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1
El presente texto tiene como base las ponencias presentadas en el III Coloquio de Estudiantes de
Filosofía de la Universidad Antonio Ruíz de Montoya y en el IX Simposio de Estudiantes de
Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Perú (10 de setiembre y 26 de septiembre de
2013).
2
Con Gilles Deleuze y Felix Guattari, un panpsiquismo vitalista; con Nick Land, una esquizofrenia
tanatrópico-cósmica.
1
contemporáneo, aunque por razones absolutamente diferentes. En la segunda
parte se discutirán las críticas que Alex Williams y Nick Srnicek realizan al
aceleracionismo de Land, sosteniendo que lo que hay en el fondo es la confusión
entre “aceleración” y “velocidad”. Los autores buscan defender que la verdadera
aceleración es la que busca promover una sociedad post-capitalista e híper
ilustrada, donde el autogobierno colectivo y el dominio prometeico de la naturaleza
puedan culminar el proyecto de emancipación moderno. Finalmente, se hará un
balance de las críticas al aceleracionismo landiano, con el fin de presentar algunas
conclusiones.
2
Primera parte: Una introducción al aceleracionismo de Nick Land
Level 1, or world-space, is an
anthropomorphically scaled, predominantly
vision-configured, massively multi-slotted
reality system that is obsolescing very
rapidly.
Garbage time is running out.
Can what is playing you make it to Level 2?
3
Para los fines del presente documento, se utilizará disolución como término equivalente a
desterritorialización.
3
tradicionales y pre-modernos que reaccionan ante la modernización acelerada que
habría padecido Alemania. Para los primeros, el efecto de la modernización es el
totalitarismo nacionalsocialista, mientras que para los segundos ello sería en
realidad la reacción a la modernización.
4
Land rechaza esta concepción y sigue al esquizoanálisis de Deleuze y Guattari. El
esquizoanálisis es una práctica no edípica que concibe el deseo como productivo
y no de manera representacional y/o negativa y que es, además, entendido por
Land como la búsqueda constante por siempre decodificar y extinguir toda
nostalgia de pertenencia, promoviendo la decodificación de flujos y la
desterritorialización de las multiplicidades maquínicas4. En pocas palabras, se
trata de una práctica subversiva continua contra lo establecido. Esta práctica del
esquizoanálisis se diferencia de la hermenéutica y la deconstrucción, ya que para
Land estas de iure afirmarían perseguir la decodificación, aunque de facto
mantengan rezagos teológicos y reaccionarios por la importancia y la sublimación
de cosas como la tradición, la historia, el lenguaje, lo divino, el misterio y el
misticismo teológico-negativo. Incluso Mil mesetas –la segunda parte de
Capitalismo y esquizofrenia-de Deleuze y Guattari es visto por Land como un
retroceso reaccionario frente a El Anti-Edipo debido a la prudencia que ambos
autores exigirían luego para no desterritorializar “demasiado”, o de una manera
“precipitada”.
4
Para Deleuze y Guattari ontológicamente lo que habría son multiplicidades libidinales de
multiplicidades libidinales que cortan o liberan flujos y a esto lo denominan máquinas.
5
tradicionalistas y reaccionarios que promueven la proliferación reificada de nuevas
subjetividades (como los sujetos raciales, nacionales, etc.)5.
5
Land perversamente presenta en síntesis cómo convertirse en un nazi (para fraseando la
conocida pregunta deleuzo-guattariana “¿Cómo convertirse en un cuerpo sin órganos?”): la
conspiración y malicia, en lugar de azar e impersonalidad; la elección y decisión en lugar del
impulso; los grandes individuos, la personalización y mistificación de los procesos históricos; la
nostalgia por lo estático e inflexible; y, finalmente, el resentir lo impetuoso e irresponsable para
insistir en la vigilancia y la domesticación, eliminando el desorden de flujos no controlados y las
minorías que exhiban tendencias nomádicas o desarraigadas.
6
En lugar de la crítica izquierdista que, vía la revolución, promueve la disolución de
la sociedad que realiza el capitalismo, lo que se presenta como alternativa es la
aceleración6, donde el futuro admite la posibilidad de una sociedad
tecnocapitalista post-humana. Land abandona el voluntarismo humanista de los
revolucionarios, pero también las nostalgias provincianas y tradicionalistas de
Heidegger por la poesía para apropiarse originariamente de la experiencia
ontológica del ser de los entes en medio de la era de la técnica que oculta el ser a
través del reinado de la estructura de emplazamiento y, en su lugar, siente
fascinación por la literatura y las películas de ciencia ficción cyberpunk en tanto
abren y muestran posibilidades post-humanas y distópicas hacia las que la
aceleración desterritorializadora podría aproximarse. De Hölderlin a Blade Runner.
6
En una correspondencia personal, Land refuerza este punto de la siguiente manera “Looking
back, I find the idea of a leftist anti-statism simply ridiculous. Dating this defection is extremely
unreliable, but my best estimate would be that by the mid- to late-1990s I had lost the final shred of
'hope' that a subversion of leftist political movements in an anti-statist direction was a remotely
plausible strategic objective. When my critics on the 'accelerationist left' accuse me of ignoring the
reterritorializing tendencies of capital, my response is that -far from ignoring them- I identify the left
itself as the primary agent of reterritorialization, and a highly effective one (compared to which the
petty nostalgia of the right is of very little consequence). So in simple summary, the principle 'cause'
of my shift has been observation of the actual left, its unbreakable alliance with the state 'in the last
instance', and thus its radical difference from the anti-authoritarian insurgency of my imagination”
(10 de julio, 2013).
7
El materialism libidinal es, en palabras de Land, los siguiente: “There is one simple criterion of
taste in philosophy: that one avoid the vulgarity of anthropomorphism. It is by failing here that one
comes to side with cages. The specifics follow straightforwardly:
1. Thoroughgoing dehumanization of nature, involving the uttermost impersonalism in the
explanation of natural forces, and vigorously atheological cosmology. No residue of prayer. An
7
siendo fuertemente idealista. En lugar de trabajo y lucha (como en las visiones de
Hegel y Kojève que llegan hasta nuestros días) lo que hay es creación cruda
desde la propia materia sin obligaciones, a través de un espontáneo inconsciente
maquínico, deseante y productivo, no marcado por la carencia o la falta: el
inconsciente como fábrica y no como teatro de la representación. Land cree que la
modernización y la tecnificación empiezan a evidenciar que cada vez es menos
relevante lo que pensemos de la técnica (al estilo de Heidegger), debido a que la
técnica progresivamente empieza a pensarse a sí misma8. Land considera que es
cuestión de tiempo para que la inteligencia artificial pueda no solamente igualar,
sino sobre todo superar a la inteligencia biológicamente generada. Creer que la
inteligencia humana y su dominio terrestre son algo perpetuo o irreproducible
(como en la aversión fenomenológica estándar a tal posibilidad) no sería más que
una superstición metafísica cargada de antropocentrismo infantil. En lugar de
profundizar en la cognición humana, de lo que se trata para Land es de hacer que
la cognición devenga inhumana, abandonando su particularidad antropoide. La
inteligencia es concebida, entonces, como un sistema que puede ser instanciado
instinctive fastidiousness in respect to all the traces of human personality, and the treatment of
such as the excrement of matter; as its most ignoble part, its gutter…
2. Ruthless fatalism. No space for decisions, responsibilities, actions, intentions. Any appeal to
notions of human freedom discredits a philosopher beyond amelioration.
3. Hence absence of all moralizing, even the crispest, most Aristotelian. The penchant for
correction, let alone vengefulness, pins one in the shallows.
4. Contempt for common evaluations; one should even take care to avoid straying accidentally
into the right. Even to be an enemy is too comforting; one must be analien, a beast. Nothing is
more absurd than a philosopher seeking to be liked.
Libidinal materialism is the name for such a philosophy, although it is perhaps less a philosophy
than an offence” (Land 1992: 14).
8
En este contexto, Urbina afirma que cuestiones como estas son planteadas claramente en la obra
de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, donde sus personajes nunca están
seguros si son humanos o androides, y donde el vínculo afectivo (empático) entre sujetos se
distorsiona por la irrupción de objetos humanoides que “imitan” emociones e introducen la
posibilidad de amar y desear sexualmente a lo inanimado (¿o es que los androides no son
inanimados?). Cree que el mundo de la ciencia ficción le permite a Land explorar esas vías y
brindar sustento a sus preguntas, pues nos confrontan con ese tipo de situaciones límites.
8
en soportes materiales diferentes a los que actualmente se encuentran
disponibles.
9
bien de lo pre-subjetivo o, incluso, lo a-subjetivo diseminado en la multiplicidad
material.
9
Aquí puede verse la influencia del desarrollo filosófico de Land: Kant, Schopenhauer, Nietzsche,
Freud, Bataille, Deleuze y Guattari.
10
Este pathos característico de Land por la exploración en ese sentido es lo que hace inteligible
que durante los últimos años haya estado crecientemente interesado en la teoría política
neocameralista de Mencius Moldbug y de la blogósfera de intelectuales neo-reaccionarios que son
agrupados bajo la etiqueta de Dark Enlightenment.
10
hacia el que tiende la síntesis desinhibida es el grado cero de desterritorialización
absoluta, el cuerpo lleno sin órganos o esquizofrenia cósmica.
11
Aquí la pregunta fundamental para Brassier es cómo uno puede eludir la
representación y hablar de la materia en sí. Es decir, de lo que se trata es de
preguntar por cómo el pensamiento puede acceder no representacionalmente al
ser en sí que en este caso es una materia trascendentalmente sintética. Una
posibilidad sería apelar a una experiencia sub-representacional a la que uno
podría acceder, por ejemplo, por algún tipo de intuición. Sin embargo, no queda
claro (1) cómo o a través de qué uno accedería a este inconsciente maquínico
primario y (2) en el caso, incluso, de que sí fuese posible acceder11, no queda
claro cómo entender este elemento primario cuando Land afirma que el proceso
primario es producción de producción, donde no hay nada dado y donde todo es
producido. Entonces, de lo que se trata es de explicar cómo el pensamiento puede
acceder al proceso primario de producción y cómo es que puede aprehenderlo
conceptualmente de manera no representacional12.
Para eludir estas dificultades Land y los deleuzeanos pueden decir que en realidad
no se trata de una congruencia entre representación y representado, o entre
conceptos y objetos, o entre ideas y cosas. En lugar de esto lo que se diría es que
el pensamiento es en sí mismo un proceso productivo, que es una praxis, un
hacer. La práctica conceptual no buscaría aprehender estructuras inteligibles y
pre-existentes. Lo que haría sería trazar movimientos y tendencias en el proceso
material mismo. Entonces la pregunta correcta no sería una pregunta
epistemológica por la validez del pensamiento frente a una realidad independiente.
En su lugar, la pregunta correcta sería si la práctica acentúa o acelera la
producción primaria; o si es que, por el contrario, la detiene e inhibe. La verdad y
la falsedad son disueltas y subordinadas a la díada aceleración/desaceleración13.
11
Incluso, a un nivel más fundamental, es posible decir que Land ni siquiera podría hacer eso
debido a su depuración de la ontología deleuzeana de todo vestigio vitalista y bergsoniano.
12
Una opción no académica podría ser, quizá, a través de algún tipo de droga o substancia
alucinógena.
13
En una correspondencia personal, en relación a esta matriz ontológica deleuzeana que parece
ya no suscribir más (aunque no hay razones explícitas sobre ello), Land dice lo siguiente: "My
sense of the matter is that this starting point -which is broadly 'phenomenological' in nature- leads
12
Cuando esto se traslada al registro de la praxis política, lo que hay para el
materialista maquínico es un imperativo para intensificar y acelerar la producción
primaria y oponerse a todo lo que busque obstaculizar, amenazar o inhibir esto.
Brassier se opone a esta salida porque la materia en sí como proceso primario no
es traducible a un registro de experiencia o de intensidad afectiva. En pocas
palabras, si pasamos a un registro no orgánico no tiene sentido hablar de
“afectos”. Aquello sería una especie de error categorial que tendría lugar al
subjetalizar (para usar la expresión de Quentin Meillassoux14) la materia al
hipostasiar en ella la síntesis trascendental del sujeto kantiano. El resultado sería
un “materialismo” que efectivamente termina siendo idealista, en tanto que
aspectos del pensamiento (así sean los más irracionales, como deseo o
inconsciente) terminan siendo hipostasiados en la materia15.
necessarily to confusion when the 'machinic unconscious' is the destination. Is there in fact any
usable 'platform' of stable subjective identity, from which the machinic unconscious is to be
'accessed'? It seems to me that the position of Deleuze and Guattari, shared for the most part by
the Fanged Noumena pieces, is that no such platform is sustainable -either theoretically or
practically- so that the machinic unconscious drafts simulacra of coherent subjective positioning,
rather than being posed as a complex object for subjective apprehension (with dependency running
unilaterally from the distributed process of production). Is this naive Naturphilosophie? The test,
surely, is the compliance of this or any other discursive apparatus with self-sustaining productive
dynamics, in which the socio-historical reproduction of semiotic systems is embedded. There's no
transcendent criterion of judgment available. 'Philosophy' certainly lacks the effective authority to
erect one. Searching for a categorical justification for the accelerationist impulse has to be equally
futile. Positive cybernetic circuitry of sufficient sophistication implies a supportive subjective
position. I don't see any way to get 'above' or 'beyond' that” (18 de agosto, 2013).
14
El subjetalismo es el gesto especulativo que consiste en hipostasear aspectos del pensamiento
en el ser al absolutizar la correlación entre pensamiento y ser. Esto es desarrollado por Quentin
Meillassoux en “Iteration, Reiteration, Repetition: A Speculative Analysis of the Meaningless Sign”,
conferencia dada en la Universidad Libre de Berlín el 20 de abril de 2012. Disponible en:
http://goo.gl/JNpLe0.
15
El proceso maquínico eventualmente genera la inteligencia como parte de este proceso mismo.
Land no sería panpsiquista desde un inicio, ya que la sapiencia emergería con el homo sapiens.
Sin embargo, parece ser que sí hay inconsciente maquínico desde siempre. Pero ¿inconsciente de
13
Y lo que termina asumiéndose es una especie de escatología materialista que
reemplaza a la teología racional, a la teodicea especulativa, y que uno evidencia al
preguntar: ¿por qué intensificar, acelerar y desterritorializar?”16. Esto se asemeja a
una especie de escatología perversa que, a diferencia de la teodicea hegeliana
donde el Espíritu culmina en libertad objetiva y autoconsciencia filosófica, lo que
tiene es un inconsciente maquínico impersonal como proceso primario cuya
tendencia es la disolución de la humanidad y el advenimiento de la esquizofrenia
cósmica. Esta cuestión normativa conlleva a preguntar si es que debe haber un
punto limítrofe de absoluta desterritorialización hacia el cual tienden los procesos
de aceleración, si es que hay límites materiales para nuestra capacidad de
acelerar o si es que, incluso, hay alguna suerte de límite trascendental de
velocidad para la aceleración. Y tal límite parece ser la muerte o la esquizofrenia
cósmica (una desterritorialización o disolución total). Ese es el último horizonte: al
final del proceso hay muerte. Y cuando uno converge con este momento de
absoluta intensidad y desterritorialización, uno deja de existir como tal. De ahí que
lo que continúe con el proceso aceleracionista no sea la especie humana, la cual
es un momento o fase de este proceso. Y las especulaciones landianas o
qué? ¿Inconsciente de quién? Si son procesos sin reflexividad, entonces se trataría de procesos
causales sin propósito. Pero si tal es el caso, ¿en qué se diferenciaría la esfera de las causas
(Sellars) del inconsciente maquínico (Land)? Si son lo mismo, lo que tenemos es un gesto
subjetalista en tanto se hipostasia un aspecto de la subjetividad en la totalidad material. Si no lo es,
¿dónde se encuentra esa esfera sintética? ¿A un nivel mucho más fundamental que los procesos
que describen las ciencias? ¿No es aquello reemplazar la lógica hegeliana por una sintética
deleuzeana, lo cual constituiría un gesto igualmente dogmático frente a la comprensión científica (y
moderna) del universo?
16
¿Por qué no deberíamos ser conservadores entonces? ¿Por qué desterritorializar? ¿Ser
aceleracionista no sería aliarse con el status quo cósmico? ¿Una especie de amor fati
nietzscheano en pro de la aniquilación? El reaccionario como aquel que se opone al universo
mismo.
14
“hipersticiónes” apuntan a que sea algún tipo de techno sapiens el que prosiga con
el proceso17.
17
Brassier (2007) ha abordado también este límite pero como extinción y muerte térmica del
universo, momento en el cual ya nada vive. Ello constituye un reto al vitalismo y al idealismo. ¿Qué
puede decir un nietzscheano o hegeliano frente a ese momento en el que ni la voluntad de poder
retornará eternamente, ni el Espíritu resurgirá de sus cenizas?
18
Acelerar como algo que uno puede hacer (decisionismo normativo) o aceleración como un
proceso o algo que efectivamente está pasando (proceso ontológico). ¿En qué sentido uno podría
tomar la decisión de acelerar? ¿En qué sentido uno podría tener "buenas razones" para acelerar?
Además, hay un momento en el cual ya no se puede acelerar, una especie desterritorialización
pura o esquizofrenia cósmica. ¿Cómo entender este desenlace? ¿Se trata de un estado totalmente
desterritorializado? ¿Sería equiparable con la muerte térmica del universo? Parece ser un
imperativo teleológico que, en tanto reverso de la teodicea, tiene como fin la muerte o disolución
total. ¿Por qué se apunta hacia eso? Se supone que porque la materia apunta a la producción de
producción, buscando desinhibir sus síntesis. Pero ¿por qué? ¿Hay alguna razón?
19
Sacilotto detecta el problema en los siguientes términos: "This is the profound irony of Landian
accelerationism: in purportedly endorsing the dissolution of a merely 'personal' agency,
15
mercado, el capitalismo, la desregulación y la disolución de los vínculos y formas
de organización. Sin embargo, desde el aceleracionismo de Land esto no se hace
para promover la democracia liberal y la libertad individual, como sí lo haría un
neoliberal convicto y confeso no cínico (si los hay). Lo que hace Land es
relinquishing the revolutionary impetus to a totally impersonal material unconscious whose driving
force is indifferent to any palpable human ends, it becomes effectively nonsensical to even pretend
that revolution is a matter of articulating the discursive or social nexus in determinate ways. It
formidably excuses itself from answering to any norms, since it is the one and only practice that
abhors all norms. It thus speaks the singular norm under which all other discourses or practices
become disqualified, including the demands for justification, now calumniated as the ruse of
'reason'. At the beginning there was the word, and at the end there is nothing but it. One need not
worry about coherency and argumentative scruple since, strictly speaking, the libidinal usurpation is
inevitable and well underway. The more one indulges in whatever hedonistic means 'intensify' the
capitalist process of automatized production-for-production, and bequeaths reflexive agency to blind
productivity, the closer one is to the 'cosmic schizophrenia' of the post-human world. Hedonistic
surrender becomes in this way the only form of revolutionary practice or theory.
Nevertheless, as we have seen, it is unclear that even as much as to decide to surrender becomes
impossible without accepting the possibility of decision, which in turn requires the normative kernel
of rational agency allegedly being obviated. At heart, purportedly scorning morality to the point of
reifying de-anthropomorphizing intensification as the absolute norm, Landian cybernetics becomes
nothing but the urban, sci-fi obverse of the pathetic rural provincialism according to which only
silence can repair the damage of the ontotheological world. What the former celebrates in
hedonistic abandon the latter bemoans in disciplined pilgrimage. Automated agency becomes either
the wellspring of existentially reconciliatory historical experience or the emancipatory vehicle of
futural assembly.
In the name of poetic craftsmanship, water is drawn from the well. In the name of death, one rises
to the machinic plot of the city. Silence beckons the coming age. The wells of Heidegger's Black
Forrest meet Land's Chinese skyscrapers. What provincialist nostalgia provides for the new-ager
phenomenologist, Promethean techno-futurism provides for the hedonist in his 'nihilist' subversion
of all normativity. The savior God of ontological redemption, or the apocalyptic God of cybernetic
subversion, it all comes down to the same. Once decision has become impossible, temporally
removed or transcendentally illusory, the revolt against the individual cannot but coincide with
autistic inflection, with a sublimation of the individual's engaged practice or libidinal automation. It
rejoices in desecrating the residual theological morsels of Kant's encroachments to a servile human
'morality', or, more radically still, the unsuspecting martyr that transitions homo sapiens past its
incarnate seclusion, to a higher Enlightenment of which the flesh knows nothing".
16
instrumentalizar transitoriamente el neoliberalismo en nombre de algo que se
supone es potencialmente más corrosivo y nihilista (el afuera tecnocapistalista
post-humano). Sin embargo, la crítica de Brassier aquí es que al afirmar esto, en
la práctica uno termina en una alianza estratégica con los enemigos de los
enemigos de uno. Y si uno se descuida, podría terminar simplemente apoyando la
política neoliberal sin más20. De ahí que la cuestión fundamental sea, entonces, si
es que el programa aceleracionista puede ser filosóficamente consistente y si es
que tiene que inevitablemente mantener una de alianza táctica con
neoliberalismo21. En relación a esto, Alex Williams y Nick Srnicek afirmar que es
posible mantener la primera afirmación solamente negando la segunda. Para ello
intentarán abandonar matriz ontológica deleuzeana en pro de una híper ilustración
de izquierda que realmente pueda producir una real aceleración.
20
Creemos que esta crítica de Brassier a Land no se aplica debido a su interés en el Dark
Enlightenment que ya mencionamos, específicamente en la teoría política neocameralista de
Mencius Moldbug y en las reflexiones económicas de Foseti. A partir de aquí queda claro que para
Land no es necesario promover el capitalismo desde una ideología neoliberal. De hecho, el
neoliberalismo puede aparecer como un obstáculo frente a lo que se exige para arribar al “afuera”.
21
La versión resuelta de la ponencia se encuentra en: http://goo.gl/PFNpJT.
17
Segunda parte: El aceleracionismo de izquierda frente al aceleracionismo
landiano
18
anteriores habrían sido aprisionadas por tabúes tradicionales despóticos y/o
primitivos. La tesis, entonces, es que el capitalismo disuelve las maneras
tradicionales de organizar la producción y la sociedad. Se trata de una versión
actualizada de la tesis sobre el capitalismo, según la cual “todo lo sólido se
disuelve en el aire” (para usar la expresión marxiana que fue tan cara al recién
fallecido Marshall Berman). En relación a la cita de Deleuze y Guattari que hace
de epígrafe al presente trabajo, Land termina respondiendo afirmativamente a la
pregunta que plantean ambos autores (apostando por acentuar el proceso de
mercantilización capitalista), mientras que Deleuze y Guattari terminaron
recomendando en Mil mesetas una especie de prudencia frente a la
desterritorialización (una suerte de disolución con responsabilidad social), algo que
Land sentenció como un movimiento reaccionario frente a lo abismalmente
descubierto en El anti-Edipo. De manera similar a como Deleuze y Guattari
criticaron a Sigmund Freud por haber descubierto el inconsciente productivo para
luego reprimirlo en el teatro de la representación mítica, Land considera que
Deleuze y Guattari habrían logrado comprender el carácter desterritorializador del
capitalismo para luego reprimirlo en una especie de prudencia antrópica a no
desterritorializar mucho o demasiado rápido.
19
además del surgimiento y diseminación de tecnologías web, así como de la cultura
digital.
20
Para ello, Williams propone que la aceleración sea entendida de otra forma. A un
nivel epistémico, acelerar debe ser entendido como la expansión y exploración a
partir del desarrollo de los recursos teórico-conceptuales y del conocimiento tecno-
científico. Esto supone abandonar la matriz deleuzeo-guattariana de Land que no
distingue entre pensamiento y ser y que hipostasia la síntesis trascendental del
sujeto en la materia (“subjetalismo”22), concibiéndola de manera inmanentemente
auto-sintética y auto-productiva. En lugar de una práctica landiana esquizoanalítica
subversiva y libidinal, con Williams la aceleración es entendida ahora como una
comprensión racionalista e ilustrada del mundo. En el plano político, este
aceleracionismo se presenta como siendo de izquierda, en tanto afirma que es el
capitalismo el modo de producción que contiene y reprime a las fuerzas
productivas de la tecnología, en lugar de ser el agente eminente de la aceleración.
De lo que se trata para Williams es de liberar esas fuerzas en contra del
neoliberalismo y en función de fines colectivos post-capitalistas. La idea esencial
es que solamente un futuro más moderno puede ser una alternativa más viable al
neoliberalismo y a su impotencia estructural para resolver los problemas que
enfrentamos hoy como humanidad.
22
Véase la nota 15.
21
más y que los estándares de vida de la clase media del norte empiezan a
progresivamente desvanecerse.
22
En sus orígenes, el marxismo, la teoría crítica y la política emancipatoria no
estuvieron nunca desligados de la ciencia, ni de un proyecto moderno e ilustrado.
Para ser fiel a este origen, la izquierda para nuestros autores tiene la tarea de
actuar en pro de una efectiva aceleración que por ahora es reprimida por el
sistema económico actualmente vigente. Esto implica articular la crítica y la
política con el saber científico. Se trata de re-enfatizar la importancia del
conocimiento frente a la hegemonía culturalista, híper textualista y exegética que
prima en los intelectuales progresistas del establishment académico. Quizá este
sea el único punto de convergencia entre Land y el aceleracionismo que intenta
ser de izquierda: el ser crítico de la intelectualidad progresista.
23
La idealización de esa época también se extiende entre los politólogos locales para las
instituciones políticas y las organizaciones. Piénsese cuando los analistas hoy hablan de nuestros
partidos políticos. En todos lados se repite el cántico sobre fortalecer los partidos. De todas las
canteras políticas e ideológicas el estribillo se vuelve a repetir. La pregunta ante tal consenso es,
¿cuál es el ideal normativo de lo que debería ser un sistema de partidos fuertes? Parece ser que lo
que está detrás es una especie de ideal de tres partidos, uno de centro, uno de izquierda y uno de
derecha, con políticos profesionales, burocracia vertical y meritocrática, ideologías consistentes,
redes de activistas y militantes, penetración en la sociedad y capacidad de movilización. El ideal de
los partidos de masas europeos después de la posguerra (justamente, la era dorada del
capitalismo). Quizá otros piensen en un bipartidismo inglés o norteamericano. En todo caso, lo
23
no solamente debe reconocerse su imposibilidad fáctica, sino que también debe
afirmarse su indeseabilidad normativa, ya que tal época todavía suponía colonias,
imperios, una periferia no desarrollada, jerarquías nacionales, racismo y
sexismo24.
interesante es pensar que estos ideales se asemejan a la nostalgia de Rousseau quien, en plena
modernización, añoraba la vida de comunidades políticas y ciudades-república donde eran pocos,
iguales, homogéneos y con participación activa (la añorada vita activa de Arendt). En la práctica, la
modernización prevaleció y fue imposible no tener facciones y competencia partidaria. ¿No sería
posible que hoy, luego del colapso de nuestro sistema de partidos (si es que alguna vez hubo tal
cosa en nuestro país), quienes desean el fortalecimiento de los partidos añoran nostálgicamente
una época con clases y partidos, con ideologías y programas? ¿No es quizá ingenuo pensar que
en un contexto de modernización cada vez más acelerada y progresiva fragmentación, el tejido
social que exige tal sistema de partidos no va a volver a darse? El problema entonces es cómo
puede ser posible tener organizaciones políticas y representativas en un contexto de
modernización globalizada y fragmentación social. Lo otro parece ser una nostalgia partidaria.
Cada vez que escuche a alguien decir que hay que fortalecer a los partidos y constituir el sistema
de partidos fuerte, pregunte usted (1) ¿Cuál es el ideal normativo que se tiene mente? (2) ¿Qué
casos son los que se acercarían a aquel ideal? y (3) ¿Por qué ello sería deseable para la
democracia? Sin esas respuestas, el consenso sigue siendo implícito en sus pretensiones y
demagógicamente facilista. No hay partidos. Y no van a volver. Por lo menos no tal y cómo los
conocimos (ni como los añoran algunos).
24
Sin caer en un determinismo o evolucionismo social, uno puede distinguir ciertas trayectorias. Lo
que se debe pensar es en la modernización como un proceso traumático (quizá en lugar de
necesitar de Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, se podría tener uno solo: “El
problema de la modernización”). Cuando los primeros países se modernizaron se generaron una
serie de transformaciones brutales, con altos costos sociales (como algunos los llamarían hoy).
Podría decirse que un problema es que queremos modernizar, pensando que ello puede ser
posible sin ese tipo de costos y con la presión de que ahora, por lo menos de jure, la vida de las
personas importa (así como sus libertades y derechos, incluso para instancias y organismos
internacionales). Transformar con consensos, deliberación y consultas (las consultas als ob fuesen
vinculantes). ¿No es una fantasía esa modernización armónica dónde todos ganan y nadie pierde?
¿Son posibles cambios estructurales con tantas restricciones y consideraciones previas? Las
derechas extremas (más conservadoras y autoritarias) no tienen problemas con esos costos,
pueden pagar eso y más. Las izquierdas extremas (más conservadoras y autoritarias) pueden
oponerse, irónicamente, a esa modernización sin algo muy claro en su lugar (fortaleciendo un ideal
ecológico y soberano, expresando un radicalismo profundamente reaccionario). En el centro, las
24
El aceleracionismo de izquierda quiere, para usar las expresiones izquierdistas
clásicas, desarrollar las fuerzas productivas, yendo más allá de lo que puede
hacer el neoliberalismo contemporáneo, y esto con el objetivo de poder arribar a
un mundo post-capitalista. Sin embargo, frente a posibles objeciones iniciales, los
autores declaran que esto no es un tecno-utopismo ingenuo. Esto se debe a que a
diferencia del marxismo o de las visiones modernizadoras del siglo XIX, la
tecnología no es concebida aquí como una condición suficiente para la
emancipación. Para alcanzar la suficiencia se requiere que esta condición se
articule con la acción socio-política concreta. No hay nada espontáneo,
determinista o mecánico aquí: se requiere de planificación. Por eso la izquierda
para esta facción aceleracionista necesita estar a la vanguardia en lo que a
avances científicos, tecnológicos, económicos y organizacionales se refiere. La
modelización económica, el análisis de redes, de big data, la simulación basada
en agentes, etc.; todo esto y más es necesario para hacer más inteligible un
mundo tan complejo como el nuestro. La izquierda aceleracionista debe ser
efectivamente competente en esto y más25.
derechas liberales y las izquierdas liberales (caviares e izquierdistas modernos) concuerdan en que
la modernización va. De lo que se trata es acordar qué tanto deben perder los que necesariamente
van a perder.
25
La clásica acción directa del activista progresista no basta para estas grandes exigencias. Lo
recurrente de la posición crítica, como marchar y llevar carteles, no basta. El criterio de una buena
táctica para estos autores no debe ser simplemente el “hacer algo”. Lo que importa como criterio es
si es que tal acción posibilita algún tipo de éxito significativo, incluso si esto implica abandonar la
retórica radical de apertura, horizontalidad e inclusión para promover organizaciones y acciones
que no respondan a esa retórica, pero que puedan ser más exitosos. Una acción política efectiva
puede requerir también, por ejemplo, de verticalidad, exclusión y de secretos (esto parecería ser
una especie potencial neo-vanguardismo).
25
(elecciones, discusión, asambleas, etc.)26. En lugar de pensar la democracia como
un régimen político liberal y representativo, el ideal sustantivo de estos autores es
el autogobierno colectivo, que va más en la línea de la realización de una especie
de democracia más directa, por más inverosímil que ello pueda sonar. Se trata,
entonces, de una neo-ilustración en tanto se piensa que este autogobierno es
indesligable del conocimiento del mundo. Lo que busca el aceleracionismo de
izquierda es realizar la posibilidad de una planificación no totalitaria que pueda
superar un orden caprichoso y emergente que se encuentra fuera de control y que
pone la subsistencia de nuestra especie en alto riesgo. Lo que busca, al fin, es
una articulación exitosa de la planificación con el orden improvisado de las redes,
sin que ello tenga que derivar en un totalitarismo o autoritarismo.
26
El aceleracionismo de izquierda estaría de acuerdo en afirmar que la democracia hoy suele ser
esencialmente una ironía sobre el llamado “autogobierno del pueblo”. En la práctica tenemos
políticos que compiten por votos para poder gobernar. Para poder competir se requieren recursos.
En sociedades desiguales hay pocos grupos grandes con muchos recursos que financian, en lo
esencial, a quienes compiten. Los recursos se usan para poder aumentar las posibilidades de
ganar. Para ganar se requiere una mayoría de votos. La ironía es que los políticos prometen a los
más para obtener mayorías, pero financian su competencia con los recursos de los menos. Los
menos invierten mucho y esperan mucho (¿Cómo sería posible una gran inversión que no
esperara nada a cambio?). Y si no financian, pueden ejercer presión sobre los que ganen (saben
mucho de eficiencia y eficacia). Y en ciertos casos, tal presión es mayor a la de la ciudadanía que,
a lo mucho hoy, sale a decir que están indignados con las cosas y etc. (La “sociedad civil”
participando, todo un ideal de los republicanos). El que gana tiene que decidir, en el caso extremo,
a quien traicionar: a los que dan sus votos o a los que dan recursos.
26
obsesivamente en la crítica a la ideología de productos culturales sin mayor
interés en algo que vaya más allá.
Para concluir es necesario resaltar que se requieren discutir algunos puntos del
llamado aceleracionismo de izquierda27. Lo primero es que la categoría
27
En una conversación a través de su blog Outside in, Land me dio sus impresiones sobre el
Manifiesto de Williams y Srnicek. Sus comentarios fueron básicamente los siguientes: “(a) Is there
really an effective and sympathetic audience for this kind of program? Assuming that the only
27
neoliberalismo es usada sin mayor precisión terminológica. ¿Cuáles países son
los más neoliberales? ¿Cuáles son los menos? ¿Todos son neoliberales? ¿O
accelerating processes for which we have historical precedent have involved some kind of
‘exploitation’ (directing energies into self-reinforcing productive systems, rather than leisure
consumption), how realistic is it to envisage a left-accelerationist alliance? Would this not require
that the labor resources which are to be channeled into accelerating growth subjectively embrace
the intensification and economization of work? This strikes me as politically implausible, in the
extreme. (b) The acceleration / speed distinction is not very precisely described. Impressionistically,
it suggests that capitalist ‘speed’ lacks some kind of qualitative openness relative to a ‘left
acceleration’ — that it is too narrowly channeled. Without seeing more clearly what this missing
quality might be, it is hard to respond precisely. My suspicion is that it involves a romantic
attachment to some conception of productive ‘liberation’ beyond that captured by the capitalist
index of economic value (which in turn reduces to the self-reference of auto-excitation, or
production-for-production). Since the capitalist formula tends to capture mathematically-pure
acceleration (self-referential growth) with great exactitude, it is hard to see what it is missing. (Do
the Left Accelerationists really think they can drive the production trend harder? That sounds like
the early-Soviet and Maoist illusions that markets slow things down.) (c) Is ‘collective self-mastery’
being conceived as an immanent goal of economic evolution — in Marxian fashion? No reason is
given here for embracing it. Perhaps it is supposed to be self-evident, or the Left political identity is
taken as a given, which then upgrades itself through accelerationist theory, without discarding prior
moral commitments. In any case, it seems extraneous to the immanent accelerationist principle,
which is intensification of practical self-reference on the part of the productive machine.
Optimization for intelligence is intrinsically accelerative, can the same be said of ‘collective self-
mastery’? Why would such ‘mastery’ be directed towards driving the process harder? Process and
goal seem to be entirely disconnected. (d) ‘Neoliberalism’ is undefined, and given that it means
everything from intense laissez-faire capitalism (when used critically by ‘Bolivarian’ Latin
Americans) to mildly market-reformed New Deal social democracy (when used affirmatively by
Clinton-era Democratic Party sympathizers in the United States) it is difficult to know what to make
of it. The implicit idea that we are presently in a post-Keynesian epoch strikes me as preposterous.
This vocabulary is a tribal rallying cry, rather than a serious contribution to political-economic
analysis. (e) Does the preliminary eco-panic do any theoretical work? It looks like an awkward fit, to
say the least. (f) “The future must be cracked open once again, unfastening our horizons towards
the universal possibilities of the Outside.” — My PhD supervisor warned me against ‘must-aphysics’
and I’ve tried not to forget it. If it ‘must’ through some naturalistic destiny, OK (great). If ‘we’ ‘must’
‘do it’ it sounds like silly soap-boxing. Waving guns at people might earn a ‘must’. Waving a politico-
theoretical manifesto at them really doesn’t …”(17 de mayo, 2013).
28
acaso existen variaciones sobre el capitalismo que coexisten hoy? Tampoco
parece tan fácil sostener que el neoliberalismo hace meros gadgets o que muchos
de ellos no sean también relevantes. En todo caso, lo que se requiere es un
estudio empírico que pueda comparar y evaluar estas últimas décadas con el fin
de respaldar ese diagnóstico. Lo segundo es en qué medida es posible una
planificación no totalitaria como la planteada por los autores, algo que se afirma,
pero que es muy difícil de concebir, sobre todo luego de los desastres que
padecieron muchas economías planificadas, sobre todo en términos de costos
humanos. No digo que sea imposible, solamente que debe precisarse mucho más,
debido a los riesgos que acarrea. Y sospechar de ello no necesariamente implica
estar comprometido con alguna vertiente del posmodernismo.
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esclarecer qué están entendiendo por emancipación, si es que aceptan abandonar
el antropocentrismo.
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Bibliografía
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