vez que estos creían que su caudillo se estaba normalizando, no dudaban en
enviarle un mensaje (mataban opositores). De todos modos, Mussolini consideraba que de vez en cuando la presión
de los escuadristas no venía mal. La aprobación de la Ley Acerbo 3 en julio de 1923 se hizo con lo camisas negras
patrullando por las calles y Mussolini amenenazando con dejar vía libre a la revolución si ésta no se aprobaba. Del
mismo modo, las elecciones se realizaron en abril de 1924 con al presión fascista sobre el electorado, obteniendo el
65% de los votos. A partir de allí, Mussolini dispuso de un parlamento dócil y una apariencia de legitmidad, pero
su régimen estaba lejos de ser normal.
Este período de seminormalidad se fractura con el asesinato de Matteotti, el secretario del ala reformista del PSI, a
manos de los escuadristas, luego de que presentara pruebas sobre el fraude fascista en las elecciones
parlamentarias. Este escandalo brindó la oportunidad al rey y a los conservadores para deponer a Mussolini, pero
debían hacerlo de manera cautelosa ya que no querían volver a la situación de desgobierno previa y la amenaza
comunista.
Tras varios meses de incertidumbre, en que los aliados conservadores de mussolini vacilaban y la oposición se
retiraba, los ras (jefes locales de los escuadristas) le dan un ultimatum a Mussolini para que aplaste a la oposición o
actuarían sin él. Mussolini frente a la posibilidad de una rebelión de los ras, se las juega y decide clausurar y
detener a la posición a partir de enero de 1925. Durante los siguientes dos años, el Parlamento dominado por
fascistas, aprueba una serie de leyes para la defensa del Estado, que disolvió partidos, reinstalo la pena de muerte,
sustituyeron alcaldes por funcionarios propios, censuraron radio y prensa, dieron a los sindicatos fascistas el
monopolio de la representación obrera. A principio de 1927, Italia ya era una dictadura de partido único. Los
conservadores aceptaron el golpe desde dentro porque no tenían más opción: o se continuaba en estao de punto
muerto o se avecinaba un gobierno de izquierda.
COMPARACIONES Y ALTERNATIVAS
Sólo muy pocos movimientos fascistas resultaron atractivos para los conservadores como potenciales aliados y en
estos casos se convirtieron en socios subalternos dentro de regímenes autoritarios que termnaron amordaznándolos
y destruyéndolos. Hasta entonces, sólo en Alemania e Italia los fascistas lograron tomar las riendas del poder.
Los regímenes conservadores bien asentados han demostrado en general ser terreno desfavorable para que el
fascismo consiga el poder: o lo reprimieron o se apropiaron de sus temas y seguidores. Cuando los conservadores
podían gobernar sin los fascistas, lo hacían. No veían con buenos ojos la violencia de los fascistas y su
menosprecio por el orden establecido (en estos casos que no prosperaron, los movimientos fascistas conservaban
gran parte del radicalismo social de la primera etapa del movimiento).
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Mediante la Ley Acerbo se dispuso que si un partido ganaba votos electorales por encima del 25% de sufragios, obtenía automáticamente dos tercios de
los escaños del parlamento, mientras solamente el restante tercio de escaños sería repartido proporcionalmente entre los demás partidos. Este mecanismo
permitiría que el Partido Nacional Fascista, inclusive con pocos votos (bastaba superar el 25%), ganara una absoluta mayoría parlamentaria, poniendo
como pretexto para ello «evitar el desgobierno» causado por la «dispersión de escaños entre muchos partidos pequeños».
Fueron pocos los casos en los que las victorias fascistas en otros territorios ayudaron a mvimietnos fascistas locales
a hacerse del poder. A Hitler por ejemplo, le interesaba exportar el nazismo en sí mismo como receta para el
crecimiento y unidad de la nación, no quería el desarrollo de fascismo autóctonos en territorios que conquistaba y
ocupaba.
En Holanda y Noruega, las administraciones fascistas que se hicieron con el poder luego de la invasión alemana
fueron gobiernos títere.
En Francia, Hilter no quería poner en peligro la neutralidad francesa y los productos y recursos humanos necesarios
para la maquinaria bélica del Reich dándole poder a uno de los jefezuelos fascistas qu estaban enfrentados entre sí.
Hilter tuvo suerte porque la derrota de mayo-junio de 1940 desacreditó tanto a la Tercera República que la
Asamblea Nacional otorgó plenos poderes en julio de 1940 a un héroe de la 1GM, Pétain, que se había mostrado
como principal partidario de abandonar la lucha. Pétain estableció una capital provisioria en Vichy (el sur no
ocupado) y gobernó mediante un régimen personal autoritario apoyado por los sevicios públicos tradicionales del
Estado francés, el establishment económico, los militares y la Iglesia.Se esforzó por tener buenas relaicones con el
norte cupado por los nazis, para asegurarse un lugar en la nueva europa dominada por los nazis, pensando que sería
algo permanente. Hilter mantuvo a alguns fascistas franceses a su servicio por si necesitaba presionar a Pétain, pero
éstos sóloo consiguieron puestos en el gobierno colaboracionista (de Vichy?) en los últimos días de la guerra,
cuando la mare cambiaba de sentido y los conservadores abandonaban el barco de Vichy.
El papel principal que Hilter dio a los fascistas locales fue el de reclutar soldados para morir en el frente ruso.
Hitler tampoco tenía interés en promover movimientos fascistas en países satélite puesto que era más barato y fácil
no ocuparlos. Su gobiernos se mostraban dispuestos a colaborar con los nazis aunque no fuesen fascistas (Rumania,
Eslovaquia, Hungría). Hitler invade Hungría en marxo de 1944 sólo cuando sospechó que su administración había
entrado en tratativas con los aliados que se acercaban.
En el Estado cliente de Croacia, los nazis permitieron a los fascistas autóctonos tomar el poder. Se trataba de una
nueva creación sin elites rectoras ya establecidas y se hallaba bajo la zona de influencia italiana. En mayo de 1941,
cuando los alemanes invaden y dividen yugoslavia, le permitieron tomar el poder de la recientemente
independizada croacia al terrorista-nacionalista Utsasa, que llevó a cabo una matanza descomunal de servios,
croatas, musulmanes bosnios, judíos, montenegrinos y eslovenos.
Ninguno de los regímenes títere de estados satélites u ocupados pudo sobrevivir tras la errota de sus protectores del
Eje. En España y Prtual, los regímenes autoritarios siguieron funcionando después de 1945, evitando toda la
parafernalia fascista.
Los fascismos de ocupación no pueden ser catalogados como fascismos auténticos aunque solo sea porque no
tenían libertad para buscar el expansionismo y la grandeza nacional.
¿Por qué el fascismo prosperó en Alemania e Italia y no en Francia e Inglaterra donde había movimientos fascistas
sumamente visibles pero que no pudieron aproximarse siquiera al poder?
En Francia, prosperaron movimientos derechistas radicales, algunos de los cuales eran fascistas, pero la mayoría de
los conservadores no se sentían amenazados en la década de 1930 como para pedirles ayuda y además estos
movimietnos no tuvieron la fuerza necesaria como para postularse como aliados. En Gran Bretaña, el Partido
Conservador conservó la mayoría desde 1931 hasta 1945.
En Escandinavia, los socialdemócratas incluyeron los intereses de los campesinos y la clase media baja en el
programa de su gobierno de coalición, privando a los partidos fascistas de un importante electorado y
reduciéndolos a la insignificancia.
El análisis comparativo del fascismo ayuda a desechar interpretaciones como la instrumental (marxista?), que
sugiere que la llegada de los fascistas al poder se debió a la presión unilateral de los capitalistas, soslayando el
apoyo popular que recibieron, como si se tratasen de creaciones artificiales sin arraigo en las masas.
La comparación permite ver que los movimientos fascistas prosperaron allí donde la profundidad de la crisis y la
desesperación de sus aliados potenciales era más aguda y no tanto por la cualidad de sus dirigentes.
La quiebra de la legitimidad democrática y parálisis de los regímenes parlamentarios fueron las condiciones
específicas que ampliaron el espacio político disponible para que crecieran los fascistas. ¿Pero que hizo que en
estas circunstancias los conservadores recurrieran a ellos para aplastar a la izquierda y no a la fuerza (España) o la
instauración de una autocracia (Austria)?
Austria: el canciller Dollfuss instauró un régimen autocrático católico para aplastar la resistencia socialista
España: Franco aplastó a la izquierda y a la República mediante la insurrección armada y la Guerra Civil, dejando
poco espacio luego de tomar el poder, para la Falange, el pequeño partido fascista español.
Estas opciones violentas significaban devolver la calle, la clase obrera y la intelectualidad ilustrada a la izquierda, y
gobernar por la fuerza. Los conservadores alemanes e italianos quisieron valerse del poder de los fascistas sobre la
calle, la opinión pública y los sectores nacionalistas y antisocialistas de la clase obrera ya que era demasiado tarde
para desmovilizar políticamente a la ciudadanía, y necesitaban afianzar su propia jefatura. Había que ganar a las
masas para la causa nacional y antisocialista.
La alianza de Hitler y Mussolini con las elites conservadoras no fue una peculiaridad de la historia de Alemania e
Italia. Los partidos fascistas tienen pocas probabilidades de llegar al poder de otro modo.
Los movimientos fascistas no tiene por qué llegar al poder en las mismas circunstancias que en alemania e italia.
Balcanes en la década de 1990:se produjo algo similar al fascismo pero en un escenario diferente: los dirigentes
que estaban ya en el poder, cambian de dirección. Los dictadores poscomunistas aprendieron a jugar las cartas del
nacionalismo expansionista como un sustituto del desacreditado comunismo.
Milosevic movilizó el patriotismo de su pueblo, pimero contra los serbios, luego contra los ataque aereo aliado,
para luchar contra enemigos internos y externos en favor de un sistema de gobierno de limpieza etnica ausente en
Europa desde 1945
Un partido fascista pueda ser elegido para ocupar el poder en unas elecciones libres y competitivas, aunque ni
siquiera el Partido Nazi, que de todos los partidos fascistas fue el de mayor éxito electoral, consiguió la mayoría.
La mayoría de los partidos fascistas no consiguieron ningún éxito electoral, o muy escaso, y por tanto do tuvieron
ningún poder negociador en el juego parlamentario. Lo que podían intentar era desacreditar el sistema
parlamentario haciendo que resultase imposible gobernar con normalidad. Pero eso podría resultar
contraproducente porque si los fascistas parecían estar más claramente provocando desorden que bloqueando el
avance del comunismo, perdían el apoyo de los conservadores.
El éxito electoral no era la condición previa más importante para la llegada del fascismo al poder. Era más crucial
el colapso del Estado liberal. En alemania e Italia, el estado constitucional había dejado de funcionar normalmente
mucho antes de que los fascistas llegaran al poder. El fascismo explotó la oportunidad, pero no es la causa
exclusiva del colapso: dejaron de funcionar porque no podían resolver los problemas existentes entre ellos la
oposición agresiva de los fascistas. Hasta puede llegar a pensarse como diferenciado la paralisis del estado liberal y
el ascenso del fascismo.
En la etapa de la consecución del poder, las funciones del fascismo fueron: a corto plazo, romper el bloqueo de la
política nacional mediante una solución que excluía a los socialistas; a largoo plazo, en reclutar apoyo de masas
para la defensa sociall y nacional, para unificar, regenerar y rejuvenecer la nacion en decadencia.
La transformación de los partidos fascistas para ajustarse al espacio disponible implicó purgas y secesiones al
interor del partido, dejando de lado a los puristas que querían mantener el viejo radicalismo social.
¿Qué otra cosa podían haber hecho los conservadores en Italia y Alemania?
Italia: alianza con los popolari socialcatólicos y los socialistas reformistas que le dieran mayoría parlamentaria.
Alemania: un gobierno parlamentario con los socialdemocratas y los partido centristas era una posibilidad,pero
solo con una jefatura presidencil fuerte era una posibilidad real.
Las elits políticas eligieron opciones que no eran de su primera preferencia: siguieron de elección en elección un
camino de opciones menguantes, eligiendo en cada bifurcación del camino, la solución antisocialista.
Es más eficaz ver la toma fascista dl poder como un proceso en el que se van eliminando alternativas.
Ni la llegada de Hitler ni la de Mussolini al poder fueron inevitables. La crisis del sistema político y económico
crearon un espacio asequible al fascismo, pero fueron las elecciones desdichadas de los conservadores las que
situaron a los fascistas en el centro de ese espacio.
Las dictaduras fascistas no eran monolíticas ni estáticas. Tuvieron una estructura compuesta, es decir, se apoyaron
en una alianza entre el partido fascista y las fuerzas conservadoras. (Esta estructura compuesta hizo que los
origenes, desarrollo y prácticas de las dictaduras fascistas difirieran de la de Stalin)
Ningún dictador gobierna solo: necesita del apoyo de poderosas fuerzas sociales y económicas, y de la cooperación
o consentimiento de actores fundamentales del régimen como el ejército, la policía, los funcionarios, los jueces.
Esta estructura compuesta hizo que los regímenes fascistas no fueran estáticos: estuvieron atravesados por la
tensión y el conflicto. Los conflictos de la etapa de arraigo se agudizan cuando se llega al poder (luchas por repartir
el botín y por definir las vías a seguir). Los conservadores tienden a retroceder hacia un autoritarismo tradicional
más cauto y respetuoso de la propiedad y la jerarquía social, mientras que los fascistas avanzan hacia una dictadura
dinámica, niveladora y populista, dispuestos a subordinar todo interés privado a los imperativos del
engrandecimiento nacional y la purificación. Se da una lucha entre conservadores que quieren ocupar posiciones
estratégicas y los partidos ocuparlas con sus hombres o crear estructuras paralelas que eludan el poder conservador.
Los dirigentes soportan presiones de la elite y de los fanáticos del partido.
En Italia, el régimen fascista fue virando hacia un gobierno conservador autoritario, mientras que en Alemania se
radicalizó hacia la licencia sin freno del partido. Pero estos no han sido estaticos: el gobierno fascista debe verse
como una lucha interminable por el predominio dentro de una coalición, exacerbada por el colapso de las
instituciones democráticas y por un clima imperante de darwinismo social.
Fraenkel ha reducido esta lucha a un conflicto entre partido y Estado. Concptualizó la alemania nazi como un
Estado dual en el que se disputaban el poder un Estado normativo, compuesto por las autoridades legalmente
constituidas y el funcionariado tradicional; y un Estado prerrogativo, formado por las organizaciones paralelas del
partido. Ambos estados cooperaron de manera conflictiva, pero eficiente, lo que daba al régimen una extraña
mezcla de legalismo y violencia arbitraria.
En el sector normativo del régimen fascista, se continuó aplicando la ley de acuerdo con el procedimiento debido, y
se reclutaron y promocionaron funcionarios de acuerdo con normas burocráticas de competencia y antigüedad. En
el sector prerrogativo, en cambio, no se aplicó ninguna regla, salvo la discrecionalidad del gobernante, las
recompensas a los militantes y el supuesto destino del pueblo elegido.
Hitler nunca abolió oficialmente la constitución de Weimar y nunca desmanteló el estado normativo aunque se
negó a dejarse limitar por él. Con el tiempo, el Estado prerrogativo nazi fue invadiendo el Estado normativo y
contaminó su funcionamiento. Al estallar la guerra, el estado prerrogativo consiguió algo próximo al dominio total.
En el caso de Mussolini, éste le otorgó mucho más poder al estado normativo que el que le otorgó Hitler. La
propagando fascista situó al Estado y no a partido en el centro de su mensaje. Paxton cree que Mussolini subordinó
el partido al estado ya que tenía menos margen de maniobra: el rey Víctor Manuel III lo acompañó hasta el final y
fue él mismo quien lo depuso en julio de 1943 y además temía a la rivalidad de los incontrolables jefes de partido.
Igualmente, Mussolini tenía su estado prerrogativo que se vio reforzado con la guerra (policía secreta, prensa
controlada, feudos africanos, baronías económicas)
De todos modos, la imagen del Estado dual de Fraenkel es incomleta porque no da cuenta de los elementos ajenos
al estado que participan dentro de la pugna por el poder al interior de los regímenes fascistas. Aunque lo intentaron,
los regímenes fascistas no siempre consiguieron fagocitar la sociedad civil. Algunos elementos de esta
sobrevivieron dentro de la dictadura.
Los regímenes fascistas estuvieron atravesados por la tensión permanente entre el caudillo, el partido (militantes
que exigían beneficios, expansionismo, reforma social radical), el aparato del estado (funcionarios como los
militares, la policía, magistrados y gobernadores locales) y la sociedad civil (los que detentaban poder económico,
social, político y cultural como asociaciones profesionales, iglesias, dirigentes políticos conservadores). Todos
estos elementos colaboraron con los regímenes fascistas, y la relación era de tensión ya que ninguno podía
prescindir enteramente del otro: los conservadores necesitaban al caudillo para que la izquierda o los liberales no
recuperaran el poder; los caudillos necesitaban los recursos económicos y militares de la sociedad civil; los
caudillos no se podían debilitar a sus partidos porque era su base de poder independiente.
Estas tensiones a cuatro bandas le dieron a estos regímenes su mezcla de activismo febril y amorfia.
La organziaciones paralelas que desarrollaron los partidos fascistas durante el arraigo no podían desempeñar los
papeles complejos y ambiguos de ese período en las luchas prolongadas por la supremacía dentro del régimen
fascista. Eran un valor para el caudillo que quisiese desbordar por el flanco los bastiones conservadores en vez de
atacarlos frontalmente. Pero a su vez, ofrecían a los militantes radicales ambicioso una base de poder autónomo ara
desafiar la preeminencia del caudillo.
En Italia, el partido fascista duplicó en un comienzo cada nivel de la autoridad pública: el jefe del partido local
flanqueó al alcalde nombrado, el secretario regional del partido al prefecto, la milicia fscista al ejército, etc. Pero
una vez consolidado su poder, Mussolini dio marcha atrás y restituyó autoridad al aparato del Estado, temiendo que
los ras volviesen a zarandearlo.
El partido nazi compitió con los organismos tradicionales con organizaciones paralelas: las SA, tribunal del
partido, policía del partidoy movimiento juvenil. Luego de alcanzar el poder las organizaciones paralelas
amenazaron con usurpar las funciones del ejército, el ministerio de asuntos exteriores y otros organismos. En un
proceso independiente y siniestro, la policía política fue desvinculada de los ministerios el Interior de los estados
alemanes y centralizada paso a paso como en el caso de la gestapo. La duplicación de los centros de poder
tradicionales por organizaciones paralelas del partido fue una de las razones principales de la amorfia y de
las caóticas líneas de autoridad que caracterizaron al régimen fascista y lo diferenciaron de la dictadura
miltar y del régimen autoritario.
En una complicación más, los regímenes fascistas con el objetivo de fascistizar a la población, permitieron a los
oportunistas inundar los partidos, que dejaron con ello de ser los clubes privados de los «viejos combatientes».
Mussolini esperaba que las afiliaciones redundaran en más militantes pero muchos vieron en ello más una cuestión
utilitaria de ascenso social que una convicción. Los nazis también abrieron sus listas, para luego cerrarlas a fin de
preservar su carácter elitista, pero muchos funcionarios oportunistas lograron ingresar acomodados.
En la disputa interminable por el predominio dentro de los regímenes fascistas, el caudillo fascista conseguía a
veces imponer a sus aliados políticas no deseadas (Hitler), y en otros casos, los burócratas y las fuerzas
conservadoras podían conservar un poder independiente considerable (Italia). En Italia loraron persuadir a
Mussolini de que le diera trato preferencial a la Iglesia (auqneu el era ateo), de que sacrificara a sus amigos
sindicalistas a los deseos del empresariado, para luego echarlo en julio de 1943, cuando la proximidad de los
ejércitos aliados les convencieron de que el fascismo no estaba ya sirviendo a los objetivos nacionales. Incluso
Hitler nunca se pudo desligar completamente de la necesidad de satisfacer a los propietarios de las fábricas de
municiones, a los oficiales del ejército a los profesionales especialistas y a las autoridades religiosas, incluso a la
opinión pública.
La legitimidad de los regímenes fascistas se apoyaba en el carisma. Condición mística y excepcional como
encarnación de la voluntad del pueblo y depositario de su destino. Pero a diferencia de otros regímenes fundados
en el carisma de sus líderes, los fascistas no lograron transmitir el poder a un sucesor. Stalin compartió su papel
como portador del destino histórico con el PC, lo cual permitió conseguir un sucesor.
El carácter carismatico de estos regimenes pueden servir para comprender ciertos rasgos. A la vez que vuelve a los
líderes inmunes a las quejas, tambien los hace fragiles en tanto que esa legitimidad es mas suceptible de evaprarse
si no concreta lo que promete, puesto que de ellos se espera más.
NO era una POLIOCRACIA
En la década del 80 se enfrentaron intencionalistas (sobredimensiona la voluntad del caudillo, como si gobernara
solo) contra estructuralistas (la voluntad del dictador no podia aislarse de las multiples conexiones con el Estado y
la sociedad; el motor de la dinamica fascista venia de abajo). Para Paxton, ninguno de los dos enfoques son
sostenibles. La explicación más certera vino en los 90: los funcionarios de medio nivel rivalizaban para anticiparse
a los deseos del caudillo y el caudillo definia objetivos, eliminando limitaciones y recompensando colaboradores.
Cuano Hitler se convirtió en el canciller de Alemania, sus aliados conservadores (Papen a la cabeza) esperaban
manejar sin dificultad a este inexperto jefe de gobierno. Se pensaban que su refinamiento intelectual los haria estar
por encima de los nazis, mientras que Hitler serviría para hechizar a las masas. Von Papen dirigiría todo en ultima
instancia.
La Internacional Comunista también pensaba que el nazismo se extinguiría rápido: iba a servir para que los
trabajadores se desilusionaran con la democracia y se separaran de los socialdemócratas, virando hacia la
izquierda.
Contra estos pronósticos por izquierda y por dercha, Hler desbordó con plena autoridad personal y puso en vereda
a enemigos y a los propios conservadores.
Los conservadores, quedaron bajo el dominio nazi a mediados de 1933 con la ley que instauraba un estado
unipartidista, desbaratando la posibilidad de una lucha legal. Tuvieron que ubicarse en una posición defensiva para
resguardar los centros de podr que les quedaban tras la invasión de las organizaciones paralelas del partido nazi:
defendieron al ejército de las SA, a los gobiernos estatales de los jefes regionales del partido, a los funcionarios
profesionales de los advenedizos del partido, a las iglesias de los esfuerzos de los nazis por crear un cristianismo
alemán y a los intereses empresariales de las empresas de las SS. Hindenburg era una de las pocas esperanzas de
mantener a raya a hitler, pero su muerte les hizo perder la partida. Von papen pronuncio un discurso contra hitler en
1934, lo cual le costo la vicecancilleria, lo mandaron como embajador a Austria. La Noche de los Cuchillos largos
hizo purgas contra los colaboradores de von Papen.
Los conservadores volvieron a arremeter a principios de 1938, oponiendose a la agresiva politica exterior de Hitler
y al peligro que conllevaba. Este conflicto terino con la destitución de los jefes del Estado Mayor General y del
Estado Mayor del Ejército, y la perdida total de independencia del ejército. Al mismo tiempo se puso bajo control
del partido el Ministerio de Asuntos exteriores.
Los nazis y los conservadores tuvieron diferencias auténticas que se resolvieron con derrotas muy reales de los
conservadores. Pero no obstante esto prevalecía en los conservadores la necesidad de defender sus primordiales
intereses comunes y por ellos se tragaron sus dudas respecto de la idoneidad de los nazis.
Hacia el final, cuando se habían convencido de que Hitler estaba conduciendo al país a la aniquilación, algunos
oficiales e alta graduación conservadores y alguno funcionarios de alto nivel fueron los que mas cerca estuvieron
de formar una resistencia efectiva contra el regimen nazi (casi asesinan a Hitler en julio de 1944).
En la Italia fascista, el regimen no logro alcanzar el dominioo total que logro Hitler. El poder entre los cuatro
elementos estaba distribuido de otra forma: Mussolini que desconfiaba de los activistas de su partido, se esforzo
por subordinarlos a un estado todopoderoso. Al mismo tiempo tuvo que compartir su poder con el rey y tuvo que
aplacar a una igleia católica mucho mas fuerte. Los acivistas lo acusaron de permitir que los conservadores
desvirtuaran el movimiento.
Pese a la difundida imagen de que caudillo y partido eran una sola cosa, hubo tensi´n permanente entre ambos. El
caudillo fascista desdeña inevitablemente algunas de las promesas iniciales de campaña en su búsqueda de las
alianzas necesarias para llegar al poder, y decepciona así a algunos de sus seguidores más radicales.
Mussolini se enfrentó con escuadristas radicales y con entusiastas del sindicalismo integral.
Hitler tuvo más control sobre su partido, pero igual tuvo disidencia, con la que acabó en junio de 1934. Estaban los
que querían un socialismo alemán coo vía intermedia entre capitalismo y comunismo, que crearon situaciones
embarazosas para Hitler con los empresarios afines.
Al principio estalló el conflicto en torno a la «segunda revolución», momento en que los viejos combatientes se
cubrirían todos los cargos. Los militantes del partido celebraron la llegada al poder continuando con el aaccionar
callejero contra la izquierda, la burguesía moderada y los judíos. Sin embargo, Hitler necesitaba calma y orden y no
desafíos al monopolio de la violencia por parte del Estado por lo que los dirigentes del partido proclamaron el final
de la revolución de inmediato. No obstante ello, las aspiraciones de una revolución continuada seguían presentes
dentr de las SA (inquietando al empresariado), y su deseo de convertirse en la fuerza armada del nuevo régimen
ponía muy nervioso al alto mando del Ejército. La Noche de los Cuchillos Largos sirvió para aniquilar el disenso.
El problema de los regímenes fascistas (que nunca tuvieron las dictaduras tradicionales) era cómo mantener en
marcha la energía del partido sin alterar el orden público ni asustar a los aliados conservadores. Los radicales nazis
se mantuvieron bastante a raya en virtud del contrl personal de Hitler, los exítos interiores yy exteriores del
régimen y el exterminio de judíos.La ocupación de Europa oriental proporcionó muchas oportunidades para la
expoliación y en el frente orienal e partido se entregó al descontrol con la políica de ocupación.
Mussolini también dominó el partido pero enfrentándose a desafíos mucho más claros y duraderos. Los ras
expresaron amenudo su insatisfacción con Mussolini. Esta tensión tenía dos orígenes: funcional, porque el cargo
que desempeñaba Mussolini le permitía ver las cosas de otra manera y personal, porque Mussolini se sentía más
inclinado a normalizar las relaciones con los conservadores tradicionales que sus seguidores mas fanaticos.
En 1921 el movimietno y el caudillo se enfrentaron por la transformación del movimiento en partido; los ras
obligaron a Mussolini a renunciar a su proyecto de un paco de pacificación con los socialistas. Una vez en el poder,
estas diferencias se agudizaron aún más. Los militantes estaban irritados por los dos primeros años de gobierno
moderado de coalición de 1922-1924 (asesinato de Matteotti, salida agresiva por un regimen unipartidista)
Mussolini que necesitaba un fuerte apoyo del partido cuando instauró su nueva dictadura, nombró en febrero de
1925 como secretario del parido al escuadrita más intransigente y violento, Roberto Farinacci. Duró solo un año
puesto que las erupciones renovadas de violencia eran inadmisibles. Le siguieron secretariosmás dóciles que,
aunque aumentaron el tamaño y alcance del partido, lo subordinaron incuestionablemente al duce y a la burocracia
del Estado. Tendencia de Mussolini favorabe a la normalización entremezclada con episodios periódicos de
radicalización.
Hitler y Mussolini tuvieron que conseguir que la maquinaria del Estado les obedeciese, persuadiendo o
reprimiendo. Los militantes de partido querían echar a los burócratas de carrera y ocupar puestos en el Estado. Los
dirigentes casi nunca cedieron a esto. No les permitieron a sus milicias ocupar el ejército.
Los fascistas no tuvieron problemas en hacerse del control de los servicios públicos, pero protegieron al
funcionariado de la intrusión del partido.
El organismo clave fue la policía. La policía alemana quedó libre del Estado normativo y pasó a quedar bajo el
control del partido nazi a través de las SS. En 1936, Himmler adquirió el control de todo el sistema policial. Este
proceso se facilitó por el descontento de la policía alemana hacia la República de Weimar y por el lugar que le
había asignado el régimen a la policía frente a la sociedad. Al principio las SA se convirtieron en policía auxiliar en
Prusia, pero pronto se acabó con esta práctica y la policía no enfrentó más amenazas de absorción por parte de los
militantes del partido. Mientras que la policía alemana estaba controlada más directamente por el partido nazi, la
policía italiana siguió estando dirigida por un funcionario y su comportamiento fue profesional.
Otro organismo claro fue la juridicatura. La magistratura alemana e italiana permaneció en manos de los
conservadores.
La decisión de los nazis de mejorar la pureza biológica de la raza (los italianos eran distintos en este punto)
contenían un componente de salud pública que gratificaba a muchos profesionales médicos, los cuales cooperaron
con el régimen con sorprendente rapidez.
De todas las tensiones que se produjeron durante el régimen fascista, la que con mayor facilidad y de forma
definitiva se zanjó fue el conflicto partido- Estado.
régimen nazi despertó también un ¡entusiasmo papular coassidera- - ¿'‘en Alemania ¿mediados de la década de
1930. El pleno empleo, unido fina larga serie de victorias incruentas en política exterior, elevaron el ¡|oyo alos-
nazis.-muy por encima del 44 por 100 inicial de lás elecciones de ¡garzo de 1933. Aunque los
alemanes'refunfuñaban mucho por las restric- oes y escaseces, y aunque el inicio de la guerra en septiembre de
1939 se ibió sombríamente,**(0^culto a Hitler estaba exento de la_critica reaer-^ Ha a los burócratas y a
loTfuncionarios del parúdoJ
regíraóiErfascístos tuvieron un éxito especial con los jóvenes.; La legada fascista al poder lanzó una onda de
choque que recorrió toda la soldad llegando a todos los barrios y aldeas. Los jóvenes italianos y alema- tuvieron
que afrontar la destrucción de sus organizaciones sociales (si irocédían de familias socialistas o comunistas) y la
atracción de nuevas ninas de sociabilidad. La tentación de adaptarse, pertenecer y adquirir jmgo en las nuevas
organizaciones fascistas juveniles y de ocio (que analizaré después más detenidamente) era muy poderosa.” Unirse
a sus escua- (dras uniformadas y en marcha, sobre todo cuando el fascismo aún era nuevo, era un medio de declarar
la propia independencia frente a unos padres tóurrido^y unos hogares burgueses agobiantes.94 A algunos alemanes
e 'os jóvenes de logros por lo demás modestos les complacía prosperar Kcxbensas de otros.95 El fascismo era, más
plenamente que ningún otro mo-7 Tffnittento político, una declaración de rebelión juvenil, aunque fuese mu-
( JEcUraiás que eso. ^
jl.'PMdlmente se podría esperar que las mujeres y los hombres reaedo- del mismo modo ante regímenes que
consideraban una prioridad ■unpórtante conseguir la vuelta de las mujeres a las esferas tradicionales de ¿fus
labores domésticas y de la maternidad. Algunas mujeres conservadoras ^aprobaban esto. Hitler obtuvo una
cantidad considerable de voto femeni- £yu> (aunque sea imposible cuantificarlo con precisión), y los
investigadores te. han debatido encarnizadamente sobre si debería considerarse a las muje- I
l^resxómpiicftsjLvictimas de suLTépimen.*4 Al final las mujeres eludieron los | y? papeles que el fascismo y el
nazismo proyectaban para ellas, menos por resistencia directa que, simplemente, por ser ellas mismas, ayudadas
por la .sociedad moderna de consumo. Los estilos de vida de la era del jazz de-\ | Mostraron ser más poderosos que
la propaganda del partido. En la Italia [^fascista. Edda Mussolini y otras jóvenes modernas fumaban y exhibían un
í . estilo de vida independiente, como hacían las jóvenes en todas partes des- i |pués de la Primera: Guerra Mundial,
al tiempo que participaban también ¡en las instituciones del régimen v La tasa de natalidad italiana no se elevó
H *63