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Concepto de Cantata

El término cantata proviene de "cantada", del italiano cantare y es una pieza


musical escrita para una o más voces solistas con acompañamiento musical, generalmente
en varios movimientos y en ocasiones con un coro. Se distingue de la pieza para ser tocada
o «sonada» (la sonata). La cantata tiene su origen a principios del siglo XVII, de forma
simultánea a la ópera y al oratorio. El tipo más antiguo de cantata, conocido como cantata
da camera, fue compuesto para voz solista sobre un texto profano. Contenía varias
secciones en formas vocales contrapuestas, como son los recitativos y las arias. Entre
los compositores italianos que escribieron estas obras se incluyen Giulio Caccini, Claudio
Monteverdi y Jacopo Peri. Hacia finales del siglo XVII, la cantata da camera se convirtió en
una composición para dos o tres voces.
Existían dos tipos de catatas diferenciadas por las temáticas que trataban:
 Cantatas religiosas

Las cantatas se crearon para ritos religiosos, tanto católicos (cantatas sacras)
como protestantes. Esas cantatas tenían una parte oral muy consistente, destinadas a ser
cantadas por los feligreses. El gran maestro de la cantata religiosa fue Johann Sebastian
Bach. Las cantatas de Bach tenían generalmente un coro inicial en que
las sopranos iniciaban el tema musical seguido por las otras voces. Se sucedía por medio
de arias con recitativos cortos, a veces con instrumentos solistas que tocaban
la melodía preparada para la voz (es lo que se denomina obbligato). La congregación de
fieles conocía los corales de antemano, ya que se iniciaba el servicio religioso con un
«preludio coral» que tocaba el órgano. Estos corales de Bach fueron la base de los coros de
los grandes oratorios, como el Oratorio de Navidad y las pasiones, como la Pasión según
San Mateo y la Pasión según San Juan.

 Cantatas profanas
En el Barroco también se cultivó la cantata profana o secular de origen italiano, que
apareció como género en 1620 y que se consolidó a finales del siglo XVII. Alessandro
Scarlat compuso cantatas por medio de una sucesión de recitativos con tiempo rápido
y arias da capo (que repetían el tema inicial en la última parte vocal, según la estructura A-
B-A). Scarlat concibió estas cantatas para un público culto y muy selecto, por lo que
la armonía y las melodías contrapuntísticas resultaban complejas, y tendían a no acentuar
en demasía la escritura en arioso para conceder más importancia a
los ritornelli instrumentales. Este modelo fue adoptado magistralmente por Antonio
Vivaldi en las cantatas sacras y por Georg Friedrich Händel. Händel compuso cantatas que
eran como pequeñas óperas. Eran cantatas líricas de alto contenido dramático, algunas
concebidas para voz y bajo continuo, otras para voz, bajo continuo y orquesta. Entre ellas,
cabe destacar Acis, Galatea y Polifemo y Apolo y Dafne.
Siglo XX
En el siglo XX la cantata aparece en América Latina, vinculada a la canción de autor,
donde se la reconoce como cantata popular y aborda variadas temáticas, especialmente
políticas y sociales. Su desarrollo se da principalmente en Argentina, Chile, Nicaragua, El
Salvador, Uruguay y Venezuela. En Chile, destacan: la Cantata de Santa María de Iquique,
los Murales Extremeños, el Canto para una semilla de Luis Advis; la Cantata de los
Derechos Humanos de Alejandro Guarello; "La Fragua" de Sergio Ortega, "Américas"
de Gustavo Becerra con Quilapayún; "Recados a Gabriela Mistral" de Jaime Soto León
con Barroco Andino; la "Rosa de los Vientos" de Inti Illimani, entre otras. En Perú se
escriben en dos tendencias cantata académica como "ApuInka" de Francisco Pulgar Vidal o
popular como "Kuntur Wachana" de Celso Garrido Lecca; otro ejemplo entre popular y
académico es la "Cantata a Cajamarca, el encuentro de dos mundos" de Lino Bolaños
Baldassari y Miguel Oblitas Bustamante. En Venezuela la Cantata más afamada es la Canta
Criolla de Antonio Estévez compuesta para Tenor y Barítono, Coro y Orquesta, basada en el
tema popular de Florentino y el Diablo, esta obra contiene abundantes ejemplos de la
sonoridad del sentir llanero venezolano. En Canarias destacan la Cantata del Mencey
Loco de Los Sabandeños (1975) y Romance del Corredera de Mestisay (1983).

CANTO PARA UNA SEMILLA


Luis Advis Vitaglich (1935-2004)
Canto para una Semilla es una elegía/cantata para voz recitativa e instrumentos
tradicionales (charango, cuatro, guitarra, quena, bombo), compuesta por Luis Advis a
partir de las décimas de Violeta Parra. El trabajo del compositor fue mucho más allá de
una simple musicalización de los textos de la autora: estos fueron seleccionados,
adaptados y cuidadosamente organizados por el compositor, quien se propuso construir
un relato poético y musical capaz de iluminar "la proyección de su personalidad creadora
en los diversos planos de la realidad que ella vivió, así como el símbolo que representa
para nuestros tiempos, conflictos y aspiraciones" (Advis, Luis. "Cuadernillo". Canto para
una semilla. Santiago: Warner Music, 1983). Y esto lo logró incluyendo de manera
protagónica el elemento femenino a la sonoridad del conjunto a través de la participación
de Isabel Parra, hija de Violeta.
Al igual que en otras de sus obras -como la Cantata Santa María de Iquique-, Canto
para una semilla demuestra que Advis entiende "la música como una práctica cultural que
no responde solamente a los valores de la creación artística, sino que da especial
importancia a la dimensión 'extra-musical' en la cual esta se inserta" (Osorio Fernández,
Javier. "Luis Advis y Violeta Parra: Canto para una semilla. Política y representación en la
creación musical chilena". Dinámicas de exclusión e inclusión en América Latina:
hegemonía, resistencias e identidades. Santiago: Centro de Estudios Culturales
Latinoamericanos, 2005, p. 192).
La obra fue estrenada en diciembre de 1972, en el Teatro Antonio Varas, con las
interpretaciones de Isabel Parra y el grupo Inti-Illimani. Consta de las siguientes secciones:
 Los Parientes
 La Infancia
 El Amor
 El Compromiso
 La Denuncia
 La Esperanza
 La Muerte
 Epílogo o Canción Final (no lleva texto de las décimas sino versos de "Gracias a la
vida")
Tanto por la síntesis de sonoridades tradicionales y formas clásicas como por la
incorporación de elementos contextuales a la experiencia musical, Canto para una
semilla constituye, según Osorio Fernández, "un elemento central en la modernización de
la música popular chilena hacia la década de los sesenta. La obra de Luis Advis resulta
fundamental para entender las transformaciones que darán origen a la Nueva Canción
Chilena en la última mitad del siglo XX". A diferencia de la Cantata Santa María, esta obra
integra nuevos timbres y sonidos con la ampliación de la orquesta. La manera en que Advis
utiliza ritmos e instrumentos del folclor contribuye a mostrarlos bajo una nueva luz, ya que
los reinterpreta con armonizaciones inesperadas.
A 45 años de su creación, se reconstruye la historia de una obra única. En ella
confluyen Violeta Parra, Luis Advis, Inti Illimani y Carmen Bunster, para interpretar algunas
de las canciones más hermosas escritas alguna vez en Chile, que apenas se alcanzaron a
presentar en vivo antes de 1973.
“Luis Advis está frente al escenario del Teatro Antonio Varas, de espaldas al público. Mira
hacia Isabel Parra, que canta ante un micrófono. Un poco más allá está la actriz Carmen
Bunster y, atrás, los seis Inti Illimani con sus ponchos característicos. Afuera la noche se
demora en caer, porque es casi el comienzo del verano en Santiago, y la sala está repleta
de periodistas, músicos y algunas autoridades. Es lunes 4 de diciembre de 1972 y es la
primera ocasión en que se escucha en vivo Canto para una semilla, una obra que Advis
había escrito tan solo un año antes, basándose en las décimas autobiográficas de Violeta
Parra”.

45 años se cumplen en 2017 de una historia que esa noche alcanzó su cumbre.
Hoy, todo es muy distinto. Los miembros de ese Inti Illimani tocan por separado. Los
escenarios de esa música han sufrido el paso del tiempo. El país, evidentemente, es otro y
muchos detalles se han perdido con el tiempo.
Apuntes Conferencia Violeta Parra y Canto para una Semilla
Teatro Municipal de Santiago
En este conversatorio, el musicólogo Juan Pablo González introduce Canto para una
semilla haciendo referencia, entre otras cosas, a la relación de esta obra popular con la
música clásica.
Canto para una semilla dialoga entre la música docta y el canto popular.
Así como Bach adaptaba textos del evangelio para hacer sus oratorios, Wagner utilizaba la
mitología germánica y Verdi inspiró tres de sus operas en dramas de Shakespeare, Luis Advis
seleccionó y adapto según sus necesidades musicales y expresivas las decimas autobiográficas de
Violeta Parra.
Sus Decimas fueron escritas entre 1954 y 1958, cuando ya había empezado su trabajo de
recopilación folclórica. Las decimas relatan su biografía y a la vez la liberan de ella, se inscriben en
la tradición y a la vez la transgreden. En 1970 fueron publicadas, al otro año Advis empieza a
trabajar en ellas. En diciembre del 1972 se estrena en el teatro Antonio varas. Su duración es la de
un LP, 20 min de música por lado.
En cuanto a su estructura o forma:
La obra esta compuesta en forma de cantata e integra a la triología de Advis: Santa María
de Iquique, Canto para una semilla y tres tiempos de América.
El compositor la llamaba elegía, con la finalidad de innovar. Lamentar aquello que se ha
perdido, ilusión, vida, tiempo, un ser querido, un sentimiento, sentimiento de pérdida en sus
textos.
En el ámbito iberoamericano aparecerán nuevas denominaciones del género chico
español: sainete lirico, juguete cómico, mosaico criollo, mosaico campero, dramón gauchesco,
todos incorporaban música campesina a la escena teatral. La antigua forma de la cantata barroca
llevada a la música popular de raíz.
Mantiene la concatenación de partes vocales, solitas y corales, e instrumentales, preludios
e interludios junto a relatos hablados que narran los acontecimientos según la función del
recitativo del siglo XVIII.
En la cantata no hay acción como en el oratorio, ni representación como en la ópera,
solamente narración de los hechos y reflexión sobre ellos.
La utilización del formato de la misa, la cantata y el oratorio, si bien encontró su auge
durante el renacimiento y el barroco, mantuvo su vigencia durante el Clasicismo y el Romanticismo
y experimentó un nuevo auge con el rescate Neoclásico del 20.
Lo curioso es que en el año 20 la sociedad Bach y luego el instituto de extensión musical
liderado por el padre de la institucionalidad musical chilena, Domingo Santa Cruz, comenzará a
montar cantatas y oratorios de bach traducidos al español, caso único en la esfera hispano
hablante. Se instala en el oído del chileno una base en todo lo que se hizo después, tanto en la
música docta como popular, considerando cantatas, oratorios y misas.
Despues de la Segunda Guerra Mundial encontramos un nuevo auge de estos formatos
vocales con narradores que reemplazan al recitativo para una música contemporánea que debía
narrar y denunciar con claridad sucesos que afectaban al propio género humano.
A mediado de los años 60 esos géneros llegan a la música popular cumpliendo una función
similar de denuncia y construcciçon de memoria.
En Santa María de Iquique, Advis, inauguró un procedimiento que replica luego en sus
arreglos de larga duración en Autores chilenos: Charagua de Víctor Jara, run run de Violeta Parra.
Hay varias canciones de Victor y Violeta que arregla luis advis con ese procedimiento que ya
inauguró en la cantata Santa María, pero lo desarrolla en Canto para una Semilla.
Desarrolla aun más la escritura polifónica de las quenas, extendiendo sus pasajes,
sustituyéndolas también por voces sin texto (hay pasajes en que no hay quena, son tres voces sin
textos que van haciendo la polifonia), haciendo juegos ritmicos entre la clave y la quena aguda,
sonidos que se confunden entre sí en ese juego. Usándolas también como introducción, no solo
como como interludio o final como ocurre en la Cantata de Santa María.
Tambien contramos más uso de politextualidad, poner textos distintos y polimetría que
hace referencia a un texto que está en 3 y otro está en 2. Se destaca el uso del RIN usado por la
violeta o margot loyola, puesto que casi el unico género del folclor chileno que està en 2/4, todo lo
demàs está en 6/8 con 3/4,
Advis lo superpone en esta polifonia con distintos textos y con distintos metros.
Uso de la interpolación, fenómeno que ocurre cuando entre una cancion se pone otra en
medio. Es muy complejo como procedimiento. Uso de canon, imitacion de las voces
Todo esto con una solista femenina, un solista masculino, una relatora, un coro, e
instrumentos todos ya combinados en la cancion inicial, “tira toda la carne a la parrilla” en la
primera cancion.
Conforma su propio camnino creativo, influye en inti illimani, quilapayun, isabel parra…
crea escuela y las decimas de violeta le han servido para dar ese giro definitivo
Junto a su claro compromiso social y critica politica en canto para una semilla hay un
cristianismo popular manifiesto, no solo por la referencia a los personajes biblicos, tambien porque
la solucion propuesta a las injusticias y desigualdades de este mundo es el aor por los semejantes
(se puede visualizar en la cancion “la esperanza”)
Con textos de gran lirismo no es facil identificar el tono de la violeta en esta “autobiografia”
Existen momentos de distancia entre el narrador y personaje…con cierto dejo de simpatia
por las cosas que dice violeta, como que no le gusta ir a las escuela, por ejemplo. Actitud que en
algunos casos le resta fuerza dramàtica a la version, por otro lado hay seriedades y paquedades
cuando no deberia haberlas “y donde siento una farra, allà aprendo una cancion” (solemnidad que
no va con la intencionalidad de sus palabras en el texto
Canto para una semilla no tiene obertura, no tiene preludio, no tiene introducción
instrumental , sustituyéndola por un recurso teatral: narrador en décimas que introduce la obra
que anucia el cantar y nos da una idea del sentido del relato. Por este motivo Advis dice que esto
es una elegia y no una cantata, que en este caso era la poesia la que primaba. Deja que destaque la
musicalidad de los versos de la propia violeta en el inicio de la cantata.
Concierto aniversario Conjunto Instrumental al Fin del Mundo
El día 26 de octubre pasado, el “Conjunto Instrumental al Fin del Mundo” monta
una gala de aniversario en el Teatro Municipal de Ñuñoa en el que interpretan distintos
pasajes de las obras ensambladas a lo largo de su historia y estrenan una adaptación
musical de Canto para una Semilla de Luis Advis.
Reseña Histórica de la agrupación
CONJUNTO INSTRUMENTAL AL FIN DEL MUNDO
Este conjunto instrumental nace en el año 1984, con una propuesta de proyección
vocal para los alumnos del Liceo José Toribio Medina N°7 de Ñuñoa. Dirigido por la
profesora Raquel Maureira Ramos. A mediados de los noventa, adquiere un nuevo campo
de desarrollo musical, a través del canto y la danza, tomando carácter de ballet folclórico.
Desde 1996 hasta el año 2001, realiza diversas giras a lo largo del país y Sudamérica
comprendiendo presentaciones en Argentina, Paraguay y Brasil. Además mantiene un
contacto directo con la Municipalidad de Ñuñoa, siendo los encargados a nivel escolar de
la inauguración de la Fiesta de la Cultura en el Estadio Nacional. En el año 2007 se
desarrolla el ámbito instrumental del conjunto “Al fin del Mundo”, a cargo del profesor
Camilo Latorre Ponce, siendo destacado en el encuentro de la música escolar de la
Universidad Mayor. El año 2008, cambia la dirección general del conjunto y el ámbito que
abarca este concibiendo un trabajo interdisciplinario en el área musical, el canto, la danza
y la instrumentación. En el año 2009 y 2010 se crea un proyecto de trabajo musical en
base a la obra musical Canto para una Semilla, interpretado por el conjunto de raíz
folclórica de la Universidad Mayor y el Conjunto instrumental Al fin del Mundo. El año
2012 se trabaja en el proyecto musical Cantata Santa María de Iquique, siendo su estreno
el 26 de Octubre en el teatro Municipal de Ñuñoa con más de 1600 personas presentes,
una gira de diez días en la región de la Araucanía. El año 2013 culmina la semana de
Conmemoración de la Declaración Universal de los derechos Humanos con una
presentación de esta en el Parque por la Paz de Villa Grimaldi. Manteniéndose vigentes
hasta el día de hoy con presentaciones y giras por Santiago y Chile.

El Conjunto, tal como el profesor y director de la agrupación lo hizo saber, realizó


una adaptación de Canto para una semilla. Entre los instrumentos utilizados había quenas,
piano, guitarras, bajo eléctrico, chello, violín y percusiones. Además de un coro mixto.
Mantuvo la voz del narrador y voces solistas. Puedo concluir que adaptó la obra según los
instrumentos y talentos de los estudiantes pertenecientes al conjunto. Pero mantuvo su
forma tradicional, respetando cada pasaje de la obra original.

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